Orlando Silva
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Orlando Silva
86 Orlando Silva Foto: Mario Thompson E n 1951, la tripulación de un avión de la Fuerza Aérea Brasileña, aquellos denominados “fortaleza voladora”, daba comienzo a los preparativos para el aterrizaje en la ciudad de Campo Grande, cuando fue sorprendida por un “apagón” en el aeropuerto local. Volando desde Manaos, la tripulación sabía que la reserva de combustible no era suficiente ni para buscar el aeropuerto más cercano (situado a centenas de kilómetros de distancia) ni para esperar muito tiempo a que la luz volviera. El comandante del avión se comunicó con el responsable de la unidad de la FAB de Campo Grande, a quien le transmitió el drama que estaba viviendo. La siguiente comunicación fue de Campo Grande a la Base Aérea de Santa Cruz, en Río de Janeiro, la que a su vez entró en contacto con Radio Nacional, situada en la Praça Mauá, en el Centro de Río, para pedir ayuda. Minutos después, un locutor transmitía a los oyentes de Campo Grande –situada a más de dois mil kilómetros de distancia- el siguiente mensaje. “¡Atención, Campo Grande, Mato Grosso! Una fortaleza voladora de la FAB necesita descender y el campo de aterrizaje está a oscuras. Apelamos a los propietarios de automóviles para que se desplacen inmediatamente al aeropuerto a fin de que la pista de aterrizaje sea iluminada por los faros de sus autos.” El llamado se repitió varias veces, hasta que informaron a Radio Nacional que el problema estaba resuelto. A las 23:45, el avión descendía en el aeropuerto de Campo Grande iluminado por los faros de centenas de automóviles. En fin, un texto sobre Radio Nacional podría limitarse a hechos como el antes descripto y que justifican la posición de los que consideran a la emisora el mayor fenómeno de comunicación del Brasil, incluso tomando en cuenta otros fenómenos impresionantes, como el de la vieja revista O Cruzeiro y el de la actual TV Globo. Como no se pre- tende en este espacio promover un desfile de historias en radio: a las palabras se las lleva el viento. que ilustrarían aún más el poderío de Radio Nacional, el Pero la gente vinculada a la música no fue olvidada y, tema se cierra con la información de que, en 1949, el progradurante muchos años, sus nombres permanecieron ligados ma “No mundo da bola” promovió la elección del jugador de a la historia de Radio Nacional. Hablando, por ejemplo, fútbol preferido de los oyentes. Los votos se enviaban en el del cantor Francisco Alves, uno de los primeros ídolos sobre de un comprimido para el dolor de cabeza, el patrocide la música popular brasileña, viene en seguida a la memoria nador del concurso. Los empleados de la emisora contaron, al la apertura de su programa, al mediodía, cuando la locutora final de la elección, más de 19 millones de sobres, en tanto decía que, en ese momento, las dos agujas del reloj se juntaque el crack victorioso –el atacante Ademir, del Vasco da ban. La muerte de Francisco Alves, en septiembre Gama y de la selección brasileña- recibió 5.304.935 votos, de 1952, en un accidente automovilístico, paralizó al Brasil marca que, en materia de elecciones, sólo sería superada en e hizo que por primera vez Radio Nacional 1960, cuando Jânio Quadros suspendiera su programación y estuviera 24 horas seguidas fue elegido presidente de la Repúblico con poco pasando sólo discos del cantor. más de 6 millones de votos. Sería difícil señalar cuál fue el mayor ídolo Sería difícil señalar Fundada en 1936 y siendo transferida entre los cientos de cantantes que cuál fue el mayor ídolo al gobierno nacional en 1941, pasaron por la emisora, pero Radio Nacional no necesitaba entre los cientos de cantantes Orlando Silva fue, sin duda, el de ayuda oficial, ya que durante que pasaron por la emisora, primero de ellos, al menos más de 20 años fue el vehículo cronológicamente. Contratado por pero Orlando Silva fue, de comunicación con mayores Radio Nacional poco después de sin duda, el primero de ellos, su fundación, con una carrera de ingresos por publicidad del país. Tales ingresos eran suficientes para al menos cronológicamente. sólo dos años, Orlando era un intérpagar los sueldos de 9 directores, 240 prete excepcional, para muchos, el Contratado por empleados administrativos, 10 maestros mejor que hubo en Brasil Radio Nacional... de música, 124 músicos, 33 locutores, ( João Gilberto, uno de los creadores de la 55 actores radiales, 39 actrices radiales, bossa nova, va más lejos, afirmando que se trataba 52 cantores, 44 cantoras, 18 productores de programas, del mejor cantante del mundo de todos los tiempos). 