Revista Chilena de Neurocirugía - Sociedad de Neurocirugía de Chile
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ISSN 0716-4491 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Revista Chilena de Neurocirugía Órgano Oficial de la Sociedad de Neurocirugía de Chile Fundada en 1986 999 Volumen 38: Nº 2 - 2012 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 1000 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 ISSN 0716-4491 Revista Chilena de Neurocirugía Órgano Oficial de la Sociedad de Neurocirugía de Chile Indexada a: Directorio Latindex http://www.latindex.org, Directorio IMBIOMED www.imbiomed.com Cengage Gale Group http://infotrac.galegroup.com/itweb/tlm_ifme Editor Ejecutivo Dr. Leonidas Quintana Marín Hosp. Carlos Van Buren, Valparaíso, Chile Editores Asociados Dr. Néstor Renzi, Rosario, Argentina Dr. Paulo Henrique Aguiar, Sao Paulo, Brasil Dr. Jorge Méndez, Santiago, Chile Dr. Edgardo Spagnuolo, Montevideo, Uruguay Comité Editorial Dr. Alejandro Cubillos Lobos Dr. Ulises Guajardo Hernández Dr. Jorge Mura Castro Dr. Melchor Lemp Miranda Dr. José Lorenzoni Santos Dr. Eduardo Ortega Ricci Dr. Máximo Torche Astete Dr. Patricio Yokota Beuret Dr. Franco Ravera Zunino Hosp. San José, Santiago, Chile Hosp. Regional de Temuco, Temuco, Chile Instituto de Neurocirugía Alfonso Asenjo, Santiago, Chile Hosp. Clínico de la Universidad de Chile, Santiago, Chile Hosp. Clínico de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, Chile Hosp. Regional de Valdivia, Valdivia, Chile Hosp. Regional de Concepción, Concepción, Chile Hosp. Carlos Van Buren, Valparaíso, Chile Hosp. Regional de Rancagua, Rancagua, Chile Dirección: Esmeralda 678 -2º piso interior- Santiago de Chile Teléfonos: 56-2-6334149 / 56-2-6386839 Fax: 56-2-6391085 E-mail: [email protected] Sitio Web: www.neurocirugia.cl Director responsable: Dr. Leonidas Quintana Marín Representante legal: Dr. René Corvalán Latapia Reemplazante del Director responsable: Dr. Marcos Baabor Aqueveque Secretaria Sociedad: Sra. Jeannette Van Schuerbeck Revista Chilena de Neurocirugía es propiedad de la Sociedad de Neurocirugía de Chile y/o Sociedad Chilena de Neurocirugía, la cual es la representante oficial de los neurocirujanos de Chile ante la Federación Latino Americana de Sociedades de Neurocirugía (FLANC), y la Federación Mundial de Sociedades de Neurocirugía (WFNS). Toda correspondencia al Editor debe ser dirigida a los correos electrónicos: [email protected], [email protected] La Revista Chilena de Neurocirugía no necesariamente comparte las opiniones y criterios aquí publicados, siendo éstos de exclusiva responsabilidad de los autores. Texto Portada: Cerebelo. Células de Purkinje y su potencial de neuroplasticidad con interconexiones. 81 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 82 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Sociedad de Neurocirugía de Chile Directorio 2011 - 2013 Presidente Dr. René Corvalán Latapia Vicepresidente Dr. Marcos Baabor Aqueveque Secretario General Dr. Franco Ravera Zunino Directores Dr. Carlos Guzmán Kramm Dr. José Lorenzoni Santos Dr. Francisco Luna Andrades Dr. Francisco Mery Muñoz Dr. Jorge Mura Castro Dr. Antonio Orellana Tobar Tesorero Dr. Rómulo Melo Monsalve Past-President Dr. Melchor Lemp Miranda Editor Revista Dr. Leonidas Quintana Marín Editor Página Web Dr. Felipe Moyano Pérez Dirección: Esmeralda 678 2º piso interior, Santiago de Chile Fonos: 56-2-633 41 49 / 56-2-638 68 39 Fax: 56-2-639 10 85 e-mail: [email protected] Sitio web: www.neurocirugia.cl 83 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 84 Editorial Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Editorial ¿El ejercicio y la meditación estimulan la neurogénesis? Si bien desde hace miles de años se atribuye al entrenamiento mental efectos beneficiosos y duraderos sobre el comportamiento y la salud humana, la investigación rigurosa de los mecanismos neuronales implicados en estos procesos sólo recientemente se ha convertido en foco de estudio neurocientífico, de acuerdo a “Social influences on neuroplasticity: stress and interventions to promote wellbeing”, una revisión publicada en Nature Neuroscience en Junio de 2012. Richard J. Davidson and Bruce S.Mc.Ewen, expertos en neuroendocrinología de las Universidades de Wisconsin y de Rockefeller (Estados Unidos) y autores de este trabajo, manifiestan que desde el período prenatal hasta el final de la vida los factores de la experiencia dan forma a los circuitos neuronales que subyacen a la conducta social y emocional de la persona. Y aunque los mecanismos precisos de la neuroplasticidad no son todavía suficientemente conocidos, sí está confirmado que un moderado o severo estrés aumenta el crecimiento de varios sectores de la amígdala, mientras que sus efectos en el hipocampo y la corteza prefrontal la disminuyen. Asimismo se ha comprobado que en el ser humano la baja autoestima se asocia con un hipocampo más pequeño, la impulsividad con una corteza prefrontal defectuosa, y la agresión y la ansiedad con una hiperactividad de la amígdala. Las últimas investigaciones internacionales en este campo documentan, de acuerdo a esta revisión de Nature Neuroscience, que la neurogénesis se ve estimulada por la actividad física y por el mejoramiento del medioambiente y es inhibida por factores estresantes crónicos físicos y sociales. Gracias a la resonancia magnética funcional y a recientes meta-análisis también se ha confirmado que la terapia cognitiva, las antiguas prácticas contemplativas, y los programas de servicios sociales (tanto en niños como en mayores) incrementan la neuroplasticidad, con consecuencias beneficiosas para el autocontrol emocional y comportamiento social de las personas. Una de las sugerencias de “Social influences on neuroplasticity: stress and interventions to promote well-being” es que así como la sociedad está tomando conciencia de que el ejercicio físico regular incrementa la salud física, también sería fundamental cuidar nuestros cerebros propiciando actividades de entrenamiento mental que beneficien nuestro equilibrio psicofísico y comportamiento social. Estos aspectos los neurocirujanos debemos tomarlos en cuenta, toda vez que sabemos de sobra que es una especialidad que implica gran dedicación, trabajo muy duro, stress, y muchas veces tensión no bien controlada. Dr. Leonidas Quintana Marín Editor Jefe Revista Chilena de Neurocirugía 85 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Sumario Revista Chilena de Neurocirugía Volumen 38 - 2012 / ISSN 0716 - 4491 TRABAJOS ORIGINALES Presentación de trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar en pacientes neuroquirúrgicos. Estudio de tres años en el hospital "Hermanos Ameijeiras" de Ciudad de la Habana - Cuba. Silvia Noema Salva Camaño*, Abdel Felipe Pérez Navarro**, Justo Luis González González*. * Departamento de Neurocirugía, Hospital “Hermanos Ameijeiras”. ** Unidad de Cuidados Intensivos de Cirugía Cardiovascular, Hospital “Hermanos Ameijeiras”. La Habana, Cuba. P 88 Epidemiology of the amyotrophic lateral sclerosis Bahia - Brazil. Rodrigo Antonio Rocha da Cruz Adry1,2, Catarina Cöuras Lins3, Ramón de Almeida Kruschewsky4,5, Antonio de Souza Andrade Filho6,7 1. Resident doctor from the Department of Neurosurgery from Base Hospital in São José do Rio Preto - Medicine School in São José do Rio Preto São Paulo- Brazil (HBSJRP/FAMERP). 2. Doctor from the Department of Neurology and Neurosurgery at Geral Hospital and Roberto Santos Hospital - Salvador - Bahia - Brazil. 3. Graduate of Bahian Scholl of Medicine and Public Health. Salvador - Bahia - Brazil. 4. Master Degree in Health Sciences - Federal University of Bahia - Salvador - Bahia - Brazil. 5. Professor at the School of Neurology from the School of Technology and Sciences - Salvador - Bahia - Brazil. 6. Doctorate in Health Sciences - Faculty of Medicine - Federal University of Bahia. 7. Titular Professor at Faculty of Medicine - Federal University of Bahia. P 94 Meningioma clinoideo. Luis M. Elizondo Barriel, Justo L. González González, Groovy Anezi Ozoani Servicio de Neurocirugía Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras. Ciudad de la Habana, Cuba. P 99 Pain consequences in patients undergoing elective craniotomy. Las consecuencias del dolor en pacientes sometidos a craneotomía electiva. Maria do Carmo de Oliveira Ribeiro1, Carlos Umberto Pereira2, Ana Maria Calil Sallum3, Juliana Ribeiro Lopes4, José Antonio Barreto Alves5, Maria Betânia Trindade de Carvalho6 1. Departament of Nursing, Federal University of Sergipe, Aracaju, Sergipe, Brazil. 2. Neurosurgery. Department of Medicine, Federal University of Sergipe, Aracaju, Sergipe, Brazil. 3. Consultora Syrian Lebanese Hospital, São Paulo-SP, Brazil. 4. Department of Dentistry. Tiradentes University, Aracaju, Sergipe, Brazil. 5. Department of Nursing, Federal University of Sergipe, Lagarto-SE, Brazil. 6. Nursing. Federal University of Sergipe, Aracaju, Sergipe, Brazil. P 105 Resultados obtenidos en el manejo de enfermedades cerebrales mediante terapia endovascular. Results obtained in the management of brain disorders with endovascular therapy. Dr. Achi Arteaga Jimmy1,2,3, Dra. Burgos Morales Martha4, Dr. Izurieta Mario3, Dr. Cárdenas Bolìvar3, Dr. Montenegro Xavier3, Dr. Vargas Eduardo3, Dr. Quintana Leonidas.5,6 1 Centro de Estudios de Enfermedades Neurológicas (CEEN) Complejo Hospitalario Clínica Kennedy. 2 Servicio de Hemodinamia Clínica Kennedy (CARDIATESA). 3 Hospital Luis Venaza, Guayaquil - Ecuador. 4 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil-Ecuador. 5 Jefe de Servicio de Neurocirugía, Hospital Carlos Van Buren, Valparaíso - Chile. 6 Universidad de Valparaíso, Escuela de Medicina, Valparaíso - Chile. P 110 Experiencia obtenida con el uso de la craniectomía descompresiva en el hospital de urgencia Asistencia Pública de Santiago. Dr. Raúl de Ramón Silva1, Int. José Ignacio Vergara Orellana2 1 Servicio Neurocirugía HUAP, Clínica Santa María. 2 Interno Medicina Universidad de Chile. P 121 86 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 REPORTE DE CASOS Carcinomatosis meníngea. Presentación de un caso y revisión del tema. Martha C. Ríos Castillo*, Reinel Alcides Junco Martín****, Myrna Moreno Miravalles***, Mariela Infante Pérez*, Ernesto Echavarría Méndez**, Frank Reinaldo Pérez Nogueira***** * Especialista en Neurocirugía. Hospital Pediátrico Docente “Juan M. Márquez”. La Habana, Profesor Asistente. Facultad “Finlay-Albarrán.” ** Especialista en Neurocirugía Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez”. La Habana. *** Especialista en Anatomía Patológica Hospital Pediátrico “Juan Manuel Márquez” La Habana. Profesor Auxiliar. Facultad “Finlay-Albarrán.” **** Especialista en Neurocirugía Hospital Militar “Carlos J. Finlay” La Habana. Profesor instructor. Facultad “Finlay- Albarrán.” ***** Residente 3er. Año Neurocirugía, Hospital Clínico-Quirúrgico Docente “Abel Santamaría Cuadrado”. P 125 Fractura compuesta de cráneo. Reporte de casos y revisión de la literatura. Carlos Umberto Pereira1, Marcelo Barreto Barbosa2, Carlos Eduardo Freire Oliveira2, Antonio Carlos Silveira de Azevedo2, Julianne Alves Machado3 1. Professor Adjunto del Departamento de Medicina de la Universidad Federal de Sergipe. Aracaju - Sergipe. Neurocirujano do HUSE. Aracaju - Sergipe - Brasil. 2. Neurocirujano del Servicio de Neurocirugía del Huse. Aracaju - Sergipe - Brasil. 3. Estudiante de Medicina de la Universidad Federal de Sergipe. Aracaju - Sergipe - Brasil. P 130 Fractura de Jefferson asociada a fractura de apófisis odontoides. Tratamiento conservador: reporte de un caso. Jefferson fracture associated with fracture of odontoid process. Conservative treatment: a case report. Dr. Dardo Díaz Velez1, Dr. Arnold Vargas Soto2 1 Neurocirujano. Hospital A. Padilla, Tucuman, Argentina. 2 Investigador. Fundación A. Trigo, Cochabamba Bolivia. P 135 Stab wound in cervical spine causing Brown-Séquard syndrome. Case report. Carlos Umberto Pereira¹, Natally Leite de Castro2, Alyne Andrade Lima2, Stephanie Chagas Feitosa2 1 Department of Medicine, Federal University of Sergipe, Service of Neurosurgery, HUSE. Aracaju- Sergipe- Brazil. 2 Medical student from the Federal University of Sergipe. Aracaju- Sergipe- Brazil. P 141 A rare case of penetrating cranial trauma by knife with direct lesion to the anterior cerebral artery Ricardo Rezende Campos1, Marcos Fortunato de Barros Filho1; Silvana Maria Ferreira1, Marcelo Eduardo Sette dos Santos1, Guilherme Brasileiro de Aguiar1 1 Division of Neurosurgery, Santa Marcelina de Itaquaquecetuba Hospital, São Paulo, Brazil. P 144 Endovascular treatment of iatrogenic pseudoaneurysm and delayed carotid-cavernous fistula following trans-sphenoidal surgery. Tratamiento endovascular de pseudoaneurisma y fístula carótida-cavernosa iatrogénica después de la cirugía trans-esfenoidal. Mário Luiz Marques Conti1, Guilherme Brasileiro de Aguiar1, José Carlos Esteves Veiga1, Américo Rubens Leite dos Santos1, Paulo Roberto Lazarini2, Maurício Jory1, Ricardo Hideo Tachibana3, José Guilherme Mendes Pereira Caldas4 1 Department of Surgery, Division of Neurosurgery, Santa Casa Medical School, São Paulo, Brazil. 2 Otorhinolaryngology Department, Santa Casa Medical School, São Paulo, Brazil. 3 Medical student; Santa Casa Medical School, São Paulo, Brazil. 4 INRAD - Radiology Institute, Hospital das Clinicas da Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo - São Paulo, Brazil. P 147 TÓPICO GENERAL Visión del futuro de la Neurocirugía Chilena. Dr. Lientur Taha Moretti Neurocirujano, Instituto de Neurocirugía Alfonso Asenjo, Santiago de Chile. * Conferencia presentada durante las Jornadas de Invierno de la Sociedad de Neurocirugía de Chile, Junio de 2012. P 151 MAESTROS DE LA NEUROCIRUGÍA CHILENA P 154 LISTA DE SOCIOS P 155 NORMAS DE PUBLICACIÓN P 160 87 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Presentación de trombosis venosa profunda y tromboembolismo pulmonar en pacientes neuroquirúrgicos. Estudio de tres años en el hospital "Hermanos Ameijeiras" de Ciudad de la Habana - Cuba Silvia Noema Salva Camaño*, Abdel Felipe Pérez Navarro**, Justo Luis González González*. * Departamento de Neurocirugía, Hospital “Hermanos Ameijeiras”. ** Unidad de Cuidados Intensivos de Cirugía Cardiovascular, Hospital “Hermanos Ameijeiras”. La Habana, Cuba. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 88 - 93, 2012 Resumen La trombosis venosa profunda es responsable del 25% de los tromboembolismos pulmonares en pacientes neuroquirúrgicos. Se presenta un estudio descriptivo, retrospectivo realizado en el servicio de Neurocirugía del Hospital “Hermanos Ameijeiras” de la Ciudad de la Habana en 233 pacientes en los que se determinó la frecuencia de trombosis venosa profunda (TVP) y tromboembolismo pulmonar (TEP) y se constató la presencia de TVP y TEP en 54 pacientes (23,10%) con tumores intracraneales y raquimedulares, de estas el 74% de las lesiones eran tumores primarios intracraneales, y el glioma de alto grado de malignidad fue el diagnóstico histológico predominante. Los tumores raquimedulares complicados incluyeron un paciente con un meningioma dorsal y un paciente con metástasis de un coriocarcinoma pineal. Se exponen los factores generales y específicos que incidieron en su presentación y diagnóstico, así como la necesidad de la profilaxis en estos grupos. Hubo un predominio ligero en el sexo masculino, y el 80% estuvo sometido a un sólo proceder quirúrgico. El 96% de los casos que desarrollaron TEP superaban los 50 años de edad. Más del 50% presentaba algún déficit motor asociado, que condicionó encamamiento o limitación de su movilización Se hace una revisión de las medidas preventivas necesarias para la profilaxis de estas complicaciones. Palabras clave: Tromboembolismo pulmonar, trombosis venosa profunda, tumores cerebrales. Abstract Pulmonary thromboembolism (PTE) is caused by deep venous thrombosis (DVT) in 25% of neurosurgical patients. We presented a retrospective and descriptive study with consecutive patients (n = 233) that were operated in Neurosurgery Department in “Hermanos Ameijeiras” Hospital, Havana City from January 2005 to December 2007. DVT and PTE were diagnosed in 53 patients (23.1%) affected by brain and spinal tumors. Malignant primary tumors represented the 74% of them. The histological diagnosis most common was malignant brain glioma. We included two spinal tumours: a thoracic memingioma and one metastasic pineal choriocarcinoma .General and specifics factors related to these complications are listed. Prophylaxis treatment is demonstrated like a priority in those patients. Male sex group was mildly more affected and only one procedure was done in the 80%. A highest frequency of TEP (96%) was observed in patients older than 50 years. Postoperative immobility and paresis were confirmed in more than 50% of cases. Thrombosis prophylaxis treatment is also reviewed in the article. Key words: Pulmonary thromboembolism, deep venous thrombosis, brain tumours. 88 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Trabajo Original Introducción La trombosis es la formación patológica de coágulos dentro de los vasos sanguíneos. Los trombos están compuestos de eritrocitos, plaquetas y fibrina en proporciones variables según las condiciones existentes en el sitio de formación. La migración de los coágulos a sitios distantes es el resultado de interacciones complejas entre plaquetas, proteínas de la coagulación, el sistema fibrinolítico y el vaso sanguíneo en si mismo4. La enfermedad tromboembólica es una causa mayor de morbimortalidad. Aproximadamente un 30-40% de las muertes en Estados Unidos se atribuyen a eventos trombóticos, y cada año suceden cientos de miles de eventos no fatales. La Trombosis Venosa Profunda (TVP) puede ser la causa de morbimortalidad más prevenible de las complicaciones en Neurocirugía, y es responsable del 25% de los Tromboembolismos pulmonares (TEP) en pacientes neuroquirúrgicos. La TVP sólo es fatal en un 1,5-5% de los casos pero el TEP produce hasta un 50% de mortalidad6,7. Los pacientes neuroquirúrgicos poseen muy alto riesgo para desarrollar TVP, por los factores de riesgo clínicos (relacionados con el estado físico del paciente) y biológicos (relacionados con la lesión). El temor al uso de anticoagulantes en el postoperatorio por el riesgo de hemorragia intracerebral ha limitado el desarrollo de protocolos de prevención. La ausencia de métodos de investigación estandarizados ha prolongado estos debates1,9. Material y Método Se presenta un estudio monocéntrico, descriptivo-retrospectivo, observacional, no aleatorizado, realizado en el Servicio de Neurocirugía del Hospital “Hermanos Ameijeiras” de la Ciudad de la Habana, para determinar el número de pacientes neuroquirúrgicos que desarrollaron TVP y/o TEP, durante el período de hospitalización comprendido entre enero de 2005 y el mes de diciembre de 2007. Se revisaron 1.200 expedientes clínicos (total de cirugías en esta etapa), de los cuales 233 presentaron tumores cerebrales (19,4%) y se analizaron 54 pacientes (23%) de estos que desarrollaron fenómenos trombóticos. Se establecieron como variables los factores de riesgo clínicos y biológicos para este grupo (Tabla 1). Este grupo de pacientes no recibió tratamiento profiláctico post-operatorio. Se muestran los resultados en cuatro tablas mediante por cientos comparativos. Resultados El 52% de los pacientes pertenecían al sexo masculino y el 48% al sexo femenino. Existió un predominio en el sexo masculino en los casos que debutaron con TVP solamente (56% versus 44%). En los pacientes fallecidos por TEP predominó el sexo femenino (52% versus 48%). El 55% de los casos eran fumadores activos. No se recogieron datos de consumo elevado de alcohol ni consumo de drogas. Sólo un paciente recibió anticoagulación previa por un fenómeno trombótico anterior al que causó la muerte (paciente femenina, 70 años), enfermedad cardiovascular previa, resección parcial de un meningioma del ala menor del esfenoides. El 74% de los casos presentaban hipertensión arterial (50%) o enfermedad cardiovascular asociada (24%), lo que habla a favor de una enfermedad ateroesclerótica generalizada. Los pacientes con presentación única de TVP fueron intervenidos una sola vez, mientras que el 38% de los casos con TEP se reintervinieron en algún momento de su evolución. De manera general, el 80% se sometió a un solo proceder neuroquirúrgico Existió un predominio en la localización izquierda de las lesiones que causaron muerte por TEP, no así aquellos con TVP solamente, donde la lateralización no mostró diferencias significativas (Tabla 2). Se encontraron fenómenos trombóticos en 54 pacientes con tumores cerebrales de un universo de 233 casos (23,17%) y dos intervenidos de tumores raquimedulares (un meningioma dorsal y una metástasis lumbar de un coriocarcinoma pineal) (3,7%). Todos se encontraban hospitalizados en el momento de la TVP o del TEP. En la tabla número 3 se muestra la histología y topografía de las lesiones que portaban los pacientes descritos en esta serie. El 74% de las lesiones intracraneales correspondieron a tumores primarios y un 22% a lesiones metastásicas (adenocarcinoma de pulmón). Los dos pacientes operados de lesiones intraraquídeas tenían un déficit motor residual significativo (Asia:1/5). El 50% de ambos grupos (TVP y TEP) correspondió histológicamente con los gliomas de alto grado en estadio avanzado de su enfermedad (recurrencia). En la mayoría de las Historias Clínicas de estos pacientes se describe durante la cirugía un marcado estado de hipercoagulabilidad sanguínea, factor que no se tuvo presente para la profilaxis de los eventos trombóticos. El déficit motor (hemiparesia o hemiplejía) estuvo presente en más del 50% de los casos, condición que motivó limitación de la actividad física y encamamiento prolongado. Sólo un paciente falleció en la Unidad de Cuidados Intensivos, el resto murió en la propia sala de Tabla 1: Factores de riesgo clínicos y biológicos para la evaluación de TVP y TEP en pacientes neuroquirúrgicos en la serie del HHA Factores clínicos Factores biológicos Generales Específicos Edad avanzada Déficit motor Anomalías de coagulación Insuficiencia cardiaca Larga estadía en UCI Disminución del TPT* TVP previas Hospitalización prolongada - Obesidad Movilización tardía - Embarazo Contraceptivos orales - Déficit de antitrombina III o de proteína C o S. Lesión supratentorial o supraselar - malignidad Histología del tumor - *TPT-tiempo parcial de tromboplastina Fuente: Historias clínicas 89 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Tabla 2: Características de los pacientes con fenómenos trombóticos en la serie del HHA Característica SEXO femenino masculino RESECCIÓN primaria reintervención SITIO QUIRÚRGICO Derecho Izquierdo HÁBITOS fumador alcohol Drogas EV FACTOR RIESGO CV Enfermedad CV HTA Enfermedad valvular OPERACIÓN Intracraneal Extracraneal ANTICOAG. PREVIA Sí No TVP (n = 25) TVP + TEP (n = 29) TOTAL (n = 54) n % n % n % 11 20,3 15 27,7 26 48 14 25,9 14 25,9 28 52 25 46,2 18 33,3 43 80 11 20,3 11 20 0 13 24,0 11 20,3 24 44 12 22,0 18 33,3 30 56 13 24,0 17 31,4 30 55 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 13 24,0 13 24 12 22,0 15 27,7 27 50 0 0 0 0 0 24 44,4 28 52,0 52 96 1 1,8 1 1,0 2 4 0 0 1 4,0 1 2 25 46,2 28 52,0 53 98 TVP - trombosis venosa profunda; TEP- tromboembolismo pulmonar; EV - endovenosa; CV - cardiovascular; HTA - hipertensión arterial; ANTICOAG.-Anticoagulación. Fuente: Historias clínicas. hospitalización por la rapidez de su evolución y desenlace. Se confirmó por estudios anatomopatológicos el TEP de rama gruesa (Tabla 4). Discusión Las estadísticas son muy variables en el reporte de la incidencia de TVP. Coon (1984), reporta 25.000 casos sintomáti- 90 cos cada año en Estados Unidos. Los casos sintomáticos representan sólo una porción del total de casos de TVP, por lo que la incidencia total de TVP se estima entre 1,8 y 3 millones de casos anuales. Estudios mas recientes reportan que la TVP causa más de 100.000 muertes anuales en hospitales de Estados Unidos3,4,6,7,10. La incidencia de complicaciones trombo-embólicas en la cirugía espinal se es- tima va desde 0 hasta 56,25%, aunque no existen estudios randomizados clase 1 para esto3,5,10,12. La malignidad de las lesiones tumorales es un factor predisponente conocido. Los tumores inhiben la plasmina, vinculada con la liberación de tromboplastina, por lo que aumenta la actividad procoagulante y la actividad coagulante plaquetaria. Sawaya, encontró en un estudio de 114 tumores que la actividad Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Tabla 3: Relación entre la histología y la topografía de los tumores en los pacientes con TVO y TEP en la serie del HHA TOPOGRAFíA E HISTOLOGíA TVP TVP + TEP TOTAL n % n % n % 12 22,2 15 27,7 27 50 13 24,0 13 24 - 12 22 1,8 1 2 1 2 54 100 INTRACRANEAL Glioma de alto grado Meningioma Metástasis - - 12 22,2 - ESPINAL Meningioma Coriocarcinoma metastásico TOTAL - - 1 1,8 25 46,3 1 29 53,7 TVP - trombosis venosa profunda; TEP - tromboembolismo pulmonar. Fuente: Historias clínicas. Tabla 4: Comportamiento de factores clínicos generales y específicos en la serie Factor clínico general TVP TVP+TEP TOTAL n % n % n % 23 42,5 28 51,8 51 94,3 Insuficiencia cardiaca 0 0 13 24,0 13 24,0 TVP previos 1 1,8 0 0 1 1,8 Malignidad 25 46,2 15 27,7 40 73,9 14 25,9 18 33,3 32 59,2 Estadía prolongada en UCI 2 3,7 3 5,5 5 9,2 Estadía hospitalaria prolongada 1 1,8 11 20,3 12 22,1 Inicio tardío de movilización 14 25,9 18 33,3 32 59,2 Localización supratentorial o supraselar 24 44,4 28 51,8 52 96,2 Histologia maligna 25 46,2 15 27,7 40 73,9 Edad > 50 años Factor clínico específico Paraparesia o plejía de un miembro Fuente: Historias clínicas. 91 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 fibrinolítica total estaba disminuida, sin cambios significativos en los niveles de inhibidor de plasmina y de plasminógeno, pero encontró niveles muy bajos de activador tisular del plasminógeno y niveles muy altos del inhibidor-1 del activador del plasminógeno5,8,13. El riesgo total de que un paciente con un tumor cerebral desarrolle una TVP está entre un 22 y un 45%. El estudio de Sawaya y cols., demostró que en pacientes con meningiomas, gliomas malignos y enfermedades metastásicas, el riesgo es de un 72%, 60% y un 20% respectivamente. En los estudios de Missori et al., y en los de Levi y cols., se reportan los meningiomas como los tumores de mayor riesgo de TVP, especialmente aquellos que están en contacto con los senos venosos. Desafortunadamente estos datos son puramente observacionales2,3,5,8,13. En el estudio de pacientes con tumores cerebrales que han desarrollado TVP, se han observado disbalances entre el sistema inhibidor y el sistema activador del plasminógeno3,8,13,2,14. Las TVP en miembros inferiores son responsables en la literatura del 90% de los TEP, el resto de los émbolos proceden de las venas pelvianas. La incidencia de TVP en miembros superiores como causa de TEP no ha sido bien estudiada. En nuestra serie sólo una paciente presentó TVP en el miembro superior derecho pléjico que evolucionó hacia TEP (operada previamente de glioblastoma multiforme). El resto de los pacientes sufrieron de fenómenos trombóticos en miembros inferiores. La TVP en venas distales, produce TEP en sólo un 1% de los casos, pero cuando ocurre en las venas proximales produce tromboembolismo en un 40-50% de los casos. La mayoría de las TVP ocurren en venas infrapoplíteas pero las fuentes de mayor número de embolismos son las proximales4,13,14. La presencia de síntomas clínicos de TVP no es el marcador más confiable. Las características tradicionales de edema, dolor, calor local, dilatación venosa o un signo de Hoffman, se asocian a una TVP sólo en un 20-50% de los casos. El 50-60% de los pacientes con TVP no tienen estos síntomas clínicos, por lo que un alto número de casos de TEP se presentan sin signos clínicos de TVP. 92 Los métodos diagnósticos empleados en los pacientes con trombosis venosa profunda incluyeron el examen físico, la historia clínica, la determinación de Dímero D en suero y el US Doppler del miembro trombosado. No fue posible realizar otros estudios vasculares en estos casos. Entre los métodos diagnósticos de mayor eficacia reportados en la literatura están: el test de fibrinógeno marcado con I-125, la pletismografia con impedancia eléctrica, ultrasonido doppler y la venografia. La duración del proceder neuroquirúrgico en todos los casos que reportamos superó las dos horas, con un mínimo de tres y un máximo de nueve horas. Esto favorece el éstasis venoso y la hipercoagulabilidad. No se utilizó dispositivo mecánico o neumático para la profilaxis transoperatoria. La fisioterapia pos-operatoria inmediata no fue estable. No existió profilaxis mecánica ni farmacológica perioperatoria estándar en este grupo. Los defectos neurológicos que ocurren en el curso de la enfermedad o después de la cirugía limitan la actividad física del paciente y promueven un éstasis en la circulación venosa de las extremidades afectadas. Las craneotomías para la reseccion de tumores malignos, y la propia histología, especialmente en los gliomas, son un riesgo importante probado para el desarrollo de TVP y TEP. En el período postoperatorio neuroquirúrgico existe: - un aumento significativo en la inhibición del activador tisular del plasminógeno, y por tanto, un disbalance entre la trombina y la plasmina. - La hipoxemia local dentro de los canales venosos con un flujo enlentecido. Un proceder prolongado (más de dos horas) favorece la hipoxia. La profilaxis perioperatoria de la TVP y del TEP puede ser: mecánica (uso de medias elásticas antiembolismos, estimulación eléctrica de músculos poplíteos, compresión neumática externa intermitente de músculos poplíteos, mesas rotatorias), farmacológica (aspirina, heparina no fraccionada, heparina de bajo peso molecular, warfarina) y combinadas. El único fármaco realmente útil en la profilaxis peri-operatoria en Neurocirugía es la heparina, actúa al unirse a la antitrombina III e inhibe la trombogénesis inicialmente por inactivación de los factores IIa y Xa. Las moléculas grandes (no fraccionadas) pueden unirse también e inactivar a la trombina. La heparina de bajo peso molecular (fraccionada) son fragmentos de heparina no fraccionada con cadenas más cortas de glicosaminoglicano, que no se unen a la trombina ni a otras proteínas. Ella inhibe preferencialmente al factor Xa. Tiene como ventajas teóricas: una respuesta anticoagulante mas predecible y especifica, una mayor biodisponibilidad, una vida media más prolongada si se administra por vía subcutánea, una menor incidencia de trombocitopenia inducida por heparina y una menor inhibición de la función plaquetaria. Consideramos que el por ciento de complicaciones trombóticas apreciadas en nuestra serie está relacionada con el mito del riesgo teórico de complicaciones hemorrágicas por el uso de heparina. Conclusiones Para el período analizado la frecuencia de presentación de TVP y TEP fue alta, en correspondencia con un mayor número de intervenciones neuro-oncológicas con respecto a años anteriores. Los factores predisponentes más significativos fueron la histología del tumor, la duración de la cirugía, la existencia de un defecto neurológico postquirúrgico y el encamamiento prolongado. La ausencia de profilaxis peri o postoperatoria fue determinante en la ocurrencia de fenómenos trombóticos en este grupo de pacientes, lo que conllevó a su implementación inmediata. Agradecimientos: a los autores y colaboradores del presente trabajo, a nuestros pacientes. Recibido: 20.02.12 Aceptado: 17.03.12 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Bibliografía 1. Alcalay A, Wun T, Khatri V, Chew HK, Harvey D, Zhou H, White RH. Venous thromboembolism in patients with colorectal cancer: Incidence and effect on survival. J Clin Oncol. 