Revista para VER en la web
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Revista gratuita para los seguidores del Tomb Raider | Número 1 | Mayo 2005 Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 2 SUMARIO Editorial Editorial: Palabras mayores ................... 2 Palabras mayores TRL al día: ¡Vuelve la joven Lara! ........... 3 Transcripción DVD Total Overdrose III .... 6 Tomb Raider Clásicos: Tomb Raider III: Aventuras de Lara Croft (Ana María y Storm 3000) ....................... 8 Relatos: • El Sello Áureo VIII (Ana María) ....... 20 • Esperanza VIII (Nienna) .................. 26 • La tumba perdida de Alejandro (Perico) ............................................ 32 Críticas de Cine: Lara Croft: Tomb Raider (Perico) ........... 38 Web del mes: www.laracroftreborn.com (SeRmOnGaR) ...................................... 41 Última Hora: El comienzo de TRL ........ 40 STAFF Diseño y maquetación: Tio Copu Colaboradores: Ana María Mark Nienna Perico SeRmOnGaR Storm 3000 Imagen de la portada cortesía de Chris (Planet Lara) Usuarios del Foro TR fans www.tombraiderfans.com www.trsaga.com ...y los que se quedan en el tintero Esta revista la hacemos entre todos. Si deseas colaborar manda un e-mail a [email protected] Todos los logos, marcas y opiniones vertidas son propiedad de sus respectivos autores y/o propietarios. Cada vez están las vacaciones de navidad más cerca, y con ellas la salida de nuestro esperado juego, porque más cerca está el 2006. Empiezan a bailar las fechas, que comenzaban con primavera de 2006, después se ratificaba Febrero... porteriormente mediados de marzo, y ya vamos por el 1 de abril de 2006... total, a este paso nos metemos en la navidad del 2006, porque ¿acaso no sacan siempre los Tomb Raiders por navidad? y viendo que para estas fechas no les da tiempo... pues a lo mejor con suerte para el 1 de abril nos dejan ver la demo... esa gran incomprendida. Lo cierto es que, fuera de gracias innecesarias, la fecha de salida del juego está cada vez más próxima, y con ella comienzan a salir exclusivas en casi todas las revistas. No habrá revista en la faz de la tierra que no hable del próximo lanzamiento de TRL en estos meses que nos quedan, ya que es un acontecimiento mundial gracias a todos nosotros que lo esperamos con ansia, y con ello comenzaremos a tener un montón de noticias nuevas que leer, como las que comentamos en este número sobre el inicio del juego, o sobre la vuelta de Lara de pequeña... empezamos a hablar con palabras mayores. ¡¡Disfrutadlo... y ho... ho... ho... ¡¡Feliz navidad a todos!! Un saludo a todos Tio Copu Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 3 Últimas noticias aparecidas en la revista alemana GameStar ¡Vuelve la Joven Lara! • Información facilitada por SeRmOnGaR • • Traducción por Mike • El juego comienza con un nivel tutorial, localizado en Bolivia, el juego nos muestra en primer lugar a Lara escalando una roca, al más puro estilo Tom Cruise en Misión Imposible 2. Una vez arriba tenemos que saltar sobre repisas a una altura de vértigo, colgándose en repisas y rodando a través de grietas, tomando instrucciones a través de su comunicador. Según la revista GameStar podremos jugar de nuevo con una Lara más joven. Cuando Lara llegue a un puente en suspensión derrumbado recordará a una amiga que murió debido a un enemigo que cortando las cuerdas del puente, provocó el derrumbe del mismo. Trataremos de salvarla y tendremos que jugar un nivel descendiendo la montaña buscándola, intentando dominar difíciles desafíos a lo largo del descenso. GameStar también menciona que Lara estuvo hace algunos años en un templo Inca en Perú con unos amigos, uno de ellos cayó en un agujero quedando atrapado en un laberinto, desapareció y se le dio por muerto. Ahora Lara vuelve en TRL para concluir la búsqueda y encuentra partes un artefacto histórico esparcido por todo el mundo. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 4 • Salvado automático. Esto sí que es genial ¿verdad? El artículo también menciona que cada vez que hagamos algo difícil, se guardará automáticamente. Así, cuando Lara muera empezaremos a jugar justo después de la última tarea difícil, evitando tener que volver a realizar los mismos molestos saltos una y otra vez, con lo que uno de los principales temores que teníamos la gente del foro está resuelto, y podremos cargar desde el guardado automático (tipo F.E.A.R.) En el nuevo TR dispondremos de «tiempo bala» • La linterna. Tendrá una batería y podrá funcionar durante 2 minutos. Después de este tiempo, la batería tendremos que recargarla y mientras tanto dependeremos de las bengalas. • PDA. En esta ocasión Lara tendrá en su equipo un PDA para obtener información extra. • Localizaciones. Se confirman destinos como Perú, Bolivia, el Himalaya, Rusia y África. • Nuevas habilidades. Destacan el modo “tiempo bala” (con el que ganará ventaja frente a tiroteos) o disparar mientras esquiva. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 5 • Acciones Interactivas. Como vimos en el trailer de hace algún tiempo, en algunas situaciones tendremos que pulsar botones en el momento exacto para hacer que Lara salte o quizá evitar una muerte segura. Cada éxito o fracaso tendrá su propia animación. También se menciona que en cada nivel habrá una de estas situaciones interactivas. • Todo al mismo tiempo. Eidos y CD están trabajando en todos los aspectos del juego al mismo tiempo... la historia, los gráficos, la música y lo más importante, las escenas cortas, así no tendremos que preocuparnos de esos errores tontos que aparecían en AOD, cuando ella despertaba con sus gafas de sol puestas mientras que un par de segundos atrás no las llevaba. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 6 Mark continúa con... Transcripción del DVD extra de Tomb Raider Legend • Transcripción: Trinity34 • Traducción: Mark • • Colaboradoras: Anacroft y LadyMC • PARTE 3: MUNDOS DINÁMICOS RILEY COOPER: En Tomb Raider Legend vamos a responder viejas preguntas y, a la vez, a plantear nuevas. El misterio más grande de este juego... obtendremos una respuesta a... y te dejará satisfecho. Mi nombre es Riley Cooper y soy el Jefe de Diseño en Tomb Raider: Legend. En Tomb Raider: Legend, hemos optado por una experiencia totalmente dinámica. Dos de los aspectos que teníamos en mente y que ya hemos producido son la interactividad con el entorno y la presentación estética. Cuando juegues, la pantalla cobrará vida, de modo que cuando estés en la jungla, verás los pájaros volar, los insectos revolotear alrededor, las hojas de los árboles se moverán por el viento, escucharás los sonidos de otros animales, etc. Así que el entorno será totalmente real y creíble. Estará vivo. Gracias al sistema de físicas que hemos implementado, podrás inte- Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 7 ractuar completamente con el entorno y crear situaciones mucho más reales, creíbles e inspiradoras que no podrías conseguir en los anteriores Tomb Raiders. Las tumbas son ahora mucho más vivas y reales que nunca. En resumen, hemos cogido todo lo que hizo del juego un mito, nos hemos centrado en ello y hemos hecho todo lo posible por mejorarlo. Así que si te gusta Tomb Raider por el personaje de Lara Croft, por lo que puede hacer, y por ser una cazatesoros que se embarca en cualquier misterio con elementos sobrenaturales, eso es exactamente lo que vas a obtener al jugar a Tomb Raider: Legend. Transcripción por Mark Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 8 Ana María y Storm 3000 siguen con las historias de la saga de nuestra querida Lara... Tomb Raider Clásicos: Tomb Raider III • Imágenes por Ana María y Tio Copu • Año 1000 a.C. Los Polinesios, en su búsqueda por sobrevivir al frío clima de la Antártida, encontraron un sector con microclima cálido no propicio del lugar formado por un oasis volcánico. Buscando la razón de tan curioso fenómeno, los Polinesios encontraron un material de origen desconocido forjando de él cuatro artefactos preciosos capaces de crear emanaciones de calor. Viendo sus escasas probabilidades de subsistir al frío clima que los rodeaba e ignorando el origen y poder oculto de los artefactos, decidieron colonizar el lugar. Pronto construyeron una extraña ciudad a la que llamaron Tinnos, y utilizaron los cuatro artefactos para subsistir. El tiempo pasó y la vida se mantenía fértil y próspera gracias a las emanaciones de calor del oasis volcánico. Pero llegado el nacimiento del sexto patriarca, un inesperado incidente ocurrió. El oasis volcánico comenzó a emanar lava por doquier y los Polinesios se vieron obligados a abandonar inmediatamente la isla, abandonando la ciudad, el meteorito y los artefactos. Y de esta manera, la ciudad quedó olvidada en el tiempo y enterrada bajo el frío clima de la Antártida donde no se volvió a saber de ella por mucho tiempo. •••••••••• Año 1834 d.C. Darwin llega a su quinto año de travesía a bordo del Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 9 H.M.S. Beagle, arribando a la isla nevada y sin vida. Stephen Barr, uno de los cinco tripulantes de abordo, relata sus memorias en su diario mientras ve pasar las insufribles jornadas de su viaje. Después de una esperanzadora visión, los tripulantes, emocionados, encuentran y desembarcan en la helada isla esperando encontrar muestras de vida en ella. Durante la expedición, no