La estrella resplandeciente y la letra G
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La estrella resplandeciente y la letra G
A:. L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:. La estrella resplandeciente y la letra G V:. M:., RR:. y QQ:. HH:. La ceremonia de adelanto para alcanzar el grado de comp:., exige la realización de cinco viajes. Cada uno de ellos representa una nueva y diferente etapa de realización, que le ayudarán el conocerse a sí mismo y comprender cuál es su relación con el entorno, para de este modo alcanzar el dominio de la libertad. Una vez finalizado el cuarto viaje, y antes de realizar el quinto, el H:. Ap:., detiene su tránsito para ubicarse frente a cinco gradas por las que tiene que subir antes de aproximarse al templo. Cada una de ellas, representa una condición o requisito para ascender al siguiente escalón, lo que implicará poner toda la fuerza y constancia que exista en su ser para lograr la perfección. Por ello, la primera condición es la inteligencia, hasta llegar al quinto escalón que representa el amor a la humanidad que todo masón debe cultivar. Una vez ascendido el quinto escalón se revela ante el aprendiz una luz misteriosa, en un inicio ligeramente tenue, pero que gradualmente va incrementando su luminosidad, mostrando que una vez incandescente, no se extinguirá jamás. Este emblema es la estrella flamígera; “astro del pensamiento libre, redimido de las preocupaciones y supersticiones”1, al interior de ella y en el centro se revela la letra “G”, símbolo esencial del grado de comp:., tal es así que en la ceremonia de apertura de la liturg:. del Gr:. De Com:., el V:. M:. interroga al 1er:. Vig:. Si es comp:. Mas:., a lo que éste responde: “conozco la letra “G” V:. M:. Por lo tanto, la estrella y la “G”, son dos símbolos importantes para el segundo grado y que trataremos de explicar a continuación. La estrella flamígera, como toda estrella es un centro de luz, la cual ilumina el espacio que la circunda. En ella se expresa no sólo la luz que perciben nuestros órganos sensoriales, sino una luz invisible que sólo puede ser apreciada por nuestro ser interior, por nuestro espíritu. Esta estrella, graficada a modo de un pentagrama, con cinco puntas; representa al hombre, el cual no es más que la manifestación micro del macrocosmos. El hombre, como parte del macro cosmos, pero que se expresa en su perspectiva microcósmica, como parte del todo y como una integridad, que debe mantener el equilibrio corpóreo, psíquico y espiritual para estar en sintonía con el todo. La punta superior representa a la cabeza; las demás, a las extremidades superiores e inferiores. Según Jorge Adoum, la estrella representa al hombre perfecto y las cinco puntas “corresponden a los cuatro elementos y al espíritu los que se simbolizan por los metales 1 Liturgia del grado de compañero, pag 50. Ed. 2008 ordinarios y facultades inferiores y comunes del hombre: el plomo y su instinto, el estaño y su atracción vital, el cobre y sus deseos, el hierro y su dureza, a los cuales se une el mercurio filosófico de la inteligencia suprema, que a todos amalgama y domina”.2 Las cinco puntas, a entender de Lavagnini3 representan también a los cinco sentidos. En la parte inferior, los sentidos relacionados con la vida instintiva y la conservación del organismo (el olfato y el gusto); en el medio los sentidos que nos relacionan con el entorno que nos rodea (la vista y el tacto) y en la punta superior el oído que nos permite la comunicación con nuestros semejantes. La estrella flamígera, representa al hombre espiritual que ha sido capaz de dominar su interior y por lo tanto está en capacidad de irradiar de sí mismo su propia luz interna. Por ello que las cinco puntas representan la proyección del hombre hacia el exterior. La estrella flamígera es por lo tanto el emblema del alma, de la cual emana un fuego sagrado y eterno “que crea el amor, la amistad, la ciencia, el valor, la virtud y la verdad”4. Esta estrella, representa para los masones el ideal de perfección el cual se debe procurar alcanzar y que debe servir como guía para lograr proyectar la verdadera luz que nos guiará en el largo camino de la vida, para hacernos trascendentes y elevarnos por encima de la mortalidad. Al interior de la estrella y ubicada al centro, se encuentra la letra “G”, octava en el abecedario y que aparentemente, desde la perspectiva profana, no tendría mayor significado que el de una grafía utilizada para representar algunos términos en el alfabeto latino. Revisando en “wikipedia, la enciclopedia libre”, se señala diversos significados para la letra “G”, así, entre otros: La ge minúscula (g) es el símbolo del gramo, unidad de masa. La Ge mayúscula, se utiliza en la informática para indicar la cantidad 230 y que se utiliza para designar la capacidad de almacenamiento o de memoria RAM (Giga) que puede tener una computadora personal. La G mayúscula es también el símbolo del Gauss (unidad de inducción magnética). La g minúscula es la aceleración debida a la fuerza de gravedad en determinado punto de la superficie de algún astro. “G” también representa la constante gravitacional cuyo valor es valor 6,67 * 10 − 11 Newtons por metro cuadrado sobre kilogramo al cuadrado (Nm2 / kg2). En otros idiomas, la letra G tiene diversas representaciones: En el alfabeto griego, la gamma es el símbolo del planeta tierra: GEA. La g latina se deriva del gamma griego. En la medicina Hindú la letra G es el símbolo de uno de los vasos que parte del corazón. 