(Download all Papers) - UDO Agrícola

Transcripción

(Download all Papers) - UDO Agrícola
UDO Agrícola
“
VOLUMEN 12
JULIO-SEPTIEMBRE 2012
Revista Científica de la Escuela de Ingeniería
Agronómica de la Universidad de Oriente
ISSN 1317 - 9152
Depósito Legal pp200102Mo1203
NÚMERO 3
UNIVERSIDAD DE ORIENTE
Autoridades Rectorales
Rector: Milena Bravo de Romero
Vice-Rector Académico: Jesús Martínez Yépez
Vice-Rector Administrativo: Tahís Pico de Olivero
Secretario: Juan Bolaños Curvelo
Autoridades del Núcleo Monagas
Decano: Ernesto Hurtado
Coordinador Académico: Felix Cedeño
Coordinador Administrativo: Nelson Montenegro
Director Escuela de Ingeniería Agronómica: Omar Lanz
Jefe Departamento de Agronomía: María Zerpa
Jefe Departamento de Ingeniería Agrícola: Marden Vásquez
Jefe Departamento de Economía Agrícola: Angel Martínez
Impreso en Maturín por el Departamento de Publicaciones del Núcleo de Monagas de la Universidad
de Oriente, Venezuela. 100 ejemplares
Diseño y Diagramación (Edición Técnica) realizados por Prof. Jesús Rafael Méndez Natera
Páginas en Internet de la Revista: http://udoagricola.udo.edu.ve, http://www.udoagricola.orgfree.com,
http://www.bioline.org.br/cg, http://udoagricola.150m.com
http://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?tipo_busqueda=CODIGO&clave_revista=8490
(En estas páginas en Internet se muestran las fotos a todo color)
Volumen 12
Julio-Septiembre 2012
Número 3
REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA
Revista de la Escuela de Ingeniería Agronómica del Núcleo de Monagas de la Universidad de
Oriente
La REVISTA CIENTIFICA UDO AGRÍCOLA de la Escuela de Ingeniería Agronómica de la
Universidad de Oriente, es una publicación arbitrada de distribución gratuita que publica un volumen al año con
un número por volumen, pudiéndose publicar uno o más suplementos por volumen. La presentación de trabajos
implica el compromiso del autor o autores en cuanto a que el material presentado no ha sido ni será publicado en
otros medios de difusión, ya sean extranjeros o nacionales. La Revista publica artículos científicos originales e
inéditos en Ciencias Agrícolas que enfoquen aspectos de agronomía, botánica, entomología, fitopatología,
suelos, ingeniería agrícola, genética y mejoramiento de plantas, ecología, biotecnología, sociales, economía, etc.
También pueden artículos en las áreas de Veterinaria, Zootecnia, Tecnología de Alimentos, Ambiente y Biología
terrestre y acuática tanto vegetal como animal. Pueden publicarse avances de trabajos, notas técnicas, cartas con
opiniones o comentarios debidamente argumentados y reseñas de libros, así mismo podrán publicarse revisiones
bibliográficas o monografías, a solicitud del Consejo Directivo o por iniciativa propia del autor o autores. La
Revista no se hace responsable de los conceptos y opiniones emitidos por los autores de los trabajos publicados
en la misma. Para solicitar cualquier información puede enviar un correo a la siguiente dirección electrónica:
[email protected]. Abreviatura recomendada para citas bibliográficas: UDO Ag.
La Revista Científica UDO Agrícola está indexada en Catálogo de Latindex (México), Scopus
(Holanda), CABI Abstracts Database (Reino Unido), Bioline International System (Canadá), Registro
(Acreditación) de Publicaciones Científicas y Tecnológicas Venezolanas del FONACIT, Índice, Biblioteca
Electrónica de Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología (REVENCYT) Código RVR037 (Fundacite
Mérida, Venezuela), Base de Datos Periódica (México) y Difusión de Alertas en la Red (Dialnet) (España).
Adicionamente está indexada em Electronic Sites of Leading Botany, Plant Biology and Science
Journals (http://www.e-journals.org/botany/#R) y Genamics JournalSeek (http://journalseek.net/cgibin/journalseek/journalsearch.cgi?field=issn&query=1317-9152). Biblioteca Virtual de Biotecnología para las
Américas, Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México
(http://biblioteca.ibt.unam.mx/virtual/letra.php?letra=R); BiblioVie, Le portail d'information scientifique des
unités CNRS en Sciences de la Vie. Francia. http://bibliovie.inist.fr/revues_chercher.php?id
=2821&adv=&search=&searchAdv=&lettre=acces=&dom=BIO&sousdom=AGR&port=&ed=&limit=0&numse
l=89, E-Journals, Zugänglich für TU BS, Universitätsbibliothek der TU Braunschweig, Pockelsstr,
Braunschweig. Alemania. http://www.biblio.tu-bs.de/db/cool/grec.php?urN=45295 y Electronic Journals
Libraryhttp://rzblx1.uniregensburg.de/ezeit/warpto.phtml?bibid=AAAAA&colors= 7&lang=en&jour_id=56398
EDITORIAL
En el marco del Año Jubilar de la Escuela de Ingeniería Agronómica, cuyos 50 años se cumplieron el
pasado mes febrero, las autoridades del Núcleo de Monagas reconocieron la labor de los docentes jubilados y
activos que conforman esta unidad académica, al imponer un “Botón de Honor”. Nos reunimos, los profesores
de la primera Escuela del Núcleo de Monagas, lo que marcó un reencuentro entre el ayer, el hoy y el futuro de la
Escuela de Ingeniería Agronómica, que en sus cincuenta años ha sido factor fundamental para el desarrollo
agrícola de la región y del país. El momento fue propicio para la presentación del video remembranza
“Agronomía: 50 años, tres Cum Laudes y una licencia MERCOSUR”, una producción audiovisual para rendir
homenaje a esta Escuela Cincuentenaria y a quienes en 50 años han sabido producir la mejor cosecha de
Ingenieros Agrónomos del país, hombres y mujeres quines desde las aulas monaguenses han sabido dirigir
importantes instituciones y organizaciones, ministerios, gobernaciones, alcaldías y hasta las riendas de esta
misma academia. Esta fiesta académica, donde reinó la camaradería, los abrazos de reencuentros y el
entusiasmo, sirvió para que Pedro Luis Urriola, reconocido docente jubilado e investigador udista, presentara y
bautizara el segundo volumen de su libro “La Agricultura en el estado Monagas: el ayer, el hoy y el mañana”.
Del pueblo venimos y hacia el pueblo vamos
Los Editores
Revista Científica UDO Agrícola
Volumen 12, N° 3, 2012
Comité Editorial
Editores Principales (Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente)
Jesús Rafael Méndez Natera
Víctor Alejandro Otahola Gómez
Editores Asociados (Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente)
Departamento de Agronomía: Nilda Alcorcés de Guerra
Departamento de Ingeniería Agrícola: Américo José Hossne García
Departamento de Economía: Beatriz Febres de Milano
Consejo de Árbitros del Volumen 2012 No 3
Abeer Nafeaa
Adeyinka Adeniyi Odunsi
Ahmed A. Njidda
Ainhoa Arana Cuenca
Alberto Enrique Becerril Román
Alberto Vélez van Meerbeke
Alejandro Casimiro Michel
Aceves
Alexia Torres
Ali Morad Hassanli
Álvaro Benavides González
Amancio Alvarado
Ana Gabriela Pérez Castillo
Ana Laura Lara Domínguez
Ana Paula de Faria
Andreas Gaigl
Anette Wichman
Ángel Villegas Monter
Ángela María Burgos
Antonio Vicent
Physiology Department, Faculty of Veterinary Medicine, Moshtohor, Benha University,
Benha, Egypt.
Department of Animal Production and Health, Ladoke Akintola University of
Technology, P. M. B. 4000, Ogbomoso, Nigeria.
Department of Animal Science, Bayero University, Kano, P.M.B. 3011, Kano, Nigeria.
Universidad Politécnica de Pachuca, Carretera Pachuca-Ciudad Sahagún Km. 20,
Zempoala, Hidalgo, México.
Programa de Fruticultura, Colegio de Postgraduados. Km 36,5 Carretera MéxicoTexcoco, Montecillo, Estado de México. C. P. 56230. México.
Oficina de Investigaciones, Facultad de Medicina, Universidad del Rosario. Carrera 24
# 63C- 69 Quinta de Mutis, Bogotá, Colombia.
Colegio Superior Agropecuario del Estado de Guerrero, Centro de Estudios
Profesionales, Avenida Vicente Guerrero No. 81, Colonia Centro, 1er piso. Iguala,
Guerrero, C. P. 40000, México.
Departamento de Procesos Biológicos y Bioquímicos, Edif. QYP, Universidad Simón
Bolívar (USB), Caracas 1080, Venezuela.
Desert Management Department, School of Agriculture, Shiraz University, Shiraz, Iran.
Universidad Nacional Agraria. Programa Recursos Genéticos Nicaragüense. Desarrollo
Participativo Integral Rural (DEPARTIR). Km 12 1/2 Carretera Norte, Managua,
Nicaragua.
Mejoramiento Genético de Palma Aceitera. ASD de Costa Rica. Apartado Postal 301000, San José, Costa Rica.
Centro de Investigación en Contaminación Ambiental, Escuela de Química,
Universidad de Costa Rica, 2060 San José, Costa Rica.
Instituto de Ecología, A.C. Carretera antigua a Coatepec 351. Congregación El Haya.
Xalapa 91070, Veracruz, México.
Instituto de Ciêncais Biológicas (ICB), Departamento de Botânica, Universidade
Federal de Minas Gerais (UFMG), Laboratório de Fisiologia Vegetal, Bloco I2, Sala
254. Avenida Antônio Carlos, 6627. Pampulha. Caixa Postal 486 -31270-901, Belo
Horizonte, Minas Gerais, Brasil
Facultad de Agronomía, Universidad Nacional de Colombia, Ciudad Universitaria,
Sede Bogotá. Avenida Carrera 30 # 45-03, Edificio 500, Bogotá, Colombia.
Department of Animal Environment and Health, Swedish University of Agricultural
Sciences, Sweden.
Posgrado de Recursos Genéticos y Productividad-Fruticultura. Colegio de
Posgraduados, Campus Montecillo. Km 36,5 Carretera México-Texcoco. 56230,
Montecillo, Texcoco, Estado de México.
Departamento de Producción Vegetal. Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad
Nacional del Nordeste (UNNE). Sargento Cabral 2131 (3.400). Corrientes, Argentina.
Centro de Protección Vegetal y Biotecnología. Instituto Valenciano de Investigaciones
Arturo Aguirre León
Atilio Alberto Higuera Moros
Auris Damely García M.
Belgin Cakmak
Benjamín Ortiz Espejel
Bonifacio Vicentino
Brendan Ikechukwu Odo
Caridad González Fernández
Carlos A. Busso
Carlos Alberto Ortega Ojeda
Carlos Fernández Paniagua
Carlos José López Herrera
Carlos M. Chinchilla
Carlos Manuel Bedia Sánchez
Carolina Palomino
Cateryna Aiello Mazzarri
Cipriano García Gutiérrez
Claudia Rodríguez
Consuelo Lobato Calleros
Deivis Milla
Diofanor Acevedo Correa
Dorian Rodríguez González
Eduardo Ferrandini Banchero
Agrarias (IVIA). Apartado Oficial, Moncada 46113, Valencia. España.
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Departamento El Hombre y su
Ambiente. Calzada del Hueso 1100, Colonia Villa Quietud, México 04960, D.F.
México.
Facultad de Agronomía, Universidad del Zulia (LUZ). Avenida 16 (Guajira). Ciudad
Universitaria “Dr. Antonio Borjas Romero”. Núcleo Agropecuario. Maracaibo, estado
Zulia, Venezuela.
Laboratorio de Bioquímica de Alimentos, Instituto de Química y Tecnología, Facultad
de Agronomía. Universidad Central de Venezuela. Apdo. 4579. Maracay 2101. Estado
Aragua. Venezuela.
Ankara University, Faculty of Agriculture, Department of Agricultural Structures and
Irrigation. 06110 Dıskapı, Ankara, Turkey.
Universidad Iberoamericana Puebla. Boulevard del Niño Poblano No. 2901. Unidad
Territorial Atlixcáyotl, Puebla, C. P. 72197. Puebla, México.
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Estación Experimental
Agropecuaria El Colorado. Av. Carlos Pellegrini s/n Acc. Sur (3603), El Colorado,
Formosa, Argentina.
Department of Animal/Fisheries Science and Management, Enugu State University of
Science and Technology, P.M.B. 01660, Enugu, Enugu State, Nigeria.
Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical. Avenida 7.a No. 3005 e/ 30 y 32,
Playa, Ciudad de La Habana, Cuba.
Departamento de Agronomía. Universidad Nacional del Sur. Altos del Palihue 8000.
Bahía Blanca, Buenos Aires. Argentina.
Laboratorios de Biotecnología y Servicios Asociados (LABIOTSA) y Facultad de
Agronomía, Universidad Central del Ecuador. Teniente Teodoro Carrión Oe6-36 y
Machala (Quito Norte). Quito, Ecuador.
Consultor en Perú. ASD de Costa Rica.
Instituto de Agricultura Sostenible (IAS), Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC). Avenida Menéndez Pidal s/n Campus Alameda del Obispo
Apartado 4084 14080. Córdoba. España.
Agronomía y Protección de Plantas. ASD de Costa Rica. Apartado Postal 30-1000, San
José, Costa Rica.
Laboratorio de Ecología y Conservación, Facultad de Estudios Superiores. Iztacala,
Universidad Autónoma de México (UNAM). Avenida De Los Barrios No. 1, Los Reyes
Iztacala, Tlalnepantla, Estado de México, C.P. 54090. México.
Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICTA). Facultad de Ciencias.
Universidad Central de Venezuela. Calle Suapure, Colinas de Bello Monte. Distrito
Capital, municipio Baruta, estado Miranda, Venezuela.
Laboratorios de Tecnología de Alimentos y Fermentaciones Industriales. Departamento
de Ingeniería Bioquímica. Escuela de Ingeniería Química. Facultad de Ingeniería.
Universidad del Zulia. Maracaibo, estado Zulia, Venezuela.
Laboratorio de Bioinsecticidas. Centro Interdisciplinario de Investigación para el
Desarrollo Regional Oaxaca. Instituto Politécnico Nacional, Comisión de Operación y
Fomento de Actividades Académicas (CIIDIR-IPN-COFAA). Unidad Sinaloa.
Boulevard Juan de Dios Bátiz Paredes No. 250. C.P. 81101. Guasave, Sinaloa, México.
Ecologia. Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Nacional de Río Cuarto,
Río Cuarto, Córdoba, Argentina.
Departamento de Preparatoria Agrícola y Departamento de Ingeniería Agroindustrial,
Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México-Texcoco, km 38.5, Chapingo,
Estado de México, C.P. 56230, México.
Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Decanato de Agronomía.
Departamento de Fitotecnia. Código Postal 3001. Barquisimieto, estado Lara,
Venezuela.
Ingeniería de Alimentos, Falcultad de Ingeniería, Universidad de Cartagena, Cartagena,
Colombia.
Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Decanato de Agronomía.
Barquisimeto. Estado Lara. Venezuela
Departamento de Tecnología de los Alimentos, Nutrición y Bromatología. Facultad de
Veterinaria. Universidad de Murcia. Avenida Teniente Flomesta, 5 – 30003. Murcia.
Eduardo Spiaggi
Egon Andres Bogado
Elba Sangronis
Elena Villacrés Poveda
Elevina Eduvigis Pérez Sira
Eliú G. Herrera Navarro
Emmanuel Oluropo Akinfala
Ena Luisa Chocano Arévalo
Eroarome Martin Aregheore
Eugenio de Jesús Guerrero
Eva Tůmová
Finn Plauborg
Francesco Giuffrida
Francia C. Fuenmayor Campos
Francia Elena Valencia García
Francisco Javier Serna Cardona
Freddy Javier Lopez Molina
Freddy Leal Pinto
Gelis T. Torrealba N.
Grace Takpejewho Iyeghe
Erakpotobor
Greivin Fallas B.
Grigna J. Piña Dumoulín
Guillermo Acevedo Ampié
Hilmig Viloria
España.
Observatorio del Sur, Facultad de Ciencia Política y RRII, Universidad Nacional de
Rosario. Berutti y Riobamba - Monoblock I. Ala Oeste- Primer Piso S.C.I. 2000. Santa
Fé. Argentina.
Sección Leguminosas de Consumo. Centro de Investigacion Capitan Miranda (CICM),
Centro Regional de Investigación Agrícola (CRIA), Instituto Paraguayo de Tecnologia
Agraria (IPTA). Ruta 6ta, Km 16. Capitan Miranda, Departamento de Itapua. Paraguay.
Departamento de Procesos Biológicos y Bioquímicos. Universidad Simón Bolívar.
Edificio QYP, Oficina 121. Sartenejas, Baruta. Apartado Postal 89000. Venezuela.
Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias (INIAP). Estación
Experimental Santa Catalina. Departamento de Nutrición y Calidad de Alimentos.
Panamericana Sur Km. 1, Sector Cutuglagua, Cantón Mejía, Pichincha, Ecuador.
Instituto de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (ICTA). Facultad de Ciencias.
Universidad Central de Venezuela. Calle Suapure, Colinas de Bello Monte. Distrito
Capital, municipio Baruta, estado Miranda, Venezuela.
Departamento de Entomología, Colegio de Postgraduados 56230, Estado de México.
México.
Department of Animal Sciences, Obafemi Awolowo University, Ile-Ife, Nigeria.
Departamentos de Ictiología y Limnología. Museo de Historia Natural (MHN).
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM). Av. Universitaria/Av. Germán
Amézaga s/n. Edificio Jorge Basadre Ciudad Universitaria, Lima. Perú.
Livestock Production Systems/Applied Animal Nutrition. Department of Animal Health
and Production. Faculty of Veterinary Medicine. University of Nigeria. Nsukka,
Nigeria.
Departamento de Agronomía, Facultad de Agronomía, Universidad Nacional de
Colombia. Bogotá, Colombia.
Department of Animal Husbandry, Czech University of Life Sciences, 166 21 Prague 6
Suchdol, Czech Republic.
Department of Agroecology and Environment, Faculty of Agricultural Sciences, Aarhus
University, Blichers Allé 20, Postboks 50, DK-8830 Tjele, Denmark.
University of Catania, Department of Agriculture and Food Science, Via Valdisavoia, 5
– 95123 Catania, Italy.
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). Centro Nacional de
Investigaciones Agropecuaria (CENIAP). Maracay, estado Aragua, Venezuela
Departamento de Alimentos, Facultad de Química Farmacéutica, Universidad de
Antioquia. Calle 67 No 53-108, Bloque 2. Medellín, Colombia.
Universidad Nacional de Colombia, Sede Bogotá. Facultad de Agronomía. Museo
Entomológico Universidad Nacional Agronomía Bogotá (UNAB). A.A. 14490, Bogotá,
Colombia.
Departamento de Ciencias Agropecuarias, Universidad del Cauca. Bloque
Administrativo de la Facultad de Ciencias Agropecuarias. Vereda Las GuacasKilómetro 3 vía Penitenciaria de San Isidro. Popayán, Colombia.
Facultad de Agronomía. Universidad Central de Venezuela. Maracay. Estado Aragua,
Venezuela.
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA)-Guárico. Carretera Nacional
Calabozo-San Fernando de Apure, Km. 28. Banco de San Pedro, Calabozo, estado
Guarico, Venezuela.
Rabbit Research Unit, National Animal Production Research Institute, Department of
Animal Science, Faculty of Agriculture, Ahmadu Bello University, Samaru, Zaria.
Kaduna, Nigeria.
Fundación INCIENSA, Liberia, Guanacaste. Torre La Sabana, Piso 7, Sabana Norte,
San José, Costa Rica.
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA)-CENIAP, Avenida Casanova
Godoy. Recinto Universitario Universidad Central de Venezuela. Edificio 07. Maracay
2101, estado Aragua. Apartado Postal 4653, Venezuela.
Facultad de Tecnología de la Construcción, Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
PO Box 5595, Managua, Nicaragua.
Departamento de Ciencias, Unidad de Estudios Básicos, Universidad de Oriente.
Campus Los Guaritos, Maturín, 6201, estado Monagas. Venezuela.
Hugo Calvache Guerrero
Ibisime Etela
Iran Alia Tejacal
Iria del Carmen Acevedo Pons
Isabel Aburto Rizo
Jaime Ruiz Vega
Jiakui Li
Jonathan Franco López
Jorge Alirio Monsalve Canchica
José Juan Castro Hernández
José Luis García R.
José Nahed Toral
José Roberto Sanginés García
Juan Bautista Pineda Perez
Juan Ygnacio López Caraballo
Julieta Ledezma Arias
Julio César Rodríguez Reyes
Julio Javier Diez Casero
K. Ramaiah Sridhar
Leonardo Romero
Ligia María Arias Giraldo
Lorella Giuliotti
Luis A. Brumovsky
Luis Alberto Avilán Rovira
Luis Cedeño
Área de Entomología. Centro de Investigación de la Palma de Aceite (CENIPALMA).
Km. 9 No.71-42, 5o. Piso. Bogotá D. F. Colombia.
Department of Animal Science and Fisheries, Faculty of Agriculture, University of Port
Harcourt. East-West Road, Choba, P.M.B. 5323, Port Harcourt, Rivers State, Nigeria.
Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Unidad Biomédica, Avenida Universidad Núm. 1001, Colonia Chamilpa, C.P. 62209
Cuernavaca, Morelos, México.
Departamento de Gerencia y Estudios Generales. Programa de Tecnología e Ingeniería
Agroindustrial. Decanato de Agronomía. Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado (UCLA). Tarabana, estado Lara, Venezuela.
Instituto Nicaragüense de Tecnología Agropecuaria (INTA), Colonia Centroamérica,
Contiguo al Distrito 5, Policía Nacional-Apartado Postal 1247, Managua, Nicaragua.
Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Regional Oaxaca. Instituto
Politécnico Nacional (CIIDIR – IPN – Unidad Oaxaca). Calle Hornos 1003 Santa Cruz
Xoxocotlán. C.P. 71230 Oaxaca, México.
College of Veterinary Medicine, Huazhong Agricultural University, Wuhan 430070,
China.
Laboratorio de Ecología y Conservación, Facultad de Estudios Superiores. Iztacala,
Universidad Autónoma de México (UNAM). Avenida De Los Barrios No. 1, Los Reyes
Iztacala, Tlalnepantla, Estado de México, C.P. 54090. México.
Ingeniería de Alimentos, Universidad Simón Rodríguez. Carretera Canoabo-Urama,
Municipio Bejuma, Edo. Carabobo, Venezuela.
Departamento de Biología, Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Edificio de
Ciencias Básicas, Campus de Tafira, 35017. Las Palmas de Gran Canaria. España.
Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez. Núcleo Maracay, estado Aragua,
Venezuela.
El Colegio de la Frontera Sur. Carretera Panamericana y Periférico Sur S/N, San
Cristóbal de Las Casas, C. P. 29290. Chiapas. México.
Instituto Tecnológico de Conkal, km 16.3 Carretera Mérida-Motul, Conkal, Yucatán,
México.
Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado (UCLA), Decanato de Agronomía.
Barquisimeto. Estado Lara. Venezuela
Centro Regional de Investigaciones Ambientales (CRIA). Campus Guatamare,
Universidad de Oriente, Avenida 31 de Julio Sector Guatamare, Isla de Margarita,
estado Nueva Esparta, Venezuela.
Museo de Historia Natural Noel Kempff Mercado (NKM), Avenida Irala 565, Casilla,
2489 Santa Cruz, Bolivia.
Centro Regional de Investigaciones Ambientales (CRIA). Campus Guatamare,
Universidad de Oriente, Avenida 31 de Julio Sector Guatamare, Isla de Margarita,
estado Nueva Esparta, Venezuela.
Instituto de Investigación en Manejo Forestal Sostenible. Departamento de Producción
Vegetal y Recursos Forestales, Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias.
Campus Yutera. Edificio E. Despacho 204. Avenida de Madrid 44 34071. Palencia,
España.
Microbiology and Biotechnology, Department of Biosciences, Mangalore University,
Mangalagangotri 574 199, Karnataka, India.
Departamento de Zoología. Facultad de Ciencias Biológicas. Universidad Nacional
Mayor de San Marcos. Apartado postal 11-0058, Lima, Perú.
Centro de Investigaciones y Estudios en Biodiversidad y Recursos Genéticos,
CIEBREG. Grupo de Investigación Gestión en Agroecosistemas Tropicales Andinos
(GATA). Universidad Tecnológica de Pereira, Facultad de Ciencias Ambientales, AA
097. Pereira, Colombia.
Dipartimento di Scienze, Fisiologiche, Facoltà di Medicina Veterinaria, Università di
Pisa, via San Zeno, 56100. Pisa, Italy.
Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales. Universidad Nacional de
Misiones, Félix de Azara 1552 (3300), Posadas, Misiones. Argentina.
Centro Nacional de Investigaciones Agropecuarias. Apdo. 4653. Av. Universidad, vía el
Limón. Maracay 2101, estado Aragua. Venezuela.
Instituto de Investigaciones Agropecuarias (IIAP), Universidad de Los Andes (ULA),
Apartado. 77. La Hechicera, Mérida 5101A, estado Mérida. Venezuela.
Instituto de Ciencia Animal. Carretera Central, Km 47 ½, San José de las Lajas,
Mayabeque, Apartado 24, Cuba.
Madeleidy Martínez Pérez
Instituto de Ciencia Animal. Carretera Central, Km 47 ½, San José de las Lajas,
Mayabeque, Apartado 24, Cuba.
María Del Carmen De Gouveia P. Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA)-Guárico. Carretera Nacional
Calabozo-San Fernando de Apure, Km. 28. Banco de San Pedro, Calabozo, estado
Guarico, Venezuela.
María Elena Siqueiros Delgado
Universidad Autónoma de Aguascalientes, Departamento de Biología, Centro de
Ciencias Básicas. Av. Universidad No. 490, C.P. 20100. Aguascalientes,
Aguascalientes, México.
María Gabriela Cabrera
Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), Facultad de Ciencias Agrarias, Sargento
Cabral 2131, C. P. 3400, Corrientes, Argentina
María Ligia Roa Vega
Escuela Ciencias Animales. Universidad de los Llanos. Villavicencio, A.A. 2333. Meta,
Colombia.
María Neftalí Rojas Valencia
Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Ingeniería. Edif. 5, Post Box
70-472, Coyoacán, 04510 México, D.F., Mexico.
Maria Novella Benvenuti
Dipartimento di Scienze, Fisiologiche, Facoltà di Medicina Veterinaria, Università di
Pisa, via San Zeno, 56100. Pisa, Italy.
Mario Pérez Grajales
Departamento de Horticultura, Universidad Autónoma Chapingo (UACh). km 38.5
carretera México - Texcoco. CP 56230, Chapingo, Estado de México. México,
Maritza Yamarte Chirinos
Insituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA-Zulia). Carretera vía Perija Km.
7, Maracaibo, estado Zulia, Venezuela.
Marta Chiappe Hernández
Departamento de Ciencias Sociales. Facultad de Agronomía, Universidad de la
República Oriental del Uruguay. Garzón 780 CP 12900, Montevideo, Uruguay.
Marta Coll Montón
Instituto de Ciencias del Mar (ICM). Departamento de Recursos Marins Renovables.
Passeig Marítim de la Barceloneta, 37-49. E-08003, Barcelona, España.
Mateo Fabián Itzá Ortiz
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Instituto de Ciencias Biomédicas.
Departamento de Ciencias Veterinarias, Avenida Benjamín Franklin #4651, Circuito
Pronaf, 32315, Ciudad Juárez, Chihuahua. México.
Matics Zsolt
MTA - KE Research Group of Animal Breeding and Hygiene, University of Kaposvár,
Hungary.
Michel Leiva Mora
Instituto de Biotecnología de las Plantas (IBP), Universidad Central ‘Marta Abreu’ de
Las Villas. Carretera a Camajuaní Km 5,5, Santa Clara, Villa Clara, C. P. 54 830, Cuba.
Migdalia Díaz Vargas
Laboratorio de Hidrobiología, Centro de Investigaciones Biológicas. Universidad
Autónoma del Estado de Morelos. Avenida Universidad 1001 Colonia Chamilpa, C. P.
62210, Cuernavaca, Morelos, México.
Miguel Bernardo Nájera Rincón Patología y Manejo Agroecológico de Insectos. Campo Experimental Uruapan. Instituto
Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Avenida
Latinoamericana No. 1101. Colonia Revolución. C. P. 60500. Uruapan, Michoacán,
México.
Miguel Mancini
Área de Acuicultura, Facultad de Agronomía y Veterinaria, Universidad Nacional de
Río Cuarto Ruta Nacional 36 Km 601. (5800) Río Cuarto, Argentina.
Munir Mustafa Al-Bashan
Department of Biology, College of Science, Taif University, Taif, P. O. Box 971,
Kingdom of Saudi Arabia.
Neidy Lorena Clavijo Ponce
Departamento Desarrollo Rural y Regional. Pontificia Universidad Javeriana.
Transversal 4 No. 42-00. Edificio J. Rafael Arboleda, S.J. Piso 8. Bogotá, D. C.
Colombia.
Nelson José Montaño Mata
Universidad de Oriente. Núcleo Monagas, Escuela de Ingeniería Agronómica.
Departamento de Agronomía. Avenida Universidad Campus Los Guaritos. Maturín.
6201. estado Monagas. Venezuela.
Netzahualcoyotl Mayek Pérez
Centro de Biotecnología Genómica, Instituto Politécnico Nacional. Boulevard del
Maestro esquina Elías Piña s/n, Colonia Narciso Mendoza. C.P. 88710, Reynosa,
México.
Nicacio Cruz Huerta
Posgrado en Recursos Genéticos y Productividad, Colegio de Postgraduados, carretera
México–Texcoco, km 35.5 Montecillo, Texcoco, 56230, Estado de México, México.
Ninive Espinoza Rodríguez
Laboratorio de Oceanografía y Ecología Molecular, Departamento de Biología,
Facultad Experimental de Ciencias, Universidad del Zulia, Avenida Universidad Grano de Oro, Apartado 526, Maracaibo, Estado Zulia, Venezuela.
Luis Enrique Dihigo Cuttis
Norkys Meza
Oscar García
Oscar Jaime Restrepo Baena
Oscar Mitsuo Yamashita
Oscar Rojas López
Osmar Quijada
Pedro Cerezal Mezquita
Pedro Emilio Mondino Hintz
Pedro Jiménez Prado
Pedro José López Guaimacuto
Pedro Paneque Rondón
Petra M. Madriz Istúriz
Pilar América Romero Castillo
Primitivo Díaz Mederos
Ricardo Daniel Améndola
Massiotti
Riccardo d’Andria
Roberto Eduardo Lecuona
Roberto Lezama Gutiérrez
Rodrigo García Ferreira
Rubén La Rossa
Sandra Maria Alaniz Ferro
Santiago A. Barbona
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA-Trujillo). Vía Valera 3139.
Pampanito, estado Trujillo. Venezuela.
Departamento de Gerencia y Estudios Generales. Programa de Tecnología e Ingeniería
Agroindustrial. Decanato de Agronomía. Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado (UCLA). Tarabana, estado Lara, Venezuela.
Escuela de Ingeniería de Materiales. Facultad de Minas. Universidad Nacional de
Colombia. Carrera 80 #65-223 Bloque M7-205 Apartado Aéreo 1027, Medellín,
Colombia.
Departamento de Agronomia, Universidade do Estado de Mato Grosso, Campus
Universitário de Alta Floresta, Caixa Postal 324, 78580-000 Alta Floresta, Mato
Grosso, Brasil.
Universidad Autónoma Chapingo. Departamento de Zootecnia. Producción Animal,
Sección de Forrajes. Km 38,5 Carretera. México-Texcoco. CP 56230, Chapingo, Estado
de México. México.
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). Km 7 vía a Perijá, Maracaibo,
estado Zulia, Apartado Postal 1316, Venezuela.
Departamento de Alimentos. Facultad de Recursos del Mar. Universidad de
Antofagasta. Avenida Universidad de Antofagasta. 02800 Campus Coloso. Casilla 170.
Antofagasta. Chile.
Unidad de Fitopatología, Departamento de Protección Vegetal, Facultad de Agronomía,
Universidad de la República. Avenida Garzón 780. C. P. 12900 Montevideo, Uruguay.
Pontificia Universidad Católica del Ecuador Sede Esmeraldas. Calle Espejo s/n y subida
a Santa Cruz, Esmeraldas. Ecuador.
Centro Regional de Investigaciones Ambientales (CRIA). Campus Guatamare,
Universidad de Oriente, Avenida 31 de Julio Sector Guatamare, Isla de Margarita,
estado Nueva Esparta, Venezuela.
Universidad Agraria de La Habana (UNAH), Facultad de Ciencias Técnicas, Centro de
Mecanización Agropecuaria (CEMA), Carretera de Tapaste y Autopista Nacional, San
José de las Lajas, Mayabeque, CP: 32700, Cuba.
Facultad de Agronomía. Universidad Central de Venezuela (UCV), Maracay, estado
Aragua, Venezuela.
Departamento de Ingeniería Agroindustrial. Posgrado en Ciencia y Tecnología
Agroalimentaria. Universidad Autónoma Chapingo. México.
Centro de Investigación Regional Pacifico Centro (CIRPAC). Instituto Nacional de
Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP). Interior Parque los
Colomos s/n, Colonia Providencia C. P. 44660. Guadalajara, Jalisco, México.
Universidad Autónoma Chapingo. Departamento de Zootecnia. Producción Animal,
Sección de Forrajes. Km 38,5 Carretera. México-Texcoco. CP 56230, Chapingo, Estado
de México. México.
Consiglio Nazionale delle Ricerche (CNR). Istituto per i Sistemi Agricoli e Forestali del
Mediterraneo. Via Patacca 85, 80056 Ercolano, Napoli, Italy.
Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA), Centro de Investigación en
Ciencias Veterinarias y Agronómicas (CICVYA), Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA). Nicolás Repetto y de los Reseros s/n (1686), Hurlingham,
Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima,
Autopista Colima-Manzanillo Km 40, Tecomán, C. P. 28100, Colima, México.
Facultad de Veterinaria, Universidad de la República de Uruguay. Avenida Alberto
Lasplaces 1550, Montevideo, Uruguay.
Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola (IMyZA), Centro de Investigación en
Ciencias Veterinarias y Agronómicas (CICVYA), Instituto Nacional de Tecnología
Agropecuaria (INTA). Nicolás Repetto y de los Reseros s/n (1686), Hurlingham,
Provincia de Buenos Aires, Argentina.
Unidad de Fitopatología, Departamento de Protección Vegetal, Facultad de Agronomía,
Universidad de la República. Avenida Garzón 780. C. P. 12900 Montevideo, Uruguay.
Programa Regional Hortícola. Centro Regional Chaco–Formosa. Proyecto Tecnología
para la Producción de Mandioca. Estación Experimental Agropecuaria Colonia Benítez.
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Marcos Briolini s/n (3505), Chaco
Argentina.
Sebastião Carneiro Guimarães
Silvia Bautista Baños
Silvia Díaz Ruiz
Talha E. E. Abbas
Tarek M. Shafey
Teodulfo Aquino Bolaños
Teresa Francisca Mier González
Timothy Rotimi Fayeye
Víctor Manuel Hernández
Velázquez
Victoria Rossmary Santacruz
Oviedo
Yaxcelys A. Caldera
Departamento de Fitotecnia e Fitossanidade, Faculdade de Agronomia e Medicina
Veterinária, Universidade Federal de Mato Grosso, Avenida Fernando Corrêa da Costa
s/n, s/n Bairro Coxipó 78060-900 Cuiabá, Mato Grosso, Brasil.
Centro de Desarrollo de Productos Bióticos, Instituto Politécnico Nacional (IPN). Km
8,5 Carretera Yautepec-Jojutla, Colonia San Isidro. 62731, Yautepec, Morelos. México.
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Departamento de Hidrobiología. Lab.
Ictiología y Ecolgía Costera. Apartado Postal 55-535, México 09340, D. F. México.
Department of Poultry Production and Technology, Faculty of Agricultural Technology
and Fish Science, University of Alneelain, P.O. Box: 12702, Khartoum, Sudan.
Department of Animal Production, University of King Saud, College of Agriculture.
P.O. Box 2460, Riyadh 11451, Kingdom of Saudi Arabia.
Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Regional Oaxaca. Instituto
Politécnico Nacional (CIIDIR – IPN – Unidad Oaxaca). Calle Hornos 1003 Santa Cruz
Xoxocotlán. C.P. 71230 Oaxaca, México.
Laboratorio de Micología, Departamento El Hombre y su Ambiente, División de
Ciencias Biológicas y de la Salud, Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Calzada del Hueso 1100, Colonia Villa Quietud, 04960. Xochimilco, D. F. México.
Department Animal Production, Faculty of Agriculture, University of Ilorin, P. M. B
1515, Ilorin, Kwara State, Nigeria.
Centro de Investigación en Biotecnología (CEIB). Cuerpo Académico de Entomología
y Fitopatología. Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Avenida
Universidad 1001, Colonia Chamilpa, Cuernavaca, C. P. 62210. Morelos, México.
Sección Leguminosas de Consumo. Centro de Investigacion Capitan Miranda (CICM),
Centro Regional de Investigación Agrícola (CRIA), Instituto Paraguayo de Tecnologia
Agraria (IPTA). Ruta 6ta, Km 16. Capitan Miranda, Departamento de Itapua. Paraguay.
Laboratorio de Investigaciones Ambientales. Núcleo Costa Oriental del Lago.
Universidad del Zulia. Cabimas, estado Zulia, Venezuela.
Del Pueblo Venimos y hacia el Pueblo Vamos
REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA
Volumen 12
Julio-Septiembre 2012
Número 3
CONTENIDO
Páginas
Artículo de Revisión (Review Paper)
Edilberto GUEVARA PÉREZ
Lineamientos para la formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los
resultados
Guidelines for formulation of research proposals and scientific diffusion of results
Agronomía. Evaluación de Cultivares (Agronomy. Cultivar Evaluation)
Michel José HERNÁNDEZ GONZÁLEZ y Nicolás Enrique VALLADARES SÁNCHEZ
Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp), cultivados
en Santa Bárbara, estado Monagas, Venezuela, en época de Norte, 2008
Evaluation of the vegetative development of 19 lines of cowpea (Vigna unguiculata (L.) Walp),
cultivated at Santa Bárbara, Monagas state, Venezuela, in post rainy season, 2008
Agronomía. Fisiología vegetal (Agronomy. Plant physiology)
Miguel Eduardo AÑEZ QUERALES, Oswaldo GONZÁLEZ y Carlos PÁRRAGA J.
Variables biométricas de guanábano (Annona muricata L.) tipo gigante en las condiciones
edafoclimáticas del estado Portuguesa, Venezuela
Biometric variables in giant type soursop at climatic and soil conditions of Portuguesa State, Venezuela
Adolfo Enrique CAÑIZARES CHACÍN, Osmileth BONAFINE, Jesús Rafael MÉNDEZ NATERA,
Dierman LAVERDE y Raimundo PUESME
Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia Tanaka) en el Estado
Monagas, Venezuela
Growth, development and quality of fruit of ‘Tahiti’ lime (Citrus latifolia Tanaka) in the Monagas State,
Venezuela
Agronomía. Manejo de podas (Agronomy. Pruning managment)
Maryluz FOLGUERAS MONTIEL, Sergio RODRÍGUEZ MORALES, Nilo MAZA ESTRADA y
María OLIVA VALDÉS
Cosecha, beneficio y conservación de la yuca (Manihot esculenta Crantz). I. Efecto de la poda de las
plantas y tratamiento químico de las raíces sobre su deterioro
Harvest, benefit and conservation in cassava (Manihot esculenta Crantz) crop. I. Effect of plant pruning
and root chemical treatments on its deterioration
Pedro Jorge CENÓZ y Angela María BURGOS
Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cultivadas en
Corrientes, Argentina
Pre-harvest pruning effect in cassava (Manihot esculenta Crantz) plants cultivated in Corrientes,
Argentina
Eliécer MORENO, Tania RUSSIÁN L. y César RUIZ S.
Uso de la poda para extender el ciclo productivo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.)
Use of prunning to extend the productive cycle of bell pepper (Capsicum annuum L.) crop
Agronomía. Manejo del agua (Agronomy. Water managment)
Allívia Rouse Carregosa RABBANI, Renata SILVA MANN, Robério Anastácio FERREIRA, Angela
Maria dos Santos PESSOA, Edilene Souza BARROS e João Basílio MESQUITA
Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
Water restriction on moringa seeds (Moringa oleifera L.)
Restricción hídrica en semillas de moringa (Moringa oleifera L.)
Abdelaziz HIRICH, Redouane CHOUKR ALLAH, Sven Erik JACOBSEN, Lahcen EL YOUSSFI
and Halima EL OMARI
Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa
Willd.) in Morocco
El uso de riego deficitario con aguas residuales tratadas en la producción de quinua (Chenopodium
quinoa Willd.) en Marruecos
Continuación....
505-521
522-529
530-534
535-541
542-549
550-558
559-562
563-569
570-583
Agronomía. Entomología (Agronomy. Entomology)
Gladys RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ramón SILVA ACUÑA, Rafael CÁSARES MOIZANT, Renny
BARRIOS MAESTRE, Asdrúbal DÍAZ QUINTANA y José FARIÑAS MARCANO
Tecnología agronómica de la palma aceitera (Elaeis guineensis Jacq,) y manejo integrado de su
defoliador Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Brassolidae) en plantaciones comerciales del estado
Monagas, Venezuela
Agricultural technology of oil palm (Elaeis guineensis Jacq,) and integrated management of its
defoliator Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Brassolidae) in commercial plantations at Monagas
State, Venezuela
Lilián MORALES ROMERO, Horacio GRILLO RAVELO, Nilo MAZA ESTRADA y Ricardo
GRAU
Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae (Heid.) (Hemiptera:
Tingidae) en aguacate (Persea americana Mill.)
Effectiveness of entomopathogenic fungi in the management of Pseudacysta perseae (Heid.)
(Hemiptera: Tingidae) in avocado (Persea americana Mill.)
Jaime RUIZ VEGA, Teodulfo AQUINO BOLAÑOS, María Eugenia SILVA RIVERA y Sergio
GIRÓN PABLO
Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula Horn (Coleoptera: Melolonthidae) con agentes
entomomopatógenos en Oaxaca, México
Integrated control of white grubs Phyllophaga vetula Horn (Coleoptera: Melolonthidae) with
entomopathogenic agents in Oaxaca, Mexico
Gladys RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ramón SILVA ACUÑA, Rafael CÁSARES MOIZANT, Renny
BARRIOS MAESTRE, Asdrúbal DÍAZ QUINTANA y José FARIÑAS MARCANO
Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera:
Nymphalidae)
Bioecological elements of the oil palm defoliator, Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera:
Nymphalidae)
Agronomía. Fitopatología (Agronomy. Phytopathology)
Nelson José MONTAÑO MATA y José JIMÉNEZ GARCÍA
Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
Symptoms and control of leaf necrosis of tigernut (Cyperus esculentus L.)
Ingrid HERRERA y Hernán LAURENTIN
Evaluación de la esporulación de Fusarium oxysporum f. sp. sesami en dos medios de cultivo y dos
metodologías de inoculación en ajonjolí (Sesamum indicum)
Sporulation evaluation of Fusarium oxysporum f. sp. sesami in two culture media and two inoculation
methods on sesame (Sesamum indicum L.)
Zootecnia. Producción de aves (Zootechny. Poultry science)
Mahesh SUTHAR, Shahzad Akbar KHAN MUGHAL and Muhammad AZAM
The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks
livability
Influencia de la relación macho:hembra de ponedoras Fayoumi sobre la fertilidad, eclosión de huevos y
viabilidad de los polluelos
Edeheudim Bassey ETUK, Anthonia Chinelo UDEGBUNAM, Nnanyere Okwunna ALADI, Oliver
Onwueyiagba EMENALOM and Babington Onyemechi ESONU
Effects of partial replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels and palm
kernel cake in broiler starter diet
Efectos de la sustitución parcial de maíz con la combinación 2:1:1 de cáscaras de plátano, cáscaras de
ñame y torta de almendras de palma en la dieta de inicio de pollos de engorde
Laercis LEYVA CAMBAR, Carlos OLMO GONZÁLEZ y Exequiel LEÓN ÁLVAREZ
Inclusión de harina deshidratada de follaje de morera (Morus alba L.) en la alimentación del pollo
campero
Inclusion of foliage dehydrated flour of Morus alba L. in the broiler chicken feeding
Continuación....
584-598
599-608
609-616
617-626
627-638
639-643
644-648
649-652
653-659
Richard Abayomi SOBAYO, Abimbola Oladele OSO, Olajide Ayorinde ADEYEMI, Adeboye
Oluseun FAFIOLU, Adebayo Vincent JEGEDE, Olusegun Mark Obafemi IDOWU, Olawale Usman
DAIRO, Rita Blessing IYERIMAH, Oyeniyi Anuoluwapo AYOOLA and Ridwan Akorede
AWOSANYA
Changes in growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor
oil seed (Ricinus communis L.) meal
Cambios en el crecimiento, digestibilidad y anatomía intestinal de pollos de engorde alimentados con
dietas que contienen harina de semillas de ricino (Ricinus communis L.) tratada con etanol
Zootecnia. Producción de conejos (Zootechny. Rabbit science)
Olajide Ayorinde ADEYEMI and Ayoola Oluwatosin AKANJI
Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on performance and carcass yield of
growing rabbits
Concentrado restringido con la alimentación de forraje ad libitum: efectos sobre el comportamiento y
rendimiento de la canal de conejos en crecimiento
Biología acuatica. Taxonomía de peces. (Aquatic Biology. Fish taxonomy)
Carlos GONZÁLEZ GÁNDARA, Vicencio DE LA CRUZ FRANCISCO, José de Jesús SALAS
PÉREZ y Consuelo DOMÍNGUEZ BARRADAS
Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Checklist of fishes from Tuxpan, Veracruz, Mexico
Agroecología. Sistemas agrícolas sustentables. (Agroecology. Sustainable agrosystems)
Darío CASTILLO RODRÍGUEZ, María TAPIA RODRÍGUEZ, Luis BRUNETT PÉREZ, Ofelia
MÁRQUEZ MOLINA, Omar TERÁN VALERA y Enrique ESPINOSA AYALA
Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva de dos agroecosistemas de producción
de leche en pequeña escala en el municipio de Amecameca, México
Evaluation of social, economic and productive sustainability of two agroecosystems of small-scale milk
production at the Amecameca Municipality, Mexico
Ingrid ACEVEDO, Rosario GONZÁLEZ, Jorge CONTRERAS, Iria del Carmen ACEVEDO PONS
y Oscar GARCÍA
Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semiurbanas, en Carora, estado Lara, Venezuela
Participation of semi-urban family in the establishment of pilot organic garden at Carora, Lara State,
Venezuela
Ciencias ambientales. Calidad del agua (Environmental science. Water quality)
Marisela LÓPEZ ORTEGA, Griselda PULIDO FLORES, Arturo SERRANO SOLÍS, Juan Carlos
GAYTÁN OYARZÚN, William Scott MONKS SHEETS y María Alejandra LÓPEZ JIMÉNEZ
Evaluación estacional de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco,
Veracruz, México
Seasonal assessment of physicochemical variables of water Tampamachoco Lagoon, Veracruz, Mexico
Tecnología de los Alimentos. Evaluación de calidad (Food technology. Quality evaluation)
Iria del Carmen ACEVEDO PONS y Oscar GARCÍA
Elaboración y evaluación de ciruela (Spondias purpurea L.) en almíbar como rellenos en queso tipo
Mozzarella de búfala (Bubalus bubalis)
Development and evaluation of red mombin (Spondias purpurea L.) in syrup as fillers in buffalo
Mozzarella cheese (Bubalus bubalis)
Euler MIQUILENA y Atilio HIGUERA MOROS
Evaluación del contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de Cajanus cajan,
Vigna unguiculata y Vigna radiata para su uso en la alimentación humana
Evaluation of protein content, mineral content and aminoacid profile of Cajanus cajan, Vigna
unguiculata and Vigna radiata flours as alternative in human feeding
Johnson Oluwasola AGBEDE, Samuel Adebowale ADEYEYE and Muyiwa ADEGBENRO
Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
Propiedad nutritiva y funcional y componentes bioactivos de los productos de la hoja de vegetales
comestibles
660-667
668-674
675-689
690-704
705-712
713-719
720-729
730-740
741-748
Lineamientos para la formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los
resultados
Guidelines for formulation of research proposals and scientific diffusion of results
Edilberto GUEVARA PÉREZ
Centro de Investigaciones Hidrológicas y Ambientales (CIHAM). Escuela de Ingeniería Civil, Facultad de
Ingeniería, Universidad de Carabobo, Valencia, estado Carabobo. E-mails: [email protected],
[email protected] y [email protected]
Recibido: 22/12/2011
Fin de segundo arbitraje: 23/06/2012
Fin de primer arbitraje: 18/04/2012
Segunda revisión recibida: 28/06/2012
Primera revisión recibida: 26/04/2012
Aceptado: 29/06/2012
RESUMEN
El proceso de investigación surge cuando en una institución hay la necesidad de resolver un problema; se inicia por la
definición de dicho problema, continúa con la elaboración de la propuesta, el desarrollo de la investigación, la elaboración
del reporte y la difusión de los resultados. La proliferación de medios científicos para la divulgación de los resultados ha
generado sistemas de evaluación y homologación para clasificarlos según su trascendencia y ello obliga a sistematizar el
mencionado proceso de investigación y difusión, a fin de lograr éxito en la aceptación de los artículos científicos en
aquellos medios de mayor calidad científica y tecnológica. El presente trabajo tiene como objetivo principal motivar y
ayudar a los investigadores nóveles en la formulación sistemática de sus propuestas de investigación y en la redacción
científica de su resultados mediante la presentación de lineamientos que deben seguir en cada etapa del proceso de
investigación difusión; está estructurado de tal modo que sirva de guía en la elaboración de cada etapa de dicho proceso.
Palabras clave: Investigación, propuesta de investigación, redacción científica, divulgación científica, el artículo científico
ABSTRACT
The research process begins when in an institution comes the need to solve a problem. The process starts by defining the
problem, continue with the development of the proposal, the development of research, preparation of reports and
dissemination of results. The proliferation of scientific means for the dissemination of results has led to evaluation and
approval systems to classify them according to their relevance; this requires a more systematic research process in order to
achieve success in the acceptance of scientific articles in those scientific and technologic Journals of highest quality. This
paper is a bibliographic review on the guidelines of each stage of that process, structured in a way that can help and
motivate novel researchers in the formulation of their research proposals and writing of their results.
Key words: Research, research proposal, scientific writing, dissemination of science, scientific paper
INTRODUCCIÓN
Universidades como Harvard, Massachusetts
Institute of Technology, Oxford, Justus Liebig,
Goettingen, por dar algunos nombres, son universidades
de cuya excelencia nadie duda. Son universidades que,
con holgura, cumplirían con el contenido del Artículo
Tercero de la Ley de Universidades de Venezuela de
1961, que textualmente dice: “…Las Universidades
deben realizar una función rectora en la educación, la
cultura y la ciencia. Para cumplir esa misión, sus
actividades se dirigirán a crear, asimilar y difundir el
saber mediante la investigación y la enseñanza; a
completar la formación integral iniciada en los
ciclos educacionales anteriores; y formar los equipos
profesionales y técnicos que necesita la Nación para su
desarrollo y progreso…”
Para esas universidades no existen problemas
con la captación de investigadores de alto nivel porque
no están sujetas a problemas presupuestarios. Para el
profesor, que tiene que ser doctor e investigador, la sola
pertenencia a esas instituciones de prestigio universal,
es garantía para la obtención de fondos para la
investigación, la posibilidad de obtener contratos de
asesoría y captar tesistas de postgrado que servirán de
asistentes para el desarrollo de sus investigaciones. A
cambio de ello, están obligados a investigar y ser
productivos, apegados a la máxima del profesor
universitario
postmoderno
en
los
países
desarrollados: "Publish or perish", que se podría
traducir como "Publique o Muera"; o que, interpretado
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
505
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
de una forma más simple, sería, "trabaje con ahínco
para que sus investigaciones generen productos
publicables o será despedido. La
calidad,
productividad, aceptabilidad y honorabilidad del
docente-investigador de esas universidades es
evaluada
por la generación de conocimientos,
medidos por sus publicaciones en revistas científicas
y patentes (Guevara y Divo, 2006).
El objetivo de la investigación científica es
entonces la generación de conocimiento, el cual para
ser reconocido tiene que ser evaluado y publicado. Un
experimento científico basado en una propuesta de
investigación, no termina, por más espectaculares que
puedan ser los resultados, sino hasta que ellos hayan
sido publicados; de hecho, la filosofía de la ciencia se
basa en la premisa fundamental de que las
investigaciones originales tienen que publicarse; sólo
así pueden verificarse los nuevos conocimientos y
añadirse luego a la base de datos que precisamente se
denomina “conocimientos científicos”.
El investigador científico está obligado a
elaborar y presentar un informe escrito sobre lo que
hizo, por qué lo hizo, cómo lo hizo y que aprendió al
hacerlo. El concepto clave es la reproducibilidad; es
lo que caracteriza a la ciencia y a la redacción
científica. Un científico no sólo tiene que hacer
ciencia sino también escribirla; sin embargo, existen
muchos científicos que pueden ser excelentes en sus
investigaciones pero son pésimos redactores; por lo
que siempre será de ayuda proveerlos de ideas que
describan el proceso de la investigación, desde la
identificación de la problemática a investigar, hasta la
publicación del informe en las revistas científicas.
El objetivo de este trabajo es servir de guía para
el desarrollo de
cada etapa del proceso de
investigación,
especialmente
para
aquellos
investigadores jóvenes que se están iniciando en
dicho proceso, de modo tal que puedan lograr la
estructuración sistemática de las propuestas de
investigación, de la redacción científica de los
resultados y la publicación en las revistas científicas.
Existe una gran variedad de bibliografía sobre el
tema; para la elaboración de este trabajo, se ha usado
básicamente la experiencia del autor y las referencias
dadas al final del documento.
LA PROPUESTA DE INVESTIGACIÓN
La propuesta de investigación es el plan que
va a guiar al investigador a desarrollar sus
506
investigaciones, optimizando el tiempo y los recursos.
A continuación se presentan las partes esenciales que
debe contener una propuesta de investigación (CBE
Style Manual Committee, 1983; CBE Journal
Procedures and Practices Committee, 1987; Guevara
y Divio (2006); Guevara, 2010); O’Connor, 1991; y
Weiss, 1982).
El título: La función del título es resumir la
idea principal, debe ser corto y redactado con estilo
para efectos de publicación. En el título se debe
identificar el aspecto técnico sobre el que se va a
investigar y/o analizar, señalando las variables o el
modelo o método a aplicar.
El
planteamiento
del
problema:
Inicialmente debe incluirse una presentación que
indique brevemente el contenido a ser tratado en esta
sección. Los procesos de investigación comienzan
cuando alguien en una institución confronta un
problema. El investigador debe tomar un tiempo
prudencial para identificar y formular con claridad y
precisión el problema de la investigación. Sólo así
podrá dar soluciones y mejoras a la situación que se
presenta. Se puede comenzar explicando acerca de los
aspectos teóricos básicos, aplicaciones e importancia
del tema en la actualidad. Posteriormente se hace
referencia al proceso a analizar o estudiar refiriéndose
a la situación del área o departamento en estudio. Se
deben indicar cada una de las etapas que lo componen
seguido de una breve descripción de cada una de
ellas. Luego se introduce la problemática existente,
para seguidamente exponer la descripción del
problema o la necesidad de
tratarlo. Dicha
explicación debe estar sustentada con datos que lo
soporten, que le den carácter relevante al problema a
resolver. También se deben señalar las influencias en
otras áreas. Es recomendable utilizar la estrategia “de
lo general a lo particular”; es decir, presentando
primero la problemática sobre la que va a tratar la
investigación a nivel global; luego a nivel nacional,
regional y local. Finalmente, a modo de cierre, se
indica la necesidad de llevar a cabo la investigación.
La justificación: El propósito de la
investigación debe ser suficientemente sólido para
justificar su desarrollo. Por tanto, se debe exponer
claramente por qué es conveniente realizar el estudio;
y a su vez indicar los beneficios asociados. En esta
sección se identifican las razones de utilidad del
trabajo;
es decir, cuáles serán los beneficios
derivados de la investigación a realizar. Para ello se
utilizan
criterios
como:
relevancia
social;
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
conveniencia y beneficios; implicaciones prácticas;
valor teórico; implicaciones metodológicas y otras.
Objetivo general y objetivos específicos: Los
objetivos constituyen la guía que dirige el proceso de
investigación e impide desviarse del propósito
fundamental o de lo que se pretende hacer.
Responden a la interrogante ¿para qué?; es decir, lo
que se quiere lograr con la investigación a corto,
mediano y largo plazo. Se redactan de forma clara,
para evitar posibles desviaciones en el proceso de
investigación, además deben ser congruentes entre sí,
utilizando verbos en infinitivo. Los objetivos deben
ser medibles y susceptibles de alcanzar. El objetivo
general tiene una estrecha relación con el título de la
investigación; indica la acción global a llevar a cabo,
de modo tal que una vez definido el objetivo general
se puede formular el título más apropiado. Por su
parte, los objetivos específicos implican acciones
separadas, distintas y congruentes que en una
secuencia lógica conllevan al propósito de la
investigación.
 Provee un marco de referencia
interpretar los resultados del estudio.
para
Por otro lado, el marco teórico o marco
referencial es el resultado de la selección de aquellos
aspectos más relacionados y referidos al tema
específico elegido para su estudio. De allí que su
racionalidad, estructura lógica y consistencia interna,
va a permitir el análisis de los hechos conocidos, así
como, orientar la búsqueda de otros datos relevantes.
Los elementos constitutivos
Teórico Referencial suelen ser:
del
Marco
 Consideraciones generales.
 Antecedentes de la investigación.
 Antecedentes históricos.
 Reseña organizacional.
 Bases teóricas o fundamentos teóricos.
Marco teórico o referencial: Comprende una
revisión bibliográfica o estado del arte de los trabajos
previos realizados sobre el problema en estudio y de
la realidad contextual en la que se ubica, por lo menos
durante los últimos cinco años. Dependiendo de la
naturaleza de la Tesis, el marco referencial puede
contener aspectos teóricos, conceptuales, legales,
situacionales de la realidad objeto de la investigación
u otros según convenga al caso. En esta fase
usualmente se explican los conceptos y términos
relacionados con el problema en estudio; sin
embargo, si resultara más conveniente por el enfoque
de la investigación, estas definiciones pueden
presentarse en la sección de metodología o en un
glosario anexo.
El marco teórico o marco referencial cumple
las siguientes funciones:
 Ayuda a prevenir errores que se han cometido
en otros estudios.
 Orienta sobre cómo habrá de llevarse a cabo
el estudio.
 Amplía el horizonte y guía al investigador
para que éste se centre en su problema
evitando desviaciones del planteamiento
original.
 Inspira nuevas líneas y áreas de investigación.
 Sistema de variables.
 Bases legales.
 Definición de términos básicos.
Marco Metodológico: Al inicio de esta fase,
debe incluirse nuevamente una presentación de la
sección, que contenga una breve descripción de lo que
se va a tratar. Además, se debe establecer el tipo de
investigación tanto por nivel de profundidad, como el
diseño adoptado por el investigador. Al comprender
cada tipo de investigación según la profundidad, el
investigador podrá categorizar su trabajo, a fin de
delimitar su situación deseada y alcance. Así mismo,
podrá elegir la estrategia para la recolección de datos
según el nivel y diseño de su investigación. En esta
sección se presenta un conjunto de pasos ordenados
que van a permitir obtener, clasificar, comprender y
organizar la información para dar soluciones factibles.
La metodología es la estrategia con la cual se
realizará el estudio y se plantea por actividades,
donde cada una de ellas corresponde a uno o más
objetivos. Además de incluir la aplicación de técnicas,
métodos y procedimientos los cuales deben ser
expresados con suficientes detalles. En las
investigaciones tecnológicas, las actividades del
marco metodológico se inician con la recolección y
evaluación de la información básica, continúa con
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
507
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
aquellas actividades que van a cubrir los objetivos
específicos y concluyen con la redacción del informe.
Cronograma de actividades: Esta fase
constituye un esquema tipo diagrama Gantt en el que
se programan y relacionan las actividades de un
proyecto y el tiempo probable para su realización.
Esto permite organizar las acciones y coordinar las
actividades de una etapa determinada. Se recomienda
utilizar el mes como unidad de tiempo.
Recursos humanos y materiales: En el
apartado de recursos humanos se especifican qué
personas
(investigadores,
asistentes,
tesistas,
auxiliares, secretarias, otros) van a realizar ciertas
actividades dentro de la investigación. En el inciso de
recursos materiales deberán describirse las
instalaciones, el equipo y los componentes necesarios
para la realización del proyecto. Es conveniente
especificar también el material de consumo a utilizar.
Asignando los recursos materiales y humanos a cada
una de las actividades del cronograma, y dando valor
a seos recursos, se puede calcular el presupuesto para
el desarrollo de la investigación.
Apoyo institucional: Viene a ser la Función
determinada y destinada a asegurar la disposición
oportuna de los recursos humanos, materiales y
financieros necesarios para la realización del
proyecto.
Referencias bibliográficas: La lista de
referencias que se utilizan en la elaboración de la
propuesta se coloca al final del texto. Esta fase tiene
como objetivo primordial ofrecer al lector toda la
información necesaria sobre las distintas fuentes
utilizadas. Deben colocarse todos los documentos
consultados, libros, trabajos de grado, artículos,
consultados directamente cualquiera que sea su
naturaleza: impresa o electrónica. Se trata de una lista
de fuentes referenciales utilizadas como soporte
directo para elaborar la propuesta, no es una
bibliografía sobre el tema. Se recomienda utilizar un
sistema de referencias, por ejemplo APA,
y
mantenerlo a lo largo de la redacción de la propuesta
y del informe de investigación.
CARACTERIZACIÓN DE LA REDACCIÓN
CIENTÍFICA
Un artículo de investigación exige que los
hechos científicos sean expuestos de la forma más
sencilla que se pueda. A continuación se resumen las
508
características que debe cumplir
la redacción
científica (Day, 2005; Bishop, 1984; y Fellows and
Liu, 2008).
Elementos de la redacción científica: Para
que la redacción científica sea eficaz se debe
considerar los siguientes elementos:
La necesidad de la claridad: La
claridad es la característica fundamental de la
redacción científica. El éxito de la experimentación
científica es el resultado de una persona que aborda
claramente un problema y llega a conclusiones que se
enuncia de forma clara. Se entiende que la claridad es
una característica que está incluida desde la
formulación de la propuesta de investigación y
continúa lo largo del desarrollo del proceso de
investigación.
La percepción de las señales:
Cuando un árbol cae en un bosque y no hay nadie
que lo oiga caer, no produce ruido. El sonido es algo
más que simples “ondas de presión” y, no puede
haber sonido sin oyentes; por eso, la comunicación
científica es el ruido que produce la investigación en
el proceso de generación de conocimiento; es un
proceso en dos sentidos. Lo mismo que una señal
resulta inútil mientras no se perciba, un artículo
publicado resulta inútil si no es entendido por el
público al que se destina. Por tanto, un experimento
científico no está completo hasta que sus resultados se
hayan publicado y entendido.
La comprensión de las señales: La
redacción científica es la transmisión de una señal
clara al receptor. Las palabras deben ser tan claras,
sencillas y ordenadas como sea posible. No hay
necesidad de adornos, metáforas o símiles en la
redacción. Estas expresiones idiomáticas pueden
inducir a la confusión. La ciencia debe ser
comunicada en un lenguaje que sea comprendido por
todos los públicos, desde estudiantes hasta
especialistas.
El lenguaje de los artículos
científicos: El uso de un lenguaje apropiado es
imprescindible. El conocimiento científico debe
comunicarse eficazmente, con claridad y con palabras
de significado indudable. A pesar de que toda
investigación científica debe ser publicada, muchos
científicos fracasan por descuidar su responsabilidad
de publicar de forma clara y eficaz.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
Orígenes de la redacción científica: La
redacción científica ha evolucionado al mismo ritmo
que los medios o soportes de la escritura; y seguirá
evolucionando mucho debido a los avances
tecnológicos. Los hombres prehistóricos, se
comunicaban sólo de forma oral; luego las pinturas
rupestres e inscripciones grabadas en las rocas se
convirtieron en los primeros intentos de dejar
registros a generaciones posteriores. El primer libro
fue un relato del Diluvio Universal, cuya historia
estaba inscrita en una tablilla de arcilla del año 4000
A.C. Surgieron después medios de comunicación más
livianos y portátiles, siendo el primero exitoso el
papiro a partir del 2000 A.C. En el año 190 A.C. se
empezó a usar el pergamino, y no es sino hasta el año
105 de nuestra era, que los chinos inventaron el papel.
No obstante, no fue hasta la invención de la imprenta,
que se imprimieron miles de libros a partir del año
1500 (Day, 2005). Las primeras revistas científicas
aparecieron en 1665, y desde entonces han servido de
medio principal de comunicación en las ciencias
(King et al, 1981).
Las primeras revistas publicaban artículos
“descriptivos”; se informaba con observaciones que
guardaban un simple orden cronológico. A mediados
del siglo XIX, la ciencia empezó a moverse
rápidamente. La metodología se volvió muy
importante con el aporte de Louis Pasteur, mientras
que sus colegas aplicaron el principio de la
reproducibilidad de los experimentos convirtiéndose
en el dogma fundamental de la filosofía de la ciencia
(Day, 2005).
Desde entonces ocurrieron
innumerables descubrimientos científicos. La ciencia
produjo tantos artículos que se generó una enorme
presión sobre las revistas, por lo cual los directores
empezaron a exigir manuscritos breves y
estructurados. El American National Standards
Institute, introdujo en 1972 el procedimiento
denominado IMRYD (Introducción, Métodos,
Resultados y Discusión para la organización del
artículo científico y lo estableció como norma para la
presentación de artículos científicos. El formato
IMRYD se fue adoptando, tanto por la forma lógica y
sencilla de comunicar los resultados, como por el
ahorro real de espacio en las revistas. La lógica del
IMRYD es que el proceso de investigación puede
definirse mediante preguntas: ¿Qué problema se
estudió? , esto es la Introducción; ¿Cómo se estudió? ,
son los Métodos; ¿Cuáles fueron los hallazgos?, se
refiere a los Resultados; ¿Qué significan esos
resultados?, es la Discusión. Ahora es evidente que el
procedimiento IMRYD ayuda al autor a organizar y
escribir su texto, y ofrece una guía a los directores, y
a lectores en la lectura del artículo.
CARACTERÍSTICAS DE UN ARTÍCULO
CIENTÍFICO
El artículo científico es la ciencia
propiamente dicha. En lo que sigue de esta sección se
va a definir lo que es un artículo científico, cómo se
organizan y en qué se diferencian de otros escritos
científicos.
Definición del artículo científico
Existen varias definiciones de artículo
científico, dependiendo de los países y las
instituciones; sin embargo, todas concuerdan en la
idea de que el artículo científico es un informe
escrito y publicado que describe resultados originales
de una investigación, y que su escritura y publicación
deben ser de cierta forma, definida por tres siglos de
tradiciones cambiantes, la práctica editorial, la ética
científica y la
influencia recíproca de los
procedimientos de impresión y publicación (Guevara,
2010; Mitchel, 1968; Michaelsen, 1990).
Para definir adecuadamente el “artículo
científico”, hay que definir también lo que es una
publicación válida. Muchas veces, aunque un trabajo
científico satisfaga todos los requisitos no se habrá
publicado válidamente si se da a conocer por un
medio no reconocido por la comunidad científica. El
Council of Biology Editors (CBE), organización
profesional de prestigio, en 1968 llegó a la siguiente
definición de publicación primaria (válida o
reconocida): Una publicación científica primaria
aceptable debe ser la primera divulgación y contener
información suficiente para que los colegas del autor
puedan: 1) evaluar las observaciones, 2) repetir los
experimentos, y 3) evaluar los procesos intelectuales;
además, debe ser susceptible de percepción sensorial,
esencialmente permanente, estar a la disposición de la
comunidad científica sin restricciones, y estar
disponible también para su examen periódico de uno
o varios servicios secundarios reconocidos (CBE
Style Manual Committee, 1983; CBE Journal
Procedures and Practices Committee, 1987).
Una publicación científica primaria aceptable
debe ser “la primera divulgación”. Lo importante es
que una primera divulgación eficaz sólo se logra
cuando adopta una forma que permite a los colegas
del autor (en el presente o futuro) comprender
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
509
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
plenamente y utilizar lo que se divulga. Por ello, debe
presentarse información suficiente a fin de que los
posibles usuarios de los datos puedan a) evaluar las
observaciones, b) repetir los experimentos, y c)
evaluar los procesos intelectuales. Luego, la
divulgación debe ser susceptible de percepción
sensorial; es decir, no sólo la publicación; sino
también, que la definición prevé la revelación tanto en
revistas impresas o microfilmes como en formas no
impresas ni visuales. Por ejemplo, si la publicación en
forma de CDs satisface los requisitos, se consideraría
válida; y, por supuesto, las revistas electrónicas
reúnen las condiciones que definen una publicación
válida. De hecho, la American Society for
Microbiology expuso en 1998 que: Un trabajo
científico, publicado en el informe de una
conferencia, las actas de un simposio y otros,
colocados en una computadora con acceso a la
Internet, no es aceptable para su presentación a una
revista, por haber sido previamente publicado.
Reformulando la definición del CBE en
términos más simples, una publicación primaria se
define como la primera publicación de los resultados
de una investigación original, elaborada en una
forma tal que los colegas del autor puedan repetir los
experimentos y verificar las conclusiones, y que sea
publicada en una revista u otra fuente documental
fácilmente asequible a la comunidad científica.
a esta regla general; por ejemplo, los informes sobre
estudios de campo de las ciencias de la tierra y los
informes de casos clínicos no se prestan al esquema
IMRYD.
En otras ocasiones, la organización, varía;
podría combinarse Materiales y Métodos y los
Resultados en una “Sección Experimental” integrada.
Raras veces, los resultados podrían ser tan complejos
que su discusión inmediata parezca necesaria, y en
ese caso se exhibe una sección combinada de
Resultados y Discusión.
Otras definiciones
Dado que “artículo científico” es la expresión
que designa un informe original de investigación, hay
otras definiciones para distinguirlo de otros que no
son originales, no científicos o
no pueden
considerarse como artículos científicos. Entre ellos
figuran el Artículo de Revisión, la Comunicación a
una Conferencia y los Resúmenes de Reuniones. El
artículo de Revisión es aquel que puede ocuparse de
casi cualquier cosa; en su forma más típica, revisa los
trabajos recientes en un campo determinado; resume,
analiza, evalúa, o sintetizar información ya publicada.
La naturaleza de revisión del trabajo suele ser
evidente; sin embargo, las revisiones pueden contener
material nuevo, dando origen a nuevas síntesis, ideas
y teorías, e incluso nuevos paradigmas.
La organización del artículo científico
Un artículo científico es un escrito organizado
para satisfacer los requisitos exigidos de la
publicación válida. Sus partes deben ser claramente
destacadas y distintas. En las ciencias básicas, los
componentes son: Introducción, Métodos, Resultados
y Discusión; de ahí la sigla IMRYD mencionada
anteriormente.
Hasta hace poco había varios sistemas de
organización diferentes, que algunas revistas y
directores preferían. La tendencia hacia la
uniformidad ha aumentado desde que la ANSI
(American National Standards Institute) estableció
como norma el sistema IMRYD (AMA, 1998; ANSI,
1969; y Arquímedes, 2008). El orden básico IMRYD
es tan lógico que se está utilizando para otras clases
de textos de carácter expositivo. No importa que se
escriba un artículo sobre química, arqueología, o
economía, la fórmula IMRYD suele ser la mejor
elección posible. Esto se aplica, en general, a los
informes de estudios de laboratorio. Hay excepciones
510
La Comunicación a una Conferencia es un
trabajo publicado en un libro o revista como parte de
las actas o memorias de un evento científico; no tiene
porqué presentar
datos originales, y las actas
resultantes no son una publicación primaria; son
artículos de revisión acerca del trabajo reciente de
determinados científicos. Una parte de los materiales
comunicados adopta la forma de informes
preliminares, en los que se exponen datos nuevos y
originales,
acompañados
de
especulaciones.
Regularmente esos informes preliminares no pueden
considerarse artículos científicos. Por consiguiente, la
extensa bibliografía de conferencias no es
normalmente primaria; sin embargo, después que las
especulaciones maduren y se conviertan en
conclusiones, aportan nuevos datos originales, y estos
pueden y deben publicarse.
Los resúmenes de reuniones, son análogos a
las comunicaciones a conferencias, en el sentido de
que pueden contener información original. Antes
había poca confusión con respecto a los resúmenes,
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
típicos de un párrafo de extensión, que se publicaban
junto con el programa de alguna reunión; ahora existe
una tendencia notable a presentar resúmenes extensos
o ampliados (o sinopsis) debido al alto costo de los
trabajos en extenso. Los resúmenes ampliados
pueden suministrar prácticamente tanta información
como el extenso; lo único que faltarían son los
detalles sobre los experimentos y es precisamente la
falta de esos detalles, la razón por la que los
resúmenes en extenso no puede considerarse un
artículo científico.
 Abreviaturas y argot: Se debe evitar en el
título el uso de abreviaturas y jergas,
fórmulas químicas, nombres patentados, etc.,
cada vez que sea posible.
ELEMENTOS DE UN ARTÍCULO CIENTÍFICO
La autoría es la lista de autores que
contribuyeron realmente a la concepción general y la
ejecución de los experimentos. Algunas revistas
exigen que los nombres de los autores se ordenen
alfabéticamente; sin embargo, este sistema, sencillo y
neutro, no se ha hecho tan popular. La tendencia
generalizada consiste en definir al primero de los
autores como el
principal. Debido a que los
investigadores tienen que asumir la responsabilidad
de los trabajos que lleven su nombre, hay consenso
en que los autores se enumeren por orden de
importancia en relación con el aporte de cada quién
en los experimentos; y la secuencia de los nombres
debe decidirse, antes de iniciar el trabajo, aunque
después pueda cambiar el orden por los hechos que
puedan ocurrir en el transcurso del desarrollo de la
investigación. En lo que respecta a los nombres de
los autores, la forma más adecuada y la que
normalmente se usa es la designación del nombre y
apellidos; y en cuanto a la indicación y finalidad de
las direcciones, para cada autor se indica una
dirección (del laboratorio en el que se hizo el trabajo)
con el fin de identificarlo y suministrarla cuando
fuera requerida por los usuarios de la revista. Esta
norma podría omitirse para preservar el anonimato
del Laboratorio.
En esta sección se resume la descripción de
cada una de las partes constitutivas de un artículo
científico, la importancia y el modo de cómo debe
someterse el manuscrito a la consideración del comité
editorial de la revista, tomando como referencia a
Day (2005); Fellows and Liu (2008); Muñoz (1998);
O’Connor (1991); y Weiss (1982).
El título
El título debe proveer una indicación clara y
concisa del contenido. Es posible que sólo pocas
personas, lean el documento completo; pero muchas
leerán el título. Un buen título es el que con el menor
número posible de palabras describen adecuadamente
el contenido del artículo. La búsqueda bibliográfica
depende de la exactitud del título, por lo que, un
artículo mal titulado puede no llegar nunca al público
al que se destina; en consecuencia, debe tomarse en
cuenta lo siguiente:
 Extensión y necesidad de títulos
específicos: A veces los títulos son
demasiado cortos o largos, los cortos
contienen términos generales en lugar de
términos específicos; los largos pueden
contener conceptos o ideas repetidas que
pueden ser reemplazadas por otras más
cortas.
 Sintaxis: La mayoría de los errores
gramaticales de los títulos se deben al orden
defectuoso de las palabras.
 El título como etiqueta: El título no es una
oración gramatical; debe ser una versión
abreviada del contenido del artículo; debe
tenerse mucho cuidado con el significado y el
orden de las palabras del título.
 Títulos en serie: Se debe evitar la
combinación título principal-subtítulo (títulos
en serie). Estos contienen casi siempre
redundancias que deben ser evitadas.
La autoría
El resumen
El resumen constituye la puerta de entrada del
lector al texto del artículo. La comunicación científica
se dificulta enormemente si el resumen se prepara en
forma deficiente. Un resumen bien elaborado debe
ser informativo y descriptivo o indicativo, de tal
modo que permita a los lectores identificar
rápidamente el contenido de un documento,
determinar la pertinencia para intereses particulares y
decidir así si se debe leer todo el trabajo. En el
resumen deben estar indicados el planteamiento del
problema; los objetivos principales y el alcance; la
metodología empleada; los principales resultados
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
511
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
obtenidos; y las conclusiones a las que se ha llegado
con la investigación. Aunque la extensión del
resumen está determinada por el tipo de medio de
publicación, no debe exceder las 250 palabras y debe
orientarse a definir claramente los aspectos sobre los
que el artículo trata. Debe redactarse en pretérito, en
un solo párrafo, porque se refiere a un trabajo ya
realizado; no debe llevar referencias bibliográficas. A
veces, los científicos omiten algo importante en el
resumen; sin embargo, la inclusión de detalles
innecesarios es un error aún más frecuente.
La introducción
La Introducción, al igual que el resumen, es
también la puerta de entrada del lector al texto del
trabajo. La finalidad de la Introducción es la de
suministrar suficientes antecedentes para que el lector
pueda comprender y evaluar los resultados del estudio
sin necesidad de consultar publicaciones anteriores
sobre el tema. Sobre todo, debe contener breve y
claramente el propósito al escribir el artículo.
La famosa frase de Eurípides “lo que mal
empieza, mal acaba”, expresa mucho sobre lo que
debe significar la Introducción para el resto del
artículo. Tan es así que algunos escritores
experimentados preparan el título, el resumen y la
introducción después de escribir el trabajo; a pesar de
que esos elementos figuran en primer lugar dentro de
la estructura del artículo. Indudablemente lo ideal es
disponer de un título provisional y un esbozo del
cuerpo del artículo que se tiene la intención de
escribir. Una estrategia recomendada consiste en
escribir a medida que se está haciendo la
investigación, sin importar si esos borradores se
tengan que revisar y corregir muchas veces.
Para lograr una buena introducción, se
recomiendan seguir las siguientes reglas:
 Exponer primero, la naturaleza y el alcance
del problema investigado, para despertar el
interés por la solución;
 Revisar las publicaciones pertinentes para
orientar al lector;
 Indicar el método de investigación;
 Mencionar los principales resultados de la
investigación;
 Expresar las conclusiones
sugeridas por los resultados.
512
principales
Si el autor ha publicado anteriormente una
nota preliminar o un resumen sobre el tema, se debe
mencionar como una cita bibliográfica. Si se han
publicado artículos estrechamente relacionados con el
tema, se deben indicarse al final de la Introducción.
Esas referencias ayudan a mantener la bibliografía
bien ordenada. Es conveniente colocar y definir
cualquier término o abreviatura especializada que se
vaya a utilizar en el trabajo.
Materiales y métodos
La finalidad de la sección Materiales y
métodos es describir el diseño experimental y
proporcionar luego detalles suficientes para que un
investigador
competente pueda
repetir
los
experimentos. En la sección de materiales se incluyen
las especificaciones técnicas y las cantidades exactas,
la procedencia o el método de preparación. Los
métodos se deben presentar en orden cronológico; sin
embrago, los métodos relacionados deben describirse
juntos. Entre las características de la sección
Materiales y Métodos figuran:
 Subtítulos: Se recomienda estructurar esta
sección con subtítulos que enlacen con los
que se van a utilizar en la sección de
Resultados; de este modo, se podrá relacionar
un método determinado con sus respectivos
Resultados.
 Mediciones y análisis: A pesar de que los
análisis estadísticos son a menudo necesarios,
sólo se deben presentar los datos, no las
estadísticas. Los métodos estadísticos
ordinarios deben utilizarse sin comentario
alguno; los avanzados pueden exigir una cita
bibliográfica.
 Necesidad de las referencias: Si el método
utilizado
es inédito, es necesario
proporcionar todos los detalles necesarios. Si
el método se ha publicado anteriormente es
suficiente indicar la referencia bibliográfica
correspondiente. Si se usa métodos
alternativos, será útil identificar el método
brevemente y citar la referencia.
 Presentación de datos en cuadros: En el
caso de un gran número de datos, deben
prepararse cuadros (o tablas). Como por
ejemplo, las propiedades de algunos
compuestos químicos. Los cuadros deben
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
enumerarse en forma correlativa siguiendo en
sistema deseado. El nombre de los cuadros
debe ir en la parte superior del cuadro y ser lo
suficientemente
explicativo
sobre
el
contenido de los mismos.
 Sintaxis y gramática: Por más experto que
pueda ser un investigador en la redacción
científica, es imposible lograr un escrito sin
errores; en adición, sucede muy frecuente
que el que escribe el artículo puede dar por
entendido ciertos conceptos o sobreseer los
errores aunque los lea repetidamente. Por
ello, es aconsejable, solicitar la colaboración
de algún colega para que revise una copia del
manuscrito y confirme si en realidad puede
entender los métodos y la escritura. No será
fácil encontrar a alguien que esté dispuesto a
brindar suficiente tiempo a la revisión del
borrador; por eso, se recomienda como
alternativa volver a la revisión después de
haber transcurrido un tiempo ocupado en
otros asuntos diferentes. La mayor parte de
la metodología debe escribirse en pretérito
claridad para evitar confusiones o mal
interpretaciones.
 Evitar la redundancia: la falta más común
consiste en repetir con palabras o con los
propios datos lo que resulta ya evidente para
el lector al examinar las figuras y los cuadros.
Debe evitarse ese tipo de redundancia para no
desmejorar la armonía del texto.
La discusión
La discusión debe mostrar las verdaderas
relaciones existentes entre los hechos observados y
las correctas interpretaciones. Se debe tener mucho
cuidado con afirmar un hecho, sobre todo cuando se
está desmintiendo otro. Las características de la
discusión son:
Como norma general, en la sección de
resultados sólo se debe hacer mención a los resultados
más significativos. Las características de la redacción
más relevantes de esta sección son:
 Sus componentes: 1) Presentar los principios
que los resultados indican; 2) Señalar las
excepciones o faltas de correlación y
delimitar los aspectos no resueltos; 3)
Mostrar cómo concuerdan (o no) los
resultados con los de
otros trabajos
publicados; 4) Exponer las consecuencias
teóricas del trabajo y sus posibles
aplicaciones prácticas;
5) Formular las
conclusiones de la forma más clara posible;
6) Resumir las pruebas que respaldan cada
conclusión.
 Contenido: Se empieza con una descripción
amplia de los experimentos, ofreciendo un
panorama general; luego, se presentan los
datos en tiempo pretérito.
 La significación del trabajo: La Discusión
debe terminar haciendo un breve resumen de
las conclusiones sobre la significación de los
resultados.
 Tratamiento de los datos numéricos: Las
mediciones reiteradas deben presentarse en
cuadros o gráficos. Si sólo son pocas
mediciones, éstas deben mencionarse
directamente en el texto. Todas las
mediciones sobre las que se discute deberán
tener un significado claro. Los gráficos o
figuras (igual que las tablas o cuadros) deben
enumerarse
en forma correlativa; sin
embargo, a diferencia de las tablas, los
nombres deben colocarse en la parte inferior
del gráfico.
 Definición de la verdad científica: Mostrar
y describir sólo la verdad de los hechos
observados, y hacerlo de forma sencilla.
Los resultados
 Claridad: Debido a que los resultados
representan los nuevos conocimientos
aportados al mundo científico, deben tener
La sección de agradecimiento
Al momento de agradecer se debe recordar
siempre de
agradecer cualquier ayuda técnica
importante recibida de alguna persona, ya sea en el
laboratorio o en otra parte o por cualquier provisión
de equipo y materiales; se debe reconocer cualquier
ayuda financiera externa; se recomienda ser cortés en
las expresiones. Si un colega proporcionó ideas o
suministros importantes, éste es el lugar donde debe
reconocerse ese apoyo. La costumbre en el medio
científico es dar las gracias en forma impresa. Se
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
513
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
puede revisar con la persona en cuestión el
agradecimiento; si fue una idea, es preciso ser muy
específicos al respecto.
Las referencias
Deben enumerarse sólo obras importantes y
publicadas. Hay que comparar todas las partes de
cada referencia contra la publicación original antes de
presentar el manuscrito final. Las referencias deben
hacerse en el lugar de la frase o párrafo a los que se
apliquen. Los títulos de los artículos permiten a los
lectores interesados decidir fácilmente si tienen que
consultar alguna de las referencias citadas. La
paginación completa se refiere a indicar los números
de las páginas primera y última consultadas. Para
abreviar los títulos puede consultar la norma (ANSI,
1969). Los programas de tratamiento de textos
facilitan la numeración de las citas y la colocación de
las referencias. La ISO en su sitio web, ofrece un
proyecto (ISO 690-2:1997) de normas internacionales
para las referencias bibliográficas o electrónicas.
claros para que el significado de los datos resulte
evidente sin necesidad de recurrir al texto. Los
cuadros pueden llevar notas explicativas en la parte
inferior del cuadro. No se deben utilizar exponentes
en los encabezamientos. El título de un cuadro y el
pie de una figura deben ser concisos. Se deben definir
las abreviaturas en el primer cuadro y después hacer
mención del cuadro cuando haya que repetirlas. La
reproducción fotográfica ahorra la tarea laboriosa de
corregir las pruebas. También se puede usar la
fotografía para fórmulas y diagramas.
APOYO TÉCNICO PARA LA ELABORACIÓN
DEL ARTÍCULO CIENTÍFICO
A continuación se describen brevemente
algunas herramientas con las que se cuenta para
preparar satisfactoriamente un artículo científico y
presentarlo a una revista especializada en el área de
estudio.
Preparación de ilustraciones
Los estilos de referencias son:
 Sistema de nombre y año: ayuda al autor a
añadir o suprimir referencias; pero, aumenta
el costo a editores y crea al lector el problema
de citar muchas referencias en un mismo
párrafo.
 Sistema numérico-alfabético: Este sistema,
consistente en citar por número las
referencias de una lista alfabetizada, es una
modificación moderna del sistema de nombre
y año.
 Sistema de orden de mención: Consiste
sencillamente en citar las referencias (por
número) según el orden en que se mencionan
en el artículo.
La confección de los cuadros
Una buena presentación de los datos en
cuadros es primordial en un artículo científico. Los
cuadros sirven para cuando haya que presentar datos
reiterativos. No se debe escribir todos los datos
anotados en el laboratorio; únicamente muestras
representativas y datos importantes. Si se realizó
pocas mediciones, incluir los datos en el texto. Los
datos deben ser organizados de arriba hacia abajo y
no transversalmente. Los encabezamientos deben ser
514
Los datos sólo se deben ilustrar en gráficas si
se considera que son importantes para el lector. La
elección de gráficas o cuadros depende de si se quiere
comunicar los valores numéricos exactos o mostrar la
tendencia de los valores. Si los datos muestran
tendencias pronunciadas que componen una imagen
interesante, se recomienda utilizar una gráfica. Si los
números sólo cuentan por sí mismos y no revelan
ninguna tendencia interesante, será suficiente
incluirlos en un cuadro.
Existen muchas técnicas que ayudan a elaborar
gráficas electrónicas. Los programas informáticos
ofrecen una amplia variedad de plantillas y formatos;
pero es el autor quien finalmente decide sobre el tipo
de formatos a utilizar, de acuerdo con su propio
interés de comunicar los resultados de sus
investigaciones en forma clara y precisa. Los autores
tienen la obligación de diseñar ilustraciones útiles que
presenten los datos exacta y eficazmente; en ese
proceso, puede hacer uso de programas informáticos
como Excel, Word, Deltagraph pro para gráficas y
diagramas; PowerPoint para diapositivas; y Adobe
Illustrator
y
Macromedia
FreeHand,
para
ilustraciones. También existen archivos de unan
variedad de dibujos e ilustraciones y programas que
utilizan pinceles electrónicos, borradores y lápices,
para crear nuevas ilustraciones, limpiar o retocar
fotografías, tal como PhotoShop o Corel draw.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
Recomendaciones para la transcripción del
manuscrito
La preparación adecuada del manuscrito es
requisito indispensable para la publicación. Un
manuscrito mal presentado ni siquiera será
considerado para una revista. Si se desea que el
trabajo se publique, hay que cuidar que el manuscrito
no tenga errores, se adapte al estilo y normativa de la
revista y esté completo en todos los aspectos. La
mayoría de los editores de revistas científicas revisan
los trabajos en formato digital, y muchos admiten
versiones electrónicas en línea. Las funciones se
superponen cuando son los autores quienes componen
los textos y se convierten en artistas gráficos, además
de científicos; los editores normalmente proveen
directrices y plantillas para escribir los manuscritos.
Los programas de tratamiento de textos más
recomendados son Microsoft Word y WordPerfect;
ofreciendo las siguientes ventajas:
 El bosquejo está incorporado en muchas
aplicaciones.
 La revisión y corrección se simplifican
grandemente.
 Es más fácil elaborar múltiples versiones.
 Se facilita el trabajo en colaboración.
 Muchas aplicaciones llevan incorporadas la
capacidad de hacer cuadros y diagramas.
reconocimiento. Es posible que el progreso
futuro del autor esté determinado únicamente
por la cantidad y calidad de los trabajos
publicados. También puede ocurrir que algún
tipo sensato de un comité reconozca y aprecie
el factor de calidad.
 El factor de circulación: Para que el índice
de citaciones del artículo se incremente es
necesario que el medio de publicación tenga
una gran circulación. Antes de someter el
trabajo a la revista se puede verificar la
intensidad de circulación de la misma.
 El factor de frecuencia: La demora de una
revista mensual en publicar los trabajos es
casi siempre menor que la de una trimestral.
Suponiendo los mismos plazos para la
revisión, la demora adicional de esta última
oscilará entre dos y tres meses. Una revista
trimestral puede tardar hasta 10 meses en
publicar un artículo. Existen revistas de tal
demanda que el proceso de arbitraje y
aceptación de los artículos puede durar hasta
dos años. En este último caso, puede suceder
que el tema se haga obsoleto y el autor debe
decidir entre la calidad y la rapidez de
publicación.
 El factor del público: Hay que considerar el
tipo de público al que se orienta el artículo.
En algunos casos pueden ser convenientes
revistas nacionales y en otras internacionales.
El proceso de arbitraje
Selección de la revista
La elección de la revista dependerá de la
naturaleza del trabajo y el campo de estudio sobre el
que trata la investigación. Si se presenta un
manuscrito a la revista equivocada, pueden ocurrir
tres cosas: 1) que el editor lo devuelvan, con la
observación de que el trabajo “no resulta apropiado
para esta revista”; 2) que la revista evalué mal el
manuscrito o de forma injusta porque los árbitros (y el
director) conocen vagamente sobre la especialidad; y
3) que, aunque se acepte y publique el artículo, no
será difundido entre los pares de la misma
especialidad. Para la elección de la revista hay que
considerar los siguientes factores (Guevara, 2011):
 El factor de prestigio: Un artículo publicado
en una revista prestigiosa recibe más
El director de la revista es quien decide si se
aceptan o se rechazan los manuscritos. Por ello, el
director de una revista científica es un científico, y a
menudo de nivel superior. El redactor gerente es un
profesional a dedicación exclusiva que se encarga de
todos los detalles administrativos relacionados con el
proceso de arbitraje, y de las operaciones que
convierten en definitiva los originales aceptados en
artículos publicados (Harnard, 1996).
Cuando un original llega por primera vez a la
redacción de una revista, el director toma varias
decisiones preliminares: se revisa si el manuscrito
trata sobre una materia comprendida en el campo de
acción de la revista; si es aceptado, el director decide
quién revisará el manuscrito, designando, por lo
menos dos árbitros especialistas en el área. Cuando
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
515
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
los árbitros tienen opiniones contradictorias sobre el
artículo, el director toma la decisión definitiva o envía
el manuscrito a otros árbitros para llegar a un
consenso. La decisión del director será comúnmente
expresada como “aceptado”, “rechazado” o “aceptado
con cambios”. El director es un mediador entre el
autor y los árbitros. Si el autor trata respetuosamente
a los directores y es capaz de defender su trabajo con
argumentos científicos, la mayoría de las “sugerencias
de cambios” e incluso de rechazos se convertirán
eventualmente en artículos publicados.
El proceso de publicación
El original del manuscrito pasa por un proceso
de corrección en el que se rectifican los errores
ortográficos y gramaticales. Además, el corrector
uniformará todas las abreviaturas y unidades de
medida, la puntuación y la ortografía, de acuerdo con
el “estilo” de la revista. El manuscrito se carga en el
archivo electrónico del disco en un sistema
computadorizado que comunica con otro sistema de
composición que es el que produce las pruebas del
artículo. El resultado de esta actividad es un juego de
composiciones, que se envían entonces al autor para
que verifique el trabajo de corrección de su artículo, y
responda a las preguntas formuladas por el corrector.
Por último, el tipógrafo introducirá las correcciones
que haga el autor.
Formatos de publicación electrónica: CDROM y edición por encargo
Tanto la publicación en CD-ROM como la
edición electrónica por encargo ofrecen a los
científicos formas nuevas y mejores de difundir sus
investigaciones a un público más amplio. Los nuevos
formatos
de
publicación
electrónica
están
sustituyendo a las microfichas y el microfilme como
forma más conveniente de almacenar material
archivado para su consulta e impresión.
La Internet y la World Wide Web (WWW)
Entre las ventajas de colocar material en la
Web está la posibilidad de hacer actualizaciones
frecuentes, manteniendo la información casi al día,
utilización de hiperenlaces con datos conexos y la
posibilidad de acceder inmediatamente a archivos
para trabajar en colaboración. En cuanto a las
desventajas de la publicación en la Web está la
fluidez del texto electrónico, que puede ser cambiado
por alguien y puesto de nuevo en la Web sin respetar
516
su propiedad intelectual. Otro problema más grave es
que los informes y artículos que aparecen en la Web
no han sido sometidos al riguroso proceso de arbitraje
que acompaña al proceso de publicación académica.
La revista electrónica
La revista electrónica se asemeja a la que se
distribuye en forma impresa en que los artículos han
sido revisados por expertos y redactores antes de su
publicación. Puede incluir también sonido, películas
breves y animación como referencias visuales para los
datos. Los números de las revistas se publican en
menos tiempo que el que se necesita para los
impresos ya que la distribución en la Web es
instantánea en cuanto la revista electrónica se publica.
La publicación electrónica tiene costos asociados a su
colocación en línea. La publicación académica
electrónica permite una discusión sin arbitraje. A
medida que aumenta la popularidad de las revistas
electrónicas, se está introduciendo el mismo tipo de
proceso de revisión que utilizan las revistas impresas.
Las separatas
Es costumbre enviar un formulario de solicitud
de separatas con las pruebas. Actualmente las
separatas de un artículo pueden producirse en
cualquier momento y en cualquier número. La
mayoría de las revistas cobran por las 100 primeras
separatas, a fin de cubrir los costos de preparación y
elaboración. El uso de las separatas normalmente
depende de la imaginación y vanidad del autor; en
unos casos, le servirá para informar a los allegados
que se encuentra incluido en el mundo científico; en
otros, especialmente si se trata realmente de un buen
artículo, el autor enviará una separata a todos
aquellos colegas a quienes quiera impresionar. Se
recomienda ordenar las separatas alfabéticamente por
autor, y limitar su colección a aquellos elementos que
le convengan, como las más difíciles de conseguir.
TIPOS DE DIFUSIÓN DE ARTÍCULOS
Artículo de revisión
Como se ha indicado antes, un artículo de
revisión no es una publicación original. A veces, una
revisión contendrá datos nuevos (del laboratorio del
autor) no publicados aún en ninguna revista primaria;
sin embargo, la finalidad de un artículo de revisión es
examinar la bibliografía publicada anteriormente y
situarla en cierta perspectiva. Un artículo de revisión
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
suele ser largo; es común que tenga una extensión
comprendida entre 10 y 50 páginas impresas. Su tema
es bastante general en comparación con el de los
artículos de investigación; y la revisión bibliográfica
es, desde luego, el producto principal. Sin embargo,
los artículos de revisión realmente buenos ofrecen
también una evaluación crítica de los trabajos
publicados y, llegan a conclusiones importantes
basadas en esos trabajos. La estructura de un artículo
de revisión es normalmente diferente a la de uno de
investigación. Desde el punto de vista del formato, un
artículo de revisión es similar a un trabajo
monográfico de fin de curso académico o a una tesis,
bien organizados. No hay una organización
establecida para los artículos de revisión. Antes de
escribir una revisión, se recomienda averiguar
también los requisitos críticos de la revista a la que se
tiene la intención de presentar el trabajo.
Como el artículo de revisión tendrá
seguramente un público amplio y diverso, su estilo de
escribir deberá ser más general que en un artículo de
investigación. Los lectores se dejan influir por la
introducción de un artículo de revisión. Es probable
que decidan si continúan leyendo según lo que
descubran en los primeros párrafos. Las conclusiones
son también muy importantes.
presentan datos y conceptos todavía provisionales o
poco concluyentes y que los científicos no se atreven
a presentar a una publicación primaria. 3) Las
comunicaciones a conferencias no se someten
normalmente al arbitraje, y reciben una preparación
mínima para su publicación o el arbitraje es menos
estricto que el caso de las revistas; en consecuencia,
por falta de un verdadero control de calidad, muchos
editores respetables definen ahora los volúmenes de
actas de reuniones (Proceedings o Memorias) como
publicaciones no primarias.
Reseña de un libro
La finalidad principal de la reseña es dar
información suficiente a sus posibles lectores para
que puedan decidir si deben adquirirlo. Para ello, el
autor de la reseña debe definir el contenido del libro y
su público. Los libros son importantes en todas las
profesiones, pero especialmente en las ciencias. Esto
se debe a que la unidad básica de comunicación
científica, el artículo de investigación primario, es
breve y sumamente específico. Por ello, para ofrecer
una visión general de una parte importante de la
ciencia, los autores de libros científicos organizan y
sintetizan los conocimientos comunicados en algún
campo para formar un conjunto mucho mayor y con
más significado.
Comunicación a una conferencia
Todo empieza en un evento científico, como
una conferencia, congreso, simposio, reunión de
trabajo, seminario, etc. cuyas actas o memorias se
publican. Se recomienda averiguar primero sobre los
convocados a la conferencia, y qué ocurrirá
exactamente en lo que a la publicación se refiere. Si
varios participantes presentan datos inéditos, se
plantea la cuestión de si los datos incluidos en esas
actas se publican en forma válida. La tendencia clara,
es definir las comunicaciones a conferencias como
datos primarios no publicados en forma válida.
Esto se debe, a tres consideraciones
importantes: 1) La mayoría de las memorias de
conferencias son publicaciones de una sola ocasión y
efímeras, que las bibliotecas científicas del mundo no
adquieren por lo general; por ello, a causa de su
circulación y disponibilidad limitadas, no satisfacen
uno de los requisitos fundamentales para ser
publicaciones válidas. 2) La mayoría de las
comunicaciones a conferencias son esencialmente
artículos de revisión, que no tienen el carácter de
publicaciones primarias, o informes preliminares que
Si el que reseña hace bien su trabajo, el lector
potencial sabrá si debe leer o no el libro que se
examina, y por qué. En la parte superior de la reseña,
el autor deberá dar información completa sobre la
publicación. El orden habitual es: título del libro,
edición (si no es la primera), nombre del autor o de
los autores, editorial, lugar, año de publicación,
número de páginas y precio de lista.
Tesis
Una tesis doctoral en ciencias tiene que
presentar las investigaciones originales del candidato.
Por consiguiente, una buena tesis debe ser como un
artículo científico, que tiene la misma finalidad. Una
tesis debe presentar la misma estructura disciplinada
que se exigiría de una publicación en una revista. A
diferencia de un artículo científico, una tesis puede
describir más de un tema y presentar más de un
enfoque de algunos temas. Puede asimismo presentar
todos o la mayoría de los datos obtenidos en la
investigación correspondiente hecha por el
doctorando. Por consiguiente, la tesis es normalmente
más larga y más compleja que un artículo científico;
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
517
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
sin embargo, la idea de que una tesis debe ser un
abultado tomo de
200 páginas es absolutamente
equivocada. La forma de escribir la tesis varía
ampliamente según las instituciones; normalmente
ellas disponen de instructivos sobre la estructuración
y presentación de la tesis. Las universidades
normalmente toman las tesis muy en serio; tienen por
objeto mostrar que el candidato ha alcanzado la
madurez y es capaz, tanto de producir ciencia, como
de escribirla.
Presentación verbal de un trabajo
La presentación verbal de un trabajo no
constituye una publicación y, por consiguiente, está
sometida a reglas diferentes. La mayor diferencia es
que un artículo publicado debe contener todos los
detalles experimentales, a fin de que los experimentos
puedan repetirse. Una presentación verbal, en cambio,
no requiere ni debe contener todos los datos
experimentales. La bibliografía tampoco resulta
conveniente en una presentación verbal. La mayoría
de las presentaciones verbales son breves (10
minutos). Por muy bien que estén organizadas, un
gran número de ideas presentadas demasiado
rápidamente resultarán confusas. Existen, desde
luego, otros tipos de presentaciones verbales más
largas, como simposios, seminarios y talleres.
Todo científico debería saber cómo preparar
buenas
diapositivas.
Deben
prepararse
específicamente para su utilización en presentaciones
verbales. Se prefieren las diapositivas dispuestas
horizontalmente. Las gráficas, indudablemente, se
prepararán con computadora. Las mejores
diapositivas (las más legibles) son las de texto negro
sobre un fondo blanco. Las diapositivas no deben
estar demasiado llenas y deben comprenderse en
menos de 4 segundos. Diapositivas bien diseñadas y
preparadas realzan la utilidad de una presentación en
un evento científico.
Preparación de un cartel
En esta modalidad, los científicos muestran
sus datos y describen sus experimentos fijados en
carteles (poster). Las grandes sociedades reservan
espacio considerable para estas presentaciones,
porque muchas personas consideran que los carteles
son más atractivos para mostrar los resultados que
una presentación verbal tradicional de 10 minutos.
No se debe iniciar a preparar realmente un cartel hasta
que se conozcan los requisitos especificados por los
518
organizadores del evento científico. Hay que conocer
la altura y la anchura del soporte. También habrá que
saber cuáles son los métodos aprobados para fijar el
material al soporte. La organización de un cartel debe
seguir normalmente el formato IMRYD, aunque
habrá que tener en cuenta consideraciones gráficas y
la necesidad de que sea sencillo. En un cartel bien
diseñado hay muy poco texto, y la mayor parte del
espacio se destina a las ilustraciones. Debe exponerse
claramente la finalidad desde el principio. Los
Resultados, que son a menudo la parte más corta en
un trabajo escrito, serán la parte principal del cartel.
El Cartel debe tener un título corto y llamativo, y
debe ser legible desde una distancia de por lo menos 3
metros. Un cartel debe explicarse por sí solo,
destacándose visualmente, a fin de que quienes pasen
por delante puedan discernir fácilmente si es algo que
les interesa.
INDICES BIBLIOGRAFICOS Y SERVICIOS DE
INDEXACIÓN Y RESUMEN (SIR)
Con la finalidad de dar a conocer al lector la
diferenciación cualitativa de los medios de
divulgación científica, se va a incluir como parte final
de este trabajo, un resumen de lo que son los índices
bibliográficos.
La transmisión del conocimiento en la
antigüedad no era eficaz hasta que se descubrieron
mecanismos apropiados de comunicación. La
comunicación era en forma oral y cada generación
comenzaba en el mismo punto de partida porque, sin
documentos escritos, los conocimientos se perdían tan
rápidamente como se adquirían. Las pinturas
rupestres y las inscripciones grabadas en las rocas
figuran entre los primeros intentos humanos de dejar
registros para generaciones posteriores; y se puede
decir que el hombre de hoy ha tenido la suerte de que
los antepasados hayan dejado esos
tipos de
“mensajes primitivos”, aunque se supone que muchas
grabaciones en materiales menos duraderos hayan
desaparecido.
El primer libro que se conoce es un relato
caldeo del Diluvio Universal, historia inscrita en una
tablilla de arcilla de alrededor del año 4000 antes de
J.C.; es decir unos 2000 años antes que el Génesis.
En busca de medios de comunicación más prácticos
surge el papiro, el cual empezó a utilizarse alrededor
del año 2000 antes de J.C. En el año 190 antes de
J.C. se inició el uso del pergamino. Los griegos
reunieron grandes bibliotecas en Efeso y Pérgamo
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
(hoy Turquía) y también en Alejandría. Se cree que la
biblioteca de Pérgamo contenía unos 200 000
volúmenes en el año 40 antes de J.C (Guevara,
2011),
La comunicación científica, como se conoce
hoy, es reciente; las primeras revistas científicas se
publicaron hace unos 300 años y la organización
sistemática de la redacción técnica aparece en la
década de 1970. Los primeros artículos eran
“descriptivos”; y de forma típica, un científico
informaba: “primero vi esto y luego vi aquello”, o
bien: “primero hice esto y luego hice aquello”. A
menudo, las observaciones guardaban un simple
orden cronológico. Este estilo descriptivo resultaba
apropiado para la clase de ciencia sobre la que se
escribía. De hecho, ese estilo directo de informar se
emplea aún hoy en las revistas a base de “cartas”, en
los informes médicos sobre casos, y en los
levantamientos geológicos.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, la
ciencia empezaba a moverse de prisa y de formas
cada vez más complicadas, de tal modo que la
metodología de la investigación se hizo sumamente
importante. Según el reporte de la National
Federation of Advanced Information Services, la
primera revista científica se publicó en 1665 y desde
esa fecha, hasta 1960 se crearon unos 50,000 títulos,
en los que se han publicado cerca de medio millón
de artículos por año. Como consecuencia de este
vertiginoso crecimiento de las publicaciones
científicas, desde el siglo XVIII las sociedades
científicas de los países más desarrollados han
considerado acertadamente la idea de constituir
bases de datos para esa información, con dos
propósitos principales: proveer a las comunidades
científicas herramientas para identificar los
descubrimientos más importantes contenidos en ese
cúmulo de documentos; y ayudar a autores y
editores a reconocer los medios de publicación
científica y diseminación del conocimiento de
mayor cobertura. Desde la creación inicial de las
mencionadas bases de datos, éstas han ido
incorporando diversas actividades relacionadas con la
identificación, almacenamiento y diseminación de la
producción científica, lo que dio lugar a la
elaboración de fuentes bibliográficas
secundarias
con diferentes objetivos. Las primeras fuentes
bibliográficas están constituidas por los Directorios
Bibliográficos, que constan de bases de datos con
informaciones básicas sobre las revistas y que se
utilizan en los trabajos de indexación de revistas
nacionales y de homologación de revistas extranjeras.
Entre los mencionados directorios bibliográficos
figuran: la base del ISSN, los Serials Directory, el
Ulrich's International Serials Directory, y los
Servicios de Indexación y Resumen (SIR). Este
último, a diferencia de los tres anteriores, además de
la información general de las revistas que
seleccionan, integra sus contenidos de manera
continua, parcial o total.
A lo largo del Siglo XX los SIR`s se
multiplicaron significativamente, debido a aspectos
como las formas de circulación del conocimiento,
la necesidad de construir referencias estructuradas
sobre las publicaciones en dominios particulares
de la ciencia y la tecnología que permitan conocer
lo que se produce y tener acceso a los propios
documentos. La expansión de los SIR también se
debe a otros factores como la aparición de empresas
comerciales
que
se
constituyeron
como
intermediarios en la distribución mundial de revistas
científicas, los esfuerzos regionales, nacionales e
institucionales por constituir bases documentales
propias,
las
iniciativas
de
organismos
internacionales que han promovido planes y
programas para atender las necesidades de
información.
Servicios de Indexación y Resumen (SIR)
La aparición de los SIR con características y
servicios diversos ha dado origen a la creación de
una tipología, que sirve de apoyo en el
procesos
de indexación y homologación.
Inicialmente los países parten de una categoría de
fuentes secundarias que integran toda la
información sobre los SIR utilizados y que se
integra
a la base de homologación, que
generalmente hace parte del Sistema Nacional de
Indexación y Homologación de los países. A
continuación se describen los tipos de SIR.

Índices bibliográficos de citaciones: Con
base en análisis estadísticos de las citas que
reciben las revistas, los índices bibliográficos
de citaciones calculan el factor de impacto y
consecuentemente establecen un ordenamiento de
las revistas y/o de los artículos. Los índices de
citaciones más estructurados y con mayor
tradición son los producidos por el ISI(Institute
for Scientific Information) que publica un informe
anual; el JCR (Journal Citation Reports), con toda
la información sobre el factor de impacto y el
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
519
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
número de citaciones que han recibido las
revistas durante los últimos años; igualmente, el
Índice bibliográfico generalista regional SciELO
(Scientific Electronic Library on Line)
ha
emprendido el análisis de las citaciones y realizado
el cálculo del factor de impacto de algunas revistas
que hacen parte de él.

Índices
bibliográficos:
Seleccionan
revistas científicas utilizando estrictas exigencias
científicas y editoriales, a través de dos tipos de
comités: el comité editorial que se encarga del
análisis catalográfico de la revista; y el comité
científico que se ocupa de la evaluación de la
calidad científica, la originalidad y la pertinencia de
los documentos publicados. Estos índices son
elaborados por
asociaciones
científicas,
universidades, instituciones académicas, institutos
especializados en el análisis de la información
científica o agencias que apoyan la actividad
científica.

Bases bibliográficas con comité científico
de selección: A diferencia de los índices
bibliográficos, las bases bibliográficas se orientan a
la selección de artículos de investigación
publicados en revistas arbitradas; poseen un comité
de selección, encargado de verificar la pertinencia
con respecto al interés temático de la base y la
calidad de los artículos, así como el cumplimiento
de las normas editoriales internacionales exigidas
para la publicación de artículos científicos. Estas
bases son construidas o avaladas por asociaciones
científicas, universidades, instituciones académicas
o institutos especializados en el análisis de la
información científica.
Un científico no sólo tiene que hacer ciencia
sino también escribirla; sin embargo, existen muchos
científicos que pueden ser excelentes en sus
investigaciones pero son pésimos redactores; por lo
que se recomienda proveerlos de ideas que describan
el proceso de la investigación, desde la identificación
de la problemática a investigar, hasta la publicación
del informe en las revistas científicas, incluyendo el
tipo de medio de publicación.
LITERATURA CITADA
American Medical Association (AMA). 1998. AMA
manual of style: a guide for authors and editors. 9th.
Ed. Williams and Wilkins Co., Baltimore. United
States of America.
American National Standards Institute (ANSI). 1969.
American National standard for the abbreviation of
titles of periodicals. ANSI Z39.5. New York. United
States of America.
Arquímides, R. A. 2008. Cómo informar por escrito.
2da reimpresión. Vadell Hermanos, Caracas,
Venezuela.
Council of Biology Editors (CBE). 1983. CBE style
manual: guide for authors, editors, and publishers in
the biological sciences. 5th ed. CBE Style Manual
Committee. Council of Biology Editors, Inc.,
Bethesda, Maryland, United States of America. 324
p.
CONCLUSIONES
Council of Biology Editors (CBE). 1987. Editorial
forms: a guide to journal management. CBE Journal
Procedures and Practices Committee. Council of
Biology Editors, Inc., Bethesda, Maryland, United
States of America.
Un experimento científico basado en una
propuesta de investigación, no termina, sino hasta
que los resultados hayan sido publicados.
Bishop, C. T. 1984. How to edit a scientific journal.
Williams and Wilkins Co., Baltimore, United States
of America.
Para que el conocimiento obtenido mediante la
investigación científica sea reconocido tiene que ser
evaluado y publicado; sólo así pueden verificarse los
nuevos conocimientos y añadirse luego a la base de
datos que precisamente se denomina “conocimientos
científicos”.
Day, R. A. 2005. Como escribir y publicar trabajos
científicos. 5ta Ed. OPS. Washington D.C. United
States of America.
El investigador científico está obligado a
elaborar y presentar un informe escrito sobre lo que
hizo, por qué lo hizo, cómo lo hizo y que aprendió al
hacerlo; el concepto clave es la reproducibilidad.
520
Fellows, R. and A. Liu. 2008. Research methods for
construction. Trd Edition. Whiley-Blackwell. United
Kingdom.
Guevara, E. y J. Divo. 2006. La investigación en la
Universidad de Carabobo en el contexto histórico
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
Guevara Pérez. Formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los resultados
del desarrollo de la ciencia y la tecnología.
Dirección General de Postgrado, Vicerrectorado
Académico, Universidad de Carabobo. Valencia,
Venezuela.
Guevara, E. 2010. Propuesta para el taller: “Cómo
elaborar propuestas de investigación y difundir los
resultados en revistas científicas”. Memorias de
Conferencias en el 50 aniversario de la Facultad de
Ingeniería Agrícola, Universidad Nacional Agraria
La Molina, Lima, Perú.
Guevara, E. 2011. Indexación de revistas científicas y
tecnológicas.Revista Científica UDO Agrícola (en
prensa).
Harnard, S. 1996. Implementing peer review on the
Net: scientific quality control in scholarly electronic
journals. In: R. Peek y G. Newby (eds.). Scholarly
Publishing: the electronics frontier. MIT Press,
Cambridge, Massachusetts, United States of
America..
King, D. W.; D. D. McDonald and N. K. Roderer.
1981. Scientific journals in the United States.
Hutchinson Ross Publishing Co., Stroudsburg,
Pennsylvania, United States of America.
Michaelson, H. B. 1990. How to write and publish
engineering papers and reports. 3rd. ed. Oryx Press,
Phoenix, United States of America.
Mitchell, J. H. 1968. Writing for professional and
technical journals. John Wiley & Sons, Inc., New
York. United States of America.
Muñoz, C. 1998. Cómo elaborar y asesorar una
investigación
de
tesis.
Prentice
Hall
Hispanoamericana, S.A. Primera edición.
O’Connor, M. 1991. Writing successfully in science.
HarperCollins Academic, London. United Kingdom.
Weiss, E. H. 1982. The writing system for engineers
and scientists. Prentice-Hall, Inc., Englewood Cliffs,
NJ. United States of America.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 505-521. 2012
521
Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp),
cultivados en Santa Bárbara, estado Monagas, Venezuela, en época de Norte, 2008
Evaluation of the vegetative development of 19 lines of cowpea (Vigna unguiculata (L.) Walp), cultivated at
Santa Bárbara, Monagas state, Venezuela, in post rainy season, 2008
Michel José HERNÁNDEZ GONZÁLEZ
y Nicolás Enrique VALLADARES SÁNCHEZ
Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Universidad de Oriente, Campus Universitario
Los Guaritos. Avenida Universidad, Maturín, 6201, estado Monagas, Venezuela.
Emails: [email protected] y [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 18/08/2010
Fin de segundo arbitraje: 23/07/2012
Fin de primer arbitraje: 30/01/2012
Segunda revisión recibida: 27/07/2012
Primera revisión recibida: 16/06/2012
Aceptado: 27/07/2012
RESUMEN
En Campo Experimental Santa Bárbara del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara,
Monagas, de septiembre a diciembre de 2008, se realizó un experimento con el objetivo de evaluar el desarrollo vegetativo
de 19 cultivares de frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp). El diseño estadístico utilizado fue el de Bloques al Azar con tres
repeticiones y 19 tratamientos para un total de 57 unidades experimentales. Esta evaluación comprendió siete caracteres del
desarrollo vegetativo: diámetro y longitud del eje central, número y longitud de los ejes laterales, numero de nudos/eje
lateral, hábito de crecimiento y estado de la biomasa al momento de la cosecha; de los cuales solamente se encontraron
diferencias significativas (p ≤ 0,05) entre cultivares en la longitud del eje central y longitud de los ejes laterales.
Palabras clave: Frijol, hábito, biomasa, caracteres vegetativos, cosecha
ABSTRACT
At the Campo Experimental Santa Bárbara of Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara,
Monagas, from September to December 2008, an experiment was carried out to evaluate the vegetative development of 19
cultivars of cowpea (Vigna unguiculata (L.) Walp). A randomized complete block design with three replications and 19
treatments for a total of 57 experimental units was used. This evaluation included seven characters of vegetative
development: diameter and length of central axis, number and length of lateral axes, number of nodes/lateral axis, growth
habit and condition of the biomass at harvest time, from which only significant differences among cultivars only were found
statistical differences (p ≤ 0.05) for central axis and lateral axes length.
Key words: Cowpea, habit, vegetative traits, biomass, crop
El frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp.) en
Venezuela ocupa el segundo lugar entre las
leguminosas de granos comestibles en cuanto a
superficie sembrada, su cultivo se realiza
principalmente en la zona llanera y nororiental del
país (IITA, 2007).
Una gama de variedades de tipo agronómico y
taxonómico de frijol existen en el mundo adaptadas a
distintos ambientes, pero son pocas las que se
explotan
con
fines
comerciales
por
el
desconocimiento de la especie como fuente
alimenticia, quedando ésta rezagada a los últimos
lugares en la dieta diaria de muchos países (IITA,
2007).
El frijol es un cultivo anual, se adapta a
condiciones de escasez de agua, baja fertilidad y
tolera condiciones de acidez de los suelos. Este
cultivo, además prospera en climas cálidos y
diferentes suelos, por lo cual es posible conducir en el
país planes de siembra para satisfacer las necesidades
básicas de proteínas en la población venezolana
(Linares, 1993).
Lo expuesto anteriormente no ocurre en las
zonas del Oriente y Los Llanos Venezolanos, donde
el cultivo de frijol juega un papel primordial en la
alimentación. Esto define la importancia de realizar
trabajos orientados a la búsqueda de variabilidad
genética en los cultivares criollos de frijol, para
posteriormente conducir programas de mejoramiento
que incorporen caracteres favorables en una o varias
INTRODUCCIÓN
522
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
variedades de tipo agronómico, que puedan ser
liberados al mercado a fin de satisfacer la demanda de
proteína y alimento en la población venezolana
(Linares, 1993).
La tarea de recolectar la variabilidad existente e
incorporarla en variedades comerciales no es fácil de
realizar, debido a la variabilidad morfológica y a la
serie de variantes que presentan las caracterizaciones,
así como también la falta de límites precisos cuando
los taxa son propuestos y a los no parentescos entre
las plantas cultivadas y sus equivalentes silvestres en
algunos casos, de las cuales presumiblemente se
desviaron. Por consiguiente, se han ideado estándares
de medición mundial que permiten realizar
evaluaciones con mayor precisión en cuanto a la
diferenciación de cultivares (Palma, 2008). De la
mayoría de los materiales criollos de frijol, que son
cultivados en el país, se desconoce su procedencia;
por lo que, desde hace un tiempo muchos institutos
dedicados a la investigación agrícola, en el país, se
han abocado a evaluar y describir gran parte de estos
materiales, siendo la Universidad de Oriente pilar
fundamental en esto.
La evaluación agronómica permite caracterizar
el comportamiento de cultivares o especies en función
del manejo que se les pueda dar. Esto se logra gracias
a la existencia de caracteres (agronómicos) en las
plantas, conocidos desde otro punto de vista como
marcadores morfológicos, que condicionan su
manejo. Evaluando el comportamiento de dichos
caracteres, en distintos ambientes (localidades, épocas
y años), se puede inferir y recomendar bajo ciertas
condiciones algunos cultivares o especies para ciertas
localidades. El manejo agronómico que se le da a
cada cultivo está limitado al comportamiento de
dichos caracteres en distintos ambientes (Luna, 1996;
Linares, 1993).
En este sentido se orienta esta evaluación, con
el objetivo de determinar la variabilidad en los
caracteres vegetativos existente en 19 cultivares de
frijol provenientes del Banco de germoplasma del
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas
(INIA-CENIAP).
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación del experimento
El presente trabajo se ejecutó entre los meses
de septiembre a diciembre de 2008, en el Campo
Experimental Santa Bárbara del Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara,
estado Monagas. Esta estación está situada
geográficamente en las coordenadas 9º 35' 24, 7"
latitud norte y 63º 36' 3, 2" longitud oeste, a una
altitud de 193 m.s.n.m, con precipitación y
temperatura medias anuales de 993,20 mm y 27,01
°C, respectivamente (INIA, 2008).
Ambiente donde se realizó el experimento
De acuerdo con las exigencias del cultivo de
frijol (200 a 300 mm de precipitación), el Campo
Experimental, donde se realizó el trabajo, posee un
óptimo de precipitación, puesto que en el ciclo del
cultivo, entre los meses de septiembre a diciembre de
2008, precipitaron 292,6 mm; lo que se considera
como bueno, para que el cultivo alcance todo su
potencial genético, sin que el cultivo se desarrolle
demasiado exuberante y la producción de semillas y
frutos disminuya, de acuerdo a los trabajo realizados
por Quijada (1982), Salazar (1987) y Medina (1987).
Igualmente, las condiciones Edafoclimáticas lo
permiten, debido a que la Estación Experimental
posee en su mayoría suelos Franco-arenoso con pH
que oscila entre 5 y 6.
El material genético evaluado en este ensayo
comprendió 18 cultivares provenientes en su totalidad
de la colección de leguminosas del Banco de
Germoplasma de leguminosas del INIA- CENIAP,
también se incluyó un material Blanco Santa Bárbara
(material local, del que se desconoce la procedencia,
donado por INIA Monagas). La nomenclatura original
y color de semilla de los materiales utilizados se
muestran en el Cuadro 1.
El diseño experimental utilizado fue de
Bloques al Azar (DBA), con tres repeticiones y 19
tratamientos para un total de 57 unidades
experimentales. Cada unidad experimental se
conformó con 5 hileras distanciadas a 0,5 m y una
distancia entre plantas de 0,125 m, para lograr una
densidad de siembra 166667 plantas por hectárea.
Evaluación vegetativa
En esta evaluación se tomaron 10 plantas al
azar de las hileras centrales para realizar las
mediciones de los caracteres métricos, los cuales
fueron medidos a cosecha. Los caracteres cualitativos
fueron medidos en campo sobre el mismo número de
plantas de acuerdo con las especificaciones del
IBPGR (1983).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
523
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
Diámetro del eje central (mm)
Se hizo inmediatamente debajo del primer nudo
con un vernier digital, al lado y por debajo del primer
nudo, esto a cosecha.
Longitud del eje central (cm)
Se utilizó una cinta métrica y la medición se
realizó desde el cuello de la planta hasta el último
nudo (hoja desarrollada).
Número de ejes laterales/planta
eje toca el suelo, semi-erecto: algún eje toca el suelo y
rastrero: todos los ejes tocan el suelo (Linares, 1993).
Estado de la biomasa al momento de la
madurez comercial (%)
Se realizaron observaciones individuales de
cada una de las parcelas al momento de la cosecha
(madurez comercial). La escala utilizada fue la
siguiente: 1: Hojas y ramas en estado verde; 2: Hojas
verdes y amarillas con ramas verdes; 3: Hojas
mayormente amarillas y ramas verdes; 4: Hojas
mayormente secas y algunas ramas secas; 5: Hojas y
ramas secas (Linares; 1993)
El conteo se realizó en forma ascendente
(acrópeto), interviniendo en el conteo sólo los ejes
ubicados en el eje central.
RESULTADOS
Diámetro del eje central
Longitud de los ejes laterales (cm)
Se utilizó una cinta métrica y la medición se
realizó desde el punto de inserción del tallo hasta la
última hoja desarrollada de la planta.
Hábito de crecimiento (%)
Este carácter fue evaluado en la 8va semana
después de la siembra, en esta evaluación la escala
donde se ubicaron las plantas fueron: Erecto: ningún
En el Cuadro 2 se muestra el análisis de
regresión que evalúa el efecto del número de plantas
cosechadas respecto de las variables métricas, indica
ausencia de diferencias significativas. En el Cuadro 3
se muestra el análisis de varianza correspondiente,
donde se indica la ausencia de diferencias
significativas para el diámetro del eje central, un
coeficiente de variación de 17,0%. En el Cuadro 4 se
muestra el gran promedio de los cultivares, el cual fue
de 8,078 ± 0,79 mm, refiriéndose este al rango de
Cuadro 1. Nomenclatura y color de semilla de los 19 cultivares de frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp.), cultivados en el
Campo Experimental Santa Bárbara del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara,
estado Monagas, en época de Norte, 2008.
Nomenclatura de Colecta
DON-03-00-001
DON-03-00-002
MGM-04-00-006
MGM-08-02-004
MGM-08-02-033
MGM-08-02-045
MGM-08-02-060
MGM-08-02-067
MGM-08-02-073
MGM-08-02-079
MGM-08-02-091
MGM-08-02-094
MGM-08-02-102
MGM-09-02-004
MGM-09-02-005
MGM-10-02-001
MGM-10-02-053
MGM-10-02-080
Variedad local
524
Color de semilla
Marrón (TVX3871-02F; bayo)
Marrón (TVX2724 01F; bayo)
Marrón (bayo)
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Blanco
Marrón (bayo)
Blanco
Marrón (bayo)
Blanco
Blanco
Blanco
Nomenclatura para el ensayo
INIAM-30-2008
INIAM-07-2008
INIAM-04-2008
INIAM-10-2008
INIAM-18-2008
INIAM-25-2008
INIAM-24-2008
INIAM-28-2008
INIAM-08-2008
INIAM-13-2008
INIAM-14-2008
INIAM-20-2008
INIAM-21-2008
INIAM-06-2008
INIAM-31-2008
INIAM-33-2008
INIAM-05-2008
INIAM-09-2008
Santa Bárbara
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
Cuadro 2. Análisis de regresión caracteres cuantitativos evaluados contra el número de plantas cosechadas/parcela, de 19
cultivares de frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp.), cultivados en el Campo Experimental Santa Bárbara del
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara, estado Monagas, en época de Norte,
2008.
Fuente de variación
Regresión
Repeticiones
Error
Total
Regresión
Repeticiones
Error
Total
Regresión
Repeticiones
Error
Total
Regresión
Repeticiones
Error
Total
Grados de libertad Suma de cuadrados
Cuadrados medios
Diámetro del eje central (mm)
1
5,1
5,1
2
4,4
2,2
34
121,4
3,6
37
130,9
3,5
Longitud del eje central (cm)
1
5726,4
5726,4
2
6455,5
3227,8
34
47430,2
1395
37
59612,1
1611,1
Número de ejes laterales/planta
1
2,6
2,6
2
6,7
3,3
34
69,5
2
37
78,8
2,1
Longitud de los ejes laterales (cm)
1
75,5
75,5
2
9,8
4,9
34
15091,1
443,9
37
15176,5
410,2
F calculada
1,431 ns
0,617 ns
----4,105 ns
2,314 ns
----1,293 ns
1,638 ns
----0,170 ns
0,011 ns
-----
ns = no significativo (p > 0,05)
Cuadro 3. Análisis de varianzas de caracteres cuantitativos evaluados a 19 cultivares de frijol (V. unguiculata [L.] Walp.),
cultivados en el Campo Experimental Santa Bárbara del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA),
Santa Bárbara, estado Monagas, en época de Norte, 2008.
Cuadrados Medios
GL Diámetros del tallo Longitud del eje Número de ejes
(mm)
central (cm)
laterales/planta
Repeticiones
2
2,201 ns
3227,765 *
3,347 ns
Cultivar
18
3,452 ns
1453,632 *
1,486 ns
Error experimental
34
1,892
749,756
1,335
Variación total
54
2,424
1103,928
1,459
CV (%) = ( CMee /Y..) * 100
17,0
28,7
32,8
Fuente de variación
Longitud de los ejes
laterales (cm)
4,916 ns
437,431 *
214,496
281,046
38,2
CV: Coeficiente de variación. * = Significativo (p ≤ 0,05) y ns = No significativo (p > 0,05)
Cuadro 4. Promedio general y error estándar del diámetro (mm) del eje central y número de ejes laterales por planta de 19
cultivares de frijol (V. unguiculata [L.] Walp.), cultivados en el Campo Experimental Santa Bárbara del Instituto
Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara, estado Monagas, en época de Norte, 2008.
