perú, un multidestino sorprendente
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perú, un multidestino sorprendente
<PERÚ, UN MULTIDESTINO SORPRENDENTE En Perú el visitante encuentra un país diverso donde el viaje se convierte en una experiencia única. Su diversidad se sustenta en cuatro pilares fundamentales: historia, cultura, naturaleza y aventura. Y es precisamente esa diversidad la que favorece el poder disfrutar de muchos destinos en uno solo. • La herencia histórica peruana Un país con más de 10.000 años de historia tiene mucho que ofrecer. El visitante se trasporta al pasado y se adentra en culturas milenarias que cautivan con su halo de misterio. Si bien es cierto que el principal icono de Perú, Machu Picchu, data de los tiempos del Imperio Inca, mucho antes ya se había edificado Caral, la ciudad más antigua de América, y a partir de allí la evolución se sucedió en el tiempo dando paso a civilizaciones que han dejado un valioso legado. Este es el caso de los Moche con sus templos piramidales; de la cultura Chimú, con la ciudadela de Chan-Chan como máximo exponente, de las misteriosas Líneas de Nazca… En definitiva, Perú es el corazón de las grandes civilizaciones de Sudamérica. • Riqueza cultural Perú son culturas vivas, pero además es fusión entre tradición y modernidad que se refleja en ciudades y pueblos, en sus costumbres, en sus manifestaciones, en su gastronomía… Muestra de esta riqueza es el hecho de contar con 11 lugares inscritos en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO: la ciudad de Cusco, El Santuario Histórico de Machu Picchu, el Complejo Arqueológico de Chavín, el Parque Nacional de Huarascán, la Zona Arqueológica de Chan Chan, el Parque Nacional del Manu, el Centro Histórico de Lima, el Parque Nacional del río Abiseo, las Líneas de Nazca, el Centro Histórico de Arequipa y Caral. • El poder de la naturaleza Perú es naturaleza en estado puro. Su geografía hace que convivan una gran variedad de climas que, a su vez, propician que Perú sea uno de los países más biodiversos del planeta. La riqueza natural de Perú es única, albergando 84 de las 117 zonas de vida que existen. Perú cuenta con doce parques nacionales, once reservas nacionales, siete santuarios nacionales (áreas destinadas a proteger una especie o comunidad específica de plantas y/o animales, así como las formaciones naturales de interés científico o paisajístico), cuatro santuarios históricos (áreas destinadas a proteger los escenarios naturales en que se han desarrollado acontecimientos gloriosos de la historia nacional), diez zonas reservadas (áreas a las que se otorga protección estricta con carácter temporal, mientras se llevan a cabo los estudios que permitan definir las modalidades de manejo más adecuadas a sus requerimientos de conservación), dos cotos de caza (áreas de manejo de fauna silvestre con fines cinegéticos), seis bosques de protección (áreas de bosque que, por sus características y ubicación, sirven fundamentalmente para la conservación de suelos y aguas) y siete reservas comunales (áreas destinadas a la conservación de la fauna silvestre en beneficio de las poblaciones aledañas -Comunidades Nativas y Campesinas-). • Pasión por la aventura Los amantes de la aventura encuentran en Perú su paraíso. Ya sea para practicar deportes de riesgo, o para realizar actividades outdoor con una amplia oferta para todos los niveles de dificultad: trekking, andinismo, bicicleta de montaña, surf, parapente, ala delta, canotaje, kayak… Y es que en Perú se abre todo un mundo de posibilidades de norte a sur con sus más de 12.000 lagunas, sus nevados que superan los 6.000 metros de altitud y los cañones más profundos del planeta, entre otras muchas opciones para aquellos que buscan liberar adrenalina en sus vacaciones. EN EL 2012, NO TE PIERDAS… …EL CIRCUITO SUR DEL PERU Y LUGARES COMO NASCA, PARACAS O AREQUIPA Nasca A escasas dos horas de Ica, 50 km de desierto fueron cubiertos, hace cientos de años, por monumentales dibujos, figuras enormes representando mamíferos, insectos, dioses. Las Líneas de Nasca, llamadas así desde su descubrimiento en 1927, son el vestigio más increíble jamás dejado por una cultura forjada 300 años antes de la era cristiana: el resultado de sus complejos diseños y trazados, algunos de casi 300 m de longitud, sólo puede ser visto desde el cielo, a 1.500 pies de altura. Los Nasca, como es de suponerse, no pudieron conocer el vuelo. Entonces, ¿cómo fueron diseñados estos dibujos? ¿Qué tecnología usaron? Y más importante, acaso: ¿Para quién fueron puestos allí? Son muchas las teorías que han surgido en torno a estos misteriosos grabados -desde la que sugiere pistas de aterrizaje para seres extraterrestres hasta la que ve en las líneas un gigantesco sismógrafo-, pero lo más probable es que, como señalara María Reiche, estudiosa alemana que dedicó su vida al estudio de las líneas, se trate de un monumental calendario astronómico cuyas figuras marcaban los distintos periodos o fases solares. Fue también Reiche, llamada por los lugareños como “El Ángel de las Pampas”, la que descubrió la ancestral práctica de hacer hendiduras en el duro y seco suelo del desierto para recubrirlas con piedras extraídas de lejanos parajes. El componente de yeso natural que existe en la región habría contribuido a fijar, durante miles de años, las ya célebres imágenes: el colibrí, la araña, el cóndor, el mono... son más de treinta las representaciones allí inscritas. Paracas En el departamento de Ica, a pocas horas al sur de Lima, el desierto y el mar se unen de forma hermosa para proteger la vida. En Paracas los acantilados que bordean las playas están colmados de vida, millones de aves los habitan y otros miles llegan desde el norte y el sur del continente, desde aves guaneras hasta los pingüinos de Humboldt. Del puerto salen embarcaciones hacia las Islas Ballestas para establecer un contacto casi directo con los lobos de mar, que aúllan en señal de protesta y bienvenida. Por automóvil se puede llegar al puerto de Punta Pejerrey, desde el cual se vislumbra a lo largo de la ladera de un cerro, la figura del Candelabro, similar a las Líneas de Nasca, pero tal vez de diferente origen: piratas que señalaban un tesoro, luchadores por la Independencia, quién sabe. De regreso, el circuito tradicional conduce al museo de sitio y a parte de los vestigios de las necrópolis de los pobladores de la Cultura Paracas (200 a.C. - 600 d.C.), cuyo arte textil aún sorprende al mundo entero. El paseo señala el camino hacia una pequeña bahía, hábitat natural de parihuanas, blanquirojas aves inspiradoras de la bandera peruana que no se deben perturbar. Hacia el sur, las playas descubren otra vez bellas formaciones rocosas como “La Catedral” y “Mendieta”. En Paracas, el sol al caer, se pone de acuerdo con el paisaje para colorear el mar y devolver a la ciudad nostálgicos viajeros. El potencial turístico de Paracas es inestimable. En la reserva se puede visitar lugares muy bellos: la bahía de Lagunilla, los salares de Otuma, la Bahía de la Independencia y el ya mencionado Candelabro. Una visita a las Islas Ballestas constituye una experiencia equivalente a recorrer un zoológico natural y viviente. Arequipa A la sombra de lo que los ancestros llamaban “Apus protectores” (tres volcanes que han marcado la historia de la ciudad: el Chachani, el Pichu Pichu y el imponente Misti, que está activo) se abre Arequipa, blanca y brillante, cuyas casas y templos están construidos con sillar, piedra de origen volcánico que resplandece con la luz del sol. Arequipa es la segunda ciudad más importante de Perú y, para muchos, una de las más bellas. Declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000, fue importante asentamiento colonial: la elegancia y opulencia de la época pervive en las preciosas casas señoriales de Arequipa, así como en sus templos y sus callejuelas tiradas a cordel alrededor de la Plaza de Armas, conforme a las típicas reglas de urbanismo colonial. Visita obligada es el Museo Santuarios Andinos de la Universidad Católica Santa María, donde se