Cuando la realidad te deja sin rumbo, en caos y vacío
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Cuando la realidad te deja sin rumbo, en caos y vacío
ramona24.qxd 27/06/2002 04:48 a.m. Página 66 PAGINA 66 | RAMONA FEDERAL / BARILOCHE Cuando la realidad te deja sin rumbo, en caos y vacío Por Ingrid ([email protected]) Roddick ntentando transportarme a un lugar posible en esta realidad (sin rumbo, caótica y vacía) me sumergí en el único espacio que sentía que podía crear algo, ser productiva en algún sentido. Pensaba en las ruinas a nuestro alrededor y busqué sus definiciones (todas aplicables). Busqué las palabras que empezaban con “trans”, que según Anais Nin (1) eran mágicas porque te permitían correrte un poco de ese lugar indeseado, para transportarte a otro más placentero y también para elaborar lo que te está pasando creativamente. Encontré imágenes que podían de alguna manera simbolizar estos dos conceptos: una trepanación medieval y un tablero de juego con el sistema digestivo. Decidí que trabajar estas dos imágenes, sería mi producción transformadora, mi obra (definiciones que también busqué y resultaron apropiadas para este objetivo.) Empecé a construir un juego de recorrido, de tablero, de la ruina a la obra en 13 pasos. I En este proceso me hallé intentando definir este juego de tal manera que fuera posible ser jugado por otros. Y entonces, un descubimiento “serendipitoso” (2) : una clasificación de juegos de Graciela Scheinnes (3). ¿Por qué “serendepitoso”? Quizá porque pude encontrar sorpresivamente una respuesta que ordenaba un poco el rumbo emprendido. Muchos juegos parece que tuvieron un valor ritual en diferentes culturas, como la rayuela o el barrilete. Para Graciela Scheinnes, los juegos se dividen en tres clases a partir de tres juegos muy antiguos en la humanidad. Cada uno parte de conceptos opuestos, uno que se relaciona con cierto “horror” que tiene la humanidad de ciertas situaciones, y el otro es su opuesto, es la respuesta que impulsa al hombre a la acción. La “rayuela” es un juego de recorrido que da lugar a los juegos de tablero principalmente. Implica una “deriva” y su opuesto, el “rumbo”. A través de este rumbo, se encuentran obstáculos, peligros, cosas para hacer, pero existe una meta donde llegar. El “rompecabezas” implica los opuestos de “caos” y “orden”. Existen fragmentos o piezas que en sí mismos no tienen significado, éste se lo da el hombre cuando los ordena. Son los juegos de armado. Finalmente la “adivinanza” implica “vacío” y “lleno”: la pregunta que necesita ser llenada con la respuesta, como en los crucigramas. Scheinnes sigue diciendo que estos tres “horrores”, la deriva, el caos y el vacío se sintetizan en lo que las religiones han llamado “caos primordial”, la “nada primigenia”. Este gran horror, luego, es llenado, ordenado y otorgado de un rumbo a través de una fuerza o ser superior. Éste llena el vacío de tinieblas de luz, ordena el caos temporalmente en días, noches y estaciones, une los fragmentos en seres y cosas. Pero más allá de las implicancias religiosas, y si recreamos o no aquélla gesta, creo que ciertamente las personas entran en acción guiados de alguna manera por estos impulsos: necesitamos tener un rumbo en nuestras vidas, construyendo proyectos o metas, intentando alcanzarlas. Necesitamos ordenar de alguna ma- nera nuestras vidas, temporal y espacialmente. Necesitamos llenar el vacío encontrando diferentes respuestas. ramona24.qxd 27/06/2002 04:48 a.m. Página 67 RAMONA FEDERAL / BARILOCHE Se me hizo la oscuridad... Estamos inmersos en este momento en un horror: uno que reúne a todos los otros. Ahora me pregunto, ¿cómo hacemos? ¿Cómo hacemos cuando la realidad no hace posible siquiera contar con la comida de cada día, con un espacio que nos proteja, con la esperanza de tener un trabajo digno, mucho menos algún ahorro? Es decir, ni siquiera estos proyectos, rumbos con metas, son posibles para la mayoría de las personas. ¿Cómo hacemos cuando la realidad fragmenta cada día lo poco que pudimos ordenar en nuestras vidas, en nuestro hogar, en nuestro trabajo, en nuestra comunidad? El caos está a la orden del día. ¿Cómo hacemos para encontrar respuestas al vacío de opciones que la realidad nos ofrece? El vacío sigue siendo la nada. Yo debería sentirme afortunada. Para empezar aún tengo trabajo y un techo. También, puedo practicar la filosofía de Anais Nin y cumplir con tres impulsos humanos: Me transporto a un lugar que puedo llenar, ordenar y armar, al menos por un ratito. Puedo construír una obra. Un objeto artístico que dice. Un espacio de juego donde todo es aún posible. Notas: 1) Anais Nin, “A woman speaks”; W.H. Allen, London, 1978 2) Serendipia: a. Serendib: Isla tropical de Ceylan y ahora Sri Lanka, por algunos considerado el jardín del Edén por la voluptuosidad, sensualidad y riqueza de sus recursos naturales. Los comerciantes árabes la llamaban Serendib. “Serendipity”: (en | PAGINA 67 inglés) Palabra acuñada a partir de Serendib, por Horace Walpole en 1724 a partir de una historia fantasiosa sobre tres príncipes que la habitaban que tenían la costumbre de encontrarse con cosas maravillosas de pura casualidad. Síntesis realizada a partir de: Winchester, Simon; “The profesor and the madman, a tale of murder, insanity, and the making of the Oxford English Dictionary”; Harper Perennial Publishers; 1999; N.Y. b. Basado en el cuento de origen oriental de la Princesa Serendib, que le pide a sus tres pretendientes le traigan diferentes cosas para ganarla. Los príncipes encuentran cosas mucho más maravillosas que las pedidas para entregar a su amada. Actualmente se refiere entonces a “procesos de búsqueda que generan consecuencias superiores a las que inicialmente se había propuesto”. Síntesis y cita de Tobar, F. y Fernández Pardo, C.; “Organizaciones solidarias, gestión e innovación en el tercer sector”; Lugar Editorial S.A.; 2001 c. Capacidad para realizar descubrimientos por accidente y sagacidad cuando se está buscando otra cosa. De Ruy Pérez Tamayo, Diccionario de la Ciencia y la tecnología, Universidad de Guadalajara, Rogelio Gallo; http://www.editorial.udg.mx/diccionario/ciencia 3) Graciela Scheinnes; “Juegos inocentes, juegos terribles”, artículo con entrevista en Revista Lecturas de Educación Física, 1999