Número 30 - Escuela de Psicología Social de Montevideo
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Número 30 - Escuela de Psicología Social de Montevideo
Año 4 • Nº 30 • Diciembre de 2001 • $ 3.- Crisis y creatividad: una pareja posible “La mejor manera de esperar es ir al encuentro” Manuel Trejo El ruido, entre las grietas de la razón Más allá del Psicodrama TEATRO DE MULTIPLICACIÓN Nuevos paradigmas Del “cuerpo-máquina” al “cuerpo entramado” ¿Qué es el Acercamiento Centrado en la Persona? “Siento luego existo” GRUPO DE TERAPIA CORPORAL CON PACIENTES PSICÓTICOS Investigación en Psicoanálisis Trabajando los conceptos sobre entrevistas clínicas 30 E D I C I O N Técnicas de acción JUEGOS DRAMÁTICOS CON MÚSICA E S P E C I A L escriben Denise Najmanovich, Eliseo Rey, Claudio Rud, Luis Gruss, Raúl Sintes, Gabriela Oteyza, Martha Y. Fernandez, Lucrecia Riopedre, Marta Toppelberg, Walter Vargas, Erica Hamuy, Enrique Guinsberg, Ruben Amato, Héctor Fainstein, Valeria Ferrán, Daniel Seghezzo, Analía Esposito, María Petrovic, Rosana Fernandez. Director: Román Mazzilli Nuevos paradigmas Director Román Mazzilli Secretario de redacción Walter Vargas Redacción Patricia Mercado Daniel Seghezzo Publicidad Daniel Tripoli (15-5319-5803) María Eugenia Conde (4553-1226) Colaboran en esta edición Denise Najmanovich, Eliseo Rey, Claudio Rud, Luis Gruss, Gabriela Oteyza, Martha Fernandez, Lucrecia Riopedre, Marta Toppelberg, Erica Hamuy, Valeria Ferrán, Analía Esposito, María Petrovic, Héctor Fainstein, Ruben Amato, Rosana Fernández, Betty Davidson. Corresponsales Juan Díaz (Bahía Blanca) Juan Lovari (La Plata) Roberto Sánchez (Mar del Plata) Marta Carbonero (Bariloche) Rodrigo Campos Alvo (Tucumán) Montse Fornos (España) Cecilia Biglieri (EE.UU.) Raúl Sintes, (Uruguay) Pedro Mascarenhas - Sergio Antonio Carlos (Brasil) Enrique Guinsberg (México) Leonardo Montecchi - Terenzio Formenti (Italia) Jacinto Inbar (Israel) Rosa Jaitin (Francia) Jaime Marominsky (Chile) Gilbert Brenson Lazan (Colombia) Ilustraciones: Andy Warhol Redacción y Publicidad Conesa 473 P.B. ÒBÓ (1426) Capital - Argentina Tel/fax: (54-11) 4553-1226 E-mail: [email protected] Website: www.campogrupal.com Impresi—n: Asking S.A. Distribuci—n: Motorpsico (Capital) En Chile: Librer’a Olejnik En Uruguay: Mario Cambiasso Campo Grupal es una publicaci—n de Ediciones Presencia. Suscripciones Por 10 ediciones anuales: Argentina: $ 40.- Del “cuerpo-máquina” al “cuerpo entramado” Denise Najmanovich [email protected] ÒLos blancos deben estar locos: creen que se piensa con la cabeza Ó An—nimo Ind’gena Sudamericano L as concepciones usuales de la corporalidad se han caracterizado por un pensamiento que divide el conocimiento en compartimentos estancos. Esta forma de pensar ha limitado lo corporal a lo biol—gico, lo vivo a lo f’sico y esto a lo mec‡nico. Para salir de este atolladero reduccionista quisiera comenzar esta reflexi—n sobre el cuerpo en la contemporaneidad retomando las sabias y bellas palabras que Jean Rostand pronunciara ya en 1939: ÒEn el momento actual el mecanicismo tiene una posici—n extremadamente s—lida, y uno apenas ve quŽ puede responderle cuando, cuando en muchos de sus Žxitos cotidianos, pide simplemente aplazamientos para terminar su obra, a saber, para explicar completamente la vida sin la vida.Ó1. Ha pasado m‡s de medio siglo y los partidarios del mecanicismo siguen pidiŽndonos postergaciones. A pesar de sus rimbombantes Žxitos no han podido, ni podr‡n, finalizar su obra; por una raz—n que Gast—n Bachelard describi— de forma di‡fana cuando afirm— que ÒToda frontera absoluta propuesta en la ciencia es la marca de un problema mal planteadoÓ. Pensar la vida sin la vida es contenerla dentro de unos cauces que ella misma se ocupa siempre de rebasar. Descuartizado en ÒaparatosÓ y ÒsistemasÓ, aislado de su medio nutriente, el cuerpo se volvi— ant—nimo del alma. El hombre se separ— de la comunidad, la persona del organismo, la humanidad del cosmos. Sujeto y Cuerpo nacieron por un proceso de desgarramiento, de escisi—n de la experiencia en el pasaje de la sociedad campesina feudal a la sociedad urbana moderna. Este proceso requiri— varios siglos y se fue dando en distintos ritmos, siguiendo diferentes itinerarios y expandiŽndose a diversas dimensiones de la experiencia: desde los modales y protocolos sociales hasta las pr‡cticas pol’ticas, desde la experiencia espacial plasmada en la construcci—n de mapas y ciudades ÒplanificadasÓ hasta las distinciones entre los ‡mbitos pœblicos y privados, de Galeno a la Medicina Experimental, pasando por la ÒDe Humani Corporis FabricaÓ de Vesalio, desde las Òcriaturas de DiosÓ al individuo. Todos los aspectos de la vida humana fueron moldeados por un estilo de pensamiento que escindi— al sujeto de su cuerpo y al individuo de la comunidad. Esta separaci—n desgarradora entre el Sujeto y el Cuerpo fue una de las mœltiples expresiones de un pensamiento que privilegia la sustancia respecto del proceso, la materia con relaci—n a la forma, la estabilidad por sobre la transformaci—n, la simplicidad mec‡nica a la complejidad de la vida. En la modernidad esta ha sido la perspectiva hegem—nica y aœn goza de amplia difusi—n. En la actualidad este pensamiento que permiti— el desarrollo de un mundo rico y potente, se ha vuelto un chaleco de fuerza que nos impide dar cuenta de la experiencia contempor‡nea, seguir creciendo y producir nuevos sentidos. Afortunadamente, en las œltiLa formación en Recursos Humanos posibilita una salida laboral... (Con prácticas en Selección de Personal) Las clases que se pierden por vacaciones se reciben por escrito Módulos de Formación • Selección de Personal (incluye desarrollo ASSESSMENT CENTRE) • Formación de Coordinadores de Capacitación. • Evaluaciones Psicotécnicas aplicadas a la Selección de Personal • Conducción de Personal, Motivación y Liderazgo. Negociación y • Comunicación. Coaching y Empawerment. Desarrollo de Carrera y Gestión de Proyectos. • Contratación y Régimen de Extinción del Contrato de Trabajo. • Remuneraciones • Taller de Microemprendimiento / Autoempleo mas dŽcadas del siglo XX han comenzado a desarrollarse otros paradigmas, otras met‡foras, y otros puntos de vista que est‡n rompiendo ese cerco cognitivo y experiencial de la perspectiva dualista y que nos dan la posibilidad de ampliar, enriquecer y sofisticar el pensamiento y la vivencia de la corporalidad. Hoy, cuando toda certeza parece esfumarse, sentimos que en el tembladeral en que vivimos resulta imprescindible pensar el cambio y adquirir herramientas conceptuales y vivenciales que nos permitan ÒnavegarloÓ. Desde la termodin‡mica a la antropolog’a, de las teor’as de autoorganizaci—n a la ecolog’a, del pensamiento del sujeto hasta la teor’a del conocimiento, ha comenzado a propagarse un nuevo enfoque que sienta las bases para un pensamiento din‡mico capaz de dar cuenta del cambio en sus mœltiples dimensiones: el de la complejidad. Los mapas conceptuales del mecanicismo ya no resultan œtiles. Necesitamos nuevas cartograf’as, y sobre todo nuevas formas de cartografiar: debemos buscar otros instrumentos conceptuales y crear nuevas herramientas que nos permitan movernos sobre territorios fluidos. En la contemporaneidad la complejidad se enlaza con la met‡fora de la red, con la idea de interacci—n, con la perspectiva de la autoorganizaci—n. Desde esta mirada, es posible romper con el hechizo del dualismo, con la pesadilla de un mundo en blanco y negro, un mundo de oposiciones dicot—micas. Las cosas no significan nada en s’ mismas, ni por s’ mismas, sino como bien lo ha mostrado Wittgenstein, adquieren sentido en la corriente de la vida. Aquello que podemos pensar respecto de la corporalidad no es independiente de nuestra experiencia corporal, y nuestra experiencia nunca es meramente biol—gica. Lo que llamamos experiencia humana es algo que nos ocurre y que discurre en el ‡mbito social, que narramos a otros y a nosotros mismos en un lenguaje, algo que nos sucede en el espacio-tiempo en que nos toca vivir y que cobra significado y valor œnicamente en funci—n de nuestra historia sociocultural. El cuerpo es nuestra sede de afectaci—n y el territorio desde el cual actuamos. No es solamente un cuerpo f’sico, ni meramente una m‡quina fisiol—gica, es un organismo vivo capaz de dar sentido a la experiencia de s’ mismo. David Le Breton en su exquisita ÒAntropolog’a del cuerpoÓ ha sostenido que Òel cuerpo moderno pertenece a un orden (...). Implica la ruptura del sujeto con los otros (una estructura social individualista), con el cosmos (las materias primas que componen el cuerpo no encuentran correspondencia en otra parte), consigo mismo (poseer un cuerpo m‡s que ser un cuerpo). (...) Nuestras actuales concepciones del cuerpo est‡n vinculadas con el ascenso del individualismo como estructura social, con la emergencia de un pensamiento racional positivo y laico sobre la naturaleza, con la regresi—n de las tradiciones populares locales y, tambiŽn, con la historia de la medicina2Ó. El Sujeto Carnal: Afectos y Efectos en un Mundo Vincular El pensamiento de la unidad, de la pureza y del ser concibe los l’mites como absolutos e infranqueables. El modo de categorizar el mundo se estructura desde lo Òclaro y distintoÓ. Lo borroso, lo h’brido, lo irregular, lo fluctuante no tienen cabida. Desde esta perspectiva se ha encerrado al cuerpo en una piel-c‡psula, con l’mites fijos y fronteras impenetrables. Estas met‡foras han sido la base de toda una construcci—n de la noci—n de cuerpo, y en tanto tal han configurado tambiŽn nuestras experiencias y establecido l’mites y posibilidades a nuestras vivencias y conocimientos Para ir m‡s all‡ de esta forma de construir mundo, experiencia y conocimiento podemos comenzar por reflexionar respecto al concepto de l’mite. Desde la mirada de la pureza el l’mite separa dr‡sticamente un exterior y un interior, no hay comunicaci—n entre la unidad formada y el medio que la circunda. Las fronteras son infranqueables, a estos l’mites insalvables he de llamarlos Òl’mites-limitantesÓ. Sin embargo, sabemos bien que no son la œnica clase de l’mites que somos capaces de concebir y vivenciar: las fronteras entre pa’ses son transitables, la membrana celular es per- Duración: 4 meses Fecha de inicio: Grupo martes 15/01/2002 - Grupo miércoles: 16/01/2002 Salida Laboral Los participantes que cursen y aprueben MANAGEMENT EN RECURSOS HUMANOS son presentados via mail por nuestra Consultora en 150 empresas de primer nivel. SLS Consultora en Recursos Humanos & Capacitación Para mayor información comunicarse con la Srta. Paula o con la Srta. Gabriela a Tel/fax: 4826-8797 4821-2777 int 234 / 4821-2753 de 9:15 a 13 hs. y de 14 a 19:30 hs. E-mail: [email protected] Campo Grupal / 2 http://www.consultora-sis.com El preguntar es la devoción del pensar. Heidegger POR H O(humoresPORgrupales)G Walter Vargas [email protected] ABIERTA LA INSCRIPCIîN 2002 meable, la piel es porosa. En todos estos casos el adentro y el afuera se definen y se sostienen a partir de una din‡mica de intercambios. Ya no estamos hablando de barreras insuperables, sino de la conformaci—n de una unidad compleja (la cŽlula, el organismo, etc.) a partir del establecimiento de l’mites que llamarŽ Òl’mites fundantesÓ. Estos l’mites no son fijos, ni r’gidos, no pertenecen al universo de lo claro y distinto: son interfases mediadoras, sistemas de intercambio y en intercambio, se caracterizan por una permeabilidad diferencial que establece una alta interconexi—n entre un adentro y un afuera que no pueden definirse para siempre, sino que surgen en la propia din‡mica vincular. La unidad compleja que nace en y por la din‡mica de interacciones no es una unidad como la entiende el pensamiento de la pureza que s—lo acepta la homogeneidad, sino que se caracteriza justamente por ser una ÒUnidad MœltipleÓ3 o para destacar m‡s aœn la paradoja podemos llamarla ÒUnidad HeterogŽneaÓ4. ƒstas, como hemos mencionado, surgen en la din‡mica de relaciones y su organizaci—n se mantiene y evoluciona Òa travŽs de mœltiples ligaduras con el medio, del que se nutren y al que modifican, caracteriz‡ndose por poseer una autonom’a relativaÓ5. De esta manera lo propio no est‡ escindido de lo ajeno, por el contrario est‡n en mutua relaci—n en mœltiples dimensiones: no hay independencia absoluta, no hay escisi—n radical sino autoorganizaci—n de sistemas complejos en sus ambientes con y en los que coevolucionan. Como podemos ver, esta forma de pensar destaca la din‡mica vincular como la fuente de donde manan tanto los elementos como las relaciones de una unidad compleja que emerge en la propia din‡mica. Ni los elementos, ni las relaciones, ni la unidad existen antes o independientemente de la din‡mica que los ha pa- rido. No hay un Òa-prioriÓ, un Òmodelo idealÓ un ÒarquetipoÓ. Lo que encontramos son configuraciones vinculares, que por cierto no son tampoco tales por s’ mismas, ni para s’ mismas, ni en si mismas, sino que se forman a partir de nuestra interacci—n, de nuestra forma de relacionarnos con el mundo y de producir de sentido. Desde esta perspectiva vincular, el cuerpo no existe independientemente de nuestras vivencias, creencias, experiencias, no flota inmaculado en la eternidad, sino que es forjado en la historia humana que transcurre siempre en un ambiente poblado de otros seres y entidades con los que estamos profundamente entramados. El cuerpo es la indispensable condici—n de posibilidad de nuestro ser en el mundo, de nuestra humanidad, de nuestra animalidad, de nuestra organizaci—n social. La corporalidad es el territorio de nuestra autonom’a, pero de ninguna manera implica esto una independencia absoluta. Se trata de una autonom’a altamente ligada, de una autonom’a en la relaci—n. Esta forma de concebir la corporalidad supone que participar de ella implica tambiŽn pertenecer a la temporalidad, ser en el devenir, existir en y por una din‡mica de intercambios y transformaciones. Pero ya no se trata de un tiempo domesticado, lineal, œnico. Sino de una temporalidad multiforme que incluye ritmos diversos y evoluciones complejas, que acepta el azar y el acontecimiento como copart’cipes en la dram‡tica de la transformaci—n. Desde la perspectiva vincular el cuerpo no puede ser pensado como un recipiente que nos contiene, ni una muralla que nos a’sla, es lo que se forma-deforma-transforma y conforma en el entramado de la vida. El cuerpo es su propia historia. Historia que no Presidente: Lic. Susana Matus Secretaria: Lic. M—nica Neuburger Directora de Docencia: Lic. Rosa Kononovich Directora: Lic. Norma Mondolfo Pte. Honorario: Dr. Octavio Fern‡ndez Mouj‡n ESCUELA DE POST GRADO EN SALUD MENTAL FORMACIÓN PSICOANALÍTICA PRÁCTICA CLÍNICA ATENCIÓN SUPERVISADA DE PACIENTES Comisi—n de Docencia: Lic. Lili Ivancovitzer Lic. Alicia Klin Lic. Ana Lanfranconi Lic. Susana Salce Creo que la ironía empezó a circular cuando el menemismo estaba en la cresta de la ola, pero por ahí es más antigua. Andá a saber. Y aunque el menemismo hoy no está en el poder (ausencia más notoria en nombres que en ideario), ya he notado, sin embargo, que aquella ocurrencia tragicómica goza de buena salud y actualizada, puesta al día, es así de descarnada: “brindemos por el 2002... porque el 2003 va a ser peor”. ¿Cuánto hace que en este confín del globo no levantamos la copa por un año mejor sino por uno menos malo? Mientras lo pienso tomo nota de una penosa coincidencia: esa lógica, la del premio consuelo, es la misma que opera a la hora de elegir gobernantes. Leer el diario de atrás hacia delante, al vesre, digamos, bien pudiera ser un ejercicio de templanza. Concebimos los chistes como espinaca, jugamos a ser Popeye, y aunque después no lleguemos a Popeye, ni siquiera a Olivia, resistimos las secciones más reales en mejores condiciones. (Mañas de oprimido, diría un amigo mío). El embudo que descarta atributos mínimos, vitales y móviles, y nos deja en situación de juguetes del destino, tan juguetes como para darles el guiño a los infames que cortan el bacalao, es otra cosa, más ligada a la resignación. Que roben, pero no tanto; que nos hipotequen, pero que lo disimulen; que nos mientan, pero más o menos, con vaselina; que nos dispensen una brutalidad bañada, perfumada y vestida para fiesta. Y ya que de Fiestas hablamos, porque están a la vuelta de la esquina, a lo mejor no es cuestión de ponernos solemnes, pero sí un poco más serios, incluso en los gestos de legítima defensa de la alegría. Si riéndonos de nuestro destino adverso, las heridas duelen menos, metámosle para adelante: entre sidra y sidra -si las hay- organicemos campeonatos de chistes. Del Turco, de Alfonso, del Aburrido, de la Piba, del Cabezón, de Chacho, de la fauna en pleno que supimos conseguir, pero eso sí: dejemos un ratito para rigorearnos la sesera. ¿Por qué renunciar a preguntarnos hasta dónde llega la vara de nuestros atenuantes, de la autocompasión, hasta dónde es legítimo llenar la solicitud de ingreso al club de los inimputables y presumir que aquí no ha pasado nada? Aprovechemos el año que se va, el año que viene, para decretar el estado de alerta y movilización de la esperanza. Ojo: de la esperanza, no de la puerilidad, no del hop hop bobalicón. Los lobos tienen la panza exigente. Ya andán relámiéndose por ahí. Si nos quedamos moscas, pegan el zarpazo y chau. Fuimos. Se degluten hasta el almanaque. JUEGO y CREATIVIDAD FORMACIîN TEîRICA: Teor’a y Cl’nica Psicoanal’tica, Crisis Vital, Cl’nica con Ni–os, Adolescentes, Familia, Pareja, Neurosis-Psicosis-Psicosis Infantil. Prevenci—n. Trastornos de la Conducta Alimentaria. Trastornos Psicosom‡ticos. Adicciones. HIV. Recursos ante la infertilidad.Adopci—n. Seminarios optativos alrededor de diversos ejes tem‡ticos y distintas l’neas del pensamiento psicoanal’tico. PRACTICA CLêNICA: Atenci—n supervisada de pacientes. Co Admisiones. C‡mara Gesell. Ateneos. Jornadas Cient’ficas. Grupos de Investigaci—n. Visitancias optativas por los equipos de Asistencia y por los Departamentos Cient’ficos en 3er a–o. Duraci—n 3 a–os Informes e Inscripciones: GŸemes 4710 Capital. 4773-8289-4037 4772-8851 P‡gina Web: www.centrooro.org.ar E-mail: [email protected] La vida se transforma en la ideología de la cosificación, la cual es propiamente la máscara de la muerte. Theodor Adorno Carrera Terciaria Título Oficial Articulación Universitaria Reuniones Informativas martes 4 y 11 diciembre Virrey del Pino 2714 Telefax: 4785-3273 estudio [email protected] inés moreno www.inesmoreno.com.ar Campo Grupal / 3 ESCRITURA AUTOMATICA Papeles Luis Gruss [email protected] Tengo mi biblioteca y mi cabeza abarrotadas de libros. Leí tantos diarios que ya no recuerdo ni una sola nota. Todos mis cajones rebozan papeles. En el baño hay revistas abiertas en páginas mojadas con agua de la ducha. También Internet es un papel que se pega a las pantallas. En los muros callejeros hay papeles donde figura el nombre de todos nosotros. En las Torres Gemelas se quemaron toneladas de planillas vitales para la seguridad universal. Dentro de unos días, antes de fin de año, caerán desde las oficinas céntricas grandes rollos de serpentina conteniendo información igualmente valiosa. Acabo de comprar 74 metros de papel higiénico, suave y absorbente. En la cama donde duermo y hago el amor también hay papeles anónimos, recortes, cuentas viejas, teléfonos anotados a las apuradas. No consigo recordar de quién son esos números reunidos en singulares combinaciones. A mi piel se pegan tantos papeles grasientos que ya no sé qué hacer con ellos. En uno alguien ha escrito un poema chino. Allí se habla de una extraña bandada de patos cuyas sombras se proyectan fugazmente en un río de montaña. Nado ahora en ese río apenas sombreado por las aves. Estoy desnudo, envuelto apenas por la ropa de vidrio que el agua teje al pasar, y miro el fondo de piedras redondeadas por el uso y la corriente. Contra la arena del fondo se dibuja un pez rojo y alargado que va lentamente al encuentro del océano. Pero yo no tengo nada que ver con el agua, con el pez, con las piedras y el océano. A mí me ahogan los papeles, las cartas de amor que ya no sirven, las demandas judiciales, los vómitos de texto que manchan para siempre sábanas y sábanas de papel amarillento. Tengo que ordenar ese universo empapelado. Decido entonces guardar los recortes por tema y por fecha en cajas de cartón. El resto lo meto en sobres de papel madera que sirven para meter más papeles llenos de letras robadas de un sinfín de otros mensajes no menos inútiles. Subo con esfuerzo por una cordillera de papeles donde nadie ha escrito ni siquiera una palabra que me cure. Quisiera, al menos, terminar este año sin papeles, sin cartas, sin envoltorios, sin libros ni dazibaos. Por qué no un silencio de papeles, una música sin palabras, una reunión donde nadie diga nada. Por qué no la vida a secas. Ahora, mientras escribo, me duele horriblemente la espalda. No sé dónde está mi hija. El gato que salvé hace poco de la muerte mira hacia lo lejos sin deseo ni esperanzas. Tengo hambre. Tengo ganas de comprar en la calle un ramito de jazmines. Quisiera que la guerra se termine de una vez y quisiera, sobre todo, encontrar los fósforos que me permitan prenderle fuego a esta montaña nevada de papeles finos, blancos, perfectos. Sobre la piel de mi amor escribo palabras con la lengua. No quedará nada de ellas en ningún libro. Pero mi lengua es un pez rojo y vivo que no piensa, que ni siquiera sueña, que sólo es capaz –ahora- de imaginar un mundo libre para siempre de papeles. Campo Grupal / 4 lo determina pero que lo condiciona tanto en sus posibilidades como en sus imposibilidades, puesto que toda forma tiene un linaje de transformaciones posibles. Somos como somos en la medida en que somos cuerpo, aunque, desde luego que no somos meramente seres corporales. Nuestra biolog’a forma parte de nuestro peculiar estar en el mundo, pero la propia vida no est‡ definida de una vez para siempre. En el interjuego de la trama corporal-vital evolucionamos, nos transformamos, cambiamos. Por otra parte esa biolog’a no establece s—lo una an‡tomo-fisiolog’a particular para cada especie, sino que participa de un intercambio permanente de est’mulos y reacciones, de afectos y efectos, de retroalimentaciones y escapes, de azares y mecanismos, que llevan a una organizaci—n evolutiva compleja del cuerpo embebido, atravesado, interligado con el medio. Es en esta evoluci—n que seres cada vez m‡s complejos fueron manifestando nuevas y sorprendentes propiedades: de la irritabilidad del paramecio, a los deseos, la imaginaci—n y la producci—n de