encuentra La Dama de Ampato (o “Princesa de Hielo”), doncella inca cuya momia (congelada) se puede visitar allí. Según la leyenda, la joven fue un sacrificio a los “Apus”, cuya ira se aplacaba, según los incas, con sacrificios como el suyo. Cabe destacar el Monasterio de Santa Catalina, uno de los edificios religiosos coloniales más fascinantes de Perú. Porque, más que un edificio, “es una pequeña ciudad dentro de la ciudad”, con sus estrechas callejas, pequeñas plazuelas llenas de árboles y bellos patios. Fue fundado para las monjas de clausura en 1580 y hoy es perdición de los amantes del arte y, también, de la fotografía, por su enorme atractivo visual. “Los obligados” de Arequipa pasan inevitablemente por su cocina. La gastronomía arequipeña es una de las más afamadas de Perú. Una de sus grandes especialidades es el rocoto relleno (rocoto desvenado, relleno de carne picada, con queso, leche y papas), pero también puedes decantarte por el adobo arequipeño (carne de cerdo adobada con chicha y especias, cocida a la olla). De postre, queso helado (postre a base de leche fresca). No te arrepentirás. Tampoco hay que volver de Arequipa sin un producto típico. Se puede optar por un cinturón de cuero repujado, por un artículo decorativo hecho de sillar o, siendo prácticos, por un buen jersey de alpaca, típico del próximo y pintoresco pueblo de Pampamarca. …Y EN EL CIRCUITO NORTE, LA RUTA MOCHE E IQUITOS Ruta Moche, un recorrido por la costa peruana La costa norte peruana fue cuna de algunas de las culturas prehispánicas más importantes de América del Sur. Su legado nos permite descubrir hoy en día el nivel de desarrollo que alcanzaron estas civilizaciones, tanto desde el punto de vista arquitectónico como desde el plano organizacional. Si alguna de estas civilizaciones ha destacado especialmente, esa es la cultura Moche. Hablar de la Ruta Moche peruana es sinónimo de ciudades y pueblos llenos de historia y de una riqueza arqueológica inigualable. De hecho, recorrerla implica una inmersión en una de las culturas más importantes que se asentaron en el norte de Perú entre los años 100 y 900 d.C. Gracias a los importantes descubrimientos arqueológicos realizados en la zona, desde el hallazgo de la fastuosa tumba del Señor de Sipán, la momia de la Señora de Cao y las pinturas murales encontradas en el Complejo Arqueológico de El Brujo, se ha podido reconstruir el esplendor de una de las culturas más creativas y pujantes del mundo prehispánico. Así, sabemos que los moches construyeron sus pueblos cerca del mar y en medio del valle; los edificios que se conservan (pirámides, palacios, fortificaciones, cementerios) atestiguan el alto desarrollo artístico y tecnológico de esta civilización y evidencian su ordenamiento social, en el que los caudillos militares ostentaban los altos rangos de poder, seguidos de los sacerdotes. Fueron buenos dibujantes, como prueban las representaciones naturales y realistas de animales y personajes que se conservan. Su máxima expresión artística se encuentra en la cerámica mochica, considerada como la mejor de la antigüedad prehispánica. De ella destacan los huaco-retratos, una metódica representación de rostros en actitudes cotidianas. Gracias a la gran cantidad de cerámica hallada y su rica iconografía se ha podido ahondar en el conocimiento de su arte, ritos y costumbres. Los descubrimientos arqueológicos, eje de la Ruta Moche La Ruta Moche peruana se caracteriza por la alta concentración de sitios arqueológicos de gran valor, reflejo de las tradiciones, las creencias, la identidad cultural y el modo de vida de un pueblo altamente religioso que edificó impresionantes templos piramidales en los que destaca su gran creatividad. El Señor de Sipán Sin duda, el descubrimiento de la tumba del Señor de Sipán marcó un hito en la historia de Perú. El hallazgo se produjo en la zona arqueológica de Huaca Rajada, en la provincia de Lambayeque. Allí, el equipo de arqueólogos dirigidos por Walter Alva halló en 1987 la tumba de un importante gobernante, con todas sus riquezas y símbolos de mando. Según los estudios realizados, el Señor de Sipán murió hace 1770 años; como soberano era considerado un semidios. Se calcula que vivió aproximadamente 40 años y que fue enterrado tras complejos rituales y sacrificios. En su tumba se hallaron un total de 600 piezas de oro, plata y piedras preciosas y, junto a su féretro, se encontraron los ataúdes de siete guardianes y tres mujeres jóvenes, la osamenta de un niño y los esqueletos de dos llamas y un perro. Poco después del hallazgo de la tumba principal, Walter Alva y su equipo encontraron dos tumbas más, llamadas la del Sacerdote y la del Viejo Señor de Sipán. Gracias a la repercusión mundial de este descubrimiento, la fama del Señor de Sipán dio la vuelta al globo, convirtiendo a la región de Lambayeque en uno de los centros de turismo cultural más importantes del Perú. De hecho, ante la importancia de este descubrimiento y la necesidad de albergar adecuadamente los tesoros de Sipán, Walter Alva impulsó la construcción del museo Tumbas Reales de Sipán, que fue inaugurado en el año 2002. Su diseño se inspiró en las antiguas pirámides truncas de la civilización moche y custodia en su interior más de dos mil piezas de oro. El museo, uno de los más importantes de América, se ubica a 10 minutos en coche desde la ciudad de Chiclayo. Un poco más lejos se puede visitar el Complejo Arqueológico de Huaca Rajada, escenario del descubrimiento, donde aún hoy continúan las excavaciones. La Señora de Cao El descubrimiento de la Señora de Cao en el año 2005 constituyó uno de los hallazgos arqueológicos más inquietantes y relevantes de Perú en los últimos años, pues supuso un replanteamiento del rol de la mujer en los estamentos de gobierno de las culturas prehispánicas de América del Sur. El cuerpo momificado de la Señora de Cao fue encontrado en perfecto estado de conservación en el Complejo Arqueológico El Brujo, a 70 kilómetros de la ciudad de Trujillo. Su descubrimiento tuvo lugar en la Huaca de Cao, en un recinto ceremonial que fue construido expresamente por los antiguos pobladores moche para albergar el entierro de este personaje de la realeza. En la piel de antebrazos, tobillos y dedos permanecen perfectamente visibles los tatuajes de los símbolos de su alto rango (la araña y la serpiente), que confirman el prestigio de esta noble que, pese a su juventud (se estima que murió a los 20 años), presidió ceremonias y rituales asistida por suboficiales a su cargo. Junto con la momia fue descubierto un ajuar completo. Todo el hallazgo constituye una prueba irrefutable del relevante papel que jugó la mujer en las civilizaciones milenarias. Gracias al descubrimiento de la momia de la Señora de Cao se ha podido continuar con el camino de investigación abierto por el hallazgo de la fastuosa tumba del Señor de Sipán y las pinturas murales encontradas en el Complejo Arqueológico de El Brujo, permitiendo así reconstruir el esplendor de una de las culturas más creativas y pujantes del mundo prehispánico. El Museo Cao, ubicado en el mismo Complejo Arqueológico El Brujo (distrito de Magdalena de Cao, provincia de Ascope), abrió sus puertas al público en abril de 2009, fruto del convenio suscrito entre la Fundación Wiese y el Instituto Nacional de Cultura del Perú. En su interior se recrea una larga secuencia de desarrollos culturales ocurridos en el Complejo Arqueológico El Brujo a lo largo de más de 5.000 años. Los objetos que integran la muestra, a pesar de provenir de diferentes épocas, son originarios de este lugar. El Museo Cao, además de mostrar los hallazgos derivados de las excavaciones, tiene como finalidad vincular comercialmente a la comunidad con el flujo turístico. Durante su visita se pueden adquirir productos elaborados en la zona con el objetivo de conseguir un efecto multiplicador en los ingresos económicos de los habitantes locales. Últimos hallazgos en Huaca Rajada Desde el hallazgo de la tumba del Señor de Sipán en 1987 en Huaca Rajada, los trabajos de excavación han continuado con nuevos