Error estándar
(
Promedio general (Ȳ..)
Diámetro del eje central (mm)
Número de ejes laterales/planta
CMee/r
8,078
3,5
)
(Ȳ.. -
CMee/r )
0,794
0,7
(Ȳ.. +
CMee/r )
7,288
2,9
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
Promedio general
( Ȳ..)
8,868
4,2
525
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
variación ocurrida para este carácter en la totalidad de
los cultivares.
presenta el gran promedio con 3,5 ± 0,7 ejes/planta,
observándose que el rango de variación va desde 2,9 a
4,2 ejes/planta.
Longitud del eje central
Longitud de los ejes laterales
El análisis de regresión, muestra la ausencia de
diferencias significativas. El análisis de varianza
(Cuadro 3), señala diferencias significativas para
cultivares y bloques. El análisis de promedios
(Cuadro 5), resalta las diferencias obtenidas, donde el
cultivar DON-03-00-002 resultó similar en longitud
(cm) del eje central a los cultivares DON-03-00-001,
MGM-08-02-067, MGM-08-02-060 y MGM-04-00006; no obstante, fue de menor longitud (cm) al resto
de los cultivares.
Número de ejes laterales/planta:
En el análisis de regresión que se muestra en el
Cuadro 2, se observa la ausencia de diferencias
significativas. El análisis de varianza que se muestra
en el Cuadro 3 señala la ausencia de diferencias
significativas entre los cultivares para el carácter
número de ejes laterales/planta. El coeficiente de
variación obtenido fue de 32,82%. En el Cuadro 4 se
En el análisis de regresión que se muestra en el
Cuadro 2, se observa la ausencia de diferencias
significativas para la regresión. En el análisis de
varianza que se indica en el Cuadro 3 se observan
diferencias significativas para la longitud (cm) de los
ejes laterales. El análisis de promedios mostrado en el
Cuadro 5 refleja que el cultivar MGM-10-02-080,
resultó con mayor longitud (cm) para los ejes laterales
que el resto de los cultivares. El cultivar MGM-0802-079 resultó con menor longitud (cm). El
coeficiente de variación para este carácter fue de
38,16%.
Hábito de crecimiento
En el Cuadro 6 se indican los promedios (%)
para cada cultivar, donde se puede notar que 15 de los
19 cultivares presentaron porte erecto y en el resto de
los cultivares los cultivares se encontró variabilidad
Cuadro 5. Promedios de la longitud del eje central (cm) y ejes laterales (cm) de 19 cultivares de frijol (V. unguiculata [L.]
Walp.) cultivados en el Campo Experimental Santa Bárbara del Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas
(INIA), Santa Bárbara, estado Monagas, en época de Norte, 2008.
Cultivar
DON-03-00-002
DON-03-00-001
MGM-08-02-067
MGM-08-02-060
MGM-04-00-006
MGM-08-02-004
MGM-08-02-073
MGM-09-02-005
MGM-08-02-033
MGM-10-02-080
MGM-08-02-102
MGM-10-02-001
MGM-09-02-004
MGM-10-02-053
MGM-08-02-045
MGM-08-02-094
MGM-08-02-091
MGM-08-02-079
Var. local
Longitud del eje central (cm) † Cultivar
47,0
a
‡ MGM-10-02-080
52,8
ab
MGM-10-02-001
74,7
abc
MGM-09-02-004
79,7
abcd
MGM-08-02-094
80,6
abcd
MGM-10-02-053
87,3
abcd
MGM-08-02-045
93,4
abcd
MGM-08-02-102
94
abcd
MGM-08-02-091
97,5
abcd
MGM-08-02-067
99,6
abcd
MGM-08-02-033
101,1
bcd
Var. local
102,3
bcd
DON-03-00-002
103
bcd
MGM-08-02-073
103,6
bcd
MGM-08-02-060
110,2
cd
MGM-04-00-006
112
cd
DON-03-00-001
115,8
cd
MGM-09-02-005
123,3
cd
MGM-08-02-004
136,4
d
MGM-08-02-079
Longitud de los ejes laterales (cm) †
69,7
a
‡
57,6
ab
53,4
abc
47,1
abcd
44,7
abcd
42,1
bcd
40,6
bcd
37,1
bcd
34,6
bcd
34,4
bcd
34,4
bcd
33,6
bcd
33,1
bcd
32,9
bcd
31,2
bcd
31
bcd
29,3
bcd
22
cd
20,3
d
† Prueba de Rangos Múltiples de Duncan (p ≤ 0,05)
‡ Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes
Error estándar: 15,8 y 8,4 para la longitud del eje central y la longitud de los ejes laterales, respectivamente.
526
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
de cómo se indica a continuación: MGM-08-02-060
(90% porte erecto y 10% porte semi-erecto); MGM10-02-001 (97% porte erecto y 3% porte semi-erecto);
MGM-10-02-080 y Var. local (80% porte erecto y
20% porte semi-erecto).
plantas evaluadas mostraron hojas verdes y amarillas
y ramas verdes, y el 67% fueron de hojas y ramas
verdes, mientras que los cultivares MGM-08-02-033,
MGM-08-02-067 presentaron, en la totalidad de las
plantas evaluadas, el estado hojas y ramas verdes.
Estado de la biomasa al momento de la
madurez comercial
DISCUSIÓN
Los estados de este carácter que se presentaron
en la generalidad de los cultivares fueron hojas verdes
y amarillas y ramas verdes y hojas y ramas verdes. El
Cuadro 6 refleja que los cultivares DON-03-00-002,
MGM-08-02-045, MGM-08-02-09 y MGM-10-02080, presentaron hojas verdes y amarillas y ramas
amarillas en la totalidad de las plantas evaluadas; los
cultivares DON-03-00-001, MGM-08-02-00, MGM08-02-060, MGM-08-02-073, MGM-08-02-079,
MGM-08-02-094, MGM-08-02-102, MGM-10-02053 y Var. local, presentaron, en 67% de las plantas
evaluadas, hojas verdes y amarillas y ramas verdes y
en un 33%, hojas y ramas verdes. En el caso de los
cultivares
MGM-04-00-006,
MGM-09-02-004,
MGM-09-02-005 y MGM-10-02-001, el 33% de las
El régimen de precipitación condiciona en gran
medida el desarrollo vegetativo del cultivo de frijol,
en este experimento la precipitación (292,6 mm)
durante el ciclo del cultivo, se considera como óptimo
de acuerdo con los requerimientos del cultivo. El
desarrollo de los cultivares fue de forma exuberante,
coincidiendo con lo obtenido por Quijada (1982)
quien reportó 344,0 mm de precipitación durante el
ciclo del cultivo, además Medina (1987) reportó
267,4 mm y difieren de los señalados por Hernández
(1988) con 187,9 mm quien reportó poca cantidad de
agua precipitada, pero a la vez el desarrollo de los
cultivares estudiados fue detrimental.
En este experimento algunas variables no
arrojaron diferencias significativas sugiriendo un alto
efecto ambiental y poca variabilidad entre cultivares,
Cuadro 6. Promedios (%) del hábito de crecimiento y estado de la biomasa a la madurez comercial de 19 cultivares de frijol
(V. unguiculata [L.] Walp.), cultivados en el Campo Experimental Santa Bárbara del Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas (INIA), Santa Bárbara, estado Monagas, en época de Norte, 2008.
Cultivar
DON-03-00-001
DON-03-00-002
MGM-04-00-006
MGM-08-02-004
MGM-08-02-033
MGM-08-02-045
MGM-08-02-060
MGM-08-02-067
MGM-08-02-073
MGM-08-02-079
MGM-08-02-091
MGM-08-02-094
MGM-08-02-102
MGM-09-02-004
MGM-09-02-005
MGM-10-02-001
MGM-10-02-053
MGM-10-02-080
Var. local
Promedio general (%)
Hábito de crecimiento (%)
Erecto
Semi-Erecto
100
0
100
0
100
0
100
0
100
0
100
0
90
10
100
0
100
0
100
0
100
0
100
0
100
0
100
0
100
0
97
3
100
0
80
20
80
20
97,2
2,8
Estado de la biomasa a la madurez comercial (%)
HVARV †
HRV †
67
33
100
0
33
67
67
33
0
100
100
0
67
33
0
100
67
33
67
33
100
0
67
33
67
33
33
67
33
67
33
67
67
33
100
0
67
33
59,7
40,3
† HVARV: Hojas verdes y amarillas y ramas verdes; HRV: Hojas y ramas verdes
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
527
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
dichos caracteres fueron: Diámetro (mm) del eje
central con un promedio general de 8,078 mm ±
0,794. Estos resultados coinciden con los obtenidos
por Obando (1989) quien reportó 8,1 ± 0,36 mm y
Hernández (1988) con 7,4 ± 0,252 mm, donde
tampoco se encontraron diferencias significativas
entre los cultivares, es de notar y resaltar que estos
ensayos se realizaron con otros cultivares; además los
resultados contrastan con los obtenidos por Linares
(1993) con valores entre 6,6 a 11,09 mm, Salazar
(1987) entre 6,9 a 8,0 mm, Medina (1987) entre 8,8 a
12,0 mm y Luna (1996) entre 6,5 a 8,6 mm, quienes
reportaron diferencias significativas entre cultivares.
El número de ejes laterales/planta mostró
ausencia de diferencias significativas entre cultivares
con un promedio general de 3,5 ± 0,7 ejes/planta,
coincide con los reportados por Salazar (1987) con
valores de 3,8 ± 0,2 ejes/planta, Medina (1987) con
10,3 ± 0,48 ejes/plantas, pero difiere de los obtenidos
por Hernández (1988) con 3,8 ± 0,2 ejes/planta.
Los
cultivares
mostraron
diferencias
significativas para la longitud (cm) del eje central con
95,5 ± 15,80 cm, coincidiendo con lo reportado por
Luna (1996) con valores entre 56,92 a 119,85 cm,
Medina (1987) con 53,6 a 85,5 cm y Linares (1993)
con 28,3 a 77,0 cm y contrastando con lo señalado
por Salazar (1987) con 33,9 cm, quien reportó
ausencia de diferencias significativas entre los
cultivares evaluados. El cultivar DON-03-00-001
presentó la menor longitud. Las plantas con ejes muy
largos tienden a volcarse lo que dificulta la cosecha
mecanizada (Valladares, 1990).
La longitud (cm) de los ejes laterales fue de
38,4 ± 8,46 cm y mostró diferencias significativas
entre cultivares, coincidiendo con lo reportado por
Obando (1989) con 89,9 ± 5,34 cm y contrastando
con lo señalado por Hernández con 67,0 ± 4,5 cm y
Luna (1996) con 60,40 ± 6,9 cm.
De acuerdo con las evaluaciones realizadas por
Medina (1987), Salazar (1987), Hernández (1988),
Obando (1989), Vásquez (1989) , Valladares (1990),
Linares (1993) y Luna (1996) las plantas con porte
erecto son más fácilmente manejables a la hora de
realizar prácticas agronómicas, dentro de las que se
destaca la cosecha mecanizada. En este experimento
el hábito de crecimiento no presentó gran variación en
la mayoría de los cultivares, sólo los cultivares
MGM-08-02-060 con 90% de plantas con porte erecto
y 10% de plantas semi-erectas, MGM-10-02-001 con
528
97% de plantas erectas y 3% de plantas semi-erectas,
MGM-10-02-080 con 80% de plantas erectas y 20%
de plantas semi-erectas y la Variedad Local con 80%
de plantas erectas y 20% de plantas semi-erectas,
mostraron variación intravarietal.
El estado de la biomasa al momento de la
madurez comercial resultó ser poco variable en los
cultivares objeto de este experimento, presentándose
sólo dos estados del carácter como lo fueron Hojas
verdes y amarillas y ramas verdes y, Hojas y ramas
verdes, estos resultaron coinciden con los reportados
por Luna (1996) donde el cultivar TVX-3871-02F
(DON-03-00-002) presentó hojas verdes y amarillas y
ramas verdes en el 100% de las plantas evaluadas al
igual que en este experimento siendo esto inadecuado
para la cosecha mecanizada de acuerdo con
Valladares (1990), para los demás cultivares no se
cuenta con información previa de evaluaciones
realizadas en el país.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Los cultivares DON-03-00-002, DON-03-00001MGM-08-02-067, MGM-08-02-060 y MGM-0400-006 presentaron variabilidad para la longitud del
eje central, siendo apropiado para cosecha
mecanizada.
El número de ejes laterales/planta y diámetro
del tallo presentaron poca varibilidad en los cultivares
estudiados.
En el hábito de crecimiento resultó ser
distintivo el estado del carácter porte erecto en los
cultivares
MGM-08-02-060,
MGM-10-02-001,
MGM-10-02-080 y Var. Local, esto indica la
posibilidad
de
implementar
programas
de
mejoramiento que permitan incorporar los genes, que
controlan este carácter, en las variedades comerciales
del país, aunque estos cultivares pueden ser
promisorios, debido a la facilidad de cosechar de
manera mecanizada. El resto de los cultivares
resultaron puros para el estado porte erecto.
En cuanto al estado de la biomasa al momento
de la madurez comercial, ninguno de los cultivare
alcanzó el estado de hojas y ramas secas, los
cultivares DON-03-00-002, MGM-08-02-045, MGM08-02-091, MGM-10-02-080, presentaron hojas
verdes y amarillas en la totalidad de las plantas
evaluadas.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
Hernández González y Valladares Sánchez. Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol en Venezuela
LITERATURA CITADA
Hernández, A. 1988. Evaluación agronómica de
líneas avanzadas provenientes de selecciones
individuales del frijol (Vigna unguiculata [L.]
Walp) Tejero Criollo (Grupo I), en la época de
lluvias de Norte 1986-87, en la sabana de Jusepín.
Trabajo de Grado para Ingeniero Agrónomo.
Jusepín, Estado Monagas, Venezuela. Universidad
de Oriente, Escuela de Ingeniería Agronómica. 98 p.
Instituto de Investigaciones Tropicales Agrícolas
(IITA). 2007. Caupí. [Documento en línea].
Disponible en: iita.org/cms/details/cowpea. Última
visita 08/09/2008.
Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(INIA). 2009. Datos Climatológicos. San Agustín,
Estado Monagas, Venezuela.
International Board for Plant Genetic Resources
(IBPGR). 1983. Descriptors for cowpea. IBPGR
Executive Secretariat. Rome, Italy. 30 p.
Linares, G. 1993. Evaluación agronómica de 50 líneas
F1 de frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp.),
provenientes del cruce de las líneas A-4 * M-28-6-6,
en la sabana de Jusepín, en lluvias de Norte 19911992. Trabajo de Grado para Ingeniero Agrónomo.
Jusepín, Venezuela. Universidad de Oriente,
Escuela de Ingeniería Agronómica. 99 p.
Luna, M. 1996. Evaluación agronómica de 12 líneas
F9 de frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp.),
provenientes del cruce de las líneas experimentales
T.C.-9-6 x TVX-3871-02F en la sabana de Jusepín,
en lluvias de Norte 1994-1995. Trabajo de Grado
para Ingeniero Agrónomo. Jusepín, Venezuela.
Universidad de Oriente, Escuela de Ingeniería
Agronómica. 105 p.
Medina, M. 1987. Comportamiento agronómico de
progenies de selecciones individuales de frijol
(Vigna unguiculata [L.] Walp.) en la sabana de
Jusepín, en lluvias de invierno. Trabajo de Grado
para Ingeniero Agrónomo. Jusepín, Venezuela.
Universidad de Oriente, Escuela de Ingeniería
Agronómica. 63 p.
Obando, M. 1989. Evaluación agronómica de líneas
avanzadas provenientes de selecciones individuales
del frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp) “Tejero
Criollo” (Grupo I), en la sabana de Jusepín, en la
época de lluvias-1987. Trabajo de grado para
Ingeniero
Agrónomo.
Jusepín,
Venezuela.
Universidad de Oriente, Escuela de Ingeniería
Agronómica. 90 p.
Palma, J. 2008. Determinación de la calidad de
semilla de caraota (Phaseolus vulgaris L.)
producidas de manera artesanal por pequeños
productores de la localidad de Rio Chiquito,
municipio Piar, estado Monagas. Trabajo de Grado
para Ingeniero Agrónomo. Maturín, Venezuela.
Universidad de Oriente, Escuela de Ingeniería
Agronómica. 250 p.
Quijada, O. 1982. Distribuciones simétricas y
asimétricas de siembra y poblaciones de plantas de
frijol tipo Mantuano (Vigna sinensis Endl.), en la
sabana de Jusepín. Trabajo de Grado para Ingeniero
Agrónomo. Jusepín, Venezuela. Universidad de
Oriente, Escuela de Ingeniería Agronómica. 108 p.
Salazar, D. 1987. Evaluación agronómica de líneas de
frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp.) “Tejero
Criollo” (Grupo I), probadas en condiciones
ecológicas de sabana, en lluvias de Norte 1985-86.
Trabajo de Grado para Ingeniero Agrónomo.
Jusepín, Venezuela. Universidad de Oriente,
Escuela de Ingeniería Agronómica. 65 p.
Valladares, N. 1990. Nuevas líneas experimentales de
frijol (Vigna unguiculata [L.] Walp.) para la
ecología de sabana desarrolladas por selección
individual a partir de la población original “Tejero
Criollo”. Premio Banco Consolidado 1990. Caracas,
Venezuela, Banco Consolidado. 115 p.
Vásquez, M. 1989. Selección de caracteres con fines
descriptivos en base a la variabilidad observada en
dos cultivares de frijol (Vigna unguiculata [L.]
Walp.), durante dos épocas de siembra, en
condiciones de sabana. Trabajo de Grado para
Magister
Scientiarum.
Jusepín,
Venezuela.
Universidad de Oriente, Postgrado en Agricultura
Tropical. 247 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 522-529. 2012
529
Variables biométricas de guanábano (Annona muricata L.) tipo gigante en las condiciones
edafoclimáticas del estado Portuguesa, Venezuela
Biometric variables in giant type soursop at climatic and soil conditions of Portuguesa State, Venezuela
Miguel Eduardo AÑEZ QUERALES
, Oswaldo GONZÁLEZ y Carlos PÁRRAGA J.
Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales Ezequiel Zamora (UNELLEZ). Vicerrectorado
de Producción Agrícola Guanare. Programa de Ciencias del Agro y del Mar. Carretera Guanare-Biscucuy Km
1,5. Sector Mesa de Cavacas, C. P. 3350, estado Portuguesa, Venezuela. E-mail: [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 21/01/2012
Fin de segundo arbitraje: 20/06/2012
Fin de primer arbitraje: 13/03/2012
Segunda revisión recibida: 02/09/2012
Primera revisión recibida: 03/05/2012
Aceptado: 04/09/2012
RESUMEN
Los frutales tropicales muestran comportamiento vegetativo y reproductivo variable según las condiciones edafoclimáticas
de la zona donde son establecidos y a las labores agronómicas aplicadas, por eso es necesario realizar la valoración del
desarrollo vegetativo. El objetivo de esta investigación fue caracterizar variables biométricas del guanábano (Annona
muricata L.) tipo gigante en la localidad de Sun Sun, municipio San Genaro de Boconoíto del estado Portuguesa,
Venezuela. Se seleccionaron 48 plantas de cuatro años de edad, en una plantación de 144 árboles. Las variables evaluadas
fueron: altura de planta (AP), perímetro del tallo a 10 cm sobre el suelo (PT), radio medio de copa (RMC) y volumen de
copa (VC). Los análisis estadísticos aplicados fueron: estadística descriptiva con base en promedios y desviaciones, análisis
de correlación de Pearson, regresión lineal múltiple con selección de variables por Stepwise y gráficos de series temporales.
Período de estudio abril 2005 - abril 2006.Los valores para AP de 2,95 a 3,82 m, PT de 27,33 a 44,13 cm, RMC de 74,15 a
124,99 cm y VC de 5,39 a 19,48 m3, en los meses citados. Las correlaciones simples de mayor valor fueron: radio medio
de copa con volumen de copa r= 0,9547 y perímetro de tallo con volumen de copa r= 0,8028, mientras que la más baja fue
altura de planta con radio medio de copa r=0,5901, aunque todas fueron significativas (P< 0,01). Con base en el análisis de
regresión, la altura de planta y el radio medio de copa explicaron 94% de la variación del volumen de copa (P<0,01).
Palabras clave: Annona muricata, altura de planta, volumen de copa, Venezuela, correlación
ABSTRACT
Tropical fruit crops show vegetative and reproductive behavior that varied according to the soil and climate conditions of
the area and the agronomic practices applied to them. For this reason is necessary to conduct studies about vegetative
growth in fruit crops. The objective of this work was the characterization of biometric variables in “giant” type soursop
(Annona muricata L.) at Sun Sun, San Genaro de Boconoito municipality, Portuguesa State, Venezuela. Forty eight (four
years old) plants were selected in a plantation of 144 trees. The biometric variables studied were: plant height (PH), stem
perimeter 10 cm above soil level (SP), average ratio canopy (ARC) and canopy volume (CV). The variables were evaluated
with descriptive statistical based on averages and deviations, Pearson correlation analysis, linear multiple regression with
Stepwise variable selection and series temporal graphics. From April 2005 to April 2006, the values obtained for PH 2.95 to
3.82 m, SP 27.33 to 44.13 cm, ARC 74.15 to 124.99 cm and CV 5.39 to 19.48 m3, in dates cited. The highest single
correlations values were: average ratio canopy with canopy volume r=0.9547 and stem perimeter with canopy volume r=
0.8028, while the lowest value was: plant height with average ratio canopy r= 0.5901, although all single correlations were
significant (P< 0.01). Based on regression analysis, plant height and average ratio canopy explained 94% of variation of
canopy volume (P< 0.01).
Key words: Annona muricata, plant height, tree canopy volume, Venezuela, correlation
INTRODUCCIÓN
Los frutales tropicales muestran un
comportamiento vegetativo y reproductivo variable de
acuerdo con las condiciones edafoclimáticas de la
zona donde los establecen y las labores agronómicas
que le son aplicadas. Ese comportamiento diferencial
530
hace indispensable realizar estudios de valoración
vegetativa, que servirán de referencia cuando se
pretenda establecer tales especies en áreas geográficas
en las cuáles no se tiene experiencia al respecto,
siempre y cuando las condiciones de ambiente
requeridas para la especie se cumplan.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 530-534. 2012
Añez Querales et al. Variables biométricas de guanábano tipo gigante en las condiciones edafoclimáticas de Portuguesa
El crecimiento de una planta puede ser
rítmico o continuo. El rítmico ocurre cuando el eje
presenta periodicidad de elongación, mientras que en
el continuo el eje no presenta periodicidad de
elongación (Caraglio y Barthélémy, 1997). Conocer
detalladamente la forma de crecimiento de la copa de
las plantas de tipo arbóreo y las características de las
ramas que conforman su estructura es fundamental,
para precisar las prácticas culturales relacionadas con
la conducción y poda de los árboles (Avilán et al.,
1995).
punto de ramificación más cercano, dos puntos de
ramificación proximales, o un punto de ramificación
y el tronco de la planta.
El guanábano es susceptible al frío y la
anonácea más tropical con relación al clima; cálido y
húmedo, característico de altitudes menores de 1.000
msnm, la condición óptima de 400 a 600 m;
precipitación media anual de 1000 a 1300 mm bien
distribuidos, no obstante, puede cultivarse en zonas
con una estación seca moderada, temperatura
promedio de 25 a 28 °C (MAG, 2005).
Descripción del área
En República Dominicana, las plantas de
guanábano se desarrollan mejor desde el nivel del mar
hasta 300 metros de altitud, la mayor concentración
corresponde a sectores bajo ciertas influencias
marinas, en donde la pluviometría es moderadamente
alta de 1300 a 1500 mm (Fundación Desarrollo
Agropecuario, 1990). Avilán y Leal (1984) en base a
las exigencias edafoclimáticas del guanábano
seleccionaron las áreas para su cultivo en Venezuela.
En las áreas con mayor potencial se incluyeron
aquellas zonas con altitud inferior a 1000 msnm,
precipitación superior 1000mm anuales, con un
período seco, temperatura media anual de 25 a 28°C,
suelos bien drenados de mediana a elevada fertilidad
natural y topografía con pendientes menores a 7%.
En Venezuela se han realizado trabajos de
comportamiento y caracterización biométrica de
varios frutales arbóreos en diferentes localidades
(Añez 1985; Añez 1994; Sindoni et al. 2003; Quijada
et al. 2004). El crecimiento de las plantas de
guanábano es por medio de ramas silépticas, puede
ocurrir en cualquier época del año y es continuo; la
brotación de las yemas florales acontece después del
desarrollo de las ramas (CAB International, 2005),
además el guanábano presenta de uno a tres flujos de
crecimiento al año, los cuales tienen estrecha relación
con la distribución de la precipitación (Yamarte,
2001).
Martín et al., (1995) señalaron que la copa de
la planta está constituida por eslabones, los cuales son
porciones lineales de brotes entre un meristemo y el
El objetivo del trabajo fue caracterizar variables
biométricas del guanábano tipo gigante (Annona
muricata L.) en la localidad de Sun Sun, municipio
San Genaro de Boconoíto del estado Portuguesa,
Venezuela.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se efectuó en la finca “El
Jabillal”, ubicada en Sun Sun, municipio San Genaro
de Boconoíto del estado Portuguesa, la precipitación
anual de 1400 a 1900 mm, la temperatura media anual
varía de 23 a 33°C, mientras que la evaporación
promedio diaria está alrededor de 3,1 mm (Cuadro 1).
La altitud de la zona es 185 msnm y las coordenadas
411000 – 412000N y 969000-970000E. La zona
según la clasificación de Holdridge es bosque seco
tropical. Los suelos del área son francos, pH 6,7 y de
mediana fertilidad.
Material vegetal
El guanábano tipo gigante tiene como
característica más resaltante el tamaño del fruto, el
cual alcanza de 20 a 30 cm de largo, pudiendo pesar
2,5 Kg o más (SEMICOL 2010), lo que sugiere su
posible utilización para procesamiento industrial por
la cantidad de pulpa que presenta. La plantación total
fue de 144 árboles distribuidos en 1,7 hectáreas
aproximadamente, distanciados 11 x 11 m. Las
plantas eran injertadas, tenían cuatro años de edad y
estaban en el inicio de la floración. Se seleccionaron
48 árboles de porte uniforme, para altura y desarrollo
de copa.
Variables evaluadas
En cada árbol, se midió: altura de planta
(AP), perímetro del tallo (PT) a 10 cm y radio medio
de la copa (RMC). El volumen de copa (VC) fue
calculado. La AP se determinó por medio de un
clisímetro y aplicaciones trigonométricas, el PT y el
RMC fueron medidos utilizando una cinta métrica,
este último producto del promedio de tres mediciones
en la planta. El VC se determinó mediante la fórmula:
Volumen= π (RMC/100)2 x AP/3.
Las mediciones se efectuaron durante un año
(abril 2005 – abril 2006) con una frecuencia
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 530-534. 2012
531
Añez Querales et al. Variables biométricas de guanábano tipo gigante en las condiciones edafoclimáticas de Portuguesa
cuatrimestral, lo cual generó cuatro valores por planta
en cada variable analizada.
Análisis estadístico
Para evaluar las variables consideradas se
usaron: Estadísticos descriptivos con base en
promedios y desviaciones, en cada período, análisis
de correlación de Pearson, regresión lineal múltiple
con selección de variables por Stepwise y gráficos de
series temporales.
previsiones adecuadas de conducción y manejo de
copa de los árboles, se dificultarán las labores
agronómicas incluyendo la cosecha, lo que es una
desventaja. Sindoni et al. (2003) al caracterizar diez
cultivares de merey criollo, obtuvieron influencia del
porte o altura de planta sobre el diámetro de la copa
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Altura de planta
La media de esta variable varió de 2,96 en
abril 2005 a 3,83 m abril 2006, lo que se refleja en un
continuo crecimiento (Figura 1).
El aumento de casi un metro en altura para
doce meses, permite inferir que si no se toman las
Figura 1. Altura promedio de la planta (m) de guanábano
(Annona muricata L.) tipo Gigante en Sun Sun,
Municipio San Genaro de Boconoíto, estado
Portuguesa, Venezuela desde abril 2005 a abril
2006.
Cuadro 1. Variables climáticas en el municipio San Genaro de Boconoito, años 2005 y 2006. Servicio de Meteorología de
las F.F.A.A., Estación Guanare, estado Portuguesa, Venezuela.
Variable
Temperatura
máxima (ºC)
Temperatura
mínima (ºC)
Radiación
solar (Mj/m2)
Velocidad
viento (km/h)
Evaporación
(mm/día)
Precipitación
(mm)
Variable
Temperatura
máxima (ºC)
Temperatura
mínima (ºC)
Radiación
solar (Mj/m2)
Velocidad
viento (km/h)
Evaporación
(mm/día)
Precipitación
(mm)
532
Mar
Abr
May
2005
Jun
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic
Año
34,1 34,8 36,7
33,6
31,9
31,3
30,7
31,6
41,0
32,6
32,4
33,3
33,7
22,2 23,2 24,3
24,6
23,3
22,8
22,3
22,4
28,9
22,9
22,8
21,2
23,4
1208 1447 1668 1132
1161
1030
1024
1100
1042
1090 1070 1097
1175
Ene
Feb
1,6
2,1
2,0
1,6
1,4
1,2
1,3
1,3
1,0
0,9
1,0
1,5
1,4
4,5
5,0
6,1
3,4
2,2
1,8
1,3
1,3
2,4
2,6
2,6
3,6
3,1
12,7 10,3
0,0
0,0
10,7 1938,9
Ene
Mar
Abr
May
Jun
2006
Jul
Ago
Sep
Oct
Nov
Dic
Año
33,4 33,5 34,1
34,0
31,3
30,3
30,4
31,6
32,2
32,4
32,5
32,5
32,4
21,7 21,8 24,0
24,6
23,2
22,6
22,3
22,5
23,0
22,9
22,6
21,9
22,8
10,42 12,09 11,32 10,76 10,45
9,38
8,46
9,77
10,62
9,57 10,89 14,66 10,70
Feb
203,1 415,9 376,6 164,6 338,8 252,8 153,4
6,1
6,8
6,8
6,5
5,8
5,0
4,7
5,0
4,7
5,4
5,0
5,0
5,6
4,2
4,8
4,9
4,2
2,4
2,0
2,2
2,3
2,7
1,7
2,3
2,6
3,0
58,9
2,4
4,5
43,0
222,0 304,2 333,4 262,3 147,4 285,2 140,0 29,0 1832,3
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 530-534. 2012
Añez Querales et al. Variables biométricas de guanábano tipo gigante en las condiciones edafoclimáticas de Portuguesa
de los árboles. Las dimensiones obtenidas (Cuadro 2)
se corresponden con el intervalo de 3 a 7 m,
determinado para guanábano (Corporación Proexant,
2006).
variaron de 5,39 en abril 2005 a 19,48 m3 para abril
2006 (Cuadro 2).
Perímetro del tallo
Las correlaciones simples entre todas las
variables evaluadas fueron calculadas y se obtuvieron
los coeficientes siguientes: altura de planta con
perímetro de tallo r =0,7424 (P<0,01); altura de planta
con radio medio de copa r =0,5901(P<0,01); altura
de planta con volumen de copa r =0,6953(P<0,01);
perímetro de tallo con radio medio de copa r =0,7766
(P<0,01); perímetro de tallo con volumen de copa r
=0,8028 (P<0,01) y radio medio de copa con volumen
de copa r =0,9547(P<0,01). Ese grado de asociación
entre las variables estudiadas coincide con lo
determinado en diferentes cultivares de mango
(Añez 1985; Quijada et al. 2004) y lima persa
(Berdeja-Arbeu et al. 2010)
En esta variable los valores oscilaron de
27,33 abril 2005 a 44,13 cm abril 2006. La Figura 2
muestra el comportamiento de las plantas, se aprecia
una tendencia a menor incremento entre dos medidas
sucesivas, especialmente hacia el final del trabajo. El
incremento promedio del perímetro para el año
estudiado fue de 16,80 cm. En las plantas evaluadas
se pudo observar que el perímetro del tallo aumento
su grosor durante los meses de medición, el
incremento promedio obtenido fue de 6,71; 6,29 y
3,80 cm, en los lapsos abril-agosto 2005, agostodiciembre 2005 y diciembre2005-abril 2006,
respectivamente. Ese comportamiento pudiese estar
asociado a la precipitación de los períodos citados,
porque en los dos primeros fue mayor que la del
último lapso considerado (Cuadro 1).
Radio medio de copa
El intervalo de los valores promedios de esta
variable estuvo definido por 74,15 en abril 2005 y
124,99 cm en abril 2006. El incremento promedio de
50 cm en un año, puede utilizarse como referencia
para definir las estrategias de manejo agronómico más
adecuadas para la plantación según ese aumento
anual, además permite orientar sobre la distancia de
plantación a emplearse en futuras plantaciones, para
el mejor aprovechamiento de las parcelas de los
productores.
Volumen de copa
Esta variable derivada de la altura de planta y
el radio medio de copa, presenta una tendencia similar
al radio medio de copa con respecto al
comportamiento vegetativo, puede inferirse que esta
variable está determinada en mayor grado por el radio
medio de copa que por la altura del árbol. Los valores
Correlaciones entre las variables
Se estableció el modelo completo de
regresión lineal múltiple y resultó de la siguiente
manera:
Volumen = - 23,54 + 3,24 (altura) + 0,014
(perímetro) + 0,24 (radio medio de copa)
R2 = 0,94 (P<0,01)
Cuando se aplicó la selección de variables
independientes por el método de stepwise, el modelo
Figura 2. Perímetro promedio del tallo (cm) de guanábano
(Annona muricata L.) tipo Gigante en Sun Sun,
Municipio San Genaro de Boconoíto, estado
Portuguesa, Venezuela desde abril 2005 a abril
2006.
Cuadro 2. Promedio y desviación típica de la altura de planta (m), perímetro del tallo (cm), radio medio de copa (cm) y
volumen de copa (m3) de guanábano (Annona muricata L.) tipo Gigante en Sun Sun, Municipio San Genaro de
Boconoíto, estado Portuguesa, Venezuela por fecha de muestreo.
Fecha
Variable
Altura (m)
Perímetro (cm)
Radio medio (cm)
Volumen (m3)
16/04/2005
2,96 ± 0,39
27,33 ± 4,51
74,15 ± 13,76
5,39 ± 2,50
16/08/2005
3,25 ± 0,38
34,04 ± 4,52
111,96 ± 24,08
13,65 ± 7,71
15/12/2005
3,49 ± 0,41
40,33 ± 5,83
120,89 ± 23,93
16,91 ± 7,29
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 530-534. 2012
15/04/2006
3,83 ± 0,42
44,13 ± 6,78
124,99 ± 20,97
19,48 ± 7,41
533
Añez Querales et al. Variables biométricas de guanábano tipo gigante en las condiciones edafoclimáticas de Portuguesa
ajustado fue:
Volumen = - 23,598 + 3,343 (altura) + 0,242 (radio
medio de copa)
R2= 0,94 (P<0,01)
Según la prueba de Stepwise, el aporte del
perímetro en el modelo es mínimo cuando están
presentes las otras dos variables; debido a que el
coeficiente de determinación presenta el mismo valor
que el modelo completo, en el cual está el perímetro.
Además, también significa que es posible predecir el
volumen a partir de la altura y el radio medio de copa
con 94% de ajuste que resulta una aproximación muy
buena al valor real de volumen.
CONCLUSIONES
La tendencia de la altura de planta y el
perímetro del tallo fue a incrementarse. El radio
medio de copa aumentó consistentemente. El
volumen de copa presentó alto grado de asociación
con el radio medio de copa y la altura de planta.
LITERATURA CITADA
Añez, M. 1985. Estudio del comportamiento del
mango (Mangifera indica L.). Análisis de variables
fitométricas en Araure, estado Portuguesa. Trabajo
de Ascenso para Profesor Asistente. Universidad
Nacional Expermental de los Llanos Occidentales
Ezequiel Zamora, Guanare. Venezuela. 52 p.
Añez, M. 1994. Descripción y caracterización de
cinco clones de guayaba (Psidium guajava L.).
Variables biométricas y fenológicas. Tesis Magister
Scientiarum Universidad Centroccidental Lisandro
Avarado, Barquisimeto, Venezuela. 89 p.
Avilán L. y F. Leal. 1984. Áreas potenciales para el
desarrollo de diferentes especies frutícolas en el
país. IV Anonáceas. Revista Facultad de Agronomía
(Maracay) 13(1-4):47-59.
Avilán, L.; F. Leal y D. Bautista. 1995. El aguacatero:
Principios y técnicas para su producción. Editorial
América. Caracas. 380 p.
Berdeja Arbeu, R.; A. Villegas Monter, L. Ruíz
Posadas, J. Sahagon Castellanos y M. Colinas León.
2010. Interacción lima persa – portainjertos. Efecto
en características estomáticas de hoja y vigor de
árboles. Revista Chapingo. Serie horticultura 16 (2):
91-97.
CAB International. 2005. Annona muricata.
Disponible en: www.cabicompendium.org/cpc.
Consultado 16 de mayo de 2011.
534
Caraglio, Y. et D. Barthélémy. 1997. Revue critique
des termes relatifs á la croissance et á la
ramification des tiges des végetaux vasculaires. In:
J. Bouchon, P. Raffye et D. Barthélémy (Eds.).
Modélisation et simulation de l´architecture des
végetaux. INRA. París. p. 11-87.
Corporación Proexant. 2006. Guanábana: Manejo del
cultivo y postcosecha. Disponible en: http://
www.proexant.org.ec. Consultado 07 de mayo de
2011.
Fundación Desarrollo Agropecuario. 1990. El cultivo
del
guanábano.
Disponible
en:
www.rediaf.net.do/publicaciones/guías/download/g
uanábano.pdf. Consultado 18 de junio de 2011,
Martín, C.; J. Stutz, B. Kimball, S. Idso and D. Akey.
1995. Growth and topological changes of Citrus
limon (L.) Burm f. ´Eureka´ in response to high
temperatures and elevated atmospheric carbon
dioxide. J. Amer. Soc. Hort. Sci. 120: 1025-1031.
Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). 2005.
Guanábana. In: Aspectos técnicos sobre cuarenta y
cinco cultivos agrícolas de Costa Rica. Dirección
General de Investigación y Extensión Agrícola.
Ministerio de Agricultura y Ganadería. San José.
Disponible en: http://www.mag.go.cr. Consultado el
07 de junio de 2011.
Quijada, O.; B. Herrero, M. Matheus, G. Castellano,
R. Camacho y C. González. 2004. Evaluación de
variedades de mango (Mangifera indica L.) en la
planicie de Maracaibo. I. Variables vegetativas y
épocas de producción. Rev. Fac. Agron. (LUZ) 21
Supl. 1: 244-252.
SEMICOL. 2010. Guanábana Gigante. Disponible en:
www.semicol.co/semillas/frutales/guanábanagigante. Consultado 20 de julio de 2012.
Sindoni, M.; J. Chirinos, P. Hidalgo y F. Martínez.
2006. Caracterización morfológica de materiales de
merey criollo en Anzoatégui, Venezuela. Proc.
Interamer. Soc. Trop. Hort. 48: 106-107.
Yamarte, M. 2001. Estudio de crecimiento y
fenología del guanábano (Annona muricata L.) bajo
condiciones de un bosque muy seco tropical. Tesis
Magister Scientiarum. Facultad de Agronomía, La
Universidad del Zulia. Maracaibo, Venezuela. 71 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 530-534. 2012
Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia Tanaka) en el Estado
Monagas, Venezuela
Growth, development and quality of fruit of ‘Tahiti’ lime (Citrus latifolia Tanaka) in the Monagas State,
Venezuela
Adolfo Enrique CAÑIZARES CHACÍN 1 , Osmileth BONAFINE 1, Jesús Rafael MÉNDEZ
NATERA 2, Dierman LAVERDE 1 y Raimundo PUESME 1
1
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA). Centro de Investigaciones Agrícolas del estado
Monagas (CIAE Monagas). San Agustín de la Pica, vía Laguna Grande, estado Monagas, Venezuela y
2
Universidad de Oriente, Núcleo Monagas, Escuela de Ingeniería Agronómica. Departamento de Agronomía.
Avenida Universidad, Campus Los Guaritos, Maturín, 6201, estado Monagas, Venezuela
E-mail: [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 12/03/2012
Fin de arbitraje: 10/05/2012
Revisión recibida: 04/08/2012
Aceptado: 15/10/2012
RESUMEN
El cultivo de la lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia Tanaka) ha adquirido importancia en Venezuela y especialmente en el estado
Monagas, por su rentabilidad. En razón de ello, se realizo el presente estudio con el objetivo de evaluar el desarrollo y las
características físicas-químicas del fruto para establecer la época de cosecha en las condiciones de sabana del estado
Monagas. El experimento se estableció en una plantación comercial de lima, ubicada en Tarragona, municipio Cedeño del
estado Monagas. Se seleccionaron 120 plantas, en las cuales se reportó la fecha de inicio de la floración, posteriormente se
marcaron las ramas donde la apertura floral ocurrió el mismo día. A intervalos de siete días, después de la apertura floral, se
determinó: masa fresca y seca, diámetro polar y ecuatorial de los frutos, volumen de jugo, acidez titulable, sólidos solubles
totales, pH y los días transcurridos desde la apertura floral hasta la cosecha. En el cultivo de la lima ‘Tahití’, el desarrollo
del fruto siguió el modelo sigmoideo desde antesis hasta maduración, caracterizada por tres periodos: fase I desde la caída
del estilo hasta el incremento de la masa fresca y seca y del diámetro de los frutos, fase II se caracteriza por crecimiento
rápido, fase III, cuando disminuyó el incremento en el tamaño del fruto. El contenido de sólidos solubles totales disminuyó
a partir de la segunda fase, mientras que el pH y la acidez titulable aumentaron a partir de esta fase.
Palabras clave: Época óptima de cosecha, calidad, cambios fisiológicos, lima ‘Tahití’
ABSTRACT
The cultivation of ‘Tahiti’ lime (Citrus latifolia Tanaka) has acquired importance in Venezuela and in Monagas state, for ots
profitability. For this reason, the study was carried out with the objective of evaluating the growth, development the
physical-chemical characteristics of the fruit to determine the harvest time under savanna conditions of the Monagas state.
The experiment was established in a commercial plantation of lime, located at Tarragona, Cedeño municipality, Monagas
State. One hundred and twenty plants were selected and the flowering beginning date was registered, subsequently branches
were marked where anthesis occurred the same day. Seven days intervals after anthesis, fresh and dry weight, polar and
equatorial diameter of fruits, juice volume, titratable acidity, soluble solids, pH and days from anthesis to harvest were
determined. In 'Tahití' lime crop, fruit development followed a sigmoidal model from anthesis to maturity, characterized by
three periods: phase I from the style fall to the increment of fruit fresh and dry mass and diameter, phase II was
characterized by fast growth, phase III, when the increment in the fruit size decreased. The soluble solid content decreased
from the second phase, while pH and titratable acidity increased from this phase.
Key words: Optimal harvest date, quality, physiological changes, ‘Tahiti’ lime
INTRODUCCIÓN
La fenología comprende el estudio de los
fenómenos biológicos vinculados a ciertos ritmos
periódicos o fases tales como brotación, floración,
maduración de los frutos, entre otras; y la relación
con el ambiente en que ocurren (Font Quer, 1968).
Muchos factores influyen en la fenología:
genotipo, clima (temperatura, luz, fotoperiodo), suelo,
disponibilidad de agua y condiciones biológicas
(virus, patógenos, etc.). El resultado del complejo de
interacciones, influyen en las respuestas de las
diferentes variedades.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
535
Cañizares Chacín et al. Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ en el Estado Monagas, Venezuela
El manejo de los cultivos se puede mejorar
mediante el análisis y establecimiento de modelos de
crecimiento, basados en el estudio de la fenología.
Las curvas de crecimiento en los vegetales son reflejo
del comportamiento de la planta a un ecosistema
particular con respecto al tiempo. Su elaboración es
indispensable para la aplicación racional de las
labores culturales en el momento adecuado, para
garantizar una respuesta óptima del vegetal de
acuerdo con nuestras necesidades y exigencias
(Casierra Posada et al., 2003, 2004; Hunt, 2003). En
particular, el crecimiento de frutos representa un
elemento importante, dado que está relacionado
directamente con la productividad del cultivo y por
tanto, con el manejo de técnicas de cosecha,
almacenamiento y comercialización.
Aranguren et al. (2009) en condiciones de
Cuba concluyeron que el contenido de jugo en
pomelos (Citrus paradisi Macf) y el índice de
madurez en naranjo (Citrus sinensis (L.) Osbeck) son
variables de calidad que definen el inicio de la
cosecha, además, que la temperatura mínima del aire
y las precipitaciones son las variables climáticas que
más influyen en las épocas de floración y cosecha.
Orduz et al. (2009) en condiciones del
piedemonte del Meta, Colombia, encontraron que el
fruto de mandarina (Citrus reticulata) alcanzó el
tamaño final en la semana 30 después de la caída de
los pétalos, obteniendo la madurez de consumo entre
las semanas 32 a 34 (índice de madurez (IM)= 9), con
color de corteza verde claro o verde con tonos
amarillos. El desarrollo del fruto siguió una curva
sigmoidal y la duración de cada fase y el aumento del
peso por semana fue la siguiente: fase I cinco
semanas, fase II veintiuna (21) semana con ganancia
de materia seca de 7,42 g.semana-1y la fase III ocho
semanas con 3,64 g.semana-1.
después de la antesis, asociado a la división celular y
expansión de células del pericarpo, a continuación se
incrementó la tasa de crecimiento, con aumento lineal
en la superficie transversal a partir del día 76 dda
hasta el final de la toma de datos, asociado con el
desarrollo de los lóculos y la expansión celular de las
vesículas.
Guardiola (1992) señala que durante el
crecimiento del fruto de los cítricos ocurre un período
de división celular, y se caracteriza por crecimiento
rápido de los frutos, debido al aumento del volumen
de todas las células. Al comienzo de este período, la
división celular continúa en el extremo de los sacos
de jugo, pero cesa pronto y el crecimiento se debe a la
vacuolización y acumulación de jugo en las vacuolas.
El grosor de la cáscara disminuye a medida que crece
el fruto.
Durante el crecimiento y desarrollo de los
frutos del limero ‘Tahití’, en las condiciones
ambientales de la Habana, Cuba, Sam et al. (1988)
apreciaron incremento sostenido en el peso del fruto
desde los 40 y 60 días después de la floración hasta
los 120 a 140 días, lo cual es característico de la
segunda fase de desarrollo de estos frutos.
Nuñez et al. (1988) observaron que en la
etapa de desarrollo de los frutos de lima ‘Tahití’, el
incremento en el peso de jugo produjo incremento
proporcional al peso del fruto. La relación peso de
fruto: diámetro indicó que el crecimiento en
dimensión de los frutos no ocurre proporcionalmente
al incremento del peso.
Betancourt et al. (2006) en estudio realizado
en toronja (Citrus paradisi Macf.) en condiciones de
Cuba concluyeron que el efecto del mesoclima sobre
el crecimiento y madurez del fruto se ejerce desde
etapas tempranas de su desarrollo fundamentalmente
a través de la temperatura máxima y media,
evapotranspiración, insolación, velocidad del viento y
humedad relativa.
En el trópico los frutos tienden a ser de mayor
tamaño, de corteza delgada, lisa y con mayor
contenido de jugo al compararlos con aquellos de
regiones subtropicales, áridas y semi-áridas.
Similarmente, los frutos en el trópico húmedo tienden
a tener menores concentraciones de ácido y sólidos
solubles totales en el jugo, que los frutos de climas
subtropicales. Sin embargo, los cítricos ácidos como
las limas y limones el contenido de ácido puede ser
tan altos en las regiones subtropicales
como
tropicales. Además las limas tienen en su corteza un
color verde bastante atractivo, ya aceptado en el
mercado europeo y norteamericano (Reuther, 1977).
Laskowki et al. (2006) en condiciones de
Museros, España, observaron que el fruto del cultivar
Salustiana mostró crecimiento sigmoidal, con período
de crecimiento lento durante los primeros 48 días
Las limas y limones se pueden comercializar
sobre la base de su contenido de jugo, el cual no está
asociado a su madurez fisiológica, ya que al madurar
los frutos han perdido su acidez y sabor
536
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
Cañizares Chacín et al. Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ en el Estado Monagas, Venezuela
característicos, acortándose su vida útil de
comercialización. También se pueden comercializar
teniendo como base su acidez y color, además del
tamaño (Zieger y Wolfe, 1975).
Basado en la importancia que representa la
calidad del fruto se realizó el presente trabajo con el
objetivo de estudiar el crecimiento y desarrollo del
fruto de lima ‘Tahití’ y los cambios que en él ocurren
a fin de establecer la época óptima de cosecha.
MATERIALES Y METODOS
El ensayo se estableció en una plantación
comercial de lima’Tahití’ finca Agropecuaria La
Gloria, ubicada en Tarragona, municipio Cedeño,
estado Monagas, situada a 9°39’54’’ de latitud norte y
a 63°56’04’’ de longitud oeste, a una altitud de 266
msnm, con una precipitación anual de 1071,3 mm;
temperatura promedio de 26°C; evaporación anual de
2070 mm y una evapotranspiración de 1552 mm; los
suelos son de textura arenosa, con pH de 5,30, de
fertilidad media. Las plantas están injertadas sobre
limón Volcameriano (Citrus volkameriano). Los
análisis de los parámetros físicos y químicos se
realizaron en el Laboratorio de poscosecha del INIA
Monagas en San Agustín de la Pica.
De forma aleatoria, se seleccionaron 120
plantas, en las cuales se reportó la fecha de inicio de
la floración y días después de la apertura floral a la
cosecha (DDAF), se marcaron veinte ramas por
planta cuya apertura floral ocurrió el mismo día.
Cuajados los frutos se procedió a tomar datos, cada
siete días, cosechando 60 frutos, para la
cuantificación de masa fresca (MF) del fruto al
momento de cosechar (utilizando una balanza digital
marca Ohaus precisión plus), masa seca (MS)
después de secados en estufa (marca VWR) a 60°C
(se realizaron pesadas cada hora hasta peso
constante), diámetro polar (DP) y ecuatorial (DE)
(uso de vernier electronic digital caliper 0-150 mtn).
Además se registraron los días desde el inicio de la
floración hasta que el fruto experimenta cambios en
su apariencia.
Durante el desarrollo del ensayo se llevaron
registros, en los frutos trasladados al laboratorio para
la determinación de la masa, para estimar el momento
en que comenzaban a producir jugo. Determinado el
momento de producción de jugo se trasladaron al
laboratorio 60 frutos, y se determinó: volumen de
jugo (VJ) (cilindro graduado), acidez titulable (AT)
(titulación con NaOH 0,1 N) (Covenin1151-77), pH
(potenciómetro) (COVENIN 1315-79) y sólidos
solubles totales (SST) (refractómetro de mesa marca
ABBE) (COVENIN, 1983). A los datos obtenidos se
le aplicó un modelo de regresión lineal, cuadrático o
cúbico (p ≤ 0,05).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Bajo las condiciones del ensayo el fruto de
lima ‘Tahití’ sigue una curva sigmoidea (Figuras 1 y
2) desde antesis hasta maduración, donde se
diferencian tres fases: Fase I, desde la caída del estilo
hasta el incremento de la masa fresca y seca y del
diámetro, caracterizado por baja pendiente en la
curva; en esta fase se presenta lento crecimiento del
fruto originado por la división celular en la que se
producen casi todas las células que van a constituir la
fruta madura. Esta fase va desde los siete días después
de la apertura floral (DDAF) hasta los 42 DDAF.
Fase II caracterizada por el crecimiento rápido, donde
las células se diferencian en los diversos tipos de
tejidos, se presenta elongación celular y las vesículas
se llenan de jugo; la fase II va desde los 49 hasta 196
DDAF. Fase III, cuando ha disminuido el incremento
en el tamaño del fruto y se aprecia color verde menos
Figura 1. Crecimiento y desarrollo en masa fresca (g) del
fruto de lima ‘Tahití ‘(Citrus latifolia Tanaka)
en las sabanas del estado Monagas, Venezuela.
Figura 2. Crecimiento y desarrollo en masa seca (g) del
fruto de lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia Tanaka)
en las sabanas del estado Monagas, Venezuela.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
537
Cañizares Chacín et al. Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ en el Estado Monagas, Venezuela
intenso en su corteza, caracterizado por curva de baja
pendiente continua. La fase III dura desde los 203
hasta los 245 DDAF.
Los resultados obtenidos para las condiciones
de sabanas en el estado Monagas son similares a los
encontrados por Orduz et al. (2009), Betancourt, et al.
(2006), Laskowki et al. (2006), Guardiola (1992),
Sam et al. (1988), Núñez et al. (1988) y Bain (1958)
quienes señalan que la curva de crecimiento del fruto
de los cítricos de varios cultivares presentan tres
periodos o fases. El fruto de lima ‘Tahití’, en las
condiciones de sabana monaguense, requirió de 245
DDAF para su cosecha.
Masa fresca y seca, diámetro y volumen de jugo:
Existe relación positiva entre masa fresca y
seca, diámetro y volumen de jugo de los frutos con
respecto a los días después de la apertura floral, a
medida que transcurren los días se producen
incrementos de estos parámetros.
Al principio de la fase I se puede observar
crecimiento lento, lineal y paralelo al eje de la
abscisa, ésta inició a partir de los 7 DDAF y tuvo
duración de 42 días, donde se produjo aumento
exponencial de MS, MF, DP y DE (Figuras 1, 2, 3 y
4), coincidiendo con lo reportado por Sam et al.
(1988) y Núñez et al. (1988). Este evento está
acompañado por los procesos de división celular,
mediante el cual se producen todas las células
independientes que establecerán las características
específicas de cada tipo de célula y tejido, dando
lugar a las partes del fruto. La división celular
continúa en la corteza hasta la maduración del fruto
(Guardiola, 1988). Esta fase en el caso de lima
‘Tahití’ duro 42 días en las condiciones de sabana.
Durante la fase II ocurre alargamiento o crecimiento
Figura 3. Crecimiento y desarrollo en diámetro polar (mm)
del fruto de lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia
Tanaka) en las sabanas del estado Monagas,
Venezuela.
538
celular, es el periodo en que los cambios ocurren con
mayor rapidez, hay incremento en masa fresca y seca
y en diámetro del fruto (Figuras 1, 2, 3 y 4) y en
volumen de jugo (Figura 5) que continua hasta la fase
de maduración, debido al crecimiento de las células
individuales, a la expansión celular de la pulpa y al
incremento del contenido de jugo en las vesículas.
Esta fase tiene duración aproximada de 20 semanas.
En la fase III, disminuye la velocidad de crecimiento
en los frutos y dura aproximadamente seis (6)
semanas.
El fruto de lima ‘Tahití’ se considera maduro
o listo para el consumo cuando se le puede exprimir
el jugo fácilmente. El fruto de esta medida pesa
aproximadamente 54 gramos, este estado de la planta
se obtiene dentro de los 90 a 120 días después de la
floración, dependiendo de las condiciones climáticas
y el manejo del huerto. Los frutos maduros de la lima
Tahití tienen un contenido de jugo del 40% al 60%, el
jugo tiene un índice de acidez del 5 al 6%, la cantidad
de sólidos solubles del 7 al 8% y un contenido de
ácido ascórbico de 20 a 40 mg. por 100 ml. de jugo
(Gobierno del estado de Veracruz et al., 2011)
Figura 4. Crecimiento y desarrollo en diámetro ecuatorial
(mm) del fruto de lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia
Tanaka) en las sabanas del estado Monagas,
Venezuela.
Figura 5. Volumen de jugo (ml) del fruto de lima ‘Tahití’
(Citrus latifolia Tanaka) en las sabanas del
estado Monagas, Venezuela.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
Cañizares Chacín et al. Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ en el Estado Monagas, Venezuela
Millán et al. (2009) señalan que la lima
‘Tahití’ en condiciones de Tarabana, estado Lara, los
frutos alcanzan el calibre para la cosecha a los 165
días de cuajados.
En el trópico los frutos tienden a ser de mayor
tamaño, de corteza delgada, lisa y con mayor
contenido de jugo al compararlos con aquellos de
regiones subtropicales, áridas y semi-áridas (Reuther,
1977).
Sólidos solubles totales, acidez y pH
El análisis de los parámetros químicos
coincide con la Fase II del crecimiento y desarrollo
del fruto de lima ‘Tahití’. El contenido de sólidos
solubles disminuye en esta fase desde los 91 hasta los
147 DDAF, a partir de allí se mantiene los niveles.
La curva descrita expresa relación negativa entre los
sólidos solubles y los días después de la apertura
floral (Figura 6); para el caso de la lima esta no es una
característica importante, por ser un cítrico del grupo
acido.
Las limas y limones se pueden comercializar
sobre la base de su contenido de jugo, el cual no está
asociado a su madurez, ya que al madurar los frutos
han perdido acidez y sabor característicos,
acortándose la vida útil de comercialización. También
se pueden comercializar teniendo como base su
acidez y color, además del tamaño (Zieger y Wolfe,
1975).
Es conocido que los frutos que van a ser
consumidos en estado natural, deben presentar ciertos
requisitos, y dos grupos de factores determinan la
calidad, los externos que ejercen influencia sobre el
aspecto y presentación a los ojos del consumidor,
como son la coloración, forma, tamaño, ausencia de
manchas o deformaciones causadas por insectos,
enfermedades o daños mecánicos; y los internos que
se basan en la composición anatómica y química de la
fruta, responsable de la aroma, sabor, y propiedades
vitamínicas y nutritivas. Estos parámetros de calidad
varían de acuerdo al grado de madurez de la fruta, al
patrón utilizado, al efecto de los factores
edafoclimáticos de la zona de producción. En el
trópico los altos niveles de radiación prevaleciente,
Los valores de acidez titulable tienden a
aumentar a partir de los 91 hasta los 189 DDAF; sin
embargo, a partir de los 196 DDAF disminuye para
luego volver aumentar, esto coincide con las fases II y
III del desarrollo del fruto (Figura 7). Ningún modelo
de regresión (lineal, cuadrática y cúbica) ajustó la
acidez titulable en función de los días después de la
apertura floral. En el caso de la lima ‘Tahití’ se
recomienda que la cantidad de acidez titulable de éste
debe ser igual o mayor al 6% (Avilan y Rengifo,
1988).
El pH presenta relación positiva con respecto
a los DDAF, es decir a medida que transcurren los
días se incrementa (Figura 8).
Figura 7. Acidez titulable del fruto de lima ‘Tahiti’ (Citrus
latifolia Tanaka) en las sabanas del estado
Monagas, Venezuela.
Figura 6. Sólidos Solubles Totales (°Brix) del fruto de lima
‘Tahití’ (Citrus latifolia Tanaka) en las sabanas
del estado Monagas, Venezuela.
Figura 8. pH del fruto de lima ‘Tahiti’ (Citrus latifolia
Tanaka) en las sabanas del estado Monagas,
Venezuela.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
539
Cañizares Chacín et al. Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ en el Estado Monagas, Venezuela
acarrean rápida madurez de cosecha, y la baja
concentración de ácido en el jugo, se reduce
rápidamente durante la maduración (Valmayor et al,
1985).
Casierra Posada, F.; V. E. Barreto y O. L. Fonseca.
2004. Crecimiento de frutos y ramas de duraznero
(Prunus persica L. Batsch, cv. ‘Conservero’) en los
altiplanos colombianos. Agronomía Colombiana 22
(1): 40-45.
CONCLUSIONES
El crecimiento del fruto de lima ‘Tahití’ en
condiciones de sabana del estado Monagas, es
sigmoideo. La dinámica del crecimiento de los frutos
de lima estableció tres fases: una de crecimiento lento
que tuvo una duración aproximada de 42 DDAF, una
segunda de crecimiento rápido comenzó desde los 49
hasta los 196 DDAF y la tercera con disminución del
crecimiento desde los 203 hasta los 245 DDAF.
El fruto de lima en las condiciones de sabanas
requirió de 96 DDAF para la cosecha y comienza a
presentar cambios físicos y químicos a partir de esa
fecha. El mismo alcanzó sus mejores características a
partir de los 161 hasta los 189 DDAF.
LITERATURA CITADA
Aranguren, M.; M. García, J. Rodríguez, J. De Zayas,
M. Pérez e I. Escobar. 2009. Pronósticos de
madurez y calidad en cítricos como herramienta
para el ordenamiento de la cosecha. In: Memoria V
Taller de Bioclimatología y manejo de producción
de cítricos. Valencia, Venezuela
Avilán, L. y C. Rengifo. 1988. Los cítricos. Editorial
América. Caracas. 484 p.
Bain, F. 1958. Morphological anatomical and
physiological changes in the developing fruit of
Valencia orange. Australia Journal of Biology 6: 124.
Betancourt, M.; V. Sistanchs, C. Sánchez, M. García,
M. Núñez, O. Solano, C. Noriega, H. Oliva, Z.
Acosta, C. Delgado y M. Martín. 2006. Influencia
del mesoclima sobre la madurez del fruto de toronja
(Citrus paradisi Mcf.) en Cuba. Agric. Tec. Mex. 32
(2): 1-8.
Casierra Posada, F.; D. I. Hernández, P. Lüdders y G.
Ebert. 2003. Crecimiento de frutos y ramas de
manzano ‘Anna’ (Malus domestica Borkh)
cultivado en los altiplanos colombianos. Agronomía
Colombiana 21 (1-2): 69-74.
540
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 1977. Frutas y productos derivados.
Determinación de acidez. Norma venezolana N°
1151-77. FONDONORMA. Caracas, Venezuela. 6
p.
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 1979. Alimentos. Determinación de
pH (acidez iónica). Norma venezolana N° 1315-79.
FONDONORMA. Caracas, Venezuela. 2 p.
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 1983. Frutas y productos derivados.
Determinación
de
sólidos
solubles
por
refractometría. Norma venezolana N° 924-83.
FONDONORMA. Caracas, Venezuela. 2 p.
Font Quer, P. 1979. Diccionario de botánica. Editorial
Labor, Caracas, Venezuela.
Gobierno del Estado de Veracruz, COVECA y Estado
Prospero. 2011. Monografía del limón. Mexico. 36
p.
Guardiola, J. 1992. Fruit set and growth. In:
Proceedings Second International Seminar on Citrus
Physiology. L Donadio (Ed.). August 10-13, 1993,
Bebedouro, São Paulo, Brasil. Funanep. p. 1-30.
Hunt, R. 2003. Growth analysis, individual plants. In:
Encyclopaedia of Applied Plant Sciences, Academic
Press, London, United Kingdom. p. 579-588.
Hunt, R.; D. R. Causton, B. Shipley and A. P. Askew.
2002. A modern tool for classical plant growth
analysis. Ann. Bot. 90: 485-488.
Laskowki, L.; A. García y J. Torres. 2006. Desarrollo
del fruto de Citrus sinensis cv. Salustiana. Bioagro
18 (1): 15-23.
Millan, D.; M. Arizaleta y L. Diaz. 2009. Crecimiento
del limero ‘Tahití’ (Citrus latifolia Tan.) y
desarrollo del fruto sobre cuatro portainjertos en un
huerto frutal ubicado en el municipio Palavecino,
estado Lara, Venezuela. Revista UDO Agrícola 9
(1): 85-95.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
Cañizares Chacín et al. Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ en el Estado Monagas, Venezuela
Núñez, M.; F. Rosado y V. Toreres. 1988. Relación
entre algunas características físicas y climáticas de
los frutos de naranja Valencia durante su desarrollo.
Cultivos Tropicales 10 (1): 26-34.
Orduz, J.; H. Monroy, G. Fischer y A. Herrera. 2009.
Crecimiento y desarrollo del fruto de mandarina
(Citrus reticulata) ‘Arrayana’ en condiciones del
piedemonte del Meta, Colombia. Rev. Colombiana
de Ciencias Hortícolas 3 (2): 149-160.
Reuther, W. 1977. Ecophysiology of tropical crops.
Citrus. Paulo de T. Alvim. Centro de Pesquiza do
Cacao. Brazil. Academie Press. New York, United
States of America. p. 409-437.
Sam, M.; F. Rosado y M. González. 1988.
Crecimiento y desarrollo de frutos de lima Persa
(Citrus latifolia) durante dos años en condiciones
del sureste de la Habana. Revista Centro Agrícola
15 (2): 62-71.
Valmayor, R. V.; R. D. Bugante Jr, S. Cunvong and
H. L. Layaoen. 1975. Growth, maturation and
chemical composition of ‘Valencia’ orange grown
under tropical conditions in Los Baños, Philippines.
Philippine Agriculturist 58 (7/8): 308-321
Zieger, L. and H. Wolfe. 1975. Citrus growing in
Florida. University Press of Florida. Gainesville.
320 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 535-541. 2012
541
Cosecha, beneficio y conservación de la yuca (Manihot esculenta Crantz). I. Efecto de la poda de
las plantas y tratamiento químico de las raíces sobre su deterioro
Harvest, benefit and conservation in cassava (Manihot esculenta Crantz) crop. I. Effect of plant pruning and root
chemical treatments on its deterioration
Maryluz FOLGUERAS MONTIEL , Sergio RODRÍGUEZ MORALES, Nilo MAZA
ESTRADA y María OLIVA VALDÉS
Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT), Apartado 6, Santo Domingo, CP 53 000, Villa
Clara, Cuba. Teléfono: 53 42 403102, 53 42 403103. E-mails: [email protected], [email protected],
[email protected], y [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 17/02/2012
Fin de arbitraje: 10/04/2012
Revisión recibida: 13/11/2012
Aceptado: 28/12/2012
RESUMEN
En el Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) de Cuba durante los años 2008-2011 fue llevado a cabo
un estudio para determinar el efecto de la poda de las plantas de yuca en la deterioración de las raíces y determinar la
efectividad del tratamiento químico con protectores sobre su deterioración microbiana. Se realizaron dos experimentos, en
el 1 se plantó un lote de yuca con el clon 'CMC 40' a una distancia de plantación de 0,90 x 1,05 m, se efectuó la poda de las
plantas 15 días antes de la cosecha. Los tratamientos estudiados fueron: plantas podadas entre 10-20 cm por encima de la
superficie del suelo, entre 50-70 cm y plantas sin podar. En el experimento 2 el tratamiento de las raíces de yuca recién
cosechadas fue realizado al clon 'Señorita', luego de ser desinfectadas (3 min) con hipoclorito de sodio a 2,5 x 104 ppm de
i.a., se trataron con los fungicidas Zineb 75% PH (1,5 g.L-1) y Zineb 85% PH (3 g.L-1), ambos por inmersión durante 3-5
min y se mantuvo un control sin tratamiento químico. Se obtuvo que la poda, ejerció influencia en el número de raíces por
planta, el rendimiento y el contenido de materia seca y calidad culinaria, así como sobre el deterioro fisiológico de las
raíces. Adicionalmente, el rebrote de las plantas podadas induce una disminuciñon del efecto de la poda sobre el deterioro
fisiológico de las raíces. El empleo de tratamientos con fungicidas permitió prevenir el deterioro microbiano de las raíces.
En conclusión, la poda de las plantas de yuca causó el deterioro fisiológico de las raíces y el empleo de Zineb 85% PH
previno el deterioro microbiano de las raíces en 75%.
Palabras clave: yuca, poda, post-cosecha, deterioro microbiano
ABSTRACT
A study was carried out at Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) of Cuba during 2008 to 2011 to
determine the effect of cassava plant pruning on root deterioration and to test the chemical treatment effectiveness with
protectors on its microbial deterioration. Two experiments were carried out, in experiment 1, the clone 'CMC 40' was sowed
at a planting distance of 0.90 x 1.05 m, the plant pruning was made 15 days before harvesting. The different treatments
were: pruned plants between 10 and 20 cm above the soil, between 50 -70 cm and unpruned. In experiment 2, treatment of
freshly harvested cassava roots was performed to clone 'Señorita', after being disinfected (3 min) with sodium hypochlorite
at 2.5 x 104 ppm ai, they were treated with the fungicides Zineb 75 % PH (1.5 gL-1) and 85% PH Zineb (3 gL-1), both by
immersion for 3-5 min, a control was maintained without chemical treatment. Pruning had no influence on root number per
plant, yield and dry matter content and cooking quality, in addition, regrowth of cut plants induces a decrease of pruning
effect on the physiological root deterioration. Fungicide treatments allowed prevent microbial root deterioration. In
conclusion, the pruning of cassava caused the physiological deterioration of roots and the use of Zineb 85% PH prevented
microbial spoilage of roots by 75%.
Key words: cassava, pruning, post-harvest, microbial deterioration
INTRODUCCIÓN
La yuca (Manihot esculenta Crantz),
constituye la cuarta fuente de energía en la
alimentación humana producida en el trópico. Su
producción mundial se sitúa en alrededor de 152
542
millones de toneladas por año. La mitad de los 16
millones de hectáreas dedicadas al cultivo se
encuentran en África, un 30% en Asia y el 20%
restante en América Latina (Suárez y Hernández,
2008). Es un cultivo tropical de importancia y con
tendencia a alcanzar mayor relevancia, debido a su
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
industrialización y al uso creciente en la alimentación
humana y animal (Chaparro y Trujillo, 2003).
El problema principal por el cual no se
pueden comercializar las raíces de yuca en zonas
distantes al origen de producción es el deterioro
poscosecha que sufren a no más de 48 horas de
extraídas del suelo (Cenóz et al., 2001). Este deterioro
conocido como deterioro fisiológico poscosecha,
provoca pérdidas económicas que van desde leves
hasta moderadas. El mismo está asociado a factores
como la variedad, los daños mecánicos que sufren
durante la cosecha y las condiciones ambientales
como la temperatura y la humedad relativa (Sotelo y
Acevedo, 2009).
La Habana y a 35 km de la cabecera provincial, en el
municipio Santo Domingo, provincia Villa Clara. En
esta localidad la temperatura media anual es de 24,3
o
C, la humedad relativa de 80%, el régimen histórico
anual de lluvias es de 1348,77 mm y el clima es
templado húmedo de sabana.
En todos los experimentos realizados bajo
condiciones de campo en el INIVIT, el suelo
empleado fue pardo mullido medianamente lavado
según la clasificación de la Academia de Ciencias de
Cuba (Hernández et al., 2005). La preparación del
suelo, la fertilización y la fitotecnia empleada se
realizó según el Instructivo Técnico de la Yuca
(MINAG, 2007).
En las raíces se produce además, el deterioro
microbiano,
causado
por
microorganismos
saprofíticos o patogénicos que utilizan los
carbohidratos y demás nutrimentos de las raíces, los
cuales están presentes en el suelo y penetran a las
mismas fundamentalmente a través de heridas
provocadas durante las cosechas. El ataque se
caracteriza por una pudrición acuosa que muestra
maceración de los tejidos de la raíz y fermentación.
Se han planteado diferentes alternativas para
prolongar el tiempo de perecibilidad de las raíces de
yuca en fresco, ya sea implementando técnicas de
conservación o infraestructura apropiada. Una de ellas
es el lavado y la utilización de fungicidas para reducir
la carga microbiana que producen las pudriciones y
pérdidas en el material (Criollo et al., 1996).
Experimento 1. Efecto de la poda de las plantas de
yuca sobre la deterioración fisiológica de las raíces
Otra práctica usada para prevenir el deterioro
fisiológico es la poda de las plantas de 2-3 semanas
antes de la cosecha, más aún si luego de aplicar esta
alternativa no se permite el desarrollo de nuevos
retoños antes de la cosecha (Lozano et al., 1978).
Caracterización
empleado
Tomando en consideración la importancia de
establecer una tecnología de cosecha y conservación
de la yuca en Cuba, se propusieron como objetivos
determinar el efecto de la poda de las plantas en la
deterioración de las raíces y definir la efectividad del
tratamiento químico con protectores de la
deterioración microbiana de las raíces.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se desarrolló durante los
años 2008-2011 en el Instituto de Investigaciones de
Viandas Tropicales (INIVIT), situado a 22º 35’ de
latitud norte, 80º 13’ de longitud oeste y a 44,56
msnm; se encuentra aproximadamente a 250 km de
Se plantó un lote de yuca con el clon 'CMC
40' a una distancia de plantación de 0,90 x 1,05 m. Se
emplearon parcelas de 416,5 m2, con 440 plantas. Se
efectuó la poda de las plantas 15 días antes de la
cosecha. Los tratamientos estudiados fueron:
a)
Plantas podadas entre 10- 20 cm por
encima de la superficie del suelo
b)
Plantas podadas entre 50 -70 cm por
encima de la superficie del suelo
c)
Plantas sin podar
del
material
biológico
El clon 'CMC-40' fue introducido de
Colombia, posee plantas de 1,5-2,5 m de altura, con
más de dos ramificaciones, de porte semierecto, tallos
de color marrón oscuro, hojas con 5-7 lóbulos, follaje
joven verde-rojizo, peciolos rojos, hojas adultas
verdes, hojas jóvenes rosadas, lóbulos simples,
peciolos inclinados hacia arriba, de forma irregular.
Posee más de diez raíces por planta, de superficie
rugosa y crecimiento oblícuo, sésiles, cónicas o
cilíndricas, de color castaño oscuro la película
externa, corteza rosada y pulpa blanca. Ciclo de
cosecha corto, de 7-10 meses (INIVIT, 2004).
Evaluaciones
Las evaluaciones se efectuaron cada cinco
días (durante un mes) a partir de efectuada la cosecha
inicial (a los 10 meses de la plantación). Se evaluó el
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
543
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
número de raíces por planta, el rendimiento (t.ha-1), el
porcentaje de deterioro fisiológico de las raíces
(estimando el porcentaje de área afectada por
deterioro), el porcentaje de la materia seca (MS) y la
calidad culinaria, para lo que se evaluaron 20 raíces
por tratamiento. La materia seca se determinó por
gravimetría, mediante secado en estufa a 65 °C hasta
peso constante. La calidad culinaria se evaluó
tomando en consideración los aspectos: palatabilidad,
presencia de fibras y dureza mediante un panel de
evaluadores, quienes una vez cocinadas las raíces por
30 minutos probaron todos los tratamientos.
Procedimiento estadístico
El
diseño
estadístico
utilizado
fue
completamente aleatorizado con tres tratamientos y
cuatro repeticiones. Las variables expresadas en
porcentaje: deterioro fisiológico y materia seca se
sometieron a un análisis de varianza por rangos de
Kruskal-Wallis (p < 0,05) y posterior aplicación de
Mann-Whitney para la comparación de las medias de
rango (p < 0,05). Se aplicó además, análisis de
varianza de clasificación doble (bifactorial: período
de evaluación y tipo de poda) para evaluar las
variables número de raíces por planta y rendimiento
(t.ha-1), para detectar diferencias entre medias se
utilizó, la comparación múltiple de medias según
Tukey, sí existió homogeneidad de varianza y
Dunnett’C en caso contrario (Barón y Téllez, 2012).
Para la calidad culinaria no se realizó análisis
estadístico, sólo se utilizó la información brindada por
los evaluadores.
Experimento 2. Utilización de tratamientos con
protectores de la deterioración microbiana de las
raíces de la yuca
El tratamiento de las raíces de yuca recién
cosechadas se realizó al clon 'Señorita', luego de ser
desinfectadas (3 min) con hipoclorito de sodio a 2,5 x
104 ppm de ia. Para ello se utilizaron, del grupo de los
carbamatos, los fungicidas Zineb 75% PH (1,5 g.L-1)
y Zineb 85% PH (3 g.L-1), ambos por inmersión
durante 3-5 min y se mantuvo un control sin
tratamiento químico. Las raíces se empacaron en cada
caso en bolsas de papel a temperatura ambiente,
empleando 20 raíces/tratamiento.
Caracterización
empleado
del
material
biológico
El clon 'Señorita' presenta tallo verde
amarillo, con yemas de color amarillo-rosado, hojas
544
verdes con los nervios y peciolos ligeramente rosados
en las adultas. En las hojas jóvenes los peciolos son
rojos por la parte superior y verde-rojo por la parte
inferior. Tiene porte erecto, no ramificado o poco
ramificado. Tallo muy vigoroso y de entrenudos
cortos. Raíces cortas y de color blanco, cada planta
produce un promedio de 8-12, bastante superficiales,
lo cual facilita la cosecha. El ciclo de cosecha es
largo, más de 10 meses (INIVIT, 2004).
Evaluaciones
El porcentaje de la deterioración microbiana
(estimando el porcentaje de área afectada por
deterioro) se evaluó a los 5, 10, 15 y 20 días
posteriores al tratamiento, para lo que se fraccionaron
las raíces en trozos de aproximadamente 10 cm.
En cada evaluación se realizó un análisis
microbiológico de las fracciones de raíces obtenidas,
para lo que se sembraron porciones enfermas en
medio Papa Dextrosa Agar. Se inocularon 48-72h a
28oC con el objetivo de determinar los géneros o las
especies fúngicas presentes en cada tratamiento.
Se determinó el contenido de materia seca
para cada tratamiento a los 20 días de efectuados los
mismos, así como el porcentaje de pérdida de peso de
la raíces producto del deterioro microbiano.
Procedimiento estadístico
El diseño estadístico utilizado fue de bloques
al azar con tres tratamientos y cuatro repeticiones
para el caso de las variables expresadas en porcentaje
se siguió el mismo procedimiento del experimento 1:
análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis (p
< 0,05 y p < 0,01) y posterior aplicación de MannWhitney para la comparación de las medias de rango
(p < 0,05).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Experimento 1. Efecto de la poda de las plantas de
yuca en la deterioración fisiológica de las raíces.
Para la variable número de raíces por planta
del clon ‘CMC-40’ (Cuadro 1) se obtuvo que el
período de evaluación (en su acción independiente del
tipo de poda) de mayor aporte, fue a los 20 días (7,0
raíces), que fue significativo respecto a la media más
baja para 15 días (6,0 raíces). El tipo de poda (en su
acción independiente de los períodos de evaluación)
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
de mejor resultado fue la poda a 50-70cm (6,8
raíces.planta-1), significativo respecto a los demás. La
media más baja correspondió al tratamiento sin podar
(6,3 raíces.planta-1). En la interacción período de
cosecha x tipo de poda se apreció que la combinación
de ‘15 días-poda a los 50-70 cm’ (7,8 raíces.planta-1)
fue la más alta, significativa respecto a la más baja
para ’15 días-sin podar’ (4,9 raíces.planta-1).
En el Cuadro 2 para la variable rendimiento,
el período de evaluación (en su acción independiente)
resultó estadísticamente igual en casi todas las
variables. La media más alta correspondió a los 10
días después de la poda (31,03 t.ha-1), significativa
respecto a la media más baja cuando esta evaluación
se efectuó en el momento de la cosecha (27,50 t.ha-1).
Con respecto al tipo de poda (en su acción
independiente), con el tratamiento ‘poda 10-20 cm’
(31,05 t.ha-1) se alcanzó el mayor aporte, significativo
además, respecto a la media más baja para ‘poda 5070 cm’ (29,78 t.ha-1). La interacción período de
evolución X tipo de poda ofreció la media más
elevada para la combinación de ’25 días-poda 10-20
cm’ (33,10 t.ha-1) y el menor valor correspondió a
‘cosecha-sin podar’ (25,90 t.ha-1).
Con la combinación ‘5 días-sin poda’
(Cuadro 3) se alcanzó el menor porcentaje de
deterioro fisiológico con 0,10%, significativo respecto
a la combinación de más alto valor ’25 días-poda 1020 cm’ (3,10%).
Según el Cuadro 4, el tipo de poda
(independientemente del período de evaluación)
ofrece el menor porcentaje de deterioro fisiológico
con el tratamiento ‘sin poda’ (0,67%), significativo
respecto a la media más alta cuando se realizó la poda
a los 10-20cm (1,60%). En el Cuadro 5 muestra la
Cuadro 1. Número de raíces por planta de yuca (Manihot esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en Santo Domingo, Villa Clara,
Cuba.
Período de
evaluación (días)
Cosecha
5
10
15
20
25
30
Promedio
Poda 10-20cm
6,30 def
7,10 abc
7,00 bcd
5,20 fg
6,80 bcde
5,80 ef
6,10 de
6,32 b
Tipo de poda
Poda 50-70cm
5,70 ef
6,40 cdef
6,70 bcde
7,80 a
6,70 bcde
6,70 bcde
7,40 ab
6,81 a
Sin Podar
6,80 bcde
5,20 fg
6,40 cdef
4,90 g
7,40 ab
7,30 ab
6,40 cdef
6,29 b
Promedio
6,26 bc
6,23 bc
6,70 ab
5,96 c
6,96 a
6,59 abc
6,63 ab
Error Standard (ES) (Período de evaluación): ± 0,09*; ES (Tipo de poda): ± 0,15* y ES (Interacción): ± 0,26*
* Significativo (p < 0,05). Coeficiente de variación = 8,01%. Promedios con letras desiguales dentro de una misma columna
difieren estadísticamente (p < 0,05) de acuerdo a la prueba de Tukey
Cuadro 2. Rendimiento de raíces (t.ha-1) de yuca (Manihot esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en Santo Domingo, Villa
Clara, Cuba.
Período de
evaluación (días)
Cosecha
5
10
15
20
25
30
Promedio
Poda 10-20cm
29,10 abcd
30,70 abc
32,40 ab
28,90 abcd
31,80 abc
33,10 a
31,40 abc
31,05 a
Tipo de poda
Poda 50-70cm
27,50 cd
29,80 abcd
31,00 abc
33,00 a
29,10 abcd
28,30 bcd
30,10 abcd
29,78 b
Sin Podar
25,90 d
31,00 abc
29,70 abcd
30,00 abcd
32,10 ab
30,10 abcd
33,00 a
30,40 ab
Promedio
27,50 b
30,50 a
31,03 a
30,63 a
31,00 a
30,76 a
31,50 a
Error Standard (ES) (Período de evaluación): ± 0,31*; ES (Tipo de poda): ± 0,47* y ES (Interacción): ± 0,82*
* Significativo (p < 0,05). Coeficiente de variación = 5,41%. Promedios con letras desiguales dentro de una misma columna
difieren estadísticamente (p < 0,05) de acuerdo a la prueba de Tukey
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
545
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
media más alta en el porcentaje de deterioro
fisiológico
para
el
período
evaluativo
(independientemente del tipo de poda) ‘30 días’
(2,23%), significativo respecto al tratamiento que
mostró el menor deterioro ‘5 días’ (0,40%).
Cuadro 3. Deterioro fisiológico (%) de las raíces de yuca
(Manihot esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en
Santo Domingo, Villa Clara, Cuba. Valor de
KW = 74,42**
Tratamientos
Deterioro
fisiológico (%)
Cosecha-Poda 10-20cm
0,40
Cosecha-Poda 50-70cm
0,50
Cosecha-Sin poda
0,40
5 días-Poda 10-20cm
0,50
5 días-Poda 50-70cm
0,30
5 días-Sin poda
0,10
10 días-Poda 10-20cm
1,10
10 días-Poda 50-70cm
0,90
10 días-Sin poda
0,90
15 días-Poda 10-20cm
1,10
15 días-Poda 50-70cm
0,90
15 días-Sin poda
0,70
20 días-Poda 10-20cm
2,10
20 días-Poda 50-70cm
1,50
20 días-Sin poda
0,50
25 días-Poda 10-20cm
3,10
25 días-Poda 50-70cm
2,70
25 días-Sin poda
0,90
30 días-Poda 10-20cm
2,90
30 días-Poda 50-70cm
2,90
30 días-Sin poda
0,90
Promedio
de rango
13,00 ab
21,62 abc
13,50 ab
22,25 abc
13,00 ab
4,00 a
56,75 abc
44,37 abc
44,00 abc
49,00 abc
44,25 abc
32,12 abc
65,25 abc
55,00 abc
20,87 abc
77,75 c
72,50 bc
45,12 abc
77,75 c
78,00 c
42,37 abc
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis
(p < 0,05). Promedios con letras desiguales difieren
estadísticamente de acuerdo a la prueba de promedios de
rangos de Mann-Whitney (p < 0,05)
Cuadro 4. Deterioro fisiológico (%) de las raíces de yuca
(Manihot esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en
Santo Domingo, Villa Clara, Cuba. Valor de
KW = 12,18**
Tipos de poda
Poda 10-20cm
Poda 50-70cm
Sin poda
Deterioro
fisiológico (%)
1,60
1,33
0,67
Promedio de
rango
52,50 b
44,80 ab
30,10 a
En el Cuadro 6 se observa el porcentaje de
materia seca de las combinaciones período de
evaluación x tipo de poda alcanzó su media más alta
Cuadro 5. Deterioro fisiológico (%) de las raíces de yuca
(Manihot esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en
Santo Domingo, Villa Clara, Cuba. Valor de
KW = 53,95**
Períodos de
evaluación (días)
Cosecha
5
10
15
20
25
30
Deterioro
fisiológico (%)
0,43
0,40
0,96
0,90
1,36
2,11
2,23
Promedio de
rango
16,00 ab
13,10 a
45,04 bc
43,80 bc
48,37 c
65,10 c
66,00 c
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis
(p < 0,05). Promedios con letras desiguales difieren
estadísticamente de acuerdo a la prueba de promedios de
rangos de Mann-Whitney (p < 0,05)
Cuadro 6. Materia seca (%) de las raíces de yuca (Manihot
esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en Santo
Domingo, Villa Clara, Cuba. Valor de KW =
47,18**
Tratamientos
Cosecha-Poda 10-20cm
Cosecha-Poda 50-70cm
Cosecha-Sin poda
5 días-Poda 10-20cm
5 días-Poda 50-70cm
5 días-Sin poda
10 días-Poda 10-20cm
10 días-Poda 50-70cm
10 días-Sin poda
15 días-Poda 10-20cm
15 días-Poda 50-70cm
15 días-Sin poda
20 días-Poda 10-20cm
20 días-Poda 50-70cm
20 días-Sin poda
25 días-Poda 10-20cm
25 días-Poda 50-70cm
25 días-Sin poda
30 días-Poda 10-20cm
30 días-Poda 50-70cm
30 días-Sin poda
Materia seca
(%)
32,10
35,20
32,10
34,20
32,20
33,60
33,20
32,40
33,10
31,20
34,30
33,00
32,40
31,50
30,10
30,90
34,10
32,20
33,10
32,30
31,40
Promedio
de rango
37,80 abc
76,30 a
38,10 abc
69,0 ab
38,90 abc
58,60 abc
47,40 abc
42,00 abc
54,10 abc
17,50 bc
71,50 ab
52,10 abc
40,30 abc
24,80 abc
13,60 c
13,10 c
66,90 ab
38,10 abc
44,90 abc
37,40 abc
23,30 bc
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis
(p < 0,05). Promedios con letras desiguales difieren
(p < 0,05). Promedios con letras desiguales difieren
estadísticamente de acuerdo a la prueba de promedios de
estadísticamente de acuerdo a la prueba de promedios de
rangos de Mann-Whitney (p < 0,05)
rangos de Mann-Whitney (p < 0,05)
546
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
con el tratamiento ‘cosecha-poda 50-70cm’ (35,20%),
significativa respecto a la media más baja para la
combinación de ’20 días-sin poda’ (30,10%). El
factor tipo de poda (en su acción independiente)
mostró diferencias debidas al azar, la media más alta
correspondió a ‘poda 50-70cm’ (33,12%) sin
diferencias con el resto, mientras que la media más
baja fue para ‘sin poda’ (32.16%) (Cuadro 7). Para los
períodos de cosecha (en su acción independiente)
(Cuadro 8) tampoco se detectaron diferencias
estadísticas, la media más alta correspondió al
tratamiento ‘5 días’ (33,33%) y la más baja para ‘20
días’ (31,33%).
En esta experiencia se produjo el rebrote de
las yemas de las plantas cortadas, presentando
síntomas similares a los de la deterioración
fisiológica: estriado vascular que provoca una
coloración de color marrón claro a oscuro en forma de
anillo alrededor de la parte más externa de la corteza.
Este tipo de deterioro se desarrolla como una
pudrición seca, síntomas que coinciden con los
reportados por Sánchez y Alonso (2002).
En este experimento a medida que transcurría
el tiempo entre la poda y la cosecha, los porcentajes
de deterioro fisiológico eran superiores en las plantas
podadas que en las plantas sin podar. Estos resultados
no coinciden con los obtenidos por Lozano et al.
(1978) para quienes la deterioración fisiológica se
puede prevenir mediante la poda de las plantas dos o
tres semanas antes de la cosecha.
Esto puede ser producto de que en el estudio
desarrollado por los autores anteriores se eliminaron
los rebrotes de las yemas, pues aluden a que si se hace
la poda y se produce el desarrollo de nuevos retoños
antes de la cosecha, disminuye su efecto sobre la
deterioración fisiológica, lo que indica que las hojas
engendran alguna sustancia que se trasloca a las
raíces e induce este tipo de deterioro. Por lo que sería
factible teniendo en cuenta ambos resultados, realizar
la poda de las plantas e impedir el rebrote de las
yemas, para prevenir el deterioro fisiológico de las
raíces.
Resultados similares han sido reportados por
algunos productores que realizan una labor de poda,
cortando la planta a 10 o 15cm del suelo, después de
que esta haya cumplido el primer ciclo de desarrollo
(entre ocho y diez meses) (Rivas et al., 2002). Sin
embargo, según Burgos et al. (2005) la poda aérea de
plantas de yuca 34 días antes de la cosecha favoreció
un mayor rendimiento de raíces (g.planta-1). Si bien
provocó una merma del porcentaje de materia seca,
ello no produjo disminución en el tenor de almidón,
por otro lado, la cosecha 24 días después de podar
retardó el inicio del deterioro y el almacenamiento en
bolsas de polietileno reforzó este efecto positivo.
En relación a la evaluación de la calidad
culinaria, se obtuvieron buenos resultados excepto en
los tratamientos donde se efectuó la poda a los 10-20
cm y se evaluó a los 15. 20 y 25 días en que fue
regular (Cuadro 9), pues tuvo problemas de dureza
después del tiempo de cocción.
Experimento 2. Utilización de tratamientos con
protectores de la deterioración microbiana de las
raíces de la yuca
En el Cuadro 10 se muestran los géneros y/o
especies fúngicas aisladas e identificadas de las
muestras de raíces analizadas, las cuales se
corresponden con las reportadas en Cuba por Arnold
(1986).
Cuadro 7. Materia seca (%) de las raíces de yuca (Manihot
esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en Santo
Domingo, Villa Clara, Cuba. Valor de KW =
4,61 ns
Tipos de poda
Materia seca (%)
Poda 10-20cm
Poda 50-70cm
Sin poda
32,44
33,12
32,16
Promedio de
rango
39,00 a
50,40 a
38,00 a
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis
(p > 0,05). Promedios con letras iguales son
estadísticamente similares de acuerdo a la prueba de
promedios de rangos de Mann-Whitney (p > 0,05)
Cuadro 8. Materia seca (%) de las raíces de yuca (Manihot
esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en Santo
Domingo, Villa Clara, Cuba. Valor de KW =
11,52 ns
Tipos de poda Materia seca (%) Promedio de rango
Cosecha
33,13
51,10 a
5
33,33
55,10 a
10
32,90
42,70 a
15
32,83
47,00 a
20
31,33
26,20 a
25
32,22
39,40 a
30
32,26
36,00 a
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis
(p > 0,05). Promedios con letras iguales son
estadísticamente similares de acuerdo a la prueba de
promedios de rangos de Mann-Whitney (p > 0,05)
547
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
En el porcentaje de deterioración microbiana
(Cuadro 11) se apreció que con el tratamiento de
Zineb 85% PH se lograron los valores más bajos en
esta variable, a los 5 días existía 20% de deterioro;
21,20% a los 10 días; 23,90% a los 15 días y 25% a
los 20 días de realizado el tratamiento, todo esto
significativo respecto al control (75% a los 5 días;
90% a los 10 días y 100% a los 15 y 20 días).
Este tipo de deterioración producto de la
actividad microbiana es un fenómeno separado,
distinto de la deterioración fisiológica y los síntomas
Cuadro 9. Calidad culinaria de raíces de plantas de yuca
(Manihot esculenta Crantz) Clon ‘CMC-40’ en
Santo Domingo, Villa Clara, Cuba.
Período de
Tipo de poda
evaluación
Poda 10-20cm Poda 50-70cm Sin Podar
(días)
Cosecha
Buena
Buena
Buena
5
Buena
Buena
Buena
10
Buena
Buena
Buena
15
Regular
Buena
Buena
20
Regular
Buena
Buena
25
Regular
Buena
Buena
30
Buena
Buena
Buena
La calidad culinaria se evaluó de acuerdo a la palatabilidad,
presencia de fibras y dureza
son completamente diferentes porque se produce la
degradación del tejido de la raíz.
El contenido de materia seca y las pérdidas de
peso de las raíces almacenadas (Cuadro 12) ofrecen
que con el control se obtuvo el mayor valor en ambas
evaluaciones (32,19 y 100%, respectivamente y
significativo respecto a la media más baja para Zineb
85% PH con 30,08 y 52,90%, respectivamente).
Aunque los fungicidas empleados no lograron
prevenir totalmente la infección, se apreció que con
este tratamiento se puede limitar cuatro veces la
Cuadro 12. Materia seca (MS) (%) y pérdida de peso por
deterioro microbiano (PPDM) (%) de las
raíces almacenadas de yuca (Manihot
esculenta Crantz) Clon ‘Señorita’ en Santo
Domingo, Villa Clara, Cuba.
Tratamientos
Testigo
Zineb 75% PH
Zineb 85% PH
KW
MS (%) PR PPDM (%)
32,19 10,50 a 100,00
30,55 6,50 ab 67,00
30,08 3,50 b 52,90
8,02*
PR
10,50 b
6,50 ab
2,50 a
10,20**
PR = Promedios de rango y KW = Análisis de varianza por
rangos de Kruskal-Wallis (p < 0,05). Promedios con letras
desiguales difieren estadísticamente de acuerdo a la prueba
de promedios de rangos de Mann-Whitney (p < 0,05)
Cuadro 10. Relación de géneros y/o especies fúngicas identificadas en las raíces de yuca (Manihot esculenta Crantz) Clon
‘Señorita’ en Santo Domingo, Villa Clara, Cuba.
Clase
Deuteromycetes
Deuteromycetes
Deuteromycetes
Ascomycetes
Zygomycetes
Oomycetes
Orden
Moniliales
Sphaeropsidales
Agonomycetales
Sphaeriales
Mucorales
Peronosporales
Familia
Tuberculariaceae
Sphaeropsidaceae
Agonomycetaceae
Sphaeriaceae
Mucoroceae
Pythiaceae
Género y/o especie
Fusarium sp.
Stagonospora cassavae
Sclerotium sp.
Rosellinia bunodes
Rhizopus sp.
Phytophthora sp.
Cuadro 11. Deterior microbiano (%) de las raíces almacenadas de yuca (Manihot esculenta Crantz) Clon ‘Señorita’ en
Santo Domingo, Villa Clara, Cuba.
Tratamientos
Testigo
Zineb 75% PH
Zineb 85% PH
KW
Tiempo de almacenamiento (días)
5
10
15
20
Deterioro Promedio Deterioro Promedio Deterioro Promedio Deterioro Promedio
(%)
de rango
(%)
de rango
(%)
de rango
(%)
de rango
75,00
10,5 b
90,00
10,5 b
100,00
10,5 b
100,00
10,5 b
29,50
6,50 ab
33,33
6,50 ab
35,00
5,80 ab
40,00
6,50 ab
20,00
2,50 a
21,20
2,50 a
23,90
3,30 a
25,00
2,5 a
9,84**
9,84**
8,64*
10,20**
KW = Análisis de varianza por rangos de Kruskal-Wallis (p < 0,05). Promedios con letras desiguales difieren
estadísticamente de acuerdo a la prueba de promedios de rangos de Mann-Whitney (p < 0,05)
548
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
Folgueras Montiel et al. Cosecha, beneficio y conservación de la yuca. I. Efecto de la poda y tratamiento químico
misma, aunque se reporta por Lozano et al. (1978)
que los mejores resultados se logran con la inmersión
de las raíces en soluciones con fungicidas de amplio
espectro, tales como el Manzate. También Criollo et
al. (1996) reportan el uso de Mertect al 0,4 % para
evitar el deterioro post cosecha debido a problemas
microbianos, este es un fungicida no sistemático a
base de thiabendazol. Resultados similares fueron
reportados en ambos aspectos (contenido de materia
seca y pérdida de peso de las raíces) por Criollo et al.
(1996), quienes aseguran además, que la inmersión
aporta agua que posiblemente es retenida en el tejido
suberoso de la corteza de la raíz, formando parte de
ella y es liberada después.
Esta práctica puede ser particularmente útil al
tratarse de una raíz que por su origen, tiene una alta
carga microbiana inicial, que actúa como inóculo de
la contaminación interna durante el almacenamiento y
la comercialización (Criollo et al., 1996).
CONCLUSIONES
1. La poda de las plantas de yuca causó el deterioro
fisiológico de las raíces.
2. El empleo de tratamientos con fungicidas como el
Zineb 85% PH permite prevenir el deterioro
microbiano de las raíces en 75%.
LITERATURA CITADA
Arnold, G. W. 1986. Los hongos fitopatógenos de
Cuba. Editorial Ciencia y Técnica. 21 p.
Barón, L. F. J y M. F. Téllez. 2012. Apuntes de
bioestadística.
Disponible
en:
www.bioestadistica.uma.es/baron/apuntes/ficheros/c
apo5.pdf. Consultado octubre 2012.
Burgos, A. M.; P. J. Cenóz y A. E. López. 2005.
Efecto de las podas y del sistema de
almacenamiento sobre factores de calidad de raíces
de mandioca (Manihot esculenta Crantz).
Comunicaciones Científicas y Tecnológicas.
Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE,
Corrientes, Argentina. 4 p.
Cenóz P. J.; A. López y Á. M. Burgos. 2001. Factores
ambientales que regulan el deterioro poscosecha en
mandioca. Disponible en: http//www.unne.edu.ar
/cyt/2001/5-Agrarias/A-011.pdf.
Consultado
octubre, 2009.
Chaparro, E. I. y G. Trujillo. 2003. Enfermedades
virales en el cultivo de yuca (Manihot esculenta
Crantz) en algunos estados de Venezuela. Rev. Fac.
Agron 20: 461-467.
Criollo, L. C.; E. Pérez y C. A. German. 1996.
Conservación de yuca Manihot esculenta Crantz
fresca. Informe Final ante la Red de Desarrollo
Agroindustrial del Ecuador (REDAR). IICA,
Ecuador, 100 p.
Hernández A.; M. O. Ascanio; D. M. Morales y R. A.
Cabrera. 2005. Correlación de la nueva versión de
clasificación genética de los suelos de Cuba con las
clasificaciones internacionales y nacionales: una
herramienta útil para la investigación, docencia y
producción agropecuaria. Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas (INCA). Disponible en:
http://www.rutas.ucf.edu.cu. Consultado abril, 2008.
Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales
(INIVIT). 2004. Instructivo técnico del cultivo de la
yuca. Ministerio de la Agricultura. Cuba 13 p.
Lozano, J. C.; J. H. Cock y J. Castaño. 1978. Nuevos
avances en el almacenamiento de yuca. Revista
Fitopatología Colombiana 7 (1): 2-14.
Ministerio de la Agricultura (MINAG). 2007.
Instructivo técnico del cultivo de la yuca. La
Habana, Biblioteca ACTAF. p. 14-15.
Rivas, K.; C. Sarmiento y C. Solís. 2002. Proyecto de
exportación de yuca producida y procesada en el
Cantón Bolívar provincia de Manabí. Escuela
Superior y Técnica del Litoral. Instituto de Ciencias
Humanísticas y Económicas. Ecuador, 144 p.
Sánchez, T. y L. Alonso. 2002. Conservación y
acondicionamiento de las raíces frescas en la yuca
en el Tercer Milenio: Sistemas Modernos de
Producción,
Procesamiento,
Utilización
y
Comercialización. B. Ospina y H. Ceballos (Eds.).
Centro Internacional de Agricultura Tropical
(CIAT), Cali, Colombia. Capítulo 27. p. 503-526.
Sotelo R. y G. Acevedo, 2009. Conservación de las
raíces frescas de la yuca (Manihot esculenta Crantz)
aplicándole el proceso de parafinado. Revista
Científica Nexo 21 (2): 48-53.
Suárez, L. y M. M. Hernández. 2008. Efecto de una
mezcla de oligogalacturónidos en la propagación in
vitro de la yuca (Manihot esculenta Crantz), var.
CMC-40. Cultivos Tropicales 9 (23): 47-52.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 542-549. 2012
549
Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cultivadas en
Corrientes, Argentina
Pre-harvest pruning effect in cassava (Manihot esculenta Crantz) plants cultivated in Corrientes, Argentina
Pedro Jorge CENÓZ
y Angela María BURGOS
Cátedra de Cultivos III. Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Nordeste. Sargento Cabral
2131 CP 3400 Corrientes, Argentina. E-mails: [email protected] y [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 14/05/2012
Fin de arbitraje: 06/07/2012
Revisión recibida: 05/08/2012
Aceptado: 27/08/2012
RESUMEN
La poda pre-cosecha de tallos de mandioca (Manihot esculenta Crantz) puede realizarse con diversos fines. El objetivo de
esta investigación fue evaluar los efectos de un sistema de tres alturas de podas en tres momentos de cosecha, sobre el
rendimiento y características comerciales de raíces. El ensayo se realizó en la Provincia de Corrientes, Argentina. Se
evaluaron los cultivares o clones Rocha y Santacatarina y se establecieron cuatro tratamientos, un testigo sin podar y tres en
función de las alturas de poda (apical, media y basal); sus efectos se registraron a los 60, 75 y 90 días después de realizada
la misma (ddpo). Se midió diámetro del tallo; número, longitud, diámetro y rendimiento de raíces. Los resultados
evidenciaron que el lapso poda-cosecha, más que la altura de las podas en sí mismas, modifica el rendimiento de raíces de
ambos cultivares. La poda incrementó el rendimiento en el cv Santacatarina cuando la cosecha fue temprana (60 ddpo),
mientras en el cv Rocha la poda solo fue favorable cuando la cosecha fue tardía (90 ddpo) en relación a sus respectivos
testigos. El rendimiento potencial de las plantas testigo resultó contrapuesto al de las plantas podadas, se observó que
Santacatarina es un clon tardío y Rocha es un clon temprano. Particularmente las alturas de poda condicionaron el
rendimiento del cv Santacatarina, mientras el cv Rocha fue menos sensible.
Palabras clave: Manihot esculenta Crantz, raíces amiláceas, cultivos tropicales, técnica de cultivo
ABSTRACT
The stem pre-harvest pruning of cassava plants (Manihot esculenta Crantz) can be done with different pourpouses. The aim
of this study was to evaluate the effects of a system of three pruning heights in three harvest moments, on the yield and on
root commercial characteristics. The assay was carried out in Corrientes Province, Argentina. The cultivars or clones Rocha
and Santacatarina were evaluated and four treatments were established, a control with no pruning and the three other
treatments according to the pruning height (apical, intermediate, basal); their effects were recorded at 60, 75 and 90 days
after pruning (ddpo). The stem diameter and the number, length and diameter of the roots; as well as the total root yield
were measured. The results showed that the pruning-harvest period, more than the height of the pruning’s itself, changed the
behaviour of both cultivars. Pruning increased the early yield of the cv Santacatarina (60 ddpo), while in the cv Rocha
pruning was favourable only when the harvest was late (90 ddpo) in relation to their respective controls. The potential yield
of control plants was opposed to the pruned plants, it was observed that Santacatarina is a late clon and Rocha is an early
clon. Pruning heights particularly conditioned the performance of the cv Santacatarina root yield, while cv Rocha was less
sensitive to those treatments.
Key words: Manihot esculenta Crantz, starch roots, tropical crops, crop technique
INTRODUCCIÓN
La mandioca (Manihot esculenta Crantz)
puede utilizarse como cultivo multipropósito,
destinándose tanto las raíces reservantes como las
hojas para la alimentación humana o animal. Las
raíces pueden abastecer otras industrias como la
elaboración de alcohol a partir del almidón y para la
elaboración de subproductos de la industria del papel
550
y maderas prensadas entre numerosos destinos
(Tonukari, 2004). Las grandes ventajas del cultivo
son su elevado potencial productivo, su plasticidad
ambiental, su rusticidad, flexibilidad en la época de
cosecha y tolerancia a factores adversos (Mejía de
Tafur, 2002) que le otorgan la gran posibilidad de
poder integrarse en sistemas productivos de alimentos
con baja agresión al medio ambiente (Cardoso y da
Silva Souza, 2002). A pesar de sus capacidades
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
intrínsecas, se evidencia una amplia brecha entre los
rendimientos potenciales y reales del cultivo (Hershey,
1991), por lo que toda práctica cultural que se pueda
implementar para contribuir a elevar los rendimientos
de raíces actuales pueden considerarse de gran interés
para su evaluación.
La poda pre-cosecha de plantas de mandioca
es una práctica cultural que puede ser realizada con
diversos fines: utilizar la parte aérea en forma directa
o ensilada como alimento para el ganado (Wobeto et
al., 2006; Alves da Silva et al., 2008), guardar ramas
para la multiplicación clonal preservándolas de la
acción de las heladas, facilitar la cosecha de raíces y
prolongar el tiempo de conservación postcosecha de
las mismas (Tanaka et al., 1984; Oirschot et al., 2000,
Arismendi, 2001; El-Sharkawy, 2003). Las
consecuencias negativas de esta práctica son la
posible diseminación de enfermedades, mayor
incidencia de malezas, y disminución del contenido
de almidón de raíces; por lo que resultaría una técnica
de manejo útil para la comercialización de raíces en
fresco pero no recomendable cuando el destino de la
producción es la extracción de almidón. Asimismo, si
bien tiende a descender particularmente el contenido
de almidón por la degradación a azúcares simples; no
desciende el de los carbohidratos totales; por lo que
no perjudicaría el producto de cosecha cuando este se
destina a la elaboración de alcohol (Lorenzi, 1978).
En este contexto, la técnica de realizar podas
pre-cosecha en plantas de mandioca pareciera ser una
estrategia aparentemente eficiente y viable, si bien
difiere según los cultivares y las zonas bioclimáticas
de cultivo (Silva de Andrade, 2010). En la zona
productora de Argentina, la alta probabilidad de
ocurrencia de heladas tempranas hacia el final del
ciclo del cultivo, obliga a los agricultores a realizar la
poda pre-cosecha de los tallos de las plantas de
mandioca a fin de almacenar las ramas estaqueras que
se utilizarán para la multiplicación comercial del
cultivo en la siguiente campaña. Asimismo, es una
práctica empírica difundida entre los productores,
quienes la utilizan para regular el crecimiento de los
órganos aéreos y consecuentemente promover el de
los órganos subterráneos cosechables. En relación a
este último relevamiento, su acción se explicaría a
través del control del índice de área foliar (IAF) y de
la partición de asimilados entre los tallos y las raíces
reservantes cuyo crecimiento y desarrollo ocurren de
manera simultánea y competitiva (El-Sharkawy,
2003). Según Lorenzi (2003), la poda implica la
alteración del IAF, uno de los factores responsables
de la capacidad de la planta de producir
carbohidratos, pero cita que los resultados
experimentales mostraron que la misma puede
aumentar, disminuir o no alterar la producción de
raíces, dependiendo de la variedad, altura de poda y
época de cosecha después de su aplicación. Por otra
parte, la altura del tallo a la que se realicen las podas
y la frecuencia con que se las practique, pueden
reducir el tenor de materia seca de las raíces (Moura y
Costa, 2001). En estudios iniciales llevados a cabo
por Cock et al.(1979) consistentes en eliminar ápices
jóvenes 150 días después de la plantación; se
encontró un incremento del rendimiento de raíces,
justificado por modificaciones del IAF y en la
partición de los asimilados destinados al crecimiento
prioritario de la parte aérea.
Dos aspectos relacionados con esta práctica
no han sido aún suficientemente estudiados, la altura
del tallo a la cual debe realizarse la poda y el lapso
más oportuno entre poda y cosecha sin que repercuta
negativamente en el rendimiento y en la
productividad del cultivo. La altura a la cual se realice
la poda, puede determinar la utilidad de la misma.
Podas altas, que solo extraen la parte apical, no
permitirían obtener material para multiplicación del
cultivo dada la falta de madurez y de sustancias de
reservas presentes, si bien podría ser de utilidad para
otros objetivos antes mencionados. Las podas medias
y más aún las basales, permitirían recolectar mayor
cantidad de material caulinar de la mejor calidad (ElSharkawy, 2003) y suficiente materia verde para la
alimentación animal, al tiempo que facilitarían las
labores propias de la cosecha.
Dado que el interés principal del cultivo de
mandioca reside en la cosecha de raíces reservantes,
el objetivo de esta investigación fue evaluar un
sistema de podas a tres diferentes alturas del tallo en
tres momentos de cosecha, sobre la productividad de
dos cultivares o clones de amplia difusión en la
Provincia de Corrientes, Argentina.
MATERIALES Y MÉTODOS
Sitio de experimentación
biogeográficas
y
características
El ensayo se llevó a cabo en el Campo
Didáctico y Experimental de la Facultad de Ciencias
Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste
(UNNE), ubicado al noroeste de la Provincia de
Corrientes, Argentina (27º 28' 27'' S, 58º 47' 00'' O, 70
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
551
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
msnm), durante dos campañas consecutivas. El clima
se caracteriza por presentar precipitaciones promedio
de 1300 mm anuales, evapotranspiración media anual
según Thornthwite de 1100 mm y una temperatura
media anual de 21,6º C; con un período libre de
heladas de 340 a 360 días. De acuerdo a la
clasificación climática de Köppen, la región se
clasifica como Cf w´a (h) que expresa un clima
mesotermal, cálido templado, sin estación seca con
precipitaciones máximas en otoño y veranos muy
cálidos con temperaturas superiores a los 22º C y
media superior a los 18º C. Por sus características,
según Köppen corresponde a Climas Templados
Húmedos (De Fina y Ravelo, 1985; Strahler y
Strahler, 1997; Pascale y Damario, 2004).
El suelo del sitio de experimentación ha sido
clasificado como Udipsammentes álficos, mixto,
hipertérmico, perteneciente a la serie Ensenada
Grande. Estos suelos se encuentran dentro de los
albardones, depresiones y planos de la terraza entre el
Arroyo Riachuelo y el Arroyo Sombrero (Escobar et
al., 1994).
Material biológico
Se evaluaron los cultivares o clones
localmente denominados Rocha y Santacatarina. El cv
Rocha se caracteriza por presentar ramificaciones
dicotómicas y hábito de crecimiento decumbente. Sus
hojas son de color verde claro, el pecíolo es rojo
verdoso y los lóbulos foliares son oblongo
lanceolados. Las raíces reservantes, rugosas,
pedunculadas, de forma cilindro-cónicas se
caracterizan por poseer pigmentación rojiza en la
corteza interna, lo cual deprecia la calidad industrial
del almidón razón por la cual se destina
principalmente para la comercialización en fresco
como hortaliza. El cv Santacatarina, es reconocido
por su productividad, palatabilidad y elevado
contenido de almidón. A diferencia del cv Rocha
normalmente no ramifica y su hábito de crecimiento
es erecto. Sus hojas son verde claro, el pecíolo
también es rojo verdoso pero los lóbulos foliares son
lanceolados. Sus raíces, lisas, de pulpa y corteza
interna blanca no presentan pedúnculo (datos no
publicados).
utilizando un calibre digital; el rendimiento de raíces
reservantes expresado como peso fresco de raíces por
planta (kg) utilizando una balanza con 5 g de
precisión; el número de raíces reservantes por planta
se obtuvo por conteo individual, y la longitud
promedio de las raíces reservantes con cinta métrica
en sentido acrópeto.
Diseño del experimento
Se establecieron cuatro tratamientos (Trat), en
un diseño de bloques completos al azar con tres
repeticiones y dos cultivares de mandioca. La
plantación se realizó con estacas en posición
horizontal a una densidad de 10000 pl.ha-1, con un
distanciamiento de 1,0 m entre lineos y entre plantas.
Las diferentes podas se realizaron en un único
momento que coincidió con los 180 días después de la
plantación de las estacas en el campo. Las podas se
practicaron a tres diferentes alturas de tallo: apical,
media y basal. La poda apical consistió en extraer ¼
de la altura total inicial del tallo (Trat 4), la poda
media (Trat 3) consistió en extraer 2/4, y la poda
basal (Trat 2) consistió en extraer ¾ de la altura total
inicial del tallo, restando en este último tratamiento
solo un tocón sobre la superficie del suelo. Las
plantas que se mantuvieron sin podar conformaron el
tratamiento testigo (Trat 1). Las mediciones de las
variables se realizaron a los 60, 75 y 90 días después
de la poda (ddpo). Cada parcela experimental contó
con una superficie de 20 m2 (4 m x 5 m) con 4 líneos,
de los cuales solo los dos centrales fueron utilizados
para tomar muestras, resultando 10 plantas útiles por
parcela y 12 unidades muestreales para cada cultivar.
De esas plantas, se tomaron aleatoriamente grupos de
tres plantas para cada medición, de las que se
consideró el promedio.
Los lotes experimentales fueron conducidos
sin restricciones nutricionales, la necesidad de
fertilizante se calculó según el requerimiento
establecido por Howeler (1981) y la oferta del suelo,
según análisis químico. En función a ello, se agregó
solo nitrógeno, bajo la forma de nitrato de amonio
(35% N) a razón de 13 g por planta, repartido en
partes iguales en dos oportunidades; 45 y 75 días
después de la plantación. Las malezas se controlaron
manualmente mediante carpidas.
Variables medidas
Análisis estadístico
En cada muestreo se midió el diámetro del
tallo a la altura del cuello (mm) y el diámetro
promedio de raíces reservantes por planta (mm)
552
Los datos se evaluaron determinando la
prueba de normalidad. A cada variable estudiada se le
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
aplicó el análisis de la varianza y se elaboró un
cuadro de promedios. Cuando se detectaron
diferencias, la separación de medias se efectuó con el
Test de Tukey (p ≤ 0,05) con el software InfoStat
versión 2002.
Los resultados obtenidos fueron estudiados
independientemente para cada cultivar, y para cada
variable medida se calcularon los valores promedio y
coeficientes de variación (p= 0,05%).
tallos (Cuadro 2) y a los 90 ddpo, solo el diámetro de
raíces se mostró sensible a los tratamientos (Cuadro
3). Finalmente, el peso y el diámetro de las raíces
resultaron variables altamente sensibles a las podas, y
especialmente este último parámetro respondió a los
tratamientos y se mostró significativamente reducido
por la poda basal (Trat 2).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En el cv Rocha los efectos negativos de las
podas se observaron en la cosecha a corto y mediano
plazo (60 y 75 ddpo), generando reducciones
significativas del rendimiento (Figura 1) y diámetro
(Cuadros 1 y 2) de las raíces, respecto de las plantas
sin podar, habiendo alcanzado una diferencia de
orden significativo cuando se realizó la poda basal
(Trat 2). Ambos atributos son considerados de
importancia para la comercialización en fresco del
producto. Por otra parte, ni el número ni la longitud
de las raíces comerciales, mostraron modificaciones
por efecto de los tratamientos (Cuadros 1, 2 y 3).
En la cosecha realizada a mediano plazo (75
ddpo), las podas también redujeron el diámetro de los
Figura 1. Rendimiento promedio de raíces reservantes de
mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Rocha
expresado en peso fresco (kg planta-1) en
Corrientes, Argentina, evaluadas a la altura
apical (T4), media (T3) y basal (T2) del tallo,
frente a testigos sin podar (T1). Letras diferentes
indican promedios estadísticamente diferentes de
acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
Cuadro 1. Evolución de las variables evaluadas en el cultivo de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Rocha a los 240
días después de la siembra y 60 días después de podar, en Corrientes, Argentina.
Tratamiento
Variables
†
Diámetro de tallo (mm) Número de raíces Diámetro de raíces (mm)
1
28,36 a
8,20 a
57,60 b
2
22,74 a
6,20 a
36,94 a
3
23,90 a
7,20 a
46,92 ab
4
23,78 a
8,20 a
46,86 ab
CV %
12,97
19,10
17,22
Longitud de raíces (cm)
50,20 a
39,40 a
38,80 a
36,60 a
25,61
Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
† Tratamientos de poda: Trat 1: testigo sin podar, Trat 2: basal del tallo, Trat 3: media y Trat 4: altura apical.
Cuadro 2. Evolución de las variables evaluadas en el cultivo de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Rocha a los 255
días después de la siembra y 75 días después de podar, en Corrientes, Argentina.
Tratamiento
Variables
†
Diámetro de tallo (mm) Número de raíces Diámetro de raíces (mm)
1
27,58 b
8,20 a
57,56 b
2
22,40 ab
6,40 a
38,40 a
3
24,74 ab
7,20 a
45,94 ab
4
19,14 a
8,40 a
46,46 ab
CV %
12,97
19,10
17,22
Longitud de raíces (cm)
50,40 a
39,00 a
38,90 a
39,00 a
25,61
Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
† Tratamientos de poda: Trat 1: testigo sin podar, Trat 2: basal del tallo, Trat 3: media y Trat 4: altura apical.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
553
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
De manera similar, Ayoola y Agboola (2004),
encontraron disminuciones en el rendimiento de
plantas de mandioca sometidas a podas, como
consecuencia de la reducción de las fuentes y por la
removilización de sustancias almacenadas en las
raíces que se utilizaron en el rebrote post-poda y
generación de nuevos tallos y hojas. Asimismo, Silva
de Andrade (2010) postuló que las reducciones
observadas en la productividad de las plantas
podadas, probablemente ocurran por el consumo de
reservas de las raíces, para la recuperación de la parte
aérea retirada. Entendemos que la removilización de
sustancias de reserva puede asimilarse con las
reducciones observadas en el diámetro de los órganos
de almacenamiento, tanto de tallos como de raíces.
En este ensayo, la cosecha tardía realizada a
los 270 después de la plantación (90 ddpo) coincidió
con el mes de junio, momento de madurez del cultivo,
etapa de receso invernal en el cual las plantas no
podadas pierden las hojas pero se encuentran en
mejores condiciones que las que habían sido
sometidas a poda, dado que no tuvieron que
removilizar sustancias para el rebrote, lo que se
comprobó por el mayor diámetro de sus raíces
(Cuadro 3). Si bien la aplicación de podas, repercutió
negativamente sobre el rendimiento expresado como
peso de las raíces (Figura 1), no se encontraron
importantes diferencias en función a la altura en que
se realicen las mismas, resultados que coinciden con
los citados por Almeida et al. (1991). En
contraposición, el diámetro de las raíces mostró una
disminución en relación directa a la altura del tallo a
la que se realizaron las podas; cuanto más baja la
poda, mayor fue la reducción del diámetro de las
raíces (Cuadros 1, 2 y 3). En este sentido, numerosos
autores (Lorenzi, 1978; Data et al., 1984; Ceballos y
de la Cruz, 2002; Burgos et al., 2005) comprobaron
que las podas pre-cosecha de plantas de mandioca
causan diferentes rangos de disminución en el
contenido de almidón de las raíces, el cual podría
asociarse a las disminuciones del diámetro de las
mismas encontradas en este cultivar.
En relación al número de raíces, los
resultados hallados coincidieron con los reportados
por Oliveira (2009) quién encontró que la poda no
modifica el número de raíces tuberosas por planta a
pesar de modificar otros parámetros.
En las plantas podadas del cv Rocha, la
cosecha a los 90 ddpo, resultó el momento más
conveniente en términos de rendimiento y calidad
comercial de raíces. La altura de la poda en general
no modificó los rendimientos, por lo que este cultivar
solo responde al lapso entre poda y cosecha.
Particularmente la poda apical y la cosecha tardía a
los 90 ddpo, sería la práctica más recomendable, dado
que no modificó significativamente el peso, el
diámetro, ni la longitud de las raíces, por lo que estas
plantas resultaron en términos generales iguales al
testigo, en relación al rendimiento y calidad comercial
para el consumo en fresco.
En el cv Santacatarina, las podas y la altura a
las que estas se realizaron produjeron efectos menos
drásticos y aún favorables sobre el peso de raíces en
el corto y largo plazo, cosechas realizadas a los 60 y
75 ddpo (Figura 2). En relación con estos resultados,
la poda apical (Trat 4) generó incrementos de
rendimiento cuando se cosechó tempranamente
(Figura 2). Mientras más leves fueron las podas,
menos diferencias causaron en el rendimiento
respecto a las plantas testigo. La poda basal (Trat 2)
sería la menos recomendable, por afectar más
negativamente los rendimientos en todas las
instancias de cosecha (Figura 2). Los efectos
favorables de las podas podrían asociarse con la
regulación del IAF (índice de área foliar) y la
partición de asimilados mencionado por Lorenzi
Cuadro 3. Evolución de las variables evaluadas en el cultivo de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Rocha a los 270
días después de la siembra y 90 días después de podar, en Corrientes, Argentina.
Tratamiento
Variables
†
Diámetro de tallo (mm) Número de raíces Diámetro de raíces (mm)
1
24,98 a
8,20 a
56,16 b
2
23,92 a
6,60 a
41,36 a
3
22,13 a
7,30 a
42,00 a
4
26,02 a
8,20 a
44,94 ab
CV %
17,40
14,07
15,94
Longitud de raíces (cm)
59,20 a
55,80 a
47,25 a
52,60 a
18,99
Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
† Tratamientos de poda: Trat 1: testigo sin podar, Trat 2: basal del tallo, Trat 3: media y Trat 4: altura apical.
554
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
(2003) y Cock et al. (1979). Asimismo, estudios
previos llevados a cabo por Burgos et al. (2005) en
las mismas condiciones bioclimáticas, encontraron
que las podas pre-cosecha podían favorecer el
rendimiento de raíces en tres cultivares de mandioca,
inclusive sin modificar los tenores de almidón de las
mismas.
raíces comerciales. En este sentido, según Cock et al.
(1979) citado por Negrete et al. (2004), la planta de
mandioca define el número de raíces durante el
primer período de su desarrollo, posiblemente como
respuesta a una mayor cantidad de fotoasimilados
producto de una actividad fotosintética más eficiente.
Dado que en esta experiencia las podas se realizaron
En relación al efecto de la altura de la poda,
los resultados encontrados coinciden con Villamayor
y Labayan (1981) quienes reportaron que el
rendimiento de las raíces se vio adversamente
afectado por la longitud de la porción extraída de la
planta podada, disminuyendo el peso de raíces
comerciales y el rendimiento total de raíces.
La poda del cv Santacatarina afectó el número
de raíces por planta únicamente a corto plazo (Cuadro
4), pero a mediano (Cuadro 5) y largo plazo (Cuadro
6), no hubo diferencia estadísticamente significativa.
Estos resultados coinciden con los presentados por
Ayoola y Agboola (2004), quienes hallaron
modificaciones en este componente del rendimiento
por efecto de la aplicación de podas pre-cosecha. De
cualquier manera, en términos generales los
resultados hallados en este ensayo demuestran un leve
o casi nulo efecto de la poda sobre el número de
Figura 2. Rendimiento promedio de raíces reservantes de
mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv.
Santacatarina expresado en peso fresco (kg
planta-1) en Corrientes, Argentina, evaluadas a la
altura apical (T4), media (T3) y basal (T2) del
tallo, frente a testigos sin podar (T1). Letras
diferentes indican promedios estadísticamente
diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤
0,05).
Cuadro 4. Evolución de las variables evaluadas en el cultivo de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Santacatarina a
los 240 días después de la siembra y 60 días después de podar, en Corrientes, Argentina.
Tratamiento
Variables
†
Diámetro de tallo (mm) Número de raíces Diámetro de raíces (mm)
1
26,88 a
9,60 b
46,76 ab
2
23,86 a
5,20 a
36,36 a
3
23,24 a
7,40 a
48,80 b
4
27,38 a
7,20 ab
50,60 b
CV %
16,02
14,88
13,59
Longitud de raíces (cm)
36,00 ab
25,60 a
46,20 b
38,80 ab
23,70
Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
† Tratamientos de poda: Trat 1: testigo sin podar, Trat 2: basal del tallo, Trat 3: media y Trat 4: altura apical.
Cuadro 5. Evolución de las variables evaluadas en el cultivo de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Santacatarina a
los 255 días después de la siembra y 75 días después de podar, en Corrientes, Argentina.
Tratamiento
Variables
†
Diámetro de tallo (mm) Número de raíces Diámetro de raíces (mm)
1
30,86 a
9,80 a
46,86 a
2
24,34 a
5,60 a
46,28 a
3
25,80 a
7,40 a
48,86 a
4
23,82 a
7,20 a
49,82 a
CV %
17,54
21,67
19,50
Longitud de raíces (cm)
39,40 a
39,40 a
47,40 a
39,65 a
20,93
Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
† Tratamientos de poda: Trat 1: testigo sin podar, Trat 2: basal del tallo, Trat 3: media y Trat 4: altura apical.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
555
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
en una instancia avanzada del ciclo (180 días después
de la plantación); los factores determinantes de este
componente del rendimiento no fueron afectados por
los tratamientos en sí mismos.
Los dos componentes determinantes de la
calidad comercial para consumo en fresco, longitud y
diámetro de raíces, no presentaron diferencias en
relación a las plantas testigo cuando se cosechó a
mediano y largo plazo, independientemente de la
altura de poda (Cuadros 5 y 6). En el corto plazo
(Cuadro 4), ambos parámetros de calidad comercial
mostraron modificaciones positivas en relación a los
tratamientos aplicados, que fueron en general
favorecidos por las podas menos severas (Trat 3 y 4),
siendo solo afectados negativamente con la poda
basal (Trat 2). Burgos et al. (2005) encontraron que la
aplicación de podas podía favorecer el rendimiento de
raíces sin modificar su contenido de almidón, por esta
razón, consecuentemente el diámetro de las raíces no
habría disminuido.
El diámetro del tallo sufrió modificaciones
únicamente 90 ddpo, dado que la energía necesaria
para el rebrote de la parte aérea de las plantas de
mandioca debió obtenerse principalmente a partir de
la redistribución de reservas que se encontraban
almacenadas en los tallos (Cuadro 6).
En el mediano plazo, cosecha realizada a los
75 ddpo (Cuadro 5), no se encontraron diferencias de
orden estadístico en ninguna de las variables bajo
estudio entre las plantas testigo y las podadas del cv
Santacatarina. En el caso de este cultivar, la poda
basal asociada a una cosecha 75 ddpo, permitió
recolectar la máxima cantidad de material de
propagación, sin que haya repercutido negativamente
en el rendimiento de raíces, satisfaciendo el doble
propósito de su producción. Por otra parte, resultó
factible incrementar el rendimiento de raíces
mediante la realización de la poda apical cuando esta
se cosechó tempranamente 60 ddpo, antes de que
ocurra el rebrote y la removilización de reservas,
como contraparte el material caulinar apical que se
extrae al podar no es apto para almacenar, dado que
es inmaduro, carece de reservas y es altamente
susceptible a la deshidratación.
El factor determinante para recomendar una
práctica de manejo en un cultivo, es en definitiva, su
efecto sobre el rendimiento del mismo. La podas
independientemente de la altura del tallo a la que se
realicen, no afectaron el peso de las raíces de
mandioca cuando se cosecharon 90 ddpo en el cv
Rocha. Sin embargo, el cv Santacatarina presentó una
respuesta más favorable a las podas en general y a los
tratamientos de menor intensidad en particular (Trat 3
y 4), además de demostrar una mayor plasticidad a los
momentos de cosecha según el manejo que se haga
del cultivo.
