MADRID Y EL MUNDO CONTEMPORáNEO
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MADRID Y EL MUNDO CONTEMPORáNEO
12 Madrid y el mundo contemporáneo Con esta reseña histórica queremos que nos acompañes a revisar el papel histórico fundamental de nuestra región que, siendo el centro geográfico de la península, los avatares de la historia han situado como centro político, económico y cultural durante los últimos siglos. De esta manera entenderemos el papel relevante que Madrid ha desempeñado como capital. Terminaremos por comprender y valorar las aportaciones y limitaciones de cada etapa de gobierno, de suma utilidad para conocer los rasgos actuales de la estructura económica, la población, la inmigración y marco institucional y legal que ha surgido de la transferencia de competencias a la Comunidad en los primeros años de este nuevo siglo. En definitiva, podremos descubrir en el pasado los indicios sobre el futuro de una región dinámica, integrada plenamente en un mundo cada vez más globalizado. Los contenidos de esta Unidad son: 1. El Madrid del siglo xviii 2 El Madrid liberal 3. El Madrid de la Restauración 4. El Madrid de la II República y la Guerra Civil 5. El Madrid del franquismo 6. Madrid en la España democrática 289 12 1 Madrid en el siglo XVIII A Una nueva dinastía: los primeros Borbones Sabías que... Cuando el primer Borbón hizo su entrada en Madrid por la Puerta de Alcalá, el 18 de febrero de 1701, lo efectuó «con tanto concurso de pueblo y nobleza que fue trágico para muchos la celebridad, porque, estrechados en confusión, murieron algunos». El 24 de noviembre del año 1700, el Corregidor de la Villa de Madrid, el marqués de Francavila, proclamó el inicio del reinado de Felipe V (1700-1756), de la nueva dinastía de los Borbones, ante un retrato del monarca. Madrid, al igual que el resto del país, inició el siglo con un conflicto civil que se convirtió en guerra internacional. Al morir Carlos II de Habsburgo sin descendencia y nombrar sucesor a Felipe de Anjou, nieto de Luis XIV y miembro de la familia Borbón, estalló la Guerra de Sucesión Española. Parte del país no aceptó al nuevo rey y apoyó la candidatura del archiduque Carlos de Habsburgo, que al ser descendiente de una princesa española, igual que Felipe V, también reclamaba su derecho al trono español. Importantes potencias, como Inglaterra, Austria, Holanda o Portugal, estaban detrás del pretendiente al trono, ya que para sus planes estratégicos y comerciales les parecía peligrosa una alianza entre dos países como Francia y España. Madrid, al igual que la mayor parte de la corona castellana, apoyó desde un principio al nuevo rey venido de Francia. En 1706, el avance desde Portugal de las tropas inglesas y portuguesas permitió que Carlos de Habsburgo, que había sido coronado con el título de Carlos III, se desplazara desde Barcelona a Madrid para ser coronado. El propio Carlos comentó la frialdad con que la población madrileña le recibió a su entrada en la capital en junio de ese año. Era evidente que Felipe V era mucho más popular entre la población castellana. Así, diversas insurrecciones populares y la llegada de un ejército francés al mando del duque de Berwick devolvieron la esperanza al bando Borbón. El archiduque Carlos, temeroso de una insurrección popular en la ciudad, abandonó Madrid y se retiró hacia Valencia. Finalmente, la Paz de Utrecht (1713) puso fin a una larga contienda que marcó un peldaño más en la decadencia del poder exterior de España. La guerra de Sucesión trajo dos importantes novedades para Madrid: • Tras varios siglos, desde la revuelta de las Comunidades, la guerra volvió a la ciudad. • Madrid se convirtió en la ciudad determinante para el triunfo de los contendientes, al ser la capital y el centro real y simbólico del poder. Fig. 12.1 290 La llegada al trono de Felipe V supuso el cambio de dinastía en España. Los Habsburgo dejaron paso a los Borbones. Al acabar la guerra, Felipe V, el nuevo rey Borbón que había nacido en Versalles, se encontró con una ciudad que le decepcionó profundamente. Era una urbe desordenada y sucia, sin grandes edificios ni amplias avenidas, y carente de servicios públicos, como el alcantarillado. Para la nueva dinastía, Madrid no estaba a la altura de la capital de una de las grandes monarquías europeas. Felipe V, sin embargo, decidió embellecer los alrededores del Palacio y se lo encargó al entonces Corregidor de Madrid: el marqués de Vadillo. Para iniciar los trabajos, y como el Maestro Mayor de la Villa, Teodoro Ardemans, se hallaba ocupado con la construcción del Palacio de la Granja de San Ildefonso en Segovia, el marqués de Vadillo tuvo que contar con un joven arquitecto muy capaz, Pedro de Ribera. En 1717, Ribera abordó su primer proyecto: ordenar el territorio entre el Campo del Moro, los jardines del Palacio Real y el río, lo que se denominó Paseo de la Virgen del Puerto. Allí construyó una ermita en la que ya se pudo apreciar la maestría del arquitecto. A este proyecto le siguieron otros, como la construcción del Puente de Toledo, el Hospicio y el Cuartel del Conde-Duque. La gran obra arquitectónica del reinado del primer Borbón estuvo marcada por una gran tragedia. En la nochebuena de 1724 se inició un enorme incendio en el Alcázar. En pocas horas, el palacio que había sido sede de la monarquía española se vio reducido a las cenizas. Poco tiempo después, en 1728, se inició la construcción de un nuevo Palacio Real sobre el solar del antiguo Alcázar. El arquitecto italiano Juan Bautista Sachetti se encargó de su construcción. La obra se prolongó hasta 1764, ya en el reinado de Carlos III. En ella intervinieron insignes arquitectos, como Sabatini o Ventura Rodríguez. Sabías que... Sabatini, natural de Palermo, cursó sus estudios de arquitectura en Roma. Al participar en la construcción del Palacio Real de Caserta tomo contacto con la monarquía española. Su demostrado talento como arquitecto y el apoyo real le permitieron acceder a numerosos proyectos, lo que le reportó también numerosos premios a su trayectoria profesional, como el de caballero de la Orden de Santiago, entre otros. Fig. 12.2 El Palacio Real se convirtió en la nueva residencia de los reyes de España y símbolo de la dinastía Borbón. Punto de control 1 ¿Qué paz puso fin a la Guerra de Sucesión? 