Intelectual y frívola - Galera
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Intelectual y frívola - Galera
G A L E R A Intelectual y frívola Número 12, febrero 2010 editorial ligeros de equipaje quiénes somos volver Propietario y director comercial Marco Simeone [email protected] Director editorial Esteban Feune de Colombi [email protected] Director de arte Juan Moreno [email protected] E n una época en la que incluso los más marginados suelen vestirse de forma casi idéntica, la moda – ¿ética de los menos inteligentes?– se parece demasiado a sí misma. Tal vez por eso las personas, repartidas muy prolijamente en tribus –o en “targets”, de acuerdo con el discurso de “las marcas”–, tienden a mimetizarse. ¿Será por miedo, comodidad, falta de inventiva, pereza, etiqueta? ¿Por qué no logramos diferenciarnos los unos de los otros? ¿Será porque somos muchos, quizá demasiados en este “quién es quién” diabólico? La única consigna clara radica en que debemos dejarnos llevar por el instinto y olvidarnos un rato de lo que piensan los demás. Sólo de esa forma conseguiremos pasear por la vida vestidos, pero ligeros de equipaje, no importa cual sean la temporada ni los dictados del modisto. Director de fotografía Brian Kazez [email protected] Colaboran Lucila Ivanoski (producción), Wally Diamante, Facundo Garayalde, Damien Gueras (fotos De la galera y Adivina), Justina Cantón (ilustración Paco Jamandreu), Mass Moda (El último grito), Cecilia Hernando Doldan (traducción del Manifiesto) y Javier Velasco (Grandes vestimentas). Número doce, febrero de 2010 Tirada: 7.500 ejemplares Muchas gracias Susana Giménez, Inés Hernández, Juancho Cane, Matías Garda, Cecilia Cabral, Diego Gravinese, Alejandro Brulando, Tomás Donlon, Eduardo García Mansilla, Lucía Irazusta, Claudia Akian, Sol Maunier, Martín Egozcue, Josefina Basaldua y a todos los que nos conocen. Galera Intelectual y Frívola es una publicación de Marco Simeone (CUIL 20-93923078-6), French 3112 (Ciudad de Buenos Aires). Prensa y relaciones públicas Grupo Mass PR [email protected] Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido publicado en esta edición. Hecho el depósito que marca la ley 11.723. Galera se consigue en: Hotel Faena, Tienda Malba, Bar 6, Roho, Pic Nic, Ruth Benzacar, Isidro Miranda, Elsi del Río y Farinelli. Las opiniones de los entrevistados y los artículos no reflejan necesariamente la opinión de quienes hacen Galera Intelectual y Frívola. Impresión Akian Gráfica Editora Clay 2992 / 4773-6245 Esta foto fue tomada en 1969 –¡qué año!– por nada menos que Linda o Paul McCartney durante el festejo de Mardi Gras, en Nueva Orleans. La protagonista es Stella, la hija de ambos; en ese entonces, tenía dos años y medio. Hoy, es una de las diseñadoras de moda más prestigiosas del mundo . Distribución y logística Intersexion SRL inter-sexion.com.ar lo bueno, lo malo o lo regular a [email protected] Foto: Cortesía MPL ciencias sociales Justin Portman en la fiesta de Lacoste. Mumi y Olivia Mihanovich en La Huella. María Cher y Diego Romero en Chivas Studio. Chochas, Luli Kuksy y Ailin Bisi en el evento de Corona en The Setai. Nacha Guevara en una de las funciones de Mucho más que dos, en el teatro del Yoo. Facundo Pieres y Paula Chaves en la fiesta de Chivas. Maxi Iotti y un amigo en Corona Sunset. Eduardo García Mansilla, María Anchorena, Michelle Cameron y Henry Arguello en el fiestón de Lacoste. Dolores Barreiro y Matías Camisani en el espacio de Freddo, en la fiesta de Pancho Dotto. Esmeralda Mitre, Alexia Mallmann, Vanesa Fernández y María Campos en el clásico festejo de Lacoste en La Huella. Soledad Ainesa en el Running Tour de Adidas. Agus Bothglink escondiendo su originalísima cartera oso. Isabel Firmin Didot, Valli Martelli, Cecilia Sartorius y Laura Orcoyen en La Huella. Roy García junto a sus dos hijos en el nuevo local de Converse en La Barra. Alfredo Casero, luego de probar el maravilloso Honda City en Punta del Este. La deseada máquina de Power Plate en el gimnasio de Playa Grande, en Mar del Plata. Rossella y Patricia Della Giovampaolla en la fiesta de Fiat, en Tequila. Alejandro Gravier y Valeria Mazza en el cumple de Diego Impagliazzo, festejado en Casa Suaya. 