sentidos humanos pasando por las sensaciones y emociones de los mam’feros. Las huellas de esta evoluci—n no son en absoluto lineales, ni el camino recorrido tiene su cima en nuestra especie, pero aœn as’ nuestra humanidad se inscribe all’. Cuerpo: Configuraciones de lo posible La piel no s—lo nos separa de los otros, es por ella, a travŽs de ella, en ella que sentimos el contacto tibio del aliento de un ser querido, el fr’o de la nieve, la caricia de un amigo, los besos de un amante. Frontera porosa, permeable, vital en permanente recambio. El cuerpo no es s—lo el territorio propio sino el lugar de encuentro. Al salir del hechizo del modelo mec‡nico tenemos acceso a un ser humano que no se resigna a ser un aut—mata, que no est‡ hecho de barro y soplo divino, pero tampoco es meramente un conjunto de ‡tomos regidos por leyes eternas que siguen la mœsica del diablillo de Laplace. Nuestro cuerpo se gesta en la biolog’a, se desarrolla en el intercambio permanente de materia y energ’a con su medio ambiente, se forja en los encuentros afectivos con nuestros congŽneres y otros seres, crece en un mundo de sentido, adquiere los h‡bitos de los juegos relacionales de nuestra peculiar cultura. El cuerpo humano es aquella organizaci—n que en su complejidad ha manifestado nuevas opciones en el mundo de la vida: la autoconciencia y el inconsciente, la raz—n y la imaginaci—n creadora, el lenguaje y la pasi—n. Dotar de sentido a la experiencia es el eje vertebrante de nuestro devenir en el mundo. Ahora bien, la filosof’a de la escisi—n arranc— de cuajo a la raz—n del vientre vivo que la gest—, la sensibilidad fue ÒcortadaÓ de la racionalidad, la emocionalidad separada del lenguaje, la imaginaci—n arrancada a jirones de la autoconciencia. La concepci—n mec‡nica de cuerpo se limit— a las funciones biol—gicas y no pudo incluir ni a los afectos o a las emociones, ni a nuestra capacidad lingŸ’stica de significar, de imaginar y de crear nuestro mundo experiencial. El sujeto moderno fue un sujeto abstracto, pura raz—n incorp—rea: una abstracci—n l—gica. Se trata entonces de tomar en serio el desaf’o de generar nuevas articulaciones, de pensar los diversos paisajes vitales en los que pueda habitar un sujeto encarnado, profundamente enraizado en su cultura, atravesado por mœltiples encuentros (y desencuentros), altamente interactivo, sensible y emotivo, en permanente formaci—n y transformaci—n co-evolutiva con otros sujetos y con el medioambiente. Desde luego que desde esta perspectiva no se puede esperar Ðni ofrecer- una nueva teor’a sobre el cuerpo; ya que la concepci—n misma de ÒTeor’aÓ nace de la escisi—n: te—rico era aquŽl que miraba las olimp’adas, el espectador. Desde la perspectiva vincular es posible pensar, y es preciso hacerlo rigurosamente, extremar los recaudos, Òencarnizarse en la erudici—nÓ, como le gustaba decir a Foucault. Y en este hacer podemos tejer narraciones, intentar comprender, crear hip—tesis, componer nuevas configuraciones conceptuales, pero sabiendo que somos nosotros mismos los que le damos sentido en el hacer. No estamos afuera, no tenemos una perspectiva privilegiada, accedemos s—lo a lo que nuestra conformaci—n humana en activo intercambio con el entorno nos permite. En este camino que hemos emprendido para ir m‡s all‡ del cuerpo mec‡nico, para atisbar otros paisajes diferentes a los que nos presenta la filosof’a de la escisi—n, nos acecha aœn otro peligro: el del Ògiro lingŸ’sticoÓ. Me refiero a una tendencia importante en la investigaci—n social que tiende a pensarlo todo en tŽrminos exclusivamente lingŸ’sticos y a convertir toda la vida humana en mera literatura. Todo es lenguaje en el mundo humano, pero de ninguna manera s—lo lenguaje. El sentido no es algo que aprendamos como seres del lenguaje, sino como seres vivos. El sentido se adquiere Òen los juegos del lenguaje en la corriente de la vida6Ó. Aprendemos a hablar siempre en el intercambio vital-corporal-emotivo-cognitivo con otros. No es nuestra mente en conexi—n directa con un diccionario que dota de significado al mundo, sino nosotros como personas en nuestro medio social, embebidos en el lenguaje que es parte inextricable de un juego social que no podr’a nunca darse sin la corporalidad que nos entrama y que lo conforma. Los que creen en la materialidad son como vacas Los que creen en la vacuidad son peores An—mino del Sahara Citas 1 Rostand, J. ÒLa Vie et ses Probl•mesÓ, Flammarion, Par’s, 1939. 2 Le Breton, D. ÒAntropolog’a del cuerpoÓ, Nueva visi—n, Buenos Aires, 1995. p 3 Morin, E. ÒEl mŽtodoÓ. Vol I, C‡tedra, Madrid, 1981. 4 Najmanovich, D ÒEl lenguaje de los v’nculos de la independencia absoluta a la autonom’a relativaÓ, en ÒRedes el lenguaje de los v’nculosÓ, Paid—s, Buenos Aires, 1995. 5 Najmanovich, D ÒPensar la subjetividadÓ, Campo Grupal N¡ 21, Buenos Aires, 2001. 6 Wittgenstein, L. ÒInvestigaciones Filos—ficasÓ, Cr’tica, Barcelona, 1988. Espacio-Taller-Investigación “El cuerpo como variable de ajuste” Jueves 3, 10, 17 y 24 de enero de 20 a 22.30 hs. Coordinan: Lic. Mónica Groisman y Lic. Adriana González INFORMES E INSCRIPCIÓN :Te: 4857-0855 y 4857-1724 Email: adriana_ [email protected] Arancel accesible EL BANCADERO MUTUAL DE ASISTENCIA PSICOLOGICA A • Asistencia Terapéutica Grupal R A • Pareja y Familia N C E • Stress y la manifestación psicosomática L $7 • Orientación Jurídico-Psicológica • Grupo de Autoestima en Desocupación (gratuito) Informes: Carlos Gardel 3185 2º F Cap. Tel/Fax: 4862-0944 L. a V. e-mail: [email protected] de 16 a 21 hs. www.geocities.com/elbanca El pensamiento es el trabajo que hace vivir en nosotros lo que no existe. Paul Valery Comunicación y subjetividad El ruido, entre las grietas de la razón Román Mazzilli [email protected] "Uno deber’a ser siempre un poco improbable". Oscar Wilde a raz—n instrumental triunfante en nuestra Žpoca, nos ha impuesto el ritmo de sus latidos y los objetivos de su Žtica. Hoy ya no tenemos tiempo de sentir o de desear, en medio de los apurones de nuestra vida pautada entre el trabajo, el matrimonio y la profesi—n. Se acabaron las revoluciones. La ÒestabilidadÓ es el nuevo valor social predominante. Los graffiti del mayo francŽs ya son historia. El ÒCheÓ Guevara pas— de las banderas libertarias a un estampado de moda en las remeras. ÒSovietÓ es una marca de ropa informal unisex, ni siquiera la sombra de aquel fantasma que recorr’a europa. Las utop’as que ven’an encantando a la humanidad se desmoronaron una a una y el Muro de Berl’n es un souvenir fragmentado en trocitos. La pol’tica se eclips— frente a las estrellas surgidas del espect‡culo, los medios de comunicaci—n y el deporte. Pareciera que no quedan valores que no hayan sido metabolizados por la gran m‡quina de la sociedad capitalista: el mundo se transform— en una gran empresa, cada vez m‡s ancha, cada vez m‡s ajena. Parafraseando un slogan publicitario, se podr’an ver las cosas de esta forma: ÒCuando se apaga la esperanza, se enciende la ilusi—nÓ. Esta Žpoca racional opuso, al desencantamiento del mundo, la ilusi—n del consumo. El progreso, hoy, es la tenencia y la portaci—n de bienes. El hombre dej— de buscar la satisfacci—n de sus necesidades alej‡ndose inclusive de registrarlas en el cuerpo. Si ya no vamos al encuentro de nuestras necesidades, ÒotrasÓ satisfacciones vendr‡n a nuestro encuentro. Claro que no coinciden. S—lo habr‡ una l—gica de mercado en ese encuentro, no l—gica de la sensibilidad. Ilusi—n de felicidad o al menos de una vida tranquila (Ò-Buen d’a Lexotanil, -Buen d’a se–ora, -Buen d’a doctorÓ, como cantaba Fito P‡ez). Cuando el v’nculo que el sujeto establece con el mundo es un v’nculo ilusorio, no busca satisfacer sus necesidades sino adecuarse a los mandatos sociales, al status y a una serie de valores y pautas que la sociedad dicta. El lugar del sujeto A la Žtica racional de la existencia, amante de la objetividad y de las ciencia exactas, de la estabilidad y del mercado regulador, podr’amos oponerle otros valores que, aunque no supremos ni absolutos, nos pueden ayudar a salir del marasmo donde estamos encallados. Podr’amos por ejemplo, reivindicar el error, la confusi—n, el azar, y las Òhuellas de subjetividad en los textosÓ. Pensado desde la teor’a de la comunicaci—n ser’a algo as’ como poner el ÒruidoÓ en el centro: ya no como una interferencia f’sica en el canal de comunicaci—n entre un emisor y un receptor, como dec’an los funcionalistas, ni como lo ÒterceroÓ presente en cada v’nculo, para la teor’a psicoanal’tica. El ÒruidoÓ es el mensaje. O mejor dicho, aquello que circula y no sabe de s’ mismo. El ÒruidoÓ -s’ntesis de subjetividad y confusi—n, de error e intentoes el sujeto mismo inscripto en el proceso de la comunicaci—n. Es el rasgo personal, la voz cascada, el gesto enigm‡tico, el discurso fragmentado, el chasquido molesto o el rubor ante unos ojos que miran. Es la marca personal, el estilo de cada uno puesto en juego en un intercambio concreto. Aquello que no obedece tiempos impuestos, lo que puede Òaparecer como s’ntomaÓ cuando es negado. Visto de esta manera, el ÒruidoÓ no dificultar’a la comunicaci—n. Tampoco ser’a un elemento a decodificar. S—lo habr’a que dejarlo re- T.I.T.E.R.E. Si no tenemos nada que decir, dijo Camier, no digamos nada. Tenemos cosas que decir, dijo Mercier. Entonces, ¿por qué no podemos decirlas?, dijo Camier. No podemos, dijo Mercier. Entonces callemos, dijo Camier. Pero ya lo intentamos. Samuel Beckett L ÒBuen d’a LexotanilÓ Mercier y Camier Nunca estoy solo sonar dentro nuestro. El ÒruidoÓ es lo que agrieta la s—lida construcci—n de la realidad que hace el individuo. Por esos pliegues entra el deseo y la necesidad, aœn sin invitaci—n expresa. El ÒruidoÓ no es racional y su l—gica no es productiva: es esa imagen del primer amor que aparece inesperadamente cuando ya tenemos el juego de muebles comprado y estamos a punto de casarnos. En el ÒruidoÓ no se expresa un supuesto Òorden naturalÓ, sino las percepciones contradictorias. Rompe la logicidad dejando paso a que irrumpa el conflicto humano, con su carga de azar y necesidad. De veras, nunca estoy solo. Tan solo estoy triste cuando tus ojos huyen del sitio en que debimos encontrarnos por la tarde. Ahora se pudre la espera debajo del tiempo, del tiempo que se ríe de mí, gran amador, Ofrece Un espacio ideal para Jornadas, Encuentros, Cursos, Autorreflexión, Talleres y descanso 11 has. Aulas, SUM, Comedor, c/ ó s/ Hospedaje Coodr. Gral. Lic. José Deslarmes Mucho ruido El ÒruidoÓ es, para esta Žtica actual y racional, lo que debe eliminarse, lo que entorpece el ritmo productivo, la Òcomunicaci—n claraÓ, una orden impartida. No hay criterio de verdad para la ciencia si el ÒruidoÓ entromete sus narices y con Žl el estigma de la subjetividad. Es el loco de la comunicaci—n, el subversivo, el marginal, el ÒotroÓ. Por eso el ÒruidoÓ puede salvarnos. Creernos a nosotros mismos, intentar nuestros deseos, seguir nuestras intuiciones. Escuchar el ruido, ininteligible pero cierto, de nuestro tiempo interno. El ÒruidoÓ es la marca del sujeto en el ÒsentidoÓ producido, en un texto. ÒSentidoÓ no atado a l—gicas instrumentales. El progreso ser’a su continua circulaci—n y no la llegada a un supuesto estado superior: una explicaci—n, una clasificaci—n, un diagn—stico. Ante el actual desencantamiento del mundo -Àabono de un nuevo fundamento pr‡ctico-moral?-, esta ser’a mi propuesta: Mucho ruido... que las nueces vendr‡n solas. Ruta 4 y Corrientes. Los Cardales Pcia. Bs. As. (15) 5311-7287 Telfax: 02322-493458 • Escuela de Juego • Escuela de Creatividad • Coordinador de Grupos con especialización en recursos lúdicos y expresivos Reunion informativa: Solicitar entrevista Virrey del Pino 2714 Telefax: 4785-3273 [email protected] estudio www.inesmoreno.com.ar inés moreno A Re ranc du el cid es os !!! ¿? Talleres Integrados de Terapias Expresivas y Rescate de la Espontaneidad Directora: Lic. Martha Y. Fernández ACTIVIDADES 2002 SEMINARIOS DE FORMACION -Títeres en la Clínica (Cuatrimestral) -Introducción al Psicodrama (Anual) -Juegos Dramáticos (Anual) ATENCION PSICOLOGICA -Individual, Grupos, Pareja, Familia, Niños -Atención Psicopedagógica SUPERVISIONES Informes e Inscripción: tel 4831-0767 / 154-173-5287 Email: [email protected] [email protected] Superficie inauténtica, en apariencia social, la máscara de lo civilizado. Wilhelm Reich Campo Grupal / 5 Más allá del Psicodrama El Teatro de Multiplicación Raúl Sintes [email protected] Llorar a lágrima viva. Llorar a chorros. Llorar de digestión. Llorar un sueño. Llorar ante las puertas y los puertos. Llorar de amabilidad y de amarillo. Abrir las canillas, las compuertas del llanto. Empaparnos el alma, la camiseta. Inundar las veredas y los paseos, y salvarnos, a nado, de nuestro llanto. Asistir a los cursos de antropología, llorando. Festejar los cumpleaños familiares, llorando. Atravesar el Africa, llorando. Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...si es verdad que los cacuies y los cocodrilos no dejan nunca de llorar. Llorarlo todo, pero llorarlo bien. Llorarlo con la nariz, con las rodillas. Llorarlo por el ombligo, por la boca. Llorar de amor, de hastío, de alegría. Llorar de frac, de flato, de flacura. Llorar improvisando, de memoria. ¡Llorar todo el insomnio y todo el día! Oliverio Girondo Ronaldo Wright Psicólogo Social - Abogado Especialista en Derecho del Trabajo Lavalle 1886 Piso 2do. “A” C1051ABB Capital Federal Tel./Fax. 4372-3366 [email protected] CREATIVIDAD El proscenio l Dr. Hern‡n Kesselman me invit— a principios de a–o a coordinar un seminario-taller sobre Teatro Espont‡neo, Carnaval y Murgas en el Centro de Psicoterapias Operativas. El entusiasmo y compromiso del grupo encendi— la idea de formar una compa–’a estable de Teatro Espont‡neo del C.P.O. La Lic. A’da Loya, como Directora de la Escuela de Psicodrama Abierto, se encarg— de convocar a los interesados en participar, y a la semana siguiente comenzamos a reunirnos en su casa. DespuŽs de un breve per’odo de consolidaci—n del grupo la compa–’a qued— integrada por Micaela Bracco, Marta Corallo, Ana Esp—sito, Patricia Garrote, A’da Loya, Alejandro Unzaga y yo. La pertenencia al CPO nos daba un Òplan de consistenciaÓ en el que la Multiplicaci—n Dram‡tica, la noci—n de Obra Abierta, las filosof’as de Deleuze, Guattar’, Nietzsche y Spinoza y el teatro de Artaud, Beckett y Boal, jugaban como personajes conceptuales. E La tramoya En el caldo de cultivo de una febril producci—n naci—, de padre desconocido, el nombre de la compa–’a: La Tramoya. Era perfecto. Combinaba dos conceptos: el de m‡quina de crear ambientes y efectos que se arman y desarman r‡pidamente, con el de trama; red vaga y siempre creciente de objetivos difusos y perentorios. Sintetizaba magn’ficamente la idea que tenemos del teatro espont‡neo: no pretende mostrar la realidad, no re-presenta, s—lo produce en la maquinaci—n silenciosa de mœltiples engranajes que se acoplan y desacoplan los efectos cambiantes y alucinados en los que el pœblico puede transfundir interiores y exteriores, vidas y muertes, luces y sombras. Es una m‡quina de producir mundos casi tan irreales como el real; una trama desprolija y borroneada que s—lo produce destellos, un enredo de mecanismos fr‡giles sin enga–os de trascendencia. En la fugacidad, en la creaci—n de escenograf’as apenas esbozadas y siempre variables, pulsa la gozosa potencia de crear que Spinoza opone a los afectos tristes, esos que los poderes nos inoculan para poseernos. Creando rompecabezas con un espejo roto aparecen las im‡genes que otras tramoyas, esas que construyen y destruyen mundos ÒrealesÓ, tratan de disimular para poder seguir debilitando nuestra potencia de actuar. Fuimos probando ideas; quer’amos evitar la hegemon’a de la palabra, en realidad quer’amos eliminar el discurso verbal, encontrar sonidos-flechas, hacer del gesto un sonido, que el cuerpo suene, eliminar la mentira del cuerpo individual, devolver la multiplicidad al cuerpo, devenir imperceptible. Habitar personajes que construyen escenas con los escombros de otras escenas, personajes que son escena, personajes que huyen de la escena, personajes que son atravesados por escenas y que atraviesan otras escenas. Cohabitaci—n de voces, de cuerpos, de gestos. M’nima expresi—n, casi detenci—n de un gesto para alcanzar la m‡xima velocidad de desterritorializaci—n. Velocidad m‡xima para huir de una captura, de un axioma. Borrar permanentemente, desrostrizar, detener, desaparecer y ÒLo que hoy es evidente ayer fue imaginarioÓ (W. Blake) 4to. Seminario Anual ESTRATEGIAS para el DESARROLLO CREATIVO en cada AMBITO Ing. y P. Social 4343-9079 Profesorado de Psicología Social Abierta la inscripción 2002 Instituto Superior del Profesorado San Ambrosio A-399 Duración de Abril a Diciembre de 2002 Frecuencia Semanal / Comienza el Martes 2 de Abril Ejes Temáticos 1. 2. 3. 4. Informes e inscripción: Darregueyra 2445 (Alt. Av. Santa fe 4300) Tel: 4773-7442 Campo Grupal / 6 Regalo para analistas Por esa Žpoca, de intenso estudio y reflexi—n, tuve un sue–o: estaba en una calle desconocida sacando huevos de una especie de batea, pero mi antol—gica torpeza (que al parecer no logra mitigar ni el sue–o), hizo que se me cayeran varios al suelo. Al estrellarse, las yemas pintaron el empedrado de un dorado brillante. Pero, inesperadamente, empezaron a rodar r‡pidamente por la bajada y a adquirir forma de pollos y luego –andœes, pero despuŽs fueron perros, leones... Me despertŽ pensando que las escenas de teatro espont‡neo pod’an ser cocinadas, hervidas, fritas, hasta quedar definitivamente capturadas en una tortilla o una milanesa; pero tambiŽn pod’amos dejarlas caer, estrellar sus c‡scaras en miles de trozos para liberar embriones impredecibles. Durante a–os hab’amos cocinado las escenas de psicodrama. Los directores y terapeutas ofrec’amos tortillas, pascualinas y huevos duros a los grupos. S—lo era cuesti—n de seguir una receta y esos embriones dorados, brillantes e inasibles quedaban definitivamente coagulados en algœn modelo; y as’, metaf—rica y literalmente, nos llen‡bamos la panza. Hace muchos a–os que la Multiplicaci—n Dram‡tica me estimul— a romper los huevos de las certezas; ahora, las investigaciones que est‡ desarrollando Hern‡n Kesselman con los heter—nimos1 (o disposibles) me Operación Psicosocial en las Organizaciones La carrera del futuro! Técnico en coordinación Grupal: 3 años Profesor en Psicologia Social: 4 años Talleres de Psicología Social Ritornellos Comenzamos ensayando con el modelo tradicional del Teatro Espont‡neo, pero lo transfundimos con la multiplicaci—n dram‡tica. Yo hab’a apadrinado este casamiento gitano, lo hab’a bautizado Teatro de Multiplicaci—n, y lo practicamos mucho tiempo en Montevideo con La Tute (Troupe Uruguaya de Teatro Espont‡neo). Un narrador surge a partir del caldeamiento del pœblico, el director traslada el discurso a la semi—tica teatral, esboza algunas indicaciones generales, y los actores de la compa–’a juegan espont‡neamente la escena. Luego de 2 o 3 escenas d‡bamos lugar a la multiplicaci—n dram‡tica. Ten’amos claro que la creaci—n espont‡nea es agenciamiento de deseo y, como tal, producci—n colectiva. TambiŽn es claro que no est‡ en juego la subjetividad del narrador, se trata de agenciar la narraci—n, robarla y abrirla, rasgarle el sentido para que exploten otros. Los actores inician el movimiento, el pœblico lo multiplica. Busc‡bamos la estŽtica del devenir, la estŽtica n—mada y mœltiple; Moreno dijo que el acto creativo estaba en el proceso de creaci—n y no en la obra terminada. Era necesario hacer volar en pedazos las certezas; ten’amos que buscar siempre los m‡rgenes, los bordes, las fronteras. Dado que entendemos el acto creativo como movimiento estŽtico, buscamos subrayar lo pl‡stico, encontrar sonidos en el movimiento, vislumbrar tiempos coloreados. Recurrimos a un vestuario m’nimo, apenas sutiles telas de colores y algœn sombrero. Quer’amos evitar que el actor fuera capturado por el personaje, se trataba de devenir entre figuras estŽticas. Educación, Salud, Servicios, Empre- Victor H. Treffner [email protected] masificar. Sostener un gesto en un sonido hasta que explote, se rompa la c‡scara y aparezca una l’nea de fuga. Aliviar, producir levedad, rapidez y multiplicidad, afirmar para poder negar, descentrarse permanentemente. 5. Organizaciones - Racionalidades y cultura organizacional. - Poder e Ideología en las organizaciones - Sociopatología Organizacional - Mecanismos de exclusión y segregación Individuo / Rol - La Organización proveedora de la Identidad del sujeto. - Liderazgos - Estilos, conducción, hegemonías y participación. - Motivación, satisfactores, esquema diagnóstico. Diagnóstico - ejes diagnósticos, - Indagación - Objetivos y técnicas - Entrevista de Presentación, autodiagnósticos. - Técnicas diagnósticas Operación - Objetivos, esquemas y diseño. - Formas de Operación - Del Grupo al trabajo en equipo - Conductas Tácticas del operador - Dispositivos - Diseños grupales, talleres, operativos, etc. Cambio - cambio espontáneo y no planeado. - Conflicto - derivados de los roles, cambios e inequidad. - Creatividad operativa - Espacios de nueva subjetividad Director del Seminario: Carlos R. Martínez Psicólogo Social - Consultor en Aprendizaje Organizacional Al realizar una intervención en una organización son necesarias herramientas para definir las acciones, diagnosticar y poder pensarse en el devenir del tiempo articulando lo teórico, la práctica, los miedos y los modelos previos. En el caso de la operación psicosocial: los sujetos que son objeto de trabajo del operador, pertenecen vincularmente a la organización, están cotidianamente comunicados entre sí, tiene intereses, en la mayoría de los casos económicos entre ellos o con la organización, historias vinculares previas, atravesados por normas, manejo del poder, por lo que toda definición de un método de trabajo debe también incluir esta cultura existente que los determina.... ORGANIZA "CONFLUENCIA psicosocial" Tel: 4633 - 8144 / 154 421 - 9586 [email protected] Se entregan Certificados . . . Fui, soy y seré! Rosa de Luxemburgo dieron ideas para trabajar el devenir en las escenas. Empez‡bamos con una escena fuerte, con una intensa captura, pero el director apenas esbozaba los personajes, de manera que los actores pudieran dejarse habitar f‡cilmente por varios heter—nimos. De esa forma la escena empezaba a fluir r‡pidamente, a rodar por el empedrado. Alcanzaba con demorar un gesto, alargar un sonido, percibirse en el color de una tela, para que se rompiera una c‡scara, se sintiera convocado un heter—nimo y entonces aparec’an l’neas de fuga que arrastraban nuevos personajes a otros territorios. Invitados del Carnaval Para subrayar la estŽtica de la escena y favorecer la aparici—n de personajes mœltiples se me ocurri— incluir ÒcabezudosÓ. Hac’a tiempo que ten’a ganas de construir, en mis enso–aciones escult—ricas, a esos mu–ecos enormes, de cabezas deformes y alucinadas que inauguran los desfiles de carnaval en Montevideo. Siempre me hab’an parecido extraordinariamente pl‡sticos, de una estŽtica popular maravillosamente grotesca. De ni–o, cuando comenzaba el carnaval con el desfile por la calle 18 de Julio, me quedaba fascinado mirando sus torpes movimientos, sus caras fijas y sin embargo curiosamente expresivas, sus gestos grandilocuentes que me hac’an fantasear un mundo de c’clopes, de Gulliver, de desproporciones. Ahora Moreno vino en mi ayuda, casi como otro heter—nimo, y acept— sustituir sus balcones de dioses y profetas por mis cabezudos. Naci— el primero: un innominado mascar—n de cara dorada, seguramente pintado por los mismos embriones de mi sue–o; de mirada interna e inquietante, cubierto con un largo manto negro. Los actores tuvieron que acostumbrarse a incluirlo en la escena y a manejarlo. DespuŽs vendr’an otros cabezudos... la idea era poblar la escena de elementos pl‡sticos desordenados, ca—ticos, que sostuvieran la acci—n con un flujo intensamente sensorial y extraverbal. Busc‡bamos recuperar el espacio-tiempo m‡gico del carnaval, un margen ajeno a todo disciplinamiento. No se trataba de jugar a ser ni–os, ni salvajes, ni animales, el problema era encontrar la grieta que permite deslizarse entre el ni–o, el adulto, el salvaje, el animal. Los artefactos y mentefactos del carnaval; sus grotescos mu–ecos de cart—n piedra, sus disfraces, ruidos, ritmos y s’ncopas, sus polisŽmicas escenograf’as, han sido siempre utilizados con Žxito para permitir la irrupci—n de lo irracional. Ese fugaz desorden popular mete una cu–a en la entrenada ceguera rutinaria, socava la represi—n del orden imperante y produce un corte en el cauce de la cotidianeidad. El Carnaval, Ò...al denunciar las mentiras convencionales y las crueldades secretas de ÒEl EstablecimientoÓ, constituye una expresi—n contestataria y revolucionaria...