2 Nombra algunas de las obras de Pedro de Ribera. 291 12 B Sabías que... El Motín de Esquilache forzó al rey a destituir a su ministro y a tomar algunas medidas para mejorar el abastecimiento y abaratar el grano. Al año siguiente, un Dictamen Fiscal, elaborado por Campomanes, señaló a los jesuitas como instigadores del motín y acordó la expulsión de la Compañía de Jesús del Reino. El Madrid de Carlos III y Carlos IV Tras reinar durante un tiempo en Nápoles, Carlos III (1759-1788) llegó a Madrid con el firme propósito de convertir a la ciudad en una capital digna de una monarquía europea. Su plan de reformas para la Villa y Corte cubrió casi todos los aspectos de la vida municipal: construcción de avenidas y paseos, iluminación pública, empedrado de las calles, creación de los necesarios sistemas de alcantarillado, erección de monumentos. Impregnado de espíritu ilustrado, inició la construcción de cementerios fuera de la ciudad para evitar los problemas de salubridad que causaban los enterramientos en iglesias y conventos. Su afán reformista tuvo, sin embargo, efectos contraproducentes. Muchos habitantes de la ciudad, anclados en tradiciones de siglos, vieron con malos ojos la prohibición de echar basura en las calles o la imposición de nuevas tasas para mejorar el alumbrado público. Mayor descontento creó el bando sobre capas y sombreros, que exigía cambios en la indumentaria tradicional de los madrileños. La orden exigía el acortamiento de las capas y se prohibía el uso de sombreros que ocultaran los rostros. Las dificultades económicas y la continua carestía hicieron que el creciente descontento cristalizara el 23 de marzo de 1766. Las calles de la capital se llenaron de madrileños que daban vivas al rey y pedían la destitución del marqués de Esquilache y del grupo de consejeros italianos que Carlos III había traído de Nápoles. Fue el conocido como el Motín de Esquilache y terminó con la destitución del ministro. Una vez calmados los ánimos, Carlos III continuó su labor de modernización de Madrid. Durante su reinado se construyeron edificios y se abordaron reformas urbanísticas que hoy siguen configurando el centro histórico de la capital: la Casa de Correos, la Puerta de Alcalá, la apertura al público del Parque del Buen Retiro, o el desarrollo de lo que más tarde se convirtió en el Paseo del Prado. Fig. 12.3 El Motín de Esquilache representó el desencanto del pueblo de Madrid con las medidas modernizadoras del ministro borbón. En la región madrileña también destacaron los Palacios Reales, como el de Aranjuez o el de El Pardo, lugares donde la Corte se desplazaba temporalmente afectando de forma esencial la vida social y económica de los municipios donde se localizaban. Esta incesante actividad constructiva denota un periodo de crecimiento económico y demográfico. En 1787, un año antes de la muerte de Carlos III, la ciudad de Madrid tuvo su primer censo oficial. Ese año vivían en la Villa más de 156 000 habitantes, la mayoría criados, jornaleros y empleados reales (53 %). Los artesanos y comerciantes representaban un 15 % de la población de Madrid y el 12 % eran clérigos. Punto de control 3 ¿Por qué se produjo el Motín de Esquilache? 4 ¿Qué eran los Palacios Reales? 292 En ese momento Madrid era una ciudad que seguía anclada en el Antiguo Régimen: vivía en gran medida al servicio de la Corte, contaba con una numerosa población clerical y mostraba una débil estructura productiva. Pese al crecimiento de población, la ciudad no se expandió y siguió limitada al espacio comprendido dentro de la cerca de 1625. Esto significó mayor hacinamiento e insalubridad, especialmente en los barrios populares. Sabías que... Las múltiples obras iniciadas por Carlos III le hicieron ser conocido con el sobrenombre de «Mejor Alcalde de Madrid». La población de los pueblos de la provincia continuó siendo eminentemente rural. Estaba formada mayoritariamente por labradores y pastores, a los que se unía la escasa población empleada en una arcaica artesanía. El fin de siglo llegó con el reinado de Carlos IV (1788-1808). El nuevo rey accedió al trono en un momento de graves dificultades en toda Europa. A los problemas económicos se unieron el cataclismo político de la Revolución Francesa y su repercusión por todo el continente. El reinado de Carlos IV estuvo marcado por los acontecimientos en el país vecino y su influencia en España. Madrid fue testigo excepcional de trágicas circunstancias. Fig. 12.4 Puerta de Alcalá. Punto de control 5 ¿Cuándo se elaboró el primer censo oficial de Madrid? 6 ¿Qué rey sucedió a Carlos III? 7 Nombra algunas de las obras del reinado de Carlos III. 293 12 2 El Madrid liberal A La Guerra de la Independencia Madrid entró en el siglo xix con Carlos IV como rey, Godoy como «hombre fuerte» del país y Juan de Morales Guzmán como Alcalde de la Villa. La sucesión de errores de Godoy en el gobierno culminaron con la firma del Tratado de Fontainebleau (1807). Por este acuerdo, España permitía el paso de tropas francesas por su territorio para unirse a las españolas e invadir Portugal. El país vecino era aliado de Inglaterra, la gran nación enemiga de Napoleón. Con la excusa de que el bloqueo contra Inglaterra no se respetaba plenamente en los puertos españoles, Napoleón envió en febrero de 1808 un poderoso ejército al mando del general Murat. Mientras tanto, los complots y las conspiraciones se sucedían en la Corte. Finalmente, el 17 de marzo de 1808 estalló el Motín de Aranjuez. El príncipe heredero, Fernando VII, consiguió manipular a los habitantes del Real Sitio y se desencadenó un motín popular que a punto estuvo de costarle la vida a Godoy y que consiguió apartar del trono a Carlos IV. Fig. 12.5 El motín de Aranjuez permitió a Fernando VII ocupar el trono de España. Sabías que... Los mamelucos eran de origen turco y se hicieron célebres entre las tropas de Napoleón. Le acompañaron en sus campañas por Europa y han pasado a la historia por su destreza y fuerza en la batalla. 