Comparative Politics in Argentina (or how we manage to think
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Comparative Politics in Argentina (or how we manage to think
Comparative Politics in Argentina (or how we manage to think globaly from the southern country) Jolías, Lucas Universidad Nacional de Quilmes, Argentina [email protected] Augusto Martín Reina FLACSO, Argentina [email protected] Paper for presentation at the 21st World Congress of Political Science – Santiago de Chile, July 12-16 2009 Introducción El desarrollo de la ciencia política tanto en los Estados Unidos como en Europa, ha tenido un sustancial apoyo de la política comparada en el proceso de institucionalización y profesionalización de la disciplina. Muchos de los nombres más influyentes de la ciencia política del siglo pasado, han pertenecido notoriamente al campo de la comparación y han sido sujetos claves de la proyección actual con la cuenta la disciplina. Ahora bien, si la política comparada ha sido -y sigue siendo- un área muy importante dentro de la ciencia política ¿Cómo se ha desarrollado la política comparada en Argentina y en que condiciones se encuentra? ¿Por qué la política comparada es una de las especializaciones menos institucionalizadas del país? En este trabajo procuramos buscar algunas respuestas por un doble camino. En primer lugar, reconstruyendo la historia del campo disciplinar en Argentina y analizando algunos factores contextuales que han condicionado tanto el desarrollo de la Ciencia Política en Argentina como el de la política comparada. En segundo lugar, realizamos un análisis del lugar que ha ocupado la política comparada en las revistas científicas y en los congresos nacionales de ciencia política de la SAAP. Un poco de historia Al hablar de la historia de la política comparada en nuestro país, se presenta la dificultad de si optamos por hablar de “la política comparada en la Argentina” o de “la política comparada y los argentinos”. Si habláramos solamente de la disciplina en la Argentina, dejaríamos de lado trascendentales trabajos de nativos radicados en el exterior; si, en cambio, optamos por la segunda postura esta sección no tendría sentido, ya que el objetivo de realizar un breve recorrido por la historia de la política comparada es observar los grados de su institucionalización y producción en un país singular. Es por eso que nos es necesario mencionar las dos variantes para mantener el contraste, necesario en este caso, aunque me manera muy escueta y conscientes de ciertas omisiones. La política comparada no es ajena a las desventuras de la ciencia política en la Argentina. Las interrupciones democráticas, los bajos grados de institucionalización y profesionalización durante gran parte del siglo XX han ido en detrimento de la producción académica en política comparada (Jolías y Reina 2007) 1. Es por eso, que el lector no debe asombrarse al notar los baches temporales entre las obras citadas. Recién a partir de la década del ´80 es que los estudios comparativos comienzan a proliferar en forma sistematizada (Bulcourf 2005a y Bulcourf y D´Alessandro 2003). Uno de los primeros trabajos bajo una perspectiva comparada, lo podemos encontrar en el primer tercio del siglo XX en el pionero trabajo de José Nicolás Matienzo (1910), El Gobierno Representativo Federal en la República Argentina (Bulcourf y Jolías 2007a). En esta obra, fruto de su tesis doctoral en París, se plasma una visión vanguardista sobre el estudio de los federalismos en perspectiva comparada. No sólo se analiza el federalismo a nivel sub-nacional en Argentina, sino que también se compara en países como Brasil, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Suiza y Australia 2. Medio siglo después, el politólogo norteamericano David Apter es quien logra nuclear a un grupo de argentinos en sus investigaciones comparadas. Los primeros en trabajar con Apter son Torcuato Di Tella, José Nun y Carlos Strasser para el proyecto “Política de la Modernización”, donde la atención de aquel autor se redirige hacia nuestra región, sin dejar de lado los estudio sobre países africanos, largamente estudiados por él. (Apter: 1972). Quien también recibirá un importante apoyo de Apter, no solo intelectual sino también personal, es Guillermo O´Donnell. Su libro Modernización y Autoritarismo (1972) es indudablemente el que obtuvo un mayor reconocimiento tanto nacional como internacional dentro de la política comparada argentina (Bulcourf y Reina 2006)3. El estudio es un análisis critico sobre los parámetros empleados para investigar el proceso de modernización en América Latina 4. Los referentes empíricos que utiliza 1 Con respecto a esto, es interesante ver el original artículo de Pablo Bulcourf (2008), el cual analiza la relación entre los niveles se institucionalización de la política comparada y las particularidades de su enseñanza. 