Programa político-electoral del General Ángel Flores como
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Programa político-electoral del General Ángel Flores como
Programa político-electoral del General Ángel Flores como candidato a la presidencia de la República en 1924 Azalia López González1 El programa político-electoral del candidato Ángel Flores a la presidencia de la República en 1924, publicado por El Demócrata días después de su lanzamiento como candidato formal por la Liga Política Nacional, brazo político del Sindicato Nacional de Agricultores, refleja un panorama peculiar hacia las elecciones presidenciales. En esta ocasión, estarían disputadas únicamente por Plutarco Elías Calles y Ángel Flores, dejando atrás a un sinnúmero de personalidades políticas, entre ellas, la más controversial, Adolfo de la Huerta, que para esas fechas ya se encontraba camino al destierro. La publicación del programa dado a conocer de manera sucinta por los periódicos de la época revela que los diarios eran el medio más eficaz de realizar proselitismo electoral; al estar éstos al servicio de las organizaciones políticas cumplían la función de suplir la inexistencia de órganos de difusión por parte de organismos públicos y privados; así, la opinión pública emitía sus juicios y los ponía a consideración de un público más amplio, de tal suerte que los candidatos recibían espacios importantes en los diferentes diarios de circulación nacional. Los ochos puntos más sobresalientes del programa florista reflejan de manera certera las condiciones de sus aliados y simpatizantes, que no solamente empujaron la candidatura, sino que llegaron a sostener económicamente la campaña electoral. Los dirigentes del Sindicato Nacional de Agricultores, conocidos empresarios, industriales y terratenientes, más que intereresados en participar, querían influir en la toma de decisiones del poder que sostenía el gobierno. La organización misma de dicha agrupación refleja las condiciones estructurales del sistema político mexicano; por un lado, participa ampliamente en la rebelión delahuertista que había desestabilizado la paz y tranquilidad social con que apenas se contaba; y por otro, no resiste la –––––––––––––– 1 Profesor e Investigador de la Facultad de Historia-UAS. Clío, 2004, Nueva Época, vol. 3, núm. 31 tentación de aprovechar la oportunidad de sostener una contienda proselitista contando con un sistema electoral y de partidos que le permitía realizar su incursión en la arena política. Punto por punto, el programa de Flores refleja el ideario de quienes sostenían su candidatura: criticaba los artículos constitucionales 27 y 123, porque a juicio de quienes o respaldaron, lesionaba los intereses particulares de la propiedad privada. Ello demuestra que la gran discusión en la agenda política era, en pocas palabras, la propiedad de la tierra y la respuesta gubernamental convertida en ejidos, como solución a las demandas de una amplia, ruidosa y aguerrida mayoría del sector popular. Sin embargo, dichas disposiciones no eran compartidas, por obvias razones, por quienes poseían los títulos de propiedad de miles de hectáreas de tierras cultivables. Así, en pocas palabras, el proyecto económico lo sustentaban en la promoción de los pequeños propietarios como base fundamental del progreso agrario y que daría paz y bienestar a amplios sectores del México rural. El tratamiento de tales iniciativas pone de manifiesto su pertenencia ideológica, como lo muestra el programa cuando argumenta que su propuesta no es ninguna regresión, sino más bien, quiere el progreso fundado en el respeto a los preceptos de la Ley Suprema y cualquier interpretación que se haga de ella. Niega que se sumen a la llamada “reacción”, como adjetivo descalificativo a sus propuestas de ordenamiento de lo concerniente al campo y de quienes viven de él. La pertenencia ideológica suma una serie de códigos y de valores reflejados en cada uno de los puntos; su visión del mundo visto desde un conjunto integrado a una totalidad muestra una parte de la sociedad, la correspondencia entre