294 Cuando el nuevo rey, Fernando VII, regresó a Madrid por la Puerta de Atocha, el pueblo le recibió con una explosión de júbilo. Sin embargo, la ciudad se encontraba ya ocupada por Murat. Fernando VII y Carlos IV eran virtualmente prisioneros del ejército francés. Mientras tanto, las principales autoridades mantuvieron la colaboración con los ejércitos invasores. El 18 de marzo de 1808, un día después del Motín de Aranjuez, el Alcalde de Madrid promulgó un bando en el que se pedía a los madrileños que trataran a los franceses «con toda franqueza, amistad y buena fe». Seis días más tarde, Murat, lugarteniente de Napoleón en España, llegó a Madrid. Napoleón, aprovechando la debilidad de los Borbones españoles, obligó a ambos a reunirse con él en Bayona, adonde Fernando VII y Carlos IV llegaron en abril de 1808. Napoleón deseaba que ambos renunciasen al trono en su favor y retenerlos en el país galo. Ante la ausencia de los reyes, la situación se fue haciendo cada vez más tensa en la capital de España. El 2 de mayo, la multitud comenzó a concentrarse ante el Palacio Real al ver que los soldados franceses sacaban del edificio a los miembros de la familia real que aún se encontraban en Madrid. Los militares galos dispararon contra la multitud: la insurrección se había iniciado. La lucha se extendió por toda la ciudad. La mayor parte de los militares españoles, víctimas de la confusión institucional reinante, se mantuvieron acuartelados. Poco a poco la resistencia fue apagándose. El Emperador consiguió que Fernando VII entregara la corona a su hermano mayor, José Bonaparte, quien fue nombrado Rey de España con el título de José I. Fueron las Abdicaciones de Bayona. José I Bonaparte (1808-1813) trató de aplicar un programa reformista. En lo que se refiere al urbanismo de la capital, su obra se caracterizó por la creación de plazas en el lugar en el que se erigían diversos conventos e iglesias. En su reinado se crearon las plazas de Santa Ana, las Cortes, Mostenses, San Martín o Ramales. De ahí, el sobrenombre de Rey Plazuelas que le puso el pueblo de Madrid. Sabías que... El proyecto más ambicioso de José I fue la creación de una gran plaza frente a la fachada oriental del Palacio Real, lo que hoy se conoce como la Plaza de Oriente. José Bonaparte no pudo ver la plaza concluida. Las obras continuaron hasta 1817. Madrid sufrió mucho durante el conflicto, no por acciones de guerra, sino por la escasez, la carestía y el hambre. El 17 de mayo de 1813, José Bonaparte abandonó definitivamente Madrid. Las fuerzas españolas, al mando de El Empecinado, ocuparon la Villa y el 5 de enero de 1814 llegaron a la capital la regencia del Reino y el gobierno. El 25 de abril de 1814, las Cortes, reunidas en Madrid, pidieron al rey Fernando VII, que se encontraba en esos momentos en Valencia, que regresara a la capital. El monarca, conocido como «El Deseado», entró en la capital el 11 de mayo de 1814. Una semana antes había publicado un decreto en Valencia por el que abolía la Constitución de 1812 y toda la labor reformadora de las Cortes de Cádiz. El reinado de Fernando VII (1814-1833) estuvo caracterizado por: • Las dificultades económicas. • La represión absolutista. • La pérdida del Imperio. La situación calamitosa del país llevó al pronunciamiento de Riego en 1820, cuando el militar español se levantó con el apoyo de las tropas preparadas para sofocar los intentos independentistas de las colonias españolas en América. El corto Trienio Liberal (1820-1823), caracterizado por los estériles enfrentamientos entre liberales, concluyó con una nueva invasión francesa del país. Los Cien Mil Hijos de San Luis restauraron en 1823 a Fernando VII como monarca absoluto. Cuando Fernando VII murió en 1833, Madrid era una ciudad que no difería mucho de la de 1808, año del inicio de la guerra de la Independencia. Punto de control 8 Nombra alguna de las plazas reformadas por José I. Fig. 12.6 El proyecto más ambicioso de José I fue la creación de la Plaza de Oriente. Sabías que... Juan Martínez Díez, el Empecinado, combatió contra las tropas francesas al lado del general Ricardos y, posteriormente, con el general De la Cuesta. Aguerrido combatiente, ha pasado a la historia por su perseverancia en el continuo asedio de las tropas y suministros franceses. De ideología liberal, murió ejecutado en 1825. Otra paradoja más del triste reinado de Fernando VII. 9 ¿Cómo se llamó al contingente militar que restauró el absolutismo en España? 295 12 B Sabías que... En 2007 se han cumplido 10 años de la reforma total del Teatro Real, una obra que ha permitido situar la ciudad de Madrid en los circuitos operísticos mundiales. Polémico proyecto, con accidentes y daños personales incluidos, la reforma del edificio acabó necesitando un enorme presupuesto que se acabó disparando. El reinado de Isabel II En 1833, Javier de Burgos, Secretario de Estado de Fomento bajo el ministerio de Cea Bermúdez, estableció la división territorial por provincias. Para hacerlo se basó en los planteamientos de organización racional del nuevo estado liberal, pero tomó como base la antigua división en reinos de España. El decreto fue aprobado el 30 de noviembre de 1833 y significó el nacimiento de la provincia de Madrid, el territorio en el que se ubica la actual Comunidad de Madrid. La construcción del estado liberal a lo largo del siglo xix significó la confirmación de Madrid como el centro neurálgico del poder político, económico, social y cultural de España. El establecimiento de una red de transportes y comunicaciones modernizada tuvo una capital importancia para la ciudad. La construcción de la red de telégrafos y la red ferroviaria con un diseño radial con centro en Madrid convirtieron a la capital en el núcleo urbano que articuló el mercado nacional. Madrid se consolidó como el centro político del país: los pronunciamientos triunfaban o fracasaban en virtud de lo acontecido en la capital y los cambios de gobierno se dirimían en Madrid. Otra novedad del Estado liberal fue el nacimiento de una Administración Pública moderna, con un ordenamiento