el Patrimonio Urbano de Bretaña
Transcripción
el Patrimonio Urbano de Bretaña
Ciudades de Arte www.cites-art.com el Patrimonio Urbano de Bretaña Presentación Bretaña es un país de mar que abarca el tercio del litoral francés, con un excepcional patrimonio marítimo muy apreciado por los visitantes tanto por su belleza como por la alegría de sus gentes. Bretaña es un país de tierra conocido por la calidad y la originalidad de su patrimonio rural, un patrimonio histórico y múltiple, extenso y muy marcado por la huella de la religión, la nobleza y el mundo castrense: capillas, calvarios y recintos parroquiales, estelas y megalitos, chamizos y casas solariegas, castillos y fortalezas… Pero, ¿sabías que Bretaña es una región con una sólida tradición urbana, cuyos orígenes se remontan al imperio Romano, a la Edad Media, a la época feudal o al periodo de Grandes Descubrimientos? Estas ciudades nacieron alrededor de edificios civiles, monásticos, residencias feudales y normalmente junto a puentes estratégicos y zonas defensivas. Unas han superado el paso de los siglos sin problemas y actualmente se cuentan entre las mayores ciudades de Bretaña. Otras no pudieron mantener su influencia pasada, perdieron su función administrativa o económica con los cambios políticos o con la propia Revolución industrial. Un buen número de ciudades dedicadas al textil para velamen o ciudades episcopales del Antiguo Régimen se han convertido en tranquilos pueblos o ciudades “reliquia”. Tanto las unas como las otras son ciudades auténticas, con un patrimonio urbanístico bien conservado. Son las «Pequeñas Ciudades con Carácter», aglomeraciones urbanas de tamaño reducido, y las «Ciudades de Arte e Historia» o «Ciudades Históricas», que congregan a aglomeraciones de más tamaño. Ambas redes se han unido para promocionar las ciudades con alma antigua de Bretaña y se presentan ahora bajo el término genérico de «Ciudades de Arte». Esta bonita publicación te invita a descubrir esa otra Bretaña. Jean-Bernard VIGHETTI 8 31 Petites Cités de Caractère® de Bretaña 8/9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 Introducción Bazouges-la-Pérouse Bécherel Châteaugiron Châtelaudren Combourg Guémené-sur-Scorff Guerlesquin Josselin Jugon-les-Lacs La Roche-Bernard La Roche-Derrien Le Faou Léhon Locronan Malestroit Moncontour-de-Bretagne Pont-Croix Pontrieux Quintin Rochefort-en-Terre Roscoff Tréguier Índice 32 55 Ciudades de Arte e Historia y Ciudades Históricas de Bretaña 56 59 Mapas de Bretaña 32/33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 Introducción Auray Châteaubriant Concarneau Dinan Fougères Guingamp Hennebont Lamballe Landerneau Lannion Morlaix Nantes Pontivy Pont-l’Abbé Port-Louis Quimper Quimperlé Rennes Saint-Malo Saint-Pol-de-Léon Vannes Vitré 4 Ciudades agraciadas Ciudades de Arte el Patrimonio Urbano de Bretaña Las Ciudades de Arte son uno de los destinos con más prestigio de toda Bretaña, al mismo nivel que los principales focos de interés turístico de este Finisterre. Te invitamos a conocerlas para que vivas desde dentro la identidad bretona. Sus emplazamientos suelen ser excepcionales. En algunos casos se hallan en estribaciones montañosas, peñascos, colinas… enclaves propios de plazas fuertes, aquí conocidas como “rocas fuertes”. En otros casos se hallaban en la confluencia de dos ríos o en los estuarios, lugares propicios al intercambio entre la tierra y el mar. Luego están las ciudades situadas en promontorios y en terrazas que aparecen como un oasis de meditación y de contemplación sobre marismas saladas y turbas, llanuras productivas y valles opulentos. Todas ellas actuaron como un imán irresistible ante guerreros, mercaderes o clérigos fundadores en tiempos inmemoriales. Pero las Ciudades de Arte son, y sobre todo fueron, lugares construidos, modelados por la mano de generaciones y generaciones de hombres de acuerdo con su actividad productiva, su creatividad y su gusto. Son conjuntos homogéneos que combinan con armonía estilos y tipos de arquitectura. Son espacios deliciosos donde se ha forjado la historia y la identidad bretona. Son lugares de la memoria donde aún vive la marca de la genialidad y el aliento del alma que las crearon. En realidad, las Ciudades de Arte son puertas abiertas a las lindes del tiempo… Un patrimonio personalizado En Bretaña ninguna ciudad antigua se parezca a otra. La arquitectura, como en todas partes, se ha visto influida por las características de los elementos naturales, el suelo y el entorno, pero aquí además han tenido que adaptarse, casarse con las tradiciones locales y generar un estilo particular reforzado por la diversificada tipología de los materiales que proporcionaba el entorno. Por ello, la mayoría de edificios sacros del siglo XVI de Bretaña siguen un estilo gótico flamígero poco renacentista. Por ejemplo, en las ciudades de la zona de Rennes, donde no hay piedra, la construcción de viviendas con entramado de madera perduró hasta el siglo XVIII. En cambio, en el resto de la región apenas superó el siglo XVI. Más que el reflejo de influencias exteriores o de la capacidad de adaptación al lugar, el patrimonio de las Ciudades de Arte de Bretaña es la expresión tangible de su antigüedad, el testimonio de sus horas ricas y de las pobres, de la vida de sus habitantes modestos o poderosos, de ayer y de hoy. Las Ciudades de Arte son una lección magistral escrita en las piedras, son un destino turístico único. 5 Centros urbanos antiguos, de gran riqueza y bien conservados La mayoría de las Ciudades de Arte de Bretaña conservan un legado de gran variedad arquitectónica, a base de monumentos como catedrales, iglesias románicas o góticas, puertas, murallas, castillos, conventos o edificios civiles, pero también de algo mucho más indefinible como es la sutil combinación de viviendas, fuentes, esculturas, parques, jardines, plazas, calles y patios interiores. En los últimos treinta años este patrimonio tan denso ha sido rehabilitado profundamente gracias a políticas de adecuación de edificios y fachadas o de recuperación patrimonial para convertir los centros históricos en focos de interés de primera magnitud. La creación de zonas peatonales, que transformaron los centros antiguos de las ciudades y dinamizaron el comercio local y la animación, han acentuado su poder de atracción. Centros vitales La delicada mezcla de calles, plazas y paseos, monumentos y viviendas, lugares públicos y propiedades privadas que componen la Ciudad de Arte la convierten en un espacio de encuentro que las sucesivas generaciones han ido viviendo y modelando. Dejando de lado el tamaño, la Ciudad de Arte sigue siendo fundamentalmente un lugar de vida apreciado y animado durante todo el año. Las Ciudades de Arte e Historia y las Ciudades Históricas han conservado una actividad comercial y cultural importante en el centro de la ciudad: su barrio más emblemático. Las Pequeñas Ciudades con Carácter han conservado una influencia natural sobre su entorno, que les permite seguir disfrutando del papel de plazas comerciales y administrativas, al mismo nivel que una ciudad contemporánea. Y es más: el marco tan hermoso de estas Ciudades, sus tradiciones de mando o de mecenazgo de antaño, asociadas a su vocación turística actual, han favorecido el asentamiento de maestros artesanos, talleres y galerías de arte, así como residencias de artistas que acentúan no solo su poder de seducción, sino su impacto cultural. Visitar las Ciudades de Arte de Bretaña significa tener la posibilidad en todo momento de sumergirse en su pasado, compartir la vida de sus habitantes, conjugar los alimentos terrenales con los espirituales, el encanto de los escaparates de artistas con la magia de las piedras antiguas. 6 Ciudades de Arte el Patrimonio Urbano de Bretaña Ciudades dos veces milenarias Son escasas las ciudades bretonas que han podido conservar el título de ciudad desde la época romana hasta nuestros días. De las cinco capitales de la Bretaña de entonces, solo tres conservan esta categoría: Nantes, Rennes y Vannes, porque conservaron la sede de obispados. En la Alta Edad Media y hasta el siglo IX, estas tres ciudades fueron el destino de los nuevos llegados (bretones por el oeste procedentes de la “Pequeña Bretaña”, francos por el este que se habían instalado en las Marcas alrededor de Nantes y Rennes). El control de Vannes y de su zona de influencia fue la eterna manzana de la discordia entre esos pueblos hasta que en 845-851 Bretaña se anexionó las Marcas francas y se constituyó el “Reino de Bretaña”, inmediatamente transformado en ducado. Curiosamente, estas dos ciudades de las Marcas impusieron su influencia en el ducado de Bretaña. También cabe decir que sobre ellas se apoyó el poder real para imponer su ley a ciudades orgullosas de su identidad y fácilmente rebeldes. Ambas ciudades son las que conservan más peso en la actualidad bretona. Por ello, el patrimonio de estas ciudades dos veces milenarias de Bretaña es múltiple y rico. Todos los periodos arquitectónicos están representados: de forma monumental en Nantes y Rennes debido a su función de capital, y más sutil en Vannes. Centros religiosos de origen bretón En general, estas sedes religiosas nacieron en la Alta Edad Media y constituyen la segunda generación de ciudades de Bretaña, muy característica de la región. Se trata de monasterios primitivos fundados por emigrantes bretones venidos del otro lado de La Mancha. De los conjuntos urbanos crecidos a su alrededor, las invasiones vikingas de los siglos IX y X prácticamente no dejaron nada, aunque las sedes urbanas a menudo volvieran a ser ocupadas por los supervivientes, sobre todo las que poseían grandes abadías o eran sede de obispados. Las abadías-obispados son instituciones celtas que también se encuentran en Irlanda y Gran Bretaña. En ellas el monasterio es la cuna y el centro del obispado, cuya área de influencia no está ligada a un territorio dado, sino más bien a la influencia de su abad. Hasta finales del Antiguo Régimen, Bretaña contaba con seis ciudades episcopales de origen bretón (Dol-de-Bretagne, Saint-Malo, Saint-Brieuc, Saint-Pol-de-Léon, Tréguier y Quimper), junto a las tres de origen romano (Nantes, Rennes y Vannes). La abadía de Redon, creada en 832 por monjes bretones, también hubiera podido convertirse en la sede de un obispado de no haber abrazado la regla de san Benito y de no haber estado situada dentro del área del obispado de Vannes. Aun así, la poderosa abadía benedictina tuvo una influencia excepcional por todo el macizo armoricano y contribuyó al nacimiento de otras ciudades abaciales como Quimperlé, Léhon o Saint-Gildas-des-Bois, y de ciudades feudales como La Roche-Bernard y Châteaubriant. Locronan, una ciudad nacida alrededor de una ermita, y Quimperlé vieron unidos sus destinos. El conde de Cornualles, tras favorecer la creación de la abadía benedictina de Sainte-Croix de Quimperlé, cedió a la joven comunidad monástica el priorato y el burgo de Locronan. Aunque estos centros religiosos de origen bretón sean poco numerosos, lo cierto es que no les falta personalidad gracias a la naturaleza tan específica y antigua de su patrimonio sacro. 7 Ciudades feudales En el renacimiento urbano que caracterizó los siglos XI y XII en Bretaña, la influencia de los castillos resultó determinante. Las grandes fortalezas creadas en las Marcas de Bretaña rápidamente atrajeron a comerciantes y artesanos por su importancia estratégica, su localización en zonas de contacto e intercambio, así como un rápido asentamiento de prioratos que dependían, en su mayor parte, de las abadías benedictinas. Estos “burgos castrenses” se extendieron por toda Bretaña y crecieron bajo la protección de un castillofortaleza, que controlaba una vía de paso. Por su parte, los asentamientos feudales y las aglomeraciones asociadas que se situaron cerca de encrucijadas de caminos, de un vado o de un puente fueron ganando enclaves naturales cercanos mejor protegidos y transformándose en lo que aquí se conoce como “rocas fuertes”. Allí donde el relieve no permitía una defensa natural, el arte militar de los siglos XII y XIII construyó impresionantes dispositivos de fortificación con agua, en particular, en Châtelaudren, Jugon-les-Lacs y Malestroit. Ciudades costeras La epopeya de las velas Si el auge de la pesca y del turismo balneario favoreció en Bretaña la multiplicación de ciudades litorales en los siglos XIX y XX, raras son las ciudades costeras antiguas. La civilización bretona, más terrestre que marítima, durante mucho tiempo apostó por enclaves situados en el fondo de golfos y estuarios o en zonas adyacentes a un primer puente, en lugar de asentamientos demasiado cercanos al océano y, por ello, más expuestos a las incursiones de los pueblos bélicos del Norte como los sajones y los vikingos. Por esa razón, la mayoría de las ciudades costeras nacieron y se desarrollaron a finales de la Edad Media en las entradas de los golfos o estuarios y, por supuesto, tras los grandes descubrimientos de los siglos XVI y XVII gracias al fuerte crecimiento del comercio internacional y de telas, que les confirió una importancia estratégica. Las ciudades bretonas se fortificaron y se convirtieron en plazas comerciales… y guaridas de piratas filibusteros. Desde finales del siglo XIV a mediados del XIX, la actividad textil para velamen fue uno de los sectores económicos más importantes de Bretaña. Los grandes descubrimientos y el auge de los intercambios marítimos internaciones permitieron el desarrollo de esta actividad, que condicionó su apogeo a finales del siglo XVII gracias al formidable mercado que ofrecía la península ibérica y el continente sudamericano. Esta actividad resultó perturbada en el siglo XVIII por los conflictos bélicos con Inglaterra, que controlaba los mares y que junto a Flandes, constituía un mercado importantísimo. El comercio del velamen se hundió definitivamente en la segunda mitad del siglo XIX con la desaparición del mercado español y el desarrollo de la industria mecánica, en la que la burguesía bretona no quiso invertir. El pasado textil de Bretaña se expresa en las ciudades actuales a través de evocadores nombres de calles y de magníficos edificios pagados con la riqueza de mercaderes e industriales. Estas inversiones pétreas constituyen un conglomerado sorprendente en ciertas localidades que ahora son minúsculas, están en zonas rurales y que nacieron como recintos parroquiales. 