1 fotógrafo, 5 repórteres, 13 informadores, Sus discos y la propia Radio Nacional se encargaron de 24 redactores y 4 editores de periódicos hablados. difundir su voz por todo el país, no tardando mucho en La programación era variada. La audiencia femenina asumir la condición de ídolo nacional. En las grandes ciuse entusiasmaba con las radionovelas que, al estilo dades, los empresarios se vieron obligados a programar prede los folletines, se prolongaban por varios meses. sentaciones del cantante en las plazas públicas Había también programas humorísticos, cobertura de los para que lo viera el mayor número posible de personas. acontecimientos deportivos, programas de auditorio, prograDos nombres íntimamente ligados a la época dorada de mas culturales (muchos, aunque no lo crean) y programas Radio Nacional son los de las cantantes Emilinha Borba y musicales. Estos últimos, probablemente, son los que más Marlene. Profesional desde los 14 años de edad, Emilinha resistieron el olvido al que fueron condenados tanto los prose presentó en otras emisoras y en los casinos de gramas como los propios profesionales de la radio, un sino Urca y Copacabana, antes de ser contratada por la emisora que parece confirmar lo que decían los anunciantes contraren 1945, año en que surgieron los grandes programas de ios a la publicidad radiofónica en los primeros tiempos, auditorio. Ella fue la gran figura de ese tipo de programa. rehusándose a hacer propaganda Los oyentes sabían que ella iba a cantar, incluso antes de ser 87 club de fans. Cuando venció el concurso para Reina de la Radio, Radio Nacional trató de asegurarse la audiencia separándola de Emilinha Borba, colocando a cada una en uno de los dos mayores programas de auditorio de la emisora, el comandado por César de Alencar (Emilinha) y el de Manuel Barcelos (Marlene). Marlene también se encamina hacia los 80 años, pero después de Emilinha, en noviembre de 2004. La cantante Dalva de Oliveira fue uno de los anunciada, a causa del griterío de un público formado gencasos más impresionantes de éxito repentino en eralmente por personas humildes, la mayoría mujeres, que Radio Nacional. Su carrera ya se acercaba a los 15 años, madrugaba en la puerta de Radio Nacional para asegurarse cuando se separó del marido, el compositor Herivelto un lugar en el auditorio (por tratarse, en gran parte, de negras Martins, lo que la llevó a alejarse del Trío de Oro, liderado y mulatas, no escaparon del apelativo racista “monas de audipor Herivelto. Hasta la separación, estaba lejos de ser una torio”). Poco después de ser contratada, Emilinha pasó a cantante de gran popularidad, ya que tanto en sus discos contar con un club de fans, con filiales en todo Brasil. Dicho como en sus shows sólo era la voz femenina del club se mantuvo firme hasta hoy y no deja de homenajear a la Trío de Oro o de los duetos que, eventualmente, hacía con cantante todos los años para su cumpleaños. Ya se prepara Francisco Alves. Pero, provocada por una música que había para conmemorar sus 80 años, lanzado Herivelto Martins, Cabelos brancos, cuya en agosto de 2003. La supremacía de Emilinha Borba en Radio El año 1954 fue letra hostilizaba a un ex amor (“no me hablen Nacional sólo se vio conmovida en la oportunidad para de esa mujer cerca de mí”, decía la letra), Dalva dio comienzo a su carrera 1949, cuando la cantante Marlene la Caubi Peixoto, el último de solista con un samba-canción derrotó en la