Cuadernos mayores II
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Cuadernos mayores II
–1 – Red Capital de Bibliotecas Públicas BibloRed Club de Personas Mayores –Epístolas de la Memoria– Y OTRAS EXPERIENCIAS * Cuadernos Mayores II –2 – –3 – Índice © Alcaldía Mayor de Bogotá © Secretaría distrital de Cultura, Recreación y Deporte Red Capital de Bibliotecas Públicas BibloRed, 2013 Gustavo Francisco Petro Urrego Presentación Alcalde Mayor de Bogotá Distrito Capital Clarisa Ruiz Correal Prólogo “En el sol de la memoria” Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Yaneth Suárez Acero Recuerdos-semilla Subsecretaria general y de control disciplinario Martha Lucia Bustos Gómez Club de personas mayores de la Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella Directora Arte, Cultura y Patrimonio Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Virgilio Barco Mary Giraldo Rengifo Directora General BibloRed Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Parque El Tunal Gabriela Pinzón Plaza Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Coordinadora Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad - BibloRed Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Arborizadora Alta Compilación, edición y corrección de textos Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Las Ferias Henry Alexander Gómez Club de personas mayores de la Biblioteca Pública La Giralda – Fontibón Isabel Bolívar Rojas Javier Morales Cifuentes Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea Sofía Maldonado Pinzón Paula Castellanos Cuervo Club de personas mayores de la Biblioteca Pública Puente Aranda Carol Contreras Myriam Luz Buitrago Arcila Yuly Paulina León Murcia 20 Correspondencias Deisy Liliana Urbina Pachón Ringo Cruz Ana Isabel Arévalo 54 Letras circulares Promotores de lectura y escritura BibloRed … y otras experiencias Coordinación de diseño y diagramación: Equipo Área de Comunicaciones y Prensa - BibloRed Los grandes de Brasil Diseño e ilustración de cubierta: Diego Iván Bohórquez Novoa Diseño y diagramación: Carolina Arévalo Jiménez Impresión: Graficas Ducal 08 ISBN: 978-958-8321-67-7 Primera edición: Octubre de 2013 Impreso y hecho en Colombia Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada en sistema recuperable o transmitida, en ninguna forma o por ningún medio magnético, electrónico, mecánico, fotocopia, grabación 76 u otros, sin previo permiso escrito de los editores. Prohibida la reproducción total o parcial de este material, sin autorización por escrito de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte - BibloRed. –4 – 06 98 –5 – O rientar procesos de creación literaria con adultos mayores es un desafío, en con su participación han logrado traducir en palabra escrita sus anhelos, sueños especial cuando muchos de ellos se han desligado de las prácticas de la escritura y recuerdos. Entregamos a la ciudad estos escritos con el potencial para generar o nunca las han reconocido como un ámbito posible y deseable para sus vidas. nuevas escrituras, nuevos encuentros y reconocimientos de los saberes de quie- No obstante, y desde la creación de la Red Capital de Bibliotecas Públicas - Biblo- nes nos han acompañado a lo largo de la historia de la Red Capital de Bibliotecas Red, ha sido una prioridad ofrecer programas y servicios que acerquen la lectura Públicas. y la escritura a esta población. Dichos programas se han constituido en espacios importantes para la apropiación y circulación de diferentes materiales de lectura y, a la vez, para el intercambio y difusión de los conocimientos y saberes de los adultos mayores. Es así que uno de los espacios más importantes para la Red y que se ha consolidado a través de los años en todas sus bibliotecas, son los 17 clubes de lectores de personas mayores. Para el 2013 cerca de 500 personas asisten regularmente a estos espacios de encuentro y conversación semanal para tratar Con esta publicación la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte y su proyecto BibloRed; reconoce la importancia de propiciar la circulación de los escritos resultado de los procesos de promoción de lectura dirigidos a los adultos mayores y que se inscriben en el reconocimiento de los diálogos e intercambios de la tradición oral y prácticas de escritura que surgen en este escenario colectivo de apropiación de la cultura escrita que es la biblioteca pública. diversas temáticas; escenarios de encuentro para resignificar las memorias, las tradiciones y la historia de las comunidades. Estos encuentros con la lectura han sido el germen para propiciar la escritura, no sólo de creaciones literarias, sino de las experiencias compartidas de los participantes a los clubes. Clarisa Ruiz Correal Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte Gracias a la participación constante de las personas mayores, se ha logrado, además de orientar procesos de lectura y potenciar su reconocimiento como una práctica posible en todas las etapas de la vida; concretar los saberes de los integrantes de los clubes a través de la escritura. Epístolas de la Memoria–y otras experiencias. Cuadernos mayores II, es la segunda publicación resultado de esos acercamientos a la lectura, donde las personas mayores han logrado fabular sus experiencias de lectura en intercambios epistolares a través de los cuales se han comunicado con otros clubes de la Red; en un diálogo que supera las distancias. Distancias que se acortarán el 18 y 19 de noviembre de 2013 en el X encuentro de Clubes de personas mayores de BibloRed, cuando estos relatos y correspondencias llegarán a las manos de quienes –6 – –7 – Prólogo del asombro con la vida cotidiana. Es un puñado de guijarros que rescata ciertas sabidurías de la memoria colectiva e individual y que se plasman en creaciones admirables que disparan inmediatamente la atención de quien las lee. En el sol de la memoria Por otro lado, con esta publicación planteábamos la posibilidad de crear una colección que llevara el título de “Cuadernos mayores”. Una serie de libros donde se exploraran otros temas cercanos a los intereses del adulto mayor, y en donde “Escribo para dejar de escribir” también ejercitaran la creatividad y la imaginación por medio de la palabra es- Felipe García Quintero crita. De esta posibilidad y con estos intereses, el lector se encuentra hoy con este segundo volumen titulado Epístolas de la Memoria. H Las páginas que siguen a estas palabras sugieren un trabajo alrededor de diversos géneros como el epistolar, la biografía, los diarios e historias de vida. Durante ay presencias y lenguajes que sobrepasan el peso de sus propios pa- varios meses, cada uno de los integrantes de los clubes de personas mayores es- sos. Voces que se anudan en una danza sin tiempo como relámpagos de lo invisible. tuvo reflexionando sobre estas formas literarias, leyendo obras como los Diarios Hace ya más de un año que celebramos el nacimiento de la primera publicación de de Alejandra Pizarnik, Confieso que he vivido de Pablo Neruda o Cartas de amor la población perteneciente al programa Club de Personas Mayores de la Red Capital salvajes de Paula Izquierdo, entre muchas otras. de Bibliotecas Públicas – BibloRed. No era para poco, con esta publicación materializábamos la apuesta que hacía el Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad, A su vez, las personas mayores asumieron el reto de escribir este tipo de textos, por desentrañar todo un conjunto de saberes y tradiciones que manejan los adultos realizando diferentes apuestas como intercambiar correspondencias entre las mayores referentes a las recetas medicinales y culinarias, con el ejercicio de la orali- diferentes bibliotecas y los integrantes de los clubes, o ficcionando mediante la dad y la escritura orientado por los promotores de lectura. escritura de cartas a personajes como Gregor Samsa, Pablo Neruda, Julio Cortázar, Candelario Obeso o Vincent Van Gogh. Por otro lado, las Bibliotecas Públicas No solo era descubrir y publicar estos conocimientos; era también el permitir de La Giralda y las Ferias nos muestran la experiencia de un encuentro llamado que las personas mayores se acercaran al oficio de la escritura creativa, a que “Los grandes del Brasil”, que fue la práctica final de un recorrido por diferentes rompieran el temor a la página en blanco, a entender que por medio de coplas, autores de la literatura brasileña como Rubén Fonseca o la poeta Cora Coralina poemas, relatos y recetas, ellos podían dialogar y dejar plasmada una voz que y por supuesto, el trabajo que surgió alrededor de estas lecturas. Las Bibliotecas hablara de sí mismos y su encuentro con el mundo. Públicas Perdomo – Soledad Lamprea y Arborizadora Alta, recogen igualmente el trabajo realizado a partir de diversas lecturas y experiencias en torno a la ora- En Recetario: libro de nuestras añoranzas y saberes, encontramos una variedad lidad, que han dado como fruto algunos textos que aquí se rescatan. de riquezas que van desde la tradición, lo mítico y ancestral, hasta el universo –8 – –9 – El presente libro es un testimonio de estos procesos. Un compendio de vivencias Recuerdos-semilla y testimonios a partir de la palabra oral y escrita. El intercambio epistolar, la escritura de diarios, las historias de vida, nos muestran la capacidad del hombre de ampliar su visión de vida y llevarla a los arcos de la ficción. Lo real y lo inverosímil logran fundirse. Lo esencial y creativo quedan acá plasmados demostrando que la literatura no es algo destinado a hombres superdotados, sino que vive en cada una de las historias que nos acompañan en nuestro diario vivir. La cuestión es si hacemos de ello un arte. Los participantes de cada uno de los clubes de personas mayores de la Red Capital de Bibliotecas Públicas – BibloRed, son una buena muestra de ello. Rescatan a la memoria del olvido. S omos porque hablamos, el habla nos une como parejas, como comunidad, como sociedad que necesita de las palabras para crear puentes que nos sostengan ante el abismo. Es así como se ha construido la historia y, lo que nos convoca en las siguientes páginas, es precisamente la mirada hacia un tiempo al que ya no se tiene acceso de otra forma que a través de su lectura; una que pretendemos sea reiterada para que se cuele entre los intersticios y logre capturar su verdade- Henry Alexander Gómez ro sentido. Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad El lector encontrará una selección de instantes privilegiados, tejidos con formas Biblioteca Pública Parque El Tunal que responden a diversos géneros y técnicas. Son entonces juegos, chistes, cuentos, cartas o anécdotas que hilaron sus autores como testimonio de cuanto sintieron o pensaron allí; en el momento en el que tocaron las puertas —muchas veces clausurada—, de la memoria y salieron a flote huellas impares, reveladas ante usted gracias a las palabras. La vida misma es la que se juega en cada una de estas líneas. Todo el círculo vital de sus autores está expuesto de la manera más honesta y justa para que quien arribe a sus terrenos evidencie procesos tan íntimos como las epístolas o tan ocurrentes como los chistes. Adelante, acompáñenos en el reconocimiento de estos recuerdos-semilla que lo único que intentan es pulverizar el olvido. Miembros del Club de Personas Mayores. Isabel Bolívar Rojas Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella – 10 – – 11 – El presente libro es un testimonio de estos procesos. Un compendio de vivencias Recuerdos-semilla y testimonios a partir de la palabra oral y escrita. El intercambio epistolar, la escritura de diarios, las historias de vida, nos muestran la capacidad del hombre de ampliar su visión de vida y llevarla a los arcos de la ficción. Lo real y lo inverosímil logran fundirse. Lo esencial y creativo quedan acá plasmados demostrando que la literatura no es algo destinado a hombres superdotados, sino que vive en cada una de las historias que nos acompañan en nuestro diario vivir. La cuestión es si hacemos de ello un arte. Los participantes de cada uno de los clubes de personas mayores de la Red Capital de Bibliotecas Públicas – BibloRed, son una buena muestra de ello. Rescatan a la memoria del olvido. S omos porque hablamos, el habla nos une como parejas, como comunidad, como sociedad que necesita de las palabras para crear puentes que nos sostengan ante el abismo. Es así como se ha construido la historia y, lo que nos convoca en las siguientes páginas, es precisamente la mirada hacia un tiempo al que ya no se tiene acceso de otra forma que a través de su lectura; una que pretendemos sea reiterada para que se cuele entre los intersticios y logre capturar su verdade- Henry Alexander Gómez ro sentido. Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad El lector encontrará una selección de instantes privilegiados, tejidos con formas Biblioteca Pública Parque El Tunal que responden a diversos géneros y técnicas. Son entonces juegos, chistes, cuentos, cartas o anécdotas que hilaron sus autores como testimonio de cuanto sintieron o pensaron allí; en el momento en el que tocaron las puertas —muchas veces clausurada—, de la memoria y salieron a flote huellas impares, reveladas ante usted gracias a las palabras. La vida misma es la que se juega en cada una de estas líneas. Todo el círculo vital de sus autores está expuesto de la manera más honesta y justa para que quien arribe a sus terrenos evidencie procesos tan íntimos como las epístolas o tan ocurrentes como los chistes. Adelante, acompáñenos en el reconocimiento de estos recuerdos-semilla que lo único que intentan es pulverizar el olvido. Miembros del Club de Personas Mayores. Isabel Bolívar Rojas Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública El Tintal Manuel Zapata Olivella – 10 – – 11 – “La memoria es el único paraíso del que no podemos ser expulsados” D Jean Paul Richter entro del proceso de escritura en el interior del Club de Personas Ma- E s suficiente tocar el borde de un silencio para leer el pasado, para distan- yores, el ejercicio de rescatar la memoria a través de una comunicación episto- ciarse y cavar un hoyo profundo en la palabra. Los escritos que surgieron en el lar, o quizá desde la remembranza de sus experiencias personales, hace de esta trasegar por diversos géneros como las epístolas, las biografías, los diarios, du- publicación, un momento íntimo de recolección de vida, de momentos, de sabi- rante este último semestre en el Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pú- duría popular, que emerge desde un recuerdo y se instala en las palabras, en los blica Parque El Tunal, así lo demuestran. diálogos, en las cartas, de todos aquellos que conforman el Club de la Biblioteca Pública Virgilio Barco. En cada uno de estos textos, que hilaron poco a poco las personas mayores con la paciencia del artesano, encontramos la sabiduría de los días unida a la revela- La oportunidad de recoger esta diversidad de conocimientos, es lo que hace de ción. Una sed de decir, una luz que se resigna a ser olvidada. Desde las historias los Cuadernos Mayores II, un recorrido por paisajes innumerables de la memo- de vida que nos muestran lo difícil que resulta a veces vivir en este mundo, pa- ria, teniendo la posibilidad de habitar en las palabras, de re-crear y re-conocer- sando por la ficción epistolar en la que se escriben cartas a personajes como Gre- nos desde lo que fuimos y seremos. gor Samsa, Vincent Van Gogh o Pablo Neruda, hasta las correspondencias entre las diferentes bibliotecas, hablan de que es posible la escritura en las diferentes comunidades y poblaciones de la ciudad. Estos trazos son pasos enormes que se unen para construir una metrópoli escriMiembros del ta, para anclar una mirada en la memoria histórica y erigir una palabra colectiva. Club de Personas Mayores. La voz de cada uno de los adultos mayores de las bibliotecas deberá perpetuarse, Sofía Maldonado Pinzón celebrando el mundo en la multiplicidad de sus formas. Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública Virgilio Barco Miembros del Club de Personas Mayores. Henry Alexander Gómez Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública Parque El Tunal – 12 – – 13 – “Desde siempre la experiencia vivida en la palabra me pareció más real que el contacto directo con las cosas. No sentí al lenguaje como representante del mundo que los sentidos me entregaban, no como camino hacia él, sino como ámbito de una realidad más fuerte y más cercana a mí”. A José Manuel Briceño Guerrero, Amor y terror de las palabras E l Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Arborizadora Alta, se consolidó con la anterior promotora, con quien realizaron una recopilación de la memoria de cómo fue su infancia y su llegada a Bogotá. De este ejercicio surgieron algunos de los textos que presentamos a continuación, que dan cuenta de la veces tememos a la palabra pronunciada porque sabemos que está car- gada de poder, pero sobre todo de realidad; el Club de Personas Mayores de la importancia de incentivar en los abuelos la remoción de esas experiencias y que se convierten en parte de la historia de los pueblos y ciudades de nuestro país. Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, junto con los demás clubes de BibloRed, ha enfrentado su realidad, sus recuerdos, sus logros y sus temores a través de la palabra hecha carta, diálogo y experiencia de vida; esa que habitaba El trabajo de complementar y de pulir los textos durante las sesiones, cons- en cada uno de ellos y que ahora podremos compartir con todo aquél que se acer- tituyeron una manera de relacionarse con nuevos recuerdos surgidos en la que a este maravilloso libro. inmediatez de la conversación y de la confianza que se va generando ante el Cuadernos Mayores II es el logro de una experiencia que une las más profundas grupo y ante la biblioteca. sensibilidades de estos hombres y mujeres que lo han vivido todo, y que rara vez tienen la oportunidad de contarlo. Este libro recoge el corazón y la memoria de Miembros del estas personas que han creado del Club de Personas Mayores su segundo hogar, Club de Personas Mayores. un hogar cuyo decorado ahora reposa en cada una de estas páginas. Myriam Luz Buitrago Arcila Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Miembros del Club de Personas Mayores. Biblioteca Pública Arborizadora Alta Javier Morales Cifuentes Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – 14 – – 15 – L dad. Esta forma comunicativa ha posibilitado la participación de todas las in- D tegrantes en los proyectos emprendidos durante cada semestre, así como la del deseo general de compartir tradiciones y representaciones del acervo cultural. os procesos al interior de Club de Personas Mayores de la Bibliote- ca Pública Las Ferias, se han desarrollado fundamentalmente desde la orali- posibilidad de abordar múltiples temáticas, sin importar si dominan o no la escritura creativa. esde su creación el Club de Personas Mayores, “Alegría de Vivir”, ha man- tenido de forma permanente el trabajo entorno a la memoria, personal y colectiva. Las propuestas y los contenidos que cada semestre emprendemos, han sido fruto Muchas son las motivaciones que encontramos para finalizar cada lectura, cada escrito, cada tema; nos hemos reconocido en el origen primario que todos com- Con el tiempo se han implementado otras estrategias orientadas al ejercicio de partimos (y, con todos, nos referimos a la comunidad en general). Como explora- la escritura como soporte de la memoria, con el objetivo de plasmar con palabras dores de ese mundo en común, nos aventuramos hacia un viaje desde la imagi- esas valiosas ideas, comentarios y anécdotas hechas cuentos, poemas y coplas nación acompañados de los libros, las letras, las canciones, los recuerdos que se que surgen en medio de un ejercicio en el que se privilegia el trabajo en equipo. vuelven tangibles cuando se les trae nuevamente en múltiples formas. Así, en el compartir cotidiano se va dando cada vez una maravillosa asociación entre manos que escriben, ideas que fluyen y palabras que florecen. Somos conscientes del valor intrínseco que tiene nuestro trabajo semanal, nuestro deseo de hacer visible “lo invisible”, porque la vida es una constante lucha, estamos luchando para dejar huella, para dejar un legado. Ese es nuestro trabajo. Miembros del Miembros del Club de Personas Mayores. Club de Personas Mayores. Yuly Paulina León Murcia Deisy Liliana Urbina Pachón Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Promotora del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública Las Ferias Biblioteca Pública Biblioteca La Giralda - Fontibón – 16 – – 17 – L a Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea, en su programa Club E l Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Puente Aranda Nés- de Personas Mayores, planteó en el primer semestre del año 2013 reunir anécdo- tor Forero Alcalá, se reúne todos los jueves en horas de la mañana. En las diferen- tas, vivencias y recuerdos de la localidad Ciudad Bolívar con el objetivo de revi- tes sesiones los asistentes comparten las lecturas propuestas y las complemen- vir la memoria local. Para esta misión, poemas populares y mensajes generaron tan con sus saberes y opiniones. Durante el tiempo que llevan asistiendo al club escrituras y huellas gráficas que plasmaban la experiencia de cada uno de los estas personas mayores han logrado crear fuertes lazos de amistad. Han com- abuelos, mediante el intercambio de hechos que marcaron sus vidas: la historia partido elementos que les permiten expresar con mayor facilidad, sentimientos, del primer barrio de la localidad, la iglesia, la plaza de mercado, el primer cine y experiencias y emociones, bien sea de manera oral, escrita o manual. los problemas cotidianos como los servicios públicos. Precisamente en ese compartir han surgido algunos escritos, que hablan del Con la intención de fortalecer este ejercicio, se ofrecieron varios métodos artísti- mundo y su visión de este. El proceso de escritura del cuento “El mariposario del cos para que la memoria y las emociones salieran a flote, poniendo a disposición Vergel” se dio en medio de las sesiones y en horas extra, en las que la autora bus- experiencias estéticas, sociales y sonoras de la vida de cada uno de los miembros caba ayuda y consejo para finalizar la escritura del cuento. La socialización del del Club. escrito, al terminarlo, fue una manera de mostrar a los otros, menos atrevidos en el momento de escribir, que también están en capacidad de crear y expresar lo que piensan a través de la palabra escrita. Miembros del Miembros del Club de Personas Mayores. Club de Personas Mayores. Ringo Cruz Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública Biblioteca Perdomo – Soledad Lamprea – 18 – Ana Isabel Arévalo Vega Promotor del Programa de Literatura, Lectura, Escritura y Oralidad. Biblioteca Pública Puente Aranda Néstor Forero Alcalá – 19 – Francia, marzo 6 de 2013 Mi desconocida Bertha Lucía: Reciba usted mi cordial saludo mudo desde mis aposentos culinarios. Lamento mucho su reclamo frente a mi creatividad culinaria, no tanto por la crítica que me hace, sino por su crasa ignorancia del plato gourmet en cuestión. Para sacarla de su error, le informo que la carne de rana es un alimento nutritivo, rico en proteínas, calcio, y otros minerales (buena falta le hace a usted). Además, tiene una característica especial para todas las interesadas en tales asuntos: es dietética porque no tiene azúcar. ¿Sí se fijó en lo esbeltas que nos conservamos las tres, bien fuertes y decididas? Por otro lado, bien sabe que las ancas de rana son un plato exótico y exquisito, quizás para otros países libres de esas tonterías y conocedores de sus beneficios. Así que, ¿cuál es el problema con mis creativas preparaciones? Déjese de tantos remilgos y más bien la espero a comer cuando se eche una asomadita por Francia. Sin más por el momento, la dejo porque tengo que ir a cazar mi alimento. Cierto, muchas gracias por sus cumplidos; pienso que nos es gran mérito la solidaridad. Para mí es un placer ayudar a otros. Saludos a todas y todos sus compañeros. Cordialmente, Una Trilliza Cocinera – Biblioteca PúblicaVirgilio Barco – 20 – – 21 – Bogotá, marzo 5 de 2013 Bogotá, marzo 3 de 2013 Sorprendente trilliza cocinera: Admirado Bruno Leal: Aunque usted no me conoce, reciba mi cordial saludo, y disculpe mi atrevimiento Gracias a la magia del cine, conocí tu vida; por esta razón sentí ganas de hacer al escribirle esta carta. A través de mis palabras, deseo expresarle que, para mí, dos atrevidas acciones, la primera darte un apellido justo para Ti, y la segunda, usted será inolvidable. Voy a explicarle mis razones. escribirte esta carta. La he conocido en circunstancias especiales y con toda mi atención cautivada Reconozco que en tu etapa de cachorro se cimentaron los afectos, la disciplina, por usted y su mundo. Recuerdo claramente su figura desgarbada pero resuelta: los gustos y la fortaleza familiar. Eso se llama sembrar para luego cosechar. la veo caminando a través de los pantanos con su cesta y sus secretas intenciones. Intuía temerosa su aversivo plan. Tal como lo temí, usted saco su arma secreta y… ¡plaff! Volaron por los aires cuerpos, ojos y muchas, muchas patas de rana. Un perfecto aperitivo para una gran cena. De tantos momentos interesantes en tu vida, despertó mi curiosidad tu reacción al paso del tren; intento adivinar tus emociones, y me pregunto, qué ideas, qué sentimientos despierta en Ti, esa máquina. ¿Quizá el envolvente ruido te pone nervioso?, ¿tal vez, emites agudos ladridos para hacerte evidente ante la indife- Y llegó la comilona: sopa, seco y postre con su único ingrediente, rana a la carta. rencia de los pasajeros?, o, ¿es posible que desees abordar el tren para conocer Cómo le hubiera agradecido, mi increíble trilliza cocinera, si se hubiera tomado qué hay afuera cerca del patio? la molestia de disimular un poco su composición. Quizás presentar una exquisita (para usted, no para mí) crema verde de rana licuada, trocitos de rana en salsa criolla como segundo plato y, para cerrar con broche de oro semejante banquete, una torta color oliva hecha con harina de batracio. ¡Gran favor le hubiera hecho a todo ese indefenso público, expuesto a observar sus anfibias y crudas preparaciones! Pero todo ocurrió sin ninguna consideración. El recuerdo de la sopa de ranas saltarinas me perseguirá hasta en los momentos más gratos en el Club de Personas Mayores. Es tan así, que recientemente tuve una pesadilla: soñé que Cómo me gustaría recibir tu respuesta a mis interrogantes sobre tu actuación ante ese monstruo de hierro. Entre tanto, cada noche pienso y visualizo esas respuestas; claro, serán siempre con mis limitaciones humanas, muy distintas a tus genuinas decisiones caninas. Desde mi casa escucho también el paso del tren y pongo oído desde que inicia hasta que se pierde en la lejanía, entonces me inunda el deseo de viajar, de mirar tras los ventanales viajeros, paisajes con fugaces pinceladas en visiones efímeras pero llenas de deleite. participaba en uno de esos realities de televisión, relacionados con situaciones Bueno, Bruno, comparto contigo la filosofía de que vencer las dificultades, para extremas de sobrevivencia y adivine qué: usted era mi guía. ayudar a los que amas, nos brinda satisfacción al espíritu; es una compensación Sin embargo, a pesar del trauma causado por su plato estrella, no olvido que usted es un gran ser humano. Ojalá aprendiera de su solidaridad, así fuera a punta de bocados de batracios. Un abrazo (lejos de su cocina) de su ambivalente admiradora Bertha Lucía Munévar M. – Biblioteca Pública Virgilio Barco – 22 – mirar la alegría de los seres queridos, ¡es el momento de mover la cola!; igual comparto contigo la fuerza de la fe, creer en uno mismo y en nuestras capacidades nos lleva a alcanzar las metas e ilusiones soñadas. Fue un gusto conocerte. Hasta pronto, Amparo Jiménez – Biblioteca Pública Virgilio Barco – 23 – comes rapidín, de un solo sentón; eres amiguera hasta con desconocidos y me Carta a una mascota recuerdas a Jimena que, siendo una niña, por jugar se aguantaba ir al baño; eso Bogotá, febrero 20 de 2013 miré que haces tú, menudo animal. Gracias por acompañar a mi hija, eres importante para ella, por eso te cuida tanto; comida especial, paseos diarios, buen veterinario, camita suave, pijama y botellita de agua caliente en el invierno. Te felicito, eres aseada y disciplinada. Hola, amiga chilena de cuatro patucas. Saludos guau, guau. De nuestras pasadas vacaciones en tu ciudad, en el apartamento que compartes con nuestra hija Jimena, recopilo lindos recuerdos tuyos. Cómo olvidar tu pequeño tamaño, tu brillante piel canela, tus saltones ojos negros, tus orejas que se paran cuando corres o juegas; fue en esos momentos que vi en tu cara un caricaturesco parecido con Joda, el sabio de la Guerra de las Galaxias. Quiero que sigas siendo el “sismógrafo” de casa, sé que presientes los sismos y alertas ladrando paradita en la puerta, esperando a Jimena para salir, tú sí eres del comité de prevención. Bueno amiga canina, deseo que disfrutes del verano, de unos baños refrescantes o de tus estiradas en el frío piso del balcón; no olvides tomar mucha agua con tu sonoro ruido. Bien, Piojita, espero verte pronto, y como dicen las chicas “no cambies nunca, TQM” Recuerdo que nos despertabas con el rítmico sonido de tus uñas en el piso, y de los cascabeles de tu collar, demandando nuestra atención. Eres tú doblemente animal, eres una perrita y te llamas “Pioja” [...] debes saber que en el contexto Amparo – Biblioteca Pública Virgilio Barco familiar, “pioja” significa pequeñita, que se lleva en la piel, que es una ternura… ¡cosas de la familia! Me encanta tu amigabilidad con toda persona que llega a casa: paticas saludadoras, lengüetazos, y compartes pronto tus juguetes para invitar al juego, ¡estoy segura de que igual actuarias con un ladrón! A propósito, me gustaron tus singulares y ecológicos juguetes [...] una desechada botella de plástico, una vieja pelota de tenis, y las irremplazables medias rotas que bota Jimena, qué jueguito tan perruno, halar uno la media, y tú, igual con la boca, moviendo tu cabeza y gruñendo como una pequeña leona. Es muy atrevido para la ciencia lo que pienso. El ADN no solo se hereda, se pasa por ósmosis de convivencia; tú, Piojita, tienes características de la familia: – 24 – – 25 – Bogotá, marzo 14 de 2013 Presos en el extranjero 1 Querida compañera Biblioteca Pública Virgilio Barco El don más preciado de todo ser humano, es la libertad, cuando se pierde, se va- E.S.M. loran todos esos pequeños detalles que, cuando se tuvieron, pasaron desapercibidos, se añora el amanecer, el jugar con la lluvia, hacer figuras en los vidrios Cordial saludo, mientras caen gotas en las ventanas, el anochecer, montar una flota e ir divisan- Con mucho cariño, desde mi condición de mujer integrante del Club de Personas do todos los paisajes de mi tierra natal, comer mi plato preferido, celebrar con los Mayores, quiero compartirle algunas de mis experiencias, que a lo largo de mis míos las fiestas que marcan el calendario; pero hoy, encerrada en estos barrotes, años he tenido. solo me pregunto ¡hasta cuándo, Dios mío! ¡Hasta cuándo, Dios mío! En mi infancia, como hija menor de siete hermanos, tres hombres y cuatro mu- Cuántas promesas se hacen de no volverle a fallar a la sociedad, cuántos llantos jeres, pude percibir en mis padres la actitud machista, ya que siempre se notó he derramado pidiendo explicación por lo que hice. ¿Por qué no tuve la fortaleza preferencia por mis hermanos varones. Para ellos, fueron las mejores oportu- de decir que no? Qué soledad la que se siente deseando que en los días de visita nidades de estudio. A pesar de esto, tanto mis hermanas como yo, con mucho venga el amigo, el hermano, el familiar; pero no, a mí nadie me visitará porque esfuerzo pudimos terminar la secundaria. estoy detenida en un país extranjero, purgando una pena de seis años de prisión. En mi vida laboral, también pude percibir la discriminación. Es así como, teniendo la suficiente capacidad para tal o cual cargo, se dio prevalencia a alguno de Mis hijos y mi madre se quedaron esperándome, les prometí que pronto regresaría y les iba a dar un paseo inolvidable. mis compañeros. Sin embargo, no me puedo quedar en lo negativo. Me siento Las cosas no salieron como yo había pensado, qué equivocada estaba. Hoy más feliz; siendo mujer pude sacar a mis hijas adelante, y hoy en día son profesionales que nunca entiendo que lo fácil no conduce a nada bueno; quise hacerme mi- muy exitosas. llonaria en un cerrar de ojos y no lo logré. Peor aún, estoy inmensamente sola, Me siento complacida al ver cómo en la actualidad se abren muchas puertas en todos los campos para la mujer. El 8 de mayo fue para mí un día muy especial. Compartir con mis hijas y sus esposos, quienes me consintieron con bonitos detalles. A las niñas les aconsejo ocupar el sitio que les corresponde como mujer con dignidad. Quedo a la espera de sus comentarios sobre esta fecha tan importante. María Cecilia Pérez Peña – Biblioteca Pública Virgilio Barco – 26 – contando cada día cuándo terminaré con esta condena que a toda luz es justa, porque el delito que cometí es grave, ya que transportar droga hace mal a la juventud. Me pregunto, soy madre de tres hijos, qué tal que ellos se metan en este mundo de la droga, ¿cómo podré reprenderlos, cuando su madre es una transportadora de ese polvo maldito? Claro que mi pena es justa, y por eso invito a mis hijos, a los pocos amigos que me quedan que hay que saber seleccionar las amistades, que no se dejen llevar por 1. El intercambio de correspondencia del Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Virgilio Barco también ser realizó con un grupo de mujeres de la Reclusión Nacional de mujeres “El Buen Pastor” que participa de un programa de lectura y escritura de la franja de extensión de esta biblioteca. Esta es una de las cartas que recibieron los asistentes del Club. – 27 – ese camino fácil. Hoy, recluida en el Buen Pastor, con las reflexiones que me he Bogotá, septiembre 5 de 2012 hecho, pienso que si quiero lograr algo con esto lo conseguiré con disciplina, con Niña trabajo, esfuerzo y privaciones, para que al final de la vida tenga una vejez digna. Olma Márquez García Nunca es tarde para empezar y esa es mi meta para no volver a caer en malos pasos; La ciudad solo me faltan para completar mi pena cinco largos años que perdí, no, mejor, no los he perdido, he reflexionado, y cuando salga volveré a nacer, valoraré todo lo que gira Querida Ilmita: alrededor; hoy siento el eco de los consejos de mi madre […] ¡qué equivocada estaba No recuerdo en qué curso estás, pero sí que tienes en tus manos el primer libro al no oírlos! Hoy me arrepiento de no haberlos acatado… de geografía. Es como un folletico empastado de color marfil y una de las prime- Cuando regrese a la libertad, mis hijos tendrán 7, 6, y 5 años. Hijitos, yo sé que su abuelita los está cuidando, por favor, óiganla, háganle caso a la nona, estén segu- ras lecciones trata de definir ciertas formas de relieve de nuestro planeta, y lo hacen por medio de preguntas sencillas. ros de que las