No amamantar conlleva riesgos
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No amamantar conlleva riesgos
No amamantar: Conlleva riesgos Para el bebé • • • • • • La leche artificial carece de hormonas por lo que se retrasa la maduración del intestino del bebé, y hace que tenga más riesgo de presentar alergias alimentarias, estreñimiento y reflujo gastroesofágico. Los bebés alimentados con leche artificial tienen más riesgo de infecciones y éstas suelen ser más graves que en los niños amamantados, ya que estos ingieren sustancias que estimulan su sistema inmune protegiéndoles de infecciones. El síndrome de la muerte súbita del lactante se produce con mayor frecuencia en lactantes no alimentados al pecho. Los bebés alimentados con leche artificial presentan una peor adaptación a la alimentación complementaria, se cree que se produce porque la leche materna traslada los sabores y olores de los alimentos ingeridos por la madre, mientras que la formula artificial siempre tiene el mismo sabor. Los bebés alimentados con biberón presentan un desarrollo psicomotor más lento y en una mayor incidencia de problemas de aprendizaje. A largo plazo, los bebés alimentados con leche artificial tienen: - Mayor posibilidad de presentar obesidad y sobrepeso. - Mayor posibilidad de desarrollar enfermedades autoinmunes como la celiaquía o la artritis reumatoide. - Mayor posibilidad de desarrollar enfermedades alérgicas: dermatitis atópica y asma. Para la madre • La madre que no amamanta a su bebé presenta mayor riesgo de hemorragia postparto y pérdidas menstruales, puesto que al succionar el pecho se estimula la producción de una hormona llamada oxitocina que participa en la involución del útero después del parto. Para sociedad, la economía y el medio ambiente • • • Los bebés que no son amamantados presentan mayores problemas de salud y por lo tanto generan un coste social y económico mayor que los bebés alimentados al pecho (Aumento del gasto sanitario y aumento del absentismo laboral de los padres). Incrementó del coste económico de la alimentación infantil, ya que el gasto de la leche artificial supera con mucho el coste del incremento calórico que supone la dieta que precisa la madre que lacta. La leche artificial daña el medio ambiente y genera un efecto negativo sobre los recursos naturales: - La producción de millones de litros de leche de vaca, de donde se extrae la leche artificial, genera un enorme gasto económico y medio ambiental: Destrucción de bosques, para trasformarlos en pastizales donde alimentar al ganado (deforestación, erosión del suelo, extinción de - - - - fauna y flora nativa, disminución de terrenos de cultivo para la alimentación humana): 1kg de leche de fórmula representa la deforestación de 12,5 m2 de bosque. Contaminación de las aguas subterráneas con los desechos sólidos del ganado y la contaminación de estas fuentes por fertilizantes, plaguicidas y otros productos químicos utilizados en el cultivo de pienso para el ganado. Gran consumo de agua: de forma directa para las necesidades del ganado y otra indirecta para el cultivo de pastizales y granos que estos precisan. Contribución al efecto invernadero, ya que el alto contenido en gas metano de las flatulencias del ganado daña la capa de ozono. La industrialización de la leche de vaca para transformarla en polvo, así como la fabricación de envases y biberones, requiere de altas temperaturas que demandan energía eléctrica, petróleo o energía nuclear, todas ellas costosas y contaminantes, así como de un gran consumo de agua. La fabricación de envases, biberones y tetinas, consume recursos naturales valiosos (aluminio, estaño, madera, sílice, etc.) para la producción de cartón, papel, vidrio, plástico o caucho, que a su vez generan cantidades importantes de basura costosa y contaminante, que hay que reciclar. El transporte marítimo o terrestre de la leche de formula, envases y tetinas desde los centros productores hasta el usurario consume grandes cantidades de combustible fósil y derivados del petróleo que causan contaminación. A nivel familiar también hay un mayor consumo de energía (gas, electricidad, etc.) necesaria para hervir el agua y los utensilios, lo que ocasiona más agotamiento de recursos naturales y más contaminación. A esto hay que sumar el mayor consumo de agua que hace el bebé alimentado con fórmula: 1 litro por día para preparar la fórmula más 2 litros para higienizar los biberones.