DISCURSO DEL DOCTOR JAIME THORNE LEÓN AL ASUMIR
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DISCURSO DEL DOCTOR JAIME THORNE LEÓN AL ASUMIR
DISCURSO DEL DOCTOR JAIME THORNE LEÓN AL ASUMIR CARGO DE MINISTRO DE DEFENSA Lugar Cuartel General del Ejército Fecha: 16 de setiembre de 2010 Muy buenos días, señor Ingeniero Rafael Rey Rey; Señor General de División, Jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas; Señor General del Aire, Comandante General de la Fuerza Aérea del Perú; Señor Almirante, representante del Comandante General de la Marina del Perú; Señor Viceministro de Políticas para la Defensa; Señor Viceministro de Recursos para la Defensa; Señor Secretario General del Ministerio de Defensa; Señores funcionarios del ministerio de Defensa; Señores oficiales, generales y almirantes de las fuerzas armadas; Damas y caballeros: El encargo que he recibido, con honra, del Presidente de la República, lo manifesté en mi juramento. Juro en servir a la patria con honradez, con honor. Esa es mi premisa, esa es mi condición. Porque al igual que la sacrificada labor -como lo ha señalado el ingeniero Rey-, del militar que está al servicio del país, al servicio de la patria; el servidor público también lo debe de estar y si es en la civilidad, no tiene diferencia con ello. Y quiero poner énfasis en esto. Porque es cierto que es un privilegio. No sé que pesa más: si ese privilegio o la responsabilidad que uno tiene que llevar en los hombros. Vengo sí de defender. Defendía hasta hace dos días la competencia y la protección de la propiedad intelectual. Hoy día vengo a una defensa mucho más cabal y mucho más importante. Pero si antes tenía una inspiración jurídica, hoy día tengo una inspiración mucho más gloriosa y mucho más importante. Y quiero rescatar en eso la gloria de Francisco Bolognesi. Porque creo que la heroicidad de Bolognesi, no es bien explicado. Bolognesi es un hombre que pelea por el honor del país y por la identidad nacional. No es solamente el hecho de decir “voy a quemar hasta el último cartucho”. Pero sí hay que leer y releer la carta que le escribió a su mujer. Está en este edificio, grabada en piedra. Yo creo que debemos hacerla virtual y debemos imprimirla y debemos circularla. “No recibas nada” le dice a su mujer. “No quiero que el día de mañana se diga que fue por dinero. Yo lo hago por el país”. Eso, señores, es honor. Y eso, ustedes como yo, lo conocen muy bien. Y eso debemos divulgarlo y practicarlo por supuesto. Eso son los ejemplos que a mí me inspiran y esos son los ejemplos que a mí me dan fuerza. Alfonso Ugarte, él defendió la bandera, pero el mérito de Alfonso Ugarte es que siendo un hombre acaudalado, siendo un hombre que pudo fácilmente rehuir a la contienda, se quedó y decidió pelear. Y entregó su fortuna por la causa. El resto es un pasaje legendario e histórico pero lo importante de ese señor, es que no rehuyó a la pelea, al igual que el héroe de Bolognesi. Los dos lo dieron por la patria y lo dieron por el honor. Esas cosas debemos rescatarlas. Esas cosas, señores, debemos difundirlas. Rescatemos la heroicidad de Cáceres. ¿Por qué no insistimos en la heroicidad de Cáceres? Ese gran estratega militar. Eso es importante. Pero en fin, estos símbolos patrios -que son nuestra inspiración y que marcarán el desempeño de nuestra labor- tienen que venir a tierra y tienen que traducirse en cosas más concretas. Por eso, en el desempeño de este cargo, quiero esforzarme con toda la entrega porque se necesita continuar con el perfeccionamiento de las fuerzas armadas. Y en eso señores, este gobierno tiene una virtud. Puede haber un cambio en la persona pero no va haber un cambio en el programa. Seguiremos con lo que corresponde y con lo que debe ser. No podemos abandonar ese núcleo básico de defensa. Tenemos que continuar. Y tenemos que completarlo, tal como ha sido estructurado y ha sido ya conversado. Tenemos que mejorar al personal. Eso es un tema que se está estudiando y se está trabajando, eso tenemos que continuarlo. Que los recursos no son ingentes, por supuesto que no lo son. Sabemos las limitaciones que tiene nuestro país. Pero no por ello, tenemos que hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para continuar y mejorar las condiciones. En eso estamos. Y si hay que hacer reingeniería, la haremos. Pero debemos mejorar. Creo que con estos dos temas lo que quiero enfatizar, es que vamos a continuar con esas labores que se iniciaron ya en los antecesores. Lo hizo el embajador Wagner, a quien respeto y aprecio, con gran esfuerzo. Lo hizo igual, el doctor Flores-Araoz; lo ha hecho el ingeniero Rey y lo voy a continuar yo. Más allá de la coyuntura, lo anecdótico, o lo político, o la cosa menuda. A mí lo que me interesa es el Perú. Lo que me interesa es el país. ¡Vivan las Fuerzas Armadas! ¡Viva el Perú!