Ó2 Antropofagia Pensamos al teatro de multiplicaci—n como recipiente; olla donde se transfundan los jugos del carnaval con la pulpa del psicodrama; donde el cabezudo y el disfraz sazonen el gesto dram‡tico, y donde la mueca y el grito de la tragedia dionis’aca arranquen aromas nuevos a la modulaci—n ordenada y severa que encierra a las posibilidades de crear. Resonancias de Micaela Bracco Cuerpos vibr‡tiles, m‡quinas palpitantes, teatro de la multiplicaci—n. DespuŽs del vino, la cerveza, y la mesa en comœn, ritos arcaicos por los que circulan intensidades de redes de afectos, de pactos, de fuerzas que rizoman para desplegar fecundidades posibles en la cerraz—n de los ocasos, crisis estructurales de los textos, pretextos y contextos dominantes. Mientras el monstruo se muerde las Torres, y crepitan los cuerpos envirados del miedo, la crisis, la marginaci—n, la incertidumbre, los viernes a las 10 en punto de la noche, se abren las puertas del infierno y los demonios salen a jugar. Los ni–os devienen torturadores, para reintegrarse a la ni–ez y ver si de una vez encuentran la teta buena!!. Las abuelas devienen floreros de estancados y pœtridos arquetipos, adorados en el ÒlivingÓ de la existencia cotidiana, y agitando pa–os de colores se danza para construir un exorcismo a la soledad, el dolor, la angustia, la incertidumbre, los celos, la envidia, la muerte... y los fŽtidos demonios devienen ‡ngeles traviesos, que todav’a no cogen, pero coger‡n las plumas de sus incipientes alitas para surcar frentes arrugadas, corazones corrugados y fŽtidos y macilentos hist—ricos sociales, y que circule el vientito, la iron’a, el humor, las plasticidad, la fuerza, la emoci—n, el pensamiento, la creaci—n, intensidades, virtualidades, creaciones err‡ticas posibles en el desparramo de contagios ut—picos a la bœsqueda del arca transhumante: bienvenidos al tren, colectivo, chasqui, carreta, roller, monopat’n, patineta, zapatillas, escena disposible en cortejo, marcha, piqueteros...viene llegando la TRAMOYA. Resonancias de Alejandro Unzaga Tramoyantes, tramoyanos... ...En el teatro de la multiplicaci—n experimentamos encuentros, y producci—n de un yo como haz o flujo de impresiones. En este teatro que Raœl define como red, o trama en constante movimiento, experimentamos disposibles que nacen y mueren, se transforman y devienen; disposibles que s—lo son posibles entramados en otros disposibles... ... Permite, esta trama, experimentar ese maravilloso flujo de impresiones que somos en el entremedio del encuentro otros-nosotros, yo-naturaleza. Disposibles que nacen y mueren cuando juegan con otros disposibles, disposibles que dejan de ser cuando comienzan a ser al nombrarlos. Todo lo puede un cuerpo, y no sabemos cuanto puede cuando se atreve a mirar a sus disposibles a los ojos y tomarlos de las manos d e Bertold Brecht (1940) para Jornadas, Encuentros, Cursos, Autorreflexión, Talleres y descanso “Campito de las Buenas Ondas” de Piero 11 has. Aulas, SUM, Comedor, c/ ó s/ Hospedaje Coodr. Gral. Lic. José Deslarmes Ruta 4 y Corrientes. Los Cardales Pcia. Bs. As. (15) 5311-7287 Telfax: 02322-493458 Citas 1 TŽrmino utilizado por Fernando Pessoa para dar vida a los poetas que lo habitaban. 2. Vidart, Daniel. ÒEl Esp’ritu del CarnavalÓ. P‡g. 17. Edit. Graffiti, Montevideo, Uruguay. 1997. A.L.E.F. Asociación Latinoamericana de Estudios Freudianos POSGRADO DE PRACTICA CLINICA EN PSICOANALISIS Seminario Teórico - Taller de Experiencias Clínicas - Espacio de Supervisión COORDINADOR: Dr. David Szyniak CUERPO DOCENTE D.A.P.S. Desarrollo y Actualización Psico Social Invita a: Operadores en Psicología Social, Profesionales del área Psico Social y a estudiantes de escuelas de Psicología Social, a asociarse sin cuota de ingreso. Actividades: Talleres - Eventos Capacitación - Proyectos. Lic. Graciela Jasiner - Lic. Carlos Fraiman Lic. Esteban Levin - Lic. Adriana Szyniak Dr. Demetrio Demirdylan - Dra. Liliana Lamovsky e-mail: [email protected] 4766 4952 / 4717 3231 / 4790-9295 Fax: 4711-5182 PROFESORES INVITADOS biodinámica e m o t i v a eliseo rey Dr. Isidoro Vegh - Dr. Carlos Plastino Dr. Carlos Bruck -Dr. Roberto Sivak - Lic. Eva Lerner Lic. Adriana Dreizzen - Lic. Guillermo Vilela PASANTêAS RENTADAS A PARTIR DEL SEGUNDO CUATRIMESTRE. INGRESO A çREA ASISTENCIAL AL FINALIZAR EL POSGRADO Duraci—n: 2 a–os - Vacantes limitadas Castillo 824 Capital Tel/fax: 4777-9782 E-mail: [email protected] ESCUELA SUPERIOR T e o r ’ a Mi hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender matemáticas? ¿Para qué?, quisiera contestarle. De que dos pedazos de pan son / más que uno ya te darás cuenta. Mi hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender francés? ¿Para qué?, quisiera contestarle. Esa nación se hunde. Señálate la boca y la tripa con / la mano, que ya te entenderán Mi hijo pequeño me pregunta: ¿Tengo que aprender historia? ¿Para qué?, quisiera contestarle. Aprende a esconder la cabeza en / la tierra y acaso te salves. ¡Sí aprende matematicas, le digo, aprende francés, aprende historia! DE E n r i q u e www.alefsaludmental.com.ar Expresión y creatividad en movimiento HABITARSE COMO CUERPO EMOCIONADO 4 568-5521 [email protected] PSICOLOGêA SOCIAL P i c h o n R i v i • r e • Operador en Psicología Social: 3 años • Consultor Psicológico: 3 años • Profesorado para Profesionales y Técnicos Superiores: 1 año y 1/2 CENTRO DE INFORMES Y MATRICULACIÓN Yerbal 1755 (casi Donato Alvarez) Flores - Capital Tel: 4631-3582 / 9424 E-mail: [email protected] Horario: Lunes a viernes de 10 a a 21 hs. El inconsciente es el discurso del Otro. Lacan Cursos de Verano Campo Grupal / 7 DESDE MONTEVIDEO Raúl Sintes [email protected] La ciudad ya no es la misma, y para enterarse de los cambios hay que pararse en una esquina. Río Negro, por ejemplo, es una de las muchas calles que no puede resistir la seducción del mar; baja a las apuradas desde 18 de Julio y apenas cruza Maldonado ya empieza a rumorear gaviotas, pescadores, y el paseo por la Rambla (con mate) del domingo a la tardecita, antes que empiecen a sonar los tambores del Barrio Sur. Uno debe ubicarse frente a la pared de la farmacia, mirando al espejo del anuncio de analgésicos, casi de espaldas al Rey de Copas, el bar de enfrente. Recuerdo que, hace muchos años, un 11 de octubre a las 14 y 50, descubrí casualmente que en ese lugar exacto un rostro me observaba. Supe que, más allá del espejo de la farmacia, alguien quería mostrarme algo, y como yo tenía tiempo me quedé mirando. Pude ver, justo entre los ojos, un punto oscuro, profundo, estrecho como un desfiladero. Si uno lograba vencer el miedo inicial que lo obligaba a entrar arrodillado podía descubrir que, haciendo un poco de fuerza, era posible ponerse de pie. Después era bastante fácil vencer a codazos la resistencia fibrosa de la pared y hacerse un espacio, un hueco cálido que se pintaba de colores vivos y se llenaba de gente apenas uno ponía pasión en los movimientos. El siguiente 11 de octubre a las 14 y 50, de cara al espejo de la farmacia y de espaldas al tránsito de Río Negro, recibí un brutal golpe en el medio de la frente. Creo que caí aturdido, apenas capaz de sentir los siguientes golpes, totalmente ciego y muerto de miedo. Alrededor mío había cientos de caídos, pero entre todos decidimos seguir viviendo. Recuerdo el día en que todo el rostro se puso rojizo y empezó a oscurecer aunque eran las 14 y 50. Yo sentía soplar el viento del sur y las últimas olas del sol en los huesos, y no podía parar de reírme. Al rato era de noche, y había viento y eran las 3 de la tarde pero bailábamos, nos reíamos y aprendimos a jugar con la noche, con el viento y con la risa. Algunos octubres se me hizo tarde, yo no estaba en el país o llovía mucho, pero cuando llegaba hasta Río Negro y Maldonado, indefectiblemente pasaba algo. Con el tiempo y la experiencia descubrí que si me quedaba mirando la nariz podía deslizarme como por un tobogán hasta la frente y andar por desiertos, encontrar ojos de agua antes de morir de sed y refugiarme del sol en algún bosquecito de matorrales bajos, de cara al cielo. Podía observar una oreja y entonces el problema era salir del laberinto, sortear pequeñas colinas y evitar el agujero oscuro del acantilado. Pero siempre me encontraba con alguien. A veces era una sombra que me cortaba el paso en el entrecejo. Otras era una manada que corría alocada para llevarme, casi en andas, hasta el mentón y enseñarme, divertida, la garganta. El pasado 11 de octubre, exactamente a las 14:50 de frente a la farmacia y de espaldas a la calle, se me echó encima un entrevero en el que apenas pude reconocer la mitad de un párpado, el lóbulo de la oreja derecha, algo parecido a un ojo interrumpido por una cicatriz brutal que apenas se parecía a la boca... Tuve que hacerme a un lado, entrar a la farmacia, y avisarle al empleado que habían roto de una pedrada el espejo de la pared, el que tenía la propaganda del analgésico. El tipo me dijo: ¿Vió? ¡Lo que pasa es que la ciudad ya no es la misma! Campo Grupal / 8 La investigación en Psicoanálisis (3ra. parte) Trabajando los conceptos sobre entrevistas clínicas Valeria Ferrán, María Inés Petrovic y Marta Toppelberg [email protected] INTRODUCCION as dos notas anteriores publicadas en Campo Grupal sobre investigaci—n en Psicoan‡lisis, ÒPregunta bien formulada e hip—tesisÓ e ÒHip—tesis correctas, fen—menos explicadosÓ, tuvieron por objetivo destacar la importancia de la precisi—n, rigurosidad y mŽtodo en una investigaci—n, a partir de los temas pregunta, hip—tesis y t’tulo de la misma. (1) Las ¬6 wÓ, what, what for, while, whom, when, were, quŽ investigo, para quŽ, por quŽ, para quiŽn, d—nde y cu‡ndo, fueron propuestas como andamiaje metodol—gico cuyo uso creativo pudiera orientarnos en diferentes momentos de una investigaci—n y que se prueban aplicables al psicoan‡lisis teniendo en cuenta la especificidad que corresponde al campo tratado y que la investigaci—n est‡ presente en Žl ya desde la definici—n freudiana. Esta enuncia: ÒPsicoan‡lisis es el nombre de un mŽtodo para la investigaci—n de procesos an’micos eficaces inaccesibles de otro modo (inconsciente), de un mŽtodo terapŽutico de perturbaciones neur—ticas basado en tal investigaci—n y de una serie de conocimientos psicol—gicos as’ adquiridos, que van constituyendo paulatinamente una nueva disciplina cient’ficaÓ. (2) Fue situado el concepto de Òpregunta bien formuladaÓ como un tiempo privilegiado en una investigaci—n y su posibilidad de manifestaci—n producida por un quiebre o insuficiencia del saber precedente. La detecci—n y encuentro con la falta de respuesta del cuerpo te—rico en uso anuncia la apertura de un fŽrtil campo investigativo nuevo. La pregunta expresa la no correspondencia entre el universo fenomŽnico que interpela al investigador y los conceptos que deber’an explicar la producci—n de estos fen—menos, constituyŽndose en el primer paso de un ordenamiento de referentes adecuados. Esta pregunta explicita los conocimientos previos preparatorios para la bœsqueda que se emprende, referentes tambiŽn presentes en las hip—tesis. Nos acercamos a un concepto profundamente ligado a la Žtica del psicoan‡lisis, elemento central para acceder a la pregunta bien formulada y pilar de la posici—n de un analista: concepto de abstinencia. Antes de ir al mismo, presentarŽ al grupo de investigaci—n con el cu‡l se realiz— el trabajo que precipita ahora. Los casos cl’nicos con que ilustraremos la aplicaci—n de alguno de los conceptos enunciados fueron aportados por el grupo en una de las primeras reuniones.. Por lo tanto, el siguiente escrito es de autor’a compartida. L NUESTRA INVESTIGACION El grupo constituido en marzo de 1998 fue convocado por el tema ÒPosici—n Žtica del psicoan‡lisis ante el malestar y la Žpoca Ànuevas patolog’as?Ó (3) Por ese entonces el interrogante disparador en los primeros encuentros (el 2001 ha comenzado con los mismos interrogantes modulados y profundizados) se plante— alrededor del trabajo del psicoanalista articulado en diferentes dispositivos: consultorio privado, hospitales, instituciones varias. ÀSon v‡lidos los principios del psicoan‡lisis frente al contexto, a la Žpoca en la cual nos encontramos, pr—ximos a recorrer un nuevo siglo? Dimos en preguntarnos si el cuerpo conceptual conocido hasta el momento se encuentra vigente para explicar te—ricamente y llevar adelante el tratamiento de las nuevas patolog’as, y por cierto nos preguntamos si estas son tan novedosas. Nuestro primer paso, ineludible, fue pensar la posici—n Žtica del analista. As’ arribamos al siguiente punto. LA ABSTINENCIA La abstinencia como principio operante definido por Freud, renuncia del mŽdico a sus valores, creencias y deseos personales a fin de mejor escuchar al paciente, nos llev— a intentar determinar quŽ significaba dicha posici—n en la direcci—n de una cura y m‡s precisamente en las intervenciones del analista. La noci—n de abstinencia es tan fundamental que se puede decir que el Psicoan‡lisis encuentra en ella sus ra’ces y que propende a la sustituci—n de la satisfacci—n pulsional presente en el paciente dando la posibilidad de otros modos de descarga libidinal menos costosos en sufrimiento. Nos aport— mucho a la comprensi—n del tema puntuarlo en el an‡lisis de Nadia (4) que se hab’a efectuado en las condiciones que menos adecuadas parecen: ten’a s—lo 13 meses, estaba en una Casa de Tr‡nsito para ni–os, hab’a pasado su vida entre hospitales e instituciones similares a la presente, separada de su madre por la tuberculosis de Žsta. Nadia ten’a el tama–o de un bebŽ de 8 meses y ninguna de las caracter’sticas de un ni–o de su edad en cuanto a relaci—n con los adultos, otros ni–os, alimento, juego, etc. Lo curioso es que su an‡lisis es llevado a cabo por una profesional no psicoanalista destinada a la observaci—n de la ni–a, profesional que carec’a por entonces de todo conocimiento psicol—gico y reciŽn comenzaba un an‡lisis propio. Esto no deja duda de que las decisiones que toma desde el comienzo est‡n sustentadas en la abstinencia como principio regulador de un an‡lisis, y crean un analista al dar lugar a decisiones en el sentido de la Žtica aœn sin saberlo ella misma. Para comenzar se dice que por fortuna no estaba preparada para efectuar la Òobservaci—nÓ de un bebŽ abandonado. Luego decide: a) tener con ella una relaci—n ajena a la crianza y no ofrecerse como sustituto maternal reconfortante, b) los otros adultos la manipulean sin hablarle, ella mantendr‡ la relaci—n al nivel de la vista y de la voz, c) ser sensible tanto al rechazo de los cuerpos que la ni–a impone como a lo que pueda pedir, d) constituirse en el lugar donde Nadia pueda Òcomenzar a decirÓ. Pensamos que son decisiones dif’ciles pues el contacto con un bebŽ tan peque–o que no se desplaza compromete siempre al cuerpo, pero como decisiones ponen en juego el principio de abstinencia y tienen en cuenta la Žtica, ya que la vida pulsional de la ni–a tendr‡ un escenario para desplegarse. Entre lo producido como respuesta a los temas ÒŽtica y abstinenciaÓ en ese momento de nuestra investigaci—n, entre otros escritos retornaron dos casos de ni–as peque–as, que trabajaremos en el punto V, para resaltar algunos conceptos que deseamos ubicar en la intervenci—n de un profesional. Desde la lectura del caso Nadia investigamos a partir de las inquietudes detectadas en nuestras reuniones grupales y sin supuestos previos. Profundizamos el tema de la pulsi—n y de all’ en m‡s Òmaterialidad del lenguajeÓ, Òasociaci—n libreÓ, ÒescuchaÓ, Òtransferencia e intervenciones del analistaÓ, ÒŽtica y goceÓ, Òobjeto aÓ, trabajados a partir de lecturas de textos de Freud, Lacan y autores postfreudianos pues al comparar los estilos de intervenci—n notamos que se produc’an diferentes resultados con los pacientes. EL SEMINARIO XVII (5) Guiados por la insistente pregunta del comienzo, ÒEtica y posici—n del analistaÓ, nos encontramos en la lectura de este seminario con la frase Òhisterizaci—n del discursoÓ y pensamos que aportar’a elementos al tema que nos interesa: el psicoanalista y su intervenci—n, lo que intentaremos ubicar en el an‡lisis de los casos. Esta intervenci—n en diferentes dispositivos de atenci—n tiene directa relaci—n con el concepto de Òhisterizaci—n del discursoÓ, mencionado como el efecto que podr’a producirse en el paciente a partir de la presencia (funci—n, operaci—n) del analista. El dispositivo anal’tico que dirige la cura hacia la histerizaci—n del discurso, logra relevar al s’ntoma como enigma y producir as’ la divisi—n del sujeto, dado que este no sabe la causa del sufrimiento que padece pudiendo quedar dirigida su pregunta, una vez producida, hacia el analista. Sin duda esto es algo de lo primordialmente llamado experiencia anal’tica. En condiciones artificiales, simulando Òun di‡logo ’ntimo entre dos personasÓ (6), se produce el discurso histŽrico. El paciente abandona toda referencia y librado a la propuesta asociaci—n libre, decantan significantes (son elementos del lenguaje, responden a su estructura, pero no confundir con vocablos o palabras), tŽrminos a los cuales est‡ ligado el sufrimiento del sujeto en los s’ntomas que padece, que lo llevan tal vez a la consulta pero que son develados en otra dimensi—n, la transferencial, a medida que transcurre la experiencia anal’tica. En el caso Nadia podemos apreciar el dispositivo instalado por la profesional cuyas decisiones se dirigen a dar posibilidad a la peque–a de instalarse como sujeto que investiga en un an‡lisis. Esos significantes producidos se relacionan con un saber inconsciente, saber que no se sabe a nivel consciente y que es lo que verdaderamente trabaja a espaldas del yo. Desde el punto de vista del analista, consideramos su saber como Òsaber sabidoÓ (conocimientos aprendidos, lo obtenido en su propio an‡lisis y en los estudios e investigaciones efectuadas, incluyendo su pr‡ctica previa) y como Òsaber inconscienteÓ (lo que no se sabe respecto al paciente), punto en que se produce el encuentro de trabajo posible entre ambos. El deseo del analista como funci—n promueve que el paciente siga hablando. De esta manera el analista se ubica como objeto ÒaÓ, causa de deseo. La experiencia del psicoan‡lisis es del orden del saber y no del conocimiento, ya que se trata de la irrupci—n en el marco de las frases de lapsus y tropiezos en los que se manifiesta el trabajo del inconsciente, que da cuenta de un saber no sabido. Iremos entonces a las vi–etas donde intentaremos ubicar cuatro momentos: quiebre de saber, abstinencia, tratamiento del lenguaje e histerizaci—n del discurso, hitos pertinentes en una investiga- La esencia del alma no es otra cosa que la idea del cuerpo existente en acto. Spinoza GRUPOS HOY Seminario Enero / Febrero OBSERVACIÓN Y COORDINACIÓN ci—n cl’nica, objetivo œnico de toda teor’a. LOS CASOS M., ni–a de siete a–os y medio, vive con su madre y su perro en un departamento al cual se mudaron cuando falleci— su padre. Teniendo cuatro a–os de edad se produce el deceso de Žste por un aneurisma cerebral. El padre hab’a sufrido, en per’odos anteriores a la muerte, fuertes dolores de cabeza. M. presenta un s’ntoma de dolor de cabeza que aparece de improviso, a la ma–ana, a la tarde o a la noche sin explicaci—n alguna. a) Quiebre del saber La madre de M. decide consultar a una psic—loga de ni–os luego de haber consultado al pediatra, al neur—logo y al oftalm—logo. La ni–a se encuentra f’sicamente sana. En la entrevista la madre de M. cuenta a la psic—loga los inconvenientes que padece la ni–a: dolor de cabeza y asiduidad para orinar. TambiŽn su insistencia sobre el tema de querer tener un hermanito. b) Ratificaci—n del quiebre del saber; Òsaber sabidoÓ y Òsaber no sabidoÓ. La psic—loga dice a la madre que cree que el problema de M. no es grave pero que tiene que verla para saber de quŽ se trata, (saber no sabido). Si la madre est‡ dispuesta, ella ver‡ a la ni–a en varias sesiones. Ante la pregunta ÒÀva a efectuar un psicodiagn—stico?