Un artista en la Escuela de Calcuta
Transcripción
Un artista en la Escuela de Calcuta
PAGINA 7 Un artista en la Escuela de Calcuta Por Alfredo Prior laman a Aru Dutt "el pintor de las pieles, los pétalos y la sal". "El cornac de Ganesha" o "El cornac voyeur", como también se lo conoce, nació en Calcuta en 1857. Amanda Coomaraswamy, el más destacado crítico de arte indostaní, quien fuera su condiscípulo y confidente, en el Colegio Politécnico de Calcuta, nos orienta sobre los orígenes de sus obsesiones: "El pequeño Aru era un joven tímido, para quien toda relación humana resultaba difícil- algo raro en aquel Politécnico, en cuyas aulas se combinaban, según era fama, los rigores académicos con el desenfreno de los ritos tántricos. Enamorado de Amrita Naidu, hija de su profesor de pintura, no intercambió con ella palabra ni mirada alguna en sus siete años de internado. Sólo atinaba a contemplarla, oculto en la torre del campanario, las tardes en que la muchacha jugaba en el patio con las mascotas del colegio, un casal de elefantes enanos de ceremonia. Amrita solía llevar un gran tazón colmado de mantequilla, con la cual untaba las tres o cuatro docenas de mangos que comía en sus recreos. Cuando ya no quedaban frutas, cosa que sucedía en media hora, dado su descomunal apetito, se entretenía untando con la manteca restante la piel de los elefantitos. Luego, mientras recitaba un mantra en honor a su dios familiar, se dedicaba indolente a deshojar rosas, cuyos pétalos pegaba en los pringosos lomos de los animales, formando dibujos que semejaban mandalas deformes e inacabados. Aru Dutt, durante toda su vida, no hizo otra cosa que recrear en su extensa obra estas ceremonias de su primer y único amor: la imponentemente gorda Amrita, a quien consideraba una reencarnación de Ganesha, la diosa elefanta."Hasta aquí el testimonio de Coomaraswamy. Luego de culminar sus estudios con el título de Bachiller en Artes y Ciencias, Aru recorrió la India en toda su extensión, realizando en cada lugar al que arribaba un capítulo de su obra "A Sheaf gleaned in Butter Fields", un "libro de artista" de características monumentales (se conservan más de dieciocho mil pinturas y cuatrocientos treinta y siete "Himnos"-poemas a la usanza de los Vedas-). Las complicadas ceremonias que constituían su arte se prolongaban durante varios días. Cada una de las acciones y expresiones habían sido prescriptas por el artista en sus "Instrucciones de Dustipore". Su obsesiva preocupación en cada L punto de la ejecución prestaba significación a la cosa simbolizada, pues "el que así lo sabe" (ya evam eva) goza el fruto de su rito: la seguridad del resultado. Sintetizando, diremos que Aru conseguía en cada región adonde la puesta en escena de su práctica lo llevaba, un casal de elefantes enanos blancos, a los que introducía en grandes cubetas colmadas de manteca. "El cornac de Ganesha" procedía luego, mediante masajes y cánticos a inducir el apareamiento de los paquidermos. Cuando la cópula se producía "el conductor voyeur" salpicaba sus cuerpos con sal y pétalos de rosa. Tomaba, de inmediato , impresiones de las rugosas pieles en delgadísimos pliegos de papel transparente, que desde entonces se denominan "papel manteca". Posteriormente los endurecía, hasta darles la rigidez de cartones, con cola de hurón y preciosos pigmentos vegetales, que él mismo fabricaba. Por último recortaba fragmentos en formas geométricas que imitaban los torpes mandalas de Amrita. Todas estas acciones eran acompañadas por el recitado de sus Himnos, de los cuales transcribimos aquí,en su primera versión al español,el Décimo Octavo: HIMNO XVIII Con montañas de manteca glorifico tu piel, Ganesha; Con pétalos de rosa de las márgenes del Indo las riego, Con sal de ultramar establezco sus senderos: Tuyos son -¡Oh, Ganesha!- estas montañas donde purifico mi espíritu. Te entronizo en la más alta cima de lo blando, Yo, Aru Dutt, tu sacerdote cornac En lo más duro de tus ritos oficio. A todo me presto y me devuelves todo (Con intereses de incienso, mirra, Clavos de olor, cúrcuma y tomillo). Tuyo soy como el curry al arroz (con curry) Y el dedo del Gato al anillo del Ratón. Derrama sobre mí el fruto de tu vientre: ¡Ganeshito! En mí crece -y al crecer te glorifica- un vasto anhelo, Anchuroso como las riberas del Ganges, Caudoloso como un millón de Bharatas, gangoso. Quiero verte sobre un dado de marfil parada, Ganesha, divina, ¡sagrada elefanta!