producción de ovinos de pelo bajo condiciones de pastoreo
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producción de ovinos de pelo bajo condiciones de pastoreo
PRODUCCIÓN DE OVINOS DE PELO BAJO CONDICIONES DE PASTOREO EXTENSIVO EN EL NORTE DE MÉXICO Dr. Mario H. ESQUEDA CORONADO1 M.C. Esteban GUTIERREZ RONQUILLO1 1 Investigadores del Sitio Experimental La Campana-Madera Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias Centro de Investigación Regional Norte Centro Sitio Experimental La Campana-Madera Chihuahua, Chih., México 9 de Diciembre de 2009 Libro Técnico Núm. 3 9 de diciembre de 2009 PRODUCCIÓN DE OVINOS DE PELO BAJO CONDICIONES DE PASTOREO EXTENSIVO EN EL NORTE DE MÉXICO Sitio Experimental La Campana-Madera Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias Progreso Núm. 5, Barrio de Santa Catarina Delegación Coyoacán, México, D.F. 04010 Tel. (55)3871-8700 Centro de Investigación Regional Norte Centro CIRNOC Sitio Experimental La Campana-Madera, Av. Homero Núm. 3744, Chihuahua, Chih., 31100, México Tel. (614)481-07-69 Impreso en México-Printed in Mexico ISBN 978-607-425-217-0 Primera edición 2009 No está permitida la reproducción total o parcial de ésta publicación, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de la institución. PRÓLOGO Los sistemas de producción pecuarios en el Norte de México, enfrentan un desafío para permanecer activos en forma competitiva, por la presencia de factores extremos como: la sequía, competencia por el agua de riego en la agricultura para producir forrajes o cultivos, así como la desproporción del incremento en precios de los insumos con relación a la de productos agropecuarios. La producción de carne de rumiantes ha enfrentado además, la competencia de los precios internacionales, a no ser que por la paridad del peso frente al dólar, así como de medidas arancelarias de tipo sanitarias ha permitido momentos de revalorizar la actividad en los últimos años. En especial, la necesidad de abastecimiento de cárnicos para satisfacer la demanda, ante costumbres de consumo y platillos tradicionales. Tal es el caso, de la carne de ovino para la elaboración de barbacoa y birria, y la costumbre del consumo de ciertos grupos de estadounidense del cordero. Por otro lado, el déficit de producción de carne de ovino en el continente americano ha promovido la importación procedente de Oceanía y otros países. Estos nichos de mercado no satisfechos de carne de ovino, así como la caída del precio de la lana, indujo a los ganaderos a buscar nuevas opciones de producción. Alternativas que fueran competitivas, se desarrollarán en condiciones de aridez y que aprovecharan la demanda insatisfecha del mercado. En los últimos 15 años se inició la introducción en forma comercial, del ovino de pelo en latitudes de México que no se le encontraba en importancia económica con anterioridad. Así que, ante la demanda de información que permitiera rescatar los casos más exitosos y generar tecnología de manejo y mejoramiento de ovinos de pelo, el INIFAP a través de La Campana, en el estado de Chihuahua, condujo proyectos de investigación y transferencia de tecnología que han llegado a impactar la producción ovina en la entidad y otros estados de México. La experiencia de los autores en especial del Dr. Mario Esqueda Coronado, quien se ha dedicado a la investigación pecuaria, y parte de su tiempo a la coordinación de La Campana, presentan una obra que permitirá al productor de ovinos encontrar esquemas de manejo, alimentación, reproducción, sanidad, selección y administración de la empresa entre otros. La capacitación a agentes de cambio, estudiantes y técnicos interesados con la información, recomendaciones y conceptos de manejo que se presentan, permitirá tener una cada vez más competitiva ovinocultura en el Norte de México. DR. HOMERO SALINAS GONZALEZ CONTENIDO CAPÍTULO I POTENCIAL DE LA OVINOCULTURA EN EL NORTE DE MÉXICO LITERATURA CITADA CAPÍTULO II MANEJO DEL PASTOREO Principios básicos del manejo del pastoreo Carga animal adecuada Tipo de animal adecuado Pastoreo en la época apropiada Distribución adecuada del pastoreo LITERATURA CITADA CAPÍTULO III PRÁCTICAS DE MANEJO REQUERIDAS EN LA OVINOCULTURA BAJO CONDICIONES EXTENSIVAS Tipo de empotreramiento Número de potreros Manejo para el control de depredadores Área de descanso Tiempo de pastoreo LITERATURA CITADA CAPÍTULO IV NECESIDADES ALIMENTICIAS DE LOS OVINOS EN PASTOREO Consumo voluntario de forraje Consumo de agua Requerimientos nutricionales de los ovinos en pastoreo LITERATURA CITADA CAPÍTULO V MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN DE OVINOS EN PASTOREO MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN HEMBRAS OVINAS Alimentación de hembras vacías Época de lluvias Época de seca Alimentación de hembras gestantes Época de lluvias Época de seca Alimentación de hembras lactantes Época de lluvias Época de seca MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN CORDEROS Alimentación de corderos lactantes Época de seca Época de lluvias Corderos en engorda Desarrollo de primalas bajo condiciones de pastoreo MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN SEMENTALES Alimentación del semental LITERATURA CITADA CAPÍTULO VI MANEJO REPRODUCTIVO DE OVINOS EN PASTOREO Evaluación de la condición corporal en ovinos Objetivos de producción en explotaciones ovinas Edad y peso de las primalas al empadre Área exclusiva para maternidad Consideraciones al adquirir un semental Pruebas de fertilidad en sementales Diagnóstico de gestación Manejo del empadre Alternativas para el empadre en agostadero Sistema de empadre de un parto por año Sistema de empadre de tres partos en dos años Prolificidad LITERATURA CITADA CAPÍTULO VII MEJORAMIENTO GENÉTICO Selección de hembras adultas Seleccionar hembras que tengan partos entre julio y noviembre Seleccionar hembras por kg de cordero destetados Seleccionar hembras con partos gemelares Selección por condición corporal Selección de primalas Características maternas Selección por ganancia de peso posdestete Esquemas de cruzamiento Características de los ovinos de pelo Pelibuey Blackbelly Dorper Katahdin LITERATURA CITADA CAPÍTULO VIII MANEJO SANITARIO DE OVINOS EN PASTOREO Programa de vacunación Programa de desparasitación Programa de aplicación de selenio Programa de aplicación de vitamina A LITERATURA CITADA CAPÍTULO IX ADMINISTRACIÓN DE LA EXPLOTACIÓN OVINA Información productiva Inventario de animales Identificación de animales Variables mínimas a medir Información económica Ingresos Costos de la explotación ovina ORGANIZACIÓN DE PRODUCTORES LITERATURA CITADA CAPÍTULO X SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES ANEXOS Lista de Cuadros Cuadro 2.1. Ganancias estimadas en diferentes especies en pastoreo utilizando diferentes intensidades de carga en Texas, E.U. Adaptado de Johnson (2005). Cuadro 4.1. Consumo de materia seca (forraje) de ovinos pelibuey en pastoreo en Yucatán (Bores et al., 2008). Cuadro 5.1 Diferentes alternativas para elaborar concentrado para utilizarse en hembras ovinas en pastoreo. Cuadro 5.2 Porcentaje de mortalidad predestete en corderos Pelibuey de acuerdo al peso al nacimiento y a la edad (Castillo, 2002). Cuadro 5.3 Efecto del peso al nacimiento sobre la mortalidad de corderos Pelibuey y cruzas de Pelibuey con Katahdin y Dorper en el Rancho Experimental La Campana-INIFAP. Cuadro 5.4 Fecha de inicio y cantidad de suplementación ofrecida a hembras gestantes ovinas en los primeros cuatro meses de gestación en el Rancho Experimental La Campana. Cuadro 5.5 Concentrados utilizados para la suplementación y condición corporal de hembras gestantes en el Rancho Experimental La Campana. Cuadro 5.6 Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de hembras ovinas gestantes en pastoreo en el Rancho Experimental La Campana durante la época de seca. Cuadro 5.7 Condición corporal de hembras lactantes ovinas y suplementos utilizados durante la época de lluvias en el Rancho Experimental La Campana. Cuadro 5.8. Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de hembras ovinas lactantes en pastoreo en el Rancho Experimental La Campana durante la época de seca. Cuadro 5.9 Concentrados para ser utilizados en raciones para corderos lactantes (creep feeding). Cuadro 5.10 Efecto de la época de nacimiento sobre el peso al destete (kg) de corderos criados por hembras en pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana. Cuadro 5.11 Efecto del genotipo sobre el peso al destete de corderos criados por hembras bajo pastoreo extensivo en el Rancho Experimental la Campana Cuadro 5.12 Alternativas para la elaboración de concentrados para la engorda intensiva de corderos. Cuadro 5.13 Efecto del genotipo sobre las ganancias diarias de peso de corderos en engorda en el Rancho Experimental La Campana. Cuadro 5.14 Comportamiento de corderas en pastoreo durante la época de lluvias en el Rancho Experimental La Campana durante dos años de evaluación. Cuadro 6.1 Peso mínimo recomendado para el empadre de primalas de diferentes razas de pelo y grados de pureza (Esqueda y Estrada, 2008). Cuadro 8.1 Prácticas mínimas indispensables para el manejo sanitario de los ovinos en sus diferentes etapas productivas. Cuadro 9.1 Ejemplo de formato para la toma de información de costos en explotaciones ovinas. Lista de Figuras Figura 2.1 Ovinos en pastoreo en un pastizal mediano abierto en el Rancho Experimental La Campana durante la época de seca. Figura 2.2 Hembras Katahdin pastoreando en pastizales dominados por gramíneas en la región de San Francisco de Borja, Chih. Tipo de vegetación que permite soportar entre 1.25 y 1.5 ha por borrega. Figura 2.3 Ovinos en pastoreo en áreas de matorrales, en donde es posible sostener una borrega en 1.5 a 2.0 ha. Figura 2.4 Área de pastizal con matorrales en la región de Parral, Chih., en donde es factible mantener una borrega en 1.25 a 1.5 ha. Figura 2.5 Matorrales desérticos con gobernadora en donde se requieren hasta 3.0 ha para sostener una borrega. Figura 2.6 Pastizales desérticos con zacate toboso (Hilaria mutica), mismos que pueden mantener una borrega en 2.5 ha. Figura 2.7 Ovinos pastoreando en un área de agricultura marginal en donde los ovinos pastorean las malezas que crecen en estas áreas. 2.8 Hábitos alimenticios de diferentes rumiantes. Adaptado de Lyons et al. (s/f). Figura 2.9 Proporción de zacates, hierbas y arbustos en la dieta de bovinos, ovinos y caprinos en pastizales de Texas, E.U. Adaptado de Vallentine (1990). Figura 2.10 El ovino tiene hábitos de pastoreo gregarios, lo cual facilita en gran medida su manejo en pastoreo extensivo. (Ovinos en pastoreo en pastizal halófito en el Rancho Experimental La Campana). Figura 3.1 Cerco para ovinos con malla electrosoldada (60 cm de altura) y cuatro hilos de alambre de púas. Figura 3.2 Cercos con seis y siete hilos de alambre liso utilizado con ovinos en pastoreo extensivo en la Patagonia Chilena Figura 3.3 El uso de perros guardianes es indispensable para la explotación de ovinos en pastoreo extensivo Figura 3.4 Pastor a caballo cuidando ovinos en pastoreo en la región de Namiquipa, Chih. Figura 3.5 Área de descanso para ovinos, con comederos para la suplementación. Figura 4.1 Hembra ramoneando mezquite durante la época de seca en el Rancho Experimental La Campana. Figura 5.1 Elaboración de concentrados en la propia explotación con el fin de disminuir costos de alimentación. Figura 5.2 Hembra Pelibuey lactante durante la época de sequía en el Rancho Experimental La Campana, en donde se aprecia como es afectada su condición corporal. Figura 5.3 Hembras lactantes en pastoreo durante la época de seca en el Rancho Experimental La Campana. Figura 5.4 Hembras lactantes en ramoneo de arbustos durante la época de seca. Figura 5.5 Corderos lactantes en estabulación, mientras sus madres se encuentran en pastoreo durante la época de seca. Figura 6.1 Región en donde se hace la evaluación de la condición corporal (De Lucas, 2008) Figura 6.2 Ejemplo de condición corporal 1. Figura 6.3 Ejemplo de condición corporal 2. Figura Figura 6.4 Ejemplo de condición corporal 3 Figura 6.5 Ejemplo de condición corporal 4. Figura 6.6 Ejemplo de condición corporal 5. Figura 6.7 Semental Pelibuey en empadre en el Rancho Experimental La Campana. Figura 6.8 Hembra Pelibuey una hora después del parto en el Rancho Experimental La Campana. Figura 6.9 Efecto de la época de parición sobre la prolificidad de hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper durante cuatro años de evaluación bajo condiciones de pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana. Figura 6.10. Efecto del Fenotipo sobre el número de crías por parto en hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper en el Rancho Experimental La Campana bajo condiciones de pastoreo extensivo. Figura 7.1 Rebaño ovino de la raza Pelibuey en el Rancho Experimental La Campana. Figura 7.2 Hembras Blackbelly lactantes en su área descanso en la región de Parral, Chihuahua. Figura 7.3. Hembra Dorper en pastoreo en el Rancho Experimental La Campana. Figura 7.4. Semental joven de la raza Katahdin Anexos Anexo 1. Ejemplo de formato para el registro de partos y nacimientos. Anexo 2. Ejemplo de formato para la toma de información referente a corderos destetados. Anexo 3. Ejemplo de formato para el registro de animales muertos en la explotación. Anexo 4. Ejemplo de formato para la toma de datos en la engorda Anexo 5. Ejemplo de formato para la toma de datos de animales a venta. Anexo 6. Ejemplo de formato para la toma de información de costos en explotaciones ovinas. CAPITULO I POTENCIAL DE LA OVINOCULTURA EN EL NORTE DE MÉXICO La región Norte de México se caracteriza por presentar grandes extensiones de zonas áridas y semiáridas, en donde más de dos terceras partes de su superficie son áreas susceptibles de pastoreo (Gauthier et al., 2003). Dentro de estas áreas se encuentran diversos tipos de vegetación que incluyen áreas de matorrales con muy variados sitios, así como pastizales medianos localizados en las zonas de valles y lomeríos, pastizales amacollados en las estribaciones de las sierras y pastizales halófitos, ocupando principalmente bajíos. Esta vasta región es considerada como la zona de mayor potencial para la explotación de ovinos en México (Arteaga, 2003), esto debido a que el forraje de los agostaderos es la fuente de alimento más económica para el ganado. Si a lo anterior le agregamos que el Norte de México presenta más de 60 millones de ha de agostaderos áridos y semiáridos susceptibles de pastoreo se considera como un nicho de oportunidad para la explotación del ganado ovino de pelo, en conjunto con la ganadería extensiva de carne de bovino. La idea de considerar a la ovinocultura como una actividad potencial para el Norte de México no pretende sustituir a la ganadería tradicional bovina, actividad que se ha desarrollado por más de un siglo en la región, sino ofrecer una alternativa para diversificar la actividad en los pastizales y además hacer un uso más eficiente de los agostaderos. La mayor eficiencia en la utilización se debe a que el ovino tiene hábitos de pastoreo diferentes a los del ganado bovino, es una especie más selectiva que consume plantas que el bovino regularmente no consume (Notter, 2005). El ovino prefiere consumir principalmente hierbas y arbustos, especies que regularmente son poco apetecidas por los bovinos (Machen, 2005). Con la inclusión de los ovinos se puede aprovechar al máximo el forraje disponible en el agostadero e incluso poder sostener una mayor carga animal que la que se puede tener con la utilización exclusiva de bovinos (Stanko, 2002). El propósito de la explotación ovina en pastizales debe ser considerado como un complemento a la cría de bovinos que tendría como finalidad obtener un producto adicional del pastizal, es decir, diversificar y darle un valor agregado al forraje que ofrecen los agostaderos. Además, es una alternativa para todos aquellos productores que no cuentan con grandes extensiones de terreno para la cría de bovinos, y que difícilmente podrían sostener un alto número de animales. También es una opción para la utilización de áreas de agricultura de temporal reconvertidas a pastizal, así como para el aprovechamiento del pastoreo de residuos de cosecha en áreas agrícolas. Es bien conocido que la cría y explotación de ovinos de lana fue una actividad floreciente en el estado de Chihuahua (Barreno, 1986); sin embargo, puede señalarse que la explotación ovina actual es una actividad relativamente nueva, basada en la introducción de razas de ovinos de pelo, las cuales tienen características reproductivas y requerimientos alimenticios diferentes al ovino tradicional de lana (Bores et al., 2008). Aunado a ello, el productor actual no está familiarizado con el cuidado y manejo de esta especie, dado que está acostumbrado al manejo del ganado bovino, cuyos requerimientos de manejo son más sencillos que los necesarios en la cría de ganado ovino. El ganadero tradicional no cuenta con información referente al manejo de ovinos bajo condiciones de libre pastoreo, por lo que requiere contar con un programa de manejo acorde a las condiciones de aridez en que está inmerso el norte de México. Es necesario que el ganadero que se involucre en la ovinocultura aplique medidas que permitan la conservación y el mejoramiento de sus pastizales, con el fin de tener una explotación extensiva que sea rentable y a la vez, que sea sustentable desde el punto de vista de la conservación de los recursos naturales. Asimismo, todas las actividades pecuarias a nivel mundial se encuentran en crisis, derivada principalmente del incremento en el precio de los granos. Para desarrollar con éxito empresas ganaderas se requiere trabajar con mayor tenacidad, y buscar el perfeccionamiento de las unidades de producción a través de la capacitación. La situación actual obliga a la eficiencia en las explotaciones, por lo que la ovinocultura debe ser vista con una visión empresarial, ya no es posible tener una explotación rentable con los niveles de productividad que tienen actualmente los ovinocultores. Por tal motivo, el objetivo de este libro es presentar recomendaciones para el manejo de ovinos en pastoreo, La información obtenida se deriva de cuatro años de investigación realizada en el Rancho Experimental La Campana con un rebaño de hembras ovinas bajo condiciones de pastoreo extensivo, además de experiencias obtenidas en explotaciones ovinas también manejadas en pastoreo extensivo en la región Noroeste y en la zona de matorrales del estado de Chihuahua. Los resultados presentados en esta publicación son pioneros en el área de producción de ovinos en pastoreo en zonas áridas y semiáridas y contribuyen en parte a cubrir el vacío de información que se tiene en este aspecto. LITERATURA CITADA Arteaga, J.D. 2003. La industria ovina en México. Memorias. Primer Simposium Internacional de ovinos de carne. Pachuca de Soto, Hidalgo. Méx. SAGARPA-INIFAP. P.1-7. Barreno, S. 1986. Breve historia de la ganadería en el Estado de Chihuahua. Unión Ganadera Regional de Chihuahua. Publicación 50 aniversario UGRCH. Chihuahua, Chih., Méx. Bores, Q. R., O. Rojas R., J. Castillo H. y M. Murguía O. 2008. Validación en la alimentación de las ovejas de pelo en la Península de Yucatán. Revista del Borrego. Eklipse Publicidad. México, D.F. Año 10. No. 55 p. 28- 38. Gauthier, D.A., A. Lafón T., Tommbs, J. Hoth y E. Wiken. 2003. Grasslands. Toward a North American Conservation Strategy. Commission for Environmental Cooperation. Canadian Plains Research Center Univ. of Regina. Montreal, Canadá. 99 pp. Machen, R. 2005. What and how much do they eat? En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M Univ. San Angelo, TX. Notter, D. 2005. Potential of hair sheep in the U.S. En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M. Univ. San Angelo, Texas. Stanko, R.L. 2002. Principios de nutrición en ovinos. Memorias. Simposium Internacional de Ovinos del Norte de México. SAGARPA, Gob. Del Edo. de Chih. Ed. por S. Echavarría. INIFAP Chihuahua, Méx. P. 120-125. CAPÍTULO II MANEJO DEL PASTOREO Antes de iniciar una explotación ovina en pastoreo debe hacerse una planeación de cómo va a llevarse el manejo del pastoreo. Debe hacerse un inventario de los recursos disponibles: superficie, número de potreros, cantidad de forraje disponible, disponibilidad y distribución de aguajes, tipos de vegetación en el rancho, distancia a los potreros, corrales de manejo, cercos apropiados para ovinos, etc. Con esta información se podrá hacer una correcta planeación de la actividad, estimar cuántos animales se podrán sostener en la superficie destinada para pastoreo, estimar el ritmo de crecimiento del rebaño, calcular las necesidades de alimentación, determinar las necesidades de mano de obra, etc. El manejo del pastoreo es la primera consideración que el productor debe hacer antes de iniciar su explotación. A través del manejo se buscan minimizar los efectos negativos del ganado en pastoreo sobre el recurso pastizal y a la vez maximizar la producción de carne por unidad de superficie (Britton, 2003). Es necesario reconocer que el pastizal no se presenta como una simple paca de alfalfa que es distribuida a voluntad entre los animales; es necesario planear estrategias de manejo y uso bien claras, que nos permitan asegurar su conservación y la sustentabilidad del sistema. Por lo tanto, para lograr la máxima producción ovina en pastizales, de una forma sostenida, se requiere implementar los cuatro principios básicos para el manejo, que son: i. ii. iii. iv. carga animal adecuada tipo de animal adecuado pastorear en la época apropiada distribución adecuada del pastoreo Estos principios son básicos y deben aplicarse independientemente del ganado que se tenga en pastoreo (Holecheck et al., 1998). Principios básicos del manejo del pastoreo Carga animal adecuada La carga animal de acuerdo a la SRM (1989) es el número de unidades animal que pastorea una superficie determinada en un cierto período de tiempo. La unidad animal equivale al consumo de forraje que tiene una vaca de 450 kg en un día y que equivale al 3% de su peso vivo (13.5 kg). En la mayoría de las ocasiones el productor confunde carga animal con capacidad de carga. La carga animal como se mencionó anteriormente indica cuantos animales se encuentran en una superficie dada, sin importar si es el número apropiado de animales para esa área. En cambio la capacidad de carga es el número de unidades animal que un pastizal puede sostener sin causar daño a la vegetación. Por lo regular los agostaderos traen una carga animal mayor a lo que pueden sostener, de ahí el deterioro que se ha causado a los pastizales del norte de México (Royo et al., 2008). La carga animal a utilizar es la decisión más importante que el productor tiene que hacer, pues de ella dependerá que su sistema de producción sea sustentable (Villalobos, 2002). Se considera a la carga animal como la principal causa del daño a los pastizales y que en forma conjunta con la baja precipitación que se presenta, han propiciado el deterioro de más del 80% de las tierras de pastizal en el Estado (Royo et al., 2008). Además, la carga animal influye directamente sobre ganancias diarias de peso, porcentaje de pariciones, pesos al destete, intervalo entre partos, etc. Por ejemplo, a corto plazo con una carga animal alta, la producción por animal será menor pero la producción de carne por ha y los ingresos serán mayores, pero a mediano y largo plazo se observarán impactos negativos en el ganado, vegetación, suelo, agua y fauna. El problema de que haya una carga excesiva en muchos ranchos se debe a la poca superficie con que cuentan. Muchos de ellos, por su tamaño no son unidades económicamente viables y el productor se ve en la necesidad de introducir más animales con el fin de obtener su sustento económico. Este tipo de productores siempre está esperanzado a la lluvia y le echa la culpa a la sequía, siendo que la falta de lluvia no es un problema de nuestra región, es más bien una condición natural. Otros productores lo hacen porque no tienen la mentalidad de la conservación del recurso. Villalobos (2003) considera que la utilización de cargas excesivas es un problema más de conciencia que de falta de tecnología. Figura 2.1 Ovinos en pastoreo en un pastizal mediano abierto en el Rancho Experimental la Campana durante la época de seca. Actualmente la información disponible para ovinos en pastoreo está basada principalmente en estudios con ovejas de lana realizados en Estados Unidos. Estimaciones realizadas por Notter (2005) indican que seis borregas adultas de razas de lana equivalen a una unidad animal. Estudios en pastizales áridos y semiáridos en Texas indican que seis ovejas de pelo (54.5 kg) o 5.5 ovejas de lana (60 kg) equivalen a una unidad animal (Johnson, 2005). En México, y específicamente en ovinos de pelo, no se ha realizado investigación para estimar la capacidad de carga de los agostaderos con ovinos en pastoreo. Es preciso señalar que los estudios para la determinación de los coeficientes de agostadero realizados por la Comisión Técnico Consultiva para la Determinación de los Coeficientes de Agostadero (COTECOCA, 1978) se estimaron para ganado bovino, y no pueden aplicarse de manera similar para el ganado ovino, ya que el ovino consume una gran variedad de plantas no consideradas en el estudio. Por la carencia de información, los estudios realizados en Estados Unidos se han tomado como base para hacer los ajustes de carga animal con ovinos en pastoreo en el estado de Chihuahua. Las experiencias que se tienen con el pastoreo de ovinos en zonas semiáridas se encuentran en la región de las Nieves, en el estado de Durango. En pastizales medianos en condición buena y utilizando borregas de lana de 50 a 60 kg se logró sostener una borrega por ha. Figura 2.2 Hembras Katahdin pastoreando en pastizales dominados por gramíneas en la región de San Francisco de Borja, Chih. Tipo de vegetación que permite soportar entre 1.25 y 1.5 ha por borrega. Por otra parte, en los estudios realizados con ovinos de pelo durante cuatro años en el Rancho Experimental La Campana-INIFAP se ha podido mantener en un pastizal mediano abierto en buena condición una borrega de 50 kg en 1.25 ha, mientras que en pastizales en donde se presentan herbáceas y arbustivas en combinación con las gramíneas, la carga se puede incrementar de 1.00 a 1.25 ha por borrega. En áreas de matorrales en buena condición y con disponibilidad de herbáceas y leguminosas arbustivas, se utilizan cargas de 1.5 a 2.0 ha por borrega. Para áreas de matorrales de gobernadora (Larrea tridentata) y hojasén (Fluorensia sernua) en condición regular la carga utilizada es de 2.5 a 3.0 ha por borrega. Es muy importante considerar que las cargas animal mencionadas van a estar fuertemente influenciadas por la condición de los pastizales o matorrales, por lo tanto de acuerdo a la experiencia y observaciones de campo, cuando hay una condición de buena a excelente será posible mantener una borrega de 50 kg entre 1.0 y 1.25 ha, pero cuando la condición del pastizal sea regular, el pastizal solamente podrá sostener entre 1.5 y 1.75. En los casos de pastizales en condición pobre se requerirán al menos 2 ha para poder sostener una borrega y podrá incluso requerirse una mayor superficie de acuerdo al grado de