enseñanzas de ella son importantes; si yo las hubiera atendido, hoy Las pequeñas letras son de color rojo y encabeza la página un dibujo sobre el que no estaría en esta prisión. se instalan las palabras “mar”, “isla”, “cabo” y “península”. Pregunta en rojo: ¿Qué es el mar? Que Dios los bendiga… La respuesta en negrilla y el párrafo separado: Una extensión inmensa de agua. Me llaman Cleopatra – Reclusión Nacional de Mujeres “El Buen Pastor” Pero el dibujo que muestra el mar es pequeño y esquemático, y tú no has ido al mar. Ese dibujo no dice nada. Es un pequeño rectángulo de cinco por doce centímetros y, además, están el cabo y otras palabras. Las aprendes de memoria pero te fascinan, porque te remiten al cine que vas a ver con tu mamá. El barco que parte del puerto y se hace a la mar, en donde suceden un sinnúmero de aventuras. El ruido de las olas cuando chocan con la playa. El viento impetuoso que estremece la nave y un cielo nublado y borrascoso. La isla: es otro lugar de aventuras, porque en ella se eleva una gran montaña que es un volcán que amenaza con destruir al pueblo que yace a sus pies. Esta vez, lo que se estremece es la tierra, y el cielo se oscurece con las grandes nubes de humo que emite el volcán. El cabo: ya no es una parte de tierra elevada que se interna en el mar, sino un lugar donde se erige un faro, edificación cilíndrica y alta como una torre, en cuya cima están unos reflectores que recorren un espacio del mar, y cuya misión es – 28 – – 29 – guiar las embarcaciones hacia el puerto. Vereda El Placer, septiembre 15 de 2012 Toda la geografía que estudias está complementada por retazos de películas; viajas sin que tu libro de texto sea un cuento. Y siempre quieres que tu mamá te lleve al cine. Querido hijo Venancio: Ilma – Biblioteca Pública Virgilio Barco Un cariñoso saludo deseando te encuentres bien de salud y en tu trabajo todo esté bonito; rezo por ti cada día a la Virgencita de Las Lajas. • Cada vez que escribo tu nombre recuerdo cuando te bautizamos. El sacristán Bogotá, octubre 24 de 2012 preguntó “¿cómo se va a llamar?”, “Venancio” contesté, replicó “¿con qué se escribe?”, “con un lapicero” respondí, ¿te imaginas qué pregunta? Muchos emplea- Hola, dos son muy tontos, como la secretaria del Sisben que a la comadre Matilde le Quiero presentarme: soy una de esas personas que quisiera saludarte y, a la vez, negó la consulta médica porque afirmó que, según la cédula, ¡ya estaba muerta! pedirte que nos transportemos a un sitio donde el ambiente sea cálido, tanto Qué noticia le dieron a la pobre comadre, casi la matan del susto. como imaginarnos la arena del desierto, solas, poder pensar en que hay un gran velo y que, aunque me escuches, no sea necesario vernos, pero sí poder decirte que creo en la grandeza de Dios, que en el más mínimo segundo de la vida, por pesada Hijo, te cuento que el tío Manuel se cayó con el caballo, tocó matarlo…tú sabes que un animal fracturado ya no tiene cura. que sea, es bueno respirar profundo; que en medio de tanta turbulencia se puede Conchita, la hija de la vecina Inocencia parió un varoncito, pero todo fue mi- buscar un rincón de soledad y así tener la osadía de buscar en el yo un color en don- lagroso, el bebecito nació a los seis meses de casada y la gran noticia la dio el de esté el amarillo del sol, el azul del mar, el verde de las matas que hacen del follaje médico porque confirmó que la criatura nació de tiempo completo, ¡bendito sea a un gran ramillete de flores de colores vivos; y que seamos capaces de decirnos que el Santísimo!, después se niega que hay milagros. valió la pena leer este saludo de quien espera que la vida te sonría cada día. Dicen los chismosos que el 21 de diciembre se acaba el mundo, según lo afirmaron los Mayas. Yo no conozco esa familia, pero si acaso sucede te vienes pronti- Atentamente, Janneth Sánchez B. – Biblioteca Pública Virgilio Barco to de la capital y aprovechamos para celebrar juntos la Navidad. Bueno, hijito, te cuento que Inesita, mi compañera de la escuela, quedó viuda; se le murió el marido y para más tragedia sus hijos quedaron huérfanos, las penas no vienen solas, dice el señor párroco. Desde la próxima semana nos cambiamos de casa, el abuelo quiere un patio para jugar canicas con sus amigos; me envías las cartas al nuevo domicilio, no – 30 – – 31 – sé bien la dirección pero es la casa amarilla con pilares que queda junto a la Bogotá, febrero 13 de 2013 casa de la profesora de primaria. Hijo Venancio, Dios te proteja; escribí esta carta despacio, para que tú la leas con calma. Señor Horacio Avellaneda B. E.S.M Te quiere mucho, Tu mamá: Zoila Alegría – Biblioteca Pública Virgilio Barco P.D: Me pasó lo de tu tío Avaricio, iba a enviarte $50.000 pero ya había cerrado el sobre. Querido papá: Soy Isabela, tu hija mayor, a la cual, desde muy temprana edad, la responsabilizaste del cuidado y soporte de mis tres hermanitas: Myriam, Cristina y Claudia (la menor). • Quizá esa ordenanza tuya me obligó a formarme como líder, cualidad que me ha servido, por demás, en el éxito de mi vida. Cartas al padre Yo sé, con toda seguridad, que esta nota nunca va a llegar a tus manos, pues hace El paraíso, diciembre 31 de 1967 ya quince años que partiste a la presencia del señor. Hoy, a mis 66 años, esposa, madre y abuela, te doy gracias por el esfuerzo tan Señor grande que hiciste para construir una familia, siendo un joven de 21 años y ma- Pedro Soler Suárez mita de 17 (unos niños), pero compartiendo el amor, el respeto y el deseo de lu- Apreciado padre: char por nosotras (mamá y nosotras cuatro). Como estoy tan lejos de usted y extraño tanto verlo y decirle en persona lo mu- Recuerdo con gran alegría muchos momentos en los que tú eras el artífice de esa cho que lo quiero, he tomado la decisión de escribirle esta carta para expresarle felicidad; los ratos de tocata de guitarra, oír a Kaliman y cuando nos hiciste un estos sentimientos de cariño y aprecio que le tengo; no solo por la ayuda que carrito de ruedas en el que nos movíamos por el parque de Chapinero. siempre me brindó para que pudiera continuar con mis estudios, sino por el amor que siempre me dio, me da y me seguirá dando. Saludos y abrazos para mi madre y mis hermanos. Con cariño, Chabelita, (como me decías). Isabela De Casas – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Con todo cariño, tu hijo, José María Soler – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – 32 – – 33 – Bogotá, febrero 13 de 2013 Señor: Jaime Sánchez Señor José Vicente Castellanos Mi querido y estimado papá. Ciudad Hoy tengo el tiempo para escribirte. Ésta es la segunda vez que te escribo, de pronto, en la anterior oportunidad, estaba llena de rencor y otros conceptos acerca de ti. Quiero que sepas que hoy tengo la necesidad de decirte que ya pasó, que Estimado papá: sin duda fue lo mejor escribirte, porque quiero decirte que ya te perdoné, que te Te escribo esta carta para decirte que te perdono porque no fuiste un buen pa- entiendo. Yo dije que lo tuyo era cobardía por dejar a mi mami, sola, enfrentando dre; fuiste cruel con mi madre y nos abandonaste en plena infancia, cuando más mi parálisis, y ese hogar que tenían. necesita un hijo de su padre. No tuvimos esa presencia masculina en el hogar que nos diera seguridad y respaldo en la vida. Pero ya sé que no tenía por qué juzgarlo, tus razones tendrías, y no quiero volver a juzgar esa situación, eso que me separa de ti. En cambio, sí quiero contarte que tengo tres hijos que escuchan atentos los pocos recuerdos que tengo contigo: tu Pero nos dejaste algo bueno: la rectitud y veracidad de tu vida comercial. A pesar de todo, te recuerdo sin rencor. astucia en los juegos, el deseo de que leyera mucho para aprender a transportarme a otro espacio y vivir aventuras, tu concepto de libertad, y tantas otras cosas, ver tu vejez, andar contigo y decirte que he superado muchas pruebas, que cada día, pienso más en ti, que creo que es lo que me tiene en este mundo, luchando; no sé qué falta, pero sí sé que me gustaría abrazarte y darnos el tiempo Betty De López – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo que nos faltó. Pero te siento cada vez que me encuentro sola, creo que ahora me cuidas más que cuando era niña… y me encanta. Sin firma – Biblioteca Pública Virgilio Barco – 34 – – 35 – Correspondencia entre Clubes Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – Biblioteca Pública Parque El Tunal Bogotá, marzo 14 de 2013 Señores [Respuesta] Bogotá, abril 17 de 2013 Señor Héctor Gustavo Prieto León Club de Personas Mayores Biblioteca Pública Parque El Tunal Club de Personas Mayores Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Amigo Héctor: Reciba un abrazo cordial. Me alegra leer las letras que expresan cómo es su Club, Estimados amigos y amigas: al igual que saber que comparte con otros contemporáneos. Me siento muy orgulloso de que tanto ustedes como nosotros seamos personas de Nosotros también compartimos experiencias y nos anima mucho esta reunión la tercera edad y que la Alcaldía Mayor de Bogotá tenga este programa tan bonito, que se realiza cada miércoles. Además, nos llena de optimismo el que podamos diseñado para nosotros, que nos incluye como parte activa de la sociedad y, mejor comunicarnos por este medio que está tan olvidado y que hace años era el me- aún, que quieran que nos conozcamos y así poder compartir nuestras propias ex- dio de comunicación más común. He leído para todo el grupo su misiva y todos periencias de vida, además de algunas actividades a realizar con ustedes. Como yo aplaudimos ya que contamos con un amigo más. Aquí también cuenta con mu- pertenezco a la Biblioteca Pública Parque El Tunal, estoy muy interesado en co- chos amigos y esperamos reunirnos con los promotores y los integrantes de las nocer qué actividades realizan, ustedes, allá; si también se reúnen como noso- demás bibliotecas. tros. Espero ansioso la pronta reunión y no solamente con ustedes sino también con los compañeros de las otras bibliotecas. Saludos y abrazos a todos los amigos del Club. Cordialmente, Atentamente, Un amigo más. Luz Mery Gaitán – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Héctor Gustavo Prieto León – Biblioteca Pública Parque El Tunal – 36 – – 37 – Bogotá, marzo 31 de 2013 [Respuesta] Bogotá, abril 17 de 2013 Señora Rosa Elena Beltrán Señores Club de Personas Mayores Club de Personas Mayores Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Biblioteca Pública Parque El Tunal Querida Rosa Elena: Ha sido un placer recibir tu carta en donde nos cuentas acerca de la satisfacción Cordial saludo, que experimentas como miembro de tu biblioteca. Gracias por compartir tus ex- Quiero contarles que hace ocho años asisto al Club de Personas Mayores. Agradezco a la Biblioteca Pública El Tunal por los que espacios que brinda. Por allí han pasado muchos promotores, ahora estamos con Henry y le damos gracias por el tiempo que nos brinda y las lecturas que nos da, los cuentas y las películas que nos presentan, además de los tejidos, pinturas, cuadros en plastilina, etc. periencias con nosotros. Para nosotros también es una alegría muy grande pertenecer a este grupo de la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo. En lo personal te cuento que hace año y medio soy un miembro de este grupo. Tenemos la suerte de contar con un excelente promotor; su nombre es Javier Morales. Es joven y dinámico, posee Cada día aprovechamos estos espacios tan vitales, llenos de energía, motivados, una cultura muy sólida; es lingüista y literato de profesión, y ha sido muy exito- para encontrar una razón más para disfrutar la vida. Además, cada día abrimos so al comunicarnos y hacernos comprender muchos aspectos del lenguaje y la la mente y el espíritu y corazón para aceptar todos los retos que nos da la vida. literatura. Hacemos todo tipo de ejercicios, leemos libros, buscamos las raíces y Les damos las gracias a todos. Somos parte de la comunidad del adulto mayor y la historia de las palabras, en fin, es emocionantísimo. nos sentimos orgullosamente gratos y admirados por todos ustedes y les agrade- Al igual que ustedes, también hemos hecho muchas actividades enriquecedoras cemos que se acuerden de todos nosotros. y… tristemente, se me acabó el papel. Recibe un cariñoso abrazo, Atentamente, Carmen Tovar – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Rosa Elena Beltrán – Biblioteca Pública Parque El Tunal – 38 – – 39 – Bogotá, marzo 20 de 2013 Aquí, en la Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo, también estamos muy contentos porque compartimos con todos y aprendemos de nuestro promotor, Javier Morales, quien es una persona joven que sabe bastante, también recibi- Señores mos los conocimientos y experiencia que nos transmiten los compañeros del Club de Personas Mayores Club de Personas Mayores. Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Cuídese mucho. Estimados amigos: Un saludo muy especial y un abrazo fraterno, Estoy muy contenta de poder participar de los cursos de alfabetización informá- Ana Consuelo Rojas – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo tica y en todos los programas que nos ha brindado la Biblioteca Pública El Tunal. Espero seguir contando con todas las actividades y que nos sigan teniendo en cuenta a las personas de la tercera edad. • Atentamente, María Inés Bolívar De Ángel – Biblioteca Pública Parque El Tunal Bogotá, marzo 19 de 2013 • [Respuesta] Bogotá, abril 17 de 2013 Estimados amigos Club de Personas Mayores Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Señora María Inés Reciban, por mi conducto, un afectuoso y respetuoso saludo, con los mejores de- Club de Personas Mayores seos de ventura y felicidad, que los integrantes del Club de Personas Mayores, Biblioteca Pública Parque El Tunal Rincón de los abuelos, de la Biblioteca Pública Parque El Tunal, hacemos llegar a ustedes. Respetada compañera: Me encanta que le agraden las actividades que están realizando bajo la dirección de Henry Alexander Gómez, que, al parecer, se preocupa por su bienestar. – 40 – Leyendo la agradable misiva de María Cristina Martínez nos hemos enterado de las experiencias que ustedes tienen y que emprenden por el conocimiento propio y el de sus compañeros, las cuales siempre serán enriquecedoras. – 41 – Nuestro grupo, que ya cuenta con cerca de once años de existencia, ha tenido Entre otras cosas, la semana pasada vimos la película francesa “Oscar y la dama en su haber casi ciento treinta, entre asistentes y miembros permanentes, los rosa”, la cual nos deja muy buenas enseñanzas de la actitud que debemos tener cuales contamos, hoy en día, con multitud de saberes que hemos acumulado du- frente a la vida y a la muerte. rante todos estos años. Espero tener noticias de ustedes muy pronto. Exponer estas experiencias sería un tema interesante, el cual queda en manos de nuestros promotores. Atentamente, Edith Portillo – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Cordialmente, • Edgar Loaiza Alzate – Biblioteca Pública Parque El Tunal Carta a una joven poeta • Bogotá, mayo 8 de 2013 [Respuesta] Querida hija: Bogotá, febrero 17 de 2013 Hasta hoy te respondo con placer al poema Madre en mis cosas del escritor Señor Eduardo Cote Lamus, que me dedicaste el 5 de Abril de 2008, y que tanto me impactó. Edgar Loaiza Club de Personas Mayores Biblioteca Pública Parque El Tunal Inmensa alegría sentí cuando percibí la fuerza de tu ser dentro del mío. Mientras contaba uno a uno tus primeros pasos y jugaba con tus rizos entre mis dedos, ya adivinaba la sensibilidad de tu ser. La misma que hoy desborda la pluma entre tus manos. Cordial saludo, Es muy grato saber que existimos aún muchas personas amantes de la literatura y del buen cine; pero, es más grato aún poder compartir con grupos tan cálidos y Sí, una noche de música escribí tu cuerpo con toda mi ternura, y la mirada que no entendiste era tan solo la comprensión del espíritu indómito que sobre ti se cernía. con los cuales podemos aprovechar, en esta época de nuestras vidas, de las dife- No alimenté tu tristeza, a pesar de que ya bullía dentro de ti como la padecen los rentes actividades que nos ofrecen las bibliotecas. seres más sensibles que campean entre las bambalinas del arte. – 42 – – 43 – Han pasado los años y el camino no ha sido fácil. Pero, a pesar de todo, la Divina Voluntad te ha permitido amasar tus sueños, y lograrás acabar de plasmar en ti los gajes del más noble oficio. El proceso es largo hija, pero recuerda que cada tropiezo superado fortalece tu voluntad. Sólo tú sabrás cuando estés lista. Yo deseo estar siempre ahí para apoyarte y para que entre tinto y tinto leamos tus Correspondencia entre los Clubes Biblioteca Pública El Tintal y Biblioteca Pública Virgilio Barco - 2012 párrafos, que tanto me deleitan. Bogotá, noviembre 1 de 2012 ¿Te acuerdas del dedal que describe el poema? Me sirvió para ayudar a bordar, con pequeñísimas puntadas en tu mentecita infantil, los conejos de ocho patas, las papibotas (mariposas), las flores del jardín de tu abuelita, y ahora, en tu mente juvenil, una fogata, una guitarra, una canción, un amanecer o las briznas del Querida y estimada amiguita: Soy una persona de la tercera edad. Tengo 67 años, rocío mañanero sobre el follaje. pertenezco al Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública El Tintal Ma- Finalmente, espero que el día en que, como alguna vez me manifestaste, “hagas temblar el mundo con tu obra”, sea la Divina Providencia quien guíe tu mano y seas tú quien noble y gallardamente aceptes su voluntad. Un gran abrazo y un sentido beso. Te amo, nuel Zapata Olivella. Aquí estoy