NUEVA AYUDA PARA LA VIDA DIARIA es la continuación de
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NUEVA AYUDA PARA LA VIDA DIARIA es la continuación de
NUEVA AYUDA PARA LA VIDA DIARIA es la continuación de AYUDA PARA LA VIDA DIARIA. Originalmente estos textos fueron pensados como continuación de mi revista mensual HELLINGERZEITschrift. En lugar del impreso fueron apareciendo mes tras mes en mi Homepage y allí estuvieron a disposición todos los meses para su lectura. Ustedes podrán leerlos mes a mes, acompañándolos durante todo el año y ofreciéndoles algo nuevo cada mes. Esto es posible porque Sophie, mi mujer, me acompaña y me apoya en muchos sentidos. Sus sugerencias hechas durante las numerosas charlas sobre sus puntos de vista y sus experiencias me abrieron nuevos caminos. También porque me cuida las espaldas, haciendo que pueda despreocuparme de las perturbaciones cotidianas y concentrarme en estos textos, que son en común, compartidos e inspirados por ella. Los dos juntos se los entregamos al mundo y a través de todo el mundo prestarán servicios a la vida de muchas personas. Vuestros, Bert y Sophie Hellinger 2 Ayuda para la vida diaria Enero 2012 Querido lector, También este año proseguiré mensualmente con mi Ayuda para la vida diaria. Aunque de una manera distinta y en otro formato. Esta ayuda mensual comienza con preguntas y respuestas, tal como yo la ofrecí en los cursos nocturnos. En segundo lugar ustedes encontrarán dos breves alocuciones referidas a un tema, así como yo las di en uno de esos cursos. Ustedes podrán leer este material tal como fuer grabado durante el curso y publicado como DVD. En tercer lugar encontrarán dos meditaciones. También podrán leerlas y escucharlas ya que ellas fueron grabadas en vivo. En cuarto lugar, y por último, existe una rúbrica “Extras”. En esta edición ella trae numerosos comentarios de participantes de un curso en la ciudad austríaca de Graz comentarios que llegan al corazón- y finalmente una consideración posterior sobre nacimientos. Ya ven, también este año los acompaño mes tras mes con experiencias que de muchas maneras ayudan a crecer. Los acompaño con amor. Vuestro, Bert Hellinger. Resumen Preguntas y respuestas Movimientos del alma, movimientos del espíritu Darse cuenta y saberlo Consentir y vibrar Fracaso Lo serio Meditación: La pregunta Conciencia distinta 3 El no Perpetradores y víctimas La comprensión El consentimiento Alocuciones breves referidas a un tema El camino hacia la madre Meditación El orden básico del amor Meditaciones Nuestra enfermedad Nuestra integridad Extras Comentarios del curso en Graz Consideraciones posteriores: Nacimientos Preguntas y respuestas Movimientos del alma, movimientos del espíritu ¿Por favor, cómo diferencias tú, tal vez mediante una definición, los movimientos del alma de los movimientos del espíritu? HELLINGER: Esta es una pregunta importante que constantemente vuelve a ser formulada porque en algunas personas existen aún ciertas confusiones. Yo contesto esa pregunta con gusto. Esta pregunta tiene una historia. Cuando vi que los representantes en una constelación familiar eran movidos interiormente por otra fuerza llamé a esa fuerza movimientos del alma. Esto resultaba obvio. Más tarde me di cuenta de que esos movimientos son movimientos del espíritu. Yo les explico la diferencia. Los movimientos del alma son limitados. Con mucha frecuencia ellos se refieren a nuestra familia y a lo que ocurre en el interior de ella. Esos son movimientos del alma. Ellos también tienen que ver con sentimientos. Los 4 movimientos del espíritu no tienen nada que ver con sentimientos. Ellos se mueven en otro plano. Entonces observé con mayor aproximación lo que realmente es el alma. El alma es lo que sostiene algo. Por ejemplo, el cuerpo es sostenido por un alma. Una familia también es sostenida por un alma. Esta alma tiene un límite. Ella se cierra hacia fuera. Por esa razón los movimientos que percibimos aquí en una constelación familiar son de otra naturaleza. Es inherente a los movimientos del espíritu que ellos estén dedicados a todos de la misma manera. En este sentido ellos no se dedican a alguien en particular. Ellos tampoco tienen sentimientos. Ellos son algo más grande, algo superior, algo que va más allá de los sentimientos. Los movimientos del espíritu incluyen, ellos jamás excluyen. Por el contrario los movimientos del alma incluyen y también excluyen, ambos de la misma manera. Creo que les hice una breve reseña del tema. Darse cuenta y saberlo HELLINGER: Te hago una propuesta. Piensa una vez más tu pregunta. Tú la puedes cambiar si crees que hay otra cosa más importante. En la constelación con el hombre y el niño: ¿Cómo te diste cuenta de que se trataba de un niño? ¿No podía haber sido también un hermano? HELLINGER: Yo no me di cuenta. De repente lo supe, sin deducirlo y sin fijarlo. Pero la frase fue muy clara. Por esa razón lo expresé de esa manera. Consentir y vibrar Mi pregunta es una pregunta personal, pero no es solamente eso. Nosotros nos percibimos como personas a través de los sentimientos. Yo me percibo a través de sentimientos, especialmente a través de sentimientos. ¿Ves tú un peligro en el hecho de que tu filosofía haga crecer la exigencia en las personas y que corramos el riesgo de ignorar nuestros sentimientos en un momento del desarrollo para ser intelectuales, aunque en realidad no lo somos? HELLINGER: Yo lo llevo a un contexto diferente. Cuando nos movemos o somos movidos en el plano del espíritu llegamos a un asentimiento. Por ejemplo, tú llegas a un asentimiento contigo mismo cuando te encuentras en ese plano. Tú también llegas a un 5 movimiento de asentimiento con otra persona. Por ejemplo, con tu madre. Por consiguiente, arribamos a ese asentimiento. El asentimiento está en el espíritu pero mueve algo en el alma. Por lo tanto el asentimiento será al mismo tiempo un sentimiento. A través de ese asentimiento