8 9 Asociación de Petites Cités de Caractère® de Bretaña En 1975, coincidiendo con el Año Europeo de la Arquitectura, arrancó el concepto de Pequeñas Ciudades con Carácter en Bretaña. Se trataba de valorizar unos municipios atípicos, a la vez rurales (por su limitada población) y urbanos (por su historia y su patrimonio). Son ciudades del pasado cuyas funciones urbanas se vieron considerablemente reducidas tras las revoluciones administrativa e industrial de Francia. Desde 1976 se organizaron siguiendo un protocolo de calidad revisado periódicamente al alza. Ahora la asociación agrupa a 22 ciudades divididas en ciudades homologadas y ciudades homologables en función del grado de protección, restauración, valoración y animación de sus potencialidades. Todas ellas responden a los criterios básicos de tener un origen y un patrimonio de tipo urbano de primer orden. Ciudades homologadas: Bazouges-la-Pérouse, Bécherel, Châteaugiron, Châtelaudren, Combourg, Guémené-sur-Scorff, Guerlesquin, Josselin, Jugon-les-Lacs, La Roche-Bernard, Léhon, Locronan, Malestroit, Moncontour-de-Bretagne, Pont-Croix, Pontrieux, Quintin, Rochefort-en-Terre, Roscoff y Tréguier. Ciudades homologables: La Roche-Derrien y Le Faou. Con la inestimable ayuda del Consejo Regional de Bretaña y Europa, las Pequeñas Ciudades Bretonas han conseguido proteger y rehabilitar su patrimonio, y han dado pie a iniciativas similares en otras regiones: Loira Atlántico, Poitou-Charentes, Champagne-Ardenne y Alpes de Haute-Provence. Para mejorar su visibilidad e influencia ahora se esfuerzan en mostrar su especificidad. Por ejemplo, Bécherel que se ha convertido en la Ciudad del Libro; Pontrieux es famosa por sus lavaderos floridos a orillas del río Trieux, etc. Las ciudades promueven formas alternativas y personalizadas de alojamiento y visitas. Además se implican en la dinámica de esta red que, por ejemplo, desde hace unos diez años permite albergar a pintores extranjeros para multiplicar las miradas cruzadas y renovadas al patrimonio de las ciudades. Association Petites Cités de Caractère® de Bretagne 1 rue Raoul Ponchon - CS 46938 35069 Rennes Cedex Tél. : +33 (0)2 99 84 00 80 [email protected] www.cites-art.com 10 Bazougesla-Pérouse Asentamiento en colina. Ciudad de origen religioso romano y plaza de armas. «Hay varias formas de conocer el patri- Bazouges-la-Pérouse ha sido desde siempre una plaza fronteriza, un lugar de intercambio. Nació entre dos ciudades, la de los coriosolitas y la de los riedones, y vivió dos procesos de cristianización: primero romano y luego bretón. Es muy probable que viviera un periodo de declive en la Alta Edad Media, aunque renació en la época feudal en forma de ciudad crecida alrededor del castillo cuyas ruinas aún se conservan (por eso se la categoriza como castrense). A principios del siglo XVI, en Bazouges vivían más de 5.000 personas dedicadas a la agricultura y al comercio. La ciudad conserva numerosos vestigios de esa prosperidad. Es muy posible que los antiguos señores de Bazouges residieran en la plaza del Ayuntamiento (Pl. de la Mairie) en la casa del Palomar (maison du Colombier). Si nos dirigimos hacia la plaza del Monument, encontramos la casa de los Colgados (maison des Pendus) con sus curiosas máscaras treatrales. En la misma plaza, capta la mirada una ventana de ángulo de 1604 ricamente decorada: pertenece a la antigua residencia del procurador del rey. En lo alto de la ciudad, la iglesia de San Pedro y San Pablo sorprende por su original arquitectura: en realidad se trata de dos iglesias yuxtapuestas con seis naos en la que las advocaciones recuerdan las distintas oleadas de cristianización. La iglesia fue completamente reformada en el siglo XIX, cuando adquirió la forma actual. Para los ávidos de historia existe un itinerario explicativo en el que se expone la historia de este patrimonio urbano, que paradójicamente concluye en unos jardines, ante lo inesperado, la poesía y las raíces de la ciudad. monio: yendo a saber de sus raíces en los jardines de la historia, escuchando a personas que lo hacen revivir, dejándose llevar de sorpresa en sorpresa… En Bazouges, ciudad de poetas y artistas, todos estos enfoques convergen en un itinerario que une tiendas convertidas en galerías de arte y talleres de artistas escondidos entre imponentes viviendas de granito… Alguna razón habrá para que Bazouges siempre haya inspirado arte.« Office de Tourisme Villecartier 2 place de l’Hôtel de Ville 35560 Bazouges-la-Pérouse Tél. : +33 (0)2 99 97 40 94 [email protected] www.tourisme-paysdantrain.com 11 Bécherel Asentamiento en colina en los límites de las cuencas del Rance y del Vilaine. Plaza de armas, conocida como "roca fuerte". «Sin duda, es un gran desafío maridar una La antigua plaza fuerte de Bécherel conserva restos de las distintas épocas que han marcado su agitada historia y su increíble capacidad de adaptación. Su emplazamiento en el alto valle del río Rance permitió el florecimiento de una próspera economía en los siglos XVI y XVIII basada en el lino y el cáñamo. En la actualidad, la ciudad disfruta de un patrimonio arquitectónico en excelente estado de conservación y se ha convertido en la primera Ciudad francesa del Libro: la Cité du Livre®. Las antiguas calles de los oficios recuerdan aquí su PASADOTEXTIL¨RUEDELA#HANVRERIEDELCÊØAMO RUEDELA&ILANDERIEDELHILADO¨PEROLASSÙLIDAS casas de granito de nobles y mercaderes nos permiten comprender la prosperidad de esta plaza comercial. Bécherel era conocida por tener el mejor lino de Bretaña y su fama se extendió a todo el Reino francés, así como a Inglaterra y a América. La plaza del antiguo mercado medieval, rodeado de elegantes viviendas como la Hostellerie de l’Ecu de Laval (s. XV) y la casa conocida como Del Gobernador (s. XVI), era el corazón de este comercio. Los restos de las murallas y de la torre maestra del antiguo castillo recuerdan al visitante que antaño esta fortaleza desempeñó un papel estratégico en la guerra de Sucesión de Bretaña. Gracias a la atinada rehabilitación del casco antiguo y a la cesión de espacios a libreros, artistas y artesanos, esas fachadas cargadas de historia han vuelto a despertar y dan vida durante todo el año a la tercera Ciudad del Libro® de Europa. ciudadela bretona encaramada a una colina y apartada de las principales carreteras con el mundo cada vez más selecto y restringido de los libreros de viejo y nuevo. Es un gran reto, sobre todo en la era de la imagen. Es defender con uñas y dientes el placer de la lectura, la pluma, el autor, el calígrafo, el encuadernador o el ilustrador. Es dar una nueva vida a un legado militar, aristocrático y mercader. Pero en definitiva, es una dinámica que ha atraído a más artesanos, brocantes y galeristas y que ha permitido inaugurar la Casa del Libro y del Turismo.» Maison du Livre et du Tourisme 4 route de Montfort 35190 Bécherel Tél. : +33 (0)2 99 66 65 65 [email protected] www.becherel.com 12 Châteaugiron Plaza de armas de las Marcas de Bretaña. «A pesar de lo cerca que se encuentra de Su nombre no engaña: Châteaugiron es una ciudad que gira aldedor de su imponente castillo de la baja Edad Media. Esta ciudad castrense creció protegida por las elevadas torres de su castillo y su muralla. En la actualidad, conserva numerosas casas medievales coloridas de entramado de madera y disfruta de una intensa actividad cultural. Anquetil, un caballero de origen normando al que el duque de Bretaña premió con unas tierras y con el derecho a erigir un castillo, fundó la ciudad en el siglo XI, aunque el honor de bautizarla haya que atribuirlo a su hijo Giron. En la Edad Media este centro estratégico se convirtió en la sede de una importante baronía. La ciudad se desarrolló a partir del siglo XII alrededor del castillo. Los monjes de la abadía de Saint-Melaine de Rennes implantaron aquí un priorato. Convertida ya en centro administrativo, Châteaugiron devino un polo comercial en la Edad Media famoso por su mercado quincenal, sus tres ferias anuales y el comercio textil para velas. En el siglo XVIII, el nuevo propietario transformó el castillo en una residencia, amplió y remodeló una parte del castillo con estilo clásico. En el siglo XIX, la construcción de una iglesia, de un mercado cubierto y de nuevas calles permitieron que Châteaugiron evolucionara sin perder homogeneidad. Rennes, esta ciudad castrense reinvindica su independencia. Escudada en su categoría de ciudad milenaria, hace unos treinta años que despliega un dinamismo desbordante gracias a una coerente política cultural que ha sabido conservar y diversificar las funciones tradicionales que correspondían a una capital como esta y las ha desplegado sabiamente por su centro histórico: el ayuntamiento, la sala de exposiciones y la sala de fiestas están reunidos en el prestigioso castillo fundador, la mediateca se halla en el antiguo mercado cubierto, los comercios ocupan los bajos de viviendas tradicionales y algunos hoteles se hallan en bonitas casas medievales de entramado de madera.« Office de Tourisme du Pays de Châteaugiron Le Château 35410 Châteaugiron Tél. : +33 (0)2 99 37 89 02 [email protected] www.tourisme-payschateaugiron.fr 13 Châtelaudren Lugar de paso sobre el río Leff. Plaza de armas protegida por el agua. «El río ha tenido desde siempre un papel En el cruce de las principales arterias de comunicación de Bretaña sobresale la ciudad de Châtelaudren, que desde siempre ha sido un lugar estratégico por su privilegiada posición junto al río Leff. En principio fue una plaza fuerte, pero la intensa actividad comercial y artesanal la convirtió en la capital histórica del Goëlo, una antigua provincia de Bretaña. En el siglo XX, gracias a la implantación del Petit Echo de la Mode y de su manufactura de patrones-modelo, se convirtió en la segunda capital de la moda francesa. La historia de Châtelaudren empieza en el promontorio del antiguo castillo, actualmente desaparecido. El conde Audren lo edificó en el siglo XI y su descendencia confió la fundación de un priorato y de un burgo a los monjes de Saint-Magloire de Léhon. Este lugar de paso por excelencia favoreció el asentamiento de comerciantes y artesanos en la ciudad, pronto convertida en capital del Goëlo. Fue una posta importante y un mercado activo durante el siglo XVIII. La ciudad creó una plaza mayor (la plaza de la República), rodeada de elevadas viviendas con balcones. El barrio que rodea la iglesia de SaintMagloire (s. XVIII) es testigo de la organización arquitectónica del pasado con callejuelas estrechas, plazoletas y casas de techos puntiagudos. La actividad artesanal y el ambiente festivo de este barrio hicieron que un parisién de visita por la ciudad lo calificara de «barrio latino», sobrenombre que aún conserva. La plaza del Leff, completamente reformada y adoquinada, guía al visitante hacia la joya de este pueblo: la capilla de Notre-Dame-du-Tertre, de principios del siglo XIV, con artesonados pintados de gran rareza (132 pinturas). primordial en la historia de la ciudad. Mediante un ingenioso sistema hidráulico, el río ha protegido la fortaleza y la ciudad baja, ha activado las aspas de los molinos durante siglos y, por último, en 1920, las turbinas de la fábrica del Petit Echo de la Mode. En este decorado fantástico de metal ribeteado, ladrillo y cemento como mandan los cánones de su arquitectura industrial se celebra una exposición anual en honor al taller de costura más famoso de la historia. ¡La moda también sigue la corriente… del río!« Office de Tourisme du Pays de Châtelaudren 31 rue de la Gare 22170 Châtelaudren Tél. : +33 (0)2 96 79 77 71 [email protected] www.tourismedupaysdechatelaudren.fr 14 Combourg Lugar de paso sobre el río Linon. Ciudad religiosa de origen bretón y plaza de armas de las Marcas de Bretaña, protegida por el agua. «A lo lejos, las imponentes torres del cas- Este es el lugar ideal de vacaciones para disfrutar de la belleza de la naturaleza regada por los ríos. Combourg es un destino encantador. La fuerza y el misterio de su fortaleza, reflejada en las aguas de su lago tranquilo, se mezclan con el hechizo de las callejuelas y con la calidez de las casas medievales de entramado de madera. Todo ello es muestra de la dualidad de la ciudad: una fortificación necesaria nacida en esta antigua zona fronteriza, conocida como Las Marcas de Bretaña, pero engarzada en una naturaleza romántica a más no poder. Tras la prédica de san Lunario, un monje procedente de Irlanda, en el siglo VI se erigió una primera iglesia que daría nacimiento al burgo parroquial. En el siglo XI el arzobispo de Dol-de-Bretagne ordenó construir un castillo en Combourg y al frente colocó a su hermano menor, Riwallon. Con el favor de esta protección, se desarrolló un segundo foco urbano: el burgo señorial. Más tarde, Riwallon invitó a los monjes benedictinos a construir un priorato (1065), a cuyo alrededor creció un tercer asentamiento: el burgo del priorato. Entre los siglos XVI y XIX, la iglesia es reconstruida: tanto el interior como la fachada del castillo sufren remodelaciones. La ciudad se ensancha y se extiende hasta llegar a la vía férrea. En el burgo parroquial y señorial, las últimas casas de entramado de madera y la casa conocida como “de la Linterna” (s. XVI) se codean con fachadas reformadas en los siglos XIX y XX, mientras que más allá del castillo, el barrio del antiguo priorato parece no haber cambiado desde hace más de 300 años. tillo cautivan las miradas. Desde lo alto del camino de ronda almenado se suceden bonitas vistas al parque, a la ciudadela y al lago Tranquille. En este paisaje imperturbado en el tiempo, la memoria del escritor Chateaubriand es onmipresente y recuerda que, tanto en Bretaña como en Alemania, el romanticismo se alimentó de la contemplación de los vestigios y del paso del tiempo… Desde la iglesia hasta las orillas del lago, un sendero sigue las huellas de este ilustre escritor.« Office de Tourisme Maison de la Lanterne 23 place Albert Parent 35270 Combourg Tél. : +33 (0)2 99 73 13 93 [email protected] www.combourg.org 15 Guémenésur-Scorff Emplazamiento de puente. Plaza de armas de tipo "peñasco fortaleza". «Guémené está bañada por el río Scorff, Guémené es una ciudad medieval casi milenaria, crecida en el espacio que ceden los valles que rodean el río Scorff. La ciudad se desarrolló alrededor de una colina donde se yergue el castillo. Importantes vestigios hablan de la rica historia de los príncipes Rohan-Guémené. La ciudad, propiedad de los Rohan desde 1377, fue declarada principado por Carlos IX en 1570. Los príncipes de Guémené fueron grandes de Francia y su influencia fue muy importante hasta la revolución. En la primera mitad del siglo XI, cuando el señor Guegan estableció su cuartel general no solo estaba fundando la ciudad, sino que le estaba dando nombre: er guemene (cuartel general en bretón) derivó en Guémené.Y la ciudad fue próspera gracias a las grandes ferias que celebraban y al gran público que atraían. Aún se conservan numerosos vestigios explicados en un itinerario. El visitante atento descubrirá que la ciudad aún se organiza según los cánones medievales: comercios en las plantas bajas, casas de entramado de madera, planimetría de la ciudad, leprosería, casa del Senescal, callejuelas impresionantes, jardines en terraza… Guémené, famosa por la riqueza de sus elementos arquitectónicos, también es un destino gastronómico por excelencia. Aquí podrás saborear la famosa andouille de Guémené, las crepes regadas con sidra, las famosas crepes de trigo sarraceno de patatas. Sus bonitas tabernas invitan a refrescarse o a comer en un ambiente agradable donde la música no suena nunca muy lejos. una vía de agua pintoresca que surca valles maravillosos. En sus orillas crecen casas sorprendentes que se codean con otras señoriales, capillas y fuentes, así como con toda la herencia de los príncipes de Rohan-Guémené. Los amantes de la buena mesa y las celebraciones no deberían perderse la Fiesta de la Andouille (segundo fin de semana después del 15 de agosto), ni los jueves de Guémené en verano ni, cada dos años coinciciendo con Pentecontés, la celebración del carnaval Pourleth, famoso por la calidad de sus creaciones y su ambiente colorido.« Office de Tourisme du Pays du Roi Morvan (antenne) "Café pointu" 1 rue Haha 56160 Guémené-sur-Scorff Tél. : +33 (0)2 97 39 33 47 [email protected] www.tourismepaysroimorvan.com 16 Guerlesquin Plaza de armas del Trégor fronteriza con los obispados de Léon y Cornualles. «Guerlesquin fue premiada con la cate- Una buena parte de las construcciones, monumentos y antiguas casas de granito bordean una larga plaza donde se concentra la actividad comercial desde hace siglos. La ciudad ha sabido aprovechar su renombre ancestral como sede de ferias y mercados, como bien demuestra la riqueza de sus edificios. Guerlesquin, nacida hacia mediados del siglo XI cerca de un emplazamiento feudal, obtuvo desde 1434 el título de villa gracias al duque de Bretaña. El comercio, que ya era floreciente, alcanzó su clímax en el siglo XVI, lo que conllevó la edificación del primer mercado cubierto coronado por la sede de la justicia y un lugar para pesar los cereales. En el siglo XVII, la ciudad reforzó sus funciones de mercado y justicia y así se construyó en 1640 la prisión señorial, también conocida como Presidial en forma de pequeña fortaleza. En el siglo XIX, la estructura de madera del mercado fue sustituida por otra de granito. En esa época también se amplió la iglesia del siglo XVI respetando su estilo original. Con el paso de los siglos, la presencia de una importante cofradía de talladores de piedra permitió la edificación de un patrimonio arquitectónico de calidad, que aún se aprecia. En la actualidad, las casas nobles siguen jalonando las plazas de la ciudad antigua, mientras que las casas de los obreros, con aires más modestos, se sitúan en las calles adyacentes. goría “3 flores” gracias a su continua labor paisajística y patrimonial que aporta muchísimo frescor y colorido a un granito omnipresente. Parterres y centros floridos de colores armoniosos, un jardín de plantas aromáticas y medicinales o el Champ de Bataille, un escenario natural que acompaña los restos de la capilla de Saint-Ener… Todo parece conjugarse para ofrecer agradables viajes al corazón de la historia.