Las amistades peligrosas de mis adorables Vecinos Mi frustración
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Las amistades peligrosas de mis adorables Vecinos Mi frustración
4❘ Junio 2009 - LA VOZ de Torrelodones y Hoyo de Manzanares PUNTOS DE VISTA Las amistades peligrosas de mis adorables Vecinos Fernández Andaba yo buscando un tema que echarme al teclado para saciar mi hambre escritora y, ante lo aburrido que está el panorama municipal últimamente, casi había desistido de mi propósito. Pensaba reflexionar sobre las supuestas denuncias de la Confederación Hidrográfica del Tajo al Ayuntamiento de Torrelodones, anunciadas por los nuevos portavoces de esta entidad, que no son otros que mis adorables Vecinos por Torrelodones. Y pensaba hacerlo a pesar de la extrañeza que me causa que tal información provenga de un partido cuya portavoz también está denunciada ante la Confederación Hidrográfica del Tajo por lo mismo que ella acusa ahora al Ayuntamiento. Y me sorprende aún más que la chica de las carpetas no se haya percatado de que ella también es Ayuntamiento. Y me causa estupor deducir así que esta muchacha se convierta en doblemente sospechosa, por el caso particular de su vivienda y como miembro de la Corporación (de ahí viene lo de corporativismo). Y me alucina leer en otro medio local que la nota de prensa de mis adorables Vecinos se sustente en un informe del Secretario Municipal del que han cortado convenientemente las frases que defienden la legalidad del proceso realizado por el Ayuntamiento. Y me asusta que mis adorables Vecinos tengan que recurrir a una maniobra tan burda como es amputar un informe oficial para construir sus argumentos. El tema no da para más y, por tanto desistí en mi búsqueda y me enfrasqué en la lectura de dos diarios nacionales. En uno de ellos, El País del 27 de mayo, para más señas, me encontré con el siguiente titular: “Un informe oficial denuncia al verde Hammerstein por desviar 179.000 euros”. ¿Hammerstein? No puede ser –pensé- ¿El aliado de Vecinos por Torrelodones en el Parlamento Europeo? ¿El que ya fue acusado por acoso laboral por una de sus asesoras en el año 2006? ¿El mismo al que su propio partido, Els Verds del País Valenciá, pidió la dimisión acusándole de comprar pisos con dinero de Bruselas? ¿El mismo que hace unas semanas dio una multitudinaria conferencia en Torrelodones para 35 personas organizada por Vecinos por Torrelodones? No puede ser, no puede ser el mismo. Pues sí oiga. Es el mismo. Según El País, la Fiscalía Anticorrupción investiga a Hammerstein porque un informe de la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude denuncia que el eurodiputado “vecino” de mis Vecinos podría haber desviado 179.281 euros entre 2004 y 2006. Pero ahí no queda la cosa. Ahora nos enteramos de que el tal Hammerstein tiene un pasaporte español y otro estadounidense con el que ha volado al menos en cuatro ocasiones. Y como quiera que no existe convenio de doble nacionalidad y que un estadounidense no puede ser europarlamentario, ahora podrían solicitarle que devuelva todo lo que ha cobrado desde que ocupa su escaño. Una pasta, vamos. Aparte, de lo supuestamente desviado. La Oficina Antifraude considera probado, además, que Hammerstein justificó pagos a uno de sus empleados de 2.949 euros, cuando en realidad percibía 500, mediante un contrato con una firma falsa. ¡Vaya prenda! ¡Vaya socio os habéis echado, Vecinos! El defensor de Elena Biurrun en la Eurocámara bastante tiene con defenderse a sí mismo. Hombre, siempre puede copiarle el argumento a su aliada, amiga y portavoz de Vecinos por Torrelodones y gritar a los cuatro vientos que está siendo objeto de una campaña de acoso y desprestigio por parte de El País, y que él es muy bueno y defensor de todo lo verde, especialmente si se trata de billetes de banco. Yo de mayor no quiero ser como Hammerstein, aunque cobre 25 millones de pesetas al año. Decía Hammerstein en Torrelodones hace unas semanas que hacían falta más partidos como Vecinos por Torrelodones. Y yo añado: lo que le hace falta a este pueblo y a toda Europa es una limpieza que nos libre de oportunistas, falsos ecologistas, sinvergüenzas sin escrúpulos y profesionales del cambalache. ¿O no están de acuerdo? Mi frustración “Área de Trabajo Ocio Cultura y Juventud” de la Agrupación de Ciudadanos de Torrelodones por Una Alternativa (AcTÚa) 15 de mayo, y otro año más de reivindicaciones de los jóvenes y ya van ocho años, y unas cuantas sentadas enfrente del Ayuntamiento de Torrelodones. Reuniones con representantes políticos, los de nuestros padres, y también los de nosotros los jóvenes, o es que como no votamos ¿no contamos? o ¿no son nuestros representantes? Si fuera por lo que hacen por nosotros podríamos decir que no son ni nuestros representantes, ni… Volvi mos a recoger f i rmas, nuestros padres nos apoyan de nuevo y aunque algunos de nosotros ya no somos tan jóvenes, seguimos pidiendo lo mismo, un espacio para patinar, para hacer rodar nuestras tablas sin molestar a nadie y en el que poder pasar nuestro tiempo. Nuestros políticos vuelven a contestarnos lo mismo - que el año que viene-, quizás así se nos quite la idea o sigamos haciéndonos mayores, y seamos los primeros en utilizar esos bonitos aparatos de