Mi corazón arde por enseñar la Palabra

Mi corazón arde por enseñar la Palabra
Por Rvda. Myrna Román
Somos más que vencedores por medio de aquel que
nos amó.
(Romanos 8:37)
Este ministerio de nuestra iglesia es diferente por muchos motivos. Uno de los
motivos más maravilloso es por la predicación y la enseñanza de la Palabra de Dios.
Como pastora, deseo que aprendas la Palabra. En mi enseñanza quiero depositar
el sentir de mi corazón. Deseo vivir a la altura de la excelencia en el llamado de Dios.
Necesitamos ser disciplinados en esta Palabra. En ella está la vida eterna.
El fuego en mi corazón es por enseñar la Palabra. Es en la Palabra que está la
victoria. Al enemigo tienes que enfrentarlo con la Palabra de Dios. Él no tiene más
poder que el del Cristo que vive en nosotros. Con el enemigo no se juega.
Muchas veces confesamos esta Palabra con la boca, pero sin entendimiento, pues
nuestra vida no refleja la confesión. La Palabra nos llama a vivir en victoria. Tengo que
conocer qué victorias obtuvo Cristo en la cruz. Es necesario, pues, estudiar la Palabra.
Oración:
Señor, que tu Palabra abunde en estos días.
Lectura adicional:
Deuteronomio 23:23; Josué 23:4
Acción:
Lee 1 Samuel, capítulo 3.
Pensamiento:
Dios no es hombre para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta
(Números 23:19)