descubrimientos que han permitido a arqueólogos e historiadores reconstruir una parte desconocida de la impresionante cultura moche. Hasta ahora se han descubierto un total de 16 tumbas. La última de ellas, en agosto de 2010 cuando, a tan sólo 12 metros de donde se halló la tumba del Señor de Sipán, se descubrió a un metro de profundidad la tumba de un adolescente de la élite Sipán que podría datar del siglo IV d.C. Este hallazgo es de gran importancia porque ayuda a conocer toda la secuencia de entierros de la élite mochica. Esta tumba en concreto corresponde a una fase media de todo el santuario Sipán, y aparentemente podría ser el entierro que marca el preámbulo de otro más importante ubicado más abajo. Todo apunta a que este joven de entre 14 y 15 años y de 1.35 metros de altura ocupaba una posición privilegiada en la sociedad moche, ya que se encontró una corona de cobre con la representación de un rostro humano a la altura del tórax. Además, en el ataúd se encontraron dos cuencos de color negro –uno a cada lado del joven- y una botella escultórica –con asa de estribo y reborde con una representación de maní- a la altura de los pies. Esta vasija en forma de maní es muy particular, ya que es la única de esta naturaleza hallada en el complejo, a excepción del collar que tiene el Señor de Sipán. Esta cerámica refuta la idea de la vida después de la muerte en la que creían los mochica. Entre las teorías que se barajan destaca la de que este personaje podría corresponder al acompañante de un individuo de mayor rango político-social de la sociedad mochica aún por descubrir en esta zona, desestimándose la idea de ser un guardián, al no tener los pies mutilados como era habitual en estos últimos al ser enterrados. Por otro lado, hay ornamentos de cobre que se asemejan a los hallados en el entierro de la tumba nº 14, como una corona de un apreciable tamaño. Hasta el momento no se han encontrado armas, lo que parece indicar que estaríamos ante un personaje de función estrictamente religiosa asociado a los rituales, probablemente de la élite Sipán. Otros lugares arqueológicos de interés en el Circuito Norte peruano • En Lambayeque, junto al Museo Tumbas Reales de Sipán (www.tumbasreales.org), hay varias citas obligadas. Las pirámides de Túcume son uno de los más importantes centros preinca del país, tanto por su tamaño como por la calidad de sus estructuras. La visita a este lugar proporciona una experiencia única, por combinar turismo arqueológico con una pintoresca interacción con los pobladores locales. Se realizan expediciones, rituales esotéricos y visitas a poblados para descubrir su artesanía, participar en sus festividades religiosas y degustar su cocina. Dentro del complejo arqueológico de las pirámides de Túcume se encuentran la Huaca Las Balsas y el complejo arqueológico de Collud, que se abrieron al público en 2010. La Huaca de Las Balsas constituye un lugar emblemático del valle de las pirámides de Túcume ya que todo indica a que habría sido el almacén principal del complejo arqueológico, construido entre los años 1000 y 1375 d.C. Una pasarela permite observar la huaca en su totalidad, apreciando una laguna artificial, una pequeña ciudad rural y un vivero de plantas nativas. También en Lambayeque, el Museo Arqueológico Nacional Bruning es de visita obligada. El museo exhibe los objetos arqueológicos reunidos por el etnógrafo alemán Enrique Bruning, que constituye una muestra del fuerte carácter artístico y tecnológico de las culturas regionales de los últimos 5.000 años. El Complejo Arqueológico de Sicán (Batán Grande) es el máximo exponente de la cultura del mismo nombre. Ubicado dentro del Santuario Histórico Bosque de Pómac, está integrado por diversas estructuras piramidales, construidas entre los siglos VIII y XII, que sirvieron de templos, viviendas, talleres artesanales y cementerios. Entre todas ellas destaca la huaca “La Ventana”, en la que se encontraron interesantes obras realizadas con materiales diversos. La cultura Sicán destacó por su hábil manejo de la orfebrería y la cerámica. Gran cantidad de sus obras pueden verse en el Museo Nacional de Sicán. • En La Libertad se ubica la ciudad de barro más grande de la América prehispánica, Chan Chan (originalmente llamada Jang-Jang, que significa “sol, sol”). La antigua capital del reino Chimú habría abarcado originalmente más de 20 Km² y se estima que albergó a más de cien mil personas. La ciudad, en cuya estructura se distinguen plazas, viviendas, depósitos, talleres, calles, murallas y templos piramidales, fue el núcleo urbano de un gran estado regional que abarcó la mitad de la costa norte peruana. Sus enormes muros están profusamente decorados con relieves de figuras geométricas, estilizaciones zoomorfas y seres mitológicos. Actualmente está en proyecto la construcción del Museo Nacional del Gran Chimú dentro de Chan Chan. La Libertad también es el hogar de las Huacas del Sol y de la Luna, también conocidas como Huacas de Moche, que con una antigüedad de más de 1.500 años, constituyen los centros ceremoniales más importantes del antiguo reino moche. La Huaca o Templo del Sol es una pirámide escalonada de aproximadamente 43 metros de altura que funcionó como centro administrativo y político. Según cuenta la leyenda, fue levantada en sólo tres días por 250.000 hombres. La Huaca de la Luna (IV Premio Internacional Reina Sofía de Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural) tuvo funciones ceremoniales y está compuesta por seis templos. Destacan en ella sus grandes murales policromos, en los que se representó el “dios degollador” mochica. Recientemente se ha inaugurado el Museo Huacas de Moche, que busca mejorar las condiciones de investigación y conservación que viene desarrollando el Proyecto Arqueológico Huacas del Sol y de la Luna, así como promover la divulgación de los conocimientos alcanzados sobre la cultura Moche. El Museo cuenta con la tecnología más innovadora al servicio del visitante, que puede disfrutar de imágenes en movimiento, sonido, y tecnología enfocada a la animación para recrear procesos del pasado que es difícil mostrar con imágenes estáticas. El complejo consta de varias edificaciones principales: el Museo -que cuenta con tres salas de exposiciones-, un centro de investigación y depósitos, un anfiteatro, un área comunal y un área de acondicionamiento paisajista y sostenibilidad ambiental. • En Cajamarca, el departamento de los famosos “Baños del Inca”, las ventanas de Otuzco sorprenden en medio de la naturaleza. Son la necrópolis de una población preinca, formada por cientos de galerías y nichos individuales, horadados en la roca volcánica. Originalmente debieron de tener lápidas de piedra con figuras simbólicas en relieve, a juzgar por los fragmentos hallados en las cercanías. Según cuenta la tradición, los incas vaciaron el interior de la roca y convirtieron los nichos en depósito de grano. A través de algunas ventanillas se puede acceder a las galerías oscuras y misteriosas, que inspiraron la imaginación del hombre que concibió la existencia de pasadizos secretos que unían la ciudad de Cajamarca con Cusco. • En el departamento de Amazonas, en medio de los Andes y una tupida vegetación, Kuélap es prueba de la destreza del pueblo chachapoya, que habitó la zona entre los años 800 y 1.400 d.C. La edificación fue hecha con piedras labradas y está protegida por una gigantesca muralla de 20 metros de altura, compuesta por puestos de vigilancia, un torreón y tres estrechas puertas de acceso. Algunas viviendas se han reconstruido para que los visitantes puedan imaginar la vida de los chachapoya en comunión con la naturaleza. Lugares imprescindibles en la Ruta Moche Lambayeque, Tierra Moche Chiclayo, capital de la región Lambayeque, sorprende por ser una ajetreada urbe que cada año se vuelve más grande y cosmopolita, integrando a la perfección lo último en modernidad y desarrollo comercial con las tradiciones de antaño. Chiclayo es una ciudad en la uno disfruta cuando se entremezcla con la gente, ya sea alrededor de una buena mesa con platos