Las diferencias encontradas entre ambos
cultivares pueden explicarse en función a su
vigorosidad; relativa al ciclo fenológico. Mientras el
cv. Rocha caracterizado como más vigoroso, de ciclo
más corto a madurez comercial, respondió a las podas
más rápidamente sacrificando reservas a los 60 y 75
ddpo, se estabilizó nuevamente a los 90, resultando el
momento que consideramos oportuna su cosecha. Por
su parte, el cv. Santacatarina, de menor vigor y
consecuentemente de maduración más tardía,
reaccionó frente a las podas de manera más tardía y
sacrificó reservas recién 90 ddpo, por lo que las
cosechas más cercanas a la aplicación de esta práctica
(60 y 75 ddpo) resultan en un mayor rendimiento
cultural.
CONCLUSIONES
Los resultados obtenidos en este trabajo
evidenciaron que los dos cultivares de mandioca
evaluados, respondieron de manera diferente a las
Cuadro 6. Evolución de las variables evaluadas en el cultivo de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cv. Santacatarina a
los 270 días después de la siembra y 90 días después de podar, en Corrientes, Argentina.
Tratamiento
Variables
†
Diámetro de tallo (mm) Número de raíces Diámetro de raíces (mm)
1
32,60 b
9,60 a
53,60 a
2
21,77 a
5,53 a
46,67 a
3
29,32 ab
7,60 a
48,80 a
4
24,67 ab
7,30 a
49,83.a
CV %
18,10
16,74
24,61
Longitud de raíces (cm)
39,40 a
40,00 a
47,80 a
39,80 a
18,30
Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo al Test de Tukey (p ≤ 0,05).
† Tratamientos de poda: Trat 1: testigo sin podar, Trat 2: basal del tallo, Trat 3: media y Trat 4: altura apical.
556
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
alturas de poda de tallos y al momento más oportuno
de cosecha, y exhibieron diferentes grados de
sensibilidad en las variables evaluadas.
El cv Rocha, es un cultivar de maduración
temprana, las plantas no podadas alcanzaron su
máximo rendimiento potencial a los 240 -255 después
de la plantación. En el cv Rocha, si no hubiere una
razón que justifique la necesidad de podar las ramas,
es preferible no hacerlo, porque independientemente
de la altura, repercute negativamente sobre el
rendimiento. Si una necesidad particular justifica la
poda de ramas, ésta se deberá restringir a la
proporción del lote estrictamente necesaria tanto
como a la altura que satisfaga la demanda, y cosechar
a los 90 ddpo.
El cv Santacatarina, se diferencia del cv
Rocha por madurar más tardíamente, las plantas no
podadas alcanzan el máximo rendimiento potencial
270 días después de la plantación. Para lograr la
producción de primicia, de mayor rendimiento
respecto del testigo con igual calidad comercial, se
deberá realizar la poda apical y cosecharse 60 días
después, antes del rebrote. Si para otros fines
(almacenar material de propagación) se tuviera que
podar más intensamente, deberá cosecharse entre 7590 ddpo.
De acuerdo a lo observado sobre el
rendimiento de raíces a corto, mediano y largo plazo
de efectuadas las podas, se pudo establecer un
cronograma de cosechas escalonadas basadas en el
material genético; la más temprana (60 y 75 ddpo) del
cv. Santacatarina, seguida del cv Rocha hacia fin de la
campaña (90 ddpo). Las alturas de poda resultan
condicionantes del rendimiento de raíces del cv.
Santacatarina, mientras en el cv Rocha esta variable
es menos sensible.
Alves da Silva, M. A.; A. C. Furlan, I. Moreira, D.
Paiano, C. Scherer e E. Nunens Martins. 2008.
Avaliaçao nutricional da silagem da raiz da
mandioca contendo soja integral para leitoes na
fase inicial. Rev. Bras. Zootec. 37 (8): 1441-1449.
Arismendi, L. G. 2001. Investigación sobre el cultivo
de la yuca (Manihot esculenta Crantz.) en el
Oriente de Venezuela. Revista UDO Agrícola 1
(1): 1-10.
Ayoola, O. T. and A. A Agboola. 2004. Influence of
cassava planting patterns and pruning methods on
crop yield in a cassava-based cropping system.
African Crop Science Journal 12 (2): 115-122.
Burgos, A. M.; P. J. Cenóz, A. E. López y S. C.
Rodríguez. 2005. Efecto de podas y del sistema de
almacenamiento sobre factores de calidad de raíces
de mandioca (Manihot esculenta Crantz). Revista
Agrotecnia 15: 17-21.
Cardoso, C. E. L. e J. da Silva Souza. 2002.
Importancia, potencialidades e perspectivas do
cultivo da mandioca na América Latina. In:
Agricultura:
Tuberosas
amiláceas
Latinoamericanas. M. P. Cereda (Coord). Fundaçao
Cargill. San Pablo, Brasil. 2: 29-47.
Ceballos, H. y G. A. de la Cruz. 2002. Taxonomía y
morfología de la yuca. In: La Yuca en el Tercer
Milenio. Sistemas Modernos de Producción,
Procesamiento, Utilización y Comercialización.
CIAT (Centro Internacional de Agricultura
Tropical). 2002. Ospina y Ceballos (Eds). Cali,
Colombia. 2: 16-32.
Cock, J. H.; D. Franklin, G. Sandoval and P. Juri.
1979. The ideal cassava plant for maximun yield.
Crop Sci. 25: 265-272.
AGRADECIMIENTOS
El trabajo fue financiado por la Secretaría
General de Ciencia y Técnica de la Universidad
Nacional del Nordeste, a través del P.I. 40/07, Estudio
de factores cuanti y cualitativos que afectan la
producción de mandioca (Manihot esculenta Crantz).
BIBLIOGRAFÍA.
Almeida, E. X. de.; M. Ternes, I. Agostini and J. A.
Flaresso. 1991. Cassava leaves and stems for cattle
feed. Research in Santa Catarina, Brazil. Cassava
Newsletter (CIAT) 15 (2): 5-6.
Data, E. S.; M. A. Quevedo and L. A. Gloria. 1984.
Pruning techniques affecting the root quality of
cassava at harvest and subsequent storage. Japan
Scientific Societies Press. Tokyo. p. 127-143.
De Fina, A. L. y A. C. Ravelo. 1985. Climatología y
Fenología Agrícolas. 4º Ed. EUDEBA. Buenos
Aires, Argentina. 354 p.
Escobar, E. H.; D. Ligier, M. Melgar, H. Matteio y O.
Vallejos. 1994. Mapa de suelos de los
Departamentos de Capital, San Cosme e Itatí de la
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
557
Cenóz y Burgos. Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de Manihot esculenta cultivadas en Corrientes, Argentina
Provincia de Corrientes, Argentina. p. 129.
Publicación del Convenio del Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA-ICA) y Provincia
de Corrientes-CFI, Argentina.
El-Sharkawy, M. A. 2003. Cassava biology and
Physiology. Plant Mol. Biol. 53: 621-645.
Hershey, C. H. (Ed). 1991. Mejoramiento genético de
la yuca en América Latina. CIAT. (Centro
internacional de Agricultura Tropical) Cali,
Colombia. 426 p.
Howeler, R. 1981. Nutrición mineral y fertilización
de la yuca. Centro Internacional de Agricultura
Tropical. Cali, Colombia. 55 p.
Lorenzi, J. O. 1978. Variação de carboidratos e ácido
cianidrico em raízes de mandioca, após a poda da
parte aérea. Rev. Bragantia 37 (16): 139-144
Lorenzi, J. O. 2003. Mandioca. Boletín Técnico
245.Campinas: CATI, 116 p.
Mejía de Tafur, M. S. 2002. Fisiología de la yuca
(Manihot esculenta Crantz). In: La yuca en el
Tercer Milenio. Sistemas Modernos de Producción,
Procesamiento, Utilización y Comercialización
CIAT (Centro Internacional de Agricultura
Tropical). Ospina y Ceballos (Eds). Cali,
Colombia. 3: 34-44.
Moura, G. de M. e N. de L. Costa. 2001. Efeito da
freqüência e altura de poda na produtividade de
raízes e parte aérea em mandioca. Pesq. Agropec.
Bras. 36 (8): 1053-1059.
Negrete, B. F.; S. F. Essen y M. J. Gregorio. 2004.
Efecto de la Crotalaria juncea, I. en arreglos
espaciales dentro del sistema yuca/maíz como
práctica de manejo cultural del chinche de la
viruela Cyrtomenus bergi froeschner. CORPOICA,
Ecorregión Caribe, Departamento Sistemas.
http/www.turipana.org.co-/crotalaria.htm.
558
Oliveira, S.; A. Viana, S. Matsumoto, N. Cardoso
Júnior, T. Sediyama e A. São José. 2009. Efeito da
poda e de épocas de colheita sobre características
agronômicas da mandioca. Acta Scientiarum.
Agronomy 32 (1): 99-108.
Oirschot, Q.; G. M. O’Brien, D. Dufour, M. A. ElSharkawy and E. Mesa. 2000. The effect of preharvest prunning of cassava upon root
deterioration and quality characteristics. In: La
yuca en el Tercer Milenio. Sistemas Modernos de
Producción,
Procesamiento,
Utilización
y
Comercialización. CIAT (Centro Internacional de
Agricultura Tropical). 2002. Ospina y Ceballos
(eds). Cali, Colombia. 2: 16-32.
Pascale, A. J. y E. A. Damario. 2004. Bioclimatología
Agrícola y Agroclimatología. Editorial Facultad de
Agronomía, Universidad de Buenos Aires. 550 p.
Strahler, A. N. y A. H. Strahler. 1997. Geografía
Física. 3ra Edición. OMEGA. Barcelona, España.
550 p.
Silva de Andrade, J. 2010. Épocas de poda en
mandioca. Tesis para obtención del Título de
Master en Agronomía. UESB, Bahía, Brasil. 66 p.
Tanaka, Y.; E. S Data, V. G Lape, C. D. V. Villegas
Godoy, M. A. Gorgonio and S. Hirose. 1984.
Effect of pruning treatment on physiological
deterioration and related biochemical changes in
cassava roots. Japan Scientific Societies Press.
Tokyo, Japan. p. 119-125.
Tonukari, N. J. 2004. Cassava and the future of
starch. Electronic Journal of Biotechnology 7 (1):
5-8.
Villamayor Junior, F. G. and A. L. Labayan. 1981.
Detopping and its effect on cassava production.
Radix. 4 (2): 7-8.
Wobeto, C.; A. D Corrêa, C. M. P. Abreu, C. D.
Santos and J. R. Abreu. 2006. Nutrients in the
cassava (Manihot esculenta Crantz) leaf meal at
three ages of the plant. Ciência e Tecnologia de
Alimentos 26 (4): 865-869.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 550-558. 2012
Nota Técnica
Uso de la poda para extender el ciclo productivo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.)
Use of prunning to extend the productive cycle of bell pepper (Capsicum annuum L.) crop
Eliécer MORENO 1, Tania RUSSIÁN L.1
y César RUIZ S.2
1
Universidad Nacional Experimental “Francisco de Miranda” (UNEFM). Complejo Académico Ingeniero José
Rodolfo Bastidas. Intercomunal Coro-La Vela sector El Hatillo, estado Falcón e 2Instituto Nacional de
Investigaciones Agrícolas (INIA). Estación Experimental Falcón. Avenida Roosevelt, Zona Institucional. Coro,
estado Falcón, Venezuela. E-mails: [email protected] y [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 22/01/2011
Fin de segundo arbitraje: 24/07/2012
Fin de primer arbitraje: 31/01/2012
Segunda revisión recibida: 26/07/2012
Primera revisión recibida: 10/07/2012
Aceptado: 29/07/2012
RESUMEN
La poda en pimentón puede ser una alternativa para la renovación de tejido productivo o para incrementar los rendimientos.
Con el objetivo evaluar los beneficios de la poda severa en la producción de pimentón (Capsicum annuum) híbrido
Crusader, se llevó a cabo un ensayo en el municipio Zamora sector Los Tablones, Venezuela. Plantas de cuatro meses de
edad se podaron a una altura promedio de 15 cm después de una cosecha. Después de la poda, las plantas se fertilizaron a
través del sistema de riego aplicando en total 69,34 kg.ha-1 de N; 7,2 kg.ha-1 de P y 42,16 kg.ha-1 de K durante 39 días. Se
encontró que las plantas alcanzaron una altura de 62 cm. No obstante, el tamaño del fruto y masa fue menor a los estándares
señalados por la casa comercial del híbrido y el rendimiento también fue menor en relación a la primera cosecha (sin poda).
Aun cuando de manera empírica pudo comprobarse la utilidad de la poda para alargar el ciclo de cosecha, se recomienda
hacer un manejo eficiente de las labores agrícolas sobre todo la fertilización, así como el raleo de frutos para obtener frutos
de mayor tamaño.
Palabras clave: Capsicum annuum, poda, rendimiento
ABSTRACT
The pruning of paprika can be an alternative to the renewal of productive tissue or to increase yields. In order to assess the
benefits of the severe pruning in the production of paprika (Capsicum annuum) hybrid Crusader, was carried out a test in the
sector the planks, Venezuela Zamora municipality. Four months old plants were pruned to an average height of 15 cm after
a harvest. After pruning, plants were fertilized through the system of irrigation applied in total 69.34 kg.ha-1 of N, 7.2 kg.ha1
P and 42.16 kg.ha-1 K for 39 days. Found that the plants reached a height of 62 cm. However, the size of the fruit and mass
was lower than the standards identified by the commercial house of the hybrid and the yield was also lower in relation to the
first harvest (without pruning). Even though empirically ascertained the pruning utility to extend the harvest cycle, it is
recommended to efficient handling of agricultural work especially fertilization, as well as the fruit removal for larger fruits.
Key word: Capsicum annuum, pruning, yield
INTRODUCCIÓN
El pimentón (Capsicum annuum L.)
constituye una de las hortalizas de mayor importancia
a nivel Nacional e Internacional, en Venezuela ocupa
el tercer lugar en cuanto al consumo (de hortalizas)
después de la cebolla y el tomate, y el cuarto lugar en
área sembrada. Para el 2010 el rendimiento se
encontraba en 18,890 kg.ha y el volumen de
producción en 133.573 t (FEDEAGRO, 2012).
La poda en el género Capsicum por lo general
se realiza para la formación de la planta. Algunos
estudios realizados a nivel de vivero, señalan que
plántulas de 11 semanas de edad podadas presentaron
mayor producción que plántulas podadas a las ocho
semanas o sin poda (Mc Craw y Greig, 1986). Añez y
Figueredo (1992) evaluaron el efecto de la poda en
semillero y a los 178 días después del trasplante en C.
frutescens encontrando mayores producciones
significativas cuando la poda se realiza en semillero
(alrededor de 35 días después de la germinación).
Estos autores encontraron que la poda influye
significativamente en el número de ramas a los 180
días, pero esta diferencia no fue significativa a los
315 días después del trasplante.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 559-562. 2012
559
Moreno et al. Uso de la poda para extender el ciclo productivo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.)
En las siembras de pimentón es normal que
después de varias cosechas los rendimientos
disminuyan, razón por la cual los productores han
optado por reemplazar este cultivo generalmente
después de cada tres o cuatro cosechas.
producción de pimentón; no obstante, podrá servir de
punto de partida para estudios rigurosos acerca de los
beneficios del uso de esta práctica en la renovación de
plantas de esta especie.
MATERIALES Y MÉTODOS
Existe poca información del efecto de la poda
sobre la producción en el género Capsicum, una vez
realizada la cosecha. Al respecto, se ha reportado
aumentos de la producción que variaron entre
cultivares entre 25 a 100 % como respuesta a podas a
12 cm del suelo luego de 4 cosechas (Unander et al.,
1991). Del mismo modo, Jaimez et al. (2002)
evaluaron el efecto de diferentes intensidades de poda
(a 10 y 15 nudos y plantas sin podar) llevadas a cabo
en plantas a los 235 días después del trasplante sobre
la dinámica de producción de flores y frutos, de C.
chinense señalando que pese a un incremento no
significativo en el peso de los frutos a mayor
intensidad de poda, se obtuvieron menores
producciones con la mayor severidad de poda. Tanto
el número de flores, frutos y producción total no
variaron significativamente entre las plantas control y
las podadas a 15 nudos.
Uno de los rubros hortícolas que se produce
en el estado Falcón, es el pimentón; no obstante, la
mayoría de los productores eliminan las plantas
cuando la producción empieza a disminuir. Si se
considera el costo invertido por concepto de semilla,
formación de plantas, trasplante y, en muchos casos,
instalación del sistema de riego, el uso de la poda
pudiera ofrecer una recuperación más eficiente de la
inversión, así como también
para inducir la
formación de tejido productivo en casos como este,
donde un productor con una amplia trayectoria en el
cultivo de hortalizas especialmente tomate, pimentón
y ají por fallas en la bomba de riego estaba en riesgo
de perder la inversión de una plantación de pimentón
hibrido Crusader, de modo que se le propuso realizar
una poda para estimular la regeneración de tejido y
por lo tanto alargar el ciclo productivo. Es de hacer
notar, que por tratarse de ofrecer una solución a un
imprevisto, la información contenida aquí no es
producto de un ensayo científico donde se analice
metódicamente el efecto de la poda sobre la
El trabajo se llevó a cabo en el municipio
Zamora, sector los Tablones, estado Falcón. Se usó el
hibrido de pimentón Crusader, el cual estaba
sembrado a 1 m entre hilera y 0,30 m entre plantas (3
plantas por m2). Este híbrido tiene un tipo de
crecimiento indeterminado, ciclo de cosecha de 70 a
80 días después del trasplante y frutos de,
aproximadamente, 270 g de peso. La poda se realizó a
los 4 meses de edad eliminando toda el área foliar
dejando la planta a 15 cm del suelo.
La fertilización se realizó a través del sistema
de riego. Se aplicó 3 L·ha-1 de calcio usando la
fórmula comercial alcafoliar calcio 17 SL que aporta
170 g de Ca por ha (680 g·ha-1 de Ca) 2 veces por
semana por 14 días. Luego de los cuales se aplicó
1700 g·ha-1 de N, 360 g·ha-1 de P y 360 g·ha-1 de K
durante 20 días (4 kg·ha-1 de nitrato de amonio y 2
kg·ha-1 de triple 18) (Cuadro 1).
A los 25 días después de la poda (ddp) se
realizó una aplicación de abono foliar (Hit
crecimiento 12-6-6) a razón de 1 l/200 L de agua.
Posteriormente, a los 30 ddp se realizó la aplicación
de 1860 g·ha-1 de N y 1840 g·ha-1 g·ha-1 de K (nitrato
de amonio y nutri-K, a razón de 4 kg·ha-1) cada dos
días hasta un total de 19 aplicaciones. En total se
aplicaron 69,3 kg·ha-1 de N, 7,2 kg·ha-1 de P y 42,2
kg·ha-1 de K (Cuadro 1). Cabe destacar que la
fertilización se realizó tomando en cuenta lo que
comúnmente realiza el productor a fin de poder
demostrar los beneficios de la poda, sin alterar la
fertilización comercial.
El riego se realizó por goteo. Durante los
primeros 30 días se realizó a primeras horas de la
mañana, con una duración de hora y media cada
riego. A partir del día 31 se realizaron dos riegos:
hora y media en las primeras horas de la mañana y
Cuadro 1. Cantidad de nutrimentos aplicados durante el manejo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.) híbrido
Crusader en el municipio Zamora, sector los Tablones, estado Falcón, Venezuela.
Nombre comercial
Nitrato de amonio
Nutri-K
18-18-18
560
Composición
NO3NH4
N-NO3 y K2O
NO3+NH4-P2O5-K2O
Cantidad (%)
33,5
13-46
10+8-18-18
Cantidad (kg·ha-1/riego)
1,340
0,52-1,84
0,20+0,16-0,36-0,36
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 559-562. 2012
Total (kg·ha-1)
52,26
9,88-34,96
4+3,2-7,2-7,2
Moreno et al. Uso de la poda para extender el ciclo productivo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.)
hora y media después de las 2 de la tarde. El control
de malezas se realizó de forma manual con escardilla.
Se aplicó sulfato de cobre y Ridomil para el
control preventivo de Phytophthora y manchas
foliares a razón de 500 g/200L y 375 g/200L de agua,
respectivamente. Para el control de ácaros se realizó
la aplicación de Initraz a razón de 250 ml/200L de
agua. Estas aplicaciones se realizaron con una
asperjadora de espalda.
Se seleccionaron 15 plantas al azar y se
determinaron los siguientes parámetros a los 86 ddp:
altura de la planta (cm), diámetro del tallo (cm),
número de ramas/planta, número de flores/planta
(determinado a los 73 ddp) y
número de
frutos/planta. De los frutos se determinaron los
siguientes parámetros: diámetro polar y ecuatorial
(cm) y rendimiento (kg·ha-1). Para este último, se
cosechó un área de 1764 m2, se determinó el peso y el
resultado se extrapoló a una hectárea.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se observó una respuesta favorable de las
plantas a la poda y al manejo en general, pues éstas
no solo emitieron, nuevamente ramas y hojas sino que
fructificaron y pudo llegarse a cosecha. En el Cuadro
2, se observa que las plantas alcanzaron promedios
normales de altura (62 cm) ya que pueden encontrarse
plantas desde 40 a 100 cm de altura (FONAIAP,
1995), con un promedio de 5 ramas, 7 flores y un
diámetro del tallo de 1,98 cm por planta
respectivamente.
Los resultados de las características del fruto
y el rendimiento, se muestran en el Cuadro 3, se
observa en promedio un número de 14 frutos por
planta con un diámetro polar de 7,5 cm; un diámetro
ecuatorial de 6,8 cm y un rendimiento de 6.377 kg.ha1
. Con relación a esto, Praderes et al. (2007) reporta
Cuadro 2. Promedio de los parámetros de crecimiento de la
planta de pimentón (Capsicum annuum L.)
híbrido Crusader después de la poda en el
municipio Zamora, sector los Tablones, estado
Falcón, Venezuela.
Parámetro
Altura del corte (cm)
Altura de la planta (cm)
Diámetro del tallo (cm)
Número de ramas
Número de flores
Promedio
29
62
1,98
5
17
características del híbrido Crusader como fruto de
cuatro lóbulos con forma oblonga, color rojo,
diámetro entre 6 a 8 cm y largo entre 10 a 12 cm,
sabor dulce y madurez hortícola referido al índice
agronómico de 74 días después del trasplante.
Existen investigaciones que señalan los
beneficios de la poda así, Maboko et al. (2012)
evaluando tres poblaciones de plantas (2; 2,5 y 3
plantas/m2), poda de 2, 3 y 4 tallos y eliminación de
las 2 primeras, 4 primeras o sin remoción de flores en
pimentón bajo hidroponía señalaron que la poda de
tallo a cuatro tallos sin quitar cualquier flores en una
población de plantas de 3 plantas/m2 resultó en el más
alto rendimiento y calidad, con 2713 g.m-2 y un
promedio de 18 frutos de primera calidad por planta.
Estos promedios son mayores a los
encontrados en este trabajo, donde el promedio de
masa por m2 fue de 348 g. No obstante, cabe destacar
que en la primera cosecha (antes de ser realizada la
poda) según datos aportados por el productor 1, se
estimó un rendimiento de 14.172 kg·ha-1, como ya se
mencionó la única variable fue la poda, y el manejo se
realizó tal como lo hace el productor, sin comprobar
los requerimientos de nutrimentos para el momento
por lo que sería recomendable, para próximas podas
realizar un manejo más eficiente en cuanto a
fertilización (usando el análisis de suelo y de tejido),
pues ya había sido realizada una primera cosecha,
además pudiera manejarse el raleo de frutos, a fin de
producir frutos de mayor tamaño.
Con relación a la fertilización, Barrientos
(1988) citado por Azofeifa y Moreira (2004) reportó
que los mayores rendimientos de frutos comerciales,
se obtuvieron con las dosis de 150, 250 y 50 kg·ha-1
(NPK). Como se ve, durante este trabajo se aplicaron
Cuadro 3. Promedio de los parámetros del fruto de
pimentón (Capsicum annuum L.) híbrido
Crusader después de la poda en el municipio
Zamora, sector los Tablones, estado Falcón,
Venezuela.
Parámetro
Número de frutos/planta
Diámetro polar (cm)
Diámetro ecuatorial (cm)
Masa (g)
Rendimiento (kg·ha-1)
1
Promedio
14
7,1
6,8
116
6.377
Comunicación personal del productor
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 559-562. 2012
561
Moreno et al. Uso de la poda para extender el ciclo productivo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.)
cantidades inferiores a lo reportado, esto pudiera
explicar el menor tamaño y masa de los frutos en
relación a los producidos antes de la poda que, según
información del productor, estaban alrededor de 250
g/fruto. Sin embargo, lo recomendable sería haber
realizado el análisis de suelo para determinar las dosis
de manera más precisa.
CONCLUSIONES
La poda puede ser una alternativa para la
renovación de tejido productivo en plantas de
pimentón, alargando el período reproductivo de la
planta.
Los frutos producidos después de la poda,
aunque comerciales, fueron menores en tamaño y
peso con respecto a los obtenidos en la primera
cosecha.
RECOMENDACIONES
Realizar el plan de fertilización en base al
análisis de suelo y tejido.
No se recomienda está práctica a los
productores que manejan grandes extensiones debido
que no hay forma de hacerlo de manera mecánica y
requeriría mucha mano de obra.
Realizar un raleo de frutos, dejar solo tres
ramas en la planta y eliminar también las hojas y
brotes que queden por debajo de dichas ramas, a fin
de obtener frutos de mayor tamaño.
AGRADECIMIENTO
Los autores agradecen al Sr. Giovanni Di
Mella, por la colaboración prestada, no sólo en
permitir la realización del trabajo en su finca, sino por
la cooperación en la realización de todas las labores
agrícolas.
LITERATURA CITADA
Añez, B. y C. Figueredo. 1992. Efectos de diferentes
distancias entre hileras y sistemas de podas sobre el
crecimiento y producción de Capsicum frutescens.
Turrialba 42 (2): 143-150.
562
Azofeifa A. y M. Moreira. 2004. Análisis de
crecimiento del chile jalapeño (Capsicum annuum L
cv. Hot) en Alajuela Costa Rica. Agronomía
Costarricense 28 (1): 57-67.
Confederación de Asociaciones de
Agropecuarios (FEDEAGRO). 2008.
de producción. Disponible en:
fedeagro.org (fecha de consulta: 07
2008).
Productores
Estadísticas
htpp.//www.
de marzo de
Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(FONAIAP).
Centro
de
Investigaciones
Agropecuarias del Estado Lara. 1995. Producción de
Hortalizas. 2da Edición.
Jaimez, R. E.; N. Nava, Y. Rivero y K. Trompiz.
2002. Efecto de diferentes intensidades de poda
sobre la dinámica de floración y producción de ají
dulce (Capsicum chinense, Jacq). Rev. Fac. Agron.
(LUZ) 19: 132-139.
Lips, S. H.; E. O. Leidi, M. Silberbush, M. I. M.
Soores and E. M. Lewis. 1990. Physiological
aspects of ammonium and nitrate fertilization. J.
Plant Nutr. 13: 1271-1289.
Maboko, M. M.; C. P. Du Plooy and S. Chiloane.
2012. Effect of plant population, stem and flower
pruning on hydroponically grown sweet pepper in a
shadenet structure. African Journal of Agricultural
Research 7 (11): 1742-1748.
McCraw, B. D. and J. R. Greig. 1986. Effect of
transplant age and pruning procedure on yield and
fruit-set of bell pepper. Hortscience 21 (3): 431-431.
Praderes Cárdenas, G.; A. Flores A. y A. García M.
2007. Trazabilidad en frutos de pimentón
(Capsicum annuum L.) cultivados en invernadero
Rev. Fac. Agron. 33: 77-91.
Unander, D. W.; L. N. Aviles, F. Varela and A.
Acosta. 1991. Plant population and pruning of
pepper cultivars. The journal of Agriculture of the
University of Puerto Rico 75: 199-204.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 559-562. 2012
Nota Técnica
Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
Water restriction on moringa seeds (Moringa oleifera L.)
Restricción hídrica en semillas de moringa (Moringa oleifera L.)
Allívia Rouse Carregosa RABBANI , Renata SILVA MANN, Robério Anastácio FERREIRA,
Angela Maria dos Santos PESSOA, Edilene Souza BARROS e João Basílio MESQUITA
Universidade Federal de Sergipe, Centro de Ciências Biológicas e da Saúde. Rua Marechal Rondon s/n, Bairro
Roza Elze, São Cristóvão, Sergipe, Brasil. E-mail: [email protected] Autor para correspondência
Recebido: 25/03/2012
Fim da arbitragem: 10/05/2012
Revisão recebeu: 10/08/2012
Aceito: 15/09/2012
RESUMO
Moringa é uma árvore que possui grande importância para a agricultura familiar por seu potencial uso na obtenção de óleo
para a produção de biodiesel e para o tratamento de água. Este trabalho foi realizado visando simular estresse hídrico por
meio da germinação das sementes em substrato de papel umedecido com soluções de polietileno glicol (PEG 6000) a 0,0; 0,1; -0,3; -0,4 e -0,6 MPa. As sementes foram mantidas em câmera de germinação tipo Biological Oxygen Demand em
temperatura constante de 25 ºC, sob luz branca contínua. O delineamento experimental utilizado foi o inteiramente
casualizado com quatro repetições de 25 sementes para cada potencial osmótico. As variáveis analisadas foram porcentagem
de germinação, índice de velocidade de germinação, tempo médio de germinação e velocidade média de germinação.
Também se avaliou o comprimento total da radícula e do hipocótilo, teor de massa seca radicular e percentual de plântulas
normais. A germinação das sementes de moringa decresceu com o aumento do potencial osmótico, e não foi possível
constatar eventos germinativos nos potenciais -0,4 e -0,6 MPa. Solos em que a restrição hídrica é superior a -0,3 MPa
podem ser considerados críticos para a germinação e formação de plântulas normais desta espécie.
Palavras chave: vigor, estresse, potencial osmótico, germinação.
ABSTRACT
Moringa is a tree that has great importance to family farming because of their potential use in obtaining oil for biodiesel
production and for water treatment. This work was carried out to simulate the drought stress using seed germination in
paper substrate moistened with solutions of polyethylene glycol (PEG 6000) at 0.0, -0.1, -0.3, -0.4 and -0.6 MPa. Seeds
were kept in germination chamber Biological Oxygen Demand at constant temperature of 25 °C under continuous white
light. The experimental design was completely randomized with four replications of 25 seeds for each osmotic potential of
PEG 6000. The variables analyzed were germination percentage, germination speed index, mean germination time and
average speed of germination. Total length of root and hypocotyl, root dry mass and percentage of normal seedlings also
were evaluated. Seed germination of moringa decreased with increased osmotic potential and it was not possible to observe
germination events at -0.4 and -0.6 MPa. Soils in which drought stress is superior to -0.3 MPa may be considered to be
critical for successful germination and production of normal seedling of this species.
Key words: vigor, stress, osmotic potential, germination.
RESUMEN
Moringa es un árbol de gran importancia para la agricultura familiar por su potencial uso en la obtención de aceite para la
producción de biodiesel y el tratamiento del agua. Este trabajo se llevó a cabo con el objetivo de simular el estrés hídrico
usando la germinación de las semillas en sustrato de papel humedecido con soluciones de polietileno glicol (PEG 6000) a
0,0; -0,1; -0,3; -0,4 y -0,6 MPa. Las semillas se colocaron en la cámara de germinación tipo Biological Oxygen Demand a
temperatura constante de 25 °C y luz continúa. El diseño experimental utilizado fue completamente aleatorizado con cuatro
repeticiones de 25 semillas para cada potencial. Las variables evaluadas fueron el porcentaje de germinación, índice de la
velocidad de germinación, tiempo medio de germinación, velocidad media de germinación, longitud total de la raíz y el
hipocotilo, materia seca de la raíz y plántulas normales. La germinación de semillas de moringa disminuyó con el aumento
del potencial osmótico y no fue posible observar eventos germinativos a -0,4 y -0,6 MPa. En los suelos donde el estrés
hídrico es superior a -0,3 MPa pueden ser considerados críticos para la germinación y el crecimiento de plántulas normales.
Palabras clave: vigor, estrés, potencial osmótico, germinación.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
563
Rabbani et al. Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
INTRODUÇÃO
As regiões do sertão e do semiárido nordestino
apresentam como característica a ocorrência de
famílias que, sobrevivem da agricultura e pecuária,
dependendo majoritariamente das atividades agrícolas
para seu sustento. Aliado a esse cenário encontram-se
épocas climáticas caracterizadas como “secas”
ocasionadas por diversos fatores, entre eles a má
distribuição das chuvas (Contazi, 2010; Carvalho e
Egler, 2003; Santos et al., 2011).
A Moringa oleifera Lam. (moringa) é uma
espécie que vem sendo usada como alternativa para
estas regiões, podendo ser utilizada na agriculta
familiar como fonte de suplemento alimentar (pelo
seu alto valor nutritivo), como purificador de água,
como planta medicinal e como fonte de óleo contido
em suas sementes. A espécie por esse motivo vem se
tornando uma alternativa para produção (Foidl et al.,
2001; Phiri e Mbewe, 2010; Bakke et al., 2010), e
torna-se ainda mais atrativa por ser de fácil cultivo,
baixo custo de produção e de alto rendimento (Okuda
et al., 2001 e Ferreira et al., 2008).
Além destes usos, a moringa é uma espécie
com grande potencial para produção de óleos vegetais
para fabricação de biodiesel, sendo investigada para
uso em programas de energia renovável (Pereira et
al., 2010; Vasconcelos et al., 2010). O cultivo de
espécies oleaginosas constitui uma alternativa em
apoio à agricultura familiar, criando melhores
condições de vida em regiões carentes, valorizando
potencialidades regionais e oferecendo alternativas
aos problemas econômicos e socioambientais (Ramos
et al., 2003).
Estas características tornam a espécie
especialmente importante para regiões do sertão
nordestino. Contudo, estudos necessitam ser
realizados para verificar se a espécie poderá suportar
os limites impostos pelos fatores edafoclimáticos da
região. Os estudos relacionados com a resposta
germinativa de sementes a condição de estresses
artificiais, constituem-se ferramentas para um melhor
entendimento da capacidade de sobrevivência e
adaptação destas espécies às condições de estresses
naturais encontradas em áreas da Caatinga e do
semiárido nordestino (Loureiro et al., 2007). Um dos
principais problemas enfrentados pelas espécies
refere-se à dificuldade de estabelecimento adequado
em campo, sendo a quantidade de água disponível um
dos fatores determinantes (Elt-Otmani et al., 1995). A
564
disponibilidade de água no meio germinativo afeta as
etapas do metabolismo celular, e, consequentemente,
do crescimento do vegetal (De Castro et al., 2000).
Existem poucos trabalhos específicos e
elucidativos sobre o efeito da germinação e o estresse
em sementes de moringa (Bezerra et al., 1997;
Bezerra et al., 2004; Alves et al., 2005; Santos et al.,
2011). O conhecimento do processo germinativo é de
fundamental importância para a domesticação e
propagação das espécies. Em virtude da possibilidade
dos usos múltiplos da moringa e com a finalidade de
avaliar a resistência da espécie em se estabelecer em
áreas que apresentam estresse hídrico, este trabalho
foi realizado como o objetivo de avaliar o grau de
interferência direta da restrição hídrica sobre a
viabilidade e o vigor das sementes e nas primeiras
etapas do desenvolvimento de plântulas de moringa
MATERIAIS E MÉTODOS
O trabalho foi realizado no Laboratório de
Tecnologia de Sementes do Departamento de
Engenharia Agronômica da Universidade Federal de
Sergipe. Foram utilizados frutos de moringa
procedentes do Município de Aracaju, em Sergipe. Os
frutos foram beneficiados manualmente. As sementes
foram colocadas para secar a sombra por 24 horas. A
fim de obter uniformidade, foram selecionadas as
sementes à coloração, tamanho e estado de
conservação para compor os tratamentos.
A restrição hídrica foi obtida com soluções de
polietileno glicol (PEG 6000) em cinco
concentrações, tendo como tratamento controle a
ausência de restrição e os potenciais osmóticos de 0,1; -0,3; -0,4 e -0,6 MPa. As soluções com diferentes
potenciais osmóticos foram preparadas para a
temperatura de 25ºC, a partir da diluição do PEG
6000 em água destilada de acordo com a metodologia
de Michel e Kaufmann (1973):
Ψos = -(1,18x10-2)C - (1,18x10-4)C2 - (2,67x10-4)CT +
(8,39x10-7)C2T
onde:
Ψos = potencial osmótico (bar);
C : concentração (g PEG 6000/L)
T : temperatura (°C).
Foram utilizadas quatro repetições de 25
sementes de moringa, colocadas para germinar entre
três folhas de papel tipo germitest, umedecido com as
soluções (2,5 mL para cada 1 g de papel) (MARA,
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
Rabbani et al. Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
2009), e dispostas em rolos, que foram mantidos em
sacos plásticos, com a finalidade de impedir a perda
de umidade no seu interior sendo mantidos em
germinador tipo B.O.D. (Biological Oxigen Demand)
em temperatura constante de 25ºC e sob luz branca
contínua. Foram realizadas seis avaliações com
intervalos de 48 horas.
características pós-germinativas foram submetidos à
análise de regressão polinomial utilizando-se o
programa estatístico Sisvar (Ferreira, 2000). O
modelo foi validado pela análise de variância
verificando-se o coeficiente de determinação e teste t.
Para analisar a viabilidade e o vigor das
sementes, foram calculadas a porcentagem de
Germinação (%G), o Índice de Velocidade de
Germinação (IVG) (Maguire, 1962), Tempo Médio
de Germinação (TMG) e Velocidade Média de
Germinação (VMG), conforme proposto por Laboriau
(1983).
Os resultados da porcentagem de germinação e
IVG encontram-se na Figura 1. Houve um
comportamento similar entre a %G e IVG com a
redução a depender dos potenciais osmóticos do
substrato. Os maiores valores de germinação (96%) e
IVG (7,80) foram observados no tratamento controle
(0 MPa), seguido de decréscimo para os potenciais de
-0,4 e -0,6 MPa, onde não se observou eventos de
germinação computados do primeiro ao 14º dia.
Quando comparado com a tratamento controle, para o
potencial de - 0,1 MPa houve redução de 16% e para
o potencial de - 0,3 MPa ocorreu redução de 65% na
germinação.
Para avaliar as primeiras etapas de
desenvolvimento, foi mensurado o comprimento total
da raiz primária e do hipocótilo com auxílio de um
paquímetro digital. Também foi determinada a massa
seca das plântulas em conjunto com o teste anterior,
removendo-se os cotilédones. As plântulas de cada
repetição foram colocadas em sacos de papel e
levadas para secar em estufa com circulação de ar
forçada, regulada à temperatura de 80 ± 2 ºC, durante
48 horas. Após esse período, as amostras foram
colocadas em dessecador e após atingirem a
temperatura ambiente foram pesadas em balança de
precisão e a massa expressa em gramas (g) (Maia et
al., 2007).
As análises fitossanitárias para a detecção da
presença de fungos foram realizadas na Clínica
Fitossanitária do Departamento de Engenharia
Agronômica da Universidade Federal de Sergipe
(UFS), sendo empregadas oito amostras de 25
sementes, totalizando 200 sementes com e sem
desinfestação.
RESULTADOS E DISCUSSÃO
A exposição da semente a um estresse pode
comprometer o seu vigor como já verificado por
Santos et al. (1992) em soja, Perez e Moraes (1994)
em algaroba e Trifolium repens por Rogers et al.
(1995). Os sinais ambientais, como presença de água,
são entendidos pelas sementes por meio de respostas
bioquímicas, produzindo modificações no seu estado
fisiológico, por meio de mudanças que irão envolver
processos de respiração ou, ainda, alteração na
estrutura física da membrana. Esta última
característica, em especial, afeta diretamente a taxa de
hidratação, liberação de enzimas, transporte iônico,
alteração do pH e conteúdo de inibidores como os
compostos fenólicos. Estas respostas bioquímicas irão
refletir diretamente na germinação (Davies, 1994;
Bohnert et al., 1995; Santos et al., 2011).
As sementes foram colocadas em caixas tipo
gerbox, sobre quatro folhas de papel de filtro,
autoclavadas e pré-umedecidas com água destilada
contendo 200 ppm de sulfato de estreptomicina.
Para o teste com desinfestação as sementes
foram imersas em hipoclorito de sódio (NaCIO) a 1%,
por um minuto, e em seguida, lavadas com água
destilada e autoclavada por 25 minutos a 120ºC. Os
resultados foram expressos em porcentagem de
patógeno, identificados por gênero.
O delineamento experimental utilizado foi o
inteiramente casualizado, e os resultados da
germinação e vigor das sementes, bem como as
Figura 1. Porcentagem (▲) e índice de velocidade (IVG)
(♦) de germinação em sementes de Moringa
oleifera Lam. submetidas a restrição hídrica
(*p<0,05 pelo teste de t).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
565
Rabbani et al. Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
Na Figura 2 é possível analisar o
comportamento dos tratamentos quanto a germinação
ao longo do tempo. Na tratamento controle se
observou as melhores médias (96%), com alta
velocidade de germinação, e comportamento similar
foi detectado para o tratamento -0,1 MPa, sendo que
para o potencial -0,3 MPa ocorreu o inverso.
Sementes de espécies encontradas no semiárido
nordestino quando submetidas ao estresse hídrico,
apresentam também decréscimo na germinação até
um ponto crítico, como por exemplo em faveleira
(Cnidoscolus juercifolius Pax e K. Hoffm.), que a
partir de -0,9 MPa não se verifica eventos de
germinação (Silva et al., 2005). Já para cassia (Cassia
spectabilis D.C.) este limite só foi possível a partir de
-0,8 MPa (Jeller e Perez, 2001) e em barbatimão
(Stryphnodendron polyphyllum Mart.) isto ocorre
somente em potenciais iguais ou acima de -0,7 MPa
(Tambelini e Perez, 1998).
Ao se analisar a curva de regressão polinomial
para o tempo médio e velocidade média de
germinação (Figura 3), constata-se o comportamento
destas variáveis, ou seja, há um decréscimo com o
aumento da restrição hídrica. O melhor resultado para
a velocidade média de germinação (0,20) e para o
tempo médio de germinação (10,69) foi observado
para o tratamento controle (0 MPa).
Com o aumento da restrição hídrica ocorre uma
ampliação no número de dias para a germinação
inicial das sementes. O estresse hídrico, normalmente
promove uma diminuição na porcentagem e na
velocidade de germinação (Bewley e Black, 1994).
Em
sementes
de
barbatimão-da-mata
(Stryphnodendron polyphyllum), espécie de ampla
ocorrência no nordeste brasileiro, Tambelini e Perez
(1998) verificaram que a velocidade de germinação
foi mais afetada pelo estresse do que a porcentagem
de germinação, uma que a primeira reflete o vigor, ou
seja, a germinação ao longo do tempo e a segunda a
viabilidade, ou seja, quanto germinou durante o
período total de avaliação. Segundo estes autores, a
partir do potencial de -0,1 MPa já se verifica redução
significativa na velocidade de germinação destas
sementes, enquanto a porcentagem só foi afetada a
partir do potencial -0,4 MPa.
Quanto maior a restrição hídrica maior o tempo
de germinação (Heydecker et al., 1975; Khan et al.,
1978). A velocidade com que as sementes germinam
é importante para um estabelecimento satisfatório das
plântulas no campo. O atraso na germinação pode
expor as sementes às condições ambientais
desfavoráveis, bem como ao ataque de agentes
bióticos, acarretando prejuízos ao desempenho em
porcentagem de germinação (Peske e Delouche,
1985). O retardamento na germinação pode expor as
sementes a condições ambientais desfavoráveis, bem
como ao ataque de agentes bióticos, acarretando
prejuízos ao desempenho das mesmas.
Neste trabalho foram identificados no blotter
test os fungos Fusarium ssp. (16,5%); Aspergillus
ssp. (16%) e Alternaria ssp. (15,5%), que ocorreram
em sementes sem desinfestação.
Patógenos como Rhizoctonia ssp., Penicillum
ssp. e Colletotrichum ssp. foram detectados, porém
com índices menores. Alguns dos gêneros ocorrem
em sementes desinfestadas, em proporções diferentes:
Rhizoctonia ssp. (11,5%); Alternaria ssp. (10%);
Colletotrichum ssp. (6,5%); Aspegillus ssp. (6%);
Penicillum ssp. (4%), não sendo detectada a presença
de Fusarium ssp. nestas.
Germinação (%)
100
90
80
70
60
50
40
30
20
10
0
0
2
4
6
8
10
12
14
Dias
Figura 2. Evolução da porcentagem de germinação em dias
Figura 3. Velocidade média [TMG (▲)] e tempo médio de
em sementes de moringa (Moringa oleifera
germinação [(VMG) (♦)] de sementes de
Lam.) submetidas ao estresse hídrico: (♦)
Moringa oleifera submetidas a restrição hídrica
Tratamento controle (■) -0,1 MPa, (▲) -0,3
(*p<0,05 pelo teste de t).
MPa,(×) -0,4 MPa e (*) -0,6 MPa.
566
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
Rabbani et al. Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
O efeito negativo do estresse hídrico foi
verificado em várias espécies nativas do Nordeste
brasileiro, como em manjeiroba (Senna occidentalis
L.) (Delachiave e Pinho, 2003), e sabiá (Mimosa
caesalpiniifolia Benth.) (Passos et al., 2007). Na
literatura também há referências de outras espécies
que apresentam o mesmo comportamento, como
angico (Peltophorum dubium S.) (Perez et al., 2001),
barriguda (Chorisia speciosa St.-Hill) (Fanti e
Perez,2003), e olho-de-dragão (Anadenanthera
pavonina L.) (Fonseca e Perez, 2003).
No que se refere ao tamanho das plântulas, há
um decréscimo acentuado em todas as variáveis
(Figura 4), com retardo na emergência do hipocótilo e
a uma menor taxa de crescimento radicular,
promovido pela redução da expansão celular e,
consequentemente, decréscimo na turgescência
celular (Fonseca e Perez, 1999).
Houve um incremento da massa a partir de 0,1MPa, e para os seguintes potenciais um
decréscimo, o que permite inferir sobre o potencial da
restrição hídrica, que pode melhorar o desempenho
das sementes de moringa, agindo como um
condicionamento osmótico (Santos et al., 2011)
(Figura 5).
A restrição hídrica pode reduzir a velocidade
dos processos fisiológicos e bioquímicos e, com isso,
as plântulas de moringa nas condições de baixa
umidade apresentam menor desenvolvimento. Assim,
podem ocorrer menores comprimentos de plântulas e
menor acúmulo de massa seca, conforme também
observado por Ávila (2007) em canola (Brassica
napus L.) e Hadas (1976) em as leguminosas grão-debico (Cicer arietinum L.) e fava (Vicia faba L.).
Figura 4. Comprimento da raiz, hipocótilo e plâtulas de
Moringa oleifera submetidas a restrição hídrica
(*p<0,05 pelo teste de t).
As variáveis relacionadas ao vigor de sementes,
bem como as primeiras etapas de desenvolvimento de
moringa submetidas à restrição hídrica apenas foi
possível computar até -0,3 MPa, indicando que essa
espécie provavelmente não suporta germinar em solos
com potenciais acima deste limite, tornando-se assim
uma limitação para essa espécie florestal em
ambientes que apresenta esta condições.
CONCLUSÃO
As sementes de moringa apresentam
sensibilidade ao estresse hídrico, sendo a germinação
e o vigor afetados com o aumento da restrição hídrica.
A espécie é pouco tolerante ao estresse hídrico
com limite máximo de germinabilidade em potencial
de -0,3MPa.
Os fungos de maior ocorrência em sementes de
moringa são Fusarium ssp. (16,5%); Aspergillus ssp.
(16%) e Alternaria ssp. (15,5%) que ocorrem em
sementes sem desinfestação.
LITERATURA CITADA
Alves, M. da C. S.; S. Medeiros Filho, A. M. E.
Bezerra e V. C. Oliveira. 2005. Germinação de
sementes e desenvolvimento de plântulas de
Moringa oleifera L. em diferentes locais de
germinação e submetidas à pré-embebição. Ciência
e Agrotecnologia 29 (5): 1083-1087.
Ávila, M. A.; A. L. Braccini, C. A. Scapim, J. R.
Fagliari e J. S. Santos. 2007. Influência do estresse
hídrico simulado com manitol na germinação de
sementes e crescimento de plântulas de canola.
Revista Brasileira de Sementes 29 (1): 98-106.
Figura 5. Peso seco da raiz, parte aérea e total de plântulas
de Moringa oleifera submetidas a restrição
hídrica (*p<0,05 pelo teste de t).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
567
Rabbani et al. Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
Bakke, I. A.; J. S. Souto, P. C. Souto e O. A. Bakke.
2010. Características de crescimento e valor
forrageiro da moringa (Moringa oleifera Lam)
submetida a diferentes adubos orgânicos e intervalos
de corte. Engenharia Ambiental 7 (2): 113-114.
Bewley, J. D. and M. Black. 1994. Seeds: physiology
of development and germination. 2 ed. Plenum
Press, New York, N. Y. United States of America.
445 p.
Bezerra, A. M. B.; D. C. Alcanfor, S. Medeiros Filho
e R. Inneco. 1997. Germinação de sementes de
moringa (Moringa oleifera L.). Ciência Agronômica
28 (1/2): 64-69.
Bezerra, A. M. E.; S. Medeiros Filho, J. B. S. Freitas
e E. M. Teófilo. 2004. Avaliação da qualidade das
sementes de Moringa oleifera Lam. durante o
armazenamento. Ciência e Agrotecnologia 28 (6):
1240-1246.
Bohnert, H. J.; D. E. Nelson and R. G. Jensen. 1995.
Adaptations to environmental stresses. The Plant
Cell 7: 1099 -1111.
Carvalho, O. e C. A. G. Egler. 2003. Alternativas de
desenvolvimento para o Nordeste semi-árido. Banco
do Nordeste, Fortaleza, Brasil. 204 p.
Contazi, R. C. 2010. Uma alternativa de
desenvolvimento para a região do sertão nordestino.
Informações Fipe. p. 14-16.
Delachiave, M. E. A. e S. Z. Pinho. 2003.
Germination of Senna occidentalis Link seed at
different osmotic levels. Brazilian Archives of
Biology and Technology 46: 163-166.
Davies, P. J. 1994. Plant hormones: their role in plant
growth and development. 2nd ed. Nijhoff Publishers,
New York, United States of America. 678 p.
De Castro, R. D.; A. A. M. Van Lammeren, S. P. C.
Groot, R. J. Bino and H. W. M. Hilhorst. 2000. Cell
division and subsequent radicle protrusion in tomato
seeds are inhibited by osmotic stress but DNA
synthesis
and
formation
of
microtubular
cytoskeleton are not. Plant Physiology 122: 327335.
El-Otmani, M.; C. J. Lovatt, C. W. Coggins Jr. and
M. Agusti. 1995. Plant growth regulators in
citriculture: Factors regulating endogenous levels in
568
Citrus tissues. Critical Reviews in Plants Sciences
14: 367-412.
Fanti, S. C. e S. C. J. G. A. Perez. 2003. Efeito do
estresse hídrico e envelhecimento precoce na
viabilidade de sementes osmocondicionadas de
paineira (Chorisia speciosa). Pesquisa Agropecuária
Brasileira 38: (4): 537-543.
Ferreira, D. F. 2000. Análises estatísticas por meio do
Sisvar para Windows versão 4.0. In: 45ª Reunião
Anual da Região Brasileira da Sociedade
Internacional de Biometria. 2000. Anais. UFSCar.
São Carlos. Brasil. p. 255-258.
Ferreira, P. M. P.; D. F. Farias, J. T. A. Oliveira and
A. F. U. Carvalho. 2008. Moringa oleifera:
bioactive compounds and nutritional potential.
Revista de Nutrição 21 (4): 431-437.
Foidl, N.; H. P. S. Makkar and K. Becker. 2001. The
potential of Moringa oleifera for agricultural and
industrial uses. In: L. J. Fuglie (Ed.). The Miracle
Tree: The Multiple Attributes of Moringa. Dakar,
Senegal. p. 45-76.
Fonseca, S. C. L. e S. C. J. G. A. Perez. 1999. Efeito
de sais e da temperatura na germinação de sementes
de olho de dragão (Anadenanthera pavonina L.
Fabaceae). Revista Brasileira de Sementes 21 (2):
70-77.
Hadas, A. 1976. Water uptake and germination of
leguminous seeds under changing external water
potencial in osmotic solution. Journal of
Experimental Botany 27 (3): 480-489.
Heydecker, W.; J. Higgins and Y. J. Turner. 1975.
Invigoration of seeds?. Seed Science and
Technology 3 (3/4): 881-888.
Jeller, H. e S. C. J. G. A. Perez. 2001. Efeitos dos
estresses hidrico e salino e da ação de giberelina em
sementes de Senna spectabilis). Revista Ciência
Florestal 11 (1): 93-104.
Khan, A. A.; K. L. Tao, J. S. Knypl, B. Borkowska
and E. P. Loy. 1978. Osmotic conditioning of seed:
physiological and biochemical changes. Acta
Horticulturae 83: 267-278.
Laboriau, L. G. 1983. A germinação de sementes.
Organização dos Estados Americanos, Washington,
United States of America. 174 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
Rabbani et al. Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
Loureiro, M. B.; I. O. Virgens, I. A. Nunez, A. C.
Vilas Boas, C. A. S. Teles, M. A. Drumond e L. G.
Fernandez. 2007. Efeito de estresse hídrico sobre a
germinação de sementes de pinhão manso (Jatropha
curcas L.). In: Congresso da Rede Brasileira de
Tecnologia
de
Biodiesel,
2007.
Anais.
MCT/ABIPTI. Brasília, Brasil.
Maguire, J. A. 1962. Speed of germination: aid in
selection and evolution for seedling emergence and
vigor. Crop Science 2: 176-177.
Maia, A. R.; J. C. Lopes e C. O. Texeira. 2007. Efeito
do envelhecimento acelerado na avaliação da
qualidade fisiológica de sementes de trigo. Ciência e
Agrotecnologia 31 (3): 678-684.
Michel, B. E. and M. R. Kaufmann. 1973. The
osmotic potential of polyethylene glycol 6000. Plant
Physiology 51 (6): 914-916.
Ministério da Agricultura e Reforma Agrária
(MARA). 2009. Regras para Análise de Sementes.
SNAD/DNDV/CLAV, Brasília, Brasil. 365 p.
Okuda, T.; A. U. Baes, W. Nishijima and M. Okada.
2001. Isolation and characterization of coagulant
extracted from Moringa oleifera seed by salt
solution. Water Research 35 (2): 405-410.
Passos, M. A.; K. M. Tavares e A. R. Alves. 2007.
Germinação de sementes de sabiá (Mimosa
caesalpiniifolia Benth.). Revista Brasileira de
Ciências Agrárias 2 (1): 51-56.
Pereira, F. D.; G. P. Silva, M. L. G. Barreto e G. F.
Silva. 2010. Caracterização físico-química do óleo
de moringa para possível rota de obtenção de
biodiesel. In: V Congresso Brasileiro de Mamona e
I Simpósio Internacional de Oleaginosas
Energéticas, 2010. Anais. Embrapa Algodão.
Campina Grande, Brasil.
Perez, S. C. J. G. A. e J. A. Moraes. 1994. Estresse
salino no processo germinativo de algarobeira e
atenuação de seus efeitos pelo uso de reguladores de
crescimento. Pesquisa Agropecuária Brasileira 29
(3): 389-396.
Perez, S. C. J. G. A.; Z. Wanli e L. Leihong. 2001.
Pré condicionamento e seus efeitos em sementes de
Canafístula [(Peltophorum dubium (Spreng) Taub].
Revista Brasileira de Sementes 23 (1): 146-153.
Peske, S. T. e J. C. Delouche. 1985. Semeadura de
soja em condições de baixa umidade do solo.
Pesquisa Agropecuária Brasileira 20 (1): 69-85.
Phiri, C. and D. N. Mbewe. 2010. Influence of
Moringa oleifera leaf extracts on germination and
seedling survival of three common legumes.
International Journal of Agriculture and Biology 12
(2): 315-317.
Ramos, L. P.; K. T. Kucek, A. K. Domingos e H. M.
Wilhelm. 2003. Um projeto de sustentabilidade
econômica e sócio-ambiental para o Brasil.
Biotecnologia Ciência e Desenvolvimento 26: 28-37
.
Rogers, M. E.; C. L. Noble, G. M. Halloran and M. E.
Nicolas. 1995. The effect of NaCl on the
germination and early seedling growth of white
clover (Trifolium repens L.) populations selected for
high and low salinity tolerance. Seed Science
Technology 23 (2): 277-287.
Santos, A. R. dos.; R. Silva Mann, R. A. Ferrera and
A. S. Brito. 2011. Water pre-hydration as priming
for Moringa oleifera Lam. seeds under salt stress.
Tropical and Subtropical Agroecossystems 14 (1):
201-207.
Santos, V. L.; A. C. Calil, H. A. Ruiz, E. M.
Alvarenga e C. M. Santos. 1992. Efeitos do estresse
salino e hídrico na germinação e vigor de sementes
de soja. Revista Brasileira de Sementes 14 (2): 189194.
Silva, L. M. de M.; I. B. de Aguiar, D. L. de Morais e
R. A. Viégas. 2005. Estresse hídrico e
condicionamento osmótico na qualidade fisiológica
de sementes de Cnidoscolus juercifolius. Revista
Brasileira de Engenharia Agrícola e Ambiental 9
(1): 66-72.
Tambelini, M. e S. C. J. G. A. Perez, 1995. Efeitos do
estresse hídrico simulado com PEG (6000) ou
manitol na germinação de sementes de barbatimão
(Stryphnodendron polyphillum Mart.). Revista
Brasileira de Sementes 20 (1): 226-232.
Vasconcelos, V. M.; D. F. Pereira, A. C. Vieira, D. A.
G. Aranda e G. F. Silva. 2010. Estudo do biodiesel
obtido a partir da Moringa oleifera Lam pelos
processos de transesterificação in situ e
convencional. In: 3º Simpósio Nacional de
Biocombustíveis, 2010. Anais. ABQ. Rio de
Janeiro, Brasil.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 563-569. 2012
569
Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium
quinoa Willd.) in Morocco
El uso de riego deficitario con aguas residuales tratadas en la producción de quinua (Chenopodium quinoa
Willd.) en Marruecos
Abdelaziz HIRICH 1
, Redouane CHOUKR ALLAH 1, Sven Erik JACOBSEN 2, Lahcen EL
YOUSSFI 3 and Halima EL OMARI 1
1
Agronomic and Veterinary Medicine Hassan II Institute, CHA Agadir, 80150, Ait Melloul Morocco;
University of Copenhagen, Faculty of Life Sciences, Department of Agriculture and Ecology, Denmark and
3
Ecole Nationale des Sciences Appliquées, Agadir, Morocco. E-mail: [email protected]
Corresponding author
2
Received: 01/23/2012
Second reviewing ending: 07/21/2012
First reviewing ending: 04/15 2012/
Second review received: 08/12/2012
First review received: 05/17/2012
Accepted: 08/15/2012
ABSTRACT
Scarcity of water resources and growing competition for water, reduce water availability for irrigation. In this experiment
which was carried out in the south of Morocco, treated wastewater was used as an alternative resource for irrigation of
quinoa (Chenopodium quinoa Willd.). During the first season (2010), six deficit irrigation treatments were applied during
all crop stages on DO708 cultivar alternating water stress level at either 100 or 50% of ETm (maximal evatranspiration),
while during the second season (2011), three deficit irrigation treatments 100, 50 and 25% were applied only during
vegetative growth stage on two quinoa cultivars DO708 and QM1113. The highest water productivity was obtained when
deficit irrigation was applied during the vegetative growth stage. Applying 50% of ETm during first season and second
season resulted in highest yield. The most sensitive growth stage of quinoa to drought stress was the seed filling stage, and
during this stage it is recommended to supply water to avoid yield and water productivity decrease. Combining deficit
irrigation strategy, engineering solution (modernization of the irrigation systems, soil moisture monitoring), and the reuse of
treated wastewater for irrigation, could improve water productivity of this drought tolerant crop under conditions of limited
water resources.
Key words: Drought stress, water productivity, leaf area index, salinity, yield
RESUMEN
La escasez de recursos hídricos y la creciente competencia por el agua reduce la disponibilidad de agua para el riego. En
este experimento que se llevó a cabo en el sur de Marruecos, el agua residual tratada se utilizó como un recurso alternativo
para el riego de quinua (Chenopodium quinoa Willd.). Durante la primera temporada (2010), se aplicaron seis tratamientos
de riego deficitario alternando 100 y 50% de la ETm (evapotranspiración máxima) durante todas las etapas del cultivo en el
cultivar DO708, mientras que en la segunda temporada (2011) se aplicaron tres tratamientos de riego deficitario 100, 50 y
25% sólo durante la etapa de crecimiento vegetativo en dos cultivares de quinua DO708 y QM1113. La mayor
productividad del agua se obtuvo cuando se aplicó el riego deficitario durante la etapa de crecimiento vegetativo. Un
tratamiento de riego deficitario con 50% de la ETm durante la primera y la segunda temporada registró la mayor
productividad del agua. La etapa de crecimiento más sensible de la quinua al estrés hídrico fue la etapa de llenado de la
semilla y durante esta etapa se recomienda el suministro de agua para evitar la disminución del rendimiento y reducir la
productividad del agua. La combinación de la estrategia de riego deficitario, solución de ingeniería (modernización del
sistema de riego, sensores de humedad del suelo) y la reutilización de aguas residuales tratadas para el riego, podría mejorar
la productividad del agua de este cultivo tolerante a la sequía bajo condiciones de los recursos hídricos limitados.
Palabras clave: Estrés hídrico, productividad del agua, índice de área foliar, salinidad, rendimiento
INTRODUCTION
A sustainable food production will depend on
the judicious use of water resources as fresh water for
human consumption and agricultural water is
570
becoming increasingly scarce, so we have to look for
other water resources to satisfy this water deficit
(Smith, 2000). One of the major constraints to
development of southern Mediterranean countries is
the limited water resources (Bennouna and El
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
Nokraschy, 2009). This is also the case in the south of
Morocco in Agadir, where the present experiment
took place. It is considered the most productive region
of the country in terms of horticultural products
(EACCE, 2009). About 75% of the vegetables are
cultivated in greenhouses. Annual cumulative
precipitation is 250 mm falling in the winter months
of October, November and December (Villeneuve,
2007). The water situation in the region is becoming
critical because of overexploitation of ground water
resources (Baroud and El Fasskaoui, 2008).
Treatment of domestic wastewater and reuse is
becoming an important field of research, especially in
arid, semi-arid areas where water scarcity is
increasing due to continuously increase in water
demand among various sectors of society. Hence, the
decreasing water availability for agricultural irrigation
has become a limiting factor for food production in
many countries (Finley et al., 2009). Morocco has
implemented several strategies to improve water
resource management by increasing irrigation
efficiency, prevent water pollution, and reuse of
wastewater. The quantity of wastewater in Morocco
was about 600 106 m3 in 2008, and this quantity is
estimated about 900106 m3 in 2020 (Choukr-Allah,
2009).
It is widely believed that an increase in
agricultural water productivity is the key approach to
mitigate water shortage and to reduce environmental
problems (Ali and Talukder, 2008), but there is a
range of biochemical, physiological, agronomical and
ecological processes that may affect water
productivity (Passioura, 2006). Deficit irrigation
strategy (DI) has been widely investigated as a
valuable and sustainable production strategy in dry
regions. By limiting water applications to droughtsensitive growth stages, this practice aims to
maximize water productivity and to stabilize, rather
than maximize, yields (Geerts and Raes, 2009). The
potential benefits of deficit irrigation derive from
three factors: increased irrigation efficiency, reduced
costs of irrigation and the opportunity costs of water
(English and Raja, 1996).
Quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) comes
from the Andean highlands of South America, where
it is grown at altitudes of more than 3000 m above sea
level in Bolivia and Peru. It has a high nutritional
value of protein, vitamins and minerals (RepoCarrasco et al., 2003), and it is drought (Jensen et al.,
2000; Garcia et al., 2003; 2007; Jacobsen et al.,
2009), frost (Jacobsen et al., 2005; 2007; Bois et al.,
2006), and salt (Jacobsen et al., 2001; Jacobsen,
2009; Hariadi et al., 2010) tolerant plant, and in
general rustic (Bertero et al., 2004; Jacobsen et al.,
2003). There are some experiences with the crop in
Morocco aiming to adapt this new crop as alternative
crop to wheat (Benlhabib, 2005, Hirich et al.,
2012a,b).
This experiment aimed to test the effect of
deficit irrigation on crop productivity using treated
wastewater as a source of irrigation water.
MATERIALS AND METHODS
Experiment implementation
The experiment was performed on the
Institute for Agronomy and Veterinary Medicine
HASSAN II farm in Agadir (30°35’ N, -9°47’ E, 3
m.a.s.l) in 2010 and 2011. Soil type was loamy with a
pH of 8.3 and ECe (soil electrical conductivity) of
0.17 dS/m. The soil was moderately rich in organic
matter (1.6%), field capacity humidity (FCRH) was
30%, and permanent wilting point humidity (PWPRH)
15%. The irrigation water used was treated domestic
wastewater (Table 1), very rich in nitrogen (since
1000 m3 can provide 22 kg of N), with ECw equal to
1.4 dS/m and pH 7.8. According to the nutrient
content in this water, most of the fertilizer
requirements of the crop can be covered. In terms of
microbiological analysis, the irrigation water remains
within the standards of the World Health
Organization (WHO, 2006).
Table 1. Chemical and micro-biological characteristic of
the irrigation water at Agadir, Morocco.
Chemical characteristics
NH4+
NO3P
K
Ca
Na
Cl
Mg
Total suspended matter
Suspended mineral matter
pH
EC
Micro-biological
characteristics
Total coliform
Fecal coliform
Fecal streptococci
Helminth eggs
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Content in mg l-1
64.8
99.2
15
8.19
66.8
51.29
101.5
39.6
55.46
29.2
7.77
1448 (uS cm-1)
Content in 100 ml of
water
133 (<1000)
240 (<1000)
250 (<1000)
0
571
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
Experimental units (18 m2) were organized in
a completely randomized design with 24 plots. Inside
plot there were 5 sowing lines, a distance of 50 cm
between lines and 20 cm between sowing holes.
For irrigation application, a dripper of 4 Lhr-1
was installed to supply 100% of ETm, 2 Lhr-1 to
supply 50% of ETm and 1 Lhr-1 to supply 25% of
ETm.
Differences between response variables to
deficit irrigation treatments were assessed with a
general linear model in the StatSoft STATISTICA
8.0.550 software. Statistical differences was
significant at α = 0.05 or lower.
Soil moisture control: installation of the telemetry
system
First season (2010)
Quinoa growing period was between
February and July 2010, with a semi-arid to arid
climate. A quinoa cultivar DO708 was sown on 25
February 2010. Six treatments and four replications
for each treatment have been adopted as shown in the
Table 2. All treatment received full irrigation during
initial stage (20 days after sowing).
Second season (2011)
In this trial two cultivars were tested: DO708
and QM1113, sowing date was in 1st April 2011 and
growing period was between April to mid July. In this
season only 3 deficit irrigation treatments were used
in combination with 2 cultivars, that is total of 6
combinations.
Deficit irrigation treatments were carried out
taking into consideration the results of the first season
2010 in order to confirm those results. Treatment
were applied only during the vegatative growth stage
while during germination, flowering and grain filling
all treatments received full irrigation. Table 3 shows
the treatments adopted.
The water quantity required by each treatment
was supplied, as any control loss in treatment
application or soil moisture sensing will affect
negatively the experiment results. Two kinds of
telemetry system, short and long range telemetry
(Figure 1a) were installed in control plot at 10 cm
away from plant an dripper. The short range telemetry
is based on the installation of a capacitance based
continuous logging probe (AquaCheck Wireless
Probe ACBIIW) in the control plot (Figure 1 b1).
These sensors can be controlled by a mobile
datalogger (AquaCheck BII Logger) (Figure 1 b2)
which collects data automatically, from a maximum
of 6 depths (10, 20, 30, 40, 50 and 60 cm). In each
soil depth soil moisture and temperature were
recorded, the data downloaded can be transferred to
the computer in which they can be analyzed by a
special program named CropGRAPH.
In the long range telemetry a fixed sensor
with analogical output was used (Fig. 1 b3),
combined with other sensors for monitoring climate
or plants. The communication was made in two
different ways, by radio from the field to the server
and by GPRS (General Packet Radio Service) that
offer unlimited access to data via the internet where
the graphs related to the soil moisture was showed
and treated by a program named addVANTAGE Pro
5.4.
Table 2. Irrigation treatments in 2010 (% of ETm) of quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) cv. DO708 at Agadir, Morocco.
Treatment
T1 (control)
T2
T3
T4
T5
T6
Germination
100
100
100
100
100
100
Vegetative growth
100
50
100
100
50
50
Flowering
100
50
50
100
100
50
Seed filling
100
50
100
50
100
100
Senescence
0
0
0
0
0
0
Table 3. Irrigation treatments in 2011 (% of ETm) of two quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) cultivars at Agadir, Morocco.
Quinoa cultivars
DO708
QM1113
572
Treatment
T1
T2
T3
Germination
100
100
100
Vegetative growth
100
50
25
Flowering
100
100
100
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Seed filling
100
100
100
Senescence
0
0
0
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
Irrigation scheduling
Calculation of irrigation volume and
frequencies
To calculate irrigation requirement, four
approaches related to soil, climate, crop and irrigation
system, have been used. From the soil approach the
net maximal dose (NMD) expressed in mm was
(Elattir, 2005),
NMD = f × (FCRH – PWPRH) × Z × % SH
where:
f: allowable depletion = 10%
FCRH : humidity at field capacity (volumetric) = 30%
L/h × 5 = 10 L/h. Irrigation time (Tirri) required to
give 1 NMD was Tirri =NMD/PH = 1.125/10 = 7 min,
it means that to supply 1 NMD and to satisfy the
allowable depletion was needed 7 min.
The net irrigation requirement (NIR) was NIR
= ETm/Eff, where ETm is the maximal
evapotranspiration and Eff is the system efficiency of
0.85 (drip irrigation). ETm = Kc × ETo, with crop
coefficient (Kc) and reference evapotranspiration
(ETo). The Kc coefficient serves as an aggregation of
the physical and physiological differences between
crops (Allen et al., 2000). ETo represents the climate
approach, provided by the Institut Agronomique et
Vétérinaire Hassan II, Complexe Horticole d’Agadir
(IAV-CHA) weather station. It is calculated from the
Penman equation (Penman, 1948) which was the first
to combine energy and atmospheric vapor transport
components to estimate ETo (Zhao et al., 2009).
PWPRH: humidity at permanent wilting point = 15%
Z: roots depth = 0.25 m
% SH: percentage of wet area = 30% (The
percentage of wet area was calculated based
on sowing density, distance between sowing
lines and drippers, the maximal wet area
(30%) was achieved when water bulbs of
drippers were closes to each other)
So, NMD = 1.125 mm
Five drippers were installed per m2 and the
nominal discharge of each dripper was 2 L/h (first
season), so the hourly pluviometry (PH) was: PH = 2
The gross irrigation requirement (GIR) was
GIR = ETm/Eff, where ETm is the maximal
evapotranspiration and Eff is the system efficiency of
0.85 (drip irrigation). ETm = Kc × ETo, with crop
coefficient (Kc) and reference evapotranspiration
(ETo). The Kc coefficient serves as an aggregation of
the physical and physiological differences between
crops (Allen et al., 2000). ETo represents the climate
approach, provided by the Institut Agronomique et
Vétérinaire Hassan II, Complexe Horticole d’Agadir
(IAV-CHA) weather station. It is calculated from the
Penman equation (Penman, 1948) which was the first
to combine energy and atmospheric vapor transport
components to estimate ETo (Zhao et al., 2009).
Figure 1. Long range telemetry system design (a), soil moisture sensor (b1), Data logger (b2) and soil moisture data
transmitter (b3) used in the experiment of irrigation treatments of quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) at
Agadir, Morocco.
573
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
For example, if we yesterday had ETo = 4,
and Kc = 0.95, so for irrigation today we must supply:
leaching, and the irrigated crops will quickly take up
the nitrogen (Choukr-Allah, 1995).
GIR = ETm/Eff = Kc × ETo/Eff = 0.95 × 4/0.85 = 4.47 mm
Soil samples were taken before sowing (for
each plot and for 3 depths, 15, 30 45 cm) for analysis
of initial chemical and physical properties of the soil,
and after harvesting for EC and nitrate.
Irrigation frequency is one of the most
important factors in drip irrigation scheduling. Due to
the differences in soil moisture and wetting pattern,
crop yields may be different when the same quantity
of water is applied under different irrigation
frequencies (Wang et al., 2005).
Frequency, F = GIR/NMD = 4.47 / 1.125 = 3.97,
so we have to irrigate 3 times, 7 min each time, the
rest (0.97) must be supplied next day.
Use of soil moisture sensing to schedule
irrigation
RESULTS
Soil EC and Nitrate accumulation
After harvesting soil analysis was performed
in each plot in order to assess environmental impacts
of irrigation by wastewater, because an excess in
irrigation supply can lead to soil degradation from
nitrate and salt accumulation (Baumont et al., 2005).
First season results
Irrigation scheduling was controlled by soil
moisture sensing. Soil humidity sensor was installed
in a control (100% of ETm) plot, an allowable
depletion of 10 % under FCRH was fixed for irrigation
scheduling. The major part of roots was localized
around 20 cm of depth. When the soil moisture curve
decreased under the allowable depletion, the irrigation
supply should be increased by increasing slightly the
crop coefficient, and if this curve increased the Kc
should be slightly decreased.
Parameters to measure
Agronomic parameters
Measurements of agronomic parameters
(roots, above ground matter and leaf area) were
carried out on 4 plants per treatment at the end of
each crop stage. Fresh weight of roots, stem, leaves
and flowers or fruits was measured, thereafter dried at
60 °C during 48 hours.
A significant difference in terms of the nitrate
accumulation between treatments after harvesting
(Figure 2) was obtained (p = 0.03). The highest
accumulation was obtained in the plot stressed during
the whole growing period (T2) because in this
treatment the water quantity required for nitrate
leaching was not sufficient. Lowest nitrate
accumulation was obtained in the plot fully irrigated
(T1). There was no significant difference between the
other treatments, with irrigation supply alternated 50
and 100% of ETm.
For salt accumulation (Figure 3) there was no
significant difference between treatments, but
generally the highest accumulation was obtained in
Final harvest
Dry weight of seeds was measured using a
subsample of 12 randomly selected plants per plot.
After separating flowers, seeds were hand threshed.
Pedological parameters
When irrigating with treated domestic
wastewater, it is necessary to analyze salinity and
nitrate accumulation in the soil. If the irrigation is
well controlled, it will not have an effect on nitrogen
574
Figure 2. Soil nitrate concentration (ppm) after quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.) cv. DO708
harvesting of first season (2010) at Agadir,
Morocco. Means with different letters are
significantly different (p<0.05) according to
Tukey test. Irrigation treatments based in % of
ETm.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
the plots fully stressed (T2) and the lowest salt
accumulation was obtained in the plots stressed
during the vegetative growth stage (T5). This can be
explained again by the leaching of the salt (Hanson,
1993). The soil EC increased after the growing period
from 170 to 370 µS/m for T2 and 250 µS/m for T5,
but no significant difference was revealed.
Second season (2011)
There was no difference between cultivars in
terms of nitrate accumulation, but a highly significant
difference between treatments and the interaction
cultivars x treatments (p < 0.001) (Figure 4). This
means that the irrigation treatments affected soil
nitrate concentration. Highest nitrate accumulation
was recorded for cultivar QM1113 receiving full
irrigation (T1), followed by cultivar DO708 receiving
full irrigation (T1) and 50% of ETm during vegetative
growth stage (T2). Lowest nitrate accumulation was
obtained for cultivar DO708 receiving 25% of ETm
during vegetative growth and cultivar QM1113
receiving 50 and 25% of ETm during the same crop
stage.
For soil salinity (Figure 5) there was a highly
significant difference (p = 0.004) between cultivars x
treatments combinations. Cultivar DO708 receiving
full irrigation (T1) showed the highest salinity
accumulation followed by all treatments of cultivar
QM1113 and treatment receiving 50% of ETm during
vegetative growth stage of cultivar DO708.
Growth parameters
Leaf area index
First season results (2010)
There were significant differences in
vegetative growth, flowering and seed filling stage,
for different irrigation strategies (Figure 6).
Figure 3. Soil electrical conductivity (EC) (µS/cm) after
quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) cv.
DO708 harvesting of first season (2010) at
Agadir, Morocco. Irrigation treatments based in
% of ETm.
Figure
4.
After being well irrigated during vegetative
growth, stressed during flowering (T3) showed a
significant decrease in LAI while treatment stressed
during vegetative growth (T5) showed a significant
increase after it was subjected to full irrigation during
flowering stage comparing to T2 and T6.
Figure 5. Soil electrical conductivity (EC) (µS/cm) after
Soil nitrate concentration after quinoa
quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) harvesting
(Chenopodium quinoa Willd.) harvesting of
of second season (2011) at Agadir, Morocco.
second season (2011) at Agadir, Morocco.
Means with different letters are significantly
Means with different letters are significantly
different (p<0.05) according to Tukey test.
different (p<0.05) according to Tukey test.
Irrigation treatments based in % of ETm
Irrigation treatments based in % of ETm
575
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
At the end of seed filling stage, leaf area of
the treatment fully stressed (T2) remained the lowest
one. Treatment well irrigated in this stage after being
stressed during flowering stage (T3 and T6) showed
an increased LAI, treatment stressed during
vegetative growth (T5) showed a slightly decreased
LAI.
Second season results (2011)
LAI followed by control (T1) and treatment receiving
25% of ETm (T3).
Fifteen weeks after sowing (WAS) the LAI of
treatment receiving 50% of ETm during vegetative
growth remained the highest comparing to other
treatments and this finding was obtained for both
cultivars. DO708 was able to retrieve its leaf area in
the seed filling stage to be near to leaf area recorded
by QM1113.
Cultivar QM1113 showed highest Leaf Area
Index with deficit irrigation during the vegetative
growth stage 6 weeks after sowing (6 WAS) (Table
4). Within the two cultivars it is the treatment
receiving 50% of ETm (T2) that showed the highest
Root weight
First season results (2010)
For fresh weight of roots (Figure 7) the
statistical analysis did not reveal any significant
difference during vegetative growth and seed filling
stage, while this difference was very highly
significant (p= 0.0008 ) at the end of flowering stage.
Treatment stressed during this stage (T2, T3 and T6)
showed the lowest root weight.
Second season results (2011)
Figure 6. Leaf area index of quinoa (Chenopodium quinoa
Willd.) cv. DO708 for each treatment of the first
season (2010) at Agadir, Morocco. Means with
different letters within a stage are significantly
different (p<0.05) according to Tukey test.
Irrigation treatments based in % of ETm.
There was a very highly significant
difference (p < 0.001) between DO708 and QM1113
two weeks after sowing (Table 5), QM1113 showed
more root development in the initial stage, this root
system development will have an effect during the
rest of growing period. There was no significant
difference between treatments or cultivars 6 weeks
after sowing, while 15 weeks after sowing statistical
analysis has not revealed any significant difference
between cultivars or interactions cultivars x
treatments but the difference between treatments
Table 4. Leaf area index of two quinoa (Chenopodium
quinoa Willd.) cultivars for each irrigation
treatment of the second season (2011) at Agadir,
Morocco.
Cultivar Treatments
DO708
T1
T2
T3
T1
T2
T3
Leaf area index
2 WAS 6 WAS † 15 WAS
0.42
1.95
2.54
0.49
2.19
3.30
0.32
1.68
2.57
0.57
3.09
2.81
0.61
4.05
3.90
0.54
2.58
2.48
Figure 7. Fresh weight of roots (g) of quinoa
QM1113
(Chenopodium quinoa Willd.) cv. DO708 in
the first season (2010) at Agadir, Morocco.
Means with different letters within a stage are
WAS: weeks after sowing. † Irrigation treatment application
significantly different (p<0.05) according to
termination. Irrigation treatments based in % of ETm.
Tukey test. Irrigation treatments based in % of
ETm.
576
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
inside the same cultivar was significant (p = 0.032).
Treatment T2 which was receiving 50% of ETm
during the vegetative growth stage showed the highest
fresh weight of roots followed by control (100% of
ETm) and the lowest fresh weight of roots was
recorded when applying 25% of ETm as water deficit
degree during vegetative growth stage (T3).
Above ground biomass production
First season results (2010)
Figure 8 presents the above ground biomass
evolution for 6 different deficit irrigation treatments.
At the end of vegetative growth stage, the statistical
analysis was highly significant difference (p = 0.01).
Treatments well irrigated (T1, T3 and T4) during
vegetative growth stage showed the highest biomass
production. Treatment T2, T5 and T6 stressed during
this stage showed the lowest biomass production in
one homogeneous statistical group which mean that
water stress has affected the above ground fresh
biomass.
At the end of flowering stage a very highly
significant difference between treatments (p < 0.001)
was revealed. Treatment well irrigated during
vegetative growth and flowering stage (T1 and T3)
showed the two highest biomass productions. While
treatment stressed during vegetative growth and
flowering stage (T2 and T6) showed the lowest
biomass production, T2 and T6 formed one
homogeneous statistical group with treatment T3
which was subjected to water stress during flowering
stage, which mean that water stress during flowering
stage has severely affected the above fresh biomass
production comparing to control treatment (T1).
Treatment T5 which was stressed during vegetative
growth stage and well irrigated during flowering stage
showed a significant increasing in biomass
production.
Statistical analysis revealed a highly
significant difference between treatments (p = 0.003).
Comparing between control treatment (T1) and
treatment T4 which was subjected to water stress
during seed filling stage we found that water stress
has severely affected biomass production. Treatment
T3, T5 and T6 showed an increasing in their biomass
production after being stressed in vegetative growth
for T5, flowering for T3 and both vegetative growth
and flowering stage for T6. While treatment stressed
during the whole of growing period (T2) remain the
most affected by water deficit.
Second season results (2011)
According to statistical analysis, there was no
significant difference between treatments or cultivar
in terms of the effect of deficit irrigation on the above
ground fresh biomass (Table 6). But generally the
tendency for the two cultivars was that treatments T2
receiving 50% of full irrigation showed the highest
biological yield in terms of leaves and stems and this
difference was revealed from the end of treatments
application (6 weeks after sowing) to harvest (15
WAS).
Table 5. Fresh weight of roots (g/plant) of two quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.) cultivars in the
second season (2011) at Agadir, Morocco.
Cultivar Treatments
DO708
QM1113
T1
T2
T3
T1
T2
T3
Fresh weight of roots (g/plant)
2 WAS 6 WAS † 15 WAS
4.40
31.77
43.29 b
3.93
34.25
46.00 a
4.25
27.49
31.90 c
5.33
30.39
50.93 b
5.80
40.91
56.40 a
5.53
27.01
33.92 c
WAS: weeks after sowing. † Irrigation treatment application
termination. Irrigation treatments based in % of ETm. Means
with different letters within a cultivar are significantly
different (p<0.05) according to Tukey test. Irrigation
treatments based in % of ETm.
Figure 8. Above ground fresh biomass (g/plan) of quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.) cv. DO708 of the
first season (2010) at Agadir, Morocco. Means
with different letters within a stage are
significantly different (p<0.05) according to
Tukey test. Irrigation treatments based in % of
ETm.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
577
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
Water productivity and water saving
Yield and crop water roductivity
First season results (2010)
Seed yield
First season results (2010)
The main objective of this experiment was to
increase the water productivity of quinoa irrigated
with treated wastewater. There was a very highly
significant difference (p < 0.001) among treatments
for seed yield (Table 7), the control T1 (fully
irrigated) showed the highest yield of 74 g/plant,
followed by the treatment stressed during the
vegetative growth stage (T5) with 72 g/plant. The
treatment stressed during the flowering stage (T3) had
a seed yield of 50 g/plant, the seed yield of the
treatment stressed during the seed filling stage (T4)
was 47 g/plant, and with stress during both the
vegetative growth and flowering stage (T6) we
obtained 40 g/plant. Lower yield was obtained when
the crop was subjected to water stress during all the
crop stages (T2), which was 36 g/plant.
Second season results (2011)
Taking problematic of the 1st season results
during the 2nd season the objective was to apply
during the vegetative growth stage 3 deficit irrigation
treatments, 100, 50 and 25% of ETm in order to test
different water deficit degrees effect on two cultivar
of quinoa productivity. Statistical analysis revealed
highly significant difference between cultivars and
treatments (Table 8). Cultivar DO708 showed the
highest productivity in terms of seed yield comparing
to cultivar QM1113. Treatment receiving 50% of
ETm (T2) recorded the highest seed yield inside each
cultivar, while treatment receiving 25% of ETm (T3)
showed the lowest seed yield.
Table 6. Above ground fresh biomass (g/plant) of two
quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) cultivars of
the second season (2011) at Agadir, Morocco.
Cultivar Treatments
DO708
QM1113
T1
T2
T3
T1
T2
T3
Above ground fresh biomass
(g/plant)
2 WAS 6 WAS † 15 WAS
39.78
288.69
389.31
34.28
300.83
409.42
41.13
252.87
350.90
46.48
320.13
400.16
42.90
337.71
425.07
42.38
266.21
346.87
The optimal treatment that recorded the
highest water productivity (Figure 9A) was T5
stressed during the vegetative growth stage. Figure
9B shows the consumed and saved water for each
treatment. This high water productivity was due to
high obtained yield which was statistically not
different to control treatment. Treatment fully stressed
(T2) showed water productivity similar to WP
obtained by the control, and this was mainly due to
little water consumed (Figure 9B).
Second season results (2011)
As seed yield there was a significant
difference between cultivars and between treatments
(Figure 10), cultivar DO708 showed the highest water
Table 7. Seed yield (g) per plant of quinoa (Chenopodium
quinoa Willd.) cv. DO708 obtained by irrigation
treatments during the first season (2010) at
Agadir, Morocco.
Treatments
T1
T2
T3
T4
T5
T6
Seed yield per plant
(g)
74.3 a
37.0 c
50.3 b
46.7 bc
72.0 a
40.2 bc
Standard
deviation (g)
26.9
11.0
14.1
17.1
17.0
15.0
Means with different letters are significantly different
(p<0.05) according to Tukey test. Irrigation treatments
based in % of ETm.
Table 8. Seed yield (g) per plant of two quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.) cultivars obtained
by irrigation treatments during the second season
(2011) at Agadir, Morocco.
Cultivar
DO708
QM1113
Treatments
T1
T2
T3
T1
T2
T3
Seed yield per
plant (g)
61.8 b
68.9 a
42.1 c
52.7 b
56.2 a
32.9 c
Standard
deviation (g)
8.00
1.54
2.96
4.26
2.88
2.76
Means with different letters within a cultivar are significantly
different (p<0.05) according to Tukey test. Irrigation
treatments based in % of ETm.
WAS: weeks after sowing. † Irrigation treatment application
termination. Irrigation treatments based in % of ETm.
578
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
productivity, while treatment receiving 50% of ETm
(T2) recorded the highest crop water productivity
inside each cultivar.
Table 9 shows that quantity of about 350
m3/ha could be saved when applying 50% of ETm
during vegetative growth stage and obtaining the
highest yield even more than when full irrigation was
provided.
DISCUSSION
Soil nitrate concentration increased after
harvest from 10 to more than 27 ppm in the control
treatment the first season. This result shows there is a
risk of the reuse of wastewater that nitrate may leach
to the groundwater (Tagma et al., 2009). The fully
stressed treatment increased salinity accumulation due
to increased water deficit. The increasing soil salinity
affected negatively crop growth and development,
including yield, as also demonstrated by (Katerji et
al., 1992; Katerji et al., 1996; Katerji et al., 1998;
Soussi et al., 1998; Katerji et al., 2003; Muscolo et
al., 2003)
Leaf area index (LAI) plays an important role
in controlling the interaction between terrestrial
environments and atmospheric variables (Gobron,
2005). Flowering was the most sensitive stage to
drought stress in terms of leaf area, which was also
demonstrated by Ezzeddini et al. (2008). The
reduction of LAI seems to be a mechanism related to
drought tolerance of quinoa (Geerts et al., 2005). The
seed filling stage was the most sensitive stage to
drought stress according to first season results.
Figure 9. Water productivity (A), water supplies and saving (B) of quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) cv. DO708 of the
first season (2010) at Agadir, Morocco. Means with different letters are significantly different (p<0.05) according
to Tukey test. Irrigation treatments based in % of ETm.
Table 9. Water supplies consumption and saving of quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.) cultivars of the
second season (2011) at Agadir, Morocco.
Cultivar Treatments
DO708
Figure 10. Quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) cultivars’
water productivity of the second season (2011)
at Agadir, Morocco. Means with different
letters are significantly different (p<0.05)
according to Tukey test. Irrigation treatments
based in % of ETm.
QM1113
T1
T2
T3
T1
T2
T3
Water supplies Saved water
(mm)
quantity (mm)
348
0
323
35
273
85
348
0
323
35
273
85
Irrigation treatments based in % of ETm.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
579
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
The effect of deficit irrigation on roots growth
indicated that applying drought stress during the
vegetative growth stage induced more roots growth,
indicating that quinoa avoids the negative effects of
drought through a deep, dense root system (Geerts et
al., 2005; Jensen et al., 2000; Jacobsen et al., 2009).
The above ground biomass production was
affected by water status. The vegetative growth stage
was the most tolerant stage to drought stress followed
by flowering and seed filling.
Drought tolerance in quinoa was enhanced by
a decrease in growth rate and plant size (Sanchez et
al., 2003; Geerts et al., 2005) as water deficit is
known to decrease leaf production and size, and
increase rate of leaf death (Sánchez et al., 2003).
An experiment carried out on the Bolivian
Altiplano reported that using only half of the water
required for full irrigation (FI), allowed the
stabilization of quinoa yields between 1.2 and 2 T/ha
with a density of 11 plants/m2. Yield could be
increased above 2 T/ha with FI (Geerts et al., 2008).
In the 1st season of this research a yield of 7.4 T/ha
was recorded for the treatment fully irrigated with a
sowing density of 100,000 plants/ha, with the same
density during the 2nd season 6.9 T/ha was obtained
when applying 50% of ETm during the vegetative
growth stage. In the present trial treated wastewater
was used as irrigation water source which is rich in
nutrients and organic matter and also an integrated
approach of irrigation taking in consideration the
continuum Soil-Plant-Atmosphere was applied, that
has a remarkable effect on the quinoa productivity in
both seasons 2010 and 2011.
Yield differences can be explained by the
same differences in leaf area, more leaf area allowed
having more photosynthetic activity, this difference in
yield can be also explained by differences in root and
shoot weight, as a more developed root system leads
to more nutrient and water uptake.
During the first season of this research, yield
obtained with a water deficit of 50% during
vegetative growth was similar to yield obtained with
full irrigation. During 2nd season the idea was to test
during vegetative growth other deficit irrigation
degrees as 50 and 25% of ETm, those results
indicated that applying 50% of ETm can lead to
higher yield even more when full irrigation was
applied.
580
When water supply is insufficient to meet full
crop water demand (or too expensive), alternative
strategies of irrigation can be used, that is deficit
irrigation. Deficit irrigation aims to add a limited
water amount during critical and drought stress
sensitive crop development stages, such as flowering
and initial seed setting, or early establishment (Zhang,
2003; Passioura, 2006; Ali et al., 2007; Ali and
Talukder, 2008; Geerts and Raes, 2009; Kijne et al.,
2009).
Water productivity (WP) is defined as units of
crop yield per amount of water supplied or used
(Passioura, 2006). It expresses the benefit derived
from the consumption of water and can be used for
assessing the impact of on-farm strategies under water
scarce conditions. They provide a proper vision of
where and when water could be saved. WP indicators
are also useful for looking at the potential increase in
crop yield that may result from increased water
availability (Vazifedoust et al., 2008). These present
studies indicated that deficit irrigation applied for
quinoa during the vegetative stage resulted in higher
water productivity than full irrigation, whereas a
limiting water supply during the sensitive growth
stages flowering and seed filling affected crop
productivity because of yield loss.
CONCLUSION
Through this study it was demonstrated that
the optimal stage to apply deficit irrigation in quinoa
without affecting yield negatively is the vegetative
growth stage, when the crop will develop a denser
root system. Quinoa will then be able to cover its
needs for water and nutrient supply during the rest of
growing period under non-stress conditions during the
flowering and the seed filling stage. Deficit irrigation
during the vegetative growth saved 20% of the water
supply (690 m3/ha) compared to the control.
ACKNOWLEDGEMENTS
This research was funded by the EU 7th
Framework Programme through the project
“Sustainable water use securing food production in
dry areas of the Mediterranean region (SWUPMED)”, We are grateful to the technical staff of the
salinity and plant nutrition laboratory and the soilwater-plant analysis laboratory in the nstitut
Agronomique et Vétérinaire Hassan II, Complexe
Horticole d’Agadir (IAV-CHA) Institute, Agadir,
Morocco..
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
LITERATURE CITED
Ali, M. H.; M. R. Hoque, A. A. Hassan and A. Khair.
2007. Effects of deficit irrigation on yield, water
productivity, and economic returns of wheat.
Agricultural Water Management 92 (3): 151-161.
Ali, M. H. and M. S. U. Talukder. 2008. Increasing
water productivity in crop production--A synthesis.
Agricultural Water Management 95 (11): 12011213.
Allen, R. G.; L. S. Pereira, D. Raes and M. Smith.
2000. Crop evapotranspiration (Guidelines for
computing crop water requirements). FAO Irrigation
and Drainage Paper 56: 326 p.
Baroud, A. et M. El Fasskaoui. 2008. Gestion intégrée
des ressources en eau dans le Souss Massa. Revue
HTE 140.
Baumont, S. ; J. P. Camard et A. Franconi. 2005.
Réutilisation des eaux usées épurées : risques
sanitaires
et
faisabilité
en
Île-de-France.
Observatoire régional de santé d'Ile-de-France,
Institut.
Benlhabib, O. 2005. Les cultures alternatives: quinoa,
amarante et épautre. Transfert de technologie en
agriculture 133: 4.
Bennouna, A. and H. Elnokraschy. 2009. A
sustainable solution to the global problem of water
scarcity in the arab world. Proceedings of
GCREADER Conference.
Bertero, H. D.; A. J. De la Vega, G. Correa, S. -E.
Jacobsen and A. Mujica. 2004. Genotype and
genotype-by-environment interaction effects for grain
yield and grain size of quinoa (Chenopodium quinoa
Willd.) as revealed by pattern analysis of multienvironment trials. Field Crops Research 89: 299-318.
Bois, J. F.; T. Winkel, J. P. Lhomme, J. P. Raffaillac
and A. Rocheteau. 2006. Response of some Andean
cultivars of quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) to
temperature: effects on germination, phenology,
growth and freezing. European Journal of
Agronomy 25: 299-308.
Choukr Allah, R. 1995. Utilisation des eaux usées en
irrigation, approche globale du traitement des
effluents, comparaison de différents systèmes
d’irrigation sur diverses cultures et leurs aspects
institutionnels et organisationnels. Gembloux,
Belgique, Faculté universitaire des sciences
agronomiques de Gembloux: p 4.
Choukr Allah. R. 2009. Recyclage des eaux non
conventionnelles comme ressources potentielles
d'économie d'eau pour les pays Méditerranéens.
AGDUMED. Rabat, Maroc.
Etablissement Autonome De Contrôle Et De
Coordination Des Exportations (EACCE). 2009.
statistiques
export
Maroc.
http://www.eacce.org.ma/vide.asp?m=4&r=21&s=3.
Elattir, H. 2005. La conduite et le pilotage de
l'irrigation Goutte à Goutte en maraichage. Transfert
de technologie en agriculture 124: 6.
English, M. and S. N. Raja. 1996. Perspectives on
deficit irrigation. Agricultural Water Management
32 (1): 1-14.
Ezzeddini, M.; A. Ferchichi et A. Chedly. 2008. Effet
du stress hydrique sur la capacité; germinative et la
croissance chez la fève (Vicia faba). Institut des
régions arides, Médenine, Tunisie. 21 Revue des
régions arides.
Finley, S.; S. Barrington and D. Lyew. 2009. Reuse of
domestic greywater for the irrigation of food crops.
Water Air and Soil Pollution 199 (1-4): 235-245.
García, M.; D. Raes and S. -E. Jacobsen. 2003.
Evapotranspiration
analysis
and
irrigation
requirements of quinoa (Chenopodium quinoa) in
the Bolivian highlands. Agricultural Water
Management 60: 119-134.
García, M.; D. Raes, S. -E. Jacobsen and T. Michel.
2007. Agroclimatic contraints for rainfed agriculture
in the Bolivian Altiplano. Journal of Arid
Environments 71: 109-121.
Geerts, S.; R. S. Mamani, M. García and D. Raes.
2005. Response of quinoa (Chenopodium quinoa
willd.) to differential drought stress in the bolivian
altiplano: towards a deficit irrigation strategy within
a water scarce region. Leuven, Belgium, Faculty of
Bioscience Engineering Laboratory for Soil and
Water Management 9.
Geerts, S. and D. Raes. 2009. Deficit irrigation as an
on-farm strategy to maximize crop water
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
581
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
productivity in dry areas. Agricultural Water
Management 96 (9): 1275-1284.
Geerts, S.; D. Raes, M. García, J. Vacher, R. Mamani,
J. Mendoza, R. Huanca, B. Morales, R. Miranda,
J. Cusicanqui and C. Taboada. 2008. Introducing
deficit irrigation to stabilize yields of quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.). European Journal of
Agronomy 28 (3): 427- 436.
Gobron, N. 2005. Leaf area index (LAI). Terrestrial
essential climate variables. FAO.
Hanson, B. 1993. Leaching. Drought tips 92 (16): 4.
Hariadi, Y.; K. Marandon, Y. Tian, S. -E. Jacobsen
and S. Shabala. 2010. Ionic and osmotic relations in
quinoa (Chenopodium quinoa Willd.) plants grown
at various salinity levels. Journal of Experimental
Botany 62 (1): 185-193.
Hirich, A.; R. Choukr Allah, R. Ragab, S. -E.
Jacobsen, L. EL Youssfi and H. El Omari. 2012a.
The SALTMED model calibration and validation
using field data from Morocco. J. Mater. Environ.
Sci. 3 (2): 342-359.
Hirich, A.; R. Choukr Allah, S. -E. Jacobsen and O.
Benlhabib. 2012b. Could quinoa be an alternative
crop of wheat in the Mediterranean eegion: Case
of Morocco? Les notes d’alerte du CIHEAM. N°
86. 8p.
Jacobsen, S. -E. 2003. The worldwide potential for
quinoa (Chenopodium quinoa Willd.). Food
Reviews International 19: 167-177.
Jacobsen, S. -E. 2009. New crops for salt-affected
environments. Second Bridging Workshop:
Productive and Sustainable Use of Saline Waters
and Salt-affected Soils in Agriculture. ICARDA,
Aleppo, Syria.
Jacobsen, S. -E.; H. Quispe and A. Mujica. 2001. An
alternative crop for saline soils in the Andes. In:
Scientist and Farmer – Partners in Research for the
21st Century. CIP Program Report 1999-2000: 403408.
Jacobsen, S. -E.; A. Mujica and C. R. Jensen. 2003.
The resistance of quinoa (Chenopodium quinoa
Willd.) to adverse abiotic factors. Food Reviews
International 19: 99-109.
582
Jacobsen, S. -E.; C. Monteros, J. L. Christiansen, L.
A. Bravo, L. J. Corcuera and A. Mujica. 2005. Plant
responses of quinoa (Chenopodium quinoa Willd.)
to frost at various phenological stages. European
Journal of Agronomy 22: 131-139.
Jacobsen, S. -E.; C. Monteros, L. J. Corcuera, L. A.
Bravo, J. L. Christiansen and A. Mujica. 2007.
Frost
resistance
mechanisms
in
quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.). European Journal of
Agronomy 26: 471-75.
Jacobsen, S. -E.; F. Liu and C. R. Jensen. 2009. Does
root-sourced ABA play a role for regulation of
stomata under drought in quinoa (Chenopodium
quinoa Willd.). Scientia Horticulturae 122: 281-287.
Jensen, C. R.; S. -E. Jacobsen, M. N. Andersen, N.
Núñez, S. D. Andersen, L. Rasmussen and V. O.
Mogensen. 2000. Leaf gas exchange and water
relation
characteristics
of
field
quinoa
(Chenopodium quinoa Willd.) during soil drying.
Eur. Jour. Agron. 13: 11-25.
Katerji, N.; J. W. Van Hoorn, A. Hamdy, N. Bouzid;
S. E. S. Mahrous and M. Mastrorilli. 1992. Effect of
salinity on water stress, growth and yield of
broadbeans. Agricultural Water Management 21 (12): 107-117.
Katerji, N.; J. W. Van Hoorn, A. Hamdy, F. Karam
and M. Mastrorilli. 1996. Effect of salinity on water
stress, growth, and yield of maize and sunflower.
Agricultural Water Management 30 (3): 237-249.
Katerji, N.; J. W. Van Hoorn, A. Hamdy, M.
Mastrorilli and F. Karam. 1998. Salinity and
drought, a comparison of their effects on the
relationship between yield and evapotranspiration.
Agricultural Water Management 36 (1): 45-54.
Katerji, N.; J. W. Van Hoorn, A. Hamdy and M.
Mastrorilli. 2003. Salinity effect on crop
development and yield, analysis of salt tolerance
according to several classification methods.
Agricultural Water Management 62 (1): 37-66.
Kijne, J.; J. Barron, H. Hoff, J. Rockström, L.
Karlberg, J. Gowing, P. W. Suhas and D. Wichelns.
2009. Opportunities to increase water productivity
inagriculture with special reference to Africa and
South Asia. Stockholm, Stockholm Environment
Institute, Project Report 2009.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
Hirich et al. Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa) in Morocco
Muscolo, A.; M. R. Panuccio and M. Sidari. 2003.
Effects of salinity on growth, carbohydrate
metabolism and nutritive properties of kikuyu grass
(Pennisetum clandestinum Hochst). Plant Science
164 (6): 1103-1110.
Passioura, J. 2006. Increasing crop productivity when
water is scarce from breeding to field management.
Agricultural Water Management 80 (1-3): 176-196.
Penman, H. L. 1948. Natural evaporation from open
water, bare soil, and grass. Proc. Roy. Soc. London
A193: 120-146.
Repo Carrasco, R.; C. Espinoza and S. -E. Jacobsen.
2003. Nutritional value and use of the Andean crops
quinoa (Chenopodium quinoa) and kañiwa
(Chenopodium pallidicaule). Food Reviews
International 19: 179-189.
Sanchez, H. ; L. R. Bosque, P. V. Damme and S. -E.
Jacobsen. 2003. Ecophysiological analysis of
drought and salinity stress of quinoa (Chenopodium
quinoa Willd.). Food Reviews International 19 (12): 111-119.
Smith, M. 2000. The application of climatic data for
planning and management of sustainable rainfed and
irrigated crop production. Agric. Forest Meteorol.
103: 99 - 108.
Soussi, M.; A. A. Ocan and C. Lluch1. 1998. Effects
of salt stress on growth, photosynthesis and nitrogen
fixation in chick-pea (Cicer arietinum L.). Journal
of Experimental Botany 49 (325): 1329-1337.
Tagma, T.; Y. Hsissou, L. Bouchaou, L. Bouragba
and S. Boutaleb. 2009. Groundwater nitrate
pollution in Souss-Massa basin (south-west
Morocco). African Journal of Environmental
Science and Technology 3 (10): 301-309.
Vazifedoust, M.; J. C. Van Dam, R. A. Feddes and M.
Feizi. 2008. Increasing water productivity of
irrigated crops under limited water supply at field
scale. Agricultural Water Management 95 (2): 89102.
Villeneuve, C. 2007. La production horticole sous
grands tunnels au Maroc. Saint-Rémi,Quèbec,
MAPAQ, CSA de St-Rémi.
Wang, F. X.; Y. Kang and B. S. P. 2005. Effects of
drip irrigation frequency on soil wetting pattern and
potato growth in North China Plain. Agricultural
Water Management 79 (2006): 248-264.
World Health Organization (WHO). 2006.
Wastewater use in agriculture. Guidelines for the
safe use of wastewater, excreta and greywater. 222
p.
Zhao, W.; B. Liu and Z. Zhang. 2009. Water
requirements of maize in the middle Heihe River
basin, China. Agricultural Water Management 97
(2): 215-223.
Zhang, H. 2003. Improving water productivity
through deficit irrigation: Examples from Syria, the
North China Plain and Oregon, USA. In: J. W.
Kijne, R. Barker and D. Molden (Eds). CAB
International. Water Productivity in Agriculture:
Limits and Opportunities for Improvement CSIRO
Plant Industry, Wembley, Australia.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 570-583. 2012
583
Tecnología agronómica de la palma aceitera (Elaeis guineensis Jacq,) y manejo integrado de su
defoliador Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Brassolidae) en plantaciones comerciales del
estado Monagas, Venezuela
Agricultural technology of oil palm (Elaeis guineensis Jacq,) and integrated management of its defoliator
Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Brassolidae) in commercial plantations at Monagas State, Venezuela
Gladys RODRÍGUEZ GONZÁLEZ 1 , Ramón SILVA ACUÑA 1, Rafael CÁSARES
MOIZANT 2, Renny BARRIOS MAESTRE 1, Asdrúbal DÍAZ QUINTANA 1 y José FARIÑAS
MARCANO 1
1
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), San Agustín de la Pica, Vía Laguna Grande, Maturín,
estado Monagas, Venezuela y 2Instituto de Zoología Agrícola, Facultad de Agronomía, Universidad Central de
Venezuela, Apartado Postal 4579, Código Postal 2101-A, Maracay, estado Aragua, Venezuela.
E-mail: [email protected] y [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 10/08/2010
Fin de arbitraje: 26/06/2012
Revisión recibida: 20/07/2012
Aceptado: 25/07/2012
RESUMEN
En este trabajo se presenta una revisión bibliográfica sobre la tecnología agronómica actualmente empleada en el cultivo de
la palma aceitera y se introducen innovaciones de manejo integrado de Opsiphanes cassina Felder (gusano de las palmeras)
como producto de investigación realizada en el estado Monagas, Venezuela. En el programa de manejo agronómico los
aspectos revisados son fertilización, poda, cosecha, control de malezas y la practica del riego. Para los lineamientos del
manejo integrado de O cassina, particularmente son tratados aspectos bioecologicos, el cual incluye la biología del insecto,
método de muestreo, nivel critico y daños, así como también el estudio de las poblaciones y dentro de las estrategias de
control son examinados los métodos empleados tales como: mecánico, etológico, biológico natural y el control químico. Se
introduce un cronograma grafico donde se esquematizan las labores agronómicas y las recomendaciones de manejo
integrado de la plaga.
Palabras claves: Elaeis guineensis, Opsiphanes cassina, manejo integrado de plagas, fertilización, control de malezas.
ABSTRACT
This paper presents a review of the literature on agricultural technology currently employed in the cultivation of oil palm
and introducing integrated management innovations of Opsiphanes cassina (split-banded owlet) as a product of research
conducted in the state of Monagas, Venezuela. In the program of agronomic management the aspects fertilization, pruning,
harvesting, weed control and irrigation practices are reviewed. Guidelines for integrated management of O cassina,
particularly bio-ecological aspects are treated, which includes insect biology, sampling method, the critical level and
damages, and also the study of populations. Among the control strategies, used methods such as mechanical, behavioral,
natural biological and chemical control are examined. A graphic chronogram which outlines the agricultural labors and
recommendations for integrated pest management is introduced.
Key words: Elaeis guineensis, Opsiphanes cassina, integrated pest management, fertilization, weed control
INTRODUCCIÓN
El manejo integrado del agroecosistema en
función de un adecuado manejo de insectos plaga, es
un sistema de prevención basado en el fortalecimiento
de la estabilidad del ecosistema. Un cultivo perenne
como la palma aceitera, con el transcurrir del tiempo,
se va transformando de muy simple a más complejo,
su estabilidad dependerá de las características del
cultivo y del grado y forma de intervención del
hombre en el proceso de explotación. En
584
consecuencia, en la forma como se contribuya a esa
estabilidad y grado de complejidad, menores serán los
riesgos por incrementos violentos de las poblaciones
de las diferentes especies de insectos potencialmente
plagas; sin embargo, en la naturaleza se suceden
eventos que escapan del control humano y pueden
originar desórdenes ecológicos que son necesarios de
enfrentar a tiempo, especialmente si se refieren al
incremento de alguna especie de insecto plaga en
particular (Calvache, 2001).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
En palma aceitera el manejo integrado de
plagas, principalmente de insectos defoliadores, está
dirigido a realizar prácticas de control orientadas al
fortalecimiento del control biológico, y una de ellas
consiste en el mantenimiento y ampliación de los
reservorios de insectos benéficos mediante el manejo
de malezas nectaríferas (Chinchilla, 2003; Aldana et
al., 1997).
El control de plagas exclusivamente con
insecticidas organosintéticos, origina una serie de
impactos negativos que van desde lo económico hasta
lo social y ecológico; afortunadamente, en palma
aceitera es cada vez más creciente la tendencia a la
implantación de programas de manejo integrado de
plagas (MIP), cuyo papel es propiciar un equilibrio en
las relaciones entre los diferentes elementos que
integran el agroecosistema además de optimizar los
beneficios económicos del negocio agrícola. En la
práctica, un programa MIP en palma aceitera debe
sustentarse esencialmente en el reestablecimiento de
la
biodiversidad
funcional
intrínseca
del
agroecosistema. El MIP no tiene como objetivo
principal la erradicación de la plaga, sino disminuir
sus poblaciones a niveles que no afecten la relación
costo – beneficio del cultivo y que además no
interfiera la relación entre la plaga y sus enemigos
naturales (Vera, 2000; Syed, 1994).
Las plantaciones de palma aceitera, por el
gran tamaño que tienen algunas de ellas o por unirse
unas con las otras, conforman áreas muy extensas
dedicadas al monocultivo y, por ello, susceptibles a
múltiples problemas fitosanitarios en general, entre
ellos, reviste importancia económica Opsiphanes
cassina, que por su elevada capacidad defoliadora,
puede originar considerables daños en la planta en
poco tiempo (Aldana et al., 1999).
En este trabajo se presenta una revisión
bibliográfica sobre las tecnologías empleadas en el
cultivo, como también de los métodos usados para el
control de O. cassina, y se propone la inserción de
innovaciones para su manejo integrado como
producto de la investigación en la zona dentro de un
plan de manejo agronómico para plantaciones de
palma aceitera en el estado Monagas, Venezuela.
PROGRAMA DE MANEJO AGRONÓMICO DE
LA PALMA ACEITERA
El comportamiento y productividad de la
palma aceitera como cualquier ser vivo depende de su
genotipo y de las condiciones ambientales donde se
desarrolla la planta. Estos factores definen su manejo
agronómico para lograr una mayor producción y
productividad (Motta, 1999).
En el cultivo de la palma aceitera las
actividades de fertilización y las labores relacionadas
con la cosecha y transporte de racimos, representan
las áreas de mayor gasto dentro del costo de
producción, razón por la cual debe haber en ellas el
empleo de muy buenas técnicas agronómicas y de
rigurosos controles para lograr una abundante
producción de racimos de fruta fresca (RFF) y un
aceite de buena calidad (Rojas y Morales, 2002).
El programa de manejo agronómico de las
plantaciones de palma aceitera, debe considerar
principalmente aquellos aspectos que permitan
establecer un ambiente favorable para que la planta se
desarrolle de forma vigorosa y de esta manera
enfrentar con mayor posibilidad de éxito el efecto de
los múltiples agentes que causan disturbios
fitosanitarios. Estos aspectos, se inician prácticamente
desde el momento en que se selecciona el sitio y de su
manejo antes de efectuar la siembra de las plantas;
además, en los palmares es imperativo contar con un
equipo de personal entrenado para su manejo,
fundamentalmente en problemas fitosanitarios (Díaz
et. al., 2001; Chinchilla, 2003).
Cualquier tecnología ofrecida para el cultivo,
no desarrollada en la zona, debe evaluarse localmente
antes de recomendar su empleo masivo ya que
posiblemente requerirá ajustes para adaptarla a las
nuevas condiciones (Motta, 1999).
En el estado Monagas, en plantaciones
adultas de palma aceitera, el manejo agronómico
contempla principalmente las siguientes labores:
Fertilización, poda, control de malezas, cosecha,
riego. Dentro del plan de manejo, serán incorporadas
las recomendaciones para el control de las
poblaciones de O. cassina como resultado de
investigación.
Fertilización
Se realiza con el propósito de suministrar los
nutrimentos que requiere la planta cuando se
encuentran en cantidades insuficientes en el suelo;
deben aplicarse durante periodos en los que haya
adecuada humedad (Foninpal, 2001). En general, en
las plantaciones adultas del estado Monagas, esta
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
585
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
labor se realiza fraccionada dos veces al año. La
primera, se aplica en mayo, coincidiendo con la época
de lluvias y puede prolongarse hasta finales de junio,
dependiendo de la extensión de las áreas sembradas.
La segunda se realiza de octubre a noviembre,
coincidiendo con las lluvias de norte (Figura 1).
orgánica y reciclar los nutrimentos que contiene
(Foninpal, 2001).Esta actividad facilita la localización
de los racimos para ser cosechados; se realiza durante
el lapso mayo a julio (Figura 1).
Poda
Es una de las actividades más importantes del
cultivo y de más alto costo en el proceso productivo;
de su adecuada realización dependen la cantidad y
calidad del aceite obtenido (Fonaiap, 1991). Por esta
razón y por ser esta actividad la que define los
Consiste en la remoción de aquellas hojas que
dificultan la cosecha y se acostumbra amontonarlas
entre las palmas para aportar al suelo materia
Cosecha
Figura 1. Propuesta para el manejo agronómico de la palma aceitera Elaeis guineensis Jacq. y manejo integrado de
Opsiphanes cassina Felder en el estado Monagas, Venezuela.
586
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
ingresos por ventas en la finca, se debe establecer un
buen sistema de cosecha, para que genere el máximo
de los beneficios de la explotación palmera (Foninpal,
2003).
La cosecha es manual, cortándose los racimos
con características apropiadas para ser cosechado:
cuando fácilmente se desprende al menos un fruto.
Con
la
maduración
del
racimo
ocurre
simultáneamente la formación de aceite y ácidos
grasos libres, en función de ello, los ciclos de cosecha
deben ser lo más cortos posibles para evitar la
recolección de frutos pasados de grado (sobre
maduros),
lo
cual
implica
un
excesivo
desprendimiento (pérdida) de frutos y una elevada
acidez del aceite (Rojas y Morales, 2002).
En las plantaciones establecidas en el estado
Monagas los ciclos de cosecha se efectúan durante
todo el año, a intervalos entre 10 y 12 días para evitar
corte de fruta sobremadura o “verde” en cantidades
que sobrepasen los límites permitidos (Foninpal,
2003). En la zona existen dos picos de cosecha
dependiendo del material genético; el primero ocurre,
en el material Deli x La Mé, de marzo a abril y el
segundo, para el material Deli x Avros, entre los
meses octubre a noviembre (Figura 1).
Control de malezas
El control de malezas en la palma se debe
realizar de manera integral, abarcando todos los
espacios que conforman la plantación, estos incluyen:
el platón, el área interpalmas, los bordes de las
parcelas y las vías de acceso. Es importante que el
productor, al momento de realizar los controles
identifique y evite la eliminación de las plantas
benéficas (ACUPALMA-FONINPAL, 2005). En las
plantaciones de palma en el estado Monagas el
control de malezas se efectúa de tres formas (Figura
1):
1. Platoneo: Consiste en la limpieza de la
superficie del suelo donde se encuentran las raíces y
es allí donde cae el racimo al momento de la cosecha.
Esta labor se realiza todo el año, y se intensifica en
enero, mayo, julio y noviembre. A excepción del
platoneo de mayo, que es manual en todas las otras
épocas de desmalezamiento, se emplea control
químico.
2. Interpalmas: Desmalezamiento en el área
entre plantas. Esta labor se realiza durante todo el
año, intensificándose en abril y junio, que coincide
con la finalización del pico de cosecha del material
Deli x La Mé, y en donde ocurre crecimiento agresivo
de las malezas, que impiden el tránsito de los
cosechadores y de los recolectores de las frutas
sueltas. También se intensifica en octubre,
coincidiendo con el inicio de la cosecha del material
Deli x Avros, e igualmente con problemas de malezas
ocasionado por la salida de la época lluviosa y, en
diciembre por la salida de las lluvias de norte.
3. Interlíneas: Desmalezamiento de los
caminos de cosecha. Se realiza todo el año,
manteniendo los senderos en buenas condiciones para
el tránsito de los cosechadores. Se aplican herbicidas,
a excepción del periodo de marzo a abril, cuando en
algunas plantaciones se utiliza rotativa.
Riego
El riego incrementa la producción y
contribuye a estabilizar la producción a lo largo de
todo el año (Barrios et. al., 2003; Salazar et. al.,
2005) y está dirigido a satisfacer un déficit de más de
400 mm anuales para el estado Monagas (Barrios et.
al., 2001). Esta actividad se ejecuta de forma
restringida por carencia de la infraestructura adecuada
en la mayoría de las plantaciones. En aquellas
plantaciones donde se aplica el riego, se efectúa en
dos intervalos al año. El primer lapso, se inicia en
enero y se extiende hasta finales de mayo, cuando se
normalizan las lluvias. El segundo lapso corresponde
entre septiembre y octubre (Figura 1).
LINEAMIENTOS PARA EL MANEJO
INTEGRADO DE Opsiphanes cassina FELDER
Los principios del MIP en los cultivos
perennes tropicales están bien establecidos y
ampliamente difundidos y son generalmente
aceptados por los científicos agrícolas y
administradores de las plantaciones. La implantación
del MIP se adapta mejor en los ambientes
ecológicamente estables de los cultivos perennes y en
el caso de palma aceitera, se emplea para controlar los
brotes de larvas defoliadoras. Para la aplicación
efectiva de estos principios es conveniente realizar
censos regulares para cuantificar las poblaciones del
insecto en sus diferentes fases.
En caso de que se justifiquen las medidas de
control químico, esto es, cuando se detecte
propagación de la infestación de la plaga, ausencia de
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
587
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
control natural, alto riesgo de daño y pérdida de
cosecha, que el censo indique que la plaga se
encuentran en los primeros instares y que las
poblaciones superen los umbrales económicos de 5 a
10 larvas para especies de porte pequeño y de 1 a 5
larvas para especies grandes (Chung et al., 1996).
Mientras no se justifique el control químico, deben
aplicarse los otros métodos de control para limitar el
incremento de la plaga.
plan
de
manejo
agronómico,
se
contó
primordialmente con información suministrada por
personas calificadas de la zona, esencialmente en la
agropecuaria El Águila, y para ambos casos, se utilizó
la bibliografía correspondiente.
El conocimiento generado sobre la biología y
comportamiento de las principales plagas y
enfermedades del cultivo ha permitido definir
estrategias de manejo que reducen al mínimo la
dependencia de agroquímicos, y más bien dependen
de la explotación de las debilidades de la plaga o bien,
de los factores de manejo agronómico que favorecen
la expresión de los mecanismos naturales de defensa
de la planta (Clavijo, 1993; Chinchilla, 2003).
El ciclo biológico O. cassina obtenido en
condiciones de campo fue similar al de laboratorio.
En forma general, los huevos duraron entre los 8 y 9
días; las larvas de los instares I, II, III, IV y V
invirtieron en días de 8 a 9, 6 a 7, 6, 8 y 14 a 15,
respectivamente. La prepupa 1,3 días y la pupa de 12
a 13 días. En total la fase larval se completó de 42 a
44 días. El ciclo del insecto desde la fase de huevo
hasta la emergencia de los adultos se cumplió entre
los 64 y los 66 días. La longevidad de los adultos fue
de 6 a 13 días en los machos y de 6 a 10 en las
hembras (Rodríguez, 2006)
Para un efectivo control fitosanitario de O.
cassina, es fundamental contar con un completo
conocimiento de su bioecología que incluya la
duración de sus diferentes estados de desarrollo,
comportamiento, inventario e incidencia de los
enemigos naturales, de la dinámica poblacional y de
los factores ambientales que influyen sobre su
incremento (Mariau, 1993a).
El diseño del manejo integrado de O. cassina,
se basó en los resultados de investigación y, para el
Aspectos bioecológicos
Biología del insecto
Con base en estos resultados, puede esperarse
que cada dos meses ocurra un ciclo de emergencia de
adultos, por lo que pueden desarrollarse seis
generaciones por año. En efecto, estas seis
generaciones fueron constatadas en la finca El Águila,
las cuales, dependiendo de la época, se presentaron en
magnitudes variables (Figura 2).
Figura 2. Fluctuación poblacional de adultos de Opsiphanes cassina Felder (MTD = mariposas/trampa/día), ciclo agosto
2001 - 2002. Agropecuaria El Águila, Sur de Monagas – Venezuela (Rodríguez, 2006.; Rodríguez et.al 2008).
588
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
Método de muestreo
En el manejo integrado de los insectos
defoliadores en palma aceitera se ha desarrollado un
Sistema de Inspección y Vigilancia (SIV) con el
propósito de contrarrestar su daño. Para su exitosa
implantación es fundamental la capacitación
apropiada del personal de la plantación. El SIV
incluye tanto la detección temprana como el censo
regular cada dos semanas, los resultados son
procesados, y con base en ellos, se realizan
inmediatamente las recomendaciones pertinentes
(Chung et al., 1996).
En el caso O. cassina el muestreo se realiza
por conteos semanales de las fases presentes en una
hoja intermedia 17 ó 25 de 2 árboles/ha, con la
finalidad de precisar el momento de la emergencia de
los adultos y aplicar el tratamiento conveniente antes
de que se inicie la oviposición.
La nueva estrategia para el muestreo de las
fases inmaduras de O. cassina propone concentrar los
esfuerzos en la región subapical de la hoja (pares de
foliolos 41 al 80). se propone como método práctico
de muestreo en la hoja N° 25 para huevos y larvas de
los instares I y II revisar los pares de foliolos del 71 al
73 , para los instares III, IV el par 68 y para las del V
instar el par 61. En el caso de las pupas muestrear el
par de foliolos 43, aunque con preferencia la pupación
ocurre en el estipe de la planta (Rodríguez, 2006,
Rodríguez et. al., 2011)
Nivel crítico y daños
El tejido foliar de la palma de aceite realiza el
proceso fotosintético y en consecuencia define en
buena medida la producción del cultivo; sin embargo,
dicha productividad se ve amenazada por la
defoliación en los diferentes niveles del follaje del
cultivo causado por insectos plagas y enfermedades
(Motta, 1999). Wood et al., (1973) simularon daños
de defoliadores de palma e indicaron que una
defoliación del 50%, redujo en promedio el 30% de
los rendimientos, durante un periodo de dos años.
Particular importancia reviste el daño si las hojas
afectadas están ubicadas en el nivel superior de la
planta, pues de ella depende mayormente la
producción de fotoasimilados (Motta, 1999).
El nivel crítico de intervención está vinculado
a numerosos factores dentro de los cuales, son
determinantes la etapa de crecimiento de las plantas y
el efecto de los factores bióticos y abióticos; sin
embargo, en palma aceitera Díaz y López (1991)
informan que el índice crítico para la aplicación de
medidas de control para O cassina, se ha establecido
en promedio entre 7 y 10 larvas presentes en la hoja
25, muestreando de 2 a 4 árboles por hectárea;
mientras que Zenner y Posada (1992) y Genty et al.,
(1978) sugieren de 10 a 15 larvas bajo los mismos
criterios.
Motta (1999) menciona que bajo las
condiciones agroecológicas de África y Asia se ha
determinado que para obtener una buena producción
de racimos, la palma aceitera debe poseer 40 hojas
sanas en promedio; mientras más hojas verdes tenga,
mayor será la tasa fotosintética y por ende su
producción. Vera (2000) considera que la palma
puede tolerar hasta un 10 % de defoliación sin
comprometer significativamente su producción, con
base en estas informaciones y en los resultados del
área foliar consumida por los diferentes instares de O.
cassina, se tiene que teóricamente 6661 larvas del I
instar pueden consumir 10% del área foliar, lo mismo
harán 2498 del instar II, 833 del III, 222 del IV y 38
larvas del V, valores estimados a partir de una planta
con 40 hojas, de 341 foliolos cada una y área de 293
cm2 por foliolo. Una larva del insecto durante toda su
fase puede consumir entre 296 a 342 cm2 de área
foliar, registrados en condiciones de laboratorio y
campo, los cuales representan un consumo entre 1 y
1,25 foliolos (Rodríguez, 2006).
Estos resultados sugieren que O. cassina
difícilmente puede ocasionar daños de importancia
económica; no obstante, de manera impredecible y
bajo ciertas condiciones, puede incrementar
violentamente sus poblaciones. Pareciera que cuando
falla el control biológico, principalmente en larvas del
V instar, que mayormente ocurre en julio, y entre
octubre y noviembre, las poblaciones se escapan de
control originando explosiones de la plaga en
generaciones posteriores, tal y como fue observado en
las fincas Palmaveral y El Águila en enero de 2000
(Comunicación personal de los Ings. Agrs. José
Campos de Palmaveral y Carlos González de El
Águila).
Bajo
estas
circunstancias
pueden
desarrollarse poblaciones de larvas que superan los
valores señalados de acuerdo a los niveles
económicos, por lo que se recomienda que en la
unidad de producción se realice el seguimiento de la
plaga y de sus enemigos naturales ( Rodríguez et. al.;
2007)
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
589
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
Estudio de las poblaciones
Para el caso de la plantación El Águila
(Figura 2) se constató la presencia de adultos en seis
lapsos definidos durante el año, que se manifiestan
casi con exactitud cada dos meses en magnitudes
variables; sin embargo, de manera general, desde
marzo hasta noviembre es el lapso donde puede
esperarse la mayor abundancia de adultos; los
palmeros de la zona deberían estar preparados para
enfrentar algún brote violento del insecto e
intensificar el trampeo para evitar los posibles daños
que puedan causar las larvas. Así mismo, se considera
que el lapso de diciembre a febrero, en condiciones
climáticas normales, como el de menor riesgo,
especialmente por sus escasas precipitaciones. En
caso contrario, de ocurrencia de lluvias regulares
durante el lapso señalado, los productores deben
mantenerse en alerta, ya que se ha observado que los
brotes que se han suscitado en la zona han coincidido
con esas condiciones (Rodríguez, 2006.; Rodríguez
et. al., 2006).
concavidad en el suelo y cubiertos por una malla
metálica que permita la salida de los parasitoides y
retenga las mariposas (Zenner y Posada, 1992).
De acuerdo con los resultados de campo
(Rodríguez, 2006) se sugiere recolectar manualmente
las pupas y larvas del V instar (prepupa) localizadas
en el estipe de las palmas. Este material debe
recolectarse principalmente entre mayo a octubre
(Figura 1). Las pupas recolectadas en mayo y octubre
deben conservarse, ya que muchas de ellas están
parasitadas, para ello hay dos posibilidades, dejar en
el campo aquellas evidentemente parasitadas (las
pupas son de color marrón desuniforme, al trasluz, se
observa una masa oscura concentrada en la zona
media ─ apical) y las de parasitismo dudoso
colocarlas en una concavidad, como se describió
anteriormente. El mismo fin puede lograrse en
cualquier jaula o contenedor rústico. Las pupas
recolectadas
en
los
otros
meses
serán
convenientemente destruidas
Etológico
La detección de los huevos fue esporádica,
(las mayores oviposiciones se registraron de
septiembre a noviembre), consideramos que en el
MIP no debe dedicársele mucha atención al
seguimiento o monitoreo de esta fase. Las mayores
magnitudes de larvas se registraron de septiembre a
noviembre (2001) coincidiendo con la primera y
segunda generación de adultos. También podría
esperarse otra alza de las poblaciones de larvas de
junio a agosto (provenientes de la quinta y sexta
generación de adultos). Las menores poblaciones de
larvas se presentaron de marzo a mayo de 2002
(cuarta generación de adultos). Con base en este
resultado, es conveniente iniciar el trampeo de adultos
desde marzo para impactar efectiva y negativamente
en las poblaciones de larvas, suspendiéndolo en
noviembre. Las mayores proporciones de pupas, se
colectaron durante los meses de agosto, octubre,
mayo y julio (Rodríguez, 2006).
