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Com o usar la DHEA (La verdad de las cosas)
Por el Dr. Humberto Bravo
La DHEA ( De HidroEpiAndroterona) es una madr e de hor monas . Genéric amente pertenec e
a la familia de los andr ógenos y junto a los estrógenos y testosterona r epres entan a las
sustanc ias hor monales más importantes de nuestr o organismo.
A trav és de los avances de la inv estigac ión hoy se sabe que los andrógenos y
específicamente DHEA tiene una importancia muc ho may or que la que s e le daba has ta la
actualidad. ¿Por qué?
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Al tr atarse de un eslabón inter medio en la cadena hor monal, a partir de ella el
organismo puede fabricar las otras hor monas mediante un proc eso químico en
difer entes sitios del cuerpo, hecho que oc urr e con una frecuenc ia y con un volumen
mayor es que los que se creía tr adicionalmente.
•
Se ha demostr ado también que no s e tr ata de un metabolito in termedio inerte, sino que
pos ee en el organis mo muchas células “blanc o” , lugar es donde acc iona c on toda s u
capacidad como ser las supr arrenales, los ov arios, el sis tema nerv ioso c entr al, la piel,
por nombrar algunos.
•
Ha quedado acr editado a trav és de numeros os trabajos científ ic os, que no sólo se
sintetiz a en las suprarr enales sino que, como dijimos anter ior mente, en diferentes
órganos , entre ellos el cer ebro, donde además c umple un papel de eficaz
neur otr ans mis or, modulando proc esos que tienen que ver con el ánimo, la afectiv idad, la
sexualidad, entre otros.
•
Al tr atarse de inter mediar io en la fabr icac ión de hor mona, se ha rev elado como una
poderos a llav e r eguladora y contr arr eguladora de la c oncentr ac ión de los productos que
se obtienen de ella (como ser los estr ógenos y testosterona) en los diferentes tejidos
incluidos los ovarios y en dis tintos momentos del funcionamiento fisioló gico. Todo ello
sigue s iendo motiv o de estudio.
•
Su c onc entración declina dur ante la vida de una maner a gr adual y sin s obr es altos de
for ma que se ha conver tido en un exc elente indicador del envejecimiento hum ano
( Etienne Bauilieu) . Esto si lo comparamos c on los estrógenos, cuya c aída es más
abr upta y de tipo irregular a par tir de los 45- 55 años, edad apr ox imada de la menopausia.
Analicemos ahora qué es lo que hac e que miles de médicos a lo largo de estos cincuenta
años hayan puesto a la DHEA en el centr o de sus mir adas: la r azón muy simple, es la
respuesta satisfactoria en materia de calidad de v ida que obtienen por par te de sus
pac ientes que se hallan en pleno env ejec imiento.
Para un médic o que cumple una función en s erv icio as istencial a diario, es te dato es muy
importante, ya que s e v e obligado en f or ma prioritar ia a obtener r espuestas positiv as frente a
su pac iente.
Dif er ente y lejos de esa pr esión, está el médic o que des arr olla tar eas de investigación que
insiste en que primer o debe esc lar ec er muc hos interrogantes res pecto de los efectos a largo
plaz o de la DHEA.
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En mi opinión pers onal ambos puntos de v ista son atendibles y considero que debe
infor mársele al paciente sobre estas pos tur as y compartir la decis ión de llev ar adelante un
tratamiento con los deber es y obligaciones que tendr án ambos en c uanto seguimiento y
control de la medicac ión instituida.
Este es el ver dadero nudo gorgiano donde se as ientan todas las controv ersias sobre este
suplemento.
Debemos tener en c uenta inicialmente que el envejecimiento no es una enfer medad (entidad
cons tituída por s íntomas y signos) sino es par te de la curv a biológic a de todo s er vivo.
Entonc es s ur ge la duda s i debemos hablar de “s íntomas de envejecimiento” .