2006; 24: 1112-1118. PubMed. 2. Auguste KL, Quinones HA, Berger MS. Efficacy of mechanical prophylaxis for venous thromboembolism in patients with brain tumors. Neurosurg Focus 2004; 17 (4): E3. 3. Chiocca EA, Schwartzbaum JA. Gliomas and venous thromboembolism: how common?. J Neurosurg 2007; 106: 599-600. 4. Gerber DE, Grossman SA, Streiff MB. Management of venous thromboembolism in patients with primary and metastatic brain tumors. 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Calle San Miguel 374, e/ Luz y Bellavista, 10 de Octubre, Ciudad de la Habana, Cuba. Teléfono: 0537-8761141. e mail: [email protected] 93 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Epidemiology of the amyotrophic lateral sclerosis Bahia - Brazil Rodrigo Antonio Rocha da Cruz Adry1,2, Catarina Cöuras Lins3, Ramón de Almeida Kruschewsky4,5, Antonio de Souza Andrade Filho.6,7 1. Resident doctor from the Department of Neurosurgery from Base Hospital in São José do Rio Preto - Medicine School in São José do Rio Preto - São Paulo- Brazil (HBSJRP/FAMERP). 2. Doctor from the Department of Neurology and Neurosurgery at Geral Hospital and Roberto Santos Hospital - Salvador - Bahia - Brazil. 3. Graduate of Bahian Scholl of Medicine and Public Health. Salvador - Bahia - Brazil. 4. Master Degree in Health Sciences - Federal University of Bahia - Salvador - Bahia - Brazil. 5. Professor at the School of Neurology from the School of Technology and Sciences - Salvador - Bahia - Brazil. 6. Doctorate in Health Sciences - Faculty of Medicine - Federal University of Bahia. 7. Titular Professor at Faculty of Medicine - Federal University of Bahia. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 94 - 98, 2012 Abstract The Amyotrophic Lateral Sclerosis is a neurological disorder, with the degeneration of the upper and lower motor neurons. The aim is investigate the start of the symptoms, describe the findings and study the survival period of patients with ALS. We analyzed 70 patients. The patients’ average age was 49.68 years old and we found 43 patients (61.4%) who were white, 22 who were grayish brown (31.4%) and 5 who were black (7.1%). Regarding the start of the symptoms, 51 patients (72.9%) showed a distal start, 31 a proximal one (44.3%) and 8 of them (11.4%) showed a bulbar start. The survival period, after de diagnosis, was of 64.11 months. The mean age, signs and symptoms and the patients’ survival period we found, are compatible with the ones found in the literature, except for the number of black patients, that was bigger in our survey. Key words: Amyotrophic lateral sclerosis, Characteristics, Charcot’s disease, Epidemiology. Resumo A esclerose lateral amiotrófica (ELA) é uma desordem neurológica com degeneração dos neurônios motores superiores e inferiores. Objetivo: investigar o inicio dos sintomas, descrever a evolução e os achados neurológicos e estudar a sobrevida dos pacientes com ELA. Método: Analisamos 70 pacientes entre 1996 e 2007, que preencheram os critérios propostos no El Escorial, sendo 52 do sexo masculino e 18 do sexo feminino. A média de idade dos pacientes era de 49,6857 anos, encontramos 43 (61,4%) brancos, 22 (31,4%) pardos e 5 (7,1%) negros. Quanto ao inicio dos sintomas, 51 (72,9%) dos pacientes apresentaram inicio distal, 31 (44,3%) de forma proximal e 8 (11,4%) de forma bulbar. Os sintomas mais comuns foram dos fraqueza muscular, atrofia muscular e miofasciculações presente em 69 (98,6%) pacientes. A sobrevida após diagnóstico foi de 64,116 meses. Conclusão: A idade média, os sinais e sintomas e a sobrevida dos pacientes analisados são compatíveis com os encontrados na literatura, exceto pela quantidade de pacientes da raça negra, que foi maior. Palavras-chave: Esclerose lateral amiotrófica, epidemiologia, doença de Charcot. 94 Trabajo Original Introduction Amyotrophic lateral sclerosis (ALS) is a neurological disorder with the degeneration of upper and lower motor neurons1,2,3. ALS is characterized by progressive fatigue, with atrophy, fasciculation, hypereflexia or hyporeflexia and lipglossopharyngeal paralysis, that cause disability and death, in average, 5 years after the start of the symptoms1,4, 5. This disease was completely described clinically and pathologically - by Charcot (1874) and since then, little information was added to his description6. ALS is a neuromuscular disease, whose etiology is unknown, which is histo-pathologically characterized by a lesion in the motor nucleus of the cerebral trunk and of the corn of the spinal medulla7. There is loss of upper and lower neurons that culminates in respiratory insufficiency and death after 3 to 5 years3. Its incidence is of 0.5 to 3/100.000 people per year, in different regions in the world, except for endemic areas1,8. It is a disease that generally affects adults, mainly between 50 and 60 years old, mainly in men (3:2) and only 10% of the cases occur before the age of 40 years old9. The etiology of sporadic ALS is unknown and there are many hypotheses that may explain it, as: virus, metals, toxins, self-immune origin and endocrine dysfunction1. A benchmark was the discovery, in 1993, of the mutations in the genetic code for the superoxide dismutase 1 from Cu/ Zn (SOD1), in familial cases - it guided the research of ALS and elucidated the mechanism mediated by SOD15. Amyotrophic lateral sclerosis is a disease with poor prognostic and there is no cure for it10. Information about the prognostics is very useful for parents, relatives and especially clinicians, because they give a notion of the most effective treatment4. If we are aware about the factors that affect the prognostic, we can provide the patient with much and better information about the probable clinical course he/ she will follow4. The prognostic is associated with many factors, as age when the disease started, sex, how the disease started and evolution of the symptoms. The variety of the clinical presentation, that can arise prematurely, makes the absolute diagnosis very difficult10. The diagnosis of ALS is based on the clinics, because there is not a specific biological marker, nor neuroradiological or neurophysiologic specific characteristics11. Generally, the diagnosis is given Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 through El Escorial that had been revised and proposed by the World Federation of Neurology. El Escorial was created through a consensus among experts in neuromuscular diseases that gathered in the city of El Escorial, in Spain6,12,10. Nevertheless, two studies- in New Jersey6 and in Italy13 showed that 24% of the patients in New Jersey and 40% of the patients in Italy had, in the beginning, an incorrect diagnosis6. The objective of this study is to investigate the start of the symptoms, to describe their evolution and the neurological findings and, to study the survival period of the patients with ALS. Materials and Methods In the present study, we used El Escorial’s criteria, revised in 1998 by the World Federation of Neurology. The diagnosis was made through anamnesis and neurological exam that excluded the possibility of other diseases. To help with this diagnosis, there were done Nuclear Magnetic Resonances, Computed Tomographies and Eletroneuromiography, whenever necessary. This is a longitudinal study, and it was carried through the filling out of a protocol with patients who suffered from ALS, in the first ambulatory appointment. The patients came from the Ambulatory of Diseases of the Motor Neuron - Foundation of Neurology and Neurosurgery - Institute of the Brain, that is located in Salvador, Bahia, Brazil, during the period between 1996 and 2007. Sixty-six patients with diagnosis of ALS defined by El Escorial were selected. Some of these patients were followed until their death. Criteria for inclusion: Patients with ALS defined through El Escorial, with 18 years old or more, and who had undergone, at least, an image exam and an eletroneuromiography. Criteria for exclusion: Exclusion of hypothesis for other diseases that can lead to the degeneration of upper and lower motor neurons; presence of another pathology that may have the same symptoms as the ones for ALS; impossibility to answer the questionnaire and doubts related to the patient’s diagnosis. Instrument: The specific protocol for ALS was used. This protocol contains the patient’s personal information, duration of disease, medical antecedents and familial cases found in physical exams, type of start of disease, associated diseases and instructional background. Analysis: In this case, the analysis will be evaluated through average frequency measures, standard deviations and the test c2, when the evaluation of the statistical significance to test hypothesis that categorized variables are independent. The patients’ survival period will be analyzed through the analysis of the survival period made by Kaplan – Meier, estimated by the Cox’s regression model. It was used a confidence interval of 95%, considering p ≤ 5, that was statistically significant. Survival period was counted from the start of the symptoms for ALS until the time we followed the patient or, until when he/she passed away. Ethical Considerations: All patients had to give an oral and a written consent. In this project, Helsinki’s statements were followed. Results Seventy–four patients were selected, but 04 of them were excluded from the study for the following reasons: 2 of them because they did not fulfill the protocol and 2 for not having passed in the inclusion criteria in this study. Among the total number of patients, 52 (74,3%) were male and 18 (25,7%) were female. Patients’ average age was 49,68 years old - for men this average was 48,5 and for women it was 53,11, and there was not a significant difference between these two groups. When we subdivided the groups in races, we had 43 (61,4%) white people, 22 (31,4%) grayish brown and 5 black people. Regarding the start of the symptoms, the Syndrome of the Motor Neuron and the signs and symptoms of ALS, the result can be seen in the table 01. Patients’ familial history was checked out and only seven (07) patients (10%) reported some familial case. The great majority of patients were followed during the treatment, until their death - or they were alive when this study was finished. This way, Kaplan-Meier’s curve was used to evaluate the patients’ survival period, after the diagnosis. A patient’s average time of life, after the diagnosis, was of 64,116 months and median of 48 months, as shown on Graph 1. Discussion The average age found in our study was 95 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 compatible with the average that had been reported in other studies. In the studies by Belsh and Schiffman, Zoccolella et al. and del Aguila et al. the average age reported was 53,3, 64,5 and 61,3 years old, respectively. In a review study, about the epidemiology of ALS, Beghi et al. reassured this information and he says that the start of this disease (ALS) before the age of 30 years old is rare, once it begins more commonly on a patient’s 5th and 6th decade of life. It demonstrates that ALS usually appears in middle aged and elderly people. In the present study, there was no difference in the way of start, signs and symptoms, average age and familial case, when the studied population was divided into two groups regarding the sex. The ratio among the sexes was of 2,88 men for 1 woman, what shows the predominance of ALS in men. But, Beghie et al., showed that this difference, as years pass by, is decreasing, and he reported studies from 1965-1974 in where this same ratio was 2,6:1, and more recent studies, 1995-1997 where this ratio was 1,3:1. The referred author also reports that due to women’s exposure to the same risk factors as men’s is due to women’s inclusion in the working market. The symptom’s distal start was present in almost half of the patients; however, some patients showed a distal start and a proximal one as well. It was not possible to compare these data, because there were not available ones. In spite of it, Lee et al. showed in his study that 31% of the cases start in the upper members and 37% in the lower members. Zoccolella et al. found 35% for the upper members and 36% for the lower members. A bigger difference was described by Belsh and Schiffman with 52% in the upper members and 36% in the lower members. Although we did not evaluate the patients this way, in our results we found that more than one-fifth of our patients started to show the symptoms in the upper or lower members. Ethnicity is another factor that seems to be important in the definition of ALS. Our group of patients had a great percentage of white people, when compared top grayish brown and, especially black people. Del Aguila et al., in his work with work with 180 patients, had 170 white people and 10 classified as non-white. Lee et al., in his group of patients had 90% of white people, 5% of Hispanic and black people only. We could say that 96 this high prevalence in white patients might be due to the characteristics of the population of the countries were these pieces of work were done. However, although the region where our study was done, showed a very big black population, this same study showed that most of the patients who had ALS were white. So, this result can indicate that the white race has a bigger predisposition for ALS. The familial history is present in around 5 to 10% according to literature. However, it might happen that a familial ALS be classified as sporadic, and a sporadic ALS be considered familial, and vice versa, because to affirm that ALS is familial, it depends on the diagnosis of the disease in more than one member of the family according to Mulder et al.. In our study, we considered as a positive familial history when the patient had, at least, a relative with the same clinical picture. In spite of it, we found, in the medical literature, a very close percentage - according to Belsh and Schiffman familial history was present in 12,5% of the patients. In the work of Lee et al. familial history was positive for 5% of the patients, a little less than what we found, but in the percentage described in the literature. The signs and symptoms that were found in our work agree with all the ALS’s patients’ classical clinic. Zoccolella et al. in his work showed that fatigue was present in 71% of the cases, cramps in 16%, fasciculations in 13%, and dysarthria in 27% and dysphagy in 10% of the patients electable for ALS. In our group, this percentage was bigger than the ones compared to the work of Zoccolella et al., due to the delay of the patient in searching for medical services - so, our patients were evaluated in a further stage of the disease. For this reason, a great part of the patients already showed almost all signs and symptoms of ALS - even the symptoms of the bulbar syndrome, as dysphagy and dysarthria. However, If we observe the start of the disease, we will notice that the great part of patients started, mainly, with signs and symptoms of the upper and lower motor neuron. In addition, the great majority of patients (between 97,1% to 98,6%), with the evolution of the disease, will show a lessening of the muscular power, miofasciculations, muscular atrophy and motor deficit. Our results also show that dysarthria, dysphagy and difficulty in whistling, are less frequent characteris- tics in the patients, or that, these symptoms appear in a more advanced stage of the disease - they were found in between 48,6% to 75,7% of the evaluated patients. In his work, Hashimoto et al. showed that the initial symptoms, in his studied group, were dysarthria and dysphagy (in 58,1% of the patients) fatigue in the upper members (35,5%) and fatigue in lower members (9,7%). However bulbar or pseudo bulbar signs were seen in 77,4% and 19,4% of the patients, respectively, fatigue in the lower members (67,7%) and in lower members (35,5%) these results were very close to the ones found in this study. Hypereflexia and hyporeflexia, that are signs that help us in classifying the syndromes in patients, showed that signs of hypereflexia are more present than the ones for hyporeflexia. Hashimoto et al., in his study, corroborates with this result, when He says that 71% of the patients that were analyzed in his study showed hypereflexia, in a value equal to the one found by us. However, Babinski’s sign was present in 72,9% of our patients and in Hashimoto et al.’s study, it was present in only 6,5%. The patients’ survival period also corresponded to the results found in the literature. The average life of the patients after the diagnosis was of 5,34 years and the median was 4 years. Sorenson et al. found an average of 2 years of survival period, that varied between 0, 41 - 8,5 years. According to Strong, after the start of the symptoms, the patient’s survival period is less than 5 years - rare are the cases when a patient survives longer. In our study, there were 2 patients that sur- Graph 1: Kaplan-Meier’s survival period’s curve. Trabajo Original vived for 10 years – they belonged to these exceptions, maybe deviating the average of survival period higher. Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 However, the difference between literature and our study was not significant. (Table 2). Recibido: 10.04.12 Aceptado: 12.06.12 Table 2: Types of start of disease, found syndromes and signs, familial cases. Comparison made between the sexes and the total number of patients Start Male Female Total n P Distal 39 (76,5%) 12 (66,7%) 51 (72,9%) 0,4931 Proximal 21 (40,4%) 10 (55,6%) 31 (44,3%) 0,2640 Bulbar 8 (15,4%) 0 (0%) 8 (11,4%) 0,0770 UMN (Upper Motor Neuron) 48 (92,3%) 15 (83,3%) 63 (90%) 0,2740 LMN (Lower motor neuron) 48 (92,3%) 16 (88,9%) 64 (91,4%) 0,6551 39 (75%) 12 (66,7%) 51 (72,9%) 0,4931 Muscular Fatigue 52 (100%) 17 (94,4%) 69 (98,6%) 0,0869 Microfasciculations 52 (100%) 17 (94, 4%) 69 (98,6%) 0,0869 Muscular Atrophy 51 (98,1%) 18 (100%) 69 (98,6%) 0,5534 Motor Deficit 51 (98,1%) 17 (94,4%) 68 (97,1%) 0,4252 Difficulties in whistling and sucking 24 (46,2%) 10 (55,6%) 34 (48,6%) 0,4915 Dysphagy 30 (57,7%) 12 (66,7%) 42 (60%) 0,5029 Dysarthria 41 (78,8%) 12 (66,7%) 53 (75,7%) 0,2989 Hypereflexia in the upper members 34 (65,4%) 8 (44,4%) 42 (60%) 0,1180 Hypereflexia in the lower members 40 (76,9%) 11 (61,1%) 51 (73,9%) 0,1935 Mandibular Hypereflexia 19 (36, 5%) 5 (27,8%) 24 (34,3%) 0,4997 Hyporeflexia in the upper members 13 (25%) 8 (44,4%) 21 (30%) 0,1207 Hyporeflexia in the lower members 10 (19,2%) 7 (38,9%) 17 (24,3%) 0,0936 Hoffman’s Sign 21 (40,4%) 4 (22,2%) 25 (35,7%) 0,1657 Babinski’s Sign 42 (80,8%) 9 (50%) 51 (72,9%) 0,0114 5 (9,6%) 2 (11,1%) 7 (10%) 0,8553 Syndromes Bulbar Signs and Symptoms Familial Cases Present Reference 1. 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Fone/Fax: (17) 3201-5000 e-mail: [email protected] Finantial Support: Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado da Bahia - FAPESB. 98 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Meningioma clinoideo Luis M. Elizondo Barriel, Justo L. González González, Groovy Anezi Ozoani. Servicio de Neurocirugía Hospital Clínico Quirúrgico Hermanos Ameijeiras. Ciudad de la Habana, Cuba. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 99 - 104, 2012 Resumen Los meningiomas clinoideos son tumores benignos originados en la leptomeninges que rodea el proceso clinoideo anterior, representando el 17% de los basales. Con el objetivo de caracterizarlos se estudiaron los pacientes operados en el Servicio de Neurocirugía del Hospital Hermanos Ameijeiras (2000 al 2010). La serie estuvo integrada por 10 pacientes, 9 mujeres y un hombre, la edad promedio fue de 49,8 años, clínicamente caracterizados por cefalea (10 pacientes) y déficit de la agudeza visual (9 pacientes). A todos se les practicó un abordaje frontotemporal-orbitozigomático (FTOZ) alcanzándose 7 resecciones totales y 3 subtotales, 3 pacientes sufrieron complicaciones, al alta ocho de los diez operados egresaron en excelente estado, no tuvimos recidiva ni recrecimiento tumoral en los casos con resecciones parciales y al año de seguimiento la calidad de vida según la escala de Karnofsky fue superior o igual a 80 puntos en todos los casos. Concluimos que los meningiomas clinoideos por su asiento en el centro de la base craneal relacionados anatómicamente con estructuras neurovasculares críticas y por las grandes dimensiones que alcanzan en el momento de su diagnóstico, representan un desafío en la práctica neuroquirúrgica, comportándose en nuestra serie más frecuentes entre las mujeres con la cefalea y el déficit visual monocular como síntomas principales. Las técnicas de base de cráneo y en nuestras manos la craneotomía FTOZ complementadas con osteotomías basales de diferentes grados, han demostrado ser una alternativa eficaz para mejorar la suficiencia de la resección tumoral con mínima morbilidad, ausencia de recurrencias y mortalidad. Abstract Clinoidal meningeomas are benign tumors originated in the liptomeningeo surrounding the anterior clinoidal process representing 17% of basal tumors. With the objective to characterize it, studied were patients operated in the neurosurgical service of Hermanos Ameijeiras hospital from 2000 to 2010.The series were composed of 10 patients, 9 female and a male, the mean age was 49.8 years and were clinically characterized with headache (10 patients) and visual deficit (9 patients). To all were practiced a frontotemporalorbitozygomatic approach (FTOZ) reaching 7 total and 3 subtotal removal,3 patients suffered complications, 8 out of 10 patients operated were discharged in good condition. There was no recurrence after total removal and after a year of fellow up, the life quality following Karnofsky scale was superior o equal to 80 points in all the cases. In conclusion Clinoidal meningeomas due to its placement in the cranial base with anatomical relations with critical neurovascular structures and also the great dimension to reach in the moment of its diagnosis represents a challenge to neurosurgical practice. It comports in our series with more frequency within females presenting headache and mono ocular visual defect as the principal symptoms. Craneal base techniques and in our case frontotemporal-orbitozygomatic craniotomy complimented with basal osteotomy of different grades, had demonstrated to be an efficient alternative to better the technique of total removal with less mobility, zero recurrence and mortality. 99 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Flap óseo Incisión Exposición Figura 1: Craneotomía frontotemporo-orbitozigomatica. Introducción Los meningiomas representan el 1319% de todos los tumores intracraneales. El 40% de los mismos asientan sobre la base craneal y la mitad de estos en el ala esfenoidal (incidencia relativa 17%)1. En 1938, Cushing y Eisenhardt, los clasificaron en: profundos, internos o clinoideos; medios o alares; y externos o pterionales2. Años más tarde (1980) Bonnal, los clasificó en cinco grupos3. Dentro de ellos, los meningiomas clinoideos, objeto de nuestro estudio, difieren del resto de los meningiomas del ala esfenoidal por su comportamiento clínico singular y mayor morbimortalidad quirúrgica. A pesar de los progresos alcanzados en las técnicas de neuroimagen, neuroanestesia, electrofisiología, microcirugía y los abordajes específicos a la base craneal desarrollados fundamentalmente Figura 2: Apertura del valle silviano. 100 en las últimas 3 décadas, el tratamiento de las lesiones que comprometen esta región constituyen un desafío para varias especialidades médicas y particularmente para los neurocirujanos. La breve serie que exponemos a continuación muestra características y resultados alcanzados en nuestro servicio en el tratamiento quirúrgico de los meningiomas clínoideos mediante el empleo de un abordaje específico. Método Se realizó un estudio descriptivo, retrospectivo y lineal de una serie de 10 pacientes con meningiomas clinoideos, operados en el Servicio de Neurocirugía del Hospital ¨Hermanos Ameijeiras¨ en el período comprendido entre el 2000 al 2010. Se analizó el comportamiento de variables tales como edad, sexo, grado de resección tumoral (según escala de Simpson)4, complicaciones, estado al egreso según la Escala de Glasgow para resultados (EGR)5 y calidad de vida al año según escala de Karnofsky6. Todos los casos fueron evaluados con tomografía axial computarizada (TAC) en equipo multicorte (64 ó 16 cortes) y angioTAC, cuatro de ellos con imágenes por resonancia magnética (IRM) y 1 con angiografía cerebral. Los datos fueron tomados de las historias clínicas y compilados en un modelo confeccionado al efecto. Técnica quirúrgica empleada: Todos fueron abordados quirúrgicamente a través de un abordaje frontotemporal-orbitozigomático (FTOZ) (Figura 1). Como regla, se realizó una resección amplia del bor- de libre del ala del esfenoides incluyendo el proceso clinoideo por vía extradural, hasta obtener una perspectiva clara de la fisura orbitaria superior y el canal óptico de forma independiente así como del segmento clinoideo de la carótida interna más profundamente entre ambos. Esto permitió la devascularización por electrocoagulación de toda la base de implantación tumoral también extraduralmente. Posteriormente se abrió la duramadre mediante una incisión arciforme, con uno de sus extremos situado anteriormente sobre el lóbulo temporal y otro sobre el frontal, incluyendo el pliegue silviano en su centro. El colgajo resultante se reflejó en sentido basal y se fijó. Una vez expuestos los opérculos frontal y temporal, la cisura de Silvio fue abierta (Figura 2), primero superficial y luego profundamente hasta visualizar la arteria cerebral media distal al tumor, la cual fue seguida en sentido proximal hasta alcanzar la superficie del mismo. Un intento inicial fue realizado entonces por identificar en lo posible los límites del tumor y particularmente la totalidad de su implantación en la cara interna de la duramadre basal. Este fue entonces descomprimido internamente, primero lejos de los grandes vasos, con lo cual la presión ejercida por el tejido tumoral sobre el cerebro circundante se redujo paulatinamente, ampliándose tanto el espacio virtual entre estas estructuras, como el existente entre la lesión y las paredes de los vasos englobados por ella (carótida supraclinoidea y sus ramas principales). Esta maniobra, facilitó también la desconección definitiva de la base de implantación ahora intraduralmente y gradualmente la resección tu- Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 moral en fragmentos y la liberación de los vasos, aparentemente imposible al inicio. Resultados En la Tabla 1 se exponen las características generales de los 10 pacientes intervenidos, sus principales síntomas y los resultados quirúrgicos. Predominaron las mujeres con 9 de los 10 pacientes. La edad promedio fue de 49,8 años. La cefalea fue el síntoma más constante y estuvo presente en todos los casos, seguida por el déficit de la agudeza visual en 9. La exéresis total de la lesión se alcanzó en 7 de los 10 pacientes (Simpson I, II, III) y subtotal en 3 de ellos (Simpson IV). La complicación más frecuente fue la oftalmoplejia en dos casos, esta se comportó de manera transitoria en un paciente en el que desapareció a los 4 meses, en el otro fue permanen- te y se asoció a un infarto cerebral por espasmo arterial postquirúrgico. Un paciente desarrolló una fístula de LCR que desapareció con tratamiento médico a los 6 días. Al egreso en 8 pacientes, se obtuvo la máxima puntuación (5 puntos) y en 2 pacientes 4 puntos (Escala de Glasgow para resultados). No se han presentado recidivas tumorales en los pacientes objeto de resecciones totales ni recrecimientos en los casos con resecciones parciales con un seguimiento mínimo de doce meses. Al año de intervenidos la calidad de vida según la escala de Karnosky, fue superior o igual a 80 puntos en todos los casos. Discusión Los meningiomas clinoideos son tumores benignos que se originan de las leptomeninges que rodean el proceso clinoideo anterior, el apéndice más me- dial del tercio interno del ala del esfenoides. En su evolución pueden invadir el seno cavernoso y extenderse a lo largo del canal óptico7,8. Por su proximidad al nervio óptico el déficit de la agudeza visual unilateral es la forma más común de presentación, aunque esta a menudo no es reconocida por el paciente hasta que se hace severa debido al incremento significativo del tamaño tumoral2,9. Esta perdida visual monocular ha sido atribuida a factores isquémicos más que a la compresión directa sobre el nervio óptico y tal como ocurrió en la muestra, se reporta como síntoma cardinal en la mayoría de las series2,9,10,11. Otros síntomas frecuentes son cefalea, convulsiones, parálisis de nervios oculomotores y exoftalmos (cuando la lesión invade la hendidura esfenoidal y el seno cavernoso)7. Con respecto al diagnóstico por imágenes, las vistas axiales y coronales son particularmente importantes tanto en la Tabla 1: Datos de 10 pacientes con meningiomas clinoideos resecados a través de craneotomía FTOZ Caso Edad Sexo 1 60 F 2 42 3 Síntomas Grupo (Al-Mefty) Resección (Simpson) Complicaciones Estado al Estado al egreso año (EGR) (karnofsky) Cefalea, déficit visual unilateral II II Oftalmoplejia transitoria 4 90 F Cefalea, déficit visual unilateral I IV No 5 100 47 F Cefalea, déficit visual unilateral II II fístula de LCR transitoria 5 100 4 44 F Cefalea, déficit visual unilateral I IV Oftalmoplejia, infarto cerebral 4 80 5 54 F Cefalea, déficit visual unilateral II I No 5 100 6 43 F Cefalea, déficit visual bilateral, vómitos II II No 5 100 7 36 F Cefalea, déficit visual unilateral III No 5 100 8 53 F Cefalea, convulsiones II III No 5 100 9 68 M Cefalea, déficit visual unilateral I IV No 5 100 10 51 F Cefalea, déficit visual unilateral II II No 5 100 101 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 TAC como en las IRM para una adecuada estimación tridimensional de la lesión su relación con las estructuras óseas basales, el seno cavernoso, el aparato óptico y las estructuras vasculares, así como el éxito de la resección seguida la cirugía. (Figura 3). La angiografía preoperatoria puede proveer información sobre circulación colateral, aferencias y drenajes vasculares