Tácticas directas de control
Control mecánico
Este método consiste en la recolección
manual de pupas y larvas del V instar (prepupa), con
lo cual se logra reducir las poblaciones presentes y
futuras. Para reforzar el control natural, se
recomienda que este material biológico permanezca
en los sitios infestados pero colocado en una
590
La captura de adultos de O. cassina en las
plantaciones por el sistema de trampas, es uno de los
métodos eficientes y compatibles con programas de
manejo integrado de plagas (MIP) para controlar o
monitorear las poblaciones de este insecto,
aprovechando su fuerte quimiotropismo a los olores
de frutas y sustancias en fermentación (Chinchilla,
2003; Aldana et al., 1999).
Hay diversos tipos de trampas que pueden
cebarse con materiales orgánico en fermentación, a
los cuales se les puede adicionar un insecticida
(Genty et al., 1978). Syed (1994), sugiere unificar el
criterio para que en las plantaciones se utilice el
mismo diseño de trampa y atrayente.
La trampa tradicional empleada para capturar
Brassolis y Opsiphanes consiste en colocar en el
suelo diversas frutas maduras envenenadas (banano,
piña, caña, etc.). También se utilizan cebos a base de
guarapo o caña molida, mezclados con un insecticida
al 2% (comúnmente se usa metomilo), colocados en
recipientes desechables que se ubican en los estipes
de la palma, a una altura inaccesible a los animales
domésticos; la densidad recomendada es de 10
recipientes por hectárea (Aldana et al., 1999).
en
Las hembras, en particular, visitan los cebos
la búsqueda de azúcares y compuestos
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
nitrogenados para alimentarse, de esta manera logran
la maduración de los huevos (Loria 2000a,b). La
distribución de los cebos en el campo es costosa y es
muy difícil documentar el impacto positivo que tienen
sobre la población del insecto debido a la
imposibilidad de contar los adultos eliminados, ya
que muchos vuelan fuera de los cebos y mueren en
los alrededores, perdiéndose en la vegetación
circundante o son depredados. Otro inconveniente es
el uso de insecticidas, los cuales además de su
impacto negativo sobre el medio ambiente, podrían
eliminar algunos insectos parasitoides que también
visitan los cebos (Chinchilla, 2003).
Se han evaluado varios diseños de trampas y
suspensiones atrayentes para la captura de adultos de
O. cassina. Aldana et al., (1999), evaluaron las
trampas amarilla de piqueras y la de malla de tul,
resultando la primera la mejor por la mayor captura
de mariposas, especialmente de hembras, en
proporción de 2:1 (hembra: macho). Cuando las
poblaciones de adultos son bajas, estos pueden
controlarse con trampas de muselina o plástico, y
como atrayente trozos de caña de azúcar impregnados
con melaza y un insecticida (Zenner y Posada, 1992;
Syed, 1994). Una de las desventajas de estas trampas
es que utilizan insecticidas; recientemente, Loria et
al., (2000a,b), recomendaron por su efectividad en la
captura de adultos, la trampa constituida por una
bolsa plástica transparente cebada con la suspensión
atrayente melaza + levadura, con la particularidad de
no requerir la utilización de insecticidas. Esta trampa
ha sido utilizada comercialmente con mucho éxito, y
durante su uso no se han presentado nuevos focos de
la plaga, incluso en sitios en donde los ataques han
sido recurrentes durante varios años (Chinchilla,
2003).
preferentemente desde marzo, y mantenerlas hasta
noviembre (Figura 1).
Se indica el inicio del trampeo en marzo, con
el propósito de ir impactando las poblaciones, para
reducir sus magnitudes que suceden en mayo y evitar
los daños que puedan ocasionar las larvas que se
desarrollan de junio a julio; de esta manera, también
se reducirán drásticamente las poblaciones de adultos
que se originan durante los meses de agosto y
septiembre. La permanencia de las trampas en el
campo durante el lapso sugerido puede ayudar a
disminuir
considerablemente
las
sucesivas
generaciones del insecto en el transcurso del año.
Una forma práctica para determinar cuándo
instalar las trampas oportunamente en el campo
consiste en recolectar pupas y mantenerlas bajo
condiciones de laboratorio, al emerger los primeros
adultos se procede a la distribución de las trampas
(Aldana et al., 1999). Para determinar en la zona, el
momento exacto en que se inicia la emergencia de
adultos,
conviene
recolectar
las
pupas
preferentemente en mayo, julio, agosto y octubre.
Hay autores que sugieren colocar unas pocas
trampas en lugares estratégicos y dejarlas en el
campo; al detectarse las primeras mariposas en ellas
es señal del inicio de la emergencia de adultos (Loria
et al., 2000a,b). Debe distribuirse de inmediato la
densidad de trampas recomendadas.
Control biológico natural
El control biológico natural desempeña un
papel determinante en el manejo integrado de plagas
Se sugiere, como herramienta clave en un
programa de manejo integrado de O. cassina, la
captura de adultos con trampas. La trampa propuesta
es la de bolsa plástica (Figura 3) cebada con un
atrayente alimenticio a base de la formula básica:
melaza (1 litro), levadura (15 g), urea (10g) diluida en
1,00 ó 0,75 l de agua, las cuales elimina una
proporción alta de hembras (Rodríguez et. al.; 2009).
De acuerdo con la información sobre la
fluctuación poblacional de adultos en la finca El
Águila (Rodríguez, 2006; Rodríguez, et. al., 2006) se
recomienda utilizar una densidad de dos trampas por
hectárea colocadas oportunamente en el campo,
Figura 3. Trampa utilizada para la captura de adultos de
Opsiphanes cassina Felder (Loria et. al., 2000
a,b).
591
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
en palma aceitera y constituye el eje central de ese
manejo, considerando la abundancia y diversidad de
los agentes de control. Por lo tanto, el manejo
integrado refuerza todas aquellas actividades que
conduzcan al fortalecimiento del control biológico
(Aldana et al., 1997). Normalmente las larvas
defoliadoras son mantenidas bajo control por los
enemigos naturales, que incluyen chinches
depredadoras,
parasitoides
y
patógenos
fungosos/virales. En la ausencia de control natural,
estos insectos plaga son capaces de aumentar
rápidamente sus poblaciones, pudiendo causar severas
defoliaciones (Chung, 1996).
O. cassina posee un elevado número y
diversidad de enemigos naturales, principalmente
himenópteros parasíticos (Howard et al., 2001) que
son necesario conocer, mantener, proteger, y no
destruir con aplicaciones innecesarias de insecticidas
(Zenner y Posada, 1992). Entre ellos son importantes
reguladores de huevos Telenomus sp (Scelionidae) y
Ooencyrtus sp (Encyrtidae) (Zenner y Posada, 1992;
Mexzón y Chinchilla, 1991a). Para las larvas se
señalan a los parasitoides Apanteles sp, Horismenus
sp y Cotesia sp (Braconidae), Casinaria sp
(Icheneumonidae), Conura maculata, Conura sp,
(Chalcididae), también son afectadas por virus tipos
densovirus (Mariau 1993a) y de la poliedrosis nuclear
(Howard et al., 2001). En pupas el chalcidido
Spilochalcis nigrifrons (Zenner y Posada 1992).
Dípteros parasíticos se han registrado en pupas, tales
como Tachinidae (Mexzón et al., 1996) y
Brachymeria spp (Mexzón y Chinchilla, 1999). Entre
los depredadores de larvas y pupas se mencionan los
chinches pentatómidos, Mormidea sp, Podisus spp,
Alcaeorrhynchus grandis F y Proxys sp (Mexzón y
Chinchilla, 1999,1996, 1991a; Díaz et al., 1996;
Zenner y Posada, 1992). El hongo Beauveria sp y una
bacteria no identificada se detectaron en pupas
(Zenner y Posada, 1992).
El manejo de la vegetación asociada al cultivo
debe considerarse como un componente fundamental
del manejo integrado de O. cassina, de manera que se
estimule el mantenimiento y la ampliación paulatina
de sitios de refugio y de alimentación para las
poblaciones de enemigos naturales (Chinchilla, 2003;
Aldana et al., 1997; Syed, 1994). Ciertas malezas
herbáceas desempeñan un rol importante en la
presencia y acción de varios insectos benéficos. La
literatura demuestra que muchas de esas plantas al dar
soporte a los enemigos naturales contribuyen a la
regulación de las poblaciones de algunos insectos
592
plaga en crucíferas, leguminosas y frutales, de aquí,
su potencial en la implantación de sistemas de manejo
(Altieri y Whitcomb, 1979).Un manejo adecuado de
la flora asociada con el cultivo provee la oportunidad
del desarrollo, conforme la plantación madura, de una
multitud de hábitats y fuentes de alimentación, que
pueden ser utilizados por diversos enemigos naturales
de las plagas potenciales de los cultivos (Chinchilla,
2003).
Las formas adultas de los parasitoides se
alimentan de las secreciones de glándulas
extraflorales o del polen de las malezas y plantas
silvestres (Delvare y Genty, 1992) en donde las
hembras
obtienen
posiblemente
aminoácidos
esenciales para incrementar la fertilidad de los
huevos, tal y como se registra para otros parasitoides
de diferentes agroecosistemas (Syme, 1975). Por otra
parte, de manera general, existe correlación negativa
y significativa entre la eliminación de la cobertura
vegetal que alberga la fauna benéfica (por el uso de
herbicidas o por el incremento de la sombra) y el
incremento en el uso de insecticidas para controlar las
plagas (Hoong y Hoh, 1992).
En áreas afectadas se han introducido y
cultivado especies vegetales que presentan nectáreos
extraflorales, que les proporcionan alimentos ricos en
carbohidratos y refugio a la fauna benéfica; además,
estas plantas pueden alojar otras especies de insectos
que también son hospederos de insectos benéficos,
asegurándoles alimento y medio de subsistencia
permanente; bajo estas circunstancias, parasitoides y
depredadores mantendrán sus poblaciones a niveles
altos (Calvache, 2001; Loria et al., 2000a,b;
Argumero et al., 2000) Entre las plantas útiles a
promover están solanáceas, malváceas (Mariau,
1993a) y las leguminosas, particularmente las de
cobertura, como el kudzú tropical (Pueraria
phaseoloides Benth) en donde se alimentan larvas de
varios lepidópteros que mantienen activa una
población base de parasitoides, la cual puede
incrementarse durante la explosión de algún
defoliador, como O. cassina (Mexzón y Chinchilla
1996, 1999).
Al menos 75 especies de plantas
pertenecientes a varias familias han sido consideradas
importantes en mantener la diversidad de la
entomofauna en plantaciones comerciales de palma
aceitera (Mexzón y Chinchilla 1991b). Entre ellas
tenemos: Ageratum conyzoides L, Amaranthus
spinosus L, Baltimora recta L, Byttneria aculeata
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
(Jacq.) Jacq, Cassia reticulata (Willd) Pittier, Cassia
stenocarpoides (Standeley) Britton, Chamaesyce
gossypifolia Mills, Cissus sicyoides L, Crotalaria sp,
Geophilla repens (L.) I.M.Johnst, Melanthera aspera
(Jacq.) Rendle, Pueraria phaseoloides Benth, Scleria
melaleuca Rchb. ex Schltdl & Cham, Solanum
americanum Mill, S. jamaicense Mill, Triumfetta
semitriloba L, T. lappula Vell; y Urena sp, señaladas
por atraer abundante fauna benéfica (Mexzón y
Chinchilla 1991a,b; Mexzon 1992; Argumero et al.,
2000). Las consideradas malezas Amaranthus
spinosus y Chamaesyce gossypifolia atrajeron a
Casinaria sp; Cassia reticulata y Triumfetta
semitriloba fueron atractivas para Cotesia spp.
(Mexzón et al., 1996).
En palma aceitera existen especies vegetales
altamente efectivas para un eficiente manejo
integrado de plagas por el significativo incremento
del parasitismo natural, destacándose Sida
rhombifolia L, Cassia tora L, C. reticulata (Willd)
Pittier, Hyptis capitata Jacq, H. atrorubens Point,
Borreria laveis (Lam.) Griseb y Croton trinitatis
(Millsp); siendo esta última la planta con mejores
características
para
el
establecimiento
y
mantenimiento de parasitoides de insectos
defoliadores (Aldana et al., 1997).
Además del reconocimiento, siembra y
protección de las especies de plantas beneficiosas,
hay otras tácticas que ayudan a mantener una
población activa y abundante de parasitoides y
depredadores, como son el control de malezas en
banda, o bien evitarlo durante los periodos del año en
que normalmente ocurren los incrementos
poblacionales de insectos plaga (Chinchilla, 2003).
En infestaciones altas de insectos plaga
pueden presentarse enfermedades causadas por
hongos y virus (Chinchilla, 2003). Comúnmente se
presenta una virosis (poliedrosis nuclear) que ayuda a
regular las poblaciones de larvas, el virus también
puede aplicarse en el campo, de forma terrestre o
aérea, preparando soluciones con larvas enfermas.
Estas soluciones artesanales tienen la ventaja de ser
específicas y pueden conservarse refrigeradas por
largo tiempo y utilizarse cuando aparezcan nuevos
brotes del insecto (Mariau y Genty, 1992). También
pueden encontrarse larvas afectadas por hongos
entomopatógenicos como Beauveria sp. y Nomuraea
sp, y como en los virus, se recomienda el uso de “biopreparados” artesanales (Vera, 2000).
Entre los patentados biológicos, aquellos a
base de Bacillus thuringiensis son efectivos en contra
de larvas jóvenes de O. cassina en dosis de 1kg/ha
(Chinchilla 2003; Howard et al., 2001; Jiménez,
1980).
Varias especies de parasitoides afectando
huevos, larvas y pupas de O. cassina, fueron
identificados en la finca El Águila. Ellos, en conjunto,
pueden ayudar a reducir las poblaciones del insecto
(Rodríguez, 2006). El parasitismo más importante lo
ejerció Cotesia sp, sobre larvas del V instar, el cual
contribuyó en la reducción de la población larval.
Este parasitoide se encontró de septiembre a
diciembre de 2001 y de julio a agosto de 2002 (Figura
1); durante esos lapsos el parasitismo de larvas del V
instar siempre se mantuvo, en promedio, por encima
del 50%. Durante las liberaciones de este parasitoide
es importante considerar que la lluvia favorece el
desarrollo de sus poblaciones.
El parasitismo global de huevos fue ejercido
por Telenomus sp., Anastatus sp. y una especie no
identificada de Eulophidae (Rodríguez, 2006) . Esos
parasitoides contribuyeron con la disminución de las
poblaciones en generaciones sucesivas. Ellos
estuvieron presentes en el 2001 en los lapsos: finales
de agosto a septiembre y finales de octubre a
noviembre. En el 2002 se detectaron a finales de
enero (Figura 1). Pareciera que condiciones extremas
de alta humedad interfieren con la presencia de estos
parasitoides en el campo.
En pupas, se identificó Conura maculata
Fabricius, como segundo agente de control natural
importante responsable de la mortalidad del insecto.
Este parasitoide se detectó durante dos lapsos bien
definidos del año, de octubre a noviembre de 2001 y
en mayo de 2002. Entre mediados de octubre (semana
41) a mediados de noviembre (semana 45) se obtuvo
un parasitismo en pupas que varió entre 14,29 % y
100%, con un promedio de 66,19. Durante un lapso
bien prolongado desaparece el parasitismo; para luego
detectarse en mayo (semana 18 a la 20) durante este
periodo se registró un parasitismo de 100 %. Los
lapsos señalados coincidieron con inicio de lluvias
con precipitaciones moderadas entre 190 a 243 mm y
abundancia relativa de pupas (Rodríguez, 2006)
Finalmente, para el control biológico, es
recomendable la siembra y mantenimiento de plantas
nectaríferas, especialmente Croton trinitatis Mills y
Solanum hirsutum L, ya que en junio, se observaron
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
593
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
varios chalcididos alimentándose de ellas, de esta
manera contribuyen esas plantas a mantener la
biodiversidad del agroecosistema. Estas plantas
requieren un manejo adecuado para que no compitan
ni interfieran con el normal desarrollo del cultivo, ni
con la aplicación de prácticas agronómicas.
Control químico
El uso de insecticidas organosintéticos es la
última alternativa a la que debe recurrirse y sólo en
casos inevitables cuando la plaga rebasa las medidas
de control biológico. En lo posible, utilizar
insecticidas de acción específica (Vera, 2000; Mariau,
1993b).
Para un control químico racional en palma
aceitera, se requiere de la elección de un insecticida
selectivo, de baja toxicidad, a dosis reducida, que
ejerza las menores perturbaciones ecológicas de las
plantaciones. También es indispensable definir el
momento de la aplicación a través del seguimiento
poblacional de las plagas y de sus enemigos naturales,
mediante muestreos periódicos, los cuales permitirán
evaluar el riesgo efectivo en función de los umbrales
económicos establecidos (Vera, 2000; Mariau, 1993b;
Desmier, 1987).
Los insecticidas comúnmente recomendados
contra larvas defoliadoras en palma aceitera son:
triclorfon (Dipterex), monocrotofós (Azodrín),
carbaril (Sevín), cipermetrina (Cymbush, Ripcord),
deltametrina (Decis), fenvalerato (Sumicidin),
Baccillus thuringiensis (insecticida biológico:
Thuricide, Dipel 8 L), triflumurón (Alsystin) y
diflubenzurón (Dimilin) (Chung et al., 1996; Mexzón
et al., 1996; Mariau 1993b; Genty et al., 1978; Genty,
1978).
Cruz y Reyes (1991), señalan que los nuevos
insecticidas inhibidores de la síntesis de la quitina
(bencilúreas:
triflumurón
y
diflubenzurón)
constituyen una alternativa de reemplazo de
productos de alta toxicidad, tal y como se demostró
en el control de Euprosterna elaeasa Dyar (defoliador
de la palma aceitera); esos autores recomiendan
probarlos en otras especies defoliadoras; sin embargo,
Mariau (1993b), señala que todas las plagas son
controladas con cierto grado de eficacia por enemigos
naturales, siendo estos últimos, por lo general, muy
sensibles a la mayoría de los insecticidas de síntesis,
por lo que deben utilizarse en casos de estricta
necesidad.
594
Existen tres métodos de aplicación de
insecticidas en palma aceitera: aspersión (terrestre,
aérea), inyección por el estipe y absorción radical
(Mariau y Genty, 1992). La aspersión es el método
convencional empleado para la aplicación de
agroquímicos en viveros y plantas jóvenes, se utilizan
equipos portátiles de presión manual o de motor. Las
atomizaciones aéreas (avión o helicóptero) se realizan
en árboles de mayor edad, ya que permiten intervenir
grandes superficies en plazos muy cortos. A falta de
ellos, puede recurrirse a los termonebulizadores,
pudiéndose multiplicar los equipos y cubrir áreas
extensas; sin embargo, es imperativo utilizarlos en
ausencia total de viento, requisito que se cumple en la
mayoría de los casos en las noches (Mariau, 1993b).
En aspersiones aéreas, Salas (1992) sugiere que
cuando los ataques de O. cassina son muy fuertes
aplicar 2 Kg/ha de carbaril.
Desde la década de los 80, se emplean las
propiedades sistémicas de varios insecticidas en las
técnicas de tratamientos endoterapéuticos en
plantaciones de palma aceitera, entre ellas están la
inyección por el estipe y la absorción radical (Mariau
y Genty, 1992).
Mundialmente, la inyección de insecticidas
por el estipe ha sido eficaz en contra de numerosas
plagas (Mariau y Genty, 1992; Mariau et al., 1979);
pero su aplicación necesita un equipo relativamente
frágil y costoso. La inyección tradicionalmente
consiste en horadar con un tubo de 19 mm de
diámetro en ángulo de 40° el estipe de las palmas,
hasta una profundidad de 20 cm a 60 cm del suelo e
inyectar en esta perforación, con una pistola
dosificadora, un insecticida sistémico. La perforación
es sellada con un tapón de madera o plástico (Chung
et al., 1996; Mariau, 1993a; Mariau et al., 1979). Este
sistema se ha modificado: el diámetro del tubo se
redujo a 6 mm y la perforación a 12 cm de
profundidad, el insecticida se aplica con una jeringa y
el orificio no se tapona; esta variante, muy
generalizada, es conocida como microinyección
(Aldana 1996). Con estas inyecciones se reduce el
número de tratamientos y se controlan fácilmente
plagas barrenadoras, minadoras y defoliadoras, sus
aplicaciones dependen poco de las condiciones
climáticas y no tienen efectos negativo sobre la fauna
benéfica (Chung et al., 1996; Mariau, 1993a; Mariau
et al., 1979), pero poseen el inconveniente de que en
la herida frecuentemente se manifiesta una necrosis
de los tejidos, por ello, sugieren no reinyectar el
mismo árbol antes de los 15 ó 16 meses siguientes,
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
tampoco deben inyectarse árboles menores de 6 años,
por el riesgo sanitario que implican las perforaciones
que comprometen el futuro de la planta.
La absorción radical es una técnica sencilla,
consiste en cavar en el suelo , en el área de plateo a
80 cm del estipe y seccionar perpendicularmente a
unos 30 cm una o dos raíces primarias sanas, gruesas,
que no estén rotas, ni curvas, ni cicatrizadas, a estas
raíces se les hace un corte uniforme, y se colocan
profundamente dentro de una bolsa plástica de 12 x
15 cm (para unos 8 cm3 de emulsión) que contiene la
dosis del insecticida sistémico líquido, y se amarra la
abertura de la bolsa (Aldana, 1996). Para mejorar la
absorción del producto las raíces son mantenidas
inclinadas con un poco de tierra; normalmente la
absorción se completa entre 19 y 72 horas. Esta
técnica posee las ventajas de no causar ningún daño a
la planta, permite sucesivos tratamientos, y no afecta
directamente la fauna benéfica (Mariau, 1993a;
Mariau y Genty, 1992; Ginting y Desmier, 1987). En
plantas jóvenes, se recomienda realizar el tratamiento
mediante la técnica de absorción de insecticida por
una o varias raíces (absorción radical) (Ginting y
Desmier, 1987). Este método es especialmente
apropiado para tratar pequeños focos que no excedan
un centenar de hectáreas, ya que no debe olvidarse el
costo elevado de la operación, y así como en
plantaciones de pequeños productores (Mariau y
Genty, 1992).
Los insecticidas más adecuados para este
método son los organo-fosforados monocrotofós y
metamidofós en dosis de 7 a 14 g de ingrediente
activo por planta. Por lo general, la dosis de 7 g de
monocrotofós resulta suficiente para la mayoría de las
plagas, principalmente larvas defoliadoras (Chung et
al., 1996; Mariau y Genty, 1992). Este producto se
utilizó inicialmente para el control de la chinche de
encaje, Leptopharsa gibbicarina Froeschner, su
aplicación se adoptó como la gran solución, sin medir
los efectos secundarios y sus consecuencias,
especialmente el de notar que otros insectos eran
afectados; sin embargo, con el paso de los años, se
han tenido que incrementar la dosis, hasta 26 g, y la
frecuencia de aplicación, debido a que las especies
plaga han adquirido cierto grado de resistencia
(Aldana, 1996), acentuándose cada vez el problema
por la reducción de las poblaciones de insectos
benéficos y la conversión de las plagas secundarias en
primarias (Aldana, 1996; Hoong y Hoh, 1992).
También se han observado efectos negativos en las
poblaciones del polinizador Elaeidobius kamerunicus
Faust, motivado a que, como el producto llega a todos
los órganos de la planta, afecta a los adultos y las
larvas que se alimentan de las inflorescencias;
afortunadamente, las poblaciones son elevadas, pero
cuando el área tratada es muy grande, la polinización
se reduce drásticamente afectando la formación de
frutos y por ende la producción (Aldana, 1996).
Si por alguna eventualidad el insecto se
acerca o sobrepasa el umbral económico (7 a 10
larvas/hoja número 25 en 2 ó 4 árboles por hectárea),
lo que obligaría a la aplicación de algún insecticida,
se sugiere aplicar el biológico Bacillus thuringiensis
en dosis de 1 kg/ha para el control de larvas del I, II y
III instar, debido a sus menores daños al follaje y a la
vulnerabilidad de ellas al producto. Estas aplicaciones
potencialmente se realizarían en los lapsos mayo a
junio y agosto a septiembre (Figura 1), lapsos en
donde los mencionados instares presentan las más
altas poblaciones.
CONCLUSIÓN
Con un buen manejo agronómico del cultivo
y la aplicación de tácticas recomendadas: captura de
adultos con trampas, fortalecimiento del control
biológico mediante la siembra de flora benéficas, y la
recolección de pupas y de larvas del V instar
(prepupa) es suficiente para mantener las poblaciones
de O. cassina, por debajo del umbral económico, es
decir, lograr un manejo de plagas exitoso, y no sería
necesario el uso de ningún insecticida.
LITERATURA CITADA
Asociación Venezolana de Cultivadores de Palma
Aceitera
(ACUPALMA)-Fondo
para
la
Investigación en Palma Aceitera (FONINPAL)
2005. Control de malezas en el cultivo de la Palma
Aceitera. Material de Extensión, Monagas,
Venezuela.
Aldana, J. A. 1996. Uso de insecticidas y sistemas de
revisión de plagas en palma de aceite. 1er Curso
Internacional de Palma de aceite. Memorias.
Cenipalma, Santa Fé de Bogotá. P. 258-266.
Aldana, J. A.; H. Calvache, B. Escobar y H. Castro.
1997. Las plantas arvenses benéficas dentro de un
programa de manejo integrado de Stenoma cecropia
Meyrick, en palma de aceite. Palmas 18 (1): 11- 21.
Aldana, J. A.; J. Fajardo y H. Calvache. 1999.
Evaluación de dos diseños de trampas para la
captura de adultos de Opsiphanes cassina Felder
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
595
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
(Lepidoptera: Brassolidae) en una plantación de
palma de aceite. Palmas 20 (2): 23-29.
Altieri, M. and W. Whitcomb. 1979. The potential use
of weeds in the manipulation of beneficial insects.
HortScience 14 (1): 12-18.
Argumero, A.; J. Aldana, H. Calvache y L. Celis.
2000. Evaluación de dos especies de plantas
nectaríferas en la atracción de insectos benéficos.
Palmas 21: 201-202.
Barrios R.; A. Arteaga, A. Florentino y G. Amaya.
2003. Evaluación de sistemas de subirrigación y de
aspersión en suelos cultivados con palma aceitera.
UDO Agrícola 3 (1): 39-46.
Barrios R.; D. Molina, F. Barreto y J. Bastardo. 2001.
Sintomatología asociada a déficit hídrico en
plantaciones comerciales de palma aceitera en el
estado Monagas. Fonaiap Divulga 68: 27-29.
Calvache, H. 2001. El manejo integrado de plagas en
el agroecosistema de la palma de aceite.
Conferencia: XVII Congreso Venezolano de
Entomología “Prof. Carlos Julio Rosales”. Maturín,
Monagas, Venezuela, 5 al 8 de julio, 2001. 20 p.
Chinchilla, C. 2003. Manejo integrado de problemas
fitosanitarios en palma aceitera Elaeis guineensis en
América Central. Manejo Integrado de Plagas y
Agroecología (Costa Rica) 67: 69-82.
Díaz A.; R. Barrios y C. González. 2001. Manejo
integrado de insectos defoliadores en palma
aceitera.
FONINPAL-PALMONAGAS-INIA
Circular de Extensión, 4 p.
Díaz, A.; C. González y V. Villalba. 1996.
Identificación de insectos defoliadores y de sus
enemigos naturales en plantaciones de palma
aceitera (Elaeis guineensis Jacq.) del Estado
Monagas. In: Memorias I Encuentro Nacional de
Palmicultores. ACUPALMA, FUNDESOL, Est.
Exp. Monagas, FONAIAP. 25 p.
Diaz, A. y G.López. 1991. Controles fitosanitarios:
Malezas, plagas y enfermedades. In: El cultivo de la
palma aceitera. FONAIAP-FUNDESOL. p. 125172.
Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(FONAIAP). 1991. El cultivo de la Palma Aceitera.
Maracay Ven. Serie paquetes tecnológicos 9. 240 p.
Fondo para la Investigación en Palma Aceitera
(FONINPAL). 2001. Fertilización de la Palma
Aceitera en Producción. Circular de extensión.
FONINPAL-PALMONAGAS-INIA.
Fondo para la Investigación en Palma Aceitera
(FONINPAL). 2003. La Planificación de la cosecha
en el cultivo de palma aceitera. FONINPAL-INIAPALMONAGAS. Carta de Extensión Nº 5.
Chung, C.; S. Sim, K. Hon y K. Ramli. 1996. Sistema
de inspección y vigilancia para el manejo integrado
de los gusanos comedores de follaje en palma de
aceite. Palmas 17 (4): 51-57.
Genty, P. H. 1978. Morfología y biología de un
defoliador de la palma africana en América latina:
Stenoma cecropia Meyrick. Oléagineux 33 (8-9):
421-427.
Clavijo, S. 1993. Fundamentos de manejo de plagas.
Caracas: Universidad Central de Venezuela, CDCH.
205 p.
Genty, P. H.; R. Desmier de Chenon y J. R. Morin.
1978. Las plagas de la palma aceitera en América
Latina. Oléagineux 33 (7): 326-420.
Cruz, M. A. y R. A. Reyes. 1991. Primeros resultados
en el control de Euprosterna elaeasa Dyar
defoliador de palma africana Elaeis guineensis Jacq.
con triflumuron y teflubenzuron inhibidores de
síntesis de quitina. Oléagineux 46 (4): 141-143.
Ginting, U. C. et R. Desmier de Chenon. 1987.
Utilisation de la technique d´absorption racinaire
d´insecticides systémiques pour une protection á
long terme des cocotiers et autres cultures
industrielles. Oléagineux 42 (2): 63-73.
Delvare, G. y P. H. Genty. 1992. Interés de las plantas
atractivas para la fauna auxiliar de las plantaciones
de palma en América tropical. Palmas 13 (1): 22-33.
Hoong, H. W. and K. Y. Hoh Crystopher. 1992.
Major pests of oil palm in Sabah. The Planter
(Malaysia) 68 (793): 193-210.
Desmier de Chenon, R. 1987. Rational protection of
coconut and oil palm in Indonesia. Oléaginaeux 42
(6): 224-231.
Howard, F.; D. Moore, R. Giblin Davis and R. Abad.
2001. Insects on palms. CABI. 400 p.
596
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
Jiménez, O. D. 1980. Problemas entomológicos en
cultivos de oleaginosas. Encuentro Tecnológico
sobre Cultivos Productores de Aceite y Grasas
Comestibles (Compendio 35). Bogotá: Instituto
Colombiano Agropecuario (ICA). 345 p.
Mexzón, R. and C. Chinchilla. 1991a. An inventory
of the oil palm pests and their natural enemies in
Central America. Palm Oil Research Institute of
Malaysia (Porim) Palm Oil Conference Agriculture.
P. 443-450.
Loria, R.; C. Chinchilla, J. Domínguez y R. Mexzon.
2000a. Una trampa sencilla y efectiva para capturar
los adultos de Opsiphanes cassina F. (Lepidoptera,
Nymphalidae) en palma aceitera. In: Memorias, 2do
Conggreso Latinoamericano de Palma Aceitera. p.
106-112.
Mexzón, R. y C. Chinchilla. 1991b. Entomofauna
perjudicial, enemigos naturales y malezas útiles en
palma aceitera en América Central. Manejo
Integrado de Plagas (Costa Rica) 20/21: 1-7.
Loria, R.; C. Chinchilla, J. Domínguez and R.
Mexzon. 2000b. An effective trap to capture adults
of
Opsiphanes
cassina
F.
(Lepidoptera,
Nymphalidae) and observations on the behavior of
the pest in oil palm. ASD Oil Palm Papers 21: 1-8.
Mariau, D. 1993a. Integrated control in palm
plantations: Results. Oléagineux 48 (7): 309-318.
Mariau, D. 1993b. Insecticidas recomendados para
luchar contra las plagas de la palma aceitera y del
cocotero. Oléagineux 48 (12): 533-535.
Mariau, D.y P. H. Genty. 1992. Método de lucha por
absorción radicular contra las plagas de la palma
aceitera y del cocotero. Oléagineux 17(4): 197-199.
Mariau, D.; R. Philippe et J. P. Morin. 1979. Methode
de lutte contre Coelaenomenodera (Coleoptera:
Hispidae) par injection D´insecticides systémiques
dans le stipe du palmier á huile. Oléagineux 34 (2):
51-58.
Mexzón, R. 1992. Insectos visitantes de malezas.
Manejo y conservación de la vegetación para
incrementar los enemigos naturales de plagas de la
palma aceitera. In: 1er Congreso Centroamericano de
Entomología y Combate Natural de Plagas, Costa
Rica. 14 p.
Mexzón, R. and C. Chinchilla. 1999. Plant species
attractive to beneficial entomofauna in oil palm
plantations in Costa Rica. ASD Oil Palm Papers
(Costa Rica) 19.
Mexzón, R. and C. Chinchilla. 1996. Natural enemies
of harmful arthropods in oil palm (Elaeis guineensis
Jacq.) in Tropical America. ASD Oil Palm Papers
13: 9-33.
Mexzón, R.; C. Chinchilla y D. Salamanca. 1996.
Biología de Sibine megasomoides Walker
(Lepidoptera: Limacodidae): Observaciones de la
plaga en Costa Rica. ASD Oil Palm Papers Nº 12.
10 p.
Motta, D. 1999. Influencia de la defoliación sobre el
desempeño fisiológico y productivo de la palma de
aceite (Elaeis guineensis Jacq.). Ceniavances 62: 13.
Rodríguez.; G.; R. Silva Acuña, R. Cásares, A, Díaz y
R. Barrios Maestre. 2011. Metodología para
muestrear las fases inmaduras del defoliador
Opsiphanes cassina Felder (1862) (Lepidoptera:
Nymphalidae) en palma aceitera. Revista UDO
Agrícola 11 (1): 55-59.
Rodríguez., G.; R. Silva Acuña, R. Barrios Maestre,
A. Díaz, R. Cásares, E. González y E. Milano. 2009.
Evaluación de atrayentes orgánicos para la captura
de adultos de Opsiphanes cassina Felder, defoliador
de la palma aceitera. Agronomia Trop. 59 (2): 173182.
Rodríguez Gonzalez, G.: R. Silva Acuña, R. Cásares
Moizant y A. Díaz Quintana. 2006. Fluctuación
poblacional de adultos de Opsiphanes cassina
Felder (Lepidoptera: Nymphalidae) en plantaciones
de palma aceitera, Elaeis guineensis Jacq., en el
estado Monagas, Venezuela. Entomotrópica 21 (1):
41-52.
Rodríguez, G.; A. Díaz, R. Barrios, L. Vásquez y C.
González. 2007. Manejo de brotes del gusano
cabrito en plantaciones de palma aceitera. Revista
Digital CENIAP HOY No 14. 8 p.
Rodríguez, G. 2006. Biología, fluctuación poblacional
y estrategias de control de Opsiphanes cassina
Felder, defoliador de la palma aceitera, Elaeis
guinnensis Jacq., en el estado Monagas, Venezuela.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
597
Rodríguez González et al. Tecnología agronómica de la palma aceitera y manejo integrado de Opsiphanes cassina
[Tesis Doctoral]. Maracay (Venezuela): Universidad
Central de Venezuela. 134 p.
Rojas, M. y J. Morales. 2002. Manejo de la cosecha
de la Palma Aceitera (Elaeis guineensis). In: II
Curso internacional sobre “Manejo Agronómico de
la Palma Aceitera”. Maracaibo, Zulia, Venezuela, 8
al 11 octubre, 2002. sp.
Salas, R. 1992. Palma aceitera africana. Caracas:
Universidad Central de Venezuela, CDCH. 179 p.
Salazar J.; C. Lárez, R. Barrios y G. Amaya. 2005. El
riego de la palma aceitera en el Estado Monagas.
ACUPALMA, FONINPAL. Material de extensión.
4 p.
Syed, D. 1994. Estudio del manejo de plagas en
palma de aceite en Colombia. Palmas 15 (2): 55-68.
598
Syme, P. D. 1975. The effects of flowers on the
longevity and fecundity of two native parasites of
the European pine shoot moth in Ontario. Environ.
Entomol. 4: 337-340.
Vera, J. 2000. Avances preliminares sobre el
establecimiento de un programa de manejo
integrado de plagas en Palmas del Espino S.A. Perú.
Palmas 21: 227-233.
Wood, B.; R. Corley and K. Goh. 1973. Studies on
effect of pest damage on oil palm yield. In: R.
Wastie and D. Earp (Eds.). Advances in oil palm
cultivation. Incorporated Society of planters, Kuala
Lumpur. p. 360 -377.
Zenner de Polania, I. y F. Posada. 1992. Manejo de
insectos, plagas y benéficos de la palma africana.
Bogotá: Instituto Colombiano Agropecuario (ICA),
Manual de Asistencia Técnica 54. 124 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 584-598. 2012
Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae (Heid.) (Hemiptera:
Tingidae) en aguacate (Persea americana Mill.)
Effectiveness of entomopathogenic fungi in the management of Pseudacysta perseae (Heid.) (Hemiptera:
Tingidae) in avocado (Persea americana Mill.)
Lilián MORALES ROMERO 1
1
, Horacio GRILLO RAVELO 2, Nilo MAZA ESTRADA 1 y
Ricardo GRAU 3
Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT), Apartado 6, Santo Domingo, C. P. 53 000, Villa
Clara, Cuba; 2Centro de Investigaciones Agropecuarias (CIAP), Universidad Central de Las Villas. Carretera
Camajuaní Km 6 ½. Santa Clara, Villa Clara, Cuba y 3Centro de Estudios de Informática, Universidad Central
de Las Villas, Cuba. E-mails: [email protected], [email protected], [email protected] y [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 28/03/2012
Fin de segundo arbitraje: 10/07/2012
Fin de primer arbitraje: 15/05/2012
Segunda revisión recibida: 15/07/2012
Primera revisión recibida: 22/06/2012
Aceptado: 20/07/2012
RESUMEN
La chinche de encaje del aguacatero Pseudacysta perseae (Heid.) constituye la plaga de mayor importancia en plantaciones
de aguacateros en Cuba. El objetivo del trabajo fue evaluar la efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de la
plaga en condiciones de plantaciones de aguacateros. Se demostró que aplicaciones de Beauveria bassiana (Bals.) Bull.,
Metarhizium anisopliae (Metsch.) Sorok., y Lecanicillium (=Verticillium) lecanii (Zimm.) Zare & Gams (4 l/árbol y 4x1011
conidios/árbol) en condiciones de campo brindaron protección 92 días después de aplicado (dda) en más de 70% de
efectividad biológica. La efectividad biológica de las aplicaciones se manifestó de forma ascendente entre los 16 y los 30
dda. A los 30 días dda todos los tratamientos mostraron efectividad biológica superiores a 90%. Las poblaciones de adultos
y ninfas de la chinche fueron menores en los árboles tratados con hongos entomopatógenos respecto a las del Testigo. La
susceptibilidad de poblaciones de P. perseae a los hongos entomopatógenos, brinda pautas para la posible implantación de
una estrategia ecológica para el control de la chinche.
Palabras Claves: Chinche de encaje del aguacatero, hongos entomopatógenos, control biológico.
ABSTRACT
The avocado lace bug Pseudacysta perseae (Heid.) constitutes the most important pest in avocado plantations in Cuba. The
objective of this paper was to evaluate the entomopathogenic fungi effectiveness in the pest management of avocado
plantations. Applications of Beauveria bassiana (Bals.) Bull., Metarhizium anisopliae (Metsch.) Sorok., and Lecanicillium
(= Verticillium) lecanii (Zimm.) Zare & Gams (4 l/tree and conidia 4x1011/tree) in field conditions provided protection 92
days after application (DAA) in more than 70% of biological effectiveness. The biological application effectiveness was
shown in ascending way between 16 and 30 DAA. At 30 dda, all treatments showed a biological efficacy exceeding 90%.
The adult populations and lace bug nymphs were lower in trees treated with entomopathogenic fungi in relation to the
control. The susceptibility of P. perseae populations to entomopathogenic fungi provides guidelines for the possible
implementation of an ecological strategy to control the lace bug.
Key words: avocado lace bugs, management, biological control
INTRODUCCIÓN
El aguacate, Persea americana Mill., cuya
sinonimia más conocida es Persea gratissima Gaertn.,
constituye una especie valiosa como fruta dentro de
su género (Cañizares, 1974). Catalogada por Peña et
al. (1996) como el “Rey de los frutos”, pues de las
frutas conocidas es la que posee más elementos
nutritivos, tales como glúcidos, vitaminas, minerales,
además de tener un agradable sabor. Como todos los
cultivos tropicales, los aguacateros son susceptibles al
ataque de un número considerable de insectos y otros
animales que se alimentan en los diversos órganos de
las plantas de las especies hortícolas del género
Persea. (Peña et al., 1996). La aplicación de
prácticas de sanidad del cultivo es importante, ya que
generalmente los ataques por insectos, ácaros y
hongos, inciden en todas las etapas de la vida del
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
599
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
árbol, como son: crecimiento, desarrollo y
producción, con una mayor repercusión de los daños
en la madurez fisiológica de los frutos (Rodríguez,
1987; Peña et al., 1996). En 1996, se diagnosticó por
primera vez en Cuba la presencia de P. perseae
(Almaguel et al., 1997).
El Instructivo Técnico del Cultivo en Cuba
cita a P. perseae, Oiketicus kirbyi Guild,
Paratetranychus yothersi Mc.G, Apate monachus
(F.), Trialeurodes floridensis (Quaint.), Pachnaeus
litus (Germ.), y Neotermes castaneus (Znyder) como
las principales plagas que afectan el cultivo (IIFT,
2011).
Durante casi un siglo P. perseae estuvo
limitada en su distribución fundamentalmente a la
península de La Florida y México, donde se catalogó
como plaga de menor importancia en las plantaciones
de aguacateros. Hasta el momento se señala la
presencia de P. perseae en el sur de Estados Unidos y
México (Brailovsky y Torre, 1986), Bermuda (Henry
y Hiburn, 1990), Puerto Rico (Medina-Gaud et al.,
1991), República Dominicana (Abud Antun, 1991),
Venezuela (Sandoval y Cermeli, 2005), Guyana
Francesa (Streito & Morival, 2006) y en Guadalupe y
Martinica (Étienne, & Streito, 2008).
Morales (2005) señala que los daños
ocasionados por la chinche se describen como
evidentes signos de decoloración por el haz y el envés
de la hoja, los que coinciden con la ubicación de la
colonia, que se incrementan, formando áreas de
formas irregulares, necróticas, de color pardo, castaño
claro. El tamaño de estas lesiones es muy variable, es
frecuente encontrar varias en una sola hoja, las cuales
llegan a unirse y se forman manchas que cubren casi
toda la superficie de la hoja, disminuyendo
notablemente el área útil para la actividad
fotosintética. Las hojas maduras de aguacateros son
preferidas por las chinches para su alimentación, por
lo que la infección se produce desde los planos
inferiores del follaje, avanzando hacia planos
superiores. En plantas severamente atacadas, se
observa la caída masiva de las hojas.
MINAGRI (1999), reporta 100% de
distribución de la plaga en Provincia La Habana,
donde el 37% de las áreas presentó ataques intensos,
y niveles más bajos en Alquízar, Güira de Melena, y
otros territorios de la provincia. Almaguel et al.
(1999) revelan que durante 1996 se produjeron
severas afectaciones en los rendimientos, indicadas
600
por algunos productores como superiores al 50% con
respecto a cosechas normales. Morales (2005) refiere
que en la región de Villa Clara, esta chinche completa
11,27 generaciones al año, con el mayor número de
ellas entre mayo y septiembre, lo que coincide con la
época de cuajado y desarrollo acelerado de los frutos
de aguacate.
Morales y Grillo (2004) señalan que P.
perseae se ha convertido en la plaga de mayor
importancia económica, a tal punto que se puede
afirmar que no es posible encontrar un aguacatero que
no presente daños por la misma.
Morales (2005), realizó aportes significativos
al conocimiento de esta plaga acerca de la biología,
morfología, ecología, daños y enemigos naturales,
dados a conocer por primera vez en Cuba e instituye
aspectos importantes para su manejo, de valor para
establecer las estrategias y tácticas de defensa
fitosanitaria. La autora establece aspectos positivos
para el manejo de poblaciones de la chinche mediante
el empleo de hongos entomopatógenos, manifestando
que el hecho de que esas poblaciones se encuentren
establecidas invariablemente en el envés de las hojas
de los aguacateros, facilita en extremo que las
aplicaciones de agentes de control pueda realizarse de
abajo hacia arriba, cubriendo fácilmente esta cara de
las hojas, al tiempo que el producto queda protegido
de la acción degradante de la luz solar y el agua de
lluvia, y se logra así una mayor persistencia de los
propágulos en la zona en que se desarrolla la plaga.
Otro aspecto positivo según Morales (2005),
lo constituye el hecho que los hongos
entomopatógenos evaluados encuentran sustrato
apropiado en las excretas depositadas por la chinche,
desarrollándose y esporulando con abundancia, lo que
hace posible que las aplicaciones en campo de estos
hongos pueden encontrar en dicho material un soporte
apropiado para mantener sus poblaciones.
Los resultados de susceptibilidad de
poblaciones de P. perseae a los hongos
entomopatógenos, brindan pautas para la posible
implantación de una estrategia ecológica para el
control de la chinche, reportando en gran medida
ventajas de carácter ecológico, económico y de
protección a la salud humana, y más aún tratándose
de un cultivo cuya producción está concentrada
fundamentalmente en estructuras que conforman el
sector privado (fincas, arboledas, patios, etc.) donde
el desconocimiento y empleo de químicos sería de un
alto riesgo para personas y animales.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
El objetivo del presente trabajo es Evaluar la
efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo
de poblaciones de la chinche en plantaciones de
aguacateros, constituye el objetivo del presente
trabajo. Los aportes en ese campo constituirán un
punto de partida para seguir con la tarea de sentar
bases sólidas y encontrar una salida ecológica
concreta a este problema fitosanitario en favor de la
agricultura sostenible.
entomopatógenos se realizó el mismo día que se hizo
el primer conteo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Lecanicillium lecanii: Cepa aislada de adultos
de P. perseae parasitados en la Finca “Mádam”,
Jovellanos. Matanzas. (2,56 x 108 conidios/gramo) y
Viabilidad 96%. Para el caso donde se emplearon
cepas aisladas de adultos parasitados, el aislamiento e
identificación de la cepa se realizó en el laboratorio
de Taxonomía del CIAP y fue corroborado en el
laboratorio Provincial de Sanidad Vegetal
El experimento comenzó en marzo de 2010,
en la finca de un productor privado perteneciente a la
Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) El
Vaquerito, ubicada en Carretera a Camajuaní Km 2,
cercana a la ciudad de Santa Clara en la provincia de
Villa Clara, Cuba.
Se establecieron cuatro tratamientos:
Beauveria bassiana (Bals.) Bull. (Bb); Metarhizium
anisopliae (Metsch.) Sorok. (Ma), y Lecanicillium
(=Verticillium) lecanii (Zimm.) Zare & Gams (Ll) y
Testigo (T). Cada tratamiento estuvo representado por
12 árboles distribuidos completamente al azar.
Los árboles, procedentes de posturas
injertadas en vivero, se encontraban al inicio de la
etapa productiva, con 4 a 6 m de altura, de cuatro
años de edad, con un marco de plantación de 8 X 10
m, sobre un suelo pardo con carbonato, sin sistema de
riego. Las evaluaciones consistieron en tomar seis
hojas por cada árbol, la toma de las mismas se realizó
al azar y homogéneamente distribuidas en todo el
árbol. Las hojas se colocaron en bolsas de papel se
trasladaron al Laboratorio de Taxonomía del Centro
de Investigaciones Agropecuarias (CIAP) y con
ayuda de un microscopio estereoscópico se
inspeccionaba el envés de las mismas y se evaluaban
los siguientes parámetros: Total de adultos (A)/hoja,
total de ninfas (N)/hoja, total de adultos + ninfas
(A+N)/hoja, promedio de A+N/hoja, porcentaje de A
con respecto a A+N, porcentaje de N con respecto a
A+N, y relación N:A.
Se realizaron un total de 17 muestreos, desde
marzo de 2010 hasta febrero de 2011, después de
haber realizado la cosecha de los frutos, comenzado la
etapa de floración. Los mismos se realizaron con
frecuencia quincenal hasta el mes de septiembre, a
partir de esa fecha se realizaron con frecuencia
mensual.
La
aplicación
de
los
hongos
Hongos: los biopreparados procedían de:
Beauveria bassiana: Cepa aislada de adultos
de P. perseae parasitados en la Finca “Mádam”,
Jovellanos. Matanzas (7,4 x 108 conidios/gramo) y
Viabilidad 94%).
Metarhizium anisopliae: Producto comercial
procedente del CREE MINAG. San Diego. Municipio
Cifuentes. (Cepa LMa – 11), (2,54 x 106
conidios/gramo) y Viabilidad 96%.
Para las aplicaciones, a partir de estos
productos se prepararon suspensiones acuosas a una
concentración de 107 conidios/ml y se adicionó 0,5%
de producto tensoactivo (Tween 80). Para determinar
con certeza la efectividad de cada agente de control se
utilizó una asperjadora para cada especie de hongo
entomopatógeno empleado, del tipo
Asperjadora
Manual Solo 425 – 475 Kleinmotoren GMBH.
Alemania, con capacidad de 15 litros de modo que se
lograra una buena cobertura del envés de las hojas, a
razón de 4 l/árbol de solución final, resultando así 4 x
1011 conidios/árbol. A los doce árboles
correspondientes al tratamiento Testigo (T) se le
aplicó solamente agua + tensoactivo. La aplicación
para el caso de todos los tratamientos se realizó en
horas de la tarde, cuando estaba declinando el sol.
La efectividad biológica (ET), se determinó
sobre la base de la reducción de las poblaciones,
siguiendo el modelo que se basa en el nivel de la
población de la plaga en el campo antes y después de
la aplicación de hongos entomopatógenos, y además
se tomó como referencia los árboles correspondientes
al Testigo. La ET fue calculada por la Fórmula
Henderson-Tilton (1955). Para la selección de dicha
fórmula se tuvieron en cuenta dos factores:
evaluación de individuos vivos y poblaciones no
uniformes, entendiéndose por esto cuando las
poblaciones en el testigo varían.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
601
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
 n en Co antes del tratamiento x n en T después del tratamiento 
ET(%) = 1 - 
 x 100
 n en Co después del tratamiento x n en T antes del tratamiento 
Donde:
n = población de insectos (A+N),
T = Tratamiento
Co = Testigo
La evaluación referida a cantidad de insectos
(A/hoja; N/hojas y A +N/hoja) y el cálculo del
porcentaje (%) de la (ET) se realizó 15 días después
de la aplicación (dda).
Las variables climáticas: precipitación,
temperaturas máxima, mínima y media; y humedad
relativa, se tomaron de la Estación Meteorológica
Automatizada THIES Clima (Alemania), ubicada en
la Estación Experimental Agrícola “Álvaro Barba
Machado” de Universidad Central de Las Villas
(UCLA), situada a dos km de la plantación de
aguacateros en estudio.
Los datos computados en todos los muestreos
fueron analizados estadísticamente mediante un test
Chi – cuadrado. Para el caso de comparación de A+N
entre tratamientos se utilizó un análisis de varianza no
paramétrico de Kruskal – Wallis. El cálculo de la
significación se hizo también con ayuda de técnicas
de simulación de Monte Carlo.
Se correlacionaron las poblaciones de A+N y
las efectividades biológicas de la aplicación de
hongos entomopatógenos con las variables climáticas:
promedio de temperatura máxima, media y mínima,
humedad relativa y lluvia acumulada 15 días antes de
la fecha en que se realizaron los conteos o
evaluaciones, se tuvieron en cuenta las correlaciones
no paramétricas según el coeficiente de Tau b de
Kendall. Todo el procesamiento estadístico fue
realizado en el Centro de Estudios de Informática de
la Universidad Central de las Villas con ayuda del
paquete SPSS (Statistical Package for the Social
Sciences) Versión 15.0.1 para Windows.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Las poblaciones de adultos más ninfas (A+N),
no mostraron diferencias estadísticas significativas
entre tratamientos en el primer y segundo conteo
(Cuadro 1), aunque en el primer conteo las
poblaciones en los árboles del tratamiento
correspondiente a Bb fueron ligeramente superiores al
resto de los tratamientos, los cuales se distribuyeron
así: Bb > Ll > Ma > T. En los conteos 3, 4, y 5 (30,
46, y 61 dda respectivamente), las poblaciones (A+N)
fueron menores en los árboles de los tratamientos con
hongos entomopatógenos respecto a las del T, con
diferencias estadísticas altamente significativas. No
Cuadro 1. Número de total de adultos + ninfas entre los cuatro tratamientos utilizando un análisis de varianza no
paramétrico de Kruskal Wallis en aguacate (Persea americana Mill.) en Santa Clara, Villa Clara, Cuba.
Conteos
dda †
Trat.
Bb
Ll
Ma
Testigo
Sig.
Conteos
dda
Trat.
Bb
Ll
Ma
Testigo
Sig.
1
0
2
16
3
30
9
123
31,33 a
25,79 a
20,08 a
20,79 a
0,166
10
140
24,12 a
20,42 a
24,54 a
28,92 a
0,493
11
155
20,75 b
19,58 b
22,38 b
35,29 a
0,003
12
185
24,29 ab
22,04 b
17,54 b
34,13 a
0,002
24,04 b
21,08 b
16,54 c
36,33 a
0,002
24,92 b
24,25 b
12,46 c
36,38 a
0,000
28,54 a
21,54 b
15,67 c
32,25 a
0,001
4
5
46
61
Medias de rango
22,17 b
21,96 b
22,38 b
25,71 b
21,04 b
18,71 b
32,42 a
31,63 a
0,004
0,005
13
14
199
228
Medias de rango
28,75 ab
27,25 a
22,92 b
21,54 b
15,83 c
16,71 b
30,50 a
32,50 a
0,004
0,002
6
77
7
92
8
107
20,88 b
27,63 a
16,00 b
33,50 a
0,008
15
260
22.96 b
25,25 b
17,13 b
32,67 a
0,004
16
292
25,38 ab
23,29 b
18,63 b
30,71 a
0,182
17
324
24,67 a
25,08 a
24,63 a
23,63 a
0,997
26,63 a
25,04 a
25,83 a
20,50 a
0,717
21,71 a
26,50 a
21,00 a
22,50 a
0,457
† dda: Días después aplicado; Trat: Tratamientos; Sig: Significación; Bb: Beauveria bassiana (Bals.) Bull; Ma:
Metarhizium anisopliae (Metsch.) Sorok. (Ma) y Ll: Lecanicillium (=Verticillium) lecanii (Zimm.).
Letras diferentes dentro de un mismo conteo (columnas) indican promedios estadísticamente diferentes (p ≤ 0,05).
602
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
hubo diferencias estadísticas (p < 0,05) entre los
tratamientos Bb, Ll, y Ma. A partir del conteo 6 y
hasta el 14 (77 a 228 dda), las poblaciones en los
árboles de los tratamientos con hongos
entomopatógenos fueron inferiores numéricamente a
los del Testigo, con significación estadística variable
(Cuadro 1). En los conteos 15 y 16 (260 a 292 dda),
las poblaciones en los árboles del Testigo fueron
inferiores numéricamente a las poblaciones de los
árboles tratados. Esta condición se debió al hecho de
que las hojas de los árboles del tratamiento Testigo
habían experimentado una mayor cantidad de daño
que la del resto de los tratamientos y a partir del
conteo 15 estos árboles comenzaron a defoliarse
rápidamente, disminuyendo con ello las poblaciones
de la plaga.
En la Figura 1 se muestran las interacciones
bióticas y abióticas, reflejando en un gráfico anual las
principales variantes del clima (humedad relativa,
temperatura y precipitaciones), efectividades técnicas
y poblaciones del insecto, así como las diferentes
fases fenológicas del cultivo. En la Figura 1 se
observa que la ETse manifestó de forma ascendente
entre 16 y 30 dda. En un análisis de la relación cultivo
- plaga - clima, se observa como las poblaciones (A +
N) de la chinche en los árboles sometidos a
tratamientos con hongos entomopatógenos fueron
inferiores a las del Testigo bajo esas condiciones. En
la literatura internacional consultada no hay
referencia del control microbiológico de P. perseae.
La ET del tratamiento Bb fue superior
(62,6%) a la ET de Ll (54%) y Ma (61%) a los 16
dda. A los 30 días dda todos los tratamientos
mostraron ET superiores a 90%. Los mayores valores
se mostraron a los 46 dda para el caso de Bb (97,8%)
y Ma (94%). La ET del tratamiento Ll exhibió su
expresión más alta a los 30dda. La ET de Bb y Ma
comenzaron a disminuir a los 77 dda, el tratamiento
Ll a partir de los 61 dda, aunque hasta los 92 dda
todas las ET mostraban valores superiores al 70%.
Según Vázquez (2003) cuando la efectividad
técnica en campo oscila entre 60-70 % los resultados
son aceptables, sobre todo para los hongos
entomopatógenos, los cuales pueden causar
epizootias, si las condiciones ambientales son óptimas
y que efectividades mayores son indicios de
preparado, con alta virulencia.
La aplicación de los entomopatógenos brindó
protección 92 dda con más de 70% de efectividad
técnica, coincidiendo con la fase fenológica de
cuajado y desarrollo acelerado de los frutos, en la cual
la superficie foliar constituye un factor condicionante
del desarrollo del frutal, existiendo una relación entre
número de hojas y calidad y cantidad de frutos por
planta. Rodríguez (1987) señala que el desarrollo de
la baya del aguacate y de los frutos en general está en
función de la división celular, engrosamiento y
maduración, de allí la importancia del factor cantidad
de hojas o superficie foliar, debido a que las hojas son
las productoras de las sustancias hidrocarbonadas por
medio de la fotosíntesis; estas sustancias serán
trasladadas al fruto en la fase de engrosamiento. Esta
alimentación, según el autor, dependerá del nivel
fotosintético determinado por el número de hojas, que
condiciona el volumen y cualidades del fruto.
Las poblaciones de (A+N) aumentaron
notablemente a partir de los 140 dda (Conteo 10),
cuando las efectividades técnicas de Bb, Ll y Ma eran
de 75%, 60% y 65% respectivamente. Almaguel et al.
(1999) refieren a dimetoato 38CE a 0,04% i.a. como
el mejor control de la chinche en plantaciones de
fomento de un año, seguido por aplicaciones de B.
bassiana a 100 g/l (108 UfC/ml). Los autores
manifiestan que con una sola aplicación de este
entomopatógeno, a los 30 días, se obtuvo una
reducción considerable de la infestación.
En los conteos poblacionales de P. perseae se
detectó; frecuentemente, la presencia de los hongos
entomopatógenos aplicados desarrollándose sobre las
excretas de P. perseae, aunque este aspecto no se
analizó estadísticamente, este resultado, corrobora lo
expresado por Morales (2005) quien indica que los
hongos entomopatógenos B. bassiana y M.
anisopliae, inoculados sobre las excretas se
desarrollaron perfectamente, esporulando con
abundancia. Las excretas de la chinche depositadas en
las puestas pueden servir de sustrato apropiado para
que los hongos entomopatógenos desarrollen sus
colonias en condiciones de campo, la autora refiere
además que las excretas de P. perseae contienen dos
fracciones correspondientes ambas a carbohidratos y
contenidos de Mg y Ca (0,505 y 0,403%
respectivamente) entre otros elementos (Fe, Cu, Zn, K
y Na), que muestran acción estimulante sobre el
desarrollo de los microorganismos.
En los Cuadros 2, 3 y 4 se expresan las
correlaciones tiempo (en días), temperatura máxima,
temperatura media, temperatura mínima, humedad
relativa, lluvia acumulada y ET de las aplicaciones de
Bb, Ll y Ma en el período de 0 a 140 dda (conteo 110), según Coeficientes Tau - b de Kendall.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
603
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
Figura 1. Interacciones bióticas y abióticas de la humedad relativa, temperatura, precipitación y las diferentes fases
fenológicas del cultivo de aguacate (Persea americana Mill.) en Santa Clara, Villa Clara, Cuba. A. Total de
adultos/hoja; N: Total de ninfas/hoja; Bb: Beauveria bassiana (Bals.) Bull; Ma: Metarhizium anisopliae
(Metsch.) Sorok. (Ma) y Ll: Lecanicillium (=Verticillium) lecanii (Zimm.).
604
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
La ET y la humedad relativa correlacionaron
positiva y significativamente (p < 0,05) es decir, que
cuando la humedad relativa aumenta, la efectividad
del tratamiento se ve favorecida. Además, se
refleja una correlación negativa y significativa para p
< 0,01 entre la ET y (A +N). Cuando la ET
Cuadro 2. Correlaciones entre el tiempo (en días), temperatura máxima, temperatura media, temperatura mínima, humedad
relativa, lluvia acumulada, total de adultos + ninfas y efectividad biológica, en el tratamiento Beauveria
bassiana , mostrándose los coeficientes no parámetricos según Tau b de Kendall.
†
Tiempo
(días)
Temperatura
máxima (ºC)
Temperatura
media (ºC)
Temperatura
mínima (ºC)
Humedad
Relativa (%)
Lluvia
acumulada
Total adultos
+ ninfas
Efectividad
Técnica
Tiempo
(días)
CC
1,000
Sig.
CC 0,629*
Sig. 0,012
CC 0,689**
Sig. 0,006
CC 0,600*
Sig. 0,016
CC 0,539*
Sig. 0,031
CC
0,156
Sig. 0,531
CC -0,366
Sig. 0,173
CC
0,467
Sig. 0,060
Temp.
máxima
0,629*
0,012
1,000
0,854**
0,001
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,180
0,472
-0,171
0,527
0,449
0,072
Temp.
media
689**
0,006
0,854**
0,001
1,000
0,644**
0,009
0,584**
0,020
0,022
0,929
0,511*
0,040
-0,310
0,249
Temp.
Mínima
0,600*
0,016
0,539*
0,031
0,644**
0,009
1,000
0,674**
0,007
0,289
0,245
-0,197
0,463
0,422
0,089
Humedad
relativa
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,584**
0,020
0,674**
0,007
1,000
0,449
0,072
0,360
0,151
0,607*
0,016
Lluvia
Acumu.
0,156
0,531
0,180
0,472
0,022
0,929
0,289
0,245
0,449
0,072
1,000
0,254
0,345
-0,022
0,929
Adultos
+Ninfas
-0,366
0,173
-0,171
0,527
0,511*
0,040
-0,197
0,463
0,360
0,151
0,254
0,345
1,000
-,704**
0,009
Efectiv.
técnica
0,467
0,060
0,449
0,072
-0,310
0,249
0,422
0,089
0,607*
0,016
-0,022
0,929
-0,704**
0,009
1,000
† CC: Coeficiente de correlación y Sig. Significación
** Correlación significativa para p < 0,01 y * Correlación significativa para p < 0,05
Cuadro 3. Correlaciones entre el tiempo (en días), temperatura máxima, temperatura media, temperatura mínima, humedad
relativa, lluvia acumulada, total de adultos + ninfas y efectividad biológica, en el tratamiento Lecanicillium
(=Verticillium) lecanii, mostrándose los coeficientes no parámetricos según Tau b de Kendall.
†
Tiempo
(días)
Temperatura
máxima (ºC)
Temperatura
media (ºC)
Temperatura
mínima (ºC)
Humedad
Relativa (%)
Lluvia
acumulada
Total adultos
+ ninfas
Efectividad
Técnica
Tiempo
(días)
CC
1,000
Sig.
CC 0,629*
Sig. 0,012
CC 0,689**
Sig. 0,006
CC 0,600*
Sig. 0,016
CC 0,539*
Sig. 0,031
CC
0,556
Sig. 0,531
CC 0,733**
Sig. 0,003
CC -0,535*
Sig. 0,046
Temp.
máxima
0,629*
0,012
1,000
0,854**
0,001
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,180
0,472
0,629*
0,012
-0,229
0,399
Temp.
media
0,689**
0,006
0,854**
0,001
1,000
0,644*
0,009
0,584*
0,020
0,022
0,929
0,689**
0,006
-0,366
0,173
Temp.
Mínima
0,600*
0,016
0,539*
0,031
0,644*
0,009
1,000
0,674**
0,007
0,289
0,245
0,689**
0,006
-0,366
0,173
Humedad
relativa
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,584*
0,020
0,674**
0,007
1,000
0,449
0,072
0,629*
0,012
-0,229
0,399
Lluvia
Acumu.
0,556
0,531
0,180
0,472
0,022
0,929
0,289
0,245
0,449
0,072
1,000
0,244
0,325
0,085
0,753
Adultos
+Ninfas
0,733**
0,003
0,629*
0,012
0,689**
0,006
0,689**
0,006
0,629*
0,012
0,244
0,325
1,000
-0,648*
0,016
Efectiv.
técnica
-0,535*
0,046
-0,229
0,399
-0,366
0,173
-0,366
0,173
-0,229
0,399
0,085
0,753
-0,648*
0,016
1,000
† CC: Coeficiente de correlación y Sig. Significación
** Correlación significativa para p < 0,01 y * Correlación significativa para p < 0,05
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
605
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
transcurre el tiempo lo que evidencia una correlación
directa y significativa para p < 0,01. Existe la
tendencia a que las poblaciones en el testigo también
aumenten cuando las temperaturas máximas, media y
mínima muestren valores altos, por encima de 30,8;
24,2 y 18,5 ºC respectivamente. Para el caso de las
disminuye, aumentan las poblaciones del insecto en el
tratamiento B. bassiana (Cuadro 2).
Cuando se analizan estas correlaciones en el
tratamiento Testigo (Cuadro 5), se puede señalar que
las poblaciones de (A + N) aumentan a medida que
Cuadro 4. Correlaciones entre el tiempo (en días), temperatura máxima, temperatura media, temperatura mínima, humedad
relativa, lluvia acumulada, total de adultos + ninfas y efectividad biológica, en el tratamiento Metarhizium
anisopliae , mostrándose los coeficientes no parámetricos según Tau b de Kendall.
†
Tiempo
(días)
Temperatura
máxima (ºC)
Temperatura
media (ºC)
Temperatura
mínima (ºC)
Humedad
Relativa (%)
Lluvia
acumulada
Total adultos
+ ninfas
Efectividad
Técnica
Tiempo
(días)
CC
1,000
Sig.
CC 0,629*
Sig. 0,012
CC 0,689**
Sig. 0,006
CC 0,600*
Sig. 0,016
CC 0,539*
Sig. 0,031
CC 0,156*
Sig. 0,031
CC
0,422
Sig. 0,089
CC -0,278
Sig. 0,297
Temp.
máxima
0,629*
0,012
10,000
0,854**
0,001
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,180
0,472
0,405
0,106
-0,085
0,753
Temp.
media
0,689**
0,006
0,854**
0,001
10,000
0,644**
0,009
0,584*
0,020
0,022
0,929
0,467
0,060
-0,167
0,532
Temp.
Mínima
0,600*
0,016
0,539*
0,031
0,644**
0,009
10,000
0,674**
0,007
0,289
0,245
0,378
0,128
-0,056
0,835
Humedad
relativa
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,584*
0,020
0,674**
0,007
Lluvia
Acumu.
0,156*
0,031
0,180
0,472
0,022
0,929
0,289
0,245
0,449
0,072
10,000
0,449
0,072
0,315
0,209
0,085
0,753
10,000
-0,067
0,788
0,333
0,211
Adultos
+Ninfas
0,422
0,089
0,405
0,106
0,467
0,060
0,378
0,128
0,315
0,209
-0,067
0,788
10,000
-0,667*
0,012
Efectiv.
técnica
-0,278
0,297
-0,085
0,753
-0,167
0,532
-0,056
0,835
0,085
0,753
0,333
0,211
-0,667*
0,012
10,000
† CC: Coeficiente de correlación y Sig. Significación
** Correlación significativa para p < 0,01 y * Correlación significativa para p < 0,05
Cuadro 5. Correlaciones entre el tiempo (en días), temperatura máxima, temperatura media, temperatura mínima, humedad
relativa, lluvia acumulada, total de adultos + ninfas y efectividad biológica, en el tratamiento Testigo,
mostrándose los coeficientes no parámetricos según Tau b de Kendall.
†
Tiempo
(días)
Temperatura
máxima (ºC)
Temperatura
media (ºC)
Temperatura
mínima (ºC)
Humedad
Relativa (%)
Lluvia
acumulada
Total adultos
+ ninfas
CC
Sig.
CC
Sig.
CC
Sig.
CC
Sig.
CC
Sig.
CC
Sig.
CC
Sig.
Tiempo
(días)
1,000
0,629*
0,012
0,689**
0,006
0,600*
0,016
0,539*
0,031
0,156
0,531
0,822**
0,001
Temp.
máxima
0,629*
0,012
1,000
0,854**
0,001
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,180
0,472
0,584*
0,020
Temp.
media
0,689**
0,006
0,854**
0,001
1,000
0,644*
0,009
0,584*
0,020
0,022
0,929
0,600*
0,016
Temp.
Mínima
0,600*
0,016
0,539*
0,031
0,644*
0,009
1,000
0,674**
0,007
0,289
0,245
0,689**
0,006
Humedad
relativa
0,539*
0,031
0,432
0,087
0,584*
0,020
0,674**
0,007
1,000
0,449
0,072
0,449
0,072
† CC: Coeficiente de correlación y Sig. Significación
** Correlación significativa para p < 0,01 y * Correlación significativa para p <0 ,05
606
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
Lluvia
Acumu.
0,156
0,531
0,180
0,472
0,022
0,929
0,289
0,245
0,449
0,072
1,000
0,156
0,531
Adultos
+Ninfas
0,822**
0,001
0,584*
0,020
0,600*
0,016
0,689**
0,006
0,449
0,072
0,156
0,531
1,000
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
temperaturas, máxima y media, las correlaciones
fueron directas y significativas para p < 0,05, y en el
caso de la temperatura mínima la significación resultó
directa para p < 0,01. De acuerdo con esto es posible
señalar que las condiciones climáticas de altas
temperaturas por encima de 30,80C, favorecieron el
desarrollo de las poblaciones de P. perseae, que
aumentaron en el tiempo para el caso del testigo.
Para el caso de Ll, a medida que transcurrió el
tiempo, aumentaron las poblaciones de (A + N),
mostrándose una correlación significativa para p <
0,01. Cuando el tratamiento pierde Efectividad
biológica aumentan las poblaciones, existiendo
también una correlación negativa y significativa (p <
0,05) ambos parámetros (Cuadro 3).
Para el caso de las poblaciones tratadas con
Ma no se establecieron correlaciones con las variables
climáticas en el período de 0-140 dda. Cuando
disminuye la ET del tratamiento aumentan las
poblaciones de (A+N). Se evidencia una correlación
significativa y negativa (p < 0,05) entre los
parámetros referidos (Cuadro 4).
En
los
tratamientos
con
hongos
entomopatógenos se evidenció que cuando las ET de
los mismos disminuyen, aumentan las poblaciones de
la chinche. Algo muy particular se reflejó para el caso
de las poblaciones de la chinche tratadas con L.
lecanii que se vieron favorecidas por las temperaturas
y humedad relativa altas perdiendo efectividad
técnica más rápido en el tiempo que los demás
tratamientos.
A nivel de agroecosistema, son diversos los
factores que pueden afectar la actividad de los
biorreguladores de plagas, sean estos los que habitan
en dichos ecosistemas o los que se liberan o aplican
masivamente en programas de control biológico.
Vázquez (2003) expresa que los factores climáticos,
temperatura y humedad extremos, lo que puede estar
influenciado por la lluvia, el viento y las radiaciones
solares influyen directamente en la actividad de los
microorganismos que se emplean en el control
biológico.
El porcentaje de insectos adultos parasitados
por los hongos entomopatógenos aplicados, que
quedaron sujetos al envés de las hojas, fluctuó de 10 a
16,66% para el caso de B. bassiana, 2,77 a 3,77%
para L. lecanii y de cero a 33,33% en el caso de M.
anisopliae.
El porcentaje de adultos más ninfas
parasitados en el caso de B. bassiana fluctuó entre
1,49 a 10%, de 0,55 a 2,40% para el caso de L.
lecanii, y en M. anisopliae entre el 1,20 y el 4,34%
de los adultos más ninfas parasitadas quedaron sujetos
al follaje. Ello contrasta notablemente con las ET
alcanzadas (Figura 1).
Se debe considerar que este resultado debe
interpretarse como una expresión de que sólo una
parte de la población de los insectos parasitados por
estos hongos, en condiciones de campo, quedan
sujetos en el envés de las hojas, debido a que otra
parte de ellos cae al suelo.
Esto difiere con los resultados obtenidos con
las
pruebas
de
susceptibilidad
de
estos
entomopatógenos en condiciones de laboratorio en
bolsas debido muy posiblemente a condiciones
climáticas de campo (lluvia, viento etc.) que
favorecen el desprendimiento de los cadáveres de P.
perseae parasitados por estos hongos.
CONCLUSIONES
Las aplicaciones de B. bassiana, M.
anisopliae y L. lecanii (4 l/árbol y 4x1011
conidios/árbol) en condiciones de campo brindaron
protección 92 dda con más de 70% de efectividad
biológica.
La efectividad biológica de las aplicaciones
se manifestó de forma ascendente entre los 16 y 30
dda. A los 30 dda todos los tratamientos mostraron
ET superiores a 90%. Las poblaciones de adultos y
ninfas fueron menores en los árboles tratados con
hongos entomopatógenos respecto a las del Testigo.
Las
temperaturas mayores de 30,8 °C,
favorecieron el desarrollo de las poblaciones de P.
perseae, para el caso del tratamiento testigo, donde se
establecieron correlaciones significativas.
Entre las efectividades biológicas y las
poblaciones de los tratamientos Bb, Vl y Ma, se
establecieron correlaciones negativas y significativas.
AGRADECIMIENTO
Los autores agradecen al campesino y
promotor agroecológico Ramón León Cuevas por la
confianza depositada y apoyo en la realización de la
experiencia.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
607
Morales Romero et al. Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae
LITERATURA CITADA
Abud Antun, A. J. 1991. Presence of the avocado lace
bug, Pseudacysta perseae (Heidemann) (Hemiptera:
Tingidae) in Dominican Republic. Primera Jornada
de Protección Vegetal, University of Santo
Domingo, Dominican Republic, (Abstract, p. 4).
Almaguel, L. y E. Blanco. 1997. La chinche
Pseudacysta perseae Heid. y su relación con la
antracnosis en aguacate. In: Tercer Seminario
Científico Internacional. Sanidad Vegetal. Palacio
de las Convenciones. Ciudad de La Habana. Cuba.
p. 66-67.
Almaguel, L.; E. Blanco, P. de la Torre, I. Cáceres, C.
Nieves, M. Márquez y L. Blanco. 1999. Control de
la chinche del aguacate (Pseudacysta perseae
(Heidemann) en la Ciudad de La Habana.
Fitosanidad 3 (2): 69-74.
Brailovsky, H. y L. Torre. 1986. HemipteraHeteroptera de México XXXVI. Revisión genérica
de la familia Tingidae La Porte. Anales del Instituto
de Biología de la Universidad Nacional Autónoma
de México 56. Serie Zoología (3): 869-932.
Bruner, S. C.; L. C. Scaramuza y A. R. Otero. 1975.
Catálogo de los insectos que atacan a las plantas
económicas de Cuba. 2ed. A. C. C. La Habana,
Cuba. 399 p.
Cañizares, J. 1974. Los aguacateros. Edición
Revolucionaria. Instituto Cubano del Libro. La
Habana, Cuba. 282 p.
Etienne, J. et J. C. Streito. 2008. Premier signalement
en Guadeloupe et en Martinique de Pseudacysta
perseae (Heidemann, 1908), un ravageur de
l'avocatier (Heteroptera: Tingidae). Bulletín de la
Société Entomologique de France 113 (1): 121-122.
Henderson Tilton, G. F. 1955. Test with acaricide
against the brown wheat mite. Disponible en
http://www.ehabsoft.com/ldpline/onlinecontrol.htm.
Consultado 20 de marzo del 2003.
Henry, T. J. and D. J. Hiburn. 1990. An annotated list
of the true bugs (Heteroptera) of Bermudas. In:
Proceedings of the Entomological Society of
Washington 92 (4): 675-684.
Instituto de Investigaciones en Fruticultura Tropical
(IIFT). 2011. Instructivo técnico para el cultivo del
aguacate. Ministerio de la Agricultura. Instituto de
608
Investigaciones en Fruticultura Tropical. Asociación
Cubana de Técnicos Agrícolas y Forestales. Primera
edición. 40 p.
Medina Gaud, S.; A. E. Segarra Carmona and R. A.
Franqui. 1991. The avocado lacewing bug,
Pseudacysta perseae (Heidemann) (Hemiptera:
Tingidae). Journal of Agriculture of the University
of Puerto Rico 75: 185-188.
Ministerio de la Agricultura (MINAGRI). 1999.
Medidas para el control de la chinche de encaje del
aguacate. Laboratorio Prov. de Sanidad Vegetal.
Villa Clara. Cuba.
Morales, L. y H. Grillo. 2004. La chinche de encaje
del aguacatero
Pseudacysta perseae (Heid.)
(Heteroptera; Tingidae): Apuntes para la lucha
biológica en las condiciones de Cuba. p. 189-196 In:
T. A. Lizárraga. M. Castellón y D. Mallqui (Eds).
Manejo Integrado de Plagas en una Agricultura
Sostenible: Intercambio de Experiencias entre Cuba
y Perú. RAAA. Lima. Perú. 225 p.
Morales, L. 2005. La chinche de encaje del
aguacatero:
Pseudacysta
perseae
(Heid.)
(Heteroptera: Tingidae). Lucha Biológica en las
condiciones de Cuba. Tesis en opción al Grado
Científico de Doctor en Ciencias Agrícolas.
Facultad de Ciencias Agropecuarias. Universidad
Central de Las Villas. Cuba.
Peña, H.; J. C. Díaz y T. Martínez. 1996. Fruticultura
Tropical. 2da parte. Editorial Félix Varela. Instituto
Colombiano para el Fomento de la Educación
Superior. ICFES, Colombia. 208 p.
Rodríguez, F. S. 1987. El aguacate. AGT. Editor. S.
A. Progreso 202. México. 166 p.
Sandoval, M. F. y M. Cermeli. 2005. Presencia de
Pseudacysta perseae (Heidemann, 1908) (Insecta:
Hemiptera: Tingidae) en Venezuela. Entomotropica
20 (3): 271-273.
Streito, J. C. et Y. Morival. 2006. Première capture en
Guyane francaise de Pseudacysta perseae
(Heidemann, 1908) un ravageur de l'avocatier
(Heteroptera:
Tingidae).
Nouvelle
Revue
d'entomologie (N.S.) 22 (2): 191-192.
Vázquez, L. L. 2003. Manejo integrado de plagas.
Preguntas y respuestas para extensionistas y
agricultores. Ediciones. CIDISAV Ciudad de La
Habana. Cuba. 566 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 599-608. 2012
Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula Horn (Coleoptera: Melolonthidae) con
agentes entomomopatógenos en Oaxaca, México
Integrated control of white grubs Phyllophaga vetula Horn (Coleoptera: Melolonthidae) with entomopathogenic
agents in Oaxaca, Mexico
Jaime RUIZ VEGA , Teodulfo AQUINO BOLAÑOS, María Eugenia SILVA RIVERA y Sergio
GIRÓN PABLO
Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional U. Oaxaca, Instituto Politécnico
Nacional (CIIDIR-IPN-Unidad Oaxaca). Calle Hornos 1003 Santa Cruz Xoxocotlán. C. P. 71230, Oaxaca,
México. E-mails: [email protected], [email protected] y [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 30/01/2012
Fin de segundo arbitraje: 26/06/2012
Fin de primer arbitraje: 02/04/2012
Segunda revisión recibida: 30/06/2012
Primera revisión recibida: 27/04/2012
Aceptado: 20/07/2012
RESUMEN
En México el combate de gallinas ciegas se realiza utilizando generalmente insecticidas químicos, por lo que es necesario
encontrar métodos alternativos de control. Con este propósito, se evaluaron un hongo entomopatógeno y nematodos para el
control de larvas de Phyllophaga vetula Horn en dos tipos de experimentos: semicontrolados y de campo. En experimentos
semicontrolados se encontró que se requiere de una larva de segundo estadio/planta para afectar significativamente (p ≤
0,05) a plantas de maíz (Zea mays L.) en V2, mientras que en la etapa V4 se requieren de cuatro larvas por planta. Se
encontró que el hongo entomopatógeno Metarhizium anisopliae Metsch (1x105 esporas/cm2) y la combinación de M.
anisopliae (1x105 esporas/cm2) y el nematodo entomopatógeno Heterorhabditis bacteriophora Poinar (25 Juveniles
Infectivos (JI)/cm2) requirió de 20 días para lograr un 87,5 % de control. Además se encontró que Steinernema carpocapsae
Weiser (cepa ALL) fue el tratamiento con el mayor porcentaje de control después del insecticida, mostrando que con una dosis
de 10 JI/cm2 es posible obtener un control significativo (p ≤ 0,05). Los experimentos de campo mostraron que la combinación
de entomopatógenos más sobresaliente fue M. anisopliae a una dosis de 2x108 esporas/planta + S. carpocapsae a una dosis
de 1500 JI/planta
Palabras clave: Metarhizium anisopliae, Heterorhabditis bacteriophora, Steinernema feltiae, Steinernema carpocapsae
ABSTRACT
In Mexico, chemical control of white grubs is frequently used; therefore, it is necessary to find alternative control methods.
An entomopathogenic fungi and nematodes were evaluated against larvae of Phyllophaga vetula Horn under semicontrolled and field conditions. The semi-controlled experiment revealed that maize (Zea mays L.) in the V2 development
stage tolerated only one grub per plant, while four larvae per plant were necessary to cause a significant damage to maize
plants in V4 stage. In another experiment, it was found that Metarhizium anisopliae Metsch. (1 x 10 5 spores/cm2) and the
combination of M. anisopliae (1 x 10 5 spores/ cm2) + Heterorhabditis bacteriophora Poinar (25 Infective Juveniles
(IJ)/cm2) achieved an 87.5 % control in 20 days. Besides, it was found that Steinernema carpocapsae Weiser (ALL strain)
achieved a similar control rate as the insecticide, showing that it was possible to get a significant control (P≤0,05) with only
10 IJs/cm2. In the field experiments the most outstanding combination was M. anisopliae at 2x108 spores/plant + S.
carpocapsae at a dose of 1500 IJs/plant.
Key words: Metarhizium anisopliae, Heterorhabditis bacteriophora, Steinernema feltiae, Steinernema carpocapsae
INTRODUCCIÓN
La gallina ciega, conocida también como
chisa, es una plaga que ataca una gran cantidad de
cultivos, encontrándose al maíz, papa, trigo, tomate,
frutales y pastizales entre los más afectados. El daño
se presenta en manchones desde las etapas tempranas
de desarrollo, adquiriendo las plantas coloraciones
violetas debido a la deficiencia inducida de fósforo
por daño radicular y mostrando poco vigor, marchitez
y posteriormente muerte de la planta (Ruiz et al.,
1998). Las gallinas ciegas tienen importancia en todo
México (Ramírez-Salinas et al., 2000; Rodríguez del
Bosque, 1993); en la zona maicera del altiplano
Mexicano cada año se ven afectadas entre 400.000 a
500.000 ha. En el estado de Oaxaca no se cuenta con
información que permita cuantificar la magnitud del
daño causada por gallina ciega en maíz, pero los
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
609
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
daños severos pueden representar pérdidas del 50 a 90
% de rendimiento esperado, debido principalmente a
la disminución de la densidad de la población del
cultivo (Ruiz et al., 1998).
En México, los mayores esfuerzos para el
combate de gallina ciega se enfocan hacia el control
químico utilizando insecticidas, como el carbofuran y
el fosforoditioato que han sido ya prohibidos por su
alta toxicidad y residualidad (Albert, 1988; Solís et
al., 1999). Por estas razones es necesario encontrar
alternativas de control más económicas y con menor
impacto ecológico; una posible opción es el control
biológico integrado utilizando nematodos y hongos
entomopatógenos.
Koppenhöfer et al. (2004) evaluaron
Steinernema glaseri Steiner y Heterorhabditis.
bacteriophora Poinar en ensayos de campo y
laboratorio, encontrándolos igual de efectivos como
Steinernema scarabaei Stock y Koppenhöfer contra
gallinas ciegas. Kard et al., (1988), determinaron que
los nematodos o juveniles infectivos (JI) de
Heterorhabditis sp. y H. bacteriophora controlaron
más del 60% de un complejo de larvas que incluía a
Phyllophaga anxia LeConte, Phyllophaga fusca
Froelich y Polyphylla comes Casey. Villalobos (1992)
reportó que el hongo Metarhizium anisopliae Metsch.
tiene potencial para controlar varias especies de
Phyllophaga, Macrodactylus y Anomala, mientras
que Burges (1998) considera que Beauveria bassiana
Balsamo, Beauveria brongniartii Sacc. y M.
anisopliae, pueden utilizarse para el control de
insectos del suelo, especialmente contra larvas de
escarabeidos y curculiónidos.
Con los objetivos de determinar la fluctuación
poblacional de una de las especies rizófagas más
abundante en la región, Phyllophaga vetula Horn, el
efecto de diferentes densidades de gallina ciega sobre
la producción de materia seca en maíz, así como para
evaluar la capacidad de control de gallinas ciegas (P.
vetula)
con
dos
especies
de
nematodos
entomopatógenos exóticos (H. bacteriophora, S.
carpocapsae) un nativo (S. feltiae) y un hongo
entomopatógeno nativo (M. anisopliae), se realizó el
presente trabajo bajo condiciones semicontroladas y
de campo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Esta investigación se realizó del año 2000 al
2001, en experimentos semicontrolados y de campo;
610
los primeros se realizaron en el Centro
Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo
Integral Regional (CIIDIR) Unidad Oaxaca del
Instituto Politécnico Nacional y los experimentos de
campo en tres diferentes comunidades: Cuilapan de
Guerrero, San Antonio Huitepec y en El Infiernillo,
comunidad de San Antonio Huitepec, Oaxaca. Como
actividad complementaria, se determinó la fluctuación
poblacional de los adultos de gallina ciega.
Experimentos semicontrolados
En estos experimentos, realizados a la
intemperie, se sembró el maíz en bolsas plásticas (24
cm de diámetro) conteniendo aproximadamente 13 kg
de suelo húmedo, de textura franca, previamente
esterilizado, las cuales después de perforarse para
favorecer el drenaje, se enterraron al ras del suelo.
Una semana después de la emergencia, se dejó
solamente una planta por bolsa.
Se realizaron dos tipos de experimentos
semicontrolados, uno para evaluar la tolerancia de las
plantas de maíz a la gallina ciega y otro para evaluar
distintos métodos para su control biológico,
incluyendo combinaciones de hongos y nematodos
entomopatógenos.
Umbrales de tolerancia
Se utilizaron larvas de P. vetula provenientes
de adultos que fueron colectados utilizando trampas
tipo Luiz de Queiroz (Badilla et al., 1999) durante los
meses de mayo-junio de los años 2000 y 2001. La
identificación a nivel de especie se realizó con base en
su morfología por el Dr. Cuauhtemoc Deloya del
INECOL, Xalapa, Ver., México. Las trampas se
establecieron en las localidades de Sta. Cruz
Xoxocotlán (1550 msnm) y El Infiernillo (1982 msnm)
y permanecieron encendidas por tres horas después de
la puesta del sol. Las trampas se colocaron sobre un
bote de 20 litros, donde se colectaban los mayates que
caían en la trampa. Diariamente se extrajeron los
adultos y se colocaron en bandejas de 30 x 40 x 15
cm con suelo húmedo para que ovopositaran.
Cuando las plantas de maíz alcanzaron la
etapa V2 y V4 (dos y cuatro hojas liguladas visibles)
se aplicaron seis tratamientos consistentes en la
adición de 0, 2, 4, 6, 8, 10, larvas de P. vetula de
segundo estadio por bolsa, registrando los datos de
altura de planta y etapa de desarrollo cada semana. Se
dejaron las larvas hasta el inicio de la floración del
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
maíz y en esta etapa se cuantificaron los efectos sobre
la producción de materia seca, tanto subterránea como
aérea. Para esto, se extrajeron las bolsas del suelo y se
separaron las raíces de los tallos y hojas, se pesaron
en báscula granataria y después se secaron en estufa
por 48 h a 72 ºC.
Antes de realizar el análisis estadístico, con el
programa Statistical Analysis System (2002), se
realizó una transformación de los datos de porcentaje
de mortalidad por medio de la raíz cuadrada del arcoseno. Se realizó el análisis de varianza de las
variables mencionadas, además del porcentaje de
plantas muertas, y mediante la prueba de Tukey se
compararon las medias (p ≤ 0,05).
tratamientos, en dos repeticiones, se evaluó el
porcentaje de control de larvas. Para esto, se extraían
las bolsas y se vaciaban en una bandeja para buscar
las larvas sobrevivientes. A los 60 días, con las cuatro
repeticiones remanentes, se realizó un análisis de
varianza y Prueba de Tukey para la comparación de
medias de porcentaje de control total (SAS, 2002).
Para el año 2001 el experimento se estableció
con los mismos tratamientos, pero estos se aplicaron
en etapa V2 del maíz. Tanto en 2000, como en 2001,
la mortalidad final de las larvas se determinó cuando
las plantas de maíz alcanzaron la etapa de floración
masculina.
Experimentos de campo
Métodos de control
En estos experimentos se depositaron cinco
larvas de segundo estadio por bolsa cuando el maíz
alcanzó la etapa V4, distribuyendo los tratamientos
completamente al azar y estableciendo 14
repeticiones por tratamiento. Las larvas de segundo
estadio tienen una longitud dorsal aproximada a los
2,5 cm (Morón, 1986). Una semana después se aplicó
una dosis del hongo M. anisopliae a razón de 1 x 105
esporas/cm2, y tres días después otras bolsas
recibieron por separado una dosis de 25 Juveniles
Infectivos/cm2 de los nematodos H. bacteriophora, S.
feltiae, S. carpocapsae y la combinación de H.
bacteriophora + S. feltiae, además de S. feltiae + S.
carpocapsae. También se combinó el hongo M.
anisopliae con los nematodos H. bacteriophora, S.
feltiae y S. carpocapsae, a las mismas dosis, y se
incluyó un tratamiento testigo con el insecticida
Granudin® 4% (diazinon) a razón de 25 kg/ha.
Los nematodos se reprodujeron en larvas de
Galleria mellonella L. y una vez colectados, se
conservaron en refrigeración a 10 ºC por un período
máximo de dos semanas antes de aplicarlos con un
aspersor manual a las bolsas. El hongo
entomopatógeno se reprodujo en arroz y se aplicó
adherido a este, haciendo una cavidad a un costado de
la planta y tapándolo con suelo.
Cada diez días a partir de la aplicación de los
En el verano del 2000, bajo condiciones de
temporal, se establecieron tres experimentos de campo,
dos en San Antonio Huitepec (El Carrizal y El
Infiernillo) y otro en Cuilapam de Guerrero; todas las
localidades pertenecen al Estado de Oaxaca. En el
Cuadro 1 se presentan algunas características de los
sitios experimentales.
Se evaluaron seis tratamientos con base en el
hongo M. anisopliae a 2 x 108 esporas/planta, además
de los nematodos H. bacteriophora, S. feltiae y S.
Carpocapsae a 200 JI/planta. Otros tratamientos
resultaron de la combinación de S. Carpocapsae + M.
anisopliae. También se establecieron tratamientos con
insecticida químico Granudin 4% (diazinon, 40 g de i.
a. / kg) y sin control (testigo) sólo con agua destilada,
para un total de ocho tratamientos. Se emplearon
parcelas de cinco surcos de 10 m de largo, considerando
como parcela útil los tres surcos centrales. Se utilizó la
semilla del maíz local, conocida como Criollo Bolita.
En el año 2001 se trabajó en cuatro sitios, ya
que se estableció otro en Cuilapam, en un suelo con
más pendiente, pues estos suelos son comunes en el
área. Los experimentos se sembraron del 15 de mayo
al 28 de julio. Se incluyeron tratamientos adicionales
(400 JI/planta) para evaluar los nematodos a dosis
mayores. La aplicación de los tratamientos fue en la
etapa V2 del maíz. En ambos años, durante el
desarrollo del cultivo se registró el desarrollo
Cuadro 1. Características de los sitios donde se establecieron los experimentos de campo en el estado de Oaxaca, México.
Localidad
El Infiernillo
El Carrizal
Cuilapam
Latitud
16º 54’ 33”
16º 55’ 19”
17º 00’ 24”
Longitud
97º 11’ 56”
97º 11’ 32”
96º 47’ 38”
Altitud (m)
1982
1676
1602
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
Pendiente (%)
< 1,0
< 1,0
3,5
611
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
fenológico, altura de plantas y número de plantas
acamadas (caídas). A la cosecha se evaluó el número
de plantas y mazorcas, peso de la mazorca,
rendimiento del forraje y el rendimiento del grano.
En ambos años se utilizó un diseño
experimental en bloques al azar con cuatro
repeticiones. Para el análisis de los datos se utilizó el
programa SAS (2002), realizando análisis de varianza
y la prueba de Duncan con un α = 0,05 para la
separación de medias.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Experimentos semicontrolados
Umbrales de tolerancia del maíz a larvas
de P. vetula
En el experimento del año 2000, a los 64 días
después de la aplicación de las larvas a plantas de
maíz en etapa V4, se observó un efecto significativo
(p ≤ 0,05) sobre la altura de planta con el tratamiento
de 10 larvas/planta (Cuadro 2). Sin embargo, a los 36
días se observó una reducción significativa de la
altura de planta con cuatro larvas por planta, y a los
64 días el mismo tratamiento causó una reducción
promedio de 22 cm con relación al testigo. En la
evaluación de materia seca (64 dds), este mismo
tratamiento tuvo una reducción de más de 30 g/planta
(Cuadro 2); la tendencia a un efecto real de la
densidad de larvas se observa mejor con la altura
media, ya que ésta muestra una disminución
proporcional al número de larvas, excepto con seis
larvas/planta, donde tiende a incrementar pero sin
diferencias significativas con respecto a cuatro
larvas/planta.
Cuando las gallinas ciegas se aplicaron una
semana después de la emergencia del maíz, la
tolerancia se redujo. En el Cuadro 3 se observa una
disminución significativa (p ≤ 0,05) del peso radicular
con cuatro larvas/planta, por lo que el tratamiento de
dos larvas/planta es el umbral de tolerancia para esta
etapa.
Los umbrales económicos para el control
químico o biológico de las gallinas ciegas varían
considerablemente. Sifuentes (1985), recomendó
controlarlas cuando en 20 muestras tomadas a 30 cm
de profundidad, se encontraran seis o más larvas.
DiPirro et al. (1999) recomendaron realizar el control
Cuadro 2. Altura media de planta (cm) y producción de materia seca (g/planta) en follaje de maíz (Zea mays L.) al aplicar las
larvas de Phyllophaga vetula en la etapa V4, en el estado de Oaxaca, México.
Densidad
(larvas/planta)
0
2
4
6
8
10
Altura media de la planta
(cm) a los 36 dds
31,0 a †
26,4 ab
18,4 b
24,0 ab
21,2 ab
21,0 ab
Altura media de la planta (cm) a Materia seca (g/planta) a los
los 64 dds
64 dds
79,0 a
110,9 a
72,2 ab
94,3 ab
57,0 ab
79,5 ab
64,2 ab
102,1 ab
52,2 ab
80,9 ab
39,4 b
44,3 b
† Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).
dds: Días después de la siembra
Cuadro 3. Producción de materia seca y porcentaje de mortalidad de plantas de maíz (Zea mays L.) al aplicar las larvas de
Phyllophaga vetula en la etapa V2, en el estado de Oaxaca, México.
Densidad
(larvas/planta)
0
2
4
6
8
10
Materia seca
(g/planta)
110,9 a †
94,3 ab
79,5 ab
102,1 ab
80,9 ab
44,3 b
Peso seco de raíz
(g)
7,5 a
6,2 a
0,0 b
0,0 b
0,0 b
0,0 b
Mortalidad
(%)
0,0 a
66,6 ab
41,6 ab
61,1 ab
83,3 b
80,0 b
† Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).
612
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
químico cuando el muestreo resulte en un porcentaje
de muestras positivas del 60 %, asegurando que con
esta infestación se alcanza el umbral de control de
siete larvas/m de surco. Cuando el porcentaje de
infestación es de 40-60 %, se pueden buscar
alternativas al control químico. Saunders et al. (1998)
encontraron que el umbral económico para esta plaga
en maíz fue de ocho a diez larvas/m2.
puede ser el resultado de interferencias entre ambos
organismos; incluso algunas especies de nematodos
podrían no beneficiarse o afectarse por la presencia de
hongos. Se ha encontrado que B. bassiana puede
evitar la penetración de los nematodos si se aplica 48
h antes que los nematodos (Barbercheck y Kaya,
1990).
Experimentos de campo
Métodos de control de larvas de P. vetula
Incidencia de gallinas ciegas
En el año 2000, el insecticida Granudín®
presentó el mayor porcentaje de mortalidad (100 %) y
un Tiempo de Control Promedio (TCP) de 20 días
(Cuadro 4). El segundo mejor tratamiento, con TCP
de 20 días y con 87,5 % de control, fue el establecido
con la combinación del hongo M. anisopliae (1,7
g/cm2) + el nematodo H. bacteriophora (25 JI/cm2),
pero sin diferencias significativas con el insecticida.
El mayor control y menor TCP logrado con la
combinación de entomopatógenos indica una
complementariedad entre ellos, ya que el control
obtenido con el hongo fue del 62,5 %, mientras que el
del nematodo fue de 37,5 %.
En el año 2001, S. carpocapsae fue el
tratamiento biológico con mayor porcentaje de control,
lo cual mostró que con una dosis de 10 JI/cm2 es
posible obtener un control aceptable. La combinación
de S. carpocapsae con H. bacteriophora resultó en
menores porcentajes de control, pero estadísticamente
iguales a los obtenidos con S. carpocapsae y M.
anisopliae
aplicados
solos.
También
las
combinaciones hongo-nematodo mostraron valores
reducidos de porcentaje de control (Cuadro 5), lo cual
En el año 2000, la incidencia promedio de
gallina ciega fue de 34,5 larvas/m2 para el sitio El
Infiernillo. Para El Carrizal y Cuilapam 1, donde se
tuvo una baja captura de adultos, se registró una media
de 9,4 y 5,3 larvas/m2, respectivamente, por lo cual se
consideran con un nivel de infestación intermedio. Se
considera que una infestación alta sobrepasa 11 larvas
por m2 (De DiPirro et al., 1999).
Para el año del 2001 en el sitio El Infiernillo se
registró una densidad de población de 48 larvas/m2, la
cual es alta comparada con los sitios de Cuilapam 1 y 2,
donde sólo se encontró un máximo de cuatro larvas/m2.
Sin embargo, la variedad criolla empleada en El
Infiernillo es relativamente tolerante a la gallina ciega,
dado su alto volumen radicular, produciendo incluso
una gran cantidad de raíces aéreas. En general las
variedades de maíz de tierras altas tienen sistemas
radiculares muy profusos y son tardías. Jackson (2000)
reportó que en Michoacán, las variedades de maíz
toleran el daño radicular dado su alto volumen
radicular.
Cuadro 4. Porcentaje de control y tiempo letal promedio para larvas de Phyllophaga vetula al aplicar dos agentes
entomopatógenos, en el estado de Oaxaca, México.
Hongo (1,7 g arroz/cm2)
Nematodo (25 juveniles
infectados/cm2)
Metarhizium anisopliae
0
Metarhizium anisopliae
Heterorhabditis bacteriophora
Metarhizium anisopliae
Steinernema feltiae
Metarhizium anisopliae
Steinernema carpocapsae
0
Heterorhabditis bacteriophora
0
Steinernema feltiae
0
Steinernema carpocapsae
0
H. bacteriophora + S. feltiae
0
S. feltiae + S. carpocapsae
0
0
Insecticida Granudín® 4% (50 kg/ha)
Control (%)
62,5 abc †
87,5 ab
43,8 abc
75,0 abc
37,5 bc
68,8 abc
31,3 c
62,5 abc
50,0 abc
62,5 abc
100,0 a
Tiempo de control
promedio (días)
53 a
20 c
53 a
20 c
53 a
20 c
55 a
53 a
30 b
35 b
20 c
† Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
613
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
En el año 2000 se cosecharon sólo dos
experimentos, el de Cuilapam y el Carrizal, debido a
que el de El Infiernillo fue severamente afectado por
acame como consecuencia de una lluvia torrencial
ocurrida el 22 de septiembre.
El efecto positivo de la aplicación conjunta de
nemátodos + hongos entomopatógenos ya se había
mencionado previamente, pero también podría haber
efectos negativos. Barbercheck y Kaya (1991)
encontraron que larvas de Spodoptera exigua atacadas
por B. bassiana fueron más susceptibles a la infección
de H. bacteriophora, pero no a S. carpocapsae.
En el experimento establecido en Cuilapam,
los efectos de los tratamientos no fueron
estadísticamente significativos (p ≤ 0,05). Sin
embargo, el testigo absoluto fue el tratamiento menos
rendidor. En el experimento establecido en El Carrizal
se observó que la combinación S. carpocapsae + M.
anisopliae (Sc + Ma) produjo los mayores
rendimientos, los cuales se asociaron con un mayor
tamaño de mazorca (Cuadro 6). Estos rendimientos
son mayores a los obtenidos con S. carpocapsae (Sc)
por sí solo, lo cual indica una interacción positiva
entre el nematodo y el hongo.
Durante el año 2001, solamente se obtuvieron
diferencias significativas en el experimento ubicado en
la localidad de El Infiernillo, el más infestado con
gallina ciega (Cuadro 7). Los mayores rendimientos y
menores porcentajes de acame se obtuvieron con el
insecticida Granudín®, seguido por los tratamientos de
S. feltiae (Sf), S. carpocapsae (Sc) + M. anisopliae
(Ma) y H. bacteriophora (Hb). Los rendimientos de
forraje siguieron un patrón similar a los de grano, pero
los obtenidos con Sc + Ma, así como los obtenidos con
Sf fueron estadísticamente iguales (P≤0,05) entre ellos
y a los obtenidos con el insecticida.
Rendimientos de maíz
Cuadro 5. Peso seco del follaje de maíz (Zea mays L.) y porcentaje de control de larvas de Phyllophaga vetula, en el estado
de Oaxaca, México Año 2001.
Descripción del tratamiento
Ma 6x108 esporas/planta
Ma 6x108 esporas/planta + Hb (10 JI/cm2)
Ma 6x108 esporas/planta + Sf (10 JI/cm2)
Ma 6x108 esporas/planta + Sc (10 JI/cm2)
Hb(10 JI¥/cm2)
Sf(10 JI/cm2)
Sc(10 JI/cm2)
Sf (5 JI/cm2) + Hb (5 JI/cm2)
Sc (5 JI/cm2) + Hb (5 JI/cm2)
Testigo (sin control)
Insecticida Granudín® 4% (25 kg/ha)
Peso seco (g/planta)
3,0 a †
2,9 a
1,9 b
3,1 a
3,4 a
3,6 a
2,3 ab
2,2 ab
1,9 b
1,6 b
3,3 a
Control (%)
80,1 abc
53,3 bc
73,0 abc
67,6 abc
53,2 bc
67,1 abc
87,8 ab
40,3 bc
80,2 abc
67,0 abc
100,0 a
Ma: Metarhizium anisopliae; Hb: Heterorhabditis bacteriophora; Sf: Steinernema feltiae y Sc: Steinernema carpocapsae
JI: Juveniles Infectivos
† Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (p ≤ 0,05).
Cuadro 6. Rendimientos de grano (kg/ha) de maíz (Zea mays L.) en El Carrizal, estado de Oaxaca, México. Año 2000.
Tratamiento
Hb 200 JI¥/planta
Sf 200 JI/planta
Ma 2x108 esporas/planta
Sc 200 + Ma 6x108
Sc 200 JI/planta
Sc 400 JI/planta
Granudín® 4% (25 kg/ha)
Testigo (sin control)
Peso por mazorca (g)
107,5 a
138,7 ab
117,7 b
157,8 a
108,0 b
114,0 b
135,5 ab
118,2 b
Rendimiento de grano (kg/ha)
2340 cd
3001 abc
2472 bcd
3302 a
2296
d
2349 cd
3092 ab
2454 bcd
Hb: Heterorhabditis bacteriophora; Sf: Steinernema feltiae; Ma: Metarhizium anisopliae y Sc: Steinernema carpocapsae
JI: Juveniles Infectivos
† Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Duncan (p ≤ 0,05).
614
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
Cabe mencionar que S. feltiae es un nemátodo
aislado en el estado de Oaxaca (Ruiz et al., 2003), lo
cual podría explicar su mayor eficiencia de control
con relación a los nematodos exóticos S. carpocapsae
y S. bacteriophora. Lacey et al., (2001), recomiendan
la utilización de nematodos nativos, ya que además de
que los nematodos exóticos podrían encontrar un
antagonismo fuerte con los nativos, estos últimos
mostraron una mayor movilidad en los bioensayos
realizados.
Badilla F., M.; C. S. Chacón y C. Sáenz. 1999.
Utilización de trampas de luz para la captura de
adultos de Phyllophaga spp. en caña de azúcar en
Costa Rica. Manejo Integrado de Plagas (Costa
Rica) 51: 59-65.
Barbercheck, M. E. and H. K. Kaya. 1990.
Interactions between Beauveria bassiana and the
Entomogenous Nematodes Steinernema feltiae and
Heterorhabditis heliothidis. Journal of Invertebratye
Pathology 55: 225-234.
CONCLUSIONES
En su desarrollo temprano, el maíz puede
tolerar entre dos a cuatro larvas/planta de P. vetula.
En condiciones semicontroladas S. feltiae solo,
o la combinación de M. anisopliae con H.
bacteriophora, produjeron los mayores porcentajes de
control, lo cual implica una interacción positiva entre
ambos agentes de control.
Tomando en cuenta solo los experimentos de
campo con presencia significativa de gallina ciega, se
puede concluir que los organismos entomopatógenos
S. carpocapsae (1.500 JI/planta) en combinación con
M. anisopliae (2x108 esporas/planta) o S. feltiae
(1.500 JI/planta) por sí solo, son recomendables para
el control de larvas de P. vetula.
LITERATURA CITADA
Albert, L. 1988. Contaminación de los alimentos por
productos químicos. Instituto Nacional de
Investigaciones sobre Recursos Bióticos, México.
32 p.
Barbercheck, M. E. and H. K. Kaya. 1991.
Competitive interactions between entomopathogenic
nematodes
and
Beauveria
bassiana
(Deuteromycotina: Hyphomycetes) in soilborne
larvae of Spodoptera exigua (Lepidaptera:
Noctuidae). Environmental Entomology 20 (2): 707712.
Burges, H. D. 1998. Formulation of mycoinsecticides.
In: H. D. Burges (Ed.). Formulation of microbial
biopesticides:
beneficial
microorganisms,
nematodes and seed treatments. Kluwer Academic
Publishers, Dordrecht. p. 131-187.
Dipirro, M.; P. A. Glosoza and M. J. Weiss, 1999.
White grub management. Entomology Department.
North Dakota State University. 7 p.
Jackson, T. 2000. Corn growing in crisis in the
Valleys of Mexico. Scarab Biocontrol News 5: 3-4.
Lacey L. A.; J. S. Rosa, N. O. Simoes, J. J. Amaral
and H. K. Kaya 2001. Comparative dispersal and
larvicidal activity of exotic and Azorean isolates of
Cuadro 7. Rendimiento de grano y forraje de maíz (Zea mays L.) y porcentaje de acame en El Infiernillo, estado de Oaxaca,
México. Año 2001.
Tratamiento
Rendimiento de grano (kg/ha) Rendimiento de forraje (kg/ha)
Hb 1.500 JI¥/planta
3311 ab †
5202
c
Sf 1.500 JI/planta
3780 ab
6808 abc
Ma 2X108 esporas/planta
2842 b
5508
c
Sc 1.500+ Ma 6x108 esp/planta
3587 ab
7210 ab
Hb 3.000 JI/planta
3477 ab
6171 abc
Sf 3.000 JI/planta
2953 b
5495 bc
Granudín® 4 % (25 kg/ha)
4112 a
911 a
Testigo
3256 b
6082 bc
Sc 3.000 JI/planta
3118 b
6043 bc
Sc 1.500 JI/planta
3118 b
5839 bc
Acame (%)
79,2 a
77,7 a
82,7 a
76,0 a
71,2 a
75,2 a
20,7 b
85,5 a
85,2 a
81,2 a
Hb: Heterorhabditis bacteriophora; Sf: Steinernema feltiae; Ma: Metarhizium anisopliae y Sc: Steinernema carpocapsae
JI: Juveniles Infectivos
† Letras diferentes indican promedios estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Duncan (p ≤ 0,05).
615
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
Ruiz Vega et al. Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula con agentes entomomopatógenos en Oaxaca
entomopathogenic nematodes against Popillia
japonica (Coleoptera: Scarabaeidae). Eur. J.
Entomol. 98: 439-444.
Kard, B. M. R.; F. Hain and W. M. Brooks. 1988.
Field suppression of white grub species (Coleoptera:
Scarabaeidae) by the entomogenous nematodes
Steinernema feltiae and Heterorhabditis heliothidis.
Journal of Economic Entomology 81: 1033-1040.
Koppenhöfer, A. M.; E. M. Fuzy, R. Crocker, W.
Gelernter and S. Polavarapu. 2004. Pathogenicity of
Steinernema
scarabaei,
Heterorhabditis
bacteriophora and S. glaseri to twelve white grub
species. Biocontrol Sci. Technol. 14: 87-92.
Morón, M. A. 1986. El género Phyllophaga Harris en
México. (Insecta: Coleóptera). Instituto de Ecología,
Jalapa, Veracruz, México. 341 p.
Ramírez Salinas, C. y A. E. Castro Ramírez. 2000. El
complejo gallina ciega (Coleoptera: Melolonthidae)
en el cultivo de maíz, en El Madronal, municipio de
Amantenango del Valle, Chiapas, México. Acta
Zoologica Mexicana (n.s.) 79: 17- 41.
Rodríguez del Bosque, L. A. 1993. Abundancia
estacional y ecología de Coleópteros rizófagos: un
estudio durante 15 años en agroecosistemas del
norte de Tamaulipas. In: M. A. Morón (Ed).
Diversidad y manejo de plagas subterráneas.
Veracruz, México. Sociedad Mexicana de
Entomología e Instituto de Ecología, México. p. 715.
616
Ruiz V., J.; F. Arce, J. García y H. K. Kaya. 1998.
Colecta de nematodos entomopatógenos para el
control de larvas de escarabeidos en Oaxaca.
Memorias del XXIII Congreso Nacional de
Entomología, Acapulco, México. p. 254-256.
Ruiz V., J.; T. Aquino B., H. K. Kaya y P. Stock.
2003. Colecta y evaluación de nematodos
entomopatógenos para el control de gallinas ciegas
Phyllophaga vetula (Horn) en Oaxaca, México.
Folia Entomol. Mex. 42: 167-175.
Saunders, J. L.; D. Coto y A. B. S. King. 1998. Las
plagas invertebradas de cultivos alimenticios
anuales en América Central. Turrialba, Costa Rica,
CATIE. 306 p.
Sifuentes, J. A. 1985. Plagas del maíz en México.
Folleto Técnico No. 85. Tercera edición. INIASARH, México, D. F.
Solís, A. J. F.; H. H. González, G. E. Hernández y M.
F. J. Flores. 1999. Control químico de
Scyphophorus acupunctatus en Jalisco. Memorias
del XXXV Congreso Nacional de Entomología,
Acapulco, México. p. 679-683.
Statistical Analysis System (SAS). 2002. Institute
Incorporation, SAS/STAT. User’s Guide, Version
9.0, SAS Institute Inc., Cary North Caroline, USA.
Villalobos, J. F. 1992. The potential of
entomopathogens for the control of white grub pests
of corn in México. p. 253-260. In: T. A. Jackson and
T. R. Glare (Eds.). Use of pathogens in scarab pest
management. Intercept Ltd., Andover, Hampshire.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 609-616. 2012
Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
(Lepidoptera: Nymphalidae)
Bioecological elements of the oil palm defoliator, Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Nymphalidae)
Gladys RODRÍGUEZ GONZÁLEZ 1, Ramón SILVA ACUÑA1, Rafael CÁSARES MOIZANT 2, Renny
BARRIOS MAESTRE 1, Asdrúbal DÍAZ QUINTANA 1 y José FARIÑAS MARCANO 1
1
Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA), San Agustín de la Pica, Vía Laguna Grande, Maturín,
estado Monagas, Venezuela y 2Instituto de Zoología Agrícola, Facultad de Agronomía, Universidad Central de
Venezuela, Apartado Postal 4579, Código Postal 2101-A, Maracay, estado Aragua, Venezuela.
E-mail: [email protected] y [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 10/08/2010
Fin de segundo arbitraje: 15/08/2012
Fin de primer arbitraje: 18/02/2012
Segunda revisión recibida: 07/09/2012
Primera revisión recibida: 11/06/2012
Aceptado: 12/09/2012
RESUMEN
Se estudiaron aspectos biológicos de Opsiphanes cassina Felder (gusano de las palmeras) bajo condiciones de laboratorio
(Centro de Investigaciones Agrícolas, INIA-Monagas) en San Agustín de la Pica en el lapso de septiembre a diciembre de
2000; y en el campo en las plantaciones de palma aceitera (Elaeis guineensis Jacq.) de las fincas Palmaveral y El Águila
ubicadas en el estado Monagas, Venezuela, durante julio a noviembre de 2002. El ciclo biológico promedio desde huevo
hasta la emergencia del adulto se completó en 65 días; la incubación de los huevos duró 9 días, la larva 43 días y la pupa 12
días. Las larvas son solitarias y permanecieron inactivas durante el día, alimentándose entre las 18:00 y 20:00 horas y entre
las 05:00 y las 06:00 horas. Cada larva consumió en promedio 325,5 cm2, que equivale a 1,1 foliolo. Las larvas de IV y V
instar fueron las más voraces, consumiendo un área promedio de 14,1 y 80,2%, respectivamente. Los machos vivieron más
que las hembras. Se encontró una proporción sexual de un macho por cada hembra (1:1) en el laboratorio, mientras que en
campo fue de dos machos por cada hembra (2:1).
Palabras clave: Elaeis guineensis, Nymphalidae, gusano de las palmeras, insecto plaga
ABSTRACT
Biological aspects of Opsiphanes cassina Felder (split-banded owlet) were studied, under laboratory conditions (Centro de
Investigaciones Agropecuarias, INIA-Monagas) in San Agustín de la Pica, during the period September to December, 2002;
and field conditions, from July to November, 2002 in the oil palm plantations (Elaeis guineensis Jacq.) of Palmaveral and El
Águila, located in Monagas State, Venezuela. The average life cycle from egg to adult emergence was completed in 65 days,
the incubation of eggs lasted 9 days, the larvae and pupae 43 days and 12 days, respectively. The larvae are solitary and
remained inactive during the day, feeding between 18:00 and 20:00 and between 05:00 and 06:00 hours. Each larva
consumed an average of 325.5 cm2, equivalent to 1,1 leaflet. Larval instar IV and V were the most voracious, consuming an
average foliar area of 14.1 and 80.2%, respectively. Males lived longer than females. Sex ratio of one male for every female
(1:1) was in the laboratory, while the field was two males for each female (2:1).
Key words: Elaeis guineensis, Nymphalidae, split-banded owlet, pest insect
INTRODUCCIÓN
La palma aceitera es una planta adaptada a
condiciones tropicales. Por su condición de cultivo
introducido y permanente permite la estabilización
del nuevo agroecosistema, mediante un adecuado
manejo de las plantas como eje central del sistema
productivo y del entorno ecológico; la calidad de
esemanejo dependerá en gran medida de los niveles
de incidencia de insectos plagas nativos de
importancia económica (Cenipalma, 2000; Rodríguez
et al., 2007).
El establecimiento de grandes extensiones de
palma aceitera en las zonas tropicales húmedas de
América, muchas de ellas a partir del bosque
primario, ha traído como consecuencia un cambio
profundo en la ecología, con lo cual se ha creado un
medio homogéneo, prácticamente constante, que ha
favorecido la adaptación, evolución y multiplicación
de las poblaciones de plagas en forma más rápida y
deletérea, en comparación con las poblaciones de los
agentes benéficos del ambiente natural en donde se
mantenían en equilibrio (Zenner y Posada, 1992;
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
617
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
Calvache y León, 1991). Por lo tanto, no siempre es
posible mantener todas las variables bajo control,
especialmente las de origen climático, de manera que
pueden presentarse explosiones esporádicas de plagas
que se hace necesario manejar. Para ello son
fundamentales la identificación de la especie plaga y
conocer la biología y los enemigos naturales, con el
fin de establecer las estrategias de manejo acordes
con sus hábitos, o basadas en la especificidad de
algunos
controladores
biológicos
naturales
(Cenipalma, 2000).
O. cassina se ha registrado como plaga de la
palma aceitera en América Latina en Colombia, Costa
Rica, Ecuador, Honduras, Panamá, Perú y Venezuela
(Chinchilla, 2003; Díaz et al., 2000; Perdomo et al.,
1996; Damas, 1996; Mexzón y Chinchilla, 1991 a, b;
Chinchilla, 1989; Genty et al., 1978, Howard et al.,
2001). En plantaciones comerciales del estado
Monagas, Venezuela, O. cassina ha sido el defoliador
más común. Desde 1989, se han venido observando
defoliaciones importantes; sin embargo, fue en el año
2000 cuando se presentó la primera “explosión” de la
plaga, la cual ocasionó intensos daños a las plantas,
posteriormente en enero del año 2006, ocurrió un
segundo brote del insecto (Rodríguez et al., 2007).
El adulto de O. cassina, es una mariposa de
color marrón con bandas anaranjadas transversales en
las alas anteriores, de hábitos diurnos y eficiente
vuelo, presenta fuerte quimiotropismo o atracción por
sustancias en fermentación o putrefacción (Zenner y
Posada, 1992; Howard et al., 2001, Genty et al.,
1978).
La expansión alar en el macho oscila entre 58
a 60 mm y en la hembra es de aproximadamente 72
mm. Las alas son marrones, las anteriores presentan
una banda ancha en forma de “Y” que las atraviesa
diagonalmente del margen costal al ángulo anal y, en
las posteriores presentan una banda semicircular,
próxima al margen apical, la cual es rojiza en los
machos y anaranjada en las hembras (Cenipalma,
2000; Zenner y Posada, 1992; Chinchilla, 1989).
El ciclo biológico completo del insecto puede
durar entre 59 y 77 días (Genty et al., 1978) ó 58 y 72
días (Jiménez, 1980). El periodo de actividad del
adulto es de 7 a 10 días. La hembra deposita sus
huevos en el envés de los foliolos, individual o en
grupos pequeños, cerca de la nervadura central, en la
base del foliolo (Weaving et al. 1978 citado por
Chinchilla 1989). Los huevos requieren 8 a 10 días
para eclosionar la larva del I instar (Syed, 1994;
Chinchilla, 1989; Genty et al., 1978).
618
La larva es verde con bandas amarillas en el
dorso, llega a medir 70 - 90 mm de longitud, presenta
cuernos cefálicos y apéndices caudales y siempre se
ubica en el envés de las hojas (Genty et al., 1978).
Pasa por cinco instares larvales (36 – 47 días) (Syed,
1994; Genty et al., 1978; Chinchilla, 1989). El daño
es causado por la larva, que puede consumir durante
su desarrollo hasta 800 cm2 de tejido, el equivalente a
tres foliolos (Chinchilla, 2003; Zenner y Posada,
1992; Genty et al., 1978).
La pupa es de color verde o marrón claro, se
localiza en el estípite de la planta y en la vegetación
circundante, frecuentemente en los troncos de los
árboles, a los cuales se adhiere por el cremaster. La
duración de la pupa es de 10 a 15 días (Chinchilla,
1989), 14 a 15 días (Jiménez, 1980) ó 15 a 20 días
(Syed, 1994; Genty et al., 1978).
Los conocimientos sobre biología, hábitos e
interrelaciones entre organismos perjudiciales,
enemigos naturales y el ambiente son cruciales para
mantener las relaciones de equilibrio natural dentro de
un agroecosistema (García et al., 1994; Mariau,
1993). La vegetación asociada al cultivo puede
desempeñar un papel clave para conservar estable las
poblaciones de depredadores y parasitoides dentro de
la plantación y favorecer el desarrollo de epizootias
por parte de algunos microorganismos (Mexzón et al.,
1996). Por ello, el propósito de la presente
investigación fue determinar algunos aspectos
bioecológicos de Opsiphanes cassina en palma
aceitera en laboratorio y bajo las condiciones
agroecológicas de las plantaciones delestado
Monagas, Venezuela.
MATERIALES Y MÉTODOS
Los ensayos se condujeron en el Laboratorio
de Entomología del Centro de Investigaciones
Agropecuarias del estado Monagas, INIA – Monagas,
en San Agustín de la Pica y en dos plantaciones
comerciales de palma aceitera del estado Monagas,
Venezuela: Agropecuaria Palmaveral (ubicada en
Cachipo, municipio Punceres, al norte del estado
Monagas, localizada a 9° 57' 11” N y 63° 05' 17” W)
y Agropecuaria El Águila (ubicada en la jurisdicción
del municipio Maturín a unos 40 km al sur este de
Maturín, a 9° 33' 59” N y 62° 55' 22” W).
Las observaciones se realizaron en el lapso
comprendido entre septiembre y diciembre de 2000.
Para ese periodo el promedio de las temperaturas fue
de 28,68 °C y de la humedad relativa 85,54%.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
Para capturar los adultos se utilizaron tres
trampas,
constituidas
por
bolsas
plásticas
transparente, recomendadas por Loria et al. (2000 a,
b) y Calvache et al. (1998), cebadas con frutas frescas
(cambur, piña y naranja), las cuales fueron
suspendidas en el estipe de la planta, con la entrada a
una altura aproximada de 150 cm del suelo. Estas
trampas se colocaron a finales de septiembre de 2000
en la Agropecuaria Palmaveral. Se revisaron cuatro
días después de instaladas y la captura fue de unos 60
adultos, los cuales se trasladaron al laboratorio en
sobres de papel y se liberaron en una jaula (soportes
de metal, cubierta de tela de organdí, con medidas
1,80 m de altura X 1,00 m de ancho) en donde se
alimentaron con jugos de frutas y agua. Las jaulas
fueron revisadas diariamente y los huevos retirados y
colocados en envases plásticos transparentes de 260
mL, que contenían un pedazo de papel absorbente
humedecido con agua destilada. Diariamente fueron
revisados los envases registrándose el lapso desde la
oviposición hasta la eclosión de las larvas. También
se cuantificó la viabilidad de los huevos determinada
como porcentaje de eclosión. Debido a que la
oviposición fue espaciada en el tiempo, se llevó una
cría paralela de donde, en algunos casos, se
incorporaron instares larvales con el propósito de
garantizar un número confiable de individuos al final
del ensayo.
Los adultos provenientes de las pupas
formadas en el laboratorio presentaron una
longevidad errática, por lo que se procedió a colectar
pupas directamente en el campo, y se fijaron por el
cremaster a la tapa de un envase plástico de 260 mL
con una cinta engomada. Los adultos obtenidos se
individualizaron en frasco de vidrio de 5 L de
capacidad y se alimentaron con una suspensión de
agua y melaza en relación 1:1. Se registró la
longevidad de ambos sexos.
Las
larvas
de
primer
instar
se
individualizaron en envases plásticos de 260 mL, a
ellas se les suministró con frecuencia interdiaria una
sección de follaje fresco de palma aceitera de
aproximadamente 17,50 cm2 (3,5 cm X 5,0 cm) para
alimentarlas hasta alcanzar el ínstar II. A partir del
este ínstar, las larvas se trasladaron a frascos de vidrio
de 5 L de capacidad y se les suministró
interdiariamente una sección de follaje de
aproximadamente 77 cm2 (3,5 cm X 22 cm). Se
registraron las fechas en que las larvas se liberaron de
las cápsulas cefálicas (mudas), momento éste, cuando
pasan de un instar a otro, hasta alcanzar el estado de
pupa.
La investigación se inició con la captura de
adultos en el campo utilizando la trampa sugeridas
por Loria et al. (2000 a,b) y Calvache et al. (1998).
Posteriormente los adultos fueron colocados en jaulas
de 1 x 1m (tul y alambre), colgadas en la hoja de una
planta; se alimentaron con suspensión atrayente en
una relación 1:1 (melaza + agua). Los huevos puestos
por los adultos en estas trampas fueron colectados de
las paredes y adheridos a una cartulina con
pegamento de agua, la cual se engrapó en un foliolo
en el campo. Para proteger los huevos de los
depredadores y parasitoides se colocaron en una jaula
cilíndrica (20 X 45 cm) construidas de alambre y tul
(Figura 1A), propuesta por Ojeda y Calderón (1994),
en un estudio sobre la biología de Pleseobyrsa
bicincta Monte; el tul se sujetó a la hoja, untándose
grasa mineral resistente a altas temperaturas a cada
lado del foliolo para impedir el tráfico de
depredadores por el raquis de la hoja. Al igual que en
el laboratorio, se llevó una cría paralela con similar
propósito.
Las pupas fueron mantenidas en los mismos
recipientes de 5 L de capacidad y en el mismo lugar
en donde se formaron. Se hicieron observaciones
diarias, cuantificando el tiempo transcurrido desde el
momento de la formación de la pupa hasta la
emergencia del adulto, incluyendo la prepupa, última
fase (o etapa) del último instar larval, durante la cual
la larva no se alimenta. Los adultos emergidos se
separaron según el sexo para determinar la relación
cuantitativa macho: hembra.
La capacidad de defoliación larval se
determinó simultáneamente con la cohorte empleada
para estudiar los instares, ya indicado anteriormente.
Para ello se aplicó la siguiente metodología: el área
faltante de la sección de follaje suministrada se calcó
en papel cebolla, luego esa área fue rellenada con
marcador de tinta negra indeleble y se cuantificó con
un medidor de área foliar modelo CI- 202 (CID, Inc).
A nivel de campo el estudio biológico se
condujo en la Agropecuaria El Águila, en la parcela
identificada como A4 Norte establecida en el año
1990, con el material Deli x La Mé. Las condiciones
promedio de temperatura y humedad relativa que
prevalecieron durante el estudio fueron de 28,90 ºC y
80,95%, respectivamente. Las observaciones sobre la
biología del insecto se realizaron diariamente desde
julio hasta noviembre de 2002.
Al eclosionar las larvas, con el auxilio de una
escalera se colocó una por foliolo dentro de jaulas
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
619
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
cilíndricas (Figura 1B). Las hojas seleccionadas se
limpiaron con agua corriente y en cada extremo de la
misma se colocó una barrera de grasa mineral para
evitar el tráfico de depredadores.
