Catequesis 1-Esta es nuestra Fe.pmd
Transcripción
Catequesis 1-Esta es nuestra Fe.pmd
«Cuando Dios revela hay que prestarle la obediencia de la fe» por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios, como enseña el Concilio. Esta descripción de la fe encontró una realización perfecta en María… Ha respondido, por tanto, con todo su «yo» humano, femenino, y en esta respuesta de fe estaban contenidas una cooperación perfecta con la «la gracia de Dios que previene y socorre» y una disponibilidad perfecta a la acción del Espíritu Santo que «perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones» (LG 56)» Preguntas: *Para mí ¿la fe es sólo un sentimiento? ¿qué significado doy a «tener fe»? *¿Quiénes son «mis modelos» de la fe? *En la Iglesia encuentro el alimento de la Palabra y de la Eucaristía ¿alimento mi fe en la celebración de los sacramentos y en la comunión eclesial? Para recordar y meditar: «Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38) «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia» (Hch 16,31) En efecto, cuando digo «creo» asiento libremente a lo que Dios, suprema Verdad, me ha revelado a través de la Sagrada Escritura y de la Tradición de la Iglesia. * La Fe es cierta porque se funda en la Palabra misma de Dios, que no puede mentirnos, y es más cierta que todo conocimiento humano. Dice Santo Tomás: «la certeza que da la luz divina es mayor que la que da la luz de la razón natural». Pero además, la Fe trata de comprender porque los creyentes deseamos y queremos conocer mejor a aquel en quienes hemos puesto nuestra fe y nuestra confianza. San Agustín decía «cree para comprender y comprende para creer». Preguntas: *¿Agradezco a Dios el don de la fe? ¿vivo mi fe con alegría? *Cuando digo que tengo fe ¿me fío de Dios? *¿Qué hago personalmente por alimentar mi fe? Para recordar y meditar: «¿De qué le sirve a uno, hermanos míos, decir que tiene fe, si no tiene obras?... Pero alguno dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame esa fe tuya sin las obras, y yo con mis obras te mostraré la fe» (Sant 2,14.18) 3. La fe es un acto eclesial: «CREEMOS». (cfr. CEC nn. 166-184). 2. La fe es un don de Dios y un acto del hombre. Características de la fe. (cfr. CEC nn. 153-161). * * Dice el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica que «la fe, don gratuito de Dios, accesible a cuantos la piden humildemente, es la virtud sobrenatural necesaria para salvarse» (Compendio n. 28). En Cesarea de Filipo Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre» y Pedro contestó «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo», Jesús le declaró que esta revelación no ha venido «de la carne y de la sangre» sino de Dios, su Padre (cfr. Mt 16,13-20). La Fe es un don de Dios, una virtud sobrenatural infundida por Él desde el día de nuestro bautismo. Pero también la Fe es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre depositar la confianza en Dios y adherirse a las verdades por Él reveladas. Nuestra inteligencia y nuestra voluntad cooperan con la gracia divina al creer en Dios. * La Fe es un acto personal pero también es un acto eclesial que se manifiesta en la expresión «creemos» (Compendio n. 30). El acto de fe no es un acto aislado y relegado exclusivamente a la conciencia: «Nadie puede creer solo, como nadie puede vivir solo. Nadie se ha dado la fe a sí mismo, como nadie se ha dado la vida a sí mismo. El creyente ha recibido la fe de otro, debe transmitirla a otro» (CEC n. 166) Somos hijos de Dios y de la Iglesia; formamos parte de la Iglesia; somos «piedras vivas» de la Iglesia edificadas sobre Cristo (cfr. 1P 2, 4). Por eso, nuestra fe es también la fe de la Iglesia: «Es la fe de la Iglesia profesada personalmente por cada creyente, principalmente en su bautismo» (CEC n. 167) «Creemos»: «Es la fe de la Iglesia confesada por los obispos reunidos en Concilio o, más generalmente, por la asamblea litúrgica de los creyentes. «Creo»: «es también la Iglesia, nuestra Madre, que responde a Dios por su fe y que nos