RESISTENCIA BACTERIANA
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RESISTENCIA BACTERIANA
nº 31 RESISTENCIA BACTERIANA La resistencia bacteriana a los antibióticos es consustancial a su utilización. La respuesta bacteriana forma parte de la respuesta a la presión selectiva que fuerzan los propios antibióticos. A estas alturas todos hemos asumido que este problema es una cuestión de salud pública y es necesario un cambio de actitud que implique a los técnicos y veterinarios, a la industria y a los ganaderos para romper el círculo vicioso de las resistencias. El término resistencia, en sentido estricto, se refiere al comportamiento in vitro de un determinado antibiótico frente a un germen pero, además, conviene tener en cuenta al interpretar las concentraciones mínimas inhibitorias (CMI), que también hay que valorar las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas del antibiótico elegido, así como el lugar concreto en el que debe actuar y el sitio donde se produce la infección. En este sentido, es fundamental tener presente la diferencia que existe entre los conceptos microbiológico y clínico de resistencia. En el laboratorio se expresa como un incremento significativo en la CMI en el antibiograma. El concepto clínico de resistencia alude, de una forma más específica, a la localización de la infección y a los niveles de antibiótico alcanzados tanto a nivel tisular como sérico, por lo que la CMI tiene un significado completamente diferente dependiendo de la infección que se está tratando. El círculo vicioso de las resistencias a antibióticos: mecanismos para minimizarlo. FC: farmacocinética; FD: farmacodinámica. Uso de antibióticos menos seleccionadores de resistencias Evitar dosis subóptimas: - Poco activos - Dosis inadecuadas - Duración prolongada Desarrollo de vacunas 34 Presión Antibiótica Desarrollo de resistencias Causas de resistencias: - Indicación inadecuada de antibióticos - Administración/cumplimiento inadecuados - Tratamientos largos Conocer FC/FD - Dosis adecuadas - Uso del más activo de su clase Fracaso Clínico El empleo de antibióticos, más aún si es inapropiado, desencadena una respuesta bacteriana defensiva y, en consecuencia, la aparición de patógenos resistentes. Por ello, frente a los mecanismos de acción de los diferentes antibióticos, nos encontramos los mecanismos de resistencia que las bacterias desarrollan para protegerse de los mismos. Dicha resistencia puede ser bien natural/vertical (condicionada por una serie de determinantes genéticos constantes en algunas especies y que transmiten a la descendencia) o adquirida/ horizontal que aparece por cambios puntuales en el DNA (resistencia cromosómica) o por la adquisición de éste (plásmidos, trasposones, integrones). no pueda actuar. Sobre esta mutación actúa luego la selección ejercida por el antibiótico. Las resistencias cromosómicas dan lugar, en general, a cambios estructurales, que suelen ser graduales. Se producen por mutaciones en el proceso de replicación del ADN. Estas mutaciones pueden generar grandes -y algunas veces rápidos- cambios en el nivel de resistencia, como es el caso de la estreptomicina cuya CIM puede aumentar mil veces a través de una sola mutación. La mayoría de las veces, las mutaciones son escalonadas, lentas, como en el caso de las quinolonas. Esto requiere una mutación Principales dianas y mecanismos de acción de los antibióticos Diana Inhibición enzimática murA air (racemasa) ddl (ligasa) murG Transglucosilasas Fosfomicina Transpeptidasas Betalactámicos Fosfatasa del difosfato de undecaprenilo ARNr 16s (centro de decodificación) ARNr 23s Peptidil-transferasa Tunel Dominio II ARNs Proteinas ribosómicas Sintetasa de isoleucil- ARNt Girasa, topoisomerasa IV ARN-polimerasa ADN-dependiente Sintetasa de dihidropteroato Reductasa de dihidrofolato ADN Fijación a sustrato Otros mecanismos Efecto inhibitorio o lesivo Síntesis peptidoglucano Cicloserina Síntesis peptidoglucano Síntesis peptidoglucano Síntesis peptidoglucano (Ramoplanina) Glucopéptidos (ramoplanina) Glucopéptidos Bacitracina Síntesis peptidoglucano Síntesis peptidoglucano Aminoglucósidos tetraciclinas Cloranfenicol, linezolida, clindamicina, estreptograminas, (retapamulina) Macrólidos, cetólidos, estreptograminas, cetólidos Síntesis proteica Síntesis proteica Acido fusídico Síntesis proteica Nitrofurantoína Mupirocina Quinolonas Rifamicinas (tiacumicina