2 Otro de los indicios de la conformación del campo, se puede encontrar en los debates que se suscitaban en la Revista Argentina de Ciencias Políticas por los años de centenario, principalmente en torno a la reforma electoral de aquellos años (Meyers y Alonso 2006) 3 Al día de hoy el libro esta señalado como un punto de inflexión en la línea histórica de la pagina web del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Berkeley 4 En palabras del autor: “Lo que a mí me puso en la atención internacional fue el libro Modernización y Autoritarismo, que terminé de escribir acá (refiriéndose a Argentina) pero su parte principal la escribí en EE.UU. Lo publiqué casi simultáneamente en inglés y en castellano. Es un libro que allá estaba de paso. Es muy argentino y me colocó como persona visible en el mundo académico.” O´Donnell para la investigación comparativa son principalmente Argentina y Brasil como casos desviados (o acaso refutador de hipótesis) de lo que el mismo autor llamo la “ecuación optimista”, una teoría que establecía una correlación espuria entre desarrollo económico y democracia política, que brillaba por sus facilidades en la ciencia política norteamericana. Es sin dudas el posicionamiento de O´Donnell a nivel internacional lo que, entre otras causas, permite un mayor reconocimiento de la disciplina en el exterior.5 Más allá de este hecho puntual, la Argentina se ha mostrado ajena a los debates metateóricos que se han plasmando en la historia de la política comparada a nivel mundial. El caso es notorio si se hace una revisión bibliografía; no existen obras de política comparada de índole metodológico de producción nacional. En Argentina no hay centros de estudios de política comparada, tampoco hay revistas especializadas en el tema, incluso es notorio que los congresos de la Sociedad Argentina de Análisis Político recién hayan incorporado paneles específicos de esa área en el año 2003. Es recién a mediados de la década del 90 que la política comparada argentina comienza a expandirse. Como mencionamos anteriormente, la ciencia política no es ajena a los avatares político-institucionales del país que restringieron por largo tiempo el desarrollo de toda la disciplina y que luego de la restauración de la democracia se desarrollaron mas. No es muy llamativa la falta de institucionalización de este campo en particular, para hacer política comparada se necesitan “recursos” y ellos están presentes en un campo intelectual con una alta profesionalización 6. Esto se transforma en un atenuante por el cual muchos comparativistas argentinos emigran a universidades del exterior. Es bajo estas circunstancias que el análisis de la política subnacional argentina se vuelve un tema de gran interés. Al analizar la producción de política comparada en los 5 Otro dato interesante que demuestra el creciente reconocimiento de la ciencia política en nuestro país, son las jornadas llevadas a cabo en 1969 en la Universidad del Salvador. “Entre los participantes internacionales se destaco Robert Dahl, quién utilizó las argumentaciones expuestas por Guillermo O´Donnell, Carlos Floria, Natalio Botana, Rafael Braun y Mariano Grondona para construir su hipótesis sobre el caso argentino presente en su libro Poliarquía. Este hecho constituye un reconocimiento que, junto a las obras de Gino Germani y Darío Cantón, también citadas por el politólogo norteamericano, se le otorgaba a los estudios científicos realizados en la Argentina. (Bulcourf y Jolías 2006: 8). 