ese fragmento de la sociedad y otros grupos a la cual pertenecen interactúan y se diferencian por sus maneras de percibir y de actuar hacia el interior de su mundo. Las ideas y conceptos que del programa emanan, forman parte de la representación que hacen de sí mismos: se supone que llevarían a trabajar al gobierno, en caso de triunfar, a los mejores hombres que la revolución ha dado, es decir, aquellos revolucionarios que hayan mostrado tener afinidad con los ideales de la revolución, como fuente inagotable de hombres y de orientaciones. La revolución emerge, como en décadas pasadas, como el mejor y único momento de lucidez social ante los grandes problemas que enfrenta el país. La revolución junto con la prosperidad empresarial, si no, ¿para qué se luchó? Su respuesta, claro está, que para tener paz y prosperidad. Es ahí donde se acumulan las reservas de esperanza, se alimentan los sueños y las utopías, proyectadas hacia el futuro. 144 Clío, 2004, Nueva Época, vol. 3, núm. 31 El programa en cuestión permite medir, en el seno de una totalidad de acciones recíprocas, la presión respectiva de las condiciones económicas y, por otro lado, la de un conjunto de conveniencias y decisiones que impactaron al mundo al cual pertenecen. Las ideas de firmeza, consolidación, principios, derechos, conformaron el mensaje que el grupo florista quería emitir aprovechando los espacios dados por los medios de comunicación, llegar y penetrar aquellos sectores de la sociedad para hacerlos partícipes de que el momento crucial de la vida democrática en el país era hacer uso de su obligación y derecho de emitir su voto por la propuesta que mejor les pareciera. Finalmente, Plutarco Elías Calles ganó con una amplia ventaja al candidato opositor Ángel Flores, pero se logró avanzar en el sinuoso camino de la democracia en el país. Puntos sobresalientes del programa del general Ángel Flores El manifiesto del señor general don Ángel Flores contiene los siguientes puntos sobresalientes: 1º.- Iniciará con firmeza la consolidación de los principios renovadores implantados a costa de tanta sangre, y buscará para ello una adecuada coordinación social que garantice por igual el derecho de todos. 2º.- Niega la posibilidad de “restauraciones” regresivas, y dice que sólo podría resurgir una genuina “reacción” si la engendraran los extremos comunistas, como los extremos de la revolución Francesa engendraron el cesarismo de Bonaparte. 3º.- Reconoce que la causa más frecuente del choque de intereses y de derechos ha consistido en la falta de reglamentación de los artículos 27 y 123 de la Constitución de 1917, y dice que el Poder Ejecutivo está facultado para presentar y fomentar iniciativas a ese respecto, y sobre todo para fijar en la práctica una interpretación justa, adecuada y uniforme de cada uno de los preceptos sustantivos de la Ley Suprema. 4º.- Promete promover el acrecentamiento y la prosperidad de los pequeños propietarios y proteger el justo cumplimiento de las reintegraciones ejidales, pero sin lesionar legítimos derechos preexistentes, ni lastimar los derechos fundamentales de toda propiedad bien adquirida y sin autorizar actos que puedan tener apariencia siquiera de despojos. 5º.- Garantizará expresa y enérgicamente la inalienable libertad de trabajo que consagra el articulo cuarto de la Constitución. Clío, 2004, Nueva Época, vol. 3, núm. 31 145 6º.- Afirma que evitará que los extranjeros, de cualquiera nacionalidad que sean, puedan en ningún caso gozar de privilegios o prerrogativas de que no puedan disfrutar los mexicanos. 7º.- Dice que carece de compromisos con grupos o camarillas y que encargará las actividades del gobierno preferentemente a hombres de la revolución, pero lo suficientemente aquilatados en aptitud, preparación y honradez. 8º.- Estima que la prensa seria y libre es el genuino exponente de la opinión pública, y que siempre requerirá y escuchará su consejo, como una de las palancas más poderosas del progreso moderno. Fuente: El Demócrata, México, D. F., a 2 de mayo de 1924. 146 Clío, 2004, Nueva Época, vol. 3, núm. 31