Ó la psic—loga contesta que no, que simplemente va a ver a la ni–a (saber sabido). c) Una intervenci—n con efectos. En una entrevista a solas con la ni–a, ante la insistencia de Žsta de seguir dibujando, la psic—loga le dice que finaliz— el tiempo, que tiene que marcharse y que volver‡n a verse la semana entrante. Marca la interrupci—n y la alternancia presencia-ausencia en una secuencia, la de las entrevistas. La ni–a propone, en la siguiente entrevista jugar al juego de dibujar algo dej‡ndolo incompleto, para que el participante que sigue lo complete. Ratificamos que la intervenci—n ha tenido efectos de interpretaci—n, espera en el juego que otro responda agregando un elemento que ella no conoce. Puntuemos un conato de histerizaci—n discursiva. En otra entrevista, M. lleva flores a la psic—loga. Ella le pregunta ÒÀpor quŽ flores?Ó La intervenci—n en forma de ÒÉel tiempo termin—ÉÓ o ÒÀÉpor quŽ floresÉ?Ó, produce una conmoci—n, un giro en el discurso del sujeto, cambio de posici—n que descoloca, divide, no cierra. Verificamos momentos del tratamiento del lenguaje: interrupci—n de la producci—n (dibujo), formulaci—n de preguntas, ratificaci—n de que se ver‡n la pr—xima semana, instalando una continuidad de la posibilidad de hablar. Secuencia significante que implica continuaci—n y cortes. Debemos subrayar que con respecto a la evaluaci—n la psic—loga decide confiar en el encuentro personal, invitando a hablar, sin psicodiagn—stico (donde los resultados pudieran calcularse en forma mec‡nica). d) Continuaci—n del tratamiento, ratificaci—n del saber del profesional. La madre de la ni–a asiste al consultorio para recibir el resultado de las entrevistas. La psic—loga le manifiesta que M. es una ni–a muy inteligente y madura para su edad pero presenta ciertas cuestiones (puntualiza las mismas) que pueden resolverse a travŽs de un tratamiento. Sugiere a la madre de M. que piense quŽ quiere hacer al respecto. Ante la pregunta ÒÀcu‡nto tiempo va a durar el tratamiento?Ó la psic—loga responde que no existe un tiempo determinado, que cada persona necesita un tiempo diferente pero que siendo M. una nena muy capaz los problemitas que presenta son perfectamente solucionables. G. ni–a de ocho a–os y siete meses, vive con su padre, su madre, su hermano menor y un perro. Presenta un tic, pesta–eo constante, en determinados momentos con mayor intensidad. Cuando mira televisi—n deja de pesta–ear. Dice sus compa–eros se r’en y se burlan de ella porque es jud’a y por su tic. a) Quiebre de saber La madre de G. decide consultar con un psic—logo, despuŽs de haber consultado al pediatra (quien la deriva) y de haber encontrado negativa por parte de su esposo y los abuelos maternos. G. dice que no va a ir y que no piensa contar nada a nadie (Ànada sobre quŽ?... reconocimiento de que algo le acontece). b) Ratificaci—n del quiebre del saber El psic—logo explica a los padres que har‡ un psicodiagn—stico que le mostrar‡ c—mo se encuentra G. Ante su pregunta ÒÀsabŽs por quŽ est‡s aqu’Ó, G. responde que lo ignora. Luego dice que est‡ all’ porque tiene algo en los ojos y porque los chicos se burlan de ella en la escuela porque es jud’a y se le mueven los ojos. c) Los efectos de una intervenci—n El psic—logo pide a G. que dibuje a su familia. G. dibuja a mam‡, a pap‡, a s’ misma, al hermano y al perro. Le pide que dibuje la familia que le gustar’a tener. Dibuja a mam‡, a pap‡, a s’ misma y al perro. El psic—logo comenta a la abuela de la ni–a los dibujos y la omisi—n del hermano. Agrega que G. no quiere tener al hermano en la familia y que existe un conflicto grande con Žste. G. llora diciendo a su mam‡ que no hab’a dibujado al hermano y que se siente mal por eso, no sabe por quŽ lo hizo ya que lo quiere mucho. En dos entrevistas m‡s el psic—logo manifiesta a la madre de G. que Žsta no presenta grandes dificultades. Es un estado transitorio, el tic va a desaparecer y segœn muestra el psicodiagn—stico, G. no presenta otros inconvenientes. La comparaci—n de ambos casos nos permite ver el diferente tratamiento de la materialidad del lenguaje, la facilitaci—n de la histerizaci—n del discurso, la pr‡ctica de la abstinencia y la respuesta al saber en falta. En el segundo caso, la devoluci—n que hace el profesional no se corresponde con la l—gica de sus intervenciones. ÀPara quŽ preguntar a la ni–a si sabe por quŽ se encuentra all’ si no trabajar‡ a partir de su respuesta? Cabe adem‡s cuestionar la interpretaci—n de los dibujos, pues no hay elementos que habiliten dicha intervenci—n que de todas formas tiene efectos en la ni–a pues la transferencia comenzar’a a desplegarse. CONCLUSIONES Habiendo abordado con todo detalle cada uno de los temas en los a–os anteriores, el trabajo del grupo continœa de dos maneras. Por un lado con un estudio detenido del Seminario XVII de Lacan con lecturas a las que sea necesario recurrir partiendo de los interrogantes que nos propone, y por otro con la atenci—n cl’nica, muy amplia en cuanto a los motivos de consulta por los que somos requeridos y a los que respondemos. Respecto a nuestras intervenciones estas se encuentran siempre fundadas en la investigaci—n en la que continuamos profundizando. NOTAS (1) Art’c. de M. Toppelberg. Nos de Julio y Agosto. (2) S. Freud ¬Dos art’culos de enciclopedia¬ pto I titulado ¬Sistem‡tica¬, Biblioteca Nueva., Madrid 1980. (3) Adicciones, patolog’as alimentarias, enfermos org‡nicos, etc. (4) R. Lefort ¬Nacimiento del Otro¬, Paid—s, Barcelona 1983. (5) J. Lacan, ¬El reverso del Psicoan‡lisis¬, Paid—s 1992 (6) S. Freud ¬Iniciaci—n del tratamiento¬, Biblioteca Nueva., Madrid Aun los fenomenos reversibles, para dejar registro de su ocurrencia crean irreversibilidades. Adrian Faigón desde Pichon Rivière y los Nuevos Paradigmas • Implicación • Complejidad • Contexto Entrenamiento - Metodologías de estudio e investigación Coordina: Lic. Clara Jasiner Tel: 4553-1468 Abierta la inscripcion Un Posgrado diferente en Psicología Social • Articulación del pensamiento de Pichon Rivière con: Freud, Bion, Anzieu, Reich, Foucault, Derrida y otros. • Deconstrucción de conceptos: trabajando los clisés y estereotipos de la formación. • Técnicas de acción. • Diseño y Coordinación de Talleres. Comienza en Abril 2002 Lic. Ricardo Klein Aguirre 929 Capital Tel: 4775-7960 [email protected] ESPACIOS DE INVESTIGACION TEORICO- CLINICOS Directora: Lic. Marta Toppelberg Inscripción año 2002, cursos estivales e invernales. Propuesta: Efectuar el pasaje del estudio a los proyectos profesionales - en forma paulatina y segura - con supervisión permanente - con investigación en los temas de interés - aproximándose a los espacios institucionales Objetivos: No postergar el comienzo de la inserción en el campo laboral. Dirigido a profesionales del campo social, terapéutico, educativo, legal, de trabajo corporal y afines. Tel (5411) 4962-6905 [email protected] [email protected] Campo Grupal / 9 DESDE MEXICO Enrique Guinsberg [email protected] Esta nota está viene desde México, pero podría estar originada en Buenos Aires, Montevideo, Caracas, Nueva York, Londres o casi cualquier lugar del mundo. Porque la visión de las noticias televisivas de nuestro convulsionado y bélico mundial actual refirma una vez más la existencia de un (casi) pensamiento único donde no coexisten las visiones críticas en general, y respecto a la acción estadounidense en (por ahora solo ¿pero mañana?) Afganistan en particular. En alguna mínima prensa sí la hay, pero casi nada en los medios electrónicos que llegan a las grandes masas mundiales a quienes se destinan los mensajes requeridos para el control social también en general, y ahora para la justificación del ataque en nombre de la “libertad” y la “justicia” donde un terrorismo imperial pretende combatir a otro. Y así la prensa y medios “libres” repiten lo mismo hasta el hartazgo, se apoyan en las mismas fuentes y dejan de lado otras, justifican lo injustificable, defienden lo indefendible, silencian las voces disidentes o las denigran, muestran sólo lo que el poder quiere, y repiten una verdad tan única e indudable como la del pensamiento del “fin de la historia” y de esta globalización que reflejan. De tal manera construyen una realidad, que poco o nada tiene que ver con la realidad pero sirve, como siempre, a los intereses de la dominación. ¿Cómo entonces no reiterar que actualmente el control de los medios es la herramienta fundamental para el control de los hombres, aunque se siga pretendiendo -lamentablemente con éxito- hacer creer en la existencia de múltiples voces “libres”, “autónomas” y con criterio propio? Como es frecuente, en la literatura se encuentran visiones muy gráficas sobre la realidad. Una de ellas es la de Milan Kundera en su novela La inmortalidad (Tusquets Editores, México, 1990), libro que difícilmente alguien ponga en la sección Imperdibles de esta revista pero para esto es muy gráfica: Le doy vueltas al botón hasta llegar a la emisora más cercana, porque quiero provocar, en el sueño que se aproxima, imágenes más interesantes. En la emisora vecina una mujer anuncia que el día será caluroso, pesado, con tormentas, y yo me alegro de que tengamos en Francia tantas emisoras de radio y de que en todas se diga, exactamente en el mismo momento, lo mismo acerca de lo mismo. La unión armónica de la uniformidad y la libertad, ¿puede desear algo mejor la humanidad? (p.14). Y con la misma ironía escribe más adelante: La emisora de radio que escucho pertenece al Estado, por eso no hay anuncios y entre noticia y noticia ponen las últimas canciones de éxito. La emisora de al lado es privada, así que la música es reemplazada por los anuncios, pero éstos se parecen a las canciones hasta tal punto que nunca sé que emisora estoy oyendo (p.111). ¿Puede decirse en este caso que cualquier parecido con lo que ocurre en nuestra realidad es pura casualidad? “Siento, luego existo” Grupo de terapia corporal con pacientes psicóticos Analía Esposito, Erica Hamuy * [email protected] À QuŽ es esto de hacer terapia corporal con psic—ticos? Podr’amos comenzar diciendo que se trata de un trabajo cuerpo a cuerpo donde poner el cuerpo es todo un trabajo. Trabajo que involucra tanto a terapeutas como a pacientes. Para los pacientes es un trabajo dif’cil el poder conectarse con su propio cuerpo. Es comœn que pierdan el contacto con Žl mismo. Ese cuerpo que es vivenciado como fragmentado, vac’o, fr‡gil, r’gido y por que no olvidado en tanto tratamiento. La apertura de un espacio para trabajar lo corporal podr’a pensarse como un intento de Ò alojarÓ ese cuerpo deambulante, que ha sido desalojado por un Otro fundamental. Alojamiento que no tuvieron y del cual est‡n necesitados. Nos preguntamos ÀPor quŽ no darle la oportunidad desde lo corporal que algo de subjetividad emerja de ese sujeto? Trabajamos para ello con la expresi—n en todas sus manifestaciones : la mœsica, el movimiento, el dibujo y la palabra. El movimiento implica calor y actividad. Actividad que a travŽs del trabajo corporal, intentamos integrarla al cuerpo como un todo y que no se reduzca a una exagerada y acelerada actividad mental. El calor por su parte, puede ayudar a descongelar ese cuerpo. Cuerpo que as’ va tomando vida. Si nos detenemos en la respiraci—n de estos pacientes, la misma tiende a ser poco profunda. No inspira la cantidad de aire suficiente. Esta dificultad para tomar aire, inhalar, puede relacionarse con el miedo a acercarse activamente al mundo, quedando as’ posicionado desde un lugar m‡s pasivo, de objeto. A su vez la espiraci—n es tambiŽn, por lo general,escasa. Esta poca profundidad en la respiraci—n evita el contacto con su cuerpo, reduciendo las sensaciones y emociones. Ello se estructur— al servicio de evitar el dolor que produjo el no ser reconocido desde los tempranos tiempos, llev‡ndolo a congelar el cuerpo. Es as’ que respirar poco equivale a sentir poco tambiŽn. Por eso pensamos que el trabajo con la respiraci—n da lugar a una mayor cantidad de ox’geno,el cual crea fuego m‡s caliente y produce m‡s energ’a. Es este un modo de empezar a restablecer contacto con su propio cuerpo, emociones y sensaciones. Se trabaja para que puedan aumentar el registro de un sentimiento dentro del cuerpo, ya que no tienen la sensaci—n de que este sea suyo sino que es donde se aloja el yo pensante. Si los observamos podemos ver un sujeto que es casi transportado en el espacio, sin contactarse con su propia base. Uno de los trabajos que realizamos es el de enraizamiento, enraizar ese cuerpo en la tierra, estar con los pies en el mundo, tomar contacto con la realidad. Posibilitando un mayor contacto con Žl mismo, contrarrestando la sensaci—n de Ò estar en el aireÓ, y la tendencia a retirarse hacia adentro, interrumpiendo o perdiendo contacto con el mundo exterior. Comenzaremos por contar que el presente trabajo es producto de la tarea que desempe–amos en el Servicio de Consultorios Externos del Hospital Borda, dentro del Departamento de Grupos. Equipo que est‡ conformado multidisciplinariamente. Trabajamos en co - terapia, con 6 pacientes, la frecuencia es semanal, de 1 hora de duraci—n. El plazo acordado fue de un a–o, el cual fue ampliado por un tiempo mayor, dado que lo planteado inicialmente quedaba muy acotado. Introdujimos en el dispositivo una alfombra, para poder trabajar descalzos. Situaci—n que despert— diferentes sensaciones en cada uno de los pacientes: indiferencia, vergŸenza, pudor por los olores que podr’an surgir o contentos ya que Ò la alfombraÓ los hac’a sentir importantes. Fue todo un trabajo lograr que todos se descalzar‡n, abriendo la posibilidad de trabajar lo que hace al cuida- TALLER DE EXPRESIÓN PARA CHICOS Desarrollo del proceso creativo a través de lo corporal, la plástica y lo escénico. Prof. Cecilia Torres Tel: 4554-2315 Campo Grupal / 10 [email protected] do personal. Con el correr del tiempo vamos observando que este elemento pasa a ser incluido y apropiado por ellos. A su vez aquel que no quer’a sacarse los zapatos por el olor que iba a tener, ya que se ba–aba muy temprano y solo ten’a un par de medias y zapatos, empieza a traer talco. Por otro lado los que no se quieren descalzar son invitados por sus compa–eros a no pisar la alfombra. Cuidado que empiezan a tener por esta, en la medida que empiezan por su propio cuidado. Cuidado que supone un mayor registro y percepci—n de s’ mismos y de los otros. Ellos relacionan el descuido con el desgano, losÓ problemas interioresÓ y el alejamiento que genera en los que los rodean. El poder descalzarse ante los otros, es mostrar una parte generalmente oculta, lo cual no es f‡cil. Para poder hacerlo es necesario que dentro del espacio terapŽutico se genere una sensaci—n de confianza y aceptaci—n, que lo facilite. Trabajamos sobre la tem‡tica de la confianza en el otro y en uno mismo, para lo cual es necesario empezar a construirla. Para ello proponemos trabajos de sostŽn con el otro y autosostŽn. Poder sentir su cuerpo, su espacio, no quedando invadido por el otro. No quedar pegados al deseo del otro y poder empezar a discriminarse. En una sesi—n, a ra’z de una propuesta tra’da por un paciente , jugamos a decir No. Empezando con un movimiento peque–o (con los pies) para luego, ir sumandolŽ otros e ir probando otras formas de decir no con el cuerpo , hasta integrarlo con la palabra y luego con un contenido: lo que no quieren, lo que no le gustan que le digan. Es un proceso. Surge a ra’z de ello el comentario de Pedro a quien no le gusta ser descalificado por su padre en todo lo que hace, ya que es el padre quien todo lo sabe. Esta escena es espontaneamente dramatizada en el grupo, por Juan y Lucas, ocupando el primero el lugar de hijo mientr‡s que el otro el del padre.Hijo que pod’a decirle al padre que no era quien ten’a todo el saber. Padre, que era jugado en esta escena por Lucas, quien a su vez manten’a un v’nculo conflictivo con su propio padre, ya que este lo maltrataba, se burlaba, le dec’a lo que ten’a que hacer con la esposa,etc. En un momento Pedro deja de ser el espectador de dicha escena para convertirse en el protagonista. Toma lo observado intentando poder responder de una manera diferente a las descalificaciones de su padre. Se va entretejiendo as’ una trama donde cada uno desde su singularidad resuena con lo del otro . Recuperamos esta participaci—n de Lucas ya que era un paciente que se dorm’a ,que hablaba poco, que se lo observaba desganado, entregado, desvitalizado, siendo maltratado en la casa por la esposa e hijos, buscando refugio en lo m’stico. ònico lugar desde donde pod’a intervenir en los encuentros, por ejemplo dec’a Ò estando con Dios quien puede contra nosotrosÓ. Segœn Boadella puede ser que estos pacientes encuentren a travŽs de los ideales elevados y las buenas intenciones un respeto personal y autorespeto, de forma que contrareste la hostilidad que sienten del mundo y la desesperada sensaci—n de ser. Esta identidad que encuentra asociado a lo m’stico, muestra una tendencia a que la energ’a este arriba, en la cabeza y el m‡s all‡. Hay poco contacto con el cuerpo. Esto se puede observar tambiŽn en uno de los trabajos realizados con plastilina donde la consigna era hacer una persona y luego ponerle un nombre y armar una historia. La persona realizada por Lucas ten’a una gran cabeza y sus piernas no pod’an sostener ese cuerpo. Cuerpo que al decir de una paciente estaba enclenque.Por su parte Žl puede reconocer dicha desproporci—n comentando que le sali— muy cabez—n. El relato de Lucas sobre este personaje hace referencia a un profeta, representante del poder del amor, dec’a:Òcomo Jesœs que entreg— su vida por nosotros, ya que cuando se ama a una persona se la respeta, se la cuida, se busca el beneficio para esa personaÓ. Con el trabajo empieza a aparecer lo espontaneo en ellos, ya sea cantar, moverse. No quedando tomados por el otro y recuperando lo propio y desde ah’, existir, vivir. En relaci—n a ello propusimos una vez un trabajo donde deb’an ponerse de a dos, donde uno era el escultor y otro el esculpido.Una vez finalizado la escultura, el escultor le pon’a un nombre y el que fue esculpido, dec’a lo que sent’a en esa posici—n y luego tomaba vida,moviendose como lo necesitaba y poniŽndole nombre a lo que Žl ahora hab’a realizado. Juan la llama triunfo y cuando Lucas se empieza a mover la llama el baile y refiere sentirse contento. En estos trabajos realizados (plastilina, dibujo, escultura) se puede observar la dificultad, distorsi—n o fragmentaci—n que tienen en relaci—n a la representaci—n de su esquema corporal. Por ejemplo Lito esculp’a en el aire, al tener que armar la figura humana con plastilina realiza una canilla y una aguja, al tener que dibujarse a Žl mismo dibuja una mujer.Juan ante la consigna del trabajo con plastilina pregunta Ç puedo hacer una mano, un pie, la cabezaÈ. Osvaldo por su lado, realiza una figura sin piernas ni bra- No dicen nada, no se besan, cambian silencio por silencio. Octavio Paz K AMINO - Programas de Vida ® Un lugar de salud en Villa Crespo •PSICOTERAPIAS: Analítica y Alternativa. Ensueño Dirigido. Flores de Bach. Breves con aranceles reducidos. Orientación Vocacional Atención Individual y Grupal zos, diciendo que no sabe como hacer, situaci—n que mueve a los dem‡s a ayudar a Osvaldo a completarlo. Graciela en el trabajo de la plastilina lo que hace es un dibujo delineado sobre esta, que no tiene dimensionalidad, es plano . Figura realizada con palotes que da una sensaci—n de estar enfrascada dentro de la misma. Cabe aclarar que esta paciente, de 35 a–os, es acompa–ada en todo momento y a todos lados por sus padres.Con respecto al dibujo reitera la misma figura, acompa–‡ndola de un obelisco, porque un compa–ero se lo dice . Comenta que es ella misma, viŽndose parecida en la cintura. Dos compa–eros se r’en dado que ello dista mucho de la realidad. All’ Lucas interviene diciŽndole que es su ideal, lo que ella querr’a llegar a ser. Intervenci—n que es aceptada por Graciela. Siguiendo la l’nea del poco registro y contacto con su cuerpo, es posible observar esto tambiŽn en relaci—n a los otros. Una punta por lo cual esto puede ser pensado es la mirada. Mirada que en un primer momento era dirigida a los terapeutas, mirar al otro era para ellos, casi imposible. Miradas evasivas donde cada uno irrump’a con su mon—logo . El otro no era tenido en cuenta. Graciela dice en una sesi—n Ò mi mam‡ me mira con desconfianzaÓ. A ra’z de ello se trabaja los diferentes tipos de mirada: Desconfiada, enojada, confiada, contenta y las sensaciones que ello produce. Eligiendo luego la mirada de un compa–ero que les de confianza. En un principio hab’a dificultad en poder realizar el trabajo sosteniendo la mirada y el poder distinguir las diversas modalidades.En otra sesi—n esta misma paciente manifiesta: -Ò SabŽs que cada vez que le digo a mi mam‡ lo de las ratas y cucarachas cierra los ojos y no me da confianzaÓ. Mirada de confianza y reconocimiento que no ha sido vivenciada por estos pacientes. Entendiendo que ver no es lo mismo que mirar, ya que mirar es aquello que tiene que ver con el deseo, la libido y la subjetividad. Luego de un tiempo del trabajo terapŽutico, pueden empezar a sostener un poco m‡s la mirada con el otro, logrando cierto contacto y reconocimiento, propio y del otro. Esto es observado en una sesi—n donde Graciela expresa sus miedos a salir sola. All’ interviene Osvaldo, impuls‡ndola a dar el primer paso. Palabras que son acompa–adas con el movimiento del cuerpo. Tomamos el movimiento espontaneo que sali— de Osvaldo para ser trabajado con todo el grupo. Para poder dar ese primer paso necesitan de otro que los contemple y reconozca, d‡ndole seguridad. Palabras que intentamos que sean enlazadas a la vivencia. Palabras de confianza que puedan ser acompa–adas por una mirada. Este encuentro de mirada y sensaciones es en un primer momento fugaz, sin darse tiempo para experimentarlo. El trabajo facilita que este encuentro se vaya tornando m‡s confiable, posibilitando sostenerlo un poco m‡s. Esto les despierta emoci—n, tranquilidad, paz y sensaci—n de bienestar. Una vez finalizado el trabajo, los pacientes, con la intenci—n de que ello perdure, al despedirse no lo hac’an con un simple chau, sino que iba acompa–ado con una palmadita en el hombro y se dec’an Òconf’o en vosÓ, con mucha alegr’a. Vemos as’ como esta rigidez, frialdad,inexpresividad y distancia del psic—tico se va transformando en movimiento, calor, cercan’a, expresi—n y placer. ÒLa misi—n del terapeuta durante gran parte del tratamiento consiste, en asegurar al paciente que tiene derecho a crear pensamientos que sean fuentes de placer.