La salud del futuro. • La transición demográfica y epidemiológica
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La salud del futuro. • La transición demográfica y epidemiológica
La salud del futuro. Año 2013 – Mayo 06 -No. 605 Se autoriza la reproducción total y/o parcial de su contenido siempre y cuando se cite la fuente: Consultores Internacionales, S.C. ® (CISC) La transición demográfica y epidemiológica está determinando el futuro de la salud. El factor demográfico, la innovación tecnológica y la economía de la salud, son las tendencias emergentes. Atender el problema de la salud en el futuro requiere la concurrencia de los sectores públicos y privados. Por múltiples razones se ha plateado que nuestro país ha avanzado a pasos agigantados hacia lo que se considera el primer mundo; una de ellas es la transformación que se ha experimentado en las últimas décadas en términos de los padecimientos que la población enfrenta. En efecto, México ya experimenta la llamada transición epidemiológica, que consiste en el tránsito de la morbilidad caracterizada por enfermedades infectocontagiosas características del subdesarrollo como son las infecciones intestinales, neumonías y sarampión entre otras, hacia enfermedades que caracterizan a los países avanzados, conocidas como crónico-degenerativas y que están asociadas al alargamiento de la vida y los hábitos de consumo, como son la diabetes, las isquémicas del corazón y el cáncer. Este fenómeno surge de la inversión en salud que se ha realizado desde la segunda mitad del Siglo XX, orientada a terminar con los padecimientos infecciosos, y las condiciones insalubres que los generan, lo que ha incrementado significativamente la esperanza de vida la población. Ahora bien, la transición epidemiológica sólo representa la primera escala del proceso emergente que está determinando el futuro de la salud mundial y de México en las próximas décadas. Otros factores son: El factor demográfico. Las economías desarrolladas, y las en desarrollo en pocos años, cuentan con una población envejecida, situación que obligará a un cambio radical en la vida de los países, desde la actividad económica hasta la atención a la salud. Para el caso mexicano, de acuerdo con CONAPO, hacia 2050 la esperanza de vida al nacer será de 79.2, la edad media de 42.7 años y el porcentaje de personas mayores de 65 años será de 21.2 %. El desarrollo tecnológico. El futuro de la salud dependerá fundamentalmente de los avances e innovaciones de la ciencia médica y su interacción con otras disciplinas en el campo. Una de las áreas más importantes será la nanotecnología médica. En la actualidad, ya se trabaja en desarrollos en este campo como lo son cápsulas que navegan por el torrente sanguíneo con el objetivo de transportar medicamentos permitiendo una mayor estabilidad frente a la degradación, combatir células cancerígenas mediante manipulación a escala molecular y tratar la diabetes mediante transporte de insulina vía oral, nasal o pulmonar. A su vez, las innovaciones en genética y bioingeniería están permitiendo el empleo y manipulación de células madre con el objetivo de crear órganos como corazón, hígado y pulmones; el desarrollo de huesos para brazos, piernas y hasta vertebras. Aumento en los costos de salud. El aumento de los costos de salud en los países en desarrollo avanza en concordancia con el crecimiento de sus economías. A su vez, la ya envejecida población de los países desarrollados obliga a aumentar la seguridad social y a diseñar nuevos programas en la materia, generando una creciente espiral que obliga a nuevas alternativas en el diseño de políticas públicas enfocadas a estos segmentos de población que quizás ya no generen directamente producto, pero sí demandarán atención médica. Ante estas tendencias, la situación del sistema de salud en México puede volverse preocupante en el futuro próximo. Nuestro país no es ajeno al incremento en los costos de salud, reflejados en los altos precios de los seguros privados donde una persona debe tener ingresos de por lo menos 20 mil pesos mensuales para acceder a ellos, al tiempo que sí bien existe atención pública, ésta no es de calidad. Si a lo anterior se la añade el envejecimiento que experimentará la población en México cuando actualmente ya se gasta 28.3 % del PIB en salud (segundo país con mayor gasto dentro de la OCDE tras Estados Unidos, según la Secretaría de Salud) y los mexicanos invierten el 47 % de sus ingresos en este rubro, existe un importante riesgo de colapsar el sistema si no se hace algo al respecto. Ante esta problemática, la opción de los microseguros será una de las principales tendencias en México en los próximos años, ya