Hemorragia en un quiste simple de la glándula pineal. Presentación
Transcripción
Hemorragia en un quiste simple de la glándula pineal. Presentación
Hemorragia en un quiste simple de la glándula pineal. Presentación de un caso J. Lloret García; M. Trigueros Mateas; P. Moreno López; J.M. García de Quirás y F. Ruiz-García. Servicios de Neurocirugía y de Anatomía Patológica. Hospital General Universitario del S.V.S. de Alicante. Departamentos de Morfología y de Patología y Cirugía de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alicante. Resumen The surgical technique used and the result are commented. Se presenta el caso de una mujer de 50 años con KEY WORDS: Pineal cyst. Pineal haemorrhagic cyst. Piuna hemorragia en el seno de un quiste simple de la Documento http://www.revistaneurocirugia.com para uso personal, se prohíbe lahydrocephalus. transmisión de este documento por cualquier m nealCopia haematoma. Obstructive Pineal glial glándula pineal, quedescargado debutadecon intensa cefalea, vómi-el 30/09/2016. cyst. tos y signos radiológicos de hidrocefalia aguda, siendo tratada con una derivación ventrículo-peritoneal de urgencia y posteriormente con la resección total, meIntroducción diante craniectomía suboccipital, vía supracerebelosa infratentoriaI. La localización de la lesión se estableció Los quistes silentes de la glándula pineal son entidades con TC y RM. El diagnóstico anatomopatológico resulde infrecuente presentación, variando la estadística, según tó ser el de un quiste simple glial de la epífisis con heMamourian y cols. 8, entre lA a 4.3% como hallazgo camorragia en su interior. sual de pacientes examinados con la RM por diversas paSe realiza una amplia revisión de la bibliografía y tologías. Aún más raros son los quistes sintomáticos, ya se estudia este tipo de lesión, que, por su comportaque tan sólo 85 casos han sido descritos en la literatura. miento clínico y por su aspecto radiológico, produce Fetell y cols. 5 recogen 53 hasta 1991, a los que en 1993 controversias en el diagnóstico y en la elección del traMusolino y cols. IO añaden 26 más de la bibliografía y 2 catamiento más oportuno. sos propios, siendo completado el total por Stem y ROSS21 Se comenta la técnica quirúrgica empleada y su reel mismo año con 2 casos suyos y 2 más de la literatura. sultado y, finalmente, se analiza su naturaleza y su oriEl objeto de esta publicación es presentar un nuevo cagen. PALABRAS CLAVE: Quiste pineal. Quiste hemorrágico pineal. Hematoma pineal. Hidrocefalia obstructiva. Quiste glial simple. Summary This is the case of a 50 year-old woman with an haematoma of the pineal gland producing severe headache, vomiting and radiological signs of acute hydrocephalus. The patient was treated with a ventriculo-peritoneal shunt on an emergency basis and later on she underwent operation by a supracerebellar infratentorial approach. The localization of the lesion was established with CT and MRI. The anatomopathological diagnosis was of an hemorrhagic gUal cyst of the epiphysis. A revision of the Iiterature is performed. Because of its chemical behaviour and radiological appearance both the diagnostic work-up and the best method of treatment of this type of lesion are controversiaI. so de un quiste glial simple de la glándula pineal con hemorragia, que fue tratado mediante microcirugía con excelente resultado y que revela un aspecto a tener en cuenta: la importancia de una confirmación histológica para el esclarecimiento del diagnóstico diferencial con tumores malignos de la región y con otros tipos de lesión pineal. Caso clínico Mujer de SO