Generando conocimiento propio para el buen vivir
Transcripción
Generando conocimiento propio para el buen vivir
75 Portadas de dos libros cartoneros elaborados durante el Diplomado Formación de Capacidades para Jóvenes Indígenas en Materia de Protección, Salvaguardia y Desarrollo de sus Culturas y Patrimonio Cultural. CDI/CREFAL. Generando conocimiento propio para el buen vivir Diego Iturralde CREFAL | Pátzcuaro, México [email protected] Poner en contexto En la última década del siglo XX , en el contexto de las dinámicas de interacción que se habían establecido entre las organizaciones indígenas emergentes en los países de la región, los organismos internacionales de cooperación y las agencias gubernamentales, se llevaron a cabo numerosos ejercicios de sistematización y evaluación de experiencias de promoción del desarrollo, en torno a la urgencia de encontrar modelos que fueran congruentes con los avances en el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y, al mismo tiempo, con las tendencias de la reforma del Estado y la modernización de la economía. Tales ejercicios mostraron que, si bien se habían puesto a prueba metodologías basadas en la participación de los interesados indígenas en algunas fases de planificación y ejecución de proyectos, éstas no 76 mayo - agosto 2015 eran satisfactorias desde el horizonte indígena de alcanzar niveles razonables de autodeterminación, y que eran muy contadas las evaluaciones que se hicieron con el protagonismo de las organizaciones indígenas y desde su punto de vista. Algunas revisiones de tales evaluaciones, realizadas a partir de la mitad de la década con la participación de los tres actores mencionados, pusieron en evidencia diferencias de perspectiva respecto de lo que entonces se empezaba a denominar desarrollo indígena; dificultades para comprender el rol que les cabía en el ciclo de los proyectos a las agencias de cooperación, a las oficinas de gobierno, a las entidades no gubernamentales, a las organizaciones indígenas y a los mismos protagonistas de las intervenciones; y muy escasas coincidencias sobre los criterios de éxito. Una secuencia de foros realizados con la participación de las partes, en el marco de las operaciones del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina, condujo a la puesta en marcha de un esfuerzo para documentar las reflexiones de los propios actores indígenas sobre sus experiencias, que dio como resultado final el libro Doce experiencias de desarrollo indígena, cuya primera edición estuvo lista en 1999. Este artículo da cuenta de los procedimientos que hicieron posible que ese esfuerzo fuera un ejercicio de generación de conocimientos por parte de las comunidades, las organizaciones y los técnicos indígenas involucrados, así como de algunos aprendizajes para la gestión institucional de este tipo de iniciativas. Dar cuenta de los procedimientos El programa de investigaciones —gestionado por el Fondo Indígena y financiado con recursos del Banco Mundial— se propuso apoyar a un conjunto de organizaciones indígenas en la labor de documentar experiencias de desarrollo a partir de la reflexión colectiva, con el concurso de equipos de trabajo integrados por miembros de la misma comunidad. El diseño del programa, la selección de los países, la adopción de las estrategias administrativas y prácticas para la ejecución de los estudios y las orientaciones metodológicas básicas se discutieron y adoptaron en tres talleres realizados en Cochabamba (Bolivia), Oaxaca (México) y Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), con la participación de representantes de los pueblos indígenas miembros de la Asamblea del Fondo Indígena. Una discusión importante en esta etapa preparatoria llevó a reemplazar la idea de proyecto de desarrollo como unidad de análisis por la de experiencia de un proceso de cambio y el criterio de éxito por el de significación de los resultados para la vida colectiva de los mismos actores. Organizaciones y/o asociaciones indígenas de nivel nacional de Bolivia, Chile, Ecuador y México escogieron a las filiales (organizaciones de segundo grado y/o asociaciones) responsables de llevar adelante el programa y acordaron con ellas su participación. También acordaron, con el Fondo Indígena y el Banco Mundial, la distribución general del presupuesto disponible, los rangos de gasto y la manera en la cual se rendirían cuentas del financiamiento distribuido. Las organizaciones de segundo grado seleccionadas como responsables para cada país escogieron las comunidades o asociaciones que documentarían sus experiencias, elaboraron los términos de referencia de los estudios, reclutaron un especialista que acompañaría los ejercicios, redactaron los convenios y contratos y establecieron las remuneraciones que se podrían contemplar para cada procedimiento; durante la ejecución supervisaron el avance de los trabajos, recibieron y