deterioro del agostadero. Figura 2.3 Ovinos en pastoreo en áreas de matorrales, en donde es posible sostener una borrega en 1.5 a 2.0 ha. En las zonas de matorrales, la carga animal va a fluctuar desde 1.5 ha en agostaderos en condición buena a excelente, a 2.0 ha en matorrales en condición regular, pudiendo llegar a requerirse hasta más de 3.0 ha para poder sostener una borrega en los matorrales en condición pobre. Figura 2.4 Área de pastizal con matorrales en la región de Parral, Chih., en donde es factible mantener una borrega en 1.25 a 1.5 ha. Figura 2.5 Matorrales desérticos con gobernadora en donde se requieren hasta 3.0 ha para sostener una borrega. Figura 2.6 Pastizales desérticos con zacate toboso (Hilaria mutica), mismos que pueden mantener una borrega en 2.5 ha. De acuerdo a la información obtenida, se considera que las cargas animal recomendadas no distan mucho de lo que realmente pueden sostener los agostaderos, ya que en las áreas donde se han utilizado no se han tenido problemas de escasez de forraje, aún cuando se han tenido años con baja precipitación. Sin embargo, esta información no es concluyente, se requiere de estudios que ayuden a obtener estimaciones más precisas en los diferentes grados de condición del pastizal, así como en los diferentes tipos de vegetación en el Estado. Tipo de animal adecuado Está comprobado que la utilización de más de una especie animal (bovinos, ovinos, caprinos) en los sistemas de producción extensiva genera mayores ingresos a la explotación. Lo anterior se acentúa en una mayor proporción cuando la vegetación es más diversa (Holechek et al., 1998; Johnson, 2005). Figura 2.7 Ovinos pastoreando en un área de agricultura marginal en donde los ovinos pastorean las malezas que crecen en estas áreas. Cuando se utiliza más de una especie animal se mejora la distribución del pastoreo y hay una mayor eficiencia en la utilización del pastizal, ya que se pastorean plantas que una u otra especie no consumiría. Machen (2005), señala que en pastizales semidesérticos el bovino prefiere mayormente las gramíneas en su dieta. El ovino también prefiere las gramíneas pero no en la misma proporción que los bovinos, ya que también consumen hierbas y en menor proporción los arbustos, mientras que los caprinos prefieren principalmente hierbas y arbustos, lo cual se muestra en la Figura 2.8 (Lyons et al., s/f). Es muy importante destacar que en observaciones en el Rancho Experimental La Campana y en explotaciones en diferentes regiones del Estado, no se aprecia lo señalado por este autor. Posiblemente el ovino de pelo se ubique un poco más hacia el margen izquierdo de la Figura 2.8, debido a que en pastizales dominados por gramíneas se ha observado que el ovino de pelo pastorea principalmente hierbas y arbustos antes que las gramíneas. Esta información es reforzada por Shelton (2005) quien afirma que los ovinos de pelo pueden tener hábitos de pastoreo diferentes a los ovinos de lana y es apoyado por Steger (2005), quien señala que el ovino de pelo es más consumidor de arbustos que el ovino de lana. Figura 2.8 Hábitos alimenticios de diferentes rumiantes. (Adaptado de Lyons et al., s/f). Vallentine (1990) en pastizales de las planicies de Texas, E.U. encontró que el ganado bovino prefiere consumir principalmente zacates, mientras que en ovinos la proporción de gramíneas en la dieta es menor, y se reduce aún más en caprinos (Figura 2.9). Las observaciones y experiencias que se tienen con ovinos en el estado de Chihuahua señalan que el ovino de pelo consume gran cantidad de plantas que el bovino por lo general rechaza, entre ellas se encuentran malezas como: el torito (Tribulus terrestris), el cadillo (Xantium strumarium), el toloache (Datura stramonium) y la rodadora (Salsola kali). Además especies arbustivas como la mariola (Partenium incanum), el gatuño (Mimosa biuncifera), la vara dulce (Alloysia gratissima), largoncillo (Acacia constricta) la cola de zorra (Brickellia spinulosa), el chaparrillo (Eysendhartia spinosa) y el hojasén (Flourensia sernua). Arbustos 7% Bovinos Hierbas 12% Zacates 81% Ovinos Arbustos 22% Hierbas 17% Zacates 61% Caprinos Zacates 45% Arbustos 43% Hierbas 12% Figura 2.9 Proporción de zacates, hierbas y arbustos en la dieta de bovinos, ovinos y caprinos en pastizales de Texas, E.U. Adaptado de Vallentine (1990). Para seleccionar el tipo de animal a utilizar es muy importante tomar en cuenta el tipo de vegetación. En el caso de pastizales dominados por gramíneas, la mejor opción son los bovinos, aunque se podría utilizar una cierta proporción de ovinos, por ejemplo el 80% de la carga con bovinos y un 20% de ovinos, de tal modo de que aprovechen las hierbas y arbustos que produce el pastizal. En las áreas con mayor proporción de hierbas y arbustos y baja disponibilidad de gramíneas es recomendable tener una mayor proporción de ovinos que de bovinos, pudiendo ser 50 a 60% de ovinos y el resto de bovinos. En este caso, también sería de importancia considerar a los caprinos, que incluso pueden hacer un mejor uso de la vegetación arbustiva que ovinos y bovinos. Figura 2.10 El ovino tiene hábitos de pastoreo gregarios, lo cual facilita en gran medida su manejo en pastoreo extensivo. (Ovinos en pastoreo en pastizal halófito en el Rancho Experimental La Campana). El ovino se caracteriza por sus hábitos de pastoreo en forma gregaria, es decir que siempre pastorean en grupo, lo cual facilita de manera importante su manejo (De Lucas y Arbiza, 2000). Existe la creencia de que el ovino destruye los pastizales debido a su forma de pastorear, ya que puede levantar el forraje desde muy cerca del suelo y así cosechar plantas rastreras. No obstante se tienen reportes de que habiendo suficiente forraje el ovino nunca va a sobrepastorear. Lo que si es cierto es que cuando no existe suficiente forraje, el ovino al igual que el equino tienen la facilidad de poder mordisquear desde más abajo las plantas (Holechek et al., 1998), de ahí la importancia del respeto a la capacidad de carga. En la región de San Angelo, Texas, en pastizales con presencia de arbustos, Johnson (2005) realizó un trabajo en donde encontró que el ovino de pelo es la especie más rentable, por encima de los bovinos, ovinos de lana y caprinos (Cuadro 2.1). Esta mayor rentabilidad se debe a su mayor cosecha de corderos por año ya que se pueden obtener tres partos en dos años. También mostró que conforme se reduce el coeficiente de agostadero las ganancias por ha se incrementan, lo cual es lógico, ya que a mayor capacidad de carga del agostadero las ganancias serán mayores. En este caso la información se presenta en dólares, con un valor de 13.25 pesos por un dólar, lo cual indica que con ovinos de pelo se obtienen 487 pesos por ha cuando se pastorea en áreas con coeficientes de agostadero de 10 ha por unidad animal (pastizales en condición de regular a buena). Cuadro 2.1 Ganancias estimadas con diferentes especies en pastoreo utilizando diferentes intensidades de carga en Texas, E.U. Adaptado de Johnson (2005). Coeficiente de agostadero (ha/ua) 12 14 16 Ganancias por ha (dólares) Tipo de ganado 10 Cabra angora 25.60 19.65 15.42 12.25 9.77 Cabra carne 21.30 16.10 12.37 9.57 7.40 Oveja de lana 26.95 20.77 16.37 13.07 10.52 Oveja de pelo 36.75 28.95 23.40 19.22 15.97 Bovino carne 25.70 19.75 15.50 12.30 9.82 18 Un aspecto que es de suma importancia y está documentado, pero no cuantificado, es la combinación de diferentes especies animal con el fin de obtener la mayor eficiencia en la utilización del forraje, por lo que es de primordial importancia hacer investigación que conlleve a obtener información que permita obtener el mayor potencial de la vegetación sin causar daño al recurso pastizal. Pastoreo en la época apropiada Todas las plantas tienen un período en que el pastoreo puede ser más dañino, el cual varía de acuerdo al tipo de vegetación y a las condiciones climáticas (Ortega, 2004). Para no tener un efecto tan marcado sobre las plantas, es requisito fundamental de que el rancho cuente con varios potreros, de modo que se pueda realizar una rotación con el fin de que cada año se le permita a uno o más potreros un descanso en la época de lluvias (julio-octubre) (Briske, 1991). A este descanso se le conoce con el nombre de diferimiento y es necesario aplicarlo independientemente de la especie de ganado con que se cuente. El diferimiento permitirá que haya abundante producción de semilla, mucha de la cual se resembrará naturalmente, además las plantas estarán en mejores condiciones de resistir la época de escasez de lluvia del año siguiente, al tener mayores reservas de carbohidratos (Larcher, 1995; Sosebee, 2003). Actualmente existe una gran diversidad de métodos de pastoreo (Holechek et al., 1998), todos ellos diseñados con el objetivo de conservar y mejorar el recurso pastizal, tratando de afectar lo menos posible el comportamiento animal. Todos los métodos de utilización de pastizales involucran aspectos de rotación con el fin de que cada potrero tenga un período de diferimiento y/o descanso. Algunos de estos esquemas son más estrictos en cuanto a la proporción de la superficie que debe recibir anualmente un diferimiento, ya que varían desde un 20 hasta un 50% de los potreros en cada uno de los años. La recomendación para el pastoreo de ovinos es que entre el 25 y el 33% de la superficie reciba un descanso durante la época de lluvias en cada año, es decir, cada potrero debe dejarse descansar durante este período con intervalos de tres a cuatro años como máximo. Los métodos de utilización tradicionales que se han recomendado varían desde aquellos sistemas rotacionales de un día de pastoreo por 30 días de descanso, hasta esquemas en donde se presentan períodos de pastoreo de 120 días, por 240 días de descanso (Merrill, 1954; Savory, 1983). En todos ellos se involucra el diferimiento y se maneja el concepto de presión de pastoreo. Los esquemas de uso más recientes se enfocan a incrementar la presión de pastoreo, la cual consiste en la utilización de altas concentraciones de ganado en pequeñas superficies, durante un corto período de tiempo. Con el aumento en la presión de pastoreo es posible realizar una utilización más eficiente, es decir, se puede disminuir en gran medida la selectividad y propiciar que toda la vegetación sea utilizada con la misma intensidad, con ello se evita que las plantas de mayor gustosidad sean utilizadas en mayor proporción (Pieper y Heitschmidt, 1988) Cuando se implementan los sistemas de utilización que involucran cortos períodos de uso y descanso (pastoreo corta duración), se tienen que hacer adecuaciones de acuerdo a la época del año. Por ejemplo, durante la época de sequía no se requiere que los períodos de pastoreo sean tan cortos, ya que el crecimiento de la vegetación es escaso o nulo. En esa etapa se pueden utilizar períodos de pastoreo de seis o siete días con descansos desde 60 hasta 120 días (Holechek et al., 1998). La desventaja de los métodos de pastoreo de corta duración es que se requiere una mayor inversión para poder contar con un mayor número de potreros. Por lo tanto, la recomendación para la utilización de pastizales con ovinos es utilizar un esquema de pastoreo que permita el diferimiento y además aprovechar al máximo la vegetación, evitando la subutilización y la sobreutilización del forraje. El proceso para llegar a tener un sistema de pastoreo de corta duración es lento y tendrá que ir aplicándose paulatinamente conforme el productor vaya tendiendo los recursos necesarios para invertir. En conclusión, toda explotación bajo condiciones extensivas debe tener diseñado un esquema de rotación de potreros que permita la mayor respuesta del animal sin causar daño al pastizal. Es fundamental que todo ovinocultor considere utilizar períodos de descanso y/o diferimiento durante la época de lluvias con el fin de contar con una explotación sustentable. No es posible seguir produciendo bajo esquemas de uso de uno o dos potreros en donde seguramente se presentarán problemas de sobrepastoreo y deterioro del recurso pastizal Distribución adecuada del pastoreo La distribución del pastoreo tiene que ver con la dispersión de los animales en el rancho. Es conveniente diseñar estrategias que permitan que el ganado utilice en forma uniforme todo el potrero o rancho, esto con el fin de evitar áreas de sacrificio y áreas subutilizadas (Vallentine, 1989; Villalobos, 2002). La distribución del pastoreo está influenciada por el tipo de animal en pastoreo, el tamaño de los potreros, la topografía del terreno distribución de aguajes y comederos. Observaciones de campo en diferentes explotaciones extensivas en el estado de Chihuahua han mostrado que los bovinos tienden a pastorear en las áreas más planas y en pastizales con ligeros lomeríos en donde abundan los zacates, mientras que los ovinos tienden a utilizar áreas con ligeras pendientes, específicamente aquellas en donde abundan las hierbas. Por su parte los caprinos buscan las pendientes más pronunciadas y con mayor abundancia de arbustos, sin embargo esto dependerá en gran medida del tipo de vegetación y de la época del llano y no puede considerarse una generalidad (Vallentine, 1990). También la distribución del pastoreo está influenciada por el tipo de plantas presentes en los potreros. Puede haber áreas en donde se presente abundancia de alguna especie con alta gustosidad y por lo general ahí se concentra el ganado, provocando con ello el daño a la especie preferida. Una mala distribución del pastoreo provoca un deterioro de las áreas en donde se concentra el ganado, disminuye la producción animal debido a que consumen menos forraje por estar siempre en las áreas de castigo y lo más importante es que no hay un aprovechamiento uniforme del forraje del pastizal (Savory, 1983). Para mejorar la distribución del pastoreo existen varias estrategias, la primera de ellas es a través de la manipulación en la ubicación de los aguajes o bebederos (Holechek et al., 1998). Está comprobado que la presión de pastoreo es mayor a las áreas cercanas a los aguajes, por lo cual una estrategia es contar con un mayor número de aguajes. Para ovinos se recomienda que los aguajes no se encuentren a más de 2 km de distancia, pero lo ideal sería que caminaran máximo 1 km, o bien que los bebederos se coloquen en las áreas donde se encuentren las especies menos gustosas. La distribución de saladeros, es otra herramienta. Por regla nunca se deben poner los saladeros cerca del agua, con el fin de obligar al ganado a que camine y utilice todo el terreno de manera más uniforme. Es más fácil mover los saladeros que los bebederos, por lo tanto deben estarse cambiando de manera estratégica para forzar el pastoreo hacia las áreas menos utilizadas. La suplementación no debe ser ofrecida tampoco cerca de los bebederos, los comederos también debe estar retirados al menos 500 m de ellos. Al igual que los saladeros, se puede manejar mucho la ubicación de los comederos para mejorar la dispersión del ganado. Otra herramienta útil, son los sombreaderos, mismos que pueden ser ubicados en áreas en donde se observe el menor grado de utilización del pastizal, específicamente en áreas en donde se encuentren las especies menos preferidas por el ganado, o bien que no haya un buen acceso debido a la topografía del terreno. LITERATURA CITADA Briske, D.D. 1991. Developmental morphology and physiology of grasses. En: Grazing Management. An Ecological Perspective. Cap. 3. Ed. Por R.K. Heitschmidt y J.W. Stuth. Timber Press, Inc. Portland, Oregon. P. 65-84. Britton, C.M. 2003. A guide to ranch planning and management. En: Curso corto sobre manejo de recursos naturales. Univ. Aut. De Chih. – Texas-Tech. Univ. Lubbock, TX. Chihuahua, Méx. Cap. 9. COTECOCA. 1978. Comisión Técnico Consultiva para la determinación regional de los coeficientes de agostadero. Chihuahua. SARH. 151 p. De Lucas, T.J. y J.S. Arbiza A. 2000. La Producción ovina en el mundo y en México. Editores Mexicanos Unidos, S.A. de C.V, México, D.F. Holechek, J.L. R.D. Pieper y C.H. Herbel. 1998. Range Management. Principles and Practices. Prentice Hall. Englewood Cliffs USA. 501 pp. Johnson. D.L. 2005. Evaluating the Profitability of Hair Sheep Production on Texas Rangelands. En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M Univ. San Angelo, TX. Larcher, W. 1995. Physological Plant Ecology. 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CAPÍTULO III PRÁCTICAS DE MANEJO REQUERIDAS EN LA OVINOCULTURA BAJO CONDICIONES EXTENSIVAS Tipo de empotreramiento El ganado ovino, por su tamaño y susceptibilidad al ataque de depredadores, requiere un cerco especial, con el fin de evitar que los animales se salgan del potrero y reducir al máximo la entrada del coyote y otros depredadores. La opción que más generalizada es la malla borreguera, sin embargo, es la más costosa. Se ha estado utilizando como alternativa de menor costo el uso de malla electrosoldada (Figura 3.1), con una altura de 60 cm y es reforzada por dos hilos de alambre de púas, el primero colocado a 5 cm del suelo y otro a los 30 cm. El cerco se completa con dos hilos de alambre adicionales a una altura de 75 y 110 cm. Figura 3.1 Cerco para ovinos con malla electrosoldada (60 cm de altura) y cuatro hilos de alambre de púas. Existe otra opción más económica que es utilizada por los ovinocultores Chilenos en la Patagonia y consiste en la utilización de seis hilos de alambre liso colocados a las siguientes alturas 5, 15, 30, 50, 80 y 110 cm (Figura 3.2). Es importante señalar que ninguna de las tres opciones evita totalmente la entrada del coyote, sin embargo ofrecen una protección para que los animales no se salgan del potrero y obstaculicen en cierto grado el ingreso de depredadores. Figura 3.2 Cercos con seis y siete hilos de alambre liso utilizado con ovinos en pastoreo extensivo en la Patagonia Chilena Número de potreros Antes de tomar la decisión de convertirse en ovinocultor se requiere planear también el número de potreros para tener un manejo con las condiciones mínimas requeridas. En definitiva no se puede ser ovinocultor cuando se cuenta con un solo potrero, por lo que se requiere contar con un mínimo de cinco potreros, los cuales se utilizarán para cada una de las siguientes etapas: i. ii. iii. iv. v. Borregas lactantes Borregas gestantes Borregas en empadre Desarrollo de primalas Potrero de descanso Conforme vaya creciendo la explotación y de acuerdo a las condiciones de manejo, el número de potreros podrá incrementarse a siete u ocho, con lo cual se facilitarán actividades como la suplementación, el desarrollo de primalas, la engorda, etc. En fin, con un mayor número de potreros se logrará un mejor manejo. Se sugiere que el tamaño de los potreros no sea muy grande, sería ideal contar con potreros con una superficie máxima de entre 80 y 100 ha, con estas dimensiones se facilitaría de manera muy importante el manejo. Cuando no se puede tener el número mínimo de potreros y el área de pastoreo es grande, se presentan algunas recomendaciones de manejo para facilitar el pastoreo. i. ii. iii. Contar con un pastor para guiar el ganado y que se haga una utilización uniforme en todo el potrero. Utilizar estrategias como la distribución de aguajes, saladeros y suplementación para mover el ganado hacia las áreas más alejadas. Utilizar más de un lugar donde pernocten los animales, con el fin de disminuir las áreas de sacrificio y forzar al ganado a utilizar las áreas menos pastoreadas. Las tres opciones pueden ser utilizadas en forma conjunta o bien en forma individual, pero dependerán en gran medida de la diversidad de la vegetación, de la topografía y del tamaño del potrero; por ello, el ganadero deberá estar continuamente haciendo observaciones de campo con el objetivo de revisar que el pastoreo sea lo más uniforme posible. Sin embargo, hay que considerar que con un solo potrero el manejo se va a complicar en gran medida, específicamente para suplementar y para empadrar ya que es muy difícil manejar dos o más rebaños en un solo potrero, además del deterioro que se le va a causar al pastizal (Holechek et al., 1998). Manejo para el control de depredadores Figura 3.3 El uso de perros guardianes es indispensable para la explotación de ovinos en pastoreo extensivo. Definitivamente, para evitar pérdidas por depredadores es imprescindible el uso de perros para el cuidado de los ovinos (Leymaster, 2005). Bajo las condiciones de producción extensiva no es posible tener ovejas en libre pastoreo cuando no se cuenta con perros. El uso de perros evita en más de un 90% las pérdidas por depredadores (coyote o puma). No se requiere alguna raza especializada de perros, únicamente es necesario que el perro se críe desde los primeros días de nacimiento junto con las borregas y que evite al máximo la relación con el ser humano. Es importante señalar que no son perros para manejo de ovinos, sólo son guardianes. Por tal motivo no se requiere un entrenamiento especial para el perro, ni tampoco una raza determinada, aunque han funcionado con éxito las cruzas de labrador con Border Collie o bien cruzas de Blue Hiller (vaquero) con Border Collie. No se recomienda el Blue Hiller puro por ser agresivo con los corderos, sin embargo, si el productor requiere perros para manejo, es necesario contar con razas especializadas y entrenamiento, específicamente el Border Collie. También existen experiencias de productores utilizando perros de las razas Gigante de los Pirineos y Anatolian. La otra opción para el control de depredadores es el uso de personas que hagan la labor de pastores, en donde algunos productores ya aplican esta práctica. Se utilizan vaqueros a caballo que están al pendiente de los ovinos en pastoreo. Figura 3.4 Pastor a caballo cuidando ovinos en pastoreo en la región de Namiquipa, Chih. Área de descanso Toda explotación extensiva debe contar con un área en donde los animales permanezcan de noche, ya que únicamente saldrán a pastorear en el día (Esqueda y Estrada, 2008; Scheer y Knapp, 1999). Las ovejas saldrán a pastorear diariamente y deberán regresar por la tarde. Esta práctica permite tener una mayor seguridad en contra de los depredadores. Para lograr que el ovino se acostumbre a regresar, se le ofrece una pequeña ración de maíz o de cualquier grano por la tarde, con lo que se creará el hábito de regresar diariamente. También se puede hacer a través del pastor o vaquero que acerque los animales por un lapso de seis a ocho días, en este período se acostumbrarán en forma definitiva. Figura 3.5 Área de descanso para ovinos en el Rancho Experimental La Campana. Tiempo de pastoreo Los ovinos al igual que los bovinos y caprinos, tienen hábitos de comportamiento en donde la actividad del pastoreo se concentra al amanecer y al atardecer (Soltero et al., 1981; Villalobos et al., 1984). El pastoreo en la mañana se acentúa desde que sale el sol hasta alrededor de las 9 de la mañana, mientras que en la tarde el pastoreo se inicia alrededor de tres horas antes del anochecer, de este modo el tiempo diario de pastoreo fluctúa entre 6 y 8 horas (Reyes, 1983; Márquez et al., 1984; Holechek et al., 1998). Cuando hay baja disponibilidad de forraje, el tiempo diario de pastoreo se incrementa (Chávez, 1986), pudiendo llegar hasta las 12 horas. En observaciones de campo en el Rancho Experimental La Campana, no se detectaron cambios en el tiempo diario de pastoreo entre la época de seca y de lluvia. Pero, si se observó que la disponibilidad de forraje influyó fuertemente en el tiempo de pastoreo, es decir, cuando el forraje es escaso el tiempo de pastoreo se incrementa, independientemente de la época del año (Holechek et al., 1998). Un error común que cometen los productores con los ovinos en pastoreo, es que los sacan a pastorear entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, ajustándose al horario del vaquero. Esta situación va en contra de sus hábitos naturales de pastoreo de los ovinos, ya que no permiten que los animales pastoreen a las horas de mayor actividad, y son forzados a pastorear a las horas en que descansan o se refugian del sol y de las altas temperaturas (Chávez y González, 2008). Lo anterior ocasiona una reducción en la condición corporal del ganado, aún cuando haya suficiente forraje disponible. En ocasiones, el ganado sólo se saca a pastorear cinco o seis horas, con la consecuente disminución en la productividad. En conclusión, el productor que se decida incursionar con la explotación de ovinos bajo condiciones de pastoreo extensivo deberá aplicar todas las prácticas anteriormente recomendadas. Para ello, se presentan en forma puntual las prácticas que deben ser desarrolladas por todo ovinocultor bajo condiciones de pastoreo extensivo. i. ii. Revisar y ajustar carga animal. Para pastizales dominados por gramíneas utilizar cargas de 1.0 a 1.5 ha por borrega dependiendo de la condición del pastizal. Si el pastizal está en condición buena podrá sostener 1.0 ha por borrega. En matorrales con abundancia de arbustos y hierbas se puede sostener una borrega en 1.5 a 2.0 ha., mientras que en la zona de matorrales con gobernadora y hojasén la carga será entre 2.0 y 3.0 ha por borrega. Aquí es donde el ganadero requerirá utilizar mucho su sentido común y realizar observaciones de campo. Es muy importante contar con al menos cinco potreros para facilitar el manejo y realizar una rotación (Esqueda y Estrada, 2008). iii. iv. v. vi. vii. La alternativa que se considera más viable para el empotreramiento es a través de la utilización de seis hilos de alambre en el cerco; los potreros por lo general ya cuentan con tres o cuatro hilos, sólo hay que realizar las adecuaciones necesarias. Se requiere que al menos el 25% de la superficie descanse del pastoreo al menos cada cuatro años durante la época de lluvias (diferimiento), con el fin de propiciar la recuperación de las plantas y la producción de semilla (Merrill, 1954). Es necesario buscar una utilización más uniforme del pastizal, aplicando prácticas para mejorar la distribución del pastoreo, tales como la distribución de aguajes, suplementación, saladeros, sombreaderos y áreas de descanso (Hart, et al., 1993) Invariablemente se requiere la utilización de perros pastores, con ello se reducirá la pérdida por depredadores en más de un 90%. No existe una receta rígida para el manejo de los ovinos en pastoreo, ya que además del tipo de vegetación habrá influencia de la precipitación anual, por lo que se tendrán que ir haciendo ajustes de acuerdo a la cantidad de forraje disponible anualmente. LITERATURA CITADA Chávez, S. A. 1986. Comparación del sistema de pastoreo continuo y corta duración bajo dos intensidades de carga durante la época de sequía. Tesis. Fac. de Zootecnia. Univ. Aut. De Chihuahua. 158 pp. Chávez, S. A. y F. González, 2008. Consumo voluntario del ganado en pastoreo. En: Rancho Experimental la Campana 50 años de Investigación y Transferencia de Tecnología en Pastizales y Producción Animal. Libro Técnico No. 2. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte-Centro. Sitio Exp. Campana-Madera. Chihuahua, Méx. p 134. Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas necesarias en la ovinocultura en el Norte de México. INIFAP. Centro de Investigación regional Norte Centro. Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp. Sitio Exp. La Hart, R.H. J. Bissio, M.J. Samuel y J.W. Waggoner. 