Tercera CATEQUESIS - El Perpetuo Socorro
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Tercera CATEQUESIS - El Perpetuo Socorro
ADVIENTO 2011 3ª semana: ¿A QUÉ ESPERAS… PARA ARRIESGARTE? ““ H Huubboo uunn hhoom mbbrree eennvviiaaddoo ppoorr D Diiooss,, ssee llllaam maabbaa JJuuaann.. ÉÉssttee vviinnoo ccoom moo tteessttiiggoo,, ppaarraa ddaarr tteessttiim moonniioo ddee llaa lluuzz,, ppaarraa qquuee ttooddooss ccrreeyyeerraann ppoorr m meeddiioo ddee ééll.. ÉÉll nnoo eerraa llaa lluuzz,, ssiinnoo tteessttiiggoo ddee llaa lluuzz.. EEssttee eess eell tteessttiim moonniioo qquuee ddiioo JJuuaann eell B Baauuttiissttaa,, ccuuaannddoo llooss jjuuddííooss eennvviiaarroonn ddeessddee JJeerruussaalléénn aa uunnooss ssaacceerrddootteess yy lleevviittaass ppaarraa pprreegguunnttaarrllee:: ««¿¿Q Quuiiéénn eerreess ttúú??»» EEll rreeccoonnoocciióó yy nnoo nneeggóó qquuiiéénn eerraa.. EEll aaffiirrm móó:: ««YYoo nnoo ssooyy eell M Meessííaass»».. D Dee nnuueevvoo llee pprreegguunnttaarroonn:: ««¿¿Q Quuiiéénn eerreess,, ppuueess?? ¿¿EErreess EEllííaass??»» EEll lleess rreessppoonnddiióó:: ««N Noo lloo ssooyy»».. ««¿¿EErreess eell pprrooffeettaa??””»» R Reessppoonnddiióó:: ««N Noo»».. LLee ddiijjeerroonn:: ««EEnnttoonncceess ddiinnooss qquuiiéénn eerreess,, ppaarraa ppooddeerr lllleevvaarr uunnaa rreessppuueessttaa aa llooss qquuee nnooss eennvviiaarroonn.. ¿¿Q miissm moo??»» Quuéé ddiicceess ddee ttii m JJuuaann lleess ccoonntteessttóó:: ««YYoo ssooyy llaa vvoozz ddeell qquuee ggrriittaa eenn eell ddeessiieerrttoo:: ““EEnnddeerreecceenn eell ccaam miinnoo ddeell SSeeññoorr””,, ccoom moo aannuunncciióó eell pprrooffeettaa IIssaaííaass»».. LLooss eennvviiaaddooss,, qquuee ppeerrtteenneeccííaann aa llaa sseeccttaa ddee llooss ffaarriisseeooss,, llee pprreegguunnttaarroonn:: ««EEnnttoonncceess ¿¿ppoorr qquuéé bbaauuttiizzaass,, ssii nnoo eerreess eell M Meessííaass,, nnii EEllííaass,, nnii eell pprrooffeettaa??»» JJuuaann lleess rreessppoonnddiióó:: ««YYoo bbaauuttiizzoo ccoonn aagguuaa;; ppeerroo eenn m meeddiioo ddee uusstteeddeess hhaayy uunnoo,, aall qquuee uusstteeddeess nnoo ccoonnoocceenn,, aallgguuiieenn qquuee vviieennee ddeettrrááss ddee m míí,, aa qquuiieenn yyoo nnoo ssooyy ddiiggnnoo ddee ddeessaattaarrllee llaass ccoorrrreeaass ddee ssuuss ssaannddaalliiaass»».. EEssttoo ssuucceeddiióó eenn B Beettaanniiaa,, eenn llaa oottrraa oorriillllaa ddeell JJoorrddáánn,, ddoonnddee JJuuaann bbaauuttiizzaabbaa..”” ((JJnn 11,, 66--88..1199--2288)) ALEGRARSE Ya se acerca el día… Parece mentira, pero así es. Ya está casi aquí la Navidad, ya se acaba el año… ¿se acaba el año? Quizás sea que tenemos ganas de quitarnos de encima otro año más, otros 365 días en los que no hemos podido, no hemos querido, en los que nos dió miedo… Que “casualidad” que, cuando empiezan ya a escucharse voces de cansancio o de agobio porque “ya está aquí el final del año”, la Palabra de Dios nos anuncia el inicio del “año de Gracia del Señor”( Isaías 61,2) Una vez más, la aparente contradicción del Salvador: cuando todo parece oscurecerse, la ESPERANZA del Mesías brilla nueva y pura ante nuestros ojos. Al tercer Domingo de Adviento, tradicionalmente se le llama “ de gaudete” (que quiere decir “de la Alegría”). Este nombre le viene dado por la segunda lectura del Domingo. En su carta a los cristianos de Tesalónica, Pablo invita a todos a estar