6 Como menciona Arturo Fernández con respecto a la falta de financiación del área, “"Sin desarrollo propio de la política comparada es muy difícil producir ciencia política de punta en el mundo de hoy" (Fernández 2005). últimos cuatro Congresos Nacionales de Ciencia Política, el estudio de la democracia y procesos a nivel provincial es uno de los temas de mayor trascendencia (Gráfico 2). La falta de recursos es contrarrestada con la investigación de realidades cercanas, orientadas al estudio comparativo de municipios o provincias. En el campo editorial, a partir de la crisis política del 2001, el estudio de sistemas de partidos provinciales se transforma en un elemento central para comprender las alineaciones territoriales de los partidos de alcance nacional (Leiras 2007). El trabajo de Ernesto Calvo y Marcelo Escolar (2004) es una de las obras más acabadas al respecto. Con un extenso caudal de información, el estudio da cuenta de la progresiva territorialización de la competencia partidaria tanto a nivel provincial como nacional, destacando la importancia que han tenido los cambios político-institucionales para explicar la paulatina diferenciación territorial de los sistemas políticos. Otra de las inquietudes más recurrentes de los investigadores locales ha sido el estudio de los sistemas electorales a nivel provincial (Molinelli 1989, De Luca, Jones y Tula 2002), algo que está íntimamente relacionado con los trabajos sobre las reformas políticas subnacionales (Corbacho 1998, Nohlen y de Riz 1991, Molinelli 1991, Jolías y Reina 2006). La dinámica del federalismo y su impacto a nivel provincial y nacional (Calvo y Abal Medina 2001), la evaluación de la calidad de la democracia y las prácticas patrimonialistas (Amaral y Stokes 2005, Gervasoni 2005) y el análisis de los sindicatos en las reformas de mercado (Murillo 2000), dan cuenta del creciente interés de los comparativistas argentinos por comprender la vida política del país más allá del ámbito nacional. Con respecto a trabajos orientados a analizar la problemática de la región en perspectiva comparada, además de la vasta producción del mencionado O´Donnell, a mediados de la década de los ´90 comienzan a revitalizarse una variada serie de temas. Desde las transiciones democráticas se comenzó a discutir que diseños institucionales serían mas apropiados para sortear crisis políticas y el debate presidencialismo vs parlamentarismo persistió. Actualmente nos encontramos con una interesante gama de estudios sobre la dinámica de los presidencialismos (Pérez Liñán 2007 y Zovatto et. al. 2003). La paulatina consolidación de la política competitiva abrió la posibilidad de estudiar a los sistema de partidos desde diversas ópticas (Cavarozzi y Abal Medina 2003, Bulcourf y Jolías 2007b, Alcántara y Freidenberg 2003), asimismo proliferaron análisis sobre los sistemas electorales (Pérez Liñán 2004). A esto debemos sumarle las investigaciones más recientes, centradas en el análisis de los procesos de integración comparados, particularmente contrastando al MERCOSUR con la Unión Europea (Alberti, Llenderrozas y Pinto 2006, Malamud 1999 y Malamud y Schmitter 2006). Una vez advertidos que las democracias en nuestra región habían llegado para quedarse, las demandas insatisfechas comenzaron a acumularse y comenzó el debate en torno a la perfectibilidad de los actuales regimenes. La calidad de la democracia es un tema de gran actualidad académica que sin dudas esta influenciado por la era en la que vivimos, y no es de extrañar la gran cantidad de publicaciones sobre el tema (Altman y Pérez Liñán 2002, Mazzuca 2002, Pinto 1996 y 2001, López y Mainwaring 2000). Producto de la creciente institucionalización de la disciplina en nuestro país (Bulcourf 2008), podemos comenzar a ver en los últimos años algunos destellos de organización de la política comparada como un subcampo establecido, aunque el camino por recorrer todavía sea largo. En la siguiente sección procuramos analizar algunos limitantes de diversa índole con los que se ha topado el campo de la política comparada y veremos el revés positivo que ellos pueden tener. Contrapuntos Como señalamos anteriormente, las academias argentinas estuvieron fuertemente condicionadas en su desarrollo por la inestabildad politico-institucional del país que restringieron por largo tiempo el desarrollo de las ciencias sociales. En este apartado analizaremos algunos de los factores que han condicionado la construcción del campo disciplinario de la política comparada. a) Avatares políticos. La política comparada comparte los mismos obstáculos que la ciencia política en la Argentina. Las interrupciones democráticas y los bajos grados de institucionalización y profesionalización de la ciencia política durante gran parte del siglo XX, también han ido en detrimento de la producción académica en política comparada. Es recién con la vuelta a la democracia que la ciencia política argentina (y por consiguiente la política comparada) comienza