tradicionales, durante un paseo por las Musas, o en uno de sus mercados como el Moshequeque (conocido por ser el mercado a donde llega todo) o el Modelo (en donde se encuentran los hierberos y curanderos). Su catedral neoclásica de 1871, conocida como Santa María Catedral, fue diseñada en el taller de Gustave Eiffel. A 45 kilómetro de Chiclayo encontramos Zaña, pueblo fundado en 1563 que conserva el sabor y el olor de hace siglos. Aquí llegaron los esclavos traídos de África para trabajar la caña de azúcar, y es el lugar donde se instalaron las familias más pudientes de la zona. Pero el pueblo sufrió inundaciones y de su antiguo esplendor únicamente quedan algunas bóvedas y muros de los templos de La Merced, San Francisco, San Agustín y la Iglesia Matriz. A pesar de todo, Zaña seduce al visitante. A 20 kilómetros al sur de Chiclayo y a pocos minutos de Eten, descubrimos Puerto Eten. Puerto y balneario en el que las casas parecen de cuento y que aún conserva su antigua estación de tren, los viejos vagones y caserones de verano de importantes familias que, al atardecer, avivan sus colores y forman una estampa de ensueño. El balneario de Pimentel, ubicado a 14 kilómetros de Chiclayo, es el refugio por excelencia de los chiclayanos. Con un muelle impresionante y hoteles que cada vez apuntan más alto, Pimentel tiene historia, casonas de familias adineradas de antaño dedicadas a la agricultura y los famosos caballitos de totora que pueden verse surcando las aguas del mar. Otros pueblos que destacan en la zona son: Túcume (a 30 kilómetros al norte de Chiclayo), con su enorme complejo arqueológico de mil años de antigüedad y pirámides impresionantes; Salas (a 77 kilómetros al norte de Chiclayo) con sus sabios curanderos; Mórrope (a 33 kilómetros al norte de Chiclayo) con la segunda iglesia fundada por los españoles en Perú; Motupe (a 78 kilómetros al norte de Chiclayo) con su Cruz de Chalpón y un interminable ascenso que invita al peregrinaje; Monsefú (a 15 kilómetros al sur de Chiclayo) con la cumbia sabrosa, su variados panes y las típicas y buscadas chicheras; y Chongoyape (a 60 kilómetros de Chiclayo), desde donde se llega a la impresionante Reserva Ecológica de Chaparrí (que puede visitarse y en la cual hay un albergue) y al Reservorio de Tinajones, lugar de camping y de deportes aventura. La Libertad Pasear por las calles de la ciudad de Trujillo, la capital de La Libertad, es retroceder en el tiempo, reencontrarse con la historia. Su principal referente es su Plaza Mayor, una de las más amplias de Perú, flanqueada por la Catedral, la Municipalidad, la Prefectura y el ex Hotel de Turistas. Todos ellos son edificios de estilo colonial y republicano. Otro rincón tradicional de Trujillo es la Plazuela del Recreo, repleta de ficus y hoy muy bien conservada. Los museos no escasean, está el de Arte Moderno y el del Juguete, el de Arqueología de la Universidad de Trujillo y el Cassinelli. Además, Trujillo es conocida por albergar todos los años el Concurso Nacional de Marinera, que se celebra desde 1960 a finales del mes de enero y que supone un despliegue de color, de bailes sin límites, que encanta a lugareños y visitantes, y promete tardes enteras de diversión. Entre los pueblos trujillanos destacan: Magdalena de Cao (a 60 kilómetros al norte de Trujillo), un pueblo tranquilo que cobró popularidad por ser sede del nuevo e impresionante Museo de Cao, en el Complejo Arqueológico El Brujo; San Pedro de Lloc, ubicado en el valle del Jequetepeque (en el kilómetro 656 de la Panamericana Norte), es un tradicional pueblo norteño conocido por su cebiche de cañán o lagartija y en el que merece la pena visitar la Casa Museo Raimondi; Pacasmayo, que se encuentra a la altura del kilómetro 667 de la Panamericana Norte y es el lugar donde muchos peruanos pasan sus veranos, y donde el océano se presta a la práctica del surf, el kite surf o el buceo, actividad que luego es recompensada con su deliciosa gastronomía. Iquitos Sin duda, la principal urbe del departamento de Loreto es la ciudad más representativa y seductora de la selva norte peruana. El secreto del encanto de Iquitos reside, en parte, en la exquisitez arquitectónica expresada en elegantes casonas construidas durante el apogeo de los barones del caucho (1870-1913), cuyos materiales provenían de Europa: grifería inglesa, azulejos portugueses y balcones forjados provenientes de España. Todo es agua alrededor de Iquitos, pues también está flanqueada por los ríos Itaya y Nanay. Y es allí, en su virtual aislamiento, donde se encuentra otro de los innegables encantos de Iquitos, al tratarse de la única ciudad importante de la selva que no tiene acceso por carretera desde el resto del país. Los alrededores de Iquitos son de un gran atractivo. Allí se encuentra el lugar exacto del nacimiento del Amazonas, en la confluencia de los ríos Ucayali y Marañón, y donde los delfines (rosados y grises) muestran sus lustrosos cuerpos haciendo cabriolas en el agua. A sólo dos horas de Iquitos, se extiende también la prodigiosa Reserva Nacional de Pacaya Samiria, una de las mayores depresiones naturales de la Amazonía (con zonas que se inundan periódicamente), también llamada la “selva de los espejos” por su vasta red de caños, ríos y lagunas que reflejan el alucinante cielo de la zona: sin aviones, sin polución, como si se estuviera fuera de este mundo. Este concepto se refuerza al observar extravagantes criaturas como el leoncillo (Cebuella pygmaea), el mono más pequeño del mundo que cabe sin problemas en la palma de una mano. O, en el otro extremo, al paiche (Arapaima gigas), el mayor pez de la Amazonía que puede llegar a pesar 300 kilos y que constituye a la vez una delicia culinaria. Una estimación conservadora cifraría en 3.000 las especies de peces que habitan la cuenca amazónica, pero cada año este número se incrementa. El departamento de Loreto alberga la diversidad más rica del mundo en cuanto a especies de árboles. Según un estudio realizado en 1998 en un área de 2,25 hectáreas, existen un total de 1.416 especies diferentes de árboles en el área de influencia de la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana, un milagroso bosque asentado sobre arena blanca, a sólo media hora de Iquitos, y donde se han descubierto cinco nuevas aves para la ciencia en el último decenio. Hay varios albergues rurales que complementan el avistamiento de fauna con las propiedades de árboles, plantas y lianas, algunas de ellas, como el ayahuasca, usadas por los curanderos en sus ritos shamánicos. Sólo en la ciudad de Iquitos se ha registrado el uso de 92 especies de plantas medicinales. Es parte de la cultura popular, que proviene de las numerosas etnias nativas que pueblan gran parte de la selva loretana. El viaje en crucero es muy atractivo, especialmente cuando se navega por el gran Amazonas rumbo a la llamada Triple Frontera, donde confluyen Perú, Brasil y Colombia. Otros cruceros, más naturalistas, surcan el Marañón o el Ucayali, para luego ingresar en Pacaya Samiria en pequeñas embarcaciones o realizando caminatas en bosques vírgenes. Zoológicos, mariposarios (con 3.800 especies registradas, el Perú es el país con más ejemplares del planeta), y puentes colgantes sobre la jungla, son otras opciones en el siempre sorprendente territorio de Loreto. …Y, POR SUPUESTO, LIMA, CAPITAL DEL ARTE DE VIVIR Fundada en 1535 por Francisco Pizarro, Lima es una de esas capitales que respira magia en cada uno de sus rincones, siendo uno de los destinos más llamativos y mejor conservados de Perú. Desde su fundación como “Ciudad de los Reyes”, Lima llegó a convertirse en muy poco tiempo en la ciudad más importante de América… un rango que hoy en día sigue intacto en su paisaje urbano, donde su fisonomía tradicional se mezcla a la perfección con el carácter exótico y exuberante que han impreso en ella la mezcla de razas y culturas. A Lima su geografía la hace única, su historia la convierte en un punto de visita imprescindible y sus aires cosmopolitas la pintan como destino cultural obligado en Sudamérica. Así, Lima es hoy una