Cada larva dentro de la jaula correspondiente
se identificó con un número y al finalizar el instar
larval fue transferida a otro foliolo, con el propósito
de determinar el consumo de área foliar para cada uno
de los instares, siguiendo la metodología explicada
para el laboratorio. La pupa se dejaba en el foliolo
donde se transformó a ese estado hasta la emergencia
del adulto; al suceder este evento se cortaba el foliolo
y se terminaba de completar el área foliar consumida
en el último instar. La proporción entre sexos fue
determinada en los adultos que emergieron, los cuales
fueron aislados en parejas de la misma edad en jaulas
de 1 x 1m (tul y alambre) y colgadas en una hoja de
una planta del área experimental y alimentadas con
una suspensión de melaza y agua en relación 1:1;
luego se determinó la longevidad de los adultos.
Para efectuar el análisis morfológico y
biométrico del insecto, en la plantación El Águila se
colectó material biológico: huevos, larvas en
diferentes estadios y pupas, los cuales se llevaron al
laboratorio. Se midieron utilizando una lupa
estereoscópica Wild M8 y una rejilla calibradora. A
los huevos se les determinó el diámetro (mm). En el
caso de las larvas, antes de efectuar las mediciones de
longitud (mm), fueron colocadas en el congelador por
aproximadamente una hora, a objeto de facilitar el
proceso. La longitud del cuerpo de la larva fue
medida desde el margen anterior de la cabeza hasta el
final de los apéndices caudales; en larvas del V instar
se utilizó una regla. Posteriormente, se procedió a
decapitar a las larvas para realizar las mediciones de
la cápsula cefálica (ancho en mm), para luego aplicar
la regla de Dyar (Dyar 1890). El radio de Dyar o
relación de crecimiento entre instares (RCI) se
determinó dividiendo el promedio del ancho de la
cabeza de cada instar entre el promedio del ancho de
la cabeza del instar anterior (Gaines y Campbell,
1935). A las pupas se les midió el largo y el ancho
(mm), se pesaron y se aislaron individualmente; los
adultos obtenidos de ambos sexos, fueron
relacionados con los valores de las mediciones.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Aspectos biológicos en el laboratorio
El periodo de incubación de los huevos
(Figura 2C) de O. cassina fue en promedio de 9,16
días, con un intervalo de confianza de 8,54 ≤ µ ≤
9,77; (P ≤ 0,05) (Cuadro1), coincidiendo con la
observación de Genty et al. (1978) y de Chinchilla
(1989), que establecen una duración entre 8 a 10 días.
La viabilidad de los huevos fue de 80,88%. Su forma
esférica y globosa; el corion presentó una superficie
estriada longitudinalmente, de color crema, en la
medida que prosigue su desarrollo presenta tres
bandas concéntricas de color vino tinto. Antes de la
eclosión de la larva, a través del corion se observó
una esfera negra y franjas rosadas y blancas, que
corresponden a la cabeza y al cuerpo de la larva,
respectivamente.
El estado larval (Cuadro 1) pasó por 5
ínstares,
los
cuales
poseen
características
morfológicas diferentes; tardó en promedio 43,56 días
(39,34 ≤ µ ≤ 46,96) (P ≤ 0,05). Periodo similar al
señalado por Genty et al. (1978) y Jiménez (1980),
quienes indicaron una duración de 36-47 días para
esta fase.
El primer instar presentó una duración
promedio de 8,09 días (7,35 ≤ µ ≤ 8,82) (P ≤ 0,05)
(Cuadro 1), resultado estadísticamente similar a los de
Chinchilla (1989) quien encontró que el I instar duró
7,5 días. La larva del I instar recién emergida posee la
cabeza globosa, negra, cubierta por una gran cantidad
de setas simples y especializadas, no presentan
apéndices cefálicos. El cuerpo tiene franjas
intercaladas de color vino tinto y blancas; los
apéndices caudales son negros (Figura 2D).
Figura 1. A. Características de la jaula. B. Ubicación de los
foliolos en la jaula para la captura del defoliador
de la palma aceitera (Opsiphanes cassina Felder).
620
El segundo ínstar fue el más corto en
duración con promedio de 5,68 días (5,33 ≤ µ ≤ 6,02)
(P ≤ 0,05) (Cuadro 1), concordando con los 6 días de
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
Chinchilla (1989). La larva del segundo instar exhibe
diferencias notables con la del primero,
principalmente en la cabeza, la cual presenta dos
pares de apéndices cefálicos (un par central y uno
lateral) de color marrón y el cuerpo verde manzana,
con dos bandas dorsales longitudinales amarillas. Los
apéndices caudales son de color marrón (Figura 2D).
El tercer instar duró en promedio 6,09 días
(5,60 ≤ µ ≤ 6,58) (P ≤ 0,05) (Cuadro 1), lapso similar
al segundo y coincidente con los seis obtenidos por
Chinchilla (1989). Esta larva, como la del II instar, es
de color verde manzana con dos bandas dorsales
longitudinales amarillas; presenta cuatro pares de
apéndices cefálicos, siendo el central de color negro
desde la base hasta más allá de la mitad de su
longitud, con un anillo blanco intercalado antes del
ápice, que es negro. Los otros tres pares están
ubicados lateralmente, son transparentes, el primer
par se observa claramente; sin embargo, los dos
Figura 2. Fases del defoliador de la palma aceitera (Opsiphanes cassina Felder) A y B: adultos hembra y macho, C:
huevos, D: larvas del I y II, E: III y IV y F: V instar, G: prepupa, H: pupa.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
621
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
últimos pares son inconspicuos. La frente y el vértice
son de color amarillo opaco (Figura 2E).
La larva del cuarto instar duró en promedio
8,47 días (7,07 ≤ µ ≤ 9,07) (P ≤ 0,05) (Cuadro 1),
lapso muy parecido al primer instar y coincidente con
el señalado por Chinchilla (1989), de 8,2 días. La
larva posee el mismo color y características que la
larva anterior. Presenta cuatro pares de apéndices
cefálicos; el par central es de color negro desde la
base hasta más allá de la mitad de su longitud, con un
anillo blanco intercalado antes del ápice que es negro;
sin embargo, el par inmediatamente al lado de los
centrales es transparente con el ápice negro; los dos
últimos pares son transparentes e inconspicuos. La
frente y el vértice son de color amarillo brillante
(Figura 2E).
La larva del último o quinto instar duró en
promedio 15,23 días (13,99 ≤ µ ≤ 16,47) (P ≤ 0,05)
(Cuadro 1). Chinchilla (1989), determinó 13,5 días
para el V instar, ese valor se encuentra entre los
límites de confianza obtenidos en este trabajo. Esta
larva difirió de las anteriores en tamaño y coloración;
la larva fue corpulenta, verde manzana y casi no se le
apreciaron las bandas dorsales amarillas. Presentó
cuatro pares de apéndices cefálicos, uno central negro
de ápice blanco. Los otros tres pares están ubicados
lateralmente y son transparentes. El primer par se
observa claramente; sin embargo, los dos últimos son
inconspicuos. La cápsula cefálica se encuentra
marcada con franjas intercaladas de color marrón y
crema en vista frontal; en la región posterior ventral
presenta un par de rayas marrones (Figura 2F).
La pupa es de tipo obtecta (Figura 2H).
Recién formada es verde manzana y al avanzar en su
desarrollo se torna a un tono marrón. Presentó una
mancha característica, dorada, circular, ubicada a cada
lado por encima de la mitad posterior del cuerpo. Esta
fase (Cuadro 1) invirtió en promedio 11,90 días
(11,22 ≤ µ ≤ 12,58) (P ≤ 0,05) y pasó por una fase de
prepupa (Figura 2G) que duró en promedio 1,30 días
(0,90 ≤ µ ≤ 1,69) (P ≤ 0,05). La bibliografía registra
1,6 días (Genty et al. 1978; Jiménez, 1980;
Chinchilla, 1989).
El ciclo de vida, en condiciones de
laboratorio, desde la fase de huevo hasta la
emergencia del adulto se completó en 65,92 días; este
promedio estuvo dentro del rango de 59 a 77 días
registrado por la bibliografía (Genty et al., 1978;
Jiménez, 1980).
En condiciones de laboratorio los machos
(Figura 2B) pudieron vivir de 7 a 12 días y las
hembras (Figura 2A) de 6 a 10 días, lo que parece
indicar que los machos son más longevos.
A lo largo de las observaciones de pupas
colectadas en el campo y obtenidos los adultos en el
laboratorio se encontró una correspondencia de un
macho por cada hembra (1:1).
Capacidad de defoliación en el laboratorio
Los daños son exclusivamente provocados
por las larvas, siempre localizadas en el envés de los
foliolos, generalmente en la porción media; se
alimentan desde el margen hacia la nervadura central.
En el Cuadro 2 se muestran los resultados de la
capacidad del consumo foliar de O. cassina en cada
uno de los instares, bajo condiciones de laboratorio.
Las larvas del cuarto y quinto instar fueron
las más voraces; la del quinto consumió en promedio
Cuadro 1. Ciclo biológico (huevo - pupa) del defoliador de la palma aceitera (Opsiphanes cassina Felder) en condiciones de
laboratorio (INIA- Monagas). Monagas, Venezuela. 2000.
Fase
n
Huevo
I instar
II instar
III instar
IV instar
V instar
Larva
Pre-pupa
Pupa
Total
18
22
22
22
19
21
19
20
11
622
Tiempo (días)
Intervalos de Confianza
8,54 ≤ µ ≤ 9,77
7,35 ≤ µ ≤ 8,82
5,33 ≤ µ ≤ 6,02
5,60 ≤ µ ≤ 6,58
7,07 ≤ µ ≤ 9,07
13,99 ≤ µ ≤ 16,47
39,34 ≤ µ ≤ 46,96
0,90 ≤ µ ≤ 1,68
11,22 ≤ µ ≤ 12,58
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
Media
9,16
8,09
5,68
6,09
8,47
15,23
43,56
1,30
11,90
65,92
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
227,79 cm2; aproximadamente, cinco veces más que
la del cuarto que consumió 47,33 cm2. Entonces, O.
cassina, pudo consumir durante su fase larval hasta
294,39 cm2 de área foliar, superficie casi similar a la
de un foliolo, cuyo promedio, estimado en este
estudio fue de 293,34 cm2. Este resultado de consumo
foliar es notablemente inferior al indicado por Zenner
y Posada (1992) quienes señalan hasta tres foliolos
por larva.
Aspectos biológicos en el campo
En el campo los huevos son siempre puestos
individualmente, nunca en grupos, por ello
difícilmente el insecto mostrará comportamiento
gregario; sin embargo, Zenner y Posada (1992)
señalan ese comportamiento en las larvas.
El periodo de incubación de los huevos
(Cuadro 3) fue en promedio de 8,19 días (7,82 ≤ µ ≤
8,56), (P ≤ 0,05), más corto que el obtenido bajo
condiciones de laboratorio (Cuadro 1) y se encuentra
en el lapso de 8 a 10 días, señalado por Genty et al.
(1978) y Jiménez (1980). Presentaron un diámetro
promedio de 1,65 mm (1,60 ≤ µ ≤ 1,73), (P ≤ 0,05),
según la bibliografía (Jiménez, 1980), puede alcanzar
hasta 2 mm.
La fase larval (Cuadro 3) se completó en
promedio en 42,44 días (41,44 ≤ µ ≤ 43,28), (P ≤
0,05) valor un poco menor que en las condiciones de
laboratorio (Cuadro 1). Los resultados de campo
también concuerdan con los de Genty et al. (1978) y
Jiménez (1980).
El I instar duró en promedio 8,52 días (8,09
≤ µ ≤ 8,95), (P ≤ 0,05) (Cuadro 3), lo que guarda
relación con los resultados de laboratorio y es un poco
mayor que los registrados en la bibliografía
(Chinchilla, 1989). La larva llegó a medir 11,16 mm
de longitud.
El II instar duró en promedió 6,84 días (6,33
≤ µ ≤ 7,36), (P ≤ 0,05) (Cuadro 3) un poco más largo
que el del laboratorio (Cuadro 1) y de los obtenidos
por Weaving et al. (1978, mencionados por Chinchilla
(1989). La larva alcanzó una longitud de 16,03 mm.
El III instar fue el más corto, invirtió 5,52
días en promedio (5,12 ≤ µ ≤ 5,92), (P ≤ 0,05)
(Cuadro 3) un poco menor en comparación con los
datos de laboratorio (Cuadro 1) y con los de
Chinchilla (1989). La larva midió 27,93 mm.
La larva tuvo en promedio una duración de
7,86 días (7,44 ≤ µ ≤ 8,28), (P ≤ 0,05) (Cuadro 3), un
poco menor en comparación con el obtenido en el
laboratorio (Cuadro 1) y con los de Chinchilla (1989).
Esta larva llegó a medir 39, 23 mm.
La larva tuvo en promedio una duración de
13,70 días (12,99 ≤ µ ≤ 14,41), (P ≤ 0,05) (Cuadro
3), lapso un poco más corto en comparación con el
obtenido en el laboratorio (Cuadro 1) y el señalado
Cuadro 2. Consumo de área foliar (cm2) de la larva del
defoliador de la palma aceitera (Opsiphanes
cassina Felder) en condiciones de laboratorio
(INIA, Monagas). Monagas, Venezuela. 2000.
Larva
I instar
II instar
III instar
IV instar
V instar
Total
Consumo área foliar (cm2)
Intervalos de Confianza
1,11 ≤ µ ≤
1,43
3,72 ≤ µ ≤
4,46
12,81 ≤ µ ≤
15,01
42,48 ≤ µ ≤
52,14
205,44 ≤ µ ≤ 249,91
Media
1,27
4,09
13,91
47,33
227,79
294,39
Cuadro 3. Ciclo biológico (huevo - pupa) del defoliador de la palma aceitera (Opsiphanes cassina Felder) en la plantación
El Águila. Monagas, Venezuela, 2002.
Fase
Huevo
I instar
II instar
III instar
IV instar
V instar
Larva
Pupa
Total
n
21
23
25
25
22
20
20
17
Tiempo (días)
Intervalos de Confianza
7,82 ≤ µ ≤
8,56
8,09 ≤ µ ≤
8,95
6,33 ≤ µ ≤
7,36
5,12 ≤ µ ≤
5,92
7,44 ≤ µ ≤
8,28
12,99 ≤ µ ≤
14,41
41,44 ≤ µ ≤
43,28
12,64 ≤ µ ≤
13,36
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
Media
8,19
8,52
6,84
5,52
7,86
13,70
42,44
13,00
63,63
623
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
por Chinchilla (1989). La larva completamente
desarrollada midió 68,73 mm.
a machos y hembras fue de 1,67 y 1,77g,
respectivamente.
En relación con las mediciones del ancho de
las cápsulas cefálicas de las larvas en cada uno de los
ínstares, en el Cuadro 4, se muestran los resultados de
los promedios, los intervalos de confianza y el radio
de Dyar o relación de crecimiento entre instares (RCI)
(Gaines y Campbell, 1935). El menor valor de RCI
1,33 se obtuvo al pasar el insecto del I instar al II,
indicando que el ancho de la cápsula cefálica de la
larva del II instar es 1,33 más ancha que la del I
instar. Se observó una relación similar al pasar del III
al IV instar y del IV al V instar; de 1,38 y 1,39, lo que
permite inferir que el incremento del ancho de la
cápsulas cefálicas no es tan marcado, si lo
comparamos con 1,46 al pasar del II instar para el III,
este valor corresponde al máximo valor de los
incrementos del ancho de las cápsulas cefálicas del
insecto al pasar de instar a instar.
En general, en el campo se notó que las larvas
permanecían inactivas durante el día; a partir de las
18:00 horas comenzaron a alimentarse hasta las
20:00, dejaron de comer entre las 21:00 y las 05:00
para alimentarse nuevamente entre las 05:00 y las
06:00 horas.
En la Figura 3, se presenta la distribución de
frecuencias del ancho de las cápsulas cefálicas de O.
cassina. Se aprecia la formación de cinco grupos
unimodales que no se sobreponen; como cada grupo
representa un instar, se infiere, según la regla de Dyar
(Gaines y Campbell, 1935) que existen cinco instares
larvales. Además, al comparar el número de mudas
observadas tanto en el laboratorio como en el campo,
con la distribución de frecuencias del ancho de las
cápsulas cefálicas, se corrobora que el insecto pasa
por cinco instares.
En la fase de pupa, el insecto invirtió en
promedio 12,64 días (12,64 ≤ µ ≤ 13,36), (P ≤ 0,05)
(Cuadro 3), un poco más que en el laboratorio
(Cuadro 1) pero menos que lo registrado en la
bibliografía (Jiménez, 1980; Chinchilla, 1989; Genty
et al., 1978). En promedio, las pupas de donde
emergieron los machos midieron 31,70 mm de largo y
10,86 mm de ancho y las hembras 32,18 mm de largo
y 11,51 mm de ancho; el peso de las correspondientes
El ciclo de vida desde la fase huevo hasta la
emergencia del adulto se completó en 63,63 días.
Estos resultados están dentro del rango de 59 a 77
días señalado por Genty et al. (1978) y Jiménez
(1980).
Del estudio de la biología en campo, entre los
adultos que emergieron de las pupas, hubo
predominancia de los machos sobre las hembras en
proporción de dos a una; la mayor abundancia de
machos podría ser una estrategias de la especie para
asegurar la futura generación, garantizándole a las
hembras una alta probabilidad de apareamiento con la
consiguiente oviposición de huevos fértiles.
Figura 3. Distribución de frecuencia del ancho de la
cápsula cefálica (mm) de larvas del defoliador
de la palma aceitera (Opsiphanes cassina
Felder), provenientes de la Plantación El
Águila. Monagas, Venezuela, 2001-2002.
Cuadro 4. Ancho de la cápsula cefálica (mm) de los instares larvales del defoliador de la palma aceitera (Opsiphanes
cassina Felder), 2001-2002.
1
Instar
n
I
II
III
IV
V
50
60
55
43
26
Ancho cápsula cefálica (mm)
Intervalos de Confianza
1,20 ≤ µ ≤ 1,23
1,59 ≤ µ ≤ 1,63
2,30 ≤ µ ≤ 2,40
3,20 ≤ µ ≤ 3,30
4,41 ≤ µ ≤ 4,65
= Relación de crecimiento entre instares.
624
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
Media
RCI1
1,21
1,61
2,35
3,25
4,53
1,33
1,46
1,38
1,39
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
Durante los muestreos los adultos fueron
observados en el transcurso del día alimentándose
sobre
estructuras
fructíferas
de
hongos
Basidiomicetos; frutos de palma aceitera y de mango
(Mangifera indica L.) encontrados en el suelo, y de
frutos maduros en la planta de lechosa pajarita
(Carica papaya L). Generalmente, se encuentran en
reposo en camuflaje en el estípite y en hojas secas que
permanecen en la planta, también fueron observados
en el estrato herbáceo, especialmente sobre kudzú
tropical (Pueraria phaseoloides Benth.).
Los machos vivieron de 6 a13 días y las
hembras de 6 a 10 días. Loria et al. (2000a,b)
mencionan que los adultos de O. cassina tienen un
periodo de actividad de 7 a 10 días, durante los cuales
deben alimentarse, aparearse y; además, las hembras
seleccionar los sitios para colocar los huevos. En este
caso, no se observó el apareamiento.
Capacidad de defoliación en el campo
El Cuadro 5, muestra la capacidad de
consumo de área foliar o de daño de O. cassina en
cada uno de los instares en la plantación El Águila.
Las larvas del cuarto y quinto instares fueron las más
voraces; entre ellas, la del quinto instar llegó a ingerir
hasta 295,90 cm2; aproximadamente siete veces más
que la del cuarto instar, cuyo consumo fue de 43,42
cm2. El insecto, durante el transcurso de la fase larval
puede llegar a consumir unos 356,51 cm2.
Es importante destacar que, el insecto, bajo
condiciones de laboratorio, consumió 294,39 cm2 y en
el campo 356,51 cm2; estas áreas corresponden
aproximadamente a 1 y 1,25 foliolo, respectivamente.
Estos resultados son similares a los señalados por
Chinchilla (1989) quien registró un consumo de
435,07 cm2 (que se traduce aproximadamente en 1,5
foliolo) y difiere notablemente de Zenner y Posada
Cuadro 5. Consumo de área foliar (cm2) de la larva del
defoliador de la palma aceitera (Opsiphanes
cassina Felder) en la plantación El Águila,
Monagas, Venezuela, 2002.
2
Larva
I instar
II instar
III instar
IV instar
V instar
Total
Consumo area foliar (cm )
Intervalos de Confianza
1,41 ≤ µ ≤
1,93
3,23 ≤ µ ≤
4,37
10,79 ≤ µ ≤
12,64
37,28 ≤ µ ≤
49,56
256,00 ≤ µ ≤ 335,80
Media
1,67
3,81
11,71
43,42
295,90
294,39
(1992), que indicaron un consumo de tres foliolos. En
comparación con la capacidad de defoliación de
Brassolis isthmia en pejibaye (Bactris gasipaes) de
820,62 cm2, se observa que esta última especie es más
voraz (Mexzón, 2011).
En general, los resultados sobre el ciclo
biológico de O. cassina en condiciones de campo son
compatibles con los obtenidos en el laboratorio y
guardan relación a los presentados por Chinchilla
(1989) con las excepciones de los instares I y II que
fueron un poco más largos y el III que fue más corto.
Los valores de consumo de las larvas en el
laboratorio, no contienen dentro de los intervalos de
confianza a los obtenidos por Chinchilla (1989) quien
determinó que las larvas de los instares l, ll, lll, lV y V
consumen 1,52; 5,75; 16,27; 82,82; y 328,71 cm2 de
área foliar, respectivamente. Sin embargo, el consumo
determinado en el campo contiene dentro de los
intervalos de confianza, los valores obtenidos para las
larvas de los instares I y V.
Los resultados obtenidos de consumo de área
foliar, tanto en el laboratorio como en el campo son
similares; sin embargo, las diferencias observadas
entre estos resultados y la literatura, probablemente se
deban al ambiente y el material genético (plantas e
insectos) los cuales en estos casos cumplen un papel
determinante.
LITERATURA CITADA
Calvache, H. y P. León. 1991. Comportamiento de las
plagas de la palma de aceite en Colombia durante
1990. Palmas 12 (3): 7-13.
Calvache, H.; P. Franco y J. A. Aldana. 1998.
Opsiphanes cassina (Felder). Ceniavances 51. 8 p.
Corporación Centro de Investigación en Palma de
Aceite (Cenipalma). 2000. Plagas de la palma de
aceite en Colombia. Santafé de Bogotá. Fedepalma Cenipalma. 90 p.
Chinchilla, C. 1989. Fauna perjudicial en palma
aceitera. Programa de Investigación en Palma
Aceitera.
ASD
de
Costa
Rica.
ASD.
(Mimeografiado). P. 12-17.
Chinchilla, C. 2003. Manejo integrado de problemas
fitosanitarios en palma aceitera Elaeis guineensis en
América Central. Manejo Integrado de Plagas y
Agroecología (Costa Rica) 67: 69-82.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
625
Rodríguez Gonzales et al. Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder
Damas, D. 1996. Metodologia de evaluacion y control
de insectos defoliadores de la palma aceitera (Elaeis
guineensis Jacq) utilizados por palmeras Diana del
Lago, C.A., estado Zulia, Venezuela. In: Memorias I
Encuentro Nacional de Palmicultores. Aculpalma,
Fundesol, Fonaiap, Est. Exp. Monagas. Maturin. 33
p.
Díaz, A, C. González, V. Villalba y G. Rodríguez.
2000. Evaluación de insectos defoliadores y de sus
enemigos naturales en plantaciones de palma de
aceite (Elaeis guineensis Jacq.) del oriente de
Venezuela. Palmas 21: 195-200.
Díaz, A. y G. López. 1991. Controles fitosanitarios:
Malezas, plagas y enfermedades. In: El cultivo de la
palma aceitera. Fonaiap- Fundesol. p. 125-172.
Dyar, H. G. 1890. The number of moults of
lepidopterous larvae. Psyche 5: 420-422.
Gaines J. and F. Campbell. 1935. Dyar’s rule related
to the number of instars of the corn earworm,
Heliothis obsoleta (Fab.), colleted in the field. Ann.
Entomol. Soc. Am. 28: 445-461.
García, R.; H. Calvache, M. Hernández y V. Motta.
1994. Biología del defoliador de la palma de aceite,
Loxotoma elegans Zeller (Lepidoptera: Stenomidae)
en Villanueva (Casanare). Palmas 15 (4): 9-15.
Genty, P. H.; R. Desmier de Chenon y J. P. Morin.
1978. Las plagas de la palma aceitera en América
Latina. Oleagineux 33 (7): 326-420.
Howard, F.; D. Moore, R. Giblin Davis and R. Abad.
2001. Insects on palms. Ascot, United Kingdom.
CABI Publishing. 400 p.
Jiménez, O. D. 1980. Problemas entomológicos en
cultivos oleaginosos. Encuentro tecnológico sobre
cultivos productores de aceite y grasas comestibles
(Compendio 35). Bogotá: Instituto Colombiano
Agropecuario (ICA). 345 p.
Loria, R.; C. Chinchilla, J. Domínguez y R. Mexzón.
2000a. Una trampa sencilla y efectiva para capturar
los adultos de Opsiphanes cassina F. (Lepidoptera:
Nymphalidae) en palma aceitera. In: Memorias 2do
Cong. Lat. de Palma Aceitera. p. 106-112.
Loria, R.; C. Chinchilla, J. Domínguez and R.
Mexzón. 2000b. Observations on the behavior of the
pest in oil palm. ASD Oil Palm Papers 21: 1-8.
626
Mariau, D. 1993. Integrated control in palm
plantations: Results. Oléagineux 48 (7): 309-318.
Mexzón, R. 2011. Brassolis isthmia (Lepidoptera:
Nymphalidae), en pejibaye y en cocotero en Costa
Rica. Agronomía Mesoamericana 22 (1): 149-155.
Mexzón, R. y C. Chinchilla. 1991a. Entomofauna
perjudicial, enemigos naturales y malezas útiles en
palma aceitera en América Central. Manejo
Integrado de Plagas (Costa Rica) 20/21: 1-7.
Mexzón, R. and C. Chinchilla. 1991b. An inventory
of the oil palm pests and their natural enemies in
Central America. Palm Oil Research Institute of
Malaysia (PORIM), Palm Oil Conference
Agriculture. p. 443-450.
Mexzón, R.; C. Chinchilla y D. Salamanca. 1996.
Biología de Sibine megasomoides Walker
(Lepidoptera: Limacodidae): Observaciones de la
plaga en Costa Rica. ASD Oil Palm Papers 12: 10.
Ojeda Peña, D. y M. Calderón Bravo. 1994. Biología
y control de Pleseobyrsa bicincta Monte (Hem:
Tingidae), plaga importante de palma aceitera en el
Perú. Oléagineux 49 (4): 145-154.
Perdomo, A.; L. Matheus, C. Jiménez y R. Sánchez.
1996. Experiencia del control integrado de
Opsiphanes cassina. In: Memorias I Encuentro
Nacional de Palmicultores. Acupalma, Fundesol,
Est. Exp. Monagas, Fonaiap. 43 p.
Rodríguez, G.; A. Díaz, R. Barrios, L. Vásquez y C.
González. 2007. Manejo de brotes del gusano
cabrito en plantaciones de palma aceitera. Revista
Digital CENIAP HOY No 14. 8 p.
Syed, D. 1994. Estudio del manejo de plagas en
palma de aceite en Colombia. Palmas (Colombia)
15(2): 55 – 68.
Vélez, J. H. Y J. A. Salazar. 1991. Mariposas de
Colombia. Villegas Editores, Bogotá. Colombia.
167 p.
Zenner de Polania I. y F. Posada. 1992. Manejo de
insectos, plagas y benéficos de la palma africana.
Bogota: Instituto Colombiano Agropecuario (ICA),
Manual de Asistencia Técnica 54. 124 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 617-626. 2012
Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
Symptoms and control of leaf necrosis of tigernut (Cyperus esculentus L.)
Nelson José MONTAÑO MATA 1
y José JIMÉNEZ GARCÍA 2
Departamento de Agronomía, Escuela de Ingeniería Agronómica, Núcleo Monagas, Universidad de Oriente.
Avenida Universidad Campus Los Guaritos, Maturín, 6291, estado Monagas, Venezuela y 2Instituto
Agroforestal Mediterráneo (IAM), Universidad Politécnica de Valencia, Edificio 3H. Camino de Vera, s/n 46022
Valencia, España E-mail: [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 24/03/2011
Fin de arbitraje: 08/02/2012
Revisión recibida: 20/02/2012
Aceptado: 29/02/2012
RESUMEN
La necrosis foliar es una nueva enfermedad que se viene observando en los últimos años en el cultivo de chufa en la
comarca de L´Horta Nord de Valencia, que en la actualidad afecta a la práctica la totalidad de las parcelas cultivadas. Ante
la incidencia cada vez mayor de esta enfermedad en los campos de chufa se planteó la caracterización de su síndrome y su
control. Esta afección se manifiesta a los quince-veinte días de la emergencia de las plantas por un secado de la mitad
superior de las hojas, que siete a diez días más tarde empiezan a mostrar la presencia de puntitos negros. Paralelamente se
aprecia una coloración rojizo-anaranjada en los tubérculos plantados que evoluciona a podredumbre. Preparaciones
microscópicas de los puntitos negros de las hojas y aislamientos en medio de cultivo de los tubérculos afectados y de zonas
de vasos de la planta producen un ascomiceto actualmente en fase de identificación. El control se planteó mediante una
doble vía: tratamientos al tubérculo por termoterapia y carbendazima y desinfestación del suelo mediante dicloropropeno +
cloropicrina. Estos tratamientos no fueron efectivos para controlar la enfermedad.
Palabras clave: Termoterapia, control químico, desinfestación de suelos
ABSTRACT
Leaf necrosis is a new disease that has been observed in recent years in the cultivation of chufa in the region of L'Horta
Nord of Valencia, currently affecting almost all the cultivated plots. Given the increasing incidence of this disease in chufa
fields, characterization of its syndrome and its control was planned. The disease appears at fifteen to twenty days after plant
emergence by drying of the upper half of the leaves, seven to ten days later they begin to show the presence of black dots. In
parallel, reddish-orange discoloration is seen in the tubers planted that evolves rot. Microscopic preparations of black dots
on the leaves and in culture isolates of tubers affected and of vessels areas of the plant produced an ascomycete, currently
under the identification stage. Disease control was proposed by two ways: tuber treatments by thermotherapy and
carbendazim and soil disinfestation with dichloropropene + chloropicrin. These treatments were not effective in controlling
the disease.
Key words: Thermotherapy, chemical control, soil disinfestation
INTRODUCCIÓN
La chufa es el tubérculo del rizoma de la planta
del mismo nombre. Se conoce como alimento
humano desde hace más de tres mil años. En la
famosa tumba de Tutankamon se encontraron
cascarillas de chufa entre los lujosos manjares que los
egipcios pusieron a disposición de su faraón para que
no pasara hambre en su viaje al otro mundo (Recio y
Palau, 2003). Su origen se sitúa en África y Europa
meridional, siendo su hábitat más frecuente las zonas
tropicales y subtropicales. Es una planta conocida en
todo el mundo como una de las principales malas
hierbas (Pascual et al., 1997). Sin embargo,
Castroviejo (2008) señala que el origen fitogeográfico
de Cyperus esculentus L. es incierto; algunos autores
lo suponen mediterráneo (Vavilov, 1951; Nuez y
Carelles, 1984) y otros norteamericano (Keeley et al,
1970; Stoller et al., 1979). La chufa es la variedad
subespecífica cultivada Cyperus esculentus L. var.
sativus Boeck (Negbi, 1992). Pertenece, según la
última revisión de la taxonomía de las angiospermas
(APG, 2009), al orden Poales, familia Cyperaceae,
subfamilia Scirpoideae, tribu scirpeae, subtribu
Cyperinae, genero Cyperus. La especie es C.
esculentus (L.), y la variedad población cultivada en
la zona valenciana pertenece a la variedad botánica
sativus (Boeck.).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
627
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
La chufa, se cultiva a pequeña escala en países
como Argelia, Irán, Irak, Egipto, Senegal, Costa de
Marfil, Nigeria, Níger, Burkina faso, Ghana, Mali,
Camerún, Togo, EEUU, Rusia, Turquía, China,
Francia y países bajos (Pascual
et al., 1997;
Okladnikov, 1977; Horak y Holt, 1986; Pascual y
Maroto, 1984; Castell, 1996; Pascual et al., 2000;
Cudney, 2003; Pascual-Seva et al., 2009). Los países
de África Occidental exportan anualmente unas 20003000 toneladas de chufa a España, aunque al no
disponer de partida arancelaria específica no existen
datos oficiales. También se ha ensayado su cultivo en
Canadá, cuba, Argentina, Brasil, Japón, corea del Sur,
Hungría, Polonia, Suecia, Sudáfrica e Israel (Mulligan
y Junkins, 1976; Negbi, 1992; Pascual et al., 2000;
Pascual-Seva et al., 2009; Turessson et al., 2010).
plantada ha oscilado entre unas 400 y 500 ha con una
producción media de tubérculos de 18 a 24 t*ha-1. Es
un cultivo de gran rusticidad que hasta hace pocos
años apenas había presentado problemas de
enfermedades. En 1997 se detectó la presencia de
Rosellinia
necatrix
Prill
produciendo
una
podredumbre negra en los tubérculos afectados
(García-Jiménez et al., 1997; 1998b).
En los últimos años se viene observando una
nueva enfermedad en el cultivo de chufa, que en la
actualidad afecta a la práctica totalidad de las parcelas
cultivadas. Ante la incidencia cada vez mayor de esta
afección se planteó como objetivos del presente
trabajo el estudio de caracterización del síndrome.
MATERIALES Y MÉTODOS
En algunos países los tubérculos de chufa se
utilizan como pienso para el ganado, la pesca y se ha
citado como un potencial alimento para algunas aves.
En lo referente al consumo humano se presenta el
tubérculo bajo diferentes formas: en fresco, tostados,
malteados o exprimidos formando parte de bebidas
refrescantes. Con la chufa se fabrica la horchata
(bebida refrescante obtenida mediante la mezcla de
extracto de chufas trituradas con agua y azúcar) de
alto poder nutritivo, que goza de una enorme tradición
en la Comunidad Valenciana, desde donde se ha
extendido al resto de la geografía española (Melián,
2002). La chufa también se utiliza en la fabricación
de emulsiones medicinales indicadas en tratamientos
de disfunciones digestivas. Se ha obtenido aceite de
sus tubérculos y grasas, utilizadas en la fabricación de
jabones (Castell, 1996., Ulmerie y Enebeli, 1996.,
Pascual et al., 1997).
Prácticamente la totalidad de la superficie
dedicada al cultivo de la chufa en España
(aproximadamente 600 ha) está situada en la
provincia de Valencia, más concretamente en la
comarca L’Horta Nord. El Real Decreto 1554/1990
de 30 de noviembre, incluye la chufa y la horchata en
el Régimen de Denominaciones de Origen. El cultivo
se está expandiendo a otras provincias Españolas
debido a la creciente popularidad de la horchata de
chufas en países del norte de Europa, Francia,
Alemania, Reino Unido y Argentina (Pascual et al.,
2000), que incrementa la demanda de materia prima
en la industria local transformadora.
La chufa es cultivada en la comarca de
L’Horta Nord (Valencia, España) para la producción
de horchata. En los últimos cinco años, la superficie
628
Caracterización del síndrome
Durante los años 2003-2005 se prospectaron
diversas parcelas con síntomas de la enfermedad. Para
ello, se realizaron visitas secuenciales en las cuales se
recolectaban plantas completas, observando su
sintomatología en campo y, en laboratorio, bajo lupa
binocular. Paralelamente, se realizaron aislamientos
en medio PDAS (patata dextrosa agar + 500 ppm de
estreptomicina) de las diversas zonas de la planta
(tubérculos, estolones, tallos y hojas).
Control de la enfermedad
Ubicación del ensayo
El ensayo se desarrolló en el año 2005 en una
parcela situada en la localidad de Poble Nou
(Valencia, España) donde no se había plantado chufa
en los últimos dos años.
Material vegetal
Se utilizaron dos partidas de tubérculos de chufa
(pa y pb) suministradas por el Consejo Regulador de
la Denominación de Origen Chufa de Valencia.
Tratamiento al suelo
Previo a la siembra se cubrieron dos franjas del
terreno (50 x 5 m) con una lámina de polietileno
transparente y el suelo se desinfestó con Agrocelhone
NE EC (Dicloropropeno 80,3% + Cloropicrina
44,0%) a la dosis de 655 kg/ha aplicado en el agua de
riego (suelo scd). También se dejaron dos franjas del
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
suelo con las mismas dimensiones sin cubrir y sin
desinfestar (suelo ssd). Una semana antes de la
siembra se removió el terreno para permitir la salida
de los gases tóxicos y así evitar posibles daños al
cultivo.
central de cada unidad experimental. Los parámetros
analizados fueron los siguientes:
Rendimiento: se tomó un metro lineal en el
caballón central. Una vez lavados los tubérculos se
procedió a pesar la producción total.
Tratamiento a los tubérculos
Una muestra de 1,5 kg de tubérculos de cada
partida fueron sometidos a los siguientes
tratamientos: testigo sin tratar (co), tratamiento de
termoterapia (t), termoterapia+carbendazima (tca) y
sin termoterapia + carbendazima (ca). Los tubérculos
co y t se pusieron en remojo en agua de grifo y los
tubérculos ca y tca en remojo en carbendazima a la
dosis de 800 cc de Quimuzin Flow (Carbendazima
50% (SC))/100 L de agua durante 24 h. Al siguiente
día se realizó la termoterapia a los lotes de tubérculos
correspondientes. Para la termoterapia, para lo cual,
se utilizó un baño termostático con agitador, en el
cual se controló la temperatura manteniéndola
constante a 54º C durante 30 minutos, tras lo cual se
introdujo la partida de tubérculos en agua fría durante
unos 10 minutos.
Disposición del ensayo
La plantación se realizó de forma manual el 1
junio de 2005 en un diseño estadístico de bloques al
azar en parcelas subsubdividas (Gómez y Gómez,
1984) con cuatro repeticiones por tratamiento, lo que
daba un total de 64 unidades experimentales,
constituida cada una de ellas por cinco caballones de
3 m de largo, separados 0,60 m entre sí. La
separación entre tubérculos dentro de cada caballón
fue de 0,10 m. El área de cada unidad experimental
fue de 9,00 m2 y la separación entre ellas fue de 0,50
m. La condición del suelo (Parcela principal), partidas
de tubérculos (subparcela) y los tratamientos a los
tubérculos (subsubparcela).
Parámetros evaluados
Porcentaje de plantas emergidas: se realizó a
las dos semanas de la emergencia de las plantas.
Porcentaje de plantas con necrosis foliar: se
llevó a cabo a los treinta días después de la siembra
(dds).
Antes de la recolección se procedió al
quemado de la parte aérea de las plantas y en el
momento de la recolección (8 meses dds) se
cosecharon los tubérculos del camellón caballón
Porcentaje de tubérculos sin síntomas de la
enfermedad: Se realizó a partir de 100 tubérculos
tomados al azar.
Análisis estadístico
Todos los parámetros fueron estudiados
mediante el análisis de la varianza (ANOVA) y con la
prueba diferencia mínima significativa (dms)
(Castillo, 2003; Steel y Torrie, 1989) de comparación
de medias (P < 0,05). Previamente al análisis, a los
datos en porcentajes se le aplicó la transformación
arcsen ( x ), siendo x el porcentaje de plantas
emergidas, porcentaje de plantas con síntomas, o
porcentaje de tubérculos sin síntomas de la
enfermedad. Para el análisis de los rendimientos se
realizó la conversión a toneladas por hectárea (t*ha-1).
Todos los datos fueron analizados usando el
procedimiento Proc GLM del Statistical Analysis
System (SAS, Institute, Cary, NC, versión 9.0) y
Castillo (2004).
Para evaluar el efecto de los tratamientos a los
tubérculos y al suelo sobre cada uno de los
parámetros, se hizo análisis de varianza y cuando
hubo diferencias significativas para el factor simple se
utilizó la prueba de comparación de dms (α=0,05) y
pruebas de contrastes para la interacción, mediante el
programa estadístico SAS v. 9.0.
Los factores principales se analizaron con la
prueba de comparación de medias de diferencia
mínima significativa (dms), mientras que las
interacciones que resultaron significativas por medio
de contraste ortogonales usando el paquete estadístico
SAS (2004). En este trabajo solo se analizaron los
factores principales y las interacciones de primer
orden.
RESULTADOS
Caracterización del síndrome
A los 15-20 días de la emergencia aparecieron,
distribuidas al azar por la parcela (Figura 1A), plantas
que presentaron un secado de la mitad superior de las
hojas (Figura 1B) sobre el cual, unos 7-10 días más
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
629
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
tarde empezó a observarse la presencia de unos
puntitos negros dispersos (Figura 1C). También la
necrosis puede observarse en las inflorescencias,
donde se puedo apreciar los puntos negros, sobre todo
en las brácteas, y manchas color marrón en el
pedúnculo de la umbela y raquis de las espigas
(Figura 1D). Al arrancar las plantas con esta
sintomatología aérea se observó una coloración
externa rojizo-anaranjada. Y en los tubérculos
sembrados en los tubérculos plantados (Figura 1E)
Figura 1. A. Aspecto de un campo de chufa (Cyperus esculentus L.) con plantas afectadas por necrosis foliar. B. Síntomas
iniciales de la necrosis foliar. C. Puntos negros sobre las necrosis foliares en chufa. D. Inflorescencia afectada:
bráctea con puntos negros. E. Coloración externa rojizo-anaranjada en tubérculo de siembra correspondiente a
una planta de chufa. F. Extensión de la podredumbre hacia el interior del tubérculo de chufa. G. Podredumbre en
el tubérculo de chufa en Poble Nou, Valencia, España.
630
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
que también se extiende a su interior (Figura 1F) y
que posteriormente evoluciona a podredumbre
(Figura 1G).
La Figura 2A muestra la parte externa de
tubérculos con apariencia sana. Mientras que en las
Figuras 2B y 2C se pueden observar tubérculos con
brotes. En la Figura 2D, se muestra el corte
transversal de un tubérculo, y donde se observa la
parte interna de tubérculos con apariencia sana.
Preparaciones microscópicas de los puntos
negros que aparecieron en las zonas foliares
necrosadas demostraron que se trataba de cuerpos
fructíferos (Figura 3A) que, en su madurez, producen
ascas de forma recta y de un tamaño medio de 97,7 x
10,0 μm (Figura 3B), con ocho ascosporas hialinas,
de forma elipsoidal que en su madurez pueden
presentar 1-3 tabiques y de tamaño 8-10 x 1,8-2,3 μm
(Figuras 3C y 3D).
Aislamientos de estos cuerpos fructíferos, de
los tubérculos afectados y de zonas de los vasos
conductores de la planta produjo el mismo hongo
(Figura 4A), que en los medios de cultivo
tradicionales no llega a esporular, aunque sí sobre
trozos de hojas de chufa esterilizadas al autoclave,
reproduciendo los cuerpos fructíferos encontrados en
Figura 2. A. tubérculos de chufa (Cyperus esculentus L.) con apariencia sana. B, C. tubérculos con brotes con apariencia
sana. D. corte transversal muestra parte interna de un tubérculo hidratado. E. parte interna con apariencia sana
en Poble Nou, Valencia, España.
631
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
el campo (Figura 4B). Se trata de un hongo
ascomiceto actualmente en fase de identificación.
Porcentaje de plantas emergidas
A
Los resultados del análisis de varianza se
muestran en el Cuadro 1. Se aprecian diferencias
significativas en la condición del suelo, partidas de
tubérculos y tratamientos al tubérculo, no
detectándose diferencias significativas en las
interacciones. En la Figura 5 se pueden observar las
diferencias estadísticas mediante de la prueba dms
(p< 0.05) de comparación de medias. En el suelo
desinfestado (scd) se aprecia un porcentaje plantas
emergidas de 85,6%, mayor que el obtenido en el
suelo sin desinfestación (ssd) que fue del 79,9%. Se
aprecia también diferencia significativa en el
porcentaje de emergencia
B de ambas partidas: en la
partida (pa) el porcentaje de plantas emergidas fue
significativamente mayor (96,1%) que la partida (pb)
que fue de 69,4% (Figura 6). Los resultados para el
tratamiento de tubérculos se muestran en la Figura 7,
donde se observa una emergencia en el control (co)
significativamente inferior al resto de los
tratamientos, que no mostraron diferencias
significativas entre sí.
Figura 3. A. Cuerpos fructíferos del hongo en chufa (Cyperus esculentus L.). B. Ascas del hongo en chufa. C. Asca con
ocho ascosporas en chufa. D. Ascosporas con tabiques del hongo en chufa en Poble Nou, Valencia, España.
632
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
Porcentaje de plantas con necrosis foliar
Porcentaje de tubérculos sin síntomas
Los resultados del análisis de varianza se
muestran en el Cuadro 2, donde se observa
diferencias significativas sólo en la condición del
suelo. En la Figura 8 aparecen representados los
valores para ambas condiciones del suelo: en el suelo
sin desinfestación (ssd) se aprecia un porcentaje de
plantas con síntomas del 17,8%, menor que el
obtenido en el suelo desinfestado (scd) (25,5%).
El análisis de varianza para este parámetro se
muestra en el Cuadro 3, donde sólo se observó
diferencias estadísticas significativas para la
condición de suelo: la prueba de dms (p< 0,05) de
comparación de medias indica que el suelo
desinfestado (scd) se obtuvo un 74,1% de tubérculos
sin síntomas de la enfermedad, mayor que el 57,5%
obtenido en el suelo no desinfestado (ssd) (Figura 9).
Figura 4. A. Aspecto del hongo en medio PDA en chufa (Cyperus esculentus L.). B. Esporulación en medio CMA sobre
trozos de hojas de chufa esterilizadas en Poble Nou, Valencia, España.
Cuadro 1. Análisis de varianza para el porcentaje de plantas emergidas de chufa (Cyperus esculentus L.) en Poble Nou,
Valencia, España.
Fuente de
Variación
Bloques
cds
Error (a)
pdt
cds*pdt
Error (b)
tat
cds*tat
pdt *tat
cds * pdt*tat
Error (c)
Total
Grados de
Libertad
3
1
3
1
1
6
3
3
3
3
36
63
Suma de
Cuadrados
18,994
576,84
149,168
10813,400
23,888
361,286
412,140
129,590
134,800
166,000
1374,000
14151,120
Cuadrado
Medio
6,334
576,840
467,220
10813,4
23,888
60,214
137,380
43,195
44,934
55,340
38,167
F
Pr > F
12,35
0,0391*
179,58
0,40
3,60
1,13
1,18
1,45
< 0,0001*
0,5520n.s
0,0226*
0,3492n.s
0,3319n.s
0,2445n.s
F: valor del F calculado., Pr > F: probabilidad mayor que F. (Pr>F) ≤ 0,05, * = significativo., (Pr>F) > 0,05, n.s = no
significativo. cds = condición del suelo; pdt = partidas de tubérculos; tat = tratamientos a los tubérculos: t = termoterapia,
co = control, tca = termoterapia+carbendazima, ca = carbendazima.
633
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
Figura 6. Efecto de las partidas de tubérculos sobre el
porcentaje de plantas emergidas de chufa
(Cyperus esculentus L.) en Poble Nou, Valencia,
España. MDS0,5 = 3,1%. pa y pb: suministradas
por el Consejo Regulador de la Denominación
de Origen Chufa de Valencia
Figura 5. Efecto de la condición del suelo sobre el
porcentaje de plantas emergidas de chufa
(Cyperus esculentus L.) en Poble Nou,
Valencia, España. MDS0,5 = 3,1%. scd: Suelo
cubierto y desinfestado y ssd: Suelo sin cubrir
y sin desinfestar.
Figura 7. Efecto de los tratamientos sobre el porcentaje de
plantas emergidas de chufa (Cyperus esculentus
L.) en Poble Nou, Valencia, España. MDS0,5 =
4,4%. co: Testigo sin tratar, t: Termoterapia, tca:
Termoterapia + carbendazima y ca: Sin
termoterapia + carbendazima.
Figura 8. Efecto de la condición del suelo sobre el
porcentaje de plantas de chufa (Cyperus
esculentus L.) con síntomas en Poble Nou,
Valencia, España. MDS0,5 = 4,4%. scd: Suelo
cubierto y desinfestado y ssd: Suelo sin cubrir y
sin desinfestar.
Cuadro 2. Análisis de varianza para el porcentaje de plantas de chufa (Cyperus esculentus L.) con necrosis foliar en Poble Nou,
Valencia, España.
Fuente de
Variación
Bloques
cds
Error (a)
pdt
cds*pdt
Error (b)
tat
cds*tat
pdt *tat
cds* pdt*tat
Error (c)
Total
Grados de
Libertad
3
1
3
1
1
6
3
3
3
3
36
63
Suma de
Cuadrados
258,32
553,43
59,79
252,01
100,250
463,48
572,22
52,04
325,09
235,66
2784,44
5700,72
Cuadrado
Medio
86,11
553,43
19,93
252,01
100,250
77,25
190,74
17,35
108,36
78,55
77,35
F
Pr > F
27,77
0,0133*
3,26
1,66
0,1209ns
0,2449ns
2,47
0,22
1,40
1,02
0,0779ns
0,8789ns
0,2583ns
0,3971ns
F: valor del F calculado., Pr > F: probabilidad mayor que F. (Pr>F) ≤ 0,05, * = significativo., (Pr>F) > 0,05, n.s =
no significativo. cds = condición del suelo; pdt = partidas de tubérculos; tat = tratamientos a los tubérculos: t =
termoterapia, co = control, tca = termoterapia+carbendazima, ca = carbendazima.
634
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
Rendimiento
Los resultados del análisis de varianza en el
rendimiento de tubérculos indican diferencias
estadísticas significativas en el tratamiento de los
tubérculos y en la interacción condición de
suelo*tratamiento de los tubérculos, no observándose
para la condición del suelo, partidas de tubérculos, ni
en las interacciones condición del suelo*partidas de
tubérculos, partidas de tubérculos*tratamientos a los
tubérculos, y condición del suelo*partidas de
tubérculos*tratamientos a los tubérculos (Cuadro 4).
rendimientos para la condición del suelo, a favor de t
scd, en cambio t ssd produjo rendimientos más bajos
(16.360 kg ha-1 vs 14.499 kg ha-1). En los resultados
de los contrastes 5 y 6 se observa como tca ssd y ca
ssd fueron superiores a t ssd, donde t ssd y tca ssd
mostraron diferencias altamente significativas
(P<0,01) a favor de tca ssd (16.716 kg ha-1 vs 14.499
kg ha-1). Para el contraste 7 se detectaron diferencias
significativas (P<0,05) entre ca scd y tca ssd, a favor
de tca ssd que obtuvo los rendimientos más altos
(16.716 kg ha-1 vs 15.148 kg ha-1) (Cuadro 5).
Interacción entre condición del suelo y tratamiento
a los tubérculos
En el contraste 1 se observa que el suelo
desinfestado (scd), y el suelo sin desinfestar (ssd)
tuvieron estadísticamente el mismo rendimiento.
(Cuadro 5). En los contrastes 2 y 3, donde se
comparan tubérculos con termoterapia+carbendazima
en suelo desinfestado (tca scd) versus tubérculos con
termoterapia en suelo sin desinfestar (t ssd) y
tubérculos con carbendazima en suelo desinfestado
(ca scd), se observaron diferencias significativas entre
los tratamientos, a favor de tca scd, donde tca scd
versus t ssd mostraron diferencias altamente
significativas (P<0,01) entre sí, tca scd produjo
rendimientos más altos que t ssd (16.818 kg ha-1 vs
14.499 kg ha-1). Para el contraste 4 donde se observó
diferencia
significativa
(P<0,05)
entre
los
Figura 9. Efecto de la condición del suelo sobre el
porcentaje de plantas de chufa (Cyperus
esculentus L.) sin síntomas en Poble Nou,
Valencia, España. MDS0.5 = 4,7%. Scd: Suelo
cubierto y desinfestado y ssd: Suelo sin cubrir y
sin desinfestar.
Cuadro 3. Análisis de varianza para el porcentaje de tubérculos de plantas de chufa (Cyperus esculentus L.) sin síntomas en
Poble Nou, Valencia, España.
Fuente de
Variación
Bloques
cds
Error (a)
pdt
cds*pdt
Error (b)
tat
cds*tat
pdt*tat
cds* pdt*tat
Error (c)
Total
Grados de
Libertad
3
1
3
1
1
6
3
3
3
3
36
63
Suma de
Cuadrados
1526,28
1666,78
63,57
116,18
153,73
456,17
340,25
147,79
135,38
107,98
3115,18
7829,28
Cuadrado Medio
508,76
1666,78
21,19
116,18
153,73
76,03
113,42
49,26
45,13
35,99
86,53
F
Pr > F
78,66
0,0030**
1,53
2,02
0,2626ns
0,2049ns
1,31
0,57
0,52
0,42
0,2859ns
0,6388ns
0,6702ns
0,7426ns
F: valor del F calculado., Pr > F: probabilidad mayor que F. (Pr>F) ≤ 0,05: significativo., (Pr>F) > 0,05: no significativo.
cds = condición del suelo; pdt = partidas de tubérculos; tat = tratamientos a los tubérculos: t = termoterapia, co = control, tca
= termoterapia+carbendazima, ca = carbendazima.
635
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
DISCUSIÓN
La “necrosis foliar” de la chufa en Valencia,
una enfermedad no descrita anteriormente en esta
planta, se presenta con una serie de características que
hacen de ella un caso singular dentro de las
enfermedades de plantas. En primer lugar, el modelo
de su aparición en campo (plantas afectadas
distribuidas al azar por la parcela y rodeadas de
plantas sanas). En efecto, una observación cuidadosa
de las plantas afectadas muestra una decoloración
superficial rojizo-anaranjada del tubérculo de siembra
que posteriormente evoluciona a podredumbre.
Lo que resulta llamativo de la enfermedad es
que, aparentemente, este hongo, partiendo del
tubérculo afectado, avanza por los vasos conductores,
sin que se observe su necrosis, hasta las hojas, donde
produce en primer lugar una necrosis de la mitad
apical. Junto a los daños más evidentes en hojas,
también las inflorescencias muestras signos de la
enfermedad. Esto se observa con frecuencia en campo
cuando se presenta floración prematura, generalmente
en los bordes de las parcelas o en las zonas más
compactas por el paso de la maquinaria agrícola. En
estas plantas, en las brácteas de la inflorescencia se
aprecia un secado de su mitad superior, y la posterior
Cuadro 4. Análisis de varianza para el rendimiento de tubérculos (kg ha-1) de plantas de chufa (Cyperus esculentus L.) en
Poble Nou, Valencia, España.
Fuente de
Variación
Bloques
cds
Error (a)
pdt
cds*pdt
Error (b)
tat
cds *tat
pdt *tat
cds * pdt * tat
Error (c)
Total
Grados de
Libertad
3
1
3
1
1
6
3
3
3
3
36
63
Suma de Cuadrados
3,93
0,75
0,742
11,09
7,12
14,42
15,91
18,34
3,78
9,09
65,59
150,76
Cuadrado
Medio
1,31
0,75
0,247
11,09
7,12
2,40
5,30
6,11
1,26
3,03
1,82
Pr > F
0,1806ns
0,0753ns
0,1361ns
0,0477*
0,0293*
0,5628ns
0,1920ns
F: valor del F calculado., Pr > F: probabilidad mayor que F. (Pr>F) ≤ 0,05: significativo., (Pr>F) > 0,05: no significativo.
cds = condición del suelo; pdt = partidas de tubérculos; tat = tratamientos a los tubérculos: t = termoterapia, co = control,
tca = termoterapia+carbendazima, ca = carbendazima.
Cuadro 5. Contrastes ortogonales en la interacción condición de suelo*tratamientos a los tubérculos sobre el rendimiento
de tubérculos (kg ha-1) en el cultivo chufa (Cyperus esculentus L.) en Poble Nou, Valencia, España.
Comparación de tratamientos
1.scd vs ssd
2.tca scd vs t ssd
3.tca scd vs ca scd
4. t scd vs t ssd
5.t ssd vs tca ssd
6.t ssd vs ca ssd
7.ca scd vs tca ssd
GL
1
1
1
1
1
1
1
CM
0,0903
10,0128
5,6113
6,0378
13,1328
5,1200
8,0000
Medias
(kg ha-1)
16,065
15,849
16,818
14,499
16,818
15,148
16,360
14,499
14,499
16,716
14,499
16,288
15,148
16,716
DET
(kg ha-1)
216
2319
1670
1861
-2217
-1789
-1568
Pr>F
0,7665 ns
0,0046 **
0,0274 *
0,0227 *
0,0016 **
0,0342 *
0,0100 *
Gl = Grados de libertad; CM = Cuadrados medios; DET = diferencias entre los tratamientos; * = Diferencia significativa
al 0,05; ** = Diferencia significativa al 0,01.ns = No significativa. t scd = tubérculos con termoterapia, en suelo
desinfestado; t ssd = tubérculos con termoterapia, en suelo sin desinfestar; co scd = control, en suelo desinfestado; co ssd =
control, en suelo desinfestar; tca scd = tubérculos con termoterapia+carbendazima, en suelo desinfestado; tca ssd =
tubérculos con termoterapia+carbendazima, en suelo sin desinfestar; ca scd = tubérculos con carbendazima, en suelo
desinfestado; ca ssd = tubérculos con carbendazima, en suelo sin desinfestar; scd = suelo desinfestado; ssd =suelo
desinfestar; co = control; t = termoterapia; tca = termoterapia+carbendazima; ca = carbendazima.
636
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
aparición de los puntos negros. Estos síntomas
también se pueden expresar en el pedúnculo de la
inflorescencia y el raquis de las espigas en forma de
una mancha marrón (Fig. 1D). Se hacen necesarios
estudios más exhaustivos, actualmente en curso, para
la identificación del agente causal.
En lo referente al control, del presente estudio
se deducen dos informaciones importantes. La
primera, la detección de la presencia de la “necrosis
foliar” en las dos partidas de tubérculos evaluadas. La
segunda, que los tubérculos tratados con termoterapia,
carbendazima, termoterapia+carbendazima o la
desinfestación del suelo fueron insuficientes para
controlar la enfermedad. Estos resultados muestran
que el comportamiento del hongo causante de la
“necrosis foliar” es diferente al de Rosellinia necatrix,
causante de la “podredumbre negra” de la chufa:
García-Jiménez et al. (1997; 1998a) controlaron este
hongo mediante termoterapia, mientras que aquí esta
técnica no parecer ser efectiva. Aunque se han
obtenido resultados parciales significativos en
algunos de los análisis realizados, lo cierto es que
ninguno de los tratamientos consiguió reducir la
incidencia de la enfermedad de forma que se pudiese
utilizar agronómicamente. Se requieren, por tanto,
nuevos estudios que aborden el control de esta
enfermedad que, como se ha dicho está afectando de
forma cada vez más creciente a la chufa en Valencia.
Los resultados de los contrastes demuestran
que en general scd y el tratamiento tca superan los
rendimientos de los demás tratamientos evaluados.
También, demostró que solo el suelo desinfestado, no
es suficiente para incrementar los rendimientos, debe
estar combinado con el tratamiento de los tubérculos
con t ca (Cuadro 5). Los rendimientos obtenidos en
esta investigación superan a los obtenidos por Pascual
et al. (1997) obtuvieron señalan rendimiento de 6.052
kg*ha-1 (año 1983) y 11.623 kg*ha-1 (año 1984) en un
estudio sobre fecha de plantación de chufa, ambas en
el mes junio, coinciden con la misma fecha de
plantación de este estudio, además los rendimientos
obtenidos están dentro el rango señalado por Maroto
(2012), que menciona los rendimientos en tubérculos
lavados (muy hidratados), oscilan entre 12.000 y
24.000 kg*ha-1.
LITERATURA CITADA
Angiosperm Phylogeny Group (APG). 2009. An
update of the Angiosperm Phylogeny Group
classification for the orders and families of
flowering plants: APG III, Bot. J. Linn. Soc. 161:
105-121.
Castell Zeising, V. 1996. Determinación y tipificación
agronómica de clones de chufa (Cyperus esculentus
L.) cultivada en L’Horta Nord de Valencia.
Universidad Politécnica de Valencia. Pascual
España, Tesis Doctoral.
Castillo, M. L. 2003. Introducción a la estadística
experimental. 2 ed. Universidad Autónoma de
Chapingo. Departamento de Parasitología Agrícola.
México. 277 p.
Castillo, M. L. 2004. Introducción al SAS para
Windows. 2 ed. Universidad Autónoma de
Chapingo. Departamento de Parasitología Agrícola.
México.
Castroviejo, S. 2008. Cyperus L., In: S. Castroviejo
(Coord. Gen.), S. Castroviejo, M. Luceño, A. Galán,
F.J. Cabezas & P. Jiménez Mejías (eds.) Flora
Ibérica 18: 8-27.
Cudney, D. 2003. History and biology of yellow and
purple nutsedge. Univesity of California
Cooperative Extension.
García Jiménez, J.; J. Busto, J. Armengol, G.
Martínez Ferrer, R. Sales y M. García Morató. 1997.
La podredumbre negra o “alquitranat”: un grave
problema de la chufa en Valencia. Agrícola Vergel
183: 144-148.
García Jiménez, J.; A. Vicent, J. Busto, M. J. Moya,
R. Sales y J. Armengol. 1998a. Uso de la
termoterapia para el control de la podredumbre
negra de la chufa (Cyperus esculentus L.) causada
por Rosellinia necatrix Prill. Una alternativa para el
mundo rural del tercer milenio. Actas del III
Congreso de la Sociedad Española de Agricultura
Ecológica. Valencia, España, septiembre 1998. p.
157-166.
García Jiménez, J.; J. Busto, A. Vicent, R. Sales and
J. Armengol. 1998b. A tuber rot of Cyperus
esculentus caused by Rosellinia necatrix. Plant
Disease 82: 1281.
Gomez, K. A. and A. A Gomez. 1984 Statistical
procedures for agricultural research, 2nd Ed. An
Internacional Rice Research Institute .Wiley InterScience Publication, John Wiley and Sons. New
York. United States of America. 680 p.
Horak, M. J. and J. S. Holt. 1986. Isozyme variability
and breeding systems in populations of yellow
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
637
Montaño Mata y Jiménez García. Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
nutsedge (Cyperus esculentus). Weed Sci. 34: 538543.
Keeley, P. E.; R. J. Thullen and J. H. Miller. 1970.
Biological control studies on yellow nutsedge with
Bactra verturana Zeller. Weed Sci. 18: 393-395.
Maroto, J. V. 2012. La Chufa. Introducción, historia y
cultivo.
Disponible
en:
http://www.chufadevalencia.org/bd/archivos/archivo
55.pdf. Consultado: 16- 05-2012.
Melián N., A.. 2002. El cultivo de la chufa en la
Comunidad Valenciana: Importancia económica.
Agrícola Vergel. 246: 368-374.
Mulligan, G. A. and B. E. Junkins. 1976. The biology
of Canadian weeds. 17. Cyperus esculentus L. Can.
J. Plant Sci. 56: 339-350.
Negbi, M. 1992. A sweetmeat plant, a perfume plant
and their weedy relatives: A chapter is the history of
Cyperus esculentus L. and C. rotundus L. Economic
Botany 46 (1): 64-71.
Nuez, F. y M. T. Carelles. 1984. Variación en
poblaciones de chufa (Cyperus esculentus L.) de
Alboraya (Valencia). V Jornadas de Selección y
Mejora de Plantas Hortícolas. Logroño, España. p.
386-397.
Okladnikov, Y. N. 1977. The introduction of chufa
into the human diet as a source of poliunsaturated
fatty acids. Vopr. Pitan 3: 45-48.
Pascual Seva, N.; B. Pascual, A. San Bautista, S.
Lopez Galarza y J. V. Maroto. 2009. Growt and
nutrient absorption in chufa (Cyperus esculentus L.
var. sativus Boeck.) in soilless culture. Journal of
Horticultural Science and Biotechnology 84 (4) 393398.
Pascual, B.; J. V. Maroto, S. Lopez Galarza, A, San
Bautista y J. Alagarda. 2000. Chufa (Cyperus
esculentus L. var. sativus Boeck.): An
unconventional crop. Studies related to applications
and cultivation. Economic Botany 54 (4): 439-448.
638
Pascual, B. y J. V. Maroto. 1984. Estudio
agronómicos realizados en el cultivo de la chufa
(Cyperus esculentus L.) Diputación Provincia de
Valencia. Patronato de Cap. Agro. Valencia.
España.
Pascual, B.; J. V. Maroto, S. López Galarza y V.
Castell. 1997. El cultivo de la chufa (Cyperus
esculentus L. var. sativus Boeck.). Estudios
realizados. Conselleria de Agricultura, Pesca y
Alimentación. Serie Divulgació Técnica. 95 p.
Recio, A. C. y M. J. L. Palau. 2003. La horchata.
Historia y arte de la chufa valenciana. Generalitat
Valenciana. Conselleria d´Agricultura, Peixca i
Alimentació. 154 p.
Statistical Analysis System (SAS). 2004. SAS
Institute Inc. SAS/STAT 9.1. User’ guide. Cary,
NC, United States of America. 5136 p.
Steel, G. D. y J. H. Torrie. 1985. Bioestadística:
Principios y procedimientos. Trad. de la 2da Edición
de Principles and Procedures of Statistics por J.
Martínez. Mc Graw Hill. Bogotá, Colombia. 622 p.
Stoller, E. W.; L. M. Wax and F. W. Slife. 1979.
Yellow nustsedeg (Cyperus esculentus L.)
competition and control in corn (Zea mays). Weed
Sci. 27: 32-37.
Turesson, H.; S. Martilla, K. E. Gustavsson, P.
Hofvander, M. E. Olsson, L. Bulow, S. Stymne and
A. S. Carlsson. 2010. Characterization of oil and
starch accumulation in tubers of Cyperus esculentus
L. var. sativus (Cyperaceae): A novel model system
to study oil reservees in nonseed tissues. American
Journal of Botany 97 (11): 1884-1893.
Ulmerie, S. C. and J. N. Enebeli. 1996. Malt caramel
from tubers of Cyperus esculentus. Bioresource
Technology 57 (2): 215-216.
Vavilov, N. I. 1951. The origin, variation, immunity
and breeding of cultivated plants. The Ronald Press
Co. New York, United States of America.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 627-638. 2012
Nota Técnica
Evaluación de la esporulación de Fusarium oxysporum f. sp. sesami en dos medios de cultivo y dos
metodologías de inoculación en ajonjolí (Sesamum indicum)
Sporulation evaluation of Fusarium oxysporum f. sp. sesami in two culture media and two inoculation methods
on sesame (Sesamum indicum L.)
Ingrid HERRERA y Hernán LAURENTIN
Departamento de Ciencias Biológicas. Decanato de Agronomía. Universidad Centroccidental Lisandro
Alvarado. Vía Agua Viva. Cabudare C.P. 3023. Estado Lara. Venezuela. E-mail: [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 13/03/2012
Fin de segundo arbitraje: 30/07/2012
Fin de primer arbitraje: 08/06/2012
Segunda revisión recibida: 10/08/2012
Primera revisión recibida: 27/06/2012
Aceptado: 10/08/2012
RESUMEN
Una de las estrategias más efectivas en el control de hongos fitopatógenos es la obtención de cultivares resistentes, lo cual
requiere de un protocolo de inoculación eficaz para la identificación de germoplasma que tenga este atributo. En todo
procedimiento de inoculación se requiere contar con suficiente material que actúe como propágulo inicial. Los objetivos del
presente trabajo fueron evaluar la producción de esporas de Fusarium oxysporum f.sp. sesami sobre dos medios de cultivo,
así como evaluar dos metodologías de inoculación de este hongo sobre ajonjolí. Las metodologías de inoculación
consistieron en: i. enfrentar a las plántulas a una suspensión de esporas, ii. enfrentar a las plántulas a micelio y esporas
mezclados con un sustrato en bandejas plásticas. El medio papa dextrosa agar permitió una producción 4 veces mayor de
clamidosporas, 5 veces mayor de macroconidios y 2 veces mayor de microconidios que el medio SNA (agar bajo en
nutrientes). En relación a las metodologías de inoculación, la primera resultó en un 100% de incidencia y una severidad de
0,91, considerándose esta como el promedio sobre 10 plántulas de la relación longitud de la lesión entre longitud de la
plántula. La segunda metodología resultó en un 50% de incidencia y una severidad de 0,68. Siendo ambas metodologías
efectivas en lograr la enfermedad en plantas de ajonjolí, se podría considerar la segunda como más adecuada debido a que
sus condiciones son más parecidas a las que se dan en campo, estableciéndose interacciones entre el sustrato, el hongo y la
planta.
Palabras clave: protocolo inoculación, macroconidios, microconidios, clamidosporas, marchitez, sésamo, selección,
mejoramiento genético
ABSTRACT
One of the most effective strategies for fungi control is to obtain resistant cultivars, but for that, it is necessary an efficient
inoculation protocol to identify resistant germplasm and also to get initial propagule enough. The objectives of this research
were to evaluate spores production of Fusarium oxysporum f.sp. sesami on two culture media, and two inoculation methods
of the fungus on sesame. Inoculation methods were: i. confronting plantlets to fungus spores, and ii. confronting plantlets to
fungus (mycelia and spores) mixed with soil. Spores production was 4, 5 and 2 times larger on potato dextrose agar than on
SNA (low nutrients agar) for chlamydospores, macroconidia and microconidia respectively. First inoculation method
resulted in 100% incidence and 91% of severity, which was measured as the relation lesion length/plantlet length expressed
as percentage. Second method resulted in 50% incidence and 68% severity. The second method was considered the most
suitable for screening sesame germplasm to the fungus.
Key words: inoculation protocol, macroconidia, microconidia, chlamydospore, wilt, sesame, selection, plant breeding
INTRODUCCIÓN
El ajonjolí (Sesamum indicum L.) es un
cultivo que posee una tradición en Venezuela de más
de 60 años. El principal indicador de su importancia
en la agricultura del país es la superficie que se dedica
a su cultivo, la cual en los últimos 10 años ha estado
en un promedio de 45.000 has anuales (FEDEAGRO,
2012). Como cualquier otro cultivo, el ajonjolí tiene
limitaciones dadas por factores bióticos y abióticos.
Entre los factores bióticos, los hongos fitopatógenos
del suelo Macrophomina phaseolina y Fusarium
oxsysporum f.sp. sesami han sido reportados como los
que tienen mayores efectos negativos sobre la
producción de ajonjolí en Venezuela (Pineda, 2002).
La enfermedad del marchitamiento causada por
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 639-643. 2012
639
Herrera y Laurentín. Esporulación de Fusarium oxysporum en dos medios de cultivo y dos metodologías de inoculación
Fusarium es asociada a la infección previa dada por
Macrophomina phaseolina (Dhingra y Sinclair, 1978;
Pineda y Avila, 1988), sin embargo algunos estudios
señalan que Fusarium no requiere de infecciones
previas por otros hongos para causar la enfermedad
(Ammar et al., 2004). F. oxysporum f.sp. sesami
sobrevive como un hongo saprófito en el suelo; al
entrar en contacto con la planta de ajonjolí sus hifas
penetran las raíces creciendo intercelularmente hasta
alcanzar el xilema, por donde continúa su crecimiento
afectando el suministro de agua a la planta.
Una de las estrategias a considerar en el
manejo de un microorganismo fitopatógeno es
recurrir a la resistencia mediante el mejoramiento
genético como medida de control más efectiva (Oku,
1994). Poder determinar la existencia de resistencia
de la planta al ataque de algún patógeno requiere de la
existencia de un protocolo de inoculación que asegure
el contacto entre estructuras vegetativas y/o
reproductivas del agente causal con la planta en la
cual quiera ser evaluada la resistencia (Niks et al.,
1993); así mismo es requerida la disponibilidad de
suficiente material que actúe como propágulo inicial.
Estudios anteriores sobre resistencia de ajonjolí a
Fusarium oxysporum f.sp. sesami han sido realizados
en evaluaciones en campo utilizando suelos
naturalmente infectados (e.g. El-Shazly et al., 1999;
Ammar et al., 2004) o promoviendo la infección
artificial mediante la aplicación de una mezcla de
suelo y esporas del hongo en el sitio de siembra (ElBramawy y Wahid, 2007; El-Bramawy y Al-Wahid,
2009) , situación que deja muchas variables sin
control, lo cual afecta la repetibilidad que pueda tener
esta metodología. Las observaciones empíricas que se
hacen en siembras comerciales en Venezuela no
aclaran la situación, puesto que se ven plantas
enfermas y plantas sanas en un mismo lote, sin
haberse cuantificado los daños o haber relacionado la
incidencia y/o severidad con alguna condición
climática particular. Por tal razón, el presente trabajo
tuvo como objetivos evaluar la producción de esporas
de F. oxysporum f.sp. sesami sobre dos medios de
cultivo, así como evaluar dos metodologías de
inoculación de este hongo sobre ajonjolí.
MATERIALES Y MÉTODOS
Aislamiento del hongo
El hongo se aisló partiendo de material
enfermo con síntomas de marchitez presuntivamente
causados por Fusarium oxysporum f.sp. sesami
colectado en siembras comerciales de ajonjolí con el
640
cultivar UCLA1 (Montilla y Terán, 1996) en el
Municipio Esteller del estado Portuguesa, Venezuela.
Secciones de tejido enfermo del cuello de la planta se
sumergieron en etanol (80% v/v) durante 1 min y
luego en agua destilada también por 1 min, para luego
colocarlas en cajas Petri conteniendo medio agar
agua. Sobre este medio se identificó el micelio de
Fusarium oxysporum f. sp. sesami de color blanco y
tupido, corroborándose su identidad mediante la
observación al microscopio de los macroconidios
(fusiformes, ligeramente curvadas y mayoritariamente
de tres septos), microconidios (sin septos, elipsoidales
a cilíndrica, curvadas), clamidosporas (tanto
terminales como intercalares, de doble pared y
circulares) y fiálides (cortas y no septadas), tal como
lo establecen Nelson et al. (1983) para F. oxysporum.
Luego se procedió a tomar una muestra de dicho
micelio y se colocó en medio agar papa dextrosa
(PDA, Merck, Darmstadt, Alemania), repitiendo esta
operación tantas veces como fuese necesario para
obtener cultivos puros. A partir de este cultivo se
obtuvo un cultivo monospórico para garantizar la
identidad del aislamiento, siendo éste el cultivo de
partida para la obtención del inóculo requerido para el
desarrollo de las metodologías a probar. De esta
manera se obtuvieron dos aislamientos del hongo,
llamados C3 (obtenido cerca de la localidad de
Chorrerones, en las coordenadas 9º07´43,18´N y
69º01´45´´ O) y 13-2009 (obtenido cerca de la
localidad de El Gateao, en las coordenadas 9º12´16´´
N y 68º46´38´´ O).
Producción de esporas
La producción de esporas se evaluó en los dos
aislamientos obtenidos del hongo, y en dos medios de
cultivo. Para esto se utilizó un diseño estadístico
completamente al azar con tres repeticiones. El diseño
de tratamiento fue factorial, donde los factores
principales fueron los medios de cultivo,
los
aislamientos del hongo y su interacción. La unidad
experimental en este diseño fue una caja Petri
conteniendo tanto el medio como el aislamiento. Los
medios de cultivo evaluados fueron agar papa
dextrosa (PDA) y SNA (Spezieller Nährstoffarmer
Agar por sus siglas en alemán, 0,1% de K2HPO4 ,
0,1% NaNO3 , 0,05% MgSO4. 7H2O, 0,05% KCl,
0,02% glucosa, 0,2% sacarosa y 2% de agar). En el
centro de las cajas Petri, sobre el medio de cultivo ya
solidificado, se colocaron dos piezas cuadradas de
papel filtro (1cm x 1cm) previamente esterilizadas tal
como sugiere Nirenberg (1990) para incrementar la
esporulación. Entre los trozos de papel se colocó 1
cm2 de medio PDA conteniendo micelio proveniente
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 639-643. 2012
Herrera y Laurentín. Esporulación de Fusarium oxysporum en dos medios de cultivo y dos metodologías de inoculación
del borde en crecimiento activo de un cultivo anterior.
A los quince días se agregaron 10 ml de agua
destilada (esterilizada) en cada caja Petri, y se frotó la
superficie con una varilla curvada de vidrio para que
quedaran en suspensión las esporas. Se filtró la
suspensión y se cuantificaron los macroconidios,
microconidios y clamidosporas. Para registrar los
valores observados de las esporas mencionadas, se
promediaron dos observaciones independientes
hechas en un hematocitómetro, específicamente una
cámara de Neubauer, para cada unidad experimental.
Cada observación en el hematocitómetro consistió en
la cuantificación de las esporas en 48 cuadrados
terciarios (0,25mm x 0,25mm) de la cámara. La
evaluación de los resultados para la forma más
eficiente de obtener esporas se logró mediante un
análisis de varianza que consideró el medio de
cultivo, el aislamiento y su interacción: esto se hizo
para número de macroconidios, número de
microconidios y número de clamidosporas
Metodologías de infección in vitro
El cultivar de ajonjolí utilizado para evaluar
las metodologías de inoculación artificial fue
UCLA295 (Laurentin et al., 2004), línea experimental
que ha sido probada en campo desde hace más de 5
años y que ha mostrado sintomatología de fusariosis
en distintos grados, dependiendo de la localidad y el
año de siembra. Las semillas utilizadas fueron
previamente tratadas con un fungicida de contacto
(Captan). La primera metodología consistió en
colocar plántulas de ajonjolí en contacto con esporas
de F. oxysporum f.sp. sesami en cajas Petri, y en la
segunda las plántulas se pusieron en contacto con
micelio y conidios del hongo mezcladas con un
sustrato esterilizado en bandejas plásticas.
Evaluación de la infección in vitro
mediante la aplicación de una suspensión de
esporas
Se prepararon 4 cajas Petri esterilizadas en
autoclave, se le colocó a cada una de ellas un disco de
papel absorbente (también esterilizado) del mismo
diámetro de la caja. Sobre él se colocaron diez
semillas del genotipo de ajonjolí UCLA295 y se
agregó agua destilada estéril para lograr su
germinación. A los 11 días de colocadas las semillas
(a los 7 días de haber germinado), se agregaron 5 ml
de una suspensión de 1000 esporas ml-1 en cada caja
Petri. Como control se utilizaron 4 cajas Petri con las
semillas de ajonjolí dispuestas de la misma forma
como ya fue explicado, a las cuales no se agregaron
esporas, sólo 5 ml de agua destilada. Al cumplirse
siete
días de la inoculación, se determinó la
incidencia de la enfermedad expresada en porcentaje,
mediante la relación (Número de plantas enfermas /
Número de plantas totales) x 100. Como indicadores
de la severidad se usaron la longitud de las lesiones
visibles y la altura de la plántula, así como el
porcentaje en la longitud de la plántula ocupada por la
lesión [(longitud de la lesión/longitud de la plántula)
x 100] y los valores obtenidos se promediaron dentro
de cada unidad experimental. La confiabilidad y/o
reproducibilidad de la metodología fue determinada al
comparar los valores de incidencia y severidad de los
tratamientos con esporas, con los obtenidos en el
tratamiento control.
Evaluación de la infección mediante el
crecimiento de plántulas en sustrato mezclado con
micelio y esporas del hongo
Se llenaron 4 bandejas de plástico
transparente de 10 cm x 19 cm x 5 cm con un sustrato
obtenido de la mezcla de tierra negra y arena
(proporción 2:1) esterilizada durante una hora a
121ºC y 15 libras de presión mediante autoclave
(modelo H-Series, Systec, Alemania), mezclada con
estructuras vegetativas y reproductivas de F.
oxysporum f. sp. sesami desarrolladas durante 2
semanas de crecimiento. Como control se usaron 4
bandejas que se llenaron con el sustrato esterilizado,
sin ser mezclado con el patógeno. En cada una de las
bandejas se sembraron 10 semillas del cultivar
UCLA295. A los 14 días de haberse efectuado la
siembra, se registraron las mismas variables
evaluadas en las metodologías anteriores.
Análisis estadístico de la
metodologías de inoculación
evaluación
de
La comparación entre las dos metodologías
se logró mediante un análisis de varianza de un diseño
estadístico completamente al azar donde se
consideraron
cuatro
tratamientos
(las
dos
metodologías con sus respectivos controles) y cuatro
repeticiones para cada una de las variables.
Adicionalmente, se hicieron contrastes ortogonales
para comparar los resultados obtenidos por cada
metodología de inoculación con sus respectivos
controles. Las fuentes de variación que resultaron
con diferencias estadísticas (P<0,05) se sometieron a
una prueba de medias de Tukey. Todos los análisis se
realizaron con el programa estadístico Statistix for
Windows v. 8.0.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 639-643. 2012
641
Herrera y Laurentín. Esporulación de Fusarium oxysporum en dos medios de cultivo y dos metodologías de inoculación
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los análisis de varianza identificaron
diferencias estadísticas (P<0,05) en la variable
número de clamidosporas sólo para la fuente de
variación Medios de cultivo, en la cual el medio PDA
permitió la formación de 4,22 clamidosporas (10 µL)1
mientras que SNA lo hizo solo para 1 clamidospora
(10 µL)-1 En relación al número de macroconidios
hubo diferencias entre Aislamientos [66 (10 µL)-1
para 13-2009 y 26 (10 µL)-1 para C-3] y Medio de
cultivo [77 (10 µL)-1 para PDA y 15 (10 µL)-1 para
SNA]; y en la variable número de microconidios para
la interacción Aislamiento x Medio de cultivo (Figura
1). Los resultados obtenidos permitieron visualizar
que haya o no diferencias entre aislamientos, o que
haya interacción, siempre el medio de cultivo PDA
permitió una mayor producción de esporas que el
medio SNA. Este resultado no concuerda con las
consideraciones generales que existen sobre la
producción de esporas en el género Fusarium.
Nirenberg (1990) afirma que el medio para el cultivo,
aislamiento y preservación de Fusarium debe ser lo
más bajo en nutrientes como sea posible, y que el
papel filtro que se le añade al medio SNA mejora la
esporulación y por lo tanto, puede ser utilizado para la
producción masiva de conidios Los resultados del
presente trabajo indican que la esporulación en
Fusarium oxysporum f.sp. sesami cuantificada luego
de 15 días de crecimiento, no estaría relacionada con
un bajo nivel inicial de nutrientes en el medio de
cultivo. Esta hipótesis fue corroborada por Nirenberg
(1990) al comparar medio SNA con medio agar hojas
de clavel, pero no es cierta al comparar medio PDA
con medio SNA.
Figura 1. Influencia de dos medios de cultivos y diferentes
aislados de F. oxysporum f. sp. sesami, en el
número de microconidios. PDA: agar papa
dextrosa y SNA: Spezieller Nährstoffarmer Agar.
Las columnas identificadas con la misma letra no
difieren estadísticamente de acuerdo a la prueba
de separación de medias de Tukey (P<0,05).
642
En cuanto a las metodologías de inoculación,
los contrastes ortogonales mostraron diferencias
estadísticas (P<0,05) entre ambas metodologías y sus
respectivos controles, para todas las variables a
excepción de altura de planta, lo cual indica que la
presencia de la enfermedad no afecta el crecimiento
de la plántula en longitud en el caso del ajonjolí,
resultado que contrastó con el obtenido por Gabriel
(1977) quien reportó disminución de la longitud de
plántulas de tomate inoculadas con Fusarium
oxysporum f.sp. lycopersici de una forma muy similar
a la primera metodología empleada en el presente
trabajo. La Figura 2 muestra un 100% de incidencia
de la enfermedad en las plantas inoculadas con la
primera metodología, resultando sanas la totalidad de
las plantas no inoculadas, lo cual evidencia la eficacia
del método. En la misma figura se observa que la
segunda metodología también permitió que se
manifestara la enfermedad en la mitad de la población
evaluada. La Figura 3 muestra la severidad de la
enfermedad, visualizándose una tendencia muy
parecida a la de incidencia. Las plantas que mostraron
los síntomas de la enfermedad en la primera
metodología tuvieron un 91% de su longitud ocupada
por la lesión causada por F. oxysporum f.sp. sesami,
mientras que aquellas en la misma condición pero
registradas en la segunda metodología tuvieron un
68% de su longitud ocupada por la lesión.
Las dos metodologías evaluadas fueron
efectivas en causar la enfermedad, sin embargo, la
diferencia que se da entre ambas, fundamentalmente
en la incidencia, lleva a considerar que en la primera
metodología evaluada la presión de inóculo fue muy
grande, y por tal razón no hubo oportunidad para que
Figura 2. Porcentaje de plantas enfermas al inocular F.
oxysporum f.sp.sesami sobre ajonjolí mediante
dos metodologías. Las columnas identificadas
con la misma letra no difieren estadísticamente
de acuerdo a la prueba de medias de Tukey
(P<0,05).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 639-643. 2012
Herrera y Laurentín. Esporulación de Fusarium oxysporum en dos medios de cultivo y dos metodologías de inoculación
las plántulas activaran o utilizaran algún mecanismo
de resistencia. La segunda metodología pareciera más
apropiada para la evaluación de germoplasma de
ajonjolí en relación a su respuesta frente a F.
oxysporum f.sp. sesami, puesto que es más parecido a
lo que sucede en el campo ya que se están dando las
interacciones que puedan existir en el sistema plantahongo-suelo.
Con los resultados obtenidos se propone la
segunda metodología utilizada para ser aplicada como
rutina en los programas de mejoramiento genético de
ajonjolí que busquen la obtención de cultivares con
mecanismos de resistencia hacia el hongo Fusarium
oxysporum f.sp. sesami
LITERATURA CITADA
Ammar, S., M. El-Shazly, M. El-Ashry, M. ElBramawy. 2004. Inheritance of resistance to
Fusarium wilt disease in some sesame hybrids.
Egyptian Journal of Applied Science 19:36-55
Confederación Nacional de Asociaciones de
Productores Agropecuarios (FEDEAGRO). 2012.
Estadísticas agrícolas. Producción agropecuaria.
Disponible en: http://www.fedeagro.org
Dhingra, O. y J.Sinclair. 1978. Biology and pathology
of
Macrophomina
phaseolina.
Impresa
Universitaria. Universidade Federal de Viçosa.
Minas Gerais, Brasil.
El-Shazly, M., O. A. Wahid, M. A. El-Ashry, S. M.
Ammar, M. A. El-Bramawy. 1999. Evaluation of
resistance to Fusarium wilt disease in sesame
germplasm. International Journal of Pest
Management 45:207-210
El-Bramawy y A. Wahid. 2007. Identification of
genetic resources for resistance to Fusarium wilt,
charcoal root rot and Rhizoctonia root rot among
sesame (Sesamum indicum L.) germplasm. African
Crop Science Conference Proceedings 8:1893-1900
El-Bramawy, M. y A. Al-Wahid. 2009. Evaluation of
resistance of selected sesame (Sesamum indicum)
genotypes to Fusarium wilt disease caused by
Fusarium oxysporum f.sp. sesami. Tunisian Journal
of Plant Protection 4:29-39
Gabriel M. 1977. Estimación de la agresividad de
diferentes aislamientos de Fusarium oxysporum f.
sp. lycopersici (Schlecht) sn. et h. Mycopathologia
62 (1): 61-64
Laurentin H, D. Montilla y V. García. 2004. Relación
entre el rendimiento de ocho genotipos de ajonjolí
(Sesamum indicum L.) y sus componentes.
Comparación de metodologías. Bioagro 16:153-162
Montilla, D. y H. Teran. 1996. UCLA1, una nueva
variedad de ajonjolí (Sesamum indicum L.). Bioagro
8:26-29
Nelson, P., T. Toussoun y W. Marasas. 1983.
Fusarium species: an illustrated manual for
identification. Pennsylvania State University Press.
Estados Unidos. 226 pp.
Niks, R., P. Ellis y J. Parlevliet. 1993. Resistance to
parasites. In: Hayward, M., N. Bosemark y I.
Romagosa (eds.). Plant breeding: principles and
prospects. Chapman & Hall. Londres.
Nirenberg, H. 1990. Recent advances in the taxonomy
of Fusarium. Stud. Mycol. 32:91-101
Oku, H. 1994. Plant pathogenesis and disease control.
Lewis Publishers. Boca Raton, Florida, Estados
Unidos.
Figura 3. Porcentaje de la longitud de la plántula ocupado
por la lesión causada por F. oxysporum
f.sp.sesami al inocularlo sobre ajonjolí mediante
dos metodologías. Las columnas identificadas
con la misma letra no difieren estadísticamente
de acuerdo a la prueba de medias de Tukey
(P<0,05).
Pineda, J. 2002. Enfermedades en el cultivo del
ajonjoli. In: ASOPORTUGUESA, UCLA, INIA
(eds.). II Curso de Producción de Ajonjolí y Soya.
Araure, estado Portuguesa, Venezuela
Pineda, J. y J. Ávila. 1988. Alternativas para el
control de Macrophomina phaseolina y Fusarium
oxysporum patógenos del ajonjoli (Sesamum
indicum L.). Agronomía Tropical 38(4-6):79-84
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 639-643. 2012
643
Short Communication
The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks
livability
Influencia de la relación macho:hembra de ponedoras Fayoumi sobre la fertilidad, eclosión de huevos y viabilidad
de los polluelos
Mahesh SUTHAR 1, Shahzad Akbar KHAN MUGHAL 2
and Muhammad AZAM 3
1
Sindh Agriculture University, Faculty of Animal Husbandry and Veterinary Sciences, Tandojam, Pakistan;
Department of Pre-Clinical Subjects, Faculty of Veterinary and Animal Sciences, The University of Poonch
Rawalakot, Rawalakot, Pakistan and 3Govt Boys Degree College, Hajira, Pakistan.
E-mail: [email protected]
Corresponding author
2
Received: 02/02/2012
Second reviewing ending: 08/20/2012
First reviewing ending: 04/23 2012/
Second review received: 09/09/2012
First review received: 02/06/2012
Accepted: 10/21/2012
ABSTRACT
To examine the effect of male:female ratio on the fertility and hatchability of eggs and chicks livability in Fayoumi layers,
three groups were managed where each of 8, 9 and 10 hens were offered 1 cock for mating. Study was carried out at the
Poultry Experimental Station, Sindh Agriculture University Tandojam during 2005. Average initial egg weight in group C
(10 layers) was significantly (P<0.05) higher (29.33 g) as compared to group A (28.29) and group B (26.45g). Eggs in group
C (1:10), had higher fertility rate (91.11%) as compared to group A (1:8) and B (1:9), where egg fertility percentage was
89.13 and 83.33%, respectively. The hatchability was remarkably higher (73.17 %) in group A (1:8) which followed a
diminishing trend in group B (1:9) where hatchability was lowest (47.50%), while 60.98% hatchability was recorded in group
C (1:10). Inverse trend was recorded for chicks livability rate of Fayoumi and in group A (1:8) chicks livability rate was
highest (86.67%), followed by group B (1:9) and group C (1:10), where chicks livability rate was 84.21 and 80.00%,
respectively. The trend of mortality suggested that increasing number of hens (1:10) produced relatively weaker chicks and
thus highest mortality (20.00%) was recorded, followed by B (1:9) and A (1:8), where 15.79 and 13.33 percent mortality was
recorded, respectively. It was further seen that increasing hen:cock ratio from 8:1 to 10:1 did not produce positive results,
because egg hatchability and chicks livability rate was poor in group C, where 10 hens were offered one cock. Thus, for
getting better egg hatchability and higher chicks livability rate, hen:cock ratio of 8:1in Fayoumi poultry breed would be more
profitable.
Key words: liveability, hatchability, fertility, poultry
RESUMEN
Para examinar el efecto de la relación macho:hembra sobre la fertilidad, eclosión de huevos y viabilidad de los polluelos en
ponedoras Fayoumi, se manejaron tres grupos donde a cada 8, 9 y 10 gallinas se les ofreció un gallo para apareamiento. El
experimento se llevó a cabo en la Poultry Experimental Station, Sindh Agriculture University Tandojam durante el año
2005. El peso promedio inicial del huevo en el grupo C (10 ponedoras) fue significativamente (P<0,05) mayor (29,33 g) en
comparación con el grupo A (28,29 g) y el grupo B (26,45 g). Los huevos en el grupo C (1:10) tuvieron mayor tasa de
fertilidad (91,11%) en comparación con el grupo A (1:8) y B (1:9), donde el porcentaje de fertilidad del huevo fue 89,13 y
83,33%, respectivamente. La eclosión fue notablemente mayor (73,17%) en el grupo A (1:8), la cual siguió una tendencia
decreciente en el grupo B (1:9), donde la eclosión fue menor (47,50%), mientras la eclosión fue 60,98% en el grupo C
(1:10). Se registró una tendencia inversa para la tasa de viabilidad de los polluelos de Fayoumi y en el grupo A (1:8), la tasa
de viabilidad de los polluelos fue mayor (86,67%), seguido por los grupos B (1:9) y C (1:10), donde la tasa de viabilidad de
los polluelos fue 84,21 y 80,00%, respectivamente. La tendencia de la mortalidad sugirió que un número mayor de gallinas
(1:10) produjo polluelos relativamente más débiles y así la mayor mortalidad (20,00%) se registró en este grupo, seguido
por B (1:9) y A (1:8), donde se registró un porcentaje de mortalidad de 15,79 y 13,33%, respectivamente. Se observó
adicionalmente que el aumento de la relación gallina:gallo de 8:1 a 10:1 no produjo resultados positivos, porque la eclosión
de los huevos y la tasa de la viabilidad de los polluelos fue pobre en el grupo C, donde 10 gallinas se les ofreció un gallo.
Por lo tanto, para obtener una mejor eclosión de huevos y una mayor tasa de viabilidad de los polluelos, la relación
gallina:gallo de 8: 1 en la raza avícola Fayoumi sería la más rentable.
Palabras clave: viabilidad, eclosión, fertilidad, aves de corral
644
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 644-648. 2012
Suthar et al. The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks livability
INTRODUCTION
Livestock is a renewable natural resource and
plays a vital role in the Pakistan economy. It accounts
for 46.8 percent of agricultural value added and about
10.8 percent of the GDP. The role of livestock in rural
economy may be realized from the fact that 30-35
million rural population is engaged in livestock raising.
Pakistan has 26.3 million buffalos, 24.2 million cattle,
56.7 million goats, 24.9 million sheep, 366.0 million
poultry and 0.8 million camels. Among livestock
products, the production of beef was 1,115,000 tons,
mutton 740,000 tons and poultry meat 416,000 tons
during the year 2004-2005 (GOP, 2005).
Rapid development of poultry sector has
contributed towards filling the gap between availability
and requirement of animal protein through provision of
balance protein and nutritionally rich food in form of
poultry meat and eggs (Anonymous, 2002). There are
two poultry farming systems in Pakistan - the small
scale or rural, and the large scale or commercial
poultry farming. The latter did not exist till 1963. In
2004, egg production increased to 8,247 million and
poultry meat to 402,000 tons. The share of meat in
2004 was 18.1 per cent of the total national meat
production as compared to its nominal share of 2.46
per cent in 1971-72. In terms of animal protein source,
its share was over 20 per cent. The exponential growth
of poultry sub-sector varied from 15-20 per cent,
annually at earlier stages and then stabilized at 10 per
cent during 90s due to policy change that had negative
impact on marketing, such as the ban on marriage
feasts in 1997. In 1977, the government decided to
improve and develop the rural poultry farming on
commercial lines. New breeds like Fayoumi, Dhoki
and Red were introduced as these were capable of
producing 200-220 eggs per year. Fayoum breed has
its origin in Egypt, where it is otherwise known as
Bigawi. It’s a fairly small flighty penciled chickens
with long neck, almost vertical tail carriage and
gold/silver plumag. It is also a fast maturing pullets
that weigh 3½-4½ lbs and lays small, off-white eggs
by 4 months of age (Anonymous, 2005).
Fayoumi ranges from 1.2 to 1.8 kg per bird. The
maximum maturity age is about 24 weeks. This breed
plays a vital role in rural areas particularly among rural
women in providing substantial sources of grocery
money for school children and for paying hospital bills
(Rind, 2003).
Fayoumi consumes 42 kg feed during egg
production period. The Economic Advisor’s Wing has
introduced this breed for fulfilling protein deficiently
in four provinces even in Azad Kashmir (Anonymous,
2003).
Eggs initially need a very controlled heat input
to maintain the optimum temperature of 38°C, because
the embryo is microscopic in size. As the embryo
grows in size (especially after 18 days), it produces
more heat than it requires and may even need cooling.
Increasing the moisture level from 60 to 80 percent
relative humidity during incubation is important to
stop excess moisture loss from the egg contents
through the porous egg shell and membranes.
Hatchability of 80 percent (of eggs set) from natural
incubation is normal, but a range of 75 to 80 percent is
considered satisfactory. Setting of hatchings is best
timed so that the chicks to be hatched are two months
of age at the onset of major weather changes, such as
either the rainy (or dry) season or winter/summer. A
plentiful natural food supply over the growing period
of the chicks will ensure a better chance for their
survival. Successful poultry species instinctively lay
and incubate their eggs at a time of the year when
newly hatched chicks will have a better supply of high
protein and energy food provided by the environment.
For example, guinea fowl will only lay eggs in the
rainy season. However, seasonal changes in weather
patterns are also times of greater disease risk.
Keeping in view the importance of malefemale ratio and consequent behaviours, an experiment
was conducted to examine the effect of male-female
ratios on fertility, hatchability of eggs and chicks
livability of Fayumi layers.
MATERIALS AND METHODS
The poultry industry is playing very vital role
in solving the protein problem at local level through
rearing commercial layer and broiler strains of exotic
origin, particularly Fayoumi breed. Fayoumi has no
broodiness characters so it can be kept for egg
production in rural conditions. Layers produce more
than 250 eggs per annum and their hatchability rate
ranges from 65 to 70 percent. Live body weight of a
A flock of Fayoumi birds was kept at Poultry
Experimental Station, Department of Poultry
Husbandry, Faculty of Animal Husbandry and
Veterinary Sciences, Sindh Agriculture University
Tandojam during the period of September-October,
2005. Only one breed namely Fayoumi was used in
this experiment and studied for Fayoumi breeding
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 644-648. 2012
645
Suthar et al. The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks livability
flock keeping, incubation and chicks rearing. Before
rearing the birds, whole house was cleaned and
disinfected with potassium permanganate and 10%
formalin solution and kept closed for 24 hours. All
utensils were disinfected with powerful disinfectant.
The water was provided to the chicks ad libitum and
commercial layer feed was provided at 100 g/day/bird.
The light was provided 16 hours/ day. Female and
male Fayoumi chicks were kept together at early stage
and were later kept separate till their maturity.
All birds were vaccinated against Newcastle
and Gumboro diseases with ND-Lasota and Gumboro128, in order to protect the birds against subsequent
attack of these diseases. After maturity of flock, three
breeding males out of forty breeding males and twenty
seven laying hens out of forty Fayoumi laying hens
were randomly selected and divided into 3 groups, viz:
group A, B and C. In groups A, B and C; 8, 9 and 10
laying hens, respectively, with one breeding male for
each group were reared for natural mating because in
order to check the efficiency of mating of one male.
Eggs were collected every day and stored at below 70
ºF room temperature.
One forced air draft incubator was used after
performing cleaned and fumigation was maintained for
temperature and humidity up to 24 hours. The eggs
were examined physically and well graded (41, 40, 41)
eggs were collected from each group and weighed by
electronic weighing machine.
The eggs were placed in setter for hatching in
which automatic turning of eggs was carried out by the
incubator, and the following were maintained during
incubation period. The candling of eggs were 10th and
18th days; the temperature for hatching was maintained
at 99 oF, the relative humidity of eggs for incubation
was 65% up to 18th day and it was increased up to 70%
after that and the turning of eggs was carried out
automatically as the machine itself has this ability.
After hatching, day old chicks were examined
for their health and grading of chicks was recorded. All
chicks were kept in the groups, viz, A, B and C. The
following were recorded: chick’s initial live body
weights for each group and the livability of chicks was
observed for four weeks.
Data analysis
The data were analyzed statistically through
ANOVA and the means were compared by Least
Significant Difference Test by using the General
Linear Model of Minitab Micro Computer Software.
RESULTS
Production of eggs
The results indicated that hens in groups A, B
and C, where 8, 9 and 10 hens were offered to one
cock, produced 46, 48 and 45 eggs during the study
period of 60 weeks, respectively. The above eggs were
later examined for selection of eggs suitable for
incubation. The results on this aspect, reported in
Table 1 showed that the egg production of hens in
group B (1:9) produced highest number of eggs (48) (p
< 0.05) than hens in group A (46) and group C (45)
under male:female ratio of 1:8 and 1:10, respectively.
The eggs incubated was similar among the three
male:female ratio (p > 0.05) (Table 1).
Table 1. Parameters of Fayoumi layers at the Poultry Experimental Station, Sindh Agriculture University Tandojam, 2005.
Parameters
No. of eggs produced
No. of eggs incubated
Initial egg weight at production
Initial egg weight before placed in incubator
Fertility %
No. of chicks hatched
Hatchability %
No. of chicks dead
Mortality %
No. of chicks live
Chicks livability %
A
46b
41a
28.29a
30.64a
89.13ab
30a
73.17a
4ab
13.33b
26a
86.63a
Groups
B
48a
40a
26.45b
29.18ab
87.73b
19c
47.50c
3c
15.79b
16c
84.21a
C
45b
41a
29.33a
28.53b
91.11a
25b
60.98b
5a
20.00a
20b
80.00b
Means with different letters within rows are significantly different (p < 0.05) according to Least Significant Difference Test.
Groups A, B and C: 8, 9 and 10 hens were offered to one cock, respectively.
646
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 644-648. 2012
Suthar et al. The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks livability
Initial egg weight (g)
The results showed that the initial average egg
weight of Fayoumi layers in groups A and C, where 8
and 10 layers were assigned to one cock for mating
purpose, respectively, produces significantly (p < 0.05)
heavier eggs (29.33 and 28.29 g/egg, respectively) as
compared to the initial egg weight in group (B), where
9 Fayoumi hens were assigned to one cock (26.45
g/egg) (Table 1).
Weight of selected eggs during incubation (g/egg)
It is obvious from the data recorded for
average egg weight during incubation (Table 1) that
average egg weight of Fayoumi layers in smaller group
(A), where 8 layers were offered one cock for mating
purpose was significantly (p < 0.05) higher (30.64
g/egg) as compared to weight of eggs (28.53 g/egg)
recorded in group C, where 10 Fayoumi hens were
offered one cock for mating. It was observed that egg
weight during incubation was reduced to a greater
extent in groups were 10 hens were given one cock,
while the egg weight during incubation period was
reduced under lower hen:cock ratios.
Fertility and hatchability of eggs
The egg fertility results indicated that the eggs
in group C (1:10), had higher fertility rate (91.11%) as
compared to group B (1:9), where egg fertility
percentage was 87.73% (Table 1). The results for egg
hatchability (Table 1) were significant (p < 0.05) and
hatchability was remarkably higher (73.17%) in group
A (1:8) which followed a diminishing trend in group B
(1:9) where hatchability was lowest (47.50%), while
60.98% hatchability was recorded in group C (1:10).
The same trend was observed for No. of chicks
hatched.
Mortality
The record for the chicks, right from the day of
their hatching was maintained and chicks died during
hatching due to any reasons were counted. The results
regarding the total mortality (Table 1) showed that the
number of chicks died was significantly (P < 0.05)
more in group C (5) where male:female ratio was 8:1
as compared to group B (3), where the male:female
ratio was 1:9. It was observed that the mortality was
significantly greater in the group where one cock was
offered to 10 hens. The trend of mortality suggested
that increasing number of hens (1:10) for one cock
produced relatively weaker chicks and thus highest
mortality (20.00 %) was recorded, followed by 1:9 (B)
and 1:8 (A), where 15.79 and 13.33% mortality,
respectively, was recorded (Table 1).
Chick livability
Inverse trend was recorded for chicks livability
rate of Fayoumi and in group A (1:8) and Grupo B
(1:9), chicks livability rate was highest (86.63 and
84.21%), respectively) (p < 0.05), followed by group C
(1:10), where chicks livability rate was 80.00% (Table
1). No. of live chicks was higher in Group A (p < 0.05)
with 26, followed for group C (20), the lowest value
was for Group B (16) (Table 1).
DISCUSSION
The egg weight before incubation (29.40
g/egg) was reduced at the end of first week of
incubation, probably it happened due to loss of
moisture during incubation process in the setter. The
average egg weight loss was 9.36% at the end of first
week over the initial average egg weight before
incubation. It was observed that egg weight during
incubation was reduced to a greater extent in groups
were 10 hens were given one cock, while the egg
weight during incubation period was reduced under
lower hen:cock ratios. Average egg weight while kept
in setter was reduced with the progress of embryo
development during 1st, 10th and 18th day candling.
The egg production results indicated that hens
in group B (1:9) produced highest number (48) of eggs
than hens in group A (46) and group C (45) under
male:female ratio of 1:8 and 1:10, respectively. It was
observed that average egg production was remarkably
higher but no certain reason for this variation could be
detected. The above results are further supported by
Farooq et al. (2002) concluded that the cock:hen ratio
was 1:10, but in a number of farms the male:female
ratio was different. Fayoumi cocks were more active in
mating behaviour as compared to those of Desi and
Rhode Island cocks. Chowdhury (2003) found that
increasing number of cocks caused a disturbance in the
flock due to their aggression and fighting, while
Hasnath (2003) found that the Fayoumi in smaller
flocks produced better egg production and in groups
where the number of cocks was more, egg production
was greater than either ones.
The egg fertility results indicated that the eggs
in group C (1:10), had higher fertility rate (91.11%) as
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 644-648. 2012
647
Suthar et al. The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks livability
compared to group B (1:9), where egg fertility was
83.33%. However, the results for egg hatchability
showed that hatchability was remarkably higher (73.17
%) in group A (1:8) which followed a diminishing
trend in group B (1:9) where hatchability was lowest
i.e. 47.50%, while 60.98 percent hatchability was
recorded in group C (1:10). The trend of mortality
suggested that increasing number of hens (1:10) for
one cock produced relatively weaker chicks and thus
highest mortality (20.00%) was recorded, followed by
1:9 (B) and 1:8 (A), where 15.79 and 13.33% mortality
was recorded. Inverse trend was recorded for chicks
livability rate of Fayoumi and in group A (1:8) chicks
livability rate was highest (86.67%), followed by
groups B (1:9) and group C (1:10), where chicks
livability rate was 84.21 and 80.00 percent,
respectively. Esonu et al. (2004) reported significant (p
< 0.05) differences among the groups in hen-day egg
production, egg weight, feed intake, egg size and
dressed carcass weight. Increasing number of cocks for
mating purpose improved the egg laying behaviour of
the hens, however the egg quality varied, while Gous
et al. (2004) used cock used at a ratio of 1:9 in the
flock. On the other hand, Hafiz and Balander (2004)
reported that the laying, hatchability and behaviours of
Fayoumi were significantly influenced by the malefemale ratio. The results of the present investigation
are in concurrence with those of Rajput et al. (2005),
overall results of Fayoumi layers kept in middle flock
size eggs fertility and hatchability rates were at peak
for medium (B) than small (A) and large (C) groups
but, chicks from large group to become heavier (29.90)
than medium (29.80) and small (29.34) g/b,
respectively; while Tadelle et al. (2003) reported that
there was a significant effect of male : female ratio on
the laying performance of all the breeds, and the social
and ingestive behaviours were also changed with the
change of male:female ratio.
in Bangladesh. Proceeding of 2nd International
Poultry Show and Seminar held in Dhaka on Feb. 1617. Organised by World Poultry Science Association,
Bangladesh Branch. p.90-94.
Esonu, B. O.; J. C. Azubuike and H. O. Ukwu. 2004.
Evaluation of Microdesmis puberula leaf meal as
feed ingredient in laying hen diets. International
Journal of Poultry Science 3 (2): 96-99.
Farooq, M.; N. Gul, N. Chand, F. R. Durrani, A.
Khurshid, J. Ahmed, A. Asghar and Zahir-ud-Din.
2002. Production performance of backyard chicken
under the care of women in Charsadda, Pakistan.
Livestock Research for Rural Development 14 (1):
213-215.
Gous, R. M.; G. D. Bradford, S. A. Thonston and T. R.
Morris. 2004. Effect of age of release from light or
food restriction on age of sexual maturity and egg
production of laying pullets. British Poultry Science
41 (2): 263- 271.
Government of Pakistan (GOP). 2005. Pakistan
Economic Survey, 2004-2005. Government of
Pakistan, Finance Division, Economic Advisor's
Wing, Islamabad. Pakistan.
Hafiz, A. A. and R. J. Balander. 2004. Physiological
response of layers to alternative feeding regimen.
International Journal of Poultry Science 3 (2) : 100111.
LITERATURE CITED
Hasnath, M. R. 2003. Effect of feeding systems on the
egg production of fayoumi hens of model breeding
units under PLDP programme in Bangladesh. M. Sc.
Thesis submitted to Royal Veterinary and
Agricultural University, Dyrlægevej, Copenhagen,
Denmark. p. 1-68.
Anonymous. 2002. Economic Survey of Pakistan
2001-2002, Government of Pakistan, Economic
Advisory Wing, Finance Division, Islamabad. 30 p.
Rajput, N.; M. I. Rind and R. Rind. 2005. Effect of
flock size on Fayoumi layer production. Journal of
Animal and Veterinary Advances 4 (10): 842-844.
Anonymous. 2003. Production of commercial and
poultry products. Government of Pakistan, Finance
Division, Economic Advisor’s Wing, Islamabad. 26
p.
Anonymous. 2005. Progress of poultry industry in
Pakistan. Daily Dawn Karachi, 3rd March 2005.
Chowdhury, S. D. 2003. Litter management in
Broilers: Recent research and future research needs
648
Rind, M. I. 2003. Poultry production and its role in
farming system of Sindh. A series of lectures for
farmers’ training in collaboration with K&Ns. p. 116.
Tadelle, D.; C. Kijora and K. J. Peters. 2003.
Indigenous chicken ecotypes in Ethiopia: growth and
feed utilization potentials. International Journal of
Poultry Science 2 (2): 144-152.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 644-648. 2012
Effects of partial replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels and
palm kernel cake in broiler starter diet
Efectos de la sustitución parcial de maíz con la combinación 2:1:1 de cáscaras de plátano, cáscaras de ñame y
torta de almendras de palma en la dieta de inicio de pollos de engorde
Edeheudim Bassey ETUK , Anthonia Chinelo UDEGBUNAM, Nnanyere Okwunna ALADI,
Oliver Onwueyiagba EMENALOM and Babington Onyemechi ESONU
Department of Animal Science and Technology. Federal University of Technology, Owerri. Nigeria
E-mail: [email protected] Corresponding author
Received: 03/29/2012 First reviewing ending: 06/22/2012
First review received: 07/28/2012
Accepted: 07/30/2012
ABSTRACT
Ninety nine, one-day-old Marshall Broiler chicks were used in a 28 day feeding trial to evaluate effects of partial
replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain (Musa paradisiaca) peels (PP), yam (Dioscorea alata) peels (YP)
and palm (Elaeis guineensis) kernel cake (PKC) respectively in broiler starter diets. Three experimental diets were
formulated, diet T1 (control) contained 0% PP, YP, PKC. In diets T2 and T3 25 and 50%, respectively, of maize was
replaced with 2:1:1 combination of PP, YP and PKC. These diets were assigned randomly to three groups of 33 chicks; each
replicated three times to give 9 replicates 11 chicks in each in a completely randomized design experiment. Feed and water
were offered ad libitum. Results indicated that body weight gain and feed cost (N/kg) were significantly lower (p < 0.05) in
T3 with 50% level of maize replacement than others. However, no significant difference (p<0.05) in feed intake was
observed among the different dietary levels of the test material. It appears that PP, YP and PKC when combined in the ratio
of 2:1:1 could optimally replace up to 25% level of maize in broiler starter diets.
Key words: Chickens, Marshall broilers, Zea mayz replacement, body weight gain, feed intake
RESUMEN
Se utilizaron pollos de engorde Marshall de noventa y nueve días de edad en un ensayo de alimentación de 28 días para
evaluar los efectos de la sustitución parcial de maíz con la combinación 2:1:1 de cáscaras de plátano (Musa paradisiaca)
(CP), cáscaras de ñame (Dioscorea alata) (CÑ) y torta de almendras de palma (Elaeis guineensis) (TAP) en dietas de
iniciación de pollos de engorde. Se formularon tres dietas experimentales, la dieta T1 (control) contenía 0% de CP, CÑ y
TAP. Las dietas T2 y T3 contenían el maíz reemplazado con 25 y 50% el nivel de CP, CÑ y TAP, respectivamente,
combinado en la relación 2:1:1. Estas dietas se asignaron aleatoriamente a tres grupos de 33 pollos cada uno repetidos tres
veces para dar 11 pollos por repetición en un experimento con un diseño completamente aleatorizado. El alimento y agua se
ofrecieron ad libitum. Los resultados indicaron que una ganancia de peso corporal y costo de alimentación (N/kg) fueron
significativamente menores (p < 0,05) en T3 con un nivel del 50% de reemplazo de maíz que los otros. Sin embargo, no se
observó diferencias significativas (p > 0,05) en el consumo de alimento entre los diferentes niveles dietarios del material
evaluado. Parece que CP, CÑ y TAP combinados en la proporción 2:1:1 pudiera reemplazar hasta el 25% del maíz en las
dietas de iniciación de pollos de engorde de manera óptima.
Palabras clave: Pollos de engorde Marshall, reemplazo de Zea mayz, ganancia de peso corporal, consumo de alimento
INTRODUCTION
Rapid increase in the price of maize, a
major energy source in poultry diets in Nigeria, is
not new (Abubakar et al., 2006). The need to cheap
and available energy source substitutes not
consumed by human rose when the price of maize
reached that of soybean especially in South-eastern
Nigeria.
Several low cost agro by products have
been identified, these include yam peels (Etuk et al.,
2010a), plantain peels (Nworgu and Ogbosuka,
2003), palm kernel cake (Ezieshi et al., 2004),
soybean hulls (Esonu et al., 1997 and Etuk et al.,
2010b) and bambara groundnut offal (Anyanwu et
al., 2003). The utilization of these agro by products
gave some good results.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 649-652. 2012
649
Etuk et al. Effects of replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels and palm kernel cake in diet
This study sought to examine the effect of
partial replacement of maize with 2:1:1 combination
of plantain peels (PP), yam peels (YP) and palm
kernel cake (PKC) in broiler starter diets.
MATERIALS AND METHODS
Fresh yam peels (YP) and plantain peels
(PP) were sun-dried until they became crispy. Then
they were hammer-milled separately through a 2mm
screen to obtain a fine meal. Hydraulic pressed palm
kernel cake (PKC) and other feed ingredients were
obtained from a reputable feed supplier in Owerri,
Nigeria. PP, YP and PKC, were subsequently
combined in the ratio 2:1:1 before incorporation
into the diet.
The combination of yam peels, plantain
peels and palm kernel cake (2:1:1) were analyzed
for proximate composition (AOAC, 1995). Three
experimental broiler starter diets were formulated
diet T1 (control) contained 0% PP, YP and PKC.
Diets T2 and T3 contained 2:1:1 combination of PP,
YP and PKC replacing 25 and 50% of maize,
respectively (Table 1).
Ninety nine, one-day-old Marshall broiler
chicks were divided into three groups of 33 chicks
in each on equal weight basis. Each group was
replicated thrice to obtain 11 chicks per replicate.
Then the three groups were randomly assigned to
the three experimental starter diets in a completely
randomized design. Each replicate was housed in a
deep litter compartment measuring 3.3m x 1.7m.
Stoves and lanterns were used to provide heat for
brooding. Routine vaccinations and medications
were administered in the course of the trial.
Feed and water were offered ad libitum.
Data on feed intake and body weight were recorded
and used to calculate feed conversion ratio (FCR)
and feed cost per kg body weight gain. Data
collected were subjected to analysis of variance
(ANOVA) (Little and Hills, 1978) and means were
separated using the least significant difference
(LSD) (Obi, 1990). The level of significance was
0.05.
RESULTS AND DISCUSSION
The proximate analysis of the 2:1:1
combination of PP, YP and PKC are presented in
Table 2. The crude protein content was slightly
lower than the 8.9% reported for maize by Aduku
(1993), while the 74.77% nitrogen free extract
(NFE) was slightly lower than the 77.13% reported
Table 1. Composition and calculated analysis of experimental broiler starter diets.
Ingredients
Maize
Plantain peels (PP)
Yam peels (YP)
Palm kernel cake (PKC)
Others*
Calculated analysis of nutrients
ME (Kcal/kg)
Crude protein (%)
Crude fibre (%)
Ether extract (%)
Calcium (%)
Phosphorus (%)
Lysine (%)
Methionine (%)
Levels of maize replacement with combination of PP, YP and PKC (%)
T1
T2
T3
55.00
41.25
27.50
0.00
6.87
13.76
0.00
3.44
6.87
0.00
3.44
6.87
45.00
45.00
45.00
2965.90
22.52
3.66
3.73
1.17
0.70
1.50
0.59
2843.90
22.40
3.80
3.70
1.18
0.71
1.52
0.60
2720.00
22.37
3.93
3.60
1.18
0.71
1.54
0.61
* Balance of ingredients made up of: Soybean meal, 28.00%, Wheat bran, 8.00%, Fish meal, 6.00%, Bone meal,
2.00%, Vitamin/Mineral premix**, 0.25%, salt, 0.25, Lysine, 0.25, Methionine, 0.25%.
** Provides the following per kg: Vit. A, 10,000,000 IU, Vit. D3, 2,000,000 IU, Vit. E, 20,000 IU, Vit. K,
2,250mg, Thiamine, 2,750mg, Riboflain, 5,000mg, Pyridoxine,2,750mg, Niacin, 27,500mg, Vit.B12, 15mg,
Pantothenic acid, 7,500mg, Folic acid, 7,500mg, Biotin, 50mg, Antioxidant, 125g, Manganese, 80g, Zinc,
50g, Iron, 20g, Copper, 5g, Iodine, 1.2g, Selenium, 200mg, cobalt, 200mg.
650
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 649-652. 2012
Etuk et al. Effects of replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels and palm kernel cake in diet
by Anyanwu et al., (2008) for cassava root meal.
Body weight gain was significant lower (p
< 0.05) in chicks fed 50% inclusion level of 2:1:1
combination of PP, YP and PKC (i.e. T3) than other
groups as shown in Table 3. This might have
resulted from decreased metabolisable energy (ME)
and slightly higher fibre content of the diet T3
(Uchegbu, 2005).
PKC, diet T3 produced a significantly (p < 0.05)
lower feed cost (N/kg) when compared to the other
two diets (Table 3). Lower feed cost had earlier
been reported for broilers fed on agro-by-products
(Ijaiya and Awonusi, 2002; Anyanwu et al., 2008).
Feed cost per kg body weight gain did not differ
significantly (p > 0.05) among all treated groups
(Table 3).
CONCLUSIONS AND RECOMMENDATIONS
The fact that no significant differences (p >
0.05) in feed intake was observed in this study, has
been previously reported by Etuk and Ukaejiofo
(2007). This might have resulted from the decrease
in ME with dietary level of the combination of PP,
YP and PKC. Similarly, chicks on diet T3 recorded
significantly (p < 0.05) poorer FCR than those on
other treatment diets (Table 3). This might have
resulted from the slightly higher feed intake and
lower body weight gain of chicks on this diet which
is similar to the observations of Uchegbu, 2005.
Anyanwu et al (2008) also reported poorer FCR
among birds fed on diets with lower ME content.
Feed cost (N/kg) decreased with increasing
dietary level of the combination of PP, YP and
The results of this study indicated that a
2:1:1 combination of plantain peel, yam peels and
palm kernel cake can replace up to 25% of maize in
broiler starter diet. Therefore, it is recommended
that 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels
and palm kernel cake at a 25% level replacement of
maize is ideal in starter broiler chick diet.
LITERATURE CITED
Abubakar, A.; Y. A. Bashir and B. O. C. Eguke.
2006. Pearl millet as substitute for maize in diets
of broiler chickens in Sokoto, Nigeria. Trop. J.
Anim. Sci. 9 (2): 53-61.
Table 2. Proximate analysis of 2:1:1 combination of PP,
YP and PKC (% Dry matter).
Aduku, A. O. 1993. Tropical feedstuff analysis
table. Department of Animal Science, Faculty of
Agriculture, Ahmadu Bello University, Samaru,
Zaria, Nigeria.
Parameters
Crude protein
Fat
Crude fibre
Ash
Moisture
Nitrogen free extract (NFE)
Anyanwu, G. A.; B. O. Esonu, E. Iwuala, K. Okorie
and E. B. Etuk. 2003. Bambara groundnut
(Voandzea suberranea (L) thours) offal as partial
substitute for maize in broiler diets. Trop. Anim.
Prod. Res. Invest. 6: 55-61.
%
7.08
1.82
3.58
4.06
9.42
74.04
Table 3. Performance of starter broilers fed on diets containing 2:1:1 combination of PP, YP and PKC.
Parameters
Initial body weight (g)
Final body weight (g)
Body weight gain (g)
Total feed intake (g)
Feed conversion ratio (FCR)
Feed cost (N/kg)
Feed cost /kg body weight gain (N)
Replacement level of maize in broiler starter diet (%)
T1
T2
T3
45.30
45.45
45.30
814.00a
751.00a
669.20b
768.60a
706.00a
624.10b
1267.69
1271.60
1278.38
1.64a
1.80a
2.06b
a
a
81.98
73.76
65.48b
134.99
132.77
134.89
SEM
0.12
23.12
23.26
37.23
0.10
3.89
16.73
ab
Means within a row with different superscripts are significantly different (p<0.05)
PP = plantain peels, YP = yam peels, PKC = Palm kernel cake
SEM = Standard error mean
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 649-652. 2012
651
Etuk et al. Effects of replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels and palm kernel cake in diet
Anyanwu, G. A.; E. B. Etuk, I. C. Okoli and A. B. I.
Udedibie. 2008. Performance and egg quality
characteristics of layers fed different combinations
of cassava root meal and bambara groundnut offal.
Asian J. Poultry Sci. 2(1): 36-41.
AOAC. (1995). Official methods of analysis. 7th
edn. Association of Official Analytical Chemists.
Washington D. C. United States of America.
Esonu, B. O.; O. C. Ezeigbo and E. B. Etuk. 1997.
Determination of the optimal dietary level of
soybean hulls for broilers J. Tech. Edu. Nig. 2
(1/2): 76-82.
Etuk, E. B.; C. Umeobi, L. N. Azodo, I. U. Obasi
and O. O. Emenalom. 2010a. Utilization of low
cost agro-by products in turkey diets. In:
Commercialisation of livestock agriculture in
Africa: Challenges and opportunities. Book of
Abstracts 5th All Afr. Conf. Anim. Agric. and 18th
Ann. Meeting of Ethiopian. Soc. Anim. Prod.
(ESAP). October 25-28. Addis Ababa. p. 125.
Etuk, E. B.; A. G. Orih, J. N. Ohaji and V. U.
Odoemelam. 2010b. Evaluation of soybean hulls
in grower turkey diets. Int. J. Agric. Rur. Dev. 13
(2): 220-223.
Etuk, E. B. and U. R. Ukaejiofo. 2007. Tannin
content and dietary effect of brown coat coloured
sorghum on the performance of young local
turkey. Anim. Prod. Res. Adv. 3 (2): 86-90.
652
Ezieshi, E. V.; I. F. Okhuevbie, C. Ezennabike and
J. M. Olomu. 2004. Comparative performance of
broiler chicks fed graded levels of palm kernel
cake and maize offal. Proc. 29th Ann. Conf. Nig.
Soc. Anim. Prod. March 21st - 25th, Usman
Danfodiyo University, Sokoto. p. 253-256.
Ijaiya, A. T. and E. A. Awonusi. 2002. Effect of
replacing maize with yam peel meal on growth
performance of weaner rabbits. Proc. 7th Ann.
Conf. Anim. Sci. Assoc. Nig. (ASAN), Univesiy
of Agriculture, Abeokuta, Nigeria. p. 161-163.
Little, T. M. and F. J. Hills. 1978. Agricultural
Experimentation Design and Analysis. John Wiley
and Sons, New York. United States of America.
Nworgu, F. C. and G. E. Ogbosuka. 2003. Ripe
plantain (Musa paradisiaca) peels meal as an
alternative energy source for weaned rabbits Proc.
30th Ann. Conf. Nig. Soc. Anim. Prod. IAR&T,
Ibadan p. 348-351.
Obi, I. U. 1990. Statistical methods of detecting
differences between treatment means. Snaap Press,
Enugu, Nigeria.
Uchegbu, M. C. 2005. Combinations of brewers’
grains, jack bean and cassava root meals as major
energy sources of poultry. PhD. Thesis, Federal
University of Technology, Owerri. Nigeria. p. 27140.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 649-652. 2012
Inclusión de harina deshidratada de follaje de morera (Morus alba L.) en la alimentación del
pollo campero
Inclusion of foliage dehydrated flour of Morus alba L. in the broiler chicken feeding
Laercis LEYVA CAMBAR
, Carlos OLMO GONZÁLEZ y Exequiel LEÓN ÁLVAREZ
Centro de Estudio de Producción Animal (CEPA). Universidad de Granma, km 17 ½, Carretera de Manzanillo,
Bayamo, Granma, Cuba. E-mail: [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 30/06/2011
Fin de segundo arbitraje: 24/06/2012
Fin de primer arbitraje: 16/02/2012
Segunda revisión recibida: 30/06/2012
Primera revisión recibida: 18/05/2012
Aceptado: 30/06/2012
RESUMEN
El experimento se realizó en la Unidad Empresarial de Base Emiliano Reyes perteneciente a la Empresa Avícola Granma,
Cuba con el objetivo de evaluar el comportamiento productivo de pollos camperos al incluir harina de (Morus alba) en los
piensos para esta especie. Se montó en un diseño totalmente aleatorizado, utilizando 500 animales divididos en 4 grupos
experimentales incluyendo un testigo a los que se les suministro el alimento con la inclusión de la harina de morera al 0, 10,
20 y 30%. Se aplicó un análisis de varianza de clasificación simple con nivel de significación del 5%. Las medias fueron
comparadas por la prueba de Tukey. Se realizó el análisis químico de los piensos y de la harina de morera y se determinaron
los principales indicadores productivos (peso, rendimiento en canal, consumo, conversión alimenticia). Los mejores
resultados se obtuvieron en el tratamiento que contenía el 10% de inclusión en comparación con el control con peso de 1680
g, consumo de 3859 g y conversión de 2,37, lo que demuestra que la harina de morera puede ser utilizada en la inclusión de
los piensos para pollos camperos alcanzando un 94,5% respecto al potencial productivo de esta raza.
Palabras clave: Morus alba, morera, dietas, inclusión
ABSTRACT
The experiment was carried out at the UEB Emiliano Reyes belonging to the Poultry Company Granma, Cuba with the
objective of evaluating the productive behavior of broiler chickens with the inclusion of foliage dehydrated flour (FDF) of
Morus alba in the concentrated feed. A completely randomized design was used with four diets where FDF was included at
0, 10, 20 and 30%. An analysis of variance of simple classification was applied with a level of significance of 5%. The
means were compared by the test multiple comparison of Tukey. Chemical analysis of the concentrated and FDF were
carried out and the main productive indicators were determined (weight, yield in channel, consumption, nutritious
conversion). The best results were obtained in the treatment that contained 10% of FGF in comparison with the diet control
with weight of 1680 g, consumption of 3859 g and conversion of 2,37 which demonstrated that the FDF can be used in the
inclusion of the concentrated feed for broiler chickens reaching 94.5% regarding the productive potential of this race.
