Balclis, Subasta de octubre de 2016
Transcripción
Balclis, Subasta de octubre de 2016
Pintura LOTEs DESTACADOs Nº 1715 Ramon Casas (Barcelona 1866 - 1932) Una sinfonía de colores modernista Uno de los temas centrales en la producción de Ramon Casas las aísla completamente, a veces sobre fondos neutros, con- (Barcelona 1866 - 1932) lo representan sus chulas y manolas, virtiéndolas en las auténticas protagonistas de muchas de sus donde pudo aunar felizmente su interés hacia el españolismo a creaciones, donde la atención del pintor se detenía especial- través de la figura femenina. Desde sus inicios, Casas participó mente en el rostro y el mantón de Manila que cubría su cuer- de dicha moda internacional, como así atestiguan sus pinturas po. Sin embargo, el éxito de estos cuadros ocasionó que Casas de corridas de toros, su afición a tocar la guitarra española o al inundara de manolas otras obras de talante bien diverso, como flamenco, algo que quedó potenciado tras su paso por París y el carteles —los famosos de Anís del Mono—, e incluso algunos re- contacto con su maestro Carolus-Duran, un auténtico enamo- tratos femeninos, lo que confirmaba el aprecio popular de que rado de nuestro país. gozaba, incluso en España, esta temática. Habían sido escritores viajeros (especialmente franceses), El cuadro que BALCLIS pone en subasta forma parte de como Victor Hugo, Prosper Mérimée o Théophile Gautier, los este grupo de manolas concebidas en aquel momento, cuando que desde el Romanticismo habían ayudado en la configura- Casas era ya un auténtico maestro de su técnica, completamen- ción del estereotipo de España como destino exótico, antesala te reconocido como uno de los pintores más grandes que había del orientalismo de los países árabes. En ese sentido, el prototi- dado Cataluña. Realizado hacia 1915, en él podemos observar po por antonomasia de la mujer racial española lo constituían a una bella joven —de identidad desconocida— en actitud des- la gitana y la chula o manola, a veces confundidas en una mis- envuelta y natural, que nos mira de una manera directa. El ma entidad. Ello provocó que incluso desde España se siguie- leve giro sensual de su cuerpo nos deja entrever el comienzo de ra con atención a este espécimen único, como así atestiguan su espalda desnuda, para a continuación ocultarla mediante ensayos como Majas, manolas y chulas de Enrique Rodríguez un hermoso mantón de Manila, que el artista plasmó en más Solis, publicado en 1886. En él se trazaban sus orígenes histó- composiciones. Del mismo modo que otros artistas de su época, ricos con la figura de la maja, desde los tiempos de Goya; pero como Joan Cardona o Ricard Canals, Casas disfrutaba en plas- se ofrecía igualmente un análisis de su carácter libre, atrevido mar los entresijos cromáticos que le ofrecían estos complemen- y apasionado, así como de su vestimenta, elemento identitario tos textiles, hasta el punto de que algunos de estos cuadros son clave: el exhibicionismo de sus mejores galas nos hablaban de auténticas excusas para concentrarse en los valores puramente su altivez y desenvoltura, actitud aprovechada por artistas que, plásticos y colorísticos de estos tejidos, fascinación abstracta como Casas, las pintaban buscando ese mismo efecto sobre el compartida por otro modernista como Anglada-Camarasa, espectador que contemplaba sus cuadros. quien lo trabajaría a través de sus cuadros de temática valenciana. En el caso de la trayectoria del pintor, al principio estas chulas aparecían integradas en composiciones generales, algo que progresivamente fue cambiando. Hacia 1900, vemos cómo 170 Juan Carlos bejarano