muy amañada. Todos los jueves nos reunimos de 2 a 4 p.m. Nos ofrecen tintico o agua aromática, Carito nos trata con mucho cariño y respeto. Estamos terminando el año lectivo del 2012. Blanca Molina Segura – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella • María Lucy Perico – Julio Mario Santo Domingo [Respuesta] Bogotá, noviembre 21 de 2012 Para Blanquita Molina Segura: Tu linda carta del 1 de noviembre por una gran suerte llegó a mis manos; así como tú me cuentas de tu vida, yo te voy a abrir mi corazón contándote algo de mi vida. Nací en Bogotá, tuve una infancia feliz, con unos padres maravillosos y siete hermanos a los que quiero mucho. Actualmente soy pensionada y asisto desde hace nueve – 44 – – 45 – años al Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Virgilio Barco (antes se Es muy hermoso que tanto tú como toda tu familia trabajaran en el campo, para llamaba “El Rincón de los Abuelos”). Este espacio de los miércoles en la mañana es así tener su sostenimiento económico; las personas como ustedes son las que para mí muy importante, al igual que allá estamos muy integrados y también toma- necesita el país, trabajadoras, emprendedoras y que amen su tierra, el campo, la mos tintico, con alguna galleta que compañeras generosas traen. agricultura; eso es lo que engrandece al ser humano y de paso al país. Me sentiría muy agradada de que algún día pudiéramos conocernos Te envío un saludo acompañado de un abrazo. personalmente. Atentamente, Recibe un gran abrazo, con mis deseos de salud y bienestar. Ana Paulina Robayo R. – Biblioteca Pública Virgilio Barco • Carmen Rosa Tarquino Puerto – Biblioteca Pública Virgilio Barco • Bogotá, noviembre 21 de 2012 Bogotá, noviembre 7 de 2012 Doy un saludo a mi mejor amiga que me quiere mucho, porque con sus enseñanzas he aprendido mucho. Los sueños que he tenido son muy buenos. En el campo trabajábamos en agricultura, que era el sostenimiento para la familia y nosotros. Mercedes Almanza – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapara Olivella • Estimada Blanca Cecilia E. T. M. Me tocó en suerte recibir tu carta de noviembre 1 del presente. Nunca es tarde en la vida para realizar los sueños y deseos que nos proponga- [Respuesta] Bogotá, noviembre 21 de 2012 mos. Piensa que eso nos hace la vida más llevadera. De mí te cuento que a pesar de tener 72 años, estar realizado ante la sociedad (soy profesional) y tener familia (hijos), deseo cada día hacer más cosas (leer, hacer deporte). Esto me llena el día a día y hace que me esfuerce en el transcurso de los Señora días. Mercedes Almanza La Ciudad Estoy seguro de que tú tienes anhelos y deseos por cumplir, cuéntamelos. Querida y respetada amiga: Espero con ansia tu carta. Los sueños nunca se deben dejar de tener, en la vida lo más importante es tratar Amigo, de lograr realizar esos sueños. Álvaro Pérez Díaz – Biblioteca Pública Virgilio Barco – 46 – – 47 – [Respuesta] Cartas del Club de Personas Mayores de El Tintal Bogotá, noviembre 15 de 2012 Bogotá, diciembre 10 de 2012 Álvaro Pérez, mi querido amigo: Queridas compañeras, Biblioteca Pública Virgilio Barco: Le doy contestación a su carta y deseo que cuando llegue a sus manos se encuentre bien de salud. Hoy quiero aprovechar estas cortas líneas para contarles y hacerles partícipes un poco de lo que ha sido mi vida durante estos 72 años; no es tan larga pero en verdad es el transcurrir de mi vida. Le cuento que asisto a la Biblioteca Pública El Tintal. Soy campesina, hace 16 años llegué a la ciudad, encontré la biblioteca y seguí yendo. Me gustó volver porque somos personas mayores de edad y disfruto compartir ideas con ellas. Soy viuda hace 25 años, tuve una sola hija, la cual también es viuda; vivimos juntas con una nieta que tiene 22 años. Somos felices. Espero algún día venga a esta biblioteca para conocerlo en persona. No siendo más me despido de Ud. Y ahí voy: desde muy pequeño, más o menos a la edad de 6 años, empecé a trabajar en la finca de mis padres, junto con todos mis hermanos ayudábamos a ordeñar, a sembrar, todo lo que se imaginan que da una finca, a ir arreglando todos los procesos de la finca. Y así seguí hasta los 16 o 17 años, de ahí en adelante me fui a prestar el servicio militar al cuartel en Tolemaida, allí duré aproximadamente dos años. Mi vida allí fue fuerte, de mucho trabajo, pero también fue de muchos premios y reconocimientos por mi buen comportamiento y atención a todas las órdenes de mis superiores. Su amiga, Luego de allí ya me fui a hacer mi propia vida a Bogotá, siempre quise ir ahí, a esa Blanca Cecilia Ladino – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella ciudad a ver qué me encontraba. Pues bien recién llegué aquí me puse a trabajar fuertemente en obras y construcciones que me salían, para sobrevivir en esta ciudad y también para poder ir ahorrando para mi futuro. En medio de todos esos sucesos conocí a una mujer ya hace 46 años, con la que actualmente tengo tres hijos, dos hombres y una mujer, todos profesionales, gracias inicialmente al esfuerzo de mi esposa y mío, y con el cual también tenemos nuestra casa, y hoy en día una vejez tranquila, gozándomela y bailando mucho que es lo que me gusta y junto a ustedes mis compañeras. José Gómez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella – 48 – – 49 – Bogotá, marzo 7 de 2013 Bogotá, marzo 14 de 2013 Señoras y señores Señores Club de Personas Mayores Compañeros Biblioteca Pública Parque El Tunal Biblioteca Julio Mario Santo Domingo Ciudad Queridos compañeros: Los saludamos cariñosamente y queremos compartir con ustedes el trabajo sobre el humor que estamos realizando en la Biblioteca Pública El Tintal. En estos días estamos celebrando el Día Internacional de la Mujer, que como sabe- Hoy estamos trabajando sobre “Mafalda”, una tira cómica del escritor argentino mos se instituyó desde el nefasto día en que murieron centenares de mujeres em- Quino, y vamos a narrarles una de ellas referente a la familia. pleadas de una fábrica en Estados Unidos, debido a la inconsciencia de un patrón La mamá de Mafalda va con la niña a un almacén a comprarle un delantal y se lo que las encerró en su sitio de trabajo y un incendio generó esta catástrofe. escoge grande, Mafalda protesta, por qué tan grande, y la mamá le contesta que Pienso que no es necesario celebrar un día como éste acordándonos de estos he- cogiéndole dobladillo y acortándole las mangas le servirá también para el año chos sino que más bien debería darse relevancia al papel que desempeñamos las entrante y Mafalda le responde que se niega a que le anden cosiendo y desco- mujeres en el mundo actual. Cuando Dios nos creó lo hizo pensando que sería- siendo el porvenir. mos las compañeras especiales de los hombres y su punto de apoyo, es por eso Nosotras continuamos el diálogo entre madre e hija: —Mafalda, yo solo pienso en el presupuesto familiar. que hoy en día podemos decir que lo logramos, ya que no hay duda de que nosotras somos eso: apoyo, compañerismo, respaldo y bendición. Quiero compartir con ustedes estas líneas dirigiéndome al Todopoderoso y ele- —Y yo solo pienso que me voy a ver como si me hubiera puesto un delantal pres- vando una plegaria para que nos siga iluminando en nuestro caminar y poder tado. cumplir con la misión que él nos encomendó. —Pero tenemos que ahorrar para comprar los libros. Espero que Dios las bendiga y esa bendición sea extensiva a sus familias, a sus espo- —Entonces ahorra el dinero con el que me haces tantas sopas y con eso me compras un delantal digno. Esperamos que ustedes también nos compartan sus experiencias con el humor. sos, padres, hijos, hermanos, compañeros de trabajo, en fin; que seamos fuente de luz en la vida de nuestros seres queridos y de todos los que nos rodean. FELIZ DÍA DE LA MUJER. Con cariño, Atte., Gloria Fernández V. – El Tintal Gladys Arciniégas, María Chávez y Araminta Velásquez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella – 50 – – 51 – Yo aprendí el oficio de la carpintería desde muy pequeño, a pesar de que me ocupé en otros oficios como mensajero, celador, entre otros. A mí me gustó y supe desempeñarme muy bien en la carpintería. [Sin remitente] Les contamos que según la historia de Quino vemos que el hombre contamina los mares con sus pozos de petróleo. También vemos cómo perjudica la tala Desde pequeño aprendí a escoger el tipo de madera para hacer una cama, el tipo de árboles a nuestro ecosistema. Al derramarse el petróleo en el mar los peces de madera para hacer una mesa, aprendí a conocer la madera, a cortarla, a cepi- mueren. Con la tala de árboles se acaba el oxígeno que es vida. A consecuencia llarla, a acerarla, aprendí a utilizar una sierra, etc. de tanta contaminación, nuestro planeta cada día está más caliente porque se Aprendí a hacer una cama, una puerta, cajones para ropa, toda clase de juegos de alcoba. También trabajé con grandes empresas como Maderas Éxito, Cedro acaba la capa de ozono. El hombre no ha querido entender que está destruyendo su propia casa, la que Dios le ha dado para que viva y sea feliz. Rojo y Aserríos San José, allí trabajé haciendo estivas para Postobón y Bavaria y Esto lo pensamos a propósito del libro Qué mala es la gente, que en la página 93 formaletas para construcción. tiene la imagen de un ángel que dice “Perdón… Señor… Acaba de llegar un fax” y Gracias a Dios aprendí este gran oficio, porque se me fue la plata, la ropa que compré, los amigos que encontré pero nunca se me irá lo que aprendí. lleva en su mano una hoja en la que está la cara del diablo. Martha Molano Falla, Omaira Franco y Blanca Cecilia Mora – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella Luis Eduardo Suárez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella – 52 – – 53 – Respuesta a “Carta a una señorita en París”, cuento de Julio Cortázar. París, el de hoy el de siempre [sin fecha] Respetado señor Julio: Aquí, en un cálido amanecer, está naciendo el verano, tal como es inmortal nacer y morir es indiferente; es solo pausa en el tiempo. Miro por el cristal de mi ventana las cúpulas brillantes del Sacre Coeur y las nubes algodonosas que se mueven lentamente hacia el poniente; parecen... sí, ¡son conejos! Esconden sus cabezas, otros sus patas o sus colas… pero, sí, son conejos. Es por eso que al recibir su carta enviada desde mi departamento de Suipacha, sentí un hilo de pelusa que teje historias a través del caprichoso océano. Sí, mi señor, en las paredes de mi casa hay vivencias pegadas en lo indeleble de los recuerdos, tantas vidas le robaron el oxígeno y le devolvieron aires de silencio. Yo personalmente le cuento la mía: en algunos despertares al escuchar los trinos y gorgoteos de las aves en el parque, por mis venas caminan las sinfonías y emergen con movimientos cautivadores, que no se ven pero se sienten, por la piel las plumas multicolores que aletean sobre mis brazos y, en tiempos no cronometrados, las tiernas aves ya están comiendo las migas de mis galletas junto al libro de Neruda; vienen varias al ritual, no sé cómo, no sé cuándo pero allí están, poniendo en orden mis tacitas de té, las pinzas del azúcar, encendiendo la lámpara para organizar mis libros de español, luego los de inglés y los de francés. Es por ello que Ud. Encontró, temeroso tal vez, lo impecable del lugar que huele a vida, huele a lavanda. – 54 – – 55 – Siempre pensé que tantos seres inquietos con su generación espontánea serían antagónicos unos con otros, con Ud., ¡conmigo! Señor Julio, no se sienta atribula- Buenos Aires, abril 8 de 1951 Querido procreador de conejitos: do, cada día hay luz y sombra, cada día se construye y se destruye es la dinámica para crecer, y la dinámica para vivir. Alguien entrará en mi departamento y sabrá que hay mucho por hacer, reconstruir, ordenar, limpiar y, entonces, será feliz cuando lo pueda lograr. Me agrada mucho saber de usted. No me extraña el extraño momento por el que acaba de atravesar, teniendo en cuenta la extraña condición de mi vivienda. Nunca pensé encontrar un inquilino que se acomodara, como usted, a los extra- De Ud. con afecto, ños sucesos que durante años he soportado a causa de ese apartamento; sobre Andrée. Sin firma – Biblioteca Pública Virgilio Barco todo, admiro la habilidad que ha tenido para ocultar todo a Sara. Seguramente ella tenía mucho miedo de contarle que las personas que han ha- • bitado mi apartamento se han tenido que enfrentar a la materialización y multiBuenos Aires, abril 8 de 2013 plicación de sus sueños infantiles. No en vano, en su momento, mi vivienda fue escenario de Alicia en el país de las maravillas. Amigo mío: Es grato para mí haber encontrado esa misiva tuya que explica todo lo ocurrido. No importa la ruina de las paredes, la alfombra y el jardín; todo eso se puede reconstruir y dejar el apartamento como nuevo. Lo que sí lamento es la abundante lectura que se comieron los conejos… Bueno, ¡al menos son los roedores más cultos del mundo! Serán por eso más cercanos a sus parientes llamados “ratones de La pregunta, ahora, no es qué hacer con el apartamento, o con Sara, o conmigo, sino qué hacer con usted mismo y sus conejitos y su prole. ¿Qué piensa hacer? Abrazos, Andrée. biblioteca”. Lo importante es que en el tiempo transcurrido hayas podido realizar tu trabajo María Lucy Perico – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo de traducción pendiente. En todo caso, estoy reflexionando sobre qué hacer con los conejitos. Creo que lo más conveniente es provechar su rápida reproducción y hacer del apartamento una conejera y sacar ganancias de su venta. Sin duda será un éxito y seremos grandes socios. Tu amiga, Andrée. Orlando Zambrano – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – 56 – – 57 – Bogotá, abril 8 de 2013 París, abril 8 de 2013 Señor Señor Julio Cortázar Don Julio Cortázar Buenos Aires Calle Suipacha, Buenos Aires Querido Julio: Mi querido descomplicado amigo: Bueno, en este momento no sé si eres querido o no; por lo que me cuentas, me Agradezco me haya aceptado el ofrecimiento que le hice para que se quedara en imagino que mi departamento esta vuelto un desastre. No quiero ni pensar que mi apartamento mientras me ausentaba. acabaste con mi santuario… ¿Te fijaste, acaso, en que los objetos que poseía son de una rara delicadeza? Pues, para mí representan parte de mi vida. Cada cosa era especial, mis libros, mi lámpara, mi cenicero, todo ha sido dispuesto con especial cariño a lo largo de muchos años; pues para mí ese lugar es mi refugio, es en donde me transporto a lugares mágicos cuando leo mis libros, vivo experiencias maravillosas, sensaciones ocultas que solamente me ofrecen este sitio hecho para la paz y la meditación. No veo la necesidad de detallarme la aparición de los once conejitos, pues estos preciosos amigos son los más idóneos cuando uno se dispone a renovar la decoración del hogar. Le agradezco, entonces, que me haya evitado hacer un trasteo muy costoso. Para mi próxima ausencia me volveré a comunicar con usted por si desea volverlo a ocupar. Para entonces mi nueva decoración será toda en metal. Abrazos, Andrée. ¡Cómo te atreviste a profanarlo! Odio a tus conejos. Te advierto que perderás a una buena amiga, pues no volverás a tener la gracia de ocupar mi departamento nuevamente. Por tu bien espero que solamente sea una fantasía todo lo que me rela- Bernarda Bueno De Serna – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo tas. En una semana regreso y anhelo encontrar mi hogar tal y como lo dejé. Con afecto, tu hasta ahora amiga, Andrée. Amanda Villalobos – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – 58 – – 59 – París, abril 8 de 2013 Carta a Pablo Neruda Bogotá, junio 5 de 2013 Querido Julio: Gracias por tu fabulosa carta. Señor y gran poeta ¡Siempre has sido un bromista formidable! ¡Qué imaginación! Sé, con toda seguridad, que mi casa está tal como la dejé, es decir, en excelentes condiciones. Me Pablo Neruda Otras cartas a autores y artistas he divertido mucho con tu broma y en cuando a tus recursos para ilustrar tus fantásticas historias, no tienes fin. Reciba este sencillo y humilde saludo deseándole que, cuando llegue este a sus Conejitos, conejitos vomitados. Conejitos durmiendo en un clóset sin luna ni es- manos, se encuentre gozando de bienestar con todos los suyos. Paso a contarle trellas. ¡Pobrecitos! Conejitos que durante el día disfrutan de tres soles. Alguna que soy una admiradora de sus maravillosas poesías. Desde que tuve la oportu- vez escuché que el sol es perjudicial para la piel de los conejitos, pues creo que de nidad de escucharlas he quedado fascinada. pronto se quedan calvos. Doy gracias a Dios por habernos dado este gran poeta, quien con sus poesías nos Eso, vamos a agregarlo a tu historia. Conejitos vomitados y calvos. da un elixir para la vida. Un bálsamo. ¿No será que traías por allá un “embuchado” en la conciencia, producto de tus in- Dios lo conserve por muchos años para que nos deleite con sus maravillosas poe- terminables horas de juerga y que, tal como me lo has confesado repetidamente, sías. Espero que algún día tenga el placer de conocerlo y estrechar su mano. te acosa algo en la conciencia? Eso debe ser. Así que ¡fuera conejitos! Tu amiga del alma, dispuesta a servirte en cuanto te quieras desahogar, Cordialmente Justina Conde – Biblioteca Pública Parque El Tunal Andrée. Sin Firma – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – 60 – – 61 – Bogotá, abril 9 de 2013 Cartas a Vincent van Gogh Señor Bogotá, abril 16 de 2013 Vincent van Gogh Señor Vincent Willem van Gogh: Apreciado señor, Estimado Señor, le escribo estas cortas palabras para manifestarle mi