principales de la lesión y el cerebro y en algunos tumores muy vascularizados en los que la embolización preoperatoria puede jugar un rol importante y constituir una vía para la misma7,12,13. Los estudios angiográficos pueden también documentar un posible compromiso arterial, en cuyo caso la liberación de las mismas y por tanto la remoción total de la lesión no sería posible. Los by pass intra-extracraneales de alto flujo precedidos por test de oclusión carotideos se han reportado como alternativa para solventar esta eventualidad. Basado en la estrecha relación entre el proceso clinoideo y la aracnoides de la cisterna carotidea, el origen tumoral y la presencia o ausencia de plano aracnoideo entre el tumor y la arteria carótida interna, AlMefty distingue tres subgrupos de meningiomas clinoideos, los cuales difieren en cuanto a la factibilidad de su extirpación quirúrgica y consecuentemente en sus resultados postoperatorios14. La mayoría de los autores7,8,9,10,11,14,15,16,17 abogan por una craneotomía Pterional o frontotemporal extendida, complementada o no con osteotomías de dimensiones variables en dependencia de la extensión tumoral (Tabla 2). En grandes lesiones invasivas (todos nuestros casos estuvieron dentro de esta categoría) A pueden ser útiles la fronto-órbito-zigomática o FTOZ con abordaje transilviano o infratemporal18,19. De manera general las técnicas recomendadas incluyen una serie de procederes tales como: craneotomía frontotemporal extendida con fresado del ala menor, osteotomía orbitaria del techo y pared lateral, clinoidectomía extradural, destechamiento del canal óptico y apertura de la vaina del nervio óptico2,20,21. Algunas técnicas de base de cráneo proveen significativas ventajas sobre la técnica Pterional estándar. La remoción de la clinoides mejora la exposición del nervio óptico y de la arteria carótida interna, aumentando el acceso al tumor alrededor de estas estructuras y dentro del canal óptico. En adición, el nervio óptico puede ser descomprimido e identificado precozmente y movilizado durante la cirugía, minimizando o previniendo el daño neurovascular transoperatorio. El aumento de la ventana quirúrgica particularmente en el triángulo optocarotideo, facilita el acceso a localizaciones difíciles de la extensión tumoral como son: orbita, silla turca, canal óptico, seno cavernoso, ápex orbitario, región infraóptica y subquiasmática, facilitando la resección agresiva del tumor, la duramadre y el hueso comprometido14,21,22,23. Las maniobras expuestas, aportan en general las ventajas de posibilitar con una retracción cerebral mínima la interrupción temprana del aporte sanguíneo al tumor y el control arterial proximal precoz12,13. La resección total de tumor se corresponde con una exéresis de grado I ó II y el grado III para resección total intradural en la escala de Simpson confirmada por IRM posoperatorias. La mayoría de B los autores9,10,11,14,15 reportan tazas de resección total por encima de un 60%. (Tabla 2). Se citan dos factores que impiden dicha resección: el compromiso del seno cavernoso y el de la carótida interna2. Cuando el seno cavernoso es invadido, la resección no es recomendada en pacientes ancianos o con buena función oculomotora. En estos casos la remoción parcial seguida de radiocirugía complementaria puede ser la opción más racional19,24,25; ya que la resección agresiva se asocia muchas veces a una nueva y permanente disfunción de nervios craneales y ocasionalmente a daño o sacrificio de la arteria carótida intracavernosa10, si las IRM postoperatoria muestran progresión tumoral o recurrencia, la exéresis completa pudiera ser necesaria, apoyada cuando sea viable por un bypass intra-extracraneal. Afortunadamente sólo en menos de un tercio de nuestra serie no fue alcanzable la exéresis radical, siempre debido a la infiltración adventicial de los grandes vasos y la ausencia de plano aracnoideo entre el tumor y los mismos (arteria carótida interna o división primaria). (Grupo I de Al. Mefty). Dentro de las complicaciones más frecuentes descritas en la literatura13, 14,26,27 se destacan de manera general: la disminución de la agudeza visual, parálisis del III nervio craneal, hematoma epidural, hemiparesia transitoria, infarto cerebral, hidrocefalia, fístula de LCR e incremento de las convulsiones. La mayoría de estas obedecen a lesiones vasculares, hipotalámicas, sobre los nervios ópticos y nervios craneales en el seno cavernoso. La mejoría visual en los meningiomas clinoideos es pobre. Se citan la trombosis tardía de la arteria carótida interna y de C Figura 3: Imágenes por resonancia magnética A (axial) y B (coronal) de meningioma clinoideo izquierdo. C TAC postoperatoria. 102 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Tabla 2 Series Abordaje quirúrgico Grado de resección Almefty Cráneo - orbitario 89% de resección total Cui Pterional o pterional extendida Simpson II en el 61,5% y Simpson III en el 15,4%, Simpson IV en el 23,1%, Lee Pterional estándar o Pterional con clinoidectomía extradural 86,7% de resección total Stefan Pterional, remoción del ala menor y mayor, la clinoidectomía, destechamiento del canal óptico y la osteotomía orbitaria 63% de resección total Tao Supraorbitario posterional y cráneoorbito zigomático Exéresis total en 8 de los 12 pacientes de su serie y 3 con exéresis subtotal Nuestra serie Frontotemporal-orbito zigomático Resección total en 7 de los 10 casos la cerebral media8. Stephen, cita un 6% de empeoramiento de la visión y un 3% de parálisis de III nervio craneal10. Tobías, reporta hemiparesia transitoria debido a edema postquirúrgico (un caso), hidrocefalia que requirió un sistema derivativo de LCR (un caso), meningitis postoperatoria (un caso), dos pacientes sufrieron diplopía transitoria2. Risi, encontró 3 fístulas de LCR transitorias, 3 daños permanentes y dos fallecidos26. En nosotros predominó la parálisis oculomotora. La mortalidad postoperatoria llegó a alcanzar en los años 80 de un 27% a 43% en algunas series3,27. Reportes más recientes dan fe hasta de un 0%, a pesar de tratarse de abordajes más agresivos28,29,30. Pensamos que la estandarización y experiencia adquirida con los abordajes de base de cráneo en numerosos centros en los últimos años, ha tenido una influencia capital en la mejoría de estos indicadores y nuestros resultados están a tono con esta afirmación. Las resecciones incompletas varían entre 12% y 100% en diferentes casuísticas19. Se ha reportado ausencia de recurrencia o progresión después de la resección total en 25 meningiomas clinoideos seguidos durante 42,3 meses2. Un paciente con un hemangiopericitoma de gran tamaño que recidivó a los 19 meses de una exéresis documentada como total, no mostró evidencias de lesión tumoral a los 50 meses de haber sido tratado con radioterapia de intensidad modulada. Risi, trató 34 meningiomas clinoideos y no tuvo recurrencias después de exéresis totales, en los casos con resecciones incompletas (5 pacientes) dos fueron reintervenidos y 3 sometidos a radioterapia26. Asgari, tuvo un 10% de recurrencia después de la exéresis total y de un 38% de progresión tumoral después de la resección subtotal17. En nuestro estudio no tuvimos recidiva tumoral en los casos de resecciones completas, ni evidencia clínica o imagenológica de recrecimiento tumoral en los casos con resecciones parciales hasta el momento. Conclusiones Los meningiomas clinoideos por su asiento en el centro de la base craneal relacionados anatómicamente con estructuras neurovasculares críticas y por las grandes dimensiones que alcanzan en el momento de su diagnóstico, representan un desafío en la práctica neuroquirúrgica, comportándose en nuestra serie más frecuentes entre las mujeres con la cefalea y el déficit visual monocular como síntomas principales. Las técnicas de base de cráneo y en nuestras manos la craneotomía FTOZ complementadas con osteotomías basales de diferentes grados, han demostrado ser una alternativa eficaz para mejorar la suficiencia de la resección tumoral con mínima morbilidad, ausencia de recurrencias y mortalidad. Recibido: 07.04.12 Aceptado: 06.06.12 Bibliografía 1. Sally B Zachariah, MD. Suzan Khoromi, MD. Meningioma, Sphenoid Wing Jun 2, update 2010. Disponible en htpp://emedicine.medscape. com/article/1215752. 2. Tobias S, Kim CH, Kosmorsky G, Lee JH. 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Neurocirugía 38: 105 - 109, 2012 Resumen El dolor en la craneotomía postoperatoria compromete el cuadro clínico-quirúrgico de los pacientes. El estudio tuvo como objetivo identificar las consecuencias del dolor en pacientes sometidos a craneotomía electiva. Ésta es una visión de un estudio descriptivo, longitudinal. La muestra estuvo constituida de 100 pacientes sometidos a craneotomía electiva. Los datos fueron recolectados entre septiembre de 2010 y octubre de 2011. Las variables estudiadas fueron el insomnio, tos, apetito y la deambulación. Se realizó un análisis descriptivo de las variables, se utilizaron medidas de tendencia central, dispersión y el análisis de las proporciones. Los datos muestran que del 1º al 8º día postoperatorio, el insomnio estuvo presente en 19% y 6,4% de los casos, respectivamente, el 19% de los pacientes reportaron que el dolor le impedía la tos en los primeros días después de la cirugía. Disminución del apetito en el 11% de los pacientes en la evaluación del primer día y en el octavo día después de la cirugía en el 4,3% de los casos este síntoma persistía. En el tercer día después de la cirugía 8,24% de los encuestados informaron que el dolor impidió la deambulación, este síntoma es menos común durante el seguimiento. Se concluye que la evaluación y el tratamiento del dolor postoperatorio adecuado es fundamental para evitar las complicaciones quirúrgicas y el sufrimiento de los pacientes. Palabras clave: Dolor, Complicaciones Postoperatorias, Craneotomía. Abstract The pain in postoperative craniotomy compromises the charts of surgical patients. This study aimed to identify the consequences of pain in patients undergoing elective craniotomy. This is a descriptive study, longitudinal. The sample was comprised of 100 patients undergoing elective craniotomy. Data collection occurred in September 2010 to October 2011. The variables studied were insomnia, coughing, appetite and ambulation. A descriptive analysis of the variables was conducted; measures of central tendency, dispersion and analysis of proportions were used. The data show that from the 1st to the 8th postoperative day the insomnia was present in 19% and 6.4% of the cases, respectively, 19% of patients reported that the pain prevented coughing on the first postoperative day. Appetite decrease in 11% of patients on the first evaluation day and on the eighth day post-operative in 4.3% of the cases this symptom persisted. On the third post-operative day 8.24% of those interviewed reported that the pain prevented ambulation, being that this symptom was less frequent during the follow-up. It is concluded that the adequate assessment and postoperative pain treatment are fundamental in avoiding surgical complications, and patients’ suffering. Key words: Pain, Postoperative Complications, Craniotomy. 105 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Introduction Inadequate pain control in patients undergoing elective craniotomy can increase blood and intra-cranial pressure and consequentially increase the risk of cerebral hemorrhage 1 . Untreated postoperative pain corroborates with complication signs (of the following) such as: tachycardia, insomnia, walking difficulty and healing of wounds. Adequate analgesia in the post-surgical period is fundamental in avoiding consequences of pain and hyperalgesia management inadequate 2. Inadequate acute pain treatment can cause exacerbation of nociceptors causing (and) hyperalgesia. Following tissue injury peripheral sensitization of mediators PGE occurs, 5-HT leukotrienes, bradykinin and substance P, somatastina, neurokinin A, glutamate and aspartate, which are responsible for the increased transmission of the painful stimulus. The painful impulses are transmitted through the Aδ fibers and C. Aδ fibers are myelinated, transmit the painful stimulus quickly, while C fibers are responsible for the transmission of slow pain. These substances are related to the activation of excitatory postsynaptic potentials and the N-methyl-D-aspartate (NMDA) and non-NMDA receptors. The repetition of afferent stimuli cause summation of the action potentials, and therefore pos-synaptic depolarization3,4. After the activation of NMDA receptors by glutamate, the ion magnesium is removed from the inside of the receiver and the influx of calcium into the cell, which results in the amplification and the increase in response to pain3,4. Therefore, the appropriate treatment of pain in the postoperative period of craniotomy should be started early to avoid the harmful effects arising from inadequate management of the phenomenon of pain with views not detrimental to the neurological outcome is to provide better satisfaction to the patient. For the proper management of postoperative pain, the proper training of health professionals and the creation of pain services necessary, which has the objective to supervise and implement analgesic techniques for a better control of the pain phenomenon. In recent years these services have increased both in the countries of Europe as well as the United States5,6. This research is justified by the lack of similar studies with this specificity. This 106 study aimed to identify the consequences of pain in patients undergoing elective craniotomy. It is expected that the results of this study can subsidize the healthcare professionals regarding the appropriate pain management with views of quality care. Method This is a descriptive study, longitudinal, developed in the Intensive Care Unit (ICU) and department of Neurocirurgia da Fundação de Beneficência Hospital de Cirurgia (Neurosurgery of the Foundation Charitable Hospital of Surgery) (FBHC), (reference in craniotomy), located in the municipality of Aracaju/SE, Brazil. The sample is comprised of 100 patients undergoing elective craniotomy. Data collection occurred in September 2010 to October 2011. All the research participants or legal guardians gave written Informed Consent (IC), as conforming to Resolution no. 196/96 of the National Committee on Research Ethics. This study was approved by the Ethics and Research Committee of the Federal University of Sergipe, under No. CAAE 2678.0.000.107 -2010. The inclusion criteria were: patients undergoing elective craniotomy, meeting on the 1st postoperative day (immediate) and have the score of 15 points on the Glasgow coma scale (GCS) at the time of the assessment. (The exclusion criteria were: victims of traumatic brain injury (TBI), patients less than 18 years of age and evolution to death). The data collection instrument contained socio-demographic variables, numerical scale and consequences of the pain. Pain intensity consisted of the following categories: 0 no pain; 1 to 3 mild pain; 4 to 7 moderate pain and 8 to 10 severe pain. Systematic data collection occurred in the following manner: patient was requested to mark on the numeric scale the value corresponding to their pain or say zero to ten which was the intensity of the pain. The patients were evaluated from the first to the eighth postoperative day (POD) and/or until hospital discharge. The data were stored and analyzed in the software SPSS (Statistical Package for Social Sciences) version 20.0. A descriptive analysis of the variables was conducted; measures of central tendency, dispersion and analysis of proportions were used. Results The data from this study demonstrated that 59% of patients undergoing elective craniotomy were female, with an average age 44.6 ± 14.5 years (and 57% were single). On the 1st postoperative day (POD), 59 (59%) of the patients complained of pain and in 37 (62.7%) of the cases the headache was the most common complaint, characterized as moderate in 25 (25%) of patients. Although the pain was present on the 1st POD, 47% of the patients received no analgesia for pain control. In relation to the pain consequences, it was found that from the 1st to the 8th POD, insomnia was present in 19 (19%) and 3 (6.4%) cases, respectively. As for the capacity to cough 19 (19%) reported that the pain prevented coughing on the first day after surgery and on the 8th POD 4 (8.5%) still reported not coughing due to the pain. The data also show that the infection at the incision site is more frequent from the 1st to the 8th POD, followed by respiratory and urinary infection. Appetite decreases in 11 (11%) of the patients on the first assessment day and on the eighth post-surgery day in 2 (4.3%) of the cases this symptom persisted. The results also show that on the third day post-surgery 8 (8.24%) of the patients reported that the pain prevented ambulation, and this symptom less frequent during the follow-up (Table 1). Discussion Postoperative pain control of elective craniotomy is fundamental in avoiding complications arising from the pain phenomenon. Therefore, health professionals should use pharmacological strategies and complementary therapies for the relief of the pain phenomenon with views to avoid unnecessary suffering in patients. Postoperative pain was present in 62.7% of the patients, but in 47% of cases there were no prescription analgesics. Preemptive analgesia is an efficient method for the treatment of post-surgical pain; it prevents pain modulation through the central nervous system and prevents the persistence of the pain phenomenon in the postoperative period 2. Another method for pain control in the postsurgery period of elective craniotomy is the infiltration in the scalp with lidocaine and bupivacaine associated with dipyrone, Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 which provide pain reduction within the first twelve hours, post-surgery7. Studies show that the patient-controlled analgesia (PCA) with fentanyl and ketorolac, provides adequate analgesia in the postoperative period of elective craniotomy1. PCA is a method accepted both by patients and by health professionals and the patients reported greater satisfaction with the treatment8. It is noteworthy that although there are several methods for the control of postsurgical pain, the patients in this study were not benefited with these resources, which corroborated with the occurrence of postoperative complications. In this study, the insomnia was the main pain consequence. Insomnia involves individual suffering and costs to society9. Adequate sleep provides the clinical improvement of patients, strengthens the immune system and revival of basal metabolism. One of the factors that interfere with the quality of sleep and the presence of pain10. It is noted that the insomnia due to pain and is a given concern, in view of the patients who were admitted to hospitals, it was believed that they had the proper pain control, and therefore could have proper sleep, which allows a more effective recovery from surgery. The data revealed that as a pain consequence, coughing was compromised in 19% and 8.5% of the patients on the 1st and 8th POD, respectively. The persistence of pain causes changes in the breathing pattern, in gaseous exchanges and pulmonary defense mechanisms, amending vital capacity, ability to cough and ventilate without harm to the ventilation/perfusion and increases the risk of pulmonary infection2,11. In addition, in this study, the patients developed respiratory infection, in which compromises their Table 1: Pain consequences in patients undergoing elective craniotomy FBHC, Aracaju, 2012 Variables POD (n%) Day 1 Day 2 Day 3 * Day 4 ** Day 5 *** Day 6 **** Day 7 ***** Day 8 ****** Yes 18 (18.0) 10 (10.0) 12 (12.4) 14 (14.7) 7 (7.9) 8 (10.3) 5 (7.2) 3 (6.4) No 82 (82.0) 90 (90.0) 85 (87.6) 81 (85.3) 82 (92.1) 70 (89.7) 64 (92.8) 44 (93.6) Yes 19 (19.0) 8 (8.0) 12 (12.4) 9 (9.5) 7 (7.9) 7 (9.0) 3 (4.3) 4 (8.5) No 81 (81.0) 92 (92.0) 85 (87.6) 86 (90.5) 82 (92.1) 71 (91.0) 66 (95.7) 43 (91.5) Incision - 2 (2.0) 2 (2.1) 2 (2.2) 2 (2.2) 1 (1.2) 3 (4.3) 3 (6.3) Respiratory - 2 (2.0) 2 (2.1) 3 (3.3) 3 (3.3) 2 (2.5) 3 (4.3) 5 (10.6) Urinary - 0 (0.0) 0 (0.0) 1 (1.1) 1 (1.1) 1 (1.2) 3 (4.3) 0 (0.0) Yes 11 (11.0) 8 (8.0) 12 (12.4) 8 (8.4) 2 (2.2) 5 (6.4) 3 (4.3) 2 (4.3) No 89 (89.0) 92 (92.0) 85 (87.6) 87 (91.6) 87 (97.8) 73 (93.6) 66 (95.7) 45 (95.7) Yes 0 (0.0) 0 (0.0) 8 (8.24) 4 (4.2) 2 (2.2) 2 (2.6) 0 (0.0) 1 (2.1) No 100 (100) 100 (100) 89 (91.7) 91 (95.8) 87 (97.8) 76 (97.4) 69 (100) 46 (97.9) Insomnia Interferes with the ability to cough Infection Site Decreased Appetite Stopped Walking PO = post-operative period. POD = postoperative days. * 3 Patients were discharged in the range 2 - 3 POD. ** 6 Patients were discharged in the range 3 - 4 POD. *** 11 Patients were discharged in the range 4 - 5 POD. **** 22 Patients were discharged in the range 5 - 6 POD. ***** 31 Patients were discharged in the range 6 - 7 POD. ****** 53 Patients were discharged in the range 7 - 8 POD. 107 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 clinical profile and hinders recovery from surgical. It was not possible to associate the cough impairment with the development of respiratory infection. The prevalence of infection at the surgical site occurred from the second postoperative day. Differing from the results of this study, research12 that evaluated the efficacy of decompressive craniotomy in the intra-cranial hypertension treatment, in this research the authors identified an infection prevalence of 9.5% at the surgical wound. The standardization of antibiotic protocols in the perioperative period, the control of capillary glucose13, the use of aseptic techniques and simple hand washing are essential to avoid infection. The measures for the control of the infection should begin in the pre-operative period and extend until the post-operative period, which should be used by health professionals with views of controlling surgical infection. In this study, 4.3% of the patients developed urinary infection in the post-surgery period. As a local protocol, all of the patients used a vesical catheter in the postoperative period. The risk for the development of infection by a single catheterization is 1 to 2%14. About 20 to 50% of hospitalized patients use the vesical catheter, another factor that contributes to the permanence of catheterization for long periods, and the ignorance of doctors on the use of catheterization for their patients15. These data demonstrated the importance of reviewing the protocol place of vesical catheter for long periods with a view to minimize this outcome. Another pain consequence was decreased appetite, evidenced in all of the study follow-up. Proper nutrition in the postoperative period is crucial for facilitating the healing of the surgical wound and recovery of vital functions. Food deprivation for a period of 24 hours, causes changes in the basal metabolism, decreases muscle strength, resistance to insulin and causes anxiety in patients16. It is believed that the action of the multiprofessional team contributes to the reduction of nutritional complications, shorter hospital stay and hospital costs, and therefore promotes the best satisfaction for patients and their families. The data from this research revealed that due to the pain 8.24% of patients reported pain prevented ambulation. Early ambulation in the postoperative period is important for faster return of the digestive system functions and other physiological functions and reduces the risk of pulmonary thromboembolism. It is emphasized that the adequate control of pain allows early ambulation, and therefore surgical improvement17. Conclusion It is concluded in this research that insomnia, reduced ability to cough, impaired ambulation and decreased appetite were the main pain consequences in patients undergoing elective craniotomy. These data show that the assessment and treatment of adequate postoperative pain are fundamental in avoiding surgical complications, and patients’ suffering. This is expected to have contributed to the reflection of health professionals about the importance of pain control in the postoperative period after elective craniotomy with views to providing quality care. New are need studies for an in-depth view on the subject. Recibido: 10.08.12 Aceptado: 08.09.12 References 1. 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Preoperative oral carbohydrate treatment attenuates endogenous 108 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 glucose release 3 days after surgery Clin Nutr 2004 23 (4): 733-41. 17. Fernández-Galinski DL, DEAA, Gordo F, López- Galera S, Pulido C, Real J. Conocimientos y actitudes de pacientes y personal sanitario frente al dolor postoperatorio. Rev Soc Esp Dolor 2007 14 (1): 3-8. Author adress for correspondence Maria do Carmo de Oliveira Ribeiro MD. Nursing Department of the Federal University of Sergipe Rua Cláudio Batista, S/N, Bairro Sanatório, CEP 49.060 - 100- Aracaju-SE, Brazil. Brazil. Phone: 55-79 2105 18-13 and 55-79 9997 17-95, E-mail: [email protected] 109 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Resultados obtenidos en el manejo de enfermedades cerebrales mediante terapia endovascular Results obtained in the management of brain disorders with endovascular therapy Dr. Jimmy Achi Arteaga1,2,3, Dra. Martha Burgos Morales4, Dr. Mario Izurieta3, Dr. Bolìvar Cárdenas3, Dr. Xavier Montenegro3, Dr.Eduardo Vargas3, Dr. Leonidas Quintana.5,6 1 Centro de Estudios de Enfermedades Neurológicas (CEEN) Complejo Hospitalario Clínica Kennedy. 2 Servicio de Hemodinamia Clínica Kennedy (CARDIATESA). 3 Hospital Luis Venaza, Guayaquil - Ecuador. 4 Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Facultad de Ciencias Médicas, Guayaquil-Ecuador. 5 Jefe de Servicio de Neurocirugía, Hospital Carlos Van Buren, Valparaíso - Chile. 6 Universidad de Valparaíso, Escuela de Medicina, Valparaíso - Chile. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 110 - 120, 2012 Resumen Antecedentes: La terapia endovascular neurológica ha evolucionado rápidamente en un período de tiempo relativamente corto. Esta técnica ha pasado de sus propósitos iniciales, enfocados a pacientes en los que la cirugía abierta no representaba una buena opción, a convertirse en una corriente de la práctica cotidiana. Objetivo: Exponer los resultados obtenidos en pacientes con diversas patologías cerebrales abordados por terapia endovascular, durante un período de 24 meses, con la finalidad de analizar los beneficios de este método terapéutico. Metodología: Estudio observacional, retrospectivo, analítico, que incluye como población todos los pacientes con patología cerebral intervenidos mediante terapia endovascular, en el Grupo Hospitalario Kennedy, Centro de Intervencionismo AngioManabí, Hospital Luis Vernaza y Clínica Guayaquil; durante el período comprendido entre junio de 2010 a mayo de 2012. Resultados: Las patologías más diagnosticadas fueron aneurismas cerebrales con 75% (n = 175) de los casos, seguido por malformaciones arteriovenosas con 14% (n = 33). Las complicaciones observadas fueron migración de coil y ruptura de un aneurisma durante su embolización. Se observó una mortalidad total de 2,82%, relacionada con mal estado clínico y alto grado imagenológico de pacientes con aneurismas cerebrales. Posterior a la intervención, 96,23% (n = 204) de los pacientes permanecen en grado Rankin 1. Conclusiones: La terapia endovascular neurológica ha obtenido resultados altamente satisfactorios en diversas patologías del sistema nervioso, con bajo índice de complicaciones y morbimortalidad; constituyendo así una excelente elección en el manejo de estas patologías. Palabras clave: Embolización terapéutica, Neurocirugía, Hemorragia Subaracnoidea, Aneurisma Intracraneal, Malformación arteriovenosa. Abstract Background: Endovascular therapy has evolved rapidly over a relatively short period of time. This technique has evolved from its initial purposes, to treat patients for whom no good open surgical option existed, to become a mainstream of everyday practice. Objective: To present obtained results in patients with brain diseases approach by endovascular therapy, for a period of 24 months, in order to analyze the benefits of this therapeutic method. Methodology: Observational, retrospective, analytical study, of all patients with brain diseases treated by endovascular therapy at Grupo Hospitalario Kennedy, Centro de Intervencionismo AngioManabí, Hospital Luis Vernaza and Clínica Guayaquil, from June 2010 to May 2012. Results: Conditions most commonly diagnosed were brain aneurysms with 75% (n = 175) of cases, followed by arteriovenous malformations with 14% (n = 33). Complications observed were coil migration in two cases, and aneurysms rupture during the embolization. There was a total mortality of 2,82%, related to poor clinical condition and high imaging grade in patients with intracranial aneurysms. After 110 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 intervention, 96,23% (n = 204) of the patients are in Rankin grade 1. Conclusions: Endovascular therapy has achieved highly satisfactory results in several diseases of the nervous system, with low rate of complications and morbid-mortality, making it an excellent choice in the management of these pathologies. Key words: Therapeutic Embolization, Neurosurgery, Subarachnoid Hemorrhage, Intracranial Aneurysms, Arteriovenous Malformations. Introducción La terapia endovascular neurológica ha evolucionado rápidamente en un periodo de tiempo relativamente corto. Este método menos invasivo de tratamiento fue desarrollado originalmente por radiólogos y neurocirujanos para tratar pacientes en los que la neurocirugía abierta no representaba una buena opción, o aquellos en los que las técnicas quirúrgicas convencionales habían fallado. Con el rápido avance de la tecnología informática y el desarrollo de nuevos dispositivos, esta técnica ha pasado de sus propósitos iniciales a convertirse en una corriente de la práctica cotidiana, reemplazando en cierta forma a la cirugía convencional1-3. En la actualidad, la terapia endovascular neurológica se aplica principalmente en el tratamiento de aneurismas intracerebrales, malformaciones y fístulas arteriovenosas cerebrales, medulares y faciales, embolización de tumores cerebrales, fibrinólisis hiperselectiva de oclusiones arteriales y venosas cerebrales, angioplastía de los troncos supra-aórticos y carotideos con colocación de stent intra y extracraneal, entre otras3,4. El objetivo del presente reporte consiste en exponer los resultados obtenidos en pacientes con diversas patologías cerebrales abordados por terapia endovascular, durante un período de 24 meses, con la finalidad de analizar los beneficios de este método terapéutico. Material y Métodos Se presenta es un estudio observacional, retrospectivo, analítico, que incluye como población todos los pacientes con patología cerebral intervenidos mediante terapia endovascular, en el Grupo Hospitalario Kennedy, Centro de Intervencionismo AngioManabí, Hospital Luis Vernaza y Clínica Guayaquil; durante el período comprendido de junio de 2010 a mayo de 2012. El diagnóstico definitivo de los pacientes se estableció mediante estudios de imágenes como tomografía, resonancia magnética y angiografía; dependiendo de cada caso. Todos los casos del presente artículo fueron intervenidos por el autor. Se procedió a la recolección de datos y su digitalización en Microsoft Excel, en tablas comparativas que incluyeron edad y género de los pacientes, patologías diagnosticadas, número de pacientes intervenidos, estadio clínico del paciente previo a la intervención según la Escala de Gravedad de Hemorragia Subaracnoidea de la World Federation of Neurosurgical Societies (WFNS), grado de hemorragia subaracnoidea al ingreso según la Escala de Fisher, tipo de intervención realizada, complicaciones relacionadas con la intervención y estado clínico del paciente posterior a la intervención según la Escala de Rankin modificada. Resultados Se presenta una serie de casos que incluye 213 pacientes con enfermedades cerebrales tratados mediante terapia endovascular. Los aneurismas cerebrales fueron la patología más diagnosticada, Tabla 1: Relación de hallazgos angiográficos e intervención endovascular Hallazgos Número de pacientes Número de hallazgos Total Intervención Número Aneurismas Si No % Número % Número % 155 72,77 160 91 15 9 175 75 MAV 33 15,49 30 91 3 9 33 14 Estenosis 11 5,16 8 73 3 27 11 5 Tumores 7 3,29 7 100 0 0 7 3 Fistulas 7 3,29 7 100 0 0 7 3 213 100,00 212 91 21 9 233 100 Total casos Fuente: Departamento de estadística del Hospital Clínica Kennedy, Centro de Intervencionismo AngioManabí, Hospital Luis Vernaza y Clínica Guayaquil. 