su etapa de profesionalización y especialización de sus áreas. b) Recursos escasos. No es muy llamativa la falta de institucionalización de este subcampo en relación al tópico mencionado; para hacer política comparada se necesitan “recursos” y ellos están presentes en un campo intelectual con una alta profesionalización. Como menciona Arturo Fernández con respecto a la falta de financiación del área, "Sin desarrollo propio de la política comparada es muy difícil producir ciencia política de punta en el mundo de hoy"7. Para hacer política comparada es necesario viajar y el costo de la investigación es una cuestión mayúscula para entender la difícil proliferación de la subdisciplina. Si escogemos unidades subnacionales nuestros costos serán menores que viajar a un país extranjero aunque seguirán siendo comparativamente mucho más caros que un boleto de transporte público a nuestra biblioteca vecina. Cómo señalaba Sartori, la política comparada necesita de “conceptos capaces de viajar”; pero creemos que en este caso necesitamos de “politólogos capaces de viajar”. c) Interés profesional por otras áreas. Por diversas razones que exceden al presente artículo, que pueden estar tanto relacionadas con los intereses cognitivos o culturales de los argentinos como de una salida laboral, otras especializaciones tienen mayor difusión. Solamente para ejemplificar téngase en consideración la cantidad de postgrados, maestrías y centros de investigación especializados en áreas como las Políticas Públicas, Opinión Pública, Administración Pública y Relaciones Internacionales. d) Emigración de comparativistas. Muchos académicos argentinos con interés por la política comparada terminan emigrando a universidades del exterior. Diversas causas son posibles: falta de recursos para llevar a cabo las investigaciones, falta de postgrados ni cursos de doctorado especializados, carencia de espacios institucionales de discusión sobre política comparada, escasez de publicaciones científicas del área, entre otras. Estos puntos son, a nuestro juicio, obstáculos que ha debido sortear el campo para comenzar su aún prematuro proceso de institucionalización. Cada uno de ellos tiene un revés positivo para comenzar la tarea de construir un campo comparativista en 7 Fernández, Arturo: Entrevista en el diario La Nación. Lunes 5 de septiembre, sección cultura, 2005. Argentina. Los siguientes tópicos pueden leerse respectivamente como contrapuntos de los anteriores. a) Estabilidad democrática Sin estabilidad democrática no es posible el desarrollo de las ciencias sociales, y en especial, de la ciencia política. La consolidación del régimen en nuestro país ha sido una condición necesaria para la profesionalización de la disciplina y de su reconocimiento profesional. b) Comparaciones sub-nacionales. La falta de recursos se puede contrarrestar con la elaboración de programas de investigación orientados a la realización de comparaciones subnacionales. La ciencia política argentina está en condiciones de producir política comparada con sustancia. Los estudios subnacionales no tienen porqué sentirse disminuidos ante la clásica indagación cross-national. Todo proyecto académico tiene diferentes etapas de mayor o menor magnitud, lo importante es que el estudio produzca conocimiento. Por más mínimo que uno sienta su aporte, ello no significa que en el futuro adquiera una mayor relevancia. Estudiar 25 naciones con un subsidio que permita viajar a todas ellas, no significa que el resultado de ello sea un estudio cualitativamente superior a uno subnacional; solo le dará más “espectacularidad”. El concienzudo estudio de Robert Putnam sobre la democracia en los gobiernos regionales de Italia es un excelente ejemplo. Arend Lijphart comenzó a iluminar sus hipótesis sobre las democracias consociativas con un estudio de caso de su país bajo natal y Guillermo O´Donnell estructura toda su obra “Modernización y Autoritarismo” analizando dos unidades subnacionales (Buenos Aires y Sao Pablo); la lista podría seguir mucho más. Al analizar la producción de política comparada en los últimos cuatro Congresos Nacionales de Ciencia Política, el estudio de la democracia y procesos a nivel provincial es uno de los temas de mayor trascendencia (Gráfico 2). La falta de recursos es contrarrestada con la investigación de realidades cercanas, orientadas al estudio comparativo de municipios o provincias. c) Relevancia pública. La política comparada tiene