Nuestro llamado es ser y hacer discípulos
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Nuestro llamado es ser y hacer discípulos
Nuestro llamado es ser y hacer discípulos - Comunidad Cristiana de Santiago Escrito por Pr. Fabriciano Farías Muñoz La mayoría de nosotros estamos familiarizados con el llamamiento que Dios hizo a Moisés, Abraham, David, Samuel, Jeremías, Isaías, Gedeón y otros hombres que aparecen en la Biblia. Cuando Dios se le apareció a Abraham y le habló: “deja a tu familia sal de ahí y ve a las tierras que yo te mostraré” *. El, Abraham, tiene que haber experimentado algo muy grande porque obedeció a Dios. Moisés, a sus ochenta años, se le manifestó Dios en una zarza ardiente. Su llamado tiene que haber sido tremendamente impactante. Vemos el llamado al profeta Samuel. Su madre era estéril, pidió un hijo y lo consagró a Dios. Siendo Samuel adolescente, mientras dormía (en el templo) escuchó una voz: “Samuel, Samuel. Se levantó y fue donde el sacerdote Elí. '¿Me llamabas? No, no, no te he llamado. Se volvió a dormir. Y nuevamente: 'Samuel, Samuel'; y fue donde el sacerdote Elí” quien le dijo: La próxima vez que escuches esa voz, di: Heme aquí, Señor." * En esta mañana, Dios nos quiere amar recordando tu llamado y mi llamado, que no es menos glorioso que el llamado de Moisés, de Abraham. Cuesta entender en nuestra humanidad que sea así, pero tenemos que animarnos creyendo la palabra de Dios. En Juan 17:23 dice: “…y que los has amado a ellos como también a mí me has amado.” Y Jesús era mucho más que Moisés, que David, que cualquier famoso profeta, era el Verbo de Dios, Él era el Hijo de Dios. Dios trabajó en tu vida y en mi vida para que escucháramos su voz, nuestro llamado. Demás está decir que Él sufrió nuestra indiferencia, nuestros pecados, las cosas horribles que hicimos cuando no le conocíamos. Él quiere que su verdad se apodere de nosotros y entendamos que nos libró de una mala manera de vivir. Romanos 8:28-31 “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. 1/4 Nuestro llamado es ser y hacer discípulos - Comunidad Cristiana de Santiago Escrito por Pr. Fabriciano Farías Muñoz Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justificó; y a los que justificó, también los glorificó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?” Nuestro llamado es: nos justificó, nos llenó de gloria. Y llegamos a esta gloria creyendo en: - Nuestro Señor Jesucristo. Que es el Hijo de Dios. Que el Padre lo envió. Que murió en una cruz por nuestros pecados. Que el Padre lo resucitó al tercer día y le dio autoridad en el cielo y en la tierra. Que en Él, hay perdón de pecados y vida eterna. Antes, nuestro ser interior había proclamado: en mi vida mando yo, en mi vida no se mete nadie. Pero cuando el Señor vino con su amor diciendo que esa actitud era de pecado, de rebelión, y que nos llevaba a vivir en forma inmunda frente a Dios. Él nos revela su amor. Nos arrepentimos, y comienza a gobernar nuestra vida diciendo que nos bauticemos. Esto es unirse con el Hijo de Dios, con lo Eterno, con la gloria, es participar de su muerte, de la muerte de Cristo, es estar injertados en Jesucristo, casarse con Él; y entramos a la vida eterna. Cuando hablamos de eternidad estamos hablando de una vida gloriosa, gozosa, llena de alegría, perfecta, santa, que nunca se termina, de calidad de vida, de la vida de Dios, y que en Adán y Eva se perdió; una vida conforme a Dios, conforme al carácter al corazón de Dios. Así, participamos de algo glorioso. Efesios dice: “juntamente con Cristo nos resucitó y nos sentó en lugares celestiales”. Tenemos que arrepentirnos, todos los días. Dios nos muestra malas actitudes de las cuales tenemos que arrepentirnos. Hermanos, este terremoto es voz de Dios para la iglesia, para la nación y para el mundo. Permitido por Él y sabido de antemano por Él. Todas las cosas están desnudas ante Aquel que tenemos que dar cuenta. Jesucristo en Mateo 24 profetizó muchos terremotos antes de su regreso. Recordemos que la tierra está sostenida en las manos de Dios. Él manifestó que: “tod o poder me es dado en el cielo y en la tierra”. La tierra no se mueve si Jesús no lo permite. La palabra señala que Él estableció límite al 2/4 Nuestro llamado es ser y hacer discípulos - Comunidad Cristiana de Santiago Escrito por Pr. Fabriciano Farías Muñoz mar, está sujeto y no se va a salir si Dios no lo permite, así que podemos vivir absolutamente