111 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 correspondiendo al 75% (n = 175) de los casos, en 155 pacientes; le siguen en orden decreciente, las malformaciones arteriovenosas (MAV) con 14% (n = 33), estenosis arteriales con 5% (n = 11), tumores con 3% (n = 7) y fístulas arteriovenosas con 3% (n = 7). (Tabla 1). Con respecto a los aneurismas cerebrales, la distribución de pacientes según el género correspondió a 63% (n = 98) femenino y 37% (n = 57) masculino. La edad promedio fue de 53,3 años con desviación estándar de 14,03 y rango de edad entre 17 y 90 años. En 89% (n = 138), se encontró un solo aneurisma; 9,68% (n = 15) presentó 2 aneurismas y un solo paciente presentó 3 y 4 aneurismas. El 95,88% (n = 163) de los aneurismas se ubicó en la circulación anterior, siendo más frecuentes los localizados en la arteria comunicante posterior y arteria cerebral media, con 28% (n = 49) de los casos y 27% (n = 47), respectivamente. Se encontró aneurismas de circulación posterior en 6,86% (n = 12) de los casos. (Gráfico 1) Del total de aneurismas diagnosticados fueron intervenidos 91,43% (n = 160); 91,25% (n = 146) fueron embolizados con coils, en 7 pacientes se utilizó la técnica sole stenting y en 7 pacientes se realizó embolización asistida con stent. (Gráfico 2) (Figuras 1 a 8). Según la forma de los aneurismas, 85,71% (n = 150) fueron saculares y 14,29 (n = 25) fusiformes. Del total de casos, 26,29% (n = 46) presentaron mala relación saco/cuello (1:1), 36% (n = 63) tuvieron relación 2:1 y 37,71% (n = 66) presentaron relación 3:1. La distribución de pacientes según su estado clínico y características imagenológicas pueden observarse en las tablas 3 y 4, respectivamente. Se presentaron complicaciones durante el procedimiento en 1,88% (n = 3) de los casos, que consistieron en migración del coil (n = 2) y ruptura del aneurisma durante el procedimiento (n = 1). Fallecieron 3,75% (n = 6) del total de pacientes intervenidos. Las MAV constituyeron el 14% (n = 33) de los casos, fueron intervenidos 91% (n = 30). (Tabla 1) Correspondieron a MAV grado I 9,09% (n = 3) de los casos, 60,61% (n = 20) fueron de grado III; y 30,30% (n = 10), grado IV. Los materiales embolizantes fueron: Onix en 83% (n = 25) de los casos, histoacryl en 2 ocasiones, coils en 2 casos y PVA en una ocasión. El promedio de edad fue 112 Gráfico 1: Frecuencia de localización de aneurismas cerebrales ACI: arteria carótida interna. AOft: arteria oftálmica. ACorA: arteria coroidea anterior. AComP: arteria comuncante posterior. ACM: arteria cerebral media. ACA: arteria cerebral anterior. AComA: arteria comunicante anterior. AMeningH: arteria meningohipofisaria. Apericallosa: arteria pericallosa. ACP: arteria comunicante posterior. ACorP: arteria coroidea posterior. PICA: arteria cerebelosa posteroinferior. Tabla 3: Relación entre grado Fisher y muerte Grado Fisher Pacientes % Fallecidos % I 45 29,03 0 0,00 II 31 20,00 1 3,23 III 64 41,29 0 0,00 IV 15 9,68 5 33,33 155 100,00 6 3,87 Total Fuente: Departamento de estadística del Hospital Clínica Kennedy, Centro de Intervencionismo AngioManabí, Hospital Luis Vernaza y Clínica Guayaquil. Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 38,96 años con desviación estándar de 13. La relación entre géneros fue 2:1 (22 masculinos, 11 femeninos). (Figura 9 y 10). Se realizaron, además, 8 angioplastías intra y extracerebrales: 5 carotídeas, 2 de arteria cerebral media y una vertebral; 7 tumores cerebrales: 5 meningiomas y 2 casos de angiofibroma nasofaríngeo juvenil y 7 fístulas arteriovenosas. (Tabla 1). Discusión y conclusiones Figura 1: A. Angiografía con sustracción digital (ASD) que muestra aneurisma de arteria basilar y arteria cerebelosa posteroinferior. B. ASD 6 meses después del procedimiento que demuestra oclusión completa de los aneurismas embolizados con coils. Figura 2: A. ASD que muestra aneurisma de arteria cerebral media derecha. B. ASD de control inmediato que muestra oclusión total del aneurisma embolizado con coils. Gráfico 2: Intervención realizada en aneurismas cerebrales La terapia endovascular neurológica es un procedimiento mínimamente invasivo para tratar lesiones vasculares complejas en cabeza, cuello y columna3,4. Los resultados obtenidos en los pacientes analizados muestran resultados favorables en su mayoría. En el grupo de pacientes analizados, la mayoría de los casos corresponde a aneurismas cerebrales. En lo que refiere al manejo de aneurismas, estudios recientes, como el ISAT y el ISUIA, han mostrado mejor evolución en los casos tratados por vía endovascular en comparación con otras técnicas, en lo que refiere a índice de morbi-mortalidad5,6. La presentación clínica y las características del aneurisma contribuyen en gran medida a decidir el abordaje endovascular. Los pacientes de edad avanzada son menos proclives a someterse a grandes cirugías y por lo tanto, pasibles del tratamiento endovascular; al igual que aquellos en mal estado clínico. Así mismo, presentan mejor evolución los aneurismas con buena relación saco/ cuello, saculares y de tamaño pequeño o grande. Los aneurismas del circuito posterior son mejor tratados por vía endovascular, mientras que los de circulación anterior presentan mayor dificultad para este abordaje, y los aneurismas localizados en la arteria cerebral media clásicamente se consideran para clipaje quirúrgico3,7-12. En los casos presentados, al relacionar mortalidad con estadio clínico y grave de hemorragia subaracnoidea por imágenes; se observa el mal estado clínico (WFNS IV y V) en más de la mitad de los pacientes fallecidos y la presencia de hemorragia intraventricular y/o intraparenquimatosa en casi la totalidad de ellos; así, podemos deducir que la mortalidad del procedimientos está claramente relacionada con la gravedad clínica e imagenológica del paciente. 113 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 3: A. ASD que muestra aneurisma de arteria comunicante anterior. B. ASD de control inmediato que muestra oclusión del mismo. Figura 4: ASD que muestra aneurisma de arteria cerebral anterior. B. ASD de control inmediato que muestra oclusión del mismo. Figura 5. A. Angiografía que muestra aneurisma de arteria comunicante posterior. B. ASD de control inmediato que muestra embolización total del aneurisma más colocación de stent. 114 Se observaron buenos resultados en los pacientes con aneurismas de circulación posterior, clásicamente tratados por vía endovascular8,9. Los aneurismas de circulación anterior también presentaron buena evolución, incluyendo los aneurismas de arteria cerebral media usualmente considerados de manejo quirúrgico10-16. Esto demuestra que el avance en la técnica y el desarrollo de nuevos dispositivos han permitido obtener buenos resultados en los aneurismas del circuito anterior. Entre las complicaciones, se presentó migración de coil en aneurismas pequeños de circulación anterior, saculares, con relación saco cuello 1:1, lo que explica su salida al vaso padre; de estos, un caso presentó lesión isquémica por migración del coil a la arteria pericallosa; actualmente ambos pacientes se encuentran en Rankin 2. En otro caso, un extremo del coil salió a la luz del vaso portador del aneurisma, y se procedió a la colocación de un stent con el fin de evitar su migración. Además, se presentó una ruptura aneurismática durante la colocación de los coils, en un aneurisma pequeño, sacular con relación saco cuello 2:1, sin embargo, se continuó con la colocación de los mismos, logrando la exclusión total del aneurisma, actualmente el paciente se encuentra en Rankin 1. Los aneurismas grandes, gigantes, fusiformes, la mayor parte de los aneurismas saculares y de los aneurismas con mala relación saco cuello se intervinieron sin complicaciones. En el manejo de las malformaciones arteriovenosas cerebrales (MAV), tomando como base la clasificación de SpetzlerMartin, se recomienda la terapia endovascular en las MAV tipo II y III antes de cirugía o radiocirugía; en las lesiones tipo IV o V se considera la embolización para su completa exclusión o embolización paliativa3,4,17-19. La mayor parte de los casos hallados correspondieron a MAV tipo III y principalmente se intervinieron con Onix. No se registró mortalidad y actualmente todos los pacientes se encuentran en buen estado clínico. (Figura 9 y 10). Los avances en el diseño de catéteres con balón y stent han mejorado la posibilidad de manejo de la tortuosa anatomía de la arteria carótida interna cervical e intracraneal y arteria vertebral y ha permitido el tratamiento endovascular de patologías cerebrovasculares que antes se consideraban inaccesibles por abor- Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 6: A y B. ASD que muestra aneurisma de arteria comunicante posterior. C y D. ASD de control inmediato que muestra embolización total del aneurisma. Figura 7: A. ASD que muestra aneurisma de arteria comunicante posterior. B y C. ASD que muestra microcatéter y coils en el interior del aneurisma. D. ASD de control inmediato que muestra embolización total del aneurisma. 115 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 8: A. ASD que muestra aneurisma de arteria comunicante posterior. B. ASD de control inmediato que muestra oclusión total del aneurisma posterior a embolización con coils. Figura 10: A y B. ASD que muestra malformación arteriovenosa temporal izquierda. C y D. ASD durante la embolización con histacryl. E y F. ASD un año después de la intervención. 116 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 9: A y B. ASD que muestra embolización de malformación arteriovenosa con onix. Figura 11: A. Toma radiográfica que muestra estenosis carotídea derecha. B y C. Tomas radiográficas antes (B) y después (C) del despliegue del stent autoexpansible. D. ASD de control inmediato posterior a la angioplastía. 117 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 12: A. ASD que muestra estenosis de arteria vertebral izquierda. B. Road map donde se aprecia los extremos del stent autoexpansible y el microcatéter en el interior de la arteria. C. ASD posterior al despliegue del stent autoexpansible. Figura 13. Angioplastía por infarto de ACM (arteria cerebral media). A. ASD que muestra déficit de irrigación de las ramas de la ACM. B. ASD donde se aprecia los extremos del stent autoexpansible y el microcatéter en el interior de la arteria. C. ASD posterior al despliegue del stent autoexpansible. Además se observa hallazgo de aneurisma de arteria comunicante anterior. Figura 14: A. Angiografía cerebral de arteria carótida interna derecha en proyección lateral que muestra fístula carótido cavernosa y abordaje combinado arteria-vena. B. Angiografía de control inmediato posterior a embolización de fístula con coils, asistida por balón. 118 Trabajo Original daje percutáneo, como la estenosis de las arterias mencionadas3,20-25. En esta serie, fueron intervenidos casos de estenosis arteriales mediante angioplastía con stent, con obtención de buenos resultados. (Figura 11 a 13). El abordaje endovascular en los tumores consiste en devascularización del lecho vascular tumoral con preservación de la distribución vascular arterial normal, previa a una cirugía craneal abierta, con el fin de reducir la pérdida sanguínea; y, apertura de la barrera hematoencefálica para permitir el acceso de agentes quimioterapéuticos3,4,26,27. En los casos incluidos, la embolización se realizó Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 principalmente con partículas de PVA de 150 a 300 micrones. El tratamiento endovascular de las fístulas carótido-cavernosas consiste en la utilización de un balón desprendible, con preservación del lumen de la ACI para provocar la oclusión de la misma. Además, se puede traspasar el sitio de ruptura con un mirocatéter, embolizando en el lado venoso coils de liberación controlada, que producirán oclusión de la fístula3,4,28,29. Se obtuvo la oclusión total en todos los casos intervenidos. (Figura 14). Tras el análisis de los resultados obtenidos, se ha observado que la terapia endovascular neurológica ha obtenido resultados altamente satisfactorios en diversas patologías del sistema nervioso, como aneurismas cerebrales, malformaciones y fístulas arteriovenosas, estenosis arteriales y tumores cerebrales; con bajo índice de complicaciones y morbi-mortalidad; constituyendo así una excelente elección en el manejo de patologías complejas del sistema nervioso central. Recibido: 29.06.12 Aceptado: 30.07.12 Bibliografía 1. Borg B, Fiorella D, Masaryk T. 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Fístulas arteriovenosas durales (davfs) que afectan al seno sagital superior: principales características y modalidades de tratamiento, Rev Chil Neuroc. 2010; 34: 49-57. Correspondencia a: Dr. Jimmy Achi Arteaga Hospital Clínica Kennedy Alborada. Crotos y Av. Rodolfo Baquerizo. Consultorio 305 Guayaquil – Ecuador. 59342643757 - 59397220007 [email protected] 120 Trabajo Original Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Experiencia obtenida con el uso de la craniectomía descompresiva en el hospital de urgencia Asistencia Pública de Santiago Dr. Raúl de Ramón Silva1, Int. José Ignacio Vergara Orellana.2 1 Servicio Neurocirugía HUAP, Clínica Santa María. 2 Interno Medicina Universidad de Chile. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 121 - 124, 2012 Resumen Se revisaron 24 pacientes sometidos a craniectomía descompresiva en el HUAP entre los años 2009 y 2011, constituyendo el 8% de las cirugías realizadas en ese período. La distribución por edad fue mayoritariamente en el sexo masculino con un 75% de los pacientes. No se encontró clara relación en el outcome en relación a la edad y al Glasgow de ingreso. El mecanismo causal más frecuente fueron los atropellos con un 60,87% de los casos, seguido por las caídas con un 26,09% y las agresiones con un 13,04%. Se consignó la presencia de alcohol en al menos 29,16% de los enfermos. La mortalidad registrada fue de un 45,83% versus una sobrevida de un 54,17%. De los pacientes vivos, un 33,77% egresó autovalente, un 46,15% quedó dependiente y un 23,08% quedó en estado vegetativo. En las causas de mortalidad se encontró una alta tasa secundaria a infecciones respiratorias con un 45,45% del total de los decesos. La tasa de complicaciones postoperatorias fue del orden de un 45,83%, requiriendo de resolución quirúrgica el 63,3% de ellas. Hubo un mejor outcome en los pacientes en que la craniectomía se realizó dentro de las 1ras 24 horas versus las efectuadas en forma diferida. Las complicaciones más frecuentes fueron las colecciones yuxtadurales, seguidas de las complicaciones infecciosas. Palabras clave: Craniectomía descompresiva, TEC grave, Hipertensión Intracraneal. Introducción La craniectomía descompresiva es una técnica quirúrgica ampliamente utilizada hoy en día, tanto en el manejo de los TECs graves, como en otras patologías cerebrales, que cursan con una hipertensión intracraneana refractaria, siendo indicada usualmente cuando el resto de las otras terapias no logran controlar dicha hipertensión y en algunos casos incluso como maniobra de salvataje en estos enfermos frente a la falla del manejo de todo el resto de las terapias disponibles. No obstante, su amplia utilización, no están lo suficientemente claros los resultados obtenidos en nuestro medio local, no tanto en relación al manejo de la hipertensión intracraneal per se, sino en cuanto a los resultados clínicos, la morbilidad secundaria y al control real de la mortalidad en estos pacientes. En el presente trabajo, se revisaron 24 pacientes en que se efectuaron craniectomías descompresivas por TEC grave realizadas en el HUAP. Se vio el índice de mortalidad y complicaciones, el grado de autovalencia y dependencia con que quedaron los pacientes intervenidos, las indicaciones utilizadas y los tiempos de su ejecución, entre otros parámetros. Material y Método Se efectuó una revisión retrospectiva de 445 operaciones realizadas en el HUAP entre los años 2009 y 2011, de las cua- les 36 correspondieron a craniectomías descompresivas (8% del total). De estas 24 se efectuaron en pacientes con TEC grave y 8 (22% de la craniectomías) se efectuaron en pacientes con AVE Silvianos. Para los fines de esta revisión se consideraron sólo aquellas realizadas en los TEC. La técnica utilizada en todos los pacientes menos uno, fue una craniectomía fronto-témporo-parietal extensa con apertura dural y duroplastía con pericráneo. En un solo paciente se realizó una craniectomía bifrontal con duroplastía. Se consignaron la edad, sexo, Glasgow de ingreso, mecanismo del trauma, momento de la indicación de la craniectomía, hallazgos escanográficos, complicaciones secundarias, mortalidad y estado al alta de los pacientes. No fue 121 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 posible efectuar un adecuado seguimiento a largo plazo, dado la escasa cooperación presentada por los familiares al llamado telefónico y a la inasistencia a control clínico de los pacientes citados para su reevaluación. El número de pacientes analizados, sólo permitió poder establecer resultados en forma inicial, ver morbimortalidad y estado de los pacientes al alta y tener una idea de los logros obtenidos, así como poder compararlos con los encontrados en la literatura publicada, quedando claro que su número no permite establecer conclusiones estadísticas pero sí tener una perspectiva y un panorama de los logros conseguidos con la aplicación de esta técnica en los enfermos tratados en el Hospital. Discusión En las distintas series revisadas aparece como un factor importante en el outcome de los pacientes sometidos a craniectomía descompresiva, el Glasgow de ingreso. Esto no se verificó en nuestra serie de pacientes, obteniéndose buenos resultados en forma aleatoria en relación al Glasgow de ingreso. Cabe destacar que la mayoría de los pacientes que llegan al HUAP con TEC grave, llegan traídos por el SAMU y al recuperador, habiendo incidencia importante en la evaluación de ingreso, de las drogas utilizadas por los reanimadores para el manejo e intubación de los enfermos. También incide en esto, el alto índice de enfermos que sufren el trauma bajo los efectos del alcohol (consignado en por lo menos el 29,16% de los enfermos) e incluso de drogas lo que también interfiere con la evaluación del Glasgow inicial. En ese sentido, tendría un factor pronóstico más evidente en nuestro medio, la evaluación del Glasgow a cierta distancia del ingreso al servicio que el inicial. La edad también se ha considerado como un factor relevante en el outcome de los pacientes, sin embargo, en la serie revisada no hubo una clara diferencia en los resultados en relación a este parámetro, posiblemente en relación al número pequeño de enfermos revisados. La distribución por sexo fue claramente de predominio masculino con un 75% de los casos versus el femenino con un 25% de los casos. Como mecanismo del trauma, se encontró una clara preponderancia en los atropellos con un 60,87% de los casos, 122 seguido por las caídas en un 26,09% y las agresiones con un 13,04%. En la revisión del scanner de ingreso, no se encontraron claras diferencias en relación a los hallazgos y la sobrevida (sólo edema, edema + contusiones, edema + colecciones, edema + colecciones + contusiones, etc), probablemente por la dificultad de homologar el distinto grado y proporción de las lesiones en cada paciente. Los criterios utilizados para la indicación de la craniectomía en la mayoría de los casos involucraron el estado clínico y los hallazgos escanográficos y en los que se encontraba disponible, la evolución de la PIC. En cuanto al tiempo de evolución, 50% de las craniectomías fueron efectuadas en forma inicial (dentro de las primeras 24 horas) y 50% fueron diferidas. De las diferidas, el 50% fue indicada entre el 4º y 6º día de evolución. Se encontró una diferencia en relación al momento de indicación de la craniectomía y el % de sobrevida, observándose un mayor porcentaje de sobrevida en los enfermos en la que se realizó ésta a las pocas horas de ingreso (sobrevivieron 8, fallecieron 4) en comparación a las que se indicaron días después del trauma (sobrevivieron 5, fallecieron 7). En este resultado no se puede dejar de considerar que, en muchas de las efectuadas inicialmente se evacuaron colecciones yuxtadurales e intracerebrales, con el consiguiente aumento de espacio intracraneal, indicándose la descompresiva en estos casos en base a los hallazgos intraoperatorios, factor que no estuvo presente en las diferidas, en que lo que predominó fue la presencia de edema y contusiones. De los pacientes operados la tasa de complicaciones observadas fue del orden de un 45,83%, de estas las que requirieron resolución quirúrgica fueron el 63,3% de ellas. Estos resultados son inferiores a los descritos en la literatura revisada y pensamos que son susceptibles de ser mejorados lo que incidiría en los resultados obtenidos. Las complicaciones más frecuentemente encontradas fueron: presencia de colecciones yuxtadurales postquirúrgicas, meningitis postoperatorias, abcesos intracerebrales, infartos (la mayoría de ellos extensos), hidrocefalia y presencia de edema refractario que no se logró manejar con ninguna de las medidas instauradas. De estas, la de mayor incidencia fue la presencia de colecciones postoperatorias con un 45,45% seguido por las complicaciones infecciosas con un 36,36%. De los casos revisados se observó una sobrevida de un 54,17% (13 pacientes de 24) y una mortalidad de un 45,83% (11 pacientes de 24), es decir, prácticamente la mitad de los enfermos intervenidos fallecieron por alguna causa y sólo cerca del 50% sobrevivió. De las causas de mortalidad encontradas, cerca de la mitad fueron por complicación infecciosa de las vías respiratorias (45,45%), lo que tiene clara relación con el manejo en UCI de estos enfermos, siendo un factor que podría ser posiblemente mejorado en relación al manejo intra unidad. De los pacientes sobrevivientes, se encontró un 30,77% de ellos en condiciones autovalente al egreso, un 46,15% en condiciones dependientes y un 23,08% dados de alta en estado vegetativo. Si consideramos el % de pacientes fallecidos y los resultantes en estado vegetativo, nos damos una idea de la gravedad de esta patología y de los relativamente discretos resultados que se logran obtener pese a los enormes esfuerzos invertidos. Por otro lado, el lograr un número no menor de pacientes autovalentes y de pacientes vivos aunque dependientes, hace que este esfuerzo valga la pena, teniendo en consideración que estos resultados pueden ser mejorados en el futuro. Conclusión No se encontró en nuestra serie, una clara relación entre el Glasgow de ingreso, la edad y el estado funcional al alta, de los pacientes tratados, tal como está descrito en la literatura publicada, lo que deberá establecerse a futuro con una serie mayor de pacientes estudiados. Claramente los atropellos aparecen como la causal más frecuente de los TEC graves que requieren de efectuar una descompresiva, habiendo una incidencia importante del alcohol involucrado en estos accidentes y un claro predominio de la patología en el sexo masculino. La tasa de mortalidad fue un poco mayor a la encontrada en los estudios publicados, jugando un rol importante en esta, la incidencia de complicaciones respiratorias lo que podría eventualmente ser modificado. Lo mismo se encontró en relación a la tasa de complicaciones postoperatorias, que fueron mayores que en otros centros, lo que deberá llevar a una mejor protocolización del Trabajo Original procedimiento. Habría un mejor outcome en los pacientes en que se realiza la craniectomía descompresiva en forma inicial, con respecto a aquellos en que se efectúa en forma tardía, lo que deberá ser verificado en una mayor serie que la revisada. Finalmente, se puede concluir que, la craniectomía descompresiva es una técnica quirúrgica de gran utilidad en el manejo de los pacientes con TEC grave, siendo claramente una medida enfocada al manejo de la hipertensión intracraneal refractaria, que logra recuperar un número importante de enfermos, que en otras condiciones habrían fallecido, pero que debe contemplar, que pese a su utilización, persiste una alta tasa Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 de mortalidad en ellos y un número no despreciable de pacientes sobrevivientes en estado vegetativo, que se deben tener en consideración al momento de indicarla y de conversar con los familiares de las expectativas que se pueden lograr. Es claro que con la optimización de muchos factores, el % de buenos resultados y la tasa de incidencia de complicaciones, puede ser mejorado, con el consecuente incremento en los resultados positivos obtenidos y el mejor estado funcional final de los enfermos en los cuales esta técnica es indicada o requerida. Como metas a plantearse a futuro afloran: Las medidas que se pueden implementar para mejorar el control de los problemas respiratorios en el manejo durante la permanencia en la UCI. Como definir una mejor protocolización y estandarización de los procedimientos quirúrgicos para disminuir la tasa de complicaciones asociadas. Optimizar la indicación del procedimiento y el tiempo oportuno en que este es efectuado en los pacientes. Recibido: 06.09.12 Aceptado: 12.09.12 Bibliografía 1. Aarabi B, Hesdorffer D, Ahn E, et al. Outcome following decompressive craniectomy for malignant swelling due te severe head injury. J Neurosurg. 2006, 104: 469-479. 2. 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Año Neurocirugía, Hospital Clínico-Quirúrgico Docente “Abel Santamaría Cuadrado”. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 125 - 129, 2012 Resumen La carcinomatosis meníngea (CM) es una diseminación difusa de células tumorales en el interior del líquido cefalorraquídeo (LCR) y/o las leptomeninges con siembras difusas de tumores metastásicos sobre ellas. Esta enfermedad ocurre en aproximadamente el 8% de las neoplasias malignas. En este traajo se hace referencia a una paciente femenina pre-escolar de 4 años de edad, debutó con una cefalea bifrontal matutina y ocasionales, acompañadas de vómitos que se hicieron cada vez más frecuentes y que la llevaron a la pérdida de peso progresivo, luego se acompañaba de ataxia troncular, en una RMN se evidenció una lesión tumoral de la fosa posterior, que producía hidrocefalia triventricular, fue intervenida quirúrgicamente donde se realizó exéresis total del tumor. La paciente tuvo una evolución postquirúrgica inmediata favorable, pero luego presentó múltiples complicaciones, luego de mejorar se vuelve a estudiar con RMN donde se mostró un engrosamiento difuso de las meninges que por biopsia se confirmó una invasión leptomeningea del tumor primario operado. Palabras clave: Carcinomatosis, metástasis, tumor, meníngea, diseminación, radioterapia, quimioterapia, Ommaya. Introducción La carcinomatosis meníngea (CM) es una diseminación difusa de células tumorales en el interior del líquido cefalorraquídeo (LCR) y/o las leptomeninges con siembras difusas de tumores metastásicos sobre ellas, es una presentación rara de un tumor sólido, particularmente procedente del cáncer, de pulmón (9-25%), de mamas (2-5%)1, 2 y el melanoma maligno (23%) en adultos y enfermedades hematológicas malignas3 fundamentalmente la leucemia linfoblástica aguda y el linfoma no Hodgkin de grado intermedio o alto4 así como los tumores neuroectodémicos primitivos en niños3. Esta enfermedad ocurre en aproximadamente el 8% de las neoplasias malignas1,4. La presencia de este cuadro se asocia a mal pronóstico, con una supervivencia media entre tres y seis meses5. Caso clínico Se trata de una paciente femenina preescolar de 4 años de edad con antecedentes de salud hasta un mes previo a su ingreso cuando empezó a presentar cefalea bifrontal matutina y ocasionales, acompañadas de vómitos que se hicieron cada vez más frecuentes y que la llevaron a la pérdida de peso progresivo, motivo por el cual fue estudiada por gastroenterología, quienes le diagnosticaron, por drenaje biliar, una giardiasis, por este motivo llevó tratamiento pero por persistencia de la cefalea, acompañada de trastornos de la marcha debido a una ataxia troncular, fue remitida para la consulta de neurología, quienes le indicaron una resonancia magnética de cráneo. En este estudio se evidenció una lesión 125 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 tumoral en la línea media de la fosa posterior, que ocupaba toda la cavidad del IV ventrículo y que producía hidrocefalia triventricular moderada activa, Figura 1. Con estas imágenes se solicitó interconsulta con el Servicio de Neurocirugía de nuestro centro, donde se planificó el abordaje directo de la lesión a través de un abordaje de la línea media suboccipital, con exéresis total del tumor, y ventriculostomía a través de un sistema cerrado. La paciente tuvo una evolución postquirúrgica inmediata favorable, pero a las 48 horas hizo un deterioro brusco de consciencia con trastornos respiratorios, siendo necesario su reintubación, se le practicó una tomografía computarizada de cráneo de urgencia donde se evidenció una hidrocefalia aguda tetraventricular, siendo necesario la apertura de la derivación al exterior, la cual había permanecido cerrada al haberse dejado restablecido el libre flujo del LCR durante el acto operatorio al resecarse todo el tumor. El estudio histopatológico del tumor informó un astrocitoma anaplásico con elementos ependimarios y el estudio citológico del LCR, obtenido de la Cisterna Magna en el acto operatorio, informó positiva de células neoplásicas. Posteriormente la paciente hizo múltiples complicaciones respiratorias como neumonía y atelectasia, que provocaron un tardío desacople del ventilador mecánico que demoró 21 días, por ello requirió de la realización de traqueotomía a los 7 días de operada, posteriormente la paciente a pesar de las punciones lumbares evacuadoras para comunicar el espacio subaracnoideo craneal del espinal, mantenía hidrocefalia, al no soportar el cierre de forma progresiva de la ventriculostomía, requirió la colocación de un sistema derivativo ventrículo peritoneal, el cual hizo múltiples eventos de mal funcionamiento de este por obstrucción, hasta que se estabilizó, la paciente presentaba una Escala de Glasgow para Coma de 10/15 puntos, con cuadriparesia y mantenía un estado de vigilia adecuado. Posterior a la recuperación de estas complicaciones, mediando un tiempo de 10 meses entre la cirugía y el inicio de la radioterapia, se llevó a cabo la radioterapia con acelerador lineal en raquis y cráneo, recibiendo un total de 56 Gy, sin complicaciones evidentes, posteriormente, después de 3 semanas de concluido el tratamiento radiante, se realizó una resonancia magnética nuclear evo- 126 Discusión Figura 1. lutiva, donde se evidenció después de la inyección de contraste una craniectomía amplia en fosa posterior con artefactos provocados por presillas metálicas en esa región. Atrofia cerebelosa que provocaba aumento del espacio subaracnoideo. En este estudio no se identificaron restos ni recidivas tumorales en la fosa posterior. Una marcada dilatación y deformidad del IV ventrículo y presencia de catéter de derivación cuya entrada era a través del lóbulo occipital derecho. En la región supratentorial se observaba atrofia cortical y dilatación ventricular muy acentuada sobre todo del III ventrículo. Existía un tabicamiento parcial del ventrículo lateral derecho, identificándose además atrofia en los núcleos basales de ambos hemisferios, secuela todo de hipoxia cerebral (Figura 2). En este nuevo examen se observaron lesiones extensas y difusas hiperintensas hacia la porción alta de los hemisferios cerebrales que no podemos descartar que sean secuelas de las radiaciones que recibió la paciente. Persistía engrosamiento de las meninges, tanto en la región supra como infratentorial, que se realzó después de la inyección de contraste. (Figura 3). De igual manera se realizó el análisis citológico de la muestra tomada donde informaron: Infiltración meníngea por células tumorales (Figura 4a). Infiltración del líquido cefalorraquídeo por células neoplásicas (Figura 4b). Algunas zonas exhibían un patrón papilar con estroma perivascular glial (Figura 4c). Densa celularidad con formación de pseudorosetas perivasculares típicas del ependimoma (Figura 4d). Otras zonas del tumor presentaban apariencia de astrocitoma gemistocítico con atipia citológica (Figura 4e). Las metástasis leptomeningeas son una complicación cada vez de mayor importancia en los procesos de malignidad sistémica2. Históricamente, la diseminación leptomeningea fue detectada en el escenario de la progresión tumoral sistémica generalizada y el precursor de la fase terminal en pacientes con cáncer. Sin embargo, como las terapias actuales han mejorado los tumores sólidos, se ha hecho más frecuente encontrar la progresión leptomeningea aislada en un paciente con un tumor sistémico inactivo. Además como los pacientes con cáncer sobreviven un tiempo considerable la incidencia de metástasis leptomeningea aparenta estar incrementada, particularmente en tumores tipo sólidos, no asociados previamente con diseminación leptomeningea tales como el cáncer de ovario y colorrectal. Por lo tanto, es imprescindible tener una completa comprensión del proceso de la enfermedad en la opción terapéutica, en función de optimizar el manejo de pacientes con tumores leptomeningeos. Seleccionar pacientes que son manejados agresivamente puede tener una sobrevida prolongada con preservación de la función neurológica y la calidad de vida6. La detección temprana de la CM es importante tanto por razones pronósticas como terapéuticas, la incidencia aparenta estar incrementada7,8,9,10. Una de las razones de este incremento es debido a que la mayoría de los agentes quimioterapéuticos o regímenes para malignidad sistémica no penetran la barrera hemato-encefálica en ningún grado significativo, por lo tanto, las células malignas dentro del sistema nervioso pueden pro- Figura 2. Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 3. liferar a pesar de que los pacientes tengan una respuesta sistémica o remisión de su cáncer11,12. En segundo lugar, el surgimiento de la resonancia magnética nuclear ha ayudado al diagnóstico de la CM lo cual ha contribuido a incrementar también la incidencia de dicha enfermedad. La incidencia de CM entre todos los pacientes con cáncer es de un 8%. 13, 10 Sin embargo, otros estudios han re-evaluado una incidencia superior. Las bases de datos de las autopsias muestran que el 19% de todos los pacientes con cáncer desarrollan CM, de los cuales el 40% tuvieron citología de LCR normal antes de fallecer13. La CM de tumores sólidos aparece en enfermedades de estadio avanzado cuando los pacientes tienen metástasis sistémicas difusas. El 20% de los pacientes tiene CM aislada mientras que el 30% la tiene concomitantemente con metástasis cerebrales o epidurales14,15. Cualquier tumor sólido puede metastizar las leptomeninges; sin embargo, el melanoma14,15,16, el cáncer de pulmón y de mamas, tienen una alta predilección por las leptomeninges. Aunque existen reportes de oligodendrogliomas, neurocitomas17 y hasta gliomas de bajo grado18. Las lesiones cancerígenas que con menor frecuencia metastizan a las leptomeninges son los tumores de células escamosas de la cabeza y el cuello así como el cáncer de ovario y tiroides14,15. Existen múltiples mecanismos por los cuales las células de un tumor pueden diseminarse al espacio subaracnoideo. Una vez que las células tumorales ganan acceso al LCR hay una comunicación directa con todo el espacio subaracnoideo. Figura 4. Las células tumorales son arrastradas por el flujo del LCR, depositándose mayormente a nivel de la base del cráneo y la columna. Estas células pueden diseminarse por vía hematógena para envolver el parénquima y el plexo coroides. Una vez implantadas pueden romper las leptomeninges sembradas con micrometástasis. Sin embargo, no todos los pacientes tienen metástasis concomitantes del SNC o el plexo coroides sugiriendo que puede haber otro mecanismo. Revisiones patológicas detalladas no han podido demostrar células tumorales dentro de la luz de las arterias de la vasculatura leptomeningea; por lo que, se mantiene improbable la diseminación hematógena a través de las arterias leptomeningeas. En la leucemia, las células malignas entran al espacio subaracnoideo a través de las finas paredes de las venas microscópicas en la membrana aracnoidea y se siembran en las meninges19. Las células malignas además se extienden a los espacios de Virchow-Robin. Mecanismos similares pueden darse en los tumores sólidos verdaderos6. La extensión directa o por contigüidad es un segundo mecanismo a través del cual ocurre la invasión al espacio subaracnoideo. Esta puede ocurrir por diseminación paravertebral a lo largo de las raíces espinales, la invasión de los espacios perineurales por el foco primario, los nódulos linfáticos cervicales comunicándose directamente con el espacio subaracnoideo y el crecimiento tumoral al espacio subdural. Además se han propuesto la extensión desde el plexo de Batson y la diseminación perivenosa de las metástasis de la médula ósea9. Las craniotomías de fosa posterior para la resección de metástasis parece ser un factor de riesgo para el desarrollo de la CM, probablemente por la proximidad de la lesión con los espacios de LCR20,21. Lo característico en la CM son los signos y síntomas neurológicos multifocales. Los síntomas pueden dividirse en: los propios del SNC, los provocados por neuropatías craneales o los que son por afecciones medulares/radiculares. Los mecanismos por los cuales la CM causa signos y síntomas neurológicos, se incluyen: la obstrucción del flujo o drenaje de LCR con el resultante incremento de la presión intracraneal (PIC). La irritación meníngea, o los signos focales por la invasión local o irritación cerebral, nervios craneales, médula espinal o nervios raquídeos. La CM puede causar infarto cerebral por una vasculopatía cerebral; los cambios en el metabolismo cerebral y la reducción en el flujo sanguíneo cerebral, pueden causar una encefalopatía difusa. Los síntomas neurológicos aislados ocurren en el 30-53% de los pacientes con CM9,14, siendo los más frecuentes los propios del SNC y los mielorradiculares. La afección multifocal se ve en el 40-80% de los casos9,14. Los signos y síntomas más frecuentes son9,14: La cefalea, cambios de conducta, náusea/vómitos, alteraciones de la marcha, episodios de pérdida transitoria del conocimiento, vértigos, diplopía, pérdida visual, disartria, disfagia, hipoacusia, dolor cervical o de espalda, dolor radi- 127 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 cular, parestesias, debilidad, trastornos esfinterianos. La demostración definitiva de CM se basa en la verificación de células neoplásicas en el LCR. La primera PL demuestra una citología neoplásica positiva en el 50% de los casos. Esta cifra aumenta hasta el 90% en la tercera PL y en laboratorios experimentados. Se puede realizar una determinación de marcadores tumorales en el LCR, que ayuda en la evolución global diagnóstica y, si son positivos o elevados, facilitan el seguimiento de la respuesta al tratamiento, aunque no sustituyen a la citología22-25. La RM es la técnica de imagen más sensible, pudiendo visualizarse una captación de contraste por las leptomeninges26. Puede demostrar, además, metástasis parenquimatosas (muy frecuentes en el melanoma) y nódulos por acumulación de células neoplásicas en el espacio subaracnoideo. La captación de contraste por las leptomeninges no es, sin embargo, patognomónica de CM. En general, la estrategia terapéutica consiste en administrar radioterapia local dirigida a las zonas sintomáticas. Además, la radioterapia puede ayudar a restaurar la dinámica del flujo del LCR en caso de hidrocefalia, ya que la presencia de células neoplásicas puede provocar la obstrucción de las granulaciones aracnoideas dentro del espacio subaracnoideo, dando lugar a hidrocefalia obstructiva27. La quimioterapia intratecal es efectiva en la mayoría de los casos, ya que, utilizando reservorios de Ommaya, puede alcanzarse mayores concentraciones de los fármacos en LCR, produciendo mayor efecto y menor toxicidad28. En el caso de nuestro paciente, el curso rápidamente progresivo del cuadro impidió que recibiera tratamiento. Aunque no fue posible filiar la lesión pulmonar antes de fallecer el paciente, el estudio de la metástasis, junto con las técnicas de imagen, nos sugiere al pulmón como neoplasia primaria. La CM es una complicación que aparece en torno al 8% de los pacientes con cáncer, pudiendo ser la primera manifestación del mismo hasta en el 20% de los casos4. Una vez que el tumor alcanza las leptomeninges hay una diseminación multifocal o difusa facilitada por el LCR. Con preferencia, las zonas leptomeníngeas de depósito neoplásico son las cisternas basales, la cisura de Silvio, la región hipocámpica y la cola de caballo. Debido al carácter difuso de la diseminación leptomeníngea, el cuadro clínico 128 resultante es casi siempre la combinación de síntomas multifocales: cefalea, dolor local o radicular (preferentemente en zona lumbosacra), déficit motores o sensitivos de distribución radicular, afectación de pares craneales, alteración de funciones superiores y, con menor frecuencia, alteración del control de los esfínteres4. La demostración definitiva de CM se basa en la verificación de células neoplásicas en el LCR. La primera PL demuestra una citología neoplásica positiva en el 50% de los casos. Esta cifra aumenta hasta el 90% en la tercera PL y en laboratorios experimentados. Se puede realizar una determinación de marcadores tumorales en el LCR22, que ayuda en la evolución global diagnóstica y, si son positivos o elevados, facilitan el seguimiento de la respuesta al tratamiento, aunque no sustituyen a la citología25. La RM es la técnica de imagen más sensible, pudiendo visualizarse una captación de contraste por las leptomeninges26. Puede demostrar, además, metástasis parenquimatosas (muy frecuentes en el melanoma) y nódulos por acumulación de células neoplásicas en el espacio subaracnoideo. La captación de contraste por las leptomeninges no es, sin embargo, patognomónica de CM23. En general, la estrategia terapéutica, consiste en administrar radioterapia local dirigida a las zonas sintomáticas. Además, la radioterapia puede ayudar a restaurar la dinámica del flujo del LCR en caso de hidrocefalia, ya que la presencia de células neoplásicas puede provocar la obstrucción de las granulaciones aracnoideas dentro del espacio subaracnoideo, dando lugar a hidrocefalia obstructiva27. La quimioterapia intratecal es efectiva en la mayoría de los casos, ya que, utilizando reservorios de Ommaya, puede alcanzarse mayores concentraciones de los fármacos en LCR, produciendo mayor efecto y menor toxicidad9,24. En el caso de nuestro paciente, el curso rápidamente progresivo del cuadro impidió que recibiera tratamiento. Aunque no fue posible filiar la lesión pulmonar antes de fallecer el paciente, el estudio de la metástasis, junto con las técnicas de imagen, nos sugiere al pulmón como neoplasia primaria. Conclusiones La CM es una complicación que apare- ce en torno al 8% de los pacientes con cáncer, pudiendo ser la primera manifestación del mismo hasta en el 20% de los casos4. Una vez que el tumor alcanza las leptomeninges hay una diseminación multifocal o difusa facilitada por el LCR. Con preferencia, las zonas leptomeníngeas de depósito neoplásico son las cisternas basales, la cisura de Silvio, la región hipocámpica y la cola de caballo. Debido al carácter difuso de la diseminación leptomeníngea, el cuadro clínico resultante es casi siempre la combinación de síntomas multifocales: cefalea, dolor local o radicular (preferentemente en zona lumbosacra), déficit motores o sensitivos de distribución radicular, afectación de pares craneales, alteración de funciones superiores y, con menor frecuencia, alteración del control de los esfínteres4. La demostración definitiva de CM se basa en la verificación de células neoplásicas en el LCR. La primera PL demuestra una citología neoplásica positiva en el 50% de los casos. Esta cifra aumenta hasta el 90% en la tercera PL y en laboratorios experimentados. Se puede realizar una determinación de marcadores tumorales en el LCR, que ayuda en la evolución global diagnóstica y, si son positivos o elevados, facilitan el seguimiento de la respuesta al tratamiento, aunque no sustituyen a la citología5. La RM es la técnica de imagen más sensible, pudiendo visualizarse una captación de contraste por las leptomeninges6. Puede demostrar, además, metástasis parenquimatosas (muy frecuentes en el melanoma) y nódulos por acumulación de células neoplásicas en el espacio subaracnoideo. La captación de contraste por las leptomeninges no es, sin embargo, patognomónica de CM. En general, la estrategia terapéutica consiste en administrar radioterapia local dirigida a las zonas sintomáticas. Además, la radioterapia puede ayudar a restaurar la dinámica del flujo del LCR en caso de hidrocefalia, ya que la presencia de células neoplásicas puede provocar la obstrucción de las granulaciones aracnoideas dentro del espacio subaracnoideo, dando lugar a hidrocefalia obstructiva27. La quimioterapia intratecal es efectiva en la mayoría de los casos, ya que, utilizando reservorios de Ommaya, puede alcanzarse mayores concentraciones de los fármacos en LCR, produciendo mayor efecto y menor toxicidad28. En el caso de nuestro paciente, el curso rápidamente progresivo del cuadro impidió Reporte de casos que recibiera tratamiento. Aunque no fue posible filiar la lesión pulmonar antes de fallecer el paciente, el estudio de la metástasis, junto con las técnicas de imagen, nos sugiere al Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 pulmón como neoplasia primaria. El tratamiento de la CM se mantiene controversial y no existen normas establecidas en la literatura. Esta enfermedad tiene un mal pronóstico y un desenlace fatal a pesar de la terapia agresiva29,30. Recibido: 23.07.12 Aceptado: 20.08.12 Bibliografía 1. Strik IH, Prömmel P. Diagnosis and individualized therapy of neoplastic meningitis. Expert Rev Anticancer Ther. 2010; 10: 1137-48. 2. Okuda T, Kataoka K, Kato A. Treatment of leptomeningeal carcinomatosis from gastric cancer. Gan To Kagaku Ryoho. 2009; Apr; 36 (4): 599-603. 3. Cavanna L, Rocchi A, Gorgni S, Ambroggi M, Foroni RP, Ubbiali A, Civardi G. Cerebrospinal fluid cytology diagnosis of HER2-positive leptomeningeal carcinomatosis from HER2-positive metastatic gastric cancer: case report. J. Clin Oncol. 2011; May 1: 29 (13): e367-8. 4. Gleissner B, Chamberlain MC. Neoplastic meningitis. Lancet Neurol. 2006; 5: 443-52. 5. Herrlinger U, Förschler H, Küker W, Meyermann R, Bamberg M, Dichgans J, et al. Leptomeningeal metastasis: survival and prognostic factors in 155 patients. J Neurol Sci. 2004; 223: 167-78. 6. Steven T. 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Neurocirugía 38: 130 - 134, 2012 Resumen Introducción: Las fracturas son generalmente clasificados como simples (cerrada) o compuesta (abierta). En el caso de las fracturas de cráneo, pueden ser fracturas lineales, elevados, o triturado con la depresión. Fractura de cráneo compuesta rara vez se ha reportado en la literatura médica y cursa con una alta morbilidad y mortalidad. Los autores presentan seis casos de fracturas múltiples del cráneo, hablan sobre el tratamiento y pronóstico. Pacientes y métodos: Se analizaron seis casos de fractura compuesta del cráneo. Analizado por sexo, causa, localización, diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Resultados: El sexo 5M / 1F. La edad media fue de 22 a. Las causas fueron: tres por agresión física, dos por accidente de coche y uno por explosión de neumático. Todos los pacientes fueron sometidos a TC. GCS medio al ingreso fue de 8. El tratamiento quirúrgico fue instituido en todos los casos. Tres pacientes desarrollaron infecciones (meningitis 2, empiema 1). Las secuelas fueron tres convulsiones, trastornos de la conducta 2. Hubo una muerte. Conclusión: La fractura compuesta del cráneo es rara y depende de la superficie del objeto y energía cinética. Las fracturas compuesta del cráneo con fragmentos de la depresión, son más frecuentes debido a la fuerza que se aplica hacia el cráneo. Su tratamiento inicial es quirúrgico y frecuentemente evoluciona con un mal pronóstico. Palabras clave: Lesión en la cabeza, fractura abierta del cráneo, fractura compuesta del cráneo, tratamiento. Abstract Compound skull fracture. Presentation of cases and review of literature Introduction: Fractures are usually classified as simple (closed) or compound (open). In the case of skull fractures, they may be linear, high, or comminuted fracture with subsidence. The compound skull fracture has been rarely reported in medical literature and courses with high morbidity and mortality. The authors present six cases of compound fractures of the skull, discuss the treatment and prognosis. Patients and methods: We reviewed six cases of compound fracture of the skull. Analyzed according to gender, causes, location, diagnostic, treatment and prognosis. Results: The gender 5M / 1F. The mean age was 22 a. The two causes were physical aggression 3, car accident 2 and explosion of a tire 1. All patients underwent CT. Average score on ECG in admission 8. Surgical treatment was instituted all cases. Sequels were seizures 3 and behavioral disorders 2. There is one death. Conclusion: The compound fracture of the skull is rare and depends on the surface of blunt object and kinetic energy. The compound skull fractures with fragments of depression are more common, due to the force that is applied toward the skull. The initial treatment is surgical, and usually evolves with poor prognosis. Key words: Head injury, depressed skull fracture, compound skull fracture, treatment. 130 Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Introducción Las fracturas en general se pueden clasificar en compuesta simple (cerrada) o (abierta). En el caso de las fracturas de cráneo, también pueden ser clasificadas en fractura lineal, de alto, triturada, o deprimido5,14. Las fracturas complejas de la cabeza son poco frecuentes2,6,34,43. Las causas principales de fracturas compuestas son: agresiones, accidentes domésticos, accidentes de tráfico y lesiones por lo general, afectan el cuero cabelludo, cráneo, duramadre y el cerebro8,14,37,38,43. Los autores presentan seis casos de fracturas múltiples del cráneo, discutir la etiología, diagnóstico, tratamiento y pronóstico. Revisión de la literatura Las características del hundimiento de la cabeza depende de la superficie del objeto y la cantidad de su energía cinética. La lesión se puede limitar a la zona de impacto craneal, o con participación directa de parénquima cerebral, o pueden ser curvados, o fractura lineal que irradia desde el punto de impacto cuando el objeto es de gran superficie23. Fracturas con fragmentos de la depresión son más frecuentes debido a la fuerza que se aplica hacia el cerebro. Ocurren con mayor frecuencia en personas jóvenes debido a una menor resistencia del cráneo, que los hacen más propensos a la deformación, pues el cráneo adulto es más rígido28. En la fractura de cráneo deprimida, el fragmento fracturado se introduce en el cráneo. Es el tipo de fractura que tiene morbilidad y mortalidad significativas. En alta, la porción fracturada está en un nivel más alto en comparación con el cráneo intacto. Aunque hay pocas publicaciones en la literatura médica, fracturas compuestas son comunes en las lesiones de alto por objetos punzantes. Fracturas compuestas con fragmentos de la depresión son más comunes debido a la fuerza que se aplica en la dirección craneal. Sin embargo, en algunos casos la fuerza tangencial aplicada a elevar el fragmento de fractura cráneo por rotación de la cabeza o tracción lateral del objeto2,14,20,37,38. La tomografía computarizada (TC) es el método de elección para la investigación, ya que permite una evaluación rápida de daños y detecta la presencia de un hematoma intracraneal o hemorragia subaracnoidea, que se asocia a peor pronóstico7,10,14,18,31. Angiografía por tomografía computarizada y la venografía son adecuados para la identificación de la trombosis cerebral o la oclusión de las arterias cerebrales1,14,26. La conducta en fracturas compuestas elevadas es idéntica a la utilizada en las fracturas con depresión, con fragmentos elevados siendo reemplazado en su posición original después de sutura adecuada de las lesiones de duramadre2,21. Hay informes en la literatura médica, que la oclusión del seno sagital superior se considera una complicación de una fractura abierta de alto1,7,16,27,40. El procedimiento quirúrgico se realiza mediante el desbridamiento de la zona afectada con una solución antiséptica, si hay un daño a la duramadre, que debe ser reparado principalmente con el periostio, injerto de fascia temporal o duramadre liofilizada2,6,9,10,14,23,32,34,43. Está indicada la administración de antibióticos de amplio espectro por vía intravenosa para prevenir las infecciones del sistema nervioso central (SNC)5. Retraso o fallo en el tratamiento de estos casos puede dar lugar a meningitis, empiema subdural, o formación de abscesos intracraneales10. El tratamiento conservador se debe realizar cuando hay una lesión cerebral subyacente significativa y no hay evidencia de daño a la duramadre3,7,17,33. En su tratamiento es controvertido el reemplazo de los fragmentos óseos, debido a la posibilidad de infecciones5,6,44. En el caso de las fracturas que sufren de depresión relacionados con el seno sagital superior, puede ser una hemorragia fatal o la oclusión del seno sagital superior. En estos casos hay que pensar en un intento de tratamiento conservador, aunque en muchos casos es imposible1,7,16,23,27,39,41,45. La craneoplastía puede considerarse después de unos pocos meses9,10,11. Las complicaciones de esta lesión puede dar lugar a meningitis, empiema subdural o absceso cerebral10,26,29,37, se produce entre el 4% y el 10% de los casos30,36,38. La intervención quirúrgica precoz es necesaria para prevenir estas complicaciones1,26, aunque hay informes de retraso de la cirugía para reparar fracturas de la depresión, para evitar la elevación de la presión intracraneal durante la cirugía12,41,45. Su pronóstico depende de la magnitud de las lesiones e infecciones asociadas. La presencia de un hematoma intracraneal, contusiones cerebrales y hemorragia subaracnoidea, son factores asociados con mal pronóstico10. Pacientes y Métodos Tabla 1: Características de los pacientes con fractura compuesta del cráneo n Sexo Edad Causas ECG ingreso Tratamiento Infección Resultado 1 M 18 a Agresión 11 Quirúrgico Meningitis Convulsión 2 M 26 a Ac. tránsito 9 Quirúrgico - Agresividad 3 F 23 a Ac.tránsito 7 Quirúrgico - Muerte 4 M 21 a Agresión 8 Quirúrgico Empiema Convulsión 5 M 19 a Explosão 8 Quirúrgico - Apatía 6 M 21 a Agresión 7 Quirúrgico Meningitis Convulsión M = masculino. F = femenino Ac. Accidente de tránsito. 131 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 A B C Figura 1: 1A Scout TC del cráneo demostrando fractura compuesta del hueso frontal. 1B. TC después procedimiento quirúrgico. 1C. Scout del cráneo controle pós-quirúrgico. Resultados Discusión Hubo un predominio del sexo masculino 5:1 mujeres. La edad media fue 22 años. La TC se llevó a cabo en cada caso (Figuras 1A, 1B, 1C, 2A, 2B y 3). La puntuación en la Escala de Coma de Glasgow al ingreso osciló entre 7 y 11, con un promedio de 8. El tratamiento quirúrgico se llevó a cabo en todos los pacientes. Todos nuestros pacientes se encontraban en los antibióticos sistémicos y los anticonvulsivos. Tres pacientes desarrollaron infección (2 meningitis, 1 empiema). Las secuelas fueron tres convulsiones y 2 trastornos de la conducción. Hubo una muerte (Tabla 1). Las fracturas del cráneo más comunes son las con depresión y lineal6. Las fracturas compuestas del cráneo son poco frecuentes2,6,34,43. La presencia de fractura del cráneo se asocia con un mayor riesgo de secuelas neurológicas en comparación con los casos en que están ausentes. Las fracturas compuestas del cráneo son frecuentes en los adultos jóvenes4, que también se evidenció en nuestros pacientes. Cuando sucede en niños la edad promedio es de 12 años22. La fractura del cráneo tiene como principal causa robo, seguido por accidente de tránsito4,37,38, un hecho observado A B Figura 2: Figura 2A TC demostrando fractura compuesta en la región frontal derecha con fragmentos de huesos. Figura 2B TC con ventana ósea. 132 Figura 3: TC muestra fractura compuesta en la región parietal izquierda. en nuestros pacientes. De acuerdo con otros autores15,26, el grupo de las lesiones causadas por cuchillos, clavos, tenedores, tijeras, destornilladores y otros objetos, representan una pequeña fracción de las lesiones penetrantes en el cráneo. Se producen más comúnmente en superficies orbitales y la porción escamosa del hueso temporal26. TC se debe realizar para detectar su ubicación, extensión y presencia de lesiones asociadas y su plan de tratamiento7,10,18,31,42. Nuestros pacientes fueron sometidos a TC, lo que demuestra que el cerebro y la afectación ósea en la planificación y la cirugía guiada. El retiro quirúrgico o no quirúrgico de cuerpos extraños, no debe llevarse a cabo fácilmente hasta que el examen clínico se realiza plenamente y la ubicación y la trayectoria del cuerpo extraño ha sido descubierto por rayos X13. Reporte de casos La puntuación de la ECG al ingreso se encontró relación directa con los resultados de nuestro trabajo, donde un paciente falleció debido a la gravedad de la lesión y la baja puntuación de la GCS al ingreso. Según Mackerle et al, ECG puede ser elevado inmediatamente después del trauma. Esto es en proporción a la extensión de la lesión, al igual que en los pacientes con lesiones focales sin complicaciones extensas era un pronóstico prometedor y una alta puntuación en el ECG en el momento después del trauma. La extensión del daño al tejido cerebral depende del tipo de la superficie del objeto, tamaño, la ubicación y la velocidad de impacto20. Para fractura del cráneo se considera la neurocirugía de emergencia. El tratamiento quirúrgico se realizó en todos los casos, lo que está de acuerdo con la literatura. La complicación más frecuente es la infección24,35, la meningitis es más común, seguido de empiema subdurales. En nuestra serie, tres pacientes desarrollaron complicaciones infecciosas, la meningitis en dos y otro empiema epidural. La infección postoperatoria es a menudo resultado de desbridamiento incompleto y salió de la presencia de fragmentos de hueso, es mayor la inci- Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 dencia de la infección y la necesidad de craneoplastía se puede prevenir44. En el caso reportado por Venkatesh et al, un paciente desarrolló postraumático neumatocele y se hizo hincapié en la necesidad de considerar este hallazgo como un diagnóstico diferencial con la ayuda de la TC. Su origen puede ser consecuencia de la producción de bacterias en un absceso posible. En este caso, la región se muestra en la TC como hipodensa y rodeado por un borde que puede ser fácilmente visto después de la infusión intravenosa de contraste. Los antibióticos han demostrado ser eficaces en la prevención de la infección del SNC19. Según Riveros et al35, cuando se ha establecido en pacientes con fractura abierta, durante diez días de tratamiento con dos regímenes de antibióticos, el esquema de ceftriaxona, vancomicina y el metronidazol mostraron beneficios sobre el sistema consistente en penicilina, cloranfenicol y metronidazol. Según los autores, el tratamiento quirúrgico temprano seguido de tratamiento antibiótico reduce el riesgo de complicaciones infecciosas. El riesgo de retraso epilepsia pos-traumática se produce entre el 4% a 60% de los pacientes. En los casos de epilepsia focal existe una mayor probabilidad de estar asociado con amnesia25. Nuestros pacientes hicieron uso sistemático de anticonvulsionantes. No hubo asociación significativa entre el trauma y la epilepsia postraumática4. En este estudio la apatía en un paciente y la agresión otro. La muerte ocurrió en un caso debido a la agresividad de la lesión y la puntuación de la ECG baja en el ingreso. Conclusión Las fracturas compuestas del cráneo son raras y dependen de la superficie del objeto y su energía cinética. Los fragmentos con depresión son más frecuentes debido a la fuerza que se aplica hacia el cráneo. Los estudios de imagen son importantes en la evaluación inicial y de examen de TAC de la elección. Su tratamiento inicial es quirúrgico. El pronóstico es generalmente pobre y varía de alteraciones de la conciencia, las infecciones, déficits neurológicos, la epilepsia y la muerte. Recibido: 05.09.12 Aceptado: 12.09.12 Bibliografía 1. Abu Talha K, Selvapandian S, Asaduzzaman K, Selina F, Rahman M, Riad M. Compound elevated skull fracture with occlusion of the superior sagittal sinus. A case report. Kobe J. Med. 