alegres, a orar dando gracias, a mantener encendida la alegría del Espíritu. No es una alegría cualquiera, no es la alegría del cotillón de fin de año, ni la alegría con que las dependientas del Corte Inglés te envuelven los regalos… ni siquiera es la alegría con la que, de manera rutinaria, a veces, felicitamos la Navidad tan sólo por compromiso. La Alegría del Adviento es la del Bautista, la del Espíritu Santo que llama y envía a cantar la “amnistía a los cautivos”. Es la alegría profunda del que ha vivido la experiencia de Cristo y ha sido enviado a clamar, aunque sea en el desierto, que el Mesías sigue viniendo, aunque no queramos creerlo, aunque nos guste más deprimirnos recordando tiempos pasados, aunque nuestra opción no sea la de “estar alegres”. Es la Alegría que nace del consuelo y la libertad, que nace de CONFIAR EN DIOS, porque creemos, porque estamos convencidos que “El que viene” es la Justicia y la Liberación de los oprimidos por cualquier clase de “demonio”. La alegría de Juan el Bautista le lleva a no poder estar en silencio, le urge a DAR TESTIMONIO, a no ser miedoso sino a marchar con la frente alta y el corazón “ungido” de valor comunicando a todos que el Mesías que viene es el Señor del Amor, que sigue mereciendo la pena apostar por Él, porque sigue cumpliendo su promesa. La semana pasada se nos invitaba a querer convertirnos, pero… ¿cómo vamos a poder esperar, convertirnos, arriesgar… si tenemos miedo? La grandeza del Dios de los Cristianos reside, precisamente, en que no es el Dios del miedo, vengador y castigador, sino el Dios de la ALEGRÍA Y EL VALOR, del profundo Amor al hombre y la mujer (sean cuales sean sus miedos) a los que colma del gozo de la Salvación. Este Adviento, a la escucha de la Palabra, dejemos resonar en nuestro interior las palabras de Juan Pablo II: “…no tengáis miedo, abrid las puertas a Cristo…” y hagamos posible eso de “arriesgarnos a esperar”. ARRIERGARSE Una de las cosas de las que nos damos cuenta en el Adviento es que Dios se juega el tipo por nosotros. Él, Dios Creador, todopoderoso, motor de la historia, se hace hombre, se hace niño y se despoja de todo poder para acompañarnos, para vivir con nosotros nuestra historia de salvación. DIOS NO TIENE MIEDO, no teme perderlo todo, simplemente arriesga todo por amor a la humanidad, a cada uno de nosotros. En los tiempos que corren, esta actitud contrasta con la actitud de los que vivimos midiendo las palabras y los gestos para no salirnos de tono, para no llamar la atención… Una de las grandes dificultades de nuestra Iglesia, de nuestra comunidad, de cada uno de nosotros es el miedo: miedo al ridículo, a la opinión de los demás, miedo a ser molestos, miedo a la soledad, miedo al fracaso… miedo, miedo, miedo… ¿Cuántas veces habremos pensado “y si…”? ¿Cuántas veces nos hemos quedado parados, callados por miedo a lo que pudiera pasar o por pereza? Dios nos ha demostrado que apuesta por nosotros, que él está de parte de los que se arriesgan a mejorar, a cambiar, a gritar en medio del desierto. Dios ha demostrado con creces que acompaña a toda persona que se atreve a proclamar de palabra y de obra el “año de gracia del Señor”. Si él está con nosotros “¿quién estará contra nosotros?”