Key Words: Morus alba, mulberry, diet, inclusion
INTRODUCCIÓN
Durante las últimas décadas se ha suscitado
gran interés por parte de los países en desarrollo en
ajustar los sistemas de producción animal a sus
particulares condiciones económicas, sociales,
ambientales y tecnológicas a través de diversas
estrategias que les permitan estar en concordancia
con las exigencias del mercado (FAO, 2006). Dentro
de esta problemática, la industria avícola constituye
una fuente importante para satisfacer la demanda de
este alimento en la dieta de una población que crece
de manera acelerada (Andrial, 2002). Sin embargo, la
producción de etanol a partir de los granos ha
generado incrementos considerables de los precios en
las materias primas, lo que es menos accesible para
los productores del sector avícola.
Estos problemas obligan a la búsqueda de
soluciones al déficit alimentario en el mundo y en
Cuba y por esto se realizan esfuerzos muy
importantes para desarrollar la producción animal
sostenible y a bajo costo (Martínez Aguilar et al.,
2008). El pollo campero por ser un híbrido con buena
conformación cárnica, alta viabilidad, buena
resistencia
a las enfermedades y con cierta
rusticidad, es ideal para la crianza en pastoreo o
semiconfinados con alimentación no convencional
(Pampín, 2004).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
653
Leyva Cambar et al. Inclusión de harina deshidratada de follaje de Morus alba L. en la alimentación del pollo campero
La harina de hojas de morera, posee un nivel
de proteína cruda que varía entre 15-28%, y una
elevada digestibilidad (Jegou et al., 1994) en algunas
especies como conejos y rumiantes, muy similar al
de una leguminosa, lo que permite evidenciar su
potencialidad nutritivo, estos aspectos brindan la
posibilidad de que pueda ser utilizada como materia
prima en dietas para pollos de engorde. A su vez, su
alta producción de forraje verde, denotan que puede
ser una alternativa para los productores nacionales
del sector avícola como un mecanismo que les
permite bajar los costos de producción sin
detrimentos importantes en el comportamiento
productivo de las aves.
Por tal motivo el objetivo de este trabajo fue
evaluar el comportamiento productivo de pollos
camperos al incluir harina de morera (HM) (Morus
alba) en los piensos para esta especie.
MATERIAL Y METODOS
El experimento se realizó en la Unidad
Empresarial
de
Base
“Emiliano
Reyes”,
perteneciente a la Empresa Avícola Granma, Cuba
con el propósito de evaluar el comportamiento
productivo de los pollos camperos en la etapa de
crecimiento-ceba, se seleccionaron 500 animales con
1 día de edad, los que se sometieron a 14 días de
calefacción y a 7 días de adaptación al alimento
experimental para evitar alteraciones por causa del
estrés que pueden sufrir en esta primera etapa. El
peso promedio inicial fue de 32g. Los pollitos se
ubicaron en un ruedo que contaba con una
calentadora de carbón vegetal, tarteras para el
depósito de pienso y 10 bebederos de galón.
Posteriormente se seleccionaron 400 animales
machos según el color de la pluma y se alojaron 10
por cubículos con espacio vital de 10 animales por
m2, distribuidos en 4 tratamientos, con 10 réplicas
cada uno, según un diseño completamente
aleatorizado. Los tratamientos evaluados fueron:
1)
2)
3)
4)
Control: 100 % de pienso comercial (PC).
90% PC + 10% HM
80% PC + 20% HM
70% PC + 30% HM
Para la elaboración de la harina se
recolectaron las hojas y los tallos tiernos en el mes
de noviembre de 2008, proveniente de un pequeño
agricultor del poblado del Almirante, municipio de
Bayamo. El secado se realizó durante 72 horas sobre
654
un piso de cemento, con un grosor de la capa de 10
cm. Se realizaron tres volteos al día para lograr un
secado más rápido y uniforme, luego se molieron en
un molino de martillo con una criba de 1mm.
El análisis bromatológico se determinó en el
laboratorio, de la Universidad de Humboltd en
Alemania, para el análisis se utilizaron las técnicas
descritas en el AOAC (2005). Materia seca (MS):
desecación en estufa a 105 ºC hasta peso constante.
Proteína bruta (PB): mediante cuantificación del
porcentaje de nitrógeno por Kjeldahl utilizando el
factor 6,25. Extracto etéreo (EE): por el método de
extracción de Soxhlet utilizando éter de petróleo
como solvente a 40-60 ºC. Cenizas: incineración en
mufla a 550 ºC durante 5 horas. Fibra bruta (FB): a
través de sucesivas ebulliciones con ácido sulfúrico e
hidróxido de sodio. Extracto libre de nitrógeno
(ELN): por diferencia. La energía metabolizable se
estimó a partir de la fórmula establecida por García
y Dulce (1989), la que se describe a continuación.
EM (Mcal x kg MS) = 2,66-0,0199 x (%FB) →
1 Mcal = 4.187 MJ
En el caso del fraccionamiento de la fracción
fibrosa se realizó utilizando la técnica de Van Soest
(1994).
El pienso se adquirió de la Fábrica de
Piensos de Bayamo, el que se formuló para la
alimentación de pollos de ceba. La composición
química se determinó en el Laboratorio Provincial de
Suelos y Fertilizantes, mediante las técnicas descritas
por el AOAC (2005). El perfil de aminoácidos, se
determinó en el laboratorio, de la Universidad de
Humboltd en Alemania, mediante las técnicas
descritas por el AOAC (2005).
Preparación de las dietas experimentales
Las harinas vegetales (soya y maíz) se
molieron en molino de martillo, con tamiz de 250
micrómetros, luego se pesaron todos los ingredientes
en una balanza digital (Mettler PE 3600 ± 0,01 g de
precisión) y se formularon cuatro dietas por medio
del programa LINDO 6.1, donde se incluyó la harina
de morera en 10%, 20% y 30% (Cuadro 1). Los
ingredientes de cada dieta se mezclaron durante 5
minutos, los de menor cantidad (aceite soya, núcleo
de vitaminas, núcleo de minerales, colina, metionina,
sal común, carbonato de calcio y fosfato
monocalcico) se mezclaron hasta obtener un color
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
Leyva Cambar et al. Inclusión de harina deshidratada de follaje de Morus alba L. en la alimentación del pollo campero
homogéneo. De esta mezcla se tomaron tres
muestras de 100 gramos para la determinación de la
composición bromatológica: humedad, proteína
bruta, extracto etéreo, fibra bruta y ceniza.
Manejo de la alimentación
El alimento se suministró en dos raciones
diarias (7:20 a.m. y 2:20 p.m.). Se utilizaron
comederos lineales manuales con espacio de
comederos de 6cm/ave (Instructivo Técnico, 2003),
removiendo el alimento dos veces al día para
estimular el consumo voluntario, el que se ajustó dos
veces por semana acorde al peso vivo (NRC 1990).
formulada por Peña (2004) a partir del costo de
producción de forraje y los consiguientes gastos en el
secado y molinado del producto. Se utilizó el valor de
la tonelada de pienso comercial establecido en el
Listado Oficial de Precios del año 2008 (Resolución
115-2008 de la UECAN), se calculó individualmente
el consumo de concentrado y HM y se determinaron
los indicadores, volumen de la producción (VP),
valor de producción (VAP), costos totales de
producción (CP), ganancia económica (G) y el
beneficio/costo (B/C). En el Cuadro 2 se expresan los
precios de las materias primas que se emplearon en la
fabricación del pienso suministrado a los animales.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Pesajes y mediciones
Composición química de la harina de morera
Los pesajes se realizaron cada siete días
usando una balanza digital (Mettler PE con capacidad
de 3600 ± 0,01 g de precisión). El sacrificio se
realizó a los 70 días de edad y se pesaron las canales
para determinar su rendimiento.
Análisis estadístico
Los análisis estadísticos se realizaron con el
paquete STATISTIC ® para Windows, versión 6.0
(StatSoft, 2003). Se realizó análisis de varianza de
clasificación simple con nivel de significación del
5%. Las medias fueron comparadas por la prueba de
comparación múltiple de Tukey.
Análisis económico
Para el análisis económico se tomó como
referencia la ficha de costo de la harina de morera
Los resultados de los análisis químicos de la
harina de morera (HM) mostraron que el valor de la
Cuadro 2. Precios de las materias primas para la
elaboración de las dietas. CUP: peso cubano
y CUC: convertible cubano. 1 US$ = 25
CUP y 1 CUP.
Materias Primas
Maíz
Harina de soya
Fosfato dicálcico
Carbonato de calcio
Premezcla ampliada avícola
DL Metionina
Colina
Núcleo mineral ceba
Precios/t Precio/t
(CUP)
(CUC)
4,27
274,15
64,61
438,71
401,43
772,27
6,08
7,42
950,00 19990,00
490,00 4500,00
105,00 1002,00
1900,00 830,00
Cuadro 1. Composición de las dietas con inclusión de harina de morera (Morus alba L.).
Ingredientes
Harina de morera
Harina de maíz
Harina de soya
Núcleo minerales
Núcleo vitaminas
NaCl
Aceite vegetal
Colina
Metionina
Lisina
Carbonato de calcio
Fosfato monocálcico
Total (%)
Niveles de inclusión de harina de morera (%)
0
10%
20%
30%
0,00
10,00
20,00
30,00
54,92
49,22
43,82
38,42
36,40
32,10
27,50
22,90
0,15
0,15
0,15
0,15
0,15
0,15
0,15
0,15
0,30
0,30
0,30
0,30
4,19
4,19
4,19
4,19
0,17
0,17
0,17
0,17
0,47
0,47
0,47
0,47
0,12
0,12
0,12
0,12
1,37
1,37
1,37
1,37
1,76
1,76
1,76
1,76
100,00
100,00
100,00
100,00
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
655
Leyva Cambar et al. Inclusión de harina deshidratada de follaje de Morus alba L. en la alimentación del pollo campero
materia seca se encuentra por encima del 80%
(Cuadro 3). Esto garantiza mayor tiempo de
almacenaje, sin riesgo de contaminación por algunos
micro-organismos, proporcionando una mejor
conservación del pienso donde va a ser incluida.
Los valores de proteína y fibra se encuentran
por encima del 20 y 13%, respectivamente, teniendo
en cuenta que para la elaboración de la harina de
morera se utilizaron las hojas y tallos tiernos. Estos
datos están relacionados con los de Mehla et al.,
(2007) quien encontró valores de proteína bruta que
disminuyeron de 26,4 a 15,5% al incluir los tallos
para elaborar la harina.
El contenido mineral se puede justificar
debido a las características químicas del suelo, la
especie de la planta, el estado de madurez, el
rendimiento, el manejo y el clima como señalan
Albert y Contreras (2002).
garantiza una mejor conformación química del
pienso utilizado en la dieta de estos animales lo que
proporciona un mejor desarrollo del tejido muscular
según estudios realizados por Valdés (2000).
Para el caso específico de la treonina
obsérvese que posee 2,7% de la PB lo que le concede
gran importancia a la inclusión de esta materia prima
en la dieta de los pollos debido a que es uno de los
aminoácidos mas importantes después de la lisina y
la metionina, además es uno de los más costosos
cuando se suministra en forma de proteína como
cuando se añade en la dieta en forma cristalina, según
estudios realizados por De Blas et al., (2002).
En el cuadro 5 se aprecia el comportamiento
de los pesos en los animales alimentados con las
cuatro dietas durante la tercera, sexta y décima
semana de vida. Durante las tres primeras semanas
estadísticamente no se presentan diferencias entre
grupos, sin embargo, en la sexta semana si ocurrió.
El contenido de aminoácidos (Cuadro 4)
Cuadro 3. Composición química (% base seca) de la harina
de follaje de morera (Morus alba L.)
deshidratada.
Componentes
Materia seca (%)
Proteína bruta (%)
Fibra bruta (%)
Ceniza (%)
Grasa bruta (%)
EM (MJ/kg MS)
Ca (%)
P (%)
FAD (%)
FND (%)
Na (mg/kg MS)
Mg (%)
Cu (%)
Valor promedio
89,87
26,55
14,29
14,00
2,79
10,04
2,4
0,35
18,1
27,28
5,75
0,49
7,1
EM: Energía metabolizable; FND: Fibra neutro detergente
y FAD: Fibra ácido detergente
Este comportamiento en el peso vivo
diferencial entre tratamientos puede estar relacionado
por la inclusión de la fracción fibrosa, al respecto
Madrazo (2003) plantea que las aves no tienen la
capacidad de asimilación que tienen otras especies
Cuadro 4. Perfil de aminoácidos de la harina de morera
(Morus alba L.) deshidratada.
Aminoácidos
Arginina
Cistina
Glicina
Histidina
Isoleucina
Leucina
Lisina
Metionina
Fenilalamina
Treonina
Tirosina
Valina
Valores (% de proteína bruta)
3,2
0,5
1,2
1,2
1,04
2,6
2,1
1,3
3,5
2,7
1,23
4,1
Cuadro 5. Efecto de los diferentes niveles de harina de morera (Morus alba) en los pesos vivos parciales y finales de pollos
camperos en Granma, Cuba.
Indicadores
Peso Inicial (g)
Peso(g) 6 semanas
Peso final (g) 10 semanas
T1 (0%)
325,8a
828,6a
2033a
Inclusión de la harina de morera (%)
T2 (10%)
T3 (20%)
T4 (30%)
332,6a
324,7a
322,8a
763,9b
743,3b
659,8c
1680b
1539c
1374d
Letras desiguales en una misma fila indican diferencia significativa para (P< 0,05) según Tukey .
656
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
ES±
3,1
4,5
5,21
Leyva Cambar et al. Inclusión de harina deshidratada de follaje de Morus alba L. en la alimentación del pollo campero
debido a que no presentan la enzima celulasa en su
tracto gastrointestinal
El consumo, conversión y viabilidad con las
diferentes dietas se muestra en el Cuadro 6. En este
caso se observa como la inclusión de la harina redujo
el consumo de alimento, al compararlo con el grupo
testigo. Esta reducción en el consumo puede
justificarse por el alto contenido en fibra que posee la
morera.
El índice de conversión es otra medida de
productividad, en este caso los mejores índices los
presentaron en orden descendente el tratamiento
control, seguido por los tratamientos con niveles del
10, 20 y 30% de inclusión sin diferencia significativa
entre los dos últimos.
En el caso de la viabilidad de las aves, se
comportó de manera similar en todos los
tratamientos, lo que muestra que la harina no
presenta sustancias toxicas, que atenten contra el
funcionamiento normal del ave, por último, cabe
recalcar que mantener este índice relativamente bajo
en una explotación avícola, es vital ya que cobra
importancia en el momento de la liquidación técnico
económica del lote, en lo que se coincide Hidalgo et
al., (2006).
Los diferentes tratamientos
para el
rendimiento de la canal (Cuadro 7) muestran que la
HM posee efecto negativo a medida que se va
incluyendo en la dieta para estos animales. No
obstante al comparar los valores de rendimientos
con los reportados por Fumero et al., (1996), se
puede ver que son superiores, en este caso ellos
obtuvieron un rendimiento de la canal de 66,7 %.
Valoración económica
En el Cuadro 8 muestra la ficha de costo para
la obtención de 1t de la HM, como se puede observar
esta cifra asciende a $65,81, ventaja por la cual al
incluirla en concentrado comercial para alimentar
pollos camperos disminuye los costos de producción,
debido a que los precios actuales del concentrado
encarecen cada día y según la Resolución No 115 de
2008 estos precios se encuentran en los $583,00
(Cuadro 9).
El cuadro 10 muestra desglosado el consumo
de pienso y de Harina de morera por tratamientos, se
observa que durante el experimento los animales
consumieron 1463,48 kg de pienso y 114,62 kg de
HM lo que asciende a una cifra total de $928,64 de
Cuadro 8. Ficha de costo de la harina de morera (Morus
alba L.).
Indicadores
Materias primas
Salario básico
Salario complementario
Aporte a la seguridad social
Amortización
Electricidad
Gastos de dirección
Total
Costo ($/t)
42,60
16,56
1,50
2,17
1,20
1,38
0,40
65,81
Cuadro 6. Consumo y conversión total por animal de pollos camperos alimentados con diferentes niveles de harina de
morera (Morus alba L.).
Indicadores
Consumo de alimento (g)
Conversión (kg alimento/kg peso vivo)
Viabilidad %
T1 (0%)
4319a
2,18c
100
Inclusión de la harina de morera (%)
T2 (10%)
T3 (20%)
T4 (30%)
b
b
3859
3941
3662c
2,37b
2,65a
2,77a
99
99
98
ES±
11,25
0,09
0,35
Letras desiguales en una misma fila indican diferencia significativa para (P< 0.05) según Tukey
Cuadro 7. Efecto de los diferentes niveles de harina de morera (Morus alba L.) en el peso y rendimiento de la canal de
pollos camperos en Granma, Cuba.
Indicadores
Peso canal (g)
Rendimiento canal (%)
T1 (0%)
1545,2a
75,95a
Inclusión de la harina de morera (%)
T2 (10%)
T3 (20%)
T4 (30%)
1263,2b
1128,9bc
979,1c
a
b
75,25
73,25
71,18c
ES±
6,28
2,31
Letras desiguales en una misma fila indican diferencia significativa para (P< 0.05), según Tukey
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
657
Leyva Cambar et al. Inclusión de harina deshidratada de follaje de Morus alba L. en la alimentación del pollo campero
los cuales 853,21 $ se le atribuye al concentrado
comercial y $75,43 a la HM.
Si en todos los tratamientos se hubiera
empleado concentrado, por el consumo de los
animales en el tratamiento control se hubiera
utilizado una cantidad de 1727,6 kg lo que costaría
$1007,19. En el caso que se empleara en todos los
casos el 10% de inclusión que mostró los mejores
resultados comparados con el control se hubiera
utilizado una cantidad de 1389,24 kg de concentrado
y 154,36 kg de HM lo que ascendería a una cifra
total de $820,09, logrando reducir los costos en un
18,6%.
Con la inclusión de harina de hojas morera en
las dietas experimentales, se observa que a mayor
porcentaje de inclusión los costos de alimentación
disminuyen, observándose con el 30% de inclusión,
una reducción de costo de un 22,7 % contra el
tratamiento control y con la inclusión del 10 y 20%
una reducción del 18,6 y 16,8% como es lógico los
costos de las dietas experimentales disminuye por la
inclusión de morera la que posee menor costo que el
concentrado comercial, es decir sus costos de
implementación se reducen notablemente por la poca
dependencia de insumos comerciales (Cuadro 11),
dando una ganancia económica considerable, en el
tratamiento del 10% donde solo se alcanzan valores
cercanos al tratamiento control.
resultados dan muestra del valor económico que
posee el empleo de la HM en la inclusión de los
piensos para la crianza de pollos a pequeña y mediana
escala.
Al respecto, Peña (2004) al utilizar niveles
de inclusión (2, 4, 6 y 8%) de harina de Morera en la
alimentación de gallinas ponedoras, encontró que la
utilización de este alimento diminuye el costo de
producción de los piensos, es económica y
productivamente viable su inclusión en las raciones.
Sin embargo, Casamachin et al., (2007) concluyeron
que la inclusión del 5% de harina de hojas de morera
en la alimentación de pollos de engorde no afecta
significativamente el desarrollo productivo con
respecto a ganancia de peso y conversión alimenticia.
De igual forma, la inclusión del 10 y 15% de harina
de hojas de morera, afecta significativamente el
desarrollo productivo con respecto a ganancia de peso
y conversión alimenticia.
CONCLUSIONES
La harina de morera posee características
nutricionales que permiten su inclusión en los
piensos para pollos camperos. La sustitución del
10%, permite alcanzar niveles de crecimiento,
consumo y conversión alimenticia en 94,5% respecto
Al considerar el mejor valor para el
beneficio/costo, este se corresponde al tratamiento 2
correspondiente al (10% de harina de Morera), estos
Cuadro 9. Comparación del costo de la harina de morera
(Morus alba L.) y el concentrado comercial.
Materias Primas
Harina de morera ($/t)
Concentrado comercial ($/t)
CUP
65,81
583,00
Cuadro 10. Cantidad de alimento consumido por porcentaje de inclusión de harina de morera (Morus alba L.) de pollos
camperos en Granma, Cuba.
Inclusión de harina de morera (%)
0
10
20
30
Total
Pienso comercial (kg)
431,9
347,3
354,7
329,6
1463,5
Harina de morera (kg) Consumo total (kg)
0,0
431,9
38,6
385,9
39,4
394,1
36,6
366,2
114,6
1578,1
Cuadro 11. Análisis de los indicadores económicos para la inclusión de harina de morera (Morus alba L.) en pollos
camperos en Granma, Cuba.
Indicadores
Cálculo
1. Volumen de la producción (kg)
2. Valor de la producción ($)
1×Precio
3. Costos totales de producción ($)
4. Ganancia económica ($)
2-3
5. Beneficio/costo ($)
4/3
658
Control
154,52
382,58
251,79
130,79
0,52
Inclusión de la harina de morera (%)
10
20
126,32
112,89
312,76
279,51
205,02
209,38
107,74
70,13
0,53
0,33
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
30
97,91
242,42
194,55
47,87
0,25
Leyva Cambar et al. Inclusión de harina deshidratada de follaje de Morus alba L. en la alimentación del pollo campero
al potencial productivo de esta raza en el trópico, así
como un rendimiento en canal de un 99,1% respecto
al uso de raciones basadas en piensos comerciales.
RECOMENDACIONES
Emplear hasta el 10% de harina de morera
como sustituto de materias primas convencionales en
la inclusión de los piensos para pollos camperos que
se desarrollan a pequeñas y medianas escalas.
LITERATURA CITADA
Albert, A. y F. Contreras. 2002. Utilización de
morera (Morus alba) en la alimentación de cuyes,
en la localidad de Topes de Collantes. [cd room].
In: Memorias V Taller Internacional Silvopastoril
Los árboles y arbustos en la ganadería tropical y II
Reunión Regional de Morera. EEPF “Indio
Hatuey”. Matanzas, Cuba.
A.O.A.C 2005: Official methods of analysis. Off
Agric. Chem. 17th Ed. Washintong D C. USA.
Andrial, P. 2002. Manejo de las aves de corral.
Folleto para el estudio de la asignatura de Zootecnia
especial, UNAH, La Habana.
Casamachin F., M. L.; D. Ortiz y F. J. López. 2007.
Evaluación de tres niveles de inclusión de morera
(Morus alba) en alimento para pollos de engorde.
Biotecnología en el sector agropecuario y
agroindustrial 5 (2): 64-71.
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 2000. Norma Venezolana COVENIN
2407.
De Blas, C.; J. García y R. Carbaño. 2002. Avances
en la nutrición de conejos. XVII Simposium de
cunicultura. Asociación española de cunicultura. p.
83-91.
Food and Agriculture Organization (FAO). 2006.
Sistema de información de los recursos del pienso.
[En
línea].
Disponible
en:
http://www.fao.org/ag/AGA/AGAP/FRG/afris/es/D
ata/201.htm. [Consulta 12 de diciembre de 2006].
alimentación (miel rica-soya) en el rendimiento
cárnico de pollos de ceba. Revista Cubana de
Ciencia avícola 30 (2): 131-135.
Jegou, D.; J. J. Waelput y Brunschwig. 1994.
Consumo y digestibilidad de la materia seca y del
nitrógeno del follaje de morera (Morus sp.) y
amapola (Malvabiscus arboreus) en cabras
lactantes. In: J. Benavides (Ed.) Árboles y arbustos
forrajeros en América Central. Volumen I. CATIE,
Turrialba, Costa Rica. p. 155-162.
Madrazo, G. 2003 Los correctores vitamínicos y su
situación en la industria del pienso. Instituto de
Investigaciones Avícolas.
Martínez Aguilar, Y.; M. Valdivie Navarro, J.
Córdova López, M. Cisneros López y L. Leyva
Cambar. 2008. Utilización de la harina de semilla de
calabaza (HSC) en la alimentación de pollos de ceba
y su influencia en la calidad de la carne. Disponible
en línea: http://www.monografias.com/trabajos53/
alimentacion-pollos/alimentacion-pollos.shtml
Mehla, R. K.; R. K. Patel and V. N. Tripathi. 2007. A
model for sericulture and milk production.
Agricultural Systems 25: 125-133.
National Research Council (NRC). 1990. Nutrient
Requirements of poultry. 7th ed. Washington, D.C.
USA.
Pampín M. 2004. Evaluación comparativa entre la
gallina semirrústica y uno de los genotipos que le
dio origen. IV Congreso de Avicultura.
Peña, I. 2004. Inclusión de diferentes niveles de
harina de morera (Morus alba) en los piensos para
gallinas ponedoras. Tesis para Master en Nutrición
Animal. Universidad de Granmam Cuba.
Reglamento Técnico DGNTI-COMPANIT. 2007.
Clasificación de los cortes. Dirección general de
normas y tecnología industrial república de
Panamá. Ministerio de Comercio e Industrias.
Resolución n° 650 Panamá 10 de octubre de 2007.
Fumero, J. E.; I. Sevilla y M. García. 1996. Nuevos
resultados en el pollo de ceba. Revista Cubana de
Ciencia Avícola 20 (1): 7-10.
Valdés. S. 2000. Importancia de la proteína en la
alimentación del ave. Departamento de Nutrición.
Instituto de Investigaciones Avícolas. Conferencia.
5 p.
Hidalgo, K.; M. Valdivié, B. Rodríguez, M. Gabel y
W. Hackl. 2006. Efecto de un nuevo sistema de
Van Soest, P. J. 1994. Nutritional Ecology of the
ruminant. Comstock Publishing.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 653-659. 2012
659
Changes in growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated
castor oil seed (Ricinus communis L.) meal
Cambios en el crecimiento, digestibilidad y anatomía intestinal de pollos de engorde alimentados con dietas que
contienen harina de semillas de ricino (Ricinus communis L.) tratada con etanol
Richard Abayomi SOBAYO 1 , Abimbola Oladele OSO 1, Olajide Ayorinde ADEYEMI 2,
Adeboye Olusesan FAFIOLU 1, Adebayo Vincent JEGEDE 1, Olusegun Mark Obafemi
IDOWU1, Olawale Usman DAIRO 3, Rita Blessing IYERIMAH 1, Oyeniyi Anuoluwapo
AYOOLA 1 and Ridwan Akorede AWOSANYA 1
1
Department of Animal Nutrition, College of Animal Science and Livestock Production, University of
Agriculture, PMB 2240, Abeokuta, Nigeria; 2Department of Animal Production and Health, College of Animal
Science and Livestock Production, University of Agriculture, PMB 2240, Abeokuta, Nigeria and 3Department of
Agricultural Engineering, College of Engineering Science, University of Agriculture, PMB 2240, Abeokuta,
Nigeria. E-mails: [email protected] and [email protected] Corresponding author
Received: 05/15/2012 First reviewing ending: 07/17/2012
First review received: 09/26/2012
Accepted: 09/30/2012
ABSTRACT
Eight weeks feeding trial was conducted to investigate the chemical composition, growth response, apparent nutrient
digestibility, gut characteristics and morphology of broiler chickens fed four diets containing ethanol-treated castor oil seed
meal (ECAM). Two hundred day-old Anak 2000 broiler chicks were then allotted to the four experimental diets containing
ECAM at 0, 100, 150 and 200 g/kg, respectively. Each treatment was replicated five times with 10 birds per replicate. The
final live weight, weight gain and feed intake reduced (P < 0.01) with increasing dietary inclusion of ECAM. Control fed
broilers and those fed diets containing 100 g/kg and 150 g/kg ECAM had similar feed to gain ratio. Broilers fed diets
containing 200 g/kg ECAM recorded the least (Linear and quadratic contrast, P < 0.05) crude protein and crude fibre
digestibility, and the poorest (Linear contrast, P < 0.05) feed to gain ratio. Similar improved feed to gain ratio, apparent
crude fibre, fat and ash digestibility were noticed with birds fed the control diet, diets containing 100 g/kg and 150 g/kg
ECAM, respectively. Relative gizzard weight increased (P < 0.05) with increasing dietary inclusion levels of ECAM.
Broilers fed with 200 g/kg ECAM recorded the heaviest (P < 0.05) relative gizzard, pancreas, duodenum weight and the
longest (P < 0.05) relative jejunum and ileum length. Villi length and crypt depth of the duodenum reduced (P < 0.05) with
increasing dietary inclusion of ECAM. In conclusion, ethanol-treated castor seed oil meal can be included up to 150 g/kg
diet in broiler ration without impairing growth and nutrient digestibility.
Key Words: Broiler performance, gut anatomy, ethanol, castor oil seed, apparent digestibility
RESUMEN
Un ensayo de alimentación de ocho semanas se realizó para investigar la composición química, la respuesta del crecimiento,
la digestibilidad aparente de nutrimentos, las características y la morfología intestinal de pollos de engorde alimentados con
dietas que contienen harina de semillas de ricino tratada con etanol (HSRTE). Doscientos pollos de engorde Anak 2000 de
un día de edad se asignaron a cuatro dietas experimentales que contienen HSRTE a 0, 100, 150 y 200 g/kg, respectivamente.
Cada tratamiento se repitió cinco veces con 10 aves por repetición. El peso vivo final, la ganancia de peso y el consumo de
alimento se redujo (P < 0,01) con la inclusión cada vez mayor de la dieta de HSRTE. Los pollos de engorde alimentados
con el control y aquellos alimentados con dietas que contenían 100 y 150 g/kg de HSRTE tuvieron una relación
alimento:ganancia similar. Los pollos de engorde alimentados con dietas que contenían 200g/kg de HSRTE registraron la
menor proteína cruda y digestibilidad de fibra cruda (Contrastes lineal y cuadrático, P < 0,05) y la relación
alimento:ganancia más pobre (Contraste lineal, P < 0,05). Se notó un mejoramiento similar en la relación alimento:ganacia
y digestibilidad aparente de fibra cruda, grasa y cenizas con aves alimentadas con la dieta control, dietas que contenían 100
y 150 g/kg de HSRTE, respectivamente. El peso relativo de la molleja se incrementó (P < 0,05) con el aumento de los
niveles de inclusión en la dieta de HSRTE. Los pollos alimentados con 200 g/kg de HSRTE registraron el mayor peso
relativo de la molleja, el páncreas y el duodeno (P < 0,05) y la mayor longitud relativa del yeyuno y el íleon (P < 0,05). La
longitud de las vellosidades y la profundidad de las criptas del duodeno se redujeron (P < 0,05) con un incremento de la
inclusión en las dietas de HSRTE. En conclusión, la harina de semillas de ricino tratada con etanol puede ser incluida hasta
150 g/kg en dietas para raciones para pollos de engorde, sin perjudicar el crecimiento y la digestibilidad de los nutrimentos.
660
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
Palabras clave: Comportamiento de pollos de engorde, anatomía intestinal, etanol, semillas de ricino, digestibilidad
aparente
INTRODUCTION
Animal nutrition studies have shown that
castor oil seed (Ricinus communis, L) meal can be
used, to a limited extent, as oil seed cake in feeds for
ruminants (Rao et al., 1988), rabbits (Adedeji et al.,
2006), pigs (Geary, 1950) and poultry birds (Okorie
et al., 1985). However, dietary inclusion at high
levels in poultry rations suffered serious limitations
due to the presence of residual ricin, ricinine and
castor allergen (Puttaraj et al., 1993; Ani and Okorie,
2002). Deleterious factors contained in feed stuffs
have been reported to modify mucosal structure and
function, affect nutrient mobility, digestion and
absorption of poultry birds (Reid, 1987; Klopfenstein,
1988). Other anti-nutritive factors like tannins have
been implicated in changes relating to intestinal
absorption of nutrient, reduction in villi width and
length of duodenum and jejunum (Johnston et al.,
2005; Kim and Miller, 2005) while, non-starch
polysaccharides concentration has been implicated in
changes relating to weights and length of the
gastrointestinal tract (Johnson et al., 1984).
During the production of castor oil,
undehulled seeds are normally used due to difficulties
encountered in the dehulling process leaving behind a
fibrous meal. The fibrous nature of the castor seed
also constitutes a major constraint to its utilization in
poultry nutrition. Fibrous ingredients have been
reported to, negatively, affect nutrient utilization by
diluting macronutrients (Longe and Ogedengbe,
1989), modifying gut characteristics and intestinal
morphology (Wu et al., 2004) and modifying the
upper and lower part of the digestive tract of poultry
(Gabriel et al., 2003; Hetland et al., 2003). Although
several processing methods have been attempted in
the past, studies on dietary inclusion of ethanoltreated castor oil seed meal in feed for broilers are
rare. The research was conducted to investigate the
chemical composition, growth response, apparent
nutrient digestibility, gut characteristics and
morphology of broiler chickens fed diets containing
varying levels of ethanol treated castor oil seed meal.
MATERIALS AND METHODS
Collection, processing and composition of test
ingredients
The castor oil seed used in this study was
obtained from the Forestry Research Institute of
Nigeria (FRIN) Ibadan, Oyo State, Nigeria. The seeds
were sun-dried for 2-3 days (till it reached 10-11%
moisture content), milled to pass through a 2.5 mm
sieve using a laboratory hammer mill (Model W-6-H,
Buffalo N. Y. 14206) and mixed with ethanol (75%
V) in a mixing ratio of 100 mL of (75%) ethanol to 1
kg of ground seed. Mixing was done in a, locally,
improvised rotational mixer (fabricated by the
College of Engineering, University of Agriculture,
Abeokuta, Ogun State Nigeria) for 15-20 minutes to
produce the castor slurry. This was subjected to mild
heat at 50 ºC for 20 minutes. The mixture (slurry) was
allowed to settle down and air-cooled. The upper
clear liquid fraction was decanted and poured away
while, the solid fraction was sieved using a muslin
cloth and screw-pressed overnight to form the cake.
The cake was thereafter sun-dried and subsequently
ground using hammer mill (2.5 mm sieve) to yield the
ethanol treated castor oil seed meal (ECAM). The
milled sample was mixed along with other feed
ingredients, which were used to formulate the
experimental diets.
Management of birds
The research was done at the Poultry Unit of
the Teaching and Research Farm, University of
Agriculture, Abeokuta, Nigeria, West Africa. Two
hundred day old Anak 2000 male broiler chicks
obtained from a commercial hatchery were used for
the study. These were weighed individually
distributed and balanced for weight amongst 20
brooding units of 1.5 m × 2.0 m dimension each
housing 10 birds that were reared intensively on deep
litter housing system. Brooding was done for 21 days.
At the expiration of the brooding period, birds
contained in each pen (10 in number) were transferred
to other larger floor pens (each of 5 m2/pen).
Temperature was maintained at a stable ambient
condition of 30.2 °C after brooding and throughout
the study period.
Experimental diets
Four experimental diets were formulated to
include ECAM at 0, 100, 150 and 200 g/kg levels,
respectively. The experimental diets are as presented
in Table 1. Birds contained in each pen were fed with
one of the experimental diets such that there were five
pens (each containing 10 birds) assigned to each
dietary treatment. A straight diet (with no partitioning
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
661
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
making a total of 10 birds per treatment were selected
from each pen and slaughtered. The digestive tract
was opened up while, the digestive tract from the
proventriculus to the end of the intestine was excised.
The proventriculus, gizzard and pancreas were
emptied, individually, and weighed. The small
intestine was dissected into three segments:
duodenum (from gizzard to pancreo-biliary ducts),
jejunum (from pancreo-biliary ducts to Meckel’s
diverticulum),
and
ileum
(from
Meckel’s
diverticulum
to
ileo-caecal
junction).
The
gastrointestinal tracts of the birds were excised,
cleaned and dried with dessicant paper then the
lengths and weights of the various intestinal segments
(proventriculus, gizzard, pancreas, duodenum,
jejunum, ileum, ceaca and the small intestine) were
measured. The lengths and weights were expressed as
relative length (in cm/kg live weight) and weight (in
g/kg live weight), respectively.
of diet into starter and finisher) was used throughout
the duration of the study (56 days). The crude protein
and metabolisable energy contents of the feeds were
balanced within the recommended range (NRC,
1994). Representative samples (n=4) of the
experimental diets were later prepared and stored for
proximate analysis later.
Growth response
digestibility
and
apparent
nutrient
Average live weight per bird was measured at
weekly intervals while, feed conversion ratio per pen
was calculated as total feed consumed per weight
gain. At the expiration of 56 days, two broilers from
each pen (making a total of 10 birds per treatment)
were selected and arranged in clean, separate and
disinfected metabolic cages. Three days of
acclimatization
were
allowed
before
the
commencement of the digestibility study. A known
weight of feed, which matched their previous daily
feed intake was fed during the metabolic trial. Excreta
collection was done daily for a period of four days.
The daily excreta voided for each bird was dried
overnight (at 55oC) while, total collections per bird
were pooled at the expiration of 4 days metabolic
trial. Dried excreta samples were used to determine
the proximate compositions according to the method
of Association of Official Analytical Chemists
(AOAC, 1995).
Gut morphometry
About 0.5 cm portion taken at the medium
part of each of the three intestinal segments
(duodenum, jejunum and ileum) was used for
histological measurements. The samples were opened
longitudinally, rinsed with cold saline and fixed in a
buffered formalin solution for about 4 h. Histological
analysis was done according to the procedures of
Goodlad et al. (1991). The preparations were
mounted between slide and strip. Intestinal villi with
their crypts were, individually, separated under a
dissecting microscope while the length and width of
the villi were measured according to the procedures
described by Hampson (1986).
Gut characteristics
At the end of the experiment, another set of
two birds (apart from those used for metabolic trial)
Table 1. Gross composition of experimental diets and chemical composition of castor (Ricinus communis L.) seed meal.
Inclusion level of ethanol-treated castor oil
seed meal (ECAM) (g/kg)
Ingredients
Maize
Soya bean meal
ECAM
Fish meal (72% CP)
Wheat offal
Bone meal
Oyster shell
Lysine
Methionine
Vit/min premix
Salt (NaCl)
Total
662
0
100
150
200
52.00
32.00
0
1.00
14.00
3.00
2.00
0.20
0.50
0.25
0.25
100.00
52.00
22.00
10.00
1.80
13.20
3.00
2.00
0.20
0.50
0.25
0.25
100.00
52.00
17.00
15.00
3.0
12.00
3.00
2.00
0.20
0.50
0.25
0.25
100.00
52.00
12.00
20.00
4.00
11.00
3.00
2.00
0.20
0.50
0.25
0.25
100.00
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
Chemical Analysis
Representative samples (n = 4) of the dried
unprocessed seeds were ground using a commercial
kitchen blender, while, the ground samples of ECAM
and dietary treatments were analyzed for their
proximate constituents (AOAC, 1995). Samples were
analysed for DM, ether extract (EE), crude fibre (CF)
and ash (AOAC, 1995, ID 7.010, 7.016, 7.048). The
nitrogen fraction was estimated in an automatic
analyzer (Kjeltech Auto 147 1013 Analyzer, Tecator)
and the crude protein (CP) determined by multiplying
the N value with 6.25. Gross energy of samples was
determined using an adiabatic bomb calorimeter.
Neutral detergent fibre (NDF) content was
determined as described by Van Soest et al. (1991)
with the use of sodium sulfite and heat stable αamylase, and acid detergent fibre (ADF) following
the method no. 973.18 of AOAC (1995). Acid
detergent lignin (ADL) concentration was analyzed
by the sequential method of Van Soest and Robertson
(1980). Hemicellulose and cellulose were calculated
as the differences: NDF-ADF and ADF-ADL,
respectively. The mineral profile of the raw untreated
seed and ground samples of ECAM were determined
after wet-ashing by concentrated nitric acid and
perchloric acid (1:1, v/v). Sodium, Potassium and
Calcium were determined by flame photometry
(Corning 410, England), while Magnesium,
Manganese and Iron were determined using an atomic
absorption spectrophotometer (Perkin–Elmer, Model
2380, USA). The ashed samples were analysed for
copper
using
the
atomic
absorption
spectrophotometry at wavelength of 324.7nm.
Phosphorus was estimated photometrically via the
Phosphorus molybdate complex described by Taussky
and Shorr (1953). The chemical composition of
ground samples of raw castor seed and ECAM were
expressed using a simple average of four
determinations.
Experimental design and statistical analysis
The design of the experiment was a
completely randomized design. For the growth
performance, replicate units (n = 50 per treatment)
served as the experimental units for statistical
analysis. For apparent nutrient digestibility study (n =
10 per treatment), gut characteristics (n = 10 per
treatment) and gut morphology (n = 10 per treatment),
individual birds selected were considered as the
experimental unit. Data obtained were analysed using
the general linear models procedures of SPSS (1997).
Polynomial contrast (Linear and quadratic) was
applied to determine the effects of varying inclusion
levels (0, 50, 100 and 150 g/kg) of ECAM. A
probability of P < 0.05 was considered to be
statistically significant.
RESULTS
Chemical composition
The proximate composition, fibre fraction
analysis and mineral profile of the unprocessed seeds
and ECAM (expressed in average of four
determinations) are as presented on Table 2. The
ECAM contained a higher dry matter and crude
protein content than the raw seed. The proximate
assay showed that ECAM has a lower crude fibre and
ether extract than the raw seed. The estimated
metabolisable energy of ECAM was higher than
values obtained for the unprocessed seed. The mineral
profile of ECAM however, showed a higher Ca, Mg,
P and a relatively lower Na and K as compared with
raw castor seed.
Growth response
digestibility
and
apparent
nutrient
The weight gain, feed conversion ratio and
apparent nutrient digestibility of broiler chickens fed
diets containing ECAM are as displayed on Table 3.
The weight gain and feed intake reduced [Linear (LC)
and quadratic contrast (QC), P < 0.01] with increasing
dietary inclusion of ECAM. Broilers fed with control
diet, diets containing 100 g/kg and 150 g/kg ECAM
showed improved feed to gain ratio while, birds fed
diets containing 200 g/kg ECAM recorded poor feed
to gain ratio. Broilers fed with diets containing 200
g/kg ECAM recorded the highest apparent ash
digestibility (LC and QC, P < 0.05), ether extract
digestibility (QC, P < 0.05) and least (LC and QC, P
< 0.05) crude protein and fibre digestibility. Apparent
dry matter digestibility showed no effect (P > 0.05)
following dietary inclusion of ethanol-treated castor
oil seed meal in feed for broilers.
Gut characteristics and morphometric studies
Gut characteristics of broilers fed diets
containing varying inclusion levels of ECAM is
shown in Table 4. The relative weight of gizzard and
pancreas increased (P < 0.05) with increasing levels
of dietary inclusion of ECAM. Broilers fed the diet
containing 200 g/kg ECAM recorded the highest (P <
0.05) duodenal weight and the longest (P < 0.05)
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
663
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
relative length of jejunum and ileum. Gut morphology
of broiler chickens fed diets containing varying
inclusion levels of ECAM is as shown on Table 5.
The villi length (LC and QC, P < 0.01) and crypt
depth (LC, P < 0.01; LC, P < 0.05) of the duodenum
reduced with increasing dietary inclusion of ECAM.
Jejunal crypt depth however, increased (LC and QC,
P < 0.01) with increasing dietary inclusion of ECAM.
Birds fed diet containing 200 g/kg ECAM had the
highest (LC and QC, P < 0.01) jejunal crypt depth.
Villi length, crypt depth and villi/crypt ratio of the
ileum were not affected (P > 0.05) by dietary
inclusion of ECAM.
DISCUSSION
The ethanol treatment of castor oil seed
improved dry matter, crude protein and ash contents
of castor oil seed meal. The high crude protein
recorded for castor oil seed meal (when compared
with the raw seed) confirmed it as a potential oil seed
cake for poultry nutrition while, a relatively high Ca,
Mg, P content assayed for ECAM shows that it
contains essential minerals needed in poultry nutrition
for bone development in broilers and also egg shell
development in layers.
Table 2. Chemical composition of dietary treatments and test ingredients.
Parameters †
Dry matter (DM)
Crude protein
Ether extract (EE)
Crude fiber (CF)
Ash
a
ME (MJ/Kg)
Mineral (mg/100g)
Calcium
Phosphorus
Magnesium
Manganese
Potassium
Sodium
Iron
Copper
0
95.06
22.00
3.63
3.84
3.49
11.90
100
95.67
21.28
4.31
4.52
3.54
11.91
150
95.52
21.04
4.64
4.86
3.65
11.91
200
95.75
20.75
4.98
5.20
3.66
11.92
Raw castor seed
88.26
24.41
12.38
27.14
6.05
7.98
*ECAM
89.54
28.24
9.75
11.78
5.58
10.60
0.24
0.20
ND
ND
ND
ND
ND
ND
0.25
0.27
ND
ND
ND
ND
ND
ND
0.26
0.30
ND
ND
ND
ND
ND
ND
0.26
0.33
ND
ND
ND
ND
ND
ND
30.00
96.11
8.51
0.02
112.10
100.20
0.97
0.05
32.10
97.34
8.95
0.02
110.40
99.60
0.99
0.04
† Analysis were expressed in average of four determinations
a
Metabolisable energy (ME) estimated using the formula of NRC (1994): ME = 26.7(DM) + 77(EE) -51.22(CF). *ECAM:
Ethanol treated castor oil seed meal. ND= Not determined
Table 3. Growth response and nutrient digestibility of broilers fed diet containing ethanol-treated castor oil seed meal
(ECAM) in Abeokuta, Nigeria.
ECAM inclusion (g/kg)
0
100
Parameters
Final live weight (g/bird) 2060.67 1784.33
Weight gain (g/bird)
2015.60 1739.33
Total feed intake (g/bird) 6329.10 5415.27
Feed to gain ratio
3.14
3.11
Mortality (%)
0.00
0.00
Apparent nutrient digestibility:
Dry matter (%)
84.49
84.58
Crude protein (%)
73.99
73.04
Crude fibre (%)
63.24
63.65
Ash (%)
61.66
61.85
Ether extract (%)
75.20
75.08
664
Standard Significance of treatment effects
(P > F)
error of
the mean
Linear
Quadratic
150
200
1601.00
1556.00
5352.64
3.44
0.00
1422.00
1376.90
5149.89
3.74
3.33
98.75
62.44
155.97
0.10
0.97
0.002
0.003
0.002
0.041
0.044
0.007
0.006
0.004
0.057
0.07
84.55
70.74
62.95
61.91
74.53
84.91
67.59
60.02
66.32
76.98
5.33
4.06
4.11
3.78
2.99
0.950
0.042
0.019
0.020
0.052
0.750
0.030
0.020
0.022
0.039
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
Table 4. Gut characteristics of broilers fed diets containing different proportions of ethanol-treated castor oil seed meal
(ECAM) in Abeokuta, Nigeria.
ECAM inclusion (g/kg)
Relative weights (g/kg):
Proventriculus
Gizzard
Pancreas
Duodenum
Jejunum
Ileum
Relative length (cm/kg):
Duodenum
Jejunum
Ileum
Significance of treatment
effects (P>F)
Linear
Quadratic
0
100
150
200
Standard
error of
the mean
4.37
15.53
2.52
9.76
16.12
13.11
4.80
18.81
3.10
10.20
16.40
13.20
5.20
20.12
3.26
10.00
17.10
14.00
5.41
22.61
5.11
12.40
17.60
14.10
0.42
1.24
0.72
1.01
0.97
1.22
0.880
0.033
0.024
0.044
0.066
0.910
0.645
0.060
0.049
0.055
0.063
0.876
2.96
6.80
7.57
3.57
8.17
8.34
3.69
8.43
9.49
4.30
9.43
10.47
0.27
0.38
0.41
0.071
0.044
0.033
0.088
0.079
0.065
Table 5. Gut morphology of broilers fed diets containing different proportions of ethanol-treated castor oil seed
meal (ECAM) in Abeokuta, Nigeria.
ECAM inclusion (g/kg)
Duodenum:
Villi length (μm)
Crypth depth (μm)
Villi/Crypth ratio
Jejunum:
Villi length (μm)
Crypth depth (μm)
Villi/Crypth ratio
Ileum:
Villi length (μm)
Crypth depth (μm)
Villi/Crypth ratio
Significance of treatment
effects (P>F)
Linear
Quadratic
0
100
150
200
Standard
error of
the mean
1450
202
7.18
1447
201
7.20
1294
196
6.60
1140
190
6.00
64.89
20.98
0.46
0.002
0.001
0.030
0.004
0.020
0.060
1090
172
6.34
1091
176
6.20
1089
178
6.12
1092
201
5.43
52.73
19.03
0.34
1.205
0.004
0.940
1.900
0.002
0.730
602
166
3.63
596
170
3.51
600
167
3.59
604
167
3.62
29.65
19.72
0.76
1.110
1.110
1.660
0.990
0.915
1.760
Increased dietary inclusion of processed
castor oil seed meal caused a progressive increase in
fibre content of the diet. This is due to the fact that
undehulled castor oil seed (high in fibre content) was
used in the production of the feed. The reduced feed
intake recorded with increased dietary inclusion of
ECAM was due to poor palatability of the diet and
increased fibre content, which probably led to early
gut fill (Longe and Ogedengbe, 1989). This increased
bulkiness of the diet affects the gut transient time of
the digesta and reduced nutrient digestibility. This
resulted in poor feed to gain ratio, apparent crude
protein and crude fibre digestibility observed with
broilers fed with diets containing 200 g/kg ECAM. A
similar trend was reported by Okorie et al. (1987).
The reduced weight gain noticed with increasing
dietary inclusion of ECAM could be linked with
the poor amino acid profile of castor oil seed meal
and dietary ricin content. Castor oil seed meal was
reported to contain low lysine, methionine,
tryptophan, and cystine contents (Vilhjalmsdottir
and Fischer, 1971). Okorie and Anugwa (1987)
also confirmed that dietary ricin content (in castor
oil seed meal) adversely affected the feed
consumption and nutrient utilization in chicks.
The fibrous nature of dietary ingredients fed to
poultry birds have been reported to modify the
upper and lower parts of the digestive tract
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
665
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
(Gabriel et al., 2003). The high relative weight of
gizzard, pancreas and duodenum noticed with broilers
fed with the diet containing 200 g/kg ECAM could be
due to the fibrous nature of ECAM. Heavy gizzard
weight was also noticed with broilers with 4% wood
shavings (Hetland et al., 2003). Higher gizzard
weight obtained could be due to the increasing
frequency of contraction of this organ to reduce the
fibre particles. The longest relative length of jejunum
and ileum were also recorded for birds fed with diets
containing 200 g/kg ECAM.
The density and size of villi and microvilli of
small intestine are directly related to the absorption
capacity of the birds. The villi length and crypt depth
of the duodenum reduced with increasing dietary
inclusion of ECAM. Previous works confirmed that
crypt depth and villi length are related to the rate of
sensory activity and increase/decrease in cell turn
over (Langhout et al., 1999; Hedemann et al., 2003).
High duodenal villi length and crypt depth obtained
with broilers fed with control diet and the diet
containing 100 g/kg ECAM showed indications of
improved absorption and hydrolysis potential of
nutrient. Reduction in crypt depth as seen for broilers
fed with diets having more than 100 g/kg ECAM is
indicative of lower secretory activity such as lower
mucus production (Langhout et al., 1999). Engberg et
al. (2004) reported that reduced intestinal crypt depth
could be linked with reduced intestinal microbial
population. Lowered intestinal bacteria population
may be due to accumulated dietary ricin content
which increased feed toxicity. In conclusion, dietary
inclusion of ethanol treated castor oil seed meal in
broiler diets could be up to 150 g/kg diet in broiler
ration without negative effect on the performance and
nutrient digestibility and also led to modifications of
the digestive tract.
CONCLUSIONS
The current study confirmed ethanol treated
castor oil seed meal (ECAM) as a potential,
alternative oil seed meal which poses no deleterious
effect on growth, nutrient digestibility and gut
morphology when included up to 150 g/kg in rations
for broilers. Dietary inclusion in commercial broiler
production at levels higher than 150 g/kg should
therefore be discouraged due to its negative effect on
growth, gut morphology and nutrient utilization.
Exploration of other processing methods with a view
to successfully incorporate castor seed meal at higher
inclusion levels in poultry nutrition is therefore
recommended.
666
LITERATURE CITED
Adedeji, J. A.; D. F. Apata, O. A. Aderinola, T. A.
Rafiu and S. R. Amao. 2006. Performance and
haematological/serum characteristics of rabbits fed
boiled castor seed cake based diet. World Journal of
Zoology 1 (2): 91-93.
Ani, A. O and A. U. Okorie. 2002. Nutritive value of
dehulled and cooked castor oil bean meal to broiler
finishers. In: A. Salam and O. Awe (Eds.). Strategy
for alleviating poverty. Proceedings of the 27th
Conference of Nigeria Society for Animal
Production (NSAP).Nigeria. p. 141-143.
A. O. A. C. 1995. Official Method of Analysis, 16th
ed. Association of Official Analytical Chemist,
AOAC International, Arlington, USA.
Engberg, R. M.; M. S. Hedemann, S. Steenfeldt and
B. B. Jensen. 2004. Influence of whole wheat and
xylanase on broiler performance and microbial
composition and activity in the digestive tract.
Poultry Science 83: 925-938.
Gabriel, I.; S. Mallet and M. Leconte. 2003.
Differences in the digestive tract characteristics of
broiler chickens fed on complete pelleted diet or
whole wheat added to pelleted protein concentrate.
British Poultry Science 44: 283- 290.
Geary, T. 1950. Castor bean poisoning. Veterinary
Records 62 (32): 472-473.
Goodlad, R. A:; S. Levi, C. Y. Lee, N. Mandir, H.
Hodgson and N. A. Wright. 1991. Morphometry and
cell proliferation in endoscopic biopsies.
Gastroenterology 101: 1235-1241.
Hampson, D. J. 1986. Alteration in piglet small
intestine structure at weaning. Research in
Veterinary Science 40: 32-40.
Hedemann, M. S.; S. Hojsgaard and B. B. Jensen.
2003. Small intestinal morphology and activity of
intestinal peptidases in piglets around weaning.
Journal of Animal Physiology and Animal Nutrition
87: 32-41.
Hetland, H.; B. Svihus and O. Kioghadl. 2003.
Effects of oat hull and wood shavings on digestion
in broiler and layers fed whole and ground wheat.
British Poultry Science 44: 225-282.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
Sobayo et al. Growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor oil seed meal
Johnson, I. T.; J. M. Gee and R. R. Mahoney. 1984.
Effect of dietary supplement of guar gum and
cellulose on intestinal cell proliferation, enzyme
levels and sugar transport in the rat. British Journal
of Nutrition 52: 477-487.
Puttaraj, S.; S. Bhagya, K. N. Murthy and N. Singh.
1993. Effects of detoxification of castor seed
(Riccinus communis) protein isolate on its
nutritional quality. Journal of Science, Food and
Agriculture 30: 100-102.
Johnston, K.; P. Sharp, M. Clifford and L. Morgan.
2005. Dietary polyphenols decrease glucose uptake
by human intestinal Caco-2 cells. FEBS Letters 579:
1653-1657.
Rao, N. P.; B. S. Reddy and M. R. Reddy. 1988.
Utilization of autoclaved castor bean meal in
concentrate ration for sheep. Indian J. Anim. Nutri.
5: 121-128.
Kim, H. S. And D. D. Miller. 2005. Proline-rich
proteins moderate the inhibitory effect of tea on iron
absorption in rats. Journal of Nutrition 135: 532537.
Reid, N. W. 1987. Viscosity of food gum determined
in vitro related to their hypoglycemic actions.
Animal Feed Science and Technology 2: 73-81.
Klopfenstein, C. F. 1988. The role of cereal beta
glucans-glucans in nutrition and health. Cereal Food
33: 865-869.
Statistical Package for Social Sciences (SPSS). 1997.
Base application guide 7.5. SPSS, Chicago, Illinois,
United States of America.
Langhout, D. J.; J. B. Schutte, P. Van Leeuwen, J.
Wiebenga and S. Tamminga. 1999. Effect of dietary
high- and low-methylated citrus pectin on the
activity of the ileal microflora and morphology of
the small intestinal wall of broiler chicks. British
Poultry Science 40: 340-347.
Longe, K. and A. Ogedengbe. 1989. Influence of fibre
on
metabolizable
energy
of
diets
and
performance of growing pullets in the tropics.
British Poultry Science 30: 1193-1195.
Nutritional Research Council
requirement of poultry
Academic of Sciences.
Council. Washington, D.
America.
(NRC). 1994. Nutrient
nineth ed. National
Nutritional Research
C. United States of
Okorie, A. U. and F. O. I. Anugwa. 1987. The feeding
value of roasted castor oil bean (Ricinus) to growing
chicks. Plant Foods for Human Nutrition 37: 97102.
Okorie, A. U.; F. O. I. Anugwa, G. C. Anamelechi
and J. Nwaiwu. 1985. Castor bean: a potential
livestock protein supplement in the tropics.
Nutrition Reports International 32: 659-666.
Okorie, A. V.; F. Ennuraoye and O. I. Anugwa. 1987.
Response of broiler ducks to graded level of heat
treated castor oil bean. Achiv. Genflugerkunde. 52:
127-132.
Taussky, H. H. and E. Shorr. 1953. A
microcolorimetric method for the determination of
inorganic phosphorus. Journal of Biological
Chemistry 202: 675-685.
Van Soest, P. J and J. B. Robertson. 1980. The
detergent system of analysis and its application to
human foods. In: The analysis of dietary fibre in
food. W. P.T. James and O. Theander (Eds.). Marcel
Decker, Inc. New York, United States of America.
123 p.
Van Soest, P. J.; J. B. Robertson and B. A. Lewis.
1991. Methods for dietary, fiber, NDF and nonstarch polysaccharides in relation to animal
nutrition. Journal of Dairy Science 74: 3583-3597.
Vilhjalmsdottir, L. and H. Fisher. 1971. Castor bean
meal as a protein source for chickens:
Detoxification and determination of limiting amino
acids. Journal of Nutrition 101: 1185- 1191.
Wu, Y. B.; V. Ravindran, D. G. Thomas, M. J. Birtles
and W. H. Hendriks. 2004. Influence of phytase and
xylanase, individually or in combination, on
performance, apparent metabolizable energy,
digestive tract measurements and gut morphology in
broilers fed wheat-based diets containing adequate
level of phosphorus. British Poultry Science 45:7684.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 660-667. 2012
667
Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on performance and carcass yield of
growing rabbits
Concentrado restringido con la alimentación de forraje ad libitum: efectos sobre el comportamiento y
rendimiento de la canal de conejos en crecimiento
Olajide Ayorinde ADEYEMI
and Ayoola Oluwatosin AKANJI
Department of Animal Production and Health, College of Animal Science and Livestock Production, University
of Agriculture, P. M. B. 2240 Abeokuta, Ogun State, Nigeria Email: [email protected]
Corresponding author
Received: 03/13/2012 First reviewing ending: 06/06/2012
First review received: 07/19/2012
Accepted: 07/26/2012
ABSTRACT
Effect of concentrate feed restriction in the presence of ad libitum forage feeding on performance, carcass yield and relative
organ weights were investigated in weaner rabbits in a humid tropical environment in Nigeria. Thirty six growing rabbits of
mixed breed (Chinchilla x Dutch x California White) and sexes with an average weight of 600g were assigned to three
feeding regimen in a completely randomized design. The study lasted for 8 weeks. The three feeding regimen were: (A) ad
libitum concentrate feeding + ad libitum forage feeding (control), (B) skip-a-day concentrate feeding/week + ad libitum
forage feeding and (C) skip-2-days concentrate feeding/week + ad libitum forage feeding. The forage used was air-dried
Tridax procumbens. Drinking water was supplied free-choice throughout the duration of the experiment. Each treatment
group was replicated six times with two rabbits housed/replicate. Weight gain, final body weight, feed intake and feed: gain
ratio of rabbits were not significantly (P>0.05) different among the treatment groups. Although feed intake was not different
among the three treatments, however concentrate intake, forage intake as well as percentage concentrate and forage in daily
feed intake were significantly (P<0.05) influenced by treatments. Total concentrate intake was significantly higher in rabbits
on treatment A (ad libitum feeding) compared with rabbits on treatment B which was also significantly higher than the
intake on treatment C. Rabbits fed ad libitum consumed 10.75 and 25.94% more concentrates than rabbits on skip-a-day and
skip-two-days per week concentrate feeding. Daily concentrate intake reduced from 33.35g on treatment A to 29.76g and
24.69g in treatment B and C respectively. The daily forage intake however increased with severity of concentrate
restriction, the trend being C > B > A. The concentrate percentage of daily feed intake reduced with increased severity of
concentrate restriction while that of forage increased with concentrate restriction from 56.15% in ad libitum concentrate fed
group to the highest amount of 68.45% in rabbits on skip-two-days of concentrate feeding per week. Dressing percentage
and retail cuts were not significantly (P > 0.05) affected by feeding regime. Similarly the physical structure and weights of
internal organs (livers, kidneys, lungs and hearts) were not affected by experimental treatments (P>0.05). The results
obtained from this study showed that rabbits can be subjected to two days skipping of concentrate feed per week with ad
libitum forage feeding without compromising performance and carcass measurements.
Key words: Feeding regimen, forage, rabbits, carcass yield
RESUMEN
Se investigaron los efectos de la restricción de alimento concentrado en la presencia de la alimentación de forraje ad libitum
sobre el comportamiento, el rendimiento en canal y pesos relativos de órganos en conejos destetados en un ambiente
húmedo tropical en Nigeria. Treinta y seis conejos en crecimiento de raza mezclada (Chinchilla x Dutch x California White)
y sexos con un peso promedio de 600 g se asignaron a tres regímenes de alimentación en un diseño completamente
aleatorizado. El estudio se prolongó durante 8 semanas. Los tres regímenes de alimentación fueron: (A) alimentación con
concentrado ad libitum + alimentación con forraje ad libitum (control), (B) alimentación con concentrado cada dos días por
semana + alimentación con forraje ad libitum y (C) alimentación con concentrado cada tres días por semana + alimentación
con forraje ad libitum. El forraje utilizado fue de Tridax procumbens secado al aire. El agua potable se suministró de libre
elección durante toda la duración del experimento. Cada grupo de tratamiento se repitió seis veces con dos conejos
alojados/repetición. La ganancia de peso, el peso corporal final, consumo de alimento y la relación consumo:ganancia de los
conejos no fueron significativamente (P>0,05) diferentes entre los grupos de tratamiento. Aunque el consumo de alimento
no fue diferente entre los tres tratamientos, sin embargo, el consumo de concentrado, el consumo de forraje, así como el
porcentaje de concentrado y forraje en el consumo diario de alimento fueron significativamente (P<0,05) influenciados por
los tratamientos. El consumo total de concentrado fue significativamente mayor en los conejos del tratamiento A
668
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
Adeyemi and Akanji. Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on carcass yield of growing rabbits
(alimentación ad libitum) comparado con los conejos en el tratamiento B, el cual también fue significativamente mayor que
la ingesta del tratamiento C. Los conejos alimentados ad libitum consumieron 10,75 y 25,94% más concentrado que
aquellos conejos con alimentación con concentrado cada dos y tres días por semana. El consumo diario de concentrado se
redujo de 33,35 g en el tratamiento A a 29,76 y 24,69 g en el tratamiento B y C, respectivamente. El consumo diario de
forraje, sin embargo, aumentó con la severidad de la restricción de concentrado, la tendencia fue C > B > A. El porcentaje
de concentrado del consumo diario de alimento se redujo con incrementos de la severidad de la restricción de concentrado,
mientras que aquel del forraje se incrementó con la restricción de concentrado de 56,15% en el grupo alimentado con
concentrado ad libitum hasta la mayor cantidad de 68,45% en los conejos alimentados con concentrado cada dos días por
semana. El rendimiento en canal y los cortes al por menor no fueron significativamente (P>0,05) afectados por el régimen
de alimentación. Similarmente, la estructura física y el peso de los órganos internos (hígado, riñones, pulmones y corazón)
no fueron afectados por los tratamientos experimentales (p>0,05). Los resultados obtenidos de este estudio mostraron que
los conejos pueden ser sujetos a una alimentación de concentrado cada dos días por semana con foraje ad libitum sin
comprometer el rendimiento y las medidas de la canal.
Palabras clave: Régimen de alimentación, forraje, conejos, rendimiento en canal.
INTRODUCTION
Rabbit production has gained considerable
interest recently in Nigeria because of the exorbitant
prices of the conventional sources of meat, such as
cattle (beef), goats (chevon), sheep (mutton), pig
(pork) and poultry. Rabbits are renowned for their
fecundity and prolificacy (Biobaku and Dosunmu,
2003); ability to utilize forages (Aduku and Olukosi,
1990). Rabbit meat is low in fat and cholesterol
(Biobaku and Oguntona, 1997) thus making the flesh
a desirable one for diabetics, hypertensive and middle
aged people.
However, rabbits like most other monogastric
animals derive most of their nutrients from
concentrates. This dependence on concentrates has
created a lot of demand on cereal grains. In order to
address the problem, there is the need to find
alternative ways, which are cheap, adequate and
readily available for feeding livestock. Similarly, the
development of alternative feeding systems that will
be relatively cheap when compared with conventional
feeding system of finished feeds is desirable.
In recent years, there has been an increased
interest in studying feed restriction in broiler rabbits
as a mean of reducing cost of production. Early feed
restriction also help to address problems associated
with early life fast growth rate such as increased body
fat deposition. The aim of early feed restriction is to
decrease the risk of enteritis and mortality.
Feed restriction could therefore, be exploited
in the feeding of rabbits, especially in periods of
inadequate supply of concentrate. It could also be a
promising strategy for optimizing body development
of young rabbits and thus the production of cheap
animal protein (Eiben et al., 2001). The aim of feed
restriction of female rabbits before the first mating is
to increase the performance of does.
This study was embarked upon, to determine
the effect of concentrate feed restriction with ad
libitum forage feeding on performance and carcass
yield of rabbits.
MATERIALS AND METHODS
Location
The experiment was carried out, between
January and February, which marks the peak of dry
season in Nigeria, at the rabbitry unit of the Teaching
and Research Farm, Directorate (TREFAD),
University of Agriculture, Abeokuta. It lies within the
rainforest vegetation zone of South West Nigeria with
a mean annual rainfall of 1100 mm and a temperature
of 34.7 ºC and a relative humidity of 82%. It is in the
region of 70 m above sea level, 7 ºS 5º N longitude
3ºW 11.2ºE.
Experimental animals and management
Thirty six, six weeks old growing rabbits of
mixed breed (Chinchilla x Dutch x California White)
and sexes with an average weight of 600 ± 12 g were
assigned to three dietary treatments in a completely
randomized design. The rabbits were previously
weaned at five weeks of age. The rabbits were treated
for endo and ectoparasites using Ivomec® at 1ml/50
kg live weight. Thereafter they were acclimatized for
a week, during this period they were fed concentrate
and forages ad libitum. Twelve rabbits were assigned
to each of the dietary treatments. Each of the feeding
regimens was replicated six times with two rabbits
housed together serving as replicate in a cell
measuring 64x62x48 cm.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
669
Adeyemi and Akanji. Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on carcass yield of growing rabbits
The three feeding regimens are as follows:
1. ad libitum concentrate feeding + ad libitum
forage feeding.
2. Skip a day concentrate feeding/week + ad
libitum forage feeding.
3. Skip 2 days concentrate feeding/week + ad
libitum forage feeding.
ad libitum as used here mean unrestricted
access to both concentrate and forage.
The composition of the concentrate fed
during the trial is shown in Table 1. The forage used
is Tridax procumbens, (Composition on % dry matter
basis: crude protein 33.25, ether extract 6.80, crude
fibre 7.25 and ash 2.11), which was fed fresh after airdrying overnight under shade. The trial lasted for 8
weeks during which data were collected on total feed
intake, concentrate intake, forage intake and weight
gain.
Carcass Analysis
Rabbits were slaughtered on termination of
the feeding trial, the slaughter age was 14 weeks. Six
rabbits whose weight were close to the mean
treatment weight were selected from each treatment,
tagged and moved to the meat processing laboratory
Table 1. Composition of concentrate diet.
Ingredient
Maize
Groundnut cake
Soybean meal
Wheat offal
Bone meal
Salt
Vitamin/mineral premix †
Total
Determined Analysis
Protein (%)
Ether extract
Crude Fibre
Metabolisable Energy (MJ /Kg)‡
(%)
47.50
10.00
8.00
31.00
3.00
0.25
0.25
100.00
18.74
4.58
15.68
10.93
† Contains Vit. A 4000000 IU, Vit. D. 800000 IU, Vit. E
40000 mg, Vit. K3 800 mg, Vit. B1 1000 mg, Vit. B2
6000 mg, Vit.B6 5000 mg, Vit.B12 25 mg, Niacin 6000
mg, Pantothenic acid 20000 mg, Folic acid 200 mg,
Biotin 8 mg, Manganese 300000 mg, Iron 80000 mg,
Zinc 20000 mg, Cobalt 80 mg, Iodine 400 mg,
Selenium 40 mg, Choline 800000 mg.
‡ = Calculated
670
(a distance of two kilometers). The animals were
fasted from feed but allowed access to water over a
12 hour period, reweighed to get the slaughter weight
(SW) and stunned by hitting with a wooden mallet at
the base of the neck before slaughtering by cutting the
jugular vein. Carcass was obtained by removing the
skin, distal part of the tail, fore and hind legs,
digestive tract and urogenital organs. Carcasses were
then cooled at 4 °C for 24 h and re-weighed to obtain
dressed carcass weight (DCW). The proportion of
DCW to SW was determined to get the dressing out
percentage (DoP). Edible organ weights were
presented as percentage of DCW. The carcass was
split between the 7th and 8th thoracic and between the
6th and 7th lumbar vertebrae to obtain the fore-,
intermediate and hind parts. Carcass parts were
weighed and expressed as % of cold dressed carcass.
Chemical analysis
The proximate composition of the test
ingredients and experimental diets were determined
by the method of A.O.A.C. (1990).
Statistical analysis
Data was analyzed by one way analysis of
variance using Genstat (2005) statistical package.
Significant differences between treatment means were
determined using the Duncan’s Multiple Range Test
(Duncan, 1955).
RESULTS AND DISCUSSION
The mean values for the performance indices
of rabbits are presented in Table 2. Weight gain (total
and average daily), final body weight, feed intake
(total and average daily) and feed: gain ratio of
rabbits were not significantly (P > 0.05) different
among the treatment groups. Although feed intake
was not different among the three treatments,
however concentrate intake (total and average daily),
forage intake (total and average daily) as well as
percentage concentrate and forage in daily feed intake
were significantly (P < 0.05) influenced by
treatments. Total concentrate intake was significantly
higher in rabbits on treatment A (ad libitum feeding)
compared with rabbits on treatment B which was also
significantly higher than the intake on treatment C.
Rabbits fed ad libitum consumed 10.75 and 25.94%
more concentrates than rabbits on skip-a-day and
skip-two-days per week concentrate feeding. Daily
concentrate intake reduced from 33.35 g on treatment
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
Adeyemi and Akanji. Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on carcass yield of growing rabbits
A to 29.76 and 24.69 g in treatment B and C
respectively. The daily forage intake however
increased with severity of concentrate restriction, the
trend being C > B > A. The concentrate percentage of
daily feed intake reduced with increased severity of
concentrate restriction while that of forage increased
with concentrate restriction from 56.15% in ad
libitum concentrate fed group to the highest amount
of 68.45% in rabbits on skip-two-days of concentrate
feeding per week.
Restriction of concentrate feeding with ad
libitum forage feeding did not have a significant
effect on daily weight gain in this study. Earlier
studies on restriction feeding in rabbits have always
reported reduction in daily weight gain (Perrier and
Ouhayoun, 1996; Jerome et al. 1998; Tumová et al.
2002, 2003 and Yakubu, 2007). Reduced daily weight
gain in restricted rabbits was linked to lower daily
feed intake. Decrease in the body weight gain during
feed restriction is a function of plane of nutrition
thereby resulting in inadequate intake of nutrients
required to sustain rapid growth and development
(Esonu et al., 2002). In this study however feed
intake was not lowered as the rabbits on skip-a-day
and skip-two-day concentrate feeding had unlimited
access to forage which they must have used to meet
their dietary need. This is clear from the fact that feed
intake was similar across treatment even though the
partitioning of what constituted the intake varies.
Rabbits being pseudo-ruminants have improved
capacity to handle forages and still be able to derive
nutritional benefits from them. Many reports exist in
literature that rabbits perform well with mixed regime
of forages and concentrates without adverse effect
(Onwudike, 1995, Nworgu et al.,1998, Bamgbose et
al., 2003). Feeding rabbits on sole forage in the
tropics resulted in negative effect of weight loss
(Adegbola et al., 1985; Bamikole and Ezenwa., 1999)
and low feed intake (Ezenwa et al., 1998), inferior
body weight gain as compared to those whose forage
diets were supplemented with concentrate feed
(Shoremi et al., 2001). Tumova et al. (2003) showed
that feed efficiency was not significantly affected by
feed restriction systems for growing rabbits. IyegheErakpotobor (2007) reported that the use of
concentrates alone has not given optimum results and
the feeding of high concentrate and low forage levels
as practiced by rabbit producers has in recent times
resulted in very expensive rabbits.
The effect of restricted concentrate feeding
on carcass characteristics of rabbits is presented in
Table 3. Result of the effects of feeding regimen on
retail cuts of rabbits is presented in Table 3. Dressing
percentage was not significantly (P > 0.05) affected
by feeding regime. The dressing out percentage was
in the range 54.50-55.77. The values obtained for
dressing percentage in this study is similar to52.05 53.36% reported by Sobayo et al. (2008), but lower
than 69.49 – 73.98% obtained by Lamidi et al.
(2008). The non significant effect of feeding regimen
on dressing percentage was in agreement with the
results of Ferreira and Carregal (1996), Tůmova et al.
(2003) and Boisot et al. (2004), who reported that
restriction did not affect dressing percentage but at
Table 2. Effect of restricted concentrate feeding with ad libitum forage feeding on performance of growing rabbits.
Performance Indices
Initial weight (g)
Final weight (g)
Total weight gain (g)
Average daily weight gain (g)
Total feed intake(g)
Average daily feed intake (g)
Total concentrate intake (g)
Average daily concentrate intake (g)
% Concentrate in daily feed intake
Total forage intake(g)
Average daily forage intake (g).
% forage in daily feed intake.
Feed: gain ratio
ad libitum
feeding
(A)
608.30
1293.33
685.03
12.23
4258.64
76.04
1867.44a
33.35 a
43.86 a
2391.2 c
42.70 c
56.15 c
6.21
Skip-a-day
Skip-two-day s
concentrate
concentrate
feeding/week (B) feeding/week (C)
607.44
607.32
1286.00
1268.30
678.56
672.98
12.11
12.02
4406.64
4359.04
78.68
77.84
1666.66 b
1383.04 c
29.76 b
24.69 c
b
37.83
31.72 c
b
2740.08
2983.68 a
48.93 b
53.28 a
b
62.19
68.45 a
6.49
6.47
SEM
1.56
11.38
8.22
1.24
10.23
6.05
4.01*
1.86*
3.15*
5.50*
2.65*
3.00*
0.08
Means within the same row bearing different superscript are significantly different according to Duncan’s Multiple Range
Test (* p < 0.05)
671
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
Adeyemi and Akanji. Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on carcass yield of growing rabbits
Feeding regimen had no effect on retail cuts
in this experiment. These results are in agreement
with the findings of Perrier and Ouhayoun (1996), but
Combes et al. (2003) reported a significantly higher
proportion of hind part and hind legs in ad libitum fed
rabbits.
The physical structure and weights of internal
organs (livers, kidneys, lungs and hearts) were not
affected by experimental treatments (P > 0.05).
Studies have shown little effect of feed restriction on
relative organ weights, carcass portions, meat quality
and dressing out percentage (Matics et al., 2008;
Metzger et al., 2009). More interesting, a potential of
reducing carcass adiposity (perirenal, scapular and
intramuscular fat deposition) by limited feed intake
has been demonstrated in other studies (Gondret et
al., 2000; Metzger et al., 2009).
The division of a carcass into primal parts
will enable comparison to be made between various
defined areas of the carcass. Increased weight of retail
cuts improves profitability of rabbits (Agunbiade,
2009). Carcass characteristics are important factors to
consider when evaluating alternative feeding
programs. Ledin (1984) concluded that carcass and
dissection characteristics were not influenced by
restriction.
The result of the gut characteristics measured
(Table 4) showed that the empty intestinal weight and
full caecum weight were significantly influenced by
type of restriction. Rabbits on two-days/week of
concentrate restriction had the highest (P<0.05) empty
intestinal weight. The value recorded for rabbits on ad
libitum concentrate feeding and those on oneday/week of concentrate restriction were however
similar (P > 0.05).
variance with the report of Lebas and Laplace (1982),
that in the middle of the restriction period dressing
percentage was higher in restricted rabbits in
comparison with the ad libitum fed ones.
Table 3. Effect of restricted feeding with ad libitum forage feeding on carcass yield and visceral organ weights of rabbits.
Carcass indices
Fasted live weight(g)
Carcass weight (g)
Dressing percentage
Weight of prime cuts (% Dressed weight)
Fore part weight
Fore leg weight
Hind part weight
Hind leg weight
Thoracic cage weight
Intermediate part weight
Weight of internal organs (% of liveweight)
Liver
Kidney
Lungs
Heart
ad libitum
Feeding
(A)
1268.33
710.14
55.77
Skip-a-day
Concentrate
Feeding (B)
1260.37
693.08
54.99
Skip-two-days
Concentrate
Feeding (C)
1263.30
688.49
54.50
12.95
6.80
4.52
15.29
7.51
18.30
8.29
9.17
14.25
15.48
6.81
18.52
8.48
9.35
14.20
15.13
6.55
17.99
8.13
8.50
14.22
0.35
0.25
0.60
0.40
0.33
0.57
3.13
0.50
0.51
0.24
3.19
0.50
0.50
0.25
3.15
0.54
0.53
0.26
0.12
0.02
0.02
0.01
SEM
No significant differences were observed among treatments.
Table 4. Effect of restricted concentrate feeding with ad libitum forage feeding on on gut characteristics of rabbits.
Gut characteristics (%)
Full intestinal weight
Empty intestinal weight
Full caecum weight
Empty caecum weight
ad libitum
feeding (A)
18.63
6.79b
8.02b
2.06
Skip-a-day Concentrate Skip-two-days Concentrate
Feeding (B)
Feeding (C)
20.45
19.91
ab
7.77
8.39a
b
8.79
10.77a
2.30
2.31
SEM
0.52
0.30*
0.60*
0.12
Means within the same row bearing different superscript are significantly different according to Duncan’s Multiple Range
Test (* p < 0.05)
672
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
Adeyemi and Akanji. Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on carcass yield of growing rabbits
The high empty intestinal weight (P < 0.05)
value recorded for rabbits on concentrate restriction in
comparison with those fed ad libitum concentrate
could be as a result of high fibre content arising from
the significantly higher forage intake which led to an
increased capacity of the intestine to accommodate
the resistant starch and fibre in the forage. The sizes
of gut have been reported to be affected by the nature,
forms and size of the dietary treatment given to
livestock (Agunbiade, 2009). A similar observation
was observed with full caecum weight. Forages are
known to have low energy (Choct, 1997; Agunbiade
et al., 2002) than concentrates which could lead to
high consumption because animals normally eat to
satisfy their energy need first. This increased feed
consumption could lead to increased caecal content.
CONCLUSIONS
It is concluded from this study that subjecting
rabbits to concentrate feed skipping of up to two days
per week in the presence of ad libitum forage feeding
has no adverse effect on performance, carcass
characteristics and prime cuts. This will result in
reduction of feed cost for producing a unit weight of
rabbit meat.
LITERATURE CITED
Bamgbose, A. M.; F. A. O. Akinnusi, A. T Kuforiji,
A. O. Osofowora, A. O. Oso, W. A. Olayemi and K.
A. Adegbenro. 2003. Growth response of weaner
rabbits fed concentrate and forage supplement based
diet. Proceeding of the 8th Annual Conference.
Animal Science Association of Nigeria. p. 146-150.
Bamikole, M. A. and I. Ezenwa. 1999. Performance
of rabbits on guinea grass and verano stylo hays in
the dry season and effect of concentrate
supplementation. Animal Feed Science and
Technology 80 (1): 67-74.
Biobaku, W. O. and E. Q. Dosumu. 2003. Growth
response of rabbits fed graded levels of processed
and undehulled sunflower seeds. Nig. J. Anim. Prod.
30: 179-184.
Biobaku, W. O. and E. B. Oguntona. 1997. The
effects of feeding multi-nutrient miniblocks and
pelleted diet on the growth of rabbits. Nig. J. Anim.
Prod. 24: 147-249.
Boisot, P.: J. Duperray, X. Dugenetais and A.
Guyonvarch. 2004. Interest of hydric restriction
times of 2 and 3 hours per day to induce feed
restriction in growing rabbits. In: Proc. 8th World
Rabbit Congress, September, 7-10, Puebla, Mexico.
p. 759-764.
Adegbola, T. A.; E. U. Tibi and D. C. Asogwa. 1985.
Feed Intake and digestibility of rabbits on all forage
and forage plus concentrate and all concentrate
diets. J. Anim. Production Res. 5 (2): 185-191.
Choct, M. 1997. Feed non-starch polysaccharides:
Chemical structures and nutritional significance.
Feed Milling International. June Issue. p. 13-26.
Aduku, A. O and J. O. Olukosi. 1990. Rabbit
Management in the tropics: Production, processing,
utilization, marketing, economists, practical
training, research and fixture prospects. Living
Books Series, Abuja, FCT, GU Publication. 11 p.
Combes S.; T. Gidenne, N. Jehl and A. Feugier. 2003.
Impact of a quantitative feed restriction on meat
guality of the rabbit. In: Proc. Cost Action 848,
Working Group 5 Meat Quality, September 25-27,
Prague, Czech Republic. 45 p.
Agunbiade, J. A. 2009. Meat from wheat: Animal
feed resources in a flux. 52nd., Inaugural Lecture,
Olabisi Onabanjo University, Ago-Iwoye, Nigeria.
93p.
Duncan, D. B. 1955. Multiple ranges and multiple F
Test. Biometrics 11: 1-24.
Agunbiade, J. A.; O. A. Adeyemi, O. E. Fasina and S.
A. Bagbe. 2002. Fortification of cassava peel meals
in balanced diets for rabbits. Nig. J. Anim. Prod. 28:
167-173.
A. O. A. C. 1990. Official methods of analysis. 15th
Ed. Association of Official Analytical Chemists.
Washington, D. C. United States of America.
Eiben, C.; K. Kurtos, A. Kenessey, G. Virag and Z.
Szendro. 2001. Effect of different feed restrictions
during rearing on reproduction performance in
rabbit does. World Rabbit Science 9: 9-14.
Esonu, B. O.; E. L. Iheukwumera, O. O. Emenalom,
M. C. Uchcgbu and E. Etuk. 2002. Performance,
nutrient utilization and organ characteristics of
broiler finishers fed Microdesmis puberula leaf
meal. Livestock Research for Rural Development.
http://www.cipav.org.co/llrd6/eson1 46.htm.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
673
Adeyemi and Akanji. Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on carcass yield of growing rabbits
Ezenwa, I.; M. A Bamikole and A. O. Akinsoyinu.
1998. The feed value of verano stylo and guinea
grass hays as dry season feeds for rabbits. Proc. 3rd
Ann. Conf. Animal Science Association of Nigeria
Lagos, September, 22-24th. p. 203-205.
Metzger, S.; Z. Szendro, M. Bianchi, I. Hullar and H.
Febel. 2009. Effect of energy restriction in
interaction with genotype on the performance of
growing rabbits: II. Carcass traits and quality.
Livestock Sci. 126: 221-228.
Ferreira, R. G and R. D. Carregal. 1996. A note on
carcass characteristics of rabbits fed on a restricted
system. In: Proc. 6th World Rabbit Congress, July 912, Toulouse, France. p. 163-165.
Genstat, 2005. General statistics. Release 4.24 D
(PC/Windows, 2000). Lawes Agricultural Trust,
Rothamstcd Experimental Station, United Kingdom.
Nworgu, F. C.; J. A. Olupona, J. A. Oluokun, and A.
M. Bamgbose. 1998. Effects of concentrate and
forage legumes on Weaner rabbit performance. In:
Animal Agriculture in West Africa (The
Substainability Question). Proc. of the Silver
Anniversary Conf. of Nig. Soc. Anim. Prod.
(NSAP), 21-26 March, Gateway Hotel, Abeokuta,
Nigeria. p. 598-599.
Gondret, F.; F. Lebas and M. Bonneau, 2000.
Restricted feed intake during fasting on
intramuscular lipid deposition without modifying
muscle fibre characteristics. J. Nutr. 130: 228-233.
Onwudike, O. C. 1995. Use of the legume tree crops
Gliricidia sepium and Leucaena leucocephala as
green feeds for growing rabbits. Anim. Feed Sci.
Tech. 51: 153-163.
Iyeghe Erakpotobor, G. T. 2007. Effect of concentrate
and forage type on performance and nutrient
digestibility of grower rabbits under sub-humid
conditions Asian- Journal of Animal and Veterinary
Advances 2 (3): 125-132.
Jerome, N.; J. L. Mousset and B. Messager. 1998.
Does a recommended feed ration exist? Cuniculture
143: 228-233.
Lamidi, A. W.; A. O. Fanimo, D. Eruvbetine and W.
O. Biobaku. 2008. Effect of graded levels of
pineapple (Ananas comosus (L.) Meer) crush waste
on the performance, carcass yield and blood
parameters of broiler chicken. Nig. J. Anim. Prod.
35 (1): 40-47.
Perrier, G. and J. Ouhayoun. 1996. Growth and
carcass traits of the rabbit a, comparative study of
three modes in feed rationing during fattening. Proc.
6th World Rabbit Congress, Toulouse, July 9-12,
France. p. 102.
Shoremi, O. I. A.; J. A. Akor, L. E. Igoche and S. O.
Onaa. 2001. Effects of graded levels of sweet potato
(Ipomea batatas) forage on growth and carcass
characteristics of weaner rabbits. Proc. 26th Ann.
Cof. Nig. Soc. for Anim. Prod. ABU, Zaria, 18th22nd March, 2001. p. 168-170.
Sobayo, R. A.; A. O. Okubanjo, O. A. Adeyemi and J.
M. Usman. 2008. Nutritional evaluation of graded
levels of fermented maize milling waste (maize
gluten) in rabbit diet. Nig. J. Anim. Prod. 35 (1): 7681.
Lebas, F. et J. P. Laplace. 1982. Mensurations
viscerales chey le lapin. 4- Effects de divers modes
de restriction alimentaire sur la croissance
corporelle et viscerale. Ann. Zootechnie 31: 391430.
Tůmová, E.; M. Skřivan, V. Skřivanová and L.
Kacerovská. 2002. Effect of early feed restriction on
growth in broiler chickens, turkeys and rabbits.
Czech J. of Anim. Sci. 47: 418-428.
Ledin, I. 1984. Effect of restricted feeding and
realimentation on compensatory growth, carcass
composition and organ growth in rabbit. Ann.
Zootech. 33: 33-50.
Tůmová, E.; V. Skřivanová and M. Skřivan, 2003.
Effect of restricted feeding time and quantitative
restriction in growing rabbits. Arch. Geflügelkde 67:
182 -190.
Matics, Z. S.; A. Dalle Zotte, I. Radnai, M. Kovács,
S. Z. Metzger and Z. S. Szendrı. 2008. Effect of
restricted feeding after weaning on the productive
and carcass traits of growing rabbits. 9th World
Rabbit Congress, June 10-13, 2008, Verona, Italy.
Yakubu, A.; A. E. Salako, A. O. Ladokun, M. M.
Adua and T. U. K. Bature, 2007. Effects of feed
restriction on performance, carcass yield, relative
organ weights and some linear body measurements
of weaner rabbits. Pakistan Journal of Nutrition 6
(4): 391-396.
674
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 668-674. 2012
Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Checklist of fishes from Tuxpan, Veracruz, Mexico
Carlos GONZÁLEZ GÁNDARA , Vicencio DE LA CRUZ FRANCISCO, José de Jesús SALAS
PÉREZ y Consuelo DOMÍNGUEZ BARRADAS
Laboratorio de Arrecifes Coralinos. Carrera de Biología. Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias
Campus Tuxpan. Universidad Veracruzana. Carr. Tuxpan-Tampico Km 7.5 C P 92850. Tuxpan, Veracruz,
México. E-mails: [email protected]; [email protected] y [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 20/11/2009
Fin de segundo arbitraje: 10/07/2012
Fin de primer arbitraje: 15/02/2012
Segunda revisión recibida: 20/12/2012
Primera revisión recibida: 01/05/2012
Aceptado: 28/12/2012
RESUMEN
En este trabajo se presenta una lista sistemática de los peces del municipio de Tuxpan, Veracruz con base en los muestreos
efectuados de 2007 a 2012 en los ecosistemas costeros. Para esto se hicieron 282 censos visuales y se colectaron 772
ejemplares en los arrecifes coralinos, además de la revisión de 132 organismos procedentes de las capturas camaronera y
atunera. Se listan 372 especies pertenecientes a 221 géneros y 93 familias que representan el 71 % de la ictiofauna
veracruzana. Se incluyen 13 nuevos registros, entre ellos Pterois volitans. Las familias con mayor riqueza fueron:
Sciaenidae (22 especies), Serranidae (22 especies), Carangidae (18 especies) y Gobiidae (18 especies). En la ictiofauna
tuxpeña destacan los componentes marino y estuarino que comparten 109 especies. A pesar de que es una de las faunas de
Veracruz mejor conocidas, se sugiere aumentar el esfuerzo de investigación en los sistemas marinos y dulceacuícolas.
Palabras clave: Ictiofauna, inventario, Veracruz.
ABSTRACT
A systematic checklist of fishes from Tuxpan, Veracruz is presented in this paper, based in sampling done from 2007 to
2012 on coastal ecosystems. For this purpose, 282 visual censuses were done and 772 specimens were collected at coral
reefs, as well as 132 fishes pertained to shrimp and tuna fisheries were studied. 372 fish species belonging to 221 genera and
93 families which represent 71 % of Veracruz´s ichthyofauna. 13 new records are included, between these, Pterois volitans.
The families with highest number of species were: Sciaenidae (22 species), Serranidae (22 species), Carangidae (18 species)
and Gobiidae (18 species). Estuarine and marine components were the most important in Tuxpan’s ichthyofauna and they
share 109 species. In spite of this fauna is well known, we suggest to enhance the research in marine and fresh water
ecosystems.
Key words: Ichthyofauna, inventory, Veracruz
INTRODUCCIÓN
Los peces presentan una gran diversidad de
formas, colores, tallas y conductas que les han
permitido adaptarse a los diferentes rasgos de los
ecosistemas acuáticos. La importancia de ellos radica
en: su participación en el transporte de nutrientes
entre especies y ecosistemas; su inclusión en las
cadenas alimenticias e intervención en la polinización
y transporte de semillas (Helfman et al., 2009),
además de que muchas especies son utilizadas para el
consumo humano o bien como mascotas.
El estado de Veracruz, ubicado en la parte
Occidental del Golfo de México contiene una notable
riqueza ictiológica representada por más de 500
especies (Lara-Domínguez et al., 2011; AbarcaArenas et al., 2012b) debido a la presencia de
ambientes acuáticos con origen y características físico
químicas diferentes. Asimismo, en el estado
confluyen las regiones biogeográficas: Neártica y
Neotropical (Obregón-Barbosa et al., 1994; Miller,
2009) así como las provincias: Carolineana y
Caribeña (Briggs, 1974). En el norte de Veracruz se
localiza el municipio de Tuxpan, donde ocurren
ecosistemas: dulceacuícolas, estuarinos y marinos que
albergan una importante riqueza faunística. Los
estudios ictiológicos realizados en la Laguna de
Tampamachoco (Kobelkowsky, 1985; 1993; LópezLópez et al., 1991; Lozano Vilano et al., 1993; Cota-
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
675
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Fernández y Santiago-Bravo, 1994; Obregón Barbosa
et al., 1994; Pérez-Hernández y Torres-Orozco, 2000;
Bedia-Sánchez y Franco López, 2008), el Río Tuxpan
(Chávez, 1972; López-López et al., 1991; Lozano
Vilano et al., 1993; Cota-Fernández y SantiagoBravo, 1994; Obregón Barbosa et al., 1994) y la zona
marina tuxpeña (Hildebrand, 1955; Yañez Arancibia
et al., 1985; González-Gándara y González-Sansón,
1997; González Gándara, 2003, Abarca-Arenas et al.,
2012a; 2012b) revelan gran parte de su composición,
cuyo conocimiento es básico para definir medidas de
manejo, especialmente en las áreas naturales bajo
protección (e. g, Sistema Arrecifal Lobos-Tuxpan).
Sin embargo, no existe un documento que reúna toda
esa información, por lo que en este trabajo se listan
los peces asociados a los ecosistemas acuáticos del
municipio de Tuxpan, Veracruz, México.
organismos con redes de mano y anzuelos en los
sistemas arrecifales. Los ejemplares se incorporaron a
la colección de peces de la Facultad de Ciencias
Biológicas y Agropecuarias de la Universidad
Veracruzana (VER-PEC). Para conocer la ictiofauna
asociada a la plataforma continental, se revisaron 132
especimenes
procedentes
de
diez
barcos
pertenecientes a las flotas pesqueras locales de
camarón y atún, durante el año 2007. Las especies
fueron identificadas utilizando las claves de
McEachran y Fechhelm (1998; 2005). Para
complementar el listado se hizo una revisión de las
publicaciones previas. Las especies fueron ubicadas
sistemáticamente, siguiendo el criterio de Nelson
(2006) para las categorías supragenéricas, mientras
que los géneros y especies se ordenaron
alfabéticamente. La nomenclatura utilizada se basó en
la obra de Eschmeyer (1998).
MATERIALES Y MÉTODOS
RESULTADOS
El municipio de Tuxpan se ubica entre los
20°40´00” y 21°06’00”N y entre los: 97°10´00” y
97°40’00”W e incluye varios ecosistemas acuáticos
costeros, destacando: el Río Tuxpan, la Laguna de
Tampamachoco, los arrecifes: Tuxpan, Enmedio y
Tanhuijo y la plataforma continental (Figura 1). Para
elaborar la lista se realizaron 282 censos visuales en
los arrecifes coralinos durante los años: 2007, 2008,
2009 y 2012, éstos fueron distribuidos en las zonas
arrecifales (laguna, cresta y pendientes de barlovento
y sotavento) y se utilizaron las técnicas de Bohnsack
y Bannerot (1986) así como la del buzo errante
(Schmitt et al., 1998) con una duración de 30 minutos
en cada sitio. Adicionalmente, se capturaron 772
Figura 1. Localización geográfica del municipio de
Tuxpan, Veracruz, México
676
La ictiofauna del municipio de Tuxpan
representa aproximadamente el 71 % del total
registrado para Veracruz y está conformada por 372
especies, pertenecientes a 221 géneros y 93 familias
(Cuadro 1). La presente lista incluye 13 nuevos
registros para el Estado de Veracruz, dos de éstos
corresponden a los sistemas de arrecifes coralinos
(Myrichthys breviceps y Pterois volitans) y 11 a
especies pelágicas que son capturadas por la flota
atunera de Tuxpan (Auxis thazard thazard, Thunnus
alalunga, Thunnus albacares, Thunnus atlanticus,
Thunnus thynnus, Istiophorus albicans, Makaira
nigricans, Tetrapturus albidus, Tetrapturus pfluegeri,
Xiphias gladius y Tetragonurus atlanticus). Las
familias con mayor riqueza son: Sciaenidae (22
especies), Serranidae (22 especies), Carangidae (18
especies) y Gobiidae (18 especies). La observación y
captura de Pterois volitans en los arrecifes Tuxpan y
Tanhuijo así como en las escolleras de la Planta
Termoeléctrica Adolfo López Mateos constituyen el
primer registro formal de su presencia en la zona
norte del estado. La ictiofauna del municipio de
Tuxpan está mejor representada en los ambientes
marinos y estuarinos, los cuales comparten 109
especies. En general, la menor riqueza corresponde a
los ambientes dulceacuícolas (16 especies) y la mayor
a los marinos (280 especies). Entre los últimos, se
encuentran 65 especies que viven en la columna de
agua o en la zona costera, 79 que se asocian a los
fondos suaves (limosos o arenosos) y 156 a zonas
coralinas (Cuadro 1).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Cuadro 1. Lista sistemática de las especies presentes en los ecosistemas del municipio de Tuxpan, Veracruz, México. El ordenamiento de las categorías supragenéricas
sigue el criterio de Nelson (2006). Los géneros y especies están ordenados alfabéticamente.
Orden
Familia
Especie
Ambiente
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
ORECTOLOBIFORMES
LAMNIFORMES
GinglymostomatidaeGinglymostoma cirratum (Bonnaterre 1788)
Lamnidae
Carcharodon carcharias (Linnaeus 1758)
Isurus oxyrinchus Rafinesque 1810
CARCHARHINIFORMES Triakidae
Mustelus canis (Mitchill 1815)
Mustelus norrisi Springer 1939
Carcharhinidae
Carcharhinus acronotus (Poey 1860)
Carcharhinus brevipinna (Müller y Henle 1839)
Carcharhinus falciformis (Müller y Henle 1839)
Carcharhinus leucas (Müller y Henle 1839)
Carcharhinus limbatus (Müller y Henle 1839)
Carcharhinus plumbeus (Nardo 1827)
Carcharhinus porosus (Ranzani 1839)
Galeocerdo cuvier (Péron y Lesueur 1822)
Negaprion brevirostris (Poey 1868)
Rhizoprionodon terraenovae (Richarson 1836)
Sphyrnidae
Sphyrna lewini (Griffith y Smith 1834)
Sphyrna mokarran (Rüppell 1837)
Sphyrna tiburo (Linnaeus 1758)
SQUATINIFORMES
Squatinidae
Squatina dumeril Lesueur 1818
TORPEDINIFORMES
Narcinidae
Narcine bancroftii (Griffith y Smith 1834)
PRISTIFORMES
Pristidae
Pristis pristis Linnaeus 1758
RAJIFORMES
Rhinobatidae
Rhinobatos lentiginosus (Garman 1880)
Rajidae
Raja texana Chandler 1921
MYLIOBATIFORMES
Urolophidae
Urobatis jamaicensis (Cuvier, 1816)
Dasyatidae
Dasyatis americana Hildebrand y Schroeder 1928
Dasyatis sabina (Lesueur 1824)
Gymnuridae
Gymnura micrura (Bloch y Schneider 1801)
Myliobatidae
Aetobatus narinari (Euphrasen 1790)
LEPISOSTEIFORMES
Lepisosteidae
Atractosteus spatula Lacepède 1803
ELOPIFORMES
Elopidae
Elops saurus Linnaeus 1766
Megalopidae
Megalops atlanticus Valenciennes 1847
ALBULIFORMES
Albulidae
Albula vulpes (Linnaeus 1758)
ANGUILLIFORMES
Muraenidae
Gymnothorax funebris Ranzani 1839
Gymnothorax miliaris (Kaup 1856)
Gymnothorax moringa (Cuvier 1829)
Gymnothorax nigromarginatus (Girard 1858)
Gymnothorax vicinus (Castelnau 1855)
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
677
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
ANGUILLIFORMES
Ophichthidae
Myrichthys breviceps (Richardson 1848)
Myrophis punctatus Lütken 1852
Ophichthus gomesii (Castelnau 1855)
Hoplunnis macrura Ginsburg 1951
Anchoa cubana (Poey 1868)
Anchoa hepsetus (Linnaeus 1758)
Anchoa lamprotaenia Hildebrand 1943
Anchoa lyolepis (Evermann y Marsh 1900)
Anchoa mitchilli Valenciennes 1848
Cetengraulis edentulus (Cuvier 1829)
Brevoortia gunteri Hildebrand 1948
Brevoortia patronus Goode 1878
Dorosoma petenense (Günther 1867)
Harengula clupeola (Cuvier 1829)
Harengula jaguana Poey 1865
Opisthonema oglinum (Lesueur 1818)
Sardinella aurita Valenciennes 1847
Tampichthys ipni (Álvarez y Navarro 1953)
Astyanax mexicanus (De Filippi 1853)
Ariopsis felis (Linnaeus 1766)
Bagre marinus Mitchill 1815
Cathorops melanopus (Günther 1864)
Synodus foetens (Linnaeus 1766)
Synodus intermedius (Agassiz 1829)
Synodus saurus (Linnaeus 1758)
Trachinocephalus myops (Forster 1801)
Brotula barbata (Bloch y Schneider 1801)
Opsanus beta (Goode y Bean 1880)
Porichthys plectodron Jordan y Gilbert 1882
Antennarius multiocellatus (Valenciennes 1837)
Fowlerichthys radiosus (Garman 1896)
Histrio histrio (Linnaeus 1758)
Halieutichthys aculeatus (Mitchill 1818)
Ogcocephalus cubrifons (Richardson 1836)
Ogcocephalus pantostictus Bradbury 1980
Ogcocephalus radiatus (Mitchill 1818)
Ogcocephalus vespertilio (Linnaeus 1758)
Ogcocephalus parvus Longley y Hildebrand 1940
Agonostomus monticola (Bancroft 1834)
Mugil cephalus Linnaeus 1758
CLUPEIFORMES
Nettastomatidae
Engraulidae
Clupeidae
CYPRINIFORMES
CHARACIFORMES
SILURIFORMES
Cyprinidae
Characidae
Ariidae
AULOPIFORMES
Synodontidae
OPHIDIIFORMES
Ophidiidae
BATRACHOIDIFORMES Batrachoididae
LOPHIIFORMES
Antennariidae
Ogcocephalidae
MUGILIFORMES
678
Mugilidae
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
MUGILIFORMES
Mugilidae
ATHERINIFORMES
Atherininopsidae
BELONIFORMES
Hemiramphidae
Mugil curema Valenciennes 1836
Mugil tricodon Poey 1875
Membras martinica (Valenciennes 1835)
Menidia beryllina (Cope 1867)
Chriodorus atherinoides Goode y Bean 1882
Hemirhamphus brasiliensis (Linnaeus 1758)
Hyporhamphus roberti roberti (Valenciennes 1847)
Hyporhamphus unifasciatus (Ranzani 1841)
Fundulus grandis Baird y Girard 1853
Lucania parva (Baird y Girard 1855)
Cyprinodon variegatus variegatus Lacepède 1803
Gambusia regani Hubbs 1926
Gambusia vittata Hubbs 1926
Heterandria jonesii (Günther 1874)
Poecilia formosa (Girard 1859)
Poecilia mexicana Steindachner 1863
Poecilia latipunctata Meek 1904
Xiphophorus birchmanni Lechner y Radda 1987
Xiphophorus variatus (Meek 1904)
Holocentrus adscensionis (Osbeck 1765)
Holocentrus rufus (Walbaum 1792)
Myripristis jacobus Cuvier 1829
Sargocentron vexillarium (Poey 1860)
Hippocampus erectus Perry 1810
Syngnathus floridae (Jordan y Gilbert 1882)
Syngnathus louisianae Günther 1870
Syngnathus scovelli Evermann y Kendall 1896
Microphis brachyurus lineatus (Kaup 1856)
Aulostomus maculatus Valenciennes 1841
Pterois volitans (Linnaeus 1758)
Scorpaena calcarata Goode y Bean 1882
Scorpaena dispar Longley y Hildebrand 1940
Scorpaena plumieri plumieri Bloch 1789
Bellator militaris Goode y Bean 1896
Prionotus evolans (Linnaeus 1766)
Prionotus punctatus (Bloch 1793)
Prionotus roseus Jordan y Evermann 1887
Prionotus tribulus Cuvier 1829
Centropomus ensiferus Poey 1860
Centropomus mexicanus Bocourt 1868
CYPRINODONTIFORMESFundulidae
Cyprinodontidae
Poeciliidae
BERYCIFORMES
Holocentridae
GASTEROSTEIFORMES Syngnathidae
SCORPAENIFORMES
Aulostomidae
Scorpaenidae
Triglidae
PERCIFORMES
Centropomidae
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
679
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
PERCIFORMES
Centropomidae
Centropomus parallelus Poey 1860
Centropomus pectinatus Poey 1860
Centropomus poeyi Chávez 1961
Centropomus undecimalis (Bloch 1792)
Cephalopholis cruentata (Lacepède 1802)
Diplectrum bivittatum (Valenciennes 1828)
Epinephelus adscensionis (Osbeck 1765)
Epinephelus guttatus (Linnaeus 1758)
Epinephelus itajara (Lichtenstein 1822)
Epinephelus striatus (Bloch 1792)
Hypoplectrus nigricans (Poey 1852)
Hypoplectrus puella (Cuvier 1828)
Hypoplectrus unicolor (Walbaum 1792)
Hyporthodus mystacinus (Poey 1852)
Hyporthodus nigritus (Holbrook 1955)
Mycteroperca acutirostris (Valenciennes 1828)
Mycteroperca bonaci (Poey 1860)
Mycteroperca microlepis (Goode y Bean 1879)
Mycteroperca phenax Jordan y Swain 1884
Mycteroperca interstitialis (Poey 1860)
Mycteroperca tigris (Valenciennes 1833)
Paranthias furcifer (Valenciennes 1828)
Rypticus saponaceus (Bloch y Schneider 1801)
Serranus atrobranchus (Cuvier 1829)
Serranus subligarius (Cope 1870)
Serranus tigrinus (Bloch 1790)
Heteropriacanthus cruentatus (Lacepède 1801)
Priacanthus arenatus Cuvier 1829
Apogon maculatus (Poey 1860)
Malacanthus plumieri (Bloch 1786)
Pomatomus saltatrix (Linnaeus 1766)
Rachycentron canadum (Linnaeus 1766)
Echeneis naucrates Linnaeus 1758
Carangoides bartholomaei (Cuvier 1833)
Caranx crysos (Mitchill 1815)
Caranx hippos (Linnaeus 1766)
Caranx latus Agassiz 1831
Caranx ruber (Bloch 1793)
Chloroscombrus chrysurus (Linnnaeus 1766)
Elagatis bipinnulata (Quoy y Gaimard 1825)
Serranidae
Priacanthidae
Apogonidae
Malacanthidae
Pomatomidae
Rachycentridae
Echeneidae
Carangidae
680
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
PERCIFORMES
Carangidae
Hemicaranx amblyrhynchus (Cuvier 1833)
Oligoplites saurus (Bloch y Schneider 1801)
Selar crumenophthalmus (Bloch 1793)
Selene setapinnis (Mitchill 1815)
Selene vomer (Linnaeus 1758)
Seriola dumerili (Risso 1810)
Seriola rivoliana Valenciennes 1833
Trachinotus carolinus (Linnaeus 1766)
Trachinotus falcatus (Linnaeus 1758)
Trachinotus goodei Jordan y Evermann 1896
Trachurus lathami Nichols 1920
Lutjanus analis (Cuvier 1828)
Lutjanus apodus (Walbaum 1792)
Lutjanus cyanopterus (Cuvier 1828)
Lutjanus griseus (Linnaeus 1758)
Lutjanus jocu (Bloch y Schneider 1801)
Lutjanus mahogoni (Cuvier 1828)
Lutjanus synagris (Linnaeus 1758)
Lutjanus vivanus (Cuvier 1828)
Ocyurus chrysurus (Bloch 1791)
Lobotes surinamensis (Bloch 1790)
Diapterus auratus Ranzani 1842
Diapterus rhombeus (Cuvier 1829)
Eucinostomus argenteus Baird y Girard 1855
Eucinostomus gula (Quoy y Gaimard 1824)
Eucinostomus lefroyi (Goode 1874)
Eucinostomus melanopterus (Bleeker 1863)
Eugerres plumieri (Cuvier 1830)
Gerres cinereus (Walbaum 1792)
Anisotremus surinamensis (Bloch 1791)
Anisotremus virginicus (Linnaeus 1758)
Conodon nobilis (Linnaeus 1758)
Haemulon aurolineatum Cuvier 1830
Haemulon carbonarium Poey 1860
Haemulon chysargyreum Günther 1859
Haemulon flavolineatum (Desmarest 1823)
Haemulon macrostomum Günther 1859
Haemulon plumierii (Lacepède 1801)
Haemulon sciurus (Shaw 1803)
Haemulon vittatum (Poey 1860)
Lutjanidae
Lobotidae
Gerreidae
Haemulidae
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
681
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
PERCIFORMES
Haemulidae
Orthopristis chrysoptera (Linnaeus 1766)
Pomadasys crocro (Cuvier 1830)
Archosargus probatocephalus (Walbaum 1792)
Archosargus rhomboidalis (Linnaeus 1758)
Calamus calamus (Valenciennes 1830)
Calamus penna (Valenciennes 1830)
Diplodus argenteus caudimacula (Poey 1860)
Lagodon rhomboides (Linnaeus 1766)
Stenotomus chrysops (Linnaeus 1766)
Polydactilus octonemus (Girard 1858)
Bairdiella chrysoura (Lacepède 1802)
Bairdiella ronchus (Cuvier 1830)
Cynoscion arenarius Ginsburg 1930
Cynoscion nebulosus (Cuvier 1830)
Cynoscion nothus (Holbrook 1848)
Equetus lanceolatus (Linnaeus 1758)
Equetus punctatus (Bloch y Schneider 1801)
Larimus breviceps (Cuvier 1830)
Larimus fasciatus Holbrook 1855
Leiostomus xanthurus (Lacepède 1802)
Menticirrhus americanus (Linnaeus 1758)
Menticirrhus littoralis (Holbrook 1847)
Menticirrhus saxatilis (Bloch y Schneider 1801)
Micropogonias furnieri (Desmarest 1823)
Micropogonias undulatus (Linnaeus 1766)
Pareques acuminatus (Bloch y Schneider 1801)
Pareques umbrosus (Jordan y Eigenmann 1889)
Pogonias cromis (Linnaeus 1766)
Odontoscion dentex (Cuvier 1830)
Sciaenops ocellata (Linnaeus 1766)
Stellifer lanceolatus (Holbrook 1855)
Umbrina coroides Cuvier 1830
Mulloidichthys martinicus (Cuvier 1829)
Pseudupeneus maculatus (Bloch 1793)
Upeneus parvus Poey 1852
Pempheris schomburgkii Müller y Troschel 1848
Kyphosus incisor (Cuvier 1831)
Kyphosus sectatrix (Linnaeus 1758
Chaetodon capistratus Linnaeus 1758
Chaetodon ocellatus Bloch 1787
Sparidae
Sparidae
Polynemidae
Sciaenidae
Mullidae
Pempheridae
Kyphosidae
Chaetodontidae
682
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
PERCIFORMES
Chaetodontidae
Chaetodon sedentarius Poey 1860
Chaetodon striatus Linnaeus 1758
Holacanthus bermudensis Goode 1876
Holacanthus ciliaris (Linnaeus 1758)
Holacanthus tricolor (Bloch 1795)
Pomacanthus paru (Bloch 1787)
Herichthys cyanoguttatus (Baird y Girard 1854)
Abudefduf saxatilis (Linnaeus 1758)
Chromis cyanea (Poey 1860)
Chromis insolata (Cuvier 1830)
Chromis multilineata (Guichenot 1853)
Chromis scotti Emery 1968
Microspathodon chrysurus (Cuvier 1830)
Stegastes adustus (Troschel 1865)
Stegastes leucostictus (Müller y Troschel 1848)
Stegastes partitus (Poey 1868)
Stegastes planifrons (Cuvier 1830)
Stegastes variabilis (Castelnau 1855)
Bodianus pulchellus (Poey 1860)
Bodianus rufus (Linnaeus 1758)
Clepticus parrae (Bloch y Schneider 1801)
Halichoeres bivittatus (Bloch 1791)
Halichoeres burekae (Weaver y Rocha 2007)
Halichoeres cyanocephalus (Bloch 1791)
Halichoeres garnoti (Valenciennes 1839)
Halichoeres maculipinna (Müller y Troschel 1848)
Halichoeres poeyi (Steindachner 1867)
Halichoeres radiatus (Linnaeus 1758)
Lachnolaimus maximus (Walbaum 1792)
Thalassoma bifasciatum (Bloch 1791)
Cryptotomus roseus Cope 1871
Nicholsina usta usta (Valenciennes 1840)
Scarus coelestinus Valenciennes 1840
Scarus guacamaia Cuvier 1829
Scarus iseri (Bloch 1789)
Scarus taeniopterus Desmarest 1831
Scarus vetula Bloch y Schneider 1801
Sparisoma aurofrenatum (Valenciennes 1840)
Sparisoma chrysopterum (Bloch y Schneider 1801)
Sparisoma radians (Valenciennes 1840)
Pomacanthidae
Cichlidae
Pomacentridae
Labridae
Scaridae
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
683
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
PERCIFORMES
Scaridae
Sparisoma rubripinne (Valenciennes 1840)
Sparisoma viride (Bonnaterre 1788)
Astroscopus y-graecum (Cuvier 1829)
Enneanectes boehlkei Rosenblatt 1960
Hypsoblennius hentz (Lesueur 1825)
Lupinoblennius nicholsi (Tavolga 1954)
Ophioblennius macclurei (Silvester 1915)
Parablennius marmoreus (Poey 1876)
Scartella cristata (Linnaeus 1758)
Labrisomus bucciferus Poey 1868
Labrisomus guppyi (Norman, 1922)
Labrisomus nuchipinnis (Quoy y Gaimard 1824)
Malacoctenus triangulatus Springer 1959
Gobiesox strumosus Cope 1970
Dormitator maculatus (Bloch 1792)
Eleotris pisonis (Gmelin 1789)
Erotelis smaragdus (Valenciennes 1837)
Gobiomorus dormitor Lacepède 1800
Awaous banana (Valenciennes 1837)
Bathygobius soporator (Valenciennes 1837)
Coryphopterus dicrus Böhlke y Robins 1960
Coryphopterus glaucofraenum Gill 1863
Coryphopterus hyalinus Böhlke y Robins 1962
Coryphopterus punctipectophorus Springer 1960
Ctenogobius boleosoma (Jordan y Gilbert 1882)
Ctenogobius shufeldti (Jordan y Eigenmann 1887)
Elacatinus dilepis (Robins y Böhlke 1964)
Elacatinus jarocho Taylor y Akins 2007
Elacatinus oceanops (Jordan 1904)
Elacatinus redimiculus Taylor y Akins 2007
Evorthodus lyricus (Girard 1858)
Gnatholepis thompsoni Jordan 1904
Gobioides broussonetii (Lacepède 1800)
Gobionellus oceanicus (Pallas 1770)
Gobiosoma bosc (Lacepède 1800)
Lophogobius cyprinoides (Pallas 1770)
Ptereleotris calliura (Jordan y Gilbert 1882)
Chaetodipterus faber (Broussonet 1782)
Acanthurus chirurgus (Bloch 1787)
Acanthurus coeruleus Bloch y Schneider 1801
Acanthurus tractus Poey 1860
Uranoscopidae
Trypterygiidae
Blenniidae
Labrisomidae
Gobiesocidae
Eleotridae
Gobiidae
Ptereleotridae
Ephippidae
Acanthuridae
684
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
Especie
PERCIFORMES
Sphyraenidae
Sphyraena barracuda (Edwards 1771)
Sphyraena guachancho Cuvier 1829
Trichiurus lepturus Linnaeus 1758
Acanthocybium solandri (Cuvier 1832)
Auxis thazard thazard (Lacepède 1800)
Euthynnus alletteratus (Rafinesque 1810)
Katsuwonus pelamis (Linnaeus 1758)
Sarda sarda (Bloch 1793)
Scomber colias Gmelin 1789
Scomberomorus cavalla (Cuvier 1829)
Scomberomorus maculatus (Mitchill 1815)
Scomberomorus regalis (Bloch 1793)
Thunnus alalunga (Bonnaterre 1788)
Thunnus albacares (Bonnaterre 1788)
Thunnus atlanticus (Lesson 1831)
Thunnus thynnus (Linnaeus 1758)
Istiophorus albicans (Latreille 1804)
Makaira nigricans Lacepède 1802
Tetrapturus albidus Poey 1860
Tetrapturus pfluegeri Robins y de Sylva 1963
Xiphias gladius Linnaeus 1758
Nomeus gronovii (Gmelin 1789)
Tetragonurus atlanticus Lowe 1839
Peprilus burti Fowler 1944
Peprilus paru (Linnaeus 1758)
Citharichthys abbotti Dawson 1969
Citharichthys macrops Dresel 1885
Citharichthys spilopterus Günther 1862
Etropus crossotus Jordan y Gilbert 1882
Syacium gunteri Ginsburg 1933
Syacium micrurum Ranzani 1840
Syacium papillosum (Linnaeus 1758)
Achirus lineatus (Linnaeus 1758)
Gymnachirus texae (Günter 1936)
Trinectes maculatus (Bloch y Schneider 1801)
Symphurus civitatium Ginsburg 1951
Symphurus plagiusa (Linnaeus 1766)
Balistes capriscus (Gmelin 1789)
Balistes vetula Linnaeus 1758
Aluterus scriptus (Osbeck 1765)
Cantherhines pullus (Ranzani 1842)
Trichiuridae
Scombridae
Xiphiidae
Nomeidae
Tetragonuridae
Stromateidae
PLEURONECTIFORMES Paralichthyidae
Achiridae
Cynoglossidae
TETRAODONTIFORMES Balistidae
Monacanthidae
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
685
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Continuación Cuadro 1 …
Orden
Familia
TETRAODONTIFORMES Monacanthidae
Xiphiidae
PERCIFORMES
Nomeidae
Tetragonuridae
Stromateidae
PLEURONECTIFORMES Paralichthyidae
Achiridae
Cynoglossidae
TETRAODONTIFORMES Balistidae
Monacanthidae
Ostraciidae
Tetraodontidae
Diodontidae
686
Especie
Monacanthus hispidus (Linnaeus 1766)
Scomberomorus regalis (Bloch 1793)
Thunnus alalunga (Bonnaterre 1788)
Thunnus albacares (Bonnaterre 1788)
Thunnus atlanticus (Lesson 1831)
Thunnus thynnus (Linnaeus 1758)
Istiophorus albicans (Latreille 1804)
Makaira nigricans Lacepède 1802
Tetrapturus albidus Poey 1860
Tetrapturus pfluegeri Robins y de Sylva 1963
Xiphias gladius Linnaeus 1758
Nomeus gronovii (Gmelin 1789)
Tetragonurus atlanticus Lowe 1839
Peprilus burti Fowler 1944
Peprilus paru (Linnaeus 1758)
Citharichthys abbotti Dawson 1969
Citharichthys macrops Dresel 1885
Citharichthys spilopterus Günther 1862
Etropus crossotus Jordan y Gilbert 1882
Syacium gunteri Ginsburg 1933
Syacium micrurum Ranzani 1840
Syacium papillosum (Linnaeus 1758)
Achirus lineatus (Linnaeus 1758)
Gymnachirus texae (Günter 1936)
Trinectes maculatus (Bloch y Schneider 1801)
Symphurus civitatium Ginsburg 1951
Symphurus plagiusa (Linnaeus 1766)
Balistes capriscus (Gmelin 1789)
Balistes vetula Linnaeus 1758
Aluterus scriptus (Osbeck 1765)
Cantherhines pullus (Ranzani 1842)
Monacanthus hispidus (Linnaeus 1766)
Acanthostracion quadricornis (Linnaeus 1758)
Rhinesomus triqueter (Linnaeus 1758)
Canthigaster rostrata (Bloch 1786)
Lagocephalus laevigatus (Linnaeus 1766)
Sphoeroides parvus Shipp y Yerger 1969
Sphoeroides spengleri (Bloch 1785)
Chilomycterus schoepfii (Walbaum 1792)
Diodon hystrix Linnaeus 1758
Número total de especies
Estuarino
Marino
Dulceacuícola Río Laguna Bentónico Pelágico Arrecifal
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
1
16
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
102
1
1
178
1
79
65
1
156
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
DISCUSIÓN
La fauna ictiológica del municipio de Tuxpan
es una de las mejor conocidas en el estado de
Veracruz. Hasta el momento incluye: 16 especies de
ambientes
dulceacuícolas
(Chávez,
1972;
Kobelkowsky, 1985; 1993; Obregón-Barbosa et al.,
1994; Pérez-Hernández y Torres-Orozco, 2000); 200
especies habitantes permanentes o temporales de la
zona estuarino lagunar (Chávez, 1972; Castro-Aguirre
1978; Kobelkowsky, 1985; Castro-Aguirre et al.
1986; 1999; López-López et al. 1991; RésendezMedina y Kobelkowsky 1991; Lozano Vilano et al.
1993; Obregón Barbosa et al. 1994, Bedia-Sánchez y
Franco-López, 2008; Lara-Domínguez et al., 2011) y
280 especies marinas (Hildebrand, 1955; YánezArancibia, et al., 1985; González-Gándara y
González-Sansón, 1997; González Gándara, 2003).
Con los nuevos registros la riqueza ictiofaunística de
Tuxpan es de 372 especies y para el estado de
Veracruz asciende a 521 especies. El esfuerzo de
investigación realizado en los ambientes del
municipio tuxpeño es notorio, particularmente en la
laguna de Tampamachoco, donde se tiene un registro
de 178 especies (Pérez-Hernández y Torres-Orozco,
2000; Abarca-Arenas et al., 2012a; 2102b) que la
ubica como el sistema lagunar veracruzano de mayor
riqueza. Por otra parte, la heterogeneidad ambiental
de la zona costera que se manifiesta especialmente en
los arrecifes coralinos favorece el desarrollo de
comunidades multiespecíficas. En contraste, los
sistemas de agua dulce han tenido poca atención, por
lo que es urgente redoblar esfuerzos para
investigarlos, especialmente porque el vertimiento de
los desechos urbanos a estos sistemas los está
degradando (Mercado et al., 2011) poniendo en
peligro a los organismos que habitan en ellos.
La presencia de P. volitans en la región debe
ser considerada para acelerar las medidas de manejo
que conduzcan a disminuir el impacto de esta especie
sobre los ecosistemas de arrecifes coralinos, ya que es
un cazador muy eficiente (Côté y Maljković, 2010) y
sus acciones se manifiestan en la estructura y el
funcionamiento de las comunidades coralinas,
incidiendo especialmente en las cadenas tróficas
(Arias-González et al., 2011), por lo que debe
realizarse un monitoreo de sus poblaciones
inmediatamente. Por último, a pesar de que, el
componente marino es uno de los mejor conocidos en
el municipio de Tuxpan, la frecuente cita de nuevos
registros (González-Gándara y González-Sansón,
1997; González-Gándara, 2003; Abarca-Arenas et al.,
2012b), es un indicador de que es menester generar
un programa de inventarios biológicos para el estado
de Veracruz tanto para los ecosistemas marinos como
para los dulceacuícolas.
CONCLUSIONES
La riqueza ictiológica del municipio de
Tuxpan, Veracruz representa el 71 % de la ictiofauna
veracruzana y contiene a: 372 especies que se
distribuyen en los sistemas: dulceacuícolas, estuarinos
y costero-marinos. Aunque es una de las faunas mejor
conocidas, se requiere incrementar el esfuerzo de
investigación especialmente en los sistemas marinos y
de agua dulce.
AGRADECIMIENTOS
A la Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
(CONABIO) (Convenio FB1194/EJ002/07). A la
Secretaría de Educación Pública por el financiamiento
del proyecto: Bases para el Análisis y Síntesis de los
Sistemas Costeros de Veracruz, realizado en el marco
de la Red para el Análisis y Síntesis de la Zona
Costera Veracruzana, Golfo de México (RASZCOV).
A la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) por el
permiso de pesca de fomento No. DGOPA/
01823/200306.0683 y DGOPA/05585/050608. A la
Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas por
el permiso otorgado para visitar los arrecifes.
LITERATURA CITADA
Abarca Arenas, L. G.; J. Franco López, C. González
Gándara y G. Silva López. 2012a. Los peces de la
costa Veracruzana: relación especies-área y
conectividad entre sitios. In: L. F. Del Moral Flores,
J. A. Martínez Pérez, J. Franco López, A. J. Ramírez
Villalobos y J. L. Tello Musi (Eds.). Investigación
ictiológica en México. Temas Selectos en Honor al
Dr. José Luis Castro Aguirre Universidad Nacional
Autónoma de México, México. p. 125-158.
Abarca Arenas, L. G.; N. Cruz, J. Franco López, C.
González Gándara and G. Silva López. 2012b.
Distribution and biogeographical notes of the
coastal fish fauna of Veracruz, Mexico. In: D.
Thangadurai, C. A. Busso, L. G. Abarca Arenas and
S. Jayabalan (Eds.) Frontiers in Biodiversity
Studies. I. K. International Publishing House. Nueva
Delí. India. p. 190-212.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
687
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Arias González J. E.; C. González Gándara, J. L.
Cabrera and V. Christensen. 2011. Predicted impact
of the invasive lionfish Pterois volitans on the food
web of a Caribbean coral reef. Environmental
Research 111 (7): 917-925.
Bedia Sánchez, C. y J. Franco López. 2008. Peces de
los sistemas costeros del estado de Veracruz.
Universidad Nacional Autónoma de México.
Facultad de Estudios Superiores Iztacala. México.
508 p.
Bohnsack, J. and S. P. Bannerot. 1986. A Stationary
visual census technique for quantitatively assessing
community structure of coral reef fishes. NOAA
Tech. Rept. NMFS (Spec. Sci. Rep. Fish. Ser) 41: 115.
Briggs, J. C. 1974. Marine zoogeography. McGraw
Hill. Nueva York. 475 p.
Castro Aguirre, J. L. 1978. Catálogo sistemático de
los peces marinos que penetran a las aguas
continentales
de
México
con
aspectos
zoogeográficos y ecológicos. Dirección General
Instituto Nacional de la Pesca. Serie Científica 19:
1-298.
Castro Aguirre, J. L.; R. Torres Orozco, M. Ugarte y
A. Jiménez. 1986. Estudios ictiológicos en el
sistema estuarino-lagunar Tuxpan-Tampamachoco,
Veracruz. I. Aspectos ecológicos y elenco
sistemático. Anales de la Escuela Nacional de
Ciencias Biológicas 30: 155-170.
Castro Aguirre, J.; H. Espinosa y J. J. Schmitter Soto.
1999. Ictiofauna Estuarino-Lagunar y Vicaria de
México. Limusa. México. 771 p.
Chávez, E. A. 1972. Notas acerca de la ictiofauna del
estuario del río Tuxpan y sus relaciones con la
temperatura y la salinidad. In: J. Carranza (Ed.)
Memorias IV Congreso Nacional de Oceanografía.
México. p. 177-198.
Chávez, H. 1963. Contribución al conocimiento de la
biología de los robalos, chucumite y constantino
(Centropomidae spp) del estado de Veracruz (Pises:
Centropomidae). Ciencia 22 (5): 141-160.
Cota Fernández, V. y R. Santiago Bravo. 1994.
Estudio de la estructura de las comunidades de
peces de la laguna de Tampamachoco, Veracruz.
Oceanología 2: 149-172.
688
Côté, I. M. and A. Maljković. 2010. Predation rates of
Indo-Pacific lionfish on Bahamian coral reefs.
Marine Ecology Progress Series 404: 219-225.
Eschmeyer, W. N. (Ed.). 1998. Catalog of fishes.
California Academy Sciences. San Francisco.
United States of America. 2095 p.
González Gándara, C. 2003. Ictiofauna de los
arrecifes coralinos del norte de Veracruz. Anales del
Instituto de Biología. Serie Zoología 74 (2): 163177.
González Gándara, C. y G. González Sansón.1997.
Composición y abundancia de la ictiofauna del
arrecife Tuxpan, Veracruz, México. Revista de
Investigaciones Marinas 28 (3): 249-259.
Helfman, G. S.; B. B. Collettte, D. E. Facey and B.
W. Bowen. 2009. The diversity of fishes. Biology,
Evolution, and Ecology. 2nd Ed. Wiley-Blackwell.
Malasia. 720 p.
Hildebrand, H. H. 1955. A study of the fauna of the
pink shrimp (Penaeus duorarum Burkenroad)
grounds in the Gulf of Campeche. Publication
Institute of Marine Sciences. University of Texas. 4:
169-232.