años, remitida desde un hospital comarcal en Mayo de 1995 por un cuadro de intenso dolor de cabeza, acompañado de náuseas y vómitos, pero sin pérdida de conciencia, que comenzó 4 días antes. de su ingreso de manera brusca y progresiva. La enferma venía padeciendo antes de este suceso episodios de visión doble. No había antecedentes familiares de interés. La exploración neurológica a su llegada a este hospital mostró una paciente consciente y orientada temporo-espacialmente, pero con intensa cefalea y tendencia a la somnolencia, que presentaba un síndrome de Parinaud y un nistagmo rápido horizontal, leve e inconstante. No se ha41 Hemorragia en un quiste simple de la glándula pinea!. Presentacióh de un caso Neurocirugía Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 30/09/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m Fig. 1.- TC al ingreso, revelando una lesión hiperdensa que ocupa la cisterna cuadrigémina y comprime la parte posterior del III ventrículo, produciendo hidrocefalia. Corte axial sin contraste. lIaron signos de disfunción cerebelosa ni tampoco de vías largas. La paciente aportó un TC (Fig. 1), realizado de urgencia en el hospital periférico, que puso de manifiesto una lesión redondeada, de unos 3 cm de diámetro, situada en la región de la glándula pineal, con hiperdensidad correspondiente a sangre, que ocupaba la cisterna cuadrigémina, a la que distendía, comprimiendo los tubérculos cuadrigéminos anteriores y la pared posterior del III ventrículo, produciendo una intensa hidrocefalia aguda. Ante este diagnóstico, se le implantó una derivación ventrículo-peritoneal de urgencia, con lo que desapareció el cuadro clínico de entrada; no así la parálisis de la supraversión ocular. Una vez hospitalizada, se le practicaron estudios analíticos, incluyendo alfafetoproteinas y gonadotropinas en sangre y l.c.r., que fueron negativos. Una RM (Fig. 2 A Y B) confirmó los hallazgos obtenidos en el TC, así como reveló una imagen con halo de sangrado y zonas de alto contenido en hemosiderina, que no presentaba realce en las secuencias con contraste, configurando un proceso expansivo que ocupaba todala cisterna cuadrigémina, comprimiendo los tubérculos cuadrigéminos y la pared posterior del tercer ventrículo, sin alteraciones de la señal perilesionales. Un estudio angiográfico selectivo fue normal. 42 Fig. 2.- RM a los siete días del ingreso,. la cisterna cuadrigémina está ocupada por una masa hiperintensa que no es modificada por el contraste paramagnético. A) Corte sagital. B) Corte axial. La paciente fue intervenida mediante una craniectomía suboccipital, siendo abordada la cisterna cuadrigémina por vía infratentorial supracerebelosa con la ayuda del microscopio quirúrgico. Tras abrir la aracnoides, reconocer las Neurocirugía Hemorragia en un quiste simple de la glándulapineal. Presentación de un caso Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 30/09/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m Fig. 3.- Microfotografía operatoria. A) Masa redondeada, bien delimitada, extraaxial, que ocupa toda la cistena cuadrigémina. B) Incisión de la cápsula y demostración de su contenido hemático organizado. dos venas cerebrales internas desplazadas y la ampolla de Galeno comprimida, se puso de manifiesto un proceso expansivo constituído por una cápsula dura y fibrosa de unos 2 mm de espesor, que fue abierta y vaciado su contenido, que era sangre organizada en coágulos de color negro y parduzco. Finalmente, se procedió a· extirpar la cápsula, que fue disecada en su totalidad de las estructuras nerviosas vecinas y de los vasos