espiritual yo entro en una vibración. Tú lo puedes comprender. Tomemos ahora a tu madre. Sin ir más lejos abordo el tema. Ahora tú entras en una vibración de asentir a tu madre y esa vibración alcanza a tu madre como una vibración. Es decir, el movimiento se inicia en el espíritu. Él hace que algo vibre en el alma y también en el cuerpo. Esa vibración llega a los demás como una vibración. Esto quiere decir que también el otro entra en una vibración y la devuelve como vibración. Esa vibración te alcanza a ti. ¿Puedes seguirlo? Sí, perfectamente. HELLINGER: Este fue un ejemplo sencillo. Cualquiera lo puede entender. Ahora voy a pasar a algo más complicado. Ahí hay alguien en quien tú piensas: el muchacho, por ejemplo. Pero en el plano del espíritu tú llegas a un asentimiento hacia él, tal como él es, exactamente como él es. Tú te entregas a esa vibración. Esa vibración lo alcanza a él y él devuelve la vibración. En este intercambio de vibraciones ocurre que algo de ti será parte de él y en la devolución de la vibración algo de él será parte de ti. Tú lo observas y te das cuenta que es una parte de ti. Yo me acerquá al ejemplo dando un rodeo. ¿Está contestada tu pregunta? Gracias. HELLINGER: Quiero agregar algo al respecto. Se trata de otra cosa, algo que sería distinto si yo siguiese mi sentimiento. Eso por lo general no funciona. Pero cuando el movimiento se inicia en el plano del espíritu y luego abarca el sentimiento, ese sentimiento será espiritualizado, al mismo tiempo. Nosotros también podemos utilizarlo con alguien que busca nuestra ayuda. Allí a veces volvemos a tener el movimiento: nuevamente él. Y nuevamente nos encontramos en una extraña vibración. Él la percibe inmediatamente. Y cuando eso ocurre entonces todo ya terminó. 6 Pero cuando tú, como lo demuestro aquí, te sientas al lado de alguien que busca ayuda y le das tu asentimiento, y no solamente a él sino a sus padres, a su situación, entonces esto se convierte en un proceso espiritual. De repente tú comienzas a vibrar de un modo distinto y él vibra a la par. Entonces todas las puertas que conducen al éxito se abren. ¿Bien? Te doy un ejemplo. Hace poco una mujer me escribió una carta. Muchos años atrás fue una participante. Esa mujer estaba de viaje con un grupo en Cachemira. El grupo fue secuestrado. Detrás de ella había un hombre que le puso un fusil en su espalda. Así estaban las cosas. Pero anteriormente ella había aprendido algo en las constelaciones familiares. Ella le dio su asentimiento, a él y a su destino. De repente se produjo una vibración de ella hacia él. Ella le dijo: “I know you are a good man”. Es decir, yo sé que tú eres un buen hombre. Inmediatamente él retiro el fusil, la separó de los otros secuestradores y la puso a salvo. Del resto del grupo a uno lo decapitaron y a los demás no los volvieron a ver. Eso es asentimiento. Y se trató de un sentimiento. Solamente como sentimiento pudo vibrar. Fracaso ¿Cómo supiste en una constelación que se había producido un fracaso? HELLINGER: Yo no supe nada. De repente me surgió la frase: fracaso. Entonces le pregunté. Él se conmocionó inmediatamente. Entonces me di cuenta, la frase era correcta. Eso es todo, no hice nada más. En este curso aprenderemos en detalle cómo establecemos contacto con un “otro”. De pronto algo sobre él nos es regalado, una frase por ejemplo. Esa fue una de esas frases. Uno no las puede pensar. Algunos piensan: cómo se le ocurren. A mi no se me ocurrió nada. De pronto estuvo allí. Esa frase funciona siempre. Y si no funciona es porque fue pensada. Muchas de esas frases también producen miedo. Cómo puedo yo decirle a alguien: él ha fracasado. O cómo puedo preguntarle a alguien: a quién has matado. A veces yo lo digo. Y por supuesto es cierto cuando la pregunta me surge. 7 Cuando sucede algo así se produce en nosotros: ganamos una profunda confianza en otra conducción. Y así es. Tú ya te encuentras en el camino. ¿Bien? Sí. Lo serio Yo tenía diversas preguntas, pero ahora sólo tengo una. Esa era la pregunta. HELLINGER: No. ¿Puedo escuchar lo que ella pregunta? ¿Es ella una pregunta seria? ¿Es una pregunta seria o ella juega conmigo? Más tarde te daré otra oportunidad. ¿Sí? Sí. HELLINGER: Lo que acabo de hacer fue educativo. Muchos creen que tienen el derecho de hacer una pregunta. Con frecuencia no son preguntas serias sino que van más en el sentido de: veamos lo que él dice al respecto. Esto lo pudimos ver ahora mismo aquí. En primer lugar fue muy rápida. Ya en eso podemos ver que no era una pregunta seria. En segundo lugar, quien quiere hacer varias preguntas al mismo tiempo muestra que no se trata de preguntas serias. Es más una cosa superficial. Yo me di cuenta súbitamente que no era seria. Entonces tampoco respondo. Yo defiendo mi dignidad. Esto es importante. Esto es un aprendizaje para nosotros pues muchos clientes vienen con estas preguntas. Entonces todo depende de lo que nosotros percibamos: ¿Es seria o no lo es? ¿El cliente, por ejemplo, se fortalecerá si yo escucho o se debilitará? ¿Me mantengo fuerte cuando escucho o me debilito? ¿Mi respuesta lo hará progresar? ¿O lo inhibirá? Es que son preguntas interiores. Todo pasa a la velocidad del rayo, de inmediato. Entonces tomamos al cliente y lo educamos en el cultivo de lo serio. Por consiguiente, esto que acabas de hacer fue un gran aprendizaje para nosotros. Lo demás, aquello por lo que te lamentas, puedes olvidarlo. Meditación: La pregunta ¿En la otra dimensión de la que usted habla existen las preguntas? ¿Existen allí los campos? 