una gran capacidad de aplicación en el plano político. Cómo ha mostrado Andreas Schedler 8, constantemente observamos discusiones políticas basadas en conocimientos brindados por el subcampo. En nuestro 8 Schedler, Andreas (2004). país -comúnmente en situaciones de crisis- son numerosos los casos en que afloran debates que no siempre son aprovechados por comparativistas (algo que el mundo del derecho ha sabido capitalizar). Parlamentarismo vs. Presidencialismo, reforma del sistema electoral y de listas y reforma del Estado, son sólo algunos de los temas que marcan la relevancia pública de la política comparada. d) Nuevos cursos de especialización. La creciente institucionalización del subcampo y su relevancia pública, traerá aparejado la demanda de cursos de postgrados especializados en el área. Luego de varios años, se han abierto los primeros cursos relativos al método comparado en la Universidad de Buenos Aires y en otras universidades del país.9 e) Programas de investigación en conjunto con instituciones del extranjero. El hecho de que haya una gran cantidad de argentinos en universidades del exterior tiene la ventaja de poder llevar a cabo investigaciones en conjunto con instituciones extranjeras. Es llamativa la poca producción grupal con entidades o investigadores residentes en el exterior; solo un 11,2% de artículos de política comparada publicados en las siete revistas más importantes, han sido elaborados por equipos conformados por argentinos y extranjeros. Más de la mitad de ellos han sido escritos por politólogos argentinos que viven el exterior. Para tener un punto de comparación, en Estados Unidos asciende al 26% los artículos publicados por dos o más autores. 10 Dime que lees y te diré quien eres Ahora retomemos el segundo eje de indagación propuesto. ¿Qué cantidad de producción académica se ha publicado en esta subdisciplina? ¿Qué revistas de Ciencia Política son las que han tenido mayor propensión a publicar artículos de política comparada? Estas son sólo algunas de las preguntas que cualquier analista se haría si tendría que dar un diagnóstico acerca de una disciplina científica. La importancia de las publicaciones científicas se recuesta en la creencia, institucionalizada en los ámbitos académicos, de que es importante para saber “que 9 Sobre un análisis del la asignaturas de política comparada en la currícula de grado en Ciencia Política en Argentina véase (Geary, Borrel, Lucca y Pinillos 2008) 10 Para ver una descripción de este tema puede consultarse (Munck y Snyder 2007a) pasa en la disciplina”. El propósito que sostiene este tipo de producción académica es comunicar y compartir el conocimiento. Tanto las revistas como los congresos, jornadas y seminarios permiten visualizar a la comunidad científica de las nuevas investigaciones, teorías y métodos empleados. Como sostiene Deschouwer (2007: 13) “dado que los cientistas políticos analizan la actividad humana –a menudo con la ayuda financiera de autoridades públicas– uno puede considerar que es un deber básico de los cientistas políticos comunicarse no solo con sus colegas sino también con los miembros de la sociedad que están siendo analizados.” En Argentina las revistas de ciencias sociales no están especializadas en temáticas particulares, salvo alguna excepción parcial. Es más común por estas latitudes encontrar revistas generales de la disciplina, publicaciones que contienen una gran variedad de temáticas e investigaciones de diferentes campos. Estados Unidos ha avanzado en esta especialización de las publicaciones y Europa se dirige en esa dirección. Ejemplos del primer caso puede ser la trinidad de revistas Comparative Political Studies, Comparative Politics y World Politics. En el caso europeo, Comparative European Politics, Journal of European Public Polic y Commonwealth & Comparative Politics ejemplifican el punto en campos particulares 11. No queremos señalar con esto una tendencia editorial porque tanto el Amercan Political Science Review como el American Journal of Political Science o el British Journal of Political Science son revistas de corte generalista que aun son líderes del mercado. La especialización editorial se multiplica pero no lo hace en detrimento de las publicaciones más generales. Probablemente la especialización de las revistas científicas sea producto de una mayor institucionalización y profesionalización de la Ciencia Política en general. En el caso argentino también tengamos