que la ilTigaban, mediante un plano de clivaje bien delimitado. Sólo la cápsula se hallaba anclada por un pedículo vascular constituído por numerosas arteriolas, del que fue separada, consiguiéndose así la exéresis total del proceso, pero no se pudo verificar la causa del sangrado. (Fig. 3 A YB). El postoperatorio cursó sin incidencias, siendo la paciente dada de alta ocho días después sin secuelas pero con persistencia en la parálisis de la mirada hacia arriba. La RM de control evidenció la eliminación del proceso y la ausencia de restos capsulares (Fig. 4). El estudio anatomopatológico de la pieza que fue remitida en dos fragmentos (Fig. 5 A YB), de color marrón oscuro y consistencia blanda, mostraba que las paredes de la lesión estaban formadas por una cápsula fibrosa y glial junto a células pineales, algunas microca1cificaciones y abundantes macrófagos cargados de hemosiderina y hematoidina. Esta cápsula de tejido glial y células epifisarias delimitaba una zona central que correspondía al hematoma propiamente dicho, ocupado en su totalidad por hematíes lisados. No fue observado tejido tumoral. Discusión Aunque los quistes pineales benignos han sido encontrados en alrededor del 40% como hallazgos incidentales de las autopsiasJ·6.18.2o.22, no sucede lo mismo con los quistes sintomáticos, que sólamente han sido descritos 85 casos en la literatura hasta el momento actual. En las revisiones bibliográficas de Fetell y cols. 5 , de Stern y Ross21 y de Musolino y cols. 'O tan sólo en cuatro casos se halló sangre en el interior del quiste, pero la causa del sangrado sólo pudo establecerse en dos casos; uno por una pequeña mal43 Hemorragia en un quiste simple de la glándula pineal. Presentación de un caso Neurocirugía Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 30/09/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m Fig. 4.- RM a los siete días del postoperatorio, mostrando la desaparición de la lesión y la preservación de las estructuras anatómicas vecinas. A) Corte sagital con gadolinio. formación vascular de la pared del quiste y otro por efecto de una terapia anticoagulante!o.2!. El crecimiento del quiste, cuando su origen es una hemorragia, podría estar iniciado por captación de agua tisular por efecto de la presión osmótica de los detritus sanguíneos; posteriormente por la presión hidrostática vascular, y, finalmente, por acción de la presión oncótica de proteínas vertidas en su interior por una cápsula con cierto grado de secreción activa, según puede cotejarse por semejanza con otros tipos de hematomas, como intuye Carr'. Los quistes pineales benignos sintomáticos son lesiones que, a menudo, debutan con síntomas de hidrocefalia obstructiva por poner en compromiso la región posterior del III ventrículo y la porción rostral del acueducto de Silvi0 7.!6. Algunos quistes, por su tamaño, pueden comprimir la ampolla de Galeno, produciendo estasis de la circulación venosa profunda!'. De todos los casos descritos en la literatura, la época de presentación oscila entre los 12 y los 47 años de edad 5.9.!o.!2.2! y el sexo es predominantemente femenino sobre el masculino, en proporción 3: 1, según el estudio bibliográfico realizado en este trabajo. Entre los signos y síntomas iniciales de la enfermedad predomina el papiledema, los vómitos y, sobre todo, el síndrome de Parinaud!!, que es un dato objetivo con el que con cierta frecuencia suelen debutar estos procesos, siendo producido por compresión de los calículos anteriores o superiores!!, aunque otras anormalidades oculares pueden darse, tales como el nistagmus. 44 Fig. 5.