1993. Grazing systems, pasture size, and cattle grazing behaviour, distribution and gains. J. Range Manage. 46:81-87. Holechek, J.L. R.D. Pieper y C.H. Herbel. 1998. Range Management. Principles and Practices. Prentice Hall. Englewood Cliffs, USA. 501 pp. Leymaster, K. 2005. Hair sheep workshop. Virginia State Univ. Use of hair breeds in integrated systems. En: http//www.sheepandgoat.com/HairSheepWorksop/PDF/integrated.p df. Consultado 12 de octubre del 2009. Márquez, N.J., C. Villalobos y A. H. Chávez. 1984. Hábitos de comportamiento del ganado bovino en un matorral inerme parvifolio de gobernadora (Larrea tridentata). Memoria. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria. México, D.F. INIP-SARH. p. 6. Merrill, L.B. 1954. A variation of deferred rotation grazing for use under southwest range conditions. J. Range Manage. 7:152-154. Reyes, L. G. 1983. Comportamiento del ganado caprino en un pastizal mediano abierto invadido por arbustivas bajo dos intensidades de pastoreo. Memoria. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria. México, D.F. INIP-SARH. p. 770-773. Scheer, D. y J. Knapp. 1999. Sheep facilities. En: The Western Canadian heep production manual. The art and Science of shepherding. Ed. por Alberta Sheep and Wool Commission, The Saskatchewan Sheep Development Board y The South Saskatchewan Wool Growers. p.123-127. Soltero, G.S., A.H. Chávez, L.C. Fierro y R. Zambrano. 1981. Hábitos de comportamiento de becerros lactantes y producción láctea de vacas Santa Gertrudis y Aberdeen Angus en libre pastoreo. Memorias. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria. México, D.F. INIP-SARH-INCA RURAL. p. 230-232. Villalobos, G.C., J. Márquez, A.H. Chávez y F. González. 1984. Hábitos de comportamiento de ovinos y caprinos en un matorral inerme parvifolio de gobernadora (Larrea tridentata). Memoria Reunión Nacional de Investigación Pecuaria en México.INIP-SARH. p. 7. CAPÍTULO IV NECESIDADES ALIMENTICIAS DE LOS OVINOS EN PASTOREO Consumo voluntario de forraje La estimación del consumo voluntario de forraje es una herramienta indispensable para diseñar programas de alimentación para el ganado en pastoreo, así como para hacer ajustes en la carga animal. El consumo es afectado por la calidad y por la disponibilidad del forraje en los agostaderos, de este modo, tanto la época del año y el tipo de vegetación en que se encuentren pastoreando serán determinantes en la cantidad de forraje consumido. Cuando la calidad de la dieta consumida por los animales es alta, el ganado consume una mayor cantidad de forraje, esto debido a que la velocidad de paso del forraje a través del tracto gastrointestinal es mayor. En cambio, cuando el contenido de nutrientes es bajo, el consumo será menor, lo cual se presenta durante la época de sequía (Bores et al., 2008; Chávez y González, 2008). Estudios realizados bajo condiciones de libre pastoreo indican que una borrega debe pastorear de seis a ocho horas diarias para poder cubrir sus requerimientos de materia seca y de 10 a 12 horas durante la época de secas (Bores et al., 2008). Es importante mencionar que el tiempo de pastoreo debe ser similar tanto en la época de lluvias como en la de seca. En la mayoría de las ocasiones, el tiempo de pastoreo se incrementa cuando no hay el suficiente forraje disponible en el pastizal, por lo cual, el ganado tiene que caminar más para poder satisfacer sus requerimientos nutricionales (Villalobos, 2003). Otro factor que influye en el consumo voluntario de forraje es el estado fisiológico de los animales, el cual se incrementa cuando los animales tienen mayores requerimientos nutricionales (Mason, 1999; Cseh, 2004). Estimaciones realizadas por Bores et al. (2008) muestran que el consumo de forraje de una borrega adulta de 50 kg de peso fluctúa entre el 2.5 y el 5.3% de su peso vivo, es decir, va a variar desde 1.0 hasta 2.6 kg diarios (Cuadro 4.1). Independientemente del peso la borrega lactante es la que tiene un mayor consumo, atribuible a los mayores requerimientos nutricionales en esta etapa fisiológica. El Cuadro 4.1 también muestra las fluctuaciones en el consumo de forraje por ovinos de acuerdo a su etapa fisiológica y a la época del año. A pesar de que los datos reportados corresponden a un estudio realizado en el estado de Yucatán, sus valores se encuentran dentro de los rangos de consumo de ovinos en zonas áridas y semiáridas, cuyos valores fluctúan desde un 2.2 hasta un 5.1% de su peso vivo (Machen, 2005). Por lo anteriormente señalado, el consumo voluntario de forraje para ovejas de pelo en libre pastoreo, bajo las condiciones del norte de México, se ubica entre los valores señalados por Machen (2005) y Bores et al., (2008). Sin embargo, las diferencias en consumo se pueden deber más a otros factores que al tipo de animal (Machen, 2005); dentro de estos factores se encuentran: i. ii. iii. iv. v. vi. vii. La disponibilidad de forraje. Existe una relación directa entre el consumo y la disponibilidad de forraje. Cuando el forraje es escaso el tiempo de pastoreo se incrementa, pero aún así el ganado no es capaz de cubrir sus requerimientos. Calidad de la dieta. Conforme se incrementa la calidad de la dieta el consumo voluntario se incrementa. Manejo del pastoreo. Se ha comprobado que los sistemas rotacionales y las cargas animal excesivas en su mayoría limitan el consumo voluntario de forraje, así como el valor nutricional de la dieta. Estado fisiológico. Influye fuertemente sobre el consumo voluntario de forraje, por ejemplo, las hembras lactantes pueden consumir hasta un 50% más forraje que las hembras al inicio de la gestación o vacías. Condición corporal. Las hembras que tienden a engordar empiezan a disminuir su apetito y el consumo de forraje disminuye, en comparación con las hembras delgadas. Clima. Cuando los animales son movidos de su zona de confort, el consumo voluntario declina. Por ejemplo, el calor o el frío extremo con frecuencia disminuyen la cantidad de forraje consumido. Experiencia en pastoreo. El consumo de forraje en ovejas sin experiencia en pastoreo puede caerse hasta en un 50%, especialmente en animales que estaban en estabulación, los viii. ix. x. cuales pueden tardar hasta 10 meses en adaptarse a estos esquemas. También sucede cuando el ovino está acostumbrado a pastorear en un tipo de vegetación y se le mueve a otro, aunque el efecto sobre el consumo es de menor severidad. Edad del animal. Los animales jóvenes tienen un mayor consumo de forraje que los animales adultos. Suplementación. La suplementación con proteína incrementa de forma muy importante el consumo voluntario de forraje, especialmente en aquellos sitios en que la calidad del forraje en el agostadero es baja. Lo mismo sucede cuando se utilizan granos como el maíz, sorgo, avena o cebada, en conjunto con ingredientes proteicos. Agua. Si el agua es limitada o restringida, el consumo voluntario de forraje disminuye, ya que el agua influye sobre la velocidad de paso de la ingesta en el tracto digestivo. Es importante señalar que la tasa de consumo en especies menores como el ovino, es mayor que la del ganado bovino, ya que los bovinos llegan a consumir un máximo de un 3%. Por este motivo, el consumo no debe ser estimado en relación con el peso del animal (Villalobos, 2002; Johnson, 2005), sino que deberá considerarse en relación a su peso metabólico. El peso metabólico se expresa como el peso del animal en kg elevado a la potencia 0.75 (Pkg 0.75) y se refiere a que la producción de calor está en función a la superficie corporal más que al peso, o sea que en animales de diferente masa, la tasa metabólica es proporcional a la superficie del animal y no a su peso (Shimada, 1983). La aplicación de esta fórmula permite hacer comparaciones entre animales de diferente peso e incluso de diferente especie. Lo anterior se explica con el siguiente ejemplo: una borrega de 100 kg no come el doble que una borrega de 50 kg, ya que el peso metabólico de una borrega de 100 kg es de 31.6 (es decir 100 kg elevado a la potencia 0.75), mientras que una borrega de 50 kg tiene un peso metabólico de 18.8 kg, el cual es mayor a la mitad de una borrega de 100 kg. Por lo tanto, una borrega de talla pequeña consume una mayor proporción de alimento que un animal grande. Consumo de agua. El agua es el principal constituyente celular y el nutriente más crítico cuando este es escaso se presentan deficiencias (Machen, 2005). El agua forma parte de más de la mitad del peso del animal y representa el 54.6 ± 1.8% del peso corporal de una oveja. En general, los requerimientos de agua por unidad de peso corporal disminuyen con la edad. Una oveja puede consumir desde 4 hasta 15 litros diarios dependiendo de las condiciones climáticas en donde se encuentre pastoreando. La temperatura ambiente elevada aumenta los requerimientos de agua en los animales. El aumento puede ser entre un 30 y un 60% en meses calurosos. Las hembras preñadas consumen más agua que las vacías, y las lactantes más que las secas. Además del estado fisiológico, influyen otros factores como: raza, edad, temperatura y humedad ambiente, velocidad del viento, contenido de proteínas y carbohidratos en la dieta, ingestión de sales, etc. Los factores que más modifican el consumo de agua son la temperatura ambiente y el tipo de alimento (Cseh, 2004). Como se mencionó anteriormente, el hecho de limitar o restringir el agua va a tener fuertes efectos sobre el consumo voluntario de forraje, lo que traerá como consecuencia una disminución en la condición corporal y en la productividad. Por ello se debe tener mucho cuidado en la distancia a los aguajes, ya que la oveja en pastoreo ingiere agua entre 2 y 4 veces al día (Esqueda, 2005). Mason (1999) menciona que, en ovejas durante el último mes de gestación, la restricción en el consumo de agua puede producir toxemia de la preñez. Requerimientos nutricionales de los ovinos en pastoreo Los requerimientos nutricionales de los ovinos están influenciados por la etapa fisiológica. Si una oveja necesitara siempre la misma clase y cantidad de alimento, sería fácil diseñar un sistema de alimentación y una ración adecuada. Sin embargo, los requerimientos de las ovejas varían constantemente a través del año. Está documentado que la etapa de mayores requerimientos es la lactancia (Bush y Thompson, 2004; Machen, 2005; Bores et al., 2008), mientras que sus menores necesidades se dan cuando se encuentran vacías. Existen diversos estudios en Estados Unidos en donde se señalan los requerimientos nutricionales de los ovinos de lana bajo condiciones de pastoreo (Everett, 2004), sin embargo los ovinos de pelo presentan características productivas y adaptativas diferentes, por lo cual los estudios con ovinos de lana sirven para dar una aproximación o referencia acerca de las necesidades de los ovinos de pelo (Bores et al., 2008). Por lo tanto, las recomendaciones alimenticias que han sido diseñadas para ovinos de lana en zonas templadas son de poca utilidad para las razas tropicales. Bajo condiciones de pastoreo, los requerimientos energéticos de los ovinos son diferentes a los del ganado en estabulación, debido a que pasan gran parte del día caminando y pastoreando. Lo anterior significa que el gasto energético puede representar hasta un 30% más que los animales en estabulación (Graham, 1964; Blaxter, 1967; Osuji, 1974). La intensidad de las actividades del ganado en pastoreo es variable debido a la acción de distintos factores que afectan la conducta del animal en pastoreo, específicamente en lo que respecta al tiempo que dedican a esta actividad. La frecuencia de bocados con que cosechan el forraje, la distancia que recorren en y la velocidad de la caminata (Di Marco, 1998). A su vez, estas actividades están fuertemente influenciadas por la condición del pastizal, la topografía del terreno y la época del año (Jurgens, 1988). Desafortunadamente, en zonas áridas y semiáridas no se tienen estudios relacionados con los requerimientos nutricionales de ovinos de pelo bajo condiciones de pastoreo extensivo, por este motivo se utiliza información proveniente de ovinos de lana en Estados Unidos y de ovinos de pelo en el trópico. Además, se toman como referencia estudios realizados con bovinos en pastoreo en zonas semiáridas. Es claro, que la información obtenida no es de la mayor precisión, pero si da una aproximación de lo que realmente aportan los pastizales y lo que requieren los ovinos de pelo en pastoreo. Figura 4.1 Hembra ramoneando mezquite durante la época de seca en el Rancho Experimental La Campana. Cuadro 4.1 Consumo de materia seca (forraje) de ovinos pelibuey en pastoreo en Yucatán (Bores et al., 2008). Época Estado fisiológico Ovejas vacías Ovejas gestantes Ovejas lactantes Lluvia (% del peso vivo) Lluvia (Consumo kg/día) Seca (% del peso vivo) Seca (Consumo kg/día) 2.5 - 3.0 1.25 - 1.50 2.0 - 2.5 1.00 - 1.25 3.0 - 3.6 1.50 - 1.80 2.3 - 2.7 1.15 - 1.35 4.0 - 5.3 2.00 - 2.65 2.7 - 3.3 1.35 - 1.65 Bores et al. (2008) muestran los requerimientos nutricionales de hembras ovinas bajo condiciones de pastoreo en el trópico (Cuadro 4.1) y no varían en gran medida a lo reportado por Machen (2005) con ovinos de lana en zonas semidesérticas. Los requerimientos presentados en el Cuadro 4.1 pueden ser cubiertos en áreas de pastizales y matorrales del Estado de Chihuahua, durante la época de lluvias para hembras vacías y gestantes, sin embargo para hembras lactantes se presentan deficiencias principalmente en energía. Lo anterior se basa en que la calidad de la dieta de bovinos en la zona central de Chihuahua, alcanza un contenido de proteína entre 13 y 15%, (Chávez y González, 2008) lo cual es suficiente para cubrir los requerimientos de proteína de bovinos en sus diferentes etapas fisiológicas (Holechek, 1984). Puede suponerse que la oveja por ser más selectiva que los bovinos lógicamente tiene una dieta superior en proteína que el bovino, por lo que también puede cubrir sus requerimientos. La anterior suposición se basa en los estudios que se tienen en áreas de matorral inerme parvifolio con ovinos de la raza Corriedale, en donde el contenido de proteína en la dieta de bovinos fluctuó desde un 6.5% durante la época de sequía hasta un 12.5% en la época de lluvias. Por su parte, la proteína en la dieta de ovinos durante la sequía fue de 8.9% y se incrementó a un 12.8% en la época de lluvias. El mayor contenido de proteína en la dieta de los ovinos se debe a la mayor selectividad del ovino y a su preferencia por hierbas y arbustos. En el caso de la energía en la dieta, también fue superior el ovino sobre el bovino, especialmente durante la época de sequía (Márquez et al., 1983; Villalobos et al., 1983). Con respecto al contenido energético de las dietas de bovinos, los estudios han mostrado que en la época de lluvias los pastizales aportan una energía de 2.4 Mcal/kg (Chávez y González, 2008), suficiente para cubrir los requerimientos energéticos en sus diferentes etapas (a excepción de la lactancia). Basado en la información obtenida con bovinos y en los estudios sobre calidad nutricional de las especies forrajeras de zonas áridas y semiáridas (Chávez et al., 1984), se puede suponer que los ovinos tienen una calidad de la dieta similar cuando los pastizales son dominados por gramíneas y superior cuando el pastizal cuenta con hierbas y arbustos. En forma adicional a los requerimientos de proteína y de energía, los pastizales de zonas áridas y semiáridas del norte de México se caracterizan por sus bajos aportes de fósforo, por lo mismo se requiere de una suplementación mineral a libre acceso durante todo el año (González, 1982), independientemente de su etapa fisiológica, procurando que la mezcla mineral sea específica para ovinos y que tenga las cantidades adecuadas de fósforo. En la época de sequía que puede comprender desde los meses de enero hasta junio, dependiendo de las condiciones de precipitación, las dietas del ganado bovino en pastizales dominados por zacates son bajas tanto en proteína como en energía. Las dietas en estos tipos de vegetación por lo general ofrecen entre un 4 y un 6% de proteína y menos de 2.0 Mcal/kg de energía. En áreas de matorrales, el problema de la baja de nutrientes es menos pronunciado ya que las hierbas y arbustos presentes ofrecen una mayor calidad en la dieta (Ortíz, 1976). En conclusión, los ovinos de pelo en pastoreo requieren de un manejo alimenticio similar al de los bovinos. Necesitan de una suplementación proteica y energética durante la época de sequía en todas sus etapas fisiológicas, mientras que en la época de lluvias es necesaria una suplementación energética para las hembras lactantes. Sin embargo, las necesidades alimenticias van a depender fuertemente del tipo de vegetación, de la condición del pastizal y de las condiciones de precipitación. LITERATURA CITADA Blaxter, K.L. 1967. The energy metabolism of ruminants. Hutchinson, London. Bores, Q. R., O. Rojas R., J. Castillo H. y M. Murguía O. 2008. Validación en la alimentación de las ovejas de pelo en la Península de Yucatán. Revista del Borrego. Eklipse Publicidad. México, D.F. Año 10. No. 55 p. 28- 38. Bush, L.F. y J. Thompson. 2004. Feeding ewes. South Dakota State Univ. North Central Regional. Ext. Pub. 235. 11 pp. Chávez, S.A., E. Villalobos y M. Máynez. 1984. Contenido y fluctuación de nutrientes de especies nativas consumidas por el ganado en la región central del estado de Chihuahua. En: Contenido y fluctuación de nutrientes en las especies forrajeras consumidas por el ganado en los agostaderos de Chihuahua. Bol. Pastizales, RELC-INIP-SARH. Vol. XV. No. 1 p. 21-24. Chávez, S. A. y F. González, 2008. Consumo voluntario del ganado en pastoreo. En: Rancho Experimental La Campana 50 años de Investigación y Transferencia de Tecnología en Pastizales y Producción Animal. Libro Técnico No. 2. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte-Centro. Sitio Exp. Campana-Madera. Chihuahua, Méx. p 134. Cseh, S.B. 2004. El agua y su importancia para los bóvidos. En. http://www.vet-uy.com/articulos/artic_bov/100/0100/bov0100.htm. Consultado el 2 de octubre del 2009. Di Marco, O.N. 1998. Gasto energético de los vacunos en pastoreo. Oeste Ganadero 1:22-24. Esqueda, C.M. 2005. Producción de ovinos bajo condiciones de estabulación y pastoreo. En: Cría de Ovinos Productores de Carne en el Norte de México. Compilador y Editor. J. L. Gutiérrez A. Tecno Publicaciones S. de R. L. MI. Capítulo 8. p. 207-242. Everett, J.M. 2004. Can we improve maternal behaviour and lamb rearing performance in highly fecund sheep? En: 7th World sheep and wool congress. Quebec, Canada. p. 235-251. González, M.H. 1982. Reducción de nutrientes en los pastizales de Chihuahua durante los meses de sequía. II. Fósforo. Bol Pastizales. Dirección Regional Zona Norte. INIP. Rancho Exp. La Campana-SARH. Chihuahua, Méx. Vol. XIII. No. 5 12 pp. Graham, N.M. 1964. Energy costs of feeding activities and energy expenditure of grazing sheep. Aust. J. Agric. Res. 15:969-973. Holechek, J.L. 1984. Comparative contribution of grasses, forbs and shrubs to the nutrition of range ungulates. Rangelands 6: 261-263. Johnson. D.L. 2005. Evaluating the Profitability of Hair Sheep Production on Texas Rangelands. En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M Univ. San Angelo, TX. Jurgens, M.H. 1988. Animal feeding and nutrition. Kendal/Hunt. Publishing Co. Dubuque, Iowa. Machen, R. 2005. What and how much do they eat? En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M Univ. San Angelo, TX. Márquez, N.J., J.C. Villalobos, A. García, A.H. Chávez y L.C. Fierro. 1983. Valor nutricional de la dieta de bovinos pastoreando en un matorral inerme parvifolio. Memoria. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria en México. INIP-SARH. p. 778-780. Mason, S. 1999. Sheep nutrition. En: The Western Canadian sheep production manual. The art and Science of shepherding. Ed. por Alberta Sheep and Wool Commission, The Saskatchewan Sheep Development Board y The South Saskatchewan Wool Growers. p.19-61. Ortíz, M.V. 1976. Fluctuaciones en el contenido de Viatamina A en plasma sanguíneo de bovinos durante el año, pastoreando en tres tipos de pastizal. Bol. Pastizales. INIP- Rancho Exp. La Campana.-SARH. Vol. VII No. 6. p 2-6. Osuji, P.O. 1974. The phisiology of eating and the energy expenditure of the ruminant at pasture. J. Range Manage. 27:437-443. Shimada, A. 1983. Fundamentos de nutrición animal comparativa. PAIEPEME, México, D.F. Villalobos, G.C., J. Márquez, A. García. A.H. Chávez, L.C. Fierro y F. González. 1983. Valor nutricional de la dieta de ovinos pastoreando en un matorral inerme parvifolio. Memoria. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria en México.SARH. INIP. p 766-768 Villalobos, G.C. 2002. Impacto ecológico de ovinos en libre pastoreo. Memorias. Simposium Internacional de Ovinos del Norte de México. Comp. S. Echavarría M.-INIFAP. SAGARPA, Gob. Edo de Chihuahua. p. 108-119. Villalobos, G. C. 2003. Integrating grazing management and animal nutrition with available forage. En: Curso corto sobre manejo de recursos naturales. Univ. Aut. De Chih.- Texas Tech Univ. Lubbock, TX. Fac. de Zootecnia. Cap. 4. CAPÍTULO V MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN DE OVINOS EN PASTOREO La información obtenida para generar las recomendaciones que a continuación se presentan se obtuvo a través de cuatro años de evaluaciones en el Rancho Experimental La Campana. El área de evaluación consta de una superficie de 300 ha, localizadas a 80 km al norte de la Cd. de Chihuahua. El clima es seco templado con verano cálido. La precipitación promedio anual es de 350 mm con lluvias principalmente durante el verano (julio-octubre), situado a una altitud de 1540 msnm y una temperatura media anual de 16 C, con fluctuaciones de temperatura desde los -15 C hasta 40 C, con un período libre de heladas de 199 días. El tipo de vegetación corresponde a un pastizal mediano abierto dominado principalmente por gramíneas, en donde sobresalen el africano (Eragrostis lehmanniana), zacatón alcalino (Sporobolus airoides), navajita negra (Bouteloua eriopoda), tres barbas (Aristida spp) y navajita (Bouteloua gracilis). Se encuentran también especies herbáceas: evolvulus (Evolvulus nutallianus), escobilla (Gutierrezia sarotrae), sida (Sida procumbens), encinilla (Croton pottsii), tapete (Guilleminea densa) y verbena (Glandularia wrigtii). Dentro de las arbustivas y semiarbustivas se encuentran: cola de zorra (Brickellia spinulosa), gatuño (Mimosa biuncifera), chaparrillo (Eysendhartia spinosa), tecomblate (Condalia ericoides) y mezquite (Prosopis glandulosa) (Royo y Lafón, 2008). Se utilizó un rebaño de 180 hembras de pelo, de la raza Pelibuey y hembras Pelibuey con cruzas de Katahdin y Dorper. La carga animal utilizada fue en promedio de 1.5 ha por hembra adulta. MANEJO DE LA ALIMENTACION EN HEMBRAS Alimentación de hembras vacías Época de lluvias Una regla importante que no debe olvidarse es “toda hembra que se preña flaca o delgada parirá una sola cría” (Esqueda et al., 2009b). En época de lluvias, cuando se tengan hembras lactantes delgadas, es mejor esperar alrededor de un mes a que recuperen su condición corporal. Las hembras, independientemente de su talla corporal, después del destete no requieren alimentación adicional para el empadre. En esta etapa cualquier tipo de vegetación cubre los requerimientos nutricionales necesarios para que la hembra vacía gane peso y recupere su condición corporal. Las hembras se deben someter a un programa de empadre cuando tengan una condición de alrededor de 3.5 (escala del 1 al 5), dicho en términos coloquiales las hembras se empadran a partir de que están carnudas (Figuras 6.2, 6.3, 6.4, 6.5 y 6.6). Existe otra opción, que es realizar el empadre durante la lactancia, esto es factible siempre y cuando la hembra se encuentre en buenas condiciones físicas y esté recibiendo una alimentación acorde a esta etapa fisiológica. Se han logrado empadrar hembras durante la lactancia sin suplementación adicional en el período de julio a noviembre, cuando la calidad y la cantidad del forraje son suficientes (Esqueda y Estrada, 2008) Época de seca Por lo general una hembra que termina la lactancia durante este período está delgada, por ello no se recomienda preñarla inmediatamente (De Lucas y Chávez, 2005). Se requiere que gane peso para que mejore su condición corporal y tenga una mayor prolificidad. Por lo tanto, se requiere de una suplementación pre-empadre, mejor conocida como “flushing”. Esta alimentación se ofrece en forma adicional al pastoreo y también su cantidad debe variar de acuerdo al tipo de vegetación y a la calidad del forraje del agostadero. La cantidad de concentrado a ofrecer va a fluctuar entre 350 y 500 g por día con un 15% de proteína y 2.5 Mcal por kg de energía por un período de 30 a 45 días. En el Cuadro 5.1 se presentan varias opciones para elaborar concentrados, todas contienen al menos 15% de proteína y más de 2.6 Mcal/kg. La selección de los insumos a utilizar dependerá de la disponibilidad y del costo de cada uno de los ingredientes. Se incluyen ingredientes como el frijol y el polvo de nuez, todas las alternativas contribuyen a reducir de manera significativa los costos de alimentación. El frijol se adquiere a poco más del 50% del precio del maíz y contiene el doble de proteína que el maíz (18-22%), además es alto en energía (2.8 Mcal/kg) (Shimada, 1983; Stanton y Levalley, 2006). El sistema producto frijol en el estado de Chihuahua señala que la disponibilidad de este ingrediente es superior a las 1000 toneladas anuales en el Estado, ya que se estima que el 10% de la producción de frijol no cumple con los requisitos del mercado para la comercialización. Esta cantidad debe fácilmente ser cuatro veces superior entre los estados de Durango, Chihuahua y Zacatecas, de acuerdo con las estadísticas de producción de los tres Estados (SIAP, 2009). El polvo de nuez es otro ingrediente de bajo precio y disponible en el estado de Chihuahua. De acuerdo a información proporcionada por comercializadores de nuez en el estado de Chihuahua, el polvo de nuez se puede adquirir en la región centro sur del Estado a un precio de una tercera parte del maíz, con un contenido de proteína cercano al 15% y un alto contenido de grasa (hasta un 50%). Pollinaza (%) 15 Polvo de nuez (%) Pasta de soya (%) 85 80 45 42 30 33 Frijol (%) Maíz o sorgo (%) 1 2 3 4 5 6 Harinolina (%) Concentrado Cuadro 5.1 Diferentes alternativas para elaborar concentrado para utilizarse en hembras ovinas en pastoreo. 