jurídico unificado y común para todo el país y todos los ciudadanos. El predominio moderado durante el reinado de Isabel II se concretó en una clara tendencia centralista. Madrid también consolidó su papel de centro de la cultura española. La Universidad española del siglo xix hizo de Madrid el centro oficial de la ciencia. En la capital se localizaron también las diferentes Reales Academias y otras instituciones no oficiales, como el Ateneo o la Institución Libre de Enseñanza. En 1850 Isabel II inauguró el Teatro Real y en 1866 se puso la primera piedra de la Biblioteca Nacional. Fig. 12.7 296 Durante el reinado de Isabel II, Madrid se convirtió definitivamente en el centro cultural del país. En esta época se inauguró el Teatro Real. La fundación de la Bolsa en 1831 otorgó nuevas oportunidades de inversión y ofreció nuevos canales de enriquecimiento y realización de grandes ganancias. Los ferrocarriles se convirtieron en negocio seguro cuando se aprobó la Ley de Ferrocarriles en 1855. Era el Madrid del marqués de Salamanca, quien dio nombre al barrio al que fue a ubicarse la nueva clase social triunfante. Este Madrid en crecimiento abordó importantes reformas destinadas a dotar a la ciudad de un urbanismo moderno. Además del Plan de Madrid, ejecutado por Carlos María de Castro en 1859, y que constituyó el Ensanche de Madrid, la ciudad vivió en 1851 cambios trascendentales: se inauguró el ferrocarril entre Madrid y Aranjuez, y se iniciaron las obras del Canal de Isabel II. Esta infraestructura clave para la ciudad fue inaugurada con gran alborozo popular en 1858. Los extrarradios de Tetuán, Cuatro Caminos, Chamartín, Vallecas o Delicias fueron uniéndose poco a poco al núcleo central de la ciudad. Eran los barrios populares donde malvivían las clases trabajadoras: personal del servicio doméstico, obreros no cualificados y artesanos. A lo largo del siglo xix, en la provincia de Madrid se consolidó una tendencia iniciada en el xviii: el enorme peso de la ciudad sobre el conjunto provincial. En 1857, la población de la capital suponía casi el sesenta por ciento del total provincial. C Inauguración del Canal de Isabel II, con presencia de la Reina en 1858. Fig. 12.8 El sexenio democrático Al igual que en el resto de España, los años del sexenio democrático (18681874) fueron de efervescencia política, de movilización de masas, de ilusiones y desengaños. La Milicia Nacional, bastión del liberalismo más avanzado, hizo su aparición por última vez en las calles de la capital. También llegaron en ese periodo los primeros balbuceos del movimiento obrero, ligado a la Asociación Internacional de Trabajadores. En la Corte se concretó la resistencia de las clases altas a los cambios sociales. El nuevo rey, Amadeo I, se encontró con una aristocracia que añoraba a la dinastía depuesta y pronto apoyaron a Cánovas y su proyecto de restaurar a los Borbones en el trono. Los alfonsinos no tardaron mucho en ver cumplidos sus anhelos. Primero Pavía disolvió las Cortes republicanas y, después, el general Martínez Campos dio un golpe en diciembre de 1874 que devolvió el poder al hijo de Isabel II. Alfonso XII retornó a la capital en 1875. Punto de control Sabías que... El Ensanche de Madrid afectó al territorio limitado por las actuales calles de Raimundo Fernández Villaverde por el norte, Francisco Silvela y Doctor Esquerdo por el este, y el ferrocarril de Atocha a Príncipe Pío por el sur. El mejor ejemplo de este Madrid de clases medias es el barrio de Salamanca, donde se ubicó la burguesía de negocios. 10 ¿En qué año se inauguró el Teatro Real? 11 ¿Cómo se denominó el plan que pretendía modernizar la capital? 12 ¿Cómo eran conocidos los partidarios de la restauración borbónica? 297 12 3 EL MADRID DE LA RESTAURACIÓN A El último tercio del siglo XIX Sabías que... Las palabras con las que una de sus principales promotoras, Concepción Arenal, presentó la Constructora Benéfica hicieron especial hincapié en que se trataba de «oponer a la Internacional del odio», clara alusión a la Asociación Internacional de Trabajadores, «la Internacional del amor y la caridad». Durante la Restauración, Madrid sufrió importantes transformaciones. La ciudad casi superó los 400 000 habitantes en el censo de 1877 y alcanzó los 540 000 al cerrar el siglo. Básicamente era una «ciudad de inmigrantes». En 1898 el 50,17 % de la población había nacido fuera de la Villa. Algunos procedían de la provincia de Madrid, pero la mayor parte venía de las provincias castellanas. En este contexto, en la ciudad nació definitivamente un fuerte núcleo organizado del movimiento obrero. Un grupo de tipógrafos fundó en 1879 el Partido Socialista Obrero Español. Hubo que esperar, no obstante, a la aparición del diario El Socialista, en 1886, para que el nuevo grupo político empezara a tener una cierta visibilidad en la vida madrileña. En adelante, el movimiento socialista se convirtió en la corriente principal del movimiento obrero de la capital. La burguesía madrileña, que tras los sobresaltos del sexenio democrático había optado por posturas claramente conservadoras, era cada vez más consciente de las duras condiciones de vida de las barriadas obreras y del consiguiente peligro revolucionario que podía traer esa situación. Por este motivo, las clases adineradas impulsaron instituciones de caridad como la Constructora Benéfica (1885). Madrid también atrajo irremediablemente a todos los que querían triunfar en la vida intelectual y en el mundo de las letras. Fue así durante todo el siglo xix, pero durante la Restauración esta tendencia se consolidó. Las tertulias en los cafés florecieron y se convirtieron en una inapreciable escuela en la que se entraba en contacto con las más diversas corrientes del pensamiento y del arte. En contraste con la capital, la provincia de Madrid era un territorio eminentemente agrícola que, pese a contar con el gran mercado de la Villa, no acababa de despegar y crear una agricultura productiva. En ese sentido, la provincia madrileña compartía con las demás del interior un claro atraso relativo en comparación con las provincias de la periferia: poca calidad de la mayor parte de los suelos, clima poco favorable, falta de instrucción del campesinado, falta de capital y de motivación. Punto de control Fig. 12.9 Pablo Iglesias, fundador del Partido Socialista Obrero Español. 