8 HELLINGER: Hago un ejercicio con ustedes. Con este ejercicio voy a responder a tu pregunta. Cierren los ojos. Nos imaginamos que nuestro cuerpo duerme y el espíritu está despierto. Abandonamos el cuerpo y el espíritu avanza a otra dimensión, despierto en la inmensidad. Mientras nosotros dejamos que nuestro espíritu penetre en esa dimensión nos pondremos en contacto con otra conciencia, con una conciencia universal. Entonces hacemos una pregunta, una pregunta personal. Una pregunta con la cual pedimos algo: una respuesta. Luego esperamos. ¿Recibiste la respuesta? Yo no tengo personalidad. HELLINGER: En ese caso estarías muy avanzado. ¿Alguno ha recibido una respuesta? No quiero detalles, sólo aproximadamente. ¿Tiene alguien una respuesta a la pregunta de este ejercicio? Alguno de ustedes tiene una respuesta. Esas preguntas no son contestadas con claridad. De repente uno sabe la respuesta. No ocurre como cuando yo respondo una pregunta aquí. En ese plano hay algo más que debe ser tenido en cuenta. Esta conciencia está dedicada a todos. No nos prefiere a los demás. Cuando hacemos una pregunta que va en esa dirección no recibiremos ninguna respuesta. Sólo una respuesta que está en consonancia con algo más grande. Yo puedo agregar algo más a lo que tú acabas de decir. De Rilke hay una poesía que comienza: “Oh, ven”. Yo sólo digo las dos palabras. Yo también puedo decir “Oh, ven. Estoy preparado”. ¿Para qué? Para el final. ¿Preparado cuándo? Ahora. La pregunta es: ¿Puedo venir yo? ¿O debo esperar? ¿Cuándo yo espero, espero yo? ¿Puedo esperar? ¿Estoy preparado? ¿Tengo, por ejemplo, esperanzas? ¿O tengo miedos? En todo lo que he dicho resuena una palabra. La palabra es: “Yo”. O “personalmente”. Es lo mismo. También sería Yo. El final viene cuando el yo se acaba. Y eso pasa ahora. ¿Contesté tu pregunta? 9 Es suficiente. HELLINGER: Bien. Conciencia distinta Yo soy relativamente nuevo en esto. Tal vez me falten ciertos conceptos. Yo tengo muchas preguntas en mi interior. Una cosa que me preocupa particularmente es el estado en el que…. Yo no lo puedo ordenar realmente. Pero tal vez uno o el otro tengan todavía el problema o ya no lo tengan más. Quisiera definir esos estados así: Yo la conozco, yo la volví a escuchar hoy por la noche y lo peor es cuando desde la lógica se está ahí con la cabeza, entonces no se puede estar ahí como se debería estar. Lo segundo, lo que yo conozco es… HELLINGER: Yo voy a esperar un poco con lo que tú acabas de decir. En una comprensión lo importante es el contenido. En el caso de un fruto el contenido está protegido, a menudo por una cáscara. Es necesario partir la cáscara para poder llegar al contenido. Esto es muy fácil de comprender. Ahora, naturalmente, voy al grano. ¿Cuál es la cáscara que debemos partir primero para una comprensión profunda? No es necesario que me contestes. Te lo doy para que lo medites. Es la lógica. La lógica protege el contenido y obstruye la entrada, ambas cosas. Cuando entonces te metes con la lógica ya no podrás acercarte más. A pesar de que en determinados contextos la lógica es importante. Pero aquí no funciona. La mayor parte de lo que yo digo no es lógico. No puedes descífralo lógicamente. Lo esencial no es nunca lógico. Va más allá de eso. Ahora te llevé a un camino de comprensión. ¿Está bien para ti? Esto fue en realidad sólo lo primero. HELLINGER: Tú tendrás una oportunidad para lo segundo. Yo en realidad solamente quisiera saber cuando me encuentro en el estado correcto. Este fue el primero que yo ya conozco y que hoy vivencié. El otro estado es en el que yo conseguí soltarme y lograr en mí una especie de vacío. Entonces me di cuenta que ya no soy yo mismo, yo reacciono y me sorprendo de lo que allí ocurre. Yo sigo siendo yo 10 pero sin mi forma de actuar. Yo respondo a un accionar extraño. Más allá hay una tercera cosa donde yo…. HELLINGER: Espera un poco, una cosa después de la otra. Eso que tú describes es exactamente lo que cualquier representante experimenta. El yo no es él mismo. Esto quiere decir, él es conducido desde algún otro lado. A pesar de todo él se contacta consigo mismo de un modo mucho más profundo que antes. Esta es la contracara. De todas maneras en las grandes cosas la lógica encuentra su punto final. Por ejemplo, en el amor. Es hermoso que la lógica termine allí. Aquí sucede lo mismo. Porque tú eres tan simpático te doy la posibilidad de la tercera pregunta. Luego se terminó. Lo tercero es similar a lo que describí para la segunda situación. El tercero es el mismo estado, sin embargo yo me siento allí totalmente confundido. Hasta ahora no pude manejarlo. Eso ya no tiene nada que ver con la lógica. Simplemente que entonces yo ya no soy más yo mismo. Entonces ya no me siento más yo. De pronto tengo imágenes de la escena cuando yo represento o donde estoy, tanto cuando sé quien soy como cuando no lo sé. Entonces yo soy alguien y veo a través de sus ojos. De alguna manera yo soy… HELLINGER: Esto muestra que allí tú has logrado un contacto profundo. Es así. De repente sabes cosas y ves cosas. Estás en otra dimensión y sin embargo sigues siendo tú mismo. No te has alejado de ti. Pasa lo mismo cuando tú estás lejos de ti. Por ejemplo, muchos curanderos están poseídos. Ellos hacen algo, se despiertan y no saben lo que hicieron. Esto es otra dimensión. Pero también existe. La pregunta es: cómo te relacionas tú con esto. Cuando tú entras en ese estado, interiormente dices: “Oh, ven“. Si.. HELLINGER: ¿Sí? Te deseo todo lo mejor. 