“Que se abra la Puerta Santa no significa un Año Jacobeo extra”

“Que se abra la Puerta Santa no significa un Año Jacobeo extra”

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EL CORREO GALLEGO
“Francisco nos pone a
todos en el camino de
reflexionar sobre las
prioridades evangélicas
que el hombre y la mujer
de hoy precisan para
encontrarse con Cristo”
“El papa va allí donde
cree que las personas
necesitan más su
presencia y el mensaje
que quiere transmitirles,
siempre inspirado por el
Espíritu Santo”
“El Camino es sobre
todo una ruta de fe y de
conversión, aparte de
otras dimensiones
dignas de tener en
cuenta. Esta es nuestra
gloria y responsabilidad”
MOnSEñOR jUlián BARRiO BARRiO Arzobispo de Santiago
“Que se abra la Puerta Santa no
significa un Año Jacobeo extra”
ARTURO REBOYRAS
Santiago
Hoy es un día importante para la
Iglesia compostelana...
Sin duda. Es un día muy significativo no sólo para nuestra
Iglesia local y para la Iglesia que
peregrina en Galicia, sino para
toda España, porque la festividad del Apóstol Santiago es una
de esas fechas que superan barreras particulares. Es el Patrono
de la nación española. Celebrar
esta solemnidad es recordar que
el contenido de nuestra fe nos fue
transmitido por el Apóstol, que
su figura ha estado vinculada a
nuestra historia y que los millones de personas que han emprendido el camino para visitar su
tumba apostólica son un ejemplo
de búsqueda, fortaleza y entrega.
La ciudad de Santiago se ha ido
haciendo vinculada a este fenómeno de la peregrinación, y Galicia y España se han enriquecido
espiritual, cultural y socialmente
con el legado de la Ruta Jacobea
que, como muchos reconocen, ha
contribuido a la formación de la
‘Europa del espíritu’.
La polémica de estas últimas
semanas se ha centrado en la ausencia del alcalde a la Ofrenda...
Ya lo he dicho en alguna otra
ocasión: es una decisión personal que respeto, sabiendo que nace de una libertad interna que la
Iglesia defiende. La Ofrenda es un
gesto cargado de significado y sigue viva como una tradición cristiana en Galicia y en España.
¿Cree que, en este sentido, se
pueden estar confundiendo los
conceptos laicidad y laicismo?
Los obispos de la Iglesia en Galicia ya comentamos que el representante político no acude a
un acto semejante como persona
privada, para expresar las propias
convicciones ideológicas, sino en
su específica función pública,
precisamente a causa de la laicidad de las instituciones que reconocen el valor de un gesto tan
relevante de la vida de nuestro
pueblo. En ese respeto mutuo y
en las responsabilidades propias
asumidas creo que ha de basarse
el diálogo constructivo para no
confundir una sana laicidad con
un laicismo excluyente. Me gustaría subrayar que las puertas de
nuestra Catedral están y estarán
abiertas. Lo han estado siempre.
La Diócesis está celebrando un
gran acontecimiento, el Sínodo,
¿cómo se está viviendo?
Pues con inquietud gozosa, serenidad y esperanza. Es este un
camino de trabajo que, a lo largo
de muchos meses, no tiene grandes acontecimientos mediáticos,
por así decirlo, sino que más bien
se va realizando en una tarea callada de los grupos sinodales que
se han constituido por toda la
diócesis. Se han recibido los documentos de trabajo con interés,
y la implicación de los párrocos,
sacerdotes, miembros de la vida
consagrada y laicos está siendo
en general muy generosa.
Muchas personas no saben qué
es un sínodo, ¿cómo podría explicarlo con palabras sencillas?
Es verdad que puede haber personas que no conocen bien la naturaleza y la esencia de un Sínodo
diocesano. Por eso agradezco
mucho a los medios de comunicación el que se hagan eco de este
proceso, aunque comprendo que
no es fácil encontrarle hueco en
medio de tantas noticias de otro
tipo de actualidad. Un Sínodo diocesano es la ocasión propicia para
reflexionar entre todos los diocesanos sobre el estado actual y las
necesidades futuras de la iglesia
local: es como detenerse a pensar
en dónde estamos y a dónde queremos llegar. Es un proceso de
participación en el que se buscan
soluciones a realidades de las
cuales es necesario hacer una lectura creyente. Es un tiempo para
agradecer todo lo que nos han legado las generaciones anteriores;
pero es también un momento para definir y estructurar esta iglesia diocesana a la que amamos.