- Microfotografía de la preparación con H.E de la cápsula del quiste. A) 10 x. Cápsula fibrosa y glial con células epifisarias y microcalcificaciones que delimitan el hematoma. B) 40 x. detalle de la anterior se reconoce el tejido epifisario, acompañado de macrófagos cargados de pigmentos hemáticos. Entre los hallazgos de la TC es característica la lesión, que suele presentar hipodensidad y captación de contraste por la cápsula o bien hiperdensidad homogénea, si contiene sangre o calcio en su interior!2.l5. La pared del quiste puede o no tomar contraste9. También se evidencia la hidrocefalia asociada o causada por la lesión. Con la RM los quistes pineales en general han podido ser reconocidos con mayor frecuencia 8.!3.25, mostrando habitualmente una baja señal en TI y alta en T2, con características similares al l.C.r.!9 y captación de gadolinio en sus paredes'5. Sin embargo, no siempre es posible distinguir una lesión neoplásica, sobre todo los astrocitomas de bajo grado, de uno de estos quistes, como indica Fetel!'. Aunque la TC y la RM pueden dar una aproximación bastante exacta del diagnóstico, la lesión deberá ser confirmada por la anatomía patológica. Histológicamente, los quistes con contenido hemático epifisarios están formados por una cápsula fibrosa o glial, en la que existen numerosas células macrófagas cargadas Neurocirugía Hemorragia en un quiste simple de la glándula pinea!. Presentación de un caso TABLA 1. Clínica, Radiología y Tratamiento de los 86 Quistes Pineales sintomáticos publicados desde 1932 Serie (Ret: no.) Cooper, 1932 (3) Carr,1944 (2) Edad Año .Sexo Sintomas/Signos 381M D D D D D 421F D D D D D 321F C, Depresión, Suicidio 25 D D Líquido amarillo 361M Depresión, Suicidio 23 D D Líquido amarillo 341M C, Disartria, Dip10pia 19 D Exér. Quirúrg. Líquido amarillo Tamaño Radiología. Hallazgos Tratamiento Quiste Contenido del Quiste (mm) descargado de http://www.revistaneurocirugia.com se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m y 211F C, Vómitos 32 x20el 30/09/2016. Copia Exér. Quirúrg. Sevitt Documento D para uso personal, Líquido amarillo Schorstein, 1947 (20) 211M D D D Exér. Quirúrg. Líquido claro 301F D D D Exér. Quirúrg. Líquido claro Apuzzo et al., 1976 (1) 561M C, Náuseas, Parinaud, nistagmus;(Terapia anticoagulante) 25 Defecto en la pared pos- Exér. Quirúrg. terior del 3V, por Neumoencefalografia. Líquido denso achocolatado Higashi et al., 1979 (7) 511F C, Vómitos, HSA, Papiledema D TC: Masa de alta densiExér. Quidad en la región pineal rurg.; Derivación VP Líquido hemático Chick et al., 1985 (4) 471F C, Papiledema D TC: Quiste en la región Exér. Quirúrg. pineal D Richardson y Hirsch 1986 (16) 201F C, Coma, Muerte 14 x 14 D D Sangre (malformación vascular en la pared del quiste) Ringertz et al.; 1954 (17) Kabuto et al., 1987 (11) 541F Parinaud D D. D Líquido amarillo Lee et al.,1987 (13) 231F D 15 x 15 D Exér. Quirúrg. Líquido proteináceo y hemosiderina Vaqueroet al., 1988 (24) 221F C, Papiledema 24 x 15 TC: Masa hipodensa en la región pinea1 Derivación VP;Exér. Quirúrg Líquido xantocrómico 341M C, Dip10pia D TC: Lesión hipodensa en la región pineal de apariencia po1iquística Derivación VP. TR. Exér. Quirúrg. Líquido xantocrómico Weltonet al., 1988 (25) 491F Parinaud D TC: iluminación de la cisterna cuadrigérnina Exér. Quirúrg. Líquido xantocrómico Osbomet al., 1989 (15) 301M C, Parinaud,alteraciones visuales 20 TC:Masa pineal con lí- Derivación VP quido sanguinolento Sangre 45 Hemorragia en un quiste simple de la glándula pinea!. Presentación de un caso KleinyRubinstein, 1989 (12) Neurocirugía 54IM C,Parinaud 