« Office de Tourisme (en saison) Place du Présidial 29650 Guerlesquin Tél. : +33 (0)2 98 72 84 20 [email protected] www.tourisme-morlaix.fr 17 Josselin Emplazamiento de colina y lugar de paso por el río 'Oust. Plaza de armas, conocida como "roca-fuerte". «Pero la ciudad de los Rohan es dual. Josselin fue una etapa fundamental en la ruta de los duques de Bretaña. Surge en el recodo del camino agazapada junto a una colina culminada con el imponente castillo de los Rohan, una fortaleza inexpugnable sobre un peñasco, cuyo destino está íntimamente vinculado a la vida de la ciudad. Josselin fue fundada en el siglo XI por el vizconde de Porhoët, alrededor de un asentamiento feudal situado sobre un peñasco y creció gracias a los prioratos de Sainte-Croix, Saint-Martin y Saint-Nicolas. El castillo, destruido por Enrique II Plantagenêt, fue reconstruido con piedra a finales del siglo XII y se fue desarrollando progresivamente. La ciudad está rodeada de murallas. Hacia 1500, Jean II de Rohan edificó una nueva residencia. Entre los siglos XV y XVIII la ciudad vivió un periodo de prosperidad gracias al textil, al curtido y a las ferias. A mediados del siglo XVIII entró en declive, hasta que en el siglo XIX recuperó un cierto dinamismo gracias a la canalización del río Oust y al desarrollo del culto mariano. Por sus callejuelas, cuesta que el visitante no caiga rendido a los encantos de esta ciudad medieval que ha sabido conjugar el patrimonio arquitectónico antiguo con la modernidad. No deja indiferente la visita del castillo y la basílica de Notre-Dame-du-Rocier, la contemplación de la ciudad vieja desde el campanario o sus cincuenta casas medievales de entramado de madera, la más antigua de ellas nada menos que de 1538. Asentada a una orilla y otra del Oust, hasta la Revolución tuvo dos obispados: SaintMalo al norte del río, sede de la ciudad alta, y Vannes al sur, perteneciente al priorato de Sainte-Croix con su retahíla de casas medievales coloridas de entramado de madera que asciende hacia el santuario. Su castillo, uno de los más imponentes hechos con granito en Francia, luce en la fachada que da al Oust, el aspecto de una fortaleza medieval, pero desde el jardín parece una residencia de descanso con un bonito estilo gótico. La ciudad nació hace mil años gracias al descubrimiento del mineral y del agua, es decir, gracias al granito y al Oust, a lo civil y a lo sagrado y, como Jano, el dios mitológico de las dos caras, se prepara, tras contar su pasado, para predecir su futuro.« Office de Tourisme du Pays de Josselin 21 rue Olivier de Clisson 56120 Josselin Tél. : +33 (0)2 97 22 36 43 [email protected] www.josselin-communaute.fr 18 Jugon-les-Lacs Lugar de confluencia. Plaza de armas protegida por el agua. «A partir del siglo XIII, los habitantes de Construida en un valle encajonado, adosada a un largo y bonito lago de cuatro kilómetros, Jugon-les-Lacs parece un oasis rodeado de naturaleza. Su patrimonio arquitectónico, con sus edificios de granito y su plaza central, recuerdan con orgullo el pasado de Jugon, plaza fuerte de la comarca de Penthièvre en la época de los duques de Bretaña. Toda la historia de Jugon-les-Lacs se articula alrededor del agua. Aunque en el pasado fuera una plaza defensiva, en la actualidad se ha convertido en un agradable destino de turismo y ocio. El encanto tranquilo del casco antiguo casi permite olvidar el papel estratégico que tuvo en la historia de Bretaña. Esta ciudad también dispuso de un castillo, el de Jugon, situado sobre una colina y defendido por dos lagos. Tras el desmantelamiento definitivo del castillo a principios del siglo XVII, el burgo señorial cayó en desuso y a la arquitectura defensiva del castillo le sucedió el aire refinado del palacete Sevoy. El burgo comercial se convirtió entonces en el corazón de la ciudad. Las ricas residencias de granito situadas alrededor de la plaza del Martray hablan de la prosperidad de aquella época y recuerdan la arquitectura clásica de los siglos XVII y XVIII. El burgo del priorato, ligeramente separado, aún conserva su capilla ahora convertida en iglesia. Con este singular entorno, Jugon-les-Lacs es hoy un destacado destino vacacional de la Bretaña interior, que combina actividades acuáticas y al aire libre con el disfrute de su patrimonio. Este destino de pescadores, excursionistas y paseantes está recuperando poco a poco el relieve de antaño. Jugon-les-Lacs supieron explotar sabiamente los múltiples riachuelos que corren por el valle para convertir su ciudad en un auténtico prototipo de ciudad fortificada gracias al agua. Los dos ríos que riegan Jugon, el Rosette y el Arguenon, alimentaban dos grandes lagos que protegían la fortaleza construida sobre un montículo, y defender a través de sus emisarios la ciudad comercial y el burgo del priorato. Aquí el agua fluye por doquier y, aunque uno de los dos lagos ha desaparecido, el segundo disfruta de una base deportiva multidisciplinar.« Office de Tourisme Place du Martray 22270 Jugon-les-Lacs Tél. : +33 (0)2 96 31 70 75 [email protected] www.jugon-les-lacs.com 19 La RocheBernard Emplazamiento en colina y lugar de confluencia. Plaza de armas, conocida como "roca-fuerte". «Desde la iglesia, situada en lo alto de la Desde su posición elevada en una estribación rocosa desde donde otea el río Vilaine, La RocheBernard muestra sus tesoros a quien sepa observarlos. En primer lugar, hay que imaginarse los tiempos en los que se podía navegar por ese río fundador, alejado de las tierras, influido por la marea, antes de abrir los ojos para revivir las fecundas horas de la ciudad, en la época de los barones y de la marina a vela. Palacetes, antiguas atarazanas y depósitos de sal son testimonios que se van mostrando al azar por sus callejuelas. Hacia el año mil, Bern Hart, un jefe vikingo, asciende por el río Vilaine y observa ese promontorio rocoso entre el río y el puerto de Rhodoir, y decide asentarse allí por su posición estratégica. Convertidos al cristianismo, sus sucesores recibieron el título de barones y controlaron el paso por el río. Fundaron un burgo alrededor de la catedral y solicitaron a la abadía benedictina de Rodon permiso para establecer un poco más al norte un priorato (1063). Las posesiones feudales y el burgo de la catedral se situaron en un lugar llamado del ruicard en el promontorio. En la Edad Media, el tráfico portuario se intensificó; los depósitos de sal, la calle de la Saulnerie, las atarazanas del puerto, el mercado cubierto de la plaza del Bouffay son múltiples testimonios de esta prosperidad. En el siglo XVI, bajo la influencia del barón de Coligny, la ciudad se convirtió en una plaza fuerte protestante. De esa época datan varios palacetes que mezclan estilo gótico y renacentista de la plaza del Bouffay. La competencia del tren hizo que su actividad portuaria declinara en el siglo XX. Pero el tráfico automovilístico y turístico ha permitido que la ciudad conserve su gran tradición de acogida y su fama de destino gastronómico. ciudad, hasta el puerto se suceden callejuelas que invitan a pasear por los antiguos barrios donde aún se respiran aires de antaño. Tras los pórticos trabajados se esconden talleres de artes y agradables sorpresas como el Museo de Vilaine Maritime situado en el castillo des Basses-Fosses, una impresionante residencia del siglo XVII de cinco plantas, construida junto a la ladera del peñasco. Este edificio corona el puerto del Rhodoir y sus viejos veleros. Ha llegado el momento de embarcar. Desde el río, la panorámica a la ciudad es aún más impresionante.« Tourisme Arc Sud Bretagne Antenne de La Roche-Bernard 14 rue du Dr Cornudet 56130 La Roche-Bernard Tél. : +33 (0)2 99 90 67 98 [email protected] www.tourisme-arc-sud-bretagne.com 20 La Roche-Derrien Emplazamiento en colina y lugar de paso en el fondo del estuario del Jaudy. Plaza de armas, conocida como "roca-fuerte". «Varias comunidades de artesanos y Derrien, el hijo del Conde de Penthièvre, fundó la ciudad en el siglo XI sobre un promontorio rocoso que corona el estuario del río Jaudy. Primero edificó un castillo para controlar el paso por la ría y lo protegió con murallas. El castillo fue arrasado varias veces durante las guerras de sucesión en Bretaña. Charles de Blois resultó herido allí y los ingleses lo apresaron durante la famosa batalla de La Roche-Derrien en 1347. En 1356, Du Gresclin recibió como recompensa el título de castellano de La Roche-Derrien y se convirtió en vizconde. El castillo, destruido al igual que sus murallas en 1420 bajo el duque Juan V, fue definitivamente demolido por orden de Richelieu en el siglo XVII. Los vestigios de la Edad Media relatan el pasado histórico de La Roche-Derrien: la antigua puerta de la leprosería, la plaza de la picota, callejuela de los Ingleses, callejuela de la Platería... La calle de la Fontaine conserva las huellas de los antiguos comercios con sus ventanas típicas. La ciudad se divide en dos. La ciudad baja, llamada de “debajo del puente”, donde residían obreros del textil, una colonia colorista, y los artesanos del cobre, conocidos con un nombre que recuerda el sonido de antaño, el “tunodo” (el puerto es uno de los más antiguos de la costa norte y vivió prósperamente gracias al tráfico de sal y vino, y más adelante, con el transporte de la pizarra extraída de las canteras locales). La otra parte de la ciudad es la ciudad alta donde destaca la plaza del Martray rodeada de casas burguesas de entramado de madera de los siglos XV, XVI y XVII. El asentamiento feudal ofrece unas vistas muy interesantes a la ciudad, al estuario del Jaudy y al Castel Du. La iglesia fortificada de Sainte-Catherine (s. XVIII) posee un bonito vitral que recuerda la captura de Charles de Blois. Las imponentes construcciones que la rodean, de piedra de la zona, conservan la huella de la prosperidad vivida hasta mediados del siglo XX, gracias a sus comercios, artesanos, canteras de pizarra y su actividad ligada al lino. En la actualidad, el apodo de “Kapital Stoup”, capital de los tejedores de lino, sigue resonando por aquí. comerciantes han impreso sus oficios en la memoria de los lugares. Las orillas del río Jaudy pueden recorrerse a pie o en canoa para revivir el paso de los antiguos veleros que permitieron la prosperidad de la ciudad. En verano, el jardín del presbiterio, con sus parterres y animaciones basadas en el tejido del lino, hace florecer el pasado de esta zona. La historia adquiere un carácter festivo durante la feria de brocantes, la fiesta mayor y la fiesta medieval.« Office de Tourisme Trégor - Côte d'Ajoncs Point d'Accueil de La Roche-Derrien Place du Martray 22450 La Roche-Derrien Tél. : +33 (0)2 96 91 59 40 [email protected] www.tregor-cotedajoncs-tourisme.com 21 Le Faou Lugar de paso en el fondo del estuario. Plaza de armas. «La Maison de Pays (siglos XVI y XVIII), Le Faou es una puerta abierta al mar y a la tierra, un antiguo destino de posta situado entre las antiguas comarcas del bajo Léon y la alta Cornualles, así como un puerto de la bahía de Brest. Su excepcional situación ha dado lugar a su larga historia y a su rico patrimonio. La imponente plaza del Ayuntamiento recuerda, a pesar de sus orígenes feudales, que Le Faou ha disfrutado durante mucho tiempo de su fama como sede comercial. Al descender por la calle principal, la sucesión de casas de entramado de madera y techos puntiagudos del siglo XVI, da fe de una urbanización concebida para que su actividad comercial saltara a la vista. A lo largo de los siglos, las fachadas se han cubierto con pizarras finamente trabajadas y confieren a cada una de ellas una originalidad propia. Le Faou es una de las escasas ciudades bretonas que han sabido conservar estas viviendas. Al final de la vía comercial, aparece la sorprendente iglesia de Saint-Sauveur (s. XVI) que luce con orgullo al final de la ría del Steir Goz. El puente que une Brest con Quimper invita a pasar siguiendo los muelles Quelen, antaño un gran puerto de cabotaje de la bahía de Brest. En la actualidad, Le Faou conserva su vocación secular de fin de etapa, por ser a la vez la puerta de entrada a la península de Crozon y el escaparate del Parque Natural Regional de Armórica. abierta en temporada alta, es un fantástico punto de partida para recorrer la historia de la ciudad. Aquí, una exposición permanente, completada por otras temporales, recorre los acontecimientos vividos en la ciudad, las actividades y las costumbres de sus habitantes. Después cada cual sabrá aventurarse por la calle principal bordeada de casas antiguas o dejarse llevar por el fluir del agua junto a los muelles.« Office de Tourisme de l’Aulne Maritime 39 rue du Général de Gaulle 29590 Le Faou Tél. : +33 (0)2 98 81 06 85 [email protected] www.cc-aulne-maritime.fr 22 Léhon Emplazamiento en colina y lugar de paso en el fondo del estuario. Centro religioso de origen bretón. «Cuenta la leyenda que «cuando la barca Léhon, anclada en el pintoresco valle del río Rance, es una ciudad que conserva un patrimonio histórico y religioso cuyos restos recuerdan la relevancia que gozaba durante la Edad Media. La abadía benedictina fundada en el siglo IX por Nominoe, el castillo del siglo XII edificado en la colina sobre el puente, y las casas de este burgo seducen a los visitantes que acuden a conocerla desde el siglo XIX. Los primeros que moldearon Léhon fueron los monjes: aquí establecieron su monasterio en un meandro del río Rance. El rey Nominoe y los señores de la zona dotaron a este monasterio de buenos recursos económicos, pues no por nada aquí se conservan las reliquias de san Magloire que aseguraron la influencia espiritual del convento hasta su clausura tras la Revolución. Los señores de Dinan establecieron su fortaleza sobre uno de los peñascos de la ciudad para garantizar la protección de los bienes de la abadía y defender el paso por el río. El castillo fue desmantelado en el siglo XVII. El río Rance y el camino de Dinan a Rennes favorecieron el intercambio comercial. Los oficios artesanos prosperaban: textil para velas, curtidores, comerciantes… Las casas presentan elementos que hablan de una evidente holgura económica: cornisas trabajadas y dinteles esculpidos. En el siglo XIX, el viaducto que desviaba la circulación entre Dinan y Rennes marcó el inicio del declive de esta ciudad comercial. En la actualidad, Léhon ha sabido conjugar con gracia la arquitectura antigua con la moderna, y, a la vez, conservar la memoria de su pasado sin dejar de mirar al futuro. cargada con las reliquias de san Magloire, robadas por los monjes en la isla de Serk, atracó en Léhon, el lugar se volvió alegre y florido como el paraíso. Desde entonces, los pelegrinos recorren toda Armórica y la Galia occidental para ver con sus ojos tal maravilla». Ese milagro sigue produciéndose a diario: las casas, las calles, las callejuelas, el claustro y el jardín del monasterio, despliegan una paleta sin par de color y belleza que seducen a todos los visitantes.