Ó(1) Pensamos que en este trabajo la fuente de placer no solo tiene que ver con el derecho a pensar, sino tambiŽn con el poder experimentarlo integrando el cuerpo y las emociones como aquello m‡s primario que quedo anulado, pero que no desaparece. Afectos que quedan alojados en el cuerpo. Cuerpos con historias, mapas de sensaciones y emociones congeladas. Un cuerpo que desde all’ ÒhablaÓ, dice. Eduardo Mandet y Elsa Mandet dicen: ÒEl cuerpo hablado ÒnarraÓ la historia de una experiencia compartida, de las huellas que el cuerpo materno dej— en el ni–o, de c—mo este fue tocado, mirado en esa fusi—n que deja signos imborrablesÓ. (2) Huellas que dejan marcas, marcas que tambiŽn quedan inscriptas en la Ò memoriaÓ corporal. Huellas de sensaciones. Podr’amos pensar que frente a una madre que no mira al ni–o, le impone lo que tiene que hacer, decir o sentir, y le reprime todo su impulso, lo que el ni–o siente, es un no reconocimiento hacia su ser. Este no contacto es vivenciado por el ni–o como un rechazo, el cual al ser tan temprano en la estructuraci—n, produce el sentimiento de terror, desesperaci—n, desolaci—n y abandono. Frente a lo intolerante que le resultar’a convivir con ello, sobrevive, a expensas de defenderse, escindiŽndose. Disocia el cuerpo de la mente para no sentirlo, as’ como tambiŽn se congela y paraliza. La energ’a se mete para adentro, se retrae. Suprime las respuestas, respiraci—n y el movimiento, endureciendo la musculatura para restringir la fuerza vital. Esto lo lleva a contraerse y replegarse sobre s’. El contacto con el afuera se obstaculiza. Podemos observar en el grupo, al respecto que hay cierta dificultad en lo que hace a la manera de relacionarse con el otro, tanto a nivel verbal como corporal. A lo largo del a–o trabajado podemos observar que empieza a haber m‡s lugar para la aparici—n de las sensaciones y emociones, lo cual lleva a ir contact‡ndose un poco m‡s con su cuerpo y con los otros, desde un lugar m‡s afectivo, no tan r’gido ni fr’o. Nos detenemos a escuchar a nuestros compa–eros de equipo quienes manifiestan su asombro al observar la manera v’vida y alegre de saludar de estos pacientes, la cual contrasta con la forma r’gida, ap‡tica e inexpresiva con la que se presentan la mayor’a de los otros pacientes.Por otra parte el mŽdico tratante nos comenta que ha bajado la medicaci—n de alguno de ellos. El trabajo corporal apuntar‡ a la conformaci—n del yo, poder ir registrando su cuerpo, construir los l’mites que los recortan, los diferencian del otro, para dejar de ser un cuerpo tomado por el Otro y empezar a habitarlo, apropiarse del mismo .Recuperar as’, la vivacidad de estos. Cuanto m‡s vivo este el cuerpo, la persona podr‡ percibir la realidad m‡s v’vidamente y responder m‡s activamente a ella, lo cual contrasta con la pasividad del psic—tico, que al no sentir su cuerpo genera una excesiva actividad mental. Al finalizar una sesi—n Graciela dice luego de un trabajo que se siente con expectativa de vida. Y refiriŽndose a Lucas comenta que tiene los ojos m‡s vivaces. Lucas, en otra oportunidad donde hab’a que dibujar y expresar lo que uno sent’a a ra’z de lo trabajado, dice ÇEl cuerpo lo siento m‡s vivoÈ y dibuja la bandera de Boca, que es algo que le despierta pasi—n. Pasi—n que lo hace sentir m‡s vivo y es en Žl un sentimiento. Lo cual contrasta con lo dicho por otro paciente en los inicios del tratamiento Òsomos como una computadoraÓ, la cual podemos pensar que es una m‡quina desprovista de sentimiento y emoci—n. Luego de uno de los trabajos realizados Lucas dice sentirse bien y agrega: -Òcomo dec’a Descartes pero ahora es Òsiento luego existoÓ. Dimensi—n del sentir que estaba dormida, tapada. A modo de cierre, creemos que si la energ’a se inmoviliza, no circula, se queda sentada, se aburre, deja de danzar y cantar. Es sabido que el agua estancada se pudre: all’ comienza la depresi—n y el abandono. Sentimientos que aparecen en la esquizofrenia (soledad, aislamiento, desesperanza, etc.) Al trabajar con movimiento, mœsica, ellos empiezan a danzar y cantar, salen de esa pasividad y van al encuentro de otros. Peque–os movimientos que van abriendo la posibilidad de ser y sentirse reconocidos por el otro. Oportunidad para inscribir nuevas experiencias que introduzcan diferencia con lo vivido. AbriŽndose as’, una nueva posibilidad para que algo de su subjetividad emerja. * Equipo de Grupos Consultorios Externos del Hospital Borda Citas 1) Fernandez, I ; Mu–oz Rodriguez, F ; Ramos Fuentes, M. ÒSobre la eficacia de la Psicoterapia Grupal con principios TŽcnicos espec’ficos en el tratamiento de la Esquizofrenia cr—nicaÓ 2) Mandet, Elsa y Eduardo Ò El cuerpo del ni–o en el campo del Psicoan‡lisisÓ Bibliograf’a Boadella, D. ÒStrŽss y estructura de car‡cter Ó Ficha Fernadez, I ; Mu–oz Rodriguez ,F ; Ramos Fuentes ,M. ÒSobre la eficacia de la Psicoterapia Grupal con principios TŽcnicos espec’ficos en el tratamiento de la Esquizofrenia cr—nicaÓ Lowen, A. ÒEl cuerpo traicionadoÓ Mandet, Elsa y Eduardo ÒEl cuerpo del ni–o en el campo del Psicoan‡lisisÓ La ausencia de contenido representable no quiere decir ausencia de acontecimiento. C. y S. Botella •HOMEOPATÍA. ANTROPOSOFÍA Y MASOTERAPIA. •MASAJE TERAPÉUTICO •TALLERES DE ARMONIZACIÓN Y ANTI-STRESS • GIMNASIA RÍTMICA EXPRESIVA DE CENTROS DE ENERGÍA •Clases en la Sede y en Parques Tel/fax: 4854-9619 (Zona J.B. Justo y Corrientes) ESPACIO MIRADOR BAR CULTURAL • ARTESANIAS Jueves, viernes y sábados ESPECTACULOS TALLERES DE REFLEXION Nicaragua 5802 esq. Carranza Tel: 4772-9221 TOLIMAN Alberto Stoler Psic—logo Social - Psicoastr—logo Astr—logo Humanista Terapeuta Floral Especialidad en Flores de Bach CURSOS CONSULTAS Tel: 5787-0729 5787-0696 Visite: www.toliman.com E-mail: [email protected] Dra. Mirta Susana Núñez Abogada - Mediadora Psicóloga Social Especialista en Familia y Sucesiones Sarmiento 1422, 7º of. 3 Telfax 4373-1938 Cel.15-5109-2177 E-mail: [email protected] www.sinectis.com.ar/u/mir TALLER DE MUSICA, CANTO Y MOVIMIENTO Un lenguaje antiguo, que traspasa culturas para comunicarnos a través de la voz y el cuerpo. Ritmos afroamericanos y de creación espontánea para trabajar los ritmos internos, y vincularnos. Instrumentos étnicos, para jugar, investigar y facilitar la propia musicalidad. Canto congregacional, fonemas , canciones e invenciones colectivas. Los lunes de 19 a 21 hs. Leo Vidoni Informes e inscripción: Centro de Bioenergía y Creatividad Ferrari 286 Capital Tel: 4855-2772 / 48576963 [email protected] Campo Grupal / 11 LIBROS Poética de la cura. Mario Buchbinder. Ed. Letra Viva. 2001 Comentar el libro de Mario es acompañar un acto creativo, que en estos días no es otra cosa que un acto de resistencia contra el arrasamiento del contexto, otro de los tantos actos de resistencia que hemos compartido. Casi en las primeras hojas aparece las palabra “puentes”, y creo que ese podría haber sido otro título posible, creo que es un “libro puente”, entre muchos de nosotros y muchos otros, entre las teorías y las clínicas, entre las instituciones y los psicoanalistas, entre Mario y los demás psicoanalistas y entre Mario y los que no lo son. Habla de la heterogeneidad frente a la teoría única y al eclecticismo. “Heterogeneidad”, palabra complicada de escribir, de decir y, sobre todo, de sostener sin sentir que se está en tierra de nadie, es importante poder aceptar que se está en tierra de heterogeneidad y no de nadie, en tierra de muchos pero no de cualquiera. Mario habla del psicoanálisis, con todas sus emociones, sus pensamientos y sus pertenencias dentro de él. Cuestionando desde adentro, enriqueciéndolo y sobre todo cuidándonos el espacio a todos los psicoanalistas que incorporamos técnicas heterodoxas, cuerpos sin diván, o que simplemente nos negamos a dejar fuera del consultorio una herramienta de cura tan poderosa como el afecto, y que también nos seguimos sustentando en ésta maravillosa teoría que tiene más de un siglo y que entre otras cosas, también por el paso del tiempo, nos obliga a pensarla desde nuestro hermoso y doloroso nuevo milenio. También habla de las dificultades de los psicoanalistas para mostrar estas técnicas heterodoxas, que junto con el abandono del diván parecen ser traiciones a los 24 tomos verdes, y que no pueden ser contadas, escritas, discutidas y lo que es aún peor enseñadas y compartidas, parece que solo hay que compartir aquello que nos deja dentro de un mundo que no le sea ajeno al otro porque se corre el riesgo de quedar afuera , afuera de qué?, me pregunto yo. El libro me explicó algo de esto. Entre las teorías prohibidas Mario dice que el Psicoanálisis es una cura por el amor, esa maravillosa definición, que en lo particular creo debería ser la regla primordial de este arte-ciencia y que no deberían ejercerlo quienes no lo sientan así, es una definición secreta que tampoco estaría bien vista en muchos ámbitos. Más adelante el libro cita a Puget “La vincularidad puede considerarse el nuevo paradigma del psicoanálisis”. Los que pertenecemos a instituciones hospitalarias sabemos que esta vincularidad es la única que puede ayudar a desintoxicar a los profesionales, de esas toxinas tanáticas de los pacientes graves, solo un buen equipo de trabajo puede mantener la salud de los profesionales y de los pacientes. Es una buena adicción, siempre y cuando se trabaje sobre las transferencias institucionales y grupales como propone el libro. Nos unen 27 años de historia. Un vínculo que ha transitado miles de recontratos pacíficos y de los otros, un vínculo que ha confirmado de mil maneras, la efectividad de su teoría acerca de la cura, mutua, también por el amor. Lucrecia Riopedre Campo Grupal / 12 Biodinámica emotiva ¿Aprender a someterse? Eliseo Rey [email protected] E stamos totalmente convencidos en considerar que el ser humano nace fisiol—gica y socialmente libre, aœn en su transitoria dependencia infantil, as’ como que podr‡ sostener dicha libertad tambiŽn cuando adulto socializado, siempre y cuando logre mantener vigente su contacto ’ntimo con la originalidad de su interioridad y una atenci—n alerta de su fluir emocional. Explicar con suficiente claridad, y sobre todo fundamentar los objetivos de la Biodin‡mica Emotiva en el reducido espacio de este art’culo, no es una tarea realmente posible. Pero en todo caso lo importante para nosotros en esta oportunidad, no s—lo es aportar algunas pocas definiciones sino, por sobre todo, abrir interrogantes para estimular la necesidad de un repensar la educaci—n. La que hemos recibido y la que ahora brindamos (consciente o inconscientemente) como padres, docentes, terapeutas o simples integrantes de la sociedad. Toda educaci—n conocida, formal e informal, la que hemos recibido cada uno de nosotros, la que nos ha permitido tener un aspecto humano y nos ha capacitado para conducirnos dentro de esta sociedad, la hemos realizado a partir de ir imitando o ÒintroduciendoÓ (en forma m‡s o menos automatizada), procedimientos, (modelos de conductas) y conceptos que generan lo que podr’amos reconocer (muy globalmente), como las "actitudes t’picas de los individuos educados o culturalizados". Tanto es as’, que el sentido generalizado del tŽrmino educaci—n es el de ÒaprenderÓ (o aprehender, asir, tomar, incorporar), y nunca los de inventar, crear o Òexponer desde s’Ó. Sin entrar a discutir aqu’ si es posible que sea de otro modo, lo cierto es que esta forma excluyente de entender la educaci—n es limitada y conduce a que el individuo valore, (y sobrevalore) lo ajeno a Žl (lo que Žl no es), lo que debe incorporar hasta el infinito para lograr una aprobaci—n social (concreta o imaginada). Las opiniones, los conocimientos y hasta las sensaciones ajenas ser‡n desde muy temprano para ser imitadas, para aprenderlas. Lo propio, lo original y personal, Àtendr‡n para el individuo algœn valor o deber‡n ser ocultado con pudor? Observamos tambiŽn que la relaci—n afectiva, que todos hemos construido, para con la capacitaci—n y el saber refuerzan paradojicamente nuestras actitudes de sometimiento, de dependencia y de autodesvalorizaci—n. M‡s aœn cuando a lo personal se lo relaciona, generalmente en forma peyorativa, con lo subjetivo, en tanto que a lo ÒadquiridoÓ, al conocimiento ajeno introyectado, se lo relaciona con la verdad objetiva. Es as’ como esta Òverdad colectivaÓ se construye como la ant’poda de la Òverdad (Ào mentira?) individualÓ, y por extensi—n, la raz—n "social y objetiva" es lo opuesto al sentir personal, a las siempre profundas y comprometidas emociones. Raz—n vs. emoci—n; pensar vs. sentir; lo social vs. el yo; los debo vs. los quiero. Estos son los bloqueos de las expresiones, las vergŸenzas, las resistencias a los cambios, la inadecuada autovaloraci—n personal, la incapacidad operativa para resolver los conflictos, la cosificaci—n de los afectos, las compulsiones inoperantes, etc. Curiosamente tambiŽn son los diagn—sticos psicoterapŽuticos m‡s habituales para con los individuos de las clases socioculturales que se han animado alguna vez a reflexionar frecuentemente sobre el s’ mismo o el concepto de libertad. Esos "versus" son en realidad los valores vigentes en nuestra sociedad, son la Žtica del sometimiento y la dependencia que sustenta la cultura actual. Esta Žtica al ser excluyente no s—lo preserva la obediencia, sino que genera su propia transgresi—n compulsiva, destructiva y a la vez intr’nsecamente impotente como la delincuencia o la corrupci—n. Como individuos, artistas, y docentes, creemos en la importancia educativa que tiene para la formaci—n del individuo el elegir y decidir; y para ello favorecemos en nuestra labor una Žtica de la libertad; Žtica inherente al libre albedr’o de la creaci—n art’stica. La Biodin‡mica Emotiva entiende que la pr‡ctica de la creaci—n art’stica, o sea, la expresi—n sensible e inteligente para la comunicaci—n de emociones, afectos, ideas y vivencias personales, posibilita descubrir y desarrollar las formas de conductas que permiten complementar, reparar y hasta cambiar algunas actitudes, procedimientos y conceptos m‡s "da–inos", sustentados en la pr‡ctica diaria por la mayor’a de las teor’as educativas en vigencia oportunamente introyectadas. INDIVIDUAL - GRUPAL - TALLERES CONSULTORIOS Alquile por horas ZONA BOTANICO (Armenia y Santa Fe) COMODAMENTE AMBIENTADOS CON SECRETARIA PAQUETES ESPECIALES DE PRECIOS PARA MAS DE 12 HORAS SEMANALES informes en el teléfono 4832-0841 La Biodin‡mica Emotiva surge en la conjunci—n de claras propuestas y metodolog’as educativas, art’sticas y de salud, conformando una pragm‡tica Žtica de la libertad como filosof’a de vida. La propuesta fundamental de la Biodin‡mica Emotiva, que resume las actitudes, conceptos y procedimientos que buscamos desarrollar en los alumnos, est‡ en lo que metaf—ricamente damos en llamar, el habitarse como cuerpo emocionado, y para este prop—sito de re-educaci—n necesita plantearse, entre otros objetivos, los siguientes: 1) Estimular en el alumno la disposici—n hacia la desestructuraci—n de las conductas ya cronificadas y automatizadas, de las "ausencias" que usurpan las "presencias", de esos estereotipos que todos poseemos bajo la forma sobreevaluada de la personalidad (etimolog’a: m‡scara), y que revelan, en realidad, encierros y restricciones, m‡s que elecciones para la expansi—n del individuo. Los "yo soy as’" o "siempre hago eso" son la excusas habituales para permanecer del mismo lado de las rejas personales. 2) Promover una progresiva sensibilizaci—n, que le abra al individuo las puertas a una percepci—n m‡s cr’tica y urgente (menos cr—nica) de sus personales e ’ntimas necesidades, conect‡ndolo con sus conductas m‡s autŽnticas y vitales, recuperando la organicidad. 3) Provocar el despliegue de la creatividad del alumno, entendida como el potencial reparador, la homeostasis fisiol—gica, el desarrollo o liberaci—n de una "inteligencia" original, una poŽtica personal generada a partir de la desestructuraci—n y la sensibilizaci—n para la resoluci—n particular y personal de las tensiones a las que se entreg— a vivenciar al conectarse, al exponerse voluntariamente a los est’mulos. La Biodin‡mica Emotiva define a la creatividad como la integraci—n productiva de un proceso mental (no anal’tica ni juzgadora) con una disposici—n an’mica (fen—meno som‡tico) que tiende hacia el cambio, a la construcci—n de la valent’a necesaria para encarar toda investigaci—n. Esta integraci—n es inestable, y sus apariciones son en forma de chispazos de decisi—n, de breves voluntades intuitivas, a las que denominamos espontaneidad. Esta condici—n de tomar decisiones est‡ presente en el "arte de improvisar", porque al improvisar tornamos art’sticas y confesionales las manifestaciones personales. Las distintas filosof’as y estilos de vida, las diversas ideolog’as rec—nditas que cada ser humano sustenta muchas veces inconscientemente, han tenido historicamente la funci—n de dirimir la pugna entre la intensi—n de fomentar o de reprimir esas pulsiones creativas que aseguran la libertad interior. Estos 3 objetivos principales y abarcativos son vehiculizados y complementados con los siguientes sub-objetivos. 4) Favorecer en el alumno un paulatino fortalecimiento de la integraci—n de los aspectos emotivos con los intelectuales, desarmando el desgastante y oscuro enfrentamiento entre el pensar y el sentir que sustenta en forma subyacente el hombre de nuestra cultura actual producto del concepto de educaci—n al que fue sometido. En un plano m‡s profundo de an‡lisis, en realidad podemos decir que la integraci—n es entre lo que el individuo se anima a desear y lo que imagina es el modo en que debe proceder para buscar la satisfacci—n. Pero no olvidemos que cada uno de estos aspectos est‡n r’gidamente delineados por la Žtica sustentada. 5) Ayudar al alumno a alterarse ante los est’mulos (etimolog’a: estiletes) m‡s sutiles, para "exponerse" al fen—meno de la necesidad de la expresi—n (art’stica), entendiŽndola a Žsta como una conducta especial, extra–a; no vulgar ni mediocre. Una somatizaci—n org‡nicamente voluntaria y consciente, poŽticamente elaborada, aœn en una elegida espontaneidad hecha pœblica (la improvisaci—n escŽnica). 6) Contribuir a que el alumno descubra c—mo convocar a voluntad la inspiraci—n estŽtico-expresiva o inspiraci—n art’stica, que son chispazos integrativos de los que hablamos, para el logro de una comunicaci—n m‡s profunda consigo y los dem‡s. La creaci—n art’stica que proponemos, sobre todo en su versi—n de improvisaci—n en el aqu’ y ahora con el lenguaje som‡tico, es una experiencia nodular para el descubrimiento de las restricciones y contradicciones que plantea la "vieja" concepci—n de educaci—n y para favorecer la construcci—n de una nueva, m‡s ’ntegra. 7) Incorporar a la actividad corporal la permanente investigaci—n, el descubrimiento y la creaci—n de nuevos c—digos de lenguaje personales para la comunicaci—n de lo sensible, estŽtico y sutil del individuo por sobre todo con car‡cter de lenguaje abstracto, no narrativo. 8) Fomentar la perseverancia junto al disfrute. Estimular el placer por la estŽtica y el "bien hacer". Las clases y Seminarios de Biodin‡mica Emotiva son experiencias vivenciales de improvisaciones motrices, (creaciones espont‡neas pautadas did‡cticamente), que apuntan a desarrollar en los alumnos una actitud art’stica. En s’ntesis, el objetivo prioritario de estas experiencias es la de proponer una educaci—n para la libertad de los individuos, entendidos como œnicos e irrepetibles. Nuestra propuesta es s—lo una de las formas posibles de lo que podr’amos llamar una "educaci—n por el arte" como concepto, una educaci—n que complemente la actual y haga de contrapeso a las falencias de la educaci—n ya adquirida, pero ese tŽrmino que represent— hace dŽcadas una bien conocida corriente en la educaci—n, necesita ser remozado y redefinido dado que ese movimiento sufri— la contaminaci—n de muchos conceptos externos a su filosof’a y una implementaci—n muchas veces fuertemente distorsionada. El pánico nace por el aumento del peligro que afecta a todos, o por el cese de las ligazones afectivas que los cohesionaba. Freud Técnicas de acción Juegos dramáticos con música naturalesÓ , como generados por Žl y entonces, al escuchar uno de esos sonidos a distancia, supo que otro humano lo estaba generando, es decir: los sonidos le comunicaban la presencia de un congŽnere sin verlo ni olerlo. Y as’ la percusi—n se transforma en un modo comunicativo, en un medio de comunicaci—n. El ritmo como medio comunicativo Martha Y. Fernández [email protected] E l t’tulo de este trabajo quiz‡ induzca a algunos a pasarlo de largo con el argumento: ÒSi yo no sŽ mœsica, para quŽ voy a leerlo...