admira- Me dirijo a usted, para manifestarle mi admiración por su maravillosa obra artís- ción hacia sus verdaderas obras de arte, como sus girasoles marchitos, sus caras tica; también por el legado que dejó a la humanidad, que hoy disfruta de tan her- feas con mucha expresión de dolor y angustia. También aquellos paisajes llenos mosas pinturas. Yo estoy feliz de haber conocido sus cuadros de una particular de aves y los hermosos trigales; la hermosura de su puente con estrellas y sus refle- belleza y trazos perfectos. jos en el agua; también sus zapatos viejos, su reunión en familia, todos apáticos. El único defecto es su mal humor, según cuenta la historia, y sus crisis de depre- Lo saludo cariñosamente; espero que se encuentre bien, donde quiera que se en- sión, que lo llevaron a cometer graves errores en contra de su propia integridad cuentre, y que siga disfrutando de su sabiduría tan hermosa. y, de cierta manera, también la de su familia, que muy seguramente se preocupaban por sus problemas. De todos modos, lo felicito por ser un hombre tan creativo. Atentamente, Atentamente Flor Eloísa de Ramírez – Biblioteca Pública Parque El Tunal Adiela Franco Biblioteca Pública Parque El Tunal – 62 – – 63 – Cartas Keiko Kasza al verdadero Chancho para contarle su experiencia con el disfrazado que la había dejado tan mal impresionada. Bogotá, febrero 7 de 2013 Definitivamente debemos ser nosotros mismos y no tratar de aparentar lo que no somos. Me encantan sus cuentos, con ellos vuela mi imaginación y en la primera oportunidad los compartiré con mi nieto Camilito. Keiko: Estoy admirada de estos lindos personajes, me preguntarás por qué. Pues qué Espero seguir contando con sus maravillosos escritos que me dan tanta alegría bonito ejemplo para nosotros los seres humanos porque nos muestra en realidad en esta etapa de mi vida. que para tener una buena amistad no importa ni la clase, ni la raza ni el color, mucho menos la estatura; lo más importante y el mejor sentimiento es el amor. Mis mejores deseos por el éxito en todas sus labores. Atte., María Hersilia Pérez Peña – Biblioteca Pública El Tintal – Carmenza Acuña – Biblioteca Pública Parque El Tunal Manuel Zapata Olivella • • Bogotá, febrero 7 de 2013 Señorita Carta a “La peor señora del mundo” de Francisco Hinojosa Bogotá, febrero 21 de 2012 Keiko Kasza E. S. M. Antipática “Peor Señora del Mundo”: Cordial saludo: Reciba usted mi más odioso saludo deseando que se encuentre bien... mal. Ante todo quiero presentarme contándole que soy una persona mayor y asisto al Después de leer su lamentable historia no puede imaginar Ud. cómo disfruté su Club de Personas Mayores en la Biblioteca Pública El Tintal. fantástico final. Hoy he tenido la oportunidad de leer “El día de campo de Don Chancho” y me he Espero que sus hijos sigan sufriendo de tan dulces desayunos con los que Ud. los divertido mucho viendo cómo Don Chancho, en su deseo de conquistar a Cerdi- castiga. Que el pobre limosnero tenga el disgusto diario de sus obligados billetes. ta, escucha el consejo del León y la Cebra y termina prácticamente ocultando su Y así cada una de sus cotidianas víctimas sufra de sus gentiles atenciones el res- verdadera identidad, consiguiendo asustar a la Cerdita, quien horrorizada acude to de sus días. – 64 – – 65 – Le sugiero que recoja todos los ladrillos de la preciosa muralla y construya un rrible si te caes a una alcantarilla, ¿quién se te acerca? Y cuando pasas por un gran parque donde los niños sean castigados con múltiples juegos, helados, dul- basurero, cómo te incomodas cuando no te bañas ni te cambias de ropa. ces y demás actividades que los dejen exhaustos. Pues te diré que todo esto que tú manifiestas no se debe hacer, porque es malo Espero que al derrumbar la muralla no se haya partido ninguna uña, para que para la salud, das mal aspecto para el medio ambiente y la comunidad donde vi- con ellas pueda herir la tierra con grandes surcos y allí pueda castigar a los cam- ves. Sólo te recomiendo cambiar todo para la buena salud, la buena presentación pesinos sembrando todo tipo de horrorosas plantas como trigo, fríjol, tomate, y el buen ambiente. frutales y demás. Así podrá Ud. disfrutar de cómo toda la población se ve obligada a comer todo aquello. Cordialmente me despido, Espero que se sigan cumpliendo sus deseos de gran manera. Sara Téllez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella Me afirmo su eterna enemiga, Luz Sophia Rodríguez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella • Carta al protagonista de “El libro apestoso” de Babette Cole Bogotá, febrero 21 de 2012 • Carta a “Papá Sumo” de Isabel Pin Bogotá, febrero 21 de 2012 Me gustaron mucho todos los cuentos que nos leyó nuestra promotora, todos son instructivos, para contárselos a mi nieto Juan Sebastián. Nosotros nos embobamos, leyendo y cuando nos leen, se nos pasa el tiempo. El cuento Papá Sumo es como un ejemplo para todos nosotros, que no importe que el papá sea gordo, Mi querido Señor Apestoso: que así lo quieran mucho, que nuestros hijos nos quieran así. Aunque a veces a nosotras, porque uno ya está un poco viejo, nos tratan con indife- Recibe mi saludo, en el cual te deseo una completa salud. Señor Apestoso, con todo el respeto, quiero decirte que referente a tu forma de vivir no estoy de acuerdo porque el aseo es importante. Tú vives de una forma desordenada, ¿por qué razón? ¿Por qué manifestar el olor de la pecueca? Es ho– 66 – rencia, porque a veces uno no oye bien y se nos olvidan las cosas, y también porque muchas de nosotras no tenemos plata, no nos esperamos a la pensión y tampoco tiene uno casa para vivir, entonces lo tratan a uno duro, pero es que muchas personas no nos pusimos las pilas, pero bueno, gracias a Dios todavía estamos vivos. – 67 – Bueno yo creo que me salí del tema, disculpen, pero todos no pensamos lo mismo Solo puedo sentir una profunda admiración por usted y cada una de las etapas y lo que yo pensé fue eso que les comunico. Gracias y perdonen. que superó. Inició muy joven su camino, solitario y parece que el amor de mujer no fue su punto de suerte. ¡Qué lástima! Un corazón con tan bellos sentimientos merecía haber gozado de las mieles de un gran amor. Al menos, logra exaltar a la Margarita Merchán – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella mujer en su vida a través del noble y tierno amor de las madres —tal vez, por ello elige usted exaltar el valor y fortaleza de los bogas, por encima de las delicias del • amor—. Creo que su temprana partida fue un triste accidente que el cielo permitió para Cartas a Candelario Obeso que fuese usted a escribir poemas a los ángeles negros y a la morenita (la virgen [Sin fecha] de Guadalupe). Reciba mi admiración y aprecio; y espero que cuando yo llegue a esos lugares Un mensaje a las estrellas usted me reciba con un abrazo de amistad. Querido señor Candelario de apellido Obeso, que de obeso no tiene más que su panza. La suya fue una vida ardua de grandes retos, un hombre fuerte, valeroso de mente brillante con un toque de genialidad. Su amor por su raza, sus costum- Luz Sophia Rodríguez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella bres, hinchó su corazón de coraje y fortaleza y lo condujo a revolucionar la literatura, usando la jerga y dialecto propio de su gente en sus poemas. • Sería la combinación entre la intelectualidad de su padre (abogado) y la humil- [Sin fecha] dad de su madre (lavandera) la que forjó en usted esa extraña mezcla entre rústico afrodescendiente e intelectual, brillante literato, poeta, políglota y gran estudioso. Estimado Candelario: Sabemos que físicamente no estás, que no nos ves ni nos oyes; pero en esta tierra No logro explicarme por qué siendo usted un hombre capaz de vencer tantos re- un grupo de personas escribiremos para ti. En lo que leímos sobre ti se refleja tos, que ascendió en sus estudios de tal forma, no logró una mediana estabilidad la presencia de un hombre muy especial. Gran hijo, estupendo estudiante que económica. Tal vez, en esa época, la actitud racista de quienes lo rodeaban no le gracias a su emprendimiento y constancia tuvo la oportunidad de viajar y des- brindó la oportunidad de ser valorado en su justo punto. empeñarse en diferentes cargos. Su lucha fue doble, por un lado su formación académica y por el otro su lucha Le damos gracias por darnos a conocer sus costumbres ancestrales por medio por hacer valorar su región, su gente, sus orígenes, su raza. de la poesía que hoy tenemos enfrente, pues, por este medio, podemos conocer sus valores y la cultura en la que nació. Valoramos muchísimo la tenacidad con – 68 – – 69 – la que asumió cada una de las dificultades. Sin duda, es usted una fuente de inspiración pues no fue nada fácil lograr reconocimiento dentro del panorama social y cultural del país. Leerlo hoy nos hace sentir que podemos de cierta forma reconocer su lucha, trabajo y espíritu. Como nuestro padre celestial nos conoce Mi Amado Candelario, Te estoy conociendo y ya te admiro. Me gustan tu sencillez y profundidad al escribir. Me impacta tu rebeldía en pro de la defensa de los tuyos. a todos, muy seguramente usted tendrá una mejor vida, junto a Dios que deberá Qué duro es nacer negro en este país —como en casi todos— ¡qué pesar! El estig- estar disfrutando de sus cantos. ma injusto con que algunas criaturas nacen; ser de un color diferente al del que tiene el poder. Ser una persona con mucha fuerza para el trabajo y ser por esto Cordialmente, explotado como un objeto; ser confundida su algarabía y sabrosura con rebeldía Silvia Herminda León, Mercedes Almaza Velásquez, Araminda León, María Jiménez, Leonor Pérez – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella y bajeza; no ser considerada su amargura y su tristeza como signo de ultraje y sometimiento; ser pobre porque el destino y la historia así lo quisieron y los de la clase dominante se encargarán de que sea así por mucho tiempo más. Pero tú superaste muchos escollos, saliste de tu terreno para tratar de hacer lo • que los ricos hacían: estudiar, conocer otros lugares, aprender nuevas formas de comunicación, destacarte como ellos. Sin embargo, hoy, trecientos años después todavía se siente la discriminación y la falta de oportunidades para la gente tan [Sin fecha] hermosa como tú. Fuiste un ser excepcional, un poeta sensible a los sonidos y sentires de tu pueblo, de sus animales, al amor de tu familia; especialmente al de Señor las madres. Me gusta tu lenguaje autóctono en contra de la aristocracia; sigue Candelario Obeso en el cielo cantándole a los ángeles —negros y blancos— con esa sabrosura que Recordado poeta, llevas por dentro, sigue exaltando a los bogas, continúa alabando las costumbres De todo corazón le escribo estas cortas palabras. Aunque vivimos en épocas diferentes (1849-2013) y hasta hoy tuve la dicha de conocer sus poemas y apreciar en ellos la sencillez con que plasmó su corta vida, me hubiese gustado conocerlo de la gente sencilla, amorosa aunque triste. ¡Que viva la vida elemental, la más honesta y útil! para compartir aunque sea una partecita de sus preciosos conocimientos. Me gustaría conocerte mucho más. Amigo, ya que no está con nosotros, tenemos sus poemas para recordarlo y transmi- Atentamente, tir mediante ellos la lección de vida que a cada uno de nosotros nos ha dejado. No siendo más por el momento, se despide su admiradora número uno. Gladys Arciniegas R. – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella Hilda de Ayala – Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella – 70 – – 71 – Cartas a Gregorio Samsa Hasta este momento está en el suelo, ¿cuál será el siguiente paso? ¿Qué pasará cuando se mire al espejo? Hasta ahora no ha mostrado miedo, eso quiere decir que es valiente. ¿Será capaz Señor Gregorio Samsa de montarse en un tren y visitar a un cliente en esas condiciones? ¿O para enton- La ciudad ces ya habrá recuperado su estado natural? En mi precario conocimiento psicológico veo que debe ser algo traumático la ¿No será que usted aún no se ha despertado? metamorfosis humana en un insecto, pero como en la mente creativa de un escritor todo es posible, yo considero, y dependiendo de distintos factores, ya sean familiares, educativos, y hasta sociales, quien escribe, da curso a su historia con intimidad de elementos relacionados con su vida y sus conocimientos. Por ello es, a mi manera de ver, comprensible su historia y su increíble y triste final. Si todo hace parte de la realidad, deberá tener valor (que a usted no le falta) y vivir como un bicho; cosa que debe tener algún beneficio, ya que los humanos no lo tendrán en cuenta. Atentamente, Mery Rojas – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo Ojalá descanse en paz. Alcira Rubiano – Biblioteca Pública Parque El Tunal • • Bogotá, febrero 20 de 2013 Bogotá, febrero 20 de 2013 Señor Señor Gregorio Samsa Gregorio Samsa República Checa Praga, República Checa. Gregorio, su situación es bien extraña. Despertarse en esas condiciones. Pero, como usted es muy joven y fuerte, sabrá salir airoso de ese impase. Respetado Gregorio: Dice que teme golpearse la cabeza al bajarse de la cama, pero mire que lo logró Entiendo que usted está pasando por un mal momento en su vida laboral y per- sin hacer mucho estruendo. Y, ¿ya ha escuchado al gerente que lo ha venido a sonal. Tengo que decirle que he vivido estos periodos infernales en los que los buscar? ¿Cómo va a hacer para presentarse así? Y, ¿qué pasó la noche anterior, problemas son tan grandes que me he sentido como usted, como una cucaracha. qué síntomas presentó acaso? – 72 – – 73 – Puedo también manifestarle que después he logrado superarlos. Con el tiempo Bogotá, febrero 20 de 2013 estos impases me han servido para reflexionar que todas estas inconformidades me han hecho madurar y humanizar. Estos problemas tenían una razón de ser y me sirvieron para mejorar mi vida. Ojalá esto le sirva de consuelo. Señor Gregorio Samsa E.S.M. Con especial cariño, Querido amiguito, con gusto doy gracias a la imaginación que tiene para transcribir todas sus dificultades para moverse y de contar con plena seguridad todo Esperanza Rodríguez R. – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo lo que le ha sucedido desde que despertó. Lo admiro por cómo ayuda a su madre y por el sometimiento y la obediencia que • practica como un niño bien educado. Bogotá, febrero 20 de 2013 Le deseo de corazón que siga así, pues, la vida lo recompensará con un futuro seguro. Hola, Gregorio: Hoy, por casualidad, me enteré de tu preocupante situación. Creo que es algo pasajero y por lo pronto debes tener un poco de paciencia. Tu trabajo te está ab- Atentamente, su amiga, Imelda Saavedra – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo sorbiendo demasiado y todo tiene un límite. Es muy loable lo que haces por tus padres pero trata de hallar otra solución, pues el estrés y la angustia te están afectando hasta la locura, lo cual no es sano para tu cuerpo y tu mente. Piensa un poco más en ti mismo; se ve que no disfrutas de la vida y eso es lo más importante para un ser humano. ¡Fíjate que te estás deshumanizando hasta el punto de creerte un insecto! Qué baja autoestima debes tener. Pero debes sobreponerte, buscar otros horizontes, cambiar de trabajo, ver la vida desde otra perspectiva; solamente así podrás llegar lejos. Con todo mi afecto y comprensión, Constanza Álvarez – Biblioteca Pública Julio Mario Santo Domingo – 74 – – 75 – De: Pablo Campiño Para: El amigo Rutero ¡Hola, rutero! Pude observar, gracias a tu mami, el diario infantil donde anotaste la inclinación que tenías de niño por el ciclismo, al parecer, inducido por la famosa “Vuelta a Francia”. Conocí tus primeros pedalazos en la bicicleta que la mamá te compró, así como la decisión de ella para entrenarte en casa y fuera de ésta, usando equipos, hechizos, masajes y alimentación, cuyos sobrantes cedías a la mascota, el perro Bruno, que por cierto estaba gordito, condición que no fue obstáculo para que después se convirtiera en un perro investigador. Y a propósito de perros, tu figura larga aunada a la lucha por conseguir un campeonato negado, me recuerda “Los Cazadores y los Perrilla” de nuestro poeta Marroquín: “perra de canes decana y entre perras pronto perra, era tenida en su tierra, por perra antediluviana” […] terminando en “aquella perrilla, si ¡cosa de volverse loco!: ¡no pudo coger tampoco al maldito jabalí!”