20 5 8 2 2 50 50 48 45 20 20 Otro insumo que permite reducir costos y que ha demostrado ser una excelente alternativa es el uso de la pollinaza para la suplementación, ya que tiene un alto contenido de proteína (26%) y es un ingrediente de bajo costo (Stanton y Levalley, 2006). Sin embargo, en los últimos años la oferta de este producto disminuyó, ya que se restringió su ingreso al estado de Chihuahua por problemas sanitarios. Se debe tener mucho cuidado con el manejo de la pollinaza, revisar que no contengan humedad y evitar que se vaya a humedecer, ya que es una fuente potencial para el cultivo de bacterias como Salmonella y de hongos, los cuales pueden provocar alta mortalidad por intoxicación, además de abortos por cierto tipo de hongos que se pueden encontrar en ella (Esqueda y Estrada, 2008) Otros aspectos negativos referentes a la utilización de pollinaza en las raciones, se relaciona con el hecho de que la gente prefiere cada vez alimentos más puros y con menos posibles fuentes de contaminación. También, en algunas ocasiones la pollinaza puede traer altas concentraciones de cobre, elemento al que la oveja es muy susceptible, ya que la dosis tóxica para ovinos es cinco veces menor a la de los bovinos (Castellanos, 2008), por lo tanto en caso de que sea utilizada no se recomienda ofrecerla en más de un 15% de la ración (Bores y Ortega, 2001). También deberá ofrecerse minerales y sal a libre acceso, los cuales pueden ser en block o bien elaborar una premezcla de minerales con sal, en una proporción de 2.5 a 1. Se debe poner énfasis en los minerales, y utilizar mezclas elaboradas especialmente para ovinos, no utilizar minerales para bovinos, ya que se pueden presentar intoxicaciones por exceso de algunos minerales o bien problemas por deficiencias de otros, ya que los requerimientos minerales de ovinos son muy diferentes a los de bovinos (Shimada, 1983; Jurgens, 1988). El total del concentrado debe ofrecerse todo junto una vez al día y de preferencia en las tardes, cuando el ganado regresa a las áreas donde pernocta. Se ha observado que cuando el suplemento se ofrece por las mañanas el ganado sale menos tiempo a pastorear, está comprobado que reduce su tiempo de pastoreo, debido a que con la energía que consume sacia en parte su apetito, limitando con ello el consumo voluntario de forraje, por lo que el ganado no se ve forzado a salir a pastorear (Machen, 2005) Además de los minerales, durante la época de sequía, el ganado debe recibir dos dosis de vitamina A, independientemente de su condición corporal, ya que las plantas secas carecen de esta vitamina, la cual sólo puede ser almacenada en el hígado por un período máximo de tres meses. Por lo anterior se sugiere aplicar vitamina A inyectada durante los meses de febrero y mayo (Cuadro 8.1). En ocasiones en zonas de matorrales el ovino consume el forraje verde proporcionado por hierbas y arbustos, sin embargo es recomendable aplicarlo de todas formas para evitar posibles deficiencias (Ortíz, 1976). Alimentación de Hembras gestantes Época de lluvias Todas las borregas gestantes pueden sostenerse en pastoreo en forma permanente de julio a diciembre y no requieren alimentación adicional, ya que con los nutrientes aportados por el pastizal es suficiente para cubrir sus requerimientos nutricionales tanto de proteína como de energía, independientemente del tipo de vegetación en que se encuentren pastoreando, siempre y cuando la disponibilidad de forraje no sea una limitante (Ferreiro et al., 1994). Sin embargo, el hecho de que no requieran alimentación suplementaria no implica que se les deba descuidar. Es muy importante en las hembras gestantes estar al pendiente de la condición, ya que se deben mantener en una condición corporal al menos entre 3 y 3.5 (De Lucas y Chávez, 2005) que se encuentren en carnes es decir que no se les noten los huesos. En el caso de que se identifiquen borregas flacas se debe revisar que haya suficiente forraje en el agostadero, es muy posible que aún cuando el forraje sea de buena calidad, la disponibilidad de forraje sea muy baja y no alcancen a cubrir sus requerimientos de materia seca. Otro factor que puede afectar la condición corporal es que las hembras no tengan el tiempo de pastoreo suficiente para poder satisfacer sus necesidades de materia seca, ya que en ocasiones salen menos de ocho horas a pastorear. También se presenta la situación de que salen a pastorear en la mañana hasta que el vaquero o pastor se desocupa de otras actividades rutinarias en la explotación, por lo que no alcanzan a alimentarse en las horas de mayor actividad y se va en contra de sus hábitos de comportamiento. La mayor actividad de pastoreo se observa desde las 6:00 A.M. hasta las 9:00 A.M. y reanudan el pastoreo en forma más activa a partir de las 4:00 P.M. hasta el oscurecer (Villalobos et al., 1984). Una manera de controlar el pastoreo es que los animales permanezcan todo el día pastoreando y vigiladas por perros, con esta alternativa no se interfiere de ninguna manera con sus hábitos de pastoreo. La otra alternativa, y específicamente si el ganado no tiene que caminar más de 2 km la opción es que el pastor las saque a pastorear al amanecer y las vuelva a meter al área de descanso cuando observe que la actividad de pastoreo empiece a disminuir y volver a sacarlas a pastorear alrededor de las 4:00 P.M, para que esto funcione debe haber el suficiente forraje en el agostadero, ya que solo van a pastorear alrededor de seis a siete horas diarias. Si el tiempo de pastoreo disminuye, los animales reducirán su tiempo de descanso y rumia durante el día para poder regular su tiempo de pastoreo (Villalobos et al., 1984). En la etapa de gestación, además de revisar la condición corporal, es muy importante detectar a las hembras próximas al parto, cuando empiecen a bajar la ubre. Se debe recordar que la hembra en su último mes de gestación debe separarse a un potrero aparte donde se pueda vigilar más de cerca, estar al pendiente del parto y poder ofrecerle una alimentación suplementaria en caso de que la requiera, para evitar que tenga una mala condición al momento del parto. Cuadro 5.2 Porcentaje de mortalidad predestete en corderos Pelibuey de acuerdo al peso al nacimiento y a la edad (Castillo, 2002). Rango de peso vivo al nacer 1.5-2.0 kg 2.1-2.5 kg 2.5-3.0 kg >3.0 kg Porcentaje de mortalidad a diferentes días del nacimiento 1-7 días 8-30 días 31-60 días >60 días 26.5 16.0 7.0 6.5 7.0 7.0 8.0 6.0 2.0 0.0 5.8 4.4 0.0 0.0 2.0 0.0 Es necesario que la borrega en la gestación incremente su peso en un 15%, lo que equivales entre 7 y 10 kg, con ello los corderos nacerán con mayor peso y un mejor vigor, además de que la hembra producirá una mayor cantidad de leche, y por consecuencia se tendrá una mayor sobrevivencia de corderos (Mason, 1999). El Cuadro 5.2 muestra la influencia del peso al nacimiento sobre la sobrevivencia de corderos. Se observa que cuando el cordero pesa más de 2.5 kg al nacer, la mortalidad se reduce de forma significativa (Castillo, 2002). Lo anterior ha sido confirmado con los resultados obtenidos en el Rancho Experimental La Campana con corderos Pelibuey y cruzas de Pelibuey con Katahdin y Dorper (Cuadro 5.3), en donde se observan resultados similares. La mortalidad predestete en animales con menos de 2.0 kg al nacimiento fue superior al 50%, y fue disminuyendo conforme se incrementó el peso al nacer, en donde se aprecia que los corderos con más de 3.5 kg al nacer tuvieron una mortalidad promedio inferior a un 4%. En el estudio no se observó el efecto de alguna cruza en particular sobre la mortalidad, sin embargo si se detectó que el peso al nacimiento fue mayor en los animales cruzados con Katahdin y con Dorper, aunque los animales que nacieron con bajo peso tuvieron una tasa de mortalidad similar, independientemente del cruzamiento. Cuadro 5.3 Efecto del peso al nacimiento sobre la mortalidad de corderos Pelibuey y cruzas de Pelibuey con Katahdin y Dorper en el Rancho Experimental La Campana-INIFAP. Número de corderos 24 43 65 181 131 49 TOTAL= 493 Rango de peso al nacimiento (kg) < 2.0 2.0-2.5 2.5-3.0 3.0-3.5 3.5-4.0 > 4.0 Número de corderos muertos 13 12 10 17 5 2 59 Porcentaje de corderos muertos 54.1 27.9 15.3 9.4 3.8 4.1 11.97 Los corderos nacidos con un mayor peso, en su mayoría son más vigorosos, más resistentes al frío en los partos de invierno, tienen una mayor facilidad para aprender a mamar y desarrollan una mayor velocidad de crecimiento, características que les permiten tener una mayor viabilidad (Esqueda et al., 2009a). Para poder incrementar el peso al nacimiento de los corderos se debe evitar tener hembras delgadas al final de la gestación. Cuando las hembras se encuentren delgadas en el último tercio de gestación es necesario apoyarlas con un suplemento. Para ello puede utilizarse cualquiera de los sugeridos en el Cuadro 5.1. La cantidad de concentrado a utilizar en esta etapa es de alrededor de 250 gr diarios por borrega, y también utilizar el sentido común, como cambiarlas a un potrero con mayor disponibilidad de forraje y una cantidad menor de suplemento será suficiente. Sin embargo, bajo condiciones de buen manejo (carga animal adecuada) en época de lluvias difícilmente se presentará esta situación. -Cuando se llegan a observar borregas flacas durante la época de lluvias, se tendrá que pensar y analizar seriamente que es lo que se está haciendo erróneamente, e inmediatamente hacer ajustes en el manejo, los cuales deberán estar basados en los siguientes puntos: -Revisar el tiempo diario de pastoreo. Es común que las hembras no salgan a pastorear el tiempo de pastoreo suficiente para cubrir sus requerimientos de materia seca. No se debe de olvidar que los ovinos tienen dos períodos importantes de pastoreo en el día, al amanecer y al atardecer y que si se interfiere con sus hábitos, los animales van a reducir su productividad. -Hacer un recorrido por el agostadero y revisar si hay el suficiente forraje. En caso de que sea insuficiente la cantidad de forraje, será necesario cambiarlas a un potrero con mayor cantidad de forraje. -Revisar el porqué hay escasez de forraje. Es un hecho que si el forraje disponible es escaso es porque se está utilizando una carga mayor a lo que el pastizal puede soportar, ya sea porque se está utilizando una carga excesiva, o bien la precipitación no ha sido suficiente. -Cuando el número de animales en pastoreo es superior a la capacidad de carga, y no se cuenta con una mayor superficie de pastoreo se deberán considerar las siguientes opciones: i. Hacer una selección de hembras y vender las menos productivas. ii. Descansar el pastizal y retirar el ganado para alimentarlo en otro lugar a base de forrajes. iii. Ofrecer una alimentación complementaria con forraje. Para utilizar esta alternativa, debe estar acompañada con una reducción en la carga animal. iv. Cuando la escasez de forraje es severa y los animales están recibiendo alimentación complementaria con forrajes, las borregas dejarán de salir a pastorear y permanecerán todo el día esperando a recibir alimento. En estos casos, es mejor sacarlas del potrero y darles alimentación en corral, ya que la condición de los animales disminuirá drásticamente porque no saldrán a pastorear. v. Es muy importante la conservación del pastizal, no se debe olvidar que si se tiene escasez de forraje durante la época de lluvias, seguramente el problema será peor durante la época de seca, con lo anterior se pone en riesgo la sostenibilidad de la explotación, ya que los parámetros productivos, la rentabilidad y el recurso pastizal se verán afectados. El productor que no aplique estas recomendaciones definitivamente está destinado al fracaso en el corto plazo. Época de seca Bajo las condiciones del estado de Chihuahua, este período generalmente abarca desde el mes de enero hasta junio. En estos meses, mientras exista suficiente forraje, las hembras preñadas en sus primeros cuatro meses de gestación se pueden sostener en buenas condiciones con sólo una pequeña cantidad de suplemento. La suplementación es una práctica común en la ganadería del norte de México y consiste en suplir los nutrientes necesarios cuando la calidad del forraje es inadecuada para cubrir los requerimientos nutricionales de los animales en pastoreo (Fierro, 1977; Ferreiro et al., 1994). Los nutrientes generalmente incluídos en la suplementación son: energía, proteína, fósforo y vitamina A (Jurgens, 1988). La cantidad de suplemento necesaria para ovinos en pastoreo es muy variable entre años y entre tipos de vegetación, ya que las condiciones de humedad siempre serán diferentes y éstas afectarán el valor nutricional del forraje (Jurgens, 1988). El Cuadro 5.4 muestra las cantidades de suplemento ofrecidas a hembras gestantes durante el período 2006-2009. En el Rancho Experimental La Campana se observa una variación en la cantidad debido a que las condiciones de humedad fueron diferentes entre años e influyeron de manera importante sobre la condición corporal de los animales. Bajo condiciones de sequía, la oveja requiere una mayor cantidad de suplemento, en cambio cuando hay condiciones de humedad la alimentación adicional puede no ser requerida (Esqueda, 2005). Cuadro 5.4 Fecha de inicio y cantidad de suplementación ofrecida a hembras gestantes ovinas en los primeros cuatro meses de gestación en el Rancho Experimental la Campana. Año 2006 2007 2008 2009 Inicio de la suplementación 15 de febrero 1 de marzo 10 de febrero 21 de marzo 15 de diciembre (2008) Término de la suplementación 5 de junio 20 de mayo 20 de marzo 25 de junio Cantidad de suplemento ofrecido 200 g/día 150 g/día (80 días) 200 g/animal/día 350 g/animal/día 30 de abril 250 g/animal/día Es necesario destacar que el concentrado a ofrecer tiene únicamente el objetivo de mantener la condición corporal de las hembras, no es para ganar peso. No hay una fecha definida para el inicio de la suplementación, el ovinocultor debe estar observando continuamente la condición corporal de sus hembras, en cuanto observe que empiezan a bajar de peso es el momento de iniciar la suplementación. Si no se inicia la suplementación en forma oportuna, los animales se adelgazarán más de lo debido y será más difícil y costoso recuperar su peso, ya que se requerirán mayores cantidades de suplemento. El Cuadro 5.4 muestra las fechas de inicio de la suplementación en cada año. En el 2006 la suplementación se inició el 15 de febrero debido a que se tuvo una mayor cantidad de lluvia durante el año anterior y continuó lloviendo hasta el mes de octubre, por lo que la buena calidad del forraje se mantuvo hasta la mitad del mes de febrero. En el año 2007 se tuvieron precipitaciones en los meses de invierno y el período de lluvias se inició en el mes de mayo, por lo cual la cantidad de suplemento ofrecido fue menor y además se tuvo que suspender la suplementación antes del mes de junio, ya que los animales empezaron a engordar con la cantidad que se estaba ofreciendo. Contrariamente, en el año 2008 se tuvo la necesidad de aumentar la cantidad de suplemento porque los animales empezaron a disminuir su condición corporal, esto fue debido a que el año anterior (2007) dejó de llover desde el mes de agosto y no se tuvieron precipitaciones de invierno ni de primavera. Para el año 2009, la suplementación se terminó el 30 de abril, debido a que la totalidad de las hembras parieron antes de este período. Cabe señalar que en este caso se utilizó la misma cantidad de suplemento aún en la última etapa de gestación, ya que los animales se encontraban en buena condición y no fue necesario incrementar el suplemento (Cuadro 5.4). Figura 5.1 Elaboración de concentrados en la propia explotación con el fin de disminuir costos de alimentación En el Cuadro 5.5 se presentan los concentrados utilizados para la suplementación de hembras gestantes (49 kg promedio) durante cuatro años en el Rancho Experimental La Campana, así como la condición corporal de las hembras gestantes. Con cualquiera de los concentrados utilizados condición condición condición ofrecido. se logró el objetivo de mantener un índice de mínimo de corporal de 3. Durante el año 2007 se observó una mejor corporal, incluso llegaron algunas hembras hasta el índice de 4, lo cual explica la reducción en la cantidad de suplemento Cuadro 5.5 Concentrados utilizados para la suplementación y condición corporal de hembras gestantes en el Rancho Experimental La Campana. Año de evaluación 2006 2007 2008 2009 Concentrado utilizado Maíz 85 % Pasta de soya 15 % Maíz 35 % Frijol 45 % Pollinaza 20 % Maíz 45 Frijol 50 % Pasta de soya 5 % Maíz 45 Frijol 50 % Pasta de soya 5 % Condición corporal promedio 3.1 3.4 3.0 3.0 Es preciso señalar que la condición corporal fue afectada por el tipo de cruzamiento (Cuadro 5.6). Se observó que los animales pelibuey fueron los más susceptibles durante los cuatro años de evaluación, ya que en esta raza no se logró mantener la condición corporal de 3, en comparación con los animales cruzados (Esqueda et al., 2008a). Uno de los argumentos al respecto es que los ovinos de pelo tienen mayores requerimientos nutricionales que los ovinos de lana, lo cual es señalado por Bores et al. (2008), quienes sostienen que los ovinos de pelo tienen requerimientos nutricionales 17% superiores a los ovinos de lana. En cambio, la raza Katahdin, es una raza compuesta que incluye dentro de su genoma razas lanares, mientras que la raza Dorper tiene aún más genes de raza de lana. El vigor híbrido o heterosis también influye en una mayor respuesta de los animales que tienen cruzamiento, lo cual los hace más vigorosos (Lasley, 1979). Cuadro 5.6 Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de hembras ovinas gestantes en pastoreo en el Rancho Experimental La Campana durante la época de seca. Raza o cruza 1/ Pelibuey Pelibuey x Dorper (1/2 x 1/2) Pelibuey x Katahdin (1/2 x 1/2) Pelibuey x Dorper x Katahdin (1/4 x 1/4 x 1/2) Dorper x Pelibuey (3/4 x 1/4) 2006 2.8 1/ 3.3 Años 2007 3.0 3.4 3.4 2008 2.5 3.0 2.8 2009 2.6 3.0 2.9 3.2 3.2 3.0 3.0 Condición corporal (1 muy flaca; 5 muy gorda). Figura 5.2 Hembra Pelibuey lactante durante la época de sequía en el Rancho Experimental la Campana, en donde se aprecia como es afectada su condición corporal. Además del aspecto nutricional y genético, la raza Pelibuey proviene de climas tropicales (Padilla, 1985) y se está utilizando en una región semiárida, en donde se tienen temperaturas bajo cero casi a diario en los meses invernales, lo cual se atribuye como la principal causa de que no hayan mantenido su condición corporal. Figura 5.3 Hembras lactantes en pastoreo durante la época de seca en el Rancho Experimental La Campana. Como se mencionó anteriormente, la cantidad de concentrado puede variar, específicamente en los pastizales dominados por gramíneas, en donde más del 85% de las plantas son zacates, se requerirá una cantidad hasta 100 g diarios adicionales de suplemento. En cambio, en zonas de matorrales con abundante diversidad de herbáceas y arbustivas, como las localizadas en la zona oriental del estado de Chihuahua, en los municipios de Julimes, Saucillo, Camargo, Manuel Benavides y Aldama, se puede prescindir totalmente del uso de suplemento, especialmente cuando se encuentran especies de leguminosas como largorcillo (Acacia constricta), vara dulce (Alloysia gratísima), mariola (Partenium incanum), hojasén (Fluorensia cernua), mezquite, gatuño y otras arbustivas. Estos arbustos proporcionan la proteína y energía necesaria para cubrir los requerimientos nutricionales en hembras vacías y gestantes durante los primeros cuatro meses de gestación y aún en el último período de gestación. Sin embargo, también se requiere estar al pendiente de la condición de los animales porque lo anterior no es una regla para todos los años. En hembras en la etapa final de gestación (últimos 40 días) es recomendable aumentar la cantidad de concentrado. Aunque también se debe aplicar el sentido común, si las hembras están en excelentes condiciones no hay necesidad de hacerlo, pero en el 90% de los casos si se requiere, ya que con ello se logrará tener corderos con un mayor peso al nacimiento y lógicamente con mayores probabilidades de sobrevivir. Alimentación de hembras lactantes Época de lluvias Es un período excelente para tener partos, con ello se reducen notablemente los costos de suplementación (Esqueda y Estrada, 2008), se mantiene la condición corporal de la hembra y el cordero se desarrolla más favorablemente. Figura 5.4. Hembras lactantes en ramoneo de arbustos durante la época de seca. La hembra, por estar lactando en esta época, requiere de energía para cubrir sus necesidades de producción de leche para el cordero y mantener su condición corporal, por lo que es necesario proporcionar un concentrado (Everett, 2004). En el Rancho Experimental La Campana se suplementa a las hembras lactantes en época de lluvias, con ello la condición corporal se mantiene, la mortalidad de corderos se reduce (menos de 5%) y el peso al destete de los corderos se incrementa. En el Cuadro 5.7 se presentan algunos concentrados que se pueden elaborar para la suplementación de hembras lactantes durante la época de lluvias (julio-noviembre). Se observa que se retiraron los ingredientes proteicos como la pasta de soya o la harinolina, los cuales ya no se requieren debido a que el forraje del pastizal está aportando proteína y lo que se necesita es energía. El maíz, el sorgo o el frijol pueden cubrir estos requerimientos a un menor costo. Cuadro 5.7 Condición corporal de hembras lactantes ovinas y suplementos utilizados durante la época de lluvias en el Rancho Experimental La Campana. Año de evaluación 2006 2007 2008 Suplemento ofrecido por borrega por día Maíz 160 g Pasta de soya 40 g Sorgo 100 g Frijol 100g Maíz 100 g Frijol 100g Condición corporal 3.9 4.1 4.0 En esta época, 200 a 250 g diarios de cualquiera de los concentrados mostrados en el Cuadro 5.8 serán suficientes para mejorar el aporte de energía. La condición corporal en los tres años de estudio fue superior a 3.8, llegando incluso algunas hembras a tener hasta un índice de 4.5. Es preciso recordar que los minerales deben estar disponibles a libre acceso durante esta época. Cuadro 5.8 Efecto del cruzamiento sobre la condición corporal de hembras ovinas lactantes en pastoreo en el Rancho Experimental La Campana durante la época de seca. Raza o cruza Pelibuey Pelibuey x Dorper (1/2 x 1/2) Pelibuey x Katahdin (1/2 x 1/2) Pelibuey x Dorper x Katahdin (1/4 x 1/4 x 1/2) Dorper x Pelibuey (3/4 x 1/4) 2006 2.5 1/ 3.1 Años 2007 2008 2.8 2.4 2009 2.4 3.1 3.0 2.8 3.0 2.9 2.7 3.2 3.2 3.0 3.0 1/ Condición corporal (1 muy flaca; 5 muy gorda). Existen explotaciones en donde no se ofrece suplementación alguna durante este período, sin embargo esto se ve reflejado en menores pesos al destete de los corderos y en una menor condición corporal de la hembra, así como se empadran en este período, mismos que afectan significativamente la prolificidad. Si no se cuenta con las condiciones adecuadas, se debe evitar el empadre durante los meses de julio, agosto e iniciar después de la primera quincena del mes de septiembre, con ello se evitarán los partos en diciembre, y enero y empezarán a partir del 15 de febrero en que las temperaturas disminuyen su severidad. Con esta programación se disminuye de manera importante la mortalidad de corderos. El manejo de las hembras lactantes durante la época de lluvia se puede realizar de la siguiente manera. Una alternativa es que la hembra salga a pastorear junto con sus crías desde que tengan aproximadamente una semana de edad. El criterio para dejarla salir a pastorear es que la cría ya se haya identificado bien con su madre y tenga un buen vigor (cordero saludable, que pueda caminar bien). Con esta opción el cordero tiene un excelente desarrollo ya que empieza a consumir forraje verde de buena calidad. Época de seca. Independientemente de la época del año, es ideal que la hembra lactante salga a pastorear, también es indispensable separar a las hembras lactantes del resto del rebaño para poder ofrecerles una alimentación complementaria, ya que aún cuando sea época de lluvias la requerirán (Esqueda y Estrada, 2008). Para el manejo de la hembra lactante durante esta época, se recomienda dejar salir a pastorear únicamente a la borrega, quedando los corderos estabulados. Esta alternativa es posible siempre y cuando el pastoreo sea en dos turnos, es decir, que salgan a pastorear cuatro horas en la mañana y cuatro horas por la tarde, para que los corderos no permanezcan todo el día sin consumir leche. Sin embargo, si al productor se le facilita más la opción de sacar la hembra a pastorear junto con el cordero. En esto no hay inconveniente, únicamente que la calidad del forraje es baja y beneficiará muy poco al cordero, en este caso la gran ventaja para el cordero es que se adaptará más fácilmente al pastoreo después del destete. Si se tomó la decisión del pastoreo de las hembras junto con las crías, deberá destinarse un potrero exclusivo para estos animales y deberá estar ubicado lo más cercano posible a los corrales donde pernoctan. Lo anterior evitará que el cordero camine mucho y se quede rezagado, con ello se reducirán las pérdidas por abandono y por depredadores. Con un potrero cercano se facilitará la observación de los animales, no gastarán mucha energía caminando y además se les podrá ofrecer la suplementación con mayor facilidad. En la época de seca, el forraje en los pastizales es de baja calidad, por ello es indispensable ofrecer una suplementación proteica y energética (Ferreiro et al., 1994), ya que las hembras lactantes son las que requieren una mayor cantidad de alimento y además de buena calidad. La cantidad de concentrado a ofrecer es de 500 g diarios, específicamente si se encuentran en áreas dominadas por zacates (Chávez et al., 1981), como es la región Centro y Noroeste del estado de Chihuahua. El concentrado a utilizar puede ser cualquiera de los recomendados en el Cuadro 5.1. Por ningún motivo debe reducirse esta cantidad, ya que se verá reflejado en la sobrevivencia y en el desarrollo de las crías y en la condición corporal de las hembras. La cantidad del concentrado podrá reducirse en las áreas de matorrales en donde haya abundante vegetación herbácea y arbustiva, que se mantiene verde aún en esta época. En zonas con este tipo de vegetación, se pueden mantener con 250 a 300 g diarios de concentrado. Un aspecto fundamental a tomar en cuenta es frecuentemente revisar que los potreros cuenten con el suficiente forraje disponible. Si hay escasez de forraje la hembra tendrá que dedicar más tiempo a pastorear y difícilmente podrá cubrir sus requerimientos de materia seca. Cuando el forraje es escaso de nada le servirá al ovinocultor proporcionar el concentrado, deberá cambiarlas a un potrero donde haya el suficiente forraje. Si no se cuenta con este potrero, se recomienda no ofrecer forraje complementario, ya que al hacerlo la borrega disminuirá su tiempo diario de pastoreo por estar esperando el forraje y con ello disminuirá aun más su condición corporal, por lo que es preferible alimentarlas en estabulación total. Observaciones de campo con ganado ovino en pastoreo en diferentes regiones del estado de Chihuahua han mostrado que los partos en el período de diciembre y enero traen consigo problemas para la borrega en lactancia, entre los que se encuentra el adelgazamiento y la muerte de sus crías. El problema se acentúa más cuando se utilizan hembras de la raza Pelibuey, y se puede atribuir a las bajas temperaturas combinadas con la disminución en la calidad del forraje del pastizal. En el Rancho Experimental La Campana, observaciones durante cuatro años mostraron que la condición corporal de las hembras lactantes durante los meses de diciembre y enero se ve disminuida aún con la utilización de 500 g diarios de concentrado y se observa especialmente en las hembras Pelibuey. En los meses de enero y febrero se presentan heladas diariamente con fluctuaciones de -1 hasta - 11 C, esto contribuyó a que las hembras Pelibuey fueran las más sensibles, lo cual se explica por su origen de clima tropical. En cambio las cruzas de Pelibuey con Katahdin y Dorper se vieron menos afectadas (Cuadro 5.7). Para poder programar pariciones en esta época es preciso contar con instalaciones adecuadas que protejan al ganado durante las noches y además contar con el suficiente forraje disponible en el pastizal y una suplementación adecuada para que las hembras puedan llegar con una condición corporal superior al 3.5 al momento del parto. Figura 5.5 Corderos lactantes en estabulación, mientras sus madres se encuentran en pastoreo durante la época de seca. Una manera para reducir los problemas de calidad de forraje en la época de sequía y disminuir costos de suplementación en hembras lactantes es a través de la utilización de praderas irrigadas como una estrategia de apoyo al pastizal. Con esta opción el productor de ovinos puede reducir la cantidad de suplemento proteico, mejorará de manera importante la condición corporal y la producción de leche con el consiguiente incremento en la sobrevivencia de los corderos. Esta alternativa es viable en las explotaciones extensivas que cuenten con agua suficiente para la siembra de cereales invernales (González, 2007). MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN CORDEROS Alimentación de corderos lactantes El cordero nacido en agostadero requiere de un manejo que le permita su sobrevivencia al destete y llegar a esta etapa con el mayor peso posible. Su base de alimentación debe ser el creep feeding o suplementación predestete. Esta alimentación consiste en proporcionarle al cordero a libre acceso un concentrado de alta calidad nutricional, con alta gustosidad y con al menos un 18% de proteína (Doane, 1996). Para ofrecer el creep feeding, se requiere adaptar un área con comedero a la que sólo los corderos tengan acceso al alimento y se pueda evitar el ingreso de las hembras adultas. Esta área debe ser lo suficientemente amplia para que todos los corderos puedan entrar, el comedero también sea amplio y el alimento siempre esté disponible (Esqueda et al., 2009a). Época de seca Durante la época de sequía se sugiere que el cordero no salga a pastorear, a menos de que se encuentre en áreas de matorrales, que cuentan con forraje de buena calidad. Preferentemente, el cordero debe permanecer estabulado en el área de descanso y permitir que solo la hembra salga a pastorear. En el área de descanso se le debe proporcionar cualquiera de los concentrados mostrados en el Cuadro 5.9, dependiendo del costo y la disponibilidad. También se pueden utilizar concentrados comerciales, pero su costo será superior. Se incluye la marmolina o carbonato de calcio en la ración, misma se puede adquirir en cualquier ferretería. Su función es actuar como un amortiguador, controlando la acidez ruminal provocada por el alto consumo de granos. En forma adicional al concentrado, los corderos deben recibir debe alfalfa de buena calidad, pero debe ser en pequeñas cantidades (Manson, 1999). Cuando apenas empiezan a comer, deben ofrecerse alrededor de 50 g diarios por animal, de modo tal que no dure más de media hora en el comedero, si dura más tiempo debe retirarse el excedente. La alfalfa funciona como un atrayente para que se acerquen a comer el concentrado y además como una fuente de fibra, proteína y vitamina A. La alfalfa no requiere ser molida y la cantidad se irá incrementando hasta llegar a los 200 g diarios al momento del destete (60 días). En promedio, un cordero desde el nacimiento al destete consume 250 g diarios de alimento incluyendo alfalfa y concentrado. Minerales (%) Marmolina (%) Sal (%) 25 15 Glúten de maíz (%) 70 60 75 65 Grano de destilería (%) Maíz o sorgo (%) 1 2 3 4 Pasta de soya (%) Concentrado Cuadro 5.9 Concentrados para ser utilizados en raciones para corderos lactantes (creep feeding). 