« Office de Tourisme Dinan - Vallée de la Rance 9 rue du Château - BP 65261 22105 Dinan Cedex Tél. : +33 (0)2 96 876 976 [email protected] www.dinan-tourisme.com 23 Locronan Emplazamiento en colina. Centro religioso de origen bretón. «La iglesia, consagrada al recogimiento, Erigida sobre la colina de la montaña, Locronan se organizó a base de casas de granito azulado asentadas alrededor de la torre cuadrada de la iglesia, un torreón achaparrado y solitario. Nació siendo un centro de espiritualidad, luego se convirtió en la capital del textil para velas de Bretaña entre los siglos XV y XVIII y, en la actualidad, es un destino turístico por excelencia en Bretaña, muy apreciado tanto por visitantes como por cineastas. El hermoso conjunto formado por las viviendas de la Grand’Place que enmarcan la iglesia dan fe de la historia de esta ciudad. Primero fue un santuario celta que, en el siglo VII, fue cristianizado por san Ronan; más tarde lo arrasaron los normandos y, por ello, desde el siglo X, la población decidió desplazarse hasta el emplazamiento de la ermita de Ronan. La piedad de los condes de Cornualles con san Roman y, posteriormente la de los propios duques de Bretaña, permitieron construir en el siglo XV un priorato con su iglesia, que además estaba exento del pago de diversos impuestos a la autoridad ducal. Todo ello hizo de Locronan un importante centro manufacturero del textil para velas. Las casas de la plaza así lo atestiguan y puede verse el despacho de la tela, el hotel de la Compañía de las Indias, las viviendas de los comerciantes, las de los notarios, de los revisores del Rey, de los oficiales… contrasta con la trepidante actividad de la ciudad vieja, donde los visitantes han sustituido a los armadores que venían a preparar los barcos que zarpaban hacia el Nuevo Mundo, y donde los productos gastronómicos tradicionales han sustituido a las velas hinchadas por el gran viento de la aventura. Al deambular por las callejuelas de la ciudad, el visitante sigue los pasos de todos aquellos que vinieron para subir a la cima de la montaña sagrada, testigo de dos mil quinientos años de historia.« Office de Tourisme de Quimper en Cornouaille Site de Locronan Place de la Mairie 29180 Locronan Tél. : +33 (0)2 98 91 70 14 [email protected] www.locronan-tourisme.com 24 Malestroit Lugar de paso en la frontera de un río navegable. Plaza de armas protegida por el agua. «Gracias a su historia y a su dinamismo Recovecada en un meandro del Oust, Malestroit nació en el siglo XI a la sombra de un asentamiento feudal, más tarde de una fortaleza construida sobre un islote que permitía controlar el paso del río. En el siglo XV, la ciudad se convirtió en una de las nueve baronías de Bretaña y se protegió con fortificaciones de las que se conservan algunos restos. En el siglo XVI, la construcción de dos esclusas (de las primeras de Francia) unió Malestroit con Redon. Entonces, la actividad comercial tomó impulso y se desarrolló la ciudad de los bezantes de oro. «Quae numerat nummos non malestrica domus»: no es de Malestroit quien cuenta sus bezantes. La marca heráldica de la ciudad simboliza su compromiso con la calidad de la acogida. Del rico pasado de cruzadas y de un comercio floreciente nacido gracias al río, la plaza de Bouffay conserva sus majestuosas residencias burguesas de granito esculpido y sus bonitas casas medievales de entramados de madera con figuras singulares y que evocan las fábulas de la Edad Media: la cerda que huye, la liebre juguetona o el pelícano. Ante todas ellas se yergue la bonita iglesia de Saint-Gilles (ss. XII, XV y XVI). Cuatro barrios rodean el centro histórico intramuros y los restos de sus murallas. Callejuelas estrechas se abren en dirección al canal de Nantes a Brest, la esclusa y el camino de sirga. Más allá, los campos circundantes lo invaden todo de verde y, por último, la capilla de la Madeleine que en 1343 albergó a los firmantes de una tregua durante la Guerra de los Cien Años. comercial Malestroit es más grande de lo que parece. Las orillas del Oust y las calles antiguas se deslizan intramuros, entre fachadas de piedra y casas medievales. Curiosas esculturas erigidas como testigos de una historia tumultuosa y un floreciente pasado comercial marcan la visita de esta ciudad milenaria, conocida como la Perla del Oust.« Office de Tourisme de Malestroit et du Val d’Oust Le Pass’Temps 5-7 rue Sainte-Anne 56140 Malestroit Tél. : +33 (0)2 97 75 45 35 [email protected] www.tourisme.ccvol.fr 25 Moncontourde-Bretagne Lugar de confluencia y en colina. Plaza de armas, conocido como "roca-fuerte". «Desde lo alto del pueblo intramuros, calles Orgullosamente encaramada a una estribación rocosa, en la confluencia de dos ríos, Moncontourde-Bretagne sigue protegida por una imponente murallas de los siglos XIII y XIV. Su aspecto antiguo hace que la vida resulta dulce y agradable. Está rodeada de bosques y una interesante flora. Aquí el silencio es el rey, lo cual contrasta con la atormentada historia de esta temida plaza fuerte del condado de Penthièvre que hizo frente a numerosos asaltos en la Edad Media y que hasta acuñó su propia moneda en el siglo XIV. Esta ciudadela medieval, fundada en el siglo XI, defendía por el sur a Lamballe, la capital de Penthièvre. A pesar de que fue desmantelada por orden de Richelieu en 1626, conserva su muralla y once torres. Con sus casas y palacetes de la plaza Penthièvre (ss. XVI y XVII), las calles del Temple y des Dames (ss. XVI y XVIII), el Palacio de Kérjégu (actual sede municipal) parece volver a dar vida al periodo de producción de moneda y a sus manufacturas de lino y cáñamo, exportado hacia España y las Indias por los puertos de Saint-Malo y Lorient. La iglesia de Saint-Mathurin (ss. XVI y XVIII) también evoca este espectacular desarrollo de la ciudad. Actualmente, Moncontour ha sabido conservar su vocación de ciudad, muy estimulada por un turismo cultural en auge con sus fiestas (fiesta medieval, festival Rue dell’Arte…) y sus museos (el Teatro de los Vestidos de época y la Casa del Chuán y de la Revolución) y callejuelas descienden con suavidad o no hacia las murallas y jardines. El aire medieval se respira en los nombres de las calles y los lugares: plaza del Martray, poterna de Saint-Jean… Alrededor de la iglesia del siglo XVI, ya con influencias flamencas e italianas, las viviendas son más elevadas y suntuosas: casas de entramado de madera con motivos florales o cruces de San Andrés, palacetes de granito con puertas esculpidas, etc.« Office de Tourisme du Pays de Moncontour 4 place de la Carrière 22510 Moncontour Tél. : +33 (0)2 96 73 49 57 [email protected] www.tourisme-moncontour.com 26 Pont-Croix Emplazamiento en colina y lugar de paso en el fondo del estuario del Audierne. Plaza de armas, conocida como "roca-fuerte". «Desde la segunda mitad del siglo XIX, Si ves un puente sobre el Goyen, con un molino accionado por la marea, de donde nacen calles adoquinadas que ascienden hacia un promontorio repleto de impresionantes edificios religiosos y una zona de ferias… no lo dudes: te hallas ante la capital del Cap Sizun. Esto es Pont-Croix. Pont-Croix nació sobre un asentamiento feudal, más tarde convertido en castillo, que ocupaba un lugar privilegiado. Los señores del lugar fundaron en el siglo XIII la iglesia Notre-Dame-de-Roscudon, símbolo de la riqueza de la ciudad, y que dio lugar al desarrollo de una “escuela” arquitectónica en Cornualles. La influencia espiritual de Pont-Croix continuó a mediados del siglo XVII con la construcción del convento de las Ursulinas, donde en el siglo XIX nacería un seminario menor. El casco antiguo conserva edificios del siglo XV al XIX, entre los que destaca la casa del Marquesado, una antigua vivienda noble convertida en Museo del Patrimonio. La calle des Courtils y sus glorietas y, luego, las calles Chères conducen al visitante hacia el río Goyen y a su puente donde se halla uno de los molinos de marea más antiguos de Bretaña. Este lugar también fue un antiguo puerto al que solo podían acceder los barcos con la marea alta. El puerto fue la clave del comercio local entre los siglos XIV y XIX. En la otra orilla, Kéridreuff, uno de los barrios más antiguos, fue también un centro económico gracias a una fábrica de tapices y una conservera. Pont-Croix seduce a artistas y escritores. En el Hotel des Voyageurs se creó un fermento artístico. Paul de Lassence, Lionel Floch, Gaston Bouillon, Da Silva, Max Jacob, Emile Simon, Henri Matisse… y muchos pintores de renombre pasaron temporadas aquí. Las callejuelas que ascienden desde el puerto hasta lo alto del peñasco siguen conservando motivos de inspiración. En la actualidad artesanos y artistas ilustran la persistencia y la vitalidad creativa de Pont-Croix.« Office Municipal de Tourisme Rue Laennec 29790 Pont-Croix Tél. : +33 (0)2 98 70 40 38 [email protected] www.pont-croix.fr 27 Pontrieux Ciudad de puente en el fondo del estuario. «Pontrieux se extiende a partir de sus Al igual que muchas otras ciudades bretonas, Pontrieux tiene orígenes medievales y debe su creación y prosperidad a su posición enclavada en el fondo del estuario y a ser el primer puente que cruza el Trieux lo que le permitió durante mucho tiempo ser paso obligado de las rutas del Trégor y del Goelo. Ahora el estuario es una vía ideal para la navegación de recreo, que en otros tiempos supieron aprovechar de maravilla los vikingos. A principios del siglo XV, tras el saqueo de la fortaleza de Châteaulin-sur-Trieux y del pueblo primitivo, situado más arriba del emplazamiento actual de la ciudad, los habitantes construyeron un nuevo asentamiento en las dos orillas del Tieux que estaba unido por un puente. Así nacía la ciudad de PontTrieux, un lugar predestinado al comercio, destino que se vio confirmado cuando se convirtió en el puerto de Guimgamp, a pesar de perder su posición de paso obligado tras la construcción del puente de Lézardrieux en 1840. La llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX permitió desarrollar una actividad industrial alrededor de la madera, el cartón y el lino. Esta producción, que se enviaba a toda Europa por mar, dinamizó este puerto donde se encontraban tanto goletas danesas o inglesas como bretonas de camino a la pesca en Islandia. Siguiendo los meandros del río, la ciudad presenta a los visitantes dos plazas triangulares unidas por un reguero de casas altas. Los cincuenta lavaderos a orillas del Trieux muestran la práctica comunión entre el río Trieux y los habitantes de Pontrieux. dos plazas hacia el puerto deportivo, que invita a largar amarras hacia Bréhat, Jersy o Guernesey. Con su viaducto y sus dos puentes, la ciudad se entrega al paseante ocioso y curioso tanto de día como de noche, gracias a un sorprendente itinerario iluminado que avanza por los lavaderos, las casas de entramado de madera o de piedra tallada, una fuente del siglo XVIII y la casa conocida como la “Torre Eiffel”.« Office de Tourisme de Pontrieux Communauté Maison de la Tour Eiffel 22260 Pontrieux Tél. : +33 (0)2 96 95 14 03 [email protected] www.tourisme-pontrieux-communaute.com 28 Quintin Plaza de armas protegida por el agua. «Observando desde lo alto la maraña de Quintin, entre Armor y Argoat, el océano y la tierra, es una ciudad amurallada, de culto mariano, con trece monumentos de primer orden y un patrimonio urbano riquísimo heredado sobre todo de dos siglos de prosperidad debidos a la manufactura de las telas “bretaña” fabricadas con lino. Fue construida en el corazón alegre del valle del río Le Gouet, ahora es una ciudad florida que invita a ser conocida. Al llegar a Quintin por el Este, el visitante queda impresionado por el imponente castillo del siglo XVIII y por su gran muralla que la une a dos torres: la del siglo XV y la de la puerta Nueva. Esta visión de la ciudad evoca su pasado de ciudad amurallada. En el centro, aparece la segunda imagen llena de elegancia arquitectónica en los edificios que rodean la plaza central: casas de entramado de madera del siglo XVI y palacetes de granito de los siglos XVII y XVIII que muestran la prosperidad de los comercios de tela que hicieron fortuna en tierras españolas y América, donde tan apreciadas eran las finas telas “bretaña”. Desde la plaza central se suceden calles con gran tradición comercial, callejuelas y callejones que deparan al paseante una densa sucesión de edificios admirables de distintos periodos: edificios religiosos, fuentes, parques sombreados, panorámicas y todo ello embellecido con una preciosista decoración floral. rocas del río Gouet, Quintin disfruta de un mercado colorido y de comercios dinámicos en calles muy estrechas. En primavera, los visitantes se extasiarán ante el colorido de glicinas, camelias y rosas de pitiminí que visten de color el granito de las fachadas. Y en verano, resulta difícil no sucumbir a la llamada refrescante de las terrazas de los bares junto al estanque desde donde se observan las canoas coloridas, mientras se oyen las risas de los niños persiguiendo a los peces.« Office de Tourisme de Quintin Communauté 6 place 1830 22800 Quintin Tél. : +33 (0)2 96 74 01 51 [email protected] www.tourismequintin.com 29 Rocheforten-Terre Emplazamiento en colina. Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte". «Desde lo alto de la colina rocosa, la ciudad Rochefort-en-Terre es una villa feudal encaramada a un peñasco de escisto con varios centenares de casas y rodeada de valles profundos. Es famosa por sus edificios de los siglos XVI y XVII, así como por la omnipresencia de geranios que le imprimen sensación de unidad. Esta ciudad de pequeño tamaño también es conocida por su castillo y la colegiata de Notre-Dame-de-la-Tronchaye. Rochefort-en-Terre ocupa un espacio defensivo natural que controlaba el paso norte-sur entre el litoral atlántico y el interior de las tierras del antiguo ducado de Bretaña, tal como atestigua su historia como fortaleza desde el siglo XI. El poder de los señores, de quienes dependía gran parte de la vida económica, también quedó plasmado en edificios religiosos y civiles. La iglesia de Notre-Dame-de-laTronchaye, convertida en colegiata en 1498, se enriqueció en 1527 con una fachada norte de estilo gótico flamígero cuyos ornamentos parecen haber sido inspiración de los motivos decorativos de muchas casas. De la antigua fortaleza, se conservan retazos de murallas, fosos y la entrada al castillo medieval. A principios del siglo XX, el pintor americano Alfred Klots, enamorado del emplazamiento del castillo en ruinas y la ciudad, transforma ciertas partes del castillo en una casa solariega con elementos renacentistas procedentes del castillo de Keralio. Rochefort-en-Terre dispone en la actualidad de un conjunto patrimonial único de los siglos XVI y XVII, realzado por una armoniosa decoración floral. se muestra al ritmo de cada visitante. A los amantes de las visitas a fondo les aguarda una ciudad que se abre en la puerta del estanque al sur y va hasta la ciudad vieja al norte siguiendo las callejuelas empinadas que conducen a la antigua ciudadela de murallas orgullosas y a las vertiginosas escaleras que comunican con la ciudad baja. A los amantes de perderse tranquilamente por las ciudades les resultará muy grato iniciar el camino en la explanada de SaintMichel al este y seguir hasta la puerta Cadre al oeste, contemplar desde el antiguo asentamiento monástico la panorámica de la ciudad y saborear la ciudad nueva y sus magníficas viviendas floridas que albergan tiendas, talleres, maestros artesanos, artistas, restaurantes y hoteles.« Rochefort-en-Terre Tourisme 7 place du Puits 56220 Rochefort-en-Terre Tél. : +33 (0)2 97 26 56 00 [email protected] www.rochefortenterre-tourisme.com 30 Roscoff Emplazamiento en bahía. Ciudad costera. «En el centro histórico todo recuerda que En una península de la bahía de Morlaix crece una ciudad pirata… o corsaria, como eufemísticamente la llaman aquí. Un centro histórico del siglo XVI envuelto en granito y flores. De la piedra rezuma el pasado de los ricos comerciantes, los famosos Johnnies, y también el de numerosos poetas, pintores y escritores que Roscoff ha sabido seducir. En el barrio de Roskogoz inició la historia de Roscoff. En la Edad Media, solo era la entrada al puerto de Saint-Pol-de-Léon. Pero la presencia de un calvario del siglo XV nos habla ya de la existencia de este pueblo. La colmatación del puerto y los repetidos ataques de los ingleses incitaron a los habitantes de Roscoff a desplazarse más al norte, al emplazamiento del actual puerto viejo. Ahí nacería también el progreso de la ciudad. A partir del siglo XVI comerciantes, capitanes y corsarios imprimieron en la piedra señales de su riqueza. Cerca del puerto, se elevan los edificios de granito y la iglesia edificados sobre tierras ganadas al mar. A partir de entonces Roscoff empezó la tendencia a extenderse hacia el este. La punta de Bloscon, cercana a la capilla de Sainte-Barbe, fue fortificada en el siglo XVIII. En la segunda mitad del siglo XX, se construyó allí un nuevo puerto de aguas profundas, que es el que actualmente usan los ferries que cruzan La Mancha, así como los barcos pesqueros. el mar es fuente de vida. Desde la iglesia hasta los macizos edificios parecen barcos esculpidos en la piedra o hasta los bastiones del puerto antiguo: todo recuerda la riqueza derivada del comercio marítimo. El espíritu de los corsarios, contrabandistas y negociantes sigue planeando en las entradas a los sótanos sombríos que dan a la calle o a las playas. La epopeya de los Johnnies, que cruzaron La Mancha para vender cebollas de Roscoff, empezó precisamente aquí.