ejercicio que colocasteis en la única pista que tuvimos. Las excusas ahora siguen siendo las mismas que hace años, que os gastáis miles de euros en arreglar los actos vandálicos que cometen algunas personas, (si se merecen llamar así), pero sin justificarlos en ningún momento, ¿qué alternativas nos dais para disfrutar de nuestro tiempo libre?, no sirve para nada que os propongamos cosas, pues siguen cayendo en saco vacío, vacío, vacío,… o llegan demasiado tarde. Esa es la segunda justificación que nos dais, el vacío; el vacío económico que hay en las arcas del Ayuntamiento, con la crisis no podemos daros respuesta, lo tenéis que entender-, entendemos lo que vivimos, pero y los años de atrás, esos que consideráis de bonanza, ¿por qué no disteis respuesta a nuestra demanda? No es una demanda nueva y ya la habíais escuchado de varios jóvenes en anteriores años. No podemos negar que nos habéis escuchado, pero los políticos no sólo debéis escucharnos sino también dar respuesta a vuestros ciudadanos y no sólo a vuestras necesidades de protección o… ¡Ojalá! Torrelodones algún día no sea una ‘Ciudad Joven’ por lo nuevas que son sus casas, sino porque nuestros políticos trabajen por las necesidades de sus JÓVENES. Las claves del mundo empresarial Cómo trabaja un líder, la Visión J. Miguel Sánchez Socio de Talent Profits. Coach Ejecutivo certificado por la International Coach Federation [email protected] Siguiendo con nuestra serie de artículos sobre cómo trabaja un líder, hoy le toca el turno a la visión, es decir, el líder sabe a dónde llevar a sus equipos para conseguir los objetivos de negocio. La visión nos permite tener claros nuestros objetivos en el medio / largo plazo; objetivos que van más allá de ser aspiracionales, pues tenemos que verlos como metas que podemos alcanzar porque tenemos los recursos, las personas y sobre todo, la motivación por conseguirlos. C ua ndo def i n i mos u na visión no lo hacemos en términos económicos, es decir, no lo hacemos pensando en que nuestra facturación dentro de cinco años será de “x” millones de euros. Definir una visión significa concretar qué queremos ser como empresa en “x” años, cómo vamos a contribuir a la sociedad, a nuestros empleados, etc., con el resultado de nuestro trabajo. Veamos un par de ejemplos, donde en el primero se muestra cómo no se debe definir una visión, mientras que en el segundo se refleja lo que podría ser una visión de una compañía, que busca contribuir a los demás con su actividad: Ejemplo 1. Conseguir ser los líderes del mercado local en la venta de medicamentos, aumentando la facturación hasta los cuatro millones de euros. Ejemplo 2. Ser reconocidos como los líderes del mercado local en la venta de medicamentos, para conseguir unos niveles de salud y bienestar mayores en nuestra comunidad. Con la primera visión, será muy difícil que impliquemos a nuestros colaboradores en su consecución, puesto que el hecho de aumentar la facturación hasta los cuatro millones de euros realmente les importará menos, porque a quien importará es al dueño o director general de la compañía. A través de definir la visión de la compañía en términos económicos no engancharemos con lo que realmente mueve a las personas y esto es la motivación para levantarse todas las mañanas y acudir a un puesto de trabajo que más allá de la recompensa económica, les ofrece la posibilidad de contribuir a un trabajo retador y, sobre todo, que genera en otros algún tipo de bienestar. Aquí es indiferente el tamaño de la compañía de la que estemos hablando, es más un tema de actitud, de tener claro cómo nos gusta trabajar y dónde nos va a llevar esa forma de trabajar. Si nuestra visión está basada en conseguir resultados a través del trabajo en equipo y la colaboración, esto redundará en un compromiso mayor por parte de los empleados y, por ende, de otros actores importantes, como son, por ejemplo, los proveedores, que a veces olvidamos, y que tan importantes son cuando necesitamos flexibilidad y rapidez en su servicio. Al fin y al cabo, hablar de visión es hablar de saber a dónde queremos dirigir nuestra empresa. Conociendo esto, tendremos más claro qué hacer para llegar allí y, lo que es más importante, cómo hacerlo. Por tanto debe ser el líder, con su equipo quienes definan esta visión en términos aceptados por todos y donde el compromiso sea la clave que mueva a las personas a la consecución de dicha visión. Para finalizar, puntualizar que el hecho de no tratar la visión en términos económicos no significa que no le demos importancia a este tema. A nadie se le puede olvidar que los empresarios buscamos que nuestras empresas sean productivas y obtengan beneficios. De lo que estamos hablando es que centrarlo todo en el tema económico nos llevará a muchos de los problemas financieros en los que estamos inmersos en estos momentos. Por eso el líder es el primero que puede trabajar desde los valores que harán que su empresa además de ganar dinero, cree un entorno de trabajo agradable y contribuya a que el rendimiento aumente en los empleados y haga que los clientes se sientan más satisfechos con los servicios y productos generados por nuestra compañía. En definitiva, si nuestros empleados no creen en nuestra visión, no creerán en nuestro liderazgo.