20 10 2.5 2.5 2.5 2.5 1.5 1.5 1.5 1.5 1.0 1.0 1.0 1.0 20 20 Época de lluvias En este período, que abarca desde julio a noviembre, es recomendable que el cordero salga a pastorear junto con su madre desde que tienen una semana de edad. Con esta práctica, el cordero empieza a consumir forraje de buena calidad desde los 7 a 10 días de edad. Se ha observado que los corderos que tienen su lactancia en agostadero se desarrollan más rápido que los de la época de sequía, adquieren un mayor vigor y tienen índices de mortalidad menores, lógicamente debido al consumo de especies de mayor calidad nutritiva, tanto por la hembra como por la cría. Las evaluaciones realizadas en el Rancho Experimental La Campana muestran que el cordero que se mantiene en pastoreo durante la época de lluvias tiene un mayor consumo de forraje en el agostadero, lo que repercute en un menor consumo de concentrado. Se ha observado que el consumo de suplemento (creep feeding) es mucho más bajo que en la época de sequía. Durante el verano del año 2008, los corderos consumieron en promedio durante toda la lactancia solo 50 g diarios de concentrado, lo anterior se debió a que el cordero consumió forraje de buena calidad en el agostadero y logró cubrir sus requerimientos de volumen. A pesar del bajo consumo de concentrado, los pesos al destete fueron aceptables (18 a 21 kg) y además esto permitió reducir los costos de alimentación. El Cuadro 5.10 muestra los pesos al destete obtenidos en el Rancho Experimental La Campana con hembras lactantes en pastoreo durante la época de sequía y de lluvias, independientemente de la raza y del tipo de cruzamiento, en donde se aprecia que la época influye de forma significativa en el peso al destete. En el año 2009 se observa un mayor peso al destete, debido a que la lactancia se realizó con el apoyo de pradera irrigada, en donde se suplementó a las hembras con dos horas diarias de pastoreo en forma conjunta con el cordero, también trayendo consigo un menor consumo de concentrado en el creep feeding. Cuadro 5.10 Efecto de la época de nacimiento sobre el peso al destete (kg) de corderos criados por hembras en pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana. Año de evaluación 2006 2007 2008 2009 Época de seca Peso al destete 16.00 17.40 16.20 19.45 Época de lluvia Peso al destete 18.50 19.75 20.20 El destete es conveniente realizarlo entre los 60 y 75 días de edad de los corderos. Al acortar el período de lactancia se facilita en gran medida el manejo, se reducen costos de suplementación hasta en un 30% (Esqueda y Estrada, 2008). Además el cordero no se ve afectado, ya que la calidad de la leche de la hembra disminuye a partir del primer mes de lactancia. Para poder destetar a esta edad es imprescindible el haber ofrecido crep feeding, especialmente cuando se realiza en la época de seca. Se observó también en el Rancho Experimental La Campana que el cruzamiento también influyó sobre el peso al destete, en donde se muestra que los corderos que incluían una tercera raza (Pelibuey x Dorper x Katahdin) fueron los que mostraron las mayores ganancias de peso. Las hembras Pelibuey con Dorper que fueron empadradas con Katahdin fueron las que tuvieron la mejor respuesta, independientemente de la época del año (Cuadro 5.11). Cuadro 5.11 Efecto del genotipo sobre el peso al destete de corderos criados por hembras bajo pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana. Peso al destete (kg) Año de evaluación 2006 2007 2008 2009 Pelibuey Pelibuey X Dorper Pelibuey x Katahdin Pelibuey x Dorper x Katahdin 15.1 15.8 15.5 16.4 19.2 18.8 18.2 19.2 19.4 18.2 19.4 20.6 20.5 22.0 Dorper 3/4 x Pelibuey 1/4 19.0 18.4 19.5 Los corderos al destete deben entrar a un programa intensivo de engorda (Sánchez, 2007), con el fin de tener los corderos listos para su venta con un peso mínimo de 35 kg a los 150 días de edad (60 días de lactancia y 90 días de engorda) (Esqueda, 2009). Para cumplir con este objetivo se puede utilizar cualquiera de los concentrados indicados en el Cuadro 5.12, todos tienen un 15% de proteína y se han utilizado para la engorda con resultados similares. En forma adicional al concentrado se le debe ofrecer alfalfa, que sería lo ideal, pero se puede sustituir con avena, pasto sudán, rastrojo de maíz o cualquier otro forraje. El forraje debe ofrecerse en la mañana y en la tarde con el fin de que pueda consumir fibra y amortiguar las altas cantidades de grano. Al inicio de la engorda se deben ofrecer 200 g diarios de forraje (mitad en la mañana y mitad en la tarde), este forraje no debe durar más de media hora en el comedero, si es así hay que retirarlo, con el fin de que consuman la mayor cantidad posible de concentrado. Posteriormente, se incrementan la cantidad de forraje poco a poco hasta llegar a los 400 g diarios cuando tengan un peso de 35 kg. Hay que recordar que entre más concentrado consuman los corderos, la ganancia diaria de peso se incrementará y la conversión alimenticia será mejor (Stanton y Levalley, 2003; Esqueda, 2009). Cuadro 5.12 Alternativas para la elaboración de concentrados para la engorda intensiva de corderos. Concentrado Maíz o sorgo (%) Pasta de soya (%) 1 2 3 4 5 6 80 75 78 67 55 55 15 7 7 5 5 5 Harinolina (%) Grano de destilería (%) Frijol (%) Polvo de nuez (%) 18 15 15 15 15 13 10 5 5 5 A todos los concentrados debe agregarse 1% de sal, 2.5% de minerales y 1.5% de carbonato de calcio (marmolina), los cuales están incluidos en el costo total del concentrado. Corderos en engorda El Cuadro 5.13 muestra los resultados obtenidos en engorda de corderos destetados en el agostadero y sometidos a engorda intensiva en corral, con las raciones anteriormente presentadas. La información generada muestra las ganancias diarias de peso y cómo son afectadas por el genotipo de los corderos. En tal caso, se puede observar que el Pelibuey es el que muestra las menores ganancias de peso, sin embargo a pesar de ello se puede cumplir con el objetivo de contar con un animal engordado de 35 kg listo para su venta a una edad máxima de 150 días. Cuadro 5.13 Efecto del genotipo sobre las ganancias diarias de peso de corderos en engorda en el Rancho Experimental La Campana. Año de evaluación 2006 2007 2008 Ganancias diarias de peso (g/animal) Pelibuey Pelibuey Pelibuey x Pelibuey x x Dorper Dorper Katahdin x Katahdin 220 268 208 275 287 305 235 274 270 291 Además de la engorda intensiva en corral, existe la alternativa de desarrollar los corderos bajo condiciones de pastoreo. Esta opción puede llevarse a cabo únicamente durante la época de lluvias, bajo condiciones de pastoreo extensivo durante esta época se obtienen ganancias diarias de peso que fluctúan entre 75 y 125 g (Bores y Ortega, 2001; Velásquez et al., 2002). Las ganancias de peso son bajas si se comparan con las obtenidas en la engorda intensiva, pero si se considera que no se utiliza ningún insumo para la alimentación, a excepción de los minerales, esta resulta una excelente alternativa. De este modo corderos nacidos durante julio y agosto pueden destetarse en septiembre u octubre y dejarse en pastoreo hasta finales de noviembre. Posteriormente se pasan a engorda por un período de 30 a 45 días y se venden cuando la demanda de cordero en el centro del país y los precios son altos, que corresponde al período de diciembre a abril. La principal desventaja de este esquema de desarrollo y engorda de corderos es que se requiere una mayor superficie de pastoreo, ya que los corderos van a estar utilizando el pastizal destinado para las hembras, y en muchos casos se va a lograr a costa del sacrificio del agostadero. Por tal motivo esta práctica sólo se recomienda aplicarla siempre y cuando la explotación cuente con la suficiente superficie de pastoreo, con el fin de no causar daño a la vegetación. Otra desventaja es el tiempo para tener el cordero finalizado, ya que por lo general el cordero estará listo para la venta a una edad de ocho meses en comparación con la engorda intensiva en que no pasará de los cinco meses de edad. Desarrollo de primalas bajo condiciones de pastoreo Después del destete se requiere desarrollar las primalas que se van a dejar como reemplazos. Es común que los productores que tienen sus explotaciones bajo condiciones extensivas junten las hembras de reemplazo con el resto del rebaño, incluyendo los sementales. Esto implica que las corderas en su mayoría se preñen a edades muy tempranas, por lo general menores de siete meses. Con esta práctica, las primalas no desarrollan su potencial de crecimiento, y además la gran mayoría tienen problemas para la crianza de sus corderos durante la lactancia (Manson, 1999; Gutiérrez et al., 2000) Para evitar este problema existen dos opciones; la primera de ellas es someterlas a un programa de engorda hasta que alcancen un peso de 32-35 kg, el cual se logra alrededor de los cinco meses de edad (Esqueda et al., 2009b). Después de que hayan alcanzado su peso para empadre se someten a un programa de alimentación, esencial para mantenimiento, con una ración basada principalmente en forrajes, pudiendo ser alfalfa o avena y con solo 150 g diarios de concentrado de engorda, con ello tendrán un incremento de peso de 4 a 6 kg en un período de dos meses. Así, a los siete meses de edad, animales Pelibuey con cruzas de Katahdin y Dorper tendrán un peso de 35 a 40 kg a los siete meses de edad y estarán listas para el empadre, aunque por experiencia se recomienda empadrarlas a una edad cercana a los ocho meses (Esqueda y Estrada, 2008). Con ello tendrán una mayor producción de leche en la lactancia, el peso al nacimiento de los corderos se verá favorecido, así como el número de crías por parto. La segunda alternativa consiste en destinar un potrero exclusivo para las corderas. Esta opción tiene una mayor viabilidad cuando se realiza durante la época de lluvias (julio-noviembre), y es la opción más económica. En el Rancho Experimental La Campana se llevó a cabo el desarrollo de corderas bajo este esquema durante dos años, obteniéndose ganancias de peso que fluctuaron entre 112 y 123 g diarios por animal, es decir que las corderas ganaron entre 3.3 y 3.7 kg por mes. Los resultados se presentan en el Cuadro 5.14 en donde se observan las ganancias diarias promedio de corderas con una edad inicial de 3 meses, durante el período de agosto a noviembre. Cuadro 5.14 Comportamiento de corderas en pastoreo durante la época de lluvias en el Rancho Experimental La Campana durante dos años de evaluación. Año de evaluación Peso Inicial (kg) Días en pastoreo Peso final (kg) 2006 2008 21 23 87 105 30.75 35.90 Ganancia diaria de peso (g) 112 123 Cuando se requiera acelerar el desarrollo de las corderas, puede suplementarse con 250 g diarios de alguno de los concentrados recomendados para engorda (Cuadro 5.12), con ello se logran ganancias de peso de entre 150 y 160 g diarios, y es factible que puedan alcanzar con mayor rapidez el peso al empadre. MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN SEMENTALES Alimentación del semental Cuando se adquiere un animal joven como reproductor, generalmente tiene una edad de entre seis y doce meses, ya que es lo que comúnmente existe en el mercado. El semental continúa desarrollándose aún después de los dos años de edad, por tal motivo es necesario continuar ofreciéndole una alimentación que permita su óptimo crecimiento (Gutiérrez et al., 2000) El semental entre más joven se adquiera debe recibir una alimentación más intensiva, es decir con un mayor nivel de grano en la ración. Animales de seis a ocho meses con pesos que fluctúan entre 50 y 75 kg, se sugiere que continúen con dietas a base de granos, en donde se sugiere que reciban una dieta con al menos un 50 a 60% de concentrado (Esqueda y Estrada, 2008). En este caso se les debe ofrecer alrededor de 1.2 a 1.5 kg diarios de concentrado para engorda (Cuadro 5.12) y 1.0 a 1.5 kg de forraje, ya sea alfalfa o avena. Si se utilizan forrajes de menor calidad como rastrojos o pasto sudán, sólo se requiere enriquecer el concentrado con una mayor cantidad de proteína, adicionándole un 20% más de pasta de soya. A la edad de un año y hasta que cumpla los dos años de edad, se le puede seguir sosteniendo con un kg de concentrado diariamente y el resto se complementa con forraje. En los casos en que el semental sea requerido para el empadre es posible suspender el concentrado, por períodos de tiempo de hasta un mes, sin que esto perjudique su desempeño reproductivo, o bien utilizar empadres sólo en la noche y tener al semental con el concentrado durante el día. En época de lluvias la cantidad de concentrado también se puede reducir hasta 500 g diarios, sin afectar su desarrollo. Existen también opiniones en las que no es necesario proporcionar altas cantidades de grano, sino ofrecer únicamente concentrado para mantenimiento, aunque esto va en detrimento del desarrollo del semental y no alcance a expresar el potencial que tiene, especialmente en los sementales que se adquieren a una edad menor de un año. Cuando el semental es adulto, con una edad mayor a dos años, únicamente se requiere mantenerlo en una condición corporal adecuada para el empadre, no hay que engordarlo demasiado. Durante la época de lluvia puede trabajar sin necesidad de suplementación, a excepción de los casos en que se ponga a trabajar con un alto número de hembras. Se debe revisar su estado físico y en algunas ocasiones puede requerir de un concentrado a niveles de 500 g hasta 1 kg diario. LITERATURA CITADA Bores, Q.R. y L. Ortega. 2001. Sistemas de alimentación de ovinos de pelo en el trópico. En: Memoria Simposios. Reunión Nacional de Investigación Pecuaria. Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. 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CAPÍTULO VI MANEJO REPRODUCTIVO DE OVINOS EN PASTOREO Para poder llevar a cabo un manejo reproductivo es muy importante estar al pendiente de la condición corporal de las hembras, ya que es la clave para obtener la mayor eficiencia en la cosecha de corderos. Como se mencionó anteriormente, una mala condición corporal de la hembra al empadre equivale a tener un parto con una sola cría (Esqueda et al., 2009). También una hembra flaca al final de la gestación por lo general va a rechazar a su cría y si la acepta la va a criar con deficiencias alimenticias por su baja producción de leche. También se presentan los casos en que las hembras están muy gordas al empadre, lo cual traerá consigo una baja tasa de concepción o bien, cuando llegan muy gordas al parto, se tendrán problemas de toxemia de la preñez con la consiguiente alta tasa de mortalidad de hembras y sus corderos (Martínez, 2008). Evaluación de la condición corporal en ovinos A continuación se explica en forma detallada en qué consiste la escala de evaluación de la condición corporal en ovinos. La evaluación de la condición corporal se hace mediante palpación en la región lumbar (zona de los riñones) tal y como se muestra en la Figura 22. En este caso, el evaluador estima la cantidad de músculo y grasa subcutánea entre las vértebras (Thompson y Meyer, 1994). Para calificar se utiliza una escala del 1 al 5, en donde el animal flaco se ubica en la escala del 1, el animal delgado en condición 2, el animal en buena condición 3, el animal ligeramente gordo en condición 4 y el animal gordo en la condición 5. La técnica señala que se debe colocar atrás del animal y poner las manos sobre la región lumbar recorriéndolas hasta la grupa, en esta parte se sienten las vértebras y los huesos de la cadera (De Lucas, 2008). Figura 6.1 Región en donde se efectúa la evaluación de la condición corporal (De Lucas, 2008) En las siguientes Figuras (6.2, 6.3, 6.4, 6.5 y 6.6) se muestran en forma detallada las cinco diferentes categorías que contienen la evaluación de la condición corporal (Adaptados de Thompson y Meyer; 1994). Condición 1. Los animales en esta condición se encuentran muy flacos. La parte espinosa y transversa (hueso lateral) de las vértebras se tocan con mucha facilidad. Baja cantidad de músculo y sin cobertura de grasa Figura 6.2. Ejemplo de condición corporal 1. Condición 2. Los animales continúan flacos. La parte espinosa es aguda y prominente. El músculo de la costilla tiene poca cubierta de grasa. Es posible pasar los dedos por debajo de la parte transversa con solo una pequeña presión. Figura 6.3 Ejemplo de condición corporal 2. Condición 3. Son animales en buena condición. La parte espinosa es más redondeada y solo se puede sentir con presión. Cantidad moderada de músculo y grasa. Las espinas transversas son suaves y bien cubiertas, se requiere hacer una presión firme para poder tocarlas. El ojo de la costilla está lleno y con algo de grasa. Figura 6.4. Ejemplo de condición corporal 3. Condición 4. Corresponde a animales gordos. La parte espinosa solo puede ser detectada con presión como una línea dura. La parte transversa no se puede sentir. El ojo de la costilla está lleno y con una cubierta moderada de grasa. Figura 6.5 Ejemplo de condición corporal 4. Condición 5. En esta categoría se encuentran los animales muy gordos. La parte espinosa y la transversa de las vértebras no se pueden tocar. El ojo de la costilla está completamente lleno y con una gruesa cubierta de grasa. Se observa una depresión en donde va la parte espinosa. Figura 6.6 Ejemplo de condición corporal 5. Objetivos de producción en explotaciones ovinas Los objetivos de producción en toda explotación ovina bajo condiciones extensivas deben ser los siguientes: i. ii. iii. Lograr al menos un 90% de pariciones Intervalos entre partos lo más cercano a 240 días Lograr entre 1.4 y 1.5 corderos destetados por hembra. Es posible lograr éstos parámetros con las razas de pelo que actualmente se tienen en el País y a base de un plan de manejo reproductivo, alimenticio y sanitario. Sin embargo, los parámetros pueden variar ligeramente de acuerdo a los objetivos del productor, por ejemplo si el ovinocultor se decide por un esquema de producción de un parto por año, en este caso ya no sería de interés el intervalo entre partos. Bajo condiciones extensivas se debe ser menos estricto con el intervalo entre partos y con el número de corderos destetados por hembra, ya que este sistema es el más económico y el que ofrece una mayor rentabilidad, sin embargo no por ello se debe descuidar el manejo (Lane, 2002). A continuación se presenta un plan de manejo reproductivo acorde a la etapa fisiológica de los animales. Edad y peso de las primalas al empadre Las primalas deberán estar bien desarrolladas para el empadre, se sugiere que para poder preñarlas tengan dos terceras partes de su peso adulto. En el caso de la raza Pelibuey, se sugiere empadrar a un peso de 30 a 33 kg, en las Blackbelly con 30 kg es suficiente, mientras que en primalas con cruza de Katahdin y Dorper el peso deberá ser superior a los 35 kg (Esqueda y Estrada, 2008). Aunque las primalas en el otoño pueden entrar a la pubertad e iniciar su actividad sexual desde los seis meses (Rodríguez, 2005), se recomienda esperar hasta que cumplan los ocho meses. Diversas experiencias obtenidas en explotaciones ovinas han mostrado que las hembras que se preñan a los seis o siete meses de edad tienen más problemas de mortalidad de crías, corderos con un menor peso al nacimiento, menor prolificidad y una menor producción de leche de las hembras, así como un menor desarrollo corporal. Rodríguez (2005) aconseja empadrar a las primalas a una edad de entre 8 y 10 meses, con el fin de que hayan alcanzado un desarrollado adecuado. A continuación se presenta una tabla con los pesos sugeridos para el empadre de primalas de acuerdo a su genotipo (Cuadro 6.1). Cuadro 6.1 Peso mínimo recomendado para el empadre de primalas de diferentes razas de pelo y grados de pureza (Esqueda y Estrada, 2008). Raza o cruza Blackbelly Pelibuey Dorper x Pelibuey Katahdin x Pelibuey Dorper 3/4 a 7/8 Katahdin 3/4 a 7/8 Dorper y Katahdin puras Peso (kg) 30 30-33 35 35 40 40 45 Área exclusiva para maternidad Es muy importante contar con un área para tener las borregas recién paridas, esta área puede ser de alrededor de 20 m2 y puede ubicarse en los mismos corrales de descanso o donde pasen la noche (Esqueda y Estrada, 2008). Únicamente hay que separar a las borregas que vayan pariendo y dejarlas de tres a cinco días en estos corrales, en donde se recomienda hacer grupos de seis a diez hembras como máximo. Esta práctica ayudará a reducir la pérdida de corderos al fortalecer la habilidad materna y evitar corderos extraviados y muertes por aplastamientos e inanición (Esqueda et al., 2008). Después de este breve período, se recomienda pasarlas a un corral más grande y exclusivo para hembras lactantes en donde puedan salir a pastorear aisladas del resto del rebaño. Consideraciones al adquirir un semental Toda persona que vaya a dedicarse a la producción de ovinos en pastoreo extensivo debe seleccionar muy bien el semental que va a adquirir, ya que es el que va influir directamente en la productividad de todo el rebaño. Un aspecto fundamental es que el semental debe adquirirse joven, a una edad entre seis y ocho meses con el fin de que pueda adaptarse a las condiciones de cada una de las explotaciones, ya que entre más edad tenga el semental adquirido mayores problemas tendrá para adaptarse. Cuando los sementales son mayores a dos años de edad es preferible no comprarlos para evitar problemas, ya que incluso pueden morir debido al cambio de medio ambiente. Además, la producción de sementales por los productores de pie de cría se lleva a cabo principalmente bajo condiciones de estabulación o semiestabulación, por lo tanto no están adaptados a las condiciones de pastoreo extensivo. Después de que el productor haya seleccionado un animal joven como su reproductor, debe revisar los testículos, ambos deben estar presentes, deben ser del mismo tamaño, sin irregularidades, que ambos tengan la misma forma y que no haya abultamientos o endurecimiento. Es muy importante revisar la punta del testículo que no vaya a estar inflamada, con esto es suficiente para que el semental tenga problemas de fertilidad (De Lucas y Chávez, 2005). Se debe también medir el tamaño de los testículos, un cordero de cinco a seis meses no debe tener una circunferencia escrotal menor a 25 cm, este valor es el mínimo que se puede recomendar y es preferible evitar este tipo de corderos (Esqueda y Estrada, 2008). Es muy importante que el productor tenga acceso a la información productiva del semental, revisar sus parámetros productivos, su peso al destete, su peso a los 150 días, el tipo de parto de donde proviene, así como el historial de su madre y la información del padre. Todo esto será una herramienta para contar con un semental que en verdad vaya a hacer un mejoramiento genético dentro del rebaño. Pruebas de fertilidad en sementales Un aspecto fundamental es realizar anualmente pruebas de fertilidad a los sementales, el hecho de que un animal haya sido fértil el año anterior no garantiza que lo vaya a seguir siendo. La fertilidad puede ser afectada por infecciones, enfermedades previas o por golpes. En ocasiones se tienen bajos índices de fertilidad debido a que hay sementales que traen problemas reproductivos y el productor no lo detecta, trayendo consigo pérdidas considerables (Gutiérrez et al., 2000). Diagnóstico de gestación El diagnóstico de gestación es una práctica esencial en toda explotación ovina, ya que permite separar las hembras que no quedaron gestantes durante el empadre (Gutiérrez et al., 2000; Rodríguez, 2005). Normalmente en un rebaño, cerca del 10% de las hembras tienen problemas de fertilidad, por ello es muy importante detectarlas con