11 El no ¿Puede decir algo sobre el no? Esto me preocupa una y otra vez desde que escuché la historia del comerciante y el monje. En la historia entiendo todo lo demás. Pero el no me es extraño. Esta es una pregunta difícil para esta hora tardía. Pero de todos modos. Entonces, se trata del no y esto debe diferenciarse de la nada. Se trata de dos cosas muy diferentes. Existe una observación muy sencilla. Todo lo que existe está rodeado de algo que no es. Por ejemplo, tu conocimiento está rodeado de un no-conocimiento. El noconocimiento, tu no-conocimiento, en comparación con tu conocimiento es infinito. Esto, por supuesto, vale para todos. Hago un ejercicio interior para que ustedes vean lo que significa. Imagínense allí hay una cosa –puede ser cualquier cosa- y tú sabes todo sobre esa cosa, realmente todo. ¿Cómo te sientes entonces? ¿Te sientes más grande o más pequeño? Más pequeño. HELLINGER: Exacto. Exacto porque falta el no-conocimiento. Por eso el no le da a lo que existe un fundamento. Si lo observo desde la perspectiva teológica: tan pronto como preguntamos: ¿Crees en dios? Esto quiere decir, ¿crees en algo? ¿Crees en algo más grande o algo más pequeño? En algo más pequeño. HELLINGER: Exacto. Todo lo que existe es pequeño. Lo verdadero, lo que nos permanece oculto, está en el no. Toda nuestra añoranza más profunda no va tras del ser, por ejemplo tras la vida eterna o algo así. Ella se dirige hacia el no. En el “no” nos disolvemos en algo infinito. Recién allí hemos llegado a la meta. He ido ahora tal vez demasiado lejos. Lo hago ahora bien sencillo. Lo reduzco a algo muy cotidiano. ¿Estás casado? Sí. 12 HELLINGER: Entonces es muy sencillo contigo. Yo trabajo solamente con él, y ustedes pueden quedarse afuera. Cierra los ojos. Mira a tu mujer, a aquello que tú sabes y también intuyes, y naturalmente te alegras de su existencia. Claro. Ahora, al mismo tiempo, miras a su no: a lo que no sabes, a lo que no intuyes. La miras también con tu no, lo que ella no puede intuir y tampoco tú. Por consiguiente, cuanto más tarde tú la llames, algo habrá cambiado en ti. ¿Sí? Sí. HELLINGER: Bien. Yo me había imaginado que íbamos a tener una velada agradable, pero no pensé que íbamos a adentrarnos en estas dimensiones. Perpetradores y víctimas Hoy por la mañana, cuando hablaste de perpetradores y víctimas, de repente sentí una confusión en mí. HELLINGER: Eso se llama progreso. ¿Está contestada tu pregunta? No lo sé. HELLINGER: Yo creo que sí la contesté. No solamente a ti, sino también a muchos otros. ¿Sí? Sí. La comprensión Tú dijiste una vez: la percepción es lo más importante en este trabajo. Cuando yo puedo percibir todo lo demás surge de allí. Recuerdo cuando hoy hablaste del topo y la hormiga, y allí también mencionaste la percepción y dijiste que ella es limitada en sí misma o que forma parte del campo. ¿Puedes decir algo más sobre la diferenciación de la percepción? 13 HELLINGER: En el plano del espíritu no existe ninguna percepción. En el plano del espíritu hay comprensión. La percepción es superficial. Por supuesto que ella tiene su lugar. Pero confiar únicamente en la percepción no alcanza. Entonces pasamos al plano de la comprensión. Esta es una noche muy filosófica. Diré algo sobre la comprensión. La comprensión es nueva. Esto es, no existía antes. Aquí es necesario establecer una diferenciación muy exacta. ¿Cómo logramos una nueva comprensión? O sea, cuando quiero saber algo sobre una cosa eso no es nuevo. Lo nuevo es creativo, es algo que nunca antes ha estado ahí. A esta comprensión arribamos cuando entramos en sintonía con un movimiento del espíritu, con un movimiento creador. En ese movimiento nos entregamos sin saberlo a algo que está por venir. De repente se produce la comprensión. A veces sucede con las frases que me surgen. Ellas son comprensiones, no percepciones. Ellas son una repentina comprensión que tiene sus efectos. La comprensión produce algo. Esto es, la comprensión, que yo tengo de la comprensión, se hará real. Esa es la diferencia. Yo creo que mejor lo dejo aquí. Tú me hiciste una pregunta difícil y yo te dí una respuesta. El consentimiento Tú dijiste hoy un par de veces que uno llega al asentimiento como si él cayese sobre nosotros. Yo experimento el asentimiento más como un acto conciente y voluntario, que se refiere a algo particular y que me obliga a pasar por sobre un umbral. HELLINGER: Tú estás en un buen camino. Exactamente así es. Asentimiento quiere decir: yo reconozco algo tal como es y así le doy mi aprobación, tal como es. Si se trata de una cosa resulta, a veces, sencillo. Pero cuando debo dar mi asentimiento a todo tal como es, darte mi asentimiento así como tú eres con todo, esa es otra dimensión. Y como tú te das cuenta produce felicidad. Sí. HELLINGER: ¿Contesté a tu pregunta? 14 Sí. HELLINGER: muy bien. Alocuciones breves referidas a un tema El camino hacia la madre En las constelaciones familiares ha quedado durante todo este tiempo en evidencia que en el fondo se trata siempre de lo mismo. Algo, que estaba separado vuelve a unirse. Todos los problemas que podemos observar, incluso en relación con nuestra salud, surgen porque algo que pertenece al mismo grupo no puede volver a unirse. No sabemos qué es lo que nos separa de otros y de una parte de nosotros mismos. Con frecuencia no lo sabemos. En las constelaciones familiares sale a la luz. Aquí quedó absolutamente en claro que lo que faltaba era la madre. Lo que era rechazado era sobre todo la madre. El movimiento sanador comienza con la unión con nuestra madre. Por esa razón aquello que se percibía como disyuntivo, aquello que nos separaba de nuestra madre, vuelve a unirse. Esto requiere un trabajo. No alcanza solamente con nuestra buena voluntad. Pues la separación de nuestra madre está unida a un profundo sentimiento de dolor. También a un sentimiento de reproche. Cuando suben niños al escenario: Los niños son siempre bienvenidos. Ellos nunca molestan. Aquí nos referimos a la familia y los niños forman parte de ella. Así es que el camino de regreso a nuestra madre es una dolorosa tarea. Yo también lo experimenté en mí mismo. También yo debí encontrar y transitar el camino de vuelta. Cuando lo logré quedé completamente sorprendido. La idea que yo tenía de mi madre resultó ser absolutamente falsa. Meditación Ahora cierren los ojos. Miremos a nuestra madre. Primero miramos la imagen que nosotros nos hicimos de ella. Qué idea arrogante, tal vez, nos hemos hecho de ella. Presuntuosa, llena de reproches, como si pudiésemos darle a ella instrucciones de cómo debe ser. Allí olvidamos todo lo que ella durante años y día tras día nos regaló. Tanto amor, siempre allí a nuestra disposición. Desde luego que aceptamos que ella nos ayude y esté allí para nosotros. 