13 ¿En qué contexto social nació el Partido Socialista Obrero Español? 14 A principios del siglo xx, ¿qué rasgos definían a Madrid desde el punto de vista económico, político y cultural? 298 B El primer tercio del siglo XX La ciudad de Madrid entró en el siglo xx con unos rasgos claramente configurados, que en el periodo 1900-1936 no hicieron más que confirmarse: era el centro financiero español, el centro político, lugar de residencia de los organismos medulares del Estado y centro vital en la toma de decisiones; y también el primer centro cultural del país. En el primer tercio del siglo la ciudad y la provincia de Madrid sufrieron una gran transformación. Madrid empezaba a tener rasgos de metrópoli, pero, a la vez, en los años treinta se podían encontrar elementos de otra época, que no correspondían a una sociedad plenamente industrial. El proceso de crisis de la ciudad vieja y artesanal, basada en los gremios y oficios, fue lento. El nacimiento de la nueva ciudad industrializada y organizada en clases diferenciadas avanzó titubeante. Sabías que... El crecimiento imparable de la capital hizo que su lógica evolución absorbiera los núcleos de población que la rodeaban hasta entonces. Chamartín de la Rosa, municipio tradicionalmente dedicado al cereal, olivo y vid, fue anexionado en 1948. Carabanchel Alto y Bajo sirvieron para que la nobleza madrileña construyera fincas de recreo en el siglo xviii y, en el xix, Barajas, Hortaleza, Canillas, Canillejas y la Alameda de Osuna, localidades al noroeste de la capital, se sumaron en 1950. Vallecas, Villa y Puente, se unieron en 1950. El Pardo, Fuencarral, Vicálvaro, y Villaverde, en 1951 y Aravaca se incorporó al distrito de Moncloa en 1954. Plano de Madrid y pueblos colindantes a principios del siglo xx. Aparecen los pueblos de Aravaca, Pardo, Pozuelo, Humera y Tetuán. Fig. 12.10 En el terreno demográfico, Madrid entró en un nuevo ciclo. Las tasas de mortalidad cayeron rápidamente. En 1905, 28 por mil, en 1930, algo menos de 18 por mil. Con la excepción de la brutal epidemia de gripe de 1918, conocida mundialmente como la gripe española, en Madrid se produjo una fuerte reducción de la mortalidad catastrófica. Comparando las tasas de natalidad y de mortalidad se puede entender el fuerte crecimiento demográfico del periodo. No obstante, el aumento de población no vino exclusivamente por el crecimiento vegetativo, sino que fue el mantenimiento y la intensificación de las corrientes inmigratorias los que influyeron en los datos totales de población. El crecimiento geográfico de la ciudad fue siguiendo las vías de comunicación radiales, absorbiendo a lo largo del siglo núcleos de población que habían estado hasta entonces separados de Madrid: los Carabancheles, Chamartín de la Rosa, Vallecas, Vicálvaro, Canillejas y Fuencarral. 299 12 En aquella ciudad del primer tercio del siglo xx se aceleró un proceso típico de las urbes industrializadas, la diferenciación y segregación social del espacio urbano. En el núcleo central de la ciudad empezaron a aparecer, claramente delimitados, los barrios de las clases más acomodadas, como Centro, Congreso, Buenavista, Hospicio y Palacio, y otros con una extracción social más proletaria, como Universidad, Chamberí, Latina, Hospital e Inclusa. El caos urbanístico, fruto de la falta de planeamiento, repercutió inmediatamente en la especulación del suelo y en el consiguiente alto coste de la vivienda. Hubo que esperar a los años veinte para que aparecieran los primeros intentos de un plan general urbanístico para Madrid (1922). El informe significó una importante aportación teórica a la cuestión del urbanismo, pero no tuvo ninguna concreción práctica. Sabías que... Zuazo fue uno de los arquitectos racionalistas más importantes de su generación. Entre sus obras arquitectónicas más destacadas se encuentra la Casa de las Flores y los Nuevos Ministerios, en Madrid. En 1930 fue elegido el proyecto urbanístico firmado por Secundino Zuazo y el profesor alemán Jansen, basado en dos premisas: Madrid como capital del Estado y principal nudo de comunicaciones. Las convulsiones políticas de los años treinta, la crisis económica y, finalmente, la Guerra Civil, terminaron por imposibilitar su desarrollo. Pese a que no se llegó a aplicar el Plan Zuazo-Jansen, los años veinte fueron años de prosperidad y desarrollo en la ciudad. La dictadura de Primo de Rivera coincidió con un periodo de bonanza económica internacional que tuvo un importante reflejo en España y en Madrid. Este dinamismo económico de los años veinte dejó marcas importantes en la ciudad. Las más importantes fueron la conclusión de la Gran Vía, el proyecto de urbanismo moderno de Arturo Soria en la Ciudad Lineal y la extensión del ferrocarril metropolitano, cuyo primer tramo (Sol-Cuatro Caminos) se había inaugurado en 1919. Fig. 12.11 La Puerta del Sol se convirtió en el centro neurálgico de la capital. Imagen de principios del siglo xx. Punto de control 15 ¿Cómo fue conocida la gripe de 1918? 16 ¿Cómo se llamó el plan para la mejora urbanística de Madrid? 