. ¡Tú tampoco campeaste, rutero! Reconozco el gran esfuerzo que hiciste con el apoyo de mamá y los suyos, subiendo una carretera montañosa. Meritorias todas esas luchas. No es fácil pedalear en las cuestas, aunque los aplausos y los gritos estimulantes de los espectadores ubicados en ambos lados de las vías ayuden a paliar las exigencias, junto al tuu, tuu, tuu, constante del silbato en la boca de la madre incansable. Es precisamente en ese momento de máximo cansancio y triquiñuelas al carro acompañante, cuando gentes de mal vivir te secuestraron llevándose a dos compañeros más, trasladándolos en un barco gigantesco hacia otro país para ser víctimas de la mafia del juego, que ubicándolos en un escenario especial para que los vieran desfallecer los jugadores asistentes y cobraban sus apuestas con el ganador seleccionado. El riesgo fue mayor que escalar montañas: ¡se jugaba la vida con los mafiosos! – 76 – – 77 – Bogotá, noviembre 4 de 2012 Sin embargo, tu madre minusválida de un pie y tantos años encima, con un corazón grande como el de todas las buenas madres, luchó valientemente para recuperarte. Así fue que usando una prenda tuya, aplicó el olfato perruno de Bruno para detectar tu ubicación, en principio con casos fallidos, pero, al final, Hola, compañero durante 40 años. exitoso en un país extraño con habitantes y costumbres diferentes. Ella pasó por FELIZ ANIVERSARIO. circunstancias difíciles también, así como otras divertidas comidas no acostumbradas (ranas casi crudas y por ende sal-ta-ri-nas), multitudes en tránsito por las calles, eludir a los mafiosos, compartir con las trillizas cantantes, haciendo Recordamos hoy tantas cartas que con su tinta impregnaron de amor cientos de brillar sus virtudes para sortear las situaciones, incluso produciendo sonidos ar- hojas de papel de cuaderno hasta perfumadas esquelas, suena cursi pero en el moniosos con elementos comunes y con su zapato de tacón alto para compensar amor todo es válido, todo forma caminos. la deformidad física: tóc, tóc, tóc, tóc tóc. Nuestra convivencia nos aporta cada día muchos aprendizajes y hoy recuerdo Bruno, el gran Bruno, además de aportar su capacidad investigativa, la obsesión como definitivo tu pasión por la música romántica, por ello esta carta intenta re- por el paso del tren citadino con el ruido típico de rieles (el tras tras tras) de las unir melodías, letras y el sentimiento de canciones que son como “nuestra banda ruedas y el zumbido de chispas metálicas, lo volvió casi adivino, pues no solo sonora”. se desesperaba cuando éste pasaba, sino que lo presentía momentos antes que ocurriera. Sus ladridos, carreras y saltos (¡con tanta gordura!), se volvieron tan insistentes, que azoraban a los presentes y hasta a los mismos pasajeros cuando el vehículo paraba frente a su ventana. ¡Los guau guau fueron retumbantes! “Parece que fue ayer” cuando “Te quiero dijiste”, pensé… “No tengo edad” pero con cada “Serenata de amor”, “Contigo aprendí” que “Como yo te amo” era difícil vivir “Sin ti” y acepté el “Matrimonio” con la “Bendición celestial” en “Mi viejo San Juan” aceptamos que “Triunfamos” y “Nosotros” nos dijimos ”Caminemos” Amigo rutero, tu historia deja muy en claro que el mejor equipo de vida es el de bajo un “Rayito de luna” empezamos el “Camino de la vida”; nunca nos obliga- la familia, y, en ésta, ¡la madre ocupa un espacio preferencial! mos a un “Júrame” bastó decir “Dios, cómo te amo” y en cada “Buenas noches mi amor” renovamos nuestro compromiso. Con aprecio, Cuando quedó “Venecia sin ti” por tus proyectos académicos, pudimos “Amar y Pablo Campiño – Biblioteca Pública Virgilio Barco vivir” porque “A veces llegan cartas” que llenan a este “Maravilloso corazón” y “Contigo en la distancia” escuchando los “Sonidos del silencio” tarareaba “Cara mía”. Nunca fuimos “Extraños en la noche” y con la “Plegaria” del “Avemaría” nos pedíamos “Amor mío, cuídate” y aunque estemos tan lejos como en una “Isla de Capri”, “Como yo te amo”, “Tú significas todo para mí”, afirmo que eres “Tú lo mejor de todo” y recuerdo cuando decías “La gloria eres Tú” porque con “Tu voz” “Tú me acostumbraste” y “Adoro” “Ahorita” “Cómo han pasado los años” con nuestros “Tres regalos” tres tesoros de hijas que son un “Poema” y un “Madrigal”. – 78 – – 79 – En mi juventud pensaba con “Delirio” en “El día que me quieras”, “No sé Tú” pero do que en un pueblo de Santander se perifoneaba para la presentación de cada forjamos una vida “Inolvidable” sin definir “Cómo fue” tal vez es solo una “Histo- película; se proyectaba en un teatro viejo improvisado en listones de madera. Las ria de amor” “A mi manera” y a la tuya también. funciones eran solamente los sábados. Tiempo después se hicieron muy popu- “Voy a apagar la luz” segura que “Jamás te olvidaré”, que “Me llevarás en Ti” y cada minuto tendrá “Sabor a mí”. lares las películas de James Bond que se alquilaban en VHS. Me gusta mucho el cine; mis favoritas son las películas de drama, misterio y comedia. Yaneth Mateus M. – Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea “Eternamente” Amparo – Virgilio Barco Historias sobre Ciudad Bolívar El sitio en donde hoy es el barrio el Perdomo era una tierra árida donde había • muchos cactus. El barrio lo fundó el padre Ismael Perdomo; la capilla fue cons- Retratos de la memoria Textos del Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea truida con tejas de latas, las calles eran de tierra y no había acueducto. El barrio consumía agua de un pequeño aljibe y después pusieron varias pilas de agua; se hacía fila para comprar el “cocinol” y solamente había una escuela. La mayoría de las casas eran en latas y ladrillos, algunas tenían grandes solares donde se sembraban brevas y duraznos; algunos habitantes criaban cerdos y ovejas. Llegaba a En 1959, en un barrio llamado San José Obrero, por la antigua vía al llano, un ca- este barrio una sola ruta de buses. No había parques ni centro de salud. Cuando rro viejo con altoparlantes anunciaba la presentación de las películas mexicanas; llovía todo se inundaba. yo apenas tenía 8 años. Tenía cuatro palos que parecían un arco de fútbol, colocaban una sábana grande y con unos proyectores gigantes pasaban la película Fabiola González – Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea con todos los artistas. En un potrero, algunos nos sentábamos, otros veían la función de pie. Fue todo un acontecimiento. No me acuerdo qué película vi pero sé que era muy chistosa y también había películas de tiroteos. Hilda A. Hernández – Biblioteca Pública Perdomo – Soledad Lamprea • Historia de un niño en la década de los treinta A muy temprano tiempo, cuando contaba aproximadamente con tres años de edad, vivía con mi “Mamá-Señora”, o sea, mi abuela. Estos son los primeros reMi experiencia con el cine en Bogotá fue por los años 78 o 79. Mi papá me llevó cuerdos de mi vida. No conocía a mis padres hasta entonces. Mi abuela era una a ver a Cantinflas, el primer episodio de Súperman y El Monte Calvario, para la campesina que cultivaba la tierra y se dedicaba a la hechura o fabricación de Semana Santa. Yo tenía por esa época seis o siete años. Después, como a los once alpargatas de fique. años, vi El barrendero de Cantinflas con mi familia. Luego, a los 14 años, recuer– 80 – – 81 – La casita en la que vivíamos estaba hecha en bareque. Sus paredes eran de barro Lo asombroso fue que mi “Mamá-Señora” antes de regresar a la casa, ya sabía y su tejado era de paja. Estaba a una hora y media de mi pueblo, en una vereda que los huevos no estaban allí. Mi abuela nunca aprendió a leer, nunca sus pa- llamada Los Rosales. dres le dieron algún estudio, pero ella era bien experta en hacer sus cuentas. Así Un día mi “Mamá-Señora” se fue para el pueblo porque era día de mercado. Ella llevaba sus alpargatas, algunos huevos y parte de su cosecha para venderlos allí. Así que este día me dejó solo en la casa. En aquel tiempo no existían los muebles. En cambio hacían un tarimón que remplazaba los enseres de hoy día. Los hacían al estilo sofá, hechos en piedra y barro. Había uno por dentro de la casa y otro por fuera del rancho. Las camas las que este visitante fue el causante de que mi “Mamá Señora” me colgara de la viga, castigándome así por mi inocencia. Mis padres vivían en Bogotá. Yo calculo que mi edad estaba entre los tres años. Ya que cuando me reuní de nuevo con ellos conocí a mi hermana menor, quien tenía un año de nacida. Apenas gateaba. De esta forma culmino mi historia de cuando yo tenía tres años de vida en este mundo. hacían con cuatro horcones; cuatro palos con horqueta enterrados en la tierra. Ismael Arias Beltrán – Biblioteca Pública Parque El Tunal Se le colocaban palos entrecruzados y los colchones se hacían a punta de juncos, esteras o costales. Esos eran los “Colchones Pullman” de aquél tiempo, allá en los • campos. Aquél día me tendí sobre el tarimón encima de un costal. Me acosté mirando las Bogotá, febrero 20 de 2013 plantas y los árboles. Afuera del rancho había sembrados de maíz, fríjoles, habas y arvejas. Estaba absorto entretenido con el viento que movía extrañamente las hojas de la planta de maíz. No todas las hojas se movían, sólo unas cuantas; era como si estuvieran bailando. Así me quedé dormido. Pasó un gran tiempo, aunque el sueño no me dé la medida. Cuando desperté vi que llegó un joven de unos doce años. Este simplemente me preguntó por dónde subían las gallinas al zarzo a poner los huevos. También preguntó por dónde y cómo mi mamá hacía bajar los huevos del zarzo. Sin imaginar la razón de estas preguntas, yo respondí con esmero a cada una de ellas. El rancho tenía una puerta y un candado muy grande. La llave, igual, era grande, como la que le ponen a la imagen de San Pedro. Pero esto no fue un obstáculo para que este visitante llevara a cabo su propósito, que era robarse los huevos. A las gallinas les ponían una varita en forma diagonal para subir al nido, pero el visitante no abrió el candado, ni lo vi subir por la vara. Ignoro cómo, pero los huevos desaparecieron. – 82 – Niña raptada Mi historia es la siguiente: Desde que tenía cinco años empecé a sufrir. Nunca supe lo que fue la niñez. Mi mamá estaba muerta. A mi padre le tocaba andar conmigo a todas partes. Lo perseguían los “Chuma” para matarlo. De noche, corría conmigo al monte a esconderse; me colocaba adentro de una cueva con una vela encendida y luego se marchaba a pescar con un anzuelo toda la noche. Yo nací en San Agustín, Huila. Yo tenía dos hermanos, uno se llamaba Pedro y el otro Luis; de ellos no volví a saber nada. Una pareja me encontró y me dijeron que me fuera con ellos. Me dijeron que me darían todo lo que quisiera, ropa, comida, estudio, muchas cosas. Eran unos fritangueros que iban a todos los pueblos. Me subieron a un carro y me raptaron. – 83 – Me llevaron a un pueblo llamado Altamira. Llegamos a una casa y allí me dejaron Mayo 15 de 2013 encerrada en una pieza totalmente a oscuras. Yo no hacía sino llorar y gritar. Llamaba mucho a mi padre, hasta que me taparon la boca con un trapo. Ellos tenían tres hijos, me trataban con groserías y me golpeaban. El poco ali- Diario mento que me daban eran los sobrados de sus comidas. Me hacían levantar tem- Hoy estoy alistando todo para mañana ir a dar un paseo. Esto a cuenta de la Al- prano para que encendiera el fuego de la casa, como yo no sabía o no podía, me caldía Local de Bosa. Todo está pago. Tengo que salir a las cinco de la mañana de pegaban con un rejo mojado en la alberca. la casa. El paseo es para Arbeláez, Cundinamarca. Duré un año con ellos. Me obligaban a cocinar aunque yo no sabía. Un día me Mayo 16 de 2013 comí sin permiso una tajada de hígado y uno de los hijos se dio cuenta. Primero, me golpearon la boca, luego, me metieron las manos en el fogón de leña y yo gritaba de dolor. Hoy la pasé feliz en una pequeña finca en Arbeláez, Cundinamarca. Tomé fotos a los bellos paisajes de la región. También le tomé fotos a las personas y hasta a unos patos y a unas cabritas que vi. Todos hacen parte del paisaje en el entorno. Unos vecinos se dieron cuenta de la situación y fueron a la estación de la policía. Dos policías llamaron poco después a la puerta de la casa. Ellos no quisieron abrirles. Yo aproveché para gritar con todas mis fuerzas. Finalmente, ellos entraron a la fuerza y se dieron cuenta de mi situación y mis quemaduras. Me llevaron al hospital. Mayo 17 de 2013 Hoy me comuniqué con mi hijo que está en Argentina por el correo electrónico. Qué buena es la tecnología. Al hombre lo llevaron preso. A la mujer la condonaron pues estaba en cinta. Mucho tiempo después me mejoré y el comandante de policía me llevó a un colegio de monjas. Allí duré un año, aunque me sacaron porque era una institución costosa y no podían mantenerme. Mayo 18 de 2013 Hoy estuve comprando unas cositas en compañía de mi hija menor, que siempre Luego erré de familia en familia durante mucho tiempo. Así hasta los veinte años. Luego me vine a trabajar a Bogotá y me salió pretendiente. Él fue el padre de mis tres hijos. Aunque era un hombre irresponsable y nos abandonó. Tuve me colabora en todo. Por la noche asistí a la celebración del día de pentecostés. que trabajar por días y años para hacer de padre y madre al mismo tiempo. Mi hijo menor murió en un accidente, a mí, casi me pasa lo mismo. Mayo 19 de 2013 Hoy estuve de locha buena parte del día, pero me dio vergüenza seguir perdien- Lucila Jojoa – Biblioteca Pública Parque El Tunal do el tiempo sin hacer nada. Me pellizqué y resolví arreglar mi cuarto que estaba bien desorganizado. – 84 – – 85 – Ahí sí me sentí sin cargo de conciencia. piado, entre otras, queremos compartir contigo nuestro humor en pocas palabras: Mayo 20 de 2013 —Un pollito llorando le dijo a mamá: “Mamá, mi papito se fue a la rueda de Chi- Hoy leí un artículo sobre la posibilidad de alimentarse de insectos por su alto cago y no nos llevó”. valor en proteínas, tal y como lo hacen 2.000 millones de personas en el mundo. En la esquina de la casa había un asadero de pollos. Esa idea no me gusta; me llamó la atención pero no le jalo. —Cuando yo estaba chiquito me daban pasta y queso, y ahora que estoy grandecito me dan con el rejo tieso. Mayo 21 de 2013 Hoy no ha pasado nada especial. Sólo doy las gracias a Dios por el sol y por la Gloria Pardo y María Emilia Dussan – lluvia, por lo dulce y también por lo amargo de la vida. Biblioteca Pública El Tintal – Manuel Zapata Olivella Mayo 22 de 2013 Hoy me he puesto a reflexionar por qué mientras unos tienen tanta plata que • no saben ni qué hacer con ella, otros no tenemos ni para el bus. Y mientras unos viajan por todo el país, otros no podemos ir ni a Melgar. ¿Por qué la vida tiene que ser así? Adiela Franco – Biblioteca Pública Parque El Tunal La acusación Cuento Ayer me acordé de un caso que me pasó en Villarrica, Tolima, en la que era nuestra finca. Un asunto de una acusación que le hicieron a mi esposo, Luis. Fue un • vecino, Alberto, no muy alto, no muy bajo, como algo trigueño y joven. Tenía una cabeza rectangular, ojos saltones, pelo alborotado; caminaba cojo de la pierna derecha. Tenía pantalones rotos. Todos los pantalones que se ponía estaban rotos. Humor de pocas palabras Querida(o) compañera(o): Cundo se reía asustaba a la gente porque los dientes desportillados raspaban la mirada de los que lo rodeaban. Era extraño ver una humareda en los potreros, humo que se combinaba con la Mientras escuchamos anécdotas chistosas sobre caídas, faldas desabotonadas, peleas por pantalones en descuento, tropiezos con maniquíes, uso de calzado inapro– 86 – neblina de los días de lluvia. Alberto fumaba como un barco y desprendía un olor a chimenea que espantaba las vacas y que hacía llorar a los terneros. – 87 – Era casado y tenía dos hijas, la mayor llamada Rosa y la menor Isabel, su esposa, izquierdo sería de mala suerte. El ojo derecho se empezó a poner rojo y la fren- Yaneth, era una campesina algo andrajosa, de estatura mediana, piel blanca, más te seguía más hinchada. La infección fue tal que dejó de ver por ese ojo hasta joven que él. Tenía una cabeza redonda, ojos rasgados, pelo rojo; sus hijas, todas que se le hundió. Lloraba desaforadamente sobre todo por el comportamiento ellas de diferente edad, feas, de pelo alborotado, igual que el del papá. de los militares. Los veía pasar por los linderos de la finca y se escondía debajo El día de la acusación mi esposo Luis estaba enfermo. Tenía sinusitis y el mundo se metía por los poros en forma de luz, se llevaba las manos a la cabeza y yo no entendía si era por dolor o por rabia. Él era inocente. Sin embargo, como pudo se levantó a estar muy pendiente de su familia y a saber lo que estaba pasando. de la casa durante tres o cuatro horas hasta que calculaba que se habían ido. En ese tiempo la finca era de él. Las caminatas y las armas de los militares fueron dañando nuestra huerta. Llegaban y cogían las frutas sin madurar, se bañaban dentro de los cultivos, hicieron cambuches…, ahí estuvieron como tres días durante los cuales desapareció la producción. Luis se camuflaba con costales y subía a la pieza para que yo lo alimentara y Mi esposo Luis era ganadero, agricultor, trabajaba en la finca todos los días, era le curara las heridas, que ahora eran más grandes; tenía yagas por toda la cara. buen vecino y no se metía con nadie. Estas fueron avanzando por todo el cuerpo remplazando los costales. Luis sabía El ejército nos rodeó la finca para comprobar eso. Requisaron toda la finca y la casa. Amenazaron a mi hijo, que cuando eso estaba muy pequeño e inocente, y a mí; no nos dejaban mover del lugar donde estábamos parados y nos hacían unas miradas como matadoras, pero en sentido de crueldad. Fue interrogado por esta gente. Ellos se portaron muy groseros. Su aspecto era tan maquiavélico que asustaban; los animales los miraban y era tanto el miedo, que hacían unos ruidos estremecedores, los perros ladraban y corrían por todo lado, hasta se escondían y también aullaban melancólicamente. que era irreconocible para los uniformados. Aún con yagas salía a hacer otras labores en la finca por fuera de la huerta. Caminaba como una mancha café por los potreros mientras las vacas mugían desesperadas. Cuando el ejército salió, la realidad le mostraba a Luis que la huerta ya no estaba. Se puso tan triste que se sentó en la mitad de la huerta y empezó a actuar como si estuviera loco, a dar vueltas sobre su propio eje y a gritar. Después de ese día intentó arreglar las cosas para poder comer en el futuro. Se recuperó la mitad de la huerta en seis meses. Esto hizo que sus dolencias se acrecentaran a tal grado que fue decayendo hasta quedar repartido por la tierra. Lo Luis se mantenía intranquilo y pensativo todos los días. Por las mañanas se le- último que encontramos de él fue la cabeza, que estaba intentando entrar a la vantaba y comenzaba sus