20 TC Quiste calcificado; Exér. Quirúrg. masa en la región pineal 271F C, Alteraciones visuales 15 TC:Lesión quística en región pineal 3D/F C 20 x 15 TC:Lesión en región pineal 121M C, Fotofobia 10 221F C D Te: Lesión de baja densidad 311F C, Vómitos, papiledema 45 x 32 TC:Lesión quística de 3V Exér. Quirúrg D 251F Dip1opia, hemiparesia, afectación 7° par D TC: Doble lesión quística? Exér. Quirúrg. D D Exér. Quirúrg. Líquido claro Exér. Quirúrg. Líquidohemorrágica oscuro D TC,Masa no homogénea Exér. Quirúrg. en R.P. Exér. Quirúrg. Líquido amarillo Documento descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 30/09/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m Maureret al., 1990 (9) 231F Episodios sincopales posturales 32 X. 15 Todo et al 1991 (23) 47IM Hallazgo casual 15 441F C. Rigidez de nuca 20 Fettell et 391F;14. C,en 25 pacientes; 6 vértigos, 5 trauma, 4 epial., 1991 (5) 1M 53 pacientes lepsías, Parinaud en 3 pacientes con HO 16 y29 enpacientes conHO Stern y Ross 1993 (21) Musolino et al.,1993 (10) Lloret et al., 1995 TC: Lesión en región pineal Exér. Quirúrg. Líquido amarillo Calcificación, no realce Exer. Quirurg Líquido claro con RSC calcificación en la cápsula No realce con gadolínium Exer . Quirurg RSC Líquido amarillo claro 5 pacientes con HO; TC. 11quirúrgicos; Líquido amarillo Calcificaciones en la 7CSO;2 mayoría de los pacien- DVP;2 CSO y tes;realce de la pared Derivación con gadolínium en RM en la mayoría de las pacientes. 281M C, papiledema 15 x 13 HO Aspiración Estereotáxica Líquido amarillo con cristales blancos 191F C, Vómitos, papiledema 25 x 18 HO Aspiración estereotáxica Líquido marrón y amarillo 161F Vómitos, alteraciones visuales 27 TC:Hidrocefalia triventricular obstructiva Aspiración Estereotáxica Líquido xantocrómico l31F Vómitos, diplopia 22 TC:Hidrocefalia triven- Aspiracion tricular. Lesión quística Estereotáxica en región pineal Líquido hemorrágico 501F Vómitos, alteraciones visuales, Parinaud 30 TC,RM: Hidrocefalia Derivación triventricular obstructi- VP. CSO,RSC va. Masa alta densidad Sangre negra organizada Leyenda de Abreviaturas: C= Cefaleas CSO= Craneotomía suboccipital D= Desconocido DVP= Derivación ventrículo peritoneal F=Mujer HO= Hidrocefalia obstructiva 46 HSA= Hemorragia subaracnoidea M=Varón RM= Resonancia magnética RT= Radioterapia RSC= Resección supra cerebelar TC= Tomografía computarizada Hemorragia en un quiste simple de la glándula pinea!. Presentación de un caso Neurocirugía presenta algunos inconvenientes, como el que, en muchas de pigmentos hemáticos, tales como hemosiderina y heocasiones, no es posible tomar muestras de la pared válimatoidina. En ocasiones pueden encontrarse microcalcifidas para el estudio anatomopatológico, como el riesgo de caciones y restos de parénquima epifisario. El quiste no recurrencia, que no es despreciable, y como el que la insuele sobrepasar los 2 cm de diámetro y en su interior se certidumbre en la solución del problema exige seguimienencuentra muy frecuentemente material hemático, hematítos y controles periódicos de los pacientes, algunos duranes, lisados o no, y fibrina 1.l 5•17 • En nuestra opinión pensate más de seis años lO • Tampoco la estereotaxia resuelve el mos que la lesión que estamos comentando bien pudiera problema de la válvulo-dependencia, como algunos autotratarse de un quiste pineal simple (quiste glial) al ser toda res manifiestan, pues en muchas ocasiones la derivación la cápsula material glial y células epifisarias como detiene que implantarse como procedimiento urgente, previo muestra el estudio anatomopatológico, que en