Ó Y sin embargo, todos sabemos mœsica, al menos lo necesario para poder jugar. La mœsica es tan natural al ser humano como el caminar o respirar. Veamos. Cuerpo y Ritmo El cuerpo humano est‡ marcado por ritmos: el latido del coraz—n, la respiraci—n, los movimientos digestivos, los impulsos nerviosos. Es decir que todo su funcionamiento responde a diversos tipos de ritmos y a distintos tiempos en esos ritmos. Sabemos que el ritmo es el inicio de la mœsica, precediendo a la melod’a. Si pensamos en el modo en que el hombre comienza a producir sonidos externos al funcionamiento de su cuerpo, no cuesta demasiado imaginarlo. A partir de adquirir la posici—n erecta, sus manos quedan libres para operar sobre el mundo que lo rodea. Lo primero que estas manos exploran, es el propio cuerpo y as’ comenzaron los palmoteos sobre distintas partes de ese cuerpo, produciendo sonidos diversos. En algœn momento, las palmas de esas manos se encontraron entre s’ y surgi— el batido de palmas y el aplauso, como muestra de alegr’a, admiraci—n, excitaci—n y otros sentimientos. No pas— mucho tiempo hasta que la rama de un ‡rbol, que tal vez serv’a para alejar de s’ a los animales, comenz— a ser golpeada contra los troncos, las piedras y cuanto objeto encontraba a su paso nuestro antepasado. Este Òni–o hist—ricoÓ comenz— a jugar con los sonidos que produc’a, advirtiendo sus diferencias y riendo cada vez que lograba un sonido distinto o lograba reproducir uno ya conocido. Pronto aprendi— a reconocer esos sonidos como Òno Para que se produzca comunicaci—n, es necesario que exista un c—digo compartido, y la comunicaci—n por el ritmo no fue una excepci—n, as’ que los hombres fueron ensayando distintas secuencias de golpes para trasmitir mensajes antes que la palabra articulada les fuera disponible. Tal vez no sea desatinado suponer que las palabras nacieron a partir de estos ritmos comunicativos. Por ej.: una se–al de peligro pod’a consistir en tres golpes espaciados por intervalos iguales. La caza de una pieza que aseguraba el alimento por varios d’as, pod’a ser representada por varios golpes seguidos (alegres); una noticia pesarosa pod’an ser representada por varios golpes fuertes y bastante espaciados. Otra secuencia de golpes, pod’a significar: Òestoy aqu’Ó . De este modo, estos primeros hombres, que pod’an encontrarse separados por distancias importantes en una selva o en un terreno monta–oso empezaron a estar menos solos y a establecer los rudimentos de una sociedad, pudiendo pedir y recibir auxilio. Se trata de otra manifestaci—n de lo que hoy llamamos ÒarteÓ (tal como las pinturas rupestres) que serv’a como modo comunicativo en ausencia. Es decir: las pinturas rupestres serv’an para dejar un testimonio visual para alguien que llegara despuŽs y lo viera. Los sonidos, que operan a distancia, comunicaban en el momento a alguien que estuviera en otro lugar. Los —rganos de los sentidos nos ponen en contacto con el exterior de distintos modos. El tacto y el gusto proporcionan informaci—n acerca de lo que tenemos al alcance. La vista y el olfato dan cuenta de objetos m‡s lejanos -es importante recordar que hoy tenemos el olfato atrofiado en relaci—n a otros mam’feros, pero no lo fue as’ siempre- y el o’do nos informa tanto de aquello a lo que podemos acceder mediante los otros sentidos como de lo que no podemos ver ni tocar. Es as’ que el hombre reproduce con los ritmos que produce en el afuera los ritmos internos de su propio cuerpo -que hoy pueden ser percibidos con claridad a partir de la tecnolog’a de las ecograf’as- y encuentra as’ un primer c—digo comunicativo que no tiene necesidad de ser explicado ya que se trata de algo muy conocido desde la vivencia corporal. Baste recordar la sensaci—n de alarma que produce la alteraci—n del ritmo card’aco o respiratorio, lo que nos da cuenta de que tenemos muy bien registrados esos ritmos, pese a que no les prestamos atenci—n mientras funcionan con normalidad. TambiŽn sabemos que distintas emociones alteran esos ritmos (miedo, alegr’a, tristeza, etc.). Esto nos hace decir, al escu- G.E.T . Grupos de Encuentros Terapéuticos TERAPIA GRUPAL Para toda persona interesada en: “¿Cómo queremos vivir hoy, qué deseamos para el mañana?” PARA PROFESIONALES Y ESTUDIANTES: • Terapia didáctica grupal • Pasantía como terapeuta grupal • Participación en investigación Lugar: a una cuadra de Av. Corrientes y Pueyrred—n. Frecuencia: una vez por semana 2 horas. Coordinadora: INSTITUTO DE EDUCACION SUPERIOR - DIEGEP 5614 CARRERA DE OPERADOR EN PSICOLOGÍA SOCIAL Título Oficial Terciario Oficialización de Títulos para Psicólogos Sociales Formación para Alumnos del Resto del País Articulación Universitaria Entre R’os 55 Acassuso TE. 4793-3470. FAX 4792-1046 [email protected] Lic. Silvia Schverdfinger Psic. UBA. Mat. 2481 ENTREVISTA INDIVIDUAL SIN CARGO 4962-4583 Auspicia: C.I.S.E.G (Centro de Investigaciones Sociales, Estéticas y Grupales) C.P.P.G. (Centro de Psicodrama Psicoanalítico Grupal) Presidente-Coordinador General: Dr. Eduardo Pavlovsky Resulta muy difícil conseguir que cabeza y corazón vayan de acuerdo en la vida. En mi caso, ni siquiera se llevan bien. Woody Allen ¿Qué es el Acercamiento Centrado en la Persona? Claudio Rud [email protected] Habría muchas maneras de definir el Acercamiento Centrado en la Persona (esta es la traducción más aproximada que hemos encontrado a la acuñada por Carl Rogers para definir su modelo como Person Centered Approach) . Se lo puede ver tanto como un modelo psicoterapéutico tanto individual como colectivo, como una teoría general acerca de las relaciones humanas, o bien como una filosofía de vida. Sea como fuese se la puede considerar como una teoría inscripta en el marco de la psicología humanista (algunos la consideran como el antecedente tanto de la psicología transpersonal como de la psicología cognitiva. Su fundamento epistemológico puede ser adscrito a la Fenomenología Existencial. En cuanto al paradigma en el cual se sustenta éste es más acorde con el de la posmodernidad y de la ciencia de la complejidad y el caos. La propuesta de una Psicología Humanista, desde la década del 40, mostraba la necesidad de una Psicología atenta al crecimiento y a la promoción de la salud. “Me parece evidente que la Psicología está por demás presa de los conceptos newtonianos de ciencia, prestados por la Física. Esta concepción está hoy completamente fuera de moda en la física, y es todavía más inadecuada en el campo de la Psicología” Acabo de leer todo lo que escribí y si bien lo dicho se ajusta a una presentación académica, no es aquello que ocurre a diario en las entrevistas o dando clases, no porque se aparte de esa conceptualización, sino porque le falta el calor, la vibración, la vida que está presente en cada uno de esos encuentros. Rogers describe tres condiciones a cumplir por el terapeuta que son para él necesarias y suficientes para el desarrollo de una relación de ayuda “exitosa” y que se centran en la capacidad de escucha atenta y libre de juicios de la experiencia, tanto respecto del consultante, de sí mismo cuanto de la resonancia de la experiencia compartida por ambos en el momento. Suelo decir, parafraseando a sus detractores, que esta psicoterapia es efectivamente inofensiva, sin lugar a dudas subversiva, y también superficial. Inofensiva porque no toma la ofensiva (la actitud colonizadora de los que”saben” para donde ir) y por lo tanto no ofende a quien se entrega a una relación de ayuda. Subversiva porque pone en cuestión el supuesto poder del terapeuta ayudador y le propone constituirse en “ayudante” es decir participante del suceso de la ayuda. Superficial: En rigor no cabria hablar de superficial como contrapuesto a lo profundo, como aparente como contrapuesto a lo real, lo que hay es pura superficie, lo otro es metafísica. Campo Grupal / 13 LIBROS Historias de boxeo Eduardo Tato Pavlovsky (Colaboración de Martín Pavlovsky) Búsqueda de Ayllu, 2001 Que a Tato Pavlovksy lo apasiona el boxeo no es ninguna novedad, pero sí es novedoso, y grato, que haya salido al ruedo con un libro que por un lado zanja sus propias deudas con el noble oficio de dar y recibir piñas, y por otro restituye una práctica en vías de extinción. A su modo, charlando con su hijo Martín, Tato invita a redescubrir el placer de hablar de ese no-deporte que tanto escandaliza a humanistas, pacifistas y otras tribus de bienpensantes. Es cierto que se trata de una edición descuidada, con no pocos errores de nombres, resultados, referencias, pero es muy potente en “las zonas Pavlovsky”: el tono coloquial, la vibración evocativa, la teoría sobreentendida, el tinte poético como pilar y plus de la anécdota. Hijo de un boxeador que supo escribir su historia en el campo amateur, “buen medio pesado” postergado por el psicoanálisis, el psicodrama, la dramaturgia y otras yerbas, Tato sabe de lo que habla: entrevista imaginariamente a Tyson, ofrece una semblanza de la Hiena Barrios, describe certeramente a Dempsey, Monzón, Clay y, entre otros aportes imperdibles para los pugilófilos, define al boxeo como “un evento estético ceremonial”, como “un acontecimiento cultural”. Walter Vargas El ensayo como clínica de la subjetividad. Lugar Editorial, 2001 (Marcelo Percia, compilador) Luis Gusmán, Pedro Orgambide, Fabio García, Juan Ritvo, Alberto Giordano, Mónica Cragnolini, Carlos Kuri, Ester Cohen, Daniel Rubinsztejn, Nicolás Rosa, Fernando Ulloa, Julieta Calmels, Alejandro Kaufman, Marcelo Percia, Daniel Calmels. Quince personas inquietas por las derivas del deseo ensayístico no tienen mejor idea que fisgonear la temática escribiendo sendos ensayos. O quizá, porque justamente ellos interpelan cualquier pretensión de transparencia, de prepotencia unívoca, cabría poner en suspenso las etiquetas y convenir que, cuanto menos, se trata de quince autores que perfilan sus reflexiones en los sembradíos contigüos al género en cuestión. ¿Pan con pan comida de sonso? Qué va. Plato difícil de conseguir en plaza -ni en Las Cañitas, vea-, rico, variado, abundante, una exquisitez que invita a la ingesta demorada, mas no tardía, copiosa en sus efectos estimulantes y, por qué no decirlo, adictivos. Cada texto sabe procurar un estar disponible para el siguiente y, de tal suerte, la cofradía avanza y hace avanzar, gozosamente, hacia esa grata y hostil página 207: testimonio del placer consumado y consumido. De esta singular bolsa de gatos se destacarán, arbitrariamente, los trabajos de Gusmán, Ritvo, Giordano, Cragnolini, Rosa, Ulloa y Percia, sin quitarle un ápice de crédito a algo que bien supo observar uno de los señores más mentados por los escribas de marras (JLBorges): la literatura es generosa por definición. Estos ensayos clínicos de la subjetividad, o de subjetividades puestas a ensayar, comportan la generosidad del que sabe mirar y explorar lo mirado, sin dejar de soportar las miradas de quienes, convocados al festín, pasan, ven y se sirven a gusto. W.V Campo Grupal / 14 char un ritmo musical que es alegre o mon—tono o melanc—lico, siendo que estos calificativos s—lo pueden aplicarse por extensi—n a los ritmos ya que, en sentido propio, se aplican a nuestros estados de ‡nimo. TambiŽn los climas y la geograf’a que afectan nuestro organismo han determinado formas diferentes de ritmos: c‡lidos, fr’os, de llanura, de monta–a. etc. Si s—lo pensamos en nuestra mœsica folkl—rica, podemos apreciar las enormes diferencias que existen entre los ritmos del noroeste (carnavalitos, chacareras, etc.) y los del sur (vidalitas, bagualas). Estas diferencias r’tmicas nos hablan de los distintos estados de ‡nimo generados por el paisaje y por las temperaturas, por mencionar s—lo dos de los factores que intervienen. Escuchar mœsica de distintos pa’ses o regiones nos habla mucho m‡s de las caracter’sticas de sus habitantes que algunos cuantos libros de sociolog’a. El hecho de que reconozcamos la procedencia de una mœsica apenas la escuchamos, nos dice que la mœsica tambiŽn es un idioma, pero emocional. Los juegos con mœsica poseen la gran virtud de hacer decir sin palabras, expresarse con movimientos, con ritmos, con gestos, desempolvando de este modo los c—digos ancestrales del hombre, los que no necesitan ser explicados porque responden al aprendizaje de nuestros ritmos corporales. Ciertas pautas culturales represivas desterraron de gran cantidad de actos y ceremonias los ritmos populares y el baile como modo expresivo de alegr’a, de tristeza, como modo de dirigirse a los dioses. Baste ver que en las ceremonias religiosas durante mucho tiempo s—lo se permiti— el uso de instrumentos Òcl‡sicosÓ -—rganos, pianos, violines- y mœsicas tambiŽn cl‡sicas, dejando fuera guitarras, charangos, elementos de percusi—n y asimismo ritmos como chacareras, vidalitas, carnavalitos, tangos y muchos otros, por hablar s—lo de los t’picos de nuestro pa’s. Resulta impensable aœn hoy, luego de las mayores libertades aparecidas en los œltimos a–os, el baile en una ceremonia fœnebre o en general en ceremonias religiosas, siendo que el baile fue una de las primeras manifestaciones religiosas de los hombres. Lo que antecede nos dice a las claras que los modos expresivos humanos han sufrido, con el correr de los siglos, un notable empobrecimiento y limitaci—n en sus recursos. Se han desarrollado dentro de estrechos corredores cerrando los ojos, los o’dos y todo el cuerpo a los anchos territorios del mundo, maniatando y encadenando un cuerpo pleno de recursos y posibilidades. ÀEs que un cuerpo que se expresa es menos controlable que uno encarcelado? Seguramente que s’. Pero si estamos presos en tiempos en que tanto se pregonan las libertades, Àno ser’a tiempo de desapresarnos? Demasiados son los condicionamientos y las ÒigualacionesÓ a que nos somete la cultura globalizada como para que no apelemos a cuanto recurso tengamos a mano para resistir. El juego, como instrumento de aprendizaje, de creatividad, de diversi—n (palabra que tiene la misma ra’z que diverso) nos acerca la posibilidad de experimentar aquellas actividades que Òen serioÓ ser’an censuradas. Incluir en el juego elementos r’tmicos sonoros y de movimiento es un modo de recuperar todo lo ancestral perdido y desestimado. Los movimientos de nuestro cuerpo, segœn la parte de este cuerpo que se mueva, nos conectan con sentimientos LIC. MONICA GROISMAN CLINICA DE LA TENSIÓN CUERPO - PSICOANALISIS asistencia terapéutica individual grupos de trabajo corporal J.R. de Velazco 770 - 4857-0855 - Capital e-mail: [email protected] y argumentos diferentes. No genera la misma cadena de pensamientos y sentimientos mover los brazos que el torso o las caderas y la pelvis. No escapan los juegos musicales a la mœltiple aplicabilidad de otros juegos. Si pensamos en tŽrminos de salud y prevenci—n, los juegos con mœsica desentumecen el cuerpo, ÒacaricianÓ (ya que eso es lo que hace la mœsica al proveernos una envoltura sonora), nos sensibilizan, permiten la expresi—n de sentimientos en forma m‡s libre y espont‡nea que la habitual y ayudan a conocernos m‡s y mejor. Generan alegr’a y nos relajan, lo que no es poco teniendo en cuenta las tensiones a que nos vemos sometidos en la sociedad que nos ha tocado para vivir. Si pensamos en tŽrminos terapŽuticos, los juegos con mœsica, por ser juegos no nos exigen reglas fijas ni conocimientos especiales y es posible llevarlos a cabo sin haber aprendido teor’a ni solfeo. Proveen un modo comunicativo diferente aœn para aquellas personas que tienen m‡s bloqueada, impedida o ausente la palabra. A la mœsica, al ritmo (utilizable aœn con hipoacœsicos, ya que la vibraci—n puede reemplazar la audici—n), se agregar‡ el movimiento corporal en busca de la expresi—n perdida. Dos modos diferentes y complementarios de trabajar con mœsica: el primero, contar con mœsica en vivo o grabada para que sea escuchada y acompa–ada o utilizada para generar movimientos corporales. En estos casos, la elecci—n del repertorio ser‡ de suma importancia ya que cada tipo de ritmo va a generar sensaciones diferentes, sentimientos de los m‡s variados y movimientos acordes. A la hora de implementar estos juegos, es conveniente contar con repertorios alternativos, ya que cada grupo de personas reaccionar‡ de distinto modo a los mismos est’mulos. En este sentido, es de suma importancia tener en cuenta las diferencias culturales de los grupos, ya que la mœsica es universal pero cada cultura se expresa con sus propios modos musicales. A veces, armamos un repertorio pensando que va a generar determinado clima y, al comenzar a utilizarlo, vemos que lo que surge es distinto a lo esperado. All’ podemos cambiar de mœsica en busca del objetivo deseado o seguir con la que hemos elegido y ver quŽ pasa. A la hora de implementar juegos de cualquier tipo es importante estar abierto a lo que el grupo produce, sea o no lo que esper‡bamos y para esto habr‡ que poner en juego todo nuestro caudal de espontaneidad y creatividad para no acartonarnos en una planificaci—n sin poder tomar lo que se nos ofrece y que puede resultar mucho m‡s rico que lo planeado. El otro modo de trabajar con juegos musicales es generar la producci—n de sonido por parte del grupo que coordinamos. Ya hemos dicho que no es necesario contar con conocimientos tŽcnicos para esto. Para esto, el grupo debe contar con ÒinstrumentosÓ productores de sonido. Estos instrumentos tanto pueden ser tradicionales como de fabricaci—n casera (si es posible, hechos por los propios integrantes del grupo). Con elementos descartables es posible fabricar todo tipo de instrumentos: cajas de cart—n o pl‡stico, tubos, latas, etc. a los que se introduzcan botones, monedas, arroz, etc. sirven a modos de sonajas -maracas caseras- ; bombillas en desuso, ca–as, pueden servir como flautas; botones, tapitas de botella y otros elementos, ensartados en hilos tambiŽn sirven para ser sacudidos r’tmicamente. Hilos de distintos tipos tensados pueden constituir instrumentos de cuerda. Y la imaginaci—n de los miembros del grupo y los coordinadores pueden inventar y combinar elementos y tŽcnicas para armar los m‡s variados instrumentos. Del mismo modo que se usan distintos repertorios de mœsica grabada para generar climas, la producci—n de mœsica a partir de instrumentos, segœn sea el estado emocional del grupo y/o de cada integrante dar‡ como resultado sonidos y ritmos diferentes, expresiones de emociones o temas. Cuando el grupo se ha instalado en una producci—n musical, resulta interesante que el ritmo-mœsica sea acompa–ado por movimientos corporales y hasta dramatizaciones sin palabras que agreguen a la expresi—n r’tmica el lenguaje de los gestos. Una vez que este material ha surgido, es posible incorporar palabras, ya sea para nombrar los sentimientos co- ALQUILER DE CONSULTORIOS SALA PARA REUNIONES Y TALLERES -(Audio, TV y Video)Zona Botánico -Casa reciclada cafetería - Mensajería •Sala de lectura y de encuentro con otros profesionales •Materiales para diagnóstico y tratamiento con niños •Biblioteca Infantil, Ludoteca y Cajas de Juego Informes: 4831-1563 / 15-5310-1020 [email protected] Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana. Eduardo Galeano ORGANIZACIONES Héctor Fainstein [email protected] caseros, etc. ). Doy la consigna de dialogar exclusivamente con los instrumentos sin participaci—n de la palabra. Adem‡s del cambio de clima que se produce en el grupo, se pueden ver claramente las modalidades vinculares y comunicativas de cada uno para despuŽs trabajar grupalmente con ese material: es posible advertir que algunos se comunican con todo el grupo y otros lo hacen con uno o dos solamente, hay quienes ÒhablanÓ y luego escuchan, hay quienes casi no intervienen, hay quienes ÒhablanÓ sin parar y sin escuchar. Hay quienes se comunican dulcemente, otros con agresividad, con interŽs, con desdŽn, etc. Tal vez parezca imposible que la manipulaci—n de instrumentos precarios y caseros permita rescatar tantos elementos. S—lo los invito a que prueben. Otro juego es pedir por turno a cada uno de los miembros del grupo que elija un instrumento y produzca un ritmo, que ser‡ acompa–ado por sus compa–eros que lo har‡n con sus cuerpos. Y las posibilidades son casi infinitas. La creatividad de cada coordinador ser‡ el mejor libro de repertorio. Cuidados y tiempos mo para convocar personajes representativos de sentimientos o pasiones. Me refiero a, por ej. mencionar a Otelo en relaci—n a sentimientos celosos o Job en relaci—n a la paciencia, etc. No es dif’cil comprender, para quienes tengan entrenamiento en juegos, que la producci—n de material que estas actividades generan, dan pie para los m‡s variados usos posteriores de acuerdo al objetivo con que estemos trabajando. Si se tratara de un grupo de reflexi—n con alguna tem‡tica determinada, el curso del trabajo se encaminar‡ hacia dicha tem‡tica. Si el objetivo es lœdico, pueden aparecer tanto los motivos para jugar como las cuestiones que impiden divertirse. En cualquier caso, conectarse con los modos ancestrales de comunicaci—n ayudan a vencer bloqueos sociales, vergŸenzas, timideces a las que est‡ atado el hombre de hoy pero que no eran patrimonio de nuestros antepasados cavern’colas. Los temas m‡s dif’ciles de abordar se tornan sencillos transformados en una danza. La sexualidad puede aparecer en forma m‡s sincera, la agresividad y la violencia pueden canalizarse de modos menos destructivos, los secretos se pueden contar sin palabras (por lo tanto, sin culpas), con sonidos y movimientos. Si pensamos en pacientes con patolog’as muy severas, la envoltura musical es como un b‡lsamo que calma el dolor, ayuda a relajarse, conecta con el placer posible y establece un puente comunicativo entre el paciente y su Yo-auxiliar. En estos casos, m‡s que en cualquier otro, es de suma importancia la cuidadosa selecci—n de la mœsica a utilizar. Y tambiŽn en estos casos, hay que dejarse impresionar por las reacciones del paciente m‡s all‡ de nuestras premisas acerca de la mœsica m‡s adecuada. Puede ser que pensemos en una mœsica suave y el paciente reaccione mejor ante un ritmo m‡s vivo o, por el contrario, tal vez un ritmo suave y lento funcione mejor con un paciente deprimido que un ritmo animado, pese a nuestros supuestos previos. No haber estudiado mœsica no justifica obviar los juegos musicales ya que, como lo hemos visto, los ritmos y la propia mœsica son parte del funcionamiento de nuestro organismo y porque, si alguna vez pudo ser inventada, puede ser reinventada cada d’a. Las experiencias realizadas en los cursos de Juegos Dram‡ticos que vengo dictando dentro del ‡rea de Capacitaci—n continua de la U.B.A., son una permanente confirmaci—n de la riqueza de los Juegos con Mœsica en las actividades grupales. Les cuento algunos juegos: El grupo est‡ debatiendo un tema sin lograr acuerdo. Las voces empiezan a airarse. Interrumpo la actividad y reparto ÒinstrumentosÓ(sonajas de todo tipo, palos de agua, xilofones GRUPO IMAGEN CRISTAL Cada vez que ponemos el cuerpo en movimiento, disparamos sensaciones y emociones, algunas, de alta intensidad. Cuando la actividad grupal termina, cada uno de los participantes regresa a la vida cotidiana: al trabajo, a la familia, en una palabra, a la calle. Es de m‡xima prioridad que el coordinador chequee el estado an’mico de los participantes antes de que se vayan. Es indispensable guardar un espacio de tiempo razonable para la puesta en palabras de lo vivenciado. El trabajo en equipo es fundamental. Ningœn coordinador es tan omnisciente como para coordinar, observar las reacciones de todos y de cada uno y atender a todas las eventualidades que puedan suceder en el transcurso de una actividad. La presencia de otro u otros que acompa–en y observen en forma permanente a los participantes es un recurso invalorable ya que el coordinador puede dedicarse a coordinar y descansar en sus compa–eros de equipo en relaci—n a las reacciones de cada uno. La actividad m‡s ÒinocenteÓ puede evocar en alguien un recuerdo o un vivencia remota de alto contenido emocional que lo conmueva excesivamente. Es el momento para que los colaboradores informen al coordinador lo que est‡ sucediendo, de modo que alguien continœe con la actividad y alguien contenga a quien lo necesite. Nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe despedir a los integrantes del grupo sin asegurarse que est‡n en condiciones de salir a la calle. En m‡s de una oportunidad, alguien que ha salido muy conmovido de una actividad se ha puesto en peligro de sufrir un accidente y al menos en una ocasi—n una alumna m’a me cont— que luego de un grupo donde Òno alcanz— el tiempoÓ para elaborar lo sucedido, sali— a la calle y la atropell— un auto, accidente que estuvo a punto de costarle la vida. Nuestro instrumento psicodram‡tico es maravilloso, œtil y lleno de posibilidades pero... como todos los instrumentos, debe ser utilizado con pericia y con cuidado. Para re-pensar las prácticas