10 visionario patadas de chancho A “En este país despiadado, ser puto, ser pobre o ser Eva Perón es la misma cosa”, solía decir Francisco “Paco” Jamandreu, modisto y confesor de quien fue la gran mujer del peronismo. De hecho, resulta muy curioso que haya nacido un ¡17 de octubre! de 1925. Su carrera empezó en el cine, adonde incursionó como vestuarista en los films Historias de crímenes y El misterioso tío Silas, entre otros. Con respecto a Evita, Jamandreu se encargó de ultramodernizar su look –diseñó, por ejemplo, el traje sastre príncipe de Gales con cuello de terciopelo oscuro–, creando ese aspecto de mujer trabajadora y elegante que paseaba por la vida adornada con las joyas de Van Cleef & Arpels y, más tarde, vestida por modistos franceses cuyos vestidos debía, en algunos casos, arreglar él mismo. En La cabeza contra el suelo, su libro de memorias, el diseñador escribió: “En el probador, charlando con sus amigos, Evita era de una fragilidad y una feminidad increíbles; en la Plaza de Mayo, esas características se transformaba en una fuerza arrolladora”. Jamandreu murió en 1995, a pocos meses de cumplir 70 años. nte la pregunta “¿qué les resulta asqueroso?”, formulada en nuestra página en Facebook, nos contestaron, entre otras cosas, lo siguiente: 1) La mayonesa; 2) El baño de la plaza Sarmiento, en Rosario; 3) El queso azul; 4) Las mujeres que no se lavan el pelo para que les dure el brushing; 5) La gente que come caca ajena; 6) La falta de honestidad con uno mismo; 7) El mondongo; 8) Las arañas; 9) La gente que habla cuando se está lavando los dientes (¡puaj!); 10) Ricardo Fort; 11) Aquellos a los que les gusta explotar puntos negros ajenos; 12) Los políticos; 13) Los nenes bien que se las saben todas y se llevan el mundo por delante. orfirio Ruborosa, alias “Rubí”, fue un diplomático dominicano que devino rápidamente en un hábil y reputadísimo playboy. Se comenta, de hecho, que su fama de refinado mujeriego –se levantó, entre otras, a Zsa Zsa Gabor, Veronica Lake, Ava Gardner, Marilyn Monroe, Dolores del Río, Kim Novak, Danielle Darrieux y Rita Hayworth– inspiró la creación del personaje de James Bond. Además, por si fuera poco, Rubí fue piloto de Fórmula 1, buscador de tesoros, polista y boxeador. Cuando se desempeñaba como embajador de su país en Argentina, intentó seducir, en vano, a Eva Perón. P U ¿Qué le dijo un bosque a otro bosque? Y vos, ¿qué? N ombres comunes de la cicuta, según Wikipedia: “acebuda, acedura, anises, azecuta, budoños, canaveira, caneja, canerla, cañaeja, cañafierro, cañafleja, cañafloja, cañaheja, cañaherla, cañahierro, cañahueca, cañajierra, cañaleja, cañaloca, cañas hierras, cañasiero, cañaveira, cañaveleira, cañavera, cañigarro, cañiguerra, cañonceja, cañuelaceguta, capazos, cecuta, chicuta, chifletes, cibuta, ciguda, ciguta, dibleto, embude, embudejo, embue, entremisa, floridos, hierba loca, huelemanos, jecuta, linojo, mastrancho, mexacan, perejil de las brujas, perejil de tontos, perejil lobuno, perejil montisco, perejilón, sarnosa, secuta, siblatos, tetas de embudo, zecuta”. ¿Cómo puede una planta tener tantos nombres comunes? no de nuestros corresponsales secretos está viajando por Latinoamérica desde hace algunos meses. En un simpático correo electrónico que nos manda desde la ciudad peruana de Iquitos, cuenta que, en Montañita, Ecuador, asistió a una ceremonia de ayahuasca conducida por el chamán Jorge. Así resume su experiencia: “Tomé tres vasitos de ‘medicina’, jamás tuve ganas de moverme, en las brasas reveladoras me vi naciendo -¡vi cómo salía del vientre de mi madre!– y, doce horas después de estar sentado, envuelto en una manta, asistiendo a mi propia e implacable lucidez, me levanté para ir al baño entre luces verdes y rojas que poblaban mi campo de visión”. D icen los que saben que no va a dejar de llover. Dicen los que saben que mi corazón va a sanar y va a volver a quebrarse. Dicen los que saben que el mejor castellano de Latinoamérica se habla en Colombia. Dicen los que saben que lean los Diálogos de Platón pues todo, todo, todo está ahí. Dicen los que saben que el lugar top del verano en Punta fue Casa Suaya. Dicen los que saben que no se pierdan las canciones del músico etíope Mulatu Astatke. Dicen los que saben que el peor castellano de