labores, pero con la zozobra de no saber en qué mo- casa. mento volverían a interrogarlo. Al ver esto decidí cambiar la finca por otra en Venecia, Cundinamarca, empaqué Se rascaba la cabeza, a consecuencia de eso su salud seguía perjudicada: después las cobijas de Luis, algunos libros, una gorra y dos gatos, algunas gallinas, un ma- de un tiempo de estarse rascando le empezó a salir materia de la frente y yo te- rrano, tres perros y mis hijos. Aparte, empaqué unas semillas de caléndula. nía que hacerle emplastos de caléndula, pero esto no le servía de nada porque entre más días pasaban la frente se le infectaba más y más. Se le fue hinchando hasta que le llegó al ojo derecho. Él decía que si fuera el – 88 – María Esperanza Maldonado - Biblioteca Pública Arborizadora Alta – 89 – Llegar a Bogotá Relato I De pequeñita yo jugaba con mis primas y alzábamos las papitas, las envolvíamos Mi pueblo es Gachala, Cundinamarca. Allá se dan muchas cosas: papa, yuca, en tela y se convertían en niños. Nos hacíamos comadres, les echábamos un po- arracacha, plátano, caña, café, todo eso se da. Nosotros estudiábamos a una hora quito de sal y agua y ese era el bautizo. Luego tostábamos las arvejas, las habas de la casa; dos días a la semana, desde El Toronjo. A mí me daba miedo cuando y hacíamos abejones. Allá tenían amasadero de pan y hacían guarapo, entonces pasaban los cadáveres en el chichorro porque sonaba feo. cogíamos la miel y la echábamos a los tostados y se apilaba todo. Yo siempre me estaba por un monte corriendo; me la pasaba como con treinta Mi mamá se casó después porque mi papá murió en la primera guerra mundial. muchachos. Mi madrina me daba de comer junto con sus hijos. Yo me acomedía Pues se fue con mi padrastro y vivimos con él. Ya yo seguí con ellos, ayudándolos a hacer oficios, ayudar con el ganado y así. Vivía con mi abuelita Rosa, porque mi con los niños y el ganado y nunca estudié. Hasta ahora estoy estudiando aquí mamá propia trabajaba. A las seis de la mañana salíamos para llegar a misa de cerca en las Acacias, de donde me trajeron a la biblioteca. Ya se firmar pero toda- nueve; era tarde porque el padre sabía que la gente vivía lejos. vía no escribo de corrido. Nos dejaban de caseros. Primero que todo hacer oficio y alistar la leña. Tostá- Mis padres murieron y mi hermana nos trajo aquí para Bogotá a trabajar y a bamos maíz, hacíamos turrón. Nos poníamos a hacer chistes con eso y a decir sufrir. Porque imagínese, uno no sabe qué lo van a poner a hacer. Acá nos sepa- “mire ese bollazo”. Y luego nos íbamos a amarrar las vacas y encerrar a los bece- ramos. Yo sufría mucho por ellos. Yo trabajaba quince días y pedía permiso para rritos. Hacíamos de comer y luego cada uno cogía para su casa. visitarlos y saber cómo estaban. Crecimos y ellos ya fueron saliendo adelante solitos. Se volvieron grandecitos, se casaron y ahora trabajan. Yo fui la encargada de ellos y como solo éramos los tres, pues yo debía dar cuenta de ellos. Uno prestó el servicio y eso me hizo sufrir, que no me lo fueran a matar. Mi otro hermano estaba soltero, hasta que formó su hogar y yo me puse de interna. Duré años trabajando así. Me conocí con el que es mi esposo. No nos casamos pronto. Con él tuve tres niñas. Hasta que nos casamos; llevamos como cinco años casados. Las hijas se casaron, la menor vive con su esposo en mi casa. Hasta la hora presente, sobrellevando mi vida. Nos embarrábamos hasta el corazón. Metíamos los brazos hasta el codo para sacar los zapatos que se enterraban o los cargábamos para que no se ensuciaran. Para ir a misa. A los trece nos trajeron para Bogotá. Y como uno ya se vuelve creído. Cuando llegué me tocó trabajar en una casa de familia y duré ahí tres miserables días. De ahí en adelante ni más. El día que llegamos a mí me trajeron mi mamá, mi tío y mi abuelita (alma bendita). No me podían dejar porque yo tenía un novio que ellos no me lo querían. Yo allá estaba muy feliz y enamorada de Adolfo, con el que yo llevaba seis meses. Eso fue en julio, pero no me acuerdo de qué año. Llovía muy duro y eso era un solo Maria Carlina Pérez – Biblioteca Pública Arborizadora Alta barrialero. Con todo y eso, a mí sí me gustó llegar a la ciudad. Lo que sí me dolía mucho y me hacía llorar eran esos niños a los que tuve que cuidar y que duré solo tres días. Ana Librada López – Biblioteca Pública Arborizadora Alta – 90 – – 91 – Relato II El Mariposario del Vergel Llegué aquí a Bogotá en el año 1949. Me encontré muy extraña, no me podía Cuando recorría en campero los pueblos del norte del Valle del Cauca, observé la adaptar a las costumbres, aquí con las personas como yo, ni tampoco con las co- carretera principal de la vereda El Vergel, cerca al municipio de la Unión, la cual midas. Encontré un trabajo, donde una familia, pero me dijeron que tenía que ser estaba adornada con muchas plantas de Coqueta o Capuchina, plantas revesti- interna. Yo les dije que yo tenía un niño y me dijeron que eso no importaba, que das con un sutil color zapote resplandeciente. Así mismo, bajo sus hojas en forma fuera juiciosa para trabajar. Allá estuve seis meses. Ella me daba la comida para de sombrilla abierta, gran cantidad de mariposas que se posaban allí y que, en el niño y me descontaba del salario, me pagaban 25 centavos y me descontaba la ocasiones, al paso de los carros salían volando a otro lugar. Recordé que estaba mitad, pero como todo era barato, le compraba ropa, juguetes, útiles escolares, cerca de la casa de Santiago Grajales, excompañero de trabajo de la alcaldía del etc. Un día se enfermó el niño y le pedí permiso a doña Ernestina para llevarlo pueblo, a quien no veía desde el día en que me pensioné. Santiago construyó su al médico. Cuando llegué estaba muy brava, me mandó a lavar para ganarme el casa sobre una colina no muy alta, pintada de blanco, con sus ventanas abiertas almuerzo. y sus columnas, su techo de color rojo que la hacían ver espectacular. Además, el Como a mí no me gusta la violencia, pues me fui a lavar sin decirle nada. Cuando jardín de en frente tenía hermosas flores de diversos colores. escuché que el niño lloraba, pegué la carrera. Lo encontré dentro de una caneca Entré a la casa abriendo la puerta de madera con alambre de púas y emprendí mi con agua; la jefa lo había empujado dentro de ella, lo saqué y por ese motivo me ruta por carretera angosta empedrada. Encontré a María Clemencia, esposa de despidió. Pues me fui a andar y nadie me daba posada. Me quedaba en los corre- Santiago, sentada en un escaño al pie de la puerta principal bordando un vestido dores de las casas y seguí consiguiendo trabajo. Por fin conseguí para trabajar de novia con canutillos. Se veía precioso, le dije, ella agregó: “y eso que hasta por días, pero el niño me tocaba dejarlo en los parques. Cada nada salía a mirarlo ahora lo estoy comenzando”. De repente apareció Juan Carlos, de cinco años y le llevaba comida. de edad, gritando: “¡Auxilio mamita! ¡Mi hermana me va a pegar!”. Tras él apa- Después me denunciaron al Bienestar Familiar, que al niño yo lo tenía abandonado, pero luché y no me lo dejé quitar. Ya me encontré otra señora, la cual me dijo que ella me lo tenía, pero la alimentación se la tenía que llevar, esto era du- reció una linda niña llamada Laura Sofía de diez años. Se le notaba alterada y pedía con voz fuerte que le devolviera el hilo que Juan le había quitado. Le gritaba: rante el día. Por la noche me quedaba en la calle con mi niño, hasta que al fin me —¡Dámelo, dámelo, abusivo! Tú sabes que lo necesito para ayudar a mamá a bor- conseguí una piecita en arriendo. dar sus vestidos de novia. Ante ésta escena bochornosa María Clemencia calmó a sus hijos diciéndoles: Rosana Martínez – Biblioteca Pública Arborizadora Alta “¡Basta ya! El niño ya me entregó el hilo”, y los abrazó a los dos. Enseguida su mamá le pidió a la niña que llamara a su hermano Andrés Felipe, de siete años, quien estaba acostado en la sala sobre una estera de guasca de plátano viendo televisión, para ir hacia el río donde el papá les tenía una sorpresa. Los niños, – 92 – – 93 – de uno en uno, preguntaban a la mamá si ella sabía cuál era la sorpresa. María Laura Sofía fue la primera en elevarla, demostraba su felicidad diciendo que era Clemencia sonriendo les decía que sorpresa es sorpresa, lo cual generaba un pe- inexplicable la fuerza de la cometa cuando pedía más hilo. Después fue el turno queño pero muy sentido sollozo, mezclado con la expectativa de descubrir lo que para Andrés Felipe: no se cambiaba por nadie, porque él era quien la había eleva- papá les tenía guardado. Los dos niños bajaron rodando colina abajo y fueron los do más alto. Faltaba Juan Carlos, su padre lo alzó en sus brazos y le explicó que el primeros en llegar a donde estaba su padre Santiago; mientras que la niña lo hizo hilo tenía mucha fuerza cuando la cometa estaba así de alta y le podía herir sus con nosotras. manitas. Santiago le cogía la mano para que él tuviera la sensación de que la es- Les dije que eran privilegiadas con el paisaje tan hermoso que les rodeaba; el río El Vergel con sus aguas cristalinas y caudalosas, piedras muy grandes, su sonido arrullador a veces y en otras ocasiones muy romántico. Eso sin contar la cantidad de mariposas multicolor que rodean la cerca a lo largo del camino. taba volando solito. También le enseñó cómo bajarla, enrollando el hilo en el palito. De pronto, se partió el hilo y la cometa cayó sobre la copa de un árbol altísimo difícil de alcanzar. Todos enmudecimos con este cambio tan brusco, pasar de la felicidad a la tristeza absoluta. María Clemencia conmovida por la situación, dijo a todos que allí no había pasado nada. Entonces propuso que mejor fuéramos a Santiago, al verme, se acercó y nos fundimos en un cálido abrazo, el cual se vio in- darnos un chapuzón en el río. Ella creía que era lo mejor que se podía hacer, jugar terrumpido por los impacientes niños que a una voz le pedían a su papá que les con el agua y divertirse mucho como siempre lo habían hecho. dijera en dónde estaba la sorpresa. El papá abriendo los brazos les dijo: “bienvenidos a la búsqueda”. Y levantando su brazo derecho hizo una señal en forma de círculo muy amplio. Los niños arrancaron a correr y decían: “Vamos a ver quién tiene la suerte de encontrarla”. Entre tanto, Santiago y María Clemencia planearon una estrategia que consistía en gritar ¡fríos, fríos, fríos!, cuando estuvieran lejos de la sorpresa; si se acercaban dirían ¡tibios, tibios, tibios! y, si gritaban ¡caliente, caliente!, era porque ya la habían encontrado. Así sucedió, Andrés Felipe encontró la sorpresa. Era una cometa multicolor con cinco estrellas doradas. Estaba muy contento. Preguntó a su papá qué simbolizaba cada estrella. Santiago le respondió que representaban a cada uno de ellos, puesto que todos querían volar muy alto. Luego de un largo tiempo dentro del río, madre e hija se salieron del río y se sentaron sobre el tronco de un árbol caído. Sus ropas destilaban agua; juntas gozaban viendo a Santiago y a los niños tirándose agua a manotadas, riendo felices. La niña vestida con un leggins verde limón y su blusa floreada, atrajo muchas mariposas de varias especies, colores y tamaños. Una mariposa azul, grande, radiante, llamó la atención de ella y su mamá. Se posó en sus muslos, tenía dibujos geométricos bien delineados. “Son únicos”, dijo Laura Sofía. María Clemencia comentó que sólo Dios podía hacer algo tan perfecto. Después apareció una mariposa amarilla grande, con dibujos ancestrales también perfectos; fue así que cada vez llegaban más mariposas de múltiples formas y tamaños, se posaban sobre el vientre y el pecho de la niña, cerraban sus alas y se quedaban quieteci- A la cometa le faltaban la cola y el hilo. María Clemencia cortaba pedazos de tas. A María Clemencia le surgió la idea de amarrar con hilo las dos mariposas trapo y los anudaba en los tirantes correspondientes a la cola, mientras que San- grandes y, si lograban esta hazaña, se convertirían en cometas para los niños, y tiago enrollaba el hilo en un palito. Al terminar su tarea, Santiago dijo que ahora si Laura Sofía quería una, amarraría una mariposa roja que acababa de llegar. A sí se podía elevar la cometa. Andrés Felipe manifestó que como él la había encon- la niña le pareció una buena idea y pregunto qué había que hacer. Su mamá sacó trado, sólo él la podía tocar y elevar. Laura Sofía le replicó, diciéndole egoísta, ya que los tubinos de hilo que tenía en los bolsillos. Enseguida le fue explicando a la todo lo que compraba o hacía su padre era para todos. Santiago la felicitó por su gran niña el procedimiento con mucha facilidad y paciencia. comentario y exclamó: “Es para todos con iguales derechos”. – 94 – – 95 – Desenrolló más o menos tres metros de hilo, se los pasó a la niña ya doblados por ran a la casa. Mientras que Juan Carlos decidió que él le contaría a los vecinos, la mitad, le aclaró que el doblez se colocaba sobre el dedo índice que forma una a los compañeros del colegio, a los profesores y a los compañeros de trabajo de argolla. “No la dejes cerrar”, le advirtió su mamá. Continuó con la instrucción su papá, porque quería ver la casa llena de gente conociendo su primera cometa diciéndole que por aquella argolla deberían pasar las dos puntas que quedan de- mariposa, que a la vez era su mascota. Los padres se asombraron con las ideas trás. Laura lo hizo y su mamá la felicitó, y le dijo que ya tenía un nudo corredizo. de los niños y decidieron que entre todos formarían el mejor mariposario de la Su madre prosiguió: “Esa argolla la metemos alrededor de la cola de la mariposa, vereda El Vergel y podrían estar felices, al convertir su casa en un bello palacio despacito hasta llegar a la raíz de las alas y se aprieta, así, ¿te das cuenta? Aho- para albergar a muchísimas mariposas, que con sus colores, formas y tamaños ra hazlo tú”. Laura Sofía la siguió al pie de la letra y María Clemencia, exclamó: serían la admiración de los visitantes. “¡listo! Las tenemos”. Para no estropear su cuerpo, le hacemos un nudo ciego de la siguiente manera. Dos lazadas y dijo: “¡Qué dicha, no opusieron resistencia! Seguro estaban dormidas ¿verdad?”. María Oliva Marmolejo – Biblioteca Pública Puente Aranda Néstor Forero Alcalá Al ponerse de pie Laura Sofía, las mariposas que había tenido sobre su cuerpo volaron lejos. La madre y la niña corrían con las mariposas, felices por el logro alcanzado. Llamaron a los niños y se las entregaron. Ellos plenos de felicidad quedaron atónitos por la belleza y manera de volar de las mariposas. Andrés Felipe decía que la de él volaba más alto que la de su hermano Juan. Mientras que su hermano menor le decía que la de él se la había dado su mami y la iba a convertir en su mascota; además, la quería viva para siempre. Santiago salió del río. Abrazando a su esposa y a la niña, exclamó: “Estas son mis mujeres que amo tanto, son lo máximo por hacer felices a estos pequeños”. De vuelta a casa, con un atardecer lleno de esplendor en el horizonte, María Clemencia amarró las mariposas a una columna, las cuales, mientras tomábamos un refresco, desaparecieron, pero al seguir la guía del hilo las encontraron junto a una gran cantidad de mariposas que dormían bajo las hojas de la mata de Coqueta, que graciosamente crecía enredada a una columna. De su escondite salieron muchas mariposas coloridas que se posaron sobre la blanca pared de la entrada. Laura Sofía dijo a Santiago que, si estaba de acuerdo, le contaría a la profesora y a sus compañeros de curso para que fueran a visitarlos y contemplar esa belleza. Santiago asintió y dijo que le parecía bien. Andrés Felipe agregó que él les iba a contar a todos sus compañeros y a los de otros cursos para que fue– 96 – – 97 – Club de Personas Mayores Biblioteca Pública La Giralda-Fontibón Una mano más una mano no son dos manos Son manos unidas a nuestras manos • Une tu mano para que el mundo no esté en pocas manos sino en todas las manos Gonzalo Arango El Club de Personas Mayores de la Biblioteca Pública La Giralda-Fontibón, denominado Club Alegría de Vivir, por decisión unánime de sus integrantes, se reúne todos los viernes para recrear mundos posibles de la mano de la literatura, la tradición oral, las historias de ayer, la música y el arte. El nombre no es gratuito, trae consigo un mensaje escondido, es la recreación en palabras de lo que significa vivir, una suerte de simbología de la vida, tal como es, dulce y amarga, con momentos para todo, buenos y malos. Pero, ¿qué se debe vivir?, ¿Se exige o se elige afrontar? Como sea, la respuesta de cada quien, la vida se honra pese a todo. De ahí su presencia. Cada minuto cuenta, cada espacio que reivindique los derechos del adulto mayor es importante, y el grupo lo sabe, cada momento compartido es único en sí mismo. Por sus rostros se percibe la necesidad de escuchar y de ser escuchados, porque son valiosos, y por esa razón, tienen un deseo irrefrenable de continuar pese a los dolores del cuerpo, a los contratiempos del día a día. El encuentro semanal es de ellos porque se lo han ganado y por eso lo custodian, lo defienden y lo atesoran desde hace ya ocho años. – 98 – – 99 – “Sí, así es la vida, pero de ella se aprende y lo que es mejor, siempre aprendemos de las experiencias buenas y malas, eso es lo que significa vivir” Variados han sido los temas que, a lo largo de estos años, se han propuesto abor- Soley Espejo - La Giralda dar: Memoria local y personal, Las reminiscencias de amor y desamor y El Mito-Leyenda y su relación con las fiestas de carnaval, son algunos ejemplos. Para el semestre inmediatamente anterior se propuso