B) Sulfamidas Trimetoprima Ácidos nucleicos y proteinas Membrana externa de gramnegativos Membrana citoplasmática Síntesis proteica Síntesis proteica Síntesis ADN y ARNm Síntesis ARNm Inhibición de la síntesis de ácidos nucleicos Inhibición de la síntesis de ácidos nucleicos Nitrofurantoína Lesión directa del ADN Metronidazol y análogos Lesión directa de ácidos nucleicos y proteinas Colistina Desestructuración de la membrana externa Daptomicina, Permeabilización de la membrana posiblemente nuevos citoplasmática glucopéptidos (dalbavancina) ADN: ácido desoxirribonucleico; ARN: ácido ribonucleico; ARNm mensajero; ARNr ARN ribosómico. Los antibióticos entre paréntesis se encuentran en distintas fases de desarrollo clínico. La ramoplanina (lipopéptido) y la tiacumicina B (macrólido de 18 carbonos estám siendo ensayados en el tratamiento de la diarrea por Clostridium difficile, la retapamulina (una pleuromutilina) con actividad fremte a Staphylococcus pyogenes está pendiente de aprobación como antibiótico tópico. La denominada resistencia natural, es aquella que caracteriza a una bacteria. Por ejemplo, las diferencias de membrana entre bacterias Gram positivas y Gram negativas, hacen que los antibióticos betalactámicos no encuentren el receptor adecuado para fijarse y ejercer su efecto en las últimas. El origen de la resistencia adquirida, aquella en que el antibacteriano actúa, seleccionando entre microorganismo resistente y susceptible, es genético. En un principio, la resistencia es una mutación que permite que algún mecanismo bacteriano cambie lo suficiente para que los sistemas que la droga normalmente modifica, no existan más o sean suficientemente distintos como para que el antimicrobiano a nivel del gen que codifica la producción de una enzima (girasa de ADN) que ayuda en el proceso de transcripción de ADN. Sin embargo, a veces, el desarrollo de resistencia a quinolonas es más rápido, como en el caso de las enterobacteriáceas en que una sola mutación da lugar a un nivel bajo de resistencia, requiriendo una segunda mutación para adquirir un nivel elevado. En el caso de las resistencias transferibles, la bacteria obtiene la información genética que codifica resistencia de otra bacteria, que es resistente. Se piensa que ese material puede provenir de microorganismos resistentes naturalmente o de bacterias productoras de antibióticos, a través de mecanismos de picking-up y recombinación de genes. 35 nº 31 La resistencia está codificada en ADN extracromosómico que se autoduplica dentro de la bacteria y es transferido a otras por diferentes mecanismos. El tracto gastrointestinal animal y humano ha sido considerado como el lugar de elección de las transferencias de resistencias. Otros nichos, sin embargo, comienzan a ser considerados como de gran importancia: el intestino de animales salvajes (especialmente roedores); animales de compañía; peces, en independientemente del ADN cromosómico. En general codifican características que mejoran los rasgos de supervivencia de las bacterias, sin ser imprescindibles para la misma. Pueden ser transferidos ente bacterias del mismo, o diferentes géneros. La adquisición de resistencia por parte de la bacteria receptora, por lo tanto, es en un paso. Un plásmido puede ser incorporado por un virus y transferido a otra bacteria. En general se cita como ejemplos a los especial considerando explotaciones comerciales; zonas en que se produzcan descargas de materia fecal, producto por ejemplo de limpieza de corrales; cursos de agua, especialmente si se los vincula al vertido de desechos cloacales, etc. bacteriófagos. También puede pasar de una célula a otra por conjugación. • Trasposones: Son los ya clásicamente conocidos como genes saltarines. Son cadenas cortas de ADN que saltan de cromosoma a plásmido, en uno u MECANISMOS DE RESISTENCIA Hiperproducción metabólica. El mecanismo de resistencia a las Sulfamidas más conocido es la hiperproducción de PABA (Ácido Paraaminobenzoico). Inactivación enzimática de los antibióticos, como es el caso de las enzimas beta lactamasas. En este caso la enzima, elaborada por la bacteria, inactiva a la molécula de la droga volviéndola incapaz de actuar. Impermeabilidad de la membrana o pared celular. Por ejemplo, modificaciones en las porinas (Canales inespecíficos que excluyen el antibiótico por tamaño molecular), lo que repercutirá en resistencias de bajo nivel