15 Entonces sucede alguna nimiedad y ya nos olvidamos de todo lo que ella hizo por nosotros. Al contrario, nos enojamos con ella, incluso la despreciamos. Ahora miramos hacia atrás al tiempo previo cuando todavía no teníamos en nosotros esas imágenes y los sentimientos que están ligados a ellas. Retrocedemos al tiempo feliz con nuestra madre, empezando por el tiempo en que estábamos en su regazo. Eramos un alma y un corazón, cuando éramos un solo cuerpo con ella, con la misma circulación sanguínea, con el mismo aire. Su respiración era nuestra respiración, su circulación sanguínea era nuestra circulación sanguínea. Sus sentimientos eran nuestros sentimientos. Su dolor era nuestro dolor, y su miedo también el nuestro. ¿Pueden existir una unión más profunda, más abarcativa que la de nosotros sentados en la falda de nuestra madre? Entonces, con nuestro nacimiento llegó el tiempo de la primera separación. Qué esfuerzo de su parte cuando debió traernos al mundo y cuando nosotros con un último esfuerzo conseguimos el paso de su regazo a este mundo. En ese momento se cortó el cordón umbilical. De pronto su respiración dejó de ser la nuestra y nosotros respiramos nuestra primera bocanada de aire en este mundo. E inmediatamente volvimos a ser uno con ella pero de un modo distinto. Ahora alguien distinto a ella y sin embargo sostenido por ella, llevado a su pecho y todavía alimentado por ella con la leche de su cuerpo. Así crecimos, siempre al lado suyo y ella siempre al lado nuestro, una felicidad indiscutible. Con estas imágenes y estos recuerdos miramos las imágenes que ahora nosotros nos hemos hecho de nuestra madre. ¡Qué diferencia! ¡Qué empobrecimiento! ¡Qué pérdida de felicidad, fuerza, confianza! ¡Qué manera de detenernos en lugar de proseguir el viaje, junto a ella y hacia nosotros y ella a nuestro lado! ¡Querida mamá! Bien. ¿Qué le decimos ahora a nuestra madre?: “Ah, y yo que te reconocí tan tarde”. El orden básico del amor La constelación familiar es un movimiento que se adentra en otros campos. En el inicio de la constelación familiar nos concentramos plenamente en la familia. O sea en la familia actual del hombre y la mujer y los niños, y en las parejas anteriores, que tal vez forman parte de la familia, y en la familia de origen, en nuestros padres y en nuestros 16 hermanos. Este es un foco relativamente estrecho. Entonces vimos que el amor sigue a distintos órdenes, órdenes muy importantes. Los dos órdenes básicos de los cuales fundamentalmente depende son: Cualquiera que forma parte, independientemente de la manera, tiene el mismo derecho a pertenecer. Ahora, sucede en muchas familias que determinadas personas resultan excluidas, sobre todo los niños abortados, o lo niños entregados en adopción, o parejas anteriores que nosotros rechazamos y con quienes no queremos tener nada que ver. También ellos son parte de la familia, siempre. Siempre que alguien queda excluido esto tiene repercusiones en toda la familia. Sobre todo por el hecho de que los excluidos serán representados por otros miembros de la familia. Por ejemplo, por niños. Por ejemplo, los padres se ocupan de modo cariñoso de una hija, y ella está siempre enojada con su padre y éste no sabe por qué. En la constelación sale a la luz que ella representaba a una mujer anterior que el padre había rechazado. Entonces recién cuando esa mujer es incluida con respeto, la hija puede volver a ser niña. Esto es solamente un ejemplo. Este es el primer principio básico: Todos los que pertenecieron pertenecerán siempre. Ellos tienen el mismo derecho al reconocimiento. Muchas enfermedades tienen que ver con que la enfermedad representa a una persona excluida. Aquí podemos ver que la constelación familiar es un movimiento que tiende a la conciliación, para que lo separado pueda volver a unirse. Este es un principio básico. El otro es la ley de la jerarquía. Para muchos resulta sorprendente que la jerarquía juegue un papel. Hoy por la mañana durante el almuerzo nos encontramos con una persona que conocíamos muy bien y tuvimos con ella una curiosa conversación. Yo le conté a él algo sobre cuentos. Por ejemplo, sobre el cuento de los hermanos Grimm “El enano saltarín”. Todos conocen la frase “Nunca, se rompan o no la cabeza, el nombre Rumpelstiltskin adivinarán”. Yo me dediqué largo tiempo a los cuentos y saqué a la luz el mensaje secreto de muchos de ellos. Los cuentos tienen siempre una seducción. Nosotros somos seducidos a mirar en una dirección que está absolutamente opuesta a lo que realmente ocurre. Lo esencial de los cuentos está con frecuencia en el comienzo. 17 ¿Quieren qué les cuente algo más sobre este cuento? Para cambiar un poco, algo muy sencillo. Así pues este cuento comienza con que el molinero entrega a su hija. El cuento se trata de niños entregados. Luego la hija hace lo mismo. Ella le promete a un enano que él se quedará con su hijo, su primer hijo, sí él la ayuda. Entonces ella tiene su hijo y el enano exige ese niño. La doncella se entristeció entonces y el enano se apiadó de ella. Él dijo, si adivinas mi nombre podrás quedarte con tu hijo. Y le puso un plazo. Entretanto ella se había convertido en reina. Pero los reyes tienen las mismas dificultades que las demás personas... La reina envió mensajeros para que averiguasen cuál era el nombre del enano. Uno de ellos había visto al enano bailando alredor del fuego mientras gritaba: “Nunca, se rompan o no la cabeza, el nombre Rumpelstiltskin adivinarán”. El mensajero regresó a donde estaba la reina y le dijo: “”Yo sé su nombre. Te lo diré recién cuando él venga”. El llegó contento y entonces la reina le preguntó al mensajero: ¿Cómo se llama? Y él dijo: “Rumpelstiltskin”. Ella dijo: “¿Rumpelstiltskin? Ese era el nombre de mi hermano entregado”. Esa es la historia. Ese es el secreto de la historia. De repente pudo salir a la luz. SOPHIE HELLINGER: Ese hombre con quien estuvimos en el almuerzo