Latinoamérica se habla en Chile. Dicen los que saben que el punto ideal del camembert es cuando está casi podrido (para eso, ¡no hay que guardarlo en la heladera!). Dicen los que saben que está de moda manejar despacio, tipo viejo choto. Dicen los que saben que, como dijo el divino Marqués, “algún culillo sangrará”. Dicen los que saben que basta de terremotos, ¡basta! Dicen los que saben: ¿qué onda con los dealers en verano? Dicen los que saben que vuelven el fax y el walkman. Dicen los que saben que ya no hay aparato sin su Moleskine. Dicen los que saben que el Papa va a canonizar a Gilda y a Rodrigo. Manténganse atentos a lo que dicen los que saben. 11 12 lugares trastienda de tapa E l restaurateur peruano José Castro Mendivil estudió, entre otras cosas, Marketing en Nueva York y Gastronomía en Londres. Luego, fundó Osaka en Buenos Aires y, hace dos años, Sipan, una exquisita cevichería que cuenta con una sede en el microcentro porteño y otra en Manantiales, Punta del Este. La expansión de Sipan no se queda ahí pues Castro Mendivil planea instalar sucursales 13 en Brasil y Estados Unidos. La propuesta del restaurant se basa en platos de pescados y mariscos, como el ceviche o el tiracuya, cocinados de acuerdo con la tradición peruana, pero en el marco de un contexto contemporáneo. Otra de las vedettes de Sipan –el nombre proviene de un alto monarca de la cultura mochica del siglo III cuya tumba fue descubierta en 1987– es la barra de piscos importados de Perú. Si se te hace agua la boca… Un bodrio espectacular L a conmovedora foto que ilustra la tapa de este número nos la cedió Susana Giménez. Ella la atesora, junto con otras muy pocas, en la mesa de luz de su cuarto. Se trata de una imagen que fue tomada en 1976, durante la filmación de Tú me enloqueces, la única película que Sandro escribió, dirigió y protagonizó. Luego de esa experiencia en conjunto, él y Susana quedaron ligados afectivamente para siempre. Quizá valga la pena recordar unas palabras que el Gitano deslizó con mucho sentido del humor, duran- te una entrevista, pocos meses antes de su muerte: “Dirigí a Susana en un bodrio espectacular llamado Tú me enloqueces. En esa época, estaba la censura y no podíamos hacer escenas subidas de tono. Era como tener que grabar con Lita de Lázzari”. 16 ciencias sociales bis MINI.COM.AR Julieta Kemble en Corona Sunset, en The Setai. Karina El Azem y Roberto Pettinato en la comida de Honda en Ohno Bistró. Dolores Trull y Ale Pueyrredón en el Yoo Punta del Este. HAY MUY POCOS MINI CON CONTROL PANEL. LA OPORTUNIDAD QUE ESPERABAS, NO TE ESPERA. Gonzalo Quesada en la apertura del Converse Store en La Barra. Carla Peterson en el Running Tour de Adidas en Montoya. Jorge Brito (h) probó la nueva moto BMW en la Casa de la marca en José Ignacio. Rosario y Julieta Ortega en la previa del show de Alfredo Casero en el Yoo. Gastón Gaudio en la comida de Mini Cooper en La Huella. MINI CONTROL PANEL Un sistema que te informa todo lo que necesitás saber de tu MINI, permitiéndote además sincronizar tu celular con Bluetooth y controlar el sistema de audio. Pedilo en los concesionarios MINI. Morita e Inés Peralta Ramos junto a Nieves Zuberbuhler en el local de Jackie Smith en La Barra. Pampita Ardohain en Casa Suaya junto al nuevo Fiat Línea. Red de concesionarios oficiales MINI Capital y GBA: MINI Bremen + MINI Trepat Rosario: MINI Natalio Mendoza: MINI Genco de la galera ¿Cuál es tu estado mental más frecuente? Entre el pasado y el futuro… ¿Cuál es tu estado mental más frecuente? Inquieto. ¿Qué fue exactamente lo último que rompiste? El dedo chiquito del pie contra una silla de madera. ¿Qué fue exactamente lo último que rompiste? La luz de la moto. ¿Cuál es tu expresión de cabecera? “Vamos para adelante, esto recién empieza”. ¿Cuál es tu expresión de cabecera? “¡Ni idea!”. ¿Con qué personaje histórico harías el amor hasta el cansancio? No hago nada hasta el cansancio. ¿Con qué personaje histórico harías el amor hasta el cansancio? No hago nada hasta el cansancio. ¿Cuál es tu mayor extravagancia? No estar en Facebook. ¿Cuál es tu mayor extravagancia? Soy una persona muy normal. ¿Qué talento desearías tener? Pintar. ¿Qué talento desearías tener? Tocar el piano. ¿Cuál es tu puteada predilecta? “La concha de la lora”. ¿Cuál es tu puteada predilecta? “La concha del tero”. ¿Cómo te gustaría morir? Comiendo. ¿En qué estás pensando? En estar más para adentro y en la colección de verano que viene. Si fueras maga, ¿qué harías salir de la galera? Hogares para los niños en la calle. 