capital que ofrece arte, moda, música, cultura, gastronomía y noches interminables de aventuras. En cada barrio y en cada rincón de Lima se gestan continuamente movimientos artísticos renovadores y estimulantes. Lima comparte esa vida interna con el visitante que se atreve a descubrirla, a explorarla, a vivirla. La riqueza cultural de una ciudad llena de contrastes Lima conserva intacto en su Casco Histórico el opulento sabor colonial, su magnificencia y su esplendor, que le ganó el favor de la UNESCO y su declaración de Patrimonio de la Humanidad, en 1991. Más de 600 monumentos históricos de la época virreinal y 1.600 balcones concentrados en el perímetro del Casco Histórico dan idea de la originalidad, la espectacularidad y la belleza de uno de los destinos más espectaculares de Perú. Sus calles, casonas y patios conservan intacto el encanto de la época; recorrerlas es atravesar cinco siglos de historia. La arquitectura colonial limeña tiene una de sus mejores representaciones en la Catedral, cuya primera piedra fue colocada, según la tradición, por el propio Francisco Pizarro. Otras joyas coloniales son la Iglesia y el Convento de San Francisco, con hermosos claustros y patios decorados con azulejos sevillanos; la Plaza Mayor, diseñada en la fundación de la ciudad, con una hermosa pileta de bronce que data del año 1650; el Convento de Santo Domingo, que en 1551 fue escenario de la fundación de la Universidad de San Marcos, la primera de Sudamérica; el Palacio de Torre Tagle, con impresionante portada de piedra barroca y preciosos balcones de madera tallada. El gran atractivo de Lima estriba en la convivencia de magníficos ejemplos de arquitectura colonial y monumentos milenarios. Tal es el caso de Pachacamac, el santuario preinca más importante de la costa y centro religioso de peregrinaje en diversas épocas; o Huaca Huallamarca y Huaca Pucllana, enclavadas en el corazón de la capital. La Lima de hoy es una ciudad de contrastes, algo que no deja indiferente a quienes se adentran en ella: el cambio de escenario constante, la fusión de tendencias… en Lima hay zonas para todos los gustos. El centro de la ciudad destaca por su porte colonial, sus impresionantes balcones, su intrigante y celebrado Barrio Chino, sus parques de aguas multicolor e iglesias mestizas. El remodelado Chucuito, en el puerto de El Callao, se impone con sus casas vibrantes. La zona empresarial de San Isidro propone los edificios más modernos y proyectos arquitectónicos más audaces, como el edificio de Interbank, diseñado por el arquitecto austriaco Hans Hollein. Por su lado, el bohemio distrito de Barranco encanta con sus casonas de balneario de mediados del siglo XX, el Puente de los Suspiros y su cercanía del mar. Alternativa cultural “todo en uno” Así son los centros culturales limeños, cuyas programaciones combinan teatro, cine, exposiciones de artes plásticas, festivales internacionales y conciertos del más alto nivel. Un ejemplo es el Festival de Lima - Encuentro Latinoamericano de Cine, organizado por el Centro Cultural de la Pontifica Universidad Católica del Perú, que congrega cada año a los mejores representantes del género. Otros interesantes ejemplos son el Centro Cultural Ricardo Palma, que renueva ciclos de cine especializado cada mes y celebra lanzamientos de discos de reconocidos artistas nacionales; el Centro Cultural La Noche con presentaciones multimedia, exposiciones y conciertos; el Centro Cultural de España, con presentaciones de libros, conciertos y ciclos de artes plásticas; la Alianza Francesa, con su amplia oferta teatral y la Fiesta de la Música; el Instituto Cultural Peruano Norteamericano, con festivales de teatro nacional e internacional, danza, jazz y guitarra; y el Centro Cultural Peruano Británico, con ciclos de cine, teatro y talleres. Al Son de Lima Lima vibra con buen ritmo y megaconciertos. En los últimos años Lima se ha convertido en parada obligatoria de grandes grupos y artistas del panorama internacional como Bjork, R.E.M., Travis, Jonas Brothers, Kylie Minogue, Franz Ferdinand, Red Hot Chilli Peppers, Andrea Bocelli, Peter Gabriel, Oasis, B52, Los Fabulosos Cadillacs, Gloria Stefan, Plácido Domingo, Depeche Mode, The Cure, The Killers, los Pet Shop Boys o la soprano Sara Brightman, entre muchos otros. Pero también hay un lugar importante para los artistas y grupos peruanos, a los que se les puede encontrar en Lima, un sábado cualquiera, en un escenario íntimo. Los Protones, Líbido, Inyectores, Bareto, Space Bee, Magaly Solier, Manante con su fusión jazz, Jaime Cuadra con Cholo Soy (cuyos temas han integrado la banda sonora de películas de Hollywood, como Quantum of Solace), Miky González y los afrobeats, la magia de Susana Baca y la potencia de Eva Ayllón, son algunos de los artistas que actúan en los escenarios limeños casi todas las semanas en locales como El Jazz Zone, Satchmo, Cocodrilo Verde, el gran Parque de la Exposición, Bizarro, o La Noche de Barranco entre otros. DJs de altura Lima también es la capital de los sonidos electrónicos y cualquier temporada es buena para congregar a los adictos a la música electrónica. En estos eventos, los más prestigiosos DJ internacionales comparten cartel con DJ peruanos como Felipe Salmón, Maysa Lozano o Israel Vich y el cubano Jairo Betancourt. No hay que perderse el apoteósico Creamfields, que se celebra todos los años; el Meganite Electronic Music Lifestyle, festival diseñado por Mauro Picotto que congrega cada año a cientos de fieles; y otras citas ineludibles como las fiestas Superclub, el All Lima Fest, y el Speed of Sound… todos ellos para bailar sin descanso. Una capital para las artes plásticas La tradición plástica peruana se nutre del entorno, de la historia y de la ciudad. Grandes pintores como Alberto Quintanilla y Luis Palao Berastain han apostado por la estética más costumbrista, sin dejar de lado los mundos imaginarios, como los que pueblan los cuadros de Venancio Shinki y Carlos Revilla. Los más abstractos, como Fernando de Szyzlo, marcan una pauta para las futuras generaciones. La lista de nombres de la vieja guardia parece ser interminable, cada uno de ellos con personalidad propia: Ramiro Llona, Elda di Malio, Cuco Morales y la fotografía de Ana María McCarthy y Roberto Huarcaya, encuentran espacio en las salas de arte más renombradas de la capital y de mayor difusión, como la Consultoría Lucía de la Puente, Enlace, Artco, Forum y Corriente Alterna. Una nueva generación destaca con propuestas que integran lo urbano y lo regional con el mundo pop (una apropiación del estilo) y la vanguardia. Los espacios se han multiplicado y encontrado vías alternativas, como la nueva tendencia que se explora en locales como Dédalo o Índigo (concepto café/sushi/galería/tienda). En la nueva escena, talentosos jóvenes crean una oferta de piezas que rompen con las exigencias del circuito comercial. Se agrupan los geniales Jaime y Haroldo Higa, Fito Espinosa, Cherman, Christian Bendayán, Natalia Iguíñiz, Eduardo Tokeshi, Luz María Letts, Max Hernández, Piero Quijano, Carmen Letts, Gabriel García-Rossell, entre otros. Arte que se adapta a los tiempos modernos y se involucra con una ciudad que evoluciona, que crece y que le presta más atención. Perú está de moda El diseño peruano pisa fuerte y finalmente el talento peruano se reconoce dentro y fuera del país. Las nuevas propuestas viajan a las principales pasarelas y recorren caminos abiertos por los pioneros: Sitka Semsch, José Miguel Valdivia, Sergio Dávila, Giuliana Testino, Sumi Kujón, Roger Loayza, Ani Álvarez Calderón, Gerardo Privat y Fátima Arrieta, entre otros, han sido reconocidos en Paris, Estados Unidos, Francia, Argentina y hasta en Rusia. Sus ateliers y tiendas en la capital reciben a clientes previa cita y presentan maravillas elaboradas en alpaca, algodón peruano y tejidos o bordados hechos a mano. Del mismo modo, diseñadores de zapatos y accesorios como Vivian Fiedler, Lola, Lole Bahe, Vanessa Dellepiane y Meche Correa se inclinan por piezas únicas y delicados accesorios. Para un estilo más juvenil y desenfadado