dijo: “Desde siempre hubiese querido tener un hermano y una hermana”. Eso dijo él. Luego agregó: Pero mi madre no pudo tener más hijos porque tuvo un embarazo extrauterino. Entonces yo dije: “Otra vez usted”. El respondió: “¿Qué? ¿Qué sucede ahora?” “¿Qué hice yo?” Nunca era posible atraparlo. El siempre tenía una reacción a mano. El dijo: ¿Qué pasa ahora? Yo dije: “Allí tienes a tus hermanos, en el útero de tu madre. Pero para salvarle a ella la vida tuvieron que quitárselos”. El hombre quedó profundamente consternado. Era la primera vez que yo lo veía así. Nosotros lo conocemos muy bien. Y él está enfermo. Yo le dije: “Dale a ellos un nombre. ¿Cómo se llaman?” El me contestó: “me gustaría 18 Christoph”. “¿Y?” El siguió meditando largo tiempo pues nunca se había confrontado con este tema. Nunca. Luego dijo: “¿Christina, Christiane?” y Bert dijo: “Sí, Christoph y Christiane”. Nunca lo había visto así. Él está realmente muy enfermo. De repente todos pudimos ver que en su cuerpo había empezado a circular algo que hasta ese momento con cada indicación había fracasado. Él tuvo el impulso de ir hacia esos hermanos. De alguna manera la conversación marchó hacia ese punto porque él dijo: Un médico te manda a otro y éste a otro. Y el cardiólogo dice: Ese médico tiene que ayudar y el otro médico dice también lo mismo. “Yo tengo derecho a la ayuda: ¡hagan algo ahora!”. Yo dije entonces: “Ellos no pueden hacer nada. Si alguno supiese lo que hay que hacer lo haría. En este caso ellos no saben de que se trata”. En todo caso él estaba profundamente conmovido, con una actitud completamente distinta. Estaba parado de otra manera y miraba de otra manera. Nunca lo habíamos percibido así. BERT HELLINGER: Ya lo ven, aun en el almuerzo continúan en nuestro caso las constelaciones familiares. Bueno, yo sigo con la jerarquía. O sea, aquellos que forman parte tienen y deben formar parte. E incluso en este caso los niños que partieron pertenecen a la familia. Ahora, se trata de que nosotros encontremos dentro de la jerarquía nuestro lugar, nuestro exacto lugar. La mayoría de nosotros que piensa que somos el primero o el segundo o el cuarto o quinto se equivocan. Allí hay muchas otras personas que han quedado excluidas. Para variar hago con ustedes un pequeño ejercicio. Cierren los ojos. Yo cuento los números en voz alta y ustedes sienten en qué número se sienten bien y firmes sobre la tierra. Ese sería entonces vuestro número en el orden de los hermanos. Entonces: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez, once, doce, trece, catorce, quince, dieciséis, diecisiete, dieciocho, diecinueve, veinte. 19 Aquí me detengo. Algunos tienen hasta cien hermanos. Por ejemplo, un médico nos contó, y salió a la luz durante una constelación, que los padres querían un hijo mediante un método de inseminación artificial. Para ello fueron fecundados varios óvulos. Quedó en evidencia que todos ellos forman parte, todos ellos pertenecen. Aquí no podemos manipular. Bien, ¿me extravié aquí o todavía no estoy perdido del todo? Los dos órdenes básicos de los que fundamentalmente se trata eran: el mismo derecho a la pertenencia y la jerarquía, de que nosotros estemos en el lugar correcto y de que también nuestros hijos estén en el lugar correcto. Muchos padres que tienen dificultades con un hijo las tienen justamente porque el niño no sabe en qué lugar debe estar. Meditaciones Nuestra enfermedad Volvemos a cerrar los ojos. Miramos ahora a nuestra enfermedad o a nuestra molestia, también a nuestro dolor, y ponemos esa enfermedad o dolencia frente a nosotros a una cierta distancia. Esperamos hasta que la enfermedad o la dolencia se muevan. Alejándose de nosotros, por ejemplo, nuestra enfermedad se mueve en dirección a otra persona y nosotros interiormente seguimos ese movimiento. ¿A dónde nos arrastra ella? ¿Se dirige, por ejemplo, a un niño que ha perdido su lugar en nuestra alma o en nuestra familia? ¿O se dirige hacia alguien de quien nos hemos separado, tal vez de una manera que hace que estemos enojados con esa persona? Entonces interiormente confrontamos a esa persona con la enfermedad. Luego seguimos el movimiento de la enfermedad poniéndonos a su lado o detrás de ella. Seguimos el movimiento de nuestra enfermedad hasta que junto con ella llegamos a esa persona. ¿Cómo está la enfermedad? ¿Cómo le va a esa otra persona? ¿Cómo nos va a nosotros? Bien. 20 Nuestra integridad Lograr que los excluidos vuelvan a ser incluidos y encuentren su lugar concierne a la integridad. Aquello que nosotros experimentamos como molestia se termina de repente porque ya prestó sus servicios. Ahora vuelvan a cerrar los ojos. Imaginémonos que hacemos una ronda con muchas personas. Tenemos una idea aproximada de cuantas personas deben ser, cinco o diez o veinte o treinta, depende, ustedes saben cuantas son. Ustedes se imaginan que hacen una ronda frente a ustedes. Ustedes la forman. Luego ustedes se ubican en el centro de la ronda. Después pasan frente a ella y sienten donde deben detenerse y qué es lo que sucede con la persona que está frente a ustedes – y naturalmente lo que sucede con ustedes. Mientras de esa manera ustedes pasan de uno a otro, esa persona les dice: “Yo te veo – bienvenido”. También en la ronda se produce un movimiento. ¿Qué sucede entonces con ustedes? ¿Por ejemplo, qué sucede en vuestro cuerpo? ¿Se junta en nosotros algo que hasta ahora estaba marginado? ¿Celebramos tal vez un reencuentro o incluso un nacimiento? Bien. Extras Comentarios del curso en Graz 16 – 18.12.2011 I Queridos Sophie y Bert, Para decirlo en una frase: “Estoy bien”. Inmediatamente después de haber llegado a casa tomé mi dosis diaria de Ritalin (supuestamente debería ser para la concentración) pero reducida. Yo no quería dejarla de modo abrupto (si no me pasaría el día entero durmiendo), sino lentamente (mi cuerpo necesita un poco de tiempo para la adaptación; luego de la constelación mi espíritu ya se aclimató) me di cuenta especialmente en que me puedo concentrar aún sin este medicamento y eso me hace bien y me da fuerzas. 