el fin de desecharlas y no estar sosteniendo animales improductivos. Una estrategia para desechar hembras improductivas o de menor fertilidad, es realizar el diagnóstico de gestación alrededor de las cinco semanas después de finalizado el empadre. En el empadre de otoño es donde se requiere poner mayor énfasis, ya que si las hembras no quedaron preñadas en esta etapa, que se supone que es la de mayor actividad reproductiva (Everett, 2004), difícilmente lo harán en el resto del año. Por esta razón toda hembra que no se preñe en el otoño (período de empadre máximo de 55 días), debe ser desechada. Actualmente existen aparatos de ultrasonido para diagnóstico de gestación a un precio muy accesible para el productor, fáciles de manejar por el ovinocultor y que tienen una alta efectividad, por lo que representan una alternativa viable para ser utilizada en las explotaciones ovinas. Manejo del empadre Dos meses antes del empadre deberá revisarse la condición corporal de los machos. Si el semental está flaco, éste deberá someterse a un programa de suplementación durante los dos meses anteriores a modo que le permita recuperar su condición y ser capaz de empadrar las hembras que se le asignen (Gutiérrez et al., 2000). También debe someterse a un programa de manejo sanitario recomendado para sementales, en donde se incluye desparasitación, aplicación de selenio y vitamina A (Cuadro 8.1). Es preferible realizar el empadre durante las noches, especialmente si es un animal joven que todavía está en desarrollo, con ello se aprovecha para ofrecerle un suplemento durante el día con el fin de ayudarlo a que alcance su máximo desarrollo. Además, el período de mayor actividad sexual de los machos es durante las noches, por lo tanto no se ve afectado el porcentaje de preñez. Cuando un semental se sale a pastorear junto con el rebaño, durante el día el semental se dedica más a pastorear y a descansar que a empadrar: Experiencias en campo han mostrado una menor actividad del semental durante el día y esta menor actividad se acentúa aún más en los días muy calurosos, por lo cual no se considera necesario traer el semental en pastoreo junto con las hembras. Figura 6.7 Semental Pelibuey en empadre en el Rancho Experimental la Campana. El ciclo estral de la borrega tiene una duración de 17 a 18 días, sin embargo, no está garantizado que todas las hembras tengan el celo en este período e incluso el macho pudo no haberlas montado (Rodríguez, 2005). Para asegurar que la mayoría de las hembras se preñen, se sugiere dejar un período de tres ciclos estrales, con ello toda la hembra que se encuentre reproductivamente apta se empadrará. Por lo tanto, con un período de empadre de 60 días será suficiente para asegurar el máximo porcentaje de preñez. Un semental joven de 8 a 12 meses de edad puede cubrir entre 20 y 30 hembras por ciclo, mientras que en animales mayores de un año pueden trabajar muy bien con grupos de 30 a 40 hembras (Rodríguez, 2005). Se sugiere que el productor identifique las hembras que se le asignan a cada semental, con el fin de que pueda contar con la información productiva derivada de cada semental. Cuando no es posible separar hembras para cada semental, se pueden poner a trabajar dos sementales en forma simultánea con un grupo de 60 a 80 hembras. En estos casos se debe tener cuidado con los sementales, ya que frecuentemente pelean por empadrar a las hembras y por lo general se va a presentar un macho dominante que no va a dejar trabajar al otro semental. Cuando el problema es fuerte y que los machos empiezan a pelear, la sugerencia para evitar este problema es intercalar los sementales y poner a trabajar únicamente un semental por noche, es decir una noche uno y al día siguiente trabajar con el otro, o bien un semental para el día y otro para la noche. Alternativas para el empadre en agostadero Actualmente se cuenta con dos alternativas para programar el empadre bajo condiciones extensivas, algunos productores señalan que bajo condiciones de pastoreo es preferible tener un esquema en el cual solo se tenga un parto por año. Por otra parte, existe la tendencia de que se deben aprovechar las ventajas comparativas de los ovinos de pelo y buscar maximizar su potencial reproductivo, que es su mayor ventaja, a través de un empadre intensivo, con el fin de tener tres partos en dos años (Lara, 2003). A continuación se hace una breve discusión de ambos esquemas, sin embargo aún no se cuenta con datos que permitan establecer cuál de los dos sistemas es mejor, ya que la aplicación de cada sistema dependerá de varios factores, tales como clima, tipo de vegetación, superficie de agostadero, instalaciones, mano de obra, etc. Sistema de empadre de un parto por año Este esquema consiste en programar el empadre con la totalidad de las hembras en los meses de diciembre y enero, con el fin de que los partos se presenten en los meses de mayo y junio, que corresponde al final de la época de seca. Con este esquema los corderos destetados se pasan directamente a pastoreo en el agostadero en los meses de julio y agosto. De esta manera se reducen costos de engorda, ya que los corderos permanecen desde julio hasta noviembre en pastoreo, únicamente se finalizan con grano por un período de 30 días y se venden en enero cuando se presenta el mayor déficit de carne de cordero en el país y se obtiene el mayor precio de venta. Se estima que los corderos en agostadero pueden ganar durante la época de lluvias entre 120 y 150 g diarios, con lo cual en un período de pastoreo de 120 días lograrán subir entre 14 y 18 kg, con ello estarán casi listos para su venta, sin haber gastado en alimentación. Las ventajas de este sistema de empadre son las siguientes: i. Se facilita el manejo al tener todas las pariciones en una sola época. ii. Se detectan con mayor facilidad las hembras que no se preñaron. iii. Permite planear los partos en la época de mayor conveniencia para el productor. iv. Se reducen de manera importante los costos de suplementación en hembras adultas. v. Se reduce la mortalidad de corderos al evitar partos en invierno. vi. Se programa la venta de corderos en la época en que tienen mayor valor. Sin embargo, hay que considerar que este sistema también presenta desventajas, mismas que se presentan a continuación: i. Se requiere una mayor superficie de pastoreo, debido a que el cordero está utilizando el agostadero, que debería ser destinado ii. iii. iv. v. vi. para las hembras adultas. Por lo tanto, si no se cuenta con la superficie adecuada para el sostenimiento de todo el rebaño, el pastizal va a sufrir un deterioro. Alta concentración de partos en un período muy reducido si no se cuenta con instalaciones adecuadas, tales como área de maternidad y corrales para la lactancia el productor tendrá serios problemas con crías abandonadas y alta mortalidad. Se deja de aprovechar el potencial que tiene el ovino de pelo para empadrarse en diferentes épocas del año. Los ingresos se concentran en un período muy reducido, en caso contrario con un esquema más intensivo de manejo se tendrán ingresos todo el año. Una alta proporción de las primalas se empadrarán a una edad menor de siete meses, ya que será antieconómico mantenerlas vacías hasta el siguiente año. El productor que se interese por este sistema debe utilizar razas de lana, ya que le ofrecerán mayores ganancias de peso que los ovinos de pelo, con ello podrán sacar sus corderos a la venta con un mayor peso y en un menor plazo. Sistema de empadre de tres partos en dos años La ventaja que tienen los ovinos de pelo sobre las razas de lana es su menor estacionalidad, es decir, que entran en celo durante casi todo el año. Esta característica debe ser aprovechada al máximo y es lo que hace que la explotación de ovinos de pelo sea una práctica más rentable que la cría de ovinos de lana (Johnson, 2005). El objetivo del empadre intensivo es lograr tres partos en dos años, por ello se debe diseñar un empadre que le permita a la hembra estar el menor tiempo vacía. Para el desarrollo de este esquema de empadre en pastoreo, se debe diferenciar de acuerdo a la época de seca y de lluvia. En la época de seca, la hembra debe empadrarse hasta que finalice su lactancia, ya que generalmente terminan delgadas, por lo cual inmediatamente después del destete deben ser sometidas a un programa de suplementación o flushing durante dos a cuatro semanas, dependiendo de su condición corporal al final de la lactancia. Cuando la hembra llegue a una condición de 3.5 (carnuda) debe iniciarse el empadre y continuar con la suplementación por dos semanas más. Para esta suplementación se puede utilizar cualquiera de los concentrados mostrados en el Cuadro 5.1, ofreciendo de 350 a 500 g por día. En esta etapa (época seca), también es cuando se presenta una mayor estacionalidad en las hembras, por lo cual se sugiere que los sementales estén lo más alejado posible de las hembras en donde no detecten su presencia a través de la vista o del olfato. De este modo, al iniciar el empadre, el efecto macho favorecerá la aparición de más hembras en calor. Durante la época de lluvias (julio-noviembre), que coincide también con la etapa de mayor actividad sexual en los ovinos, es recomendable realizar el empadre durante la lactancia, con esta estrategia se logrará empadrar a más del 80% de las hembras en lactancia. También en este período del año las hembras se mantienen en una mejor condición corporal en la lactancia, ya que el forraje es de mejor calidad. Es ideal ofrecer alguno de los concentrados mostrados en el Cuadro 5.1 (200 a 250 g por día), con lo que mantendrán su condición corporal, producirán corderos más pesados y tendrán una mayor prolificidad en el siguiente parto. Es común escuchar a los productores que no se debe empadrar en julio y agosto para evitar pariciones en diciembre y enero, que son los meses más fríos del año. Lo anterior es un error, ya que están dejando pasar un tiempo muy valioso para el empadre. Los corderos nacidos de borregas vacunadas un mes antes de parir no tienen problemas de mortalidad por bajas temperaturas. En el Rancho Experimental La Campana se presentan pariciones regularmente en los meses de diciembre y enero con temperaturas bajo cero en el 90% de los días y con rangos de 0 a -12ºC sin tener problemas de mortalidad de corderos. El esquema de empadre intensivo ofrece las siguientes ventajas: i. ii. Aprovechamiento de la menor estacionalidad de los ovinos de pelo. Mayor número de crías producidas por unidad de superficie. iii. iv. Mayor producción de carne por unidad de superficie. Ingresos por venta de corderos durante todo el año. Por su parte las desventajas que presenta este sistema de empadre se enlistan a continuación: i. ii. iii. iv. Requiere un mayor manejo y planeación. Requiere más mano de obra. Mayores costos de suplementación. Requiere un mayor número de potreros para el manejo del ganado en diferentes etapas fisiológicas. Actualmente no se cuenta con la información económica que permita establecer los márgenes de rentabilidad de cada uno de los esquemas de empadre. Figura 6.8 Hembra Pelibuey una hora después del parto en el Rancho Experimental La Campana. Prolificidad 2.0 1.5 1.0 0.5 Diciembre Noviembre Octubre Septiembre Agosto Julio Junio Mayo Abril Marzo Febrero 0.0 Enero Prolificidad Los resultados obtenidos con respecto a la prolificidad han sido variables entre años y entre los diferentes tipos de cruzamiento. El mayor número de crías por parto se presenta siempre a finales del invierno y a principios de primavera, lo cual coincide con lo reportado por otros autores (De Lucas, 2006). La Figura 6.9 muestra la influencia de la época del año sobre la prolificidad, en donde se aprecia una clara diferencia en el número de crías por parto durante los meses de marzo a mayo, en donde se tuvieron índices superiores a 1.7, mientras que en los meses de septiembre octubre y noviembre la prolificidad fluctuó entre 1.33 y 1.41. Figura 6.9 Efecto de la época de parición sobre la prolificidad de hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper durante cuatro años de evaluación bajo condiciones de pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana. Con respecto al efecto del genotipo sobre la prolificidad, se tiene información de 318 partos en cuatro años, en donde se aprecia que el genotipo que incluye al Pelibuey y a su cruza con Katahdin mantuvieron índices superiores a 1.6, en la cruza Pelibuey x Dorper la prolificidad disminuyó a poco menos de 1.5, pero cuando se utilizaron hembras 3/4 de Dorper con 1/4 de Pelibuey el número de crías por parto se redujo a poco menos de 1.3 (Figura 6.10). Prolificidad 2.0 1.5 1.0 0.5 0.0 Pb Pb x Dp Pb x Kt Genotipo Figura 6.10 Efecto del genotipo sobre el número de crías por parto en hembras Pelibuey y cruzas con Katahdin y Dorper en el Rancho Experimental La Campana bajo condiciones de pastoreo extensivo. LITERATURA CITADA De Lucas T. J. y O. Chávez R. 2005. Preparación de carneros y ovejas al empadre. La Revista del Borrego. Año 4. No. 21. Eklipse publicidad. México, D.F. p. 36-43. De Lucas, T.J. 2006. Formas de aumentar la producción de corderos. En: Memorias del simposium sobre ovinos “Avances en la actividad ovina en el estado de Chihuahua: la organización y estudios técnicos”. Expogan 2006. Chihuahua, Méx. p. 23-28. De Lucas, T. J. 2008. Evaluación de la condición corporal en ovejas. En: Tecnologías para Ovinocultores. Fortalecimiento del sistema producto Ovinos. Sistema Producto Ovinos. P. 135. Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas necesarias en la ovinocultura en el Norte de México. INIFAP. Centro de Investigación regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp. Esqueda, C.M., R. Carrillo R., M. Royo, A. Estrada y R. González O. 2008. Diagnóstico de la ovinocultura empresarial en cinco regiones del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte-Centro. Sitio Exp. La Campana. Pub. Esp. No. 10. 29 pp. Esqueda, C.M., R. Carrillo, M.H. Royo y A. Estrada A. 2009. Análisis y alternativas de la ovinocultura en estabulación y semiestabulación en la región sur del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Inv. Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico. No. 24. Chihuahua, Chih. Méx. 64 pp. Everett, J.M. 2004. Can we improve maternal behaviour and lamb rearing performance in highly fecund sheep? En: 7th Worl sheep and wool congress. Quebec, Canada. p. 235-251. Gutiérrez, C. J., G. Martínez y C. Díaz T. 2000. Producción de carne de ovino en praderas de humedad residual en la zona templada de México. SAGAR-INIFAP. Campo Exp. Valle de Toluca. Libro Técnico No. 2. Zinacantepec, Estado de México. 148 pp. Johnson. D. L. 2005. Evaluating the Profitability of Hair Sheep Production on Texas Rangelands. En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M Univ. San Angelo, TX. Lane, B. 2002. Prácticas para optimizar el desempeño reproductivo. La Revista del Borrego. México. Julio-Oct. p. 78-84. Lara, P. J. 2003. Utilización de cruzamientos en la producción ovina. Memorias. 1er. Simposium internacional de ovinos de carne. Pachuca de Soto, Hgo. Hidalgo, 2003. p. 63-69. Martínez, R.L. 2008. Alimentación de la oveja en el último tercio de gestación. En: Tecnologías para Ovinocultores. Fortalecimiento del sistema producto Ovinos. Sistema Producto Ovinos. p. 32. Rodríguez, 2005. Programa de reproducción y manejo reproductivo de los ovinos. En: Cría de Ovinos Productores de Carne en el Norte de México. Compilador y Editor. J. L. Gutiérrez A. Tecno Publicaciones S. de R. L. MI. Capítulo 3. p. 87-112. Thompson, J. y H. Meyer. 1994. Body condition scoring of sheep. http://extension.oregonstate.edu/catalog/html/ec/ec1433/ Consultado el 14 de septiembre del 2009. CAPÍTULO VII MEJORAMIENTO GENÉTICO Para tener éxito toda explotación ovina, deberá tener un plan de mejoramiento genético, debe basar su manejo en mejorar las características que sean de interés para satisfacer sus necesidades de producción y de mercado (Howell, 1999). Los sistemas de producción en México están básicamente enfocados a la producción de corderos para abasto al centro del país, de este modo los objetivos de toda explotación deberán estar enfocados hacia la producción del mayor número de corderos, con el mayor peso y en el menor tiempo posible. Así mismo se deberá estar consciente de las condiciones de su explotación y de las necesidades para producir. Para lograr cumplir estos objetivos se debe tener muy en claro qué aspectos seleccionar y qué es lo que se busca tanto en el semental como en las hembras. Por ello deberá pensar en las razas que se van a utilizar y el porqué de cada una de ellas, además deberá planear como va a realizar sus cruzamientos para tener la mayor productividad y rentabilidad (Everett, 2004). Una herramienta muy importante para el mejoramiento genético es la selección, con esta práctica el avance genético hacia la característica deseada se puede mejorar con mayor rapidez. El mayor énfasis se debe poner en el semental, más que en las hembras, ya que el semental va a tener mucho más descendencia, en comparación con la hembra (Howell, 1999; Gutiérrez et al., 2000). De este modo, un semental va a tener un efecto muy marcado sobre la descendencia del rebaño, su importancia es tan grande que en un período de tres a cuatro años el rebaño será casi igual al semental que actualmente se está utilizando. Esto debido a que el intervalo generacional en ovinos es corto debido a su período de gestación de solo cinco meses, a sus intervalos entre partos de ocho meses y al hecho de tener más de una cría por parto. Para obtener la mayor productividad y rentabilidad en una explotación ovina bajo condiciones de pastoreo extensivo, enfocada a la producción de corderos para el abasto, las características a seleccionar deberán ser las siguientes: Selección de hembras adultas Toda explotación requiere de vender hembras; no es posible y no se recomienda dejar la totalidad de las hembras para reemplazo, aún cuando el objetivo inicial sea el de incrementar el tamaño del rebaño. En todo rebaño es estrictamente necesario eliminar los animales menos productivos con el fin de desechar al menos el 20% de las hembras menos productivas, por lo cual se presentan algunos criterios para la selección de hembras bajo condiciones de pastoreo extensivo. Seleccionar noviembre hembras que tengan partos entre julio y Por su fecha de parto, son hembras que no presentan estacionalidad, ya que se preñaron en los meses en que los ovinos tienen una menor fertilidad, que corresponde al período comprendido entre febrero y junio. Por lo tanto, las hembras que se preñen en este período deben dejarse en el rebaño, con ello se estará haciendo una selección en contra de la estacionalidad. Este criterio es considerado como el principal parámetro para la selección de hembras ovinas (Esqueda y Estrada, 2008) Seleccionar hembras por kg de cordero destetados Una estrategia para la selección de hembras que influye directamente sobre la productividad y rentabilidad de la explotación es la selección por kg de cordero destetado por hembra. Esta variable, involucra los factores que más influyen en la rentabilidad del rebaño, ya que está considerando la prolificidad de la hembra, la producción de leche, el instinto maternal, la mortalidad y la ganancia de peso de los corderos. También se puede medir en forma anual (kg de cordero destetado por hembra por año), la cual incluye otra característica de suma importancia como el aspecto de la estacionalidad. Sin embargo, solo se puede obtener cuando se tienen más de dos años trabajando con información productiva. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que al aplicar este criterio se deben hacer algunas consideraciones; por ejemplo, las primalas requieren un trato diferente, ya que está comprobado que la productividad en el primer parto es menor, si se compara con una hembra de tres a cinco partos. Por lo tanto al hacer comparaciones las primalas deberán ser comparadas con primalas y no con animales adultos. (Esqueda et al., 2009). Seleccionar hembras con partos gemelares Después de los criterios anteriores, si no se cuenta con la información de los kg de cordero destetado por hembra, se puede utilizar el criterio de seleccionar las hembras provenientes de partos gemelares. Aunque es una característica de baja heredabilidad (0.10 a 0.15), con la selección se logra mejorar esta variable (Rodríguez 2005). Al aplicar selección basada en esta característica, en un período de alrededor de tres a cinco años se observarán cambios notables. En este criterio de selección debe considerarse también a la hembra de primer parto, ya que por lo regular, más de un 60% tienen partos sencillos y aplicar diferente criterio para este tipo de animales. También hay que revisar el historial de la borrega, porque hay hembras que la mayoría de sus partos han sido gemelares y no por un parto sencillo que tengan deberán ser eliminadas. Selección por condición corporal Bajo condiciones de pastoreo extensivo, un criterio importante que considerar es la selección aquellas hembras que presenten una mejor condición corporal, específicamente durante la época de sequía. Dentro de una misma raza existen hembras que resisten en mayor grado las condiciones de medioambientales (calor, frío, alimentación, etc.), es decir que tienen una mayor rusticidad. Dentro de la misma raza, se observa también que algunas hembras son más eficientes en la conversión alimenticia, o bien pueden ser más hábiles en la selección de su dieta. Al seleccionar este tipo de hembras, se podrán tener reducciones importantes en los costos de suplementación, un mayor peso al nacimiento y una disminución en la mortalidad de los corderos y una mayor ganancia de peso de los corderos al destete. Para ello se debe vigilar la condición corporal de las hembras y desechar aquellas que tengan una condición corporal más baja durante la época de seca, o bien, las que bajaron más de peso durante la lactancia o las que fueron mayormente afectadas por el invierno, etc. Selección de primalas Características maternas Se debe poner mucho énfasis en la selección de las primalas ya que se trata de las futuras reproductoras del rebaño. Lo que se busca es que las primalas que se incorporen al rebaño sean de una mejor calidad genética o de mayor productividad que las hembras adultas. Los criterios para la selección de las primalas son similares a los utilizados para las hembras adultas como son: i. provenir de hembras con partos entre julio y noviembre ii. ser descendientes de hembras con mayor cantidad de kg de cordero destetado por parto o por año iii. provenir de partos gemelares iv. ser hijas de hembras que mantienen una buena condición corporal, especialmente durante la época de seca. Además de las variables maternas de selección ya mencionadas, existe otra variable muy importante que tiene que ver con la producción de carne, que es la selección por ganancia de peso posdestete. Selección por ganancia de peso posdestete Es una característica a seleccionar con una buena heredabilidad que va de 0.25 a 0.30 (Lasley, 1979). La selección de primalas basada en esta característica está dirigida a obtener animales con mayores ganancias de peso durante la engorda, la cual es una variable que tiene una fuerte influencia en la rentabilidad. Existen algunas características físicas indeseables que no se deben permitir en ningún rebaño como son: el prognatismo y la braquignatia. En el caso del prognatismo, los dientes sobresalen del rodete de la mandíbula inferior, es decir que quedan fuera, mientras que la braquignatia, es el caso contrario, los dientes quedan hacia atrás del rodete superior, en términos prácticos, los dientes están metidos. Todos los animales que presentan estas características deben ser eliminados del rebaño, ya que presentan problemas para prensar el forraje cuando están en pastoreo, trayendo consigo un menor consumo de alimento y una menor productividad, además de que es un problema hereditario (Bradford, 2002). La presión de selección, es decir, qué tan severo se debe ser para desechar una hembra, va a depender mucho del objetivo de la explotación. Cuando una unidad de producción está en crecimiento es recomendable desechar al menos el 20% de las hembras. En el caso de ser menos estrictos se estarán dejando hembras improductivas y con defectos físicos, lo cual irá en detrimento de la productividad de la explotación. En el caso de que la unidad de producción ya haya cumplido con su objetivo de tener el número de animales que había considerado, se debe ser muy estricto. En las primalas se debe seleccionar a aquellas que prometan ser mejores que las hembras adultas y llegar a niveles de selección de un 60 a 70%, es decir dejar solo el 30 a 40% de las mejores primalas, el resto tendrá que ir al abasto o a otras explotaciones. Esquemas de cruzamiento Las experiencias obtenidas con ovinos en pastoreo extensivo muestran que el cruzamiento es necesario y que difícilmente se tendrá éxito con la utilización de una sola raza. Sin embargo, es conveniente mencionar que se debe tener como base hembras que tengan algún grado de cruzamiento con Pelibuey o Blackbelly (Lara, 2003). Anteriormente, se mencionaba que se debía empezar con alguna de estas dos razas (Pelibuey o Blackbelly) y posteriormente iniciar el cruzamiento ya sea con machos Katahdin o con Dorper para producir hembras F1, sin embargo si se puede adelantar este paso será mejor, ya que se estará trabajando desde un principio con hembras F1 y el productor podrá empezar a trabajar para producir hembras F2 o bien estará listo para iniciar con cruzas terminales. El objetivo de realizar cruzamientos es mejorar las características productivas y reproductivas tales como; prolificidad, conversión alimenticia, ganancias de peso, conformación, rusticidad, resistencia a parásitos, etc. Las experiencias obtenidas con ovinos de pelo en el norte de México indican que lo ideal es utilizar cruzamientos de Pelibuey o Blackbelly con Katahdin y/o Dorper. Con esas cruzas se logra una cría F1 con una mejor conversión alimenticia, mayores ganancias de peso, mejor conformación y una mayor rusticidad bajo condiciones de pastoreo extensivo. Si la hembra F1 es Pelibuey x Katahdin, se recomienda utilizar como semental un Dorper, o viceversa, si la hembra F1 es Pelibuey x Dorper, se sugiere utilizar un semental Katahdin para producir las hembras F2. Es decir, si ya se tiene una generación de Dorper es recomendable utilizar en la siguiente empadre el Katahdin o viceversa. Cuando se realiza esta cruza y se tienen animales Katahdin x Dorper se obtienen animales más vigorosos que la F1, se mejoran aún más las ganancias de peso, la rusticidad y la conformación. Las ganancias de peso esperadas en los corderos en engorda con estos cruzamientos deberán situarse entre 270 y 300 gramos diarios (Esqueda et al., 2008). Después de estos cruzamientos, es indispensable realizar cruzas terminales, ya que, como se mencionó anteriormente, no será posible dejar en la explotación la totalidad de las primalas. En explotaciones ya consolidadas se tendrán que vender entre el 50 y el 70% de las primalas, por ello se requiere utilizar sementales que le den una mayor velocidad de crecimiento a los corderos (Bores et al., 2002). Como cruza terminal se utilizan razas de ovinos de lana como Suffolk o