d Interrogación. Aquí ha de surgir la duda. A fin de cuentas
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d Interrogación. Aquí ha de surgir la duda. A fin de cuentas
d Interrogación. Aquí ha de surgir la duda. A fin de cuentas, el Rey solamente es un factor de poder entre otros. ¿Es Juan Carlos capaz de absorber la presión de las l7.qulcrdns y al mismo tiempo de quitarle a las derechas, con tiento. el timón de las mnn s? Son muchos problemas a la vez, tal vez demasiados para un militar deportivo, que hnstn ahora no ha podido a~optar ni una sola importante decisión política. Un lndldo para calibrar realmente a Juan Carlos sen\n - mucho más que todos los dl!'tUr!'os - sus primeros decretos-ley (¿amnistía para los presos políticos?) Y la lonr16n política de las personas que dentro de dos semanas presidirán el gobierno " pañol, el Consejo del Reino y las Cortes. t.a oposición democrática exige de Juan Carlos que se someta a un referéndum l.o" ultras fascistas le atan con el juramento de fidelidad al 18 de Julio: Días difíciles para el sucesor de Franco .. Ncwswcek", 1. 12. 1975 (Nueva York) ( .. Junn Carlos 1") (. .. ) En una España crecientemente industrializada, caracterizada por una clase media, lns instituciones modeladas por el Caudillo a su medida personal parecen <"larnmente anacrónicas, especinlmente para los jóvenes y los instruidos. Sin embargo, mlllon<'s de s guidores de Franco no tienen la intención de entregar su legado sin luchn . Juan Carlos, de quien se espera un gobierno relativamente moderado, se enfr nta con días diíiciles. (, .. ) Juan Carlos tratará de formar un gabinete de ,conser\'adores liberales". Los hombres que ya figuran en la lista del Rey corresponden a esta descripción: José María de Arcilza, Conde de Motrico, para Asuntos Exteriores y Manuel Fraga Iribarne, embajador en Londres, como ministro de la Gobernación . Se dice que Juan Carlos piensa en un tecnócrata economista, moderado, como presidente de>! Gob! rno. Sin embargo, antes de que pueda anunciar esta clase de gobierno, el Rt>y tt>ndrá que neutralizar o hacer salir de sus posiciones a Valcárcel y otros empcdrrnldo! franquistas en el poderoso Consejo del Reino. (... ) 14o" ultru fa!'lcistas recuerdan a Juan Carlos 1 su juramento de fidelidad .. Die Zeit'', 28. 11. 1975 (Hamburgo) (.. Die Ultras melden sich bei Juan Carlos") Mndrld, Robert Gerhard. - (. .. ) ,Acabamos de enterrar al hombre que nos ha conducido a la victoria y nos ha traído la paz", declaró emocionado el presidente de cub llos blancos de los Ex Combatientes. Tras la pérdida de su ,más glorioso capitán ele la Historia española", los ex combatientes !'e apresuraron a rendir pleite--ia al r •c!l·n c!'trC'nado rey de 37 años de edad. Hacían e to, pccialmentc, con la esperanza clt! que Juan Carlos 1 no traicione la obra de Franco. Subien calculada visita relámpngo debla ser una señal. No fue ciertamente una ironía que su Alteza Real respondi se la reverencia con robustas palabras: ,¡Los fundamentos sobre los que se basa nuestro Estado, son sólidos y firmes!" Ahora se trata de ,avanzar con determinación 3