a diversos antimicrobianos. Expulsión por mecanismos activos del antibiótico. Las resistencias a las tetraciclinas pueden se debidas a este tipo de mecanismos. Modificación del sitio blanco del antibiótico en la bacteria. En algunos casos hay una reducción de la afinidad del receptor por la molécula de antimicrobiano. Una mutación de la girasa de ADN, por ejemplo, puede dar lugar a una menor afinidad de las quinolonas por la citada enzima. Los mecanismos de transferencia de resistencias pueden clasificarse en: • Plásmidos: Los plásmidos son porciones circulares de ADN extracromosómico que puede estar codificado para resistencia a un determinado antibiótico. Cuando codifican resistencias se los denomina plásmidos R. Los plásmidos son autorreplicantes, 36 otro sentido, entre plásmidos o entre plásmidos y bacteriófagos. La característica más saliente de este tipo de material es la de integrarse con facilidad a cadenas de ADN diferente del original. A diferencia de los plásmidos, los genes saltarines no son autorreplicantes, deben mantenerse dentro de una estructura autorreplicante para replicarse. Un rasgo central y peligroso de los transposones es la posibilidad de que varios de ellos, codificando resistencias a múltiples drogas, estén incluidos dentro de un mismo plásmido, lo que permite, por transferencia de este último, la adquisición de multirresistencia por parte de la bacteria receptora. • Integrones y casetes genéticos: Diferentes de los transposones pero de mecanismos algo parecidos. Se recombinan en un sitio específico y codifican resistencia a un solo antibiótico. Junto con los transposones, son los sistemas que más actúan en la adquisición de resistencias por parte de los plásmidos. Constan de tres regiones, dos invariables y una central variable, que es la que porta el casete. El denominado casete es un elemento que incluye un gen y un sitio recombinante. Se han identificado más de cuarenta casetes y la mayoría porta genes de resistencia. spp. resistente a gentamicina y el Streptococcus pneumoniae altamente resistente a penicilina y uso de levofloxacina. • Seudorresistencia: ocurre una resistencia in vitro pero una gran efectividad in vivo. Se denomina tolerancia antibiótica al fenómeno en el cual la diferencia entre la MBC (concentración bactericida mínima) y la MIC es muy grande lo cual ocurre con relaciones MBC/MIC mayores de 8 lo que permite la persistencia del microorganismo. Tras la introducción de cada nuevo antibiótico en la actividad clínica es un proceso probablemente inevitable que, en un plazo variable de tiempo, aparezcan variantes resistentes de la bacteria contra la que se pretende luchar. Aunque esto se ha ido Año de descubrimiento de los agentes antimicrobianos más importantes y año de comunicación de la existencia de cepas resistentes a los mismos DROGA Descubrimiento Uso clínico Resistencia clínica Penicilina Estreptomicina Tetraciclina Eritromicina Vancomicina Gentamicina Fluoroquinolonas 1928 1944 1946 1952 1956 1963 1978 1943 1947 1942 1955 1972 1967 1982 1954 1956 1956 1956 1956 1994 1968 1985 Existen otras denominaciones de resistencia como son: • Resistencia relativa o intermedia: ocurre un incremento gradual de la MIC (concentración inhibitoria mínima) a través del tiempo. Para obtener un efecto terapéutico es necesario alcanzar niveles séricos y tisulares adecuados. La susceptibilidad o resistencia del germen es en este caso dependiente de concentración. • Resistencia absoluta: sucede un incremento súbito en la MIC de un cultivo durante o después de la terapia. Es inefectivo el incremento de la dosis clínica usual. Ejemplo de ello es la Pseudomonas cumpliendo inexorablemente con la mayoría de los agentes antimicrobianos, no implica que con el uso racional de estos fármacos no se pueda limitar al máximo la emergencia de resistencias. La propia FAO indica que, con los datos de que disponemos actualmente, no podemos asegurar que la limitación en el uso de antimicrobianos vaya a revertir las actuales resistencias, ni siquiera que vaya a detener la evolución de las bacterias hacia la resistencia antibiótica. Parece claro que necesitamos de estudios coordinados en diferentes partes del mundo con la misma metodología, y que la monitorización del proceso de desarrollo o reversión de resistencias, en función del tiempo, nos dará el conocimiento necesario para tomar las decisiones adecuadas. 37