¿Cree que servirá para traer aire fresco a la Diócesis?
Estoy convencido de ello. Lo
más importante de un proceso
de este tipo es siempre la vivencia personal, la necesidad de convertirnos, de volver a encontrar
Monseñor Julián Barrio Barrio, arzobispo de Santiago.
el prelado
• Licenciado en Teología
por la Universidad Pontificia de Salamanca, doctor en
Historia de la Iglesia por la
Pontificia Gregoriana de Roma y licenciado en Filosofía
y Letras por la de Oviedo,
monseñor Julián Barrio es arzobispo de la diócesis metropolitana de Santiago desde
el 25 de febrero de 1996.
• Durante su pontificado
en la Iglesia compostelana ha
sido anfitrión de numerosas
citas de reconocido prestigio
internacional, como las Peregrinacines Europeas de Jóvenes. Asimismo, en el Año
Santo 2010 recibió en Santiago al papa Benedicto XVI, que
llegó a la ciudad del Apóstol
como peregrino de la fe.
Foto: Xoan Rey
la frescura del amor de Dios, de
retomar aquel amor primero con
que el Señor nos ha llamado a la
vida, de “volver a las frescas mañanas”, como decía Santa Teresa
de Ávila.
¿En qué veremos materializados sus frutos?
Esta conversión personal es la
que favorecerá la renovación de
las estructuras, la reorganización
de algunas realidades pastorales
que todavía están por definir, pero que a lo largo de este camino
sinodal se irán señalando. En realidad, la motivación última de un
sínodo diocesano es actualizar la
presentación del mensaje de salvación de Cristo en una renovada pastoral, en plena sintonía con
esta nueva etapa para la Evangelización que necesitamos.
El papa Francisco ha pedido
que el Año Santo de la Misericordia se viva con gran fervor
en todas las diócesis del mundo,
¿cómo se tiene pensado enfo-
SÁBADO
25 DE JULIO DE 2015
“Compostela es la meta
de la Ruta y el origen de
un compromiso
personal para
testimoniar con la vida
y la palabra el verdadero
encuentro con Jesús”
car en la Iglesia compostelana?
Estamos pensando en ello a la
hora de programar el plan pastoral, teniendo como referencia el
hermoso texto del papa Francisco en la bula por la que convoca
este Jubileo Extraordinario de la
Misericordia. Allí se encuentra
el iter a seguir para acercarnos
con verdadero asombro al rostro misericordioso de Dios, que
hemos de verlo reflejado en tantos hermanos pobres material y
espiritualmente que precisan de
nuestro apoyo y de nuestras manos para recobrar la dignidad.
¿Se abrirá finalmente la Puerta
Santa el ocho de diciembre?
Me alegro de que me haga esta pregunta, pues me parece que
en algún momento ha habido
alguna apreciación no adecuada. El hecho de que se abriese la
Puerta Santa no significaría que
estuviésemos ante un Año Santo Compostelano extraordinario.
Simplemente sería la forma simbólica de unión de nuestra Iglesia
diocesana a las celebraciones de
la Iglesia universal en el Jubileo
Extraordinario de la Misericordia. Las reflexiones sobre este
acontecimiento nos ayudarán a
adoptar las decisiones que pastoralmente sean más convenientes
para los fieles. En todo caso, está claro que nosotros nos adherimos gozosamente a la llamada
que nos ha hecho el papa.
Los últimos viajes internacionales del Santo Padre fueron
siempre a las “periferias” del
mundo, ¿cree que podremos verle pronto en Santiago?
El finisterrae de tiempos del
apóstol Santiago ya ha dejado de
serlo. Como usted sabe, ya desde
las primeras semanas del pontificado de Francisco, los obispos gallegos, y yo en especial, le hicimos
llegar al papa nuestro deseo de
que peregrinase a nuestra tierra.
Somos conscientes de su apretada agenda y de las prioridades
que se ha marcado, pero la invitación sigue abierta y nos alegraría
tenerle entre nosotros.
¿Cómo valora la acogida de la
ciudad a los peregrinos?
Es obvio que todo es mejorable
en la acogida espiritual y material
del peregrino, pero a mí parecer
esta acogida se ha visto rejuvenecida con el paso de los últimos
años. Espero que pronto esté operativo el Centro Internacional de
Acogida al peregrino. No podemos
olvidar nunca que la razón de ser
de nuestra Catedral es la acogida
espiritual de los que llegan a ella,
y que la ciudad es uno de los tres
grandes centros de peregrinación
con Roma y Jerusalén.