elección de Reina de la ídolo de la época de oro cuya letra tenía todo que ver Radio. Tal acontecimiento produjo con el fin de su casamiento: una de las rivalidades más de Radio Nacional. Su famosas de la historia de la radio y administrador, el compositor Tudo acabado, de Jota Piedade y Osvaldo Martins. Nacía así una de nuestra música. Basándose en Di Veras, se informó acerca polémica que los oyentes seguían dicha rivalidad –alentada sin dudas de los recursos utilizados como si fuese un folletín –también por Radio Nacional- el senador Caiado de Castro afirmó que la por los empresarios estimulada por los directivos de Radio Nacional- con una notable ventaja sociedad brasileña estaba dividida entre americanos... para ella, que contando con la evidente simpatía emilinistas y marlenistas, frase que llevó a la del público, transformaba sus músicas en éxitos exceprevista Radiolândia a hacer una visita al Congreso para cionales. Para darse una idea, en una encuesta efectuada en saber quién estaba de un lado y quién del otro. 1951, el disco más vendido era Tudo acabado; en segundo Todos los parlamentarios consultados contestaron, pero, lugar, Errei, sim (Ataulfo Alves) y, en tercero, Que será? tratándose de un electorado político, terminó venciendo el (Marino Pinto y Mário Rossi), las tres grabadas por ella. grupo que votó por las dos. Al año siguiente, fue elegida Reina de la Radio. A partir de Marlene es paulista y se llama, en realidad, Vitória Bonaiutti 1953, sin embargo, Dalva dejó de lado su condición de ídolo (su nombre artístico es un homenaje a la actriz alemana de Radio Nacional para dedicarse a los viajes al exterior. Marlene Dietrich). También dispone de un fiel y dedicado 88 Caubi Peixoto Foto: Mario Thompson Cantó varias veces en países sudamericanos y en Europa. Cuando dio por terminada la fase internacional, su prestigio en Brasil seguía siendo grande, pero su popularidad ya no era la misma. El año 1954 fue la oportunidad para Caubi Peixoto, el último ídolo de la época de oro de Radio Nacional. Su administrador, el compositor Di Veras, se informó acerca de los recursos utilizados por los empresarios americanos para proyectar a sus artistas, aplicándolos en el lanzamiento de Caubi, un cantante que hacía seis años cantaba en casas nocturnas sin la menor repercusión. Contrató falsas fans para que se “desmayaran” en el auditorio cuando él cantaba y le hacía usar trajes con las mangas precariamente cosidas para dar la impresión de que las admiradoras le destrozaban la ropa. Además, cada vez que aparecía en público, debía estar rodeado de falsos fotógrafos disparando sus flashes, como ocurre con los artistas famosos. Estimulado por el éxito obtenido en Brasil, Di Veras decidió llevar a Caubi Peixoto a los Estados Unidos, pero la experiencia fue frustrante. Ni siquiera haberle cambiado su nombre por el de Ron Cobby fue suficiente para transformarlo en un cantante popular en Norteamérica. La solución fue mantener las conquistas de Brasil, enviando desde Nueva York para la Revista do Rádio y para Radiolândia las portadas de importantes diarios norteamericanos con el nombre de Rob Cobby en los titulares. En la década del 60, con el crecimiento de la televisión y con los sucesos políticos de Brasil, Radio Nacional ya no tenía condiciones de mantener a su elenco y, de a poco, fue perdien- do su liderazgo, ganado por otras emisoras que se adaptaron rápidamente a los nuevos tiempos. Pero legó, sin dudas, la más bella historia de la radio brasileña. Sérgio Cabral, de Rio de Janeiro, 65 años, periodista desde 1957, trabajó en varios periódicos y revistas de Rio de Janeiro y São Paulo (es uno de los fundadores del “Pasquim”), compositor, autor y director de espectáculos musicales y escribió, entre otros, los siguientes libros: "Antônio Carlos Jobim, uma biografia", "No tempo de Ari Barroso", "Elisete Cardoso, uma vida", "Nara Leão, uma biografia",“Pixinguinha, vida e obra", "As escolas de samba do Rio de Janeiro", "No tempo de Almirante" y "A MPB na era do rádio". 89