Adora y confía
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Adora y confía
www. rezandovoy.org Adora y confía “La oración preparatoria es pedir gracia a Dios nuestro Señor, para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de Dios” [EE.EE 46]. Oh, oh, oh adoramus te Domine. Oh, oh, oh adoramus te Domine. Taizé Del santo evangelio según san Lucas (17 ,11-19). Yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en un pueblo, vinieron a su encuentro diez leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros.» Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes.» Y, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se echó por tierra a los pies de Jesús, dándole gracias. Éste era un samaritano. Jesús tomó la palabra y dijo: « ¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha vuelto más que este extranjero para dar gloria a Dios?» Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado.» Bendice alma mía al Señor, y bendice su santo nombre, bendice alma mía al Señor, Él me rescató de la muerte. Taizé Vemos a Jesús de nuevo en camino, nunca está quieto, no se establece sino que va de un lugar a otro I predicando, sanando y viviendo con la gente. Estar en los caminos, en las periferias, le permite encontrarse con quienes están en los márgenes, ¿qué lugares transito? ¿Dónde transcurre mi vida? ¿Me dejo interpelar por quienes viven excluidos de nuestra sociedad? El grito de los leprosos nos habla de un deseo profundo de curación. Ellos saben que el encuentro con Jesús puede devolverles lo que con la enfermedad han perdido. Pido al Señor que sane lo que en mí hay enfermo. De los diez curados, sólo el samaritano vuelve para dar gracias. La simple curación aquí se ve completada con las palabras de Jesús: “Tu fe te ha salvado”. Es el extranjero, él que no pide cuentas a Dios el que es capaz de agradecer la curación recibida y con el agradecimiento viene la salvación, y yo ¿agradezco al Señor lo que hace por mí cada día? www. rezandovoy.org Sólo tú, Jesús Es mi hermano Quien está pidiendo pan, ese es mi hermano; quien suplica libertad, es mi hermana; quien huye en patera del hambre y la muerte, es mi madre. MI FAMILIA ES QUIEN ESCUCHA A MI PADRE Y AMA COMO YO OS HE AMADO. MI FAMILIA ES QUIEN ESCUCHA A MI PADRE Y AMA, DE CORAZÓN, A SUS HERMANOS. Quien sufre rechazo, ese es mi hermano; quien vende su cuerpo, es mi hermana; quien es torturado por seguir mis pasos, es mi madre. Quien duerme en un banco, ese es mi hermano; quien habla otro idioma, es mi hermana; quien no sabe ni quién es por la enfermedad, es mi madre. Ain Karem Jesús, mi Dios, mi redentor, mi amigo, mi íntimo amigo, mi corazón, mi cariño: Aquí vengo, para decirte desde lo más profundo de mi corazón y con la mayor sinceridad y afecto de que soy capaz, que no hay nada en el mundo que me atraiga,sino tú sólo, Jesús mío. No quiero las cosas del mundo. No quiero consolarme con las criaturas. Sólo quiero vaciarme de todo y de mí mismo, para amarte sólo a ti. Para ti, Señor, todo mi corazón, todos sus afectos, todos sus cariños, todas sus delicadezas. ¡Oh, Señor!, no me canso de repetirte: Nada quiero sino tu amor y tu confianza. Te prometo, te juro, Señor, escuchar siempre tus inspiraciones, vivir tu misma vida. Háblame muy frecuentemente en el fondo del alma y exígeme mucho, que te juro por tu corazón hacer siempre lo que tú deseas, por mínimo o costoso que sea. ¿Cómo voy a poder negarte algo, si el único consuelo de mi corazón es esperar que caiga una palabra de tus labios, para satisfacer tus gustos? Pedro Arrupe, SJ “Jesús mismo lo indica: diez han dado gritos para alcanzar la curación y uno solo ha vuelto a dar gracias a Dios a gritos y reconocer que en Él está nuestra fuerza. Saber agradecer, dar gloria a Dios por lo que hace por nosotros.”. Papa Francisco