un momena cualquier otra solución. to determinado sangró desencadenando toda la sintomatoLa tercera opción puede ser rechazada al existir en la logía aguda. actualidad una elaborada técnica microquirúrgica o el Desde el punto de vista clínico, en este caso que se abordaje estereotáxico, no debiendo ser utilizada más que presenta han concurrido varias condiciones de las descrien casos excepcionales. tas. La compresión de la parte posterior del III ventrículo descargado de http://www.revistaneurocirugia.com Copia para uso personal, se prohíbe ladefinió transmisión de este documentobien por cualquier m diagnóstico histológico perfectamente provocó una Documento hidrocefalia obstructiva, que hubo de ser co-el 30/09/2016. El la naturaleza del proceso, demostrando que se trataba de rregida mediante derivación de l.c.r. La tensión sobre los colículos superiores hizo debutar la enfermedad con un un hematoma en el seno de un quiste simple (quiste glial) síndrome de Parinaud y también se observó un nistagmus de la glándula pineal. horizontal. Las cefaleas en su origen pudieron ser debidas Conclusión al inicio de la hemorragia intraquística y el mantenimiento de ellas a la hidrocefalia obstructiva, ya que éstas cedieron La mayor parte de los procesos pineales pueden ser fáinmediatamente después de la implantación de la derivacilmente diagnosticados con los actuales medios radiolóción ventrículo-peritoneal. gicos: TC y RM. No existió ninguna duda en cuanto al diagnóstico de La operación es necesaria para un adecuado tratamienlocalización. La TC y la RM identificaron la región anatóto, para la confirmación histológica del contenido y de sus mica afectada, así como el contenido hemático de la leparedes, evitando al mismo tiempo riesgos de otros tratasión, ya que la alta densidad protónica, la ausencia de mientos innecesarios. atrapamiento de contraste yodado en la TC o de gadolinio La depurada técnica microquirúrgica actual hace que en la RM, indicaron claramente una lesión quística hemolas cifras de morbi-mortalidad sean muy aceptables, pero rrágica, pero no su naturaleza. también los procedimientos estereotáxicos deben ser conLa incertidumbre del origen histológico del proceso templados a la hora de elegir el tratamiento más adecuado. plantea dudas en cuanto a la opción más adecuada de tratamiento. Tres alternativas pueden ser consideradas: CraBibliografía niectomía y resección del quiste; abordaje estereotáxico con toma de biopsia y aspiración del contenido, y trata1. Apuzzo, M.L.J., Davey, L.M., Manuelidis, E.E.: Pineal miento de la hidrocefalia esperando la reabsorción esponapoplexy associated with anticoagulant therapy. J. Neurotánea de la sangre, realizando controles de imagen periósurg. 1976; 45: 223-226. dicos. 2. Carr, 1.L.: Cystic hydrops of the pineal gland. 1. Nerv. La exéresis de la lesión, con microcirugía y por vía suDis. 1994; 99: 552-572. pracerebelosa, ofrece las ventajas de establecer un diag3. Cooper, E.R.A.: The human pineal gland and pineal nóstico definitivo y la curación completa del paciente. En cyst. J. Anat. 1932; 67: 28-46. esta línea existen numerosas publicaciones4.5.'4.23.24 que ava4. Chick, c.L., Talalla, A., Brown, G.M.: Effect of pinealan esta indicación para el tratamiento definitivo de estos lectomy on serum melanotonin, luteinizing hormone and proquistes pineales sintomáticos, a pesar de la morbi-mortalilactin: A case reporto Clin. Endocrinol. 