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Dirección del autor: Prof. Dr. Carlos Umberto Pereira Av. Augusto Maynard, 245/404 49015-380 Aracaju – Sergipe - Brasil E-mail: [email protected] 134 Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Fractura de Jefferson asociada a fractura de apófisis odontoides. Tratamiento conservador: reporte de un caso Jefferson fracture associated with fracture of odontoid process. Conservative treatment: a case report Dr. Dardo Díaz Velez1, Dr. Arnold Vargas Soto.2 1 Neurocirujano. Hospital A. Padilla, Tucumán, Argentina. 2 Investigador. Fundación A. Trigo, Cochabamba, Bolivia. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 135 - 140, 2012 Resumen Las Fracturas por estallido del atlas (fracturas de Jefferson: Nombrada así por Sir Geoffrey Jefferson1) se producen cuando una fuerza axial se transmite a través de la unión occipito-cervical, causando que el atlas sea comprimido entre la superficie articular de la angulación del Axis y los cóndilos occipitales. Las fuerzas de impacto causan una propagación hacia el exterior de las masas laterales de C1. El resultado es una fractura del atlas en cuatro partes, dos en el arco posterior y dos en el arco anterior2. Y la fractura de apófisis odontoides principalmente por flexion que es el mecanismo más común que produce el daño con el consecuente desplazamiento anterior de la apófisis de la primera vértebra cervical (C1) sobre la segunda (C2). Debido a extensión sólo ocasionalmente se producen FAPO (fractura de apófisis Odontoides), usualmente asociadas con desplazamiento posterior5,9. La frecuencia de accidentes fatales como consecuencia directa de esta lesión es desconocida pero se estima entre un 25 a un 40%6,7. El manejo de esta es aún controvertido. La mayoría son relativamente estables y no se asocia con deficiencias neurológicas y pueden ser tratadas mediante inmovilización externa con resultados satisfactorios9. Las fracturas inestables de Jefferson reflejan una lesión más grave del atlas que se producen cuando el ligamento transverso también se rompe, secundario a la extensión de la propagación del arco de Cl. Estas fracturas son más difíciles de tratar debido a la inestabilidad atlantoaxial. Muchos cirujanos recomiendan la estabilización quirúrgica de estas fracturas de Jefferson inestables. Palabras clave: Fractura de Jefferson, fractura de apófisis odontoides, fractura inestable cervical. Abstract The atlas burst fractures (Jefferson fractures: Named after Sir Geoffrey Jefferson1) occur when an axial force is transmitted through the occipito-cervical junction, causing the atlas is compressed between the articular surface of the Axis and angle of the occipital condyles. Impact forces cause an outward propagation of the lateral masses of C1. The result is a fracture of the atlas into four parts, two in the posterior arch and two in the anterior arch2. And the odontoid fracture mainly by flexion is the most common mechanism that causes the damage with the resulting anterior displacement of the apophysis of the first cervical vertebra (C1) onthe second (C2). Because there are only occasional extension FAPO (odontoid fracture), usually associated with posterior displacement5,9. The frequency of fatal accidents as a direct result of this injury is unknown but is estimated between 25 to 40%6,7. Managing this is still controversial Most are relatively stable and is not associated with neurological deficits and can be treated by external immobilization with satisfactory results9. Unstable fractures of Jefferson reflect a more serious injury of the atlas that occur when the transverse ligament also ruptures secondary to the extent of spread of the arch of Cl These fractures are more difficult to treat due to atlanto-axial instability. Many surgeons recommend surgical stabilization of these unstable Jefferson fractures. Key words: Jefferson fracture, odontoid fracture, cervical unstable fracture. 135 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Introducción Las Fracturas por estallido del atlas (fracturas de Jefferson: Nombrada así por Sir Geoffrey Jefferson1) se producen cuando una fuerza axial se transmite a través de la unión occipito-cervical, causando que el atlas sea comprimido entre la superficie articular de la angulación del Axis y los cóndilos occipitales. Las fuerzas de impacto causan una propagación hacia el exterior de las masas laterales de C1. El resultado es una fractura del atlas en cuatro partes, dos en el arco posterior y dos en el arco anterior2. Y la fractura de apófisis odontoides principalmente por flexion que es el mecanismo más común que produce el daño con el consecuente desplazamiento anterior de la apófisis de la primera vértebra cervical (C1) sobre la segunda (C2). Debido a extensión sólo ocasionalmente se producen FAPO (fractura de apófisis Odontoides), usualmente asociadas con desplazamiento posterior5,9. La frecuencia de accidentes fatales como consecuencia directa de esta lesión es desconocida pero se estima entre un 25 a un 40%6,7. Pueden pasar inadvertido dentro de la sintomatología de un TEC, o de un paciente politraumatizado. Clínicamente se produce dolor suboccipital a la presión axial del cráneo y al movimiento de este. El paciente espontáneamente pone el cuello rígido, contrayendo los músculos esternocleidomastoideo y trapecios. Puede también presentar disfagia, dolor a la palpación anterior del cuello y aumento de volumen visible pre faríngeo. Representa más o menos el 50% de todas las fracturas del Atlas13. Figura 1: TAC cervical: corte axial, con trazos fractuarios, 2 arco anterior, 2 arco posterior (estallido del Atlas). Figura 2: En una compresión axial del complejo Cl- C2, cuando la masa lateral sobrepasa las superficies articulares del axis más de 7 mm, es probable que exista una rotura del ligamento transverso, causante de una inestabilidad clínica entre C1 y C2. Sin embargo, en las proyecciones en flexión y extensión de todos los pacientes con fracturas de la masa lateral y de Jefferson, no se ha encontrado una inestabilidad significativa C1-C2 después de la consolidación de la fractura. El manejo de esta es aún controvertido La mayoría son relativamente estables y no se asocia con deficiencias neurológicas y pueden ser tratadas mediante inmovilización externa con resultados satisfactorios9. Las fracturas inestables de Jefferson reflejan una lesión más grave del atlas que se producen cuando el ligamento transverso también se rompe, secundario a la extensión de la propagación del arco de Cl. Estas fracturas son más difíciles de tratar debido a la inestabilidad atlantoaxial. Muchos cirujanos recomiendan la estabilización quirúrgica de estas fracturas de Jefferson inestables. Caso clínico Figura 3: Rx. Columna cervical Perfil, trazo radio lucido C1 (fuente propia). 136 Presentamos un paciente de sexo masculino de 45 años de edad al momento de su ingreso, sufre accidente automovilístico, circulaba en motocicleta con casco; ingresa trasladado por servicio de emergencia, vigil, excitado, con inmovilización cervical con collar de Philadelfia, refiere trauma pero sin pérdida de conocimiento, intenso dolor cervical que se irradia hacia ambos hombros, base y región posterior del cuello y debilidad muscular en ambos miembros superiores, Al examen físico presenta diparesia moderada a severa (2/5) con hipotonía y marcada hiporreflexía osteotendinosa. Como antecedente a destacar cirugía cervical (corpectomía C5, artrodesis y fijación con placa y tornillo) realizada en año 2003, con recuperación total luego de rehabilitación y reinserción laboral. Al momento de su internación se le practican Rx de columna cervical proyección de frente y perfil, TAC de columna cervical y RMN de Columna, y se solicita IC con Servicio de Neurocirugía (Figuras 3, 4, 5, 6, 7). Se plantea como conducta terapéutica Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 6: TAC columna cervical: Reconstrucción Coronal. Figura 4:TAC columna cervical: Cortes axiales. Figura 5: TAC columna cervical: Reconstrucción Sagital. inmovilización cervical con un halo-vest como primera opción de tratamiento y observaciones con exámenes clínicos periódicos y controles con tomografía computada (Figura 8). El paciente evoluciona en forma satisfactoria, se externa a la semana, comienza con tratamiento de rehabilitación, mejora lentamente su déficit motriz y el dolor en cuello. Se retira halo en semana n° 18, luego sigue con collar de Philadelfia 4 semanas más y continúa con rehabilitación y controles topográficos. Control tomográfico a 10 semanas (Figura 9). TAC de Columna Cervical: Se detecta compromiso traumático del arco anterior y posterior de la 1º vertebra. Posible trazo de fractura en C2 que se objetiva en las reconstrucciones. Se pone en consideración la conducta expectante por tener la fractura de apófisis odontoides coadyuvante. TAC helicoidal de Columna Cervical: Fractura de Cl, fractura Tipo I de apófisis odontoides de C2 mejor reconocida en la reconstrucción sagital (clasificación de Anderson y D’Alonzo) (Figura 10). TAC helicoidal de columna cervical: Fino trazo hipodenso de secuela de fractura en base de apófisis odontoides (Figura 11). No se observan soluciones de continuidad en apófisis odontoides, finos trazos hipodensos de aspecto secuelar en arco C1 (Figura 12). Actualmente el paciente experimentó una notable mejoría motriz (desparecía 4/5), refiere dolor cervical esporádico que cede con ingesta de analgésicos 137 Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 7: RMN de Columna Cervical. Figura 8: TX. Conservador: Halo Vest Figura 9: Control Tomográfico: a las 10 semanas. 138 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 comunes (diclofenaco sódico 50 mg) y continúa con plan de rehabilitación. Conclusión Figura 10: Control tomográfico: a los 5 meses. El manejo de las fracturas de columna cervical superior implica un interesante desafío, debido a la complejidad y relativa rareza de estas lesiones. Las fracturas por estallido del atlas o de Jefferson representan entre un 3 al 13% de las fracturas cervicales. 44% es una combinación de fracturas Cl-2. Su manejo es habitualmente conservador con lo que se obtiene resultados favorables y el tratamiento quirúrgico está reservado para las lesiones inestables y la ausencia de consolidación. Recibido: 09.05.12 Aceptado: 07.07.12 Figura 11: Control tomográfico: a los 7 meses. 139 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figura 12: Control tomográfico: a los 9 meses. Bibliografía 1. 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Methods: We analyzed clinical and imaging, as well as conduits for the case of a 22 year-old man, victim of physical aggression by stab wound in the neck. Results: Tetraparesis, contralateral deficit of thermal and pain sensitivities below the lesion and ipsilateral motor and proprioception deficits are justified by the findings on imaging studies. A CT scan of the cervical spine revealed a hyperdense lesion between C3-C4. The MRI, in turn, showed the presence of right paravertebral hematoma and partial spinal cord injury between C3 and C4. The moderate neurological deficit persisted at discharge from hospital. Conclusion: Spinal cord injuries due to stab wounds are uncommon when compared to those caused by other factors such as traffic accidents, falls and gunshot injury. The neurological presentation of Brown-Séquard syndrome has been reported as rare in medical literature. Its treatment in most cases is conservative and the prognosis is better when it comes from stab injury rather than other causes. Key words: Brown-Séquard syndrome, spinal cord injuries, paresis. Introduction Case report Spinal cord injury (SCI) caused by stab has been considered rare and accounts for less than 1.5% of traumatic injuries of the spinal cord and approximately 25% of spinal cord injuries1,8,12,18,24,23,33. The cervical region is affected between 18% and 30% of cases, which often are associated with Brown-Séquard syndrome (BSS)23,29. This syndrome is characterized by hemisection of the spinal cord, causing ipsilateral motor and proprioception deficits, besides losses of contra-lateral thermal and pain sensibilities below the injury4,5,29,32,33. The authors report a case of SCI caused by stab in the neck, which developed clinical symptoms of spinal cord hemisection, and discuss its diagnosis, treatment and prognosis. JCB, a 46 year-old male. Victim of physical aggression by stab wound in the neck. Initial physical examination revealed penetrating wound in the posterior cervical region, measuring 3 cm in length, at the fourth cervical vertebra. Moreover, there were neither hemodynamic and respiratory instabilities nor cerebrospinal fluid’s leak. Neurological examination: tetraparesis, however, more pronounced on the right side; after 72 hours of onset, ipsilateral motor and proprioception deficits arose, as well as losses of contra-lateral thermal and pain sensibilities below the injury. Plain radiographs of the cervical spine and thorax did not have any finding. Computed tomography (CT) of the cervical spine revealed a hyperdense lesion between C3- C4. Magnetic resonance imaging of the cervical spine performed ten days after injury showed right paravertebral hematoma, spinal cord injury between C3 and C4, most evident in T2-weighted images and absence of fracture (Figures 1 and 2). The patient was treated conservatively with methylprednisolone, systemic antibiotics and analgesics. He received a medical discharge from hospital with moderate neurological deficit. Multidisciplinary outpatient treatment (physiotherapy, psychology and neurosurgery) was indicated. Discussion The BSS was first described in 1840 by Charles Edouard Brown-Séquard, through experiments of spinal cord’s 141 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 hemisection in animals6. It accounts for 1% to 4% of all lesions in spinal cord20. The most affected regions by this syndrome in order of frequency are: thoracic, cervical and lumbar12,18,24,29. The syndrome is characterized by ipsilateral motor and proprioception deficits, in addition to contra-lateral losses of thermal and pain sensitivities below the lesion4,29. More common, however, is the Brown– Séquard-plus syndrome (BSPS), which consists of asymmetric paresis with hypalgesia more pronounced on the less paretic side14,30. Epidemiological studies of SCI caused by stab wounds demonstrated that 50% of the patients have incomplete motor lesion with asymmetric motor pattern, which is indicative of BSS33. Mainly triggered by penetrating injuries caused by gunshot and more rarely stab wound16,19,24,25,32, the BSS also has as causes: motor vehicle accidents, primary and secondary neoplasms, epidural hematomas after therapy with anticoagulants and thrombolytic therapy22. Even rarer causes are: demyelinating diseases, spinal cord and cervical disc herniations5,6. The SCI by stab wound is often observed in male young adults and is highly associated with immediately neurological damage1,12,23,27,31. In case of SCI by stab, the anatomy of the spine justifies the higher incidence of only partial damage of the spinal cord, rather than the total section24,29. The weapon typically enters the spinal canal through the interlaminar space along the anatomical track created by the spinal process at the coronal plane, and this serves to guide the weapon to only one side of the Figure 1: MRI of the cervical region in T2 demonstrating soft tissue hematoma, which indicates the trajectory of the weapon and hyperintense lesion between C3-C4. 142 spinal cord, resulting in the BSS15. CT scan is performed to elucidate the nature of the bone lesion and delineate the trajectory of the foreign body8,12. That exam reveals bone injury, foreign body, pneumorraque, herniated discs and spinal instability1,11,12,15,27,32. The goldstandard exam is done by magnetic resonance imaging (MRI), which has been considered the best test for acute SCI1,7,9,11,12,21,29. According to Bondurant et al2, MRI demonstrates several pathological findings involving the spinal cord and includes intramedullary blee-ding, acute edema of the spinal cord and spinal injury2,12,21,27. A spinal cord injury in MRI is hypointense on T1 images and hyperintense on T212,21,29. The appearance on MRI of the spinal cord hemorrhage varies according to the age of the hematoma9,15. Gümüs et al8 indicate MRI after performing a negative CT scan, as well as in case of high suspicion of SCI. Rubin et al27 reported that SCI caused by stab wound may be associated with arterial occlusion, arteriovenous fistula or pseudoaneurysm. CT and MRI also reveal the presence of vascular damage. Lesions of the paraspinal soft tissue appear hyperintense on T2. With the presence of a metallic foreign body retained in the spinal canal, the MRI is impaired. Levy et al17 reported that the use of corticosteroids does not offer improvement in cases of penetrating SCI. Systemic antibiotics and tetanus prophylaxis may always be instituted in these cases. Surgical treatment in cases of SCI caused by stab wounds is controversial12,29. The surgical exploration has been indicated when there are presence of a foreign body, loss of cerebrospinal fluid (CSF), persistent spinal cord or root compres- Figure 2: MRI of the cervical spine. Right paravertebral hematoma and spinal cord injury between C3-C4. sion12,18,24,27. Moreover, no benefit was found with surgical treatment compared to conservative treatment in patients with penetrating injuries28. Harris10 reported a case of an acute subdural hematoma in a patient victim of SCI caused by stab wound, who underwent surgical treatment with excellent results. Studies on neurological recovery after SCI have focused on recovery within the first and second years post-injury. The main determinants of recovery in the first year include whether the injury was complete or incomplete, the level of the neurological injury and the initial motor strength13. The BSS has better prognosis among all other syndromes resulting from SCI. Some authors reported that 75% to 90% of patients are able to walk independently after discharge from rehabilitation3,26. Although patients with BSS or PBSS usually have a relatively good prognosis, PBSS carries have better prognosis than those with pure BSS. Furthermore, patients with predominant muscle weakness in upper limbs have more favorable outcomes than those with predominant weakness in the lower limbs26. The prognosis depends on the injury extent. Patients with minimal or no changes in the spinal cord on MRI have a good prognosis, whereas patients with spinal cord injury or parenchymal hemorrhage course with poor prognosis31. With the improvement of acute and chronic treatments, in addition to new therapeutic techniques and rehabilitation, not only the life expectancy of the bearer of the injury, but also its social participation in the community have been improved significantly. In all reported studies, whether there is an incomplete spinal cord injury, the result with immediate treatment is excellent, frequently with complete neurological recovery10. In our case, the patient persisted with moderate neurological deficit, but with signs of improvement and favorable progression. The neurological presentation of BSS resulting from SCI by stab wound is poorly reported on the literature. However, further discussions about its treatment are necessary. As it was reported in our case, medical care affects prognosis. Though, problems remained, such as neurological deficits and social, functional and economic losses that come with it, which could be reduced with improvements in the multidisciplinary treatment. Recibido: 05.09.12 Aceptado: 12.09.12 Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 References 1. Alkan A, Baysal T, Saras K, Sïgïrcï A, Kutlu R. Early MRI findings in stab wound of the cervical spine: two case reports. 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La perforación de un cráneo por los objetos de baja energía cinética es inusual en la práctica neuroquirúrgica. Un alto porcentaje de los casos con lesiones penetrantes craneales se asocian con lesiones vasculares, lo que requiere el estudio de la vascularización intracraneal para una conducta médica adecuada. Presentamos un caso de una paciente de 32 años de edad que sufrió un trauma penetrante en el cráneo con un cuchillo a través de los huesos del cráneo, con lesión directa a la arteria cerebral anterior, e incluimos una breve revisión de la literatura sobre el tema. Palabras clave: Lesión cerebral traumática, lesión cerebral penetrante, cráneo, neuroimágenes, angiografía cerebral, neurocirugía. Abstract The penetrating injuries of the skull are usually associated with high mortality. They may be the result of numerous events, the majority of them being caused by high energy trauma. Penetrating brain injury by objects of low kinetic energy is unusual in the neurosurgical practice. A high percentage of the cases with penetrating injuries is associated with cranial vascular lesions, requiring study of the intracranial vasculature for proper management. We report on a case of a 32-year-old patient who suffered a head-penetrating trauma by a knife through the bones of the skull, with direct injury to the anterior cerebral artery, including a brief review of the literature on the theme. Key words: Traumatic brain injury, penetrating head injury, skull, neuroimaging, cerebral angiography, neurosurgery. Introduction Penetrating cranial lesions can be the result of numerous intentional or unintentional events, including wounds by firearm projectiles, knife injuries, and automobile or work accidents (nails, screws and others)7, the majority of the lesions being caused by high-energy traumas2. The penetrating cerebral lesion by low kinetic energy objects is uncommon in the neurological practice2,7. Diverse objects have been mentioned in 144 the literature as the causes of penetrating encephalic lesions, habitually being of small dimensions and of facial entry2,3. Due to the inexpressive casuistry of low-energy penetrating lesions, there are few reports of such pathology in the literature. We report the case of a patient who was the victim of a low-energy penetrating cranial trauma through the skull bones with a direct lesion to the anterior cerebral artery, and we include a brief review of the literature on that theme. Case report This was a male patient, 32 years-old, who was admitted to our emergency service as the victim of a knife wound to the cranium in the left parietal region. As part of the pre-hospitalization services rendered by the rescue team, the patient underwent orotracheal intubation and mechanical ventilation due to his worsening neurological status. Upon hospital admittance, the patient presented with a Glasgow Coma Scale 8, with bilaterally Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 proximal segment (A1) and hypovascularization in its territory (Figure 2 A-C). The patient was then submitted to a surgical procedure (Figure 1 B-C) with temporal frontal craniotomy and dissection of the Sylvian fissure, with relief of the neurovascular structures in the blade trajectory and extraction of the foreign body. The anterior cerebral artery had been sectioned, making it necessary to promote its coagulation in the A1 segment. Following surgery, the patient remained in the intensive care unit, but due to his previous neurological condition he died after a few days. Discussion Figure 1: A – computed tomography (scout), showing the metallic foreign body with the tip at the skull base. B - Preoperative image showing the region of entry of the object and positioning of the head for surgery; C – intraoperative exposal of the skull, showing the entry of the metallic object through the left parietal bone. Figure 2: Left internal carotid artery angiography in frontal (A) and lateral (B and C) views, showing occlusion of the left anterior cerebral artery in its A1 segment and hypovascularization in its territory. miotic pupils and right hemiparesis. He was submitted to a cranial computed tomography (CT) which showed subarachnoid haemorrhage associated with areas of ischemia and left frontal haemorrhage, as well as the presence of a foreign body of metallic density, with left parietal region entry, the tip being at the skull base in the anterior fossa (Figure 1A). A cerebral angiography was performed, which revealed an occlusion of the left anterior cerebral artery in the Penetrating cranial lesions are generally associated with an elevated mortality rate8. The vast majority of these penetrating cranial lesions is caused by high kinetic energy traumas, such as wounds caused by firearm projectiles2,7. Lowenergy traumas represent a minority of penetrating cranial lesions and in most cases are constituted by penetration of foreign bodies through the eye, mouth or auditory conduit4. More rarely, the penetration occurs through the cranium through the skull bones4 as occurred in this case. Due to the grave risk of nerve and vascular structures, it is mandatory to know the trajectory and location of the foreign body4. This penetrating lesion can frequently affect vascular structures, with partial or complete sectioning of a cerebral artery, as well as lead to the formation of traumatic aneurysms8,9 or carotid-cavernous fistulas8. It has been estimated that the rate of vascular complications following a penetrating cerebral lesion is between 5% and 40%4. The formation of a traumatic aneurysm is a serious consequence of a vascular lesion associated with a penetrating trauma to the cranium4,8, already well-documented in the literature. The section of the intracranial artery, in turn, represents a serious and rare lesion which generally requires urgent neurosurgical intervention, reportedly in up to 25% in this type of trauma4,5. Imaging exams, such as a head computed tomography and the cerebral angiography, are necessary not only to evaluate the lesion to the encephalic parenchyma, but also to verify possible associated vascular lesions, thus assisting in the correct surgical planning5,9. When 145 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 direct lesions to intracranial vessels is suspected, based on the trajectory of the penetrating instrument, a cerebral angiography should be readily performed to identify and promote better therapeutic planning1,6. In the present case, as the tip of the blade was crossing the anterior fossa, there was a strong suspicion of direct lesion to vascular structures, which motivated the performance of an urgent cerebral angiography, which in turn confirmed our hypothesis. Conclusion The present case has the particularity of the penetration of the foreign body having occurred directly through the parietal bone and not through natural orifices, such as the eyes or nose, damaging the left anterior cerebral artery and reducing the blood flow in its territory, as demonstrated in the cerebral angiography. The option to remove the knife by surgical procedure with the opening of the Sylvian fissure and relief of neurovascular structures under direct vision is the safest procedure for the removal of a foreign body affecting noble structures of the brain. Recibido: 07.05.12 Aceptado: 30.06.12 References 1. Alafaci C, Caruso G, Caffo M, et al. 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E-mail: [email protected] 146 Reporte de casos Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Endovascular treatment of iatrogenic pseudoaneurysm and delayed carotid-cavernous fistula following trans-sphenoidal surgery Tratamiento endovascular de pseudoaneurisma y fístula carótida-cavernosa iatrogénica después de la cirugía trans-esfenoidal Mário Luiz Marques Conti1, Guilherme Brasileiro de Aguiar1, José Carlos Esteves Veiga1, Américo Rubens Leite dos Santos1, Paulo Roberto Lazarini2, Maurício Jory1, Ricardo Hideo Tachibana3, José Guilherme Mendes Pereira Caldas.4 1 Department of Surgery, Division of Neurosurgery, Santa Casa Medical School, São Paulo, Brazil. 2 Otorhinolaryngology Department, Santa Casa Medical School, São Paulo, Brazil. 3 Medical student; Santa Casa Medical School, São Paulo, Brazil. 4 INRAD - Radiology Institute, Hospital das Clinicas da Faculdade de Medicina da Universidade de São Paulo - São Paulo, Brazil. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 147 - 150, 2012 Resumen Lesiones accidentales de la arteria carótida son complicaciones poco frecuentes de diversos procedimientos diagnósticos y terapéuticos. Representan una condición grave y potencialmente mortal si el tratamiento no se realiza adecuadamente. Un paciente de sexo femenino, 45 años de edad, que ingresó en el servicio de Otorrinolaringología con queja de la disminución de la agudeza auditiva y acúfenos en el oído izquierdo. La resonancia magnética encefálica mostro una formación expansiva / infiltrativa a comprometer desde la nasofaringe izquierda hasta la base del cráneo, con la participación de la arteria carótida interna (ACI) en el mismo lado en su segmento petroso. Durante el procedimiento de biopsia, se produjo una laceración en la carótida derecha intracavernosa con sangrado abundante. Se realizó un taponamiento local y el paciente fue remitido a la angiografía cerebral que mostró un seudoaneurisma en la arteria carótida interna derecha en su segmento cavernoso. Después de una prueba de oclusión, la ACI derecha fue ocluida por 2 globos. Tres semanas después, el estado del paciente mostró empeoramiento progresivo de la agudeza visual, proptosis ocular, hiperemia conjuntival y la restricción del movimiento ocular en el ojo derecho. Una nueva angiografía fue realizada y mostró la persistencia de la oclusión de la ACI en su origen y un seudoaneurisma asociado con fístula carótido-cavernosa derecha, que se opacificado después de la inyección de contraste en la ACI izquierda, a través de la arteria comunicante anterior. El paciente fue sometido a un nuevo tratamiento endovascular con resolución de la lesión. Laceración de ACI durante la cirugía transesfenoidal es una complicación rara y potencialmente fatal. La prevención es el mejor tratamiento para cualquier lesión accidental. La utilización de técnicas endovasculares ha permitido para el tratamiento satisfactorio de esta condición. Palabras clave: Lesiones de la arteria carótida, seudoaneurismas, fístula carótido-cavernosa, tratamiento endovascular. Abstract Accidental carotid artery lesions are uncommon complications from diverse diagnostic and therapeutic procedures. It represents a grave and potentially lethal condition if treatment is not adequately performed. A female patient, 45 years old, who was admitted to the Otolaryngology service complaining of diminished auditory acuity and tinnitus in the left ear. The encephalic magnetic resonance imaging (MRI) showed an expansive/infiltrative formation compromising the left nasopharynx to the skull base, involving the ipsilateral internal carotid artery (ICA) in its petrous segment. During the biopsy procedure, there was a right intracavernous 147 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 ICA laceration with copious bleeding. A local tamponade was performed and the patient was referred to cerebral angiography (CAG), which showed a right ICA pseudoaneurysm in its intracavernous segment. After a balloon occlusion test, the right ICA was occluded by 2 balloons. Three weeks after, the patient’s condition showed progressive worsening of visual acuity, occular proptosis, conjuctival hyperemia and occular movement restriction in the right eye. A new CAG was performed and showed persistence in the right ICA occlusion in its origin and an intracavernous pseudoaneurysm associated with ipsilateral carotidcavernous fistula, which became opacified after contrast injection in left ICA, through the anterior communicating artery. The patient was submitted to a new endovascular treatment with lesion resolution. ICA laceration during transsphenoidal surgery is a rare and potentially fatal complication. The prevention is the best treatment for any accidental lesion. Utilization of endovascular techniques has allowed for satisfactory treatment of this condition. Key words: Carotid Artery Injuries, Pseudoaneurysms, Carotid-Cavernous Sinus Fistula, Endovascular Treatment. Introduction Accidental lesions in the carotid artery are uncommon complications from various procedures1. During transsphenoidal surgeries the internal carotid artery (ICA) lesion constitutes a rare event, albeit grave and potentially lethal if treatment is not adequately performed1,2,3,4. It may manifest itself in peri- or postoperative bleeding, formation of internal carotid artery pseudoaneurysm or carotidca-vernous fistula (CCF)2,3,4,5, necessitating prompt diagnosis and treatment. This case study describes a case of right ICA laceration with the formation of a pseudoaneurysm, during a transsphenoidal surgery on a skull base tumor which was treated with ICA occlusion. A few days after the occlusion, the patient presented with occular symptoms. The cerebral angiography confirmed the right carotid occlusion and showed an ipsilateral carotid-cavernous fistula which opacified via the anterior communicating artery (ACoA). The patient was submitted to a new endovascular treatment with lesion resolution. Furthermore, we made a brief revision of the literature. Case report This female patient, 45 years old, was admitted to the Otolaryngology service complaining of diminished auditory acuity and tinnitus in the left ear. An encephalic magnetic resonance imaging (MRI) was performed which showed an expansive/infiltrative formation, compromising the left nasopharynx to the skull base, involving the ipsilateral internal carotid artery in its petrous segment. Transsphenoidal lesion biopsy was suggested. During the procedure, there was a right intracavernous ICA laceration with copi- 148 Figure 1: A – Right internal carotid artery angiography (lateral view), showing a pseudoaneurysm in the right intracavernous internal carotid artery (arrow). B and C - cerebral angiography of the left internal carotid artery during the right ICA balloon occlusion test (frontal view), not showing delay in angiographic times. D – placement of the balloons following the right ICA occlusion (lateral view). E – final angiographic control from the right common carotid artery (lateral view), showing right internal carotid artery occlusion (arrowheads). Reporte de casos ous bleeding. A local tamponade was performed and the patient was referred to cerebral angiography (CAG), which showed a right ICA pseudoaneurysm in its intracavernous segment (Figure 1A). Following the occlusion test (Figure 1 B-C), the right ICA was occluded by means of two Goldball 2 balloons (Balt Extrusion, Montmorency, France), which were deployed in the right ICA (Figure 1D) petrous and cervical segments. The final angiographic control showed a complete occlusion of the right ICA (Figure 1E). Three weeks after the initial procedure, the patient’s condition showed progressive worsening of visual acuity, occular proptosis, conjuctival hyperemia and occular movement restriction in the right eye (Figure 2A). A new CAG was performed and it showed persistence in the right ICA occlusion in its origin andA an intracavernous pseudoaneurysm measuring approximately 30 mm, associated with ipsilateral carotid-cavernous fistula (CCF), which became opacified after contrast injection in left ICA, through the ACoA (Figure 3A). The patient was then submitted to a new endovascular procedure in which a left ICA selective catheterism was performed, with lesion microcatheterism through the ACoA (Figura 3B) and embolization with coils (Figure 3C). The final angiographic control showed absence of pseudoaneurysm and CCF opacification (Figure 3D). The procedure was performed without complications and the patient’s condition progressed to the regression of symptoms (Figure 2B), save a discrete visual deficit to the right. Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Figure 2: A – Patient’s ocular appearance previous to the second procedure, showing mydriasis, occular hyperemia and proptosis in the right eye. B – final aspect, following treatment, showing regression of occular signs. Discussion Diverse diagnostic and therapeutic procedures can determine an accidental carotid artery injury, such as: anterior cervical column surgery, central venous catheter insertion, chiropractic cervical manipulation, cerebral angiographies, middle ear surgery, percutaneous procedure for trigeminal neuralgia treatment, skull base surgeries, tracheostomy and transsphenoidal surgery1. Specifically in transsphenoidal surgeries, the incidence of carotid artery laceration is 0.3 to 0.4%1,6,7. These lesions represent well-documented complications and can have catastrophic results if not adequately treated. In the majority of cases, it is caused by direct surgical trauma to the intracavernous artery seg- Figure 3: A – Left internal carotid artery angiography (frontal view), showing a pseudoaneurysm in the intracavernous segment of the right ICA, associated with an ipsilateral carotidocavernous fistula (arrow), which became opacified through the ACoA. B and C - Lesions microcatheterism and coiling performed through the left internal carotid and anterior communicating arteries. D – final angiographic control of the left internal carotid artery, in frontal view, showing complete occlusion of the fistula and pseudoaneurysm. 149 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 ment3. As a consequence, there may be bleeding, vascular spasms, arterial thrombosis, embolism and the formation of pseudoaneurysms and carotidcavernous fistulas2,3,4,5. In most cases of iatrogenic CCF, the accidental injury causes the formation of a pseudoaneurysm that ruptures immediately to the cavernous sinus. In this case, by contrast, was initially formed a pseudoaneurysm that was treated with occlusion of the vessel. Fistula formation occurred later, and through the cross flow from the other carotid artery. This makes this case even more different. The predisposing factors for the ICA iatrogenic lesion during transsphenoidal surgery most cited in the literature are: large invasive adenomas, reoperations, previous radiotherapy in the sellar region, previous prolonged use of dopaminergic agonists and radical surgeries for tumors which invade the cavernous sinus3. ICA anatomical variations, its proximity to the medial line2 and adjacent structures can also be predisposing factors for ICA lesions during transsphenoidal surgery. Renn and Rhoton8 demonstrated that in 71% of the cases, the ICA projects itself into the sphenoid sinus and in 4% it is covered exclusively by the cavernous sinus duramater and sphenoid sinus mucosa, favoring a lesion in the same during transsphenoidal sur- gery2. In this way, a detailed preoperatory anatomical assessment by imaging (MRI and computed tomography - CT) becomes imperative in order to minimize the risk of iatrogenic arterial lesion, especially in patients with aforementioned risk factors2,3. Other methods of evaluating the sellar region, such as the sellar 3D angiotomography, the paranasal region osseal window CT, the encephalic angioresonance and Doppler ultrasound (MicroDoppler Ultrasound), have already been described in the literature as being utilized in cases in which the MRI is not sufficient to detail its anatomy3,4. The ICA lesion must be rapidly diagnosed and treated. The initial measures include local tamponade, direct repair of the lesion or even surgical occlusion of the lesioned artery1,2,5, until the patient is stabilized, in order to procede with the cerebral angiography. Traditionally, the surgical or endovascular occlusion has been used for the definitive treatment of these lesions. As the surgical occlusion is associated with a larger incidence of complications, the endovascular treatment has been more amply employed2,5,8. In the case that the CAG shows an arterial lesion, endovascular occlusion of the vessel should be considered once the occlusion test has been performed2, as in the present case. In cases in which the occlusion test shows that the patient would not withstand the lesioned artery occlusion, bypass surgery prior to its occlusion should be considered9. Curren-tly, the employment of stents has been shown to be useful in situations in which the occlusion is contraindicated2,10. In addition to preserving the ICA flow, it allows for a rapid interruption of the bleeding and stabilization of the patient2. There are some case series describing the successful use of stents with preservation of flow in treatment of carotid-cavernous fistulas, however a larger follow-up and further studies are needed to establish definitive conclusions9,10. In this way, ICA laceration during transsphenoidal surgery is a rare complication, but when it occurs it can be fatal. The prevention is the best treatment for any accidental lesion, the different imaging methods being fundamental for this. Hopefully, accumulated knowledge and experience will reduce this type of complication in the future. Utilization of endovascular techniques has allowed for satisfactory treatment of this condition and new studies are necessary for the consolidation of endovascular methods which maintain the arterial flow. Recibido: 13.08.12 Aceptado: 11.09.12 References 1. Inamasu J, Guiot BH. Iatrogenic carotid artery injury in neurosurgery. Neurosurg Rev 2005; 28 (4): 239-47. 2. Park YS, Jung JY, Ahn JY, et al. Emergency endovascular stent graft and coil placement for internal carotid artery injury during transsphenoidal surgery. Surg Neurol 2009; 72 (6): 741-6. 3. Berker M, Aghayev K, Saatci I, et al. Overview of vascular complications of pituitary surgery with special emphasis on unexpected abnormality. Pituitary 2010; 13 (2): 160-7. 4. Ahuja A, Guterman LR, Hopkins LN. Carotid cavernous fistula and false aneurysm of the cavernous carotid artery: complications of transsphenoidal surgery. Neurosurgery 1992; 31 (4); 774-9. 5. Kocer N, Kizilkilic O, Albayram S, et al. Treatment of iatrogenic internal carotid artery laceration and carotid cavernous fistula with endovascular stent-graft placement. Am J Neuroradiol 2002; 23 (3): 442-6. 6. Fukushima T, Maroon JC. Repair of carotid artery perforations during transsphenoidal surgery. Surg Neurol 1998; 50 (2): 174-7. 7. Laws ER Jr. Vascular complications of transsphenoidal surgery. Pituitary 1999; 2 (2): 163-70. 8. Renn WH, Rhoton AL Jr. Microsurgical anatomy of the sellar region. J Neurosurg 1975; 43 (3): 288-98. 9. Kobayashi N, Miyachi S, Negoro M, et al. Endovascular treatment strategy for direct carotid-cavernous fistulas resulting from rupture of intracavernous carotid aneurysms. Am J Neuroradiol 2003; 24 (9): 1789-96. 10. Morón FE, Klucznik RP, Mawad ME, et al. Endovascular treatment of high-flow carotid cavernous fistulas by stent-assisted coil placement. Am J Neuroradiol 2005; 26 (6): 1399-404. Corresponding author: Guilherme Brasileiro de Aguiar, MD. Department of Surgery, Division of Neurosurgery, Santa Casa Medical School. São Paulo, Brazil. Rua Cesário Motta Jr., 112 - Vila Buarque. 01221-900. São Paulo - SP. Brazil. Tel: 55 11 21767000 Email: [email protected] 150 Tópico General Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Visión del futuro de la Neurocirugía Chilena Dr. Lientur Taha Moretti Neurocirujano, Instituto de Neurocirugía Alfonso Asenjo, Santiago de Chile. * Conferencia presentada durante las Jornadas de Invierno de la Sociedad de Neurocirugía de Chile, Junio de 2012. Rev. Chil. Neurocirugía 38: 151 - 153, 2012 En primer lugar, quisiera agradecer al Comité organizador por considerarme como la persona adecuada para hablar de este tema y que he aceptado con mucho agrado, compromiso y responsabilidad. Pero, quisiera destacar algunos conceptos del título de esta presentación ya que: una cosa es ver el futuro, que en este caso sería de la Neurocirugía chilena, lo cual es una práctica adivinatoria o sea de predecir el futuro y que no me corresponde a mí hacerlo pues no tengo ese talento. Otra cosa es: Cuál es mi visión del futuro de la Neurocirugía chilena en nuestros días, que fue la misión que se me encomendó, Esta es una visión muy personal y con un enfoque distinto pero no contrario al que magníficamente hizo el Dr. Leonidas Quintana en la revista de Neurocirugia del año 2008, describiendo la realidad de la neurocirugía y sus proyecciones, desde el punto de vista de la tecnología y formación académica. Por lo tanto, esta modesta visión no pretende más que mostrar otro punto de vista y que queda al juicio de vosotros el estar de acuerdo o no con ella, ya que está en la libertad de pensamiento de cada uno de nosotros. Este es un tema apasionante pues se basa en las 3 interrogantes propias del ser humano, interrogantes que el hombre se ha hecho a lo largo del tiempo desde, el momento en que toma conciencia de sí mismo: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? y ¿Hacia dónde voy?..,. Basándome en estas dudas sobre la existencia humana haré un análisis del tema. Sí estoy consciente que soy un Médico Neurocirujano, pues trabajé para ser reconocido como tal, entonces partiré de la base que se quien soy al igual que la mayoría de todos vosotros. Por otra parte, para saber de dónde vengo o sea cuál es mi pasado, he de remontarme a la historia de la Neurocirugía Chilena, ya que su estudio es la base… es el punto de apoyo sobre el cual comenzar, puesto que No podemos hablar del futuro si no conocemos nuestro pasado. Si analizamos los primeros albores de la Neurocirugía Chilena, debemos recordar que esta no se inició como una especialidad como tal, sino que hubo muchos cirujanos generales tanto en Santiago como en provincias que trataron de resolver algunos casos de traumatismo de cráneo, columna y nervios con los escasos conocimientos con que contaban, los precarios instrumentos disponibles y una gran dosis de audacia sustentada en la buena intención de hacer algo por la vida de los pacientes. (Probablemente con todos los problemas legales actuales, nuestros antepasados no habrían podido a trevido a hacer muchas cosas…). Sin embargo, los resultados mostraron grandes éxitos pero también fracasos y profundas frustraciones que desgastaron la pasión por la especialidad. No hubo registros de tales patologías a nivel nacional y sólo se recordaban casos aislados con resultados dudosos. Fue entonces necesario cambiar… y el primer paso fue el de unificar las fuerzas y el conocimiento en una línea de trabajo… Transcurrió mucho tiempo para que el Profesor Dr. Alfonso Asenjo con su gran capacidad de organización y liderazgo lograse conformar un equipo de trabajo y un centro dedicado sólo a la Neurocirugía y que hasta la fecha se conoce como el Instituto de Neurocirugía… que lleva su nombre. El objetivo y misión de aquel entonces, era consolidar la Neurocirugía Chilena en un Centro que juntó todos los casos. Paralelamente, desarrolló todas las subespecialidades de aquel entonces en un trabajo mancomunado con Radiólogos, Neurólogos, Psiquiatras y Neurocirujanos. Se fortaleció la docencia a Becarios extranjeros…sin embargo, fueron pocos los Chilenos formados en esa época y el desarrollo de la Neurocirugía Chilena fuera de Santiago fue casi nula. Posteriores fenómenos históricos dejaron en manos del Profesor Dr. Reinaldo Poblete la dirección de esta Institución y fue él quien impulsó la expansión y el crecimiento de la Neurocirugía a lo largo del país. Me tocó ser parte de esa generación. En la región Metropolitana, no debemos dejar de lado el desarrollo de otros centros Neuroquirúrgicos fundamentales y trascendentales en la Historia de la neurocirugía Chilena. Debo destacar al Hospital Clínico de la Universidad Católica, El Hospital Clínico de la Universidad de Chile, El Hospital de Valparaíso, El Hospital Barros Luco, El Hospital de Coquimbo, El Hospital de Concepción, El Hospital de Temuco, El Hospital de Rancagua, El Hospital de Puerto Montt, El Hospital de Antofagasta y tantos otros… que, demostraron resultados magníficos y que fueron dirigidos por reconocidos Neurocirujanos emergentes de estos Centros y con sólida formación nacional y en el extranjero, 151 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 que también tuvieron una importante responsabilidad en el desarrollo de la especialidad. Hemos visto un progreso y desarrollo en la Neurocirugía de Urgencia, en el trauma de cráneo, columna y nervios. Hemos visto grandes centros de desarrollo sobre todo en Provincia, tanto en cirugía tumoral, como vascular, funcional y en toda el área relacionada con el sistema nervioso central y periférico, en donde destacados Neurocirujanos han hecho historia por su esfuerzo y sus resultados dignos de emular. Las ciencias en el mundo cambian y progresan lo que repercute en la Medicina como también en la Neurocirugía de hoy y del mañana. Hubo una época en el cual el desarrollo de la Neurocirugía era Piramidal, con el modelo del Gran Profesor que hacía de todo y sus adláteres tenían que esperar su jubilación para tener una oportunidad de demostrar sus capacidades y desarrollar experiencia. Estos grandes Maestros eran Neurocirujanos que trabajaban como lobos solitarios acumulando experiencia, cargados de conocimientos, egoístas del saber que no daban ninguna oportunidad a los que se iniciaban impidiendo la expansión de la especialidad. Sin embargo, el tiempo demostró que ellos no tenían la capacidad de atender y tratar a un país en rápido crecimiento y desarrollo. Como tampoco fueron capaces de frenar el progreso de la ciencia, la comunicación y la tecnología que fueron las banderas de los más jóvenes. Fue Cronos, el dios del tiempo y la fuerza del progreso quien los desplazó por equipos de trabajo. Equipos, grupos, unidades de neurocirugía que se destacaban por compartir sus conocimientos y ganar experiencia en menos tiempo y con mejores resultados. Estos equipos de trabajo se basan en la lealtad y honestidad entre cada uno de sus integrantes y su objetivo es la consolidación y fortaleza del grupo ya que los lucimientos personales sólo llevaran al desmedro y fracaso de todos ellos. Por lo tanto, en la elección de los integrantes de cualquiera de estos equipos, es fundamental que se haga observando si ellos cumplen con esas características dadas por los valores éticos personales y que no necesariamente tienen que ver con el conocimiento y habilidades de las 152 técnicas quirúrgicas. Ejemplos de conformar grupos en los cuales se privilegió sólo la técnica y no los valores humanos son muchos, lo cual llevó al fracaso del grupo y los cuales se graban en la memoria de todos aquellos que incurrieron en ese error. Hasta la fecha, se ha demostrado que los grupos de trabajo consolidados son la mejor forma de trabajo y desarrollo de la especialidad. Quienes quieran persistir en modelos antiguos monopolizando los conocimientos y oportunidades estarán destinados al fracaso y sólo el Cronos se encargará de sentenciarlos. Hoy veo como los Profesionales y más aun los especialistas se reúnen no sólo para escuchar a un experto sino que además para debatir y compartir sus experiencias, resultados y puntos de vista que los beneficia en el progreso de la especialidad. Las Reuniones Clínicas, Las Reuniones de Morbilidad, Las Reuniones de complicaciones de la técnica quirúrgica y tantas otras, son realizadas en forma paritaria, como el modelo de la Mesa redonda del rey Arturo, en las cuales se busca corregir las debilidades, perfeccionar los resultados, dar a conocer los avances, hacer nuevos proyectos, todas ellas con el objetivo de salvar vida y perfeccionar la calidad de vida de aquellos que depositaron sus vidas y la confianza en nosotros. El modelo antiguo, que buscaba a través de esas reuniones, demostrar los errores del prójimo, para así ocultar los propios, llevó a ambientes adversos, conflictivos y estériles. En la Medicina de hoy y especialmente en la Neurocirugía actual interactuamos cada vez con más especialidades, incluyendo las ciencias básicas y de investigación, necesitándonos mutuamente en este progreso permanente, ya que incluso las fronteras del conocimiento, como ocurre con los límites en el mundo se hacen más tenues. Los Neurocirujanos no sólo, debaten entre si temas específicos sino que también son capaces y necesitan hacerlo con otras especialidades que los enriquecen en conocimiento y optimizan sus resultados. Conforman equipos multidisciplinarios en cirugías complejas que permiten resultados inimaginables para los que fueron nuestros profesores. La investigación, el estudio, el acercamiento a las ciencias básicas a través de la Universidades han permitido dar respuestas a las grandes interrogantes como también a realizar nuevos procedimientos con mejores resultados. Ya no se da crédito a aquellos Neurocirujanos apoyados en sus años, representado en el pelo blanco y el tórax caído, que hablan con voz petulante de su experiencia… sin registros de datos y poco confiables en sus resultados aduciendo frases mediocres como "a mí me ha ido bien” o “nunca he tenido complicaciones”. Los Médicos de hoy y los Neurocirujanos del mañana se fijan en los resultados publicados y estadísticamente confiables analizando cada artículo con un enfoque racionalista. La tecnología basada en los modernos sistemas computacionales ha permitido diagnósticos más precisos como a su vez cirugías guiadas más seguras y certeras que buscan no sólo salvar vidas sino que aspirar a una mejor calidad de vida. Hoy en día contamos con equipos que permiten no sólo el estudio y evaluación de los pacientes en forma estática sino que también funcional lo cual se proyecta en cirugías dinámicas que nos estimulan en este maravilloso arte de la Medicina. La Neurocirugía en Chile es el fiel reflejo de lo que ocurre en la Neurocirugía en el mundo, reconociendo que cada país tiene su propia realidad dada sus propias circunstancias, sin embargo, la realidad Chilena, aunque siempre escasa de recursos, se caracteriza por el rico empuje de sus integrantes que han permitido ponerla en un lugar destacado de la historia gracias a su inteligencia. Es cierto que no es lo mismo la neurocirugía desarrollada en una Clínica privada en la capital de Chile que la que ocurre en hospitales públicos alejados de esta en que la falta de recursos y el muro de la burocracia son un freno importante para su desarrollo. Pero también es cierto que el gran número de casos Neuroquirúrgicos existentes en el área pública son un rico nicho de desarrollo de nuevas tecnologías. Son centros de aprendizaje donde el análisis de los resultados, el debate entre sus pares y el juicio crítico son oportunidades muy valiosas. Pero también vemos, tanto en centros públicos como privados y también castrenses, valiosos y distintos equipos de trabajo dignos de admirar como son los que ocurren en la Clínica Alemana, Clínica Santa María, Clínica Dávila, Clínica Tópico General Las Condes, Clínica Indisa, Clínica Antofagasta, hospitales de las fuerzas armadas y también las de orden…. etc …etc. El no nombrarlos a todos puede ser un problema… la lista es interminable, pero todos con un patrón común: la conformación de equipos de trabajo que compiten y comparten sus experiencias y conocimientos. Son valiosos centros de trabajo en los cuales, muchas veces se requiere de una inversión económica personal para viajar a centros extranjeros con el fin de adquirir nuevos conocimientos lo cual repercute no sólo en el individuo sino que también en su familia y esperanzas. Sin embargo, todos los que han tomado esta senda aceptan su responsabilidad ya que ese es nuestro compromiso. Entonces ¿Quo vadis Domine? Dicha expresión alude a las palabras "Quo Vadis, Domine?" ("¿A dónde vas, Señor?"), que, según la leyenda y la tradición, fueron pronunciadas por el apóstol Pedro mientras huía de Roma para ponerse a salvo de la persecución de los cristianos por orden del emperador Nerón, después de la muerte de Cristo ante una de sus apariciones posteriores. Ante la pregunta, Jesús responde: "Voy a ser crucificado en Roma por segunda vez porque mis propios discípulos me abandonan". Avergonzado de su cobardía y falta de compromiso con sus principios, Pedro regresa a Roma para afrontar su destino. La decisión de Pedro fue una decisión comprometida con su fe y fue Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 consecuente con ella. Entonces, esta leyenda es un modelo que quisiera engarzarlo con el tema que ahora nos reúne. ¿Quo vadis Neurocirugía Chilena? Que es la tercera interrogante ¿Hacia dónde voy? ¿Hacia dónde va la Neurocirugía Chilena? … La respuesta podría ser incierta si me sentase a ver cómo se desarrollan los hechos y evado todo tipo de compromiso lo cual siempre me tendría como un instrumento de hechos consumados. No obstante, si mi postura es activa y comprometida con la especialidad podría modificar la pregunta y decir: ¿A dónde quiero que vaya la Neurocirugía Chilena? Esta es una oferta que se la planteo a los Jóvenes de pensamiento, pletóricos de energía, esperanzas e ilusiones, como también se la hago a los que han ganado más experiencia y sabiduría en el correr de su ejercicio profesional, ya que son ellos quienes deberán renunciar a la postura personalista y egoísta y abrirse a una postura de grandes proyectos de trabajo en equipo. Son ellos… los Médicos, o sea los que curan, pero además son los Doctores o sea los que enseñan. Por ende los que curan y los que enseñan serán las directrices del futuro de la Neurocirugía en Chile. Mientras existan jóvenes dispuestos a aprender y mayores dispuestos a enseñar, todos unidos en un mismo ideal, habremos conquistado nuestro futuro y así entonces, tendremos una Neurocirugía rica en experiencia, logros y destacada en la Historia Universal. Mientras existan Neurocirujanos dispuestos a trabajar en conjunto con una postura de tolerancia y entrega al grupo. Mientras los grupos se abran a los más jóvenes en experiencia. Mientras existan Neurocirujanos dispuestos a Aprender y a enseñar cualquiera sea su lugar y hora en esta vida. Mientras existan grupos de trabajo que compartan sus experiencias como ocurre en los congresos, cursos, reuniones y otras actividades que permitan compartir los éxitos y los fracasos, Entonces y sólo así tendremos una Neurocirugía con esperanzas de un futuro próspero y feliz. El saber quién soy, de dónde vengo, cuál es mi presente, podré entonces ver hacia donde voy. Si mi postura es proactiva y comprometida con la especialidad, entonces podré saber y decidir hacia dónde voy… con mi compromiso con la Neurocirugía. En consecuencia, basado en estos principios, nuestra visión del futuro de la Neurocirugía Chilena será diáfana, próspera y llena de esperanzas. Recibido: 14.07.12 Aceptado: 15.07.12 153 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Miembros distinguidos de la Neurocirugía Chilena Maestros de la Neurocirugía Chilena Prof. Dr. Héctor Valladares Arriagada (1983) † Prof. Dr. Eduardo Fuentes Besoain (1983) † Prof. Dr. Reinaldo Poblete Grez (1996) † Miembros Honorarios Nacionales Medalla “Prof. Dr. Alfonso Asenjo Gómez” Prof. Dr. Luciano Basauri Tocchetton (2001) † Prof. Dr. Jorge Méndez Santelices (2002) Prof. Dr. Leonidas Quintana Marín (2007) Medallas “Prof. Dr. Héctor Valladares Arriagada” Prof. Dr. Selim Concha Gutiérrez (2001) Prof. Dr. Renato Chiorino Radaelli (2001) Prof. Dr. Juan Carlos Gómez González (2001) Prof. Dr. Boris Flandez Zbinden (2001) Prof. Dr. Jorge Méndez Santelices (2001) Prof. Dr. Miguel Miranda Gacitua (2001) Prof. Dr. Jacinto Cornejo Montalvo (2002) † Dr. Aurelio Matus Santos (2002) Prof.Dr. Juan Ricardo Olivares Alarcón (2002) Prof. Dr. Mario Poblete Muñoz (2002) Dr. Héctor Valladares Asmussen (2002) Prof. Dr. Gustavo Díaz Pérez (2003) † Dr. Pablo Donoso Yáñez (2003) Prof. Dr. Antonio Orellana Tobar (2008) Prof. Dr. Patricio Tagle Madrid (2008) Miembros Honorarios Extranjeros Prof. Dr. José Ribe Portugal (Brasil 1966) Prof. Dr. Bernard Pertuisset (Francia 1966) Prof. Dr. Valentine Logue (Gran Bretaña 1969) Prof. Jean Tavernier (Francia 1969) Prof. Dr. Peter Rottgen (Alemania 1969) Prof. H.W. Pia (Alemania 1969) Prof. Dr. Harry Kaplan (U.S.A. 1969) Prof. Dr. Arnoldo Pansini (Italia 1971) Prof. Dr. G. Sterba (Leipzy 1972) Prof. Dr. H. Niebeling (Leipzig 1972) Prof. Dr. M.C. Sancho (México 1972) Prof. Dr. A. González (Argentina 1972) Prof. Dr. R. Vigouroux (Francia 1972) Prof. Dr. Fabio Columella (Italia, 1972) Prof. Dr. J. Brihaye (Bélgica 1972) Prof. Dr. Wilhem Lujendick (Holanda 1972) Prof. Dr. Thomas Ballantine (USA 1973) Prof. Dr. Jiro Susuki (Japón 1977) 154 Dr. Daniel Carleton Gajdusek (USA 1977) Prof. Dr. Pierre Galibert (Francia 1989) Prof. Dr. Armando Basso (Argentina 1989) Dr. José Carlos Bustos (España 2002) Prof. Dr. Albert Rhoton (USA 2004) Prof. Dr. Evandro De Oliveira (Brasil 2007) Prof. Dr. Yves Keravel (Francia 2008) Prof. Dr. Michel Zerah (Francia 2009) Dr. Marcos Masini (Brasil 2009) Miembros Correspondientes Dr. Jacques Therón (Francia 1978) Dr. Leo Ditzel (Brasil 1978) Prof. Dr. Pierre Galibert (Francia 1979) Prof. Dr. Friederich Loens (Alemania 1979) Dr. Armando Basso (Argentina 1979) Dr. Enrique Pardau (Argentina 1979) Dr. Carlos Budula (Argentina 1979) Dr. Maurice Choux (Francia 1983) Dr. Gilberto Machado de Almeida (Brasil 1983) Dr. Roberto Heros (USA 1984) Dr. Jiri Vitek (USA 1984) Dr. Gómez (Colombia 1985) Dr. James I. Ausman (USA 1986) Dr. Manuel Dujovny (USA 1986) Dr. Osvalo Betti (Argentina 1987) Dr. Raul Marino Jr. (Brasil 1987) Dr. Alberto Eurnekian (Argentina 1987) Dr. Ya-Du Chao (China 1987) Dr. L. M. Auer (Austria 1988) Dr. Jorge Abel Monges (Argentina 1988) Dr. Steimlé (Francia 1991) Dr. Michael Scott (USA 1992) Dr. Pedro Lylyk (Argentina 1993) Prof. Dr. Bernard George (Francia 1994) Dr. Claudio Feler (USA 1996) Dr. Patrick Johnson (USA 1996) Dr. Albrecht Harders (Alemania 1996) Dr. Carlos Pesce (Argentina 1996) Dr. C. Sainte Rose (Francia 1996) Prof. Dr. Jorge A. Monges (Argentina 1996) Prof. Dr. Peter Black (USA 1997) Prof. Dr. Fred Epstein (USA1997) Dr. Atos Alves de Souza (Brasil 1997) Prof. Dr. Erick Wolf (USA1997) Dr. Marcos Masini (Brasil1997) Dr. Jacques Morcos (USA 1997) Dr. Michel Zerah (Francia 1997) Prof. Dr. Issam Awad (USA 1998) Prof. Dr. Randall M. Chesnut (USA 1998) Prof. Dr. Yves Keravel (Francia 1999) Prof. Dr. Marc Tadie (Francia 1999) Prof. Dr. Luis Marti-Bonmati (España 2000) Prof. Dr. Evandro de Oliveira (Brasil 2000) Dr. Samuel Zymberg (Brasil 2001) Dr. Alberto Biestro (Uruguay 2001) Dr. Julio Antico (Argentina 2001) Dr. Héctor Giocoli (Argentina 2001) Dr. Jacques Moret (Francia 2001) Dr. Gilles Perrin (Francia 2001) Dr. Francisco Morales R. (España, 2002) Dr. David Reardon (USA 2002) Dr. Leonel Limonte (USA 2002) Dr. Ernesto Martínez (México 2002) Dra. Lilia De La Maza (México 2002) Dra. Graciela Zuccaro (Argentina 2002) Dr. Fabián Piedimonte (Argentina 2002) Prof. Dr. Edward Benzel (USA 2003) Prof. Dr. Santiago Lubillo (España 2003) Dr. Rodolfo Ondarza (México 2003) Dr. Aizik Wolf (USA 2003) Dr. Paolo Cappabianca (Italia 2004) Dr. Carlos Gagliardi (Argentina 2004) Prof. Dr. Danielle Rigamonti (USA 2004) Prof. Dr. Harold Rekate (USA 2004) Dr. Hugo Pomata (Argentina, 2004) Prof. Dr. Sunil Patel (USA 2004) Prof. Dr. Jacques Caemaert (Bélgica 2004) Prof. Dr. Albino Bricolo (Italia 2004) Prof. Dr. Angel Viruega (Argentina 2005) Dr. Arthur Cukiert (Brasil 2005) Dr. Ricardo Ramina (Brasil 2005) Dr. Jean Pierre Saint-Maurice (Francia 2005) Dr. Manoel Teixeira (Brasil 2007) Dr. Luiz Carlos De Alencastro (Brasil 2007) Dr. Richard Fessler (USA 2007) Dr. Sergio Cavalheiro (Brasil 2008) Dra. Susan Chang (USA 2008) Dr. Juha Hernesniemi (Finlandia 2008) Dr. Ronald Juzty (USA, 2008) Dr. José Pineda (USA 2008) Dr. Stephen Ritland (USA 2008) Dr. Carlos Rivera (Colombia 2008) Dr. Himmler Serrato (Colombia 2008) Dr. Teiji Tominaga (Japón 2008) Dr. Hunt Batjer (USA 2009) Dr. Bernhard Bauer (Alemania 2009) Dr. José Soriano (México 2009) Dr. Ricardo Ramina (Brasil 2009) Lista de socios Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Lista de socios - 2012 Sociedad de Neurocirugía de Chile Abarca Carrasco, Benjamín Institución:Hosp. Regional de Puerto Montt Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Puerto Montt e.mail: [email protected] Acevedo Gallardo, Hernán Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Aguilera Rodríguez, Sergio Institución:Hospital Regional de Iquique Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Iquique e.mail: [email protected] Aros Ojeda, Pedro Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Ayach Núñez, Freddy Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Barrientos Dumenes, Nelson Institución:Hosp. Del Trabajador Servicio Neurocirugía Dirección: Ramón Carnicer 185 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 685.3000 Fax: (56.2) 222.9564 e.mail: [email protected] Cerda Cabrera, Jorge Institución:Hosp. Regional de Puerto Montt Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Seminario s/n Ciudad: Puerto Montt Fono: (56.65) 49.0098 Fax: (56.65) e.mail: [email protected] Bedoya Barrios, Pedro Institución:Hospital Regional de Copiapó Dirección: Unidad de Neurocirugía Ciudad: Copiapó e.mail: [email protected] Colin Bordali, Enrique Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Butrón Vaca, Marcelo Institución:Hospital del Profesor - Serv Neurocirugía Dirección: Alameda 4860 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 299.6300 e.mail: [email protected] Cáceres Bassaletti, Alejandro Institución:Hosp. Roberto del Río Dirección: Profesor Zañartu 1085 Ciudad: Independencia - Santiago Fono: (56.2) 479.1426 e.mail: [email protected] Campos Puebla, Manuel Institución:Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 210.4609 e.mail: [email protected] Baabor Aqueveque, Marcos Institución:Hospital Clínico Universidad de Chile Serv. Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 777.3882 Fax: (56.2) 737.8546 e.mail: [email protected] Cantillano Carrera, Luis Institución:Hosp. Regional de Concepción Serv. Neurocirugía Dirección: O’Higgins 816 Of.26 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 222.4026 Fax: (56.41) 222.4026 e.mail: [email protected] Barbera Laguzzi, Luis Institución:Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 606 Torre Coraceros Ciudad: Viña Del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Carmona Rammsy, Pablo Institución:Hosp. Regional de Puerto Montt Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Puerto Montt e.mail: [email protected] Carrasco Riveros, Raúl Institución:Universidad de Antofagasta – Depto Ciencias Médicas Dirección: Av. Argentina 2000 Ciudad: Antofagasta Fono: (56.55) 25.3339 Fax: (56.55) 22.9955 e.mail: [email protected] Concha Gutiérrez, Selim Institución:Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes-Santiago Fono: (56.2) 210.4566 Fax: (56.2) 210.4585 e.mail: [email protected] Concha Julio, Enrique Institución:Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 210.4569 Fax: (56.2) 210.4568 e.mail: [email protected] Corvalán Latapia, René Institución:Hosp. Barros Luco-Trudeau Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 394.8944 Fax: (56.2) 343.7490 e.mail: [email protected] Cox Vial, Pablo Institución:Hospital C. Van Buren – Imagenologia Dirección: San Ignacio s/n Ciudad: Valparaíso Fono: (56.32) 220.4000 e.mail: [email protected] Cuadra Cárdenas, Octavio Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] 155 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Cubillos Lobos, Alejandro Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Flores Salinas, Jorge Institución:Hospital de Carabineros Dirección: Av. Tobalaba 155 Of. 507 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 231.1107 Fax: (56.2) 777.8073 e.mail: [email protected] Chiorino Radaelli, Renato Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 Fortuño Muñoz, Gonzalo Institución:Hospital Herminda Martín de Chillán Serv. Neurocirugía Dirección: Francisco Ramírez 10 Ciudad: Chillán Fono: (56.42) 20.8220 Fax: (56.42) 22.7313 e.mail: [email protected] De Ramón Silva, Raúl Institución:Hospital Militar – Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Larraín 9100 Ciudad: La Reina-Santiago Fono: (56.2) 331.6000 e.mail: [email protected] Del Villar Pérez-Montt, Sergio Institución:Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile Servicio Neurocirugía Dirección: Marcoleta 352 2º Piso Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 354.3465 Fax: (56.2) 632.8257 e.mail: [email protected] Gleiser Joo, Kenneth Institución:Hospital Regional de Iquique Dirección: Héroes de la Concepción 502 Ciudad: Iquique Fono: (56.57) 39.5555 e.mail: [email protected] Gómez González, Juan C. Institución: Dirección: Dr. Manuel Barros Borgoña 206 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 235.8567 Donckaster Clavero, Gastón Institución:Hospital San Camilo - Unidad de Neurocirugía Dirección: Avda. Miraflores 2085 Ciudad: San Felipe Fono: (56.34) 49.3200 e.mail: [email protected] González Vicuña, Francisco Institución:Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 606 Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Donoso Sarovic, Rafael Institución:Clínica Avansalud Dirección: Avda. Salvador 130 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 366.2115 Fax: (56.2) 223.0744 e.mail: [email protected] Guajardo Hernández, Ulises Institución:Hosp. Regional de Temuco Serv. Neurocirugía Dirección: M. Montt 115 Ciudad: Temuco Fono: (56.45) 29.6505 e.mail: [email protected] Elso Sanhueza, Luis Institución:Hosp. Regional de Concepción Serv. Neurocirugía Dirección: Lientur 559 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 232.5866 Fax: (56.41) 232.5866 e.mail: [email protected] Guzmán Kramm, Carlos Institución:Hosp. San Pablo de Coquimbo Serv Neurocirugía Dirección: Av. Videla s/n Ciudad: Coquimbo Fono: (56.51) 20.6366 Fax: (56.51) 22.7996 e.mail: [email protected] Figueroa Rebolledo, Guillermo Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Guzmán Rojas, Víctor Institución:Clínica La Portada Dirección: Coquimbo 712 Of. 502 Ciudad: Antofagasta Fono: (56.55) 22.4092 Fax: (56.55) 22.4092 e.mail: [email protected] Flandez Jadue, Boris Institución:Hospital Base Valdivia Dirección: Av. Simpson 850 Ciudad: Valdivia Fax: (56.63) 29.6452 e.mail: [email protected] Heider Rojas, Klaus Institución:Hospital Clínico San Pablo Serv. Neurocirugía Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Coquimbo Fono: (56.2) 20.6366 e.mail: [email protected] Flandez Zbinden, Boris Institución:Edificio Médico Beauchef Dirección: Beauchef 723 1er. Piso Ciudad: Valdivia Fono: (56.63) 21.5144 Fax: (56.63) 29.6452 e.mail: [email protected] 156 Hernández Páez, Patricio Institución:Hosp. Regional de Osorno Servicio Neurocirugía Dirección: Osorno Ciudad: (56.64) 23.9343 Fono: (56.64) 25.9228 e.mail: [email protected] Holzer Maestri, Fredy Institución: Dirección: Bravo 943, Dp. 102 - Edificio Chiloé Ciudad: Providencia-Santiago e.mail: [email protected] Jarufe Yoma, Francisco Institución:Hospital Militar - Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Larraín 9100 Ciudad: La Reina - Santiago Fono: (56.2) 331.6000 e.mail: [email protected] Koller Campos, Osvaldo Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia- Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Lacrampette Gajardo, Jacqueline Institución:MegaSalud Dirección: Ramírez 1162 Ciudad: Iquique Fono: (56.57) 51.0540 Fax: (56.57) 51.0540 e.mail: [email protected] Lara Pulgar, Pablo Institución:Hospital Clínico Herminda Martín Dirección: Av. Francisco Ramírez Nº 10 Ciudad: Chillán Fono: (56.42) 586928 e.mail: [email protected] Lemp Miranda, Melchor Institución:Hospital Clínico Universidad de Chile Serv. Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 777.3882 Fax: (56.2) 737.8546 e.mail: [email protected] Loayza Wilson, Patricio Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Lorenzoni Santos, José Institución:Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 686.3465 e.mail: [email protected] Luna Andrades, Francisco Institución:Hospital Guillermo Grant Benavente Serv. Neurocirugía Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 223.8299 e.mail: [email protected] Marengo Olivares, Juan José Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Lista de socios Martínez Duque, Lautaro Institución:Hosp. C. Van Buren Dirección: Av. San Ignacio s/n Ciudad: Valparaíso Fono: (56.32) 220.4000 e.mail: [email protected] Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Moyano Pérez, Felipe Institución:Hospital Dipreca - Serv. Neurocirugía Dirección: Vital Apoquindo 1200 5º Piso Ciudad: Las Condes - Santiago e.mail: [email protected] Martínez Plummer, Hugo Institución:Hospital Barros Luco-Trudeau Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel-Santiago Fono: (56.2) 394.8944 e.mail: [email protected] Müller Granger, Erick Institución:Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 301 Torre Coraceros Ciudad: Viña Del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Martínez Torres, Carlos Institución:Hospital FACH Servicio de Neurocirugía Dirección: Av. Las Condes 8631 Ciudad: Las Condes-Santiago Fono: (56.2) 782.6000 e.mail: [email protected] Mura Castro, Jorge Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Massaro Marchant, Paolo Institución:Hosp. Carlos Van Buren Serv. Neurocirugía Dirección: San Ignacio s/n Ciudad: Valparaíso Fono: (56.32) 220.4471 Fax: (56.32) 268.3860 e.mail: [email protected] Norambuena Sepúlveda, Filadelfo Institución:Hospital Regional de Puerto Montt Dirección: Servicio de Neurocirugía Ciudad: Puerto Montt e.mail: [email protected] Mauersberger Stein, Wolfgang Institución:Hosp. Barros Luco-Trudeau Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel – Santiago Fono: (56.2) 394.8944 e.mail: [email protected] Melo Monsalve, Rómulo Institución:Instituto de Neurocirugía A. Asenjo Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Méndez Santelices, Jorge Institución: Dirección: Marcoleta 377 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 633.9930 Fax: (56.2) 639.5534 e.mail: [email protected] Mery Muñoz, Francisco Institución:Hosp. Clínico Universidad Católica Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 686.3465 Fax: (56.2) 639.5534 e.mail: [email protected] Miranda Gacitua, Miguel Institución:Clínica Reñaca Dirección: Anabaena 336, Jardín del Mar Ciudad: Reñaca, Viña del Mar Fono: (56.32) 265.8000 Fax: (56.32) 248.2849 e.mail: [email protected] Morales Pinto, Raúl Institución:Hosp. Barros Luco-Trudeau Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 394.9000 Fax: (56.2) 376.9096 e.mail: [email protected] Olivares Alarcón, Juan R. Institución:Centro Carlos Casanueva Dirección: Marcoleta 377 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 638.4035 Olivares Villarroel, Abel Institución:Clínica Arauco Salud Dirección: Avda. Presidente Kennedy 5413-B. Parque Arauco Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 299.0299 e.mail: [email protected] Orellana Tobar, Antonio Institución:Hosp. Carlos Van Buren - Serv. Neurocirugía Dirección: San Ignacio 725 Ciudad: Valparaíso Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Ortega Ricci, Eduardo Institución:Hospital Regional de Valdivia Dirección: Casilla 1258 Ciudad: Valdivia Fono: (56.63) 21.6930 Fax: (56.63) 22.9501 e.mail: [email protected] Ortiz Pommier, Armando Institución:Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes – Santiago. Fono: (56.2) 210.4609 Fax: (56.2) 210.4568 e.mail: [email protected] Otayza Montagnon, Felipe Institución:Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes – Santiago. Fono: (56.2) 210.4609 Fax: (56.2) 210.4568 e.mail: [email protected] Oyarzo Ríos, Jaime Institución:Hosp. Barros Luco-Trudeau Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 394.8944 e.mail: [email protected] Palma Fellenberg, Alvaro Institución: Dirección: Ciudad: Santiago e.mail: [email protected] Palma Varalla, Luis Institución:Clínica Alemana Dirección: Av. Manquehue Norte 1410 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 210.1183 e.mail: [email protected] Pavez Salinas, Alonso Institución:Hosp. San Pablo de Coquimbo Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Videla s/n Ciudad: Coquimbo Fono: (56.51) 31.1222 e.mail: [email protected] Pérez Cuadros, Fernando Institución:Hospital Guillermo Grant Benavente Serv. Neurocirugía Dirección: San Martín 1436 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 272.2704 e.mail: [email protected] Pinto Vargas, Jaime Institución:Hospital Regional de Concepción Serv Neurocirugía Dirección: Pedro de Valdivia 801 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 220.6000 Fax: (56.41) 220.6005 e.mail: [email protected] Podesta Ferreto, Antonio Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Quintana Marín, Leonidas Institución:Hosp. Carlos Van Buren Servicio de Neurocirugía Dirección: San Ignacio 725 Ciudad: Valparaíso Fono: (56.32) 220.4000 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Ravera Zunino, Franco Institución:Hospital Regional de Rancagua Servicio de Neurocirugía Dirección: Alameda 611 Ciudad: Rancagua Fono: (56.72) 20.7227 Fax: (56.72) 23.9556 e.mail: [email protected] Rivas Weber, Walter Institución:Hosp. Regional de Concepción Serv. Neurocirugía Dirección: Chacabuco 916 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 224.1004 Fax: (56.41) 222.9500 e.mail: [email protected] 157 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Rivera Miranda, Rodrigo Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Rodríguez Covili, Pablo Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Rojas Pinto, David Institución:Hosp. Barros Luco-Trudeau Serv. Neurocirugía Dirección: Gran Avenida 3204 Ciudad: San Miguel - Santiago Fono: (56.2) 394.8943 Fax: (56.2) 394.9690 e.mail: [email protected] Rojas Valdivia, Ricardo Institución:Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile Serv. Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 686.3465 Fax: (56.2) e.mail: [email protected] Ruiz Ramírez, Alvaro Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Salazar Zencovich, Cristian Institución:Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 606 Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Santorcuato Fuentes, Francisco Institución:Hospital Sótero del Río Serv. Neurocirugía Dirección: Av. Concha y Toro 3459, Puente Alto Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 353.6657 e.mail: [email protected] Selman Rossi, José M. Institución:Clínica Las Condes Dirección: Lo Fontecilla 441 Ciudad: Las Condes - Santiago Fono: (56.2) 210.4569 Fax: (56.2) 210.4568 e.mail: [email protected] Silva Gaete, David Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] 158 Stipo Rosales, Juan Institución:Hospital Regional de Osorno Dirección: Serv. Neurocirugía Ciudad: Osorno e.mail: [email protected] Tagle Madrid, Patricio Institución:Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile Servicio Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 686.3465 Fax: (56.2) 632.8257 e.mail: [email protected] Taha Moretti, Lientur Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Torche Astete, Máximo Institución:Hospital Regional de Concepción Serv. Neurocirugía Dirección: Aníbal Pinto 215 Of. 504 5º Piso Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 223.6750 Fax: (56.41) 222.8003 e.mail: [email protected] Torrealba Marchant, Gonzalo Institución:Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile Servicio Neurocirugía Dirección: Marcoleta 367 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 686.3465 Fax: (56.2) 632.8257 e.mail: [email protected] Valdivia Bernstein, Felipe Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Valenzuela Abasolo, Sergio Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Valenzuela Córdova, Samuel Institución:Hospital Clínico Universidad de Chile Servicio Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Independencia - Santiago Fono: (56.2) 777.3882 e.mail: [email protected] Valladares Asmussen, Héctor Institución:Neuromedica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 301 Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 Vallejo Geiger, Rodrigo Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia-Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] Vázquez Soto, Pedro Institución:Hospital Clínico Universidad de Chile Serv. Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Independencia - Santiago Fono: (56.2) 777.3882 Fax: (56.2) 737.8546 e.mail: [email protected] Vergara Cabrera, Miguel Institución:Clínica San José Dirección: Juan Noé 1370 Ciudad: Arica Fono: (56.58) 25.4831 e.mail: [email protected] Vielma Pizarro, Juan Institución:Hospital C. Van Buren Dirección: Casilla 616 Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 281.4769 e.mail: [email protected] Vigueras Aguilera, Roberto Institución:Hospital del Trabajador de Concepción ACHS Dirección: Cardenio Avello 36 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 240.2112 Fax: (56.41) 222.9500 e.mail: [email protected] Vigueras Aguilera, Rogelio Institución:Hospital Guillermo Grant Benavente Serv. Neurocirugía Dirección: Chacabuco 916 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 224.1004 Fax: (56.41) 222.9500 e.mail: [email protected] Vigueras Alvarez, Sebastián Institución:Hospital Guillermo Grant Benavente Serv. Neurocirugía Dirección: Chacabuco 916 Ciudad: Concepción Fono: (56.41) 224.1004 Fax: (56.41) 222.9500 e.mail: [email protected] Villanueva Garín, Pablo Institución:Hospital Clínico Pontificia Universidad Católica de Chile - Neurocirugía Dirección: Marcoleta 352, 2º Piso Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 686.3465 e.mail: [email protected] Yáñez Lermanda, Alfredo Institución:Hospital Clínico Universidad de Chile Servicio Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Independencia - Santiago Fono: (56.2) 777.3882 Fax: (56.2) 735.5503 e.mail: [email protected] Lista de socios Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Yokota Beuret, Patricio Institución:Neuromédica Dirección: Av. Libertad 1405 Of. 301 Torre Coraceros Ciudad: Viña del Mar Fono: (56.32) 268.3860 Fax: (56.32) 268.3861 e.mail: [email protected] Zamorano Rodríguez, Lucia Institución:Detroit Medical Center William Beaumont Hospital Dirección: 31500 Telegrah Road Suite 200 Ciudad: Bingham Faros MI 48025 - U.S.A. Fono: (1.248) 72.32477 Fax: (1.248) 68.13209 e.mail: [email protected] Zamboni Tognolini, Renzo Institución:Hospital San José Especialidades Quirúrgicas Dirección: San José 1196 3er. Piso Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 383.2859 e.mail: [email protected] Zomosa Rojas, Gustavo Institución:Hospital Clínico Universidad de Chile Servicio Neurocirugía Dirección: Santos Dumont 999 Ciudad: Santiago Fono: (56.2) 777.3882 Fax: (56.2) 737.8546 e.mail: [email protected] Zuleta Ferreira, Arturo Institución:Instituto de Neurocirugía Dirección: Av. José M. Infante 553 Ciudad: Providencia - Santiago Fono: (56.2) 575.4600 Fax: (56.2) 575.4816 e.mail: [email protected] 159 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Normas de publicación Instrucción a los Autores Revista Chilena de Neurocirugía publicará artículos sobre neurocirugía y ciencias relacionadas. Las contribuciones pueden tener forma de editoriales, artículos originales, revisiones, reporte de casos, notas terapéuticas, notas técnicas, artículos especiales, cartas al editor, comentarios de congresos, y resúmenes de publicaciones de interés para los neurocirujanos. Los manuscritos deben ser elaborados de acuerdo con estas instrucciones para autores. Todos los artículos enviados quedarán a criterio del comité editorial para su publicación. Las correcciones realizadas por dicho comité se limitarán a una revisión de la impresión; cualquier cambio en el texto enviado deberá ser realizado por los autores, quienes serán enteramente responsables por las opiniones vertidas en sus artículos. Los artículos científicos podrán tener los siguientes formatos: Editorial. Solicitados por los editores, deberán tratar sobre un tópico de interés, donde el autor expresará su opinión personal. Se aceptará un máximo de 10 páginas y hasta 30 referencias. El artículo no deberá estar subdividido. Artículos originales. Deberán aportar una nueva dimensión al tema tratado. Se aceptarán un máximo de 20 páginas y 60 referencias; el artículo deberá estar dividido en las siguientes secciones: introducción, material y métodos, resultados, discusión y conclusiones. Revisiones. Deberán tratar sobre el conocimiento disponible sobre el tema y elaborar un análisis crítico. Se aceptarán un máximo de 25 páginas y 100 referencias. El artículo puede dividirse en secciones si se lo considera necesario. Reporte de casos. Describirán casos clínicos de particular interés. Deberán tener un máximo de 10 páginas y 30 referencias. El artículo deberá estar subdividido en las siguientes secciones: introducción, caso clínico (o serie), discusión y conclusiones. Notas terapéuticas. Se tratará de presentación y manejo de medicamentos. Un máximo de 10 páginas y 30 referencias serán aceptadas. Deberán estar divididos en las siguientes secciones: introducción, material y métodos, resultados, discusión y conclusiones. Notas técnicas. Revisiones críticas de nuevas técnicas y equipamiento. Se aceptará un máximo de 10 páginas y 30 referencias. Deberán subdividirse en las siguientes secciones: introducción, material y métodos, resultados, discusión y conclusiones. Artículos especiales. Tratarán sobre historia de la medicina, métodos de enseñanza, aspectos económicos y legislativos concernientes a la medicina y la especialidad. El artículo podrá estar dividido en secciones si el autor lo considera necesario. Se aceptarán un máximo de 10 páginas y 30 referencias. Cartas al editor. Deberán referirse a artículos publicados previamente, tópicos de interés general, comentarios o hallazgos científicos sobre los que el autor desee llamar la atención del lector en forma breve. Un máximo de 2 páginas y 5 referencias serán aceptadas. Comentarios de congresos. Tendrán como objetivo informar al lector sobre los temas tratados en congresos de la especialidad a los cuales el autor haya concurrido, haciendo un análisis crítico sobre las discusiones y conclusiones. Tendrán un máximo de 10 páginas y 30 referencias. Resúmenes de publicaciones. Tratarán sobre artículos de revistas a los que el autor haya tenido acceso y sean de interés para la especialidad. Deberán tener un máximo de 10 páginas. Preparación de los manuscritos Serán aceptados trabajos originales en idioma español o inglés en forma indistinta, deberán contar con traducción del título y un resumen en el otro idioma. El trabajo debe ser en Microsoft Word 2003 o superior y dividido en las siguientes secciones: 160 Normas de publicación Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 Página de títulos: · Título sin abreviaciones, con traducción al inglés o español según corresponda. · Nombre y apellido de los autores. · Institución donde el trabajo fue realizado o donde trabaja el autor. · Nombre, dirección, teléfono, fax e e-mail del autor a quien deberá enviarse la correspondencia. · Referencia a congresos donde el trabajo haya sido presentado. · Mención de fundaciones o contratos de investigación. · Agradecimientos. Resumen: Los artículos deberán incluir un resumen en castellano y en inglés, de no menos de 200 y no más de 250 palabras, que permita al lector tener un concepto cabal del contenido. No se requerirán resúmenes de editoriales, revisiones ni cartas al editor. Palabras clave: Deben referirse a los términos del Medical Subject Index (MeSH)del Index Medicus. Texto: Debe contar con los siguientes elementos: Introducción: Describe el presente estado del conocimiento y el objetivo de la investigación. Material y métodos: Descripción clínica de los sujetos usados en la experimentación, (pacientes, animales de experimentación, incluyendo los grupos de control), identificación de la metodología, equipamientos (nombre y domicilio del fabricante, entre paréntesis), y procedimientos, con suficiente detalle para permitir a otros investigadores reproducir los resultados. Especifique métodos bien conocidos, incluyendo procedimientos estadísticos, mencione y de una breve descripción de métodos no demasiado conocidos, describa ampliamente métodos nuevos o modificados, justifique su uso y establezca sus límites. En el caso de las drogas, en todos los casos debe indicarse su nombre genérico, dosis y vía de administración; el nombre comercial puede colocarse entre paréntesis. Las unidades de medida, símbolos y abreviaturas deben estar de acuerdo con los estándares internacionales: las unidades de medida (longitud, peso y volumen) deben estar expresadas en unidades métricas; las temperaturas en grados centígrados y las presiones en milímetros de mercurio. Todas las mediciones hematológicas o bioquímicas deben ser expresadas en unidades métricas siguiendo el International System of Units (IS). Los autores deben evitar utilizar símbolos o abreviaturas poco conocidos, en todos los casos, estas deben ser aclaradas la primera vez que se usen en el texto. Resultados: Deben presentarse como tablas estadísticas o gráficos, o procesados estadísticamente y expresados en el texto en forma concisa. Discusión y conclusiones: Comentario sobre los resultados, con posible comparación con datos de la literatura. La importancia en la práctica clínica y la investigación, también deberá ser establecida; la discusión deberá ser rigurosa y de acuerdo a los datos experimentales. Referencias: Deberán contener solo los autores citados en el texto, ser numeradas usando números arábigos, en orden alfabético secuencial de la primera letra del apellido del autor. Las referencias deben expresarse en el formato estándar aprobado por el Comittee of Medical Journal Editors: Revistas: Cada referencia deberá especificar el apellido del autor y sus iniciales (se hace una lista de todos los autores hasta seis, si son siete o más se nombra a los tres primeros y se agrega “et al”), el título original del artículo, el nombre de la revista (respetando las abreviaturas usadas en el Index Medicus), el año de publicación, el número de volumen y el número de la primera y última página. Siguiendo los estándares internacionales sea cuidadoso en la puntuación cuando cite artículos bibliográficos. Libros y monografías: Debe señalarse nombre de los autores, título, edición, editorial, lugar y año de publicación, y páginas citadas. Tablas: Cada tabla deberá ser enviada en archivos separados del texto matriz, precisando el Nº de la tabla; además, en el texto matríz se debe especificar claramente la ubicación de la o las tablas. La tabla o gráfico debe ir en formato xls, jpg o ppt . Figuras: Las figuras deberán enviarse en archivos separados del texto matriz, precisando el Nº de la figura; además en el texto matriz se debe especificar claramente la ubicación de la o las figuras. La figura debe ir en formato jpg o bmp. Las fotografías o figuras 161 Revista Chilena de Neurocirugía 38 : 2012 deberán estar asociadas a un texto de no más de 25 palabras que se debe incluir en el archivo del texto matríz, referenciado a la figura o fotografía. En el caso de cortes histológicos deberá constar el aumento utilizado y la técnica de coloración. Certificación de los autores: Deberá adjuntarse una nota firmada por los autores, donde estos certifican que el material remitido no ha sido publicado previamente, ni está en consideración para ser publicado, incluyendo revistas o libros. En caso de reproducir artículos o fragmentos de ellos, deberá adjuntarse la conformidad por escrito del titular de la propiedad intelectual. Envío del Trabajo Los trabajos se recibirán por correo electrónico en la siguiente dirección: Dr. Leonidas Quintana Marín Editor Revista Chilena de Neurocirugía Correo electrónico: [email protected] Anotar que se hace envío del trabajo, y colocar los archivos tanto de texto, como tablas y figuras como attaché. Es muy recomendable que en el archivo de texto se ubiquen las figuras con su leyenda, de preferencia en formato jpg., para facilitar su envío por correo electrónico. Si se prefiere hacer el envío por correo certificado, todos los discos de computación enviados (discos compactos) deberán estar rotulados con el nombre del primer autor, el título del trabajo, la leyenda texto, figura Nro., Tabla Nro. , etc., y colocados en un sobre amortiguado contra golpes. Deberán ser enviados a: Dr. Leonidas Quintana Marín. Av. Libertad 1405 of. 301 -Torre Coraceros - Viña del Mar - Chile. 162