comentaron los resultados y, al final del proceso, hicieron la devolución de los mismos a las comunidades involucradas y tomaron parte en una sesión de valoración de los aprendizajes, realizada en San Pablo del Lago (Ecuador), en la cual, además, se definieron los criterios para la preparación de la publicación y para la distribución del libro. Las comunidades y organizaciones locales, mediante la realización de asambleas y talleres, escogieron la experiencia sobre la que versaría su testimonio, conformaron el equipo de trabajo que llevaría adelante las actividades de investigación y documentación, confeccionaron el calendario, comprometieron Generando conocimento propio para el77 buen vivir a las personas que aportarían informaciones claves y establecieron el rol de reuniones o asambleas en las que se realizarían ejercicios colectivos de reflexión sobre los avances y sobre la validación del resultado final. Ellas mismas recibieron y administraron el financiamiento que les correspondía y rindieron cuentas de su utilización. La organización general del programa de investigaciones y el contenido final de la publicación se indican en el cuadro que sigue. Los trabajos en el campo y la redacción de los resultados fueron realizados por un conjunto de 38 jóvenes indígenas, con el apoyo de nueve dirigentes y/o asesores técnicos externos. El diseño editorial, lectura de los textos, corrección de estilo y diagramación contó con la participación de dos especialistas y la coordinación general del programa estuvo a cargo de dos funcionarios de las instituciones auspiciadoras. Las experiencias País Bolivia Chile Ecuador Organización de segundo grado responsable Taller de Historia Oral Andina (THOA) Sociedad mapuche Lonko Kilapan Ecuador Runacunapac Richarimui - ECUARUNARI Comunidad/organización local participante Experiencia documentada Título de la contribución editorial Asociación nacional de productores de quinua – ANAPQUI Establecimiento y desempe- La historia de nuestra ño de una organización de organización productores tradicionales de quinua Federación de ayllus y comunidades originarias de la provincia Ingavi - FACOPI Reconstrucción de las formas propias de organización (el ayllu) y de sus autoridades Nayaruxa chuymaxa ususkakituwa - A mí me sigue doliendo el corazón Federación de ayllus del sur de Oruro - FASOR Reconstitución de las formas históricas de organización territorial tradicional (el ayllu y la marka) Del fortalecimiento del ayllu a la reconstrucción de la nación Quillacas-Azanaques Federación de comerciantes minoristas de El Alto Establecimiento y desempe- La Constitución de la ño de una asociación de Federación de Gremiales de comerciantes minoristas la Ciudad de El Alto, La Paz aimaras Consejo general de caciques de Chiloé Mejoramiento de las condiciones de vida a partir de la identidad Nuestro pueblo huilliche de la tierra quiere seguir siendo de la tierra Centro de desarrollo socio educacional mapuche Trayectoria de organización desde una propuesta socioeducativa propia y de sus resultados La educación como elemento central para un proyecto de desarrollo mapuche Parlamento Indígena de Guamote y Comité de desarrollo local Acceso al gobierno municipal mediante elecciones, a partir del fortalecimiento de las organizaciones tradicionales locales (las comunas) Participación y gestión indígenas en los poderes locales: el caso de Guamote Productores artesanales y comerciantes de Otavalo La experiencia exitosa como tejedores y comerciantes manteniendo y proyectando la identidad indígena Los Quichua-Otavalo: economía e identidad Comuna Pijal - Imbabura Recuperación de tierras y resolución de conflictos locales mediante su propia legalidad Tenientes políticos, jueces y tinterillos frente al cabildo y a la comunidad: Experiencias de Pijal en torno a la administración de justicia 78 mayo México - agosto 2015 Seminario de análisis de experiencias indígenas, A.C. Fundación Runacunapac Yachana Huasi Relación de la experiencia educativa autogestionaria Retos de la educación indígena: experiencia del Modelo Educativo de Simiátug Empresa forestal indígena de San Juan Nuevo Experiencia de la creación y el funcionamiento de una empresa forestal comunitaria purépecha La empresa forestal Nuevo San Juan Parangaricutiro Sociedad de solidaridad social Vainilleros de Usila Experiencia de organización para la producción y comercialización de vainilla, para asegurar el bienestar y el fortalecimiento de la identidad El retorno al pasado en busca de un mejor futuro: Proyecto Usila Aprender de los resultados Reconociendo y respetando la diversidad y particularidad de las doce experiencias documentadas, cabe destacar algunas regularidades que caracterizan al conjunto y contribuyen a aprender sobre el sentido que los protagonistas dan a sus esfuerzos para asegurar su continuidad social en un mundo que cambia aceleradamente. Las