18 LUPE VILLAR MARTIN EGOZCUE ¿Cómo te gustaría morir? Como no quiero morir, no pienso en eso. ¿En qué estás pensando? En cómo van a ser mis tres hijos cuando crezcan. Si fueras mago, ¿qué harías salir de la galera? Políticos decentes que piensen realmente en la gente. 19 vidriera E ste óleo sobre tela de Diego Gravinese se llama Floored y está orgullosamente recién salido del horno. Forma parte de una serie de obras de gran formato que el artista está realizando para la galería neoyorquina Margaret Thatcher Projects. Solución del enigma anterior: Nacha Guevara. 20 adivina adivinador E sta bellísima cola canta como los dioses, es íntima de Cerati, tiene doble apellido y un nombre en diminutivo. Esos datos deberían bastar para descubrir a qué joven rubia le pertenece... 21 22 el manifiesto Escrito en 2006 por la diseñadora británica Vivienne Westwood con motivo del lanzamiento de una de sus irreverentes colecciones, el manifiesto Resistencia Activa a la Propaganda se propone alejarnos de la fiebre del consumo. Hago una gran proclama por mi manifiesto, para que penetre hasta la raíz del predicamento humano y ofrezca una solución subyacente. Tenemos una elección: convertirnos en seres más cultivados y, por lo tanto, más humanos –o, al no elegir, ser un animal destructor y autodestructivo, las víctimas de nuestro propio ingenio (ser o no ser)–. Comenzaremos por la búsqueda del arte, por demostrar que el arte proporciona cultura y que la cultura es el antídoto a la propaganda. Queridos amigos, todos amamos el arte y algunos de ustedes hasta proclaman ser artistas. Sin jueces, no existe el arte. Él sólo existe cuando lo conocemos. ¿Existe ciertamente? La respuesta a esa pregunta es de vital importancia ya que, si el arte está vivo, el mundo cambiará. Sin arte no hay progreso. Debemos averiguarlo, ir en pos del arte. ¡Pero esperen! ¿Quién es aquel que se presenta con trenzas ardientes de rabia, dientes de oro y un par de pistolones abrazados a su cinturón? Es un pirata. ¿Y qué dice en su camiseta? “Amo la mierda” (el pirata entrega a Vivienne Westwood una guirnalda hawaiana de flores plásticas) Pirata: “Dejamelo todo a mí. Yo robo por vos. Quedate conmigo y quizá obtengas un poco del botín. Mi nombre es Progreso.” Pero tú has robado la imaginación. Ya casi nadie hoy cree en la posibilidad de un mundo mejor. ¿Cuál es el futuro del beneficio ilimitado en un mundo finito? Pirata Progreso: “Me encantan ustedes, los artistas, pero, confíen en mí o no, me los llevaré conmigo si yo caigo y todos arderemos juntos” (las trenzas arden en llamas y, con una risa terrible, el pirata desaparece en una nube de humo negro seguido de la oscura noche). (Aún en la oscuridad) Él no es el Progreso. Debe haberse robado el nombre. (La cara desafiante del Pirata Progreso aparece y desaparece como el gato de Cheshire y regresa la luz). El verdadero progreso, como lo pensaron los griegos, es ilimitado. ¿Cómo pueden las cosas mejorar si hay límites? Hermosa Doncella Esclava: “Todo debe tener un fin. Para progresar y avanzar en cualquier sentido, uno debe saber hacia donde se dirige. Un fin no puede ser algo que elegís por otra razón. Por ejemplo, el dinero no es un fin sino el medio para obtener un fin. Y es por esa razón que yo debo ser libre”. “¡Soy tan feliz! Soy la famosa Rhodopis (mejillas sonrosadas). Mi amo amasó una fortuna vendiendo mi cuerpo, pero ahora mi amante pagará un vasto rescate, aun mayor que lo que mis futuras ganancias pudieran ser. ¡Oh libertad! Yo creía que tú eras mi fin, pero ahora veo que eres sólo un principio. ¿Puedo ser feliz cuando otros esclavos no tienen un objetivo? El único fin verdadero debe ser la felicidad –pero no sólo para una persona–. Veo ahora que el progreso puede ser un fin sin límites ya que siempre existe un mejor modo de vivir. A pesar de que podamos progresar hacia una felicidad mayor, como fin siempre se nos escapará y eso es algo bueno porque, si alguna