confiados. Lo importante es escuchar a Dios, un Dios que nos ama, un Dios que con tristeza está a tu lado cuando estás sufriendo, que comparte nuestros dolores, nuestros sufrimientos. Tenemos un sacerdote que fue tentado en todo (que podríamos decir que sufrió en todo) pero sin pecado. Un sumo sacerdote que experimentó en su humanidad lo que tú y yo vivimos cuando la estamos pasando mal. Es importante que cada uno de nosotros se ubique en el llamado de Dios. Moisés fue llamado con un propósito. Abraham fue llamado con un propósito. David fue llamado con un propósito y todos los santos hombres del Antiguo Pacto fueron llamados con un propósito. La palabra menciona que fuimos llamados conformes a su propósito. Y es muy fácil huir de su propósito para entrar en nuestro propósito: mi familia, mis hijos, mi trabajo, que mis hijos vayan a estudiar ¿para que tengan o para que sean luz en la universidad, para orar por los profesores, para que vean a Cristo a través de él? Cuando lleguemos a la presencia de Dios y estemos cada uno de nosotros frente a Cristo no van a servir nuestros títulos. Ése es el momento en que cada uno va a estar solo frente a Cristo, frente al tribunal de Cristo y entonces nos daremos cuenta si vivimos de acuerdo al propósito de Dios o no. Fuimos llamados en calidad de hijo (a) de Dios, a ser discípulo y a hacer discípulos, a ser sal y a ser luz. Y qué es un discípulo: uno que está aprendiendo a vivir. El Verbo que se hizo carne y por el cual Dios creó todas las cosas, vino a la tierra y vivió como un hijo con su padre y su madre. Nosotros, seas esposo (a), seas hijo (a), seas padre, empleado o seas un obrero, todo tiene valor; porque viviendo esto, es que vamos a ser luz y vamos a ser sal. No es poca cosa ser esposo, ser esposa, ser hijo … Jesucristo, el Dios encarnado, fue carpintero, puso clavos, es un trabajo duro, sus manos eran callosas (me imagino que los martillos no serían suavecitos como ahora) Él trabajó, transpiró. Y si Él lo hizo es porque es de suma importancia. No es menor cuando Dios te dice, seas así como esposo, seas así como esposa, seas así como hijo (a), El diablo, las tinieblas, ha hecho que todo esto que he mencionado no tenga valor. Hoy, lo que 3/4 Nuestro llamado es ser y hacer discípulos - Comunidad Cristiana de Santiago Escrito por Pr. Fabriciano Farías Muñoz tiene valor son los títulos, los logros, los anhelos. Dios dice que todo lo que concierne al mundo es una vida inútil. Él nos libró de una vana, de una estúpida manera de vivir. Hay muchos que tienen a Cristo, lo disfrutan, andan con gozo, con alegría, pero cuando vienen las dificultades por causa de la palabra, se alejan de la palabra; dejan de vivir la palabra, no quieren sufrir la palabra, no quieren humillarse, no quieren sufrir, no están dispuestos a sufrir por Cristo. Nunca permitas sentirte víctima de nadie ni de nada. La única víctima que ha habido es Jesucristo nuestro Señor, él era sin pecado. ¡Qué importancia tiene vivir en los respectivos roles que Dios nos ha concedido con visión eterna, tiene sentido, tiene peso, tiene gloria! Y, viviendo en esa condición, somos luz y somos sal, en todos los contextos sale nuestra voz y sazona el ambiente. Si somos luz en el trabajo, en el vecindario, en la familia, aunque no te lo digan habrá hombres y mujeres que querrán seguir la luz que en ti brilla. No estás para realizarte en tu trabajo, o para ganar más dinero. Dios nos manda que no nos preocupemos de lo que vamos a comer y de lo que vamos a vestir, Dios sabe (Mateo 6); Él manda a ser y hacer discípulos. Esa es nuestra vocación. Esa es nuestra vida. Para esto tienes que destinar tiempo para testificar de Cristo. Jesús cuando llegaba a un pueblo y la gente lo sabía, venían a Él de todas partes. El Señor Jesucristo salía, transpiraba, se cansaba, tuvo hambre y sed. Si Él salía nosotros tenemos que salir. La palabra dice que somos olor de Cristo, de salvación para los que creen y muerte para los que no creen. Dios está formando una familia eterna. El propósito eterno de Dios es tener una gran familia de muchos hijos semejantes a Jesús. Mientras vivimos así, Dios se encarga de nuestras vidas, de proveernos, de solucionar los problemas, de nuestra economía, de la salud, de la familia, en el tiempo Dios lo hará. Salmos 46:1-3 “Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes.” Citas bíblicas tomadas de Nueva Versión Internacional (NVI) * Paráfrasis del autor 4/4