en cuenta una cuestión de mercado. Si en el Congreso Nacional de Ciencia Política, acaso el mayor evento de la disciplina en Argentina, solo un 11% de los participantes presentan trabajos en política comparada (Grafico 1), claramente es difícil sostener una revista con un numero de participantes tan reducido. Nótese que en el caso de los congresos de la SAAP la cantidad de ponencias no ha variado prácticamente nada teniendo en cuenta que entre el V y el VII congreso hay una brecha de seis años. De haber 11 Cfr. Bellamy (2007) presentado estos resultados en porcentajes habríamos notado que la proporción de ponencias de política comparada en el V congreso duplico a todos los siguientes. Hacemos notar esto debido a que la diferencia está en el total de ponencias presentadas en aquel congreso, la mitad comparativamente, manteniéndose la cantidad de ponencias de nuestro análisis estable. Gráfico 1. Ponencias de politica comparada en congresos SAAP Total Ponencias Ponencias Pol. Comp. 263 230 208 101 21 V Congreso 22 VI Congreso 26 21 VII Congreso VIII Congreso Fuente: elaboración propia en base a datos del V, VI, VII, VIII Congreso Nacional de Ciencia Política de la SAAP. Criterios: los trabajos seleccionados responden a alguno de los siguientes criterios: a) trabajos pertenecientes a las áreas de política comparada, instituciones políticas; b) ponencias que tuvieran dos o más unidades de análisis tanto a nivel nacional como subnacional; c) trabajos de autores argentinos que traten temáticas de países extranjeros presentados en algunas de las áreas mencionadas; d) que se refieran a dos o más países. N=802 En cuanto a las temáticas más recurrentes de las ponencias en política comparada (Grafico 2) es notoria la posición que han adquirido las comparaciones subnacionales. Como hemos señalada anteriormente esta aproximación a los estudios comparativos es una de las opciones más a la mano que existen en la Argentina debido a la escasa financiación. En este caso mucho le debemos al vapuleada estructura federal del Estado Argentino. La desagregación de unidades de análisis en gobiernos provinciales es particularmente útil, aunque no exclusivamente, en el caso de los países federales donde las diferencias normativas, institucionales, económicas y sociales son palpables mientras los gobiernos provinciales gozan de una autonomía relativa frente al poder central. Parece un dato alentador notar que la disciplina consigue especializar esta área de estudios y va construyendo su “perfil argentino” aun contra muchas dificultades. Grafico 2. Temas de las ponencias de politica comparada presentadas en los congresos 32% Comparación Subnacional 30% Transición y Problemas de la Democracia 19% Sistemas de Partidos y Electorales 7% Movimientos Sociales y Populismo 6% Metodología de la Comparación Calidad de la Democracia Procesos de Integración Comparados 4% 2% Para el análisis de las revistas académicas y la codificación de artículos en política comparada seguimos criterios similares a los utilizados por Munck y Snyder (2007) sumando las observaciones de Mahoney (2007); también nos fue de gran ayuda un artículo de Page (1990). Considerando que en argentina no hay revistas especializadas en política comparada (como seria la Comparative Political Studies en EEUU) tuvimos que establecer un criterio de relevancia. Optamos por seleccionar publicaciones de Ciencias Sociales en general, que publiquen regularmente artículos de ciencia política y tengan actualidad editorial. Con excepción de la revista Desarrollo Económico, cuyos artículos fueron relevados desde el año 1996 hasta el 2006, las demás publicaciones fueron analizadas desde su primer número hasta el último publicado en el 2008. Artículos de Política Comparada en Revistas de Ciencias Sociales Argentinas 28,2% 26,2% 22,9% 16,6% 14,0% 12,0% 6,0% Postdata RACP SAAP RDE PyG EDP RCS Criterios: Los criterios para seleccionar los artículos responden a alguno de los siguientes puntos: a) que se refieran a dos o más países, b) que comparen unidades subnacionales, c) que comparen dos o más instituciones o procesos, d) artículos que se refieran a un país extranjero. RACP: Revista Argentina de Ciencia Política. Postdata: Revista POSTdata. SAAP: Revista de la Sociedad Argentina de Análisis Político. PyG: Revista Política y Gestión. RDE: Revista Desarrollo Económico, EDP: Revista El Debate Político. RCS: Revista de Ciencias Sociales (UNQ). N= 698. Los emergentes