están las boutiques que reúnen los trabajos de jóvenes diseñadores. Ellos proponen combinaciones extremas que matizan con toques muy peruanos. Mood, El Gato Espacial, Atómica, La Pulga, entre otras, reflejan la creatividad peruana. Joyería, arte vivo Perú es un país artesano y la joyería ha sido llevada a otro nivel por diseñadores que, tomando como base la tradición, han dado un salto impresionante para crear modelos impactantes. La plata y el oro se mezclan con piedras peruanas, telares, corales y dan vida a piezas únicas. Esther Ventura, Andrea Llosa, Gonzalo Palma, Lorena Pestana, Kolke, Ilaria, son algunos de los nombres que han sabido crear pequeños imperios de la joyería, aplicando el talento de cientos de artesanos y dando rienda suelta a su creatividad. Vivir la noche Al caer el sol, Lima se transforma. Toda noche que se precie comienza con un buen cóctel en alguno de los bares de moda, que van desde los más relajados y tradicionales, como el Queirolo de Pueblo Libre, hasta los más exclusivos como las barras de los restaurantes Astrid y Gastón, Rafael y Rodrigo, pasando por otros locales como el Ayahuasca y el Bar Picas que son las novedades barranquinas que incitan al fashion mingling, y Huaringas, que probablemente sea la opción más segura para quienes desean sumergirse en un mundo de sabores sour (ofrecen desde el pisco sour tradicional hasta el coca sour, otro de rocoto, maracuyá, fresa, en fin). Para los que sientan nostalgia de las grandes épocas, una visita el Bar del antiguo Gran Hotel Bolívar (Patrimonio Histórico Cultural) es obligada. Y para completar la noche, discotecas exclusivas, espacios alternativos, bares de ambiente y una amplia oferta de salsa... y todo ello sin salir de Lima. Teatro y Clásico La oferta escenográfica limeña es inmensamente variada. Musicales, shows de improvisación, teatro de autor, comedias y nuevas versiones de los clásicos de toda la vida llenan la cartelera. Casi todos los meses se celebran ciclos de música clásica con la participación de importantes músicos internacionales y las temporadas de ópera han sido reforzadas con el apoyo del tenor peruano Juan Diego Flórez. Nuevo circo y arte también se dan la mano con festivales internacionales organizados por La Tarumba (cada noviembre más de diez grupos del mundo llegan a participar) y con las célebres temporadas de Fiestas Patrias. Ferias y Festivales En Lima el arte no solo se refleja en la danza, el cine, o el teatro. Los limeños gustan de participar y de mostrar su comunidad y su cultura al visitante, invitándole a unirse a la celebración en ferias y festivales que abarcan los temas más diversos: en la Feria Orgánica del Parque Reducto, agricultores y productores muestran sus más sabrosas delicatessen; en la Feria de las Flores del Parque Kennedy, que se celebra ya entrada la primavera, los sentidos se disparan ante las más exóticas variedades; la tradicional danza de dragones y la ceremonia de la lechuga son dos clásicos en la celebración del año nuevo chino cada mes de enero; en mayo, la Semana del Arte en Lima agrupa a las mejores galerías del medio y nutre las exposiciones con performances y conciertos gratuitos; y en verano, los carnavales inundan de color y baile el tradicional distrito de Barranco… y todo ello sin olvidarse de La Noche Blanca, que se celebra desde 2008, llenando de luces, color y arte las calles limeñas hasta altas horas de la noche. Un bocado de Lima para los paladares más exigentes Otro de los grandes atractivos de la capital peruana es su cocina. Estandarte de la gastronomía en América Latina, Lima se ha convertido en importante referente gastronómico a nivel internacional, inmersa en una oleada de investigación y vanguardia que la ha consolidado internacionalmente. El intercambio cultural ha propiciado el enriquecimiento de la base de la gastronomía peruana. Así, la gastronomía se muestra repleta de las tradiciones más deliciosas de Europa, Asia y África, y hoy Lima sorprende con restaurantes de todo tipo, como chifas (restaurantes de fusión chino-peruana), cebicherías ubicadas en locales de diseño, restaurantes de cocina tradicional peruana con influencias mediterráneas o japonesas… La oferta es inmensa. Las tiendas y los mercados gastronómicos son habituales en Lima. Destacan el mercado de Surquillo, famoso por su gran variedad de hierbas aromáticas, especias y verduras; o el Mercado de Productores de San Isidro, donde encontrar infinitos caprichos delicatesen. La gastronomía limeña pisa fuerte, y no es de extrañar que sea una de las ciudades con más escuelas de cocina del mundo. Cada año se gradúan nuevas promociones de chefs, enriqueciendo la ya de por sí magnífica gastronomía con sus nuevas ideas y su espíritu innovador. Lima, una llamada a la aventura Lima es mucho más que una ciudad colonial donde el arte de vivir se palpa en cada rincón. Lima también es aventura. La Costa Verde sorprende, se mire como se mire. Además de ser una zona de innegable belleza, alzar la vista al cielo supone ver numerosos parapentes dejándose llevar por las magníficas corrientes de aire costeras; pero si nuestra vista se dirige al mar, los surfistas completan esta magnífica fotografía mientras cortan las olas de más de cinco metros de altura con sus tablas. Los amantes del surf también encontrarán impresionantes olas al sur de Lima, en Punta Rocas, Señoritas, Puerto Viejo y Cerro Azul. Las montañas de Pachacamac también se convierten en el paraíso de los aficionados del parapente, gracias a corrientes de aire permanentes. Los caminos que recorren la sierra cuentan con el beneplácito de los aficionados a la bicicleta de montaña, que encuentran senderos aptos para todos los niveles. El valle cálido y fértil de Lunahuaná alberga un territorio privilegiado en el que practicar canotaje, parapente, trekking, bicicleta de montaña y pesca. TURISMO RURAL COMUNITARIO, EN BUSCA DE NUEVAS EXPERIENCIAS La riqueza y diversidad cultural del Perú se basa en la historia, tradición y presente de sus comunidades. Ellas ocupan gran parte del territorio nacional y constituyen en la actualidad un complemento de valor ilimitado para nuestra oferta turística. Para los visitantes interesados en conocer e interactuar con otras culturas, la visita a comunidades rurales se convierte en un motivo principal de viaje. Dentro de esta misma búsqueda, el acercamiento al trabajo artístico artesanal representa un factor crucial durante su estadía en nuestro país. El 91% de los turistas que visitaron el Perú realizaron compras de este tipo y encontraron en las visitas a ferias artesanales un interés especial de su viaje. Pese a este gran potencial, el 80% de la participación de turistas en actividades que involucran a comunidades se realiza solo en la zona sur del Perú. Por estos motivos, PromPerú trabaja en el desarrollo de diversas actividades dirigidas al mercado del turista cultural, con el fin de impulsar y reforzar iniciativas turísticas de las comunidades rurales en todo el Perú, de manera que se descentralicen y redistribuyan los ingresos económicos del turismo en cada región. Sumado a la imagen exótica que motiva a muchos a conocer el Perú, existe el desafío de ser, al mismo tiempo, un referente de responsabilidad en la conservación cultural y natural de nuestro patrimonio. Las comunidades vivas cumplen un papel prioritario en ello. Debemos tener claro que esta responsabilidad no se basa simplemente en preservar una cultura para su observación, sino más bien en impulsar y fomentar su inclusión y participación en el proceso de globalización, haciendo del turismo una fuente complementaria de ingresos, así como una herramienta de conservación para su historia y medio ambiente. Así, para preservar estas tradiciones y esta cultura, y para favorecer una mejora en su calidad de vida, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú (MINCETUR) puso en marcha un programa de Turismo Rural Comunitario. Gracias a esta iniciativa estas comunidades se integran en circuitos turísticos ofreciendo al visitante la posibilidad de vivir una experiencia diferente, menos