Kobelkowsky, A. 1985. Los peces de la laguna de
Tampamachoco, Veracruz, México. Biótica. 10 (2):
145-156.
Kobelkowsky, A. 1993. Ictiofauna de las lagunas
costeras del estado de Veracruz. In: M. G. Figueroa
Torres, C. Álvarez Silva, A. Esquivel Herrera y M.
E. Ponce Márquez (Eds.). Fisicoquímica y biología
de las lagunas costeras mexicanas. Serie Grandes
Temas de la Hidrobiología I. UAM. México. p 7493.
Lara Domínguez, A. L.; J. Franco López, C. Bedia
Sánchez, L. G. Abarca Arenas, S. Díaz Ruiz, A.
Aguirre León, C. González Gándara y M. Castillo
Rivera. 2011. Diversidad de peces en los ambientes
costeros y plataforma continental. In: La
biodiversidad en Veracruz: Estudio de Estado.
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad, Gobierno del Estado de Veracruz,
Universidad Veracruzana, Instituto de Ecología, A.
C. México. p. 505-516.
López López, E.; M. Salgado Mejía y S. A. Guzmán
del Proo. 1991. Un análisis estacional de la
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
González-Gándara et al. Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
ictiofauna de la laguna de Tampamachoco, Ver., y
sus hábitos alimenticios. Anales de la Escuela
Nacional de Ciencias Biológicas 34: 81-107.
Nelson, J. S. 2006. Fishes of the World. 4th ed. John
Wiley and Sons. Nueva Jersey. United States of
America. 601 p.
Lozano Vilano, M. L.; M. E. García Ramírez y S.
Contreras Balderas. 1993. Peces costeros y marinos
del Estado de Veracruz. In: S. I. Salazar Vallejo y
N. E. González (Eds.) Biodiversidad marina y
costera de México. Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la. Biodiversidad y CIQRO.
México. p. 576-595.
Obregón Barbosa, H.; S. Contreras Balderas and M.
L. Lozano Vilano. 1994. The fishes of northern and
central Veracruz, México. Hydrobiologia 286: 7995.
McEachran, J. D. and J. D. Fechhelm. 1998. Fishes of
the Gulf of Mexico. Volumen 1: Myxiniformes to
Gasterosteiformes. University of Texas Press.
Austin. 1112 p.
McEachran, J. D. and J. D. Fechhelm. 2005. Fishes of
the Gulf of Mexico. Volumen 2: Scorpaeniformes to
Tetraodontiformes. University of Texas Press.
Austin. 1104 p.
Mercado Silva, N.; E. Díaz Pardo, A. Gutiérrez
Hernández y E. Soto Galera. 2011. Peces
dulceacuícolas. In. La biodiversidad en Veracruz:
Estudio de Estado. Comisión Nacional para el
Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, Gobierno
del Estado de Veracruz, Universidad Veracruzana,
Instituto de Ecología, A.C. México. p. 495-504.
Miller, R. R. 2009. Peces dulceacuícolas de México.
Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de
la Biodiversidad. Sociedad ictiológica Mexicana A
C. El Colegio de la Frontera Sur, México. Consejo
de los Peces del Desierto, México-Estados Unidos.
559 p.
Pérez Hernández, M. A. y R. E. Torres Orozco B.
2000. Evaluación de la riqueza de especies de peces
en las lagunas costeras mexicanas: Estudio de un
caso en el Golfo de México. Revista de Biología
Tropical 48 (2-3): 425-438.
Reséndez Medina, A. y A. Kobelkowsky Díaz. 1991.
Ictiofauna de los sistemas lagunares costeros del
Golfo de México, México. Universidad y Ciencia 8
(15): 91-110.
Schmitt, E. F.; D. Wells Feeley and K. M. Sullivan
Sealey. 1998. Surveying coral reef fishes: A manual
for data collection, Processing and Interpretation of
Fish Survey Information for the Tropical. Northwest
Atlantic. Media Enterprises, Nassau. 84 p.
Yañez Arancibia, A.; P. Sánchez Gil, G. Villalobos
Zapata y R. Rodríguez Capetillo. 1985. Distribución
y abundancia de las especies dominantes en las
poblaciones demersales de la plataforma continental
mexicana del Golfo de México. In: Recursos
pesqueros potenciales de México. A. Yánez
Arancibia (Ed.). La pesca acompañante del
camarón. UNAM. INP. p. 294-398.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 675-689. 2012
689
Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva de dos agroecosistemas de
producción de leche en pequeña escala en el municipio de Amecameca, México
Evaluation of social, economic and productive sustainability of two agroecosystems of small-scale milk
production at the Amecameca Municipality, Mexico
Darío CASTILLO RODRÍGUEZ, María TAPIA RODRÍGUEZ, Luis BRUNETT PÉREZ ,
Ofelia MÁRQUEZ MOLINA, Omar TERÁN VARELA y Enrique ESPINOSA AYALA
Centro Universitario UAEM Amecameca. Universidad Autónoma del Estado de México. Km. 2, Carretera
Amecameca-Ayapango Km. 2,5. C. P. 56900. Amecameca, Estado de México, México. E-mails:
[email protected], [email protected] y [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 26/10/2009
Fin de segundo arbitraje: 03/07/2012
Fin de primer arbitraje: 18/04/2012
Segunda revisión recibida: 16/08/2012
Primera revisión recibida: 30/04/2012
Aceptado: 29/09/2012
RESUMEN
El objetivo de la investigación fue evaluar indicadores de sustentabilidad en los agroecosistemas de producción de leche en
pequeña escala propios de la Cabecera Municipal y la delegación San Francisco Zentlalpan, Municipio de Amecameca de
Juárez, Estado de México. La región se ubica en la porción oriente del Estado de México. El trabajo se realizó durante un
periodo de tiempo a partir de mayo del 2009 a abril de 2010. La evaluación de indicadores se basó en el Marco para la
Evaluación de Sistemas de Manejo Incorporando Indicadores de Sustentabilidad (MESMIS) y el enfoque de
agroecosistemas. La muestra fue de 12 unidades de producción las cuales contaban con 154 vacas en producción que
representaron el 10,6% de la población total de vacas en producción del municipio. Los indicadores obtenidos fueron: A)
Sanidad del hato: mastitis 8,4% de cuartos afectados y 79,5% de prácticas de higiene; 49,5% prácticas de manejo del hato y
bienestar animal: con 19,75 m2 por animal en establo, B) Calidad de leche cruda: se observó que se clasifica en Clase A
para grasa, lactosa y densidad, Clase C para proteína, por haber desajustes en proteína. Todo lo anterior de acuerdo a la
Norma Mexicana NMX-F-700-COFOCALEC-2004, así mismo, se encuentra en Clase 4 para bacterias mesófilas anaerobias
(BMA) mientras que para las bacterias coliformes totales (BCT) supera lo establecido en la Norma, C) Manejo
reproductivo: se registraron 142,5 días abiertos; 2,1 servicios por concepción, 365 días en lactancia y 13,8 meses de
intervalo entre partos, E) Organización para la producción el 83% de los productores evaluados pertenecen a algún tipo de
asociación o programa de asistencia técnica, F) Apoyo gubernamental: 100% de los productores ha recibido algún tipo de
beneficio por parte de diferentes programas institucionales. G) Análisis económico: se observó que la inversión promedio
mensual fue de $21.299,96 M.N. para la producción de leche, siendo la utilidad del 53%. Costo de producción por litro de
leche fue de $3,33 M.N., el precio de venta de $4,75 con una utilidad por litro de leche de $1,41 M.N. H) Calidad de vida:
se consideró como alta e I) Pago de agua: se registró que el 91,5% de las unidades de producción contaban con agua potable
pagando anualmente una cuota fija. En conclusión, el agroecosistema se mostró sustentable en el ámbito económico y
social, estando relacionados indicadores tales como: organización para la producción, apoyo gubernamental y análisis
económico. La evaluación de la sustentabilidad en el agroecosistema, resultó ser una actividad compleja dada las
dificultades que representa la construcción de los indicadores. Por otro lado, es preciso hacer énfasis en que solamente se
monitorearon 8 de 12 indicadores, debido a que no se pudo contar con el apoyo de algún laboratorio especializado, tal es el
caso para los indicadores sobre el análisis del agua y del suelo, por ende merece mención aparte la importancia del estudio
de la sustentabilidad desde una perspectiva multidisciplinaria. El agroecosistema resultó ser sustentable en unos aspectos y
en otros no, lo cual ratifica el hecho de que no se puede ser 100% sustentable.
Palabras clave: MESMIS, diseño de indicadores, producción lechera sustentable, recursos naturales, sustentabilidad
ABSTRACT
The aim of this research was to design and evaluate sustainability indicators in small-scale milk production agroecosystems
in two different zones: the municipality of Amecameca and San Francisco Zentlalpan, delegation of Amecameca, both
places are situated at the eastern region of Mexico State. This research was developed in a period of time form May in 2009
to April in 2010. The methodology used to design sustainability indicators was based on the MESMIS frame on
sustainability. The sample consisted on 12 production units with 154 cows producing, which represent 10.6% of the total
population of cows in productive age in the whole municipality. The obtained indicators were: A) Herd’s health: 8.4% of
mastitis from affected quarters and 79.5% from hygiene practices; 49.5% of herd’s handling; and animal welfare: 19.75 m2
690
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
per animal in each barn. B) Quality of raw milk: it is observed that milk produced in this two regions can be classified as
Class A (for fat, density and lactose), Class C (for protein) due to disparities in milk’s protein quantities. All this
classifications are considered according to the Mexican standard NMX-F-700-COFOCALEC-2004. Also it is classified in
Class 4 in BAM and for BC it exceeds what is established in the Mexican standards. C) Reproductive management: 142.5
open days were registered, 2.1 mounting services per conception, 365 days of lactation and 13.8 months of interval between
calvings. D) Production organization: 83% of the population of producers evaluated in the research’s development is part of
certain associations or technical assistance programs as well. e) Governmental support: 100% of the producers have
received some kind of benefit from diverse institutional programs. E) Economical analysis: it is observed that the annual
investment for milk production consisted on $21,299.96 M.N. with an economic utility of 53%. The cost of milk production
per liter was $3.33 M.N., the sale price ascended to $4.75, with an economic utility of $1.41 M.N. per liter. F) The quality
of living: it is considered as high. G) Water rights fee: it was registered that 91.5% of the production units have paid
annually to have access to the communitarian water supply system. In conclusion, the agroecosystem is sustainable in an
economic and social way when indicators like production organization, governmental support and economic analysis are
related, as a consequence, quality of living indicator shows positive results. The evaluation of sustainability in the
agroecosystem proposed for the investigation turned out to be a complex activity, due to the difficulties that the
development of the sustainability indicators represents. Only eight indicators from the conjunct constituted by 12 were
monitored because there was no support from any specialized laboratory, especially in the case of water and ground analysis
indicators, this is why emphasis on the importance of sustainability study should be pay attention from a multidisciplinary
perspective, the agroecosystem turns out to be positive in some aspects and negative in some others, this proves the fact that
it cannot be sustainable in a 100%.
Key words: MESMIS: development of indicators, sustainable milk production, natural resources, sustainability
INTRODUCCIÓN
En la actualidad uno de los temas que
presenta gran interés para los investigadores es el de
sustentabilidad debido a la importancia que ésta
representa para la humanidad. Según el informe
Brundtland publicado en 1987, el concepto Desarrollo
Sustentable significa “satisfacer las necesidades de la
presente generación sin comprometer la capacidad de
la futuras generaciones para que satisfagan sus
propias necesidades”.
Para la agricultura esto significa elevar y
mantener por tiempos prolongados la productividad
de los sistemas, pero teniendo presentes las
limitaciones y potencialidades sociales económicas y
de los recursos naturales del entorno (Spencer, 1992).
Por ello, es necesario incorporar métodos prácticos
que permitan la evaluación de la sustentabilidad que
no sólo expliquen el funcionamiento de un sistema y
los efectos de adopción o no de tecnología, sino que
muestren y expliquen cómo interactúan las
dimensiones sociales, económicas y ambientales para
permitir la operación y desarrollo del sistema de
producción (Brunett, 2004).
Dentro de la agricultura se expresa una de las
más dinámicas y complejas interrelaciones de los
aspectos biofísicos y socioeconómicos, estas
condiciones han creado la necesidad de buscar
perspectivas que abarquen de forma integral todos los
componentes. En este sentido, se encuentra la
propuesta de enfoque de Análisis de Agroecosistemas
(Conway, 1987) como un modelo teórico que es
utilizado en estudios de sustentabilidad.
La idea central para conceptualizar a un
agroecosistema es partir de que se trata de un
ecosistema modificado ó "domesticado" por el ser
humano con la finalidad de obtener bienes, servicios y
productos de consumo humano, tanto de interés para
una localidad como para participar del mercado, bajo
estas condiciones se establece que es un sistema
abierto es decir, que recibe insumos externos y genera
productos (Conway, 1987).
Un agroecosistema, llamado así por ser
aquellos que se utilizan en la agricultura, con
interacciones y funciones semejantes al interactuar
con las actividades humanas; requiere un manejo
integral entre la producción animal y vegetal, para
ello es indispensable un diagnóstico de los mismos
para describir y evaluar el grado de sustentabilidad,
identificando limitaciones y potencialidades que
puedan hacer propuestas reales a la problemática del
objetivo de estudio. El enfoque de agroecosistemas es
adecuado para estos sistemas en estudio orientados a
la sustentabilidad, entendiendo éstos como sistemas
de manejo de recursos naturales orientados a la
producción agropecuaria y forestal González, (2008).
Masera et al., (1999), indican que para
generar propuestas de manejo integral es necesario un
diagnóstico del agroecosistema para luego describir y
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
691
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
evaluar el grado de sustentabilidad de un sistema
agrícola, con ello identificar las limitaciones que
afectan su funcionalidad y las causas que generan
estas limitaciones, ubicar las potencialidades y
generar propuestas. Esta propuesta se conoce como
atributos-criterios-indicadores. En este sentido, se
conceptualiza a los atributos como aspectos que debe
poseer un agroecosistema para ser considerado como
sustentable. Los criterios son Los criterios de
diagnóstico son considerados como la fase intermedia
entre los atributos y el indicador, es decir, representan
un nivel de análisis más detallado. Puntos críticos,
son factores que pueden determinar la supervivencia o
consolidación de los agroecosistemas y que ameritan
el diseño de indicadores. Los indicadores, se
consideran el medio para evaluar la sustentabilidad,
por lo que deben ser variables cuantificables y
medibles.
Altieri (1997), resalta que una manera de
diagnosticar al estado del agroecosistema, es la
construcción de indicadores de sustentabilidad, los
cuales permiten conocer de manera particularizada las
necesidades de manejo de cada sistema, con la
intención de mantener o mejorar la productividad,
aumentar los servicios ecológicos y socioeconómicos,
proteger la base de recursos y prevenir la degradación
de suelos, agua y biodiversidad, sin disminuir la
viabilidad económica del sistema.
En el caso de México, se presentan tres
sistemas de producción de leche: lechería tropical o
de doble propósito, lechería intensiva y lechería en
pequeña escala o campesina familiar.
Diferentes autores que manejan el concepto
aunque con distinto nombre a la lechería familiar
como: según Espinoza (2002), “sistemas campesinos
de producción de leche”, Cervantes et al, (2001) los
denomina “lechería o producción familiar”, por su
parte Wiggins et al, (2001) los nombra “producción
de leche en pequeña escala”, SAGARPA (2004)
“sistemas de producción familiar o de traspatio”,
Espinoza, et al. (2007), denominan “sistemas
campesinos de producción de leche” a aquellas
unidades de producción con pequeñas superficies de
tierra, donde la venta de leche proporciona ingresos
fundamentales para la familia, y que pueden o no
complementarse con ingresos generados por otras
actividades dentro de la unidad de producción, se
caracteriza por ser unidades de producción con
pequeñas superficies de tierra, cuentan con un
mínimo de tres vacas más sus remplazos, emplean
692
mano de obra familiar considerada como costos de
oportunidad reduciendo costos de producción.
Consideran la actividad como primera fuente de
recursos económicos y en la mayoría de las veces
como única fuente de ingreso familiar; aprovecha los
subproductos de las cosechas propias, abono
orgánico, cultivos forrajeros e infraestructura y sobre
todo a la mano de obra familiar. Por ello, la
importancia de caracterizar los agroecosistemas de
producción de leche propios de la Cabecera
Municipal y la delegación San Francisco Zentlalpan,
Municipio de Amececameca de Juárez, Estado de
México, Identificar algunos de los puntos críticos de
las unidades de producción de leche, Diseñar y
monitorear los indicadores para la evaluación de la
sustentabilidad de la producción de leche, con
carácter social, económico y ambiental Realizar una
valoración cuantitativa y cualitativa de los aspectos
productivos, biofísicos y socioeconómicos de la
producción de leche.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se realizó de abril de 2009 a
mayo de 2010. El trabajo de campo se llevó a cabo en
dos comunidades, la de San Francisco Zentlalpan y la
Cabecera Municipal, pertenecientes al municipio de
Amecameca de Juárez, Estado de México. Se trabajó
con 12 unidades que representaron el 10.6 % de la
población total de vacas en producción del municipio,
las cuales contaban con 154 vacas en producción.
Para la caracterización de los agroecosistemas se
recopiló información secundaria procedente de
estadísticas gubernamentales como el Instituto
Nacional de Estadística y Geográfica (INEGI, 2005),
la Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), la
presidencia Municipal de Amecameca, la Secretaría
de Desarrollo Agropecuario del Estado de México
(SEDAGRO, delegación Ayapango), además de
pláticas y recorridos en la demarcación que ayudaron
a conocer las peculiaridades de la zona de estudio
ofreciendo datos necesarios y suficientes para dicha
caracterización.
Los indicadores de sustentabilidad fueron
obtenidos mediante la metodología MESMIS (Masera
et al., 1999). Para ello, fue necesario conocer a los
actores clave en la producción de leche de
Amecameca, con quienes por medio de recorridos
guiados y pláticas informales se identificó la
problemática de la zona, los puntos críticos y criterios
de diagnostico del agroecosistema; con la
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
información obtenida se completaron los indicadores
para la evaluación de la sustentabilidad de los
agroecosistemas (Cuadro 1).
Posteriormente, para un primer contacto con
los productores lecheros se solicitó la cooperación del
Presidente de la Asociación de Productores de Leche
de Amecameca, legalmente conocida como Sociedad
de Producción Rural de Productores Lecheros del
Valle de Anáhuac y del Presidente de la Asociación
de Médicos Veterinarios Zootecnistas de la región
oriente del Estado de México; considerados como
actores claves de la región
El trabajo de campo se complementó con
análisis de laboratorio, además de ratificar cierta
información proporcionada con representantes
sociales y/o instituciones gubernamentales.
Trabajo de campo
Se visitaron a los doce productores a quienes,
se encuestó de manera individual, al mismo tiempo se
dejó en el domicilio una carpeta con formatos
diversos para la obtención de datos que se analizaron
para obtener el flujo económico, documentos que
debían ser completados de manera diaria o semanal.
En visitas posteriores se actualizaba la información
expresada por los productores, explicando el trabajo a
realizar en la próxima visita.
Se obtuvieron datos suficientes para
completar el indicador organización para la
producción y apoyos gubernamental junto con la
ratificación de representantes sociales e instituciones
gubernamentales respectivamente, mientras que para
calidad de vida y pago de agua se obtuvieron por
observación directa (Cuadro 2).
Sanidad del hato
Mastitis
Este indicador se relevó por medio de una
encuesta, la cual se complementó con la prueba de
California para la detección de mastitis subclínica. Se
observaron las técnicas de higiene pre y post ordeño
como: limpieza de la sala de ordeño, amarre de la
cola, lavado de ubre, desinfección de la ubre y
Cuadro 1. Atributos y criterios de diagnóstico establecidos
por la metodología MESMIS, para la obtención
de los indicadores de sustentabilidad a partir de
los puntos críticos.
Atributo
Productividad
Adaptabilidad
Estabilidad y
resiliencia
Equidad
Autogestión
Criterio de diagnóstico
Eficiencia y rentabilidad
Capacidad de cambio e innovación
Renovabilidad del uso de recursos
Disponibilidad de servicios
Dependencia de insumos y
factores externos
Cuadro 2. Indicadores seleccionados para evaluar la sustentabilidad de los agroecosistemas en la Cabecera Municipal y la
delegación San Francisco Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de México.
Indicador
Variables
Mastitis: porcentaje de cuartos afectados, limpieza en sala antes de ordeña, amarre de
cola, lavado de ubre, desinfección de ubre, sello al término de la ordeña.
Sanidad del hato
Manejo general del hato: desparasitación, descorné, vacunación, vitaminado, sales
minerales y libre acceso al agua.
Bienestar animal: superficie en metros cuadrados (m2) por animal en establo.
Calidad de leche
Fisicoquímica: grasa, proteína, lactosa, densidad, sólidos no grasos, agua agregada.
cruda
Bacteriológica: bacterias mesófilas aerobias y bacterias coliformes totales.
Días en producción de leche, días abiertos, servicios por concepción, intervalo entre
Manejo reproductivo
partos.
Presencia en la Sociedad de Producción Rural Productores Lecheros del Valle de
Organización para la
Anáhuac y en el Programa “Soporte, Capacitación y Asistencia Técnica” de
producción
SAGARPA.
Apoyo gubernamental Si reciben o no apoyos gubernamentales.
Costo total, costo por litro de leche, utilidad mensual, utilidad mensual por vaca,
Análisis económico
utilidad por litro de leche de venta, precio de venta, utilidad por día, razón ingresoegreso y salario familiar.
Material de su vivienda, bienes básicos: enseres domésticos; servicios básicos: teléfono
Calidad de vida
fijo, agua entubada, drenaje, electricidad. Salario familiar.
Pago de agua
Facilidad con que disponen del agua.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
693
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
sellado, los cuales se registraron en el formato
correspondiente.
Manejo general del hato
Las prácticas de manejo general del hato se
recabaron por medio de observación directa y
preguntas establecidas. Se evaluaron prácticas de
manejo como desparasitación, descorné, vacunación,
vitaminado, consumo de sales minerales y acceso al
agua.
Bienestar animal
Para establecer dicho indicador se tomaron
medidas del área de cada uno de los establos,
incluyendo el corral, los echaderos y asoleaderos,
obteniendo la superficie de que dispone el hato (m2) y
dividiendo entre el número de animales para obtener
los metros cuadrados por animal.
Calidad de la leche cruda
Análisis bacteriológico
Se obtuvo una muestra de leche de las vacas
de cada productor en tres ocasiones, una de ellas fue
sin previo aviso, las siguientes dos, bajo aviso para la
recolección de la muestra.
Bacterias mesófilas aerobias
Se obtuvo el dato empleando la metodología
establecida por a la Norma Oficial Mexicana NOM092-SSA1-1994 de Bienes y servicios en su apartado
sobre “Método para la cuenta de bacterias aerobias en
placa”.
Bacterias coliformes totales
Se realizó bajo la determinación de los
lineamientos de la Norma Oficial Mexicana NOM113-SSSA1-1994, Bienes y servicios. “Método para
la cuenta de microorganismos coliformes totales en
placa” (Cuadro 4).
Manejo reproductivo
Análisis físico-químico de la leche
Por medio de preguntas establecidas y de
registros llevados por los productores se obtuvo
información del hato referente a días abiertos (fecha
de parto a fecha en que se gesta la vaca), días en
lactancia, días de gestación, número de servicios o
inseminaciones, intervalos por parto y servicios por
concepción; los datos se reportaron en un formato y
posteriormente se analizaron para compararlos con las
medias nacionales (Galina et al., 2009).
Se tomaron muestras de leche a cada una de
las vacas en producción que se colectaron en tubos
Falcon estériles de 50 ml y se mantuvieron en
recipiente térmico con refrigerante. El análisis de
calidad fisicoquímica de la leche se realizó con el
Milkoscope Julie C2 y tuvo una duración promedio
de 1:30 min por muestra. El aparato proporcionó los
resultados de seis parámetros: grasa, lactosa, proteína,
densidad, sólidos no grasos y agua agregada, los
cuales se capturaron en una hoja de cálculo en el
software Microsoft Excel©. Una vez en la base de
datos se verificó si la leche cumple o no con los
parámetros físico químicos que establece la Norma
Mexicana NMX-F-700-COFOCALEC-2004 del
Consejo para el Fomento de la Calidad de la Leche y
sus derivados (Cuadro 3).
Para dicho indicador se consideró que fueran
miembros activos y participativos de alguna
Asociación lechera y si recibían algún tipo de
Programa Estatal. La información se obtuvo por
Cuadro 3. Especificaciones fisicoquímicas establecidas
por NMX-F-700-COFOCALEC-2004.
Cuadro 4. Especificaciones sanitarias según NMX-F-700COFOCALEC-2004.
Grasa
(g/l)
Proteína Lactosa Densidad Sólidos no
s (g/l)
(g/l)
(g/ml)
grasos
Clase A ≥ 32 ≥ 31
Clase B
30,0 a 30,9 43 a 50 1,0295
31min
Clase C 30 min 28,0 a 29,9
83 min
Organización para la producción
Bacterias mesófilas
aerobias (UFC/mL)
Clase 1
Clase 2
Clase 3
Clase 4
≤ 100 000
101.000 a 300.000
301.000 a 599.000
600.000 a 1.200.000
Bacterias coliformes
totales (UFC/mL)
≤ 1000
Fuente: Norma Mexicana NMX-F-700-COFOCALECFuente: Norma Mexicana NMX-F-700-COFOCALEC2004
2004
694
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
medio de una encuesta a productores para conocer si
tenían acceso a asociaciones legalmente constituidas
o bien a programas gubernamentales.
Apoyo gubernamental:
La información se obtuvo a través de una
entrevista estructurada a los 12 productores e
indagando en las bases de datos en los sitios web de
Apoyos y Servicios a la Comercialización
Agropecuaria
(ASERCA)
(http://www.aserca.gob.mx) y en la página de
SAGARPA (http://www.sagarpa.gob.mx).
Condiciones biofísicas
El municipio de Amecameca se encuentra en
las faldas de la sierra Nevada, dentro de la provincia
del eje volcánico y en la cuenca del rio MoctezumaPanuco. Sus coordenadas geográficas son longitud
98° 37´ 34” y 98° 49´ 10”; latitud 19°11´ 2”. La altura
sobre el nivel del mar es de 2420 metros en la
cabecera municipal. Se ubica en la porción sur oriente
del Estado de México, en la región III Texcoco. Los
limites del municipio son: al norte, el municipio de
Tlalmanalco; al este el Estado de Puebla; al sur, los
municipios de Atlautla y Ozumba; y al oeste, los
municipios de Ayapango y Juchitepec.
Análisis económico
Por medio de entrevista y de los datos
vaciados en los formatos, se obtuvo un compendio de
datos referentes a registros de venta de leche, gastos
mensuales, compra de fármacos y servicios médicos
veterinarios, consumos de alimento, pagos semanales
y mensuales: a trabajadores, maquinaria, labores,
compras varios como: carretillas, cubetas, bieldos,
diesel, gasolina; entre otros gastos.
Los datos se obtuvieron de manera periódica
mediante visitas al productor. La información fue
procesada en una base de hoja de cálculo en el
software Microsoft Excel© para finalmente
determinar el promedio del costo total de producción,
costo por litro de leche, utilidad mensual, utilidad
mensual por vaca, utilidad por litro vendido, precio de
venta, utilidad por día, ingreso mensual y la razón
ingreso/egreso. Bajo la metodología de Presupuesto
por actividad (Espinosa, 2009).
Calidad de vida y pago de agua
La información se recabo a través de
entrevistas semi estructuradas y observación
participativa que permitieran conocer los bienes y
servicios son de los productores: vivienda, bienes
básicos, electricidad y teléfono, infraestructura que
poseen para la obtención del agua
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Caracterización de los agroecosistemas
La caracterización de los agroecosistemas de
San Francisco Zentlalpan y la cabecera municipal de
Amecameca de Juárez, estado de México se
estableció de la siguiente manera:
La temperatura media anual es de 14,1ºC; el
mes más frío es enero con 2,4 ºC promedio, pero en
febrero o diciembre la temperatura puede descender
hasta 8 ºC. El mes más caluroso es abril con 24 ºC en
promedio, pero la máxima temperatura extrema puede
llegar hasta 34 ºC en mayo o de 32 ºC en octubre y
diciembre. La precipitación anual es de 935,6
milímetros (mm), febrero es el mes más seco (6,2
mm), seguido por diciembre (6,5 mm) y marzo (7,0
mm). Julio es el más lluvioso (341 mm), le sigue
agosto (338 mm) y junio (321,4 mm). (Plan de
Desarrollo Municipal, 2006-2009).
Condiciones socio-económicas
La población en el municipio de Amecameca
en el 2005 fue de 34.101 habitantes de acuerdo al
Consejo Nacional de Población (CONAPO, 2005), de
los cuales 16.372 conformaron la población
masculina, mientras que la población femenina la
integraron 17.729 personas. Según CONAPO (2005)
el grado de marginación que reporta la delegación de
Zentlalpan es bajo, mientras que en la cabecera
municipal se reporta como grado de marginación muy
bajo.
Condiciones tecnológicas
Sistema agrícola
Dentro del sistema agrícola se encuentra una
gran producción de forrajes (temporal), como alfalfa
(Medicago sativa), avena (Avena sativa), ebo (Vicia
sativa), insumos que son empleados para consumo
propio dentro de los establos. Otra actividad que
realizan es la producción de maíz (Zea mays) para
grano con la finalidad de su venta al público o bien
para ensilado y proporcionarlo como forraje al
ganado.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
695
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
Obtención de indicadores a partir de los puntos
críticos de los agroecosistemas
Sistema Pecuario
Amecameca y Zentlalpan cuenta con 743
vacas en producción integrados en 92 hatos de 8 a 63
animales más sus reemplazos (Documento interno
SEDAGRO Ayapango, 2009). La raza de vacas de
producción de leche predominante en la zona es
Holstein en un 99%. En una mínima representación se
encuentra las razas Suiza y criolla.
En la zona prevalece la lechería familiar, tal
situación se afirma con lo encontrado en campo como
es que el 83 % de las unidades de producción utilizan
la fuerza de trabajo familiar, además de que
consideran la actividad como primera fuente de
ingresos en el 100% de los 12 productores
encuestados. La tecnología que utilizan las unidades
de producción son: inseminación artificial en un
100%; 80% de las vacas en producción son gestadas
mediante esta tecnología; registros reproductivos el
100%, aunque ninguno posee registros productivos ni
de gastos-ingresos.
La venta de leche es directa al quesero (quien
transforma la leche a diversos quesos) en un 89,5%,
para la venta directa al público, actividad llamada
“litreo” se destina 3,06%. Para autoconsumo es de
2,64% y para el consumo a los becerros 4,8%.
La alimentación del ganado productor de
leche está basada en forrajes como la avena, el
rastrojo de maíz, el ensilado de maíz, pastoreo en
praderas nativas y cultivadas en áreas propias, además
de alimento concentrado al 18 % de PC (proteína
cruda) marca Unión. En menor proporción se ofrece
bagazo de cervecería y desperdicio de panadería.
Las prácticas más comunes fueron: la
desparasitación, el sellado post ordeña, el suministro
de sales minerales, mientras que el descorne,
desinfección de la ubre, vacunación, amarre de cola y
libre acceso al agua fueron las menos realizadas.
Siguiendo la Metodología MESMIS, los
indicadores para la evaluación de la sustentabilidad se
muestran en el cuadro 5.
Sanidad del hato:
Para determinar este indicador fue necesario
evaluar tres características:
Mastitis
El cuadro 6 muestra 8,4 % en promedio de
cuartos afectados con mastitis subclínica. En otros
estudios como los reportados por Castillo (2008) y
Cuadro 5. Indicadores para la evaluación de la
sustentabilidad del agroecosistemas
según el punto crítico de acuerdo al
criterio de diagnóstico.
Punto Crítico
Criterio de
diagnóstico
Indicador
Calidad eficiente
Calidad de leche
Eficiencia
del sistema
Flujo económico
Rentabilidad
Intermediarismo
Índice reproductivo
Capacidad de
Organización
Organización
cambio e
para la
sólida
innovación
producción
Perdida o
Renovabilidad
degradación de
del uso de
Pago de agua
mantos acuíferos
recursos
Baja
tecnificación y
malas prácticas
Sanidad del hato
de explotación
lechera
Mejora de la
Disponibilidad
dinámica familiar
Calidad de vida
de servicios
y personal
Alta dependencia Dependencia de
Apoyo
de apoyos
insumos y
Gubernamental
gubernamentales factores externo
Cuadro 6. Prueba de mastitis y técnicas de higiene de las vacas en producción de los agroecosistemas en la Cabecera
Municipal y la delegación San Francisco Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de México.
Agrosistemas
Zentlalpan
Cabecera M
Promedio
696
Cuartos
Productores sellan Prácticas de
afectados (%) ubre post-ordeña (%) higiene (%)
8,6
83,0
76,0
8,2
66,0
83,0
8,4
74,5
79,5
Desinfección de ubre Amarre de
antes de ordeña (%)
cola (%)
66,0
33,0
33,0
33,0
49,5
33,0
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
Owens et al. (2001) muestran hasta el 56,5% de
cuartos afectados, Sargeant et al. (2001) reportaron el
36% de algún tipo de infección intramamaria en vacas
adultas, Nickerson et al. (1995) observaron hasta un
29%, Myllys y Rautala (1995), un 27%, Zwald et al.
(2006) registraron 16, 20 y 24%, Simianer et al.
(1991), señalaron afectaciones del 8 al 12% y Eicker
et al. (1996), obtuvieron un valor del 5%, lo que
indica que la salud de las ubres de las vacas de los
productores evaluados se encuentran mejor a los
resultados reportados. Cumplen, en la totalidad de las
unidades de producción, con la limpieza de la sala de
ordeña y el lavado a la ubre de las vacas con agua
simple, mientras que el sellado del pezón al término
de la ordeña sólo lo realiza el 74,5% de los
productores. Un aspecto a destacar es que la
determinación de mastitis se realizó en la época de
lluvias lo cual implicaría un elevado porcentaje en
cuartos afectados por mastitis subclínica debido a las
condiciones de higiene a causa del estiércol y de la
humedad en ambiente, situación que no sucedió en
estas unidades.
Pudiera ser que el bajo porcentaje de cuartos
afectados se deba al uso deliberado de antibióticos
para el tratamiento de mastitis clínica y subclínica al
detectar cambios físicos en la leche.
Por otro lado, los productores realizan el
79,5% de las prácticas de higiene, siendo las más
comunes la limpieza en la sala de ordeña, el lavado de
ubre, sellado al término de la ordeña, aunque sólo el
49,5% realiza la desinfección de la ubre antes de la
ordeña, el 33,0% de los productores cumplen con el
amarre de cola antes de la ordeña. No realizar esta
práctica puede afectar la calidad de la leche ya que la
cola arroja estiércol al recipiente colector de leche si
es que no está tapado.
Manejo general del hato
Se registró que realizan el 71,5% de las
técnicas de manejo general del hato, coincidiendo en
el vitaminado, suministro de sales minerales y
desparasitación. La práctica de descorné solo la
realiza el 17% de las unidades de producción. Al no
descornar a las vacas, éstas pueden golpearse entre
ellas, por simple interacción social y lastimarse
cualquier parte del cuerpo y en especial la ubre
(Cuadro 7).
Sólo 58% de las unidades de producción
vacunan a sus animales contra Brucelosis de manera
anual, mientras que las demás unidades de producción
participaron en la Campaña de Vacunación contra
Brucelosis y Tuberculosis (Cuadro 7).
De igual manera, únicamente 50% de las
unidades de producción mantienen a los animales con
libre acceso al agua, el otro 50% les ofrece agua
después de cada ordeña y al regresar del pastoreo, lo
cual implicaría que las vacas tomen agua en un
tiempo restringido y no cuando en realidad tienen sed,
limitando sus necesidades fisiológicas al consumir un
promedio de 90 litros de agua al día, lo que puede
verse reflejado en la cantidad de leche producida por
vaca (Cuadro 7).
Bienestar animal
El Cuadro 8 muestra que Zentlapan tiene 8,5
m2 y la Cabecera Municipal 31,0 m2 de superficie por
vaca en establo, siendo que se considera adecuada una
superficie de 2,5 m2 en corral (IICA, 2009), además el
66% de las unidades de producción mostró que
cuentan con echaderos asimismo de corrales y
espacios donde tomar el sol, con lo que se concluye
que tienen una buena superficie por animal dentro del
establo. El área tomada en cuenta para la medición de
Cuadro 8. Superficie promedio por vaca por m2 de los
agroecosistemas en la Cabecera Municipal y la
delegación
San
Francisco
Zentlalpan,
Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de
México.
Agroecosistemas
Zentlanpan
Cabecera M
IICA 2009
Superficie promedio por vaca (m2)
8,5
31,0
2,5
Cuadro 7. Manejo general del hato de los agroecosistemas en la Cabecera Municipal y la delegación San Francisco
Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de México.
Zentlalpan
Cabecera M
Promedio
Vitaminado, suministro de sales
Descorné (%)
minerales y desparasitación (%)
66,0
33
77,0
16
71,5
17
Vacunación (%)
50
66
58
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Libre ascenso al agua
(%)
50
50
50
697
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
la superficie del corral fueron: la cama y los
echaderos. Siendo que las unidades de producción no
cuentan con áreas específicas para cada actividad, el
espacio es utilizado para comer, ordeñar, parir,
además de asoleaderos donde el animal convive
socialmente con sus compañeros de establo y al
mismo tiempo se benefician de tomar el sol. Por lo
anterior se considera a las unidades de producción
semi-estabuladas.
Al tener una superficie superior a la
establecida en confinamiento, el animal no presenta
cambios drásticos de conducta, reducen las peleas por
espacio y con ello la salud del animal y de la ubre en
especial se encuentran en buen espacio para una
adecuada producción de leche.
Calidad de la leche cruda
Proteínas
El contenido de proteínas en la leche
analizada se centró para una calidad de leche Clase C
(Cuadro 9), pudiendo ser que el suministro de
alimento concentrado comercial no sea el adecuado
para el aporte requerido por el animal. Esto es, debido
a un bajo contenido de proteínas de sobre paso en la
dieta disminuyendo así la cantidad de proteínas en la
leche. Norma Mexicana NMX-F-700-COFOCALEC2004.
Lactosa
Se encontró que la cantidad de lactosa en
leche hace referencia a la genética de las vaca
Holstein, siendo esta raza la que predomina en la zona
(Cuadro 9).
Sólidos no grasos
Calidad fisicoquímica
Para la calidad de la leche se analizó la leche
en su composición fisicoquímica y bacteriológica.
Grasa
Se observa que para el parámetro de grasa en
leche, se supera lo establecido en la Norma Mexicana
NMX-F-700-COFOCALEC-2004. Esto puede ser
debido a que en la dieta está incluido el aporte de
carbohidratos estructurales como la alfalfa, la avena y
ensilado de maíz, lo cual produce una fermentación
en el rumen originando la producción de ácido
acético, el cual se considera precursor de ácidos
grasos componentes de la grasa de la leche (Cuadro
9).
Bernal et al. (2007) encontraron que en zona
Norte del Estado de México, el contenido de grasa en
la leche fue de 37,3 g/L, mientras que para la zona
Centro fue de 32,6 g/L; siendo que para el promedio
de ambas zonas en un periodo similar al realizado en
este trabajo, en época de lluvias, se encontró 36 g/L.
Al verse disminuido la cantidad de proteínas
en la leche se vio directamente afectada la cantidad de
sólidos no grasos en la leche. Mostrándose una
relación estrecha en la relación al contenido de
proteínas obtenido (Cuadro 9).
Densidad
Presenta lo establecido por la Norma
Mexicana NMX-F-700-COFOCALEC-2004, no
sufrió alteración alguna debido a que no se consideró
adulterada (Cuadro 9).
Agua agregada
La cantidad de agua agregada en la leche fue
de 1,37 ml/L (Cuadro 9), lo que se podría explicar
que al momento de enjuagar las cubetas recolectoras
de leche, no se secaban completamente quedando un
poco de agua en las paredes de la cubeta que al
mezclarse con la leche se señala como agua agregada.
Cuadro 9. Calidad fisicoquímica de la leche de las vacas evaluadas de los agroecosistemas en la Cabecera Municipal y la
delegación San Francisco Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de México.
Agroecosistemas
Zentlalpan
Cabecera M
Promedio
698
Grasa
(g/L)
Proteína
(g/L)
Clase A ≥ 32
33,18
34,90
34,04
≥ 31
29,65
29,69
29,67
Lactosa
(g/L)
Sólidos no
grasos (g/L)
COFOCALEC
43 a 50
83 min
44,18
80,51
44,09
80,35
44,13
80,43
Densidad
(g/mL)
Agua agregada
1,0295 min
1,03
1,027
1,28
No aplica
1,60
1,14
1,37
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
El quesero les “castiga” el precio de la leche
si ésta se encuentra adulterada con agua, por lo que
los productores no le adicionan agua.
La conclusión para la calidad fisicoquímica
de los agroecosistemas es que para grasa, lactosa y
densidad por haber alcanzado lo establecido en la
norma se cataloga en Clase A, mientras que para
proteína en Clase C siendo así que no alcanza los
parámetros establecidos para sólidos no grasos, se
muestra agua agregada no siendo significativamente
representativa para declararla adulterada.
Calidad bacteriológica
Bacterias mesófilas aerobias (BMA)
El conteo de Unidades Formadoras de
Colonias por mL (UFC/ml) de BMA fue de 1.
067.491 (Cuadro 10), lo que la clasifica en leche
Clase 4 según las especificaciones sanitarias de la
norma NMX-F-700-COFOCALEC-2004. Siendo que
aún se encuentra dentro de lo establecido por la
Norma. Aunque podría alcanzar una clasificación
mejor, ya que los productores conocen y realizan
ciertas prácticas de higiene de pre y post ordeño. Sin
embargo sólo las realizan con especial cuidado
cuando saben que serán evaluados, más no como
rutina, tal situación se debe a que no reciben algún
tipo de estímulo económico por la calidad de la leche,
sino que la remuneración es por el volumen de leche
producida.
Bacterias coliformes totales (BCT)
Para el conteo de BCT se encontró que
superaron por mucho el límite establecido por la
norma, siendo de 50.700 UFC/ml (Cuadro 10)
mientras que la norma indica ≤ 1,000 UFC/ml, lo que
puede ser debido a que los productores no realizan las
prácticas de ordeño de una manera adecuada, siendo
que el primer aviso de recolección de la muestra de
leche para su análisis bacteriológico, los conteos
fueron inferiores.
En conclusión para la calidad bacteriológica
es que en BMA, se cataloga en Clase 4, siendo que las
bacterias mesófilas aerobias pueden ser patógenas o
de fermentación, algunas de las cuales son benéficas
para la elaboración de quesos, al darle un sabor
característico y agradable en la degustación. norma
NMX-F-700-COFOCALEC-2004.
Para bacterias coliformes se mostró que no
tienen buenas prácticas de recolección de la leche, ya
que las bacterias coliformes son propias del estiércol
de la vaca o de humano, se encuentran en el ambiente
por lo que la leche se contamina con facilidad con
suciedad de estiércol o utensilios mal lavados.
Manejo reproductivo
Los sistemas de producción en la delegación
de San Francisco Zentlalpan han desarrollado una
actividad de sustento reproductivo basado en el apoyo
de Médicos Veterinarios Zootecnistas y en ocasiones
del conocimiento por costumbre que los dueños han
venido utilizando. Esta delegación por tradición en el
Municipio de Amecameca de Juárez es la que cuenta
con un mayor porcentaje de producción lechera
desarrollando parámetros que reproductivamente nos
permiten observar que la rentabilidad en relación a la
productividad a través de un manejo reproductivo
adecuado han sido funcionales como lo refleja el
cuadro siguiente.
Cuadro 10. Conteo de UFC/ml de células mesófilas y
coliformes de la leche de las vacas evaluadas
de los agroecosistemas en la Cabecera
Municipal y la delegación San Francisco
Zentlalpan, Municipio de Amecameca de
Juárez, Estado de México
Bacterias
AgroMesófilas aerobias Coliformes totales
ecosistemas
(UFC/mL)
(UFC/mL)
Zentlalpan
1.049.400
59.150
Cabecera M
1.085.583
42.250
Promedio
1.067. 491
50.700
Cuadro 11. Promedios productivos de las vacas en producción de los agroecosistemas en la Cabecera Municipal y la
delegación San Francisco Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de México.
Agroecosistemas
Zentlalpan
Cabecera M
Promedio
Días abiertos
144,9
141,0
142,5
Número de servicios
por concepción
2,1
2,1
2,1
Días en
lactancia
365
365
365
Número de
partos
2,5
2,6
2,5
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Intervalo entre partos
(meses)
13,9
13,8
13,8
699
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
Con base a lo anterior, López et al (2009),
menciona que los días abiertos pueden tener relación
con la heredabilidad pero si se observa que el rango
que maneja este autor va de 120 a 170 días, las vacas
de las unidades de producción del agroecosistema de
Zentlalpan se encuentran dentro de un límite tolerable
en relación a la reproductividad.
Para el caso de los servicios por concepción
Jara et al. (2009), habla de 1,7 a 2,8, lo que nos
permite también evaluar a las unidades de producción
dentro de un margen establecido idóneo, ya que la
media nacional para producción de leche en servicios
por concepción es de 2,0 (Galina et al, 2009).
Respecto a los indicadores de parto y días en
lactancia, con las condiciones de alimentación y
manejo genético la probabilidad de fracaso por fallos
reproductivos para este caso no existe ya que el
sustento de estos indicadores nos permite reconocer
que con las carencias que el sistema productivo pueda
tener, el conjunto reproductivo es idóneo para la zona
buscando una productividad constante sin fallas por
alteraciones reproductivas, destacando que la media
nacional para días en lactancia es de 340-360 días
(Galina et al, 2009).
En caso para el intervalo entre partos, Valle
(2000) reporta que 12 a 13 meses entre partos es lo
ideal para la producción lechera en vacas Holstein.
Organización para la producción
El 83% de los productores evaluados
pertenecen en algún tipo de Asociación o Programa
de Asistencia Técnica (Cuadro 12), siendo que los
participantes pertenecen a la Sociedad de Producción
Rural Productores Lecheros del Valle de Anáhuac
informalmente conocida como Asociación de
productores lecheros de Amecameca y pertenece al
grupo “Soporte de Asistencia Técnica” impartida por
Prestadores de Servicios Profesionales (PSP) por
parte de SAGARPA.
Apoyos gubernamentales
Se expresó que el 100% de los productores
han recibido como mínimo algún tipo de subsidio
para su producción, siendo que el 66,5% de ellos
recibieron como apoyo algún tipo de semilla de maíz
blanco para temporal por parte del Programa de
Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO) en el
periodo Primavera-Verano 2009. El 83% recibió
beneficios del Programa para la adquisición de
Activos Productivos Ganadero, apoyos de
equipamiento y bovinos pie de cría (Cuadro 13).
Ambos programas de apoyo son otorgados por
Apoyos y Servicios a la Comercialización
Agropecuaria (ASERCA) por parte de SAGARPA.
Análisis económico
Se encontró en las unidades de producción
una inversión promedio mensual de $21.299,96 M.N.
para la producción de leche, siendo la utilidad del
53%. El costo de producción por litro de leche fue de
$3,33 M.N., el precio de venta de $4,75 siendo la
utilidad por litro de leche de $1,41 M.N. (Cuadro 13).
Se observó que la utilidad por vaca mensualmente fue
de $594.77 M.N., mientras que la utilidad por trabajo
familiar (UTF) al día fue de $302,53 M.N.
equivalente a 5,83 salarios mínimo considerado a
$51,95 M.N. (Cuadro 13) catalogado para el 2009 en
la Zona C por la Comisión de Salarios Mínimos
correspondiente al Municipio de Amecameca de
Juárez, Estado de México.
Cuadro 12. Presencia en programas soporte, capacitación y
asistencia técnica de los agroecosistemas en la
Cabecera Municipal y la delegación San
Francisco
Zentlalpan,
Municipio
de
Amecameca de Juárez, Estado de México
Asociación o
Soporte de
asistencia técnica asistencia técnica
Agroecosistemas
(%)
(%)
Zentlalpan
83
66,0
Cabecera M
83
83,0
Promedio
83
74,5
Cuadro 13. Apoyos gubernamentales a los agroecosistemas en la Cabecera Municipal y la delegación San Francisco
Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez, Estado de México.
AgroSubsidio para la Programa de apoyos directos Programa para la adquisición de activos productivos
ecosistemas producción (%) al campo (PROCAMPO) (%)
ganadero, equipamiento, pie de cría (%)
Zentlalpan
100
50,0
83
Cabecera M
100
83,0
83
Promedio
100
66,5
83
700
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
La razón ingreso-egreso fue de 1,43; esto es
que por cada peso invertido en el agroecosistema, se
recuperó ese peso además de una ganancia de $0,43
M.N. Espinosa (2009) reportó que en el Municipio de
Aculco en la zona Norte del Estado de México, la
UTF fue de $141, el costo de producción de $4,09,
teniendo una utilidad por litro de leche producido de
$0,41. Lo anterior reflejó que el nivel adquisitivo
económico es considerado alto con respecto al grado
de marginación bajo clasificado por CONAPO
(2005), con un promedio de miembros por familia de
5,5 personas; alcanzando un promedio de 1,32
salarios mínimo por miembro de familia. Ante ello se
puede afirmar que los productores, si obtienen
ingresos por esta actividad.
pipas hasta su domicilio y el 8,5% restante tiene que
pagar pipa de agua para la obtención del vital líquido.
Mientras que sólo el 66,5% de las unidades de
producción cuenta con drenaje proporcionado por la
administración de obras y servicios de la delegación
(Cuadro 15). El porcentaje restante tiene improvisado
un drenaje que desahoga en tierras de cultivo o bien
es agua que queda encharcada dentro del establo.
Cuadro 15. Bienes y servicios de los productores lecheros
de los agroecosistemas en la Cabecera
Municipal y la delegación San Francisco
Zentlalpan, Municipio de Amecameca de
Juárez, Estado de México.
Calidad de vida
El 100% de los participantes cuenta con
electricidad y teléfono fijo en casa, de los cuales el
83% también contaban con teléfono celular (Cuadro
15).
Bienes y
servicios
Viviendas de
concreto
Pisos de concreto
Pisos con loseta
Bienes Básicos †
Electricidad y
teléfono
Teléfono celular
Agua entubada
Agua de pozo
Agua de pipa
Drenaje
El 83% cuenta con agua potable entubada, el
8,5% con agua de pozo, la cual debe ser acarreada en
† Bienes Básicos: Refrigerador, lavadora, licuadora, TV,
además de tres o más cuartos por familia)
El 91,5% de las viviendas de los productores
participantes mostraron ser de material de concreto, el
piso para el 66,5% de los productores fue de concreto
mientras que para el otro 27,5% fue de loseta. El
89,4% de las habitaciones contaron con bienes
básicos como refrigerador, lavadores, licuadora,
televisor, además de tres o más cuartos recamaras por
familia (Cuadro 15).
Agroecosistemas
Zentlalpan Cabecera M Promedio
100
83
91,5
50
50
95,8
83
5
83
66,5
27,5
89,4
100
100
100
83
66
17
17
50
83
100
0
0
83
83
83
8,5
8,5
66,5
Cuadro 14. Promedios mensuales de utilidad y costos de producción en las unidades de producción de los agroecosistemas
en la Cabecera Municipal y la delegación San Francisco Zentlalpan, Municipio de Amecameca de Juárez,
Estado de México. Expresión en pesos mexicanos.
Costo total ($)
Egreso total ($)
Utilidad ($)
Utilidad por vaca ($)
Costo por litro ($)
Utilidad por litro ($)
Precio de venta ($)
Utilidad por día ($)
Vacas promedio
Producción promedio por día
Salarios mínimos
Ingreso mensual ($)
Razón ingreso/egreso
Zentlalpan
21.745,47
33.310,96
11.565,49
774,05
3,43
1,32
4,75
378,61
14,94
19,29
7,29
11.509,60
1,53
Agroecosistemas
Cabecera M.
20.854,44
27.808.69
6.954,25
415,48
3,23
1,52
4,75
226,44
16,73
8,99
4,36
6.883,90
1,33
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Promedio
21.299,96
30.559,83
9.259,7
594,77
3,33
1,41
4,75
302,53
15,84
14,14
5,83
9.196,75
1,43
701
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
Pago de agua
Se observó que en la zona el 100% de las
unidades de producción tiene acceso al agua, destaca
que la mayoría toman el agua de la red municipal,
mientras que el 17% se ven en la necesidad de
comprar pipas de agua para abastecer de líquido.
Evaluar la sustentabilidad es una actividad de
investigación muy compleja, debido a que se requiere
de un análisis multidisciplinario. El agroecosistema
resultó ser sustentable y unos aspectos y en otros no.
Lo que ratifica que no se puede ser 100 % sustentable.
AGRADECIMIENTOS
El 91,5% de las unidades de producción
contaban con agua potable suministrados por
ODAPAS (Organismo Descentralizado Agua Potable
y Saneamiento), pagando una cuota de $240,00 M.N.
anual Mientras que para el 8,5 % tenía que pagar
quincenalmente una pipa de agua de $750,00 M.N a
una empresa privada para consumo de la familia y de
las vacas.
Al financiamiento otorgado por la
Universidad Autónoma del Estado de México, debido
a que a través de proyecto “Evaluación de la
sustentabilidad de la producción de leche en el
municipio de Amecameca, México” con clave
2686/2008U.
CONCLUSIONES
Altieri, M. A. 1997. Agroecología. Bases científicas
para una agricultura sustentable. Centro de
Investigación, Educación y Desarrollo (CIED),
Lima, Perú. 339 p.
Los agroecosistemas, muestran indicadores de
sustentabilidad de peso como: Apoyo Gubernamental,
Calidad de Vida y Análisis Económico. Lo que se
refleja en una fuerte sustentabilidad económica.
Un indicador débil que presentan los
agroecosistemas es la Calidad bacteriológica de la
Leche, a pesar que cumple y permanece con alguna
de las clasificaciones de los parámetros
fisicoquímicos y sanitarios establecidos por la NMXF-700-COFOCALEC-2004, excepto para bacterias
coliformes, es decir, no es leche Clase A, por los
resultados que presenta. Ello como consecuencia de
un regular manejo sanitario del Hato.
Organización para la producción, ofrece un
apoyo en el ámbito social y económico elevando la
utilidad mensual al disminuir costos por el pago de
servicios veterinarios, así como otros subsidios
encaminados a la agricultura.
La obtención de recursos por parte de
SAGARPA, brinda soporte financiero al otorgar
activos productivos o materiales para equipamiento
para fortalecer las unidades de producción. Condición
que le da estabilidad a los agroecosistemas.
Los agroecosistemaa se muestran sustentable
en el ámbito económico y social, estando
relacionados, indicadores como: Organización para la
producción, Apoyo gubernamental y Análisis
Económico, de ahí que el indicador de calidad de
vida, muestra resultados positivos.
702
LITERATURA CITADA
Altieri, M. A. y Nicholls, C. I. 2000. Agroecología,
teoría y práctica para una agricultura sustentable.
Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente. México D.F., México. 250 p.
Castillo, J. H. 2008. Producción de leche, fertilidad y
salud de la glándula mamaria en bovinos. Ideas
Printing Group, S.A. de C. V. México, D.F.
Consejo Nacional de Población (CONAPO). 2005.
Censo
de
población.
Disponible
en:
http://www.conapo.gob.mx/index.php?option=com_
content&view=article&id=46&Itemid=205.
Consultado abril de 2010.
Conway, G. R. 1987. The properties of
agroecosystems. Agricultural Systems 24: 95-117.
Bernal, M. L.; G. M. Rojas, F. C. Vázquez, O. A.
Espinoza, J. F. Estrada y O. O. Castelán. 2007.
Determinación de la calidad fisicoquímica de la
leche cruda producida en sistemas campesinos en
dos regiones del Estado de México. Vet. Méx. 38
(4): 395- 407.
Brunett P., L. 2004. Contribución a la evaluación de
la sustentabilidad: estudio de casos de dos
agroecosistemas de producción de leche del Valle
de Toluca. Tesis Doctoral Facultad de Medicina
Veterinaria y Zootecnia, Universidad Nacional
Autónoma de México. México.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
Eicker, S. W.; Y. T. Gröhn and J. A. Hertl. 1996. The
association between cumulative milk yield, days
open, and days to first breeding in New York
Holstein cows. J. Dairy Sci. 79 (2): 235-241.
Espinosa, A. E. 2009. La competitividad del sistema
agroalimentario localizado productor de quesos
tradicionales Tesis Doctoral en Ciencias
Agropecuarias y Recursos Naturales. Universidad
Autónoma del Estado de México.
Espinosa, A. E.; J. C. Arriaga, O. O. Castelán, P. F.
Alonso y O. A. Espinoza. 2002. Análisis económico
de la lechería campesina de la zona noroeste del
estado de México frente al TLCAN. In: Situación y
perspectivas de la ganadería en México. V. B. A.
Cavallotti y M. V. H. Palacio (Eds). Universidad
Autónoma Chapingo, México.
Espinoza Ortega, A.; E. Espinosa Ayala, J. Bastida
López, T. Castañeda Martínez and C. M. Arriaga
Jordán. 2007. Small-scale dairy farming in the
highlands of central Mexico: technical, economic
and social aspects and their impact on poverty.
Experimental Agriculture 43 (2): 241-256.
Galina, M. A.; V. J. Chávez, J. Pineda, J. D. Hummel,
R. M. Ortiz and M. Delgado Pertiñez. 2009. Effect
of Lactobacilli probiotic supplementation on blood
glucose, insulin and NEFA performance of dairy
cattle during late pregnancy and early lactation. In:
Ruminant physiology: Digestion, metabolism and
effects of nutrition on reproduction and welfare. Y.
Chilliard, F. Glasser, Y. Faulconnier, F. Bocquier, I.
Veissier and M. Doreau (Eds.). Wageningen
Academic
Publishers.
Wageningen
The
Netherlands. p. 512-513.
González, E. C. 2008.Indicadores de sustentabilidad
para sistemas pecuarios. México. p. 1-9.
Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI). 2005. Conteo de población y vivienda.
Disponible
en
línea:
http://www.inegi.org.mx/lib/Olap/consulta/general_
ver4/MDXQueryDatos.asp?#Regreso&c=.
Consultado abril 2010.
Jara Aguilar, D.; R. Rangel Santos y J. G. García
Muñiz. 2004. Efecto del nivel de producción de
leche, número y estación de parto sobre el reinicio
de la actividad ovárica posparto en vacas Holstein.
Rev. Cient. 14 (6): 548-558.
López, O. R.; J. H. Castillo y H. H. Montaldo. 2009.
Covarianzas genéticas y fenotípicas para días
abiertos y características de la curva de lactancia en
vacas Holstein en el norte de México. Veterinaria
México 40 (4): 343-356.
Masera, O.; M. Astier y S. López. 1999.
Sustentabilidad y manejo de recursos naturales: El
marco de evaluación MESMIS. México. MundiPrensa, Gira e Instituto de Ecología UNAM.
Myllys, V. and H. Rautala. 1995. Characterization of
clinical mastitis in primiparos Heifers. J. Dairy Sci.
78 (3): 538-545.
Nickerson, S. C.; W. E. Owens and R. L. Boddie.
1995. Mastitis in dairy Heifer: initial studies on
prevalence and control. Dairy Sci. 78 (7): 16071618.
NMX-700-COFOCALEC-2004. Norma para leche
cruda especificaciones fisicoquímicas y sanitarias.
Disponible en línea: http://cofocalec.org.mx/docs/
requerimientos de mejora en calidad de leche cruda
en mexico.pdf. Consultado agosto, 2009.
Normas Oficiales Mexicanas (NOM). 1994. NOM092-SSA1-1994. Bienes y servicios. Método para la
cuenta de bacterias aerobias en placa.
Normas Oficiales Mexicanas (NOM). 1994. NOM113-SSA1-1994. Bienes y servicios. Método para la
cuanta de microorganismos coliformes totales en
placa.
Owens, W. E.; S. C. Nickerson, R. L. Boddie, G. M.
Tomita and C. H. Ray. 2001. Prevalence of mastitis
in dairy heifers and effectiveness of antibiotic
therapy. J. Dairy Sci. 84 (4): 814-817.
Plan de Desarrollo Municipal de Amecameca, de
Juárez.
2006-2009.
Disponible
en:
http://www.amecameca.gob.mx/web/pdf/pdma.pdf.
Consultado septiembre, 2009.
Sargeant, J. M., Leslie, J. E. Shirley, B.J. Pulkrabek,
G.H. Lim. 2001.Sensitivity and specificity of
somatic cell count and california mastitis test for
identifying intramammary infection in early
lactation. J. Dairy Sci. 84 (9): 2018-2024.
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA)-SIAP-
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
703
Castillo Rodríguez et al. Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva en Amecameca, México
Sistema de Información Agroalimentaria de
Consulta (SIACON). 1998-2008. Disponible en:
http://www.siap.gob.mx/index.php?idCat=108.
Consultado enero 2010.
Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SEDAGRO).
2007. Encuesta proyecto integradora micro lecheros
Izta-Popo en la Región Oriente. México. p. 1-13.
Secretaría de Desarrollo Agropecuario (SEDAGRO).
2009. Censo para productores lecheros. Relación de
productores lecheros en el distrito XXVIII. Martínez
Mendoza Eduardo.
Simianer, H.; H. Solbu and L. R. Sachaeffer. 1991.
Estimated genetic correlations between disease and
yield traits in dairy cattle. J. Dairy Sci. 74 (12):
4358-4365.
704
Spencer, D. S. C. and M. J. Swift. 1992. Sustainable
agriculture: Definition and measurement. In: K.
Mulongoy y D. S. C. Spencer (Eds.). Biological
nitrogen fixation and sustainability of tropical
agriculture. Wiley-Saice Co. Pub. p. 15-24.
Wiggins, S.; R. Tzintzun, M. Ramírez, R. Ramírez, F.
Ramírez, G. Ortiz, B. Piña, U. Aguilar, A. Espinoza,
A. Pedraza, G. Rivera y C. Arriaga. 2001. Costos y
retornos de la producción de leche en pequeña
escala en la zona central de México: la lechería
como empresa. Cuadernos de Investigación.
Editorial Universidad Autónoma del Estado de
México, Toluca, México. 65 p.
Zwald, N. R.; K. A. Weigel, Y. M. Chang, R. D.
Welper and J. S. Clay. 2006. Genetic analysis of
clinical mastitis data from on-farm management
software using threshold models. J. Dairy Sci. 89
(1): 330-336.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 690-704. 2012
Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semiurbanas, en Carora, estado Lara, Venezuela
Participation of semi-urban family in the establishment of pilot organic garden at Carora, Lara State, Venezuela
Ingrid ACEVEDO 1
, Rosario GONZÁLEZ 1, Jorge CONTRERAS 2, Iria del Carmen
ACEVEDO PONS 2 y Oscar GARCÍA 2
1
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Decanato de Ciencias Veterinarias. Barquisimeto,
estado Lara, Venezuela y 2 UCLA. Decanato de Agronomía. Barquisimeto, Venezuela.
E-mails: [email protected], [email protected], [email protected] y
[email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 05/04/2012
Fin de segundo arbitraje: 16/07/2012
Fin de primer arbitraje: 06/06/2012
Segunda revisión recibida: 30/07/2012
Primera revisión recibida: 09/07/2012
Aceptado: 30/07/2012
RESUMEN
Con el propósito de estudiar la participación de familias semi-urbanas en el establecimiento de un huerto orgánico piloto. La
metodología consistió en seleccionar cinco familias motivadas para el establecimiento de un huerto piloto en la comunidad
Chirico, entorno a la ciudad de Carora, municipio Torres, Edo Lara. El proyecto de extensión proporcionó a las familias
malla de gallinero, semillas y capacitación en producción agroecológica. Se aplicó una entrevista estructura al miembro del
grupo familiar responsable del huerto piloto para recolectar la información general como edad, sexo, ocupación y las
técnicas agroecológicas aplicadas. Además se calculó el rendimiento por las hortalizas producidas (cilantro, acelga, rábano,
remolacha, vainita pepino y zanahoria). Se encontró que las familias que participaron en la elaboración del huerto piloto el
responsable del mismo fueron mujeres de edades comprendidas entre 30 y 50 años, con ocupación predominante de oficios
del hogar;Además las familias aplicaron las técnicas agroecológicas capacitadas. Los rendimientos fueron 2,03; 1,34; 0,11;
2,12; 2,37, 4,66 y 2,14 kg.m-2 en los cultivos de rábano, cilantro, vainita, acelga, remolacha, pepino y zanahoria,
respectivamente lo que en general fueron menores a los obtenidos con los cultivos biointensivos. Se concluye que las
familiar semi-urbanas aprovecharon los espacios para la producción de hortalizas en huertos orgánicos.
Palabras clave: Huertos familiares, manejo agroecológico, hortaliza
ABSTRACT
In order to study the involvement of semi-urban families in the establishment of an organic garden pilot. The methodology
was to select five families motivated for the establishment of a pilot garden in community Chirico, around the town of
Carora, Torres municipality, Lara State. The extension project provided families chicken wire, seeds and training in
agroecological production. A structured interview was applied to the household member responsible for the pilot garden to
collect general information such as age, sex, occupation and agroecological techniques applied. Performance were also
evaluated by the vegetables produced (coriander, chard, radishes, beets, string beans cucumber and carrot). It was found that
the families who participated in developing the pilot orchard responsible for it were women aged between 30 and 50 years,
with predominant occupation of housekeeping. In addition families trained agroecological techniques applied. Yields were
2.03, 1.34, 0.11, 2.12, 2.37, 4.66 and 2.14 kg.m-2 in the crops radish, coriander, string beans, chard, beets, cucumber and
carrot, respectively, these yields overall were lower to those obtained with biointensives crops. It is concluded that semiurban families take advantage of the areas for the production of vegetables in organic gardens.
Key words: Home garden, agroecological management, vegetable.
INTRODUCCIÓN
Los huertos orgánicos pueden proveer de una
alimentación sana y completa, al producir una gran
variedad de verduras, las que brindan vitaminas y
minerales, asegurando de esta manera una
alimentación equilibrada. Además, es sinónimo de
agricultura ecológica, ya que no se requieren muchas
herramientas, ni productos químicos en todo el
proceso de cultivo, recolección, manipulación y
conservación (Nuñez y Vatovac, 2006).
Las ventajas de los huertos familiares es la
producción para el autoconsumo, producción continua
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
705
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
de alta calidad, sin contaminación y de producción
con un mínimo esfuerzo. El establecimiento del
huerto se debe comenzar con lotes de terreno
pequeños y se van aumentando según la experiencia y
las necesidades a cubrir de producción (SAGARPA,
2012).
Así mismo, los huertos familiares, a parte de
proveer de productos fundamentales para el
sostenimiento del núcleo familiar, son espacios
vitales, generadores de procesos que fortalecen el
tejido social. Es el lugar donde hay intercambio de
productos agrícolas, juegan los niños y hay un flujo
constante de saberes entre los pobladores a nivel
ambiental, cultural y social (Jiménez-Escobar et al.
2011).
Por otra parte, cuando los huertos están
ubicados en patio trasero en condiciones urbanas y
semi-urbana pueden ser denominados huerto familiar
urbano. Su importancia radica en que el
establecimiento y manejo es realizados por todos los
miembros del grupo familiar de una manera sencilla,
sin la utilización de insumos químicos, de gran
riesgos en la salud y el ambiente (Ospina, 2012).
Holmer et al. (2012) establecieron cuatro
huertos familiares piloto en la ciudad de Cagayan de
Oro, al sur de Filipinas, para ser modelo y sitio de
aprendizaje para la futura extensión de huertos
familiares y encontraron limitaciones en cuanto al
uso de la tecnología por parte de las familias.
Sin embargo, exciten zonas semi-ubanas y
urbanas donde los grupos familiares poseen terreno
entorno a las vivienda que pueden ser aprovechado
con el establecimiento de huerto orgánicos familiares.
En tal sentido, se planteó como objetivo
estudiar el impacto del establecimiento de un huerto
orgánico piloto como actividad de extensión en
grupos familiares en zona semi-urbana de la ciudad
de Carora, para estimular el aprovechamiento de estos
espacios.
MATERIALES Y MÉTODOS
msnm. Pertenece a la zona de vida Monte espinoso
premontano, con temperatura promedio de 26 Cº,
precipitación promedio anual de 600 mm (Ewel et al.,
J. 1976).
El suelo se caracteriza por presentar pH 7,6 y
CE 1,8 dS.m-1 (relación 1/1en peso), materia orgánica
2,18 %, K 121,83; Mg 316,92, P 27,50 mg.Kg-1, con
textura arcillosa y estructura blocosa subangular fina.
Familias seleccionadas para establecer huerto
orgánico
La localidad Chirico cuenta con una superpie
total 135,50 ha, con 20 viviendas aproximadamente,
ubicadas cerca de la vía principal de acceso. Para el
desarrollo del proyecto de Extensión de
establecimiento de huertos orgánico de la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), se
seleccionaron un 25% de las familias que
manifestaron disposición de participar en el desarrollo
de huerto piloto y con terreno no productivo entorno a
la vivienda.
Disposiciones generales previstas por el proyecto
Se implementó un proyecto de Extensión en
la localidad Chirico, entrono a la ciudad de Carora,
para establecer 5 huertos familiares piloto con la
asistencia técnica. Estos huertos servirán como
modelo y sitio de aprendizaje para permitir la futura
extensión de los huertos familiares en comunidades
rurales y se de mi-rurales del municipio Torres. El
proyecto de huertos familiares fue coordinado por el
Programa Tecnología Agropecuaria, del Decanato de
Ciencias Veterinarias de la UCLA.
Los participantes se le proporcionaron malla
de gallinero para el cercado del huerto en un área de
50 m-2, semillas de hortalizas y capacitación en
técnicas producción agroecologicas. Cada grupo
familiar se encargó proveer del sistema de riego,
material orgánico, desmalezado y mano de obra
familiar. Los huertos se ubicaron cerca de la vivienda,
para facilitar el riego y las labores agronómicas, el
cual fue cercado y desmalezado antes del
establecimiento del huerto familiar.
Descripción del área de estudio
Establecimiento de los huertos familiares
El estudio se realizó entorno a la ciudad de
Carora, en la localidad de Chirico, parroquia Trinidad
Samuel, municipio Torres, estado Lara. Ubicada en
las coordenadas N- 1.121.500 y E-484.000 a 475
706
Las dimensiones del huerto fueron 5x10 m de
ancho y largo (área de 50 m-2), en el que se
estructuraron canteros de 1 de ancho y 3m de largo.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
Los caminos internos fueron de 0,5 m entre cantero.
En el establecimiento de huertos piloto se realizó
preparación del suelo e incorporación de materia
orgánica, abonamiento, desmalezado, riego y control
de plagas y enfermedades como se indican a
continuación:
Preparación del suelo e incorporación de
materia orgánica
Control de plagas y enfermedades
El control de plaga y enfermedades fue sin la
aplicación de productos químicos. Se colocaron
plantas aromáticas como el oreganón (Coleus
amboinicus), como cultivo repelente, maíz y sorgo
como cultivo barrera o trampa, haciendo uso de la
biodiversidad.
Hortalizas sembradas
La preparación del suelo se realizó de forma
manual aplicando el método del doble cavado en los
canteros (camas o eras), retirando 10 cm de suelo y
picando en el fondo de cada cantero. Posteriormente
se colocó el suelo removido en los canteros, con
medidas de 1 x 3 m.
Se incorporó estiércol en los 5 cm
superficiales en cantidad de 13 kg.m-2 de cantero.
Para la desinfección se aplicó agua caliente en 1 l.m-2
Abonamiento
El abonamiento se realizó entre la segunda y
tercera semana después de la germinación con humus
sólido de lombriz en cantidad de 1 kg.m-2 de cantero,
al lado de las hilera de planta. Este material es
considerado un biofertilizante (Pérez, 1994), que
además de aportar nutrientes, contiene sustancias
hidrofóbicas que favorecen la estabilidad de los
agregados (Piccolo y Mbagwu, 1999), ayudando a la
conservación del recurso suelo (Delgado, 1985).
Se utilizaron hortalizas de ciclo corto como
cilantro, rábano, zanahoria, vainita, remolacha, acelga
y pepino, a distancias de siembra que se indican en el
Cuadro 1. La siembra fue a chorro corrido en todas
las hortalizas a excepción del pepino que fue por
punto.
Recolección de datos
Se realizó una entrevista estructurada al
miembro responsable de las familias con huerto
piloto, en el cual incluyo información general de las
familias con huerto piloto, como la edad, sexo,
ocupación y nivel de estudio. Así como el número de
individuos del grupo familiar que participaron en
actividades de mantenimiento del huerto y las
técnicas de producción agroecológica aplicadas.
Durante los periodos de cosecha de cada
hortaliza se seleccionaron al azar tres áreas de
muestreo vegetal de 20x20 cm para el cálculo de los
rendimientos en un huerto piloto.
Desmalezado y riego
El desmalezado se efectuó desde la segunda
hasta la cuarta semana; para evitar la competencia por
nutrientes. Por otra parte, el riego fue dos veces al día
con frecuencia diario hasta la tercera semana y
posteriormente una sola ves al día.
Las cosechas de cada una de las hortalizas
producidas se realizaron en las fechas que se indican
el Cuadro 2. Tomando el peso fresco de la raíz en la
planta de rábano, remacha y zanahoria. En el cilantro
se pesó la planta entera, en la acelga las hojas y en la
planta de vainita los frutos.
Cuadro 1. Distancia de siembra y hortalizas plantadas en la comunidad de Chirico, entorno a la ciudad de Carora, municipio
Torres, estado Lara, Venezuela.
.
Distancias
Hortaliza
Rábano
Cilantro
Zanahoria
Vainita
Remolacha
Acelga
Pepino
Nombre científico
Raphanus sativus L.
Coriandrum sativum L.
Daucus carota L.
Phaseolus vulgaris L.
Beta vulgaris L.
Beta vulgaris var. Cicla (L.) Koch
Cucumis sativus
Entre plantas (cm)
5
3
15
15
5
10
25
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
Entre hileras (cm)
15
15
15
20
15
15
25
707
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
Análisis de la información
La información recabada en las entrevistas se
codificó en una base datos mediante el programa
Excel. Se caracterizó los aspectos generales de los
miembros del grupo familiar con huerto piloto y las
técnicas agroecologicas aplicadas mediante un cuadro
por grupo familiar.
Rendimientos: Se calculó el rendimiento por
m2; se estimó el rendimiento por hectárea incluyendo
el área de camino, de las hortalizas producidas
(rábano, acelga, remolacha, vainita, pepino y
zanahoria); y se compararon con los datos de los
Cuadros de rendimientos según Pia (2005).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Aspectos generales de las familias con huerto
piloto
Las familias que apoyaron el proyecto de
extensión de establecimiento de huerto orgánico
piloto en la comunidad de Chirico, se caracterizó por
la participación, como responsables, mujeres de
edades comprendidas entre 24 a 50 años, con
ocupación principalmente de oficios del hogar,
además de estudiantes y comerciantes (Cuadro 3).
Igualmente, Rebollar et al. (2008) encontraron que
en el establecimiento de huertos orgánicos
participaron principalmente mujeres (de 20 a 30
años). Sin embargo, Rubio (2006) reportó que en la
elaboración de huerta ecológica, la participación de
profesionales de diferentes ramas del conocimiento,
mujeres y hombres de generaciones de los años
cincuenta a setenta.
Además, el nivel de formación de las mujeres
que participaron como responsables estaba
comprendido entre primaria, bachilleres y técnico
superior universitario (TSU) (Cuadro 3).
De los grupos familiares con huerto piloto,
presentaron menor participación de otros miembros
del hogar, como hijos y cónyuges, con ocupación de
estudiantes, los primeros y el cónyuge con actividad
laborar remunerada como fuente de ingreso primario.
Como la familia dispone de fuente de ingreso, la
producción en huerto pasa a ser una actividad
recreativa, sin interés de remuneración, por lo que el
tiempo de dedicación se limita al tiempo libre.
Sin embargo, Rubio (2006) reportó que en
huerta ecológica, localizadas fincas de Sabana de
Bogotá y alrededores, comenzaron a instalaron las
huertas como actividad doméstica y su área se amplió
hasta magnitudes comerciales, vislumbrándose una
tendencia a incrementarla durante la etapa inicial y
luego estabilizarse.
Cuadro 2. Número de días a la cosecha por hortaliza producida en huerto piloto en la comunidad de Chirico, entorno a la
ciudad de Carora, municipio Torres, estado Lara, Venezuela.
Hortalizas
Rábano
Cilantro
Vainita
Acelga
Remolacha
Pepino
Zanahoria
30
X
X
57
X
X
X
X
X
Días después de la siembra
81
95
X
X
X
X
150
X
X
X
X
Cuadro 3. Datos generales de los miembros de las familias con huerto piloto en la comunidad de Chirico, entorno a la ciudad
de Carora, municipio Torres, estado Lara, Venezuela.
Grupo
Responsable
Familiar Edad
Sexo
Grado Académico
Ocupación
Nº
1
50 Femenino
6to grado
Oficios del hogar y comerciante 3
TSU Planif
2
24 Femenino
Oficios del hogar y estudiante
3
Programa
to
3
32 Femenino
6 grado
Oficios del hogar
4
32 Femenino
Bachiller
Oficios del hogar
3
5
35 Femenino
3er año
Oficios del hogar
7
708
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
Otros miembros
Ocupación
Estudiantes y trabajador
Obrero
Mecánico y estudiantes
Estudiantes
Estudiantes
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
Adopción de la tecnología
continuidad de la actividad.
En los huertos piloto las familias adoptaron la
tecnología mediante la aplicación las técnicas
difundidas, como el abonamiento orgánico de
estiércol de ovino, ganado y de caprino de la zona.
Aplicaron incorporación del abono en los primeros 10
cm del cantero, momento de la preparación del suelo
(Cuadro 4).
Álvaro et al. (2004) encontraron que los
participantes valoraron el haber aprendido a preparar
la tierra, a conocer y manejar nuevos cultivos, y a
desarrollar por sí mismos los procesos iniciales de
comercialización de sus productos.
Así mismo, Orozco et al. (2008) encontraron
incremento en la adopción de tecnología ecológica
localmente generada al aplicar capacitación en
escuelas de campo.
Se observó que las familias produjeron
diversidad de hortalizas como: cilantro, pepino,
acelga, rábano, zanahoria y remolacha, con mayor
interés en la producción de cilantro con manejo
ecológico. Así mismo, Rubio (2006) produjeron
hortalizas ecológicas para consumo en su núcleo
familiar y comercialización.
Las familias con huerto piloto estudiadas
realizaron desmalezado manual y colocaron plantas
aromáticas como cultivo repelente para el control de
plagas y enfermedades, recomendados por FAO
(2005).
Además, las familias realizaron aplicación de
cal en el borde de los canteros y agua caliente al
suelo antes de la siembra. Esta última es recomendada
7por el bajo uso de insumo (Acosta, 2001).
Sin embargo, Aguilar (2008) consideró que la
aceptación de la tecnología no implica que se de la
Así mismo Clavijo (2007) encontró que los
productores orgánicos presentan mayor dominio y
aplicación de tecnología en la preparación del suelo y
control de malezas.
Ranasinghe (2008) considera que el proceso
de producción en huerto familiar comercial, debe
abarcar desde la necesidad de nutrición del grupo
familiar, la adopción de tecnologías y cuidado del
hogar.
Rendimiento de las hortalizas producidas
Los rendimientos fueron 2,03; 1,34; 0,11;
2,12; 2,37, 4,66 y 2,14 kg.m-2 en los cultivos de
rábano, cilantro, vainita, acelga, remolacha, pepino y
zanahoria, respectivamente (Cuadro 5). El cultivo de
rábano presentó rendimiento similar al reportado por
Torres (2006) en huerto biointensivo (2,15 kg.m-2), el
cual representa 13,53 ton.ha-1 que fueron superiores a
lo reportado por Gómez et al. (2008) de huerto biointensivo (9,04 ton.ha-1). Sin embargo, estos
rendimientos fueron bajos al comparar con lo
reportado Pia (2005).
En el cultivo de cilantro se obtuvo un
rendimiento de 1,34 kg.m-2, lo que representa 9,06
ton.ha-1, el cual fue inferior a lo reportado por Silos y
Cuadro 4. Técnicas agroecológicas aplicadas por los miembros del huerto familiar en la comunidad de Chirico, entorno a la
ciudad de Carora, municipio Torres, estado Lara, Venezuela.
Grupo
Familiar
1
2
3
4
5
Tipo de abono
Estiércol de
ovejo
Estiércol
de ganado
Estiércol
de chivo
Estiércol
de chivo
Manejo Agroecológico
Tipo de hortalizas Técnica de abonado Control de plagas
Plantas aromáticas,
Acelga, rábano,
agua caliente
zanahoria
aplicado al suelo,
cilantro
cal en los bordes
Incorporado al suelo
Cilantro, zanahoria
Maíz y sorgo
al momento de la
preparación del
Maíz y sorgo
cantero
Cilantro y pepino
Plantas aromáticas,
Zanahoria,
agua caliente
remolacha y cilantro
aplicado al suelo,
cal en los bordes
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
Desmalezado
Manual
709
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
Martínez (2003) con valores de 26,97 y 27,19 ton.ha1
. Aunque, PHN (2007a) reportaron rendimientos en
cilantro de 11 a 25 ton.ha-1con manejo tradicional y
tecnificado, respectivamente.
El cilantro producido en el huerto orgánico
presentó rendimientos bajos en comparación a los
valores mencionados por Pia (2005).
En el cultivo vainita se obtuvo un bajo
rendimiento de 0,1 kg.m-2 (0,7 ton.ha-1), inferior al
rendimiento promedio nacional (3,5 ton.ha-1), lo cual
pude ser debido a que la vainita es un cultivo limitado
a pisos altitudinales entre los 1300 y 2000 msnm y
temperaturas entre 16 y 23 °C (Morros y Pire, 2003).
La acelga presentó rendimientos de 2,16
kg.m-2 (14,13 ton.ha-1), el cual fue bajo según Pia
(2005). Giner et al. 2010 reportaron rendimientos
comerciales de 3,81 a 4,19 kg.m-2.
En el cultivo de remolacha producido en
huerto orgánico presento rendimientos de 2,37 kg.m-2
(15,8 ton.ha-1). Valores superiores reportó MA (2010)
encontraron rendimiento en remolacha 72 a 100
ton.ha-1. Más aun Pia (2005) considera valores bajo a
los inferiores a 91 ton.ha-1
En el cultivo pepino se obtuvo rendimiento de
4,66 kg.m-2 (31,06 ton.ha-1). Aunque, Torres (2006)
en huertos biointensivos de 18 familias, encontró
rendimientos en pepino de 7,28 kg.m-2. Sin embargo,
Pia (2005) considera valores optimos de rendimiento
a 41 ton.ha-1. Por lo que el rendimiento encontrado en
el huerto orgánico cercano al optimo.
En el cultivo de zanahoria el rendimiento fue
4,66 kg.m-2, lo que equivale a 14,26 ton.ha-1. Este
rendimiento esta por debajo de lo reportado por PHN
(2007b) con valores de 35 a 45 ton.ha-1 con manejo
tradicional y tecnificado, respectivamente. Según Pia
(2005) este valor obtenido fue bajo, se debió
posiblemente a las condiciones climáticas de la zona.
En general los rendimientos de las hortalizas
estudiadas fueron bajos al compara con valores
obtenidos en huertos biointensivos. Sin embargo el
cultivo de pepino fue cercano al rendimiento óptimo.
CONCLUSIONES
El proyecto de extensión de establecimiento
de huerto orgánico piloto se logró la participación de
grupos familiares, con el aprovechamiento de los
espacios entorno a la vivienda en la producción de
hortalizas ecológicas.
La participación en el establecimiento de
huerto orgánico piloto en la zona semi-urbana fue
principalmente de mujeres con edades comprendidas
entre 30 y 50 años con ocupación predominante del
hogar, que capacitaron y aplicaron las técnicas
agroecológicas en la producción de hortalizas
ecológicas.
En general los rendimientos de las hortalizas
estudiadas fueron bajos al compara con valores
obtenidos en huertos biointensivos. Sin embargo el
cultivo de pepino fue cercano a los rendimientos
óptimos en cultivos biointensivos.
LITERATURA CITADA
Acosta, L. 2001. Producción de plantas medicinales a
pequeña escala: una necesidad de la comunidad.
Rev. Cubana Plant. Med. 6 (2) : 62-66.
Aguilar, W. J. 2008. Toma de decisiones en la
elección y adopción de opciones productivas en
unidades domésticas de dos grupos de productores
Cuadro 5. Rendimiento de las hortalizas producidas en huerto piloto en la comunidad de Chirico, entorno a la ciudad de
Carora, municipio Torres, estado Lara, Venezuela y los datos según Pia (2005).
Hortalizas
Rábano
Cilantro
Vainita
Acelga
Remolacha
Pepino
Zanahoria
710
Rendimientos
Kg. m-2
t.ha-1
2,03
13,53
1,36
9,06
0,11
0,7
2,12
14,13
2,37
15,8
4,66
31,06
2,14
14,26
Kg. m-2
3,5
2,4
4,4
2,8
6,24
3,3
Rendimientos según Pia (2005)
t.ha-1
Bajo
Óptimo
45
91
12
24
90
185
91
181
18
41
45
68
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
Alto
245
62
370
435
65,2
490
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
campesinos del Municipio de Hocabá, Yucatán,
México. 128 p. Edición electrónica gratuita.
Disponible en: www.eumed.net/tesis/2008/wjac/
Álvaro, J.; M. Baltasar, R. Boudron y E. Morrás.
2004. La producción de hortalizas de traspatio en el
Oriente de Guatemala. FAO. Guatemala.
Documento de trabajo 1. 27 p.
Clavijo, N. 2007. Evaluación de conocimiento
agroecológico en horticultores orgánicos y
convencionales de la zona norte de Cartago, Costa
Rica. Cuadernos de Desarrollo Rural 58: 37-48.
Delgado, F. 1985. Prácticas agronómicas de
conservación de suelo. Serie: Suelos y clima.
CIDIAT. Mérida. 69 p.
Ewel, J.; A. Madriz y J. Tosi. 1976. Zonas de vida de
Venezuela. MAC. Fonaiap. 2da Edición. Caracas.
270 p.
Food and Agriculture Organization (FAO). 2005.
Huerto familiar integrado. Proyecto Especial para la
Seguridad Alimentaria (PESA). Serie Divulgativa.
16 p.
Giner, A.; J. Aguilar, A. Nuñez, I. Nájara y F.
Baixaulic.. 2010. Diseño de calendario de
producción de acelga, de penca blanca y verde.
Fundación Rural Caja Valencia.11 p. Disponible en:
http://www.ivia.es/documentos/objetivosproyectos/r
uralcaja2010/ensayos/AC3.pdf. (Consultado Julio
de 2012).
Gómez, R.; G. Lázaro y J. A. León. 2008. Producción
de frijol (Phaseolus vulgaris L.) y rábano
(Raphanus sativus L.) en huertos biointensivos en el
trópico de Tabasco. Universidad y Ciencia 24 (1):
11-20.
Holmer, R.; M. Clavejo, S. Dongus y A. Drescher.
2012. Huertos familiares para la Ciudad de Cagayan
de Oro: Mejorando el acceso de los pobres urbanos
a las tierras agrícolas. 10 p. Disponible en:
www.puvep.xu.edu (Consultada en Abril 2012).
Jiménez Escobar, N.; U. P. Albuquerque y J. Rangel
Ch. 2011. Huertos familiares en la bahía de Cispatá,
Córdoba, Colombia. Bonplandia 20 (2): 309-328.
Ministerio de Agricultura (MA). 2010. Informe
cosecha de remolacha y achicoria, temporada 2009-
2010 y contratación siembras temporada 2010-2011.
Agricultura Región del Bíobío. Ministerio de
Agricultura, Gobierno de Chile. Ministerio de
Agricultura.
Disponible
en:
http://www.odepa.gob.cl/odepaweb/publicaciones/d
oc/2386.pdf. (Consultado marzo de 2012).
Morros, M. E. y A. Pire. 2003. Evaluación
participativa de materiales promisorios de vainita
Phaseolus vulgaris L. en las zonas altas del estado
Lara. Rev. Fac. Agron. 20 (1): 21-33.
Nuñez R. y A. Vatovac. 2006. La huerta orgánica.
Editorial FAN. Santa Cruz de la Sierra. Bolivia. 42
p.
Orozco, S.; B. Ramírez, R. Ariza, L. Jiménez, N.
Estrella, B. Peña, A. Ramos y M. Morales. 2009.
Impacto del conocimiento tecnológico sobre la
adopción de tecnología agrícola en campesinos
indígenas de México. Interciencia 34 (8): 551-555.
Ospina, A. 2012. Huerto familiar. 38 p. Disponible
en: www.ecovivero.org (Consultado en Abril 2012).
Pérez, H. 1994. Producción de biofertilizantes con la
cría de la lombriz roja Californiana (Eisenia
foetida), utilizando cuatro tipos de sustratos
diferentes en condiciones semi-controladas. Revista
Unellez de Ciencia y Tecnología 12(1): 88.
Plan Hortícola Nacional (PHN). 2007a. Cilantro. In: 7
Canasta de Productos del Plan Hortícola Nacional.
Corporación Colombia Internacional. p. 315- 319.
Plan Hortícola Nacional (PHN). 2007b. Zanahoria. In:
7 Canasta de Productos del Plan Hortícola Nacional.
Corporación Colombia Internacional. p. 475- 493.
Pia, F. 2005. Huerta orgánica biointensiva. Dirección
de Agricultura. Ministerio de la Producción.
Provincia del Chubut. Patagonia. Argentina. 226 p.
Piccolo A. and J. Mbagwu. 1999. Role of hidrophobic
components of soil organic matter in soil aggregate
stability. Soil Sci. Soc. Am. J. 63: 1801-1810.
Ranasinghe, T. 2007. Huertos familiares comerciales
como una empresa innovadora en la agricultura
urbana. Revista AU. 22-24. Disponible en:
www.ipes.org (Consultado en mayo 2012).
Rebollar, S.; V. Santos, N. Tapia y C. Paz. 2008.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
711
Acevedo et al. Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semi-urbanas
Huertos familiares, una experiencia en Chancah
Veracruz, Quintana Roo. Polibotanica 25: 135- 154.
Rubio L. 2006. Caracterización empresarial de
algunos productores de hortalizas orgánicas en la
Sabana de Bogotá y alrededores. Cuadernos de
Desarrollo Rural (57): 133-163.
Secretaria de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 2012.
El huerto familiar. 10 p. Disponible en:
www.sagarpa.gob (Consultado en Mayo 2012).
712
Silos, M. y A. Martínez. 2003. Evaluación de 14
variedades de cilantro Coriandrum sativum L. bajo
las condiciones ecológicas de la Comarca Lagunera.
Agrofaz 3 (2): 343-346.
Torres, D. 2006. Estudio de los impactos causados
por la aplicación de un proyecto de agricultura
biointensiva orientado hacia la seguridad
alimentaria en Nueva Loja, Lago Agrio Sucumbíos. Escuela Ingeniería en Recursos
Naturales Renovables. p 1-10.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 705-712. 2012
Evaluación estacional de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco,
Veracruz, México
Seasonal assessment of physicochemical variables of water Tampamachoco Lagoon, Veracruz, Mexico
Marisela LÓPEZ ORTEGA 1,2 , Griselda PULIDO FLORES 1, Arturo SERRANO SOLÍS 2,
Juan Carlos GAYTÁN OYARZÚN 1, William Scott MONKS SHEETS 1 y María Alejandra
LÓPEZ JIMÉNEZ 1,2
1
Laboratorio de Morfología Animal, Centro de Investigaciones Biológicas (CIB), Universidad Autónoma del
Estado de Hidalgo (UAEH). Carretera Pachuca-Tulancingo Km 4,5 s/n, Colonia Carboneras, Mineral de la
Reforma, Hidalgo, C. P. 42184 y 2Universidad Veracruzana. Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias,
Carretera Tuxpan-Tampico Km 7,5, Colonia Universitaria C.P. 92895, Tuxpan, Veracruz, México
E-mails: [email protected], [email protected], [email protected], [email protected],
[email protected], [email protected] y [email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 11/03/2011
Fin de segundo arbitraje: 19/04/2012
Fin de primer arbitraje: 26/02/2012
Segunda revisión recibida: 22/06/2012
Primera revisión recibida: 12/03/2012
Aceptado: 22/10/2012
RESUMEN
El objetivo fue evaluar las variables fisicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México, en
diferentes estaciones climáticas durante el período enero de 2009 a marzo de 2010. Se eligieron cuatro sitios de muestreo,
La Mata de Tampamachoco, Isla Potreros Sur, CFE y Pipiloya, determinándose in situ las variables de temperatura, pH,
porcentaje de saturación de oxígeno, salinidad, conductividad eléctrica (CE), sólidos disueltos totales (SDT) y
transparencia. Las variables fisicoquímicas mostraron diferencias significativas (P<0,05) entre las estaciones climáticas con
excepción de la transparencia; mientras que entre los sitios muestreados no hubo diferencias significativas (P>0,05). Los
promedios máximos registrados de pH, porcentaje de saturación de oxígeno y SDT fueron en invierno del 2009, la salinidad
y CE en primavera, la temperatura en verano. Los promedios mínimos registrados en verano fueron porcentaje de saturación
de oxígeno y CE. En otoño el pH, salinidad y SDT y en invierno 2010 la temperatura. En relación a los sitios muestreados,
las variables mostraron un comportamiento homogéneo. De acuerdo con los resultados obtenidos de las variables
fisicoquímicas durante el periodo de muestreo en la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, se concluye que su
comportamiento está relacionado a las variaciones climáticas.
Palabras clave: Laguna de Tampamachoco, variables fisicoquímicas, calidad del agua
ABSTRACT
The objective was to evaluate water physic-chemical variables of Tampamachoco Lagoon, Veracruz, Mexico, in different
seasons during the period January 2009 to March 2010. Four sites were selected for sampling, La Mata de Tampamachoco,
Potreros South Island, CFE and Pipiloya, variables such as: temperature, pH, percentage of oxygen saturation, salinity,
electrical conductivity (EC), total dissolved solids (TDS) and transparency, were determined in situ. The physicochemical
variables showed significant differences (P<0.05) between seasons except for transparency, while among the sampling sites
no significant differences (P>0.05). The highest average of pH, percentage of oxygen saturation and SDT were in the winter
of 2009, salinity and EC in the spring, summer temperatures. The lowest averages registered on summer were the
percentage of oxygen saturation and EC. In autumn the pH, salinity, TDS and temperature in winter 2010. In relation to the
sampling sites, variables showed a homogeneous behavior. According to the results of physicochemical variables registered
during the sampling period Tampamachoco Lagoon, Veracruz, we conclude that their behavior is related to climatic
variations
Key words: Lagoon Tampamachoco, physicochemical variables, water quality
INTRODUCCIÓN
Las lagunas costeras son consideradas
depresiones someras (<10 m), con su eje principal
paralelo a la costa, conectada al mar temporal o
permanentemente por uno o más canales y separada
de él por una barrera física (Kjerfve, 1994). En tanto,
los estuarios son cuerpos de agua semicerrados
perpendiculares a la costa, conectados con el mar
abierto por un río. Sin embargo, es frecuente
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
713
López Ortega et al. Evaluación de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México
encontrar ecosistemas que incluyen los dos tipos de
ambientes interconectados, denominados sistema
estuarino-lagunar (Day et al., 1989).
fisicoquímicas ofrece claves invaluables para el
manejo de las cuencas y ecosistemas costeros
(Contreras y Castañeda, 2004).
En el Golfo de México, la estructura
funcional de los ecosistemas estuarinos lagunares a lo
largo del gradiente latitudinal desde el delta del río
Bravo hasta la costa Caribe de México, sugiere tres
regiones: a) una región distintiva desde la Laguna
Madre de Texas/Tamaulipas hasta la Laguna de
Tamiahua, Veracruz, pudiéndose prolongar hasta el
centro-norte del estado de Veracruz, b) otra región
desde la Laguna de Alvarado y delta del Papaloapan
en Veracruz hasta la Laguna de Términos y los
Pantanos de Centla delta Usumacinta/Grijalva en
Tabasco y Campeche y c) la costa norte y oriental de
la Península de Yucatán. Los niveles de productividad
primaria acuática, gradientes fisicoquímicos y
estructura trófica, se correlacionan con estas regiones
(Caso et al., 2004).
La laguna de Tampamachoco es de
característica salobre, en el norte recibe agua del mar
por la entrada artificial de Galindo y en el sur por el
estuario del río Tuxpan (Ocaña y Sánchez, 2003). Es
una de las lagunas del Golfo de México más ricas en
especies de peces, moluscos y de crustáceos. Su valor
radica en sus características hidrológicas y ecológicas
e interrelación con otros ambientes costeros, así como
por su uso, manejo y aprovechamiento por el hombre.
Está sujeta a impactos antropogénicos, como el
dragado, la supresión de los manglares con fines de
uso agrícola, las descargas de aguas residuales y los
asentamientos humanos (Contreras, 1985; Ruiz Marín
et al., 2009).
Las lagunas costeras y estuarios se ubican
entre los ecosistemas de mayor productividad, la cual
depende de muchos factores que se ven modificados
por los aportes fluviales y los intercambios mareales,
que alterna su dominancia en función de las
principales épocas climáticas que se presentan a lo
largo del año (Gutiérrez et al., 2006). Además, son
importantes tanto por su biodiversidad, como por las
actividades socioeconómicas que sostienen.
Por tratarse de una zona de mezcla de aguas
oceánicas y dulceacuícolas, el entendimiento de sus
propiedades fisicoquímicas es fundamental para la
comprensión de su funcionamiento y sus
implicaciones para su manejo sustentable (De la
Lanza-Espino et al., 1998; Caso et al., 2004). La
mezcla de aguas fluctúa en tiempo y espacio, influye
en los cambios estacionales de las variables
fisicoquímicas del agua y de los atributos de la biota
(Kjerfve, 1994; Sanderson y Taylor, 2003). Las
características fisicoquímicas son resultado de su
ubicación latitudinal; desde tropical, subtropical hasta
templado, con climas distintos, catalogados como
épocas de secas (primavera), lluvias (verano- otoño) y
nortes (invierno) (De la Lanza Espino y Gómez
Rojas, 2004). Por sus características hidrológicas y
ecológicas, las lagunas costeras muestran variación
temporal de forma significativa (Contreras, 1985;
Alzieu, 1994).
Las lagunas costeras y estuarios representan
el mejor índice de calidad de la cuenca. Así, el
conocimiento
de
las
principales
variables
714
La laguna de Tampamachoco ha sido poco
estudiada en los últimos años, como consecuencia hay
pocos registros de sus características fisicoquímicas.
Ocaña y Sánchez (2003), reportan la temperatura
superficial de 20 a 24 °C durante el otoño 1987invierno 1988 y de 27 a 34 °C en primavera-verano
1988. Contreras y Warner (2004) durante los periodos
79-80, 90-91 y 94-95, reportan pH de 8,0; 8,1 y 8,2,
oxígeno disuelto de 4,2; 4,9 y 5,5 mg/L y salinidad de
34,1; 28,2 y 28,5 ups, respectivamente. De La Lanza
Espino et al. (1998) reportan en la primavera,
salinidad de 28,79 a 32,62 ups, en el verano-otoño
25,07 a 28,6 ups y en el invierno 30,09 a 31,9 ups.
En este trabajo, se evaluaron las condiciones
fisicoquímicas del agua de la laguna
de
Tampamachoco, Veracruz, México durante las
estaciones climáticas invierno 2009 a invierno 2010,
con el fin de contribuir a su conocimiento ecológico.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
La Laguna de Tampamachoco se localiza en
la llanura costera del estado de Veracruz, México, a 9
km al noroeste de la ciudad de Tuxpan. Se ubica entre
los 20°18’-21°02´N y los 97°19´- 97°22´W. Forma
parte del complejo lagunar Tamiahua-Tampamachoco
pertenecientes al Sitio Ramsar 1602, “Manglares y
Humedales de Tuxpan”. Tiene una forma alargada y
se sitúa paralela a la línea de costa, con una longitud
de 10,6 km y ancho máximo de 2,7 km; ocupando un
área de 15 km² (Reguero et al., 1991) (Figura 1).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
López Ortega et al. Evaluación de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México
Está separada del Golfo de México por una
barrera arenosa de nombre "Barra Galindo", al norte
se conecta con la Laguna de Tamiahua a través de un
canal natural y uno artificial, al sur con el río Tuxpan
por un pequeño estuario (Ocaña y Sánchez, 2003). Es
somera, con una profundidad promedio de un metro,
de turbiedad elevada, con transparencia media de 0.30
cm. (Contreras, 1983). De acuerdo con (García,
1971), el clima de la región es del tipo Aw" z (e), que
corresponde a cálido-subhúmedo con régimen de
lluvias en el verano, temperatura y precipitación
pluvial medias anuales de 24,2 ºC y 1.350 mm,
respectivamente. La época de lluvias comprende los
meses de junio a diciembre (verano y otoño); el mes
más lluvioso es septiembre, con precipitación media
mensual de 349 mm (Departamento de Pesca, 1977).
Procedimiento de campo
Los muestreos mensuales se realizaron en
cuatro sitios de la laguna durante el invierno 2009 al
invierno 2010: (1) La Mata de Tampamachoco, al sur,
en la zona estuarina del río Tuxpan, (2) Isla Potreros
Sur, en estos dos hay asentamientos humanos y
descargas de aguas residuales, (3) Central
Termoeléctrica (CFE) que limita con la laguna y (4)
Pipiloya, cercana a los canales de navegación que
comunican con la laguna de Tamiahua, uno de los
canales es artificial y conecta a la laguna con el mar
en la parte norte. En cada sitio se midieron las
variables fisicoquímicas de la columna del agua de la
laguna: temperatura (°C), pH, porcentaje de
saturación de oxígeno (%), salinidad (ups) (unidades
prácticas de salinidad), conductividad eléctrica (CE)
(mS/cm), sólidos disueltos totales (SDT) (ppt) y
transparencia (cm).
Figura 1. Localización geográfica del área de estudio.
Laguna de Tampamachoco a 9 km al noroeste
de la ciudad de Tuxpan, Veracruz, México.
Las mediciones de las variables se realizaron
in situ, durante el día entre las 10 y las 14 h a una
profundidad de 50 cm en la columna del agua, usando
una sonda multiparámetros marca Hanna modelo HI
9828 previamente calibrada; la transparencia (cm) fue
medida con el disco de Secchi, se realizaron tres
repeticiones para cada variable en todos los sitios.
Análisis estadístico
Para analizar el comportamiento de las
variables fisicoquímicas a escala temporal y entre los
sitios de muestreo de la Laguna de Tampamachoco,
se realizó un análisis de varianza de una vía, se evaluó
con una prueba F al 95% de significación y para
visualizar las diferencias se realizó una prueba de
Tukey al 95% de significación (Zar, 1999; Daniel,
2002). Se aplicó el programa Statgraphics Plus V. 5.1.
RESULTADOS
Variables fisicoquímicas
De manera general se encontraron diferencias
significativas en la mayoría de las variables
analizadas durante las temporadas climáticas (p ≤
0,05), pero no así entre las estaciones (p > 0,05)
(Cuadros 1 y 2). Así mismo, la variable transparencia
no presentó diferencias significativas para las
temporadas temporales (p > 0,05).
La prueba de Tukey (Cuadro 1) para las
temporadas climáticas indicó que la menor
temperatura se presentó en el invierno 2010 y las más
altas en la primavera y verano del 2009, el menor
valor de pH se obtuvo en el otoño del 2009 y el
mayor en el invierno 2009., por otra parte, la menor
saturación de oxígeno disuelto se presentó en el
verano y otoño 2009 e invierno 2010 y la mayor en el
invierno 2009. La salinidad y CE fueron mayores en
la primavera del 2009 y menores en el verano y otoño
de ese mismo año. Los SDT fueron mayores en el
invierno y primavera del 2009 y menores en las otras
tres temporadas climáticas (Cuadro 1). El promedio
general de la transparencia fue 51,77 cm.
No se encontraron diferencias significativas
entre las variables evaluadas en los diferentes sitios
de muestreo. Los promedios generales de las
variables fueron 25,08 ºC; 7,53; 72,46 %; 27,60 ups;
42,13 mS/cm; 21,74 ppt y 51,61 cm para la
temperatura, pH, saturación de oxígeno disuelto,
salinidad, CE, SDT y transparencia, respectivamente.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
715
López Ortega et al. Evaluación de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México
(1991), De La Lanza et al. (1998), Ahumada y Ruiz
(2008), sobre las características fisicoquímicas de las
lagunas costeras mexicanas y sus variaciones con
respecto a las fluctuaciones climáticas estacionales.
DISCUSIÓN
Comportamiento estacional
Las características fisicoquímicas encontradas
en la Laguna de Tampamachoco durante el periodo de
invierno 2009 a invierno 2010, coinciden con los
resultados encontrados por Contreras y Zabalegui
La temperatura de la laguna de
Tampamachoco presentó diferencias estadísticamente
significativas entre las estaciones climáticas,
Cuadro 1. Valores promedio, mínimo y máximo de las variables fisicoquímicas por estación climática durante el Invierno
2009-Invierno 2010 en la Laguna de Tampamachoco, Veracruz. México.
Variable
Temperatura (ºC)
pH
Saturación de oxígeno
disuelto (%)
Salinidad (ups)
Conductividad eléctrica
(mS/cm)
Sólidos disueltos totales
(ppt)
Transparencia (cm)
Invierno
2009
24,81 b †
(22,3-26,6)
7,86 c
(7,7-8,1)
89,85 c
(80,3-100)
31,74 bc
(29,6-33,1)
48,60 bc
(45,6-50,5)
26,24 b
(22,8-33,1)
45,66
(38-58)
Primavera
2009
27,75 c
(25,9-31,5)
7,41 ab
(6,3-7,9)
77,83 b
(67-86,5)
33,21 c
(30,1-35,7)
50,82 c
(46,6-53,9)
25,41 b
(23,3-27)
51,74
(30,2-104)
Verano
2009
28,59 c
(26,5-30,5)
7,46 abc
(6,5-8,0)
62,15 a
(11,4-79,2)
23,89 a
(5,5-33,7)
34,46 a
(1,9-51,5)
18,69 a
(4,9-25,8)
49,79
(20-89)
Otoño
2009
23,67 b
(21,4-25,4)
7,15 a
(6,5-8,0)
66,47 a
(51-72,7)
22,59 a
(10,6-31,8)
35,44 a
(17-48,6)
17,77 a
(8,9-24,3)
47,87
(32-80)
Invierno
2010
20,20 a
(16,9-22,7)
7,75 bc
(7,1-8,6)
65,99 a
(59,8-72,8)
26,56 ab
(19,9-29,5)
41,32 ab
(32,4-45,5)
20,60 a
(15,5-22,7)
63,8
(34-91,0)
Valores de la prueba F: Temperatura: F4-55 = 48,02; p = 0,0000; pH: F4-55 = 3,93; p = 0,0071; Porcentaje de saturación de
oxígeno: F4-55 = 17,78; p = 0,0000; Salinidad: F4-55 = 6,2; p = 0.0003; Conductividad eléctrica: F4-55 = 5,42; p = 0,0009;
Sólidos disueltos totales: F4-55 = 7,05; p = 0,0001 y Transparencia: F4-55 = 1,71; p = 0,1509.
† Promedios con letras diferentes indican diferencias estadísticamente significativas (Prueba de Tukey (p ≤ 0,05))
Cuadro 2. Valores promedio, mínimo y máximo de las variables fisicoquímicas por sitio de muestreo durante el Invierno
2009-Invierno 2010 en la Laguna de Tampamachoco, Veracruz. México.
Variable
Temperatura (ºC)
pH
Saturación de oxígeno
disuelto (%)
Salinidad (ups)
Conductividad eléctrica
(mS/cm)
Sólidos disueltos totales
(ppt)
Transparencia (cm)
La Mata
24,34
(17,9-27,4)
7,60
(6,3-8,6)
74,43
(62,9-92,4)
25,40
(5,5-34,8)
39,51
(9,6-52,7)
19,73
(4,9-26,4)
62,21
(20-104)
Isla Potreros
24,63
(17,7-28,4)
7,52
(6,5-8,5)
75,93
(58,8-92,6)
27,89
(10,2-34,6)
43,16
(17,4-52,6)
22,08
(8,7-32,5)
50,66
(32,5-79)
Central Termoeléctrica
25,31
(16,9-30,5)
7,54
(6,5-8,5)
73,23
(55,8-93,6)
28,54
(11,4-35,5)
42,93
(1,9-53,7)
22,57
(9,6-32,7)
47,65
(30-76)
Pipiloya
25,75
(17,9-31,5)
7, 45
(6,5-8,4)
66,24
(11,4-100)
28,56
(11,6-35,7)
42,91
(2-53,9)
22,59
(10-33,1)
45,92
(32,2-79)
Valores de la Prueba F: Temperatura: F3-56 = 0,51; p = 0,6799; pH F3-56 = 0,20; p = 0,8964; Porcentaje de saturación de
oxígeno: F3-56 = 1,52; p = 0,2181; Salinidad: F3-56 = 0,57; p = 0,6378; Conductividad eléctrica: F3-56 = 0,28; p = 0,8417;
Sólidos disueltos totales: F3-56 = 0,76; p = 0.5194 y Transparencia: F3-56 = 2,6; p = 0,0608.
716
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
López Ortega et al. Evaluación de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México
coincidiendo con De La Lanza Espino y Gómez
(2004) quienes reportaron que en el Golfo de México
en verano oscila de 28 a 29 °C y en invierno de 19 a
20 °C. Por su parte, Ocaña y Sánchez (2003)
mencionan que la temperatura superficial de esta
laguna, varió entre 20 y 24°C en otoño 1987-invierno
1988 y de 27 a 34°C en primavera-verano 1988.
Se difiere con Filonov et al. (2000) quienes
reportaron para la zona costera de Jalisco y Colima,
temperaturas máximas de 29,31 °C en verano y la
mínima de 23,27 °C en invierno, considerando que
estas lecturas corresponden al pacífico mexicano. La
diferencia puede deberse a los cambios en la
temperatura ambiental que se registraron durante el
periodo de muestreo, ya que ésta influye en la
temperatura del agua como lo refieren SánchezSantillán y De La Lanza Espino (1996). Es importante
destacar que estas fluctuaciones moderadas de la
temperatura en los ecosistemas tropicales, propician
un entorno favorable para la reproducción de una gran
variedad de organismos tal como lo mencionan Ruiz
Marín et al. (2009). Eyre y Balls (1999) mencionan
que la temperatura de los estuarios tropicales son más
altas (24-30°C) que en los estuarios templadas.
Con respecto al pH, se determinaron
condiciones ligeramente básicas, que reflejan la
influencia del océano sobre la laguna. Los valores
están por debajo de los promedios reportados por
Contreras y Warner (2004) de 8,0; 8,1 y 8,2 para los
periodos 79-80; 90-91 y 94-95 respectivamente para
esta laguna. Ruiz Marín et al. (2009) reportaron pHs
en las lagunas de Atasta y Poom, de 7,6 a 8,8, además
mencionan son muy cercanos a los encontrados en
otras lagunas costeras en México. Las Lagunas
costeras, son por lo general ambientes que regulan sus
variables, a menos que existan actividades
antropogénicas. En el caso del pH, esta variación
puede deberse a la degradación de la materia orgánica
o la remoción del sedimento por efectos de las
corriente, la cual causan remineralización.
Los valores promedio más bajo del porcentaje
de oxígeno se encontraron en verano, cuando se
presentaron las temperaturas más elevadas y los más
altos se presentaron en invierno con las temperaturas
más bajas, que aumentan la solubilidad del oxígeno.
Los organismos requieren concentraciones adecuadas
de oxígeno disuelto para su sobrevivencia y adecuado
crecimiento; la concentración mínima de este
elemento varía según la especie y el tiempo de
exposición, el medio favorable no debe contener
menos del 70% de saturación de oxígeno disuelto
(Martínez et al., 2000). Los porcentajes de saturación
de oxígeno en la laguna, no evidencian signos de
hipoxia.
La salinidad mostró una clara diferencia entre
las temporadas climáticas, indicando la influencia que
las entradas de agua dulce, proveniente del río y la
lluvia, tienen sobre el sistema, en verano- otoño se
registraron las mínimas y en primavera las máximas,
coincidiendo con los valores reportados para esta
laguna por otros autores. Contreras y Warner (2004)
reportaron valores de 34,1; 28,2 y 28,5 ups para los
periodos 79-80, 90-91 y 94-95, respectivamente.
Mientras De La Lanza Espino et al. (1998)
presentaron para esta laguna durante la primavera,
valores que fluctuaron entre 28,79 a 32,62 ups, en el
verano-otoño 25,07 a 28,6 ups y en el invierno entre
30,09 a 31,9 ups.
Los valores reportados en esta investigación
difieren con algunos de los reportados por otros
autores para el mismo cuerpo de agua. Ocaña y
Sánchez (2003) refieren para el otoño 29 y 32 ups, en
invierno 29 y 30 ups, en primavera de 34-38 ups y en
verano de 20-28 ups. Contreras y Warner (2004)
reportaron 34,1; 28,2 y 28,5 ups para los periodos 7980, 90-91 y 94-95, respectivamente. Por su parte,
Martínez et al. (2000) refieren 29 a 33 ups, sin
especificar el periodo. Las diferencias de salinidad
presentadas en la laguna en las distintas épocas del
año y en los diferentes periodos analizados han
demostrado que uno de los principales factores que
afectan su distribución es la entrada de agua dulce
provenientes de los ríos y la precipitación (Alongi,
1998; Troccoli et al., 2004), además del efecto que
tienen sobre la salinidad, las descargas fluviales
también ocasionan que disminuya la transparencia,
(Verona y Gutiérrez, 2003).
Los resultados para las variables evaluadas en
relación a las temporadas climáticas puede estar
influenciados por la mezcla de aguas oceánicas y
dulceacuícolas, así como, a la ubicación latitudinal,
para el caso específico de esta zona de estudio, se
definen tres épocas climáticas conocidas como secas
(primavera), lluvias (verano y otoño) y nortes
(invierno).
Por otra parte, en los sitios de muestreo no se
encontraron diferencias significativas entre los
mismos, sugiriendo similitud de las variables dentro
de los lugares muestreados.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
717
López Ortega et al. Evaluación de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México
CONCLUSIÓN
El comportamiento de las variables físicoquímicas de la laguna de Tampamachoco, Veracruz
presentó diferencias significativas en relación a las
temporadas climáticas dado que en la primavera se
registran los mayores promedios de salinidad y
conductividad eléctrica; en verano, la temperatura; y
en invierno el pH, porcentaje de saturación de
oxígeno, sólidos disueltos totales y transparencia,
mientras que los menores promedios registrados
fueron, en verano el porcentaje de saturación de
oxígeno y conductividad eléctrica; en otoño el pH, la
salinidad y los sólidos disueltos totales y en invierno
la temperatura y transparencia.
Contreras, E. F. y B. G. Warner. 2004. Ecosystem
characteristics and management considerations for
coastal wetlands in Mexico. Hydrobiologia 511 (13): 233-245.
Contreras, F. y O. Castañeda. 2004. La biodiversidad
de las lagunas costeras. Ciencias 76: 46-56.
Daniel, W. 2002. Bioestadística. Base para el Análisis
de las Ciencias de la Salud. 4ta Edición. LIMUSA
WILEY, México, Distrito Federal. 755 p.
Day, J. W.; A. C. Hall, M. W. Kemp and A. Yáñez
Arancibia. 1989. Estuarine ecology. John Wiley and
Sons, New York. United States of America. 576 p.
En relación a los sitios de muestreo, no hubo
diferencias significativas en el comportamiento de las
variables fisicoquímicas durante el periodo de
muestreo.
De la Lanza Espino, G.; N. Sánchez Santillán y A.
Esquivel Herrera. 1998. Análisis temporal y espacial
fisicoquímico de una laguna tropical a través del
análisis multivariado. Hidrobiológica 8 (2): 89-96.
LITERATURA CITADA
De la Lanza Espino, G y J. C. Gómez Rojas, 2004.
Características físicas y químicas del Golfo de
México. In: M. Caso, I. Pisanty y E. Ezcurra
(Comp.). Diagnóstico ambiental del Golfo de
México. SEMARNAT-INE-IE, AC.-Harte Research
Institute for Gulf of Mexico Studies 1: 105-136.
Ahumada, S. y N. Ruíz. 2008. Características
fisicoquímicas de la Laguna de Pastoría, Oaxaca,
México. Ciencia y Mar 12 (36): 3-17.
Alongi, D. M. 1998. Coastal ecosystem processes. Cr
C. Press. Boca Ratón. United States of America. 419
p.
Departamento de Pesca. 1977. Monografía del puerto
de Tuxpan, Veracruz. 30 p.
Alzieu, C. 1994. El agua medio de cultivo. In: G.
Barnabé, (Ed.). Acuacultura (I). Ediciones Omega,
S. A. España. p. 1-27.
Eyre, B. and P. Balls. 1999. A Comparative study of
nutrient behavior along the salinity gradient of
tropical and temperature estuaries. Estuaries 22 (2):
313-326.
Caso, M.; I. Pisanty y E. Ezcurra (Comp.). 2004
Diagnóstico ambiental del Golfo de México.
SEMARNAT-INE-IE, AC.-Harte Research Institute
for Gulf of Mexico Studies 1: 105-136
Contreras, E. F. 1983. Biótica, variaciones en la
hidrología y concentraciones de nutrientes del área
estuarino-lagunar de Tuxpan, Tampamachoco,
Veracruz, México. 213 p.
Contreras, E. F. 1985. Las lagunas costeras
mexicanas. Centro de Ecodesarrollo. Secretaría de
Pesca. 2ª Edición. México. 263 p.
Contreras, E. F. y L. M. Zabalegui Medina. 1991.
Hidrología, nutrientes y productividad primaria en
la laguna La Joya-Buenavista, Chiapas, México. An.
Inst. Cienc. Mar Limnol. 18 (2): 207-215.
718
Filonov, A. E.; I. E. Tereshchenko, C. O. Monzón, M.
E. González Ruelas y E. Godínez Domínguez. 2000.
Variabilidad estacional de los campos de
temperatura y salinidad en la zona costera de los
Estados de Jalisco y Colima, México. Ciencias
Marinas 26 (2): 303-321.
García, E. 1971. Los climas del Estado de Veracruz
(según el sistema de clasificación climática de
Köppen modificado por la autora). Anales del
Instituto de Biología, Serie Botánica 41 (1): 3-42.
Gutiérrez, M. F. J.; F. Varona y F. Contreras. 2006.
Caracterización estacional de las condiciones físicoquímicas
y
de
productividad
primaria
fitoplanctónica de dos lagunas costeras tropicales
del Estado de Chiapas. Hidrobiológica 16 (2): 137146.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
López Ortega et al. Evaluación de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco, Veracruz, México
Kjerfve, B. 1994. Coastal Lagoon Processes. Elsevier.
New York 577 p.
Martínez, A, A.; S. Abundes, M. E. González e I.
Rosas. 2000. On the influence of hot-water
discharges on phytoplankton communities from a
coastal zone of The Gulf of Mexico. Water, Air and
Soil Pollution 119 (22): 209-230.
Sánchez Santillán, N. y G. de la Lanza Espino. 1996.
The influence of the regional climate in a lagoon in
northeastern Mexico. Atmósfera 9: 201-221.
Sanderson, P. G. y D. M. Taylor, 2003. Short-term
water quality variability in two tropical estuaries,
Central Sumatra. Estuaries 26 (1): 156-165.
Ocaña, L. A. y R. M. Sánchez. 2003. Diversity of
Ichthyoplankton in Tampamachoco lagoon,
Veracruz, México. Anales del Instituto de Biología,
Serie Zoología 74 (2): 179-193.
Tróccoli, L. G.; J. A. Herrera Silveira and F. A.
Comin. 2004. Structural variations of phytoplancton
in coastal seas of Yucatan, México. Hydrobiologia
519 (1-3): 85-102.
Reguero, M.; A. García Cubas y G. Zúñiga. 1991.
Moluscos de la Laguna de Tampamachoco,
Veracruz, México: Sistemática y ecología. Anales
del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología 18
(2): 289-328.
Verona Cordero, F. y F. Gutiérrez M. 2003. Estudio
multivariado de la fluctuación espacio-temporal de
la comunidad fitoplanctónica en dos lagunas
costeras del estado de Chiapas. Hidrobiológica 13
(3): 177-194
Ruiz Marín, A.; S. Campos García, J. Zavala Loría y
Y. Canedo López. 2009. Hydrological aspects of the
lagoons of Atasta and Pom, Mexico. Tropical and
Subtropical Agroecosystems 10 (1): 63-74.
Zar, J. H. 1999. Biostatistical analysis. Prentice Hall.
4th Ed. Uniyed States of America. 663 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 713-719. 2012
719
Elaboración y evaluación de ciruela (Spondias purpurea L.) en almíbar como rellenos en queso
tipo Mozzarella de búfala (Bubalus bubalis)
Development and evaluation of red mombin (Spondias purpurea L.) in syrup as fillers in buffalo Mozzarella
cheese (Bubalus bubalis)
Iria del Carmen ACEVEDO PONS
y Oscar GARCÍA
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA). Decanato de Agronomía. Programa de Tecnología e
Ingeniería Agroindustrial. Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. E-mails: [email protected] y
[email protected] Autor para correspondencia
Recibido: 21/04/2011
Fin de segundo arbitraje: 20/06/2012
Fin de primer arbitraje: 29/02/2012
Segunda revisión recibida: 22/10/2012
Primera revisión recibida: 17/05/2012
Aceptado: 25/10/2012
RESUMEN
Spondias purpurea L., es un árbol caducifolio de América tropical, se cultiva en México y suramérica, originario de las
Indias Occidentales. La ciruela de huesito pertenece al grupo de las frutas semi ácidas, de pulpa amarilla astringente, jugosa
y agradable aroma, además contiene los siguientes componentes: grasas, carbohidratos, fibra, calcio, fósforo, hierro,
tiamina, riboflavina, niacina, vitaminas A, C y aporta calorías; el objetivo de la presente investigación fue elaborar ciruela
de huesito en diferentes concentraciones de almíbar y evaluarlas como relleno de queso tipo Mozzarella y darle mayor valor
agregado a estos productos. Se Prepararon 4 concentraciones diferentes de azúcar (entre 20 y 40%) para la preparación del
almíbar. Se determinaron las características fisicoquímicas a las ciruelas en almíbar (pH, sólidos solubles, ceniza y
humedad,) según las normas COVENIN, y mediante un diseño completamente aleatorizado, se determinaron que existían
diferencias significativas en sólidos solubles, ceniza y humedad a medida que se incrementa la concentración de sacarosa al
almíbar. La evaluación de la aceptabilidad de los atributos color, olor, sabor, textura, dulzor y apariencia de los quesos
rellenos con ciruela en almíbar a diferentes concentraciones fue realizado mediante un panel no entrenado de 80
consumidores. El queso tipo Mozzarella relleno con ciruela en almíbar con mayor aceptación de los consumidores fue la
formulación del almíbar con 30% de sacarosa (Wilconxon, P<0,05). Las ciruelas de huesito en almíbar al incorporarse como
rellenos en queso tipo Mozzarella de leche de búfala mejoran los atributos del sabor, color, textura y apariencia
Palabras clave: Atributos sensoriales, queso tipo Mozzarella, concentraciones de almíbar
ABSTRACT
Spondias purpurea L., is a deciduous tree of tropical America is grown in Mexico and South America, and is originally
from the West Indies, the red mombin belonging to the semi fruit acid, astringent yellow flesh, juicy and pleasant aroma,
and contains the following components: fat, carbohydrates, fiber, calcium, phosphorus, iron, thiamin, riboflavin, niacin,
vitamins A, C and calories. The objective of this study was to make the incorporation of red mombin in different
concentrations of syrup and evaluate them as stuffed with Mozzarella cheese and give added value to these products. Four
formulations were established with red mombin syrup between 20 and 40% of sucrose. The physical-chemical
characteristics (pH, soluble solids, ash and moisture) were determined by COVENIN methods and a completely randomized
design, determined that there were significant differences in soluble solids, ash and moisture as it incorporates the sucrose
red mombin syrup. The evaluation of the acceptability of the attributes color, smell, taste, texture, sweetness and appearance
of cheeses stuffed with red mumbin in syrup at different concentrations was conducted by an untrained panel of 80
consumers. The Mozzarella cheese stuffed with red mombin in syrup with greater acceptance by consumers was the syrup
formulation with 30% sucrose (Wilconxon, p <0.05). The red mombin syrup to be incorporated as fillers in Mozzarella
cheese from buffalo milk improves the flavor attributes, color, texture and appearance.
Key words: Sensory attributes, Mozzarella cheese, syrup concentrations
INTRODUCCIÓN
La ciruela de huesito (Spondias purpurea L.)
originaria de América tropical, de las regiones del
Pacífico y de algunos países asiáticos (Macía y
720
Barfod 2000, Miller y Schaal 2005), es un fruto de un
árbol perenne que pertenece a la familia
Anacardiaceae, género Spondias y especie purpúrea,
con dos variedades: amarilla y roja. Se le conoce
también en otros países como: Jocote, jocote
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
iguanero, sismoyo. Y solo dos especies de este género
son nativas de México: S. purpurea L. y S. mombin L.
var. Mombin (Ramírez-Hernández et al., 2008;
Vargas-Simón et al., 2011). En Brasil y Costa Rica, el
estudio del fruto del ciruelo ha permitido identificar
algunos estándares de calidad que garantizan un
mejor manejo poscosecha (Castro, 2007). En
Venezuela este frutal se cosecha en zonas áridas y
semiáridas; se dispone de poca información de su
producción, son cultivadas en la localidad de
Capachal, Municipio Píritu, estado Anzoátegui
(MCTI, 2011), así como también en Municipio Mara,
del estado Zulia, la especie de S. purpurea L. esta
ampliamente diseminada, y se cultiva en forma de
huerto familiar o silvestre. La producción anual es
comercializada en las avenidas de la ciudad y en los
mercados mayoristas de la región occidental del país
(Guerrero et al., 2011) y considerado en el estado
Zulia como una especie frutícola de menor
producción al igual que la chirimoya, el merey y la
granada (Araujo et al., 2000).
La pulpa de ciruela de huesito es una
excelente fuente de minerales, contiene 3,6 mg/100 g
de calcio (Ramírez-Hernández, 2008) 35 mg/kg de
hierro (Maldonado-Salazar, 2005), vitamina C (5
mg/kg), según Castro, (2007) y vitaminas del grupo B
(Vargas-Simón et al., 2011), contiene un balance
entre el contenido de fibra alimentaria soluble e
insoluble, destacándose como fuente de fibra
alimentaria soluble (Pire et al., 2010). Los usos de la
ciruela son artesanales, comercial en diversos
productos en fresco, (jugos o refrescos, vinos,
helados, natilla, mermeladas, paletas, sorbetes,
deshidratados (Ramírez-Hernández et al., 2008; en
salmuera o en almíbar, obteniéndose excelentes
productos (Vanegas, 2005), así como fruta congelada,
como frutas saborizantes, como la fresa, el durazno en
productos lácteos como yogurt, (Alvarado-Carrasco et
al., 2011), al incorporar frutas en productos lácteos, le
proporciona mayor valor agregado, además de
mejorar el sabor, aporta vitaminas y minerales
(Blanco et al., 2006).