« Office de Tourisme Roscoff, Côte des Sables, Enclos Paroissiaux Quai d’Auxerre - BP 58 29681 Roscoff Cedex Tél. : +33 (0)2 98 61 12 13 [email protected] www.roscoff-tourisme.com 31 Tréguier Lugar de paso en el fondo del estuario. Ciudad episcopal de origen bretón. «La Psalette (residencia de los jóvenes La capital histórica de la antigua comarca de Trégor goza entre los bretones de un aura particular. Esta es la ciudad del alma y de la generosidad, de la meditación y del espíritu crítico que inspiró a lo largo de los siglos a escritores y teólogos: san Tugdual, san Yvo, Ernest Renan, Anatole Le Braz, Angela Duval, Henri Pollès o Yvon Le Men. «Cuando se la contempla desde lo alto, uno tiene la sensación de que ha sido segregada, casa a casa, por el poder de las piedras que emana». Anatole Le Braz evocaba así el papel de la Iglesia en la ciudad: Tugdual, un monje galo, fundó en el siglo VI el monasterio de Landreger. A los abades les sustituyeron abades-obispos y luego los obispos, y fue entonces, hacia el año mil, cuando Trégor se convirtió en uno de los nueve obispados de Bretaña. La catedral de Saint-Tugdual (s. XIV), el antiguo obispado (s. XV) o el palacio episcopal (s. XVII) son algunas de las joyas de este legado episcopal. De esa huella mística nacieron seres excepcionales como san Yvo, el abogado de los pobres, o Ernest Renan, el famoso filósofo. Con el paso del tiempo, Tréguier reluce como un foco permanente del arte y el pensamiento de Bretaña manifestado por ejemplo en los inicios de la imprenta hacia 1500 con la edición del Catholicon (primer diccionario bretón, latín y francés) o, a principios de este siglo, con la presencia de numerosos artistas y artesanos. del coro de la catedral), la Chantrerie (la antigua escuela de canto místico), los palacetes, las casas de entramado de madera, la casa natal de Ernest Renan, la casa de Saint-Pierre, el convento de las Agustinas… Toda la historia de Tréguier se declina a través de sus calles, sus callejuelas y sus jardines escondidos, desvelados por las grandes puertas entreabiertas. Desde el puerto de Jaudy al bosque del Poeta, pasando por la catedral, este conjunto urbano tan seductor invita a perderse por sus arterias. El recuerdo del pasado impregna las piedras que narran la vida secular de esta antigua capital episcopal.« Office de Tourisme Trégor - Côte d’Ajoncs Point d'Accueil de Tréguier Port de Plaisance 22220 Tréguier Tél. : +33 (0)2 96 92 22 33 [email protected] www.tregor-cotedajoncs-tourisme.com 32 33 Unión de Ciudades de Arte e Historia y de Ciudades Históricas de Bretaña Esta unión reúne a una veintena de ciudades bretonas con corazón antiguo: 8 gozan de la distinción “Ciudades de Arte e Historia” otorgada por el Ministerio de Cultura: Concarneau, Dinan, Fougères, Nantes, Quimper, Rennes Métropole, Vannes y Vitré. 14 son “Ciudades Históricas”: Auray, Châteaubriant, Guingamp, Hennebont, Lamballe, Landerneau, Lannion, Morlaix, Pontivy, Pont-l’Abbé, Port-Louis, Quimperlé, Saint-Malo, Saint-Pol-de-Léon. Entre estas últimas, Morlaix y Saint-Pol-de-Léon también han sido catalogadas como País de Arte e Historia. Las Ciudades de Arte e Historia se caracterizan por poseer un patrimonio arquitectónico y urbano de calidad, así como una tradición cultural fuerte. Se comprometen por convenio con el Estado francés a proponer un programa permanente de animaciones y de difusión del patrimonio preparado por un Dinamizador de Arquitectura y Patrimonio, con la ayuda de guías turísticos certificados. Aunque las Ciudades Históricas no disponen del mismo reconocimiento oficial, desde 1997, se han asociado a la red de Ciudades de Arte e Historia de Bretaña gracias a su interés patrimonial y gozan del patrocinio de esta red. Se comprometen a respetar el protocolo establecido en 1984 por las siete ciudades fundadoras para salvaguardar, dinamizar y valorar el patrimonio arquitectónico, así como animar la creación artística en cada una de ellas. Con estos principios comunes, la Unión bretona de Ciudades de Arte e Historia y de Ciudades Históricas se ha marcado como objetivo el reconocimiento del turismo urbano de calidad como uno de los elementos imprescindibles de la oferta turística bretona y de cada una de las ciudades miembro, como destino turístico indisociable. Para ello cuentan con el apoyo del Gobierno regional de Bretaña y del Estado, así como de los Departamentos bretones. Con el tiempo, el trabajo en red y la motivación de las ciudades miembro han permitido aunar estas ambiciones. Para convencerse del éxito, basta con conocer las iniciativas permanentes desplegadas por las ciudades desde hace unos quince años para mejorar y animar sus espacios públicos para gran satisfacción de sus habitantes y de sus huéspedes. Union des Villes d'Art et d'Histoire et des Villes Historiques de Bretagne 1 rue Raoul Ponchon - CS 46938 35069 Rennes Cedex Tél. : +33 (0)2 99 84 00 80 [email protected] www.cites-art.com 34 Auray Emplazamiento en colina y lugar de paso en el fondo de un estuario. Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte”. «Con sus barrios bien diferenciados y sus Auray, antigua ciudad de los duques de Bretaña, posee un rico legado arquitectónico agrupado en tres conjuntos diferenciados. Los dos primeros se reparten a ambas orillas de la ría que desemboca en el golfo de Morbihan: en la orilla izquierda, está el barrio de SaintGoustan, antiguo burgo del priorato medieval, con sus santuarios en la parte alta y sus animados paseos junto a la ría; y en la orilla derecha y en la planicie que la domina, está la ciudad ducal, la ciudad alta. El tercer conjunto, el más reciente, se sitúa alrededor de la estación. El castillo de los duques, documentado desde el siglo XI, se elevaba sobre el río del Loc’h y controlaba a la vez la actividad marítima y el lugar de paso en el estuario. De él se conserva una torre y algunos contrafuertes. La ciudad comercial se extiende al oeste alrededor del ayuntamiento del siglo XVIII construido en piedra blanca, y del mercado central que antiguamente era de madera. En torno a esta plaza central se edificaron las casas burguesas, de entramado de madera las más antiguas y de granito tallado las más recientes. Un poco más lejos, dos grandes edificios religiosos imprimen un fuerte carácter a la ciudad. Se trata de la iglesia de SaintGildas del siglo XVII y, sobre todo, la capilla del Saint-Esprit del siglo XIII, magistral edificio de una orden hospitalaria. Al norte de la ciudad, la llegada del ferrocarril a finales del siglo XIX generó un nuevo tipo de arquitectura en las inmediaciones de la estación, que combinaba revocados pintados y mosaicos multicolores en las casas de los años treinta. La ciudad está rodeada por un cinturón verde, en el que destacan, al sur, los típicos caminos encajonados de la aldea de Kerléano, cuna del general Georges Cadoudal, insurgente monárquico enfrentado a los partidarios de la Revolución francesa. diversos ambientes, Auray invita a deambular por sus calles. Desde la ciudad alta hasta el Loc’h y a lo largo de los paseos junto a la ría de Saint-Goustan, descubre sus múltiples tesoros, indicados con marcas doradas con el emblema de la ciudad. Los colores de los entramados de madera de las casas, una escultura bajo un pórtico, una veleta en el recodo de un tejado, un paisaje descubierto desde un mirador, un viejo puente festoneado de líquenes o un taller secreto son algunos de los placeres que podrás saborear con la vista mientras callejeas por la ciudad.« Office de Tourisme Chapelle de la Congrégation 20 rue du Lait 56400 Auray Tél. : +33 (0)2 97 24 09 75 [email protected] www. auray-tourisme.com 35 Châteaubriant Lugar de paso en los límites de un río navegable. Plaza de armas de las Marcas de Bretaña. «Protegidos por el castillo fortificado de Desde sus orígenes, Châteaubriant ha sido una ciudad de frontera. Es la capital del “Pays de la Mée”, este “territorio del medio” que fue lugar de encuentros y enfrentamientos entre los condados de Nantes, Rennes y Angers y una plaza avanzada de las Marcas de Bretaña. Al pie de la iglesia de Saint-Jean-de-Béré, la feria de Béré, con sus más de 45.000 visitantes anuales, es un ejemplo de la vocación comercial milenaria de esta ciudad. A principios del siglo XI, Brient, aliado o allegado del conde de Rennes, mandó edificar una fortaleza que dominara el río Chère y encargó a los benedictinos de Redon la construcción de un priorato al oeste del primer asentamiento. Se trata de SaintSauveur-de-Béré, nombre original de la iglesia románica de Saint-Jean-de-Béré. Junto al poderoso castillo (ss. XI-XIV) se formó y creció la ciudad que probablemente, en el siglo XIII, se dotó de murallas cuyo contorno todavía se mantiene en el centro de la ciudad. Ya en la época moderna y contemporánea la muralla de la ciudad fortificada fue destruida y el eje de la ciudad giró 90º con la creación de la calle Aristide Briand y la demolición del viejo mercado central en 1865. Siguiendo sus calles, edificios como el palacete de la Houssaye, la casa del Ángel (maison de l’Ange), la puerta Nueva (porte Neuve), la torre del Four Banal o el palacete de la Bothelière muestran el rico pasado de Châteaubriant, mientras que, en la Grande Rue, el visitante observador podrá advertir el proceso de desarrollo de la ciudad que se liberó de sus murallas a partir de 1860. los Brient, los entramados de madera, las torres, los voladizos, el camino de ronda, las callejuelas y callejones dibujan el núcleo medieval de la ciudad. Y continuando este viaje en el tiempo, Châteaubriant narra otra historia, inspirada por los edificios del siglo XVIII y las construcciones burguesas realizadas a partir de 1860 en estilo haussmaniano, un estilo muy parisino trasladado a las tierras bretonas.« Office de Tourisme 29 place Charles de Gaulle - BP 203 44146 Châteaubriant Cedex Tél. : +33 (0)2 40 28 20 90 [email protected] www.tourisme-chateaubriant.fr 36 Concarneau Emplazamiento en una bahía. Ciudad costera. «Se accede a la sorprendente ciudad Concarneau, situada en una de las bahías más hermosas de Bretaña, está rodeada de murallas de granito que rodean el centro histórico. Como heredera de la industria pesquera en el siglo XIX, se ha desarrollado alrededor del puerto. A lo largo de los valles, la ciudad pasa del azul al verde y despliega toda su gama de paisajes rurales. En pocas palabras, es una ciudad que invita a relajarse. La presencia de Concarneau está documentada desde el siglo XIII. El primer asentamiento fue en una ensenada, en una especie de islote que no tardó en quedar rodeado de poderosas murallas remozadas en diversas fases. Fue una ciudad defensiva y también un lugar de paso ineludible de la ruta de Quimperlé a Quimper. Y como herencia de este doble destino, la arquitectura defensiva de la ciudad fortificada protegió las viviendas más antiguas de la ciudad. En el siglo XIX, la multiplicación de industrias conserveras y la expansión demográfica propiciaron el desarrollo de diversos barrios en las orillas cercanas. Por tanto, la arquitectura de la ciudad extramuros es el resultado de su historia industrial y obrera, cuyas instalaciones portuarias se recogen en el Museo de la Pesca. En el siglo XX, Concarneau se fusionó con otros dos municipios vecinos: BeuzecConq en 1945 y Lanriec en 1959. Las recientes obras realizadas en el centro de la ciudad realzan este patrimonio arquitectónico que no ha dejado de evolucionar. fortificada por un puente que une el islote con tierra firme. Descubre a pie esta espléndida fortificación, partiendo del camino de ronda excavado en las gruesas murallas o paseando por la calle Vauban bordeada de casas con sus enseñas sobre la puerta y por las calles adyacentes. En el barrio del Passage o en el centro de la ciudad, otros circuitos te permitirán descubrir el espectáculo portuario y marítimo. La prosperidad de las conserveras marcó los muelles y las calles con su impronta. Y por la noche, observarás admirado cómo la iluminación realza la elegante silueta de la ciudad vieja.« Office de Tourisme Quai d’Aiguillon - BP 529 29185 Concarneau Cedex Tél. : +33 (0)2 98 97 01 44 [email protected] www.tourismeconcarneau.fr 37 Dinan Emplazamiento en colina y lugar de paso en el fondo del estuario del Rance. Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte”. «Dinan es una ciudad atípica donde Dinan es una ciudad medieval situada en el fondo del estuario del Rance, que se abre a la Costa Esmeralda, entre Dinard y Saint-Malo. Desde siempre ha atraído a los románticos y a los viajeros curiosos y buscadores de la belleza. Víctor Hugo, uno de sus más ilustres visitantes, decía de ella: “Dinan es una bonita ciudad aglutinada y construida en lo alto de un precipicio, como un nido de golondrinas”. La ciudad se fundó en el siglo XI alrededor de un castillo feudal, en la intersección de una vía navegable y de una vía terrestre y, desde el siglo XII, acogió a comerciantes y artesanos atraídos por sus famosas ferias. Convertida en ciudad ducal a partir de finales del siglo XIII, Dinan se dotó de murallas (las más importantes que aún se conservan al norte del Loira) y de una imponente torre del homenaje a finales del siglo XIV. Fue una ciudad textil y conoció un importante relanzamiento hasta la Revolución francesa, época en que exhibió su riqueza, exaltó su personalidad y construyó su patrimonio: la torre del Reloj (Tour de l’Horloge) (XV), la iglesia de Saint-Malo (XV-XIX), la basílica de Saint-Sauveur (XVII-XVIII) o sus palacetes (XVIIXVIII). Sin embargo, Dinan debe al pueblo de las tiendas y tenderetes la profusión de casas con entramados de madera que la caracterizan: casas con voladizos (XV), casas con soportales (XVI) y casas con vitrales (XVII). Con la llegada de la revolución industrial la actividad económica disminuyó aunque no llegó a desaparecer. Y aún hoy, los comerciantes, artesanos, ferias y mercados de Dinan confirman su vocación de ser la capital comercial de la región de Rance. pasado y futuro se conjugan a diario. Sus calles perpetúan la actividad comercial y de liderazgo de la época de los duques y despliegan permanentemente sus actividades y dinamismo económico. Al recorrer esta antigua “roca fuerte”, desde la ciudad alta a la ciudad baja, irás descubriendo su turbulenta historia a medida que contemplas sus casas medievales con pórtico y entramado de madera, sus espectaculares murallas o las casas de sus armadores y comerciantes del puerto. Hoy se pueden rememorar los tiempos de la epopeya gracias a los espectáculos musicales, teatrales o de calle y a los paseos insólitos por la ciudad.