Festival internacional de las artes V2
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Festival internacional de las artes V2
BALLET DE LOS CINCO CONTINENTES El Comité Organizador, deseoso de aprovechar al máximo la colaboración de los países miembros del COI, montó, un espectáculo internacional de danza, con la participación de los mejores coreógrafos y bailarines de todos los Continentes. Para facilitar esta promoción, cuya coordinadora fue la Sra. Amalia Hernández, el Comité se hizo cargo del hospedaje y de los gastos de viaje de los invitados, así como de la edición de los programas. Los coreógrafos fueron Michel Cartier, por Canadá; Alvin Ailey, por los Estados Unidos; Rosa Reyna, por el Perú; Josefina Lavalle, por Colombia; la propia Amalia Hernández, por México; Loukia, por Grecia; Tamara Golovanova, por la URSS; Ofundu Robert le House, por Nigeria, Mall y Chad; Güngör Kekec, por Turquía; Mrinalini Sarabhai, por la India, y Beth Dean por Australia. El Ballet de los Cinco Continentes actuó por primera vez el 19 de enero de 1968, en el Palacio de Bellas Artes, en la Ceremonia Inaugural del Programa Cultural. En esa ocasión se presentaron el Ballet Griego, como homenaje al país creador de los Juegos Olímpicos; el Ballet Azteca, como aportación del país sede, y el Ballet Africano, como bienvenida a los países de más reciente ingreso al COI. Junto a ellos se presentaron también el Ballet del Canadá, el del Perú y el de la URSS. Esta temporada duró de enero a septiembre. En la segunda, del 30 de septiembre al último de diciembre, estuvieron presentes los Ballets de Colombia, Turquía, Australia, la India y los Estados Unidos. En total, el Ballet de -los Cinco Continentes se presentó en 35 ocasiones en la Ciudad de México: 9 en el Palacio de Bellas Artes, 1 en la Arena México, 11 en el Teatro del Bosque y 14 en el Teatro Ferrocarrilero. Numerosas ciudades del interior de la República Mexicana tuvieron ocasión de admirar el Ballet de los Cinco Continentes. Amalia Hernández, directora del Ballet de los Cinco Continentes, hoy día la más famosa coreógrafa mexicana, ha recorrido el mundo con su compañia. BALLET DE MEXICO (abajo). Amalia Hernández, directora y fundadora del Ballet Folklórico de México, presentó un ballet con temas recogidos de las danzas y música indígenas primitivas, cuyos ritmos, pasos y melodías sobreviven hasta nuestro tiempo, El vestuario se inspiró en los riquísimos códices prehispánicos. El ballet comenzó con una danza fúnebre de los Caballeros Tigres en honor del monarca que acaba de morir. Siguió la danza de los Sacerdotes consagrando a su sucesor; las doncellas (abajo) bailaron ofreciendo flores y copal para conseguir bendiciones para Moctezuma y su reinado. La danza de los Guerreros es un simulacro de combate. Al final se celebra la gloria del Imperio Azteca. BALLET AFRICANO (Chad, Nigeria y Mali) (enfrente). El coreógrafo de este ballet fue Ofundu Robert le House, reconocida autoridad del folklore africano y estupendo bailarín. Música folklórica africana acompañó a estas danzas (enfrente). La primera fue “Invocación”, entrada y danza de un Glaou, el espíritu protector del pueblo; cuando aparece, las mujeres de la tribu se ocultan porque no deben verlo. Aquella que lo vea será duramente castigada. Si se complace con ofrendas al Glaou, éste otorgará al pueblo hijos, buenas cosechas y felicidad. La segunda fue “Toffí”, danza y música que expresan en ritmo Sicco el júbilo de la tribu. El ballet terminó con una “Danza Mgbag” BALLET DE GRECIA. El Ballet Folklórico de México presentó, bajo la dirección de Loukia, con música de Kydoniatis y escenografía de Kionis, ocho ballets griegos. El primero estaba inspirado en la Cuarta Oda Olímpica de Píndaro; siguió el “Partenio”, forma celebérrima de danza procesional con la que las doncellas de la Dóride honraban a diversas deidades. Las “Cariátides”, ballet que recordaba la danza de las jóvenes espadaras durante las fiestas de Artemisa. “Géranos” contaba la aventura de Teseo siguiendo el hilo de Ariadna. Maquelaricós, danza bizantina, “Tsakonicós” es en cierto modo una’ continuación del “Géranos”. “Pírrica” es una danza militar. Terminó el baile con danzas de Creta. BALLET DE TURQUIA. Da a conocer algunas de las tradiciones folklóricas que aún se mantienen vivas en Bitlis y que proceden del siglo XII. Los trajes que se usaron fueron hechos a mano y bordados en oro sobre seda. La suite se denominó “Bitlis Oyunlar” e incluyó “Agir Küvenk”, danza de guerrilleros; “Harkusta”, demostración de fuerza de dos grupos antagónicos; “Meyroke”, baile ejecutado por mujeres con el fin de calmar la lucha y “Papori”, danza final ejecutada por parejas