21 En la pausa le pregunté a Bert algo sobre los ojos, acerca de cómo él había logrado vivir sin anteojos. El dijo: “Yo leí un libro… de Norbekov… hay que practicar un poco pero es muy sencillo. Tú también luces mucho mejor sin gafas”. Esto me motivó a practicar (hoy comencé a hacerlo y realmente me resultó muy divertido). Yo me confronté con un conocimiento que yo, querida Sophie, recibí de ti como regalo. En el seminario tú dijiste: “La energía sigue al pensamiento”. Y hoy de pronto me di cuenta: no son ni siquiera los ejercicios en sí mismos, sino en un 90% la actitud interna. Yo pensé en algo bello e inmediatamente vi mejor. Esto confirma otra vez que los ojos no están enfermos. Querida Sophie, si me permiten, los mantendré a los dos al corriente. Finalmente quisiera desde el fondo de mi corazón DECIRLES GRACIAS. Gracias a ustedes dos (= tú, querida Sophie + tú, querido Bert) II Estimados, Bert y Sophie Hellinger, Quisiera expresarles mi más profundo agradecimiento por los tres días conmovedores en Graz. ¿Por qué quiero agradecerles? Por mi hija que me esperaba en el aeropuerto con flores. Ella tiene 28 años y durante casi toda su vida no me quiso. Poco antes del seminario yo había leído que podía haber tenido que ver con que el hijo mayor puede representar a la madre rechazada. Yo no era conciente de que rechazaba a mi madre, pero en el seminario cayeron las lágrimas de mi reconciliación con ella y con su muerte tan infeliz. Durante mi estudio dejé además a mi hija, que en ese momento tenía un año, con la que en ese entonces era mi suegra por más de un año. Desde entonces tengo una hija que no quiso saber ni tampoco aceptar nada de mí. Qué tremendo error. Por esa sonrisa de mi hija en el aeropuerto les estoy profundamente agradecido a los dos. Gracias por su meditación con nosotros, querido Bert Hellinger. Ahora sé que soy la segundogénita y no la primera. Me siento mucho mejor que antes. También el hecho de haber tenido no tres hijos, sino seis me ha hecho muy feliz. ¡Los niños perdidos también son parte de la familia! También gracias por ello. 22 Ahora en calma tengo muchas más cosas que hacer. Yo trato de recordar cada una de vuestras palabras. Quién sabe qué milagros aún me esperan. Tal vez pueda salvar mi segundo matrimonio y hacer felices a todos los que me rodean. ¿Quién sabe? Espero que ustedes me perdonen por haber pensado que era demasiado el trabajo en las constelaciones. Quisiera empezar conmigo misma, primero aprender el TÚ y el GRACIAS. Con profundo amor por vuestro grandioso trabajo. V.S. II Estimados, Bert y Sophie Hellinger, Con todo mi corazón les digo muchas gracias por haber podido participar en este seminario. Fue el tercer seminario en el que participé. Estoy impresionado por la vastedad y la profundidad de vuestra conciencia, de la exactitud de vuestra intuición. Ni una palabra de más, ni una de menos. Cuando yo no entendía algo retuve lo dicho en mi memoria y la aclaración vino después. La última constelación en el seminario es la más maravillosa que yo jamás viví. Mientras la constelación se celebraba yo no la pude seguir completamente, tan profundamente conmovido estaba. Ayer por la noche me desperté y la constelación volvió a desarrollarse. De pronto yo pude incorporar todo lo dicho por ustedes y eso me ayudó paso a paso a entender mejor la constelación. Estoy conmovido de cómo en el momento en que ustedes dicen algo o llaman la atención sobre algo esto está en una unión conciente con lo que sucede en el momento o lo que va a pasar más tarde. Les deseo una navidad llena de paz y contemplación, así como mucha suerte para el año próximo y sobre todo buena salud. Cordiales saludos. Kl. S. 23 IV Queridos Sophie y Bert, Querido Hellinger Team Quisiera agradecerles profundamente por este seminario. Fue lo más hermoso que me sucedió en la vida. Comenzó con el cumpleaños de Bert que resultó realmente conmovedor y yo me sentí muy bien y transportado por esa energía. El domingo a la madrugada fue distinto. Ya en mi casa tuve la sensación que ese día quería “mostrarme” algo. Yo tenía una sensación de descontento. Busqué una frase en mi almanaque de ángeles: “Sí, tu eres un habitante de dos mundos”. Con una cierta desilusión aparté el libro. Una vez arribado al seminario cantar me hizo bien y con mucha alegría hice los ejercicios hasta que mi madre estuvo enfrente de mí. (Ella también participaba en el seminario). Yo estaba frente a ella, a mí me caían las lágrimas y ella me tomó en sus brazos. Entonces Bert habló sobre el universo y el “otro” mundo y yo pensé, todo suena muy bien, pero no era accesible para mí, era algo sobredimensional. Yo pensé, algún día, tal vez, pueda entenderlo. Y en la última constelación yo lo sentí, pude sentir cómo esos dos mundos se influencian mutuamente. Desde entonces tiene lugar en mí un proceso increíble. Yo no puedo nombrarlo. Tengo la sensación de que una puerta se hubiese abierto. Gracias. Namaste. S. 24 V Querida Sophie, querido Bert, estimados colaboradores. “En efecto”, este fin de semana fue un servicio religioso y un regalo de dios. Ahora sé de qué se trata. GRACIAS, por haber podido vivir esta fiesta de cumpleaños, me conmovió profundamente. En mi corazón y en mi alma han entrado la paz y el amor. Gracias por este enorme regalo, se lo siente tan magnífico y reconfortante. Mi corazón rebosa de amor…. ahora finalmente lo he comprendido. Mil gracias,...