« Office de Tourisme Dinan - Vallée de la Rance 9 rue du Château - BP 65261 22105 Dinan Cedex Tél. : +33 (0)2 96 876 976 [email protected] www.dinan-tourisme.com 38 Fougères Lugar de paso sobre el río Nançon. Plaza de armas de las Marcas de Bretaña. «La visita del “Fabuloso castillo de Fougères, situada en los confines de Bretaña, de Maine y de Normandía, en pleno corazón de las Marcas de Bretaña, es y ha sido desde sus orígenes un importante centro de intercambio y de comercio. La que fuera gran baronía en la época ducal aún conserva de esa época su impresionante fortaleza. El castillo de Fougères se construyó en el siglo XI en un meandro del Nançon y siempre ha aprovechado esta protección natural. Su sistema de defensa se ha ido perfeccionando con el paso del tiempo, desde la simple torre de madera de sus orígenes hasta la inmensa plaza fuerte del siglo XV. En el barrio de Saint-Sulpice, al pie del castillo y junto al río, los curtidores, tejedores y tintoreros instalaron sus molinos, mientras que los comerciantes, artesanos y banqueros se establecieron en la colina que domina el valle. En el siglo XIII, Raul III, barón de Fougères, mandó rodear la ciudad de murallas y, posteriormente, los burgueses tomaron el poder político y edificaron un ayuntamiento y una torre defensiva. Tras los incendios del siglo XVIII, la ciudad alta se reconstruyó con piedra siguiendo los planes urbanísticos inspirados en los del arquitecto real Gabriel. A finales del siglo XIX, Fougères vivió una auténtica revolución industrial y se convirtió en la “capital del calzado”. Hoy en día la rehabilitación del barrio obrero y la creación de nuevos polos culturales vinculan pasado y presente. Fougères” se acompaña de un itinerario escenográfico en el que, entre historia y leyenda, reconstrucciones visuales y sonoras, se ilustra el importante papel que desempeñó la ciudad fortificada en la defensa del ducado. Siguiendo los pasos de los personajes míticos, la arquitectura de ayer se combina con la actual y las piedras medievales se integran con el frescor de los jardines situados al pie de las fortificaciones. Y desde las terrazas, la vista alcanza el castillo y los monumentos de la ciudad.« Office de Tourisme 2 rue Nationale 35300 Fougères Tél. : +33 (0)2 99 94 12 20 [email protected] www.ot-fougeres.fr 39 Guingamp Ciudad puente sobre el Trieux, en la ruta estratégica oeste-este de Bretaña norte. Plaza de armas. «La identidad de "Gwengamp" proviene Guingamp fue la antigua capital de Penthièvre, infantado tradicional de los hijos menores de la familia ducal. Gracias a sus príncipes dados al alboroto y a la estratégica posición de su puerto en el río Trieux, consiguió imponerse a Pontrieux, así como a las ciudades episcopales de Tréguier y Saint-Brieuc. Actualmente, a pesar de la proximidad de esta última, Guingamp sigue teniendo una fuerte identidad y vitalidad. Eudes, hermano del duque Alain III, fue el primero que residió en Guingamp en el siglo XI y edificó una poderosa mota elevada sobre el Trieux. Su hijo Etienne, conde de Bretaña, incorporó un recinto amurallado donde estaba la parroquia dedicada a Nuestra Señora, con el fin de atraer a comerciantes y artesanos. Favoreció la implantación de cinco santuarios y burgos de priorato fuera de las murallas y también acuñó moneda, lo que convirtió a Guingamp en una ciudad de primer orden en Bretaña. A principios del siglo XIV, gracias a Guy, hermano del duque Jean IV, y a su hija Jeanne, esposa de Charles de Blois, la ciudad recuperó su proyección antes de verse inmersa en la guerra de Sucesión. La llegada de Pierre de Penthièvre abrió un nuevo periodo de prosperidad que determinó el contorno básico de la ciudad. En 1442, el futuro duque de Bretaña mandó construir un castillo rodeado de cuatro torres. La ciudad no tardó en desbordar las murallas gracias a su industria textil, activa en la parte noble de la ciudad, situada alrededor de la abadía Sainte-Croix. En el siglo XVII se construyeron la mayoría de conjuntos arquitectónicos de la ciudad como el monasterio de los Agustinos, el de las Ursulinas, el de Montbareil o las casas nobles y burguesas de puertas esculpidas, pero también se desmanteló el castillo, en 1626. A pesar de que la renovación urbana del siglo XVIII eliminó de la antigua ciudad amurallada muchas casas de entramado de madera de la famosa y original escuela de los maestros carpinteros de Guingamp, la plaza del Centro constituye uno de los espacios urbanos más hermosos de Bretaña, con su patrimonio arquitectónico representativo de los momentos gloriosos de la ciudad. de su doble pertenencia: por un lado a Trégor y a la Bretaña que defiende el patrimonio lingüístico y religioso bretón, y por otro lado a Penthièvre en el terreno histórico y militar. Pero este original posicionamiento sigue vigente en su proyección actual, ya sea cultural con la organización de la Saint-Loup, la cita anual de la danza en Bretaña, o deportiva con la epopeya futbolística de su famoso equipo En Avant.« Office de Tourisme de Guingamp Communauté 2 place du Champ-au-Roy BP 40203 22202 Guingamp Cedex Tél. : +33 (0)2 96 43 73 89 [email protected] www.ot-guingamp.fr 40 Hennebont Lugar de paso en el fondo de un estuario, dominado por un promontorio. Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte”. «La ciudad ofrece un recorrido inédito Desde la edad de Bronce, Hennebont había sido un lugar de paso, si bien entró realmente en la historia en el siglo XIII cuando se convirtió en ciudad ducal. Con su muralla medieval única en la región de Lorient, ofrece al visitante un amplio panorama de la historia de Bretaña, a pesar de los desastres producidos durante segunda guerra mundial. La ciudad de Hennebont, cuyo nombre vendría a significar “puente viejo”, se encuentra resguardada en el fondo de la rada de Lorient y conecta a través del río Blavet el Argoat o “tierra de los bosques” con el Armor o “tierra del océano”. En el siglo XIII, el duque de Bretaña, Jean I, la convirtió en ciudad ducal y su esposa, Blanca de Navarra, fundó la abadía cisterciense de Notre-Dame-de-Joye. Durante la guerra de Sucesión de Bretaña vivió diversos sitios y, durante uno de ellos, destacó Jehanne conocida como "la Llama” (“la Flamme"), esposa y madre de duques, quien exhortó a los habitantes de Hennebont a resistir. En el siglo XV, la muralla se reconstruyó como demuestra la puerta de Broerec’h, flanqueada por dos torres que vigilan la ciudad fortificada. En el siglo XVI, con la construcción de la basílica de Notre-Dame-deParadis, en estilo gótico flamígero, nació un nuevo barrio. En 1857, se instaló la yeguada nacional en la ciudad y en 1860 se inició la gran aventura de las “Forjas de Hennebont” que duraría un siglo. por la arquitectura desde el siglo XVI hasta nuestros días. Detrás de las murallas, las casas coronadas de piedra franca son el testimonio de un glorioso pasado comercial. La casa del Senescal de entramado de madera, recuerda el poder ducal. Y fuera de las murallas, los palacetes del siglo XVIII rodean la plaza Foch y las casas de 1930 lucen su ornamentación art déco. Las obras nuevas se mezclan c on los testigos del pasado y, junto con el rico patrimonio natural, forman un territorio de múltiples facetas.« Lorient Bretagne Sud Tourisme Agence d’Hennebont 9 place Foch 56700 Hennebont Tél. : +33 (0)2 97 847 800 [email protected] www.lorientbretagnesudtourisme.fr 41 Lamballe Emplazamiento en colina que domina un meandro del Gouëssant. Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte”, protegida por el agua. «La ciudad merece una visita a pie, con Lamballe está situada al borde de la antigua vía romana Corseul-Carhaix. A lo largo de su historia ha sido la capital de los duques de Penthièvre desde el siglo X, un polo comercial y artesano, la ciudad del caballo desde el siglo XIX y ha conocido diversas vidas, de las que conserva un patrimonio original. Posee el gusto por las artes y el don de compartirlas, sobre todo en el museo Mathurin Méheut, en el Acaballadero Nacional o en el Quai des Rêves, su centro cultural. En el punto más alto, la colegiata fortificada de Notre-Dame es la única que recuerda el origen militar de la ciudad. Y más abajo de la plaza de armas, la implantación de tres prioratos de abadía muestra claramente la voluntad de los duques de Penthièvre de convertir su capital en una ciudad poderosa. A partir de estos prioratos, protegidos por los meandros del Gouëssant, nacieron los burgos de Saint-Martin, Saint-Lazare y Saint-Jacques, lo que explica la presencia de construcciones antiguas en estos barrios periféricos. La originalidad de la arquitectura de Lamballe reside en la variedad de estilos de las casas de entramado de madera en las que se aprecian influencias tanto de Saint-Brieuc y Guingamp como de Rennes. La yeguada (Haras) de Lamballe, implantada en 1825, dio origen al caballo de posta bretón, un caballo de tiro muy utilizado sobre todo en artillería, gracias al cual esta yeguada se convirtió en la segunda de Francia después de la primera guerra mundial. toda tranquilidad. Sus actividades artísticas y ecuestres perpetúan los nobles oficios y reúnen el pasado y el presente. Lamballe se fundó en la cima de la colina SaintSauveur que domina la ciudad y el valle del Gouëssant. Allí estaba la ciudad señorial y el imponente castillo de los Penthièvre, cerca de la colegiata dedicada a Nuestra Señora, la protectora espiritual que así se situaba junto al protector temporal. Más abajo, la ciudad comercial se muestra con todo su esplendor en la plaza de Martray, rodeada de palacetes y casas de entramado de madera. Y entre talleres de artistas y artesanos, el camino conduce hasta la yeguada, que invita a los amantes de lo auténtico a visitar las cuadras, la forja o el picadero.« Office de Tourisme Place du Champ de Foire BP 50211 22400 Lamballe Tél. : +33 (0)2 96 31 05 38 [email protected] www.lamballecommunaute-tourisme.com 42 Landerneau Lugar de paso en el estuario del río Elorn. Plaza de armas. «El rico pasado de la ciudad queda patente Landerneau, situada en el cruce de caminos entre Léon y Cornualles, ha sabido conservar su patrimonio. Destaca su magnífico puente habitado del siglo XVI, recientemente declarado patrimonio histórico, bajo cuyos arcos el mar se funde con el río. Sus callejuelas cargadas de historia, el circuito de interpretación del patrimonio y las orillas recuperadas del Elorn invitan a deambular por ellas. La ciudad se encuentra en la ría del Elorn, atravesada por un vado y luego por un puente. Debe su implantación y desarrollo a su situación de encrucijada. Se formó en el punto en que la marea deja de sentirse y en que el río puede cruzarse fácilmente. A partir del siglo XVII se acondicionaron los paseos que se convirtieron en los principales ejes de urbanización en ambas orillas del Elorn. Las casas de los comerciantes y armadores, pintadas en los cálidos colores de la piedra de Logonna, recuerdan el dinamismo portuario de la ciudad vinculado al comercio del tejido de lino. El lino se confeccionaba en la región de Léon y se exportaba a toda Europa en barco, a cuyo regreso, volvían cargados de vino de Burdeos. El siglo XIX, con la industrialización y la llegada del ferrocarril, abrió una nueva era en la urbanización de la ciudad. Se construyeron numerosos palacetes, villas y casas solariegas, muestra de la calidad de la arquitectura decimonónica de Landerneau. en los tragaluces labrados de sus casas y en la gran calidad de su granito de Logonna. La ruta arquitectónica que recorre edificios y lugares destacados, casas de entramado de madera y fachadas recubiertas de pizarra, pasa por el puente de Rohan, excepcional monumento de más de 500 años y uno de los últimos de Europa que sigue habitado. Te invitamos también a descubrir las exposiciones al aire libre o a pasear por las orillas del Elorn a lo largo de seis kilómetros en las afueras de la ciudad.« Maison de Tourisme du Pays de Landerneau-Daoulas 9 place du Général de Gaulle 29800 Landerneau Tél. : +33 (0)2 98 85 13 09 [email protected] www.rives-armorique.fr 43 Lannion Emplazamiento en colina y lugar de paso en el fondo de un estuario. Plaza de armas. «La majestuosa iglesia de Brélévenez Esta aglomeración comercial situada en la orilla derecha del río Léguer, combina bien el desarrollo industrial y la conservación de su identidad, como lo demuestra su famoso mercado, las casas con voladizos y la destacada iglesia de Brélévenez a la que se accede por una escalera de 140 escalones. Lannion, antiguo enclave ocupado desde la época neolítica, se desarrolló en torno al vado que permitía cruzar el Léguer, en el lugar donde actualmente se encuentra el puente de Kermaria. El río quedaba protegido por un castillo. En la Edad Media, la ciudad, rodeada de murallas, vivía al ritmo de las mareas y de sus actividades portuarias. De la antigua ciudad medieval se han conservado las casas de entramado de madera o de pizarra con decoraciones esculpidas, testimonio de los gustos y la riqueza de sus habitantes, y los palacetes y casas solariegas cuyas torres macizas adosadas a las fachadas ocultan las escaleras de caracol de acceso a los pisos superiores. Desde que en 1960 se creara el Centro Nacional de Telecomunicaciones, Lannion se ha convertido en un polo industrial y universitario con un fuerte componente electrónico, informático y de telecomunicaciones. Actualmente es una subprefectura de 20.331 habitantes y el centro administrativo, comercial, deportivo, cultural y turístico de Trégor. domina la ciudad desde lo alto de sus 140 escalones. Bajando por la escalera bordeada de casitas tradicionales se llega a los barrios históricos de la ciudad. A medida que se recorren sus calles, plazas y callejuelas pavimentadas, Lannion va desvelando sus tesoros. Vigas de madera esculpida, voladizos, cariátides, relojes de sol, palacetes y casas solariegas, casas con atalayas, antiguos conventos y claustros, frescos, retablos y criptas forman la maravillosa paleta arquitectónica del lugar.« Office de Tourisme Communautaire de Lannion-Trégor Communauté Pôle Baie de Lannion 2 quai d’Aiguillon 22300 Lannion Tél. : +33 (0)2 96 05 60 70 [email protected] www.bretagne-cotedegranitrose.com 44 Morlaix Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte”. Ciudad de puente en el fondo de un estuario. «Pasear por Morlaix supone descubrir los Entre Léon y Trégor, al fondo de una de las rías más profundas de Bretaña y en la confluencia del Jarlo y del Keffleuth, Morlaix se implantó en un promontorio ya ocupado por un castrum romano. La excepcional calidad del emplazamiento se pone en relieve con su famoso viaducto que culmina a 62 metros. Probablemente, el nombre de Morlaix proviene de la denominación latina Mons relaxus (Monte del reposo), convertido luego en Montroulez en lengua bretona. Hacia el año mil, los señores de Tréguier edificaron un castillo y, bajo su protección, nació la ciudad al amparo de las fortificaciones de las que solo queda una pequeña parte en la calle del Hospicio (rue de l’hospice). En 1035, la aldea pasó a ser propiedad del conde de Léon y, después del siglo XII, a partir de los prioratos se desarrollan tres barrios fuera de la ciudad amurallada: Saint-Matthieu, Saint-Melaine y Saint-Martin. Entre el siglo XV y el XVIII, en esta rica región textil, el puerto se convirtió en uno de los más importantes de la Mancha y contribuyó a la prosperidad de la ciudad gracias al comercio de telas finas llamadas “crées”. En 1736, el muelle de Léon acogió la Manufactura de Tabacos y, en 1863, se erigió el viaducto durante la construcción de la vía férrea París-Brest. En 1958, Morlaix se anexionó el pueblo de Ploujean, lo que permitió la construcción de nuevos barrios en la parte alta. tejados de las casas de la ciudad amurallada, el castillo o la imponente presencia de los arcos del viaducto, en un entorno de vegetación y agua. Las casas con patio de luces (à pondalez), típicas de la ciudad, fueron construidas por los comerciantes de telas entre los siglos XIV y XVII. Ya sean de entramado de madera o con voladizos sobre la calle, todas se desarrollan alrededor de un amplio espacio central con una chimenea monumental de granito, una escalera de caracol y varios pasadizos de madera.