300 FOCUS el Historiador y las Fuentes HistÓricas: los FusilaMientos del 3 de Mayo Si algo permite estudiar los distintos hechos históricos es el acceso a las fuentes de información. Todo historiador debe localizar, analizar y valorar críticamente las diferentes fuentes de documentación históricas. Para entender a qué se refiere el término fuentes de información, se puede trabajar el momento histórico de la revuelta del 2 de Mayo y su terrible desenlace con los fusilamientos del día 3. Una fuente directa sobre estos hechos sería, por ejemplo, el bando del alcalde de Móstoles, ante los terribles hechos acaecidos el día anterior en Madrid, un texto histórico de primera mano para analizar los acontecimientos. Por otro lado, la literatura también ofrece más información. El Episodio Nacional de Galdós titulado El 19 de marzo y el 2 de Mayo, describe los sucesos del día 2, aunque se debe valorar que el texto es una recreación literaria de un hecho histórico. También la cartografía es muy útil a los historiadores para ubicar los hechos en su lugar y su evolución sobre el terreno. Al referirse a un hecho muy concreto y 12 localizado como éste, se puede centrar en un plano del Madrid de la época. En este caso, existe una fuente cuya consulta resulta imprescindible por su relevancia: las pinturas de Goya permiten revivir la época con las imágenes de sus protagonistas. Al cuadro más famoso de Goya referente a este terrible hecho, Los fusilamientos del 3 de Mayo, se le pueden sumar otros con similar temática: La carga de los mamelucos y la serie de aguafuertes, Los desastres de la guerra, con la ocupación francesa como tema central. A estas fuentes se suman otras: fuentes sonoras, imágenes y vídeos, las canciones populares o los relatos orales, que refuerzan el tema a estudiar. En los museos, los archivos y bibliotecas o en Internet, el investigador puede encontrar datos y referencias que complementan las fuentes históricas principales. En conclusión, has podido comprobar que sobre un mismo hecho, el historiador tiene a su disposición un variado tipo de fuentes, todas ellas válidas para realizar su trabajo. El historiador aborda un trabajo complejo, riguroso y constante, pero recompensado por su objetivo: conocer los entresijos de la historia. Cementero General del Norte Cárcel de mujeres Montaña de Príncipe Pío Senado Universidad Central Congreso Diputados Teatro Español Plaza de España Banco de España Casa de fieras Museo del Prado Palacio Fernán Nuñez Corrala Parque del Retiro Puerta de Toledo Casino de la Reina Madrid a comienzos del siglo xIx. 301 12 4 el Madrid de la ii repúBlica y la guerra ciVil El 12 de abril de 1931 se celebraron elecciones municipales en toda España. Fueron las últimas que tuvieron lugar bajo el reinado de Alfonso XIII. Las elecciones municipales no significaron un mero cambio en los ayuntamientos, sino que se convirtieron en un plebiscito sobre el tipo de estado: monarquía o república. A Sabías que... La casa de Campo, situada en el corazón de la ciudad, estuvo vinculada desde sus orígenes con el Palacio Real, dada su cercanía. Era un área de caza exclusiva de la realeza, hasta que la llegada de la II República la puso a disposición de todos los madrileños. En la actualidad, sus terrenos albergan el Parque de Atracciones y el Zoo. la segunda repúBlica La evidencia del resultado en su contra hizo que el rey Alfonso XIII decidiera abandonar el país. Se daba el primer paso para el advenimiento de la II República. En la capital, los manifestantes ocuparon las calles del centro de la ciudad. La bandera republicana fue colocada en el balcón del Ministerio de Gobernación, en la Casa de Correos de la puerta del Sol: la República había sido proclamada. Al igual que en la mayor parte de las ciudades españolas, la conjunción republicano-socialista venció en los comicios del 12 de abril de 1931. La nueva corporación municipal eligió alcalde al abogado Pedro Rico, representante de Acción Republicana, el partido de Manuel Azaña (Figura 12.12). En las elecciones de junio de 1931, la conjunción republicano-socialista triunfó holgadamente. En noviembre de 1933, en unas elecciones en las que a nivel nacional triunfó la derecha, en Madrid volvió a triunfar la izquierda. El corto periodo republicano no aportó grandes cambios a la fisonomía de Madrid. Las dificultades económicas y la inestabilidad política no favorecieron las reformas de la ciudad. Durante este periodo se continuó la construcción de la Ciudad Universitaria, que se había comenzado en 1928. El periodo en el que Indalecio Prieto ejerció el cargo de Ministro de Obras Públicas (1931-1933) fue el más rico en innovaciones urbanísticas: • El plan de prolongación del paseo de la Castellana y el inicio de la construcción de un conjunto administrativo sobre lo que habían sido los terrenos del antiguo hipódromo: los Nuevos Ministerios. • El establecimiento de los enlaces ferroviarios entre el norte y la estación Sur, la actual estación de Atocha. El estallido de la Guerra Civil en 1936 no sólo fracturó brutalmente la sociedad madrileña, sino que trajo la destrucción a toda la región. Fig. 12.12 302 Mitin de Azaña, uno de los grandes políticos de la II República. B La Guerra Civil El golpe militar de julio de 1936 fracasó en Madrid. El 19 de julio, el general Fanjul, designado por los conspiradores para dirigir la sublevación, entró vestido de civil en el cuartel de la Montaña. Fanjul se atrincheró en el cuartel a la espera de refuerzos. La espera fue en vano; ante esta situación, Fanjul sólo resistió unas horas, hasta que fue apresado. La toma de Madrid se convirtió en el gran objetivo de los sublevados. Conquistar la capital significaba poner fin a la guerra y tomar el poder en el país. El primer asalto lo protagonizaron las tropas del general Mola. Las milicias populares, organizadas en el Madrid republicano, consiguieron frenar en la sierra el avance de los nacionales. El frente se estabilizó en el norte de la comunidad. Mientras tanto, el ejército de Marruecos se dirigió a toda velocidad hacia Madrid. Las tropas, encabezadas por el general Varela, llegaron a las afueras de la capital el 18 de octubre de 1936. El 6 de noviembre, el gobierno de la República se trasladó a Valencia, dejando la defensa de la ciudad en manos de la Junta de Defensa de Madrid, dirigida por el general Miaja. Todo parecía indicar que la ciudad iba a ser ocupada fácilmente, pero la resistencia del Ejército Popular y el refuerzo decisivo de las Brigadas Internacionales, detuvo el asalto. Tras este fracaso en el avance militar, se cambió de táctica, renunciando al ataque frontal para tratar de cercar Madrid. El año 1937 fue testigo de duras batallas en torno a la ciudad. La batalla del Jarama, una de las más encarnizadas de la guerra, permitió a los nacionales tomar Vaciamadrid, aunque no consiguieron su objetivo de cortar la carretera de Valencia, que comunicaba al gobierno con la capital. El general Miaja dirigió la defensa republicana de Madrid. Fig. 12.13 Bajo duras condiciones climatológicas, la batalla de Guadalajara fue el último intento para tomar Madrid. Pero, aun contando con la participación de tropas italianas, el asalto a la ciudad terminó fracasando. En adelante, Franco concentró sus esfuerzos militares en el frente Norte. A partir de ahí, el hambre, la escasez y las derrotas republicanas fueron rebajando la moral de la población. Tras la caída de Cataluña, Madrid fue el escenario de la fase final de la guerra: el 5 de marzo de 1939 estalló lo que se denominó «la guerra civil dentro de la guerra civil». El golpe del coronel Casado contra los comunistas aceleró el final del conflicto. Las tropas del general Franco entraron en Madrid el 28 de marzo de 1939. Punto de control 17 ¿Qué ocurrió en Madrid en el momento del golpe militar de 1936? 