masiva y en contacto directo con las sociedades rurales. Existen numerosas opciones de turismo vivencial, a cual más interesante y enriquecedora: Cusco Pacha-Paqareq: Se trata de un proyecto que ofrece al viajero una gama variada de experiencias comunitarias, cada una con sus propios atractivos. La red está compuesta por las comunidades de Patabamba, Chillca y Kharhui y como conjunto brindan una forma distinta de hacer turismo, promoviendo la riqueza cultural que cada una encierra, la belleza de sus recursos paisajísticos, naturales y arqueológicos; y sobre todo, la convivencia y el intercambio con el visitante, como principal fuente de enriquecimiento mutuo. Información y reservas: Chillca: [email protected] / www.andeanlodges.com Patabamba : [email protected] Sur andino – Lago Titicaca y Puno Uros Khantati: Este archipiélago flotante de los Uros es uno de los grandes atractivos del lago Titicaca. Allí, los isleños practican la pesca artesanal del carachi y el pejerrey y muestran al visitante cómo es el proceso de secado al sol y de conservación. El viajero puede pasar unos días en Khantati, conviviendo con la población, saliendo a navegar y pescar, disfrutando de su gastronomía, aprendiendo a tejer con las mujeres. La experiencia de vivir unos días en islas flotantes hechas artificialmente con totora es única y es una forma de materializar la unión con la vida que alberga el lago Titicaca. Información y reservas: Asociación de Turismo Vivencial Uros [email protected] Costa norte – Provincia de Lambayeque Artesanos de Túcume: La inmersión en las tradiciones de la cultura Moche preside este proyecto, cuyo centro se encuentra en el Complejo Arqueológico de Túcume. El turista, además de visitar el Museo de Sitio de Túcume y la pirámide de Huaca Larga, participa activamente en las actividades de los artesanos locales, creando productos atractivos para el consumidor manteniendo la identidad cultural de esta comunidad. Información y reservas: Museo de Sitio de Túcume [email protected] Lambayeque – Costa Norte (Provincia de Chongoyape) Chaparrí: Se trata de la primera Área de Conservación Privada creada en Perú y un exitoso emprendimiento de turismo comunitario y conservacionista de la Comunidad Campesina Santa Catalina de Chongoyape. Este bosque intangible alberga diversas especies de fauna en peligro de extinción. En Chaparrí, el viajero puede vivir una gran experiencia de paz integrada en la naturaleza, con los palosantos, pasallos y hualtacos. Información y reservas: Karen Belatin- Anahi Williams- Ana Plenge www.chaparri.org Circuito nor-oriental – Provincia de Cajamarca Granja Porcón: Este proyecto combina agroturismo, naturaleza e intercambio cultural. En esta hacienda ganadera de 12.000 hectáreas de extensión, creada en 1535, se desarrolla un exitoso plan de manejo medioambiental agrícola, ganadero, forestal y de lácteos, en cuyas tareas el visitante participa como un campesino más. Como complemento a las tareas de la granja, la propia comunidad presta buenos servicios turísticos, como paseos por los bosques, visitas a sitios arqueológicos o excursiones por el antiguo Camino Inca de la Sierra. Información y reservas: CAT Atahualpa-Jerusalén [email protected] Andes centrales – Ancash Inka Naani: La red vial prehispánica sigue siendo un recurso valioso a pesar del tiempo transcurrido desde su construcción. A fines de 2003 un grupo de comunidades ubicadas entre Castillo y Huánuco Pampa, se unieron para poner en valor esta antigua ruta. La idea era la de ofrecer el recurso arqueológico –que está vivo y vigente– y su bellísimo entorno natural, permitiendo que el caminante se hospede en las casas de los comuneros que se encuentran diseminadas en diversos caseríos a lo largo de la ruta. Todo ello, con la ventaja de encontrarse cerca de Huaraz y de unir sitios arqueológicos de extraordinario valor. Actualmente es una opción privilegiada para visitantes de todo el mundo, que encuentran en ella la oportunidad de practicar un deporte de aventura pero acompañados por los pobladores locales, en un proceso que les permite conocer la lengua, las tradiciones y la manera de vivir y trabajar de estos emprendedores campesinos y pastores. Información y reservas: Yachaqui wayi www.yachaquiwayi.org Amazonía – Reserva de Pacaya Samiria (Provincia de Loreto) Rumbo al Dorado: Este es el nombre de un producto especialmente pensado para la observación de pájaros, para fotógrafos ávidos de imágenes únicas en la Amazonía peruana y, en general, para los amantes de la naturaleza. Durante una semana, el viajero se integra en las comunidades de la cuenca del Yanacayu-Pucate. Allí, es guiado por los propios comuneros en el descubrimiento de las actividades que desarrollan para la conservación del entorno, como la reforestación de palmera huasaí, la reanidación de huevos de la tortuga taricaya y participar en estas y otras muchas actividades con los pobladores locales. Información y reservas: Consorcio Rumbo al Dorado www.pacaya-samiria.com Además de estas, existen numerosas opciones de turismo vivencial, a cual más interesante y enriquecedora, que pueden verse en el folleto de Turismo Rural Comunitario disponible en www. peru.travel PERÚ, NUEVA MARCA PAÍS Perú está inmerso en un proceso de renovación, de crecimiento económico sostenido y de consolidación a nivel internacional que ha llevado a PromPerú a lanzar la marca país Perú como parte de una nueva estrategia de promoción del país tanto a nivel local como en el extranjero. La estrategia definida es la de posicionar a Perú como un país polifacético, especialista y cautivador. Polifacético por la variedad de culturas y paisajes enmarcados dentro de su territorio; especialista porque sus atractivos y productos son singulares e inusuales; y cautivador porque quien visita Perú siempre descubre más de lo que se esperaba. Su pasado y sitios arqueológicos, ciudades cosmopolitas, la exuberante flora y fauna, las dunas del desierto, la variedad de su gastronomía, el folclor y las tradiciones de sus pueblos originarios, la riqueza del mar y la calidez de su gente, entre muchas otras cualidades que definen a Perú están resumidas en la marca país. ¿Qué es una marca país? Los países compiten entre sí para poder atraer la atención de los turistas, la preferencia de los mercados por sus productos y servicios, la confianza de los inversores y el respeto de los gobiernos de otras naciones, entre otras cosas. Aquellos países que logren una marca país fuerte y positiva tendrán una ventaja competitiva clave a la hora de lograr una mayor recordación en las audiencias clave. Una marca es mucho más que un logo. Además de su identidad, una marca tiene una reputación, constituida en base al delicado balance entre su promesa y su desempeño. Así, una marca es todo lo que ella tiene por detrás, lo que dice y lo que hace. Cuando se trata de una marca país, esta realidad cobra una dimensión aún mayor. El inicio, cómo surge la marca país Teniendo en consideración el crecimiento que desde hace un tiempo vive Perú, se decidió encarar un proceso de formulación de los pilares de marca que guiarían la construcción de la marca país Perú, como parte de una estrategia de promoción del país en el exterior, impulsando aquellos sectores comerciales con mayor exposición internacional, como lo son el turismo, las exportaciones y la atracción de inversiones. Para ello es lícito pensar en un país como una marca. El desafío es destacarse, llamar la atención, y, fundamentalmente, transmitir una promesa clara. Los países compiten entre sí para atraer la atención de turistas e inversores, lograr incrementar la demanda de sus productos y servicios, y ganar el respeto de los gobiernos de otras naciones, entre otras cosas. Una marca país fuerte y positiva constituye una ventaja competitiva clave a la hora de lograr una mayor y mejor recordación en la gente. El momento ¿Por qué ahora? Porque el país se encuentra protagonizando un proceso de renovación, crecimiento económico sostenido y consolidación dentro del mapa mundial. Porque a pesar de la crisis