« Office de Tourisme de Morlaix Parvis Saint-Melaine Place des Otages 29600 Morlaix Tél. : +33 (0)2 98 62 14 94 [email protected] www.tourisme-morlaix.fr 45 Nantes Emplazamiento de confluencia y lugar de paso en el fondo de un estuario. Ciudad bimilenaria de origen romano. «Es obvio que los lugares emblemáticos Nantes, ciudad de la provincia de Loira, está situada en la encrucijada de vías terrestres, fluviales y marítimas. A lo largo de los siglos ha sido un gran puerto comercial e industrial, una ciudad de paso y de intercambios y un lugar de encuentro de culturas. Era la antigua ciudad de los namnetas y se formó a partir de las múltiples islas del estuario del Loira que facilitaban la travesía del río. En el siglo XV, Nantes fue la capital de Bretaña y Jean V, François II y más tarde la duquesa Anne, construyeron el castillo de los duques de Bretaña y la catedral Saint-Pierre-et-Saint-Paul. La ciudad, primer puerto de Francia en el siglo XVIII, se extiende hacia el oeste, a lo largo de la orilla del Fosse, formando destacados conjuntos urbanos: la isla Feydeau, la Bolsa (Bourse), la plaza Real (place Royale) y el barrio Graslin. En el siglo XIX, con la industrialización de Nantes, aparecieron nuevas construcciones, símbolos de la modernidad, como la manífica galería comercial del Passage Pommeraye que combina hierro y cristal. Una vez colmatados los brazos del Loira y del Erdre, la ciudad sufrió la destrucción de la segunda guerra mundial. La reconstrucción y posterior ordenación urbana que supuso la llegada del tranvía renovaron el casco antiguo y, hoy en día, las obras arquitectónicas contemporáneas se han consolidado en la ciudad. de Nantes son los puntos de referencia de toda visita. Sin embargo, también es posible seguir originales itinerarios temáticos como el que recorre los parques y jardines de la ciudad o los islotes de vegetación y las orillas cubiertas de césped (“Deja que te hable de los paseos verdes del centro de la ciudad”), o el itinerario “Deja que te hable de Julio Verne en Nantes”, que sigue los pasos de Julio Verne por su ciudad natal y descubre los lugares donde vivió, así como sus fuentes de inspiración, recorridas por un aliento aventurero.« Bureau d'Accueil Nantes Tourisme 9 rue des Etats 44000 Nantes Tél. : +33 (0)8 92 46 40 44 [email protected] www.nantes-tourisme.com 46 Pontivy Lugar de paso sobre el río Blavet. Plaza de armas. «¿Villa feudal o ciudad napoleónica? Pues La ciudad, situada en pleno corazón del Argoat, en los confines de las regiones de habla bretona y de habla francesa, de los antiguos obispados de Cornouaille, Vannes y Saint-Brieuc, de los departamentos de Morbihan y de las Costas de Armor, con frecuencia se ha considerado un lugar ideal para implantar una nueva capital regional. El primer emperador de Francia también lo pensó: rebautizó la antigua villa feudal de los Rohan como “Napoleonville” y creó una nueva ciudad paralela. Pontivy, cuyos orígenes se deben a San Ivy –uno de los muchos eremitas que eligieron el magnífico valle del Blavet como lugar de meditación durante la Alta Edad Media– nació a partir de la fortaleza que controlaba un puente de obligado paso. De ese burgo fortificado del siglo XIII se ha conservado el castillo, reconstruido a finales del siglo XV por Jean II de Rohan y, alrededor de la plaza de Martray, un barrio antiguo con casas de entramado de madera y viejas residencias de piedra, de trazado irregular que contrasta con la ciudad napoleónica de líneas perfectas, con calles perpendiculares, grandes plazas y edificios solemnes. Pontivy es una aglomeración de tamaño mediano, un centro comercial e industrial activo enclavado en una cuenca agrícola especialmente rica que se extiende por un territorio en el que viven cerca de 60.000 habitantes. ambas cosas. Y siempre con un origen militar, siempre a orillas del Blavet y cerca del paso obligado para cruzar este bonito río y al pie del castillo que la controlaba. Las callejuelas estrechas y caprichosas recuerdan la época ducal de la ciudad, cuando los Rohan reinaban como amos y señores; mientras que la ciudad imperial adyacente situada al sur se organiza alrededor de una plaza central, suficientemente amplia para pasar revista a las tropas, y de las avenidas trazadas a cordel. De esta nueva ciudad perduran los edificios solemnes y un río canalizado que invita a participar en actividades al aire libre en plena naturaleza.« Office de Tourisme de Pontivy Communauté 2 quai Niémen Péniche Duchesse Anne 56300 Pontivy Tél. : +33 (0)2 97 25 04 10 [email protected] www.pontivy-communaute.fr 47 Pont-l’Abbé Lugar de paso en el fondo del estuario. Ciudad con castillo y puente habitado. «Siguiendo las calles y las plazas, se Pont-l'Abbé fue definida por el escritor Maupassant como “la más bretona de las ciudades de Bretaña bretonante”. La ciudad debe su fama al puente habitado que le da nombre. Es la capital del País Bigouden, lugar de peregrinaciones religiosas muy populares, tierra de leyendas, patria de las bordadoras y sede de la “Fiesta de las bordadoras” cada mes julio. El elegante tocado de su vestido tradicional se ha convertido en el símbolo de toda Bretaña. Antes de entrar en la ciudad por el puente, el visitante cruza el barrio de Lambour dominado por las ruinas de una iglesia cuyo campanario, decapitado en 1675 por orden del rey, recuerda la represión que siguió a la revuelta de los Boinas Rojas. El puente separa el puente del estanque donde se refleja el castillo. De esta fortaleza medieval solo quedan las bodegas y la torre maestra. Los Boinas Rojas incendiaron el cuerpo del edificio, reconstruido en el siglo XVIII. Actualmente es la sede del Ayuntamiento. Las murallas fueron demolidas en el siglo XIX y con sus piedras se construyeron los muelles del puerto. La torre maestra alberga un bonito museo dedicado al traje tradicional y al bordado. Las callejuelas adyacentes conducen a la imponente iglesia gótica de Notre-Dame des Carmes, el único vestigio de un convento fundado en el siglo XIV. Este austero edificio, típico de la arquitectura “mendicante”, fue iluminado en el siglo XIX con grandes vitrales como los del rosetón. observan elegantes palacetes de los siglos XVI y XVII, construidos por los prohombres de la zona. Pero ante todo, Pont l’Abbé es una bonita ciudad del siglo XIX, momento en el que muchas casas antiguas fueron destruidas para dejar paso a los refinados edificios construidos por una burguesía enriquecida por la producción y, especialmente, por la exportación de patatas. El mercado de los jueves (el más importante de Cornuaille), así como numerosos almacenes perpetúan la tradición comercial de la ciudad. El antiguo camino de sirga es actualmente un paseo precioso que sigue el curso del río y surca espacios naturales protegidos habitados por centenares de especies de aves.« Office de Tourisme du Pays de Pont-l'Abbé 11 place Gambetta 29120 Pont-l'Abbé Tél. : +33 (0)2 98 82 37 99 [email protected] www.ot-pontlabbe29.fr 48 Port-Louis Lugar de entrada a una rada y desembocadura. Ciudad costera. «Hacer una escala en este puerto lleno ¡Curioso destino el de esta bahía de la desembocadura del río Blavet, convertida en puerto de primera línea en el siglo XVII por la gracia de los reyes de Francia y en una famosa ciudad balnearia en el siglo XIX por la gracia de la reina Amélie! Desde la Edad Media, la ciudad atraía el comercio de sal, vino, pescado y cereales. La ciudadela, iniciada por los españoles durante las guerras de la Liga, se terminó en 1618, durante el reinado de Luis XIII, quien decidió fortificar la ciudad, construir el puerto de la Pointe y dar su nombre a Port-Louis, que inicialmente se llamaba Blavet. La presencia de los españoles (1590-1598) todavía es visible en las casas de tejas, singulares en la arquitectura local. En el siglo XVII, Port-Louis se convirtió en la sede de la Compañía de las Indias Orientales, antes de que la supremacía pasase a Le Faouédic, en la orilla derecha de la rada, con el nombre de “L’Orient”. Las casas señoriales de los comerciantes y de los “burgueses de navíos” son el testimonio de esa época fastuosa. Tras un periodo de declive, la ciudad recuperó su esplendor a partir de la llamada “Monarquía de julio” gracias al interés demostrado por la reina Amélie por un establecimiento de baños de mar, uno de los primeros de Bretaña meridional. de encanto nos hará revivir su actividad marítima secular. En las murallas, el aliento de la historia se mezcla con el viento del Atlántico. Los bastiones, puentes y caminos de ronda representan el auténtico caché de la ciudad. Con un simple paseo o siguiendo los itinerarios propuestos, descubrirás todo un patrimonio arquitectónico e histórico que recorre el tiempo. Y para la Ascensión, durante el festival Avis de Temps Fort, el arte de la calle invade la antigua plaza fuerte.« Lorient Bretagne Sud Tourisme Agence de Port-Louis 1 avenue Marcel Charrier 56290 Port-Louis Tél. : +33 (0)2 97 847 800 [email protected] www.lorientbretagnesudtourisme.fr 49 Quimper Emplazamiento de confluencia y lugar de paso en el fondo de un estuario. Ciudad bimilenaria romana. «Remontando las agradables orillas del Quimper, la ciudad episcopal y ducal, se impuso como capital histórica de Cornualles. Pero, a pesar de su aspecto de villa medieval dominada por la catedral, es también una ciudad del siglo XIX y del XX. A lo largo de su historia, Quimper ha sido un refugio y un lugar de paso, desde su situación en el fondo de una ría. La primera urbanización en época romana se desarrolló alrededor de su actividad portuaria río abajo, en Locmaria. Sin embargo, durante la Edad Media, ganó importancia el punto de confluencia entre el Steir y el Odet (Kemper en bretón), indudablemente por sus cualidades defensivas. Fue la antigua capital de los poderosos condes de Cornualles y la imagen de la ciudad episcopal es indisociable del nombre de San Corentin, el obispo amigo del legendario rey Gradlon. En la actualidad la ciudad cuenta con un casco antiguo amurallado. Desde la majestuosa catedral gótica de SaintCorentin (ss. XIII, XV y XIX) surge una red de calles y callejuelas, bordeadas de casas de entramado de madera y de piedra de los siglos XVI, XVII y XVIII. A lo largo del Odet se extiende la ciudad del siglo XIX, con el puerto y los edificios administrativos. Son de destacar los pintorescos muelles acondicionados con diversas pasarelas llenas de flores. curso marítimo del Odet descubrirás los momentos culminantes de la ciudad: Locmaria, al pie del empinado y mítico Mont Frugy, el primer emplazamiento romano que se convirtió en un burgo del priorato benedictino y, posteriormente, en el barrio popular de los fabricantes de loza en 1690. Y río arriba, en la otra orilla, el segundo emplazamiento que, a partir del año mil, estaba formado por dos conjuntos urbanos principescos: la Terre-au-Duc, con el tribunal, casas de entramado de madera y conventos del siglo VXII; y la ciudad episcopal de decoración medieval, rodeada de murallas y situada entre Steïr y Frout.« Office de Tourisme de Quimper en Cornouaille Place de la Résistance 29000 Quimper Tél. : +33 (0)2 98 53 04 05 [email protected] www.quimper-tourisme.com 50 Quimperlé Emplazamiento de confluencia y lugar de paso en el fondo de un estuario, dominado por un promontorio. Centro religioso de origen bretón, protegido por el agua. «La historia de Quimperlé puede seguirse Toda persona que visita Quimperlé, desde Brizeux a Flaubert, se habrá llevado consigo la sensación de que aquí se vive bien. La ciudad está situada en la entrada de Cornualles y es un santuario de la cultura bretona en la que destacan personajes como Matilin an Dall, el músico de bombarda bretona más famoso de todos los tiempos; Dom Morice, historiador y padre de la literatura bretona, y Théodore Hersart de la Villemarqué, poeta autor de Barzaz Breiz, obra que muestra la calidad y la importancia de la literatura oral de Bretaña. La ciudad baja se caracteriza por sus tres ríos. Los dos primeros, el Ellé y el Isole, rodean una isla que fue la cuna de la ciudad desde que los benedictinos de Redon fundaron la abadía de Sainte-Croix en el siglo XI. Allí se encuentran los testimonios de la historia religiosa y civil, los ricos palacetes del barrio aristocrático (del siglo XVI al XIX) y las casas de entramado de madera, el bucólico puente florido de época medieval, los jardines del Ellé o las pesquerías. El tercer río, el Laïta, que es la unión de los otros dos, agrupa en sus orillas las hermosas residencias de piedra que confirman que la actividad portuaria fue floreciente en el pasado. A la ciudad pronto le faltó espacio y se lanzó a la conquista de las colinas circundantes y dio lugar a una ciudad alta, coronada por la iglesia de Notre-Dame-de-l’Assomption (siglos XIII y XV), conocida como "el Monte Saint-Michel de la Tierra". En ella se encuentra también la capilla y el convento de las Ursulinas (siglo XVI) así como la capilla de Saint-Eutrope contigua al hospital medieval (siglo XVI). El promontorio también ofrece una espléndida perspectiva de los ríos y de los bosques en la lejanía. a medida que se recorren sus puentes, sus callejuelas medievales y sus escaleras pavimentadas, desde el puente florido hasta la capilla de las Ursulinas. A partir de los muelles que bordean su río marino, la ciudad se ha desarrollado pacíficamente ocupando las alturas y ha sabido asociar los testimonios de la vida portuaria y comercial con los monumentos religiosos de sus orígenes. Los molinos, las antiguas curtidurías y los jardines marcarán el ritmo de tu paseo, que también podrás dar por el río en canoa-kayak.« Office de Tourisme Quimperlé Terre Océane Bureau d’Accueil de Quimperlé 3 place Charles de Gaulle 29300 Quimperlé Tél. : +33 (0)2 98 96 04 32 [email protected] www.quimperle-terreoceane.com 51 Rennes Lugar de paso limítrofe de río navegable. Ciudad bimilenaria de origen romano. «Rennes vive todo el año al ritmo de sus Rennes, capital de Bretaña y situada a dos horas de París en TGV, exhibe la riqueza de sus 2000 años de historia. Su patrimonio bien conservado y restaurado, marcado por el Parlamento de Bretaña, vive en armonía con la vitalidad de su juventud estudiantil. Si bien las Portes Mordelaises son el testimonio de la coronación de los duques de Bretaña, las callejuelas estrechas y sinuosas bordeadas de casas de entramado de madera reflejan magistralmente la evolución arquitectónica del siglo XV al XVIII. Al burgo fragmentado medieval le sucedió la ciudad clásica y sus dos plazas reales contiguas, con sus respectivos edificios emblemáticos como son el Parlamento de Bretaña, testimonio excepcional de la historia bretona y del arte francés del siglo XVII, y el Ayuntamiento (s. XIX) diseñado por Gabriel, el arquitecto de las plazas reales. Además de los palacetes construidos con madera y piedra y de los palacios abaciales, destaca el parque de Thabor, diseñado por los Bühler, grandes paisajistas del siglo XIX, y que es un remanso de paz el pleno centro urbano. Toda la ciudad es un auténtico mosaico, como demuestra la piscina Saint-George de estilo art déco o el edificio Poirier, pasado el río Vilaine y el museo de Bellas Artes. En 2006, Christian de Portzamparc concibió los Champs Libres que reúnen el Museo de Bretaña, el Espacio de las Ciencias, el planetario y la biblioteca. festivales. Es conocida internacionalmente por Les Transmusicales y su creatividad artística se traduce también en las programaciones de la Ópera, del Teatro Nacional de Bretaña o de la Orquesta de Bretaña. El mercado de Lices, el segundo de Francia, reúne todos los sábados por la mañana a más de 300 productores locales y regionales en un marco excepcional formado por palacetes y mercados de estructura metálica. Un buen ambiente que no te debes perder.