vez alcanzamos el paraíso, estaremos todos muertos”. Niño Esclavo: “Un esclavo no es una persona sino un objeto. Un objeto puede ser un auto, un martillo o un esclavo. Destruye el alma, para ser preciso. Pero mi madre me enseñó a sobrevivir. Debo intentar comprender el mundo y de ese modo no perderé mi alma, sé quien soy”. Cuando me dijo adiós, murmuró: “Ama la libertad, pero olvídate de la llave pues ella sólo da una vuelta. Te amo”. Alicia: “Ella era tu espejo. Su amor te mostró quien eras. Ella creía en vos”. Una obra de arte puede mostrarnos como somos –quienes somos y nuestro lugar en el mundo–. Es un espejo que imita a la vida. Alicia: “Esos espejos convexos y redondos son muy buenos –ves muchas cosas, pero en forma concentrada–, ves lo grande y lo pequeño al mismo tiempo –necesitas hacer entrar todas las cosas en un microcosmos que también debe reflejar–”. Volviendo a los amantes del arte, recién le explicaba lo siguiente a Pinocho. Pinocho: “Ahora que soy un chico, quiero ser un luchador de la libertad”. ¡Acción! Nada es posible sin arte. Ven con nosotros para averiguar si el arte está vivo, primero tendríamos que saber quién es él. ¡Vamos al liceo! Alicia se dirige a Pinocho: “Vamos a ver a Aristóteles. Su análisis de la tragedia griega es un desglose tan objetivo que sirve para definir el arte en general y en todas sus formas –lo que es y lo que no es–”. Luego, encontrándose solos, se dicen: “Debemos regresar y encontrar a los otros”. Pinocho: “Ahí hay un tipo que vive en un barril”. Diógenes: “Me cago y me hago pajas frente a la gente de la calle como un perro: soy el cínico. El Gran Alejandro vino a verme y preguntó si podía hacerme un favor. Nadie mejor que yo. Le dije que se corriera porque me tapaba la luz. Soy famoso porque tengo las pelotas para hacer lo que quiero. Y no quiero muchas cosas”. Pinocho: “Genial, ¡encontré el arte! Podría ser Diógenes II. Me llamaré a mí mismo un artista del pis y haré mucho dinero”. Vengan, niños. Alicia, estamos esperando que nos presentes a Aristóteles. Y Pinocho, estás siendo tonto. A pesar de que Diógenes está obsesionado consigo mismo, él no cree en nada y menos en sí mismo. Por eso, es un cínico. Esta auto-promoción, este hacer lo que a uno se le ocurre es una falsa filosofía de vida. No, no, no es auto-indulgencia sino auto-disciplina lo que hace a un individuo. Y tú, en especial, necesitarás de autodisciplina si quieres ser un luchador de la libertad. Pinocho: “Tenés razón. Diógenes parecía bastante feliz, pero es sólo una pose. Muy aburrido, no podría mantenerla. Ja, ja, ¡quedarme en eso! Podría vender esperma enlatado. Grandes oportunidades de marketing”. Alicia (sarcástica): “¡Ay, que obsceno!”. Aristóteles, un caballero griego, vestido impecablemente –en contraste con Diógenes–, toma el centro de la escena. Alicia se para a su lado. Alicia: “Aristóteles se refiere al escritor de tragedias como ‘el poeta’. La tragedia griega estaba expresada en verso, pero eso no es lo importante. Lo que define al poeta es que es un imitador –como un pintor o cualquier otro creador de imágenes–. Si un historiador debiera escribir su historia completa en verso, eso no lo convertiría en un poeta ya que habla de cosas que han sucedido en la vida real y eso no es imitación”. La imitación es el trabajo de la imaginación. El rol del poeta es hablar de cosas que podrían pasar, cosas que son posibles. Aristóteles agrega que el poeta puede imitar a la vida no como es sino como debería ser. El modo en que Aristóteles describe la tragedia es muy similar a la idea de tomar el microcosmos y meter cosas dentro de él. Aristóteles: “Porque la tragedia no es una imitación de hombres individuales sino de acciones y de vida. Es en la acción donde la felicidad y la infelicidad se encuentran y el fin al que aspiramos es una suerte de actividad, no de cualidad; de acuerdo con su carácter, los hombres son de determinada calidad y, de acuerdo con sus acciones, son afortunados o lo inverso. Consecuentemente, no es por el propósito de presentar sus personajes que los agentes se engranan en la acción sino más bien por el fin de sus acciones y que las mismas tomen las personalidades que poseen. Por ende, lo que sucede –o sea, la trama– es el fin por