comunidades invitadas a documentar sus experiencias de desarrollo escogieron narrar procesos que dan cuenta de esfuerzos colectivos, relacionados con el mejoramiento de sus condiciones de vida, en el marco de lo que consideran su propia identidad y a partir de sus valores culturales. Los presentaron como procesos de cambio auto gestionado, de mediana y larga duración, basados principalmente en esfuerzos de organización, que les permitieron construir alternativas de vida propias. En efecto, las experiencias constituyen —y se presentan como— acciones que involucran al conjunto de la colectividad como protagonista, independientemente de que pudiera tratarse de emprendimientos planteados o impulsados inicialmente por determinados grupos o sectores (de productores, de autoridades, de educadores…). La apropiación de la iniciativa y de los resultados por toda la colectividad, o por una mayoría de sus miembros, aparece entonces como un criterio constitutivo del proceso del que se da cuenta. Una idea amplia de mejoramiento de las condiciones de vida está involucrada como un objetivo general de los esfuerzos colectivos. Tal mejoramiento tiene presente los factores materiales, pero atribuye un rango de mayor importancia al logro y mantenimiento de los mejores niveles de equidad, las prácticas de reciprocidad y la relación adecuada (armónica se dice) con la naturaleza. Independientemente del uso de discursos de recuperación y/o conservación se trata de procesos de cambio, pero en contraste con la idea de desarrollo, este horizonte amplio configura una utopía alternativa, como la que se nombra actualmente con las diversas expresiones de buen vivir. Las experiencias narradas incluyeron procesos de reafirmación de la identidad —aimara, quichua, purépecha, huilliche, mapuche, náhuatl, etc., como un elemento central de la acción colectiva. Reafirmación que está ligada principalmente a la recuperación de la memoria larga y a la revitalización del ejercicio de la lengua propia. El uso del genérico indígena es secundario en la construcción de las narrativas de la experiencia. Otros componentes constitutivos de la cultura o la manera de vivir propias son también invocados frecuentemente como mecanismos clave de los procesos colectivos que se proponen como experiencia. En todos los casos se trata de procesos auto gestionados por la misma colectividad. Este carácter aparece como un elemento constituyente de la experiencia y de su éxito, hasta tal punto que las narrativas tienden a evitar la mención de los factores externos que actuaron sobre la experiencia, aun cuando se trate de factores tan importantes como el financiamiento, los Generando conocimento propio para el79 buen vivir programas nacionales de promoción y asistencia, o el reconocimiento formal de derechos. Los procesos descritos están fuertemente anclados en esfuerzos organizativos, que pueden comprender tanto la recuperación y el fortalecimiento de formas de organización consideradas primordiales —ayllu, comunidad originaria, comuna, pueblo— como la adopción de mecanismos de asociación adecuados para interactuar en la complejidad de la vida nacional y/o para participar en los mercados emergentes. Los resultados muestran que el criterio de éxito está fuertemente ligado con la posibilidad de construir una alternativa propia —de producción, de comercialización, de educación, de ejercicio de la autoridad, etc. Esto es, alcanzar algún grado de ejercicio del derecho a la libre determinación, otro componente básico del horizonte utópico del buen vivir. Finalmente cabe señalar que las narrativas de la vida comunitaria construyen experiencias de largo y mediano plazo que permiten un interjuego con la memoria larga y la memoria reciente para convocar la historia —la micro historia local— como argumento y como lección para el porvenir de la acción colectiva. Recomendaciones para la acción Promover sistemáticamente la reflexión autónoma de los protagonistas sobre sus experiencias de cambio y aprender a leer en esa narrativa las claves para cooperar con ellos en la construcción de los caminos del buen vivir. Lecturas sugeridas Carrasco, Tania, Diego Iturralde y Jorge Uquillas (coords.) (2003), Doce experiencias de desarrollo indígena en América Latina, Quito, Fondo Indígena y Plural Editores, en: https://repository.unm.edu/bitstream/ handle/1928/10973/Doce%20experiencias%20de%20desarrollo. pdf?sequence=1 Iturralde, Diego y Esteban K rotz (comps.) (1996), Desarrollo indígena: pobreza, democracia y sustentabilidad, La Paz/Washington DC, Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe y Banco Interamericano de Desarrollo, en: https://publications.iadb.org/discover?field=author&filtertype=auth or_en&filter_relational_operator=equals&filter=Iturralde%2C+Diego El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta. Federico García Lorca. Poeta, dramaturgo y prosista español, 1898-1936