Las Cosas viejas pasaron 2a Corintios 5:17

Las Cosas viejas pasaron 2a Corintios 5:17

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Las Cosas viejas pasaron
2a Corintios 5:17
Mateo 9:14-17
Jesús quiere enseñarnos sobre el cambio y las nuevas cosas que Él quiere hacer en nuestras vidas.
En nuestro texto esta mañana Jesús explica un principio similar a los Fariseos. A veces es necesario que
hagamos un cambio. Esa era la necesidad espiritual de la humanidad. Jesús vino para proveer el mundo de
algo flamante, maravilloso. Irónicamente, todo comenzó con la pregunta sobre el ayuno.
I. Los discípulos de Juan el Bautista no entendían por completo la manera como Jesús hacía
las cosas. Si usted ha leído los Evangelios se dará cuenta que Jesús constantemente tenía confrontaciones
con el sistema religioso de su época. Nuestra historia viene después de tres episodios conflictivos en la vida
de Jesús. En el primer episodio, Jesús perdonó los pecados del paralítico, lo cual provocó la ira sobre un
grupo de Fariseos. Después de todo, sólo Dios podría perdonar pecados. ¿Quién te crees que eres, Jesús? En
el segundo episodio, Jesús anduvo con pecadores, y esto enardeció a la gente religiosa. ¡Y, en el tercer
episodio, Jesús nunca empujó a sus discípulos a ayunar durante su ministerio terrenal, y esto hizo que todos
los fanáticos religiosos se volvieran locos de furia! ¡Nunca lo hemos hecho así antes! Parece que Jesús hizo
mucha gente infeliz. ¿Por qué? ¿Por qué Jesús provocó esos cambios? ¿Qué enseñanza quería establecer?
¿Por qué Jesús fue en contra de todo lo que los fanáticos religiosos atesoraban como lo más importante? Creo
que Jesús provoca un cambio de pensamiento y actitud para derramar su bendición sobre nosotros.
Jesús vio que la gente y el mundo buscaban más de las tradiciones religiosas que una relación sincera con
Dios. Jesús vio a la gente desalentada a su alrededor, cargando el peso de las enfermedades y la carga de sus
pecados no perdonados. En vez de concentrarse en la práctica del ayuno, lo cual habría hecho feliz a la gente
religiosa, Jesús decidió extender la celebración de su Reino a aquellos que menos lo esperaban o lo merecían;
obviamente encontrando la oposición del sistema religioso.
II. Las Historias
a. Historia de la Boda – Jesús comparó Su ministerio y enseñanzas a la celebración de una boda. Juan el
Bautista se había descrito como "el amigo del esposo" y Jesús como "el esposo" (Juan 3:29). Jesús exaltó la
figura de Juan los discípulos como los amigos del novio. Jesús explica que estaban tan alegres que no podrían
ayunar porque en ese tiempo estaban con Él. Ahora no era el tiempo para la moderación del ayuno. En ese
momento mundo recibía el alivio de tener a Jesús. La religión se había hecho demasiada pesada para la
gente. Los Fariseos y los discípulos de Juan estaban desconectados de los tiempos y los eventos que estaban
ocurriendo por medio de Jesús. ¡Hay un tiempo para el ayuno, pero no cuándo usted está en la boda donde
hay bastante comida y gozo! ¡En esencia, ellos no reconocieron a Jesús como el Mesías que había venido para
traer la alegría y la liberación!
b. Historia de la Tela – un nuevo remiendo se encoge cuando es lavado; la tela vieja ya se ha encogida.
Cuando usted cose un nuevo remiendo no encogido a una vieja ropa, en vez de arreglar el agujero va a
empeorar, pues se va a rasgar cuando sea lavada la ropa. El Ministerio de Jesús no era un remiendo en la
ropa del Judaísmo para cubrir un área gastada. ¡Jesús establece la Gracia que salva, con la cual podemos ser
cubiertos! Ni Tradición, ni la Religión dan la vida eterna, solo la Gracia de Cristo puede hacerlo.
Jesús no es un remiendo. Él no quiere "parchar" tu viejo estilo de vida o sólo ser usado como un
remiendo temporal. ¡Él quiere darle un estilo de vida maravilloso! Usted no puede remendar el egoísmo, la
duda, el rencor. Jesús no viene a “parchar” tu corazón, sino a “cambiar” tu vida. Algunas personas tratarán de
desparramar “algo” de Jesús en su vieja persona, mas se darán cuenta de que eso no funciona. Si usted va a
seguir a Jesús, Él espera ser su guardarropa entero, no sólo un remiendo. Jesús vino para limpiar nuestros
corazones y cubrirnos con un nuevo estilo de vida el cual fue anunciado por la Ley y los Profetas. El término
teológico es la regeneración, una nueva creación.
