QE o el imprevisto de lo previsto
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QE o el imprevisto de lo previsto
FORO Por Carlos Gabisch Recio Máster en Bolsa y Mercados Financieros en el IEB, 2015. VER ¿QUIERES DO TU PUBLICA ? ARTÍCULO TE, EXPRÉSA A O VÍANOSL EN ieb.es n@ investigacio QE o el imprevisto de lo previsto E n 1804, el farmacéutico alemán Friedrich Sertürner sintetizó el principio activo de un potente analgésico, la morfina; bautizada de aquella manera en honor a Morpheo, el dios griego de los sueños. Durante la Segunda Guerra Mundial se desarrolló un método para suministrar pequeñas dosis controladas a los soldados heridos y así poder suavizar el dolor presente. Sin embargo, a los efectos positivos apreciables en primera instancia, les siguen otros de menor agrado, perjudiciales e incluso de alta dependencia en caso de un excesivo uso del mismo. Un símil que sin duda se puede vislumbrar en los efectos presentes del Quantitative Easing (en adelante QE). Primero fue el Banco de Japón seguido de la Reserva Federal, a continuación el Banco de Inglaterra y a la zaga el Banco Central Europeo, de la mano de Mario Draghi. En teoría ayudaría a que las bolsas subieran, en teoría facilitaría que las yields hicieran flattening y en teoría, que el euro se debilitara; pues bien, no ha sido sino lo contrario lo que a cierre del trimestre nos hemos encontrado. Y no solo eso, las presiones deflacionistas siguen al acecho; el dato recién conocido de IPC YoY de la eurozona de -0,1% no es precisamente el nivel esperado cuando en enero de este año el señor Draghi anunció el comienzo del programa de estímulos. La bonanza en los mercados y en el crédito, o bien se ha disipado o aún no se han fogueado los resultados de esta generosa política. Algo que de primeras extraña si recordamos el efecto positivo del QE en Estados Unidos en el mercado de equity, con la caída del dólar y de las rentabilidades de la deuda, donde el bono americano a 10 años pasó del 4,25% en niveles de 2008 a tocar el 1,44%. En contraposición, y pese al azote de la inestabilidad global ante la crisis de los países emergentes y de los bajos precios de las commodities, el crédito en la “economía real” se ha reactivado y las previsiones de crecimiento son sutilmente positivas; 1,4% este año, un 1,7 para 2016 y 1,8% en 2017. El problema en este asunto es la palabra “sutilmente”; el mercado espera más dureza en el QE, mayor cantidad de compras mensuales de bonos, a mayor ritmo, ampliando el plazo del QE y más TLTRO por si fuera menos. Sin embargo, ampliar los estímulos monetarios hará que el BCE se sienta aferrado a su propia receta. Otras voces claman por una reestructuración de la unión monetaria para lograr un mayor éxito de los efectos de la política monetaria, desde una reforma de las instituciones hasta rebajar las diferencias entre los estados miembros Core y Periféricos. Si bien es cierto, todavía no nos asomamos al ecuador del programa de estímulos, por lo que los efectos positivos, aún por llegar, acompañarán al buen crecimiento de la economía europea y a los mercados.Y todo ello sin olvidar que, como con el descubrimiento de Friedrich Sertürner dos siglos atrás, acostumbrarse a estas soluciones podrá traer efectos no deseados a largo plazo. l Ampliar los estímulos monetarios hará que el BCE se sienta aferrado a su propia receta 50 51