Hampshire, que son las que mayores ganancias de peso ofrecen. También se tiene la opción de la raza Charolais, que aunque no muestra las mismas ganancias de peso que las dos razas anteriores, ofrece excelente conformación y rendimiento en canal. Otra raza a utilizar puede ser la Dorset que, además de ganancias de peso, ofrece rusticidad y una menor estacionalidad. Con la utilización de cruzas terminales deben esperarse ganancias de peso de entre 320 y 400 g diarios, con lo cual es factible tener corderos finalizados de 40 kg a una edad de 100 días. La información existente acerca de las diferentes razas de ovinos de pelo (Lara, 2003; Wildeus, 2005; Wildeus et al., 2005) así como las experiencias obtenidas con las diferentes razas de pelo y sus cruzamientos en diversas explotaciones del estado de Chihuahua han proporcionado la siguiente información acerca de cada una de las razas principales de ovinos de pelo. Características de los ovinos de pelo Pelibuey Bajo las condiciones de pastoreo extensivo en el estado de Chihuahua la raza Pelibuey ha mostrado tener una muy buena producción de leche y una excelente prolificidad y habilidad materna. Las ganancias de peso de los corderos fluctúan entre 180 y 230 g diarios y ha sobresalido en prolificidad, con rangos desde 1.6 hasta 1.9 crías por parto. El problema principal de la raza Pelibuey en el estado de Chihuahua bajo condiciones extensivas radica en su menor rusticidad, ya que es una raza proveniente de climas tropicales. La hembra Pelibuey en pastoreo extensivo en el Rancho Experimental La Campana ha mostrado problemas de rusticidad, ya que en la época de seca disminuye en mayor medida su condición corporal, aún cuando se le ofrezca suplementación. El problema se acentúa en mayor medida cuando se presentan simultáneamente bajas temperaturas y época de seca (diciembrefebrero), lo cual se explica debido a su origen tropical, ya que al haberse sacado de su zona neutral o de confort, le puede traer problemas de adaptación (Padilla et al., 1985; Martínez, 2007). En hembras lactantes se presenta una menor condición corporal, corderos con menores pesos al nacimiento, menor producción de leche y una mayor mortalidad de corderos. Lo anterior se aprecia más claramente en los pastizales dominados por gramíneas y es menos severo en agostaderos que tienen una mayor cantidad de hierbas y arbustos. Al realizar cruzamientos con Dorper y Katahdin se disminuyen de forma muy importante estos problemas. El aspecto relevante que ofrece la raza Pelibuey es que en sus cruzamientos transmite una excelente habilidad materna, una menor estacionalidad y una excelente prolificidad. Es una raza que se tendrá que seguir utilizando para conservar las características reproductivas y de habilidad materna. Es recomendable por lo que hembras que ya traigan un alto porcentaje de sangre de Dorper o de Katahdin sean empadradas de nuevo con sementales de la raza Pelibuey. Figura 7.1 Rebaño ovino de la raza Pelibuey en el Rancho Experimental La Campana. Blackbelly En el estado de Chihuahua, la cantidad de hembras de esta raza es baja, motivado por el rechazo de los compradores de ganado en pie, por su bajo rendimiento en canal. Se ha observado que presenta una mayor rusticidad que la raza Pelibuey, ya que ha mostrado una mayor resistencia a las bajas temperaturas y su condición corporal no decae tan fuertemente en la época de seca cuando la calidad del forraje disminuye. La raza Blackbelly ha sobresalido por su mayor prolificidad (1.6 a 2.1 crías por parto) y un mayor instinto maternal (Bradford, 2002; Rojas y Rodriguez, 1995) lo que debe ser aprovechado para utilizarse en cruzamientos con Katahdin o Dorper e incluso con Pelibuey. Su desventaja principal es la baja ganancia de peso de los corderos en engorda, ya que sólo logran aumentar entre 170 y 200 g diarios. Otra desventaja es su conformación y menor rendimiento en canal, de ahí su menor aceptación por los compradores de ganado en pie (Elkins, 2004). Al igual que la raza Blackbelly, pueden utilizarse sementales Pelibuey, como retrocruza, específicamente en rebaños que tienen una baja prolificidad y una alta estacionalidad. Figura 7.2 Hembras Blackbelly lactantes en su área descanso en la región de Parral, Chihuahua. Dorper Es una raza proveniente de climas semiáridos del sur de África y parece adaptarse mejor a las condiciones de pastoreo extensivo del norte de México. Las experiencias obtenidas en el Rancho Experimental La Campana muestran que es una raza de muy buena rusticidad. Esto se observa principalmente en la época de seca, en donde las hembras Pelibuey cruzadas con Dorper mantienen una buena condición corporal, tal y como se observa en el Cuadro 5.6. Sin embargo, a pesar de su rusticidad, durante la época de seca requieren de suplementación. La época de mayor problema para mantener su condición corporal es cuando se combinan las bajas temperaturas invernales y la época de seca. Observaciones de campo muestran que las hembras en donde domina el color negro son las mayormente afectadas en su condición corporal durante la época de seca, debido a que absorben en mayor medida los rayos del sol. Se ha observado que en los días cálidos estas hembras tratan de protegerse del sol bajo los arbustos y dejan de pastorear, con la consiguiente disminución en la condición corporal. Esto puede ser apreciado por el simple tacto, en donde se aprecia que las hembras de color negro tienen el lomo y la cabeza calientes durante los días cálidos, si se compara con las hembras de otros colores. La información anterior es apoyada por Monty et al. (1991) quienes encontraron que la raza de pelo, Saint Croix, por su color blanco fue menos afectada por las altas temperaturas en el estado de Arizona, en Estados Unidos. Otros de los aspectos sobresalientes de la raza Dorper es su conformación, ya que de las razas de pelo que actualmente se utilizan en el norte de México (Pelibuey, Balckbelly y Katahdin), es la que mayormente sobresale. Con respecto a las ganancias de peso, los corderos provenientes de cruzas con Pelibuey muestran ganancias promedio de 270 g diarios en engorda intensiva (Esqueda et al., 2008a). Los avances de investigación que se tienen en el Rancho Experimental La Campana, así como experiencias de productores en el Estado de Chihuahua, muestran que la principal desventaja de la raza Dorper es su eficiencia reproductiva, ya que presentan una menor prolificidad (1.1 a 1.5 crías por parto), parámetros similares a los reportados en otros estudios por Wildeus (2005) y Burke, (2005) y una mayor estacionalidad, ya que entre mayor grado de pureza, menor es el promedio de crías por parto y mayor es el período de estacionalidad. En el Rancho Experimental La Campana se observa una disminución en la cantidad de hembras que se preñan desde finales del mes de enero hasta los primeros 15 días del mes de junio, así como en el número de crías por parto, tendiendo a producir entre 1.1 y 1.2 crías y con intervalos entre partos mayores a los 320 días. Aunque este efecto se manifiesta más en las hembras F2 que en las F1. Por este, motivo, no es recomendable buscar altos grados de pureza con Dorper. Debido a lo anterior, algunos productores utilizan las retrocruzas con Pelibuey y Blackbelly para volver a incrementar la prolificidad y reducir la estacionalidad en sus rebaños. Otra desventaja de la raza Dorper es su menor resistencia a parásitos, en comparación con los otros ovinos de pelo (Notter, 2003; Burke y Miller, 2004). Aunque bajo condiciones de pastoreo extensivo en zonas áridas y semiáridas la parasitosis puede no ser un problema serio, ya que no se presentan las condiciones para una alta incidencia. Para los productores que combinan la agricultura con la cría de ovinos, la parasitósis puede representar un problema, especialmente en aquellas zonas cálidas y con abundante humedad, como pueden ser las áreas agrícolas del centro-sur del estado de Chihuahua (Delicias, Camargo, Jiménez), así como en la Comarca Lagunera en los estados de Coahuila y Durango. En conclusión, bajo condiciones de pastoreo extensivo, los cruzamientos con la raza Dorper son una excelente alternativa en pastizales semidesérticos, específicamente cuando existe baja disponibilidad de forraje y se requiere caminar mayores distancias para poder cubrir sus requerimientos nutricionales. Sin embargo, como se mencionó anteriormente, se debe tener cuidado en no enfocarse a trabajar solo con esta raza, se requiere incluir otras razas, con el fin de mantener un nivel reproductivo aceptable. Figura 7.3 Hembra Dorper en pastoreo en el Rancho Experimental La Campana. Katahdin Esta raza se creó bajo condiciones de pastoreo en climas templados fríos de la Frontera de Estados Unidos con Canadá. La información generada acerca de esta raza indica que tiene una alta prolificidad, la cual fluctúa entre 1.5 y 2.1 crías por parto, las hembras tienen muy buena habilidad materna y una excelente producción de leche (Morgan, 2005). Además los corderos presentan buenas ganancias de peso en la engorda (Brown y Mayeux, 2005). En cruzas con Pelibuey ha mostrado ganancias de peso en los corderos en engorda entre 270 y 300 g diarios (Esqueda, 2009). Bajo condiciones de pastoreo extensivo y con cruzas de la raza Pelibuey, la raza Katahdin presenta una buena rusticidad. Los animales de esta raza se han adaptado a condiciones extensivas en el estado de Chihuahua, ya que actualmente existen rebaños en pastizales dominados por gramíneas y en zonas de matorrales en donde la raza Katahdin se ha adaptado a las condiciones de manejo extensivo, sin ver afectada su productividad y manteniendo una buena rusticidad. La raza Katahdin es la que presenta una mayor resistencia al frío, por provenir de climas fríos (Morgan, 2005; Wildeus, 2005), lo anterior se ha apreciado en el Rancho Experimental La Campana, en donde las hembras Katahdin fueron afectadas en menor medida por las condiciones invernales de los meses de diciembre a febrero. Experiencias con productores que han utilizado cruzas de Katahdin con hembras Blackbelly han resultado en hembras con una alta prolificidad (1.7 a 2.0 crías por parto), aprovechándose además las ventajas de la habilidad materna de las dos razas y la producción láctea de la raza Katahdin. La raza Katahdin es una alternativa para pastizales y matorrales desérticos y semidesérticos siempre y cuando exista la suficiente disponibilidad de forraje. Es una opción para su uso en regiones frías, específicamente en pastizales de la región noroeste del Estado de Chihuahua, en las estribaciones de la Sierra Madre Occidental, así como las regiones frías de Durango y Zacatecas. Sin embargo, su mayor respuesta se obtiene en sistemas intensivos y semi-intensivos en donde se combina la agricultura con la cría de ovinos (Leymaster, 2008), en praderas irrigadas, así como en las áreas frutícolas que son pastoreadas por ovinos. En conclusión, ninguna de las razas de ovinos de pelo tiene todo lo que los productores requieren. Se deben aprovechar las ventajas comparativas de cada una de ellas y sacarles el máximo provecho de acuerdo al sistema de producción. Definitivamente, la producción de ovinos bajo condiciones extensivas requiere de cruzamientos, todo productor que trate de llegar a la pureza bajo condiciones extensivas tenderá al fracaso en su explotación. También es preciso señalar que se requieren programas de investigación que fortalezcan la información sobre las diferentes razas. La información aquí presentada requiere ser reforzada con estudios sobre hábitos alimenticios y de comportamiento, estudios sobre aspectos reproductivos, mejoramiento genético, etc. Figura 7.4 Semental joven de la raza Katahdin. LITERATURA CITADA Bores, Q.R., P. Velásquez y M. Heredia. 2002. Evaluación de razas terminales en esquemas de cruza comercial con ovejas de pelo F1. Tec. Pecu. Méx. 40:71-79. Bradford, E. 2002. Breeding and selection. Chap. 7. Sheep Production Handbook 7ª. Ed. American Sheep Industry Association. Denver, CO. Brown, M.A. y H.S. Mayeux. 2005. Postweaning performance of hair and wool sheep and reciprocal crosses on pasture and in feedlot. Sheep and Goat Res. J. 20: 60-65. Burke, M.A. y J.E. Miller. 2004. Resistance to gastrointestinal parasites in Dorper, Katahdin, and St Croix lambs in the Southestern United States. Small Ruminant Research 54: 43-51. Burke, J.M. 2005. Lamb production of Dorper, Katahdin, and St. Croix Bred in Summer, Winter, or spring in the Southeastern United States. Sheep and Goat Res. J. 20: 51-59. Elkins, E. 2004. History and preservation of barbados Blackbelly sheep. Disponible en. http://www.blackbellysheep.org/articles/history.pdf. Consultado el 13 de septiembre del 2009. Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas necesarias en la ovinocultura en el Norte de México. INIFAP. Centro de Investigación regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp. Esqueda, C.M., R. Carrillo R., M. Royo, A. Estrada y R. González O. 2008. Diagnóstico de la ovinocultura empresarial en cinco regiones del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte-Centro. Sitio Exp. La Campana. Pub. Esp. No. 10. 29 pp. Esqueda, C.M. 2009. Engorda Intensiva de corderos. INIFAP. Centro de Investigación regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico No. 26. 40 pp. Esqueda, C.M., R. Carrillo, M.H. Royo y A. Estrada A. 2009. Análisis y alternativas de la ovinocultura en estabulación y semiestabulación en la región sur del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Inv. Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico. No. 24. Chihuahua, Chih. Méx. 64 pp. Everett, J.M. 2004. Can we improve maternal behaviour and lamb rearing performance in highly fecund sheep? En: 7th Worl sheep and wool congress. Quebec, Canada. p. 235-251. Gutiérrez, C. J., G. Martínez y C. Díaz T. 2000. Producción de carne de ovino en praderas de humedad residual en la zona templada de México. SAGAR-INIFAP. Campo Exp. Valle de Toluca. Libro Técnico No. 2. Zinacantepec, Estado de México. 148 pp. Howell, D. 1999. Sheep Breeding and Genetics. En: The Western Canadian sheep production manual. The art and Science of shepherding. Ed. por Alberta Sheep and Wool Commission, The Saskatchewan Sheep Development Board y The South Saskatchewan Wool Growers. p.7-15. Lara, P. J. 2003. Utilización de cruzamientos en la producción ovina. Memorias. 1er. Simposium internacional de ovinos de carne. Pachuca de Soto, Hgo. Hidalgo, 2003. p. 63-69. Lasley, J. F. 1979. Genética del Mejoramiento del Ganado. Unión Tipográfica Editorial Hispano Americana, S. A. de CV. México. 378 pp. Leymaster, K. 2008. Evaluation of wool and hair breeds of sheep in highand-low-input production systems. Disponible en: http://www.ars.usda.gov/sp2Userfiles/ashoc/54380000Sheepresear ch/PublicationsOfWool.pdf. Consultado 15 de septiembre del 2009. Martínez, R.L. 2007. Influencia del medio ambiente sobre el crecimiento. En: Tecnología para la producción de ovinos de pelo. Ed. Por A.F. Castellanos R. y C. Arellano S. Fundación Produce Yucatán. Univ. Aut. De Yucatán. P. 241-263. Monty, D.E, L.M. Kelly, R. Rice. 1991. Acclimatization of St. Croix, Karakul and Rambouillet sheep to intense and dry summer. Small Rum. Res. 4:379. Morgan, J. 2005. Katahdins, a hair sheep developed in North America. En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M. Univ. San Angelo, Texas. Notter, R.D. 2003. Resistance to internal parasite in lambs of hair sheep composite breeds. Disponible en: http://www.blackbellysheep.htm. Consultado el 18 de septiembre del 2009. Padilla, R.F.J., L. Hernández, H. Román y R.P. Mendoza. 1985. Crecimiento, respuestas fisiológicas y comportamiento reproductivo del borrego Tabasco o Pelibuey con o sin sombra en el clima tropical. Téc. Pec. Méx. 49 : 89 Rodríguez, 2005. Programa de mejoramiento genético. En: Cría de Ovinos Productores de Carne en el Norte de México. Compilador y Editor. J. L. Gutiérrez A. Tecno Publicaciones S. de R. L. MI. Capítulo 4. p. 113-142. Rojas, R.O. y O.L. Rodríguez. 1995. Factores que modifican la prolificidad en ovejas Blackbelly en clima tropical. Tec. Pec. Méx. Vol. 33. Wildeus, S. 2005. Do they have a lot of babies all year round? En: North American Hair Sheep Symposium. Texas Coop. Ext. Texas A & M. Univ. San Angelo, Texas. Wildeus, S. K.E. Turner, y J. R. Collins. 2005. Growth performance o f Barbados Blackbelly, Katahdin and St. Croix hair Sheep lambs fed pasture-or hay-based diets. Sheep and Goat Res. J. 20:37-41. CAPÍTULO VIII MANEJO SANITARIO DE OVINOS EN PASTOREO El manejo sanitario involucra una serie de prácticas enfocadas a la prevención de las principales enfermedades que afectan a los ovinos y que a la vez inciden en un mejoramiento en la productividad. Las prácticas sanitarias son muy sencillas, fáciles de aplicar y además muy económicas. Es el aspecto que resulta más económico y más fácil de realizar y por lo general es al que se le pone menor atención. La aplicación de un programa de manejo sanitario requiere de una adecuada planeación y organización, es decir, se debe aplicar un calendario en el momento adecuado para cada etapa fisiológica. La aplicación adecuada del programa sanitario será determinante para llevar al éxito o al fracaso una explotación. Un deficiente manejo sanitario se refleja principalmente en una alta mortalidad de corderos antes del destete y es uno de los problemas más serios que enfrenta el ovinocultor (Esqueda et al., 2008). También, en forma conjunta con la alimentación, la sanidad tiene que ver con la mortalidad de hembras adultas, con la prolificidad, con la fertilidad, con el peso al destete de los corderos y con la ganancia de peso en engorda, con lo cual se puede concluir que la sanidad va a influir sobre todo el proceso productivo. Dentro de las prácticas sanitarias se incluyen el programa de vacunación y desparasitación, y aunque están más bien relacionadas con el aspecto nutricional, se involucra la aplicación de selenio y las vitaminas A, D y E. Por lo anterior, es importante mencionar y explicar las medidas sanitarias preventivas en un rebaño. Programa de vacunación Los mayores problemas de mortalidad en las explotaciones ovinas se presentan en los corderos, en donde la principal causa está directamente relacionada con enfermedades de tipo respiratorio como la neumonía (Esqueda et al., 2008). Este problema se acentúa especialmente en los meses de febrero, marzo y abril cuando se presentan temperaturas cálidas en el día y frías por la noche. Por ello es necesario vacunar contra neumonías (Pasteurella multocida y Mannheimia haemolytica antes Pasteurella haemolytica). Además de la neumonía, los corderos son afectados por enterotoxemia, causada por la bacteria Clostridium perfringens (Gutiérrez et al., 2000). Algunos autores afirman que las vacunas contra neumonía a base de bacterinas no son efectivas (De la Concha 2002; Tórtora, 2007). Sin embargo se ha observado que los productores que las utilizan de acuerdo a un programa de vacunación, tienen problemas mínimos de mortalidad en su rebaño. En cambio, en las explotaciones que no vacunan existen altos índices de mortalidad. Posiblemente el efecto de estas vacunas sea menor o nulo cuando no se tienen las condiciones adecuadas de ventilación, sombra, y humedad en los corrales. Con la utilización de un programa de manejo preventivo la mortalidad podrá reducirse a niveles cercanos a un 10%. Actualmente existen vacunas que ofrecen protección tanto contra la neumonía como para la enterotoxemia en una sola aplicación. Existen también vacunas que ofrecen protección en forma individual, ya sea para neumonía o para enterotoxemia, en este caso habrá que aplicar las dos vacunas, su ventaja es que generalmente son más efectivas que las que vienen en forma conjunta para las dos enfermedades Existen muchas marcas en el mercado, la decisión de cual adquirir debe basarse en que realmente ofrezcan la protección contra el tipo de bacterias mencionado anteriormente. La aplicación de la vacuna debe realizarse de acuerdo a un calendario por etapa fisiológica en una dosis de 2.5 ml por animal, independientemente de la edad del animal. El Cuadro 8.1 muestra las etapas en que debe aplicarse cada una de las vacunas. En animales adultos la mortalidad por estas enfermedades es menos severa, sin embargo existen explotaciones en donde se llegan a presentar brotes de neumonía, por lo cual también en este tipo de animales se requiere la vacunación. En hembras adultas es muy importante la vacunación, específicamente 30 a 40 días antes del parto, ya que además de proteger a la hembra también va a transmitir inmunidad al cordero. Cuadro 8.1 Prácticas mínimas indispensables para el manejo sanitario de los ovinos en sus diferentes etapas productivas. Etapa de aplicación Vacuna Desparasitación Selenio Vitamina A,D,E Corderos Nacimiento 30-45 días Destete 30-40 días antes del parto (ubre). Parto Destete Febrero Mayo Agosto Febrero Mayo X X X Hembras adultas X X X X X X X X X X X X X Sementales X X X X X X X Adaptado de Esqueda y Estrada (2008). Programa de desparasitación Debido a que en los agostaderos del norte de México las condiciones son secas (poca lluvia y mucho sol), la incidencia de parásitos es baja y posiblemente con una sola desparasitación por año sea suficiente. Los animales en pastoreo en agostaderos de regiones más áridas como las zonas de matorrales de gobernadora lógicamente tendrán una menor incidencia de parásitos que los pastizales dominados por gramíneas en donde se presente una mayor precipitación. Sin embargo, los niveles de parásitos en estos ecosistemas son bajos, siendo ésta una de las grandes ventajas que ofrecen los agostaderos del norte de México para el pastoreo con ovinos (De la Concha, 2002). No obstante, es conveniente que en cada explotación se realicen al menos cada año análisis coproparasitoscópicos (análisis de heces fecales) con el fin de estimar el nivel de parásitos en los animales. Basado en este estudio se tomará la decisión de aplicar o no desparasitantes. Debido a que el ganado en pastoreo se encierra en corrales durante la noche, es posible que se pueda presentar una incidencia un poco mayor de parásitos, es por ello que en el Cuadro 8.1 se muestra un programa de desparasitación para ovinos en sus diferentes etapas fisiológicas o de desarrollo (Esqueda y Estrada, 2008). Para la desparasitación de sementales se sugieren dos fechas de aplicación de desparasitantes. La primera corresponde al inicio del empadre y se aplica durante el mes de agosto; la otra aplicación se lleva a cabo durante el mes de febrero. Si las condiciones son áridas, se puede desparasitar únicamente al final de la época de lluvias, que es cuando puede existir la mayor incidencia de parásitos (Wenger, 1999). En las hembras adultas se sugiere desparasitar únicamente al término de la lactancia. Con respecto a los corderos que van a engorda se requiere la desparasitación, ya que todos van a traer cierto nivel de parásitos y además se van a engordar en confinamiento por lo cual es conveniente realizar la actividad para una mejor eficiencia en la engorda. La recomendación para desparasitar es utilizar en forma alterna tanto ivermectina como moxidectina, con el fin de evitar resistencia a los parásitos. Por tal motivo, además de que se utilicen ambos desparasitantes alternadamente, también es recomendable utilizar diferentes marcas de ivermectina (De la Concha, 2002). Generalmente la dosis recomendada de ivermectina es de 1 ml por cada 50 kg de peso vivo, se debe aplicar por vía subcutánea, mientras que la moxidectina se aplica por vía oral. Otro problema dentro de los rebaños son los parásitos que afectan a otros animales y que por ciertas condiciones se pueden pasar de una especie a otra. Caso concreto lo representan los perros, ya que pueden contagiar con lombrices (taenias) a los animales del rebaño. Para ello se recomienda desparasitar también desparasitante propio para perros). a los perros (utilizando un Programa de aplicación de selenio Aunque es una práctica que tiene que ver más con el aspecto nutricional, se incluye en el manejo sanitario como una práctica para mejorar el desempeño productivo de los ovinos. El selenio por lo general es un mineral deficiente en la dieta de ovinos, y se presenta en la mayor parte del mundo. La aplicación de selenio debe de ir acompañada de vitamina E, ya que interactúan en una serie de procesos metabólicos. Sin embargo, no hay que preocuparse por ello, ya que todos los medicamentos con selenio vienen acompañados con vitamina E. La aplicación de selenio en los sementales trae efectos benéficos al mejorar la para inmunidad (no se enferman tan seguido), además se mejora su fertilidad y la líbido. En los corderos es de utilidad para obtener mayores ganancias de peso, prevenir la enfermedad del músculo blanco, mejorar su resistencia a enfermedades y con ello reducir su mortalidad. El selenio en las hembras antes del parto ayuda a reducir la cantidad de mortinatos, también reduce la cantidad de abortos, ayuda a prevenir mastitis y metritis y a mejorar el comportamiento post-parto. Al parto también será de utilidad ya que mejora el comportamiento reproductivo, lo que le permitirá entrar en calor más pronto y mejorar su prolificidad (Montes de Oca, 2003). La recomendación para la aplicación de selenio es utilizar 1 ml por cada 50 kg de peso; esta dosis se aplica cuando se usan los productos que traen una concentración de 10.95 mg de selenio por ml. Existen también algunas marcas que traen una concentración más baja, en este caso hay que aplicar una mayor cantidad del producto y seguir las indicaciones que señale el fabricante. En sementales la dosis es de aproximadamente 1.5 a 2 ml, en las hembras se puede aplicar 1 ml, mientras que en los corderos al nacimiento se puede utilizar 0.2 ml por animal y al destete 0.5 ml (Cuadro 8.1). La vía de administración puede ser intramuscular o subcutánea, sin embargo se ha observado que el selenio aplicado por vía subcutánea forma abscesos ya que tarda mayor tiempo en absorberse (Esqueda et al., 2009). Se debe tener mucho cuidado con la dosis en los corderos, ya que el selenio en exceso es tóxico. El hecho de utilizar una dosis superior causa la muerte del cordero en menos de 12 horas después de la aplicación. Programa de aplicación de vitamina A La vitamina A se encuentra presente en todos los forrajes verdes y en los granos. Bajo condiciones de pastoreo, después de la floración de los zacates, la cantidad de esta vitamina empieza a disminuir drásticamente. Su deficiencia provoca problemas de fertilidad principalmente, así como problemas en la visión, tejidos y alteraciones en los huesos, (Shimada, 1983). Esta vitamina debe aplicarse forzosamente dos veces al año al ganado en pastoreo durante la época de sequía, cuando el forraje se encuentra seco (Cuadro 8.1). La razón de aplicarla en la sequía es que este grupo de vitaminas se destruyen al contacto con el sol (esto se observa cuando se coloca una paca de alfalfa al sol, la cual pierde su coloración verde) y su presencia es casi nula en los forrajes maduros y secos (color amarillo claro). La vitamina A se puede almacenar en el hígado y en el tejido graso, pero sólo por un período de tres meses, por lo que se recomienda aplicarla en los meses de febrero y mayo, en todo animal que se encuentre bajo condiciones de pastoreo. Generalmente la vitamina A viene acompañada de las vitaminas D y E. La dosis depende en gran medida de la marca, sin embargo varía entre 1 y 3 ml por animal dependiendo del peso del animal y del laboratorio que la distribuya. Es muy importante que las vitaminas se apliquen en la tabla del cuello (aproximadamente tres pulgadas atrás de la nuca a un lado de la columna vertebral), ya que estas vitaminas vienen en solución oleosa (muy espesas) y son bastante dolorosas, por lo que se sugiere no aplicarlas en la pierna, ya que provoca problemas para caminar y en muchas ocasiones abscesos. LITERATURA CITADA De la Concha, A. 2002. Enfermedades de ovinos: su prevención debe ser la meta. Memoria. Simposium Internacional de Ovinos de pelo del Norte de México. Ed. Por: Sergio Echavarría Morales. INIFAP- Campo Exp. La Campana. P. Asoc. de criadores de borregos de Chihuahua. Chihuahua, Méx. P. 44-59. Esqueda, C.M., R. Carrillo R., M. Royo, A. Estrada y R. González O. 2008. Diagnóstico de la ovinocultura empresarial en cinco regiones del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte-Centro. Sitio Exp. La Campana. Pub. Esp. No. 10. 