internacional, Perú ha podido: incrementar la participación de nuevos sectores en la industria, subir el gasto público y la inversión en infraestructura civil y turística (caminos, rutas, edificios, hoteles), aumentar la inversión en educación y salud, consolidar la oferta cultural y lograr estabilidad política y social con garantías democráticas y de seguridad. Porque los peruanos están destacando a nivel mundial en distintas disciplinas: deporte, cine, literatura… Porque este es el mejor momento para contarle al mundo lo bueno que está pasando en el país. Y esa es una ventaja competitiva. El Proceso El equipo El proyecto comenzó en julio de 2009. El grupo de trabajo se encontró con la desafiante misión de abordar en profundidad un país icono de la cultura, la gastronomía, la belleza natural y la civilización de América del Sur. La tarea contemplaba la observación y análisis de los componentes de la identidad de un país multicultural y, por eso, un equipo interdisciplinario de más de 15 integrantes de la empresa FutureBrand, compañía internacional especializada en la creación de marcas con experiencia en proyectos locales, se hizo cargo del desarrollo de la propuesta. El trabajo fue liderado por PromPerú (Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo) con el invalorable aporte de Cancillería y ProInversión (Agencia de Promoción de la Inversión Privada), por lo que las instituciones gubernamentales de las que dependen estuvieron involucradas de lleno en el proceso marca país. El descubrimiento El trabajo de investigación implicó la interacción de profesionales de diversas áreas, abocados al descubrimiento de las vetas más interesantes para estructurar la nueva propuesta. También se contó con la invaluable y activa participación de un destacado grupo de expertos nacionales en diferentes materias, en los momentos clave del proceso. De este modo, el proyecto se nutrió de las perspectivas, ideas y opiniones de especialistas en marcas, marketing, turismo, comercio, comunicaciones, diseño, producción, exportaciones, educación, filosofía, arqueología y artes, entre otras. Resulta difícil resumir al proceso de trabajo en pocas líneas, ya que de cada tópico se fueron desprendiendo otros que permitieron tejer una trama rica e intrincada que empezó a develar frente a cada uno de los involucrados, un cuadro muy completo del Perú. Antes y durante el proceso de desarrollo y creación de la marca, el equipo recorrió ciudades de varios departamentos de Perú, sitios arqueológicos, distritos artesanales, polos de producción, museos y diversas instituciones vinculadas con las tres áreas de interés (turismo, exportaciones e inversiones). Los viajes fueron complementados con entrevistas en profundidad a audiencias prioritarias y otras secundarias. El trabajo de campo se complementó con material de archivo, estudios recientes, publicaciones físicas y online importante para la etapa de descubrimiento, a lo que se sumó información de los países competidores y la percepción de Perú en los mercados interno y externo. El posicionamiento Con el análisis de la multiplicidad de temas involucrados y el cruce de la información desde diferentes ángulos y variables, se elaboraron seis escenarios posibles de posicionamiento. Estos fueron evaluados por el equipo de trabajo y expertos invitados, eligiéndose finalmente dos caminos a seguir. Ambos fueron evaluados en las regiones del país, lo que contribuyó a elegir y pulir la plataforma de posicionamiento definitiva. El diseño Se desarrollaron diversas rondas de exploración de identidad visual (logotipos, símbolos y gráficas para construir la marca). Entre el grupo de trabajo y los expertos se definieron tres alternativas de diseño para llevar a evaluación en mercados prioritarios del exterior junto con la plataforma conceptual definida. La alternativa elegida fue refinada y ajustada, dando paso a la normalización del sistema de identidad visual. La validación 2010 fue un año de pruebas y presentaciones. El concepto y diseño de la marca Perú fue presentado y validado por representantes de los tres sectores involucrados, y los profesionales expertos que nos acompañaron durante todo el proceso de diagnóstico y creación de la marca. Grandes personalidades peruanas de diversos ámbitos y disciplinas se han cmprometido con esta inicitiva y ahora ya son considerados como ‘embajadores’ de la marca país Perú. Ellos son Gastón Acurio, Juan Diego Flórez, Dina Páucar, Gianmarco Zignago, Bareto, Rafo León, Claudia Llosa, Kina Malpartida, Perú Negro, Gonzalo Torres, Carlos Alcántara y Gabriel Villarán, entre otros. Además, se ha contado con el respaldo de la empresa privada peruana: Carlos Durand de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), Pedro Olaechea de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Humberto Speziani de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), Carlos Canales de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), José Luis Silva de la Asociación de Exportadores (Adex) y Patricia Teullet de la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (Comex). El sistema de identidad El foco de la identidad está centrado en la palabra Perú, un nombre inclusivo, que no le pertenece ninguna cultura específica, sino que es el producto de una experiencia de cruces, mezclas y deseos. Por tratarse de una marca que deberá servir a diversos sectores, la marca no incorpora ningún complemento verbal adicional a su nombre: la marca se propone como el núcleo de un ecosistema comunicacional amplio, que admite múltiples mensajes, imágenes, conceptos, paisajes, culturas, permitiendo así que cada uno de los sectores decida en cada comunicación, y siempre enmarcado en la plataforma de posicionamiento, el contenido más adecuado para sus audiencias. El rojo Porque es el color de la bandera, un color intenso, vibrante, energético. Un color que sirve para identificarnos en las tres áreas de interés (turismo, exportaciones, inversiones). El protagonismo del rojo en el sistema de identidad es indudable, pero como uno de los atributos de marca es lo polifacético, el sistema de identidad contempla una paleta multicolor que representa las diferentes facetas del Perú, su diversidad de regiones y paisajes, su carácter vibrante, estimulante. La forma Durante el proceso se buscó detectar cuáles eran aquellos motivos constantes, es decir que se encontraban en todas las culturas del Perú en distintas regiones y tiempos. La forma espiralada que asume la “P” refiere a uno de los motivos gráficos presente en todas las culturas que nuestra tierra vio nacer; ésta representa evolución, cambio, transformación. Refiere también a una huella digital, en línea con el concepto de “hay un Perú para cada quien” y por eso también el uso de una tipografía manuscrita, construyendo un logotipo a partir de una sola línea: porque aquí cada quien traza su propio camino en base a sus intereses particulares. Las asociaciones mentales que relacionan lo histórico y lo contemporáneo fueron altamente valoradas por los participantes de los focus groups realizados a nivel nacional e internacional. Por otro lado, el sistema de identidad toma grafismos de diferentes regiones y culturas, reinterpretándolos para construir las gráficas del sistema visual que recorren tanto planos de color como imágenes. Las imágenes Se definió un estilo fotográfico particular: • Para alejarnos de los clichés. • Para crear un estilo propio, con enfoques más interesantes que puedan potenciar las maravillas con que cuenta Perú. • Para manejar una paleta de colores controlada (dominantes de color) y, nuevamente, alejarnos de las típicas imágenes multicolores en las que nada se prioriza. • Se priorizan los primeros planos, con un tratamiento intenso del color, encuadres y manejos de la luz que dirigen el ojo del receptor a aquel elemento que más interese. La tipografía La familia tipográfica que acompaña el sistema de identidad de la marca, ha sido creada especialmente para Perú por TypeTogether, la misma fundidora que creó la tipografía Bree, usada internacionalmente.