Por otro lado también es c ierto que debemos introduc ir en este razonamiento un factor
sociológic o y es que las ex igencias s ociales , laborales, etc. en esta époc a han aumentado
de maner a s obrada, prov ocando sobr e la persona que env ejec e difer entes grados de
tensión, males tar e insuficienc ias que lo pueden llevar a padecer proces os mórbidos .
Otra cuestión no menor es que en el env ejecimiento las modif ic ac iones del perfil hormonal
predisponen a un s innúmero de enfer medades cr ónic as e invalidantes, s uc eptibles de
prev ención mediante un r eemplazo hormonal cr iterioso.
Para dar un ejemplo, la mujer al perder la protecc ión hor monal se v e tr es vec es más
expuesta al r ies go de s ufrir infar to y enfermedad cardiovasc ular , o problemas de
desc alcific ación entr e otr os ( la mejora es de tipo subjetiva) .
Hac e un tiempo la televisión Neoy or kin a puso en el air e una ser ie de debates sobre esta
problemátic a en el pr ogr ama de Charlie Ros e y que tuv e la ocas ión de v er.
En uno de ellos asis tier on como invitados, generando un debate muy ilustr ativ o el Dr William
Regels on ( Medic al College of Vir ginia, que utiliza DHEA hac e más de 30 años y tiene
muchas publicac iones al r especto), quien fijó su posición dic iendo que está probado que el
reemplazo con estas hormonas per mite una mejora de la calidad de vida. Y añadió: “el
env ejec imiento impor ta un deter ior o hormonal y la persona no puede cumplir entonces un rol
biológico social”.
Por su parte William Rosner (St Luke’s Roosvelt Hos pital) pr esente en dicho panel, ac lar ó
que si bie n ello era cierto, aún faltan datos y experienc ia. Robert Butter ( Mt Sinai Medic al
Center) apoyó al criterio de su c olega Ros ner .
Finalmente un periodista que es taba pr es ente en calidad de pac iente, Geoffrey Cow ley,
relató s u exper ienc ia personal señalando que estaba tomando DHEA y que s u mas a
muscular aumentó más rápido haciendo el mis mo ejerc icio, aparte de la mejora de otros
síntomas que padec ía.
En otra s erie de entrev istas de Charlie Rose es tuv o c omo invitado nada menos que el
investigador franc és Etiene- Emilie Baulieu, desc ubridor de la DHEA . Según s us palabr as, s i
una persona tiene concentr aciones de la mis ma en límites nor males , no hace falta tomar la y
añadio que la misma te hac e s entir mejor sólo si no estás bien, (inmunoinsuficiente,
depr esiv o, problemas de piel, problemas res pirator ios, etc .)
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Para r esumir, podemos afir mar que los benefic ios de la DHEA se enmarcan en la mejor a de
indicadores subjetivos: mejora del estado de ánimo y del humor , disminución de la
sens ac ión de fatiga, aumento de la líbido primordialmente. Estos son v alor es dif íc il es de
medir objetiv amente, es decir que no pueden ex pr esars e en númer os. Sin embargo, s e
expr es an en un elev ado gr ado de satisfacción por parte de quienes son tr atados y és to par a
muchos médic os repr esenta una r azón s uficiente en tanto y en cuanto no se compr uebe de
maner a cier ta que provoca daño a la pers ona.
Por otr a parte están quienes afirman des de un labor atorio que aún faltan datos c oncr etos en
relac ió n a la administrac ión a largo plazo y a los efectos sobre tejidos como los de pr óstata,
mama y útero.
Como tercera pata de esta dis cus ión estan los pac ientes que padecen y que busc an el aliv io
par a enfrentar la s oc iedad actual.