el cual una tragedia existe y el fin, o propósito, es la cosa más importante de todas”. Alicia: “Querido Aristóteles, gracias por establecer los vínculos entre carácter, acción y fortuna. Te recuerdo que alguna vez dijiste que el carácter es un hábito personal de elección moral. Pero, por favor, contanos ahora lo que querés decir cuando describís a un trabajo de imitación –en este caso, la tragedia– como ‘el todo’”. Aristóteles: “Los eventos que forman parte de la trama deben estar organizados de forma tal que si alguno de ellos cambia de lugar o se quita, el todo se verá sacudido y descolocado pues, si la presencia o ausencia de una cosa no produce una diferencia discernible, dicha cosa no es parte del todo” (Aristóteles se retira). Alicia: “Así es como me siento acerca de Velásquez. Esa exhibición fue la cosa más poderosa que haya visto; aun así, su trabajo es tan minimalista y reducido. La gente en los cuadros era tan real que a veces pensaba que no estaban allí, especialmente en el medio segundo antes de voltearme para mirarlo otra vez –¡la pintura era tan delgada!–, me quedé tan atónita que deseaba derretirme en una piscina en el suelo”. Uno puede comenzar a asimilar algo acerca de la obsesión que la gente ha tenido respecto del círculo como una forma perfecta. Una obra de arte es, entonces, una imitación reducida a su esencia, de tal forma que constituye un todo –un microcosmos–. Definimos la objetividad cuando vemos las cosas como son. La vida real no es objetiva –nunca podemos ver el cuadro completo–. Es caótica y continua, un revoltijo de particularidades en donde los eventos son devorados por el flujo de las circunstancias. ¿Cómo puede el artista ser objetivo cuando él mismo forma parte del cambio? Necesita un hecho fijo en donde pararse –un standard, una medida, un modelo–. Alice: “¡Decimelo a mí! Si no hubiera algo fijo en el mundo, entonces te encontrarías en el País de las Maravillas, en donde todo cambia, incluyéndote a vos. Terminás tratando de jugar al cróquet con un flamenco en vez de con un martillo y la pelota es un puercoespín que sale corriendo”. Un puercoespín debe comprender el mundo desde el punto de vista de un puercoespín y nosotros debemos entenderlo desde una perspectiva humana. Tenemos un standard fijo –atemporal, universal, reconocible–. Nos referimos a él como Naturaleza Humana Representativa (NHR). Es la clave de este manifiesto: Vos o yo –como individuos– cambiamos, pero hay algo típico acerca de nosotros que no cambia. Cuando decimos “el hombre es la medida de todas las cosas”, nos referimos a aquello inmutable: el hombre, tanto en su naturaleza general y de acuerdo con sus tipos variables: eso es NHR. Aristóteles da eso por sentado cuando dice: “De acuerdo con su carácter, los hombres son de determinada calidad y, de acuerdo con sus acciones, toman las personalidades que poseen”. También dice que los mejores personajes en una obra son aquellos con los que podemos empatizar –“alguien como nosotros”–. Por ejemplo, los personajes de Chaucer están tan vivos para nosotros hoy que cuando fueron inventados: atemporales –fuera del tiempo, nos hablan del genio humano–. Cada detalle ilumina el tipo y es lo que llamamos lo universal en lo particular – “alguien como nosotros”–. No estamos diciendo que el arte debe ser confinado a la representación de seres humanos: decimos que el arte debe ser representacional –ya que es en la imitación que yace la objetividad–. En la práctica, a través del medio de la NHR, el artista obtiene interiorización imaginativa directa dentro de la naturaleza general de las cosas: su visión se extiende al modelo. Consideren al maestro chino, el pintor de bambú: tenemos un objeto común –él no–, ego, NHR. Y él se extiende más allá del modelo y comprende el código y la naturaleza del bambú. Vemos a través de sus ojos su propio poema particular de la vida. Consideren la divina música de Bach: Bach es pura objetividad, la más representativa del hombre por ser la menos egoísta frente a su talento. La música todavía no ha sido conceptualizada por la mafia del arte, aunque lo están intentando. No aceptamos una sinfonía compuesta con las últimas tres teclas de un piano roto, acompañada por bolitas tiradas en forma