trabajar en el marco de una Las artes plásticas tuvieron su lugar con artistas como Tarsila do Amaral, Anita propuesta denominada: “Los grandes del Brasil”, fruto de una planeación con- Malfatti, Zelia Salgado, y Waldomiro de Deus, indagamos sobres sus obras más junta entre la Biblioteca pública Las Ferias y la Biblioteca Pública La Giralda, representativas, su legado, intentando desentrañar la importancia de sus creaciones. que giró en torno a la exploración de la cultura brasileña, eligiendo cuatro ejes *** de representación cultural: la poesía y el cuento, la música y las artes plásticas. • El objetivo fue uno solo: conocer y reconocer el país vecino como parte de la cultura latinoamericana. Por lo tanto, la investigación de una multiplicidad de autores, de músicos y de artistas a todo nivel, fue nuestra apuesta. El ejercicio Tan Cerca… Pero Tan Lejos En una tarde soleada de noviembre, Emilia, mujer de mediana estatura y tez por supuesto dio sus frutos. Con la poesía, recorrimos la vida de Cora Coralina y sus más bellos pasajes nos acompañaron dejando una estela profunda y clara. Nos atrevimos a jugar con la lengua, quisimos desentrañar los significados, jugamos a ser bilingües, a ver la vida como la vería esta mujer, una de las poetas más visionarias de Brasil. E me fazer pedra de segurança A vida tem duas faces: dos valores que vão desmoronando. Positiva e negativa Nasci em tempos rudes O passado foi duro Aceitei contradições • mas deixou o seu legado lutas e pedras Saber viver é a grande sabedoria como lições de vida En aquel lugar todo era confusión y ruido. Sin darse cuenta, ingresa a un salón equivocado donde llamaban a lista, de repente, la voz de la profesora pronunció un nombre, un nombre muy querido y añorado por Emilia, un nombre que no escuchaba desde su ya lejana niñez. ¿Era posible tanta casualidad? El corazón de Emilia latía con fuerza y, mental- • Assim eu vejo a vida morena, busca a paso lento y cansado el salón de su grupo de trabajo semanal. mente pidiendo a Dios valor, caminó hacia adelante mientras su memoria traía recuerdos pasados. Que eu possa dignificar e delas me sirvo Minha condição de mulher, Aprendi a viver. Aceitar suas limitações Cora Coralina Así veo yo la vida y convertirme en amparo La vida tiene dos caras: de valores que se están perdiendo su rencuentro ya en la edad adulta fue un alivio. Para Ascensión era importante Positiva y negativa. Nací en tiempos difíciles El pasado fue duro Acepté contradicciones contarle a su hermana los motivos por los cuales no habían crecido juntas, la mas dejó su legado luchas y piedras Saber vivir es una gran sabiduría como lecciones de vida Que yo pueda dignificar y de ellas me sirvo. Mi condición de mujer, Aprendí a vivir Aceptar sus limitaciones Cora Coralina Años atrás muy cerca del salón de grupo, dos mujeres, Ascensión y Carmen, conversan. Estas hermanas no tuvieron la oportunidad de crecer juntas; su familia • – 100 – • no tuvo esa bendición y ellas lo sabían. Su dolorosa separación fue difícil pero violencia de los años cuarenta había sido la causante; cosas feas pasaron y nadie hizo nada para evitarlo. Los bandidos prendían fuego a las viviendas con los ocupantes adentro; muchas personas eran asesinadas o desterradas de su lugar de origen. De repente, en un abrir y cerrar de ojos toda una vida desaparecía. – 101 – —No sé por qué, pero la muerte la he tenido cerca desde muy joven. El nueve de semana llegaban los adultos mayores de su barrio. Los minutos se hicieron eter- abril, me cogió por la calle y tuve que acostarme en medio de los cadáveres para nos, su anhelo de años atrás por fin llegaría, un simple cruce de preguntas y de no convertirme en carne de cañón —decía Ascensión, para quien recordar era el respuestas nerviosas, Emilia repitió su nombre una y otra vez, lo afirmaba seña- equivalente a valorar. Carmen escuchaba, no era mucho lo que podía decir, solo lando que ella era la hija mayor de Epaminondas y Enriqueta, nacida en Saboyá, el profundo silencio de sus corazones se confundía con la esperanza de encon- Boyacá. La espera había terminado, Emilia aguardaba, segura ya de saber a quién trar algo, aunque fuera un poquito de paz. tenía al frente, la abuela que la escuchaba y que permanecía como clavada en el —¿Será que nuestra hermanita mayor, correría la suerte de los difuntos?— se preguntaban. piso, casi sin voz le dijo —Yo soy Ascensión, su hermana mayor—. Las dos lloraron y se abrazaron, fue un hermoso momento. La tarde se despedía Como de costumbre, cuando se reunían, las dos hermanas siempre recordaban a una hermana que había desaparecido, un hecho doloroso que no olvidaban nunca. Hijas de una familia desmembrada por el dolor. No sabían nada de ella desde la muerte de sus padres; nunca olvidaban que eran tres y que siendo muy niñas el destino o la guerra las había separado. La vida es dura y difícil pero nos sorprende a cada paso. Carmen un día partió y entregó su vida al Todopoderoso y Ascensión quedó sumida en la más profunda tristeza, tristeza que aumentaba con los recuerdos, con la añoranza de sus hermanas; una descansaba en eterna paz, pero la otra…, la hermana mayor… ¿dónde estaba? Los días para Ascensión, eran días de soledad pero también de paciente espera. Ascensión más que nunca anhelaba y no perdía la esperanza de encontrar algún día a su hermana mayor. En los cumpleaños, en el Día de las Madres, navidades y fines de año, su recuerdo estaba presente, a tal punto que siempre en su mesa, de manera simbólica, dejaba un plato de más, presintiendo su llegada. Así pasaban los días y el tiempo seguía su marcha. con un bello ocaso de rayos dorados, a lo lejos se escuchaba las notas del Himno a la Alegría que celebraba el conmovedor encuentro de estas hermanas que, por más de seis décadas, se habían separado. Ambas ignoraban hasta ese momento que estaban tan cerca…, pero tan lejos, a la vez. Vivían desde hace mucho tiempo en el mismo barrio, cruzaban las mismas calles, compartían casi a diario los mismos espacios, pero nunca se reconocieron. Hasta ese día. Algo más de dos años después de aquella maravillosa tarde, Ascensión emprendió su último viaje, y se fue derechito al cielo, a su última morada. Emilia a sus 88 años vive feliz, recordando de cuando en cuando, aquel maravilloso ocaso, preguntándose el porqué de tanta casualidad. Este relato verídico, está escrito como homenaje a esas tres hermanas que la vida separó… Pero en especial a Ascensión que nos enseñó que por imposible que parezca lo que anhelamos, jamás debemos perder la esperanza, porque siempre, a pesar de los años y de las arrugas, habrá lugar para algo nuevo, para sorprendernos y agradecer. Escrito por: AMIRANOS Aminta Verano - La Giralda ¿El lector recuerda la tarde soleada del mes de noviembre? Volvamos a ella porque a Emilia el destino le deparaba enormes sorpresas. *** A punto de desfallecer, la mente de Emilia se convirtió en un mar de recuerdos; a pesar de sentirse mal esperó a la salida del salón de reuniones en el que cada – 102 – – 103 – Club de Personas mayores Biblioteca Pública Las Ferias De esta manera se dio inicio al proyecto titulado “Los grandes del Brasil”, una contextualización sobre diferentes elementos característicos de este país a nivel social, cultural y geográfico. Posteriormente, en cada sesión realizamos un recorrido por la biografía de algunos escritores destacados: Cora Coralina, Carlos Drummond de Andrade y Clarice Lispector. En principio las conversaciones giraron en torno a la poesía que, seleccionada cuidadosamente, permitiera vis- Nuestro Club de Personas Mayores tuvo sus inicios en abril del año 2007, comen- lumbrar la forma de percibir la vida por parte de su autor, con palabras que des- zó con un recorrido por el tradicional barrio Las Ferias y la búsqueda activa en pertaron gran interés entre las integrantes del grupo por la relación que podían diferentes lugares donde se reunían los adultos mayores del sector, así el promo- hallar con su propia experiencia, en ocasiones triste y en otras esperanzadora. tor de lectura de esa época pactó una cita con ellos alrededor de una taza de chocolate, quesito y almojábana; ese fue el primero de muchos encuentros alrededor de los libros, las palabras y la escritura. Lo anterior se evidenció de una forma más clara con los textos de escritora Cora Coralina, una mujer autodidacta que logró realizar su sueño de publicar su primer libro a la edad de 75 años, y cuyas palabras retumbaron en lo más profundo Durante estos seis años el grupo se ha ido consolidando. En la actualidad con- de quienes las escucharon a lo largo de las sesiones. Así lo llegaron a expresar tamos con la participación de mujeres que, sesión tras sesión, nos alegran el día algunas participantes: con sus sonrisas, sus comentarios de doble sentido y con el entusiasmo que le “Esa historia nos muestra que nunca es tarde cuando uno quiere hacer sus sueños realidad, esa mujer quiso aprender a usar la máquina de escribir y lo hizo, sin importar cuántos años tenía. Uno a veces se queda diciendo que no puede hacer las cosas” ponen a cada proyecto que empezamos, demostrando, cada vez, que a pesar de los quebrantos de salud son dueñas de una gran vitalidad, esa que en ocasiones le falta a muchos jóvenes. Cada semestre hemos emprendido un nuevo proceso alrededor de la lectura, la escritura y la oralidad, pasando por el teatro, la poesía, el humor, los copleríos María Giraldo – Las Ferias • y refraneros. Este trabajo se ha complementado con las experiencias que los A partir de la lectura de algunos poemas de la escritora brasileña Cora Coralina, miembros del club tienen para compartir; experiencias que surgen de sus lectu- elaboramos de manera grupal diferentes caligramas intentando que la imagen ras, de sus observaciones, y de ser oyentes, actrices y copleros. creada expresara visualmente lo que las palabras decían; a continuación se pue- Nuestro proceso más reciente surgió del interés por explorar la cultura de otros den observar los resultados de este ejercicio: pueblos latinoamericanos, enfocándonos principalmente en su producción lite- Otros poemas leídos, muestran diferentes perspectivas frente a la vida, como en raria, musical y en las artes plásticas. En esta ocasión el país seleccionado fue la poesía de Clarice Lispector titulada “Mi vida ya no tiene arreglo”, desde la cual, Brasil, que cuenta con un enorme acervo cultural y cuyos representantes nos intentamos generar algunas hipótesis acerca del mundo interior de la autora y hicieron vibrar con sus palabras, sus ritmos y la profundidad de sus pinturas, construir de manera colectiva un poema que reflejara el sentir de las partici- comprobando que, aunque el idioma nos diferencia, las ideas nos unen con el pantes frente a temas como la propia existencia, sus experiencias de vida y su lenguaje latinoamericano. manera de percibir el pasado, el presente y el futuro. – 104 – – 105 – La vida de los gatos Mi vida ya no tiene arreglo Siento cada vez más que Me engaño cuando digo todavía • ya no tengo esperanza. Estoy convencida: Y jamás volveré a mentirles nada de lo que aprendí fue en vano. que la vida es una enorme fiesta. de las casas vecinas buscando qué cazar y así pasaba días enteros, observando Siento dentro de mí que soñar Hoy reconozco en verdad que nada significa. Vivir es no dejarse llevar sigilosamente a la que sería su próxima presa, pero casi nunca la suerte lo acom- No podría decir jamás que por la ilusión… mi futuro puede ser brillante. Clarice Lispector • es posible el futuro que soñé. pañaba. Allí, detrás de la mata de moras, vio por fin a un ratón negro y regordete. Inmediatamente se lanzó sobre él para atraparlo, pero su entusiasmo se convirtió en decepción porque aquel ratón fue más rápido y escapó antes de que el gato Aún nos quedan ilusiones pudiera hacer algo. Así es la vida, Entonces este animalito, aburrido y hambriento, se echó sobre el suelo caliente a veces nos quedan cicatrices del patio de una casa cualquiera, se estiró y dejó que los rayos del sol cayeran so- no solo en el cuerpo bre su pelo brillante. De pronto apareció Juanita, una niña alegre y querendona también en el alma, a la que siempre había escuchado tararear bellas canciones. Juanita se acercó hay que olvidar lo que pasó en el camino y, al verlo allí tan tranquilo, no aguantó las ganas de consentirlo; primero acarició tiernamente su cabeza, el cuello y la barriga. Este gato perezoso nunca había • • y seguir adelante, debemos dejar de mirar atrás. Este era un gato que saltaba y saltaba de tejado en tejado, solía visitar los patios El pasado fue doloroso pero aprendimos sentido el cariño de un humano y tuvo sensaciones muy extrañas; ya no quería separarse de Juanita. Ese mismo día, el gato descubrió que en aquella casa vivía una gatita muy bella que del sufrimiento nos quedan experiencias a la que de inmediato comenzó a seguir. Misteriosamente, después de un tiem- que nos enseñan a no cometer los mismos errores. a ocho gatitos. Este ritual se le volvió costumbre: cada vez que iba a parir daba Construcción colectiva - Las Ferias po, la gata buscó su lugar preferido: los pies de la cama de la niña; y allí dio cría vueltas y vueltas en aquel lugar y, luego, al tener a sus gatitos, les pasaba la pata por encima abrazándolos, protegiéndolos. Además, tuvimos la oportunidad de generar diversos diálogos en torno el cuento Un día apareció otra gata con cara de pocos amigos; se acercó y comenzó a ol- corto, género que por su sencillez brindó una cercanía en el referente cotidiano, fatear a los gatitos. Estos todavía eran muy pequeños y no podían defenderse, a través de autores como Rubem Fonseca y Graciliano Ramos. así que comenzaron a maullar. Su madre, que estaba cerca jugueteando con un A propósito del cuento de Clarice Lispector titulado “Una Gallina”, realizamos un ejercicio de escritura colectiva donde las participantes se animaron a experimentar con el lenguaje, de modo que una de ellas dio inicio a la historia y cada una iba complementando el texto hasta construir el siguiente relato: – 106 – ratón, rápidamente dejó de lado a su presa y corrió a ver lo que sucedía. Adoptó su posición más feroz y se lanzó sobre su oponente para hacerle saber que no dejaría que tocara a sus gatitos. Hubo chillidos, rasguños, y el padre de los gatitos, que hasta ahora estuvo ausente, apareció e intervino en la pelea. No se sabía cuál – 107 – era cuál, solo se veía una bola de gatos rodando por el suelo y haciendo ruidos desesperantes. Hasta que apareció Juanita y con un balde de agua helada acabó con la pelotera. Pero el padre de la niña no se conformó con que el escándalo hubiese terminado, se sentía cansado de lidiar siempre con el mismo problema; así que decidió regalar los gatos, a Juanita no le gustó la idea, pero era su padre quien mandaba en la casa así que no podía hacer nada. Todo sucedió muy rápido, esa misma tarde llegó un señor a llevarse a los gatos y al primero que metió en un costal fue al gato más grande, es decir, al papá de los pequeños mininos. Pero no fue tan sencillo: el gato luchó con todas sus fuerzas, aruñó y pataleo todo lo que pudo; mientras tanto, la gata que era muy astuta, escapó con sus hijitos, al más débil lo llevó en la boca, los demás los siguieron y el papá gato como siempre se salió con la suya y pudo huir. Por su parte, la mamá gata se llevó a sus hijitos al monte, lo que no fue una buena idea porque en el monte los gatitos se vuelven montuscos, ya no se dejan acariciar de la gente, se meten a las casas en la noche, que es cuando ven mejor, y roban todo lo que pueden ¡Se vuelven unos ladrones! Quién sabe qué suceda con nuestros gatitos, eso lo sabremos en otro cuento. Pero en lo que tiene que ver con el papá gato, debo decir que sigue teniendo una deliciosa vida de soltero, se la pasa conquistando gatitas y paseando por los tejados. De vez en cuando se cae, pero no le pasa nada porque para eso tiene sus siete vidas; tampoco sabemos cuántos hijitos tendrá en cada una de esas vidas. Bueno, así es la vida de los gatos. *** Club de personas mayores “Epístolas de la memoria” Cuadernos mayores II Fue editada por la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte del Distrito Capital, Red Capital de Bibliotecas Públicas - BibloRed. Se imprimió en el mes de Octubre del año 2013 en Bogotá, Colombia. – 108 – Francia, marzo 6 de 2013 Mi desconocida Bertha Lucía: Reciba usted mi cordial saludo mudo desde mis aposentos culinarios. Lamento mucho su reclamo frente a mi creatividad culinaria, no tanto por la crítica que me hace, sino por su crasa ignorancia del plato gourmet en cuestión. Para sacarla de su error, le informo que la carne de rana es un alimento nutritivo, rico en proteínas, calcio, y otros minerales (buena falta le hace a usted). Además, tiene una característica especial para todas las interesadas en tales asuntos: es dietética porque no tiene azúcar. ¿Sí se fijó en lo esbeltas que nos conservamos las tres, bien fuertes y decididas? Por otro lado, bien sabe que las ancas de rana son un plato exótico y exquisito, quizás para otros países libres de esas tonterías y conocedores de sus beneficios. Así que, ¿cuál es el problema con mis creativas preparaciones? Déjese de tantos remilgos y más bien la espero a comer cuando se eche una asomadita por Francia. Sin más por el momento, la dejo porque tengo que ir a cazar mi alimento. Cierto, muchas gracias por sus cumplidos; pienso que nos es gran mérito la solidaridad. Para mí es un placer ayudar a otros. Saludos a todas y todos sus compañeros. Cordialmente, Una Trilliza Cocinera – Biblioteca PúblicaVirgilio Barco – 20 – – 21 –