¿Cuales s on los argumentos a favor de reemplazar las hor monas que s e van ausentando de
nuestr o cuerpo? Jus tamente no sólo el ev itar el deterior o funcional, s ino además llev ar a
cabo una acción de prev ención de enfer medades crónic as, ya que tal déficit produc e
deter ioro del sistema inmunológico, aumento de pes o, may or incidenc ia de eventos
cardiovasc ular es, depres ión, pérdida de la memoria, c aída de la mas a muscular y ós ea, etc.
Tipos de reemplazo hormonal:
• “ Clásico”, en el que se administran produc tos finales como estrógenos, gestágenos y
testosterona.
• El de ”inter mediarios hormonales”, c omo s er DHEA, Pr egnenolona y Melatonina, con
apoy o de difer entes suplementos dietarios .
En el or ganis mo que envejece, no sólo v an des apar ec iendo las hor monas en particular, sino
que hablamos de un deterioro de todo su sistema de funcionamiento, es decir:
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défic it de pr odución;
défic it de pr oteinas que las tr ansportan;
défic it de enzimas que ac túan s obr e ellas;
défic it de r eceptor es en c élulas (blanc o).
Es por ello que la administrac ión de pr oductos hormonales finales como por ejemplo los
estr ógenos y gestágenos pueden encontrarse con que el organis mo no tenga globulinas
transportador as (s ex binding globin) en c antidades suficientes ( por ejemplo obes idad, edad
avanzada, etc .), o rec eptores adec uados lo que llevar ía que nuestro c uerpo apr oveche sólo
una par te de los mis mos , mientras el resto s e dispersa c omo estrógenos libres en
deter minados tejidos dando lugar a efectos sec undarios indeseables.
Otro aspecto no menor es el uso de gestágenos que acompañan a estas fór mulas que no
son hor monas natur ales sino elementos de síntes is creados ar tific ialmente en laborator ios,
con efectos s ecundar ios no del todo desc onocidos .
La suplementación c on hor monas inter mediar ias se pr esenta como una alter nativ a más
natur al, dado que permite al cuerpo que las tr ansfor me en los pr oduc tos finales según s u
realidad y necesidad.
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Los efectos s ecundar ios son, de acuerdo a la ex per ienc ia clínica, menos objetivables . De
hec ho s e necesita aumentar en for ma ex trema la c oncentr ac ión de DHEA par a r ecién poder
obs erv ar la dupic ac ión de los v alor es de dehidr otestoster ona, que es la hor mona que
hipertr ofia la pr óstata.
Dhea es una hor mona antiestr és, ya que su c oncentr ac ión var ía de maner a inv ers amente
proporcional al cortisol.
En síntesis, ex iste consens o en que cualquier s uplementación c on hor monas debe
realizars e a bajas dosis y ésto es v álido par a cualquier tipo de terapia.
En el caso de la DHEA podemos tr abajar y monitorear al pac iente con dos is que no superen
los 25 miligramos diarios para mujeres y 35 par a hombr es.
Una pr áctica a consider ar es s u administr ación en días alternos, pensando en la hipótesis de
no afec tar el eje hipotálamo, hipófiso- gonadal.
Otro esquema propues to también es la adminis trac ión de DHEA de lunes a viernes y
desc ansar sábado y domingo. Este tipo de posología va en s intonía c on criterios como
aquellos que priv ilegian su administrac ió n en per íodos de alta actividad o estr és y buscar los
desc ansos o vac aciones par a hacer paréntes is en la toma del pr ecursor.
Res pecto de un esquema general, también podemos administr ar DHEA durante tres meses
a 6 meses y luego fijarnos un descans o de uno o dos meses.
Debe establec erse c on el seguimiento c línic o, el c ontr ol periódic o de la mama, el estado del
cuello del úter o y ec ogr afía de órganos ginecológicos y próstata (tacto y PSA) y ecogr afía
hepatobiliopancr eátic a c ada 6 mes es.
Dr. Humberto Bravo, cir ujano argentino.
Fundado r y prom otor de lo s Cent ros de Ase so ram iento para la Medicina del Envejecim iento
Saludable, CAM ES.
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