………….. Gracias! Yo llevaré esta fiesta en mi corazón a lo largo de mi camino. En este sentido les deseo a todos ustedes lo mejor. E. K. VI Queridos Bert y Sophie Hellinger, Este seminario me ha ayudado mucho, ya por el hecho de haber podido asistir a él. Yo puedo decir gracias por haber recibido la vida. Antes del seminario no era así. Yo me sentía como una cáscara vacía totalmente de cualquier sentimiento, allí donde está el corazón yo sentía un gran agujero y lo vital había abandonado mi cuerpo. En el curso volví a sentir como si ese agujero volviese a llenarse. Mi interior vuelve a encontrar la calma, mi vida agitada encuentra con vuestra ayuda la calma. También en nuestra familia ha sucedido mucho desde que nosotros comenzamos con las constelaciones familiares (seminarios en los que participamos). Hemos aprendido que nosotros no podemos determinar el tiempo, y muchas, muchas otras cosas hemos aprendido. Ahora podemos hablar en la familia de modo mucho más abierto porque todos ya lo conocemos. Habría mucho más para decir pero yo estoy tan agradecido de haber podido estar con Sophie y Bert; en mi interior se lo siente como un bálsamo que recorre todo el 25 cuerpo. A uno le da la sensación de que puede decirle a muchas personas qué sencillo es vivir y estar agradecido por todo. Gracias. A. VII Queridos Bert y Sophie Hellinger, Vuestro seminario en Graz fue único. Para mí fue una experiencia que no olvidaré tan fácilmente. El trabajo de Bert con todo el grupo tuvo inmediatas consecuencias en mí. Yo quería anotarme para constelar, pero con el transcurrir del seminario dejó de ser necesario. Me impactó especialmente cuando Bert interrumpió la constelación con la participante rusa cuyo problema era no poder encontrar un compañero adecuado. Hay que tener mucha sensibilidad y coraje para poder hacerlo. No es necesario hablar sobre la última constelación en donde fue posible percibir la presencia de dios. Sí, el seminario fue una misa, un servicio religioso. Muchas, muchas gracias por esta maravillosa experiencia. Les deseo a ustedes una navidad hermosa y llena de paz y un “año nuevo” con salud y felicidad. M. J. VIII Fueron días emotivos y movilizadores en Graz, y con agradecimiento recuerdo la manera en que Bert y Sophie Hellinger nos condujeron. Como un resplandor brillaba sobre todo la alegría de haber podido estar presentes en el cumpleaños de Bert. La fiesta fue preparada con muchísimo cariño. Y qué agradecimiento manifestaba la gente que había viajado desde muy lejos para celebrar ese día. 26 Incluso en la noche de su cumpleaños Bert Hellinger trabajó con nosotros. Con mucho gusto cuento sobre dos meditaciones que me conmovieron muchísimo y que cambiaron mi vida profundamente: Nosotros fuimos conducidos hacia nuestra culpa personal. Mi objetivo era aliviarme y ser libre de ella. Pero Bert Hellinger nos condujo no a querer saber mucho de nuestra culpa personal, sino a acogerla en nuestra alma y en nuestro cuerpo. Esto resultó nuevo para mí. Cuando yo comencé a abrirme fue como si pasase de una sensación de flotar a encontrar la tierra bajo mis pies y estuviese sobre suelo firme. Un peso comenzó a atraerme hacia la tierra, mis pies empezaron a ensancharse. Y durante esa sensación de peso, de sentirme cada vez más pesado, comencé a sentirme más rico y más pleno, ligado a la tierra y las personas, como nunca me había sucedido antes. Yo supe: es el inicio de un camino del que no podré volver. La otra meditación que me conmovió profundamente: Fuimos llevados a una ronda de personas. Son 22, me dije a mi mismo. Solos en la ronda pasábamos de uno al otro diciéndole a cada uno: “¡Ahora te veo!” Yo no había completado la ronda y supe que la completaría para mí mismo. Tarde por la noche me pregunté: ¿cómo había llegado al número 22? Yo comencé a contar y para mi sorpresa vi: son mis hermanos, mis padres y sus hermanos y medio hermanos, son mis abuelos y también la primera mujer de mi abuelo. Ellos son 22. Y yo sentí una plenitud y una riqueza y el comienzo de un resplandor en mi rostro. ¡Qué suerte tenemos nosotros de poder ser guiados así por Bert y Sophie! ¿Podría yo experimentar un mayor y más profundo servicio a dios? Yo les agradezco por ello. R. W. Consideraciones posteriores Nacimientos El decisivo día del nacimiento llegó finalmente cuando después de nueve meses de intenso desarrollo dentro de nuestra madre, donde fuimos llevados y alimentados por 27 ella, debimos dejar ese cuerpo protector y pasar a un nuevo regazo materno, la tierra. Nosotros divisamos la luz del mundo y respiramos por primera vez. Habíamos nacido. Ese nacimiento fue el comienzo oficial de nuestra vida. Lo logramos con el último esfuerzo de nuestra madre y el nuestro. Por eso todos los años volvemos a celebrar su aniversario como nuestra fiesta más hermosa. Si después de una larga preparación alcanzamos algo tan decisivo y pudimos divisar la luz del mundo, hablamos entonces de un nacimiento. Nosotros celebramos esos aniversarios. Por ejemplo, el aniversario de la liberación de un yugo a través de una victoria sobre un enemigo y la consiguiente firma de un tratado de paz. Con él se inicia para ambas partes, los vencedores y los vencidos, un tiempo de desarrollo del apoyo mutuo. Para nosotros lo más impresionante fue el final de la segunda guerra mundial con el cual comenzó el nacimiento de la Europa unida. Estos son los aspectos visibles y en un comienzo dolorosos con los cuales se inició algo decisivo. ¿Miramos nosotros del mismo modo a nuestros padres? ¿Miramos por encima de ellos a esas fuerzas creadoras que actuaban antes de ese nacimiento y que actuaron también en él? ¿Miramos en ese nacimiento de una nueva era de paz a los miles de muertos que costó ese nacimiento? ¿Miramos en nosotros el esfuerzo personal y el crecimiento que esa paz y su mantenimiento nos exige? ¿Tomamos el resultado de ese nacimiento como un regalo que ininterrumpidamente continúa actuando? ¿Sobre todo, hacia dónde miramos en esos días de cumpleaños? ¿Miramos hacia atrás y contamos los años? ¿O miramos hacia delante a nuestro próximo nacimiento y con él traemos algo nuevo al mundo? ¿Por ejemplo, nuestros propios hijos, también aquí con el último esfuerzo? Por eso, nuestros nacimientos continúan y con ellos nuestra felicidad, una felicidad creciente.