tardaron en encontrar unas huellas (de lo que parecía ser un lobo) que se dirigían hacia una cueva subterránea. Los cinco tripulantes se adentraron al lugar siguiendo las huellas que dejó la criatura. Al perder el rastro, los tripulantes deciden seguir el único camino que queda. Al llegar a puerto, sólo uno de los tripulantes, Stephen, llega vivo. El segundo de los tripulantes viajó a las islas del Pacífico, donde encontró su muerte a manos de la mismísima tribu caníbal de los Polinesios, creadores de las piedras. El tercero murió en la India, cuando intentó intercambiar la piedra por una mujer. El cuarto fue encarcelado por borracho y alborotador, donde finalmente murió en la cárcel. Finalmente Stephen, cayendo presa de la superstición, vende su artefacto en Londres, considerando que las piedras provocaron la muerte de todos sus compañeros. Una fascinante expresión se dibujó en sus rostros al descubrir una enorme caverna que escondía cuatro piedras preciosas. Ignorando la importancia y el poder de las piedras, los cinco tripulantes tomaron las piedras y se decidieron a partir. Pero imprevistamente una silueta misteriosa salta por los aires atacando en la garganta a uno de los tripulantes, Paul Caulfield. Stephen, obligado a acudir en su ayuda, intenta levantar a Paul del suelo. Un duelo entre hombres y bestia provoca un derrumbe en el lugar. La bestia muere ensartada en una estalacmita. Inevitablemente, Paul también muere desangrado. Año 1998 d.C. Día presente. La compañía RX-Tech, especialista en investigación de culturas ancestrales, se encuentra en la Antártida llevando a cabo una excavación a cargo del Dr. Mark Willard, obsesionado con encontrar las cuatro piedras perdidas. El trabajo se vuelve muy difícil, dado que los equipos de comunicación sufren constantemente problemas de transmisión. Las maquinarias, que al parecer están dando fallos graves, logran encontrar un Después de enterrar a Paul en el lugar, los 4 tripulantes hacen la promesa de no decirle a Darwin lo ocurrido. Pronto vuelven a embarcar al Beagle, llevando cada uno una piedra Infada consigo. •••••••••• Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 10 material de origen desconocido bajo la tierra. Colocando dinamita en determinadas zonas, los investigadores, sorprendidos, acaban por descubrir unas enormes figuras talladas en piedra que rodean a toda una zona específica y una tumba que responde al nombre de Paul Caulfield, muerto en 1834. La India: La Piedra Infada Lara no sabía nada de esto cuando se hallaba en la zona noroeste de la India, en busca de un objeto sagrado conocido como la Piedra Infada. Toda la información que poseía era que este objeto había sido adorado por distintas tribus desde los albores de la humanidad. Pero en su periplo por aquellas zonas próximas al nacimiento del Ganges se encontró con que no era la única que buscaba la Infada: también la buscaba un explorador llamado Tony, operario de la empresa RX-Tech, con síntomas de padecer un grave desequilibrio mental. En un principio Lara le subestimó, pero luego pudo comprobar que fue un error, puesto que en el altar donde debería haber encontrado la Piedra Infada sólo estaban los dos cadáveres agujereados de Randy y Rory, compañeros del propio Tony, que habían entrado en el templo antes que él. La exploradora salió inmediatamente, a tiempo para ver cómo aquél huía en una balsa a través de las cristalinas aguas del río. Se iniciaba una persecución a lo largo de la jungla (él en balsa, ella en una moto quad) que los llevaría a enfrentarse cara a cara. Lara captó enseguida que jugaba con desventaja, y pudo comprobar in situ los poderes de aquella piedra, cuyo extremo afilado se había hundido aquel loco en su corazón, y que lejos de matarlo, le había proporcionado unos poderes excepcionales, con los cuales podían expulsar bolas de fuego. Pero aunque más poderoso, Lara fue más astuta y lo mató, recuperando la afilada Piedra Infada después de que su portador se desintegrara. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 11 A la salida de las Cuevas de Kaliya, donde finalmente había acorralado a su presa, Lara se encontró con el doctor Mark Willard. Éste último le habló del meteorito y de sus recientes investigaciones y descubrimientos. Le entregó el diario de Stephen y le contó cómo habían hallado en una cueva helada de la Antártida cuatro artefactos. Sin embargo, los cuatro marineros que se quedaron con cada uno de ellos, por razones inexplicables, acabaron sufriendo una muerte espantosa y dejaron las tallas en cuatro zonas diferentes del mundo: la India, Londres, Nevada y las islas del Pacífico Sur. Puesto que ya ha recuperado una de ellas, Willard sugiere a Lara que podría hallar el resto y recuperarlos todos. Por supuesto, ella no duda en absoluto en aceptar este nuevo reto. Londres: El Ojo de Isis En la fría capital inglesa, su tierra natal, Lara tiene como objetivo recuperar el artefacto que se encuentra allí, y empieza a investigar por la zona del Támesis y la catedral de St. Paul. Como era de esperar, esta nueva talla está en posesión de otra persona, y tras sufrir el ataque e intento de asesinato por parte de un mercenario, Lara lo reduce y le obliga a hablar. Así averigua que el actual poseedor del Ojo de Isis es una mujer, una magnate dueña de una línea de cosméticos llamada Sophia Leigh. Mientras se abre paso por los túneles recónditos y abandonados del metro londinense, Lara empieza a ser perseguida y atacada por otros extraños sujetos, con pinta de mendigos y la cara cubierta por máscaras de metales. Cuando su presencia acabe por hacerse impertinente, estos individuos (los Malditos) se harán con ella y la arrastrarán (literalmente) hasta los pies de su líder, Bob. Dialogando con él, Lara averigua que son un grupo de trabajadores contratados por Sophia Leigh para hacer pruebas de cosméticos, y que debido a estas pruebas han acabado con el rostro desfigurado y no les ha quedado otra opción que ocultarse en el alcantarillado de la ciudad. Lara, astuta como siempre, acuerda un trato con ellos: les conseguirá un frasco de líquido embalsamador del Museo Egipcio, a cambio de que ellos la conduzcan hasta Sophia. Lara sabe que no hay nada normal en que unos cosméticos puedan desfigurar el rostro. Sólo una sustancia realmente peligrosa puede estar haciéndolo, y eso refuerza la teoría de Lara: Sophia tiene el artefacto que busca. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 12 Tras conseguirles el frasco, los enmascarados le abren el acceso a las dependencias personales de Sophia. La rubia magnate intenta contemporizar con Lara, pero ante la rotunda exigencia de la arqueóloga, le planta cara. Esta vez lo tendrá muy difícil para acabar con ella: las armas no dañan en absoluto a Sophia, que se halla protegida por una esfera de energía mientras que ella puede herirla con los rayos de energía que despide el llamado Ojo de Isis, engarzado en un bastón que su contrincante esgrime. Sin embargo, de nuevo la astucia de Lara prevalecerá: atrayendo a Sophia sobre una plancha de metal, conectará la electricidad y acabará con ella. El Ojo de Isis ya es suyo. Nevada: El Elemento 115 El siguiente objetivo de Lara es el artefacto que se halla en Nevada. Esto planteaba para ella problemas añadidos: en esta amplia zona desértica de los Estados Unidos, era probable y temible que se hallara en la célebre Área 51, la base militar oculta que según rumores contenía restos de material alienígena y otros secretos científicos vedados para el resto del mundo. Pero Lara no había nacido para dejarse amedrentar. Purgar secretismos era su trabajo. En este lugar Lara se vería en más de un apuro. Tras rondar los alrededores de una cárcel donde los presidiarios cumplían condena de trabajos forzados, tuvo la mala fortuna de estrellarse con su vehículo al tratar de superar una valla. Con lo que al recuperar el conocimiento se vio sola, desarmada y encerrada en una celda. Claro que como no era la primera vez que le pasaba, ¿por qué asustarse? Iba a dar guerra hasta que consiguiera salir. Acabó montando un auténtico motín en la cárcel: primero hizo saltar la alar- Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 13 ma de su celda, y tras escabullirse de los porrazos de su guardia, soltó al resto de presos y los organizó de modo que le sirvieran de escolta a lo largo de aquel complejo de alta seguridad. Lara era una líder nata y con esta ayuda adicional pronto acabaron con todos los guardias y pudo colarse en un camión que conducía directamente al Área 51. En esta zona, tan secreta como prohibida, Lara fue armándose de nuevo y desatando cabos. Las cosas que allí vio le demostraron que los rumores acerca de aquel lugar eran más auténticos de lo que había supuesto. El artefacto le esperaba al final de su largo camino, en un OVNI, al parecer sirviendo de fuente energética para la nave. Había demasiadas preguntas y ninguna respuesta para aquello, así que tras liquidar a quien intentó impedírselo, Lara tomó el Elemento 115 y salió de aquel lugar. Islas del Pacífico Sur: La Daga de Ora Y por fin, el regreso a los orígenes. El último artefacto que Lara debía recuperar se hallaba en manos de aquellos que lo habían tallado: una tribu primitiva ubicada en una de las múltiples islas de Polinesia, aquel paraíso tan recóndito como inhóspito situado en la zona sur del Océano