303 12 5 El Madrid del Franquismo A La larga posguerra Tras la guerra, la región se hallaba desgastada por el largo conflicto, la escasez y la penuria, que afectaban a la mayor parte de la población. Fue la época de las cartillas de racionamiento y el estraperlo. Por otro lado, la sociedad madrileña sufrió un claro proceso de polarización: • Clases trabajadoras, en general «los vencidos», que tuvieron que sobrevivir bajo la penuria económica, la exclusión social y la persecución. • Clases medias, también afectadas por la dura situación económica, pero más conectadas con los valores tradicionales en los que se basaba el nuevo régimen. Dentro de este grupo, una minoría se enriqueció rápidamente por su vinculación directa con los vencedores en la contienda. Sabías que... En la posguerra el término estraperlista se aplicaba a aquellas personas que se dedicaban al mercado negro, a la reventa de productos de primera necesidad en la época del racionamiento y las cartillas. Pasó a la historia como sinónimo de negocio ilegal, con altos rendimientos para las personas que lo ejercieron a gran escala. Los años cincuenta fueron años de transición para Madrid y para España. Sin disfrutar de ninguna liberalización política, tuvo lugar el tránsito de la dura posguerra, de los años del hambre. En los años cincuenta, siempre bajo la tutela del Instituto Nacional de Industria (INI), múltiples industrias del sector de automoción, electrodomésticos o maquinaria empezaron a asentarse en la periferia madrileña. Se sentaban las bases de la posterior expansión industrial de los años sesenta. Madrid iniciaba un cambio radical en su estructura económica. El proceso que había comenzado en el primer tercio del siglo xx culminaba en este periodo. Madrid se convirtió en una región plenamente industrializada. Las industrias encontraban mano de obra abundante y barata. La población de la provincia fue aumentando en los años cuarenta y cincuenta, pasando de poco más de un millón y medio de habitantes al acabar la contienda civil, a 2 600 000 en 1960. Este crecimiento demográfico dio lugar a un caótico crecimiento urbano. Una cifra ilustra plenamente las insuficiencias del desarrollo urbano madrileño. En 1956 existían en la ciudad y en sus alrededores más de 50 000 chabolas. A ello se unía, en el centro de la ciudad y en sus barrios periféricos, problemas de infravivienda, hacinamiento y realquiler. Fig. 12.14 304 En los años sesenta, el comienzo del desarrollo económico español provocaba los primeros atascos en Madrid. B Sabías que... Los años del desarrollo A partir del Plan de Estabilización de 1959, el gobierno de Franco inició una nueva política económica que permitió un importante desarrollo del país. Fue lo que se denominó el milagro español, un milagro que tuvo especial repercusión en Madrid. El Plan de Estabilización de 1959 permitió la modernización de la economía española después de décadas de aislamiento y una dura posguerra. Durante los años sesenta Madrid se convirtió en una de las principales zonas industriales del país. La industria que se instaló en la región correspondía a ramas modernas y no demasiado contaminantes. El metal, las químicas y la electrónica fueron las industrias predominantes. Madrid absorbió en aquel periodo un cuarto del total de la inversión exterior. Algunos datos muestran la magnitud del crecimiento en el periodo 19601975: el consumo de energía primaria se multiplicó por 3,5 y el consumo de cemento por cuatro. Lo que aún es más espectacular, el parque de vehículos pasó de 144 800 en 1960 a los 1 113 882 de 1975. El sector servicios también creció espectacularmente. Madrid se convirtió en el mayor centro productor y exportador de servicios, concentrando las funciones administrativas, financieras, de información y de toma de decisiones. Con este fulgurante desarrollo, la capital acentuó su papel de centro político-económico del país. Sabías que... El SEAT 600 fue un icono de la clase media española de la época, que no podía acceder a comprar vehículos de mayores prestaciones. El primer 600 que se puso a la venta en España costaba alrededor de 73 000 pesetas, lo que equivaldría a 438 € actuales. El crecimiento madrileño resulta especialmente evidente si se compara con el de las demás regiones españolas. En 1960, en Madrid vivía el 8,4 % de la población española y la región producía el 11,7 % del valor añadido bruto nacional. En 1975, Madrid reunía al 12,1 % de la población y el 15,8 % de la producción. Paralelamente al crecimiento industrial tuvo lugar un fuerte fenómeno de inmigración. El resultado fue un crecimiento espectacular de viviendas. De 670 000 en 1960 se pasó a 1 712 000 en 1981. El boom inmobiliario se basó en la construcción de promoción privada y originó fuertes desequilibrios. La sociedad madrileña duplicó su poder adquisitivo per capita en estos quince años, 1960-1975, y se integró plenamente en la sociedad de consumo. La nueva sociedad que había nacido de la modernización económica no encajaba en una dictadura que se mantenía inamovible en su política y en sus valores. La modernización social y económica trajo consigo la inmediata demanda de cambios políticos. Punto de control 18 ¿Qué elementos favorecieron el boom inmobiliario de los años sesenta? 