enseña a decir: «creo», «creemos». «Nadie puede tener a Dios por Padre si no tiene a la Iglesia por madre» (San Cipriano de Cartago) Nuestra Fe la expresamos y la profesamos a través de las fórmulas de la fe: «No creemos en las fórmulas, sino en las realidades que éstas expresan y que la fe nos permite «tocar»». Las fórmulas de la fe nos permiten expresar y transmitir la fe, celebrarla en comunidad, asimilarla y vivir de ella (cfr. CEC n. 170). Preguntas: *¿Qué tiene mi fe de sentimiento o convencimiento «personal», alejado de la Iglesia? *¿Es mi fe una «comunión» afectiva y efectiva con la Iglesia y con los hermanos cofrades? *¿Qué fórmulas de la fe me sé para poder expresar, transmitir, celebrar, asimilar y vivir? Para recordar y meditar: «El que crea y sea bautizado, se salvará; el que no crea será condenado» (Mc 16,16) Nuestro reciente Doctor de la Iglesia, San Juan de Ávila, dijo en una de sus cartas: «La fe es sosiego del corazón. No hay cosa que tanto os conviene tener para llegar al fin de la jornada en que Dios os puso como de corazón confiar en Él» ESTA ES NUESTRA FE Primera Catequesis. Hermandades y Cofradías ESTA ES NUESTRA FE «Creer con el corazón y profesar con los labios» 1. La fe es una respuesta,… es mi respuesta a Dios: «CREO». (cfr. CEC nn. 144-165). * Dice el Catecismo de la Iglesia Católica que «por la fe, el hombre somete completamente su inteligencia y su voluntad a Dios. Con todo su ser, el hombre da su asentimiento a Dios que revela (cfr. DV 5). La sagrada Escritura llama «obediencia de la fe» a esta respuesta del hombre a Dios que revela (cfr. Rm 1,5; 16,26)». * La «obediencia de la fe» es someterse libremente a la palabra escuchada, garantizada por Dios que es la Verdad misma. Así, cada hombre, sostenido por la gracia de Dios, responde a la Revelación de Dios fiándose plenamente de Él. La fe es aceptar la revelación de Dios que nos llega por la Sagrada Escritura y la Tradición viva de la Iglesia. Es la respuesta confiada del hombre a la revelación de Dios (Compendio nn. 25, 27 y 28). * Modelos de fe en la Historia de la Salvación: Abraham que, sometido a prueba, «tuvo fe en Dios» (Rm 4,3), «Padre de todos los creyentes» (Rm 4,11.18) Los Profetas, los amigos de Dios,… los santos. La Santísima Virgen María: 4. La palabra de nuestro Arzobispo para el Año de la Fe «Ha de ser, pues, este curso un año apasionante. Toda la Iglesia diocesana quiere ser una familia, que le preocupe y participen de las alegrías y penas de toda la familia humana; toda familia cristiana ha de sentirse acompañada por la gran Iglesia y dispuesta a ser «iglesia doméstica» capaz de evangelizar. Muchos acontecimientos ayudarán a vivir esta experiencia. Estad atentos, pues el Espíritu Santo sigue hablando a las Iglesias (cfr. Apo 2, 7). Él os dará fuerzas para la tarea familiar y eclesial; por vosotros y vuestros hijos; velará por las comunidades eclesiales y sus pastores; velará por los religiosos y consagrados en su vocación específica; velará por los fieles laicos y responsables de movimientos y grupos apostólicos». (Carta pastoral «Un casa que se hace Iglesia por la fe») 5. Oración Profesemos con los labios la fe que llevamos en el corazón «Creo en Dios Padre Todopoderoso,… 6. Sugerencias * A modo de cómo se hace en el Catecumenado, convocar a los miembros de la hermandad o cofradía y, después de vivir esta catequesis, entregar en una estampa o recordatorio el Símbolo de le Fe (Credo Apostólico). Podría ser en el contexto de una celebración litúrgica apropiada (en la celebración de la Santa Misa mensual, en una liturgia de la Palabra especial, en una asamblea general, etc.) En los textos evangélicos «… Se revela un contenido mariológico esencial, o sea, la verdad sobre María, que ha llegado a estar realmente presente en el misterio de Cristo precisamente porque «ha creído». La plenitud de gracia, anunciada por el ángel, significa el don de Dios mismo: la fe de María, proclamada por Isabel en la visitación, indica como la Virgen de Nazaret ha respondido a este don.