. Si somos capaces de superar el miedo y arriesgar seremos capaces de vivir como Cristo (por eso lo de “cristianos”) y entonces se abrirá ante nosotros un horizonte nuevo en el que el hermano se convierte en una meta y un origen de un encuentro con Dios que nos llena de alegría y que inicia de nuevo el ciclo “alegría- riesgo- testimonio”, un “canto” en medio del mundo silencioso que hace presente a Dios y que le revela presente a través de nuestra vida. Nuestra vida ha sido el mayor regalo que hemos recibido y quizás estemos siendo muy “seguros” empleándola pero poco “cristianos” gastándola. Vivir siguiendo a Cristo es un riesgo al que somos llamados, un riesgo que merece la pena porque está “asegurado” por Dios, por su encarnación, su entrega y su resurrección. Hoy la pregunta es ¿A QUÉ ESPERAS PARA ARRIESGARTE? Esta vez, ¿qué excusa pondrás…? TEXTOS BÍBLICOS DE LA SEMANA: DOMINGO 11: Isaías 61, 1-2a.10-11; Salmo: Lucas 1, 46-55; I Tesalonicenses 5, 16-24; Juan 1, 6-8.19-28 LUNES 12: Números 24, 2-7.15-17a; Salmo 24; Mateo 21, 23-27 MARTES 13: Sofonías 3, 1-2.9-13; Salmo 33; Mateo 21, 28-32 MIERCOLES 14: Isaías 45, 6b-8.18.21b-26; Salmo 84; Lucas 7, 19-23 JUEVES 15: Isaías 54, 1-10; Salmo 29; Lucas 7, 24-30 VIERNES 16: Isaías 56, 1-3.6-8; Salmo 66; Juan 5, 33-36 SABADO 17: Génesis 49, 2.8-10; Salmo 71 ; Mateo 1, 1-17 UNA CANCIÓN... Si te arrancan al niño, que llevamos por dentro, Si te quitan la teta y te cambian de cuento No te tragues la pena, porque no estamos muertos Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo. Si te anclaran las alas, en el muelle del viento Yo te espero un segundo en la orilla del tiempo Llegarás cuando vayas más allá del intento Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo Si te abrazan las paredes desabrocha el corazón No permitas que te anuden la respiración No te quedes aguardando a que pinte la ocasión Que la vida son dos trazos y un borrón Tengo miedo que se rompa la esperanza Que la libertad se quede sin alas Tengo miedo que haya un día sin mañana Tengo miedo de que el miedo, te eche un pulso y pueda más No te rindas no te sientes a esperar Si robaran el mapa del país de los sueños Siempre queda el camino que te late por dentro Si te caes te levantas, si te arrimas te espero Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo Mejor lento que parado, desabrocha el corazón No permitas que te anuden la imaginación No te quedes aguardando a que pinte la ocasión Que la vida son dos trazos y un borrón Tengo miedo que se rompa la esperanza Que la libertad se quede sin alas Tengo miedo que haya un día sin mañana Tengo miedo de que el miedo te eche un pulso y pueda más No te rindas no te sientes a esperar Sólo pueden contigo, si te acabas rindiendo Si disparan por fuera y te matan por dentro Llegarás cuando vayas, más allá del intento Llegaremos a tiempo, llegaremos a tiempo LLEGAREMOS A TIEMPO (ROSANA) ... Y UN GESTO: Como cada semana, te proponemos un gesto que te ayude y que ayude a otros a preparar el nacimiento del Señor. Esta semana te proponemos que seas valiente y te atrevas a tener un gesto de misericordia, de perdón o de caridad que normalmente no haces. Puede ser una llamada de teléfono a una persona con la que hace años que no te hablas, un gesto de solidaridad con otra persona o un detalle bonito con alguien de tu entorno. Se trata de que extiendas un poco tu alegría y de que enciendas una luz más en tu vida y en la de los demás. Todavía estás a tiempo de cambiar un poquito el mundo.