que estos mecanismos permiten que sectores informales de la economía accedan a algún sistema de protección social. Cabe recordar que un número importante de mexicanos no tiene acceso a la seguridad social, y depende enteramente de su gasto personal o de los programas gubernamentales. Aunado a lo anterior, es de destacar que los principales padecimientos crónico-degenerativos de la población mexicana son los cardiovasculares, diabetes y tumores malignos, que representan cerca del 35 % de las causas de muerte, y que muestran una tendencia en aumento debido a que son el resultado de un cambio en los regímenes de alimentación y estilo de vida de la población, lo que ha ocasionado que el problema de la obesidad alcance niveles alarmantes. Nuestro país ocupa el segundo lugar en adultos y el primero en niños con sobrepeso a nivel mundial. De seguir las tendencias actuales, el porcentaje de la población con diabetes pasará de 7 % a un 15.5 % para el 2015. Este problema impacta la totalidad del país, no sólo por el gasto que supondrá la atención a este padecimiento sino porque el contar con una población enferma, reduce la competitividad del país en muchas otras áreas; los niños con obesidad de hoy, serán adultos con obesidad el día de mañana. Ante ello, es necesario canalizar las políticas públicas, y la acción multisectorial, encaminadas a promover la cultura de la prevención (alimentación adecuada y ejercicio) con un enfoque integral. Es decir, no bastan con realizar difusión sino que deben concurrir todos los actores para que estos programas sean efectivos. Ello abarca desde rediseño de programas educativos para que estos concienticen sobre la importancia de una dieta adecuada y dedicar tiempo al ejercicio, hasta la creación de espacios públicos adecuados que inviten a la población a adoptar estilos de vida saludables. La atención médica integral, el abasto de medicamentos, la prevención de enfermedades, la educación para la salud y el mejoramiento de la nutrición, integran temas cruciales de la agenda pública nacional. Las tendencias a futuro señalan nuevos paradigmas en el tema de la salud como son el bienestar subjetivo o la felicidad; avances en las tecnologías médicas y farmacéuticas; diferentes modelos de gestión en los prestadores de salud; estrecha vinculación entre la biotecnología, la genómica y los fármacos innovadores; nuevos modelos de negocios para la distribución y venta de medicamentos y regulaciones mundiales que estarían condicionando los sistemas de salud. En este contexto, el abasto de medicamentos —tradiciones, pero sobre todo nuevos derivados de la investigación avanzada— y de insumos para la salud, visto a través de la cadena de valor farmacéutica y de otros proveedores del sector, representan asuntos clave para la salud nacional, además de que contribuyen al desarrollo económico del país y la generación de empleos. Es necesario que se desarrolle un sistema de salud eficiente con visión de futuro el cual debe, a nivel sistémico, enfocarse en el bienestar físico y emocional del paciente y no sólo en atender la enfermedad. De igual forma debe funcionar como una red donde se incorporen diversos actores tanto públicos como privados, que actúen en sus diferentes áreas de desempeño, atribuciones y facultades. Un paso elemental es el desarrollo de bases de información comunes y sistemas de alerta temprana que permitan reconocer a mayor velocidad el riesgo del surgimiento de nuevos padecimientos, su identificación y tratamiento, así como el de alguna posible pandemia, de las cuales el planeta y el país en particular no han estado carentes, recordemos los más recientes episodios de gripe aviar. En este tenor recibe una enorme relevancia la participación del sector privado, que jugará un importante papel en la prestación directa o subrogada de servicios médicos, pero sobre todo en la investigación y desarrollo de nuevos fármacos y tratamientos, todo ello buscando contribuir con la reducción de costos, lo que no implica una privatización del sistema. Sólo mediante la concurrencia de ambos sectores se podrá atender tanto en cobertura, pero sobre todo en calidad, la creciente demanda de salud que los mexicanos del futuro estarán exigiendo. México: Esperanza de Vida al nacer total años Fuente: Consultores Internacionales, S.C. con proyecciones de CONAPO CISComentario D.R. es una publicación semanal de: Consultores Internacionales, S. C. ® Lic. Julio A. Millán B., Presidente; Ing. Mauricio Millán C., Vicepresidente. Análisis: Mtro. Sergio Garduño. Coordinación de edición: Lic. Patricia Gordillo. José María Rico No. 55 Colonia del Valle México D.F. Tels. 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