Pacífico. En aquel lugar le esperaba a Lara una experiencia bastante más difícil que las anteriores, aunque lo peor estaba por llegar. La clara hostilidad de los nativos no dejó a Lara otra opción que eliminarles. Sin embargo, el primer obstáculo lo halló en un pantano que separaba el poblado costero de la siguiente zona que quería explorar. Por fortuna allí se encontró con un comandante herido que le proporcionó un rudimentario mapa con el que podía cruzar con seguridad las aguas cenagosas. Este miembro de la Armada Australiana le informó de que sus hombres de hallaban dispersados por la zona, junto a su carguero, que se había estrellado recientemente. Él no podía acompañarla, estaba mutilado puesto que le faltaba todo un trozo de pierna, y no sabía qué tipo de criatura se la había arrancado. Lara conocía las costumbres de los nativos y sabía que ningún antropófago haría eso, así que empezó a sospechar que otro tipo de criatura poblaba aquellos alrededores. Nada la había preparado para lo que le esperaba más adelante. Lo que la esperaba era ni más ni menos que dinosaurios. No era la primera vez que Lara se topaba con ellos, pero no sucedía lo mismo con Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 14 los soldados que andaban desperdigados por el lugar del accidente y que eran presas del pánico y la desorientación. Los dinosaurios que Lara hallara en uno de sus primeros viajes los suponía supervivientes en un ecosistema apartado, pero no estaba tan segura de que esta vez fuera lo mismo. Sacando de nuevo sus dotes de líder, Lara acordó con los militares encontrar al Comandante Bishop y al Teniente Tuckerman, que habían desaparecido en la selva, y que tenían unas llaves que era necesario recuperar para poner en funcionamiento el carguero hundido en el fango. Lara se abrió camino a través de la jungla, a veces ayudada por los militares, hasta que encontró los dos comandantes, ambos muertos: uno devorado por velocirraptores y otro en el mismísimo cubil de un tirano- saurio. Fue en el último momento, cuando ya debatían poner en funcionamiento el carguero, cuando sufrieron un ataque masivo de velocirraptores, como si algo maligno hubiera espoleado a aquellas criaturas. Lara corrió hacia un cañón de base y liquidó a los que pudo, pero por desgracia no sobrevivieron muchos militares, y ningún dinosaurio, de eso sí que se encargó ella personalmente. Al otro margen del río había un templo cuya entrada estaba sellada. Lara aprovechó que tenía aquel cañón entre las manos para volar la pared y entrar a través de ella. Llegó hasta una sala ritual con una especie de tondo en el que aparecían esculpidos una serie de motivos que representaban hombres huyendo de una catástrofe y una especie de lagarto brillante entre otros, y en el centro, una representación del meteorito cayendo. Había Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 15 allí un nativo junto al altar, con el que conversó y llegó a averiguar que el artefacto que allí había lo habían robado del cuerpo de uno de los infortunados marineros del Beagle que había llegado allí y que fue asesinado a manos de los nativos. También supo que la presencia de aquel objeto había causado muertes y malformaciones en diversas generaciones de nativos, y que el actual propietario del artefacto, el caudillo Puna, lo guardaba con gran celo y no permitiría que nadie se lo robase... nada que pudiera despertar la inquietud de Lara, vamos. Reencuentro en la Antártida La siguiente zona que tuvo que cruzar, la garganta de Madubu, que se estrechaba en torno a unos rápidos infernales, la cruzó con un kayak con el que más de una vez estuvo a punto de estrellarse contra las afiladas rocas del desfiladero, pero estaba bien entrenada y pudo llegar sin mayores daños hasta el templo del caudillo, que estaba plagado de trampas y difíciles accesos. Pero lo más difícil fue enfrentarse al jefe de la tribu, que le esperaba reclinado solemnemente en su trono de hueso. Lara tenía que reunirse con Willard en su base de las Minas RXTech, pero el recibimiento no iba a ser el que esperaba. Todo empezó con el mal aterrizaje del helicóptero, que prácticamente se estrelló contra el suelo a causa de una ventisca. Luego ese suelo resultó ser una placa de hielo que se quebró bajo el peso del vehículo, y vino a hundirse en las gélidas aguas del polo, con piloto y todo. Lara saltó del helicóptero a tiempo puesto que había dejado la puerta abierta para que su cuerpo fuera acostumbrándose al despiadado clima, y eso que iba bien equipada para el frío. Al parecer, la Daga de Ora, engarzada en el asiento, le capacitaba para lanzar unos rayos de energía que la hubieran fulminado al tocarla, pero Lara esquivó ágilmente todas sus embestidas y finalmente acabó con él. Era la última talla que debía recuperar. Ahora sólo tenía que reencontrarse con el doctor Willard en su base científica de RXTech, en la Antártida. Sólo fue el comienzo de sus problemas. No se le dio recibimiento alguno en la base, y hasta tuvo algún encontronazo con operarios que al parecer la tomaron por una intrusa. Si eso ya descontentó a Lara, acabó de convencerse de que algo iba mal cuando encontró un horripilante cadáver tirado en medio de los restos calcinados de una cafetería. Al acercarse, algo que de cintura Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 16 para arriba era humana y las extremidades eran tentáculos parecidos a los de un pulpo se revolvió y empezó a escupir una sustancia amarillenta por la boca. Lara se apartó bruscamente, pero la cosa ya estaba muerta. Y ella sólo tenía una teoría: mutación. Pero... ¿Por qué? Todo esto le daba vueltas en la cabeza cuando alcanzó una cabaña en la que le esperaba Willard quien, ajeno a su inquietud, comía alegremente una sopa de tomate. Lara le manifestó su preocupación, ¿qué era aquello que había encontrado? Y la revelación fue aterradora. Willard estaba haciendo experimentos con seres humanos. Según sus teorías, Darwin se había equivocado en sus investigaciones y había errado la línea evolutiva. Él, Mark Willard, había descubierto la verdad, y estaba dispuesto a usar el poder mutante de los artefactos para crear su propia línea evolutiva. A medida que iba escuchando el grandilocuente discurso del científico, Lara empezó a darse cuenta de que quizá no debería haber recuperado los artefactos... no para aquello. No para que un loco los usara para hacer atrocidades experimentales y crear nuevas especies. Los efectos de las mutaciones ya habían sido vistas in situ por la propia Lara y no estaba nada de acuerdo con que aquello fuera adelante. Así que no dudó en manifestarle su oposición a que empleara los artefactos para aquello, y cuando Willard, inquieto, trató de echar mano a la maleta en la cual Lara portaba las cuatro tallas, ella se lo impidió. El científico reaccionó con violencia. Al volcar la mesa sobre ella, una de las aristas la golpeó en el rostro y la hizo caer aturdida al suelo. Eso le bastó para arrebatar a Lara la maleta y salir huyendo de la cabaña, meterse rápidamente en el montacargas que descendía hasta las minas y activarlo. Pero Lara no se quedó atrás. Saltó sobre el montacargas y descendió con él. Sin embargo, no iba a poder alcanzarle de momento. Se encontró metida en un endiablado laberinto de pasillos que la entretuvieron por algún rato. Hubiera sido más fácil dar media vuelta y largarse, pero se sentía responsable y no iba a permitir que nadie usara de sus esfuerzos para hacer maldades. Al abrirse camino por las minas (tuvo que usar incluso una vagoneta para los túneles) se encontró con Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 17 otros especímenes medio humanos, medio pulpos. La sustancia amarilla resultó ser un gas tóxico que tuvo que evitar a toda costa. Saltaba a la vista que aquellas cosas eran el resultado de los experimentos de Willard con sus propios operarios. Lara estaba cada vez más asqueada. Hubo un momento en que creyó que no podría seguir más adelante. Se trataba de introducirse en las gélidas aguas de una caverna interior para pasar a otro nivel de las minas. Los operarios usaban una escafandra de campana, pero ella tuvo que mojarse y arriesgarse a quedarse tiesa de una hipotermia. Pero suerte nunca le había faltado y así llegó a las puertas de lo que parecía ser una ciudad antiquísima. Estaba en el umbral de la mítica Tinnos. La Ciudad Perdida de Tinnos Aquello sí era un pleno retorno a los inicios. Lara caminó por las desoladas calles de lo que en su día fue una ciudad pletórica de vida y de cultura. Aquello destrozaba todas las teorías que suponían a los polinesios unos pueblos primitivos y atrasados. Todo en aquella ciudad funcionaba por extrañas energías magnéticas y estaba habitada por criaturas que en cierto modo le recordaban a las recientes mutaciones realizadas por Willard. Abriéndose camino por aquel lugar, Lara pudo hacer más averiguaciones sobre aquella cultura. Al final de aquel lugar se encontró con una gran caverna tallada prácticamente asentada sobre un lago de magma fundido. El lugar transitable era como un gran anillo de piedra que rodeaba el lago. En el centro había un gran pozo de lava, y frente a él estaba el doctor Willard. A Lara le bastó darle una ojeada a todo el complejo para ver que el científico había insertado cada artefacto en una especie de cueva a cada lado del recinto, y en aquel momento vio