de hoy con herramientas del Pensamiento Contemporáneo Raquel Bozzolo ofrece un espacio para diseñar, planificar y supervisar dispositivos grupales, intervenciones institucionales y trabajos comunitarios 4-772-1477 [email protected] / [email protected] Docencia e investigación PROGRAMA DE ACTUALIZACION La Escuela de Psicología Social de Liniers Micropolíticas del pensamiento y la Clínica Siga el Programa Ya comenzó a dictarse gratuitamente por gratuitamente porinternet internet (Microemprendimiento sin fines de lucro) www.imagencristal.com.ar Referentes Teóricos: Deleuze, Guattari, Nietzsche, Spinoza, Blanchot, Foucault A Cargo de: Gilardoni, Larrosa, Sabatini, Thaysen, Zambrini 4704-0436, 4862-9472, 4504-2142 E-mail: [email protected] comunica la Graduación de los primeros 7 Psicólogos Sociales Barriales. Es un orgullo para los responsables, docentes y coordinadores haber acompañado a este grupo de vecinos en esta formación. Norma Españón - Norberto Forgione - Mercedes Alvarez - Ricardo Martinez San Vicente- Gretel Rodriguez Julia Canossa (Psicólogos Sociales), Marita Mendoza y Claudia Rabanaque (Pasantes) Tel: 4653-5046 [email protected] Abierta la Inscripción 2002 La verdadera explicación sencillamente no se puede explicar. Julio Cortázar William G. Dyer (Formación de Equipos -Problemas y alternativasAddison Wesley Iberoamericana, 1988), a quien citamos en los últimos números de Campo Grupal, continúa el análisis de la relación trabajo en equipo - organizaciones desarrollando el concepto del diagnóstico de la necesidad de formar equipos de trabajo. Acerca de estos conceptos se plantea que toda organización se enfrenta a una situación de cambio cuando se detectan situaciones problemáticas en cuanto a sus resultados, y/o cuando se detectan problemas con relación a la dinámica de sus procesos. En cuanto al tema de los resultados, los mismos resultan ser la contracara de los objetivos. Los objetivos son a la planificación lo que los resultados son a la gestión. Toda organización, pues, plantea y se plantea objetivos explícitos y/o implícitos. Estos objetivos tienen como criterio general la posibilidad de medición para poder comparar, en el tiempo, con los resultados de la gestión, con criterios homogéneos. Sea una empresa o una organización sin fines de lucro, en tanto y en cuanto los objetivos no sean alcanzados, en términos de aprendizaje (escuela), rentabilidad (empresa), etc. se puede empezar a considerar la necesidad de formular un proceso de cambio en el cual la formación de equipos es una variedad de la forma en la cual el cambio puede construirse. Dyer plantea, para el caso de una empresa, que un conductor debe considerar la producción, costos, calidad o cantidad de servicios y a la vez, observar a la gente en acción y conversar con ellos acerca del desempeño del trabajo, la forma en que se encaran los procesos y los resultados planteados a alcanzar. En cuanto a los procesos organizacionales el autor plantea dos líneas de pensamiento en cuanto al cambio: si los procesos o la moral de la gente decaen demasiado y afectan los resultados, y si los procesos son demasiado desorganizados (o antiguos, etc) y a los efectos de mejorar la calidad de vida laboral, se empieza a percibir la necesidad de algún tipo de cambio. Para el autor, un programa de formación de equipos comienza cuando cierta preocupación, problema o conjunto de síntomas, provoca que se perciba que la eficacia se ve afectada. Algunos de los síntomas que tienden a la formulación de alternativas de cambio son: -Pérdida de producción o resultados de la unidad. -Incremento de los resentimientos o quejas por el personal -Evidencia de conflictos entre los miembros. -Confusión acerca de las funciones. -Decisiones mal entendidas o practicadas inadecuadamente. -Apatía y falta de interés general o de compromiso para realizar las tareas. -Falta de iniciativa. -Reuniones continuadas e ineficaces del personal, poca participación, falta de búsqueda de nuevas formas de hacer las cosas, mantenimiento del “más de lo mismo”. -Excesiva dependencia del responsable de equipo o área por parte del personal. -Incremento de quejas por parte de usuarios o clientes acerca de la calidad de producto o servicio. -Incremento continuo y poco explicable de costos. Para Dyer, estos síntomas son consecuencias, son el resultado de otros factores que interactúan. Los principales factores causales los trataremos en la próxima edición de Campo Grupal. Campo Grupal / 15 LIBROS La empresa magnética. Enrique Mariscal. Editorial Serendipidad En La Empresa Magnética podemos disfrutar de una lectura simple y directa, con un leguaje trangresor que convoca a repensar de otra manera el ámbito de las organizaciones. Se trabajan, a través de cuarenta y cinco capítulos breves, una idea-fuerza que es precisamente la infinita gama de provocar en cualquier organización generar nuevas estrategias en su actividad productiva y comercial, como así tambien en sus relaciones interpersonales. Nos lleva a comprender lo empresarial como un magno pensamiento. Nos propone educar para la paz e intentar lograr que los grupos desavenidos se complementen en un campo de armonías y no de combate y discriminación, con capacidad vital y espacio para los demás. En uno de sus capítulos intenta una fórmula con la teoria de las tres “i”; es decir que nos hagamos preguntas sobre la identidad, la intregración y la innovación para alimentar sueños y utopías para plasmarlos en lo real. Enrique Mariscal trata de provocarnos a imaginar para que este acto de movilización neuronal ya sea un suceder inmediato de aquello que queremos lograr en el interjuego vincular dentro de la empresa para no caer dentro del fraude intelectual que nos hace perdernos en palabras sin acción . Pero nos habla de una acción creativa basada en los pilares de la honestidad, la humildad y la osadía para estar inmersos en el cosmos de las empresas vivas, las que no se andan siempre comparando sino con las que anhelan ser. El autor describe a través de una metáfora lo nodular que se propuso transmitir con La Empresa Magnética y es aquella que cuenta la historia de un pez que nació en una pecera y que cuando es liberado al mar continuará nadando en circunferencia hasta que no haga un cambio de mentalidad. Pero no la propone desde un facilismo, ni desde una concepción mágica sino desde la experiencia concreta de estar experimentándolo durante años. Rubén Amato Notas de un coordinador docente Final de una cursada Daniel Seghezzo O scilo entre dos tendencias: una, de orden anal’tico-objetivo como si adhiriera a una neo-escuela interaccionista continuadora de Bales- que para satisfacci—n del alumnado me compele a confeccionar el listado de las actitudes de cada uno de acuerdo a las doce categor’as del investigador. Decir: Òesto es lo que he observado, categorizadoÓ, y tal vez, Òdiagnosticado y pronosticadoÓ. Responder a la idea convencional que se tiene sobre lo que es una ÒDevoluci—nÓ en psicolog’a. Otra tendencia, conspira contra estos principios b‡sicos: tomar alguno de los momentos m‡s intensos de la breve/prolongada vida del grupo universitario de los martes a las 18 para entregarme a una actividad de neto corte literario. -Las dificultades iniciales. Lo arduo de explicar la modalidad de trabajo, cuya finalidad es el aprendizaje. Mi artificio tŽcnico - ante las exigencias de la vida universitaria, evito diagnosticar como simple resistencia la vacilaci—n de los alumnos para lanzarse a explorar otras v’as de estudio - es el del rol del Òmaestro que hablaÓ. La clase tradicional. Frente a esto, lo que adjetivo como ÒarduoÓ puede ceder si se aclara que es falso proponer oposiciones metodol—gicas: el aprendizaje desde la experiencia en grupos necesita y exige la elaboraci—n intelectual. En el m‡s ortodoxo sentido winnicottiano transicional, pensar en y desde la misma experiencia psicodram‡tica, por ejemplo, los diferentes enfoques te—ricos sobre los grupos. Revisarlos. Construir hip—tesis. Ensayar nuevos lineamientos. -Agosto. El reencuentro. Cohabito con mi prejuicio de la idea (que atribuyo a los alumnos) de lo ÒporvenirÓ en Din‡mica y TŽcnicas de grupos. Los alumnos y yo en rec’procas auscultaciones. Sobredimensiono la curiosidad y el interŽs por participar de la cursada. -Clase sobre Lewin. La observaci—n de S. en relaci—n a su pregunta sobre el espacio vital. Mi adherencia expositiva me impide pensar en Merleau Ponty. No me interesa esta l’nea de trabajo. Creaci—n Cero. -Sorpresa. El inicio con un planteo abierto de conflicto: M. y la angustia por el fantasma de la exclusi—n. Una se–al de la actividad auto-reguladora del grupo: L. y la invitaci—n al juego. -La clase con multiplicaciones dram‡ticas sobre Òlo que no se entiendeÓ (ÒAprendizajes desde el psicodramaÓ, Campo grupal N¼ 28)). Los elementos beta de Bion. Mi temor a no poder transformarlos en alfa los martes a las 18. -El desconcierto de M. durante la presentaci—n de los supuestos b‡sicos de Bion. Insiste mi temor se–alado m‡s arriba. -El warming durante la presentaci—n de los fundamentos del psicodrama. Viviana, Silvia, Carolina, y Dora. Grupo-m‡quina interesante. Sus compa–eros: atentos, colaboradores, activos. El paisaje de la primavera se anuncia en las texturas sensoriales sugeridas. La tecnolog’a del psicodrama da pautas precisas y su metodolog’a promete ser el dispositivo ideal para el trabajo grupal. Hoy no me importar’a caer en la hipertrofia del ÒgrupismoÓ. -El ejercicio del grupo escult—rico. Las sensibilidades heridas en la integraci—n/exclusi—n. -El juego con la soga. El grupo fluye. El coordinador debe contemplar, no interferir. El grupo se coordina a s’, variante autogestiva. Natalia. Su ÒroboÓ de tŽcnicas como leg’timo apropiamiento. CONSULTORIO PARA PSICOTERAPIA SALA PARA ACTIVIDADES GRUPALES ESTUDIO DE MEDIACIÓN Espacios amplios y luminosos A una cuadra de Av. Corrientes y Av. Pueyrredón Telefax: 4962-4583 ALQUILER DE SALAS Y CONSULTORIOS (Grupos, Talleres. Presentaciones de libros, etc.) CENTRO DE BIOENERGÍA Y CREATIVIDAD Ferrari 286 (1414) Parque Centenario 4857-6963 Campo Grupal / 16 -El ejercicio de las ÒCajasÓ. Andrea. Marcos. Mi interŽs posterior por el modelo del conflicto focal del grupo. Una preocupaci—n se difunde: no herir sentimientos de los integrantes del grupo. Soluci—n: la defensa en un grupo abstracto como depositario de lo escindido. Pongo entre parŽntesis mi necesidad de saber m‡s. -Una entrevista de familias con Layda. Estares del coordinador de grupos. Mis obsesiones pedag—gicas. -Ejercicio de la despedida en el aeropuerto. Un abanico de lugares en el mundo. El compromiso emocional de V. y un di‡logo privado esclarecedor. Los proyectos profesionales. Proyectos de vida. Me detengo a elegir un posible corte sincr—nico para analizar. La c‡mara lenta en psicodrama, un recurso ingenuo que intenta detener el instante que se pierde en el vac’o para olvidar haber sido, observa Beckett desde Dublin. -Carolina y el tiempo. El futuro profesional. Nueva lectura del denominador comœn grupal. ÀEs comœn en tanto lo sea s—lo para el coordinador de grupos? Me pregunto si los grupos (su factibilidad, su nivel de locomoci—n/productividad) no responden a un simple pacto de subjetividades. El misterio de los grupos ser’a inasible incluso para una teor’a del aparato ps’quico grupal. En quŽ medida lo que ignora el coordinador es estructurante grupal de su grupo interno. -Mi lectura fugaz de las cr—nicas de Andrea. Reconsidero entonces quŽ significa estar implicado en un grupo. Lo visible y la fuerza de lo oscuro silencioso. -El placer lœdico en los almohadones voladores. El posible t’tulo para una nota: ÒTensiones estudiantiles vs. Un ideal de catarsis de integraci—nÓ. -Una clase, la fatiga de Dora. Abatimiento. Desde luego, no debo confundir este signo con el supuesto b‡sico de ataque-fuga. Los l’mites de la atenci—n, del rendimiento. Los riesgos de la visi—n monocular narcisista (Pavlovsky), en este caso, la del coordinador. Me fastidian las ausencias de A. y de L. La lectura de sus cr—nicas no las compensan. -Mi olvido sistem‡tico de un nombre. De dos. Suyai impresionada por los avatares de la cl’nica. Se recuerda una visita a la Colonia Montes de Oca. Detalles. La locura. ÀDe quŽ sirve all’ el trabajo con grupos? L’mites y alcances del trabajo grupal. Peligros del ÒgrupismoÓ. Inclinaciones profesionales.Miedos cronificados. -La clase con el notable desplazamiento en F., alguien que no es miembro del grupo. Me gustar’a discutir si esto no es un factor m‡s de cohesi—n externo al grupo. No obstante, creo que ser’a un error interpretar este tipo de fen—meno s—lo como desplazamiento. -La ca’da en una variante de Ògrupismo invertidoÓ por las reiteradas ausencias en las dos œltimas horas. Una apreciaci—n paradojal sobre la compacta cohesi—n de los subgrupos, al mismo tiempo que no me parece conveniente detenerse en ellos durante la puesta en conjunto. Escena temida del coordinador de grupos. Resonancia Cero. -Hoy ÒveoÓ la soga imaginaria de la que tira Natalia. Su gesto de abandono, resignaci—n, derrota. Es mi ÒpunctumÓ. El detalle que distrae, punza, desgarra. No hemos recurrido al elemento fotogr‡fico/semiol—gico de Barthes. En rigor, este listado se puede tomar como un recorrido de punctums personales. Otra forma de referirse a las figuras/fondo. TambiŽn advierto que hice escaso uso (casi nulo) de los se–alamientos y/o interpretaciones grupales. Por alguna raz—n ilusoria creo que esto hubiese licuado ciertos estados de ÒempantanamientoÓ emocional. -Concluyo que el objetivo de la cursada combina una formaci—n sostenida en el trabajo de elementos te—ricos fundamentales articulados con los an‡lisis de los entrenamientos (la experiencia considerada como b‡sica en el entrenamiento para el abordaje de los grupos, pensando en la perspectiva del alumno como coordinador de grupos), y en la permanente discusi—n de las dificultades que esto presenta. -Noviembre. Cierre y el aprendizaje de la separaci—n. Se sospecha que all’ se encuentran nœcleos de creaci—n. Gracias al valioso aporte del grupo de los martes a las 18, la primera camada de psic—logos. Hasta siempre. clinicagrupal.com.ar • Grupos Terapéuticos • Experiencias grupales focalizadas (4 reuniones) • Focos: -Reorientación vocacional profesional. -Patobiografía: una historia desde lo corporal Informes: 48045811 48614488 Lic. Guillermo Vilaseca - Lic. Ana Rothman La mejor manera de librarme de la tentación es caer en ella. Oscar Wilde LIBROS ¿Cómo estamos hoy? Crisis y creatividad: una pareja posible Gabriela Oteyza [email protected] H abitamos un mundo en el cual la palabra crisis no le resulta ajena a nadie o a casi nadie: Òcrisis econ—micaÓ, Òinstituciones en crisisÓ, Òla familia est‡ en crisisÓ, Òcrisis de valoresÓÉ y todas aquellas crisis que nos animemos a nombrar forman parte del discurso cotidiano. Ahora bien ÀQuŽ es una crisis? Si nos remitimos al origen de la palabra crisis, se la utilizaba alrededor del 1700 como Òmutaci—n grave que sobreviene a una enfermedad para mejor’a o empeoramientoÓ, Ómomento decisivo en un asunto de importanciaÓ; lat. Crisis. Tomado del Gr. Krisis Òdecisi—nÓ, derivado de Krino Òyo decido, separo, juzgoÓ1 De esta peque–a palabra de s—lo seis letras, parece haber llegado hasta nuestros d’as parte de su uso original Òa la mutaci—n sobreviene el empeoramientoÓ. Lleva anudada, la mayor’a de las veces, un significado dram‡tico y negativo. Se la suele se–alar como una alteraci—n dr‡stica e indefinible en el curso de un proceso. Esta noci—n de Òlo que irrumpe en forma repentinaÓ nos da la imagen de algo que se presenta en el transcurrir de este proceso, (sea este individual, grupal o social) que nos impide continuar. Impedimento Žste que incluyendo la idea de obst‡culo, lo trasciende, hay un Òalgo m‡sÓ en las situaciones de crisis. Ese algo m‡s estar’a dado por la noci—n de ruptura, en tanto separaci—n, a la cual nos enfrenta la crisis. Ò...R. Thom delimita algunos aspectos fundamentales de la crisis cuando la define como una perturbaci—n temporaria de los mecanismos de regulaci—n de un individuo o conjunto de individuos2...Ó As’ mismo se–ala que s—lo se puede hablar de crisis cuando existe la vivencia subjetiva de crisis. Esta vivencia subjetiva lleva impresa la sensaci—n de amenaza para la integridad del sujeto y de la continuidad del s’ mismo. La crisis puede tener su origen en causas internas vinculadas al desarrollo de los ciclos vitales (por ejemplo adolescencia, edad media, etc.) o a causas externas por alguna situaci—n conflictiva en nuestro entorno familiar y/o social. En ambos casos lo que se pone en juego es la experiencia de pŽrdida, ruptura aquello que se pose’a pasa a ser una carencia. Pensar en tŽrminos de ruptura nos muestra como contracara que all’ donde algo se rompi— exist’a previamente una uni—n, una continuidad. La vivencia subjetiva de crisis nos posiciona en ese espacio entre una pŽrdida que efectivamente ha sucedido y una nueva adquisici—n de la cual aœn no nos hemos apropiado. Nos deja suspendido, sin la capacidad de dar respuesta ante Òla mutaci—nÓ, Òel cambioÓ, por no encontrarnos instrumentados aœn ante lo que irrumpe. Crisis, ruptura, pŽrdida y cambio son tŽrminos que por separado, cada uno de ellos, nos dar‡n una connotaci—n diferente acorde al evento en el cual surgen. Sin embargo si los pensamos entrelazados, formando parte de un mismo proceso, nos permitir‡ de algœn modo dimensionar esta vivencia de amenaza que experimenta un individuo, grupo o sociedad ante una situaci—n de crisis. Vivimos en un contexto social que nos enfrenta a diferentes situaciones de crisis. Si tomamos a modo de ejemplo la familia vemos que el modelo tradicional ya no alcanza para dar respuesta a la demanda de las nuevas generaciones. L’mite, autoridad son conceptos que deben ser redefinidos. Las familias ya no poseen las estructuras fijas que pose’an anteriormente. Hombre y mujer, en tanto gŽnero, comienzan a modificar su posicionamiento y a ocupar espacios que hasta hace poco ocupaba con exclusividad el otro sexo, esto lleva indefectiblemente a la redefinici—n de roles y funciones. Otro tanto sucede en el mundo laboral, los viejos c—digos del buen empleado que por tal ten’a asegurada su continuidad laboral y en muchos casos su ascenso en la escala, ya no bastan, no sonsuficientes. Incertidumbre laboral, desempleo, nuevas modalida- El arte de vivir su vida VINCULOS CREATIVOS Niños, adolescentes y adultos Dr. Gerardo Smolar Member of the International Institute for Bioenergetic Analysis PSICOTERAPIA BIOENERGETICA Y EXPRESION CREATIVA Individual, pareja, familiar y grupal Carrera de Operador en PSICOLOGêA SOCIAL Directora: Lic. Gladys Adamson T’tulo Oficial Terciario y articulaci—n Universitaria Oficializaci—n de T’tulos para Psic—logos Sociales Ferrari 286 (1414) Parque Centenario 4855-2772 4857-6963 E-mail: [email protected] Website: www.salud-latina.com/instituciones/bioenergia TAM ALU BIEN P MN OS ARA DE L CENTRO DE BIOENERGIA Y CREATIVIDAD Int del erior Pa’ s Director: Dr. Gerardo Smolar ENTRENAMIENTO CORPORAL OPERATIVO Thames 2485 1º Piso Sistema que integra la Gimnasia Tradicional y la Moderna Escuela de Trabajo Corporal Bioenergetico ABIERTA LA INSCRIPCION 2002 Saavedra 77 (1878) Quilmes Tel: 4224-5590 Tel/Fax: 4253-1170: www.psicosocialdelsur.com.ar ¥ [email protected] Contrapoder, una introducción, pretende dar cuenta de una introducción. Lo que intenta pensar es la emergencia de una nueva sociabilidad no capitalista -verdadera contraofensiva- y la difusión de las hipótesis del contrapoder. Esto es: pensar a la luz del debate argentino y latinoamericano la radicalidad de las experiencias de lucha que surgen aquí y en el mundo. Este libro tiene dos partes: una primera -Sobre el contrapoder- que tiene cuatro trabajos inéditos a cargo de Miguel Benasayag (filósofo argentino radicado en Francia desde su exilio que desarrolla investigaciones sobre anti-psiquiatría, derechos humanos y la sociedad mediática), John Holloway (teórico marxista escocés radicado en México, desde donde trabaja sus hipótesis a partir del zapatismo), Toni Negri (filósofo italiano de larga trayectoria política e intelectual que actualmente cumple una condena de 30 años de prisión en Roma) y el Colectivo Situaciones. La segunda parte -Por una filosofía de la praxis- consta de una larga y sugerente conversación que el grupo editor realizó en octubre pasado con Toni Negri en Italia. Y a continuación una serie de comentarios críticos de esa charla a cargo de John Holloway, Horacio González (intelectual y docente argentino, director de la revista de crítica cultural El ojo mocho), Luis Mattini (autor del libro Hombres y mujeres del PRT-ERP y La política como subversión) y Ulrich Brand (activo militante internacionalista y politólogo alemán). El Colectivo Situaciones, editor de este trabajo, es un colectivo de investigación autónoma y militante que, además, ha publicado tres cuadernos: con los H.I.J.O.S. discutiendo la práctica del escrache; con los Tupamaros de Uruguay, sobre la organización política y la representación; y con el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (MOCASE) sobre su experiencia comunitaria y de resistencia. Situaciones pretende ser un proyecto de lectura "interna" de las luchas, una fenomenología (una genealogía) y no una descripción "objetiva". Porque sólo de esta forma el pensamiento asume una función creadora, afirmativa, para dejar de ser una mera reproducción de lo existente. Y porque sólo en esa fidelidad con la inmanencia, el pensamiento es aporte real, dinámico, lo cual es todo lo contrario de la elaboración de un programa o un esquema que encasille y sature las prácticas. Rosana Fernandez Member of The International Institute for Bioenergetic Analysis Nueva sede en Capital Federal Escuela de Psicología Social del Sur Contrapoder: una introducción. Ediciones De mano en mano Veces semanales 1 2 3 Pago mensual $20.$30.$40.