La producción de leche de búfala (Bubalus
bubalis), es sin dudas una actividad de gran
importancia en varios países. A escala mundial ocupa
el segundo lugar en importancia por volumen
producido luego de la leche bovina. En el año 2008,
según la FAO (2010), la producción mundial de leche
de todas las especies alcanzó los 693,7 millones de
toneladas de las cuales el 12,8 % fueron de búfala.
Los principales países productores de leche de búfala
en el mundo son: India, Pakistán, China, Egipto e
Italia. En el continente americano, Venezuela es el
segundo país de mayor producción, después de Brasil
y seguido por Colombia (Patiño, 2007; Navarro,
2011; Patiño 2011).
La leche de bufalina tiene un valor altamente
nutritivo, es excelente para la preparación de
productos derivados tales como quesos, manteca,
leche en polvo, leches maternizadas, leches
fermentadas, helados, dulce de leche, entre otros,
contiene aproximadamente el doble de grasa (7,5 %)
que la leche de vaca 3,5 % (Patiño, 2007). Debido al
alto contenido en vitamina A (Veiseyre, 1990),
proteínas, lactosa y baja concentración en colesterol,
la leche bufalina, es la especie preferida en la
elaboración de quesos tipo Mozzarella (Zicarelli,
2004), ya que adquiere características únicas al ser
realizado con esta leche, como son: a) sabor y aroma
ligero debido a la hidrólisis durante la maduración
(Navarro, 2011); b) coloración blanca opaca
provocada por la ausencia de pigmentos carotenoides.
La ausencia de estos pigmentos proporciona una
manteca blanca, cristalina y más consistente que la
obtenida con leche de vaca; c) la tensión de la cuajada
es mayor y la coagulación del cuajo más lenta debido
al elevado contenido de calcio en la leche de búfala,
en comparación con la leche de vaca. Normalmente se
utiliza menor cantidad de cuajo (leche más ácida), d)
los quesos son mas grasos ya que la leche bufalina
tiene la mayor densidad y temperatura de fusión más
elevada (32,0- 43,5 °C), como lo expresa Patiño
(2011). Punto de fusión mayor que en leche bovina y
mayor resistencia a la oxidación (Hernández y Díaz,
2002).
A nivel internacional, el tipo Mozzarella es el
queso de pasta hilada más conocido; (Villegas de
Gante, 2000; CEDRA, 2001). El Mozzarella es un
queso no madurado conforme con la Norma General
para el queso (CODEX STAN 283- 1978) y la norma
para el queso no madurado, incluido el queso fresco
(CODEX STAN 221-2001). Se trata de un queso
blando y elástico con una estructura fibrosa de largas
hebras de proteínas orientadas en paralelo, que no
presenta gránulos de cuajada. El queso no tiene
corteza y se le puede dar diversas formas. Los quesos
tipo Mozzarella pertenecen al grupo de pasta hilada,
debido a que durante su elaboración la cuajada, es
previamente acidificada, se somete a un amasado con
agua caliente que permite plastificarla y estirarla; de
tal forma que pueda formar bandas, a su vez
constituidas por estructuras un tanto alineadas que se
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
721
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
pueden separar como “hilos” (COVENIN 38222003).
En base a lo anteriormente planteado, el
objetivo de la investigación, fue elaborar ciruela de
huesito (S. purpurea L.) en diferentes concentraciones
de almíbar y evaluarlas como relleno de queso tipo
Mozzarella de leche de búfala (B. bubalis) mediante
el un análisis sensorial, donde se aprecie y aproveche
las ventajas de la leche búfala utilizada muy poco en
el mercado nacional para la elaboración de quesos
tipo Mozzarella rellenos con ciruela de huesito.
MATERIALES Y MÉTODOS
Materia prima
Los frutos de ciruelas de huesito (S. purpurea
L.) fueron adquiridas de un productor del caserío las
Tunas, parroquia Tamaca del Municipio Iribarren del
estado Lara, durante el mes de marzo, fueron
seleccionadas por la coloración rojo brillante, además
por su grado de madurez, posteriormente fueron
transportadas, en bolsas polietilenos hasta el
laboratorio de Tecnología II del programa de
Ingeniería Agroindustrial, Universidad Lisandro
Alvarado (UCLA) ubicada en Barquisimeto, estado
Lara, almacenadas en refrigeración a 8 ºC, hasta su
utilización.
La leche de búfala (B. bubalis), fue obtenida
en la Agropecuaria unidas ubicada en el sector la
Miel, del Municipio Simón Planas del Estado Lara,
con menos de seis horas de ordeño. El Cloruro de
Calcio (CaCl2), producido por Riedel-de Haën,
Alemania; el Ácido Ascórbico elaborado por Fischer
Chem Alert Guide, Estados Unidos; azúcar refinada
marca Montalban, producida por el Central EL
Palmar, S.A, San Mateo, estado Aragua. El benzoato
de sodio utilizado fue de origen comercial, grado
alimenticio distribuido por empresa Quimax C.A.
Barquisimeto, estado Lara.
Leche en polvo
descremada de la marca comercial la Campesina,
producida por la Nestle Venezuela, S.A. El Tocuyo,
estado Lara. Cuajo liquido marca bixa, origen
microbiano, concentración 1:12.000, distribuidos por
Corporación cubix, C.A. Santa Teresa del Tuy, estado
Miranda.
Elaboración del almíbar de ciruela de huesito
Se inició con la selección de las ciruelas
maduras, para ello se evaluó pH y º Brix, obteniendo
722
promedios de 3,30 ± 0,35 y 13,30 ± 0,95
respectivamente, de tamaño y forma uniforme, libre
de pudriciones, ausencia de quemaduras de sol,
magulladuras, sin agrietamientos, libre de daños por
insectos, seguido del pesado de 1 kg de ciruelas en
una balanza digital (marca OHAUS, modelo SCOUT
PRO SP 2001) para cada formulación, posteriormente
se procedió al pelado sumergiéndose en agua
hirviendo durante 2 minutos y luego en baño de
maría; este tratamiento permitió separar la piel de la
pulpa permitiendo su fácil remoción manual. Los
frutos luego fueron cortados en forma manual con un
cuchillo por la mitad hasta el hueso, siguiendo la línea
natural de su contorno, sosteniendo firmemente en
una mano y girando la otra hasta separar el exocarpo
y se retiró el hueso. Con el exocarpo se preparó el
almíbar.
Posteriormente, en un recipiente una olla de
acero inoxidable 4 Lt se preparó el almíbar variando
las proporciones (p/v) de azúcar (AZ), para cada
formulación, los cuales fueron (20, 25, 30 y 40% AZ),
en 1 L de agua durante 4 minutos a una temperatura
de ebullición de 100 ºC.
Una vez obtenido el almíbar, se escaldó 1 kg
exocarpos de ciruelas para cada formulación por 2 ó
3 min en el almíbar, posteriormente fueron retiradas
con una cuchara de acero inoxidable, alcanzando
entre 18,72 a 30,73 ºBrix, de acuerdo a cada
formulación, escurridas y almacenadas en frascos de
vidrios de 360 mL, recubiertas con almíbar, en esta
etapa se realizó la prueba de corte o cut out.
asegurándose dejar un espacio de cabeza adecuado.
Se adicionó benzoato de sodio como conservantes.
Una vez envasadas, las ciruelas en almíbar fueron
tapadas y se les aplicó un tratamiento térmico durante
un tiempo de 25 min a una temperatura de 85 ºC,
para generar vacío. Posteriormente fueron guardadas
en lugar seco y oscuro hasta su posterior utilización
como rellenos en los quesos Mozzarella. El proceso
se presenta en el diagrama de flujo de la Figura 1.
Elaboración del queso tipo Mozzarella
El criterio de elaboración del queso estuvo
enmarcado en lo señalado por la norma CODEX
STAN 262-2007, bajo la denominación de
Mozzarella. La elaboración del queso se inició con el
pesado de la leche fresca de búfala (10 Lt por
repetición) proveniente del ordeño de la mañana, la
cual fue analizada con el fin de realizar la
estandarización de sólidos totales (SST) y el
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
porcentaje de grasa en forma instrumental empleando
un analizador de leche marca EKO-MIlK modelo
standard, obteniendo 17,48 % (SST) y 8,96 % de
grasa respectivamente. Luego la leche fue filtrada, por
medio de un lienzo, posteriormente se ajustaron los
sólidos totales de la leche a 14-15 %, por medio de la
adición de 3 % leche en polvo descremada, se mezcló
en una licuadora industrial marca Siemsen, modelo
Lar-15, 3320 rpm y se pasteurizó a 63°C ± 1°C/ 30
min (Alais, 1985), en un recipiente de acero
inoxidable, luego se enfrió hasta obtener la
temperatura de 42°C en baño de maría. Para la
adición del cloruro de calcio en una proporción de 2g/
10 Lt de leche, a una temperatura de 37 a 40ºC
(COVENIN 3822-2003). Posteriormente se acidificó
mediante lactosuero del día anterior, obtenido por
coagulación enzimática con cuajo liquido marca
BIXA, el cual contenía 3,5 de pH, 5,02 %, de sólidos
totales, 0,8% p/v de proteínas, 0,3 % de grasa, fue
adicionado a razón de 200 ml /10 Lt de leche. Una
vez añadido el lactosuero la leche alcanzo un pH de
5,2.
Posteriormente se procedió a la coagulación
de la mezcla, añadiendo cuajo liquido marca BIXA,
cuando la leche alcanzo una temperatura de 35 ºC a
Figura 1. Diagrama de flujo para la elaboración de ciruela de huesito (Spondias purpurea L.) en almíbar y el queso tipo
Mozzarella de leche de búfala (Bubalus bubalis) experimental.
723
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
razón de 10 ml de cuajo/10 Lt de leche, con cuchara
de acero inoxidable se agitó en forma constante por 1
min, la cuajada se dejó en reposo durante 30 a 45 min
a temperatura entre 30 a 35 ºC, se procedió al corte de
la cuajada mediante liras provistas de cuerdas de
acero inoxidable
tensadas, produciendo un
fraccionamiento de la cuajada en porciones de 1,75
cm. Posteriormente se batió la cuajada con una
cuchara de acero inoxidable, se dejo reposar
aproximadamente de 5 a 10 min, mediante un colador
de de acero inoxidable fue desuerado. A continuación
se dejó la pasta en reposo por 5 horas hasta alcanzar
un pH de 5,3 y realizar el 2do corte de la cuajada, en
cubos pequeños de 1,5 cm para iniciar el hilado, en la
cual porciones de la pasta fueron sumergidas en agua
85 a 90 ºC con sal al 2,5 %, durante 2 min, luego fue
estirada o hilada la masa con cucharas de madera,
varias veces hasta obtener una pasta suave, blanda y
elástica.
Se procedió a realizar el amasado en caliente,
formando las bolas de queso con un peso aproximado
de 20g cada una, durante esta etapa se determinó la
composición química del queso, obteniendo 50,21 %
de humedad, 17,12 % de grasa, 22,05 % de proteína
total y 5,43 de pH, luego se colocó en el centro del
queso 10g de trozos de ciruelas en almíbar a
diferentes concentraciones y fueron envueltos con la
misma masa, una vez realizado el relleno fueron
sumergidos en agua a temperatura ambiente por
aproximadamente 1 h, luego refrigerados a 4 ºC en
una solución salmuera al 2,5 % del volumen de agua
por espacio de 4 horas para mantener la jugosidad y
firmeza para la evaluación sensoerial. Se elaboraron 3
kg de queso para cada concentración.
Análisis fisicoquímico del fruto y del almíbar la
ciruela de huesito
Los análisis fisicoquímicos se realizaron a la
fruta fresca y la ciruela de huesito en almíbar,
incluyeron la determinación de sólidos solubles
(COVENIN 924-1983), pH (COVENIN 1315-79),
humedad y cenizas según el procedimiento
establecido por A.O.A.C (1990). Para las
características
fisicoquímicas
los
parámetros
analizados fueron los mismos que se exigen para el
almíbar, en la norma venezolana COVENIN 3031-93.
Para cada repetición se elaboró 1,0 kg de cada una de
las formulaciones de ciruela de huesito en almíbar en
diferentes concentraciones 20%, 25%, 30% y 40%
AZ, los análisis fueron realizadas a la ciruela
escurriendo el almíbar.
Evaluación de la aceptabilidad
Para la evaluación de la aceptabilidad de los
atributos color, olor, sabor, textura, dulzor y
apariencia según Pastor et al. (2008) de los quesos
rellenos con ciruela en almíbar a diferentes
concentraciones, Se elaboraron 3 kg de queso para
cada concentración, la cual se llevó a cabo durante el
segundo día de almacenamiento de los quesos
elaborados.
El panel estuvo conformado por 80
consumidores, no habituales de queso de leche de
búfala, de los cuales 50 eran del sexo femenino y 30
masculinos, estudiantes de Ingeniería Agroindustrial
entre edades de 19 y 22 años a las que se le presento
el queso (4 unidades en forma de bola de 20g, uno por
cada formulación de ciruela en almíbar) en platos
plásticos desechables, y se les pidió registrasen su
respuesta en una planilla con instrucciones claras y
precisas que no inducirán al error (Anzaldúa-Morales,
1994), en la que debían marcar la apreciación del
producto en una escala hedónica de 5 puntos
(Castañeda et al., 2009), 5: me gusta mucho, 4: me
gusta moderadamente, 3: no me gusta ni me disgusta,
2: me disgusta moderadamente, 1: me disgusta
mucho, como se expresa en el Cuadro 1. Las muestras
fueron codificadas con tres dígitos, asignándose tres
códigos a cada una y los órdenes de presentación
fueron los siguientes: ABC, ACB, BAC, BCA, CBA,
CAB. Se aseguró que cada orden de presentación le
correspondió al menos a un panelista, para de esta
forma reducir el error causado al evaluar primero la
misma muestra.
Cuadro 1. Prueba de nivel de agrado de quesos tipo Mozzarella de leche de búfala utilizando una escala hedónica.
Formulaciones (%)
20
25
30
40
Sabor
Textura
Color
Olor
Adaptado de Pastor et al., (2008)
724
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Apariencia
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
Se estableció un horario adecuado para las
pruebas y se aseguró que los evaluadores no hubieran
fumado por lo menos 30 min antes de la prueba, que
no usaran perfume, que no comieran ni probaran nada
que pudiera influir sobre la prueba de evaluación. Las
pruebas se realizaron en un lugar tranquilo, lejos de
ruidos y olores extraños, con buena iluminación
natural y se aseguró que los catadores realizaran
enjuagues con agua después de cada degustación, la
degustación de los quesos fue acompañadas de
galletas de soda premium de la Nabisco (Fortín y
Desplancke, 2001).
Análisis estadístico
Los resultados se expresan de acuerdo a lo
obtenido con la aplicación de una estadística
descriptiva el promedio y el error estándar. Para el
análisis de los resultados fisicoquímicos de la ciruela
de huesito en almíbar, cuyos datos cumplieron con los
supuestos de la normalidad del diseño de
experimetos, se realizó un diseño completamente
aleatorizado, realizando cuatro formulaciones de
ciruela de huesito en almíbar en diferentes
concentraciones (20%, 25%, 30% y 40% AZ), el cual
se aplicó para establecer si existen diferencias
significativas entre las variables, además se realizó la
prueba de Tukey para la diferencia entre medias
(Gutiérrez y Vara, 2003). En el caso de la evaluación
de los datos de aceptación de los atributos color, olor,
sabor, textura, dulzor, y apariencia de los quesos tipo
Mozzarella, se les aplicó la prueba no paramétrica del
análisis de la varianza de Friedman de dos vías, para
determinar la existencia de diferencias significativas
entre las muestras, y la comparación de medias, fue
analizada por la prueba de Wilcoxon, para establecer
los mejores quesos, se realizaron cuatro
formulaciones quesos tipo Mozzarella rellenos con
ciruela de huesito en almíbar en diferentes
concentraciones 20%, 25%, 30% y 40% de AZ. Se
empleo el paquete estadístico SPSS versión 15.0 a
una probabilidad (P<0,05).
RESULTADOS Y DISCUSION
Análisis fisicoquímico de la ciruela de huesito en
almíbar
En el Cuadro 2, se observa la caracterización
de la pulpa fresca como control y las formulaciones
del fruto ciruela de huesito en almíbar, en el cual se
encontró que el pH esta dentro de los parámetros
establecidos en la norma COVENIN 1315-79, y no
existen
diferencias
significativas
entre
las
formulaciones. El valor del pH de la pulpa fresca es
menor a lo reportado por Guerrero et al. (2011)
quienes encontraron valores de 3,2 en frutas fresca en
el municipio Mara, Estado Zulia, igualmente son
menores a los obtenidos en investigaciones del fruto
de esta especie en Brasil (Lemos et al., 2008). Así
como también son menores a los pH reportados por
Ramírez-Hernández, et al. (2008), quienes
encontraron promedios en el fruto que variaron de 2,7
a 3,5, y este era más alto en las variedades cultivadas
(3,3) que en las silvestres (3,0).
Con respecto a los sólidos solubles, se
muestra en el Cuadro 2, diferencias significativas
(P<0,05) entre las formulaciones, Los resultados
encontrados en este estudio están dentro de los
parámetros establecidos en la norma COVENIN 9241983, para la fruta y el almíbar, los porcentajes
encontrados en la fruta fresca son similares a los
reportados por Ramírez-Hernández, et al. (2008), para
frutos de poblaciones cultivadas y silvestres de S.
purpurea de varias regiones de México, quienes
reportaron valores superiores a 12 ºBrix y este
porcentaje varió entre 7,0 a 15,6 ºBrix, y fue más alto
en las variedades cultivadas que en las silvestres. Por
el contrario los valores ºBrix son superiores a los
valores reportados en fruta fresca en el estado Zulia
(Guerrero et al., 2011) y son menores a los valores
encontrados por Giménez et al. (2005), quienes
consiguieron 17,7 ºBrix. Por otra parte, MaldonadoSalazar et al. (2005) encontraron valores menores
Cuadro 2. Caracterización de la pulpa fresca y las formulaciones del fruto ciruela de huesito (Spondias purpurea) en almíbar.
Variables
pH
Sólidos solubles (º Brix)
Cenizas (%)
Humedad (%)
Pulpa fresca
2,55
15,60
0,34
81,21
20
3,20 ± 0,19a
18,72 ± 0,25a
0,52 ± 0,04a
72,30 ± 0,15d
Azúcar (%)
25
30
3,30 ± 0,26a
3,30 ± 0,15a
22,60 ± 0,14b 25,41 ± 0,12c
0,63 ± 0,20b
0,67 ± 0,07c
c
70,40 ± 0,21
68,23 ± 0,04b
40
3,40 ± 0,21a
30,73 ± 0,32d
0,74 ± 0,14d
65,61 ± 0,03a
Promedios con letras distintas dentro de una misma fila son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de Tukey (P<
0,05)
725
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
entre 8,7 y 13,5 ºBrix, además reportaron buenas
posibilidades para la transformación del fruto del
ciruelo en almíbar y jaleas.
Con respecto a los resultados encontrados en
los análisis fisicoquímicos del almíbar de la ciruela de
huesito (Cuadro 2), resultaron inferiores a los
observados en los estándares de la norma CODEX
STAN 296-2009, para las confituras, jaleas y
mermeladas, con trozos de frutas.
En el Cuadro 2, se muestran los resultados el
contenido de humedad y cenizas, los cuales están
dentro de los parámetros establecidos por A.O.A.C
(1990), se revelan diferencias significativas (P<0,05)
entre las formulaciones, observándose un aumento del
porcentaje cenizas (1,8 y 3,3%) en los frutos en
almíbar a medida que se incrementa contenido de
azúcar (Maldonado-Salazar et al., 2005). Por otro
lado la humedad es inversamente proporcional a los
valores de las formulaciones, es decir, a medida que
aumenta la concentración de azúcar disminuye la
humedad del fruto. Con respecto a los porcentajes de
humedad encontrados en este estudio son similares a
los reportados por Maldonado-Salazar et al., (2005)
quienes hallaron valores entre 83,13 y 87,17 % en la
pulpa de frutas durante el proceso de maduración.
Al evaluar las concentraciones de sacarosa, se
observó que una alta concentración de 40 °Brix, que
posiblemente provoco la contracción del fruto, a
causa de la deshidratación que sufre el fruto se siente
seco, lo que le resta palatabilidad, además de afectar
su aspecto; asimismo, el dulzor que el fruto alcanza
tras el equilibrio es fuerte, a tal punto que tiende a
enmascarar el sabor característico del fruto, resultados
similares reportó Gómez et al. (2005).
Evaluación sensorial del queso tipo Mozzarella de
leche búfala con ciruela en almíbar
En el Cuadro 3, se presentan los resultados
de los valores de rangos promedios de la aceptación
del queso tipo Mozzarella rellenos con ciruelas en
almíbar en diferentes concentraciones, en la cual se
observa que existen diferencias significativas
(P<0,05) en la comparación de los valores de los
atributos de color, sabor, olor, textura, dulzor,
apariencia entre los quesos tipo Mozzarella, sin
embargo los resultados muestran en cuanto al atributo
sabor en las formulaciones de los quesos con 20, 25 y
40 % que no existe diferencias, pero si mostraron
diferencias con la de 30 %, de ciruela en almíbar,
situación mas evidente con respecto a los atributos de
sabor, textura y apariencia, evidenciándose que el
queso tipo Mozzarella relleno con 30% de ciruela de
huesito en almíbar es el más aceptado por los
consumidores por cuanto tiene los valores promedios
de rangos más elevados, pero similar en olor a la
formulación con 25% AZ y dulzor con el del 40%
AZ.
Resultados similares a este estudio reporto
Hernández y Díaz (2002) quienes encontraron una
mayor aceptación de un queso tipo Mozzarella de
leche búfala en cuanto a la textura, color, sabor, olor,
y apariencia general del producto, por ser natural y
agradable cuando lo compraron con un queso tipo
Mozzarella de leche de bovino. En este sentido,
Sameen et al. (2008) reveló mejor apariencia y
textura en los quesos tipo Mozzarella, cuando se
realizaban con mezclas de leche búfala y bovino. En
este mismo orden de ideas Castillo (2001), considero
el sabor y color de la leche búfala es más agradable
que las otras leches en la elaboración de queso tipo
Mozzarella. Por otra parte, en estudios similares al
evaluar los quesos sensorialmente López (2004)
encontró mayor aceptación al elaborar quesos de
pasta hilada, cuando tienen una mejor textura porque
no se adhieren a los dientes. Así mismo Bayarri et al.
(2012) encontró al evaluar ocho tipos de quesos tipo
Mozzarella con altos contenidos de grasa (19 y 23 %),
obtuvieron las puntaciones más altas en los rangos de
los atributos sensoriales de olor, sabor y textura.
Cuadro 3. Valores de rangos promedios del queso tipo Mozzarella de leche de búfala rellenos con ciruela de huesito
(Spondias purpurea ) en almíbar
Formulaciones (%)
20
25
30
40
Color
1,41a
2,46b
3,51c
2,62b
Sabor
2,28a
2,19a
3,46b
2,07a
Olor
1,23a
2,34b
3,60d
2,83c
Textura
1,23ª
2,56b
3,48c
2,72b
Dulzor
1,52a
2,54c
3,67d
2,27b
Apariencia Aceptabilidad
1,56a
1,62 a
b
2,51
2,52 b
c
3,69
3,58 c
2,25b
2,27 b
Promedios con letras distintas dentro de una misma columna son estadísticamente diferentes de acuerdo a la prueba de
Tukey (P< 0,05)
726
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
CONCLUSIÓN
El queso tipo Mozzarella rellenos con 30% de
ciruela de huesito en almíbar es el mas aceptado por
los consumidores por presentar los promedios de
rangos mas elevados, es el mejor en los atributos del
sabor, color, textura y apariencia. Así, se puede
ofertar un derivado de la leche búfala con mayor
valor agregado a estos rubros tan abundante en el
estado Lara.
AGRADECIMIENTO
A la Coordinación de Investigación y
Extensión del Decanato de Agronomía de la
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, por
el financiamiento otorgado bajo los código 012-VE2008 y EU-AG-019-2009
LITERATURA CITADA
Alais, C. 1985. Ciencia de la leche. Principios de
técnica lechera. Editorial Reverté. S.A. Barcelona,
España. p. 763-764.
Anzaldúa Morales, A. 1994. La evaluación sensorial
de los alimentos en la teoría y en la práctica.
Editorial Acribia, S.A. Zaragoza. España. 220 p.
Alvarado Carrasco, C. E.; M. Coronado, F. Prósperi y
M. Guerra. 2011. Desarrollo de yogurt com
capacidad antioxidante elaborado com leche de
cabra (Capra hircus) y tomate de árbol
(Cyphomandra
betacea
Sendtn.)
Revista
Venezolana de Ciencia y Tecnologia de Alimentos 2
(2): 293-312.
AOAC. 1990. Association of Official Analytical
Chemist. Official methods of Analysis. Fifteenth
edition. Washington D.C. United States of America,
1298 p.
Araujo, F.; P. Corzo, L. Lugo y M. Quintero. 2000.
Situación actual y perspectivas de la producción
frutícola en la zona norte del estado Zulia. In:
Resúmenes VII Congreso Nacional de Frutales.
Universidad Nacional Experimental del Táchira
(UNET). San Cristóbal, Venezuela. 163 p.
Bayarri, S.; M. Martí, I. Carbonell y E. Costell. 2012.
Identifying drivers of liking for commercial
spreadable cheeses with different fat content.
Journal of Sensory Studies 27: 1-11.
Blanco, S. C.; E. Pacheco Delahaye y N. N. Frágenas.
2006. Evaluación física y nutricional de un yogurt
con frutas tropicales bajo en calorías. Rev. Fac.
Agron. 32: 131-144.
Castañeda, B.; R. Manrique, F. Gamarra, A. Muñoz y
F. Ramos 2009. Formulación y elaboración
preliminar de um yogurt mediante sustitución
parcial com harina de tarwi (Lupinus mutabilis
Sweet). Medicina Naturista 3 (1): 2-9.
Castillo, J. 2001. Elaboración de queso tipo
Mozzarella con diferentes porcentajes de grasa en
leche de vaca. Trabajo de grado para optar el título
de Ingeniero Agrónomo. Guácimo, Costa rica. 47 p.
Castro, J. 2007. Agrocadena de jocote (Spondias
purpurea). Ministerio de Agricultura y Ganadería.
Dirección Central Sur. Agencia de Servicios
Agropecuarios de Aserrí. Costa Rica. [Documento
en
línea].
Disponible
en:
http://www.mag.go.cr/bibliotecavirtual/a00067.pdf.
[Consulta: 2012, Enero 12].
Centro Experimental de Recursos Autóctonos
(CEDRA). 2001. Definición del proceso, protocolo
de producción, entrenamiento y detalles técnicos del
SPS queso telita [Documento en línea]. Disponible
en:
URL:
http:
//www.Cedraweb.net/telita/index.htm.
[Consulta:
2011, Diciembre 3].
CODEX STAN 221-2001. Norma del codex para el
queso No madurado, incluido el queso fresco.
CODEX STAN 262-2007. Norma del codex para la
Mozzarella.
CODEX STAN 283- 1978. Norma general del codex
para el queso.
CODEX STAN 296-2009. Norma del codex para las
confituras, jaleas y mermeladas, con trozos de
frutas.
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 1315-1979. Determinación de pH.
Ministerio de Fomento. Fondonorma. Caracas.
Venezuela.
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 3031-93. Frutas en almíbar y al
natural. Ministerio de Fomento. Fondonorma.
Caracas. Venezuela. 10 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
727
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 3822-2003. Norma quesos pasta
hilada. Fondonorma. Caracas. Venezuela.
López, O. M. 2004. Mejoramiento de vida de anaquel
de queso tradicional ranchero y queso de pasta
hilada (Oaxaca). Tesis de Maestría en Ciencia y
Tecnología de los Alimentos. Universidad
Iberoamericana. México. 102 p.
Comisión Venezolana de Normas Industriales
(COVENIN). 924-1983. Frutas y productos
derivados. Determinación de sólidos solubles por
refractómetria (1ra Revisión). Ministerio de
Fomento, Fondonorma. Caracas. Venezuela.
Macía, J. M. y A. S. Barfod. 2000. Economic botany
of Spondias purpurea (Anacardiaceae) in Ecuador.
Econom. Bot. 54: 449-458.
Food and Agriculture Organization (FAO). 2010.
FAOSTAT. Agriculture Datebase. [Documento en
línea]. Disponible en: http://apps.fao.org/page/
collections? Subsety=agriculture. [Consulta: 2011,
Noviembre 23].
Maldonado Salazar, E.; Q. K. I. Quiñones, H. D.
Vásquez y J. C. Miranda. 2005. Estudio
fisicoquímico, bromatológico, fitoquímico y
potencial de transformación artesanal de la ciruela
del Pacífico. Acta Agronómica 54 (1): 25-28.
Fortín, J. y C. Desplancke. 2001. Guía de selección y
entrenamiento de un panel de catadores. Editorial
Acribia. S.A. Zaragoza. España. 124 p.
Ministerio del Poder Popular para Ciencia,
Tecnología e Innovación (MCTI). 2011. Anzoátegui
Feria bicentenaria socialista de ciruela de huesito
incorpora actividades de divulgación de las redes
socialistas
de
innovación
productiva.
http://www.fundaciteanz.gob.ve/detalle_noticia.php
?11f6ad8ec52a2984abaafd7c3b5165037852072=
mjay. [Consulta: 2012, Enero 24].
Giménez, A.; L. Vignoni, O. Tapia, V. Guinle, M.
Mirábile, N. Ventrera y P. Winter. 2005. Poscosecha
de ciruela variedad angeleno. conservación
frigorífica tradicional y en atmósfera modificada.
Rev. Fca UNCuyo 37 (1): 75-80.
Gómez, C.; S. Godo y D. Díaz. 2005. Estandarización
de conservas de chontaduro como alternativa para el
fortalecimiento integral de la mini cadena de la
palma de chontaduro (Bactris gasipaes) en el
Departamento del Cauca. Facultad de Ciencias
Agropecuarias. 80: 3 .1.
Guerrero, R.; M. Manzanilla, C. Hernández, J. Chacín
y C. Clamens. 2011. Caracterización fisicoquímica
de frutos de ciruelo de huesito (Spondias purpurea
L.) en el municipio Mara. Rev. Fac. Agron. (LUZ).
28 (1): 670-676.
Gutiérrez, H. P. y R. S. Vara. 2003. Análisis y diseño
de experimentos. McGraw-Hill/ Interamericana
Editores S.A. Guanajuato, México. 177 p.
Hernández, P. P. y S. E. Díaz. 2002. Elaboración de
queso tipo Mozzarella a partir de leche de ganado
bufalino (Bubalus bubalis). Revista Amazónica de
Investigación Alimentaria 2 (2): 19-30.
Lemos, P.; R. Ritzinger, W. Soares e C. Da Silva.
2008. Características morfológicas, físicas e
químicas de frutos de populações de umbu-cajazeira
no Estado da Bahia. Rev. Bras. Frutic. 30 (1): 140147.
728
Miller, A. y B. Schaal. 2005. Domestication of a
Mesoamerican cultivated fruit tree, Spondias
purpurea. P.N.A.S. 102: 12801-12806.
Navarro, J. M.; R. M. Novoa y C. E. Casanovas.
2011. Evaluación de parámetros de calidad de la
leche bufalina al final de la lactancia en la Provincia
de Cienfuegos. REDVET. Revista Electrónica de
Veterinaria 12 (6): 1-10.
Patiño, E. M. 2007. El búfalo, una opción de la
ganadería. REDVET. Revista Electrónica de
Veterinaria 8 (8): 1-23.
Patiño, E. M. 2011. Producción y calidad de la leche
bufalina. Tecnología en Marcha 24 (5): 25-35.
Pastor, L. F. J.; B. M. Mellado, A. A. Ramírez y R. E.
Dolores. 2008. Evaluación sensorial de queso de
leche de cabra tipo Boursin sabor natural y ceniza.
REDVET. Revista Electrónica de Veterinaria 9 (8):
1-8.
Pire, M. C.; E. Garrido, H. González y H. Pérez.
2010. Estudio comparativo del aporte de fibra
alimentaria en cuatro tipos de frutas de consumo
común en Venezuela. Interciencia 35 (12): 939-944.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
Acevedo Pons y García. Elaboración y evaluación de ciruela en almíbar como rellenos en queso tipo Mozzarella de búfala
Ramírez Hernández, B.; B. E. Pimienta, J. Castellano,
U. A. Muñoz, H. G. Palomino y B. E. Pimienta.
2008. Sistemas de producción de Spondias purpurea
(Anacardiaceae) en el centro-occidente de México.
Rev. Biol. Trop. 56 (2): 675-687.
Vargas Simón, G.; R. Hernadez Cupil y E. Moguel
Ordoñez. 2011. Caracterización morfológica de la
ciruela (Spondias purpurea L.) en tres municipios
del estado Tabasco, México. BIOAGRO 23 (2):
141-149.
Ruens Morales, M.; J. Casas, O. Jimenez y J.
Caballero. 2010. Etnobotánica de Spondias
purpurea (Anacordiaceae) en la península de
Yucatan. Intercencia 35 (4): 247-249.
Veiseyre, R. 1990. Lactología técnica I. Acribia.
Zaragoza. España. 646. p.
Sameen, A.; F. A. Muhammad, N. Huma y H. Nawaz.
2008. Quality evaluation of Mozzarella cheese from
different milk sources. Pakistan Journal of Nutrition.
7 (6): 753-756.
Vanegas, M. 2005. Guía técnica del cultivo del
jocote. MAG/IICA, Santa Tecla, El. Salvador. 26 p.
Villegas de Gante, A. 2000. Dos famosos quesos de
pasta hilada (filata): el oaxaca y el Mozzarella.
[Documento
en
línea]. Disponible
en:
http://www.alfa-editores.com/carnilac/OctubreNoviebre%2004/TECNOLOGIA%203%20OAXAC
A-MOZZARELLA%20corregido.pdf
Zicarelli, L. 2004 .Buffalo milk: Its properties, dairy
yield and Mozzarella production. Vet. Res. Comm.
28: 127-135.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 720-729. 2012
729
Evaluación del contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de Cajanus
cajan, Vigna unguiculata y Vigna radiata para su uso en la alimentación humana
Evaluation of protein content, mineral content and aminoacid profile of Cajanus cajan, Vigna unguiculata and
Vigna radiata flours as alternative in human feeding
Euler MIQUILENA 1 y Atilio HIGUERA MOROS 2
1
Departamento de Química y 2Departamento de Agronomía, Facultad de Agronomía, La Universidad del Zulia.
Avenida 16 (Guajira). Ciudad Universitaria “Dr. Antonio Borjas Romero”. Núcleo Agropecuario. Maracaibo
4005, estado Zulia, Venezuela. E-mails: [email protected] y [email protected]
Autor para correspondencia
Recibido: 31/03/2012
Fin de arbitraje: 31/05/2012
Revisión recibida: 06/08/2012
Aceptado: 12/08/2012
RESUMEN
En Venezuela se cultivan leguminosas tropicales que pudiesen contribuir a la disminución de la importación de harina de soya
utilizada por la industria de los alimentos, las cuales se requieren evaluar desde el punto de vista nutricional. Para ello se
determinó el contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de grano de plantas de Cajanus cajan (L.)
Millsp. (quinchoncho), Vigna radiata (L.) Wilczek (frijol chino) y dos variedades de Vigna unguiculata (L.) Walp. (grano de
color negro y blanco), sembradas en la planicie de Maracaibo (10° 34´ LN; 71° 44´ LO). Los valores de proteína cruda fueron
17,52%, para la harina de quinchoncho; 21,21% para la harina de frijol negro; 22,50% para la harina de frijol blanco y 24,25%,
para la harina de frijol chino. Las harinas evaluadas mostraron altos niveles de proteína. Un alto contenido de potasio fue
observado en las distintas harinas analizadas, presentando el quinchoncho el valor más alto (1704,3 mg/100 g de harina) con
respecto a los obtenidos para frijol negro, frijol blanco y frijol chino (1363,6; 1399,4 y 1353,9 mg/100 g harina,
respectivamente). El rango de los valores de calcio osciló entre 24,7 y 60,6 mg/100 g harina, los cuales se consideran más
bajos que los reportados por otros investigadores. La suma de los aminoácidos esenciales totales en las leguminosas evaluadas
varió entre 41,02 y 46,92 g/100 g de proteína, cuyos promedios son similares a los reportados en soya. Por lo tanto, estas
harinas podrían utilizarse en la elaboración de alimentos destinados al consumo humano.
Palabras clave: Vigna unguiculata, Vigna radiata, Cajanus cajan, proteínas, aminoácidos, minerales
ABSTRACT
Tropical legumes in Venezuela could contribute to the reduction of imports of soybean flour if could be used as nutritional
resource on feeding industry. Protein and minerals content, and also aminoacids profile were determined on legumes grain
flour such as Cajanus cajan (L.) Millsp. (pigeon pea), Vigna radiata (L.) Wilczek (mung bean) and two Vigna unguiculata
(L.) Walp. varieties (black and white seed), in Maracaibo plane, an arid zone located at 10° 34´ N; 71° 44´ W. Samples of all
legumes were taken. Raw protein values were high, 17.52 % (pigeon pea), 21.21% (black seed cowpea ), 22.50% (white seed
cowpea) and 24.25% (mung bean). High levels of potassium were observed in all the legumes flour tested: 1704 (pigeon pea),
1364 (black seed cowpea), 1399 (white seed cowpea) and 1356 mg x100 g flour -1 (mung bean). Calcium values were lower
than reported in references in all the legumes tested. Aminoacids profile showed that protein of all legumes tested has
adecuated levels of essential aminoacids. Pigeon pea, black and white seed cowpea, and mung bean flour could be used on
human feeding as a component of different products.
Key words: Vigna unguiculata, Vigna radiata, Cajanus cajan, protein, aminoacids, minerals
INTRODUCCIÓN
La desnutrición proteico calórica es el
principal síndrome nutricional que afecta a más de 170
millones de niños en edad preescolar y madres
lactantes en los países subdesarrollados (Iqbal et al.,
2006). En Venezuela, el bajo poder adquisitivo de la
gran mayoría de la población es debido a la falta de
empleo y bajos salarios (Colina et al., 2005), lo que
ocasiona una situación de desnutrición que afecta a una
730
proporción considerable de sus habitantes (FAO,
2000; Granito y Ascanio, 2009) motivado al bajo
consumo de alimentos de calidad proteica de origen
animal debido a su alto costo (FONAIAP, 1988, 1989;
Colina et al., 2005).
La utilización de proteína vegetal está
ganando importancia debido a la necesidad mundial de
búsqueda de fuentes de proteína de alta calidad y de
bajo costo, especialmente en países en vías de
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
desarrollo (Wang et al., 1997; Abbey e Ibeh, 1988;
Iqbal et al., 2006; Ghavidel y Prakash, 2006). El alto
costo y limitada disponibilidad de la proteína animal
ha dirigido la atención hacia varias leguminosas de
grano como fuentes potenciales de proteína vegetal
para su uso en la industria de alimentos (Sathe y
Salunke, 1981). Las leguminosas además de proveer
una importante fuente de carbohidratos complejos
como el almidón (50 a 65%) y de fibra dietética
(10-20%), tienen bajo contenido de lípidos (0,8 a 2%)
y una cantidad y calidad de proteína que complementa
la de los cereales. De igual manera, aportan vitaminas
hidrosolubles, especialmente tiamina, riboflavina,
niacina y folacina, minerales como potasio, fósforo,
magnesio, zinc y en especial, hierro y calcio (Granito
et al., 2010). Ahora bien, la soya (Glycine max) es
utilizada en muchos países para la alimentación
humana como una
alternativa para sustituir las
proteínas de origen animal por una de origen vegetal.
Así mismo es usada en la elaboración de alimentos
balanceados para animales (Carmona y Jaffe, 1998),
siendo necesaria su importación en Venezuela por ser
un cultivo de clima templado.
Leguminosas como el frijol (Vigna
unguiculata) y quinchoncho (Cajanus cajan) han sido
cultivadas en forma extensiva en muchos países
alrededor del mundo debido a su alto contenido de
proteína. El frijol es la leguminosa más importante
como fuente de proteína en África del Este y Oeste,
proveyendo de proteína dietética y lisina a la población
en regiones donde la ingesta proteica es crónica
(Sosulski et al., 1987). El quinchoncho (Cajanus cajan
L. Millsp.) es una leguminosa de alto valor nutritivo y
de fácil producción en muchas zonas marginales para
otros cultivos (Torres y Guerra 2003; Higuera, 2006;
Higuera et al., 2012). Como especie arbustiva es
considerada una buena fuente de proteínas que aporta
además energía. Los análisis del grano seco de
quinchoncho señalan un 15,2% de humedad; 22,3% de
proteína; 1,7% de grasa; 3,6% de cenizas siendo los
minerales más importantes Ca, Fe y P. También posee
un 57,2% de carbohidratos; caroteno evaluado como
vitamina A de 220UI y vitamina B1 de 0,72 mg por
100 g (Salunkhe et al 1986; INN 1999; Drago et al
2007; Martínez y Zulet, 2000), por lo que estas harinas
pueden ser utilizadas en la formulación de productos
para aumentar su valor nutricional (Drago et al., 2005).
Las harinas de quinchoncho (Cajanus cajan),
frijol (Vigna unguiculata) y frijol chino (Vigna
radiata) deben ser evaluadas como posible soluciones
para disminuir la importación de soya y ahorrar divisas
y para reducir el constante incremento de los costos de
producción de los alimentos balanceados para
animales. Además debe evaluarse su potencial como
ingrediente en la preparación de mezclas de proteínas
vegetales con miras a mejorar el valor nutritivo de las
mismas.
El desarrollo de la presente investigación
permitió evaluar el contenido de proteína, minerales y
calidad proteica de harinas de grano de quinchoncho,
frijol chino y frijol para recomendar su uso como
complementos alimenticios de alto nivel proteico y
rico en aminoácidos. Para esto se realizó la
determinación de los niveles de proteína cruda,
minerales y perfil de aminoácidos en harinas obtenidas
a partir de las leguminosas seleccionadas y su
comparación con valores reportados para harina de
soya en la literatura.
MATERIALES Y MÉTODOS
Ubicación del experimento
Se sembraron parcelas de frijol, frijol chino y
quinchoncho en la Granja Experimental "Ana María
Campos" de la Facultad de Agronomía de la
Universidad del Zulia, localizada en la zona árida de la
planicie de Maracaibo (10° 34´ LN; 71° 44´ LO). Esta
zona posee una vegetación de bosque muy seco
tropical, precipitación promedio anual de 470 mm,
temperatura promedio de 28° C y suelo de textura
franco arenosa, con horizonte argílico superficial a 30
cm, clasificado como un Typic Haplargid.
Obtención de la materia prima
Para obtener la harina de las leguminosas
evaluadas fue preciso utilizar una superficie total de
1200 m2, dividida en cuatro parcelas, de las cuales dos
de ellas se emplearon en la siembra de frijol de las
variedades San Joaquín de grano de color negro y
Criollo de Mara, de grano de color blanco. Las otras
dos parcelas se sembraron una con frijol chino
(variedad Mara I) y la
parcela restante con
quinchoncho, variedad TAC-401. Las parcelas
utilizadas para la siembra del frijol y frijol chino se
subdividieron en 7 repeticiones de 30 m2 cada una,
dejando 2 metros de separación entre repeticiones. La
parcela utilizada para la siembra del quinchoncho se
subdividió en 7 repeticiones de 60 m2 con separación
de 2 metros entre repetición. Cada repetición estuvo
conformada por 6 hileras de 12 m de longitud cada
una. La densidad de siembra en el caso del frijol y
frijol chino fue de 0,5 m entre hilera y 0,1 m entre
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
731
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
planta, ocupando un área cada una de 30 m2 con 792
plantas por parcela.
En el caso del quinchoncho, la distancia entre
hilera fue de 1m y la distancia entre planta de 0,5 m,
ocupando un área cada una de 60 m2 con 648 plantas
por parcela. La cosecha para frijol blanco, frijol negro
y frijol chino fue realizada 60 días después de la
siembra y la de quinchoncho, 120 días después de la
siembra.
Elaboración de las harinas
Para la elaboración de las harinas de grano de
frijol blanco, frijol negro
y
quinchoncho se
elaboraron tres submuestras por repetición para luego
unirlas. Cada submuestra estuvo compuesta de 6
plantas escogidas al azar de los hilos centrales. Para el
frijol chino se recolectaron 10 plantas por cada
submuestra, ya que esta especie posee un grano de
tamaño muy pequeño, con respecto a las otras especies
evaluadas. El número total de muestras por tratamiento
fue de 21 (84 muestras a evaluar). El número de
plantas a cosechar por submuestra se determinó en
base al número de granos necesarios para que una vez
molidos los mismos se pudiesen obtener de 20-30 g de
harina.
Las vainas una vez recolectadas se colocaron
en bolsas de papel que posteriormente fueron llevadas
al Laboratorio de Nutrición Animal de la Facultad de
Agronomía de la Universidad del Zulia para su
desgranado y posterior limpieza de los granos, los
cuales se secaron en estufa a 60 ºC durante 72 horas
hasta alcanzar una humedad de 12% aproximadamente
y luego se molieron en un molino de martillo de acero
inoxidable (Díaz et al., 2000). De allí se pasaron por un
tamiz de 1 mm para uniformizar las muestras y así
convertirlas en harina fina. Posteriormente las
muestras de harinas se colocaron en bolsas plásticas
debidamente etiquetadas para su posterior análisis.
Análisis químicos
Los siguientes análisis químicos se llevaron a
cabo sobre las muestras estudiadas:
Proteína cruda: Las determinaciones de
proteína cruda se realizaron siguiendo el método
976.05 de la Association of Official Analitycal
Chemist (AOAC).
Análisis
732
de
minerales:
Los
minerales
presentes en las harinas estudiadas fueron
determinados usando un espectrofotómetro de
absorción atómica Perkin-Elmer Modelo 3030B, de
acuerdo a la metodología 953.01 descrita por AOAC.
El fósforo fue determinado colorimétricamente usando
un Spectronic 20 según metodología de la AOAC
966.01.
Análisis de aminoácidos: Las preparaciones
del estándar (SIGMA STD-AA-18) y muestras se
basó en el método PICO-TAG modificada
(Bidlingmeyer et al., 1984). El procedimiento
experimental detallado para el análisis de aminoácidos
es descrito por Bidlingmeyer et al., (1984).
Análisis estadístico
Se evaluaron un total de cuatro tratamientos
(genotipos), correspondientes a una variedad de
quinchoncho (TAC-401), una de frijol chino (Mara I) y
dos variedades de frijol (Criollo de Mara y Mara I)
quedando constituidos de la siguiente manera:
1. Quinchoncho var. TAC-401 (grano de
color crema)
2. Frijol variedad San Joaquín (grano de
color negro)
3. Frijol blanco variedad Criollo de Mara
(grano de color blanco)
4. Frijo chino variedad Mara I.
Todos los materiales seleccionados como
tratamientos provinieron de la colección de
germoplasma de leguminosas de la Facultad de
Agronomía de la Universidad del Zulia (Higuera,
2005).
El diseño estadístico seleccionado para
procesar los datos obtenidos fue el de bloques al azar
con siete repeticiones.
Las variables medidas fueron:
a) Contenido de proteína cruda (PC),
b) Contenido de minerales: Fósforo (P),
Potasio (K), Magnesio (Mg), Zinc (Zn), Sodio (Na) y
Calcio (Ca),
c) Perfil de aminoácidos: Ácido aspártico
(Asp), Acido glutámico (Glu), Serina (Ser),
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
Glicina(Gly),
Histidina
(His),
Arginina
(Arg),Treonina (Thr), Alanina (Ala), Prolina (Prol),
Tirosina (Tyr), Valina (Val), Metionina (Met),
Isoleucina (Ile), Cisteina (Cys), Leucina (Leu),
Fenilalanina (Phe) y Lisina (Lys)
Los análisis estadísticos de los resultados
incluyendo estadísticas descriptivas y pruebas de
medias, las cuales se procesaron usando el paquete
estadístico SAS (1985). La comparación de medias se
realizó mediante la prueba de Tukey (p≤0,05). Los
parámetros del análisis de varianza utilizado en la
harina de granos obtenida de las cuatro leguminosas
estudiadas se presentan en el Cuadro 1.
Para las variables respuesta se utilizó el
siguiente modelo lineal aditivo:
Yij = μ + τi + βj + εij
Donde:
Yij = variable respuesta
μ = media general
τi = efecto asociado al i - ésimo tratamiento i =
1, 2, 3, 4
βj = efecto asociado al j - ésimo bloque j = 1,
2, 3, 4, 5, 6
εij = error experimental aleatorio con media
cero y varianza s2
Cuadro 1. Parámetros del análisis de varianza utilizado en el
estudio de los datos obtenidos.
Fuente de Variación
Repeticiones
Tratamientos (genotipos)
Error Experimental
Total
Grados de Libertad
7-1 = 6
4-1 = 3
(7-1) (4-1) = 18
(7x4) - 1= 27
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Proteína cruda
En el Cuadro 2 se presentan los efectos
significativos de los genotipos de leguminosas para la
variable proteína cruda. El valor promedio para esta
variable en la harina de frijol chino fue
significativamente superior (p≤0,05) (24,25%) al resto
de las leguminosas estudiadas. Los valores de proteína
cruda en el frijol blanco y en el frijol negro fueron
22,50% y 21,21% respectivamente, con medias
estadísticamente similares entre sí. La harina de
quinchoncho registró el menor valor de proteína cruda
(17,52%), con diferencias significativas respecto a las
leguminosas del genero Vigna (p≤0,05).
El contenido de proteína cruda en las harinas
de las variedades de Vigna unguiculata estudiadas son
comparables a otras variedades de frijol cuyos
contenidos de proteína cruda están en rango de 21 a
27%
(Fashakin y Fasania, 1988;
Mohan y
Janardhanan, 1993; Sosulski et al., 1987). Dichos
valores también se encuentran dentro de los rangos
señalados para otras especies del genero Vigna tales
como V. umbelata con 17,2 a 18,1% PC (Kaur y
Kapoor, 1992), V. campensis con 22,4% PC (Mohan y
Janardhanan, 1993), V. mungo con 23,8 a 25,0%
(Mahajan et al., 1988; Khalil y Khan, 1995), V.
angularis con 27% (Tjahjadi et al., 1988) y V. mínima
con 18,5 a 25,7% (Gopinathan et al., 1987).
Los valores de proteína cruda de las harinas de
las variedades de frijol blanco y frijol negro fueron
similares a los obtenidos por Thangadurai (2005) en V.
unguiculata y por Lacassagne et al. (1988), en Vicia
faba aunque inferiores a los obtenidos por Mortuza y
Tzen (2011) para esta especie. Onyeka (2007), señaló
para 5 variedades de V. unguiculata rangos de PC de
15,3 a 22,9 %. El valor de proteína cruda de la harina
de quinchoncho fue similar a los niveles de proteína
obtenidos por León et al., (1993); sin embargo, en la
Cuadro 2. Contenido de proteína cruda (PC) (%) en harinas de grano de quinchoncho (Cajanus cajan (L.) Millsp.) var.
TAC.401, frijol chino (Vigna radiata (L.) Wilczek) var. Mara I y frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp.) var. San
Joaquín y Criollo de Mara.
PC (%)
Frijol negro
Frijol blanco
Frijol chino
(Medias ± ds, n =21)
21,21b ± 0,96
22,50b ± 1,42
24,25a ± 1,03
Medias con letras distintas indican diferencias significativas (p<0,05). ds = desviación estándar.
Nota: Los resultados están expresados en base seca
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Quinchoncho
17,52c ± 1,27
733
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
India (ICRISAT, 1986) han sido estudiadas variedades
con contenido de proteína de hasta 27%. Onimawo y
Akpojovwo (2006) encontraron valores de 21,32% de
proteica cruda para quinchoncho. En relación al
contenido de PC en frijol chino el mismo se encuentra
dentro de los valores señalados para esta leguminosa
por Anwar et al., (2007).
A pesar de que el quinchoncho presentó el
menor contenido de proteína (Cuadro 2), su perfil de
aminoácidos indica que es de calidad comparable al de
las otras leguminosas estudiadas, ya que posee un
contenido de aminoácidos esenciales totales de
41,02% (Cuadro 4), no presentando diferencias
significativas con el resto de las harinas de las
leguminosas estudiadas.
Perfil de aminoácidos
Para todas las harinas de grano de leguminosas
se
determinaron los mismos
aminoácidos,
detectándose 16: Acido aspártico (Asp), Ácido
glutámico (Glu), Alanina (Ala), Arginina (Arg),
Fenilalanina (Phe), Glicina (Gli), Histidina (His),
Isoleucina (Ile), ), Leucina (Leu), Lisina (Lys),
Metionina (Met), Prolina (Pro), Serina (Ser), Tirosina
(Tyr), Treonina (Thr), y Valina (Val). De los 17
aminoácidos evaluados, no se detectó cisteína en las
muestras analizadas posiblemente debido a su bajo
contenido (trazas).
El análisis de varianza reveló que la mayoría
de los aminoácidos no presentaron diferencias
significativas (p>0,05) excepto la treonina (Cuadro 3).
El contenido de Thr de frijol chino fue similar al
quinchoncho y diferente a las otras harinas, El
contenido de Thr fue significativamente inferior en
frijol chino y el mayor se encontró en frijol negro.
El perfil de aminoácidos de algunas de las
leguminosas evaluadas ha sido estudiado por otros
investigadores como Salunke et al., (1986) y Singh et
al., (1993) para el quinchoncho, y Enne-Obong y
Carnovale (1992) para el quinchoncho y el frijol. La
mayoría de los valores señalados en esta investigación
son comparables a los trabajos anteriormente citados.
No obstante, los resultados aquí presentados son
mayores que los obtenidos por Olaofe et al., (1993)
para otras variedades de V. unguiculata, por Oshodi y
Ekperigin (1989) y Singh et al., (1993) para el
quinchoncho y por Rodríguez y Mendoza (1991) para
otra especie representativa del genero Vigna como lo
es V. umbellata.
Mientras que los niveles de ácido glutámico y
aspártico fueron los mayores en las harinas de las
leguminosas estudiadas, los contenidos de lisina,
leucina y arginina (requeridos por el ganado vacuno)
también fueron altos. Además, los valores de treonina,
Cuadro 3. Perfil de aminoácidos (g/100 g de proteína) en harinas de grano de quinchoncho (Cajanus cajan (L.) Millsp.) var.
TAC.401, frijol chino (Vigna radiata (L.) Wilczek) var. Mara I y frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp.) var. San
Joaquín y Criollo de Mara. (Medias ± ds, n=21).
Aminoácido
Ácido aspártico
Acido glutámico
Serina
Glicina
Histidina
Arginina
Treonina
Alanina
Fenilalanina
Tirosina
Valina
Metionina
Isoleucina
Leucina
Prolina
Lisina
Frijol negro
12,65a±3,39
17,77 a±0,68
4,39 a±0,72
4,71 a±0,24
4,10 a±1,08
5,16 a±2,78
3,90 a±0,72
4,56 a±2,03
6,64 a±0,81
3,74 a±0,80
6,75 a±2,19
1,69 a±1,20
2,77 a±1,09
7,79 a±1,87
4,32 a±0,54
8,10 a±2,61
Frijol blanco
12,22 a±2,70
17,86 a±4,99
4,03 a±1,04
4,51 a±0,51
3,77 a±0,86
6,35 a±2,83
3,66 a±1,11
4,42 a±1,52
6,56 a±1,62
3,72 a±0,77
5,94 a±2,17
1,81 a±0,61
2,97 a±1,03
7,96 a±4,05
3,98 a±0,62
7,36 a±0,99
Frijol chino
9,29 a±4,21
17,22 a±7,71
4,99 a±1,31
4,67 a±1,23
4,06 a±0,91
5,87 a±1,15
2,33 b±1,34
4,93 a±2,15
6,57 a±4,82
2,93 a±1,24
4,96 a±2,15
1,87 a±0,93
2,12 a±1,69
5,17 a±2,09
3,39 a±0,85
7,90 a±3,98
Quinchoncho
8,91a±3,26
21,00 a±3,97
4,54 a±1,60
4,43 a±0,35
3,99 a±0,85
3,40 a±1,93
2,98 ab±0,88
5,77 a±0,79
9,75 a±0,64
4,17 a±1,91
5,07 a±0,65
1,47 a±0,39
2,03 a±0,95
7,00 a±3,48
4,64 a±0,29
8,30 a±1,69
Nota: Medias con letras distintas en una misma hilera indican diferencias significativas (p≤0,05). ds= desviación estándar.
734
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
valina e isoleucina están dentro de los patrones de
requerimientos para la nutrición humana (NCR/NAS,
1989).
En el Cuadro 4 se presenta un cuadro
comparativo de los valores medios del contenido de
aminoácidos de las harinas de las leguminosas
estudiadas junto con los de soya. Los resultados
muestran que al ácido aspártico y el glutámico
constituyen hasta 30,42 g/100 g de proteína para frijol
ojo negro. La suma de los aminoácidos esenciales
totales (Hist, Arg, Thr, Phe, Val, Met, Ile, Leu y Lys)
en el quinchoncho, frijol blanco, frijol negro y frijol
chino presentó los siguientes valores: 41,02; 46,92;
46,90 y 44,24 g/100 g de proteína, respectivamente.
Dichos valores son similares a los valores señalados
por Hadjipanayiotou y Economides (2001) en soya.
Esto indica que las leguminosas evaluadas son
comparables a la soya en lo que a contenido de
aminoácidos esenciales se refiere (Ravindran y Blair,
1992; Singh et al., 1990), lo cual favorece la inclusión
de dichas leguminosas en la elaboración de alimentos
para animales y humanos.
La comparación entre el perfil de aminoácidos
(Cuadro 4) y los valores referenciales de
WHO/FAO/UNU (2007), muestra que los contenidos
de lisina, leucina, fenilalanina, valina e histidina en
las leguminosas bajo estudio están entre los valores
altos de los rangos recomendados de los
requerimientos
de
aminoácidos
(Cómputo
Aminoacídico) para infantes de 1 a 2 años y son
significativamente superiores a los valores
recomendados para niños en edad preescolar y escolar
( 3 a 10 años). Sin embargo, los valores de metionina e
isoleucina fueron mucho menores que las referencias
deWHO/FAO/UNU (2007), lo cual sugiere que estas
leguminosas tienen una alta calidad proteica y son una
buena fuente de aminoácidos excepto en metionina e
isoleucina.
La Organización Mundial de la Salud
considera que los requerimientos de valina para niños
en edad escolar con edades comprendidas entre 10 -12
años son de 29 mg de/valina/kg peso corporal/día
(WHO/FAO/UNU, 2007). Asumiendo un contenido
de 20 % de proteína cruda para el quinchoncho (Aletor
y Aladetemi, 1989; Oshody y Ekperogin, 1989), 100 g
de quinchoncho suministraría aproximadamente 1014
mg de valina, de tal manera que si un niño de 30 kg
consume 100 g de quinchoncho por día, sus
requerimientos de valina serían cubiertos. Los
Cuadro 4. Perfil de aminoácidos (g/100 g proteína) en harinas de grano de quinchoncho (Cajanus cajan (L.) Millsp.) var.
TAC.401, frijol chino (Vigna radiata (L.) Wilczek) var. Mara I y frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp.) var. San
Joaquín y Criollo de Mara en comparación con la harina de soya.
Aminoácido
Ácido aspártico
Acido glutámico
Serina
Glicina
Histidina *
Arginina *
Treonina *
Alanina
Fenilalanina +
Tirosina * (AA)
Metionina * +
Cisteina (SA)
Valina *
Isoleucina *
Leucina *
Prolina
Lisina *
*Aminoácidos
esenciales totales
b
12,65
17,77
4,39
4,71
4,10
5,16
3,90
4,56
12,22
17,86
5,03
4,51
3,77
6,35
3,66
4,42
9,29
17,22
4,99
4,67
4,06
5,87
2,33
4,93
8,91
21
4,54
4,43
3,99
3,40
2,98
5,77
14.28
6.7
12.18
4.4
2,4
7,5
3,3
5,6
Cómputo
Aminoacídico
1,6 -2,0
2,5- 3,1
-
10,38
10,28
9,5
13,92
9,6
4,1-5,2
1,69
1,81
1,87
1,47
1,44
2,4 - 2,8
6,75
2,77
7,79
4,32
8,10
5,94
2,97
7,96
3,98
7,90
4,96
2,12
5,17
3,39
7,90
5,07
2,03
7,01
4,64
8,30
6,2
5,4
8,4
1,67
7,0
4,0 -4,3
3,0 -3,2
6,1 -6,6
4,8 -5,2
46,90
46,92
44,24
41,02
47,44
Frijol negro Frijol blanco Frijol chino
Quinchoncho
Nota: n.d= no detectado. AA = Aminoácidos aromáticos. SA= Aminoácidos azufrados
Tomado de: a Hadjipanayiotou and Economides (2001) y bWHO/FAO/UNU (2007).
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
a
Soya
735
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
resultados indican que las leguminosas estudiadas,
sobre todo el quinchoncho, son una buena fuente de
aminoácidos esenciales, sobre todo histidina, valina y
lisina. Se puede señalar que las leguminosas evaluadas
cubren también los requerimientos de aminoácidos de
un adulto, debido a que la composición de
aminoácidos que cubra las necesidades de un niño
también cubrirá las de un adulto (WHO/FAO/UNU,
2007).
Minerales
En el Cuadro 5 se presentan los resultados
obtenidos de la evaluación del contenido de minerales
en las harinas analizadas. El análisis de varianza
efectuado reveló la existencia de variación
significativa entre los contenidos de K, Mg, Na y Ca al
comparar los promedios de los diferentes genotipos de
leguminosas evaluadas.
El contenido de potasio de la harina de
quinchoncho (1740,29 mg/100 g de harina) resultó
significativamente superior (p≤0,05) al del resto de las
leguminosas. Sin embargo, los contenidos de este
elemento en las harinas de frijol blanco, frijol negro y
frijol chino fueron similares. Los valores obtenidos
para este mineral en las harinas de las leguminosas
estudiadas son comparables con lo indicados por
Aletor y Aladetemi (1989) para el quinchoncho (1700
mg/100 g de harina) y algunas variedades de frijol
(1260-1600 mg/100 g de muestra) e inferiores a los
señalados por Thangadurai (2005). Por su parte,
Olaofe y Sanni (1988), señalan un rango de 644-4510
mg/100 g de harina para algunos productos agrícolas
como la soya, frijoles, maíz y sorgo. Esta observación
sugiere que deben usarse fertilizantes potásicos
durante la siembra con el propósito de reponer la gran
cantidad de potasio absorbido por las plantas y así
mantener la fertilidad del suelo.
Los contenidos de magnesio de la harina de
frijol negro y frijol blanco (191,08 y 183,50 mg/100g
de harina respectivamente) fueron significativamente
superiores (p≤0,05) a los de frijol chino (147,45
mg/100 g de harina) y quinchoncho (127,38 mg/100g
de harina), encontrándose diferencias significativas
(p≤0,05) en los contenidos de magnesio de estas dos
leguminosas (Cuadro 5).
El magnesio fue el segundo mineral más
abundante en las harinas de las leguminosas
estudiadas. En el quinchoncho, el valor se corresponde
con las observaciones señaladas por Olaofe y Sanni
(1988). Sin embargo, Aletor y Aladetemi (1989) y
Thangadurai (2005) indican un contenido de magnesio
en el quinchoncho de 240 y 230 mg/100 g de harina
respectivamente, los cuales son superiores al valor
encontrado en este trabajo de 127,38 mg/100 g de
harina. La variación observada pudiera ser atribuida a
la composición del suelo, la cual pudiera afectar la
absorción de este mineral, tal como lo señalan Olaofe
et al. (1987) y Nelson (1980). Asimismo, las
variaciones observadas pudieran estar asociadas a
diferencias entre genotipos según Singh et al., (1993).
El
contenido
de
sodio
resultó
significativamente superior (p≤0,05) en la harina de
frijol blanco con respecto al del resto de leguminosas;
siguiendo en magnitud al observado en el frijol ojo
negro, el cual fue significativamente diferente
(p≤0,05) al contenido de sodio del frijol chino y
quinchoncho, cuyos valores promedios fueron 12,98 y
12,82 mg/100g de harina, respectivamente, siendo
estadísticamente similares entre sí.
Con respecto al contenido de calcio, la mayor
concentración se encontró en la harina de
quinchoncho, 60,58 mg/100 g de harina. Este valor fue
significativamente superior (p≤0,05) al observado en
Cuadro 5. Contenido de minerales (mg/100 g de harina) en harinas de grano de quinchoncho (Cajanus cajan (L.) Millsp.) var.
TAC.401, frijol chino (Vigna radiata (L.) Wilczek) var. Mara I y frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp.) var. San
Joaquín y Criollo de Mara
Mineral
P
K
Mg
Zn
Na
Ca
Frijol negro
401,9 a ± 18
1363,6b ± 28,1
191,1a ± 16,1
4,5a ± 0,5
28,2b ± 4,2
24,7c ± 2,1
Frijol blanco
Frijol chino
mg/100 g de harina (Medias ± ds, n= 21)
394,8a ± 22,7
380a ± 21,9
b
1399,4 ± 52,9
1353,9b ± 52,9
a
183,5 ± 4,9
147,5b ± 7,2
a
4,8 ± 0,8
3,9a ± 0,4
a
35,2 ± 7,5
12,8c ± 2,2
bc
30,6 ± 5,3
34,7b ± 2,6
Quinchoncho
383,8a ± 46,6
1704,3a ± 44,1
127,4 c ± 4,9
4,53 a ± 0,7
34,7 c ± 3,6
60,6 a ± 6,7
Medias con letras distintas en una misma hilera indican diferencias significativas (p≤0,05). ds = desviación estándar.
Nota: Los resultados están expresados en base seca.
736
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
las harinas de las leguminosas del genero Vigna.
Siguieron en magnitud de contenido de calcio, el frijol
chino con 34,66 mg/100g de harina y el frijol blanco
con 30,87 mg/100g de harina, sin diferencias
estadísticas entre ellos. La harina de grano de frijol
negro presentó el menor contenido de calcio, 26,49
mg/100g de harina), valor similar desde el punto de
vista estadístico al determinado en el frijol blanco, y
significativamente superior al de frijol chino y
quinchoncho (p≤0,05). Los valores reportados para
calcio fueron menores a los obtenidos por Hussain y
Basahy (1998), en frijol y similares a los encontrados
por Singh, et al. (1993) para el quinchoncho.
Las leguminosas son considerablemente más
ricas en calcio que la mayoría de los cereales. Un valor
representativo para las leguminosas como un todo es
aproximadamente 100 mg /100 g, comparado con 10 y
16 mg para arroz y harina de trigo respectivamente.
Un consumo diario de 50 g de leguminosas puede ser
una útil contribución a las necesidades de calcio para
humanos (NCR/NAS, 1989).
Los valores obtenidos para fósforo, zinc y
potasio fueron similares a los reportados por Hussain
y Basahy (1998).
Las tres harinas de las especies de Vigna
estudiadas (frijol negro y blanco) y frijol chino,
cumplen con las recomendaciones dietéticas
permitidas (NCR/NAS, 1989) y por lo tanto
constituyen una rica fuente de minerales, tales como
potasio, fósforo y magnesio.
El Cuadro 6 presenta un análisis comparativo
del contenido de minerales de las harinas de grano de
las leguminosas estudiadas respecto al de la harina de
soya. Se puede observar que los valores obtenidos para
potasio, manganeso y zinc fueron similares a los
valores reportados por Holland et al. (1991). Sin
embargo, los valores de calcio y sodio fueron menores.
Otros investigadores como Oshodi et al. (1993) han
obtenido valores de los minerales citados similares a
los señalados en este estudio.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las harinas de grano de las leguminosas
analizadas en esta investigación constituyen una fuente
importante de proteínas, de uso potencial en la
alimentación humana, que pueden contribuir a
solventar los problemas de malnutrición proteica en
Venezuela.
El contenido de minerales y el perfil de
aminoácidos, especialmente de los esenciales,
presentes en las harinas de grano de las leguminosas
estudiadas son comparables al de la harina de soya.
El alto contenido de lisina en las leguminosas
de grano analizadas es un atributo probablemente mas
importante que el contenido de proteína total, que
confiere a las harinas estudiadas el potencial para
utilizarlas como suplementos en la fabricación de
alimentos a base de cereales como maíz y trigo, los
cuales se sabe son deficientes en lisina y representan
los alimentos básicos de una gran parte de la
población en Venezuela.
Los valores obtenidos en los análisis químicos
realizados muestran que las leguminosas estudiadas
son fuentes valiosas de proteínas, minerales y
aminoácidos para su posible uso en la fabricación de
productos alimenticios para consumo humano.
A objeto de promover el uso potencial de
leguminosas tropicales en la industria de alimentos
para humanos y así contribuir a la fortificación y
desarrollo de nuevos productos alimenticios, se
sugiere evaluar en las harinas analizadas las
propiedades funcionales, tales como solubilidad de la
proteína, capacidad de absorción de agua y aceite,
emulsificación y formación de espuma.
Cuadro 6. Contenido de minerales (mg/100 g de harina) en harinas de grano de quinchoncho (Cajanus cajan (L.) Millsp.) var.
TAC.401, frijol chino (Vigna radiata (L.) Wilczek) var. Mara I y frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp.) var. San
Joaquín y Criollo de Mara en comparación con la harina de soya.
Mineral
Ca
Na
K
Mg
Zn
P
Frijol negro
24,7
28,2
1363,6
191,1
4,5
401,9
Frijol blanco
30,6
35,2
1399,4
183,5
4,8
394,8
Frijol chino
34,7
12,8
1353,9
147,5
3,9
380
Quinchoncho
60,6
34,7
1704,3
127,4
4,5
383,8
Soyaa
240
5
1730
250
2,6
-
Quinchonchob
140
38
1390
100
4,1
-
Nota: Tomado de a Holland et al. (1991) y bOshodi et al (1993)
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
737
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
Debido al alto contenido de potasio de las
leguminosas estudiadas, sería recomendable evaluar su
posible uso en la fabricación de alimentos para la dieta
de personas que toman diuréticos ya que dichas
personas sufren de una excesiva excreción de potasio a
través de los fluidos corporales.
Desarrollar tecnologías para el procesamiento
de tales recursos con el objeto de aprovechar todo el
potencial en la industria de alimentos para humanos.
Drago, S.; R. J. González and M. E. Valencia. 2005.
Strategies to increase nutritional contribution of
minerals from snacks products based on corn and
from textured soy flour. Intra Food Innovations in
Traditional Foods 2: 903-906.
Drago, S.; R. J. González, L. C. Guerrero y M. E.
Valencia. 2007. Evaluación de la disponibilidad de
minerales en harinas de frijol y en mezclas de
maíz/frijol extrudidas. Información Tecnológica 18
(1): 41-46
LITERATURA CITADA
Abbey, B. W. and G. O. Ibeh. 1988. Functional
properties of raw and heat processed cowpea (Vigna
unguiculata, Walp) flour. J. Food. Sci. 53 (6):
1775-1791.
Aletor, V. A. and O. O. Aladetemi. 1989.
Compositional evaluation of some cowpea varieties
and some under-utilized edible legumes in Nigeria.
Die Nahrung. 33: 999-1007.
Anwar, F.; S. Latif, R. Przybylski, B. Sultana and M.
Ashraf. 2007. Chemical composition and antioxidant
activity of seeds of different cultivars of mungbean.
J. Food Sci. 72 (7): 503-510.
AOAC. 1990. Official Methods of Analysis of the
Association of Analytical Chemistry.Arlinthong,
VA, AOAC, Washington, D.C. USA.
Bidlingmeyer, B. A.; S. A Cohen and T. L. J Tarvin.
1984. Rapid analysis of amino acids using
pre-column derivatization. Cromatography 336:
93-100.
Carmona, A. y W. Jaffé. 1998. Importancia de las
leguminosas en la nutrición humana. In: Formulación
de un Programa Integral de Investigación en
Leguminosas. IDEA-Sartanejas. p 182-197.
Colina, A.; A. Higuera, A. Gómez, N. Rincón, J.
Puentes y E. Segovia. 2005. Mercado potencial de
subproductos derivados del quinchoncho (Cajanus
cajan L. Millsp.) para consumo humano en
Maracaibo. Rev. Fac. Agron. (LUZ) 25: 334-363.
Díaz, M. F.; C. Padilla, A. Gonzalez y C. Mora. 2000.
Estudio comparativo de la producción de harinas de
variedades de Vigna unguiculata para la
alimentación animal. Rev. Cubana. Cienc. Agric. 34:
369-378.
738
Enne Obong, H. N. and E. Carnovale. 1992. A
comparison of the proximate, mineral and
aminoacids composition of some known and lesser
known legumes in Nigeria. Food Chem. 43: 169175.
Food and Agriculture Organization (FAO). 2000.
Perfiles nutricionales por países, Venezuela. FAO.
Roma. ftp://ftp.fao.org/ag/agn/nutrition/ncp/ven.pdf.
Fashakin, J. B. and J. I. Fasania. 1988. Chemical
composition and nutritive changes of some improved
varieties from the International Institute for Tropical
Agriculture, Ibadan, Nigeria. Trop Sci. 28: 111-118.
Fleming, S. E. 1981. A study of relationships between
flatus potential and carbohydrate distribution in
legumes seeds. J. Food Sci. 46: 794-797.
Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(FONAIAP). 1988. El cultivo del frijol (Vigna
unguiculata (L) Walp). Centro Nacional de
Investigaciones Agropecuarias. Serie paquetes
Tecnológicos N° 5. Maracay, Venezuela. 80 p.
Fondo Nacional de Investigaciones Agropecuarias
(FONAIAP). 1989. El cultivo del quinchoncho
(Cajanus cajan). Centro Nacional de Investigaciones
Agropecuarias. Serie paquetes Tecnológicos N° 7.
Maracay, Venezuela. 50 p.
Ghavidel, R. A and J. Prakash. 2006. Effect of
germination an dehulling on functional properties of
legume flour. J. Sci. Food Agric. 86: 1189-1195.
Gopinathan, M. C.; C. R. Babu, S. Chatterjee and Y.
P. Abrol. 1987. Nutritional potential of Vigna
minima (Roxb) Owhi and Ohashi: I. Seed protein
content and aminoacids composition. Plant Food
Human Nutr 34: 345-355.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
Granito, M. y V. Ascanio. 2009. Desarrollo y
transferencia tecnológica de pastas funcionales
extendidas
con
leguminosas.
Archivos
Latinoamericanos de Nutrición 59 (1): 71-77.
International Crops Research Institute for the
Semi-Arid Tropics (ICRISAT). 1986. Pigeon pea. In:
Annual Report ICRISAT, Patancherú, Andrha
Pradesh. India. p. 175-211.
Granito, M.; Y. Valero y R. Zambrano. 2010.
Desarrollo de productos horneados a base de
leguminosas fermentadas y cereales destinados a la
merienda escolar. Archivos Latinoamericanos de
Nutrición 60 (1): 85-92.
Iqbal, A.; I. Khalil, N. Ateeq, and S. Khan. 2006.
Nutritional quality of important food legumes. Food
Chemistry 97: 331-335.
Hadjipanayiotou, M. and S. Economides. 2001.
Chemical composition, in situ degradability and
aminoacids composition of protein supplements fed
to livestock and poultry in Cyprus. Livestock Res.
Rural Dev. 13. 1-6.
Kaur, D. and A. C. Kapoor. 1992. Nutrient
composition and antinutrient factors of rice beans
(Vigna umbellata). Food Chem. 43: 119 -124.
Khalil, I. A. and S. Khan. 1995. Protein quality of
asian beans and their wild progenitor, Vigna
sublobata (Roxb). Food Chem. 52: 327-330.
Holland, N.; I. D. Unwind and D. H. Buss. 1991.
Vegetables, herbs and species, fifth supplements of
McCance and Widdowson’s the Composition of
Foods. B. Holland, I. D. Unwin, D. H. Buss (Eds.).
Royal Society of Chemistry. London, United
Kingdom. 183 p.
Lacassagne, L.; M. Francesh, B. Carre and J. P.
Melcion. 1988. Utilization of faba bean (Vicia faba)
protein, starch and energy by young chicks. Effect of
pelleting seeds from tannin-containing and
tannin-free cultivars. Anim. Feed. Sci. Technol. 20:
59-68.
Higuera, A. 2005. El cultivo de frijol Vigna
unguiculata (L.) Walp. Aspectos agronómicos.
Cuaderno de Extensión Rural. Universidad del Zulia.
Facultad de Agronomía. División de Extensión
Agrícola. Nº 2. Editado por Fundacite Zulia. 34 p.
León, R. A.; I. Angulo, M. Jaramillo, F. Requena y H.
Calíbrese. 1993. Caracterización química y valor
nutricional de granos de leguminosas tropicales para
la alimentación de aves. Zootecnia Tropical. 11 (2):
151-170.
Higuera A. 2006. El cultivo de quinchoncho Cajanus
cajan (L.) Millsp. Aspectos agronómicos. Cuaderno
de Extensión Rural. Universidad del Zulia. Facultad
de Agronomía. División de Extensión Agrícola. Nº 3.
Editado por Fundacite Zulia. 34 p.
Mahajan, R.; S. P. Malhotra and R. Singh. 1988.
Characterization of seed storage proteins of urdbean
(Vigna mungo). Plant Foods Human Nutr. 38: 163
-173.
Higuera, A.; J. Trompiz y M. Ventura. 2012. Cajanus
cajan, leguminosa forrajera en la alimentación
animal. Editorial Académica Española. LAP
Lambert Academic Press Gmbh & Co, Kg,
Alemania. 57 p.
Hussain, M. and
A. Basahy. 1998. Nutrient
composition and aminoacids pattern of cowpea
(Vigna unguiculata (L.) Walp, Fabacea) grown in the
Gizan area of Saudi Arabia. Int. J. Food. Sci.Nut. 49
(2): 117-124.
Instituto Nacional de Nutrición (INN). 1999. Tabla de
composición de alimentos para uso práctico. Serie
Cuadernos Azules. Publicación Nº52. Instituto
Nacional de Nutrición. Caracas, Venezuela. 18 p.
Martínez, J. A. y A. Zulet. 2000. Leguminosas. In:
Alimentos. Composición y propiedades. 2da Ed.,
McGraw-Hill. Interamericana de España SAU,
Madrid, España. p. 155-167.
Mohan, V. R. and K. Janardhanan. 1993. Chemical
composition and nutritional evaluation of two little
known species of Vigna. Food Chem. 48: 367 -371.
Montilla , J. J. 1998. Consideraciones generales sobre
las leguminosas en la agricultura y la alimentación.
In: Formulación de un Programa Integral de
Investigación en Leguminosas. IDEA-Sartanejas. p
13-25.
Mortuza, M. G. and J. T Tzen. 2011. Kalimatar (Vicia
faba). Cooking characteristics as affected by soaking
and roasting. Journal of Food Processing and
Preservation 35: 257-263.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
739
Miquilena e Higuera Moros. Contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de leguminosas
National Research Council (NCR)/National Academy
of Sciences (NAS). 1989. Recommended dietary
allowances. National Academy Press. 10th Edition.
Washington, D. C. USA. 302 p.
Sathe, S. K. and D. K Salunke. 1981. Preparation and
utilization of protein concentrates and isolates for
nutritional and functional improvement of foods. J.
Food Qual. 4: 145 -233.
Nelson, J. D. 1980. Proceedings of A Nordic
Symposium
of
soil-plant-animal-man
interrelationship and implication to human health,
mineral elements. Helsinski. Finland.
Singh, U.; R. Jambunathan, K. B. Saxena and N.
Subrahmanyam. 1990. Nutritional quality evaluation
of newly developed high-protein genotypes of
pigeon pea (Cajanus cajan L.). J. Sci. Food Agric.
50: 201-209.
Olaofe, O.; E. O. Oladeji and I. O. Ayodeji. 1987.
Metal content of coca bean. J. Sci. Food. Agric. 41:
241-244.
Olaofe, O. and C. O Sanni. 1988. Mineral content of
agricultural products. Food Chem. 30: 73 -77.
Olaofe, O.; Y. D. Umar and G. O. Adediran. 1993.
The effects of nematicides on the nutritive value and
functional properties of cowpea seeds (Vigna
unguiculata (L) Walp. Food Chem. 46: 337-341.
Onimawo, I. A and A. E Akpojovwo. 2006. Toasting
(dry heat) and nutrient composition, functional
properties and antinutritional factors of pigeon pea
(Cajanus cajan) flour. Journal of Food Processing
and Preservation 30: 742-753.
Onyeka, E. U. 2007. Glycemic and physiochemical
properties of five common cowpea (Vigna
unguiculata) cultivars in Nigeria. Journal of Food
Processing and Preservation 31 (5): 618-631.
Oshodi, A.; O. Olafoe and G. Hall. 1993. Aminoacids,
fatty acids and mineral composition of pigeon pea
(Cajanus cajan). Int. J. Food Sci. Nutr. 43 (4):
187-191.
Oshodi, A. and M. Ekperigin. 1989. Functional
properties of pigeon pea (Cajanus cajan) flour. Food
Chem. 34 (3): 187-191.
Ravindran, V. and R. Blair. 1992. Feed Resources for
poultry production in Asia and the Pacific. II Plant
protein sources. Wld. Poult. Sci. 48: 205-231.
Rodríguez, M. S. and E. M. T. Mendoza. 1991.
Nutritional assessment of seed protein in rice bean
(Vigna unbellata (Thumb) OUI and OACI. Plant
Foods. Human Nutr. 41: 1-9.
Salunke, D.; J. K. Chavan and S. S. Kadan. 1986.
Pigeonpea as an important food source. CRC Crit.
Rev. Food. Sci . Nutr 23 (2): 103-145.
740
Singh, U.; P. Venkateswara, N. Subrahmanyam and K.
Saxena. 1993. Cooking characteristic, chemical
composition and protein quality of newly developed
genotypes of pigeon pea (Cajanus cajan L). J. Sci.
Food Agric. 61: 395-400.
Sosulski, F. W.; E. N. Kasrirye Alemu and A. K.
Sumner. 1987. Microscopic, nutritional and
functional properties of cowpea flours and protein
concentrates during storage. J. Food Sci. 52 (3):
700-706.
Statistical Analysis System (SAS). 1985. SAS User´s
Guide: Statitics. Statitical Analysis System, Cary,
NC, USA. 956 p.
Thangadurai, D. 2005. Chemical composition and
nutritional potential of Vigna unguiculata ssp.
cylindrica (Fabaceae). Journal of Food Biochemistry
29 (1): 88-98.
Tjahjadi, C.; S. Lin and W. M. Breene. 1988. Isolation
and characterization of adzuki bean (Vigna angularis
cv. Takara) protein. J. Food Sci. 53: 1438 -1443.
Torres, A. y M. Guerra. 2003. Sustitución parcial de
harina de maíz precocida con harina de quinchoncho
(Cajanus cajan) para la elaboración de arepas.
Interciencia 28 (11): 660-664.
Wang, N.; M. L. Lewis, J. Brennan and A. Wesby.
1997. Effect of processing methods on nutrients and
anti-nutrients factors in cowpea. Food Chem. 52: 59
-68.
World Health Organization (WHO)/Food and
Agricultural Organization (FAO)/United Nations
University (UNU). 2007. Protein and aminoacid
requirement in human nutrition. Report of Joint
WHO/FAO/UNU Expert Consultation. WHO
Technical Report Series 935. Geneva, Switzerland.
276 p.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 730-740. 2012
Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible
vegetables
Propiedad nutritiva y funcional y componentes bioactivos de los productos de la hoja de vegetales comestibles
Johnson Oluwasola AGBEDE 1 , Samuel Adebowale ADEYEYE 2 and Muyiwa ADEGBENRO 1
1
Division of Nutritional Biochemistry, Department of Animal Production and Health, The Federal University of
Technology, P.M.B 704, Akure, Nigeria and 2Department of Animal Science, Federal College of Agriculture,
Akure, Nigeria. E-mail: [email protected] Corresponding author
Received: 03/03/2012 First reviewing ending: 04/26/2012
First review received: 04/30/2012
Accepted: 05/03/2012
ABSTRACT
Leaf meal, protein and residues were produced from fresh leaves of Amaranthus spinosus, Amaranthus viridis, Telfairia
occidentalis, Vernonia amygdalina, Bidens pilosa, Cnidoscolus aconitifolius, Manihot spp and Basella alba L and
characterized for their proximate composition and some bio-active components. The leaf protein concentrate (LPC) in
addition were characterized for their functional properties while three LPC with the highest crude protein (CP) content were
analyzed for their amino acid profile and compared with FAO recommended pattern. Leaf meals (LM) contained on the
average 16.25% ash (8.47–23.97%; CV%: 32.30), 24.96% crude protein (11.85 – 33.87%; CV%: 30.40), 9.94% crude fat
(CF) (6.34 – 17.41%; CV%: 33.95) and 12.22% crude fibre (CFi) (5.73–18.45%; CV%: 32.33). In LPC products, the CP
increased by 17.49-41.98%, CF by 11.82-35.73% while Cfi decreased by 24.38 – 83.71%. About 45 g of LPC from Manihot
spp, 69g from T. occidentalis and 52 g of C. aconitifolius could be consumed to meet the 26g/d plant protein recommended
by FAO. The LPC was limiting in methionine (1.41 - 1.62g16 g-1N; CV% of 6.94) and cystine (0.79 - 1.26 g 16 g-1N, CV%
of 23.48) suggesting that any dietary formulation involving these LPC would need supplemental methionine. Water
absorption capacity ranged from 200.02-390.03% while the oil absorption capacity varied: 60.74- 117.50%. The foaming
capacity, foaming stability, emulsion capacity, emulsion stability and least gelation concentration averaged 6.31, 2.24 45.02,
51.73 and 5.84%, respectively. Fractionation could enhance the nutritive potentials of these vegetables and make them serve
as possible protein food alternatives for well known plant proteins in regions where proteins are in short supply.
Key words: Nutritional property, functional property, bioactive compounds, leafy vegetables
RESUMEN
Se produjeron harina de hojas, proteínas y residuos a partir de hojas frescas de Amaranthus spinosus, Amaranthus viridis,
Telfairia occidentalis, Vernonia amygdalina, Bidens pilosa, Cnidoscolus aconitifolius, Manihot spp y Basella alba L y se
caracterizó por su composición proximal y algunos componentes bio-activos. El concentrado de proteína de hojas (CPH)
además se caracterizó a través de sus propiedades funcionales, mientras que los tres CPH con el mayor contenido de
proteína cruda (PC) se analizaron para determinar el perfil de aminoácidos y se compararon con el patrón recomendado de
la FAO. Los alimentos de las hojas (AH) tuvieron en promedio 16,25% de cenizas (8,47 a 23,97%, CV%: 32,30), 24,96%
de PC (11,85 a 33,87%, CV%: 30,40), 9,94% de grasa cruda (GC) (6,34 - 17,41%, CV%: 33,95) y 12,22% de fibra cruda
(FC) (5,73 a 18,45%, CV%: 32,33). En los productos del CPH, la PC aumentó en un 17,49 a 41,98%, GC por 11,82 a
35.73%, mientras que la FC disminuyó en un 24,38 a 83,71%. Aproximadamente 45 g de CPH de Manihot spp, 69 g de T.
occidentalis y 52 g de C. aconitifolius podrían ser consumidos para satisfacer la proteína vegetal de 26g /d recomendada por
la FAO. EL CPH fue limitante en metionina (1,41 a 1,62 g 16g-1N, CV% de 6,94) y cistina (0,79 a 1,26 g 16 g-1 N, CV% de
23,48) lo que sugiere que cualquier formulación de la dieta que incluyan éstos CPH necesitarían suplementos de metionina.
La capacidad de absorción de agua varió de 200,02 hasta 390,03%, mientras que la capacidad de absorción de aceite varió
de 60,74 a 117,50%. La capacidad de formación de espuma, la estabilidad de la formación de espuma, la capacidad
emulsionante, la estabilidad de la emulsión y la menor concentración de gelificación promediaron 6,31; 2,24; 45,02; 51,73 y
5,84%, respectivamente. El fraccionamiento pudiera mejorar el potencial nutritivo de estos vegetales y ponerlos al servicio
como posibles alternativas de alimentos proteicos para las proteínas vegetales bien conocidas en las regiones donde las
proteínas son escasas.
Palabras clave: Propiedad nutricional, propiedad funcional, compuestos bioactivos, hortalizas de hoja
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
741
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
INTRODUCTION
The need to add value to the existing food
items such as the common edible vegetables so as to
increase their nutritional potential has long been
neglected in Nigeria. In most developed nations of the
world, most of the green vegetables are either canned
or refrigerated to increase their shelf life and
nutritional potentials. In more advanced nations some
are fractionated to leaf protein concentrates and are
used as condiments in the foods of aged, pre-school
children and some protein vulnerable groups (Eggum,
1970; Barbeau, 1989). However, green vegetables
have long been recognized (Byers, 1961, Oke, 1968;
Aletor et al., 2002) as the cheapest and most abundant
potential sources of protein because of their ability to
synthesize amino acids from a wide range of virtually
unlimited and readily available primary materials
such as, water, CO2 and atmospheric nitrogen in
sunlight. Although, leafy vegetables are good sources
of protein their use by man and non-ruminants is
limited because of their high cellulose content and, in
some cases, the presence of inherent toxic factors.
However, if the cellulose content was separated
mechanically, cellulose-free protein from vegetables
could supply as much as 10 – 20g protein/person/day
(Oke, 1973).
characterizing the leaf products from Amaranthus
spinosus (Spiny amaranth), maranthusviridis (Slender
amaranth), Telfairia occidentalis (Fluted pumpkins),
Vernonia amygdalina (Bitter leaf), Bidens pilosa
(Black jack), Cnidoscolus aconitifolius (Johnston
leaf), Manihot spp. (Cassava foliage) and Basella
alba L. (Indian spinach), which are common edible
vegetables in Nigeria with respect to their proximate
composition, amino acid profile and some antinutrients. Also studied are certain functional attributes
of the leaf protein concentrates from these leafy
vegetables.
MATERIALS AND METHODS
Vegetable materials
Amaranthus spinosus, A. viridis, Telfairia
occidentalis, Vernonia amygdalina, Bidens pilosa,
Cnidoscolus aconitifolius, and Basella alba L. were
purchased from Akure main market in fresh
conditions while Manihot spp foliage leaves were
obtained fresh from the Teaching and Research farm,
Federal University of Technology, Akure, Nigeria.
All the leaves were harvested during the early hours
in June (rainy season).
Leaf meal production
In addition, the cellulose-free protein could
be stored dry and use as condiment. Available
literature (Eggum, 1970; Barbeau, 1989; Agbede and
Aletor, 2003 & 2004; Agbede et al., 2007) clearly
stated that, apart from lower methionine and cystine
content, the amino acid profiles of the leaf protein
from most species compare favourably and surpass
those of FAO/WHO (1973) and whole egg amino
acid pattern. The leaf protein concentrate as a way of
adding value to the leafy vegetables is still understudied and consequently under-utilized in Nigeria
unlike in Europe, America and Asia.
The need to add value to the leafy vegetables
through fractionation method is now more compelling
in the face of the present global climate change,
which is presently affecting the planting time of these
vegetables in sub-Sahara Africa. Incidentally this
region has the highest percentage of resource poor
persons who need cheap sources of high quality
protein in which leaf protein concentrates could serve
as good sources.
Therefore the main objectives of this study
are to add value by a way of producing and
742
Freshly collected vegetable leaves were
brought to the laboratory. The plucked leaves were
put in a tray and sun-dried for 4 – 5 days. The dried
leaves were then milled using laboratory hammer mill
(Dietz, Dettingen-Teck, Germany) and stored in a
deep freezer prior to analysis.
Leaf protein concentrate production
Leaves from individual vegetable species
were plucked, weighed and washed prior to pulping
as described by Fellows (1987). The pulping ruptured
the plant cell walls. The juice, which contains most of
the plant proteins, was squeezed from the leaf residue
by using a press. The separated leaf juice was heated
in batches to 80 - 90°C for 10 min. this procedure
coagulated the leaf proteins from the whey. The
protein coagulum was separated from the whey using
a rubber hose to siphon the hot wheys as described by
Agbede and Aletor (2004). The coagulated proteins
were then filtered through muslin cloth and pressed
with a screw-press to remove the remaining whey.
The leaf protein was then washed with water, repressed and sun-dried.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
Leaf residue production
Leaf residue is the remaining fibrous fraction
after pulping. This was spread in trays and sun-dried.
The samples were milled to fine powder using a
laboratory hammer mill (Dietz, Dettingen-Teck,
Germany), sieved and packed in labeled air-tight
containers and deep frozen at -18oC until analysed.
Chemical analysis
Proximate compositions of the samples were
determined in triplicate for moisture, fat, ash, and
crude fibre, using methods described by AOAC
(1995). The amount of nitrogen was determined by
the micro-Kjeldahl method and the percentage of
nitrogen was converted to crude protein by
multiplying by 6.25. The nitrogen-free extract was
determined by difference.
Determination of the functional properties of the
LPC
The water absorption capacity (WAC) and fat
emulsion stability were determined by the procedure
of Beuchat (1977). The fat absorption capacity (FAC)
was determined as described by Sosuslki (1962).
Similarly, the lowest gelation concentration (GLC),
foaming capacity (FC) and foaming stability of the
LPCs were determined using the technique of
Coffman and Garcia (1977).
Determination of anti-nutrients
Tannin acid determination
Finely milled samples (200mg in 10mL of
70% aqueous acetone) were extracted for 2 hrs at
30ºC in a water-bath using a Gallenkamp orbital
shaker (Electro Ltd, Avon, UK) at 120 rpm. Pigments
and fat were removed from the samples by extracting
with diethyl ether containing 1% acetic acid. Total
polyphenols (as tannic equivalent) were determined
as described by Makkar and Goodchild (1996).
Phytin acid determination
Eight g of each sample was soaked in 200 mL
of 2% hydrochloric acid and allowed to stand for 3 h.
The extract was thereafter filtered through two layers
of hardened filter paper. Filtrate of 50 mL was
pipetted in triplicate into 400 mL capacity beakers
before the addition of 10 mL 0.3% ammonium
thiocyanate solution as an indicator, and 107 mL of
distilled water to obtain the proper acidity (pH4.5).
The solution was then titrated with a standard iron
chloride (FeCl3) solution containing 0.00195 g Fe
mL-1 until a brownish yellow colour persisted for 5
min. Phytin-phosphorus was determined and phytin
content was calculated by multiplying the value of
phytin-phosphorus
by
3.55
(Young
and
Greaves,1940). Each milligram of iron is equivalent
to 1.19 mg of phytin-phosphorus.
Oxalic acid determination
The method of Day and Underwood (1986)
was used. One g of sample was ground in water and
75 ml of 1.5M H2SO4 was added. This solution was
stirred intermittently for about 1 h and filtered using
Whatman No 1 filter paper; 25ml of the filtrate was
collected and titrated hot (80 - 90 oC) against 0.1ml
KMnO4 solution to the point when a faint pink colour
appeared. The oxalate content of the test samples
were then estimated using the relationship:
mg/g Oxalate
Titre value x 0.9004
Wight of sample
Amino acid analysis
The LPC (50-75 mg) were hydrolysed by
refluxing for 24 h in a heating block previously
heated to 110±1ºC. The hydrolysate was cooled and
quantitatively transferred to a 50 mL flask and diluted
to volume with water. After filtration, a10mL aliquot
of the filtrate was heated in a rotary evaporator
(40EC) to remove excess acid before analysis using
high-performance liquid chromatography (HPLC)
(Varian Inc., Palo Alto, CA, USA) and a Shimadzu
RF-535 Florescence detector (GL Sciences Inc.,
Tokyo, Japan) set at an excitation wavelength of 325
nm and an emission wavelength of 465 nm.
Separation was achieved in an adsorbosphere OPAHR (150 * 4.6 mm) column (Alltech, Carnforth, UK).
The mobile phase was 1, 4-dioxan and 2-propanol
(HPLC grade). Methionine was determined as
methionine sulphone and cysteine as cysteic acid after
performic acid oxidation. To correct for slight
fluctuations in amino acid peaks, DL-amino-n-butyric
acid was used as an internal standard.
RESULTS AND DISCUSSION
Table 1 showed that the crude protein content
of the unprocessed leaf meals varied from 11.85 %
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
743
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
DM in B. pilosa leaf meal to 33.87% DM in C.
aconitifolius leaf meal with a coefficient of variation
of 30.40%. The crude fat varied from 9.60 % DM in
A. viridis to18.51 % DM in C. aconitifolius with a CV
value of 33.95. The crude fat content of the leaf meal
averaged 12.22 % DM while the ash and carbohydrate
contents averaged 16.25 (range: 8.47 – 23.97% DM)
and 36.62 (range: 29.64– 44.36 % DM), respectively.
These findings suggest that the consumption of these
leafy meals could lead to uptake of some essential
nutrient components such as protein and fat. The high
crude protein values of T. occidentalis, V.
amygdalina, C. aconitifolius, Manihot spp and B. alba
is worthy of noting. The protein contents of A.
spinosus, A. viridis, T. occidentalis, V. amygdalina, B.
pilosa and B. alba were consistently lower than the
values reported for some leaf vegetables. However,
the protein values for C. aconitifolius and Manihot
spp compared well with the value reported by Aletor
et al (2002) and even higher than those reported for
some tropical leguminous plants (Agbede, 2006). In
general, the crude protein (CP) of these leafy
vegetables compared favourably with, and in some
cases surpassed, those reported for most legumes
grown in West Africa (FAO, 1972, Igene et al., 2001
and Oke et al., 1995).
The leaf protein concentrates which are
products of fractionation processes led to enhanced
crude protein, crude fat and decrease in crude fibre
(Table 2). For instance, the crude protein increased by
between 17.49% in A. spinosus and 41.98 % in
Manihot spp. with a mean increase of 31.26% in the
LPC. Also, the increment in crude fat varies from
11.82% in A. spinosus to 35.73% in T. occidentalis
with a mean increment of 22.30%. However,
fractionation led to a decrease in the crude fibre by
24.38 - 83.71%.This study confirmed that value can
be added to these leafy vegetables under study
through their fractionation to LPC with attendant
improvement in their protein, energy (fat) and fibre
contents. Subject to a high intake of LPC from these
leafy vegetables, it is conceivable that quite a large
proportion of plant protein requirement could be met
among the resources poor population. Of all the
LPCs, those from A. spinosus, A. viridis, T.
occidentalis, C. aconitifolius, Manihot spp. and B.
alba with CP values of 35.39, 30.79, 37.47, 49.11,
57.77 and 31.71% DM, respectively appear to be the
only ones which could be recommended for inclusion
in human diets and non-ruminant diets in general as
possible protein and calorie supplements especially
where better known conventional plant protein are in
Table 1. Proximate composition (% dry matter) of leaf meals (n = 3) in Akure, Nigeria.
Vegetables
Amaranthus spinosus
Amaranthus viridis
Telfairia occidentalis
Vernonia amygdalina
Bidens pilosa
Cnidoscolus aconitifolius
Manihot spp. foliage
Basella alba
Mean
CV%
Ash
18.28
8.47
12.76
18.17
20.53
14.58
13.28
23.97
16.25
32.30
Crude protein
29.22
19.12
26.67
20.14
11.85
33.87
33.52
25.28
24.96
30.40
Crude fat
10.59
9.60
17.41
7.14
9.35
10.51
6.34
8.57
9.94
33.95
Crude fibre
10.71
18.45
13.52
16.71
5.73
9.63
13.81
9.23
12.22
32.33
Carbohydrate
31.20
44.36
29.64
37.84
52.54
31.41
33.05
32.95
36.62
21.80
Table 2. Proximate composition (% dry matter) of leaf protein concentrates (n = 3) in Akure, Nigeria.
Vegetables
Amaranthus spinosus
Amaranthus viridis
Telfairia occidentalis
Vernonia amygdalina
Bidens pilosa
Cnidoscolus aconitifolius
Manihot spp. foliage
Basella alba
Mean
CV%
744
Ash
20. 78
11.18
18.87
11.92
14.51
8.01
3.16
12.07
11.34
43.26
Crude protein
35.39
30.79
37.47
29.24
20.23
49.11
57.77
31.71
36.46
32.56
Crude fat
12.01
11.21
20.98
11.11
11.83
12.29
9.47
12.42
12.67
27.55
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
Crude fibre
3.34
10.21
8.76
10.38
3.68
2.77
2.25
6.98
6.05
56.75
Carbohydrate
28.48
36.61
13.92
37.35
49.75
27.82
27.35
36.82
32.26
32.42
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
short supply. FAO recommended that 65g/day/person
of protein should be consumed out of which about
60% must come from animal protein origin. This
represents 39 g/day animal protein leaving 26g/day to
be consumed from plant protein. From this present
study, about 45 g of LPC from Manihot spp., 69 g
from T. occidentalis LPC and 52 g of C. aconitifolius
could be consumed to meet the 26g protein. Thus,
suggesting the adequacy of these LPC as possible
protein food alternatives for well known plant
proteins.
However, crude protein and fat contents of
some of the LPC were in some cases comparable to
those reported for the LPC from several tropical leafy
vegetables (31.7 - 34.6 %DM) (Oke, 1973 and Aletor
et al., 2002), and even surpassed those reported
elsewhere by Agbede (2006) for some under-utilized
tropical browse plants (20.1 - 43.0%DM). Table 3
shows that leaf residues from the LPC fractionation
varies from 18.03% DM in Manihot spp. foliage to
22.94% DM in C. aconitifolius. However, the
incorporation of these fibrous residues in nonruminant diets could be beneficial. This is because
fibre which, is the undigested part of food can help to
promote health fitness; by preventing several diseases
from spreading. Thus, the fibrous component (Table
3) though low in protein are rich sources of cellulose,
which when consumed will not only provide energy
but the undigested portion could be of health benefit
to their consumers.
The amino acid (AA) profiles of the three
LPCs with the highest crude protein were analyzed
and presented in Table 4. The LPCs had varied amino
acid profiles as shown by the values of the CV. Of the
entire AA measured, 13 out of 17 were higher in
Manihot spp. LPC than those of the C. aconitifolius
and T. occidentalis. However, all the LPCs were
limiting in the sulphur-containing amino acids:
methionine (range: 1.41 - 1.62g16g-1 N; CV% of 6.94)
and cystine (range: 0.79 - 1.26 g16 g-1N, CV% of
23.48) suggesting that any dietary formulation
involving these LPC would either need supplemental
methionine or the LPC should be fed in combination
with ingredients high in these amino acids for
complementarily. Of interest is the balance of lysine,
leucine, isoleusine, valine and threonine when
compared with the amino acid balance proposed by
FAO/WHO (1973) and whole egg amino acids profile
(Robinson, 1987).
Table 5 shows the mean values of WAC,
OAC, FC, FS, EC, ES and LGC of the different
vegetable leaf protein concentrates. Water absorption
capacity ranged from 200.02% in C. aconitifolius to
390.03% in B. alba while the OAC varied from 60.74
A. viridis to 117.50% in V. amygdalina. Also, the FC
varied from 1.02% in Manihot spp. foliage to 12.12%
in V. amygdalina and the FS averaged 2.24% (range:
1.02 – 4.01%). The EC, ES and LGC averaged 45.02
(CV%: 19.60), 51.73 (CV%: 6.32) and 5.84 % (CV:
61.07), respectively. This suggests that these leaf
protein concentrates have high potential for the
development of different food products. The values
for WAC reported here compared favourably with the
ones reported for some seeds by Oshodi and
Ekperingin (1989). Water absorption capacity values
ranging from 149.1 to 471.5% are considered critical
in viscous foods, such as soups and gravies. Except
for A. spinosus and A. viridis, the values reported here
compared and in some cases surpassed the value
reported by Oshodi and Ekperingin (1989) for pigeon
pea flour. However, all the LPCs had higher values
than those reported by Aletor et al. (2002). This
suggests that these LPCs may be good flavour
Table 3. Proximate composition (% dry matter) of vegetable leaf residues from leaf protein extraction (n = 3) in Akure,
Nigeria.
Vegetables
Amaranthus spinosus
Amaranthus viridis
Telfairia occidentalis
Vernonia amygdalina
Bidens pilosa
Cnidoscolus aconitifolius
Manihot spp. foliage
Basella alba
Mean
CV%
Ash
16.83
17.87
8.56
8.81
13.42
9.68
4.31
11.18
11.33
39.94
Crude protein
7.58
4.45
4.84
3.69
3.38
6.42
9.13
7.55
5.88
35.62
Crude fat
6.61
5.32
6.99
4.82
6.01
6.04
3.96
5.19
5.62
17.62
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
Crude fibre
18.74
20.91
21.46
20.55
21.66
22.94
18.03
18.52
20.35
8.58
Carbohydrate
50.24
51.45
58.15
62.13
55.53
54.92
64.57
57.56
56.82
8.62
745
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
retainers. Except for the A. viridis and B. pilosa LPC,
the values of EC falls within the values (47.8 –
64.8%) and the ES values were within the range
reported (47.1 - 48%) by Lin et al. (1974) and Aletor
et al. (2002). This clearly indicates the potentials of
these LPCs as additives for the stabilization of
emulsions in the production of soups and cake. The
FS was between 1.02 and 4.01% at 30 min which
further confirm that LPCs may not be useful as
whipping agent.
Table 6 shows that the LMs, LPCs and their
corresponding residues contain phytin, total phenol
and oxalate, which varied with vegetable species and
the leaf products. Fractionation of the leaf meal in
some cases reduce or even totally inactivated the antinutritional components in LPC but this did not follow
any specific order, suggesting that fractionation has
the ability to enhance the nutritive potentials of these
leafy vegetables (Oke 1973, Olatubosun et al., 1972
and Agbede, 2006).
Table 4. Amino acid profile (g 16g-1 N) of the three leaf protein concentrates with the highest crude protein values (n = 2) in
Akure, Nigeria.
Amino Acid
Lysine
Histidine
Argine
Aspartic acid
Threonine
Serine
Glutamic acid
Proline
Glycine
Alanine
Cystine
Valine
Methionine
Isoleucine
Leucine
Tyrosine
Phenylalanine
Telfairia
Manihot spp.
Cnidoscolus
occidentalis
aconitifolius
(CP = 37.47% (CP = 57.77% (CP = 49.11%
DM)
DM)
DM)
5.24
6.37
5.89
2.14
2.08
2.08
5.01
4.83
5.17
8.50
9.74
8.38
3.37
4.25
3.92
3.04
4.99
3.53
9.54
10.15
10.00
3.46
3.93
3.46
4.90
5.09
4.80
4.71
5.85
5.24
0.79
1.19
1.26
4.28
5.2
5.26
1.51
1.62
1.41
4.00
4.88
4.50
6.39
8.08
8.90
2.86
3.94
3.18
3.60
5.38
4.28
Mean Coefficient FAO/WHO
Value
of
(1973)
variation Recommended
(%)
pattern
5.83
9.72
5.5
2.10
1.65
5.00
3.40
8.87
8.49
3.85
11.56
4.0
3.85
26.33
9.90
3.21
3.62
7.50
4.93
2.99
5.27
10.83
1.08
23.48
4.91
11.18
5.0
1.51
6.94
4.46
9.90
4.0
7.79
16.43
7.0
3.33
16.68
6.0
4.42
20.32
Whole
Egg *
6.3
2.4
6.1
5.1
1.8
7.6
3.2
5.6
8.3
4.0
5.1
CP = Crude protein and DM: Dry matter. * Cited by Robinson (1987)
Table 5. Functional properties (%) of leaf protein concentrate (n = 3) in Akure, Nigeria.
Vegetables
Amaranthus spinosus
Amaranthus viridis
Telfairia occidentalis
Vernonia amygdalina
Bidens pilosa
Cnidoscolus aconitifolius
Manihot spp. foliage
Basella alba
Mean
CV%
WAC
240.02
210.05
270.11
290.61
270.05
200.02
220.03
390.03
261.37
23.37
OAC
78.30
60.74
82.37
117.50
113.64
78.39
105.83
94.09
91.36
21.71
FC
3.13
10.05
8.11
12.12
4.02
4.01
1.02
8.03
6.31
60.65
FS at 80 min
2.09
3.04
2.59
2.11
2.03
1.03
1.02
4.01
2.24
44.42
EC
48.97
37.34
49.46
49.75
25.91
50.02
49.75
48.97
45.02
19.60
ES
50.21
57.01
48.09
56.47
52.03
50.02
50.00
50.04
51.73
6.32
LGC
2.22
4.30
6.11
4.03
14.02
6.02
6.02
4.02
5.84
61.07
WAC = water absorption capacity, OAC = oil absorption capacity, FC = foaming capacity, FS = foaming stability, EC =
emulsion capacity, ES = emulsion stability and LGC = least gelation concentration,
746
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
Table 6. Some anti-nutrient contents (g/100g DM) of the leaf meals and their corresponding products in Akure, Nigeria.
Vegetables
Amaranthus
spinosus
Amaranthus
viridis
Telfairia
occidentalis
Vernonia
amygdalina
Bidens
pilosa
Cnidoscolus
aconitifolius
Manihot spp.
foliage
Basella
alba
Tannin
Leaf Meal
Phytin
Oxalate
Leaf Protein Concentrate
Tannin Phytin
Oxalate
Tannin
Leaf Residues
Phytin Oxalate
0.13
69.21
2.21
0.15
27.20
2.12
ND
49.86
1.04
0.05
51.86
2.39
ND
28.03
2.97
ND
50.27
1.04
0.23
16.06
2.30
0.09
15.65
4.38
0.04
24.71
1.35
0.33
42.03
1.31
0.13
32.53
2.03
0.06
42.03
1.31
1.02
108.76
2.03
ND
14.43
1.31
ND
51.10
0.81
0.11
16.49
3.74
0.03
17.29
1.86
ND
24.31
1.13
0.32
45.97
3.00
ND
65.11
1.60
0.19
21.41
1.13
0.03
60.14
2.61
ND
44.09
1.76
0.11
67.79
0.68
ND = Not detected
CONCLUSIONS
From the analytical information especially on
the crude protein, fat, crude fibre, amino acids and
some functional attributes of the leaf protein
concentrate (LPC) from these vegetables understudy
it is clear that fractionation has the potential to
improve their nutritive values for human and
monogastric animal consumption in regions where
plant protein shortage is endemic. The LPC from
these leafy vegetables may be fed as components of
some low-nitrogenous foods such Gari and yam or
cassava products which are the main stable foods in
sub Sahara Africa.
Agbede, J. O. and V.A. Aletor. 2003. Evaluation of
weaning foods from Glyricidia and Leucaena leaf
protein concentrates and some commercial brands in
Nigeria. J. Sc. Fd. and Agric. 84: 21-30.
Agbede, J. O. and V. A. Aletor. 2004. Chemical
characterization and protein quality evaluation of
leaf protein concentrates from Glyricidia sepium
and Leucaena leucocephala. Inter. J. Fd. Sci. and
Technol. 39: 253-261.
LITERATURE CITED
Agbede, J. O.; M. Adegbenro, O. Aletor and A.
Mohammed. 2007. Evaluation of the nutrition value
of Vernonia amygdalina leaf protein concentrates
for infant weaning foods. Acta Alimentaria 36 (3):
387-393.
Adeyeye, E. I.; A. A. Oshodi and K. O. Ipinmoriti.
1994. Functional properties of some varieties of
African yam bean (Sphenostylis sternocarpa) flour.
Intern. J. Food Sci. and Nutr. 45: 829-836.
Aletor, O.; A. A. Oshodi and K. Ipinmoroti. 2002.
Chemical composition of common leafy vegetables
and functional properties of their leaf protein
concentrates. Food Chem. 78: 63-68.
Agbede, J. O. 2006. Characterisation of the leaf
meals, protein concentrates and residues from some
tropical leguminous plants. J. Sc. Fd. and Agric. 6:
1292-1297.
AOAC. (Association of Official Analytical
Chemists). 1995. Official method of analysis, 16th
edn. Washington DC: Journal of the Association of
Official Analytical Chemist, Chapter 4. p. 17-34.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
747
Agbede et al. Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
Barbeau, W. E. 1989. Nutritional evaluation of
experimental weaning foods prepared from green
leaves, peanut oil and legume flour. Plant Fd. Hum.
Nutr. 39: 381-395.
Beuchat, L. R. 1977. Functional and electrophoretic
characteristics of succinylated peanut flour protein.
J. Agric. and Food Chem. 25: 258-261.
Byers, M. 1961. Extraction of protein from the leaves
of some plants growing in Ghana. J. Sci. and Food
Agric. 12: 20-30.
Coffman, C. W. and V. V. Garcia. 1977. Functional
properties and amino acid content of a protein
isolate from mung bean flour. J. Food Tech. 12:
473-484.
Day, R. A. and A. L. Underwood. 1986. Quantitative
analysis. 5th Edition, Prentice-Hall Publication, New
York, United States of America, 701 p.
Eggum, B. O. 1970. Protein quality of cassava leaves.
Brit. J. Nutr. 24: 761-768.
Fellows, P. 1987. Village scale leaf fractionation in
Ghana. Trop. Sci. 27: 77-84.
Food and Agricultural Organization (FAO)/World
Health organization (WHO). 1973. Energy and
protein requirements. Technical Report Series. No
52, Geneva, Switzerland. p. 1-118.
Food and Agricultural organization (FAO). 1972.
Food composition table for use in East Asia, Food
and Agriculture Organisation, Rome, and U. S.
Dept. of Health, Education and Welfare,
Washington, D.C. United States of America.
Igene, F. U.; J. O. Agbede and J. O. Omuetti. 2001.
Nutrient and anti-nutrient composition of raw and
processed winged bean seeds (Psophocarpus
tetragonolobus). J. Appl. Sci. 4: 2305-2318.
748
Lin, M. J. Y.; E. S. Humbert and F. W. Sosulki. 1974.
Certain functional properties of sunflower meal
products. J. Food Sci. 39: 368-370.
Makkar, A. O. S. and A. V. Goodchild. 1996.
Quantification of tannins. A laboratory manual. p. iv
+ 25. Allepo, Syria: International Centre for
Agricultural Research in the Dry Areas (ICARDA).
Oke, O. L. 1968. Chemical changes in some Nigerian
vegetables during growth. Exp. Agric. 4: 345-349.
Oke, O. L. 1973. Leaf protein research in Nigeria. A
review. Trop. Sci. 15 : 139-155.
Oshodi, A. A. and V. A. Aletor. 1993. Functional
properties of hamagglutinins (lectins) extracted
from three edible varieties of Lima beans
(Phaseolus lunatus). Inter. J. Food Sci. and Nutr.
44: 133-136.
Oshodi, A. A. and M. M. Ekperingin.1989.
Functional properties of pigeon pea (Cajanus cajan)
flour. Food Chem. 34: 187-191.
Olatubosun, D. A.; B. K. Adadevoh and O. L. Oke.
1972. Leaf protein: a new protein source for the
management of protein calorie malnutrition in
Nigeria. Nig. Med. Jour. 2: 195-199.
Robinson, D. S. 1987. Protein sources: An important
amino acids of some animal foods. Food
Biochemistry and Nutrition value (1st edition),
Published by Longman Scientific and Technical,
United Kingdom. p 147 p.
Sosulski, F. W. 1962. The centrifuge method for
determining flour absorption in hard red spring
wheats. Cereals Chem. 39: 344-350.
Young, S. M. and J. S. Greaves. 1940. Influence of
variety and treatment on phytin contents of wheat.
Food Res.5: 103-105.
Revista Científica UDO Agrícola 12 (3): 741-748. 2012
Richard Abayomi SOBAYO, Abimbola Oladele OSO, Olajide Ayorinde ADEYEMI, Adeboye
Oluseun FAFIOLU, Adebayo Vincent JEGEDE, Olusegun Mark Obafemi IDOWU, Olawale Usman
DAIRO, Rita Blessing IYERIMAH, Oyeniyi Anuoluwapo AYOOLA and Ridwan Akorede
AWOSANYA
Changes in growth, digestibility and gut anatomy by broilers fed diets containing ethanol-treated castor
oil seed (Ricinus communis L.) meal
Cambios en el crecimiento, digestibilidad y anatomía intestinal de pollos de engorde alimentados con
dietas que contienen harina de semillas de ricino (Ricinus communis L.) tratada con etanol
Zootecnia. Producción de conejos (Zootechny. Rabbit science)
Olajide Ayorinde ADEYEMI and Ayoola Oluwatosin AKANJI
Restricted concentrate with ad libitum forage feeding: effects on performance and carcass yield of
growing rabbits
Concentrado restringido con la alimentación de forraje ad libitum: efectos sobre el comportamiento y
rendimiento de la canal de conejos en crecimiento
Biología acuatica. Taxonomía de peces. (Aquatic Biology. Fish taxonomy)
Carlos GONZÁLEZ GÁNDARA, Vicencio DE LA CRUZ FRANCISCO, José de Jesús SALAS
PÉREZ y Consuelo DOMÍNGUEZ BARRADAS
Lista de los peces de Tuxpan, Veracruz, México
Checklist of fishes from Tuxpan, Veracruz, Mexico
Agroecología. Sistemas agrícolas sustentables. (Agroecology. Sustainable agrosystems)
Darío CASTILLO RODRÍGUEZ, María TAPIA RODRÍGUEZ, Luis BRUNETT PÉREZ, Ofelia
MÁRQUEZ MOLINA, Omar TERÁN VALERA y Enrique ESPINOSA AYALA
Evaluación de la sustentabilidad social, económica y productiva de dos agroecosistemas de producción
de leche en pequeña escala en el municipio de Amecameca, México
Evaluation of social, economic and productive sustainability of two agroecosystems of small-scale milk
production at the Amecameca Municipality, Mexico
Ingrid ACEVEDO, Rosario GONZÁLEZ, Jorge CONTRERAS, Iria del Carmen ACEVEDO PONS
y Oscar GARCÍA
Establecimiento y producción de un huerto orgánico piloto con la participación de familias semiurbanas, en Carora, estado Lara, Venezuela
Participation of semi-urban family in the establishment of pilot organic garden at Carora, Lara State,
Venezuela
Ciencias ambientales. Calidad del agua (Environmental science. Water quality)
Marisela LÓPEZ ORTEGA, Griselda PULIDO FLORES, Arturo SERRANO SOLÍS, Juan Carlos
GAYTÁN OYARZÚN, William Scott MONKS SHEETS y María Alejandra LÓPEZ JIMÉNEZ
Evaluación estacional de las variables físicoquímicas del agua de la Laguna de Tampamachoco,
Veracruz, México
Seasonal assessment of physicochemical variables of water Tampamachoco Lagoon, Veracruz, Mexico
Tecnología de los Alimentos. Evaluación de calidad (Food technology. Quality evaluation)
Iria del Carmen ACEVEDO PONS y Oscar GARCÍA
Elaboración y evaluación de ciruela (Spondias purpurea L.) en almíbar como rellenos en queso tipo
Mozzarella de búfala (Bubalus bubalis)
Development and evaluation of red mombin (Spondias purpurea L.) in syrup as fillers in buffalo
Mozzarella cheese (Bubalus bubalis)
Euler MIQUILENA y Atilio HIGUERA MOROS
Evaluación del contenido de proteína, minerales y perfil de aminoácidos en harinas de Cajanus cajan,
Vigna unguiculata y Vigna radiata para su uso en la alimentación humana
Evaluation of protein content, mineral content and aminoacid profile of Cajanus cajan, Vigna
unguiculata and Vigna radiata flours as alternative in human feeding
Johnson Oluwasola AGBEDE, Samuel Adebowale ADEYEYE and Muyiwa ADEGBENRO
Nutritional, functional property and bioactive components of the leaf products from edible vegetables
Propiedad nutritiva y funcional y componentes bioactivos de los productos de la hoja de vegetales
comestibles
660-667
668-674
675-689
690-704
705-712
713-719
720-729
730-740
741-748
Agronomía. Entomología (Agronomy. Entomology)
Gladys RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ramón SILVA ACUÑA, Rafael CÁSARES MOIZANT, Renny
BARRIOS MAESTRE, Asdrúbal DÍAZ QUINTANA y José FARIÑAS MARCANO
Tecnología agronómica de la palma aceitera (Elaeis guineensis Jacq,) y manejo integrado de su
defoliador Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Brassolidae) en plantaciones comerciales del estado
Monagas, Venezuela
Agricultural technology of oil palm (Elaeis guineensis Jacq,) and integrated management of its
defoliator Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera: Brassolidae) in commercial plantations at Monagas
State, Venezuela
Lilián MORALES ROMERO, Horacio GRILLO RAVELO, Nilo MAZA ESTRADA y Ricardo
GRAU
Efectividad de hongos entomopatógenos en el manejo de Pseudacysta perseae (Heid.) (Hemiptera:
Tingidae) en aguacate (Persea americana Mill.)
Effectiveness of entomopathogenic fungi in the management of Pseudacysta perseae (Heid.)
(Hemiptera: Tingidae) in avocado (Persea americana Mill.)
Jaime RUIZ VEGA, Teodulfo AQUINO BOLAÑOS, María Eugenia SILVA RIVERA y Sergio
GIRÓN PABLO
Control integrado de la gallina ciega Phyllophaga vetula Horn (Coleoptera: Melolonthidae) con agentes
entomomopatógenos en Oaxaca, México
Integrated control of white grubs Phyllophaga vetula Horn (Coleoptera: Melolonthidae) with
entomopathogenic agents in Oaxaca, Mexico
Gladys RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, Ramón SILVA ACUÑA, Rafael CÁSARES MOIZANT, Renny
BARRIOS MAESTRE, Asdrúbal DÍAZ QUINTANA y José FARIÑAS MARCANO
Aspectos bioecológicos del defoliador de la palma aceitera, Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera:
Nymphalidae)
Bioecological elements of the oil palm defoliator, Opsiphanes cassina Felder (Lepidoptera:
Nymphalidae)
Agronomía. Fitopatología (Agronomy. Phytopathology)
Nelson José MONTAÑO MATA y José JIMÉNEZ GARCÍA
Sintomatología y control de la necrosis foliar de la chufa (Cyperus esculentus L.)
Symptoms and control of leaf necrosis of tigernut (Cyperus esculentus L.)
Ingrid HERRERA y Hernán LAURENTIN
Evaluación de la esporulación de Fusarium oxysporum f. sp. sesami en dos medios de cultivo y dos
metodologías de inoculación en ajonjolí (Sesamum indicum)
Sporulation evaluation of Fusarium oxysporum f. sp. sesami in two culture media and two inoculation
methods on sesame (Sesamum indicum L.)
Zootecnia. Producción de aves (Zootechny. Poultry science)
Mahesh SUTHAR, Shahzad Akbar KHAN MUGHAL and Muhammad AZAM
The influence of female:male ratio of Fayoumi layers on fertility, hatchability of eggs and chicks
livability
Influencia de la relación macho:hembra de ponedoras Fayoumi sobre la fertilidad, eclosión de huevos y
viabilidad de los polluelos
Edeheudim Bassey ETUK, Anthonia Chinelo UDEGBUNAM, Nnanyere Okwunna ALADI, Oliver
Onwueyiagba EMENALOM and Babington Onyemechi ESONU
Effects of partial replacement of maize with 2:1:1 combination of plantain peels, yam peels and palm
kernel cake in broiler starter diet
Efectos de la sustitución parcial de maíz con la combinación 2:1:1 de cáscaras de plátano, cáscaras de
ñame y torta de almendras de palma en la dieta de inicio de pollos de engorde
Laercis LEYVA CAMBAR, Carlos OLMO GONZÁLEZ y Exequiel LEÓN ÁLVAREZ
Inclusión de harina deshidratada de follaje de morera (Morus alba L.) en la alimentación del pollo
campero
Inclusion of foliage dehydrated flour of Morus alba L. in the broiler chicken feeding
Continuación en la página anterior ....
584-598
599-608
609-616
617-626
627-638
639-643
644-648
649-652
653-659
Volumen 12
REVISTA CIENTÍFICA UDO AGRÍCOLA
Julio-Septiembre 2012
Número 3
CONTENIDO
Artículo de Revisión (Review Paper)
Edilberto GUEVARA PÉREZ
Lineamientos para la formulación de proyectos de investigación y divulgación científica de los
resultados
Guidelines for formulation of research proposals and scientific diffusion of results
Agronomía. Evaluación de Cultivares (Agronomy. Cultivar Evaluation)
Michel José HERNÁNDEZ GONZÁLEZ y Nicolás Enrique VALLADARES SÁNCHEZ
Evaluación del desarrollo vegetativo de 19 cultivares de frijol (Vigna unguiculata (L.) Walp), cultivados
en Santa Bárbara, estado Monagas, Venezuela, en época de Norte, 2008
Evaluation of the vegetative development of 19 lines of cowpea (Vigna unguiculata (L.) Walp),
cultivated at Santa Bárbara, Monagas state, Venezuela, in post rainy season, 2008
Agronomía. Fisiología vegetal (Agronomy. Plant physiology)
Miguel Eduardo AÑEZ QUERALES, Oswaldo GONZÁLEZ y Carlos PÁRRAGA J.
Variables biométricas de guanábano (Annona muricata L.) tipo gigante en las condiciones
edafoclimáticas del estado Portuguesa, Venezuela
Biometric variables in giant type soursop at climatic and soil conditions of Portuguesa State, Venezuela
Adolfo Enrique CAÑIZARES CHACÍN, Osmileth BONAFINE, Jesús Rafael MÉNDEZ NATERA,
Dierman LAVERDE y Raimundo PUESME
Crecimiento, desarrollo y calidad del fruto de Lima ‘Tahití’ (Citrus latifolia Tanaka) en el Estado
Monagas, Venezuela
Growth, development and quality of fruit of ‘Tahiti’ lime (Citrus latifolia Tanaka) in the Monagas State,
Venezuela
Agronomía. Manejo de podas (Agronomy. Pruning managment)
Maryluz FOLGUERAS MONTIEL, Sergio RODRÍGUEZ MORALES, Nilo MAZA ESTRADA y
María OLIVA VALDÉS
Cosecha, beneficio y conservación de la yuca (Manihot esculenta Crantz). I. Efecto de la poda de las
plantas y tratamiento químico de las raíces sobre su deterioro
Harvest, benefit and conservation in cassava (Manihot esculenta Crantz) crop. I. Effect of plant pruning
and root chemical treatments on its deterioration
Pedro Jorge CENÓZ y Angela María BURGOS
Efecto de las podas pre-cosecha en plantas de mandioca (Manihot esculenta Crantz) cultivadas en
Corrientes, Argentina
Pre-harvest pruning effect in cassava (Manihot esculenta Crantz) plants cultivated in Corrientes,
Argentina
Eliécer MORENO, Tania RUSSIÁN L. y César RUIZ S.
Uso de la poda para extender el ciclo productivo del cultivo de pimentón (Capsicum annuum L.)
Use of prunning to extend the productive cycle of bell pepper (Capsicum annuum L.) crop
Agronomía. Manejo del agua (Agronomy. Water managment)
Allívia Rouse Carregosa RABBANI, Renata SILVA MANN, Robério Anastácio FERREIRA, Angela
Maria dos Santos PESSOA, Edilene Souza BARROS e João Basílio MESQUITA
Restrição hídrica em sementes de moringa (Moringa oleifera L.)
Water restriction on moringa seeds (Moringa oleifera L.)
Restricción hídrica en semillas de moringa (Moringa oleifera L.)
Abdelaziz HIRICH, Redouane CHOUKR ALLAH, Sven Erik JACOBSEN, Lahcen EL YOUSSFI
and Halima EL OMARI
Using deficit irrigation with treated wastewater in the production of quinoa (Chenopodium quinoa
Willd.) in Morocco
El uso de riego deficitario con aguas residuales tratadas en la producción de quinua (Chenopodium
quinoa Willd.) en Marruecos
ISSN 1317 - 9152
Depósito Legal pp200102Mo1203
Continuación en la página anterior ....
Páginas
505-521
522-529
530-534
535-541
542-549
550-558
559-562
563-569
570-583