Fundamentos anatómicos y fisiológicos del sistema gastrointestinal
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Fundamentos anatómicos y fisiológicos del sistema gastrointestinal
Fundamentos anatómicos y fisiológicos del sistema gastrointestinal Héctor Jesús Maldonado Garza, Francisco Javier Bosques Padilla, Manuel Alejandro Martínez Vázquez 1. Peristaltismo primario 2. Peristaltismo secundario 3. Contracciones terciarias ESÓFAGO Fundamentos anatómicos y fisiológicos Es de importancia conocer más sobre la fisiología del esfínter esofágico inferior (EEI). El EEI mantiene dos funciones fisiológicas relevantes: a) prevención del reflujo gastroesofágico y b) relajación durante la deglución. La presencia de una hernia del hiato por deslizamiento no disminuye necesariamente la función fisiológica del esfínter. La principal función del esófago es el transporte de los alimentos líquidos y sólidos desde la faringe hasta el estomago. La deglución induce una onda de contracción que se inicia en la faringe y avanza a través del esófago hasta alcanzar el cardias. El esfínter esofágico inferior es de importancia primaria en la prevención del reflujo gastroesofágico. © Editorial El manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Mecanismo de la deglución El proceso de la deglución consta de tres fases: la fase oral (voluntaria), la fase faríngea (involuntaria) y la fase esofágica. Estas fases se suceden de una forma coordinada y están controladas por el centro de la deglución en el tronco del encéfalo. ESTÓMAGO El estómago tiene la forma de un saco elástico que puede aumentar o disminuir su tamaño según la cantidad de alimento que contenga. Las paredes del estómago están formadas por varias capas: mucosa, submucosa, muscular y serosa. Fase oral. Es el proceso que desencadena el mecanismo de la deglución. El alimento ingerido es conducido de manera voluntaria hacia la faringe por los movimientos de los músculos de la lengua y forzado hacia atrás y hacia arriba contra el paladar. Fase faríngea. Durante esta etapa de la deglución, el alimento pasa desde la faringe, a través del esfínter esofágico superior, hasta el esófago proximal. Este proceso involuntario requiere una secuencia coordinada de contracción y relajación. El sistema nervioso central inicia una serie de respuestas involuntarias a través de los pares craneales. Fase esofágica. La contracción secuencial del músculo liso esofágico desde la parte proximal a la distal genera la onda peristáltica de aclaramiento. A diferencia del resto del tubo digestivo, el músculo liso esofágico tiene un solo patrón de actividad eléctrica que muestra potenciales en espiga sin contracciones lentas subyacentes. Las contracciones del músculo circular pueden caracterizarse en tres patrones distintos: INTESTINO DELGADO El intestino delgado es una estructura tubular que une el estomago con el colon; mide unos 200 cm en neonatos y 6 m en adultos. Es continuo, pero con fines anatómicos se divide en duodeno, yeyuno e íleon. El duodeno inicia en el bulbo, gira alrededor de la cabeza del páncreas al espacio retroperitoneal y retorna a la cavidad peritoneal terminando en el ángulo de Treitz. El resto del intestino esta cubierto por mesenterio (yeyuno 40% proximal, 2.5 m, e íleon 60% distal, 3.5 m). El intestino delgado tiene una membrana de revestimiento o mucosa para la digestión y absorción, que está plegada y cubierta por pequeñas prolongaciones llamadas vellosidades; éstas son pequeños tubos de epitelio que rodean un vaso linfático y gran cantidad de capilares. En su base se abren unas pequeñas depresiones glandulares llamadas criptas de Lieberkühn, que secretan las enzimas necesarias para la digestión intestinal. 1 2 • Fundamentos para el ejercicio de la medicina. Guía para el examen de residencias médicas. ERM HÍGADO El hígado pesa unos 1500 g y consta de dos lóbulos. Las vías biliares son las vías excretoras del hígado, del cual suelen salir dos conductos: derecho e izquierdo, que confluyen entre sí formando un conducto único: el conducto hepático, el cual recibe un conducto más fino, el cístico, que proviene de la vesícula biliar alojada en la cara visceral de hígado. De la unión de los conductos cístico y hepático se forma el colédoco, que desciende al duodeno, donde desemboca junto con el conducto del páncreas. La vesícula biliar es un reservorio musculomembranoso de las vías biliares. Contiene unos 50 a 60 mL de bilis. Es de forma ovalada o un poco piriforme y su diámetro mayor es de unos 8 a 10 cm. PÁNCREAS El páncreas ocupa la parte alta del retroperitoneo (D12 a L1) y tiene estrecho contacto con las raíces nerviosas que emergen en esa zona. El colédoco distal atraviesa la cabeza del páncreas antes de desembocar en el duodeno a través de la ampolla de Vater. Los tumores de la cabeza del páncreas obstruyen a menudo la vía biliar. La vena esplénica corre por un surco en la cara superior del páncreas y puede trombosarse como consecuencia de pancreatitis o tumores del órgano. La vena mesentérica superior tiene una estre- cha relación con el borde inferior del páncreas, y su infiltración tumoral es una de las contraindicaciones más frecuentes para la resección del adenocarcinoma pancreático. Fisiología La secreción pancreática proviene de las células acinares, de las cuales depende la producción de enzimas; las células de los conductos secretan agua y electrólitos. Durante el ayuno, la secreción pancreática es mínima y las células acinares acumulan en los gránulos de zimógeno las enzimas y proenzimas que van sintetizando. El jugo pancreático no contiene enzimas proteolíticas ni fosfolipasa activas; éstas se secretan como proenzimas. La enterocinasa secretada por el epitelio intestinal trasforma el tripsinógeno en tripsina, la que a su vez activa el resto de las proenzimas. La amilasa y la lipasa son secretadas en su forma activa. Las enzimas proteolíticas y la fosfolipasa son en particular peligrosas para la integridad de las células y de sus membranas. El jugo pancreático contiene antitripsinas que evitan la activación de estas enzimas en los conductos del órgano. El páncreas tiene una gran reserva funcional: bastaría un 10 a 15% de su secreción posprandial para digerir los componentes de una comida habitual. Por esta razón, el uso clínico de extractos pancreáticos no tiene sentido, salvo en los pacientes con pancreatitis crónica avanzada o con obstrucción total del conducto pancreático. REFERENCIAS manual moderno Fotocopiar sin autorización es un delito. Manual Moderno, 2009. 3. Feldman M, Friedman LS, Brandt LJ: Sleisenger and Fordtran’s Gastrointestinal and Liver Disease, 9th ed. USA: Saunders-Elsevier, 2010. © Editorial El 1. Gómez-Escudero O, Uscanga-Domínguez LF: Gastroenterología: Manual para Estudio, Consulta Rápida y Examen de la Especialidad. México: Intersistemas Editores, 2007. 2. García-Compeán D, Maldonado-Garza H: Gastroenterología y Hepatología: Objetivos y su Desarrollo, 1a. ed. México: El