biografía en espanol
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biografía en espanol
¡El cantante malasio Shake está de regreso! Estilo grácil, silueta diáfana, cabello poblado color ceniza, físico invariable, personalidad caleidoscópica e inclasificable… Para nuestro mayor placer, el cantante malasio Shake está de regreso. Como si de un cuento de hadas se tratara, dos chicas seducidas por su voz en un bar de Malasia, le enviaron a Shake un billete de avión sin regreso permitiéndole así ver la luz en Francia en plenos años 70, y gracias a su descubridor Orlando, insuflar a la canción francesa el eclecticismo, la apertura de espíritu y el soplo de aire fresco de los que tan a menudo carece. El éxito no tardó en acudir a la cita. Y es que Shake como cantante, contrariamente a sus colegas de la época reputados por poseer una voz artificialmente musculada y encofrada en una sala de canto, posee una voz natural, moldeable y llena de matices, un timbre original e inimitable y una poderosa proyección, digna de un cantante de rock, pasión que siempre ha alimentado en secreto. En una época en donde el romanticismo era el rey, el cantante malasio dio vida a una música infinitamente personal que iba directa al corazón, haciéndolo vibrar con la emoción de sus historias. Una retahíla de éxitos prometedores que aún hoy nos afloran a los labios y de los cuales retendremos algunas joyas como “You know I love you” que, con motivo de su primera emisión con Michel Drucker en “les Rendez vous du dimanche” (Las citas del domingo), alcanzaría los 40.000 ejemplares vendidos en un día, Quand on ne peut pas avoir la fille qu’on aime , Je chante cette chanson pour toi, Rien n’est plus beau que l’amour, La fille que j’attendais, Soleil aide moi, L’étranger au paradis, Elle s’en va, Avec elle y por supuesto Let me be your number one. Auténticos tesoros henchidos de nostalgia sin olor a naftalina que le procurarían no sólo el éxito en los países francófonos sino también en Holanda, Italia, Alemania, España y en los países asiáticos donde sería recompensado con el título de Dato (el equivalente de Sir en Inglaterra), o lo que es lo mismo, el rey de Malasia en persona le otorgaría esta distinción por haber representado y dado a conocer el país a lo largo y ancho de Europa. Shake se convertiría así en el primer artista asiático después de Bruce Lee capaz de lograr una carrera tan prolífica fuera de las fronteras de su país. Algo que le valdría también el título de Chevalier des arts et des lettres et du mérite (Caballero de las artes y las letras y del mérito) en Francia por haber promovido la lengua y la cultura francesas en Asia. Sea como fuere, Shake, cantante afín a una gran variedad de tendencias, fue capaz de abandonar las tierras conquistadas por la música popular francesa para vivir plenamente otros exilios felices e incluso volver sobre sus pasos. Es así como después de 15 años en Europa, pisaría el suelo americano donde participaría en hermosas colaboraciones como fue el caso con Michael Sembello (autor e intérprete de uno de los títulos de Flashdance y colaborador con numerosos artistas de renombre internacional, como: Stevie Wonder, Michael Jackson,…) o en conciertos memorables como el del Valentine day en 1998. Sin embargo, auténtico viajero, que siempre cantó de la misma manera en la que vivió, guiado por su instinto, siempre un paso por delante (de quién Dalida diría: «Viene de lejos, pero su talento merecía el viaje»), Shake, acaba de firmar su gran regreso al país galo. Con sus divertidas poses, que forman ya parte de su personalidad, el ex cantante de los setenta, con sesenta millones de discos vendidos, se ha convertido en un icono para quien la fama siempre ha sido algo secundario, supeditada a su ideal artístico y a un ánimo que escasean en la canción de hoy en día y que no pueden sino suscitar la admiración. Asimismo su reciente y triunfante regreso patrocinado por Live Nation (es el primer artista francés promocionado por Live Nation) en la Alhambra nos ha permitido redescubrir la profusión de su obra, los diferentes matices de su paleta, la riqueza y la diversidad de sus composiciones y, sobre todo, la gran clase de este intérprete, cuya imagen se ha visto tan a menudo reducida a cantante romántico. Porque Shake es ante todo un intérprete que aspira a desafiar los límites definidos por los géneros. Porque allí donde su corazón siempre le ha llevado es la música. Y la mejor manera de apreciarlo es a través del compromiso, la emoción y la energía que despliega este artista con su música cada vez que sube al escenario, algo que el público francés podrá redescubrir durante una monumental gira que acompañará el lanzamiento de un best of compuesto por sus mayores éxitos.