29 pp. Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas necesarias en la ovinocultura en el Norte de México. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp. Esqueda, C.M., R. Carrillo, M.H. Royo y A. Estrada A. 2009. Análisis y alternativas de la ovinocultura en estabulación y semiestabulación en la región sur del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Inv. Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico. No. 24. Chihuahua, Chih. Méx. 64 pp. Gutiérrez, C. J., G. Martínez y C. Díaz T. 2000. Producción de carne de ovino en praderas de humedad residual en la zona templada de México. SAGAR-INIFAP. Campo Exp. Valle de Toluca. Libro Técnico No. 2. Zinacantepec, Estado de México. 148 pp. Montes de Oca, J.R. 2003. El Selenio y otros elementos minerales en rebaños ovinos del Estado de México. Memorias del curso de alimentación en ovinos. Pachuca, Hgo. Universidad Autónoma del Estado de México. 24 y 25 de abril. p. 1-12. Shimada, A. 1983. Fundamentos de nutrición animal comparativa. PAIEPEME, México, D.F. Tórtora, P. J. L. 2007. Principales enfermedades que causan pérdidas económicas. En. Congreso de Rentabilidad de la Ganadería Ovina. Eklipse Publicidad. Querétaro, Quer., México. Wenger, I. 1999. Flock health. En: The Western Canadian sheep production manual. The art and Science of shepherding. Ed. por Alberta Sheep and Wool Commission, The Saskatchewan Sheep Development Board y The South Saskatchewan Wool Growers. p.79-98. CAPÍTULO IX ADMINISTRACIÓN DE LA EXPLOTACIÓN OVINA Es indispensable que todas las explotaciones ovinas vean la ovinocultura como una actividad empresarial. Mientras el productor no tenga una visión de negocio, difícilmente va a prosperar con su explotación. El primer paso que debe realizar el ovinocultor ya inmerso en la actividad es realizar un inventario de sus animales, es decir primero saber qué tiene y, a partir de esta base, continuar con la toma de datos productivos y económicos (Gutiérrez, 2005). Esta información será la base para la toma de decisiones, con ello el manejo de la unidad de producción se realizará en una forma objetiva y se dejará de lado la subjetividad. Todas las decisiones deben estar soportadas en la información productiva y económica del rebaño. Por lo tanto, si no existen estos datos, difícilmente se podrán tomar decisiones, ya que no es posible evaluar lo que no se mide (Esqueda y Estrada, 2008). El establecimiento de registros productivos y económicos es una de las tecnologías menos difundidas entre los ganaderos nacionales. No obstante, hay productores empresariales que llevan registros de sus operaciones contables, algunos de manera muy rudimentaria, otros con un mínimo de orden y sólo unos pocos con sistemas complejos de contabilidad. Conforme las empresas ovinas vayan creciendo se requerirá forzosamente el contar con la información productiva y económica de la explotación, desafortunadamente los productores que cuentan con esta información la utilizan muy poco para la toma de decisiones (López y Ortíz, 2007). Martínez (2007) menciona que es necesario fomentar entre los productores la necesidad de contar con registros productivos y de mercado que suministren datos a los sistemas de evaluación económica y financiera información que permitan la toma de decisiones correcta y oportuna. Toda explotación requiere que se registren al menos los datos mínimos indispensables para estimar los parámetros productivos y económicos, con ello será posible determinar qué tan productiva es la explotación, qué acciones se deben llevar a cabo para mejorarla y qué tan rentable está siendo la actividad (Gutiérrez et al., 2000). La información es la herramienta básica para hacer ajustes en la alimentación, realizar cambios en el manejo reproductivo, es la base para hacer el mejoramiento genético y además permite detectar posibles problemas sanitarios. A continuación se presenta la información mínima que se debe tener en la unidad de producción (Esqueda y Estrada, 2008). Información productiva Inventario de animales En toda explotación se debe contar siempre con un inventario actualizado, saber con cuánto ganado se cuenta y además en qué etapa fisiológica o productiva se encuentra. No es posible ser ovinocultor y no saber siquiera con lo que se cuenta. Por lo tanto se sugiere agrupar e inventariar a los animales de la siguiente manera: i. ii. iii. iv. v. vi. Hembras gestantes Hembras lactantes Primalas 7 meses a primer parto. Triponas (hembras del destete al empadre) Corderos lactantes (hembras y machos) Corderos en engorda Con el inventario se podrán planear diversas actividades dentro de la explotación, como por ejemplo; el saber cuándo se van a tener animales para la venta, en qué época van a tener pariciones, cuándo se realizarán los empadres, destetes, etc. Si no existe este inventario, difícilmente se podrá tener una planeación adecuada y la unidad de producción siempre estará sin rumbo. Identificación de animales Para poder llevar datos productivos y económicos en el rebaño es indispensable la identificación de todos los animales del predio. La identificación puede ser a través de diferentes formas: se pueden usar aretes, collares, tatuajes, muescas, etc. Si los animales no cuentan con una identificación adecuada no se podrá contar con la información que permita la toma de decisiones, ni conocer la productividad y mucho menos la rentabilidad del rebaño. En nuestro país, la Unión Nacional de Ovinocultores utiliza un sistema de identificación en donde los machos deben ser identificados siempre con un número impar, mientras que en las hembras deberán ser utilizados números pares. Adicionalmente al número, se debe utilizar una letra correspondiente al año, en este caso para el año 2009 se utiliza la letra “W”, en el año 2008 se utilizó la letra “U”, mientras que para el año 2010 se utilizará la letra “X” para el 2011 la letra “Y” y así sucesivamente. De este modo, un animal identificado con el número 204 U, indica que es una hembra nacida en el año 2008, mientras que un animal aretado con el 137 T significa que es un macho nacido en el año 2007. Variables mínimas a medir Para que la información que se recabe en la explotación sea en verdad de utilidad, es necesario tomar al menos los siguientes datos de los animales en el rebaño. Hembras adultas. i. Fecha de parto ii. Identificación del semental que la empadró. iii. Número de crías por parto iv. Sexo de las crías v. Número de crías destetadas vi. Fecha de destete vii. Peso al destete de sus corderos Corderos. i. ii. iii. iv. Peso al nacimiento Peso al destete Peso a la venta Número e identificación de los corderos muertos En corderos se sugiere tener al menos otro pesaje intermedio entre el destete y la venta, con este pesaje será posible revisar que los animales estén engordando con normalidad y en caso contrario poder hacer ajustes de alimentación y de manejo. i. ii. iii. i. ii. iii. Primalas. Peso al inicio del empadre Fecha al inicio del empadre Fecha del primer parto Sementales. Fecha de inicio y término del empadre Relación de hembras que se expusieron al semental. Número de hembras preñadas por el semental Como puede observarse, la información requerida es fácil de obtener, únicamente se requiere una adecuada planeación y organización para el trabajo. A partir de los datos productivos será posible obtener información acerca de parámetros productivos tales como: Porcentaje de pariciones i. Intervalo entre partos ii. Estacionalidad de las hembras iii. Períodos de mayor estacionalidad iv. Número de corderos producidos por hembra por año v. Prolificidad (número de crías por parto) vi. Mortalidad en las diferentes etapas fisiológicas vii. Número de kg destetados por borrega viii. Ganancia diaria de peso presdestete ix. Ganancia diaria de peso posdestete. x. Edad a la venta. xi. Peso al destete xii. Peso al nacimiento xiii. Efecto del semental sobre la productividad de los corderos En la sección de anexos se presentan formatos para la toma de datos productivos y económicos. Se buscó que éstos fueran de la forma más sencilla y más práctica de tal modo de que cualquier productor que sepa leer y escribir los tome, ya sea a mano o en computadora a través del programa EXCEL. A partir de estos sencillos formatos, es posible generar toda la información anteriormente mencionada. Información económica Para que el productor pueda estimar si la empresa está siendo rentable se requiere contar con la información económica que le permita conocer la situación de su explotación. A través del análisis económico el ovinocultor debe buscar incrementar los ingresos tratando de minimizar los costos (Scheer y Knapp, 1999). En este capítulo se presentan en una forma breve y sencilla los principales aspectos para estimar la rentabilidad de la explotación. El objetivo de esta sección es que el productor tenga una herramienta para darse cuenta de la situación de su explotación, es decir, que se entere cuáles son los principales costos en su unidad de producción y analice la manera de cómo reducirlos. Además, ésta información le será de utilidad para estimar sus ingresos, y a partir de ello conocer cuánto es lo que le está generando de ganancias su actividad. En conclusión, la información económica debe ser utilizada por el productor para la toma de decisiones. Ingresos en la explotación ovina Los ingresos en una explotación ovina pueden derivarse de: i. ii. iii. iv. v. Ventas de corderos Venta de hembras de desecho. Venta de primalas Venta de sementales de desecho. Otras ventas (pieles, composta, etc) Estos ingresos deberán ser organizados en formatos de una manera clara, indicando el tipo de animal que se vendió, su peso, su precio, su fecha de su venta, así como el motivo de la venta (Anexo 5). Con esta información, el productor será capaz de estimar los ingresos que tuvo en el período que él considere. Costos en la explotación ovina Los costos se pueden dividir en costos variables y costos fijos (Martínez, 2007). Los costos variables son aquellos que se incrementan o disminuyen con el tamaño de la unidad de producción o bien con el nivel de producción del rebaño. Por su parte, los costos fijos no varían con el tamaño o con la productividad del rebaño, ya que se tienen que solventar obligatoriamente. Costos variables. Se considera que el costo de alimentación de un rebaño es el que más influye en el rebaño y también es el más variable. (Martínez, 2007). Programa óptimo de alimentación es aquel en donde los requerimientos nutricionales de los animales se cubren de la manera más económica. Esto no significa hacer todo lo posible por reducir costos de alimentación a expensas de la salud y productividad del rebaño (Scheer y Knapp, 1999). Costos de alimentación. Aquí se deben de incluir los costos de todos los insumos para alimentación (concentrados, granos, forrajes, minerales, etc), especificando costo y fecha de compra. El Cuadro 9.1 muestra un ejemplo de cómo organizar la información relacionada con los costos variables. Costos de infraestructura y equipo. Es importante incluir todos los materiales utilizados para construcciones y/o remodelaciones, básculas, molinos, comederos, bebederos, cercos, herramientas de trabajo, etc. Materiales menores. Aquí se pueden incluir jeringas, guantes, material quirúrgico, aretes, tatuadota, aretadora, sogas, etc. Mano de obra. Debe incluir el sueldo mensual de los empleados que se dedican al proceso de producción. Cuadro 9.1 Ejemplo de formato para la toma de información de costos en explotaciones ovinas. CONCEPTO Cantidad Precio/ Fecha kg ($) ALIMENTACIÓN Maíz en grano Pasta de soya Alfalfa Minerales INFRAESTRUCTURA Y EQUIPO Malla borreguera Postes metálicos MANO DE OBRA Sueldo de trabajador COMBUSTIBLES Gasolina Energía eléctrica MEDICAMENTOS Vacunas Antibiótico COMPRA DE ANIMALES Semental de registro OTROS GASTOS Pago al contador 2 ton 200 kg 400 pacas 200 kg 2 rollos 40 16 semanas (1 enero a 30 de abril) 16 semanas 1 de enero a 30 de abril 15/04/09 15/04/09 18/04/09 15/04/09 950/rollo 60 c/u 15/03/09 15/03/09 1000 por semana 30/04/09 300 por semana 30/04/09 1800 por 4 meses 30/04/09 2 frascos 1 frasco 1 semental 4 meses (eneroabril) 3.50 5.40 1.80 5.50 600 250 c/u 180 c/u 25/03/09 25/03/09 6000 25/06/09 30/04/09 Combustibles. Debe considerarse la gasolina y el diesel que se utiliza dentro de la explotación así como la que utilizan para efectos operativos del rebaño. Medicamentos. Se toman en cuenta todos los medicamentos que se utilizan en la explotación, tales como: vacunas, antibióticos, desparasitantes, vitaminas, pruebas de brucelosis y todo aquel medicamento que tenga que ver con la prevención y tratamiento de enfermedades. Energía eléctrica. Es necesario determinar cuánto es lo que se utiliza de electricidad para este concepto, tal como la casa del empleado, el uso del molino, bombas para extraer agua, etc. Compra de animales. En caso de introducirse animales, se debe tomar en cuenta el costo. En este caso es imprescindible el incluir el costo de los sementales. Todos estos costos deberán ser considerados obligatoriamente por el productor, además de que es muy sencillo el poder obtenerlos. Otros costos. Existen otros costos que el productor puede tomar en caso de que decida realizar un análisis económico. Dentro de estos costos se encuentran la depreciación, el costo de producir sus reemplazos, los gastos de administración y los gastos financieros. Sin embargo, el productor tomará obligatoriamente los costos mencionados inicialmente. Costos fijos Dentro de estos costos se encuentra el impuesto predial, el pago del contador, el pago del agua (cuando se tiene una cuota fija), el mantenimiento de corrales, etc. Estos costos también se pueden incluir en el Cuadro 9.1. Ganancia en la explotación La ganancia se determina de la resta de todos los gastos a los ingresos totales. Actualmente existen varios programas de cómputo que consideran el análisis de costos en las explotaciones, dentro de ellos se encuentran el OVISWEBS, Cordero Supremo, SIGECOC Cornell Univ. Sheep Program, Flock Filler Lite, Ranch Manager, Ovitec., etc. (Gutiérrez, 2005). ORGANIZACIÓN DE PRODUCTORES La organización de productores es un punto clave para tener éxito en la ovinocultura, especialmente en el Norte de México en donde no hay un consumo de cordero a nivel local y se tiene que comercializar hacia el centro del País. La organización es el aspecto más difícil de lograr en todo el sector agropecuario y en la mayoría de las ocasiones el productor no lo considera como un problema (Cousin, 2002). El plan rector del Sistema Producto Ovino a Nivel Nacional menciona que uno de los grandes problemas de la ovinocultura en México es la falta de organización de los productores en todos los aspectos (UNO, 2009) El productor debe organizarse para vender su producción en volumen y comprar insumos, lo cual le dará acceso a mejores mercados y a mejores precios. Un productor en lo individual, aún cuando tenga altos volúmenes de producción, difícilmente podrá incidir en el mercado y obtener buenos precios y una comercialización permanente, además estará sujeto a los caprichos de los acopiadores o intermediarios. Por lo tanto, el primer paso para todos los ovinocultores es organizarse para lograr la venta de sus productos en forma conjunta, con ello su producto será más atractivo para los comercializadores, podrán asegurar un mejor precio y lo más importante es que tendrán una comercialización permanente. Además de la organización para la comercialización de sus productos los ovinocultores requieren trabajar en conjunto para la adquisición de sus insumos por volumen (compras consolidadas), buscar compras directamente del productor y en las temporadas de mayor disponibilidad y menor costo. A través de este tipo de estrategias es posible reducir los costos de los insumos de alimentación en al menos un 30 % (Esqueda et al., 2009). Los ovinocultores también requieren la organización para capacitarse y recibir asistencia técnica. Los grupos de productores organizados son los que tienen preferencias para este tipo de apoyos en Alianza, dentro del programa de soporte (SAGARPA, 2009). Junto con la organización grupal, el ovinocultor debe tener también una organización en lo individual. Su explotación debe tener un plan de crecimiento, una planeación a corto, mediano y largo plazo, así como metas muy bien definidas. El productor que no se organice en lo individual y lo grupal está destinado al fracaso y su empresa difícilmente tendrá éxito LITERATURA CITADA Cousin, H.J. 2002. La organización de los productores. En: Simposium Internacional de Ovinos del Norte de México. Chihuahua. INIFAPSAGARPA. Asoc. Local de Criadores de Borregos de Chihuahua. Chihuahua, Chih. p. 126-129. Esqueda, C.M. y A. Estrada. 2008. Manual de prácticas mínimas necesarias en la ovinocultura en el Norte de México. INIFAP. Centro de Investigación Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico No. 22. 93 pp. Esqueda, C.M., R. Carrillo, M.H. Royo y A. Estrada A. 2009. Análisis y alternativas de la ovinocultura en estabulación y semiestabulación en la región sur del Estado de Chihuahua. INIFAP. Centro de Inv. Regional Norte Centro. Sitio Exp. La Campana. Folleto Técnico. No. 24. Chihuahua, Chih. Méx. 64 pp. Gutiérrez, O. A.C. 2005. Sistemas computacionales aplicados a la producción de ovinos. En: Cría de Ovinos Productores de Carne en el Norte de México. Compilador y Editor. J.L. Gutiérrez Alderete. Tecno Publicaciones S. de R. L. MI. Capítulo 8. p. 207-242. López, D. C. y A. Ortíz H. 2007. Centros de responsabilidad para el cálculo de costos. Revista del Borrego. Eklipse Publicidad. México, D.F. Año 9. No. 49. p. 8-17. Martínez, N. J. 2007. Cálculo de la rentabilidad de los sistemas de producción ovina. Memoria. I. Congreso de Rentabilidad de la Ganadería Ovina. Congresos Feed. Eklipse Publicidad. Querétaro, Quer. Méx. SAGARPA, 2009. Programa de soporte. Disponible www.sagarpa.gob.mx. Consultado el 21 de octubre del 2009. en Scheer, D. y J. Knapp. 1999. Tracking income and expenses. En: The Western Canadian sheep production manual. The art and Science of shepherding. Ed. por Alberta Sheep and Wool Commission, The Saskatchewan Sheep Development Board y The South Saskatchewan Wool Growers. p.119-122. UNO, 2009. Plan rector del Sistema Producto Ovino. Disponible en http://asmexcriadoresdeovinos.org.mx. Consultado el 10 de septiembre del 2009. CAPÍTULO X SUGERENCIAS Y RECOMENDACIONES La ovinocultura bajo pastoreo extensivo representa una excelente oportunidad para la diversificación de la ganadería tradicional que se practica en el Norte de México, en donde el ganadero tradicional puede obtener un ingreso extra, además de permitirle hacer una utilización más eficiente del pastizal aprovechando una gran diversidad de plantas que el ganado bovino no consume. La explotación ovina en pastoreo es una actividad rentable y es donde se encuentra el mayor potencial para la ovinocultura debido a sus bajos costos de alimentación. Además, por su conversión alimenticia el ovino es una excelente opción para utilizarlo como cosechador de forraje, ya que requiere menos kg de forraje para producir un kg de carne en comparación con los bovinos. Se debe considerar que la cría de ovinos aún bajo condiciones de pastoreo extensivo debe ser vista como una actividad empresarial, buscando obtener el mayor beneficio económico a través de la aplicación de las prácticas mínimas necesarias y sin poner en riesgo a la vegetación y al suelo. El productor debe hacer conciencia que la producción ovina debe ser una actividad sustentable por lo que al entrar a la cría de ovinos debe tener en mente el manejo adecuado del pastizal. Es necesario y muy importante indicar que las prácticas recomendadas en esta publicación no deben ser consideradas como una receta infalible, la ovinocultura es una actividad en donde constantemente se está en un proceso de aprendizaje y el conocimiento se podrá ir reforzando a través de las experiencias particulares de cada productor y de su sentido común, sin embargo, es innegable el hecho de que para tener éxito en esta noble actividad, es necesario aplicar las tecnologías mencionadas. También es importante señalar que la explotación de ovinos es una actividad que requiere trabajo, esfuerzo y empeño, que definitivamente requiere una mayor aplicación que con la cría de bovinos, por lo que el productor que se decida a involucrarse en la actividad deberá tener muy claro este aspecto. El factor fundamental para decidirse a participar como ovinocultor reside en el empeño que se le ponga a la actividad, es muy importante que el productor no se involucre en la ovinocultura únicamente porque le dijeron que es un buen negocio, la clave para tener éxito es amar, emocionarse, platicar y estar orgulloso de la actividad. Además es imprescindible que antes de hacerse ovinocultor deberá capacitarse y hacer una planeación adecuada para poder tener éxito. Si no hay una adecuada planeación, la explotación tenderá al fracaso en un corto plazo, la mayoría de las explotaciones que han fracasado han sido por este factor. La información aquí presentada con ovinos de pelo se considera que es pionera en el área de zonas áridas y semiáridas del norte de México y es una pequeña contribución de lo que se puede llegar a lograr. La introducción de los ovinos de pelo a estas regiones es relativamente nueva y debido a que no se consideraba una actividad importante poco se ha realizado en esta área. Sin embargo, aún falta realizar mucha investigación, en donde se destaca la necesidad de estudios en; hábitos de comportamiento, hábitos alimenticios, desarrollo de esquemas de uso y manejo del pastizal, caracterización de dietas y consumo voluntario de forraje a través del año, así como complementar la información acerca de la respuesta de las diferentes razas y esquemas de cruzamiento a los diferentes tipos de vegetación y condiciones agroclimáticas, interacción el pastoreo combinado de bovinos-ovinos, así como estudios de productividad y rentabilidad del ganado en pastoreo. AGRADECIMIENTOS A la Fundación Produce Chihuahua, A.C. por el fuerte impulso que ha dado a la investigación y transferencia de tecnología en ovinos en el estado de Chihuahua y por el apoyo y financiamiento de los siguientes proyectos que dieron como resultado ésta publicación: Paquete tecnológico para la producción de ovinos en pastoreo, folio 08-2005-0954. Proyecto estatal de capacitación en producción ovina, folio 082007-0110. A los productores de ovinos del Estado de Chihuahua quienes me han abierto las puertas de sus explotaciones para compartir sus experiencias, que es de donde más he aprendido. Además por su apoyo con la participación en los fondos concurrentes para el desarrollo de este proyecto ante la Fundación Produce Chihuahua, en especial a las Asociaciones Ganaderas Locales Especializadas de Productores de Ovinos de Aldama, Cuauhtémoc, Delicias, Namiquipa y Parral. A mi compañera y amiga MC. Regina Leticia Carrillo Romo, por su ardua labor en la edición de este libro, por el tiempo que le dedicó a este trabajo, por sus consejos y ánimo que me ofreció en las buenas y malas experiencias. ANEXOS Peso promedio al nacer Padre (número ,raza) Número de la cría Peso al nacer (kg) Sexo de la cría Fecha de parto Número de la borrega Anexo 1. Ejemplo de formato para el registro de partos y nacimientos en corderos. Anexo 2. Ejemplo de formato para la toma de información referente a corderos destetados. Número de la cría Promedio Peso al destete (kg) Días al destete Fecha de destete Ganancia diaria de peso (gr) Anexo 3. Ejemplo de formato para el registro de animales muertos en la explotación. Tipo de animal Número Causa probable de muerte Fecha Ganancia diaria (gr) Kg ganados en la engorda Fecha Peso de venta Fecha Peso 2 Fecha Peso 1 Número de cordero Anexo 4. Ejemplo de formato para la toma de datos en la engorda. Peso de animales en engorda TOTAL DE INGRESOS Ingreso ($) Fecha de venta Precio por kg. Peso Tipo de animal Número del animal Anexo 5. Ejemplo de formato para la toma de datos de animales a venta. Anexo 6. Ejemplo de formato para la toma de información de costos en explotaciones ovinas. CONCEPTO ALIMENTACIÓN INFRAESTRUCTURA Y EQUIPO MANO DE OBRA COMBUSTIBLES MEDICAMENTOS COMPRA DE ANIMALES PAGO DE SERVICIOS OTROS GASTOS Cantidad Precio/ kg ($) Fecha En el proceso editorial de esta publicación participaron las siguientes personas del Sitio Experimental La Campana-Madera: COMITÉ EDITORIAL Presidente: M.C. Manuel Gustavo Chávez Ruiz Secretario: M.C. Regina Leticia Carrillo Romo Revisores Técnicos: M. C. Antonio H. Chávez Silva Dr. J. Santos Sierra Tristán M. C. Manuel Gustavo Chávez Vocal Pecuario: Dr. Rubén Alfonso Saucedo Terán Edición: M.C. Regina Carrillo Romo Dr. Rubén Saucedo Terán Diseño: M. C. Regina Carrillo Romo Directorio Sitio Experimental La Campana-Madera Investigadores Red de Innovación M. C. Héctor Eligio Alanís Morales Manejo Forestal Sustentable M. C. Manuel Alarcón Bustamante Plantaciones Forestales M.S. Saúl Alvídrez Vitolás Socioeconomía Ing. Miguel Cano Rodríguez Manejo Forestal Sustentable M. C. Regina Leticia Carrillo Romo Manejo de pastizales M. C. Antonio H. Chávez Silva Bioenergéticos M. C. Raúl Escobar Tolentino Socioeconomía Dr. Mario H. Esqueda Coronado Ovinos y Caprinos M. C. Arturo Estrada Arteaga Bovinos Carne M. I. Esteban Gutiérrez Ronquillo Bovinos Carne Ph. D. Pedro Jurado Guerra Manejo de Pastizales M. C. Carlos René Lara Macías Servicios Ambientales Dr. Carlos Morales Nieto Recursos Genéticos Biol. Mario H. Royo Márquez Manejo de Pastizales Dr. Rubén A. Saucedo Terán Manejo de Pastizales Dr. J. Santos Sierra Tristán Manejo de Pastizales Dr. Melitón Tena Vega. Servicios Ambientales Dr. Martín Martínez Salvador Manejo Forestal Sustentable Sitio Experimental La Campana-Madera Ave. Homero 3744, Fracc. El Vergel Chihuahua, Chih. C.P. 31100. Tel (614) 484 40 40 Correo electrónico del autor: [email protected] Sitio red nacional: www.inifap.gob.mx Sitio red estatal: www.inifap-chihuahua.gob.mx Esta publicación se terminó de imprimir el 9 de Diciembre de 2009, en Impresos PAyCAR, Niños Héroes 801, Cd. Meoqui, Chih. México. Su tiraje fue de 1000 ejemplares.