al hombre alzar los brazos y junto con ellos, una inmensa roca, el meteorito, se alzó magnéticamente y quedó suspendido en la parte superior de la caverna . En ese momento el hombre se giró hacia ella y le dedicó una sonrisa sarcástica. Acto seguido, se dejó caer de espaldas en el pozo. Lara ahogó un grito y corrió hacia el lago. Pero no quedaba rastro del científico. Cuando ya retrocedía, una criatura espantosa surgió del magma, una abominable araña inmensa con el rostro calcinado de Willard. A la exploradora le quedó muy poco tiempo para decidir qué podía Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 18 hacer. Echó a correr, huyendo de los rayos de energía que le disparaba aquella cosa, y se encontró con la primera caverna. Entonces dedujo que si arrancaba los artefactos de sus huecos y hacía caer de nuevo el meteorito, cortaría la fuente que servía de energía al nuevo Willard. Disparó a la araña hasta que se quedó inmóvil, arrancó el primer artefacto de su nicho y volvió al círculo de piedra, justo a tiempo para ver cómo su enemigo recobraba las fuerzas. Era importante no despistarse y que no la pillara acorralada dentro de las cuevas. Cuatro veces lo inmovilizó, y cuatro veces entró en las cuevas para recuperar los artefactos. Y entonces, tal como había previsto, el meteorito descendió y la última ráfaga de metralla acabó con Willard. Quedaba salir de allí cuanto antes. Lara escaló la caverna hasta salir por su techo y se dirigió a toda prisa hacia el helipuerto. Eliminó a todos los operarios de la RX-Tech que se lo impidieron. Una única idea la obsesionaba: salir de allí, alejar los artefactos de aquel lugar, evitar que cayeran en otras manos. Corrió hacia un helicóptero y mató a su piloto. Subió en él y levantó el vuelo. Todavía la siguieron otros helicópteros, pero con una maniobra sumamente arriesgada, los hizo colisionar y huyó rápidamente, de vuelta a casa. A partir de aquel momento, Lara se prometió que nadie nunca volvería a tener acceso a aquellos peligrosos artefactos. Hipótesis acerca de los cuatro artefactos Piedra Infada: Uno de los tripulantes de la embarcación H.M.S. Beagle viajó a la India donde se dispuso a cambiar su artefacto (la Piedra Infada) por una mujer. Allí encontró su muerte y la tribu del templo se quedó con el artefacto. Este artefacto contiene poderes que van desde magnetismo hasta grandes emanaciones de calor. Elemento 115: El segundo de los tripulantes de la embarcación H.M.S. Beagle viajó a Estados Unidos, donde armó un gran escándalo después de emborracharse y terminó en la cárcel donde finalmente encontró su muerte. Es probable que su artefacto fuera recuperado por el Ejercito de Estados Unidos, dado su misterioso material y su inmensa fuente de energía. En 1955, el ejército construyó una base ultrasecreta llamada Área 51, ubicada en un campo de pruebas llamado Nellis, en medio del desierto, en un lugar llamado Groom Lake, a unos 255 kilómetros al norte de Las Vegas, en Nevada. La base se ha mantenido en extremo secreto y su acceso es casi imposible. La base ha sido usada para experimentos genéticos y para armamento militar altamente sofisticado, especulándose que la base esconde naves intergalácticas y seres extraterrestres. Cuando Lara llega a este lugar subterráneo, lo que encuentra es justamente el OVNI supuestamente estrellado en Roswell, en el año 1947, y a sus cuatro tripulantes extraterrestres fallecidos. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 19 En medio de todo este revelador hallazgo, Lara descubre el Elemento 115. Un artefacto desconocido capaz de enjaezar ondas gravitatorias (propulsión) y fuente de energía y combustible. También, el artefacto es un gran receptor de estímulos mentales, capaz de despertar la conciencia de la vida extraterrestre, como Lara descubre cuando sube a bordo del OVNI. Daga de Ora: El tercero de los tripulantes de la embarcación H.M.S. Beagle viajó a las Islas del Pacífico Sur, donde murió a manos de la tribu caníbal de los Polinesios y le arrebataron su artefacto: la Daga de Ora. El patriarca oculto en el templo de Puna se hizo con este artefacto y colonizó una nueva especie mutante que se ocultaba en las cataratas del Madubu George. El artefacto posee poderes que multiplican y modifican organismos vivos, provocando una evolución sumamente acelerada capaz de crear organismos mutantes. Ojo de Isis: El cuarto tripulante de la embarcación H.M.S. Beagle, Stephen Barr, cayó presa de la superstición, pues la muerte repentina de todos sus compañeros se relacionaba de alguna manera con los artefactos. Stephen decidió viajar a Londres y vender inmediatamente su artefacto al mejor postor. Muchos años más tarde, el artefacto cayó en manos de Sophia Leigh, una ambiciosa mujer, dueña de una compañía de cosméticos que somete a sus empleados a experimentos ilegales. Las mutaciones que sufrieron los empleados de la compañía los obligó a subsistir en las catacumbas de Londres, buscando el momento oportuno para vengar su desdicha. El Ojo de Isis es una fuente inagotable de energía que puede alterar moléculas. Su mal uso puede traer los más trágicos incidentes. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 20 Relatos Tomb Raider El Sello Áureo (VIII) Por Ana María • Imágenes Ana María y Tio Copu • Lara se quedó inmóvil unos momentos, sopesando sus posibilidades. Luego, a una velocidad de vértigo, se giró, desenfundó las armas y disparó a bocajarro. Gunderson se arrojó al suelo y sus hombres (eran cinco) esquivaron las ráfagas, pero al mismo tiempo se abalanzaron sobre ella para reducirla. Ella, viéndose acorralada, saltó por encima de ellos, dio una voltereta en el aire, aterrizó flexionada y salió disparada hacia la puerta. – ¡Seguidla! –gritó Gunderson, sacando el walkie-talkie– ¡Los del otro lado: la mujer se dirige hacia vosotros! Lara corrió a toda velocidad por el pasillo, mientras las balas llovían a su alrededor y destrozaban mobiliario, jarrones y espejos. Al llegar a las escaleras de caracol, se detuvo, jadeante, al oír al otro grupo de mercenarios subir rápidamente hacia ella. Acorralada de nuevo. Pero no vencida. Volvió a la carrera sobre sus pasos y empuñó la ametralladora. Se encaró a los que venían persiguiéndola y abrió fuego contra ellos. Esta vez cayeron dos. Aprovechando la confusión, saltó por encima de los cadáveres y se perdió por otro corredor. – ¡Señor! –gritó uno de los mercenarios, con la pierna herida– ¡Esto es un suicidio! ¡Si no acabamos con ella nos diezmará! Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 21 – ¡Soltad de una vez las malditas granadas de gas! –dijo Gunderson por toda respuesta. Lara llegó, agotada, a otro salón. Rápidamente cerró la puerta, echó la llave y, con una patada seca, la partió, dejando la mitad atascada en la cerradura. – Ahí tenéis para rato –jadeó, y sacó el mapa para localizarse. Tenía que regresar a la sala del tapiz. Como fuera. No era estúpida y se había dado cuenta de que los mercenarios le disparaban sin apuntar. Sólo estaban incordiándola... «Karel me quiere viva». Desechó el pensamiento y se concentró en el mapa. Tendría que dar un buen rodeo para regresar junto al tapiz. Y a buen seguro que alguien estaría esperándola. De repente, notó que le faltaba el aire y empezó a toser. Al mirar a su alrededor, vio un ligero gas verde colándose por el bajo de la puerta. Lo que faltaba. Y esto no era el Louvre. No había respiradores esperándola en ningún armario de laboratorio. Se apartó del gas y entró en el siguiente salón. Aquel maldito castillo era un laberinto de cámaras comunicadas. – Un laberinto, no –murmuró mientras descendía las escaleras–. ¡Una trampa! •••••••••• La mente de Kurtis flotaba en el tiempo. De repente, se detuvo y enfocó una escena. El conde Vlad Tepes entró en la lujosa estancia del castillo. En un extremo de la habitación, había una bellísima mujer que tejía un tapiz con dedos temblorosos... Un tapiz no. ¡El tapiz! Kurtis reconoció a la mujer: era la misma que aparecía como Amazona en la obra que estaba elaborando. Estaba embarazada. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 22 El rostro de la mujer estaba congestionado de tanto llorar. Pero no era tristeza lo que había en sus lágrimas. Era rabia. Rabia e impotencia. Drácula llegó a su lado y acarició su sedosa cabellera rubia. La mujer se estremeció. – Loanna... –musitó él– Mi Amazona... Ella se apartó, asqueada, y le clavó la larga aguja en el brazo. Él, furioso, la arrojó al suelo de una bofetada. Loanna se levantó, muy digna, y le plantó cara con desafío. – Eres un monstruo. ¿Sabes cómo te llama tu gente? ¡Drakul! ¡El Demonio! Vlad se encogió de hombros mientras se sacaba la aguja. – Y hacen muy bien. Me temen y me reverencian. Tú, en cambio, me desafías. En cuanto se te cumplan los días, acabaré contigo. – No tendrás tu maldita descendencia –juró ella–. Antes me suicidaré. Drácula soltó una carcajada. Sus esbirros la vigilaban día y noche. Era imposible que escapara a su fatídico destino. – Haz lo que quieras –respondió–. Pero acaba este tapiz. •••••••••• Lara entró de nuevo en la sala del tapiz... y lo que vio le cortó la respiración. Y no precisamente por el gas tóxico. La hermosa tela estaba ardiendo. – ¡No! –gritó, y se abalanzó sobre ella, que despedía un humo negro. El malnacido de Gunderson había ordenado que la incendiaran para que Lara no pudiese investigarla más. Y sin el tapiz, no había forma de encontrar la clave que les conduciría a la Verdadera Opción. Las llamas consumían a toda velocidad el tejido. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 23 Lara sabía que era inútil intentar sofocar el fuego, pero aún así arrancó una cortina y empezó a azotar el foco de combustión. Y entonces lo vio. Tras los hilos quemados apareció algo. Era un compartimento secreto hecho con forro de tela, que también había ardido, y revelaba un pequeño cajón. Sin embargo, el cajón estaba vacío. No había nada dentro. Tanto le sorprendió que no oyó a nadie acercarse por detrás. Unas manos fuertes la agarraron por detrás. Se debatió, furiosa, y trató de coger las armas, pero entonces otro par de manos le arrebataron las pistolas y le arrancaron la ametralladora del hombro. Lara giró las caderas y estampó una patada lateral en el vientre del mercenario que la había desarmado. El desgraciado fue a caer de lleno dentro del tapiz, y empezó a quemarse con él. Gunderson seguía agarrándola. La presión sobre sus brazos se hizo tan intensa que empezó a notar un cosquilleo. Se retorció como una anguila, pero su captor, que era fuerte, no la soltó. – Quieta, fiera –le susurró el matón al oído–. Eres un hueso duro de roer, ¿eh? Ahora te usaré de cebo para atraer a tu amiguito. •••••••••• La escena cambió de golpe, y Kurtis se encontró en la cámara de tortura, pero los instrumentos estaban nuevos, impecables, y había un prisionero colgado de la strappade. Era el Lux Veritatis que aparecía en el tapiz. Vlad Tepes, alias Drakul, contemplaba la escena como si estuviera viendo una danza de juglares. Estaba de buen humor y sonreía al ver el sufrimiento de su cautivo. – Eres tozudo –decía el conde–. Y eso que has perdido. ¿Por qué te empeñas en callarte la Verdadera Opción? Tu orden está condenada. – Alguien quedará –jadeó el prisionero–. Alguien que repare nuestros errores. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 24 Vlad se rió. Sí, aún quedaban muchos Lux Veritatis, pero él se encargaría de que no quedara ni uno. Ni uno solo. – Dime de una vez cuál es esa opción, o te haré sufrir. – Ya he sufrido bastante. – Oh, aún sufrirás más. Puedo prolongar tu suplicio indefinidamente, monje guerrero. El condenado alzó la vista, y Kurtis hubiera jurado que lo estaba mirando directamente a él. Pero eso no era posible. Él no estaba allí... al menos, no de forma corpórea. – En el centro de una gran esfera de posibilidades –recitó el monje, como si fuera una lección aprendida– sólo una es la Verdadera. Quien la conozca será capaz de dar la vida o la muerte a cualquiera de los dos rivales, Lux Veritatis o Nephilim, sin que el otro sucumba a causa de la muerte de uno. Desvió la mirada y la clavó en su torturador. – Vosotros, Nephilim, la conocíais... pero os corrompisteis y la olvidasteis. Nosotros, en cambio, nunca la hemos sabido. – Eso es mentira –escupió Val Drakul. – Sólo un ángel podría saberlo –respondió el monje–. Nunca conocerás la verdad, Drakul. Y por cada Lux Veritatis que aniquiles, un Nephilim morirá con él. Somos las dos caras de una misma moneda. Y cuando sólo quede uno de ambos bandos... tendrán que depender el uno del otro. Vlad se acercó furioso a él. – Déjate de tonterías. He vencido. Tengo a la Amazona. Loanna es mía y me proporcionará la descendencia que necesito. La Profecía se ha cumplido. El torturado sonrió a través de sus labios cuarteados. – Loanna... la has sometido, pero no es ella quien causará la destrucción de su raza. Vendrá otra... otra a la que no podréis vencer... ella descubrirá la Verdadera Opción.... y el que estará junto a ella os destruirá. •••••••••• Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 25 Fue como un golpe. Un fogonazo. La mente de Kurtis retrocedió y entró de nuevo en su cuerpo sin que él lo pudiera controlar. El impacto emocional lo golpeó de lleno y lo tiró al suelo. Aspiró varias bocanadas de aire, intentando calmar los desbocados latidos de su corazón. Luego se levantó, chorreando limo, y salió de aquel antro con pasos vacilantes. Una fuerza ajena a él lo había expulsado de la visión. Alguien le había impedido seguir. Tenía que hablar con Lara. Aunque no le creyera. Era hora de confesarle la verdad acerca de él... y de ella misma. Al salir del pozo, lo primero que oyó fueron disparos, ráfagas y un ponzoñoso gas filtrándose por el castillo. Se oían tiros, ráfaga de metrallas y gritos. – Maldito sea Gunderson –murmuró. Todo estaba lleno de gas tóxico. Se vio obligado a agacharse y avanzar más lentamente. Y entonces oyó gritar a Lara. Un agudo y prolongado grito de dolor. Continuará....... Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 26 Relatos Tomb Raider Esperanza (VIII) Por Nienna • Imágenes por Tio Copu • Capítulo 8: Un poco de suerte Adrian había seguido las peticiones del Consejo, durante la mayoría de su vida. Últimamente, la edad solo le había permitido aceptar aquellas que no implicasen demasiados viajes. A pesar de ello, había completado la mayoría con éxito. Sus órdenes eran bastante sencillas; esperar, observar y ofrecer su ayuda, si ésta fuese necesaria. Así que, tras haber acabado su tarea, se preparó para salir del viejo edificio. Sin embargo, mientras caminaba hacia la salida, se fijó en que había tres hombres de pié junto a ella. Su instinto le decía que nada bueno podía venir de ellos, aunque no parecía que llevasen armas. Adrian se dirigió entonces hacia una de las habitaciones laterales, pero tan pronto como entró allí se dio cuenta de que había más hombres esperándole. – Ya sabes porque estamos aquí –dijo uno de ellos, que parecía ser el jefe–. ¿Alguna posibilidad de que nos digas lo que queremos saber? Adrian sabía que perdería la vida si no aceptaba. Pero también sabía que la habría perdido hacía bastante tiempo sino hubiese sido por la gente a la que le pedían traicionar. Decidió permanecer en silencio. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 27 – Como quieras –dijo el jefe, apuntándole con su arma a Adrian y disparando. Nadie pudo oírlo gracias al silenciador–. Vigilad todas las salidas –ordenó, sin ni siquiera mirar al hombre desangrándose a sus pies. •••••••••• Aun llovía bastante cuando IsisDeiyan llegó a Glastonbury. Miró hacia el lugar donde Adrian debería estar esperándola, justo donde estaba la salida de las cámaras subterráneas. Pero, en su lugar lo único que encontró fue una furgoneta aparcada. Sino estaba allí fuera, tendría que estar dentro del edificio. Y ella no iba a quedarse esperándolo bajo la lluvia. Sin embargo, tan pronto como llegó a la entrada, se dio cuenta de que estaba vigilada por varios hombres. Eso quería decir que Adrian no había podido salir de allí, bien por la vigilancia o porque le habían cogido. Deseando que fuese por lo primero, cruzó la entrada y se quitó la capucha del abrigo, aunque sabía que eso la descubriría. Habrían sospechado de ella igualmente, ya que nadie necesita protegerse de la lluvia en edificios cerrados. Anduvo por el edificio, vigilando cada movimiento de los hombres de la entrada, sin aparentar que los había visto. Al poco rato, uno de ellos abandonó su posición y se dirigió hacia una de las habitaciones laterales. Ella le siguió lentamente. Si habían cogido a Adrian, seguramente ese hombre le llevaría hasta donde lo tenían. Estaba en lo cierto. Al acercarse, pudo ver el cuerpo de Adrian en el suelo de una de las habitaciones. Entró sin pensárselo dos veces, sabiendo que posiblemente fuese una trampa. Se arrodilló a su lado y examinó la herida. Aún estaba vivo, medio inconsciente. Sangraba bastante y supo al instante que no había nada que pudiese hacer por él. – Por fin has llegado –consiguió decir Adrian–. Temía que no me encontrases aquí. – Yo también. ¿Qué ha ocurrido? – Todo ha ido bien –aquella era toda la información que obtendría acerca del asunto. – ¿Algo más que quieras contarme? – Sí. Sabes que me muero. No quiero pasar por todo ese dolor. Preguntándose cómo Adrian sabía aquello y sabiendo que no tenía alternativa, IsisDeiyan le puso los labios sobre la frente y esperó. Moriría pronto y aquello aliviaría el dolor hasta entonces. Una vez hecho se giró hacia una de las esquinas de la habitación. – ¿Tenías pensado quedarte ahí mucho más? –preguntó, con cuidado para no mostrar nada de toda la rabia que sentía en ese momento–. ¿O ibas a esperar a que cruzase de nuevo la puerta para dispararme? – Jamás te habría imaginado capaz de cosas como esa. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 28 Así que después de todo, ella le había visto, apuntándole. ¿Por qué había entrado en la habitación entonces? – – – – – – – – – – – Mi hermana debería habértelo advertido Puede que no trabaje para ella. Así que trabajas para el otro. Genial –respondió ella, sin ningún interés. Ha decidido perdonarte la vida, por un tiempo al menos. Me alegra oírlo. ¿No quieres saber por qué? –su indiferencia le estaba empezando a molestar–. Tienes algo que quiere –dijo extendiendo la mano. No confío en los intermediarios. ¿Algo más? En realidad sí. Estamos buscando a alguien más. ¿Dónde están? ¿Cómo podría saberlo? Acabo de llegar. No bromees conmigo, niña –dijo, agarrándole del brazo. Yo no haría eso –respondió ella, tranquilamente. La amenaza le sorprendió. No había llegado a pensar que la mujer podía ser un peligro, pero la soltó igualmente. – Vendrás con nosotros. ¡Muévete! •••••••••• La luz que llegaba del exterior era suficiente para guiar a Lara y Kurtis a través del estrecho pasillo. El ruido de la lluvia había parado finalmente, pero el suelo aún estaba mojado, haciéndolo resbaladizo. “Seguramente el mayor peligro en este lugar; no caerse al suelo.” Pensó Lara, al llegar a la salida, una pequeña ventana, medio-cubierta por la hiedra. Ambos salieron del lugar y miraron a su alrededor. Lo primero que vieron fue un furgón aparcado justo delante de ellos. – Tenemos problemas –dijo Kurtis mirando el vehículo–. Este es el tipo de furgón que Gunderson usaría. Tiene que estar por aquí cerca. – Deben saber que la salida esta aquí –dijo Lara sacando sus pistolas. Sin embargo, no vio a nadie cerca. – ¿A dónde han ido? –preguntó Kurtis un poco después. – Si no sabían que la salida era esta y no están por aquí fuera deben de haber ido dentro –respondió Lara. – Entonces propongo que salgamos de aquí antes de que vuelvan –dijo Kurtis, empezando a andar. – ¡Espera! Lara le agarró del brazo e hizo que ambos volviesen a esconderse detrás del furgón. Señaló a la entrada del edificio, desde donde los hombres Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 29 de Gunderson venían. El propio Gunderson los estaba dirigiendo, reteniendo a una mujer a punta de pistola. – Podremos pillarles por sorpresa, si nos quedamos aquí. Con un poco de suerte saldremos de esta con vida –dijo Kurtis examinando su Boran-X. – Con un poco de suerte yo saldré de esta... –le corrigió Lara con una sonrisa–. A ti te necesitan vivo, ¿recuerdas? – No veo porqué. No tengo ni la más ligera idea de dónde puede estar la llave. – Simplemente no les digas eso. Ambos dejaron de hablar tan pronto como oyeron las pisadas. Si querían sorprenderles mejor dejar aquella conversación para otro momento. Y en pocos segundos los hombres estarían lo suficientemente cerca. Les oyeron abrir las puertas del vehículo y esperaron hasta el momento adecuado de actuar. Las puertas volvieron a cerrarse pero ninguno de los hombres había entrado en el furgón. – Quedaos aquí y vigiladla, mientras registramos el terreno –ordenó Gunderson a dos de los hombres, antes de volver a abandonar el lugar. Lara y Kurtis intercambiaron miradas sorprendidas. Era cierto que Gunderson no tenía ni idea de que la salida estaba allí. En primer lugar, había creído que estarían en el interior, pero al no encontrarles, simplemente había supuesto que estarían en el exterior. Suposición correcta, pero que llegaba tarde. Dejando el furgón sin apenas vigilancia, acababa de facilitarles su ruta de escape. Sería sencillo deshacerse de los dos hombres y escapar con el furgón. Lara rodeó el vehículo hasta que pudo apuntar a uno de los hombres. Entonces, simplemente salió de su escondite y disparó. Antes de que el otro pudie- Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 30 se registrar lo que estaba ocurriendo, fue alcanzado por otra bala. Esta vez viniendo de la Boran-X de Kurtis. Lara subió rápidamente al asiento del conductor. El resto de los hombres, además de la mitad de los turistas, tenían que haber oído el ruido y aparecerían en cualquier momento. Los muy idiotas habían dejado las llaves dentro, así que esperó hasta que Kurtis subió al otro asiento y arrancó el coche. Empezó a conducir hacía la carretera. •••••••••• Marten Gunderson apenas tuvo tiempo para entender lo que estaba ocurriendo. Primero, oyeron dos disparos, pero, aunque inmediatamente fueron corriendo hasta donde habían dejado el vehículo, lo único que pudieron hacer fue disparar contra su propio furgón en un intento de evitar que huyese. Pero el mismo cuidado que empleaba en hacer que sus vehículos fuesen los más resistentes, se había volvió en contra suya. Se arrodilló al lado de los cuerpos de sus dos hombres. Ambos habían sido alcanzados por balas, así que no podía haber sido obra de su prisionera, sino de algún otro. Y entonces lo vio. Una trampilla con forma de ventana, justo detrás del lugar donde la furgoneta había estado aparcada. Si hubiese tenido más cuidado, ahora estaría sentado en el furgón con tres prisioneros. Si Karel llegaba a saber que algo así había ocurrido, seguro que le mataba por su incompetencia. Sin embargo, no estaba allí en aquel momento y no había ninguna razón para informarle del asunto. Y ninguno de sus hombres se atrevería a decir nada en su contra. Así que no había razón para preocuparse. Todavía tenía mucho tiempo para corregir el error. •••••••••• Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 31 – ¿Y a dónde vamos ahora? –preguntó Kurtis, mientras Lara conducía el recién adquirido vehículo. – Conduciremos hasta que encontremos un lugar seguro para pasar la noche y después tu decidirás a donde vamos. – ¿Yo? – Tienes que saber algo. – Lara, dejé la orden antes de acabar mi entrenamiento. ¡No sé nada sobre las llaves! Ambos estuvieron en silencio durante un rato, sin saber qué más decir hasta que escucharon un sonido de golpes que venía de detrás de ellos. Con las prisas de la huida, se habían olvidado del otro pasajero. Kurtis abrió la ventanilla que comunicaba los asientos delanteros con la parte trasera del furgón. La misma mujer que les había ayudado hacia tan solo un par de días les miraba ahora. – – – – – – – Gracias –dijo simplemente. ¿Qué estabas haciendo ahí? –preguntó Lara. He encontrado información interesante. ¿Por eso te cogieron? Supongo que si. Es información de primera mano. ¿Información de primera mano? Tengo el diario de la mujer que escondió las llaves. –Kurtis y Lara intercambiaron miradas sorprendidos–. Era mi hermana –añadió como explicación–. Eso os lo explicaré luego. Primero, os llevaré hasta un lugar seguro. – Sólo una pregunta –dijo Lara–. La mujer de las pinturas era tu hermana, ¿verdad? – Si. – Y la gente que vigilaba la llave..., la olvidaron sólo para evitar que fuese robada. IsisDeiyan solo asintió y sonrió. – Kurtis, me debes un viaje en tu moto –dijo Lara sonriéndole. Continuará....... Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 32 Relatos Tomb Raider La tumba perdida de Alejandro (IV) Por Perico • Imágenes por Tio Copu • Caía la medianoche en Venecia. Me dirigía corriendo, por entre las sombras, hacia las afueras de la ciudad. Allí, hacía sólo unas horas, nos había dejado el jet privado de James cuando llegamos, y allí me había citado Malena en el mensaje que me había enviado. Para mayor seguridad, había escrito las letras al revés. En cuanto me di cuenta, pude leer: “No vengas a la plaza. Está atestada de poli y ahora eres la mujer más buscada del país. Quedamos a medianoche donde está el jet privado de James, y hablaremos. Tranquila, James está bien. No faltes”. En poco tiempo, gracias a mi habilidad para moverme en sigilo, alcancé el punto de encuentro. Allí estaba Malena. – ¡Lara! –dijo, en tono bajo–. Me tenías preocupada. La noticia del tiroteo y la persecución por los canales ha salido en todos los informativos de la noche. – Ya me lo suponía. – ¡Ha salido hasta por la BBC! E incluso un videoaficionado te ha grabado mientras matabas a uno de los mercenarios en la Plaza. ¡Toda la policía italiana te está buscando! Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 33 – También me lo suponía. ¿No has hablado con ellos? – Sí, sí. Ya saben que tú no has matado a los carabinieri, hay testigos que lo confirman. Pero tienes que presentarte en comisaría para dar explicaciones. Esto es serio. Me quedé pensativa durante unos instantes. – Para dar explicaciones, hay que averiguar antes algo más de esta historia. Esto se está tornando más peligroso de lo que parecía… – ¿Quiénes eran esos tipos? ¿Qué querían de nosotros? – Querían el anillo que conseguí en la Torre de San Marcos. Metí la mano en la mochila y extraje el anillo. Lo puse a la luz de una farola cercana, y ambas nos quedamos mirándolo, embobadas por su belleza. La joya que tenía incrustada brillaba como si fuese nueva, aunque posiblemente tuviese más de 2000 años. – No hay duda, Lara. Éste es el Anillo Real de Alejandro Magno. Desde que salió la teoría de que su cuerpo podría estar en Venecia, me he documentado muchísimo sobre Alejandro. Y no hay duda de que éste era su anillo. Tal y como se describe en los textos antiguos, y teniendo en cuenta la época, todo encaja. Éste es. – Es bueno saberlo. Sin embargo, es lógico que querían el anillo por algo más que por su valor económico. – ¿Crees que este anillo es la clave para llegar hasta la tumba de Alejandro? – Puede ser. Lo que es seguro es que esa Orden, según me confesó uno de los mercenarios, quiere encontrar la tumba a toda costa. Dicen que es algo que les pertenece y que lo conseguirán cueste lo que cueste. – ¿Eso te dijo? Qué horror. ¿Qué Orden crees que puede ser? – No sé. Son egipcios, eso seguro. Su acento los delataba. De repente, me acordé del manuscrito que encontramos James y yo junto al anillo. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 34 – Esto quizá nos saque de dudas. Es italiano antiguo: a ver si puedes echarle un ojo. – Claro… –se dispuso a leerlo. – Pero espera, antes dime: ¿cómo está James? Malena alzó la vista del pergamino y me puso la mano en el hombro. – No te preocupes. Es una herida superficial y parece que no reviste gravedad. Sin embargo, tiene que estar ingresado unos días. Está en el Hospital General de la ciudad. – Ojalá pudiese ir a verle. No sabes, Malena, lo culpable que me siento por lo que ha pasado. Ambos tenemos la misma pasión por la historia y por la arqueología, pero él nunca ha cogido una pistola ni mucho menos ha matado a nadie. Ésta no es su forma de actuar. Y yo, le obligué a venirse conmigo. Y ahora le han disparado… Bajé la cabeza. Soy una mujer muy fuerte, pero en ese momento sentí ganas de llorar. Luego ganas de mandarlo todo a la mierda, entregarme a la policía y olvidarme de todo este asunto. Pero no hice nada de todo eso. Mi sentido de la justicia siempre me ayuda en esos instantes de incertidumbre. Si había gente matando por conseguir encontrar el cuerpo de Alejandro, si había gente dispuesta a quitar vidas por dar con esa tumba… es que algo más grave yacía detrás de todo este asunto. Debía de impedir a toda costa que esa dichosa Orden consiguiese su objetivo. – No te vengas abajo ahora, Lara. Pudo haber sido peor. Podían haberlo matado, y sin embargo sólo tiene una herida leve. Pero ahora, lo que debes hacer es ir a comisaría y… Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 35 – ¡No! Malena se sorprendió. – Mientras esté perdiendo el tiempo con la policía, esa maldita Orden podrá seguir haciendo de las suyas. Además, no han conseguido el anillo por lo que volverán a por él. Debemos aprovechar que tenemos ventaja para intentar encontrar la tumba antes que ellos. Malena movía la cabeza de derecha a izquierda, resignada. – Eres incorregible. Te entiendo, créeme, pero si quieres ser una fugitiva de la ley, tú misma. – No sería la primera vez, de todas formas –sonreí–. De momento, intenta traducirme el pergamino. Voy a preparar las cosas para el viaje. Suerte que en el jet traje a escondidas de James un poco más de armamento por si lo necesitábamos. Y lo voy a necesitar. – Lo vamos a necesitar –dijo Malena, firmemente–. Yo me voy contigo. – ¿Cómo que te vienes? –exclamé sorprendida–. ¿Estás loca? Esto es muy peligroso. Además, si vienes conmigo, serás cómplice de mi huida. No quiero que… – No hay más que hablar. Estoy contigo en esto. Además… Se sonrojó un poco. – Venga, dilo. ¿Cuál es el verdadero motivo? – Está bien… Si descubres la tumba de Alejandro… yo… Yo quiero estar ahí… Emití una carcajada. – ¿Así que es eso, eh? ¡Aflora tu vena descubridora! Malena asintió, aún algo sonrojada. – En ese caso, no perdamos más tiempo. Móntate y mientras yo piloto, tú me traduces ese dichoso manuscrito. – Pero, ¿cuál es nuestro destino? Sonreí. – Tesalónica, Grecia. – ¿Tesalónica? – Era el siguiente destino de los mercenarios, y quiero averiguar por qué. Y espero que ese manuscrito nos depeje la duda. ¡Sube! El Mediterráneo se alzaba bajo nuestros pies, mientras el jet surcaba los cielos rumbo hacia Grecia. Era todavía de noche, pero las luces de los Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 36 pueblos costeros nos iluminaban el trayecto. Tenía gran experiencia como piloto, así que, con ayuda de un mapa y una brújula para orientarme, calculé que no tardaríamos muchas horas en alcanzar la ciudad griega. Esperaba poder hacerlo antes del amanecer. – ¿Cómo va la traducción? – Está casi lista. Y creo que vamos bien, porque nombran Tesalónica varias veces. – Eso es buena señal. Quizá sea allí donde está realmente la tumba de Alejandro. – Es posible… Malena permaneció leyendo unos segundos más. – Creo que ya está. Te leo, dice: Al Gran Maestre del Ilustrísimo Gremio de Comerciantes de Venecia: Esta carta tiene como principal objeto comunicarle que la misión ha tenido éxito, pero se han sufrido contratiempos. Cuando ya habíamos conseguido corromper al Gobierno local de Alejandría para firmar un trato secreto con el fin de hacernos con la tumba del gran Alejandro el Magno de Macedonia, que se escondía en una de los habitáculos del Palacio Real, los Hashshashin nos interceptaron. Como usted sabe, los Hashshashín son una secta extremista árabe muy peligrosa. Son enemigos de los Cruzados y de todo lo occidental, y están en contra de que los comerciantes hagamos intercambios con sus países. Los Hashshashín se enteraron de este acuerdo justo antes de embarcar e intentaron impedir que zarpáramos. No lo consiguieron, pero ahora es menester que llevemos la tumba a otro asentamiento. Venecia ya no es lugar seguro para ello; incluso podrían declarar la guerra contra nuestra ciudad, si la llevamos hasta allí. El Consejo de la Misión y yo hemos decidido que la trasladaremos a una de nuestras aliadas en Grecia, a la ciudad de Tesalónica, en el Imperio Bizantino. En concreto, a la Torre Blanca. Les será difícil sospechar que la escondemos allí. Le envío, junto a esta carta, el Anillo Real de Alejandro, que se escondía en la tumba, como prueba de que la tenemos. La belleza del sepulcro y los tesoros que en él se guardan son de un valor histórico y económico inculable. Espero noticias suyas desde Tesalónica. Firma: Giovanni Rensi, Comerciante Jefe de la Misión P.D.- Tenga mucha cuidado con los Hashshashín, ahora que son nuestros enemigos declarados. Y es que, como usted sabe, esta secta se caracteriza por las muertes, sangrientas, a discrección y en público, que perpetra a sus oponentes. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 37 – Buen trabajo, Malena –comenté. Nos quedamos las dos un rato pensativas. – Así que, según esta carta, la tumba estaría escondida en la Torre Blanca, en Tesalónica –comentó Malena–. Pero, si estos mercenarios de la Orden ya lo sabían (porque tenían billetes de avión con destino hacia allí) ¿Para qué ir antes a Venecia a por el anillo? – Hay algo que me preocupa más que eso, mi querida amiga –respondí–. Que los Hashshashín estén metidos en esta historia. ¿Conoces la turbia fama de esa antigua secta? Prácticamente eran los terroristas de esa época. Formaban una secta religiosa extremista que mataba a sus adversarios usando el equivalente a los terroristas suicidas actuales, perpetrando masacres a plena luz del día. De hecho, de la palabra Hashshashín proviene nuestra palabra “asesino”. – Sí, cierto, me sé la historia. Pero, ¿por qué dices que te preocupa? Aunque hoy existan otros grupos extremistas que actúan de forma semejante, afortunadamente esa secta ya se extinguió hace mucho tiempo. – Empiezo a no estar tan segura… El mercenario me dijo: “Sólo queremos recuperar lo que es nuestro”. – ¿Qué quieres decir? –preguntó Malena, intrigada. – ¿Y si esa orden es descendiente de los Hashshashín? – Estás loca. ¿Cómo es eso posible? – Tengo dos pruebas –añadí rápidamente–. Casi se me había olvidado. Saqué la cartera que le había robado al mercenario en Venecia. Aparte de los billetes de avión, había dos indicios interesantes: una tarjeta en la que ponía escrito “Alamut Club” y una bolsa con marihuana. Se las mostré a Malena. – Una carné de un club y una bolsa con “hierba”. ¿Qué tiene esto de especial? – ¿No encuentras las coincidencias? Piensa, piensa… ¡Intenta dar una explicación a lo que se refiere Lara! Quizá tengas que investigar… La solución, en el próximo capítulo. Para debatir sobre el enigma de este mes y opinar sobre el relato, dirígete al hilo de La tumba perdida de Alejandro en el foro: http://www.tombraiderfans.com/showthread.php?t=1917 Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 38 Cine Tomb Raider Tomb Raider: del píxel al celuloide Por Perico • Imágenes por Perico • Desde que se anunció que Lara Croft, la sexy protagonista de uno de los videojuegos más exitosos y aclamados de los 90, Tomb Raider, daría su salto a la gran pantalla, todos al instante se hicieron la misma pregunta: ¿Qué actriz será la escogida para encarnar a la arqueóloga británica? Corrieron desde entonces auténticos ríos de tinta en prensa, en Internet… Los jugones, y los no tan jugones, hacían sus apuestas: Sandra Bullock, Demi Moore, Liz Hurley, Jennifer López, Catherine ZJones, y muchas más. Los rumores se propagaron aquí y allá, pero la productora de la película (un importante estudio de Hollywood, Paramount Pictures) no soltaba prenda. Mientras tanto, algunas de las actrices más cotizadas luchaban por conseguir el papel. Y de entre todo esta humareda de habladurías, surge ella: Angelina. Acababa de ganar el Óscar y estaba en el punto de mira: los que la habían visto se preguntaban cómo una mujer podía aunar sensualidad y dotes interpretativas de esa manera. Paramount dio al clavo al contratarla: habían encontrado la pieza clave del puzzle. Pero ahora quedaba lo más importante: montar ese puzzle: rodar. El equipo ya estaba formado: era británico en su mayoría. Simon West en la dirección, Daniel Craig –que el año que viene se convertirá por cierto en el nuevo James Bond- como compañero de Lara y Iain Glen como el villano. Además, Jon Voight, el padre de Angelina, es fichado para el papel de la arqueóloga. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 39 El equipo viajó por todo el mundo para encontrar los lugares ideales en los que ambientar la trama: Islandia (que simulaba ser Siberia), Camboya (donde Hollywood rodaba su primera película en su historia) y, por supuesto, Londres. Allí, en los estudios Pinewood, donde habitualmente se ruedan las pelis de Bond, construyeron los tres escenarios clave del film: la mansión de Lara y dos gigantescos templos. El rodaje fue duro y caro. Duro por las numerosas escenas de acción, que requerían cientos de extras, y especialistas para filmar aquellas secuencias de acrobacias a las que Angelina no podía –o no se le permitía– hacer frente. En cualquier caso, la actriz se había puesto en forma: se había pasado los tres meses anteriores entrenando con la Marina inglesa, practicando yoga, sin fumar ni beber un gota de alcohol, y aprendiendo artes marciales. Y fue, como decimos, un rodaje caro: 115 millones de dólares costó terminar la película y añadirle posteriormente los efectos digitales. Toda una superproducción. La pregunta ahora era: ¿conseguiría gustar a los fans y a la audiencia en general? Lo que para los productores se traduce en: ¿recaudará lo suficiente para darnos beneficio, después del enorme desembolso que ha supuesto para el estudio? La respuesta: un rotundo sí: en todo el mundo recaudó la nada desdeñable cifra de 274 millones de dólares, 47 de los cuáles sólo durante el fin de semana de su estreno en EE.UU. Batió un récord: en su momento fue la película protagonizada por una mujer más taquillera de la historia. Cuando todos el público, en general, y todos los fans, en particular, pudieron ver la película, las opiniones fueron algo divergentes. A uno les gustó mucho, a otros les defraudó. Unos se quedaron atónitos ante la gran ambientación conseguida, los decorados, las coreográficas secuencias de acción, incluso los enigmas; parecía que la esencia del videojuego había quedado intacta en su versión cinematográfica. Otros, sin embargo, quedaron defraudados ante el argumento, ante ese guión pobre, flojo, con unos per- Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 40 sonajes mal perfilados, una narración torpe y unos diálogos mejorables. Sin embargo, sí hubo unanimidad ante una cosa: Angelina Jolie. Excelente como Lara Croft. Angelina fue el gran descubrimiento de la película. Y es que, en su paso del píxel al celuloide, Tomb Raider, la película, supuso para Angelina lo que Tomb Raider, el videojuego, supuso para Lara: un salto inmediato al estrellato, en el que ambas permanecen desde entonces. Aún con sus fallos, que los tiene, Lara Croft Tomb Raider significó un punto y aparte para Angelina, y un punto y aparte para la saga. Aunque el videojuego ya tenía mucha fama, desde la película, Tomb Raider es conocido por todo el mundo. La saga entró tras la película, además, en su segunda etapa. Aquella en la que la franquicia es de total dominio público y que accede a casi todos los sectores de la población: prueba de ello es que la saga “adopta” como rótulo oficial el de la película. Fruto de ello es la secuela, los cómics, los libros, los videojuegos portátiles y la sexta entrega de la saga, The Angel of Darkness. Tomb Raider Legend supondrá, si tiene la calidad y el éxito esperados, un salto a una tercera etapa. Una vuelta a los orígenes de la saga, pero adaptándose a los nuevos tiempos. ¿Dará esto pie a más películas? Sólo el tiempo lo dirá. Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 41 En esta ocasión analizamos una Web italiana, su nombre es www.laracroftreborn.com, donde sin lugar a dudas descubriremos porqué es la Web del mes. Análisis de la Web del mes por SeRmOnGaR (www.croftgeneration.com) Como es lógico, se puede ver un nuevo diseño acorde con las navidades. Cabe destacar su buena organización en contenidos y limpieza, lo cual se hace mucho más fácil su navegación. Como es muy común en todas las webs, podemos encontrar tres columnas, en la central nada más acceder, nos encontramos con la últimas noticias y actualizaciones de la Web, en especial todas esas noticias sobre TR Legend que poco a poco se van dejando ver. Debido al extensísimo contenido, esta vez el menú está repartido entre las columnas izquierda y derecha, quedando dividido a un lado las secciones propias de la Web como la portada, Noticias archivadas, email de contacto, información sobre las personas que trabajan en la Web, el foro, un libro de visitas, chat, encuestas, sección descargas, Intercambio de banners, links e información de todo tipo sobre Los Tomb Raider 1 hasta el AOD. A continuación os detallo algunas secciones interesantes. Comenzamos por el menú de la izquierda: • • • • • • Historia de LCR: donde nos relata el transcurso de la Web, evolución de diseños, etc. Concurso TR: podemos pasar el rato rellenando respuestas de un concurso para demostrar que somos un gran fan de TR. Libros: se nos muestra todo tipo de información sobre los 3 libros actuales. Zona Fan: donde encontraremos montajes de todo tipo hecho por fans, como tú y yo. Relatos Fan: muchas historias escritas por fans con la misma característica, evidentemente… Tomb Raider. Entrevistas: Entrevistas a personas imprescindibles para que TR siga existiendo, encontraremos Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 42 • • • • dicho material realizado a personas como: Jeremy Heath Smith, Toby Gard y Riley Cooper, entre otros. Recompensas: Aquí aparecen las recompensas que recibió la Web a lo largo del tiempo. Pasatiempos: Donde podemos acceder a mini juegos relacionados con TR para pasar el rato. A partir de aquí vienen secciones más importantes que abarcan el mundo TR: Lara Croft: Accede a esta sección para informarte todo acerca de Lara Croft, podrás encontrar sub-secciones como: Carta de identidad (donde aparecen todos sus datos personales), autobiografía, sección de comics oficiales, breve descripción y fotos sobre Lara cuando era niña, mucha información y filmografía de Angelina Jolie, vestuario que aparecen en los juegos, álbum de fotos de la mansión Croft, galería de fotos de Lara, y por último, ficha y fotos de las modelos que encarnaron a Lara Croft todos estos años. Tomb Raider 1 al AOD: Todas las sub-secciones para cada juego sigue un patrón: - - - - - - - - - Información: ficha técnica, carátula e información de dicho juego. Historia: Acerca de la trama del juego. Armas: Imágenes sobre las armas aparecidas en el juego. Items y artefactos: todos están acompañados con su respectivo dibujo para identificarlo. Personajes: Aparece una miniatura del personaje y una breve descripción de su biografía. Artwork: Podemos visualizar renders de nuestra Lara, correspondientes a cada juego. Screenshots: capturas de pantallas de los niveles más representativos del juego. Wallpapers: Más fondos de escritorio relacionado con dicho juego. LCR Wallpapers: Fondos de escritorios personalizados por los webmaster de la Web. Banda Sonora: Donde se puede descargar aquellos temas que aparecen en el juego. Descargas: Podrás descargarte desde utilidades para Nº 8 • Diciembre 2005 • Página 43 visualizar animaciones, hacerlo funcionar en XP, demos, parches, etc - Asistencia: Donde encontrarás trucos y soluciones de cada juego, para aquellas situaciones en las que no puedas continuar. En la columna de la derecha y para concluir, encontraremos el ya conocidísimo y útil tagboard, un link para reservar TR Legend, y la continuación del menú, que pasamos a detallar: rio acerca de juegos de TR aparecidos en Ngage, juegos java para móvil, game boy y game boy advance. • Otras secciones: Aquí aparecen el resto de secciones que no encuadran en las anteriores comentadas, tales como: figuras de acción, los parques de atracciones The Ride, Skins para el programa de música Winamp, juegos de mesa, carcasas de móvil, el DVD Bonus de TR AOD, y el documental Lethal and Loaded. • Tomb Raider 7: Viene en el mismo estilo que los anteriores, con secciones apagadas debido a la falta de información al respecto. • Tomb Raiders Gold: Donde encontraremos información, soluciones, partidas guardadas, trucos y screenshots de cada expansión. • Películas TR: Información de la película, su trama, el casting, nombre de las canciones de la banda sonora, Concept art, imágenes del rodaje, fondos de escritorio y el “cómo se hizo”. • Editor de niveles: contiene todo lo necesario para experimentar con la creación de niveles no oficiales; la sección niveles de fans está desactivada temporalmente, pero puedes acceder a información tal como tutoriales, texturas, trajes para Lara, objetos, herramientas varias, etc. • Otros Tomb Raiders: en esta sección aparece información, screenshots y fondos de escrito- En conclusión, Lara Croft Reborn es una Web italiana que trata sobre el mundo de Tomb Raider, reuniendo toda su dimensión, tan solo hace falta investigar un poco para darse cuenta de lo que el fenómeno Tomb Raider ha crecido todos estos años. La Web presenta una gran calidad en contenido, claridad y limpieza, a la vez que se mantiene muy bien actualizada con todas las novedades que van ocurriendo. El comienzo de TRL En TRForums, Undertaker presenta esta información que aparece en la revista PC Gamer, acerca del principio del juego: • El nivel de apertura se llama «Flashback» (recuerdo). Lara vuelve a visitar un área en Perú donde algo muy malo le sucedió en el pasado. • Ella va a ese lugar para conocer a Anaya cuando un grupo de maleantes saltan desde un camión y emboscan a Lara. • La tumba que Lara visita para obtener el artefacto se llama la «Tumba de las Reinas». • Cuando Lara obtiene el artefacto, es emboscada de nuevo y pelea contra todos para escapar de allí. • Anaya es secuestrada. • Lara persigue a los secuestradores usando su motocicleta en una completa escena de persecución con disparos y todo. Bueno,eso es todo....La verdad que es lo mas! Información facilitada por SeRmOnGaR Traducido por Evan Croft