más notables del análisis son la exteriorización de los autores y la repetición de artículos publicados en el extranjero. De la totalidad de artículos relevados el 16,04 % son de política comparada. De ese porcentaje un 47,06 % fueron escritos por politólogos extranjeros quedando el restante para argentinos que residan o no en nuestro país12. La cantidad de artículos con derechos cedidos por revistas extranjeras es importante. Nuestras revistas al no contar del reconocimiento externo de algunos sistemas de indexación o por no aparecer en los rankings de publicaciones concentradas en Estados Unidos carecen de atractivo profesional para muchos investigadores. No obstante constituyen un espacio relevante para la difusión de diferentes líneas de investigación y su posterior citado en trabajos de la región, sino no puede entenderse los números citados. El punto a mantener en mente es que buena parte de la producción comparativista que se difunde en Argentina es extranjera. Con la excepción parcial de los estudios subnacionales, en política comparada mucho se construye sobre agendas de investigación foráneas. 12 Para tener un parámetro posible de comparación puede ser utilizado de referencia el trabajo de Munck y Snyder (2007). En aquel trabajo se menciona que de los artículos publicados en las revistas Comparative Politics, World Politics y Comparative Political Studies el 89,2% son de autores residentes en Estados Unidos. Con estas bases empíricas podemos encontrar que la diferenciación inicial entre “la política comparada en la argentina” y la “política comparada y los argentinos” tiene mucho sentido mantenerla para evaluar la disciplina. Si hubiéramos sumado la producción de argentinos en el exterior (ponencias y artículos en principio) las cifra hubieran variado de manera consistente. Pensemos que sobre el total anterior en la mitad participaron politólogos argentinos, de los cuales aproximadamente el 5% es generado por investigadores con residencia en argentina13. Llama la atención también que pocos han sido los artículos escritos por equipos conformados por argentinos y extranjeros (4,2 %), una opción bastante popularizada en otros países que facilita el abaratamiento de costos, el intercambio de conocimientos de campo y las facilidades para investigar. Los datos tampoco son del todo desalentadores, la política comparada en general absorbe una importancia proporcional en las publicaciones científicas. Independientemente de que la producción argentina sea escasa, es un paulatino repunte del área que tal vez se mantenga. Es difícil ponderar cuan limitante es la necesidad de recursos para hacer política comparada, pero la opción de hacer estudios subnacionales parece ser un paliativo de fácil disposición con proyección a futuro. Conclusión Es difícil eludir la conclusión de que en Argentina no ha existido una tradición de política comparada ni instituciones que hayan procurado forjarla. Para muchos esto puede significar solo un conjunto de caracteres con relación semántica, para otros no. Es posible que la ciencia política pueda seguir su camino sin preocuparse demasiado en esta área, no hace falta caer en el fatalismo de “la ciencia política será comparada o no será”. De lo que no quedan dudas es que este campo disciplinar tiene la capacidad de generar tanto preguntas como respuestas relevantes para el estudio de la política; tiene muchas otras virtudes que no vamos a enumerar. La tradición en un área de estudios y el nacimiento de un campo disciplinar no es algo que simplemente sucede, es algo que se construye. Como ha sucedido con el renacimiento de la Ciencia Política en la posguerra, hay actores, centros, publicaciones, entidades puntuales que trabajan 13 Sean hechas las salvedades de que no hemos hecho un relevamiento exhaustivo de los libros publicados en argentina ni en el exterior por argentinos. También se han omitido las publicaciones de argentinos en revistas extranjeras. No esperamos que nuestras afirmaciones sean consideradas sentencias sino tendencias de un universo de estudio. por la construcción de un campo de conocimiento. La ciencia política argentina está en condiciones de producir conocimiento sustantivo, (sea subnacional, supranacional o cross-national) para el debate en política comparada, solo es cuestión de asumir la responsabilidad de profesionalizar un campo. La tradición se irá forjando al andar. 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