Hay ocasiones que es mejor comenzar de nuevo en vez de reparar. Dios desea darnos un principio
fresco. No se crea la mentira de que por que eres pecador no puedes acercarte a Dios. El reconocer que eres
pecador es el primer paso hacia Dios. Jesús vino para llamar a los pecadores al arrepentimiento. Los
religiosos y fanáticos fueron los que rechazaron a Jesús, ya que Jesús vino para perdonar a pecadores y tener
el compañerismo con ellos. No hay un pecador que Dios no pueda Salvar, ni persona que no necesite Su
salvación.
c. Historia del Vino
El Vino era la bebida más común para la gente en Palestina. En el tiempo antiguo, no existía una
compañía que embotellaba el vino como hoy. Tampoco había sistemas de refrigeración. Afortunadamente,
era menos probable que el vino se descompusiera que el agua o la leche, porque su contenido de alcohol
mataba a los gérmenes. Además de esto, fabricaban unas bolsas que no se filtraba el líquido hechas de pieles
de animales, que podrían ser tratadas de tal modo podrían ampliarse y estirarse junto con el nuevo vino
cuando este fermentaba. Los Odres eran bolsas hechas de piel o cuero, por lo general una piel entera de cabra
atado en las piernas y el cuello. Después de que la carne y los huesos fueron quitados del interior de la cabra,
la piel era tostada sobre fuego de madera de acacia. Entonces las aperturas se cosían y el cuello de la cabra
era usado como la desembocadura, y el jugo de uva no fermentado se le vertido dentro. Después el cuello se
cosía para cerrarlo y el proceso de fermentación comenzaba. Cuando el nuevo vino se fermentaba,
comenzaba a expandirse y agrandaba el tamaño del odre. La puesta del nuevo vino (no fermentado) en viejos
odres, que habían sido estirados ya y además estaban algo resecos con el tiempo, causaba la explosión de los
odres. Los viejos odres se hacen frágiles y rígidos con la edad; ¡cuándo el nuevo vino es puesto en éstos, los
gases aumentan - produce presión y BUM! Usted ha arruinado su vino y sus odres.
Exposición: el sentido de la enseñanza de Jesús acerca de que el vino nuevo no puede ir en odres viejos es
que de alguna manera Jesús estaba anunciando cosas nuevas a por venir y cosas viejas que han pasado. Jesús
no podía remendar ni derramar Su nuevo ministerio en el viejo Judaísmo. El judaísmo se había hecho
inflexible debido a la acumulación de siglos de tradiciones no bíblicas. Jesús no podía estar encajonado
dentro de la vieja religión del Judaísmo. Además, Jesús no vino para reformar un viejo y desgastado sistema,
sino para cumplirlo o completarlo y luego introducir algo radicalmente nuevo. Por ejemplo, Él mismo sería el
sacrificio último a favor del pecado, entonces el sistema de sacrificio sería ya no necesario. ¿Puede usted
imaginarnos todavía sacrificando cabras y toros cuándo Jesús ha pagado el precio para nuestros pecados? A
los Fariseos les gustaba el mas el estilo “tradicional” por mas malo y muerto que pareciera. ¿Alguna vez
encontrado alguien así?
Creo que Dios quiere que nosotros experimentemos un poco de vino nuevo. Aquí está lo que usted puede
hacer hoy para liberar el vino nuevo.
1. Ser restaurado en tu salud espiritual. La carga del pecado se acumula y la vida se hace pesada y hasta
venir a la Iglesia difícil. Hagamos cuentas con el Señor, y si le debemos pecados sin confesar o sentimientos
que nos enferman, entreguémoselos a El.
2. Sométase al Señorío de Jesús. El Señorío de Jesucristo no puede ser vertido en el viejo odre de
nuestra estructura de personalidad egoísta, nuestra opinión sobre la vida, nuestros prejuicios sobre la gente,
o nuestros proyectos para el futuro. Jesús quiere toda su vida.
3. Estar sensible a Su llamado. Creo que Dios nos ha dado la responsabilidad de comunicar Su llamado;
un llamado al Reino de Dios; un llamado a tener una relación con Dios el cual se hizo hombre para estar entre
nosotros; un llamado a una vida de servicio, misión y compasión; un llamado a preparar a la gente para el
reino próximo; un llamado a un cristianismo auténtico – no una falsa tradición o legalismo. Tenemos que
llamar la gente a estar comprometida con Cristo. Llamamos la gente a tener una relación eterna con Cristo
Divino. La iglesia no es un destino, sino un conducto por el cual la gente puede encontrar recursos, relación,
instrumentos y entrenamiento para mejorar su relación con el Señor.