« Destination Rennes Tourisme et Congrès Office de Tourisme de Rennes Métropole 11 rue Saint-Yves CS 26410 35064 Rennes Cedex Tél. : +33 (0)2 99 67 11 11 [email protected] www.tourisme-rennes.com 52 Saint-Malo Emplazamiento de entrada a un estuario. Centro religioso de origen bretón y ciudad costera. «En esta ciudad en la que retumban tem- Probablemente “Saint-Malo de l’Isle”, como se llamaba antiguamente, luce su máximo esplendor vista desde Dinard, con sus palacetes de chimeneas altas y tejados inclinados y fachadas de granito de arquitectura sobria e imponente. El emplazamiento de Saint-Malo es un bastión natural, casi una isla rocosa que domina el estuario del río Rance. A lo largo de los siglos, el espíritu independiente de sus habitantes permitió que la ciudad adquiriera libertades y privilegios. Fue un puerto pirata y del comercio lejano y siempre ha estado vinculada a la audacia por las hazañas de Duguay-Trouin y Surcouf. En el siglo XVII, la ciudad era inmensamente rica: sus armadores prestaban dinero al rey Luis XIV y construyeron las mansiones que jalonan el interior de la región. En el siglo XVIII se edificaron las murallas y la puerta Saint-Vincent, así como los bonitos palacetes que se reconstruyeron fielmente tras la segunda guerra mundial. En el siglo XIX llegó el turismo a la Grande Plage con la construcción de un casino, un gran hotel y múltiples villas o las amplias avenidas por las que circulaban los automóviles y que sustituyeron los caminos polvorientos que antaño tomaban los carruajes de Paramé. pestades y grandes mareas, el soplo del mar se oye desde lejos o se adivina en la sombra apaisada de sus callejas. Aquí el mar es omnipresente: está en la historia de sus habitantes, en sus prácticas marinas, en sus personajes emblemáticos de ayer y de hoy –armadores, navegantes, descubridores, corsarios, pescadores de Terranova o capitanes– y, evidentemente, en el alegre tiempo de ocio veraniego o del día a día, con baños de mar, juegos y deportes en la playa.« Office de Tourisme Esplanade Saint-Vincent 35400 Saint-Malo Tél. : +33 (0)2 99 56 64 60 [email protected] www.saint-malo-tourisme.com 53 Saint-Polde-Léon Emplazamiento en una bahía. Centro religioso de origen bretón. «Saint-Pol-de-Léon, antigua ciudad episco- Saint-Pol-de Léon es una apacible ciudad que gira en torno a una arquitectura religiosa un tanto desmesurada y a un providencial cinturón de cultivos que se va liberando progresivamente de su prestigioso pasado… El laberinto de callejuelas que nacen en la plaza del Parvis, dando la espalda a la impresionante basílica catedral de los siglos XIII y XVI, te adentrará en la intimidad profana del viejo Saint-Pol. La ciudad sustituyó sus casas de entramado de madera por sólidas construcciones de sillares, de líneas puras y ostentosas. Y un ejemplo de esta opulencia es la casa con torrecilla ornamental situada en la esquina de la calle Rozière. El entramado de calles también está repleto de sorpresas y de poesía: la calle de las Aguas (rue aux Eaux), antiguamente llamada calle de los Huesos (rue aux Os), sede del gremio de carniceros; la calle del Lino (rue au Lin), último vestigio de una tradición textil; o la calle del Lavadero (rue du Lavoir) con su fuente milagrosa, bendecida por san Pol Aurélien que nunca se ha secado desde el siglo VI. Y donde se cruzan los grandes ejes de la ciudad, la capilla del Kreisker rasga el cielo con su alto campanario de 80 metros, un auténtico desafío al hombre, al tiempo y a los elementos. pal de la región de Léon y capital hortícola muy activa, es sin duda, la ciudad que mejor encarna el fervor religioso tradicional de Bretaña y la modernidad de la agricultura bretona. Su particular patrimonio está muy vinculado a la presencia del obispo (catedral, palacio episcopal, capilla del Kreisker, casas del prebendado, casas de canónigos, seminarios y conventos), aunque también destaca por la profusión y diversidad de la cuenca hortícola más importante de Europa (alcachofas, coliflores y una veintena más de hortalizas) y del primer centro de producción de flores de Francia (camelias, rosas, rododendros, etc.).« Office de Tourisme Place de l'Evêché 29250 Saint-Pol-de-Léon Tél. : +33 (0)2 98 69 05 69 [email protected] www.roscoff-tourisme.fr 54 Vannes Emplazamiento en el fondo de un golfo. Ciudad bimilenaria de origen romano, sede de uno de los primeros obispados de Bretaña. «El paseo del Garenne, que bordea las Esta ciudad situada en el fondo del golfo del Morbihan ha sabido perpetuar sus tradiciones y sus actividades. La riqueza del patrimonio de la antigua ciudad ducal, su puerto de recreo, la proximidad del golfo y la diversidad de sus manifestaciones culturales la convierten en un polo turístico muy importante de las costas bretonas. Su patrimonio invita a viajar por el tiempo. El patrimonio de Vannes recorre más de 2000 años de historia. En el siglo I a.C., los romanos fundaron una nueva ciudad en la región de los vénetos llamada Darioritum y, en siglo III, la construcción de un castrum sentó las bases de la ciudad fortificada que a finales de la Edad Media alcanzó una superficie de diez hectáreas. La que fuera residencia favorita de los duques de Bretaña está marcada por su pasado medieval visible alrededor de la catedral, con casas de entramado de madera a lo largo de estrechas calles o la Cohue que recuerda los mercados y los lugares de justicia de la Edad Media. Al sur del casco antiguo, las casas señoriales son el testimonio de la transformación vivida por la ciudad en el siglo XVII, que pasó de la madera a la piedra, y que se aprecia sobre todo en la calle Saint-Vincent bordeada de palacetes destinados a los miembros del Parlamento con sede en Vannes entre 1675 y 1690. El puerto se convirtió en el centro económico de la ciudad y los armadores y comerciantes construyeron allí sus mansiones. El Ayuntamiento y la Prefectura, edificios de arquitectura prestigiosa, recuerdan la expansión de la ciudad fuera de las murallas en el siglo XIX y el rebrote de las actividades. murallas por la parte este, ofrece vistas panorámicas a los jardines y antiguos lavaderos, las defensas, las torres y los tejados de la antigua ciudad fortificada. Más allá de las fortificaciones, estas forman un anfiteatro hasta la catedral y alterna edificios medievales de entramado de madera esculpida con otros clásicos a base de sillares. Desde la esquina de una fachada, el emblema esculpido llamado “Vannes y su mujer” saluda a los visitantes. Y más abajo, pasada la puerta Saint-Vincent, se abre al golfo la explanada del puerto que ha sido magníficamente acondicionada y constituye el marco ideal para los festivales y fiestas históricas de la ciudad.« Office de Tourisme Vannes Golfe du Morbihan Quai Tabarly - CP 23921 56039 Vannes Cedex Tél. : +33 (0)2 97 47 24 34 [email protected] www.tourisme-vannes.com 55 Vitré Emplazamiento en colina. Plaza de armas, conocida como “roca-fuerte”, de las Marcas de Bretaña. «Para muchos, esta ciudad puente sobre “Ver una ciudad gótica entera, completa, homogénea, como quedan pocas: Nuremberg en Baviera, Vitoria en España o Nordhausen en Prusia”. Victor Hugo, refiriéndose a Vitré en Nuestra Señora de París, 1831. Desde el siglo XI Vitré cuenta con una poderosa fortaleza que controlaba el paso del río Vilaine. Entre 1220 y 1240 se dotó de una muralla y, a partir del siglo XV, prosperó gracias al comercio internacional de tejidos de cáñamo y cañamazos. En esa época, los Comerciantes de Ultramar edificaron imponentes casas como las de la calle d’En-Bas. A partir de 1472, estos se agruparon en una cofradía y participaron en la construcción de la iglesia de Notre-Dame, de estilo gótico flamígero. Desde la adhesión de sus señores al protestantismo, Vitré se convirtió en una ciudad hugonote y entró en un periodo de retroceso tras la revocación del Edicto de Nantes en 1685. Más tarde, pasó a ser una subprefectura y retomó la actividad comercial con la llegada del ferrocarril en 1857, con la instalación del 70º regimiento de infantería en 1874 y con la inauguración de la iglesia Saint-Martin de estilo neorrománico en 1883. A partir de 1918, el declive de las actividades tradicionales de curtido y textil provocó un nuevo periodo de retroceso. Pero, a principios de los años 1970, Vitré recuperó su dinamismo hasta convertirse en uno de los principales polos de desarrollo económico de Bretaña que hoy conocemos. el río Vilaine destaca básicamente por su orilla izquierda, un espolón rocoso en el que se alza la espectacular fortaleza triangular y las ricas mansiones de la ciudad alta. No obstante, también es notable su orilla derecha: en sus laderas escarpadas se encuentra el barrio de Rachapt, con casas de entramado de madera que a principios del siglo XX se salvó gracias a sus tejedoras. Además, desde las laderas y el jardín de los Tertres Noirs se goza de una vista excepcional al promontorio, sede de las fuerzas castrenses en la Edad Media.« Office de Tourisme du Pays de Vitré Place Général de Gaulle 35500 Vitré Tél. : +33 (0)2 99 75 04 46 [email protected] www.ot-vitre.fr 56 57 Ciudades de Arte el Patrimonio Urbano Mapa detallado de Bretaña en las páginas siguientes de Bretaña Association Cités d’Art de Bretagne 1 rue Raoul Ponchon - CS 46938 35069 Rennes Cedex Tél. : +33 (0)2 99 84 00 80 [email protected] www.cites-art.com C ÔT E DE EN ÉG S L Roscoff R Rosco o coff coff off of SSaint-Pol-de-Léon Sain Saint-Po aint-P Pol-de-Léon Po ol-de-Léon olol-de-Léo l-d dee-LLéééo on Aber Wrac'h Ab A ber Wrac' h Aber Benoî Benoît enoît GR OSE T R Archipel Ar p de TE DE I AN CÔ Ply mo uth Ile-de-Batzz DES (Gr an deBre Cork ( Irlan de ) tag ne) 58 Lannnnion Lan La Lanni Lannion nio on dee P Primel Pointe d r ime l P Iles d'Ouessant et de Molène Plouaret P Pl louaret oua o uuare uaret ua arreet ar et Morlaix M orla o or orl orlai orlaix rlaaix rla rl aiix er L ' Elor gu 12 - E50 N1 N Le Lé N12 - E5 0 Aber Ildu Ildutt Guerlesquin Gu G Guerle Guerlesq uerl uer ue errllleesq esq es squin quui q uuin in in n LLanderneau Lander ander nder der erneau rnea rn nea eau au Rocc Tré Ro TTr Trév Trévézel révéz révé véze vézel ézel ézel zel el N1 65 Saint-Mathieu Pointe P ntt Saint-Mat nte Saint-M athieu MER D'IROISE 384 338 84 m -E 60 PPte ttee de ddes es EEspagnols es spagnol pagnols g ls ls M on t rré e s d 'A P rc nnaturel Parc nat na attuurreel ré at aturel rrégional rég éégg ona onnal d o d'Armorique 'Armo 'A Arm Ar A rrmo rm mo mor m oriqu rriiq que quuuee L'Auln Brest B Br rrest res re es t est e Laan LLande Landes a de des du du Cragou Cr C Crag Crago ragou ago agou g u Le Fao Le FFaou Fa aao aou ou ou Gorges G orges g d du uC Corong oron ron ro ng TTa po is Tass de poi pois d Menez Le M Le Me Men nez nez ez H Hom om om Presqu'île P resqu'îl qu' lee Crozon de C Crozo o n ozon FINISTÈRE C ana l de N L' Aul ne See n Ilee de Sein Pont-Croix Po P Pon ont-Croix on nt-Croix --C Croi ro oix oi ix du Razz Pointe Po o ointe d u Ra M on t a g n e s E60 LLocronan Lo Loc Locro occr cro ron ro onan ona an N16 5- du Van Pointe d Po u Va n Lee G Gooyye L'Od n ant es à Bres t Noi re s Guémené G uuéémené uéme uém né et R iv i è Quimper Q Quim Quimp uiim mper mp per pe er r e de P o n t - l ’ d'Audierne Ba d Baie 'Audiern i e N1 65 Abb é L' O Pont-l’Abbé Pont P Pontont-l’Abbé o ont-l nt-l tt-l’ -ll’Abbé Ab A bb bbé b béé b de t Rosporden R Rosp Rospo ospo os osp spo sp pord ord or rden rden den e L -E 60 Concarneau Co C Concar Concarnea onnca o oncarnea nnccarne ccaarnea car rnea eau Quimperlé Q Quimper ui uimpe uim uimper mper perlé rlléé CÔ Laïta Pointe Po Poi n tee de la TTorche o r ch e TE DE CO RN OU AILL Étangs Étan ngs dduu Lo Loch chh E Hen H He Henn eennn enn nn LLorient Lor orient or riieent rie nt Arch Archipel des Glénan an Ria d'Etel R i d'Ete ia te l Po Por orr Ile de Gro Groix oix PARIS RENNES E D ES M ÉG AL NANTES 3h30 2h 1h CÔT IT Quui Q Qui HE S Tren Carretera princ principal rincipal secundaria Carretera se ecundaria marítima Conexión m Belle-île-enn Vía V ía de agua g A Aeropuerto Estación de aalta velocidad velocidaad (TGV) TGV marítima Estación marí rítima Petite te Cité de Caractère Caractèree® Petite te Cité de Caractère C e® homologable Ville Vil ille d'Art et d'Histoire d'Histoire Ville Historique Historiqu que natural Parque q natur ral 0 20 20 km O CÉ AN A T LA N T I Q UE Coutances C Cou outances ou outances ces es es GO ËL ne) retag -Bre e -B rand Gra ((G O Tréggu Trégu Tréguier guier gui uier ier La Roche La R Roc Ro Roche-Derrien Roche-Der oche-De oche-Der chehe-D e-Der -Der -D Derrie De Derr rrie r en Pontrieux P Pont Pontrieu ontrieu ntrie trie riieeux rieu n Falaises louha Falai a ses de PPlouha CÔ D’É TE MERA UDE Poi n te du Groui n La Pointe Grouin Ile de d Cézembre Cap C ap d d’Erquy ’ quy ’Er Saint-Malo Sai SSaint-Mal Saint ainnt nnt-Malo t-Malo --Mal Malo M Ma Mal alo Dinard Dinard ad ard Baie duu Mont M Mon ont on nt Saint-M Mich chhell Saint-Michel Le Mont Sa Le Saint-Michel Sain Sain Saint int-Mich nt-Miche ntt c el el Châtelaudren Ch C Châtela hâte hâtel âtel ât telaudre udre udr dre ren ren en Guingamp G Gu Guin uiinngamp ui uin ngamp ngam ng nga gaam ga mp mp N12 12 - E E5 50 Le Tr i eux Quintin Qu Quint Qui Q uin uui uint int intin ntin nti ttiiinn L a S él u Dol-de-Bretagne D Dololl-de-Bretagne -de -dedee Bretagne d Bre ret etaaggne ne Saint-Br Saint-B Sa Saint-Brieuc aiinntai ntt-B t-B -Brieuc uc uc Dinan Din Dinan iinnan an JJugon-les-Lacs Ju ugon-les-Lacs ggon-les go onn-le o n-l -les les es-Lacs ss--Lacs -Lacs -L Lac La Lac accss acs 01 40 E40 6-E 7 76 17 N1 N1 Le Bl a Bazouges-la-Pérouse B Bazo Bazou azouges az azo zouggees es-la-Pérouse s-lla s-las-la-Pérou la-Pé Pérou rou ous use se Combourg Co C Comb om mb bourg bourg our ou our urrgg Bazouges urg Léh Lé Léh Léhon éhon ého on Gorges o d Toul To ul G ou c ouli Gorges dee Toul Goulic vet Moncontou Mon Mo Moncontourncontou ncontourcco ontto ontou ourour urde-Bretagne d de e-Bretagne e-Bretagne -Bretagne Bretagn Bretagn rreetag agne gne CÔTES D'A RMOR ne 401 E401 176 - E N176 N LLamballe Lamb amballe alllle LLandes and ndes e LLocarn ocarn Gra Granville ranvillee Ca p Fr é l éhe Cap Fréhel M éné Bré Bré Méné g MAN CHE Chausey haus Iles Chausey A84 - E0 3 Ile le de d Bréhat Brééhat h MANCHE DE s TE th mou sm /P /Port Poole Sillon ddee Talb Sillon Tal Talbert ert Iles anglo-n ormande CÔ es Sept-Iles FFougères Fougère Foug Fougè ougère ougère ugère ugèr gèr ère res es L 'O u Bécherel Bé Bécher Bécherel chere reell st ance N1 2- L 'I l l e Le Li La R Le E5 0 Co u es non é Lacc de Lac de Gue Guerlédan Gu Guer ueeerrléda léd n lé E03 4A8 N12 - E50 é-sur-Scorff ééé-sur-S -sur-S -su sur-Sc su urr-Sc -Scorff ccor co orff rffff rf Le S c C a n al d e N a n t e s à Br es Rennes R eennes nnes nne nes ne nes es t La V Pon Po Pon Pontivy ontivy onti ntivvyy or Forêt FFor orêt d dee B Brocéliande rocééliand aande Vitr Vitré iittré ré il a in e N15 N1 57 7 - E5 E50 N24 Châteaugiron C Ch Chât Château Châteaugiro hât hâ âteaugiro on on Lav Laval aval 253 m Jo Jos Jo Josselin ossel ssselin ssel sse ellin eeli in MORBIHAN ILL E-E T-V ILA IN E 24 N2 N 24 N2 N Le Blavet e La La C llaa iiee es d e La nva E60 e ic h e Malestroit M Ma alestroit ales ale alestroit estro est estro stro st stroi tro tr roit oit ux rt-L rtrt-Louis rt -LLo Louis ouis is MAYE N NE N1 66 Rochefort-en-Terre R Ro ochefort-en-Terr chefo ch chefort-en-Ter hefort-en efort ef efortfort-en-T fo rt-en rt rt-enen-Terr -Ter -Ter Terre Te re Vannes Va V annes ann annes nnes nn es Aura A Aur Auray uray ura ur ray ra ay La S N13 7- E 03 La nd N1 65 - in Vi la ebon eb ebo ebont bont ont nt Châteaubriant Ch C Châteaub hââtteaub eau a briant briant riant rian ria ri ant te S E6 0 La Roche-Bernard La Roc Roche och o chehhee B Beern rnard rnar ard rd Cô esq u ’îl e FForêt orêêt d du Gâvre Gâvre de R h u ys Vallée V alléée dee ll'Erdre 'Erdrre Canal de N Ile d Ile d'Houat d'H Houat re a nte sà Parc P arrc arc rc d dee Br B Brière r ère re N1 65 Hoëdic Ho ic H 1 N17 -E 60 na ld el a M ar ti n ièr e La e Loiri Nan Nan Nantes antes ntes es A8 7 Ca 3 E0 OU 60 -E AM Saint-Nazaire SSa Saint aaint-Na int nnt-Nazaire t-Nazaire Naaazai N Nazair zai zai aaire irree Pornichet Porni Pornichet rnichet rn nichett 65 N1 Le P Le g ouligguen Pouliguen E D ’ A11 - E6 E60 0 L O I R E - A T L A N T I Q U EAncenis Anccee Ance An La Ba La Baule Baaule ule ulee CÔT st 37 N1 -mer -m mer Br e R N24 9-E 62 L de Grand-Lie Lac Grand-Lieu Gr G an nd-L d u Île Île de de Noirmoutier Noirmoutie N i i Cholet Chol Cholet holet et 3 A8 MAIN E E T-L O I R E A8 7 Pr rd iberon ibero ro onn o L a V i l ai ne L‘ E a uv a ge Reed R Redon ed edo do on N1 65 - Golfe G o fe du Morb Morbihan rb biihan bi ih ha an