para celebrar el fin de la contienda. A la postre, cada guerrero toma su pareja y se marcha con ella. El coreógrafo Güngör Kekec, empezó a bailar danzas folklóricas y a tocar instrumentos populares desde niño. Desde hace tres años es primer bailarín de la compañía “Ibsan Mermerci Lisesi”, que dirige Bella Kilic. BALLET DE AUSTRALIA (enfrente). Beth Dean hizo la coreografía y su esposo, Victor Carell, la escenografía. Este ballet es una traducción, en términos teatrales, de las emociones que los aborígenes australianos viven ante los “tjurunga”, piedras sagradas en que reside el espíritu de la vida. Beth Dean ha realizado la coreografía de numerosos ballets y es autora de libros que estudian diversas escuelas dancísticas. BALLET ESQUIMAL DEL CANADA (arriba). Este ballet, con coreografía de Michel Cartier, se inspira en la cacería de una morsa, expresión característica esquimal. La danza se inicia con los preparativos rituales; luego se invoca al espíritu del viento que designará al cazador elegido. El tambor tradicional y los coros que acompañan la danza han sido fielmente reproducidos. El vestuario es auténtico. BALLET DE LA URSS (enfrente). Bajo la dirección de la coreógrafa Tamara Golovanova, este ballet presentó una suite de bailes tradicionales rusos. Cada una de las danzas muestra aquellos rasgos que configuran el carácter ruso: la timidez y gracia de las mujeres, y el buen humor y la fuerza de los hombres. El ballet se inicia con la entrada de las doncellas que llevan los cántaros con agua; llegan los mancebos y comienza el jorovod, danza tradicional muy popular. Siguió el duelo lírico 1a cajita”. Repentinamente aparece un alegre joven y escoge entre las doncellas su pareja para el baile denominado “El pasito”. La escena termina entre la alegría general. BALLET DE LA INDIA (derecha). “El reino de los naipes” (“Tasher Desh”), cuento escrito por Rabindranath Tagore en 1892 y adaptado posteriormente a la escena teatral, sirvió de argumento a este ballet, realizado por Mrinalini Sarabhai, autora también de cuentos, novelas y ensayos sobre teatro y danza. “Tasher Desh” es una sátira de la cultura y la tradición, Krishti y Niyam, representados simbólicamente en los naipes. “Dejad que la mente cautiva se libere, dejad que la vida fluya como una catarata. Hemos escuchado el llamado de la nueva vida; desencadenamos una tormenta en el castillo de lo desconocido.” 0 sea: la cultura quiere avanzar, ir más adelante, pero la tradición lo impide. Triunfa, al fin, la cultura. BALLET DEL PERU (izquierda). El tema de este ballet se inspira en las antiguas culturas incaicas del altiplano, donde se localiza el folklore más genuino. La escena representa una plaza de chincheros de Urubamba. El Huayno -ritmo inca- rigió las dos primeras danzas. La primera, solemne y austera; la segunda, una deliciosa exhibición del ingenuo juego amoroso del indígena. La tercera danza era guerrera y pastoril. La coreógrafa Rosa Reyna es mexicana y se ha dedicado por completo a bailar y a realizar coreografías. Estudió danza con Sokolov, Graham, limón y Cunningham. En atención a sus altos méritos, el Comité Organizador le encargó esta coreografía. Residió en Perú algún tiempo para conocer su mundo. BALLET DE COLOMBIA (enfrente). El ballet revivió una antigua leyenda colombiana. Hace miles de años, cuando el hombre primitivo habitaba las cordilleras colombianas, cayó un aerolito y se enterró en un paraje montañoso. El Dios del oro había bajado a la tierra y escogió como morada las profundidades de la región de Guatavita. Este es el símbolo del cacique Dorado cuando se sumerge en las aguas para conseguir el poder de gobernar a su pueblo. Es el espíritu que vive en el fondo de la laguna de Guatavita. La coreógrafa del Ballet de Colombia, Josefina Lavalle, es directora de la Academia de la Danza Mexicana del INBA. A instancias del Comité Organizador viajó a Colombia para estudiar su riquísima tradición folklórica. BALLET DE LOS ESTADOS UNIDOS (Arriba, enfrente). El coreógrafo Alvin Ailey se formó en el “Lester Horton Dance Theatre” de los Angeles, de cuya compañía de repertorio fue posteriormente miembro, coreógrafo y director artístico. Como bailarín y coreógrafo, ha realizado e intervenido en numerosos ballets, así como en películas y comedias musicales. El Ballet de los Estados Unidos se integró en una suite que exploraba motivaciones y revelaciones de la música religiosa negroamericana. El espiritual negro se originó probablemente en el siglo XVIII de elementos provenientes, por un lado, de la tradición musical africana y, por el otro, de canciones de cosecha trasmitidos de plantación en plantación. Ha enriquecido a la música universal.