aleatoria sobre un urinal. Aun así, su equivalente es el último grito de la moda en las artes visuales. (¿No tienen ya sobredosis de “estar en la última”?). Ítems seleccionados de la vida real y mostrados como arte no representan una visión de la vida. El famoso urinal sigue siendo un urinal, no importa lo que hagas con él. (¡Ok! La semántica visual y la capacidad de presentación –no el arte, no un instrumento musical–). Es la imitación lo que revela la totalidad del cuadro. ¿Y el arte abstracto? ¡Un abstracto que no representa ningún objeto! Y se baña en subjetividad. Académico, todo está en la mente –la mente del pintor–. Desafortunadamente, no somos todos lectores de mentes y el trabajo no nos da ninguna pista. ¡Él podrá pensar que ha descubierto el gran secreto del universo! Se lo llevará a la tumba. No hay territorio común en el cual el artista y el amante del arte puedan reunirse porque no hay objetividad ni control de la imaginación. Alicia: “¡Hola, señor Conejo Blanco! ¡Por favor, pare un momento! El artista acaba de producir un gigante agujero en la pared. Tal vez, pensó que era un ‘todo’. Estoy segura de que usted tiene un interesante punto de vista respecto de los agujeros”. Conejo Blanco: “Negativo” (se escapa). Agente de un artista: “Soberbia ironía intelectual. ¡Muy bueno!”. Sombrerero Loco: “¿Qué quieres decir con que no somos lectores de mentes? Todos tenemos un agujero en la cabeza y podemos llenarlo con cualquier ‘todo’ que queramos” (se cambia el precio del sombrero de 10 a 10 millones de libras). Pinocho: “Yo voy a ser un pintor real y un luchador de la libertad. He estado dibujando en secreto para ver el mundo como debería ser –eso no puede ser malo para un luchador de la libertad–. Un trabajo duro, eso sí”. Pepe Grillo: “Pinocho, tú sabes que hay dos lados en las personas, el burro y el niño –el yo que quiere vivir en el mundo de los juguetes versus el yo que quiere crecer–. Es la lucha interna entre hacer lo que se te antoja y ser fiel a tu mejor yo lo que humaniza a una marioneta”. Pinocho: “Querido grillito, ¡aún salgo a dar vueltas para divertirme! Pero sí, esta voz interior me dice siempre: ‘Pinocho, ¡no seas tonto! Yo soy tu genio humano. ¡Escúchame a mí!’”. Pinocho, el futuro entero del arte esté en riesgo y depende de ti y de otros controlar tu imaginación y escuchar a tu mejor yo –tu genio humano–. La imaginación es la fuerza conductora en la naturaleza humana, pero es probable que se vuelva salvaje y escape al caos del deseo interminable, del hambre insatisfecha y la alienación. Pinocho: “¡Alienación! ¡Maldición! Esas orejas de burro. Qué terrible precio a pagar. ¡Pobre Polilla!” (el amigo de Pinocho que en el mundo de los juguetes se convierte en asno y cuyo amo cruel lo hace trabajar hasta la muerte). La forma en la que controlamos nuestra imaginación es mediante la imaginación misma –o, más bien, a través de su “mejor yo”–, la parte ética. La imaginación ética es un chequeo interno que prefiere ver las cosas como son. Cuestiona el arte: ¿es probable?, ¿posible?, ¿podría ser de otra forma? Los clasicistas del siglo XVII le objetaban a la obra de Corneille, El Cid, que no era posible –porque no era ni normal ni “natural” que a la heroína se le permitiera casarse con el asesino de su padre, que esto era bizarro, extremo y por ende falto de ética–. Ese podría parecer un claro ejemplo para que la critica lo decida y aun así provocó una batalla de opiniones. No hay reglas, cada persona debe decidir. (Aunque no estamos totalmente en el medio del mar, tenemos una referencia en la NHR). Para el gran artista, la imaginación ética es absoluta, nunca deja de explorarla y cultivarla. Para el amante del arte, se posee en grados diferen- tes, pero todos pueden cultivarla. Es intuitiva, obtienes toda la imaginación mirando hacia el interior y te vas haciendo mejor con la práctica, a través de la comparación –entre obras de arte y la vida real–. Necesitas la energía de una vida entera. En general: el verdadero artista es siempre fiel a su arte; el impostor es inseguro, demuestra su idea, proyectando su teoría, su ego y, por ejemplo, las figuras del pintor no son ideas prestadas que los muestran a ellos mismos hablando, muriendo, soñando –lo hacen–. Son