198'5; 23: 367-372. dad operatoria puede llegar al 12%, según la serie de tu5. Fetell, M.R., Bruce, J.N., Burke, A.M., Cross, D.T., mores benignos y malignos de la pineal de Broce y Stein, Torres, R.A., Powers, J.M., Stein, B.M.: Non-neoplasic pinecitados por Stern y ROSS 21 . al cysts. Neurology 1991; 41: 1034-1040. El abordaje estereotáxico y la aspiración del contenido 6. Hasegawa, A., Ohtsubo, K., Mori, W.: Pineal gland in debe ser también una opción válida; Stern y ROSS 21 y otros old age; quantitative and qualitative morphological study of 168 human autopsy cases. Brain Res 1979; 409: 343-349. autores la defienden. Sin embargo, en nuestra opinión, es7. Higashi, K., Katayama, S., Orita, T.: Pineal apoplexy. ta posibilidad, merecedora de ventajas tales como corta 1. Neurol. Neurosurg. Psychiatry 1979; 42: 1050-1053. estancia hospitalaria y baja morbi-mortalidad, también 47 Hemorragia en un quiste simple de la glándula pinea!. Presentación de un caso Neurocirugía 8. Mamourian, A.C., Towfighi, J.: Pinea1 Cysts: M.R. 18. Russell, D.S., Rubinstein, LJ.: Patho10gy of tumors of the nervous system. 4" ed. London: Edward Amo1d, 1977; imaging. AJNR 1986; 7: 1081-1086. 9. Maurer, P.K., Eck1und, J., Parisi, LE., Ondra, S.; pp. 295. 19. Sandhu, 1.S., Mclaugh1in, 1.R., Oómez, C.R.: CharacSymptomatic pinea1 cyst: Case reporto Neurosurgery 1990; 27: 451-454. teristics of incidental pinea1 cysts on magnetic resonance 10. Musolino, A., Cambria, S., Rizzo, O., Cambrira, M.: imaging. Neurosurgery 1989; 5: 636-"640. 20. Sevitt, S., Schorstein, 1.: A case of pinea1 cyst. BMJ Syntomatic Cysts of Pinea1 01and: Stereotactic diagnosis and 1947; 2: 490-491. treatment of two cases and review of 1iterature. Neurosurgery 21. Stem, J.D., Ross, D.A.: Stereotactic Management of 1993; 32: 315-321. 11. Kabuto, M., Hayashi, M., Kawano, H.: A case of nonBenign Pinea1 Region Cysts: Report of Two Cases. Neuroneop1astic pinea1 cyst presenting as Parinaud's syndrome. No surgery 1993; 32: 310-314. Shinkei geka 1987; 15: 335-338. 22. Tamakin, N., Shirataki, K., Lin, T., Masumura, M., 12. K1ein, P., Rubinstein, LJ.: Benign symptomatic glia1 Katamaya, S., Matsumoto, S.: Cysts of pinea1 gland: Clinica1 cysts of the pinea1 gland: A report of seven cases and review entity to be distinguished from tumors of the pinea1 region. of the literature. J. Neuro1 Neurosurg Psychiatry 1989; 52: Chi1ds Nerv Syst 1989; 5: 172-176. 23. Todo, T., Kondo, T., Shinoura, N., Yamada, R.: Lar991-995. ge Cysts of the Pinea1 01and: Report of Two Cases. Neuro13. Lee, D.H., Norman, D., Newton, T.H.: MR Imaging descargado de http://www.revistaneurocirugia.com el 30/09/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier m of pinea1 cyst.Documento J Comput Assist Tomogr 1987; 11: 586-590. surg 1991; 29: 101-106. 14. Obrador, S., Soto, M., Outiérrez Díaz, 1.A.: Surgica1 24. Vaquero, J., Martínez, R., Escandón, J., Bravo, O.: Symptomatic 01ia1 Cysts of the pinea1 gland. Surg Neuro1 management of tumors of the pinea1 region. Acta Neurochir (Wien) 1976; 34: 159-71. 1988; 30: 468-470. 15. Osbom, R.E., Deenj, H.O., Kerber, C.W., 01ass, R.F.: 25. Welton, P.L., Reicher, M.A., Kellerhouse, L.E., Ott, A case of hemorrhagic pinea1 cyst. MR/CT corre1ation. NeuK.H.: MR of benign pineal cyst. AJNR 1988; 9: 612-615. roradio1ogy 1989; 31: 187-189. 16. Richardson, J.K., Hirsch, C.S.: Sudden, unexpected Lloret García, J.; Trigueros Mateas, M.; Moreno López, death due to «pinea1 apop1exy». Am J Forensic Med Patho1 P.; García de Quirós, J.M.; Ruiz-García, F.: Hemorragia 1986; 7: 64-68. en un quiste simple de la glándula pineal. Presentación 17. Ringertz, N., Nordestam, H., Fliger, O.: Tumors of de un caso. Neurocirugía 1997; 8: 41-48. the pinea1 region. Neuropatho1 Exp Neuro1 1954; 13: 540561. 48