- Casa reciclada en Palermo Viejo CONEXION + RENDIMIENTO VIENEN 2 - PAGA 1 5 Consultorios - Sala Coordinado por: NICOLAS MAZZONE Alquiler x hora - mensual Profesor de Educación Física - Operador de Biocreatividad Ferrari 286 - (1414) Pque. Centenario 4855-2772 4857-6963 E-mail: [email protected] Website: www.salud-latina.com/instituciones/bioenergia No conoces a tu pareja hasta que no la enfrentas en un juicio por alimentos. Norman Mailer 4831-6272 4832-5625 Secretaría y mensajería permanente Atención de 8 a 22 hs. Campo Grupal / 17 VERANO EN LA CASONA CULTURAL HUMAHUACA ALQUILER DE SALAS PARA TALLERES DE SALUD EDUCACIîN, ARTE, FIESTAS Teatro Espont‡neo Abierto: òltima funci—n del a–o de Teatro Espont‡neo. Coordina Grupo TEA. Viernes 7 a las 19: 30 hs. 8 y 9 de diciembre: "III JORNADAS DE EDUCACIîN POR EL JUEGO". Grupo, juego, creatividad, tercera edad, expresi—n, teatro espont‡neo, juegos psicodram‡ticos, nuevos lenguajes, marketing y mesa de reflexi—n de REDES. Participaci—n de: Gabriel Garz—n, Sergio Fain, Eduardo Sanchez, Escuela de Teatro La Luna, Grupo TEA, Grupo Tinaterra, Rom‡n Mazzilli, Delegado Comunal Antol’n Magallanes. Organizan : Los del Marco y Casona Cultural Humahuaca. Arancel: $ 25, 15 de diciembre: fiesta callejera de lanzamiento mapa cultural del Abasto. Una muestra en vivo de las actividades culturales del Abasto. Desde las 16 hs. en Guardia Vieja entre Gallo y AgŸero y en Nabuco (ex Babilonia Ð Guardia vieja 3360). No se suspende por lluvia. No te lo pierdas!!! Zona de Juego: juegos vivenciales para j—venes y adultos. Coordinado por Los del Marco. òltimo encuentro del a–o. Viernes 28 a las 19:30 hs. Visitas Guiadas: "El Abasto: una recorrida por el barrio de ayer y de hoy". Salida desde la Casona. S‡bado 1 y domingo 16 a las 16 hs. VENI A VER LA CASONA en el Verano. Si est‡s buscando lugares paa dar talleres, cursos y jornadas para el ciclo 2002. Se reciben Proyectos. des contractuales nos ubican en un lugar en donde las viejas certezas han perdido la eficacia de sostener. Los c—digos han cambiado, los valores tradicionales parecer’an caer en desuso. Las personas no encuentran que hacer frente a esto. Se desecha lo viejo y se adscribe a lo nuevo para sentir que Òse perteneceÓ, sin la convicci—n de lo que se hace. Nos movemos en un mundo en permanente cambio lo cual parecer’a someternos a una constante de crisisadaptaci—n- crisis. Cada cambio sea este positivo o negativo nos enfrenta a una pŽrdida Significativamente el verbo perder tiene entre sus acepciones dos que me gustar’a se–alarÓ: dejar de poseer, o no hallar uno la cosa que pose’a/ fig. no hallar el modo de salir de una dificultad. Ante la crisis que irrumpe produciendo la ruptura de la continuidad se intenta hallar lo que se pose’a impidiŽndonos de este modo hallar el modo de salir. En tanto separaci—n y elecci—n podemos pensar la crisis como un proceso din‡mico en el cual debe producirse una separaci—n antes que pueda darse una elecci—n; entre ambos un Òentre- tiempoÓ de un antes y un despuŽs. Esta interrelaci—n implica que no se puede concebir ningœn elemento sin el otro, solo en tanto exista una separaci—n previa podr‡ darse una elecci—n. Es en este Òentre- tiempoÓ donde el sujeto reedita esta primer vivencia de pŽrdida (la del nacimiento) y de amenaza a su s’- mismo lo cual lo llevara a buscar el apoyo de un otro El sujeto buscar‡ por una lado reforzar el sostŽn ante la vivencia de desprotecci—n, sostŽn que le servir‡ adem‡s como modelo identificatorio ante la sensaci—n de amenaza a su identidad. Por otro lado en esta relaci—n sostenedor- sostenido se deber‡ producir un punto de contacto y cercan’a para instalar la autoestima y la confianza. Contacto y cercan’a que deber‡ asimismo operar como l’mite que marque la diferencia y permita el desarrollo de la autonom’a. La situaci—n de crisis pone de manifiesto los modelos de resoluci—n que uno tiene inscripto segœn la propia historia vincular. Esta historia particular permitir‡ la elaboraci—n de la crisis de diferentes maneras; si el contacto y la cercan’a se produjo sin posibilidad de diferenciaci—n reforzar‡ en el sujeto la dependencia. Por otro lado si el l’mite impuesto en la bœsqueda de la diferenciaci—n se presenta como desprotecci—n se reforzar‡n las tendencias al aisla- PARA VARONES • que hicieron "todo lo que debían", pero no se sienten felices. • dispuestos a transformar sus crisis en oportunidades. • comprometidos con seguir la brújula de sus deseos. • decididos a encontrar la plenitud en cada ciclo vital. • interesados en interrogarse respecto a cómo establecen sus relaciones con: amigos, parejas, hijos, sobrinos, padres, tios, jefes, empleados, compañeros... • ocupados en optimizar su vinculo con el trabajo y/o profesión • deseosos de instalarse con plenitud en la paternidad. miento. Por œltimo si de dio de una manera fluida y creativa se generar‡ un espacio de intercambio con el entorno. Entre los recursos m‡s importantes con los que cuenta el sujeto en este intercambio con el entorno estar’a la conducta creativa en donde toda la persona est‡ implicada. Enfrentar creativamente una crisis implica una serie de actitudes y aptitudes que permitir‡n su abordaje de un modo menos dram‡tico. Dentro del campo actitudinal podr’a mencionar: la tolerancia a la ambigŸedad, complejidad, incertidumbre y desorden que la situaci—n presenta. La tolerancia tiene su equivalente actitudinal en la flexibilidad intelectual; esta nos lleva a romper con los convencionalismos, mŽtodos o estructuras dadas reemplaz‡ndolas por diferentes puntos de vista. Una persona creativa cambia f‡cilmente, sin tensi—n mental de una estructura a otra, de una direcci—n a otra del pensamiento. La sensibilidad a los problemas es otro factor caracter’stico de la persona creativa. Busca, indaga, pregunta. Esta sensibilidad le permite una mayor apertura hacia los hechos o experiencias y a las propias necesidades, sentimientos y emociones. Por œltimo me gustar’a se–alar la Independencia perceptiva e intelectual que le permitir‡ captar diversidad de enfoques ante la misma situaci—n, desarrollando la capacidad de reorganizar la experiencia. Para terminar, si me permiten, voy a recurrir a un recurso b’blico: ÒQuien este libre de crisis, que arroje la primera piedraÓ. Ninguna piedra fue arrojada. Lo que s’ cambia en cada uno es el peso de la piedra y nuestra relaci—n hacia ella. Podemos abordar la crisis desde una mentalidad censuradora, actitud incorporada a partir de las distintas experiencia vividas en el ‡mbito familiar, educativo, social que nos van cargando de exigencias en el cumplimiento de prohibiciones o prescripciones. O bien podemos abordarla desde una mentalidad reconocedora que eliminando la exigencia del Òdeber’aÓ, favorezca una percepci—n m‡s amplia de la situaci—n, as’ como de una mayor libertad para la elaboraci—n de las respuestas desde un lugar m‡s creativo. Ò...Crear es recrear la realidad con nuevos significadosÓ3 Citas: 1 Corominas, Joan: ÒBreve diccionario etimol—gico de la lengua castellanaÓ Tercera Edici—n; Gredos. 2 Thom, R.:1976-ÒCrise et catastropheÓ. Citado en Ka‘s, Rene.: ÓCrisis, ruptura y Superaci—nÓ. 3 Torre, S: ÓCreatividad: QuŽ es, c—mo medirla, c—mo potenciarlaÓ, Barcelona:Ediser. www.varones.com.ar Grupos de reflexión. Talleres de capacitación en estrategias de cambio Coordinador: Lic. Guillermo Augusto Vilaseca Miembro de IASOM International Asociation for Studies of Men Informes : 54 11 4804-5811 [email protected] En Enero abierto de martes a s‡bados de 17 a 24 hs. Bar - CafŽ a la calle. En el verano tambiŽn talleres de juego, creatividad, informate . . . Humahuaca 3508 Abasto / Capital 4862/5369 [email protected] Campo Grupal / 18 Odio a un romano llamado Status Quo. Ray Bradbury AGENDA PALABRA DE LECTOR Sr Director de Campo Grupal: El cuerpo como variable de ajuste Curso de Formación Psicoanalítica Taller de verano, los jueves de enero: Sostenemos que actualmente el cuerpo ha cobrado una dimensión tanto subjetiva como social diferente, se ha trastocado su imaginario y pensamos que hoy es utilizado como una variable de ajuste más. Proponemos una modalidad de trabajo de taller con técnicas corporales y psicodramáticas que faciliten la concientización y elaboración de los modos en que impacta la actualidad social en nuestro cuerpo trabajando las tensiones y dolores corporales relacionables con situaciones de crisis. Espacio-taller-investigación a cargo de Lic. Mónica Groisman y Lic. Adriana González. Informes e inscripción: 4857-0855 / 1724. " [email protected]" Abierta la Inscripción Año 2002 Cursos estivales e invernales Un Sábado mensual de Trabajo Teórico- Clínico Curso 1- Dirigido a psicólogos, psicólogos sociales, médicos, educadores, T. Ocupacionales, T. Corporales, psicomotricistas, musicoterapeutas y estudiantes avanzados de esas carreras y afines. Curso 2- Dirigido a psicoanalistas con actividad clínica (privada o institucional). Taller Intensivo -Una amena Introducción al Psicoanálisis a partir de la historia y fundamentos terapéuticos de esta disciplina. Dirigido a curiosos e interesados en general (incluyendo psicoanalistas). Adecuados para residentes en Capital y provincias. Directora: Lic. Marta Toppelberg Informes e Inscripción: Teléfono (5411) 4962-6905 E-mail: [email protected] Fundación Martínez-Bouquet "Diálogos acerca del poder, la violencia y la paz" Se invita a compartir la expresión de sentimientos y la reflexión acerca de los sucesos mundiales y nacionales. Domingo 9 de diciembre, de 18 a 21 hs. Actividad no arancelada. Güemes 3950 Capital Te/Fax: 4831-3738/6197 Seminarios de Verano FUNDARED (Fundación para el desarrollo de las Redes Sociales) 4 clases en enero y/o febrero Redes Sociales: Vivir, pensar y actuar de otro modo Coordinación: Lic. Elina Dabas y Dra. Denise Najmanovich II Seminario Residencial "Inmersión en Redes Sociales" del 15 al 19 de mayo- Córdoba- Argentina Coordinación: Lic. Elina Dabas y Dra. Denise Najmanovich Docente invitado: Ps. Joaquín Rodríguez Nebot (Uruguay) 4 días de convivencia en la magia de las sierras, viviendo, pensando y construyendo estrategias de trabajo en redes. Curso anual: Redes Sociales: Vivir, pensar y actuar de otro modo. Inicia: abril 2002 Coordinación: Lic. Elina Dabas y Dra. Denise Najmanovich INFORMES: 011 4867 0935 ó [email protected] Capacitación en Coordinación de Grupos Dir. Lic. Graciela Jasiner. Programa con Multirecursos Técnicos y Pasantías de Entrenamiento. ARANCELES REDUCIDOS!!!! En diciembre y enero se realizarán reuniones informativas sobre el ciclo 2002. Informes: 4833-7808. e-mail: [email protected] Curso Introductorio de Juegos Teatrales Un puente entre la realidad y la imaginación Jueves 3-10-17-24-31 de enero de 2002 - 19,30 hs. Taller de la Silueta Gimnasia consciente, movimiento y creatividad para investigar las posibilidades expresivas del cuerpo. Sábados 5-12-19-26 de enero de 2002 - 10 hs. LA ESCALERA, ESPACIO DE ARTE Avda. Juan B. Justo 889 - Cap .te: 4774-6533/4772-8496 Talleres Vivenciales Gestálticos Centro de Estudios Gestálticos y Técnicas Psicoterapéuticas Taller sobre Femenino - Masculino Trabajaremos el reconocimiento del aspecto receptivo y el de acción de cada uno y especialmente su esencia, identidad, discriminación e interacción. Precio : 25 $. Sábado 15 de diciembre 10 a 13 hs. Taller para parejas Trabajaremos los modelos de salud, amor y buena comunicación. Aprenderemos a evitar interacciones discordantes y favorecer la armonía amorosa. Precio : 35 $ cada pareja. Viernes 21 de diciembre 20 a 23 hs. La inscripción en los talleres es telefónica preferentemente o por mail 4821-7426 [email protected] Los talleres volverán a realizarse en Enero y Febrero Psicoastrología Toliman comienza la inscripción para los cursos del año 2002, para lo cual se realizarán reuniones previas gratuitas en Enero, Febrero y Marzo. Tambien se encuentra abierta la inscripción para los talleres de reflexión de verano. INFORMES: 5787-0729 y 5787-0696 de lunes a viernes de 14 a 21 hs. mail: [email protected] http://www.toliman.com Consultor en P.N.L. Una nueva carrera y nueva oportunidad de trabajo. Qué es y en que se aplica la P.N.L (PROGRAMACIÓN NEURO-LINGÜÍSTICA) Charlas Informativas Gratutitas: Jueves 6, lunes 10, jueves 13 y martes 18 de diciembre a las 19 horas. Informes e inscripción: Beruti 2576 Capital Federal Tel. 4825-4512/ 4822-7690 e-mail: [email protected] Filosofía para la vida cotidiana Ya está en las librerías de todo el país “Artes del buen vivir”, de Roxana Kreimer, el primer libro sobre Consultoría Filosófica que se publica en la Argentina (Editorial Anarres). El libro presenta por un lado una reflexión en torno a distintos temas que hacen al desarrollo de la vida humana y a los que la filosofía tiene mucho que aportar, y por el otro el modo en que estos análisis operan en la práctica de la Consultoría Filosófica. El sufrimiento, las relaciones amorosas, el trabajo, la muerte, los modelos diversos de bienestar, la envidia, la ira, la culpa, el perdón, los modelos de virtud, la amistad, las relaciones familiares y la resolución cotidiana de problemas son tópicos que la tradición filosófica ha desarrollado profusamente y sobre los cuales aún tiene mucho para decir. Estas artes del buen vivir abrevan en más de dos mil años de herencia filosófica, a partir de los cuales se procura sumar discusiones y consideraciones asociadas con estrategias deseables para la sociedad contemporánea. Instituto de la Máscara Abierta la Inscripción 2002 a cursos, talleres y seminarios. Charlas informativas gratuitas. Cursos de Verano: -Entrenamiento Corporal -Construcción de Máscaras -Trabajo Corporal Expresivo Informes e inscripción: Uriarte 2322. Tel./fax: 4775-5424/3135 Email: [email protected]. Pagina web: www.mascarainstituto.com.ar Universidad de la Marina Mercante La UdeMM ofrece las siguientes carreras para el ciclo 2002: Licenciatura en Psicología Licenciatura en Relaciones Públicas Licenciatura en Administración de Recursos Humanos. Lleva adelante, tambien, un Posgrado en Gestión de Recursos Humanos y Desarrollo Organizacional. Toda otra información se puede solicitar en Av.Rivadavia 2258 - Capital Federal, por teléfono al (011) 4953-9000- o al mail: [email protected]. Red Argentina de Facilitadores Desde Mayo de 2001 vinen reuniéndose un grupo de facilitadores de distintas áreas aprendiendo unos de otros, distintas técnicas, metodologías y especializaciones en lo que hace a la Facilitación de procesos. El 12 de diciembre realizaran la última reunión del año con un taller facilitado por Francisco Ingouville y Patricio Nelson quienes enseñan negociación "Ganador-Ganador" a organizaciones del tercer sector, empresas privadas, funcionarios de gobierno, políticos, comunidades indígenas, etc. Suelen entrenar en talleres de dos o más días. El 12 de diciembre darán una muestra de 3 horas del tipo de trabajo que hacen en esos cursos. Quienes quieran participar de este taller gratuito envien un mail a [email protected] Sabado 8-19hs.. "Te contamos un cuento". Coordina: Cristina Villanueva. Sabado 15-19hs.: "Un cuento contado por,,," Sabado 22-19hs.: Charla debate "Para amar hay que saber morir", sobre cuento "La mujer esqueleto". Coordina: Gustavo Grimbank Nicaragua 5802 Capital Tel: 4772-9221. Herramientas Clínicas desde Deleuze y Guattari Cartografías Clínicas - Diagnósticas y Terapéuticas – - Esquizodrama : Cuerpo , Escena y Devenir - Cine : Resonancia y Multiplicación Dispositivos para la Intervención Operativa Convoca: Grupo Nómade (Maria Laura Mendez, Daniel Ferioli y Daniel Tarnovsky) Martes 20,30 a 22,30 hs. / Loria 806. 3º 1 (esq. México) Te : 4957-8419 / 4374-0238 E-Mail: [email protected] Re-Comienza: Marzo de 2002 Operación Psicosocial en las Organizaciones 4to. Seminario Anual Duración de Abril a Diciembre de 2002 - Frecuencia semanal Director del Seminario Carlos Martínez Consultor en Aprendizaje Organizacional - Psicólogo Social Organiza CONFLUENCIA psicosocial 4633 - 8144 / 154 421 - 9586 email: [email protected] Abordajes de A.L.E.F. A.L.E.F es una institución especializada en el abordaje clínico de diversas sintomatologías actuales como ser angustia, pánico, depresión, problemas de pareja, etc. Su centro asistencial atiende en forma individual o grupal a niños, adolescentes y adultos con honorarios institucionales. también se realizan actividades y charlas de extención comunitaria. Informes: L. a V. de 15 a 19 hs. al 4777-9782 E-mail: [email protected] Psicología Social Psicoanalítica La Escuela Psicoanalítica de Psicología Social ha abierto la inscripción para la Carrera de Psicología Social orientación Psicoanalítica (turnos mañana o noche, para alumnos de Capital e Interior) como asimismo para los Cursos de Posgrado de Formación en Psicoanálisis y de Coordinación Psicoanalítica de Grupos Operativos. Sede: Caballito: Cucha Cucha 722, informes tel-fax 4433-4988. Sede Belgrano, Jorge Newbery 1864, lunes y miércoles de 9:30 a 11:30 y de 19:30 a 21:30. Site: www.psicosocial.com.ar E-mail: [email protected] El Bancadero Orientación individual y Terapia grupal $ 7 Pareja - Familia - Sexología - Biofeedback Curso Introducción a las Técnicas Grupales: Miércoles 19 hs. Asistencia Jurídico-Psicológica - Miércoles 10 hs Autoestima de desocupación - Miércoles 18 hs. Curso de Acompañamiento Terapéutico Curso de Terapia Cognitiva Carlos Gardel 3185, 2º f 4862-0944 http://www.geocities.com/elbanca Posgrado diferente en Psicología Social El Estudio Inés Moreno tiene abierta la inscripción para su carrares terciarias con título oficial: Técnico en conducción educativa; Técnico en juego y creatividad; Técnico en recreación con modalidad a distancia. Informes: Virrey del Pino 2714 Tel-Fax: 4785-3273 E-mail: [email protected] Web: www.inesmoreno.com.ar La diferencia que aporta este posgrado es que se halla centrado en la revisión crítica de lo aprehendido, añadiendo la incursión en algunos puntos ciegos de la formación. Se trabajará durante tres horas semanalmente, en cuatro módulos interdependientes, durante el año 2002. Así, cada semana del mes incursionaremos en un módulo con diferente modalidad de trabajo. Los cuatro módulos son: 1- Repensando acerca de algunos clichés de la formación, y deconstruyéndolos. 2- Técnicas de acción y coordinación. 3- Articulaciones entre el pensamiento de Pichon-Riviere con otros autores (Freud, Bion, Anzieu, Reich, Foucault, Derrida, entre otros.) 4 -Teoria y tecnica en el diseño y coordinación de talleres. El posgrado será dictado por el Lic. Ricardo Klein. Para mayor información comunicate al 4775-7960, o por mail a: [email protected] Verano porteño Juego y creatividad Carreras Terciarias en el Ines Moreno Grupo terapéutico.Honorarios accesibles. Lic. Daniel Seghezzo.TE.: 4823-1922. L.Mi.V. /noche. Diciembre en el Espacio Mirador Sabado 1-19 hs.: "Dale que te cuento". Coordina Cristina Villanueva. Vienes 7: Veni a escuchar musica. ‘Campo Grupal’ en Santiago de Chile El Estudio Inés Moreno abre la inscripción de las actividades con certificación de cursada: Escuela de juegos; Escuela de creatividad; Conducción de grupos especializado en técnicas lúdicas y expresivas. Todas se dictan en dos modalidades: durante la semana y también una vez por mes. Informes: Virrey del Pino 2714 Tel-Fax: 4785-3273 PSICOLOGIA SOCIAL Curso para la formación de Educadores Familiares y Comunitarios. Objetivo principal del Curso-Taller: Conformar equipos de prevención en problemáticas psico-sociales. Psicología y Ciencias Sociales Merced 820 Loc. 18 / Fono 632-0983 Huerfanos 611 / Fono 638-7363 Av. Apoquindo 5701 Loc. 43 / Fono 202-5460 www.libreriaolejnik.com Coordinación general: Lic. Maria de los Angeles Grattagliano Arancel: $ 35 por mes. El curso está programado con la participación de prestigiosos especialistas. • Se entregarán certificados Dia: Jueves de 19 a 21,30 hs. En el Instituto San Ambrosio Darregueyra 2445 Cap. Tel: 4553-8052 Yo fui un pájaro cuando tuve un trompo. Roberto Jorge Santoro Soy Operadora en Psicología Social y trabajo como docente en una escuela primaria de la Provinciade Buenos Aires. Como coordinadora del taller ‘Mujer y Trabajo’ participé del XVI Encuentro Nacional de Mujeres que se realizó en la ciudad de La Plata los días 18, 19 y 20 de agosto. Decidí escribir mis sensaciones desde el lugar de coordinadora, ya que ésta fue mi primera experiencia en ese rol. Todo un desafío, por la cantidad de participantes de los grupos (40-50 mujeres) y por la particularidad del encuentrotaller: reuniones de 3 horas, mañana y tarde, durante 3 días y elaboración de conclusiones grupales consensuadas. El texto que envío a continuación es entonces mi visión sobre el devenir grupal de estos encuentros. Nancy Guzmán Mujer y trabajo Las mujeres se encuentran, se autoconvocan. Son muchas, vienen del interior, atraviesan el país, contextuadas en flagrantes rebeliones, absurdos y mentiras mediáticas, ocultamientos y obviedades diarias. No tienen prensa, no tienen medios. Y son oposición, protesta, propuesta. Son referencia de los cortes populares contra los recortes gubernamentales. Vienen a expresar su angustia cotidiana por las persecuciones, las detenciones, las necesidades, las urgencias de la mayoría. Exigen coordinación entre las luchas. Y entonces yo, coordinadora, voy pensando las contradicciones y mis contradicciones. ¿Qué es lo operativo para este grupo que transita en un cara a cara vertiginoso durante las intensas y escasas horas del encuentro? Urgencia para poner la palabra, oratoria al bajar línea, fuerza para acaparar el silencio. Tensión en los cuerpos que escapan de la sumisión del fin de la historia. Nada de micropolítica, es política pura, es historia en proceso, es lucha por el poder y no sólo contra el poder. Las mujeres se desajustan, entran y salen, ninguna pertenece a ningún taller. La coordinación es más que nunca un lugar privilegiado de escucha de líneas, propuestas, experiencias. Flotar entre líneas que bajan y por momentos cierran el intercambio. Luego una apertura, reconociendo el resto que quedará para el debate que seguirá afuera. Una mujer llora, por no animarse al piquete, miedo y culpa. Se expone lo cotidiano, provoca interrogación, desde esquemas diferentes. Luego vendrá el sentir y la contención. Las respuestas problematizadas al segundo, esto es dialéctica pura, como dice el tango. Chau, no va más, se abren nuevas preguntas, se confrontan líneas, pero no de fuga posmoderna. Son líneas curvas, de un espiral instituyente, que puja por romper acuerdos y propone salirse y decidir. Es macropolítica, femenina y revolucionaria. PSICOTERAPIA GRUPAL FOCALIZADA EN TRASTORNOS PSICOSOMÁTICOS Pequeños grupos trabajando para resolver asma, hipertensión arterial, estrés, obesidad, alergias... Coordinador: Dr. Raúl Sintes Solicitar entrevista al 4923-1443 Campo Grupal / 19 ¡Sólo por el verano! La colección completa de Campo Grupal (30 ediciones) a sólo $ 30.Podrá adquirirla únicamente en la redacción de la revista (Conesa 473 P.B. ‘B’ Capital - Tel: 4553-1226) durante los meses de diciembre de 2001, y enero y febrero de 2002 Campo Grupal / 20 Nunca olvido una cara, pero contigo haré una excepción. Groucho Marx
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