de ellos y están VIVAS –y las flores no nos están mostrando cuan hermosas son o cuan extrañas: son lo que son–. ¡No el invento por el invento! El invento debe servir al propósito del arte. El arte está vivo mientras controlemos nuestra imaginación. El objeto del arte es la objetividad –cobra vida cuando somos objetivos, cuando la vemos tal como es–. Sin jueces no hay arte ni cultura ya que el arte proporciona cultura –porque la objetividad en el arte es una experiencia centralizadora y unificadora–: 1. El artista, tomando la NHR como su modelo, presenta una imitación de la vida. Aspiramos a esa imagen. La imagen puede ser hermosa o fea. Observamos nuestra cara humana y nos preguntamos: ¿podría ser de otro modo? 2. Por ende, la NHR es la autoridad sobre la cual se apoya la cultura. La cultura debe apoyarse en algo que se sostenga: una autoridad, una creencia. Pero nuestra autoridad no es el dogma de una autoridad externa (no hay necesidad de Dios para proporcionar cemento social o llenar el vacío espiritual) sino la autoridad de un consenso –de la experiencia compartida–. 3. A través de la cultura nos movemos hacia el centro, que es infinito. Es más humano, vivo y abierto a mejorar porque depende del juicio privado de cada uno de nosotros –que es nuestro tercer factor, el chequeo interno: la imaginación ética–. Definimos la cultura como: la exploración y cultivación de la humanidad a través del arte. Algunos puntos aún a desarrollar: 1. Whistler (James Abbott McNeill): “El artista no tiene más responsabilidad que con su propio arte”. No hay progreso en el arte. 2. Simposio acerca de la cultura –nadie sabe lo que es–. 3. La cultura vencerá a la propaganda, a la naturaleza de la propaganda. 4. Descubrimos el progreso. 23 Fin del viaje. 24 árbol genealógico el último grito Alexander McQueen Diseñador de modas inglés. Nació en 1969 y murió en 2010. No tuvo hijos. Ronald McQueen: Ése es el nombre de su padre, un taxista londinense que tuvo, además de a Lee Alexander, a otros cinco hijos. Björk: En la tapa del disco Homogenic, la cantante está vestida por McQueen. Príncipe Carlos: Cuando trabajaba en una famosa sastrería de Londres, McQueen se ocupó de vestirlo y se rumorea que, en un forro invisible de un pantalón, hizo bordar la inscripción “I’m a cunt”. Kate Moss: Luego de que los flashes sorprendieran a la modelo británica tomando cocaína, McQueen lució una remera, en uno de sus desfiles, con la inscripción “We love you, Kate”, estampada en el pecho. Givenchy: Allí empezó a trabajar en 1996, cuando lo nombraron “sucesor” de John Galliano, pero rápidamente sintió que su libertad creativa se veía bloqueada por los directivos del grupo LVMH, propietario de la marca. D Isabella Blow: La excéntrica editora y estilista británica fue quien descubrió al diseñador apenas se graduó de la prestigiosa escuela Saint Martin’s. Blow se suicidó en 2007 y su muerte traumó a McQueen. Gucci: La famosa casa italiana compró las acciones mayoritarias de su marca en diciembre de 2000. John Galliano: Compartieron el premio al “mejor diseñador británico” en 1997. McQueen recibió ese galardón en otras tres oportunidades. Kingdom: Así se llamó el primer perfume que lanzó al mercado, en 2003. esde su entretenidísimo blog Style Rookie (www.tavi-thenewgirlintown.blogspot.com), la irreverente Tavi Gevinson, ¡de tan sólo 13 años!, baja línea sobre el universo actual de la moda con un criterio que parece dejar a todos anonadados. Tal es así, que se ha convertido en la nueva estrella mundial del circuito fashion. A ver: se asoció hace un año con Borders & Frontiers para diseñar y vender sus propias remeras, asiste a la primera fila de los desfiles de Marc Jacobs en Londres o de Comme des Garçons en Tokio, la leen miles de personas por día, escucha a los Pixies y la entrevistan en Vogue o en el New York Times. Oriunda de Chicago, esta niña de aspecto borderline empuja sin miedo y con coraje las fronteras del buen gusto y se anima a todo. ¿A qué? Bueno, en términos de estilo, a mezclar sombreros del siglo XIX con medias brillantes de H & M, camperas de cuero vintage, plataformas eternas, anteojos de nerd y un pelo teñido de gris ceniza. 25 26
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