2 Adoum Jorge “el compañero y sus misterios” Lavagnini aldo, “el secreto masónico”, pag 72. Editorial Kier, 1990 4 Liturgia del grado de compañero, pag 50. Ed. 2008 3 En el gnosticismo y la numerología, su equivalente numérico es el 4, y representa al Tetragrámmaton (el nombre del dios Yahvé en hebreo). Según Lavagnini, la letra G representa la vida interior generadora de la manifestación exterior. Para Jorge Adoum, la letra G “expresa jeroglíficamente la mano semicerrada, como al coger algo y representa la garganta, lugar donde se forma y toma cuerpo la palabra, concebida por medio de la mente. Es el verbo que se hace carne y lo divino se transforma en humano.” La letra “G” en la estrella flameante, señala adoun, “significa el verbo creador y el fuego creador.5 Al expresar el signo de orden del grado, se ubica la mano D:. sobre el C:. haciendo una G:., por lo que la letra “G” podría ser la representación de una G:. y representa no sólo que estamos dispuestos a extraernos el C:., antes de revelar nuestros S:., sino también que renovamos la obligación de amar y socorrer a nuestros Hh:. De acuerdo a la liturgia del grado de compañero, la letra G también significa: genio, geometría, gravitación, generación. Veamos el significado de estas palabras. Genio, se relaciona con la creación de lo más bello, atractivo y agradable, que eleva al hombre a niveles superiores. El arte y la ciencia, como obras del genio humano. Genio, se relaciona a su vez con gnosis, sinónimo de conocimiento (conocer, saber) y que está relacionado con la experiencia de aprendizaje individual que permite hacer consciencia de la realidad exterior, a la cual nos acercamos a través de nuestros cinco sentidos y nuestro ser espiritual. Geometría, literalmente significa en griego, “medida de la tierra”. Representa una rama de las matemáticas que estudia las idealizaciones del espacio (puntos, rectas, planos curvas, superficies) La geometría se propone ir más allá de lo alcanzado por la intuición. En la antigüedad surge la necesidad de medir las tierras, hacer puentes, acueductos, edificios y de ahí deriva el nombre. La geometría estudia e interpreta el orden espacial mediante la medición de las relaciones entre las formas. Por ello, se consideraba en la antigüedad que permitía alcanzar y conocer lo divino, pues sólo a través de la geometría el ser divino pudo haber construido la armonía en el movimiento de los astros. Actualmente, al estudiarse el ADN como unidad molecular portadora de la vida, se aprecia una estructura geométrica en la cual se unen e integran los diversos elementos básicos que la conforman, conformando un orden que define en última instancia las particularidades de cada ser. En esa ínfima expresión se manifiesta la misteriosa divinidad. 5 Adoum Jorge, “el compañero y sus misterios”, Ed kier 2000 El término geometría, alberga en sí el término geo que significa tierra, la cual es la generadora o madre de los seres vivientes. La tierra es la que engendra y produce la vida, es la madre del universo visible, es la mamapacha en la cosmovisión andina, la creadora de todo, la siempre virgen, la que siempre se recrea. Gravitación, denominada también fuerza de gravedad, es la fuerza teórica de atracción que experimentan entre sí los objetos con masa. Es la responsable de los movimientos a gran escala observados en el universo. Sin embargo, desde la perspectiva del simbolismo masónico, la fuerza de gravedad es la ley de amor o atracción universal que impulsa a las personas “y las atrae mutuamente, según sus recíprocas afinidades para una finalidad armónica”.6 Generación, significa producción de algo, el paso del no ser al ser. Relacionado con los términos procrear, engendrar y que tiene que ver con los misterio de la vida. Significa que permanente debemos recrearnos y desarrollar, siendo otros en nosotros mismos, de modo tal que seamos el hombre regenerado que ha logrado superarse a si mismo, que se ha transfigurado, que ha logrado la paz interior y que ha conquistado la inmortalidad. La cual se expresará en sus obras y porque siempre estará presente entre sus hermanos. La estrella flamígera y la letra G por lo tanto no son otra cosa que la expresión del hombre ideal, perfecto que buscamos alcanzar desde que iniciamos el tallado de nuestra piedra bruta, la pulimos y preparamos para construir el templo que nos acercará al G:. A:. D:. U:.,, Bibliografía Adoum Jorge. El compañero y sus misterios. Ed. Kier Buenos aires año 2000. GLP. Liturgia del grado de compañero. Ed. 2008 Lavagnini Aldo. Manual del compañero. Ed. Kier. Buenos aires 1989 Lavagnini Aldo. El secreto masónico. Ed. Kier. Buenos Aires. 1990 Wirth Oswald. El libro del compañero. Biblioteca upasika. www.glrbv.org.ve/trabajos y trazados masónicos Comp:. Rubén Velarde Flores R:.L:.S:. Benjamín Pérez Treviño Nº 86 – Valle de Lima Setiembre 2008 6 Lavagnini, Manual del compañero. Ed. Kier, 1989