19 ¿Qué consecuencias sociales tuvo el crecimiento económico de la época? El 600 se convirtió en el símbolo del desarrollo económico del país en los años sesenta. Fig. 12.15 305 12 En 1956 aparecieron los primeros movimientos de protesta en la Universidad madrileña. Las clases medias, los hijos de los vencedores, empezaban a incorporarse a la oposición a la dictadura. La revolución en las costumbres, motivada por el crecimiento económico, provocó la laicización de la vida cotidiana y una creciente oposición a la dictadura. El encorsetamiento cultural y la cerrazón política del franquismo chocaban frontalmente con las aspiraciones de la sociedad. Esta realidad se puso de manifiesto con la incorporación de sectores de las clases medias a la oposición democrática. En la segunda mitad de los sesenta, la protesta universitaria se generalizó y se prolongó de forma continua hasta la muerte de Franco, con huelgas, encierros y manifestaciones. Fig. 12.16 CC.OO. se convirtió en uno de los primeros focos de protesta contra el franquismo. Sabías que... En 1972, los principales dirigentes de Comisiones Obreras fueron detenidos en una residencia de religiosos en Pozuelo de Alarcón. Estas detenciones dieron lugar al que se vino a conocer como Proceso 1 0 01. El intento de la dictadura de descabezar al movimiento obrero se volvió en su contra. Las manifestaciones pidiendo la libertad de los procesados impulsaron un movimiento obrero que, de una forma ya evidente, pedía el fin de la dictadura. Otro importante frente de oposición al régimen fueron las Asociaciones de Vecinos, que proliferaron por los barrios madrileños reclamando la mejora de la calidad de vida en las barriadas. También el movimiento obrero, inutilizado por la represión franquista, comenzó a reorganizarse lentamente. El desarrollo económico y la industrialización propiciaron el nacimiento de un renovado movimiento ligado a una nueva organización, Comisiones Obreras (CC.OO.) (Figura 12.16). Las huelgas de los años 1960-1962 significaron un importante salto hacia delante en la lucha sindical; las Comisiones Obreras se fueron extendiendo por las fábricas madrileñas. A partir de 1967, el movimiento huelguista se intensificó, en muchos casos con la colaboración de un clero que había pasado a oponerse a la dictadura. Las crecientes protestas acompañaron la decadencia física de Franco. Tras su muerte, el 20 de noviembre de 1975, España y Madrid se abrían a un nuevo periodo de esperanza: el camino hacia la democracia. Punto de control 20 ¿Qué plan hizo posible el llamado milagro español? 21 ¿Cómo se conoce el proceso que se inició contra los dirigentes de CC.OO.? 306 6 Madrid en la España democrática Como el resto de España, Madrid entró en la transición democrática en un ambiente en el que convivían la esperanza en un cambio político que trajera las ansiadas libertades políticas y la angustia económica. La crisis mundial del petróleo, iniciada en 1973, golpeó de forma importante la economía madrileña abriendo un duro proceso de reconversión industrial que hizo desaparecer gran parte del tejido industrial de la región. El principal efecto fue la destrucción de empleo. Entre 1975 y 1984 se perdieron más de 200 000 empleos en la región. La crisis económica y la inestabilidad política de la transición propiciaron la aparición de importantes movimientos de protesta social. En enero de 1976 Madrid vivió el mayor movimiento huelguístico desde el fin de la Guerra Civil. En este contexto de dificultades económicas el proceso de transición democrática dio sus pasos decisivos. La Constitución de 1978 creó una nueva organización político-administrativa: el estado de las Autonomías. En este contexto, Madrid se convirtió rápidamente en un problema: ¿dónde ubicar la provincia en el nuevo mapa político español de autonomías? Finalmente, se tomo la decisión de convertir la provincia en una Comunidad Autónoma más. Se creó una comisión redactora del Estatuto de Autonomía, que finalizó sus trabajos en 1983. La Provincia de Madrid se constituyó como Comunidad Autónoma, con la denominación de Comunidad de Madrid. Bandera de la Comunidad de Madrid. Fig. 12.17 La comunidad tiene competencias políticas sobre aspectos claves de la vida de sus ciudadanos: el sistema sanitario, el educativo, medio ambiente, transportes, consumo, etcétera. La Comunidad de Madrid cuenta con las siguientes instituciones esenciales: • La Asamblea de Madrid, elegida por el cuerpo electoral madrileño. Es el órgano que ejerce la potestad legislativa, aprueba y controla el Presupuesto, impulsa, orienta y controla la acción del Gobierno. • La Presidencia de la Comunidad, elegida por la Asamblea de Madrid. El presidente dirige el Consejo de Gobierno, órgano ejecutivo en la Comunidad formado por diversos Consejeros (Presidencia, Hacienda, Sanidad y Consumo, Educación, Transportes e Infraestructuras…). • El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma de Madrid, órgano judicial principal en el ámbito territorial madrileño. Sabías que... La Comunidad ha protagonizado un espectacular desarrollo que ha durado más de diez años y que la ha colocado a la cabeza de las comunidades españolas. En las primeras elecciones autonómicas el Partido Socialista se hizo con la mayoría absoluta y Joaquín Leguina fue elegido Presidente de la Comunidad Autónoma. Posteriormente, la Presidencia ha sido ocupada por Alberto RuizGallardón y, desde 2003, por Esperanza Aguirre, ambos del PP. 307 12 ACTIVIDADES FINALES REPASO, REFUERZO Y AMPLIACIÓN 1 Los Tratados de Utrech y de Rastadt (1713-1714) suponen la llegada a España y el reconocimiento como soberano del rey: a) Fernando IV b) Felipe V c) Carlos III 2 ¿Cuál de los siguientes edificios está situado en lo que, desde el origen de la ciudad hasta su incendio, era el antiguo Alcázar? a) Palacio Real c) Convento de las Salesas b) Teatro Real 3 Con Carlos III, la ciudad de Madrid pasó a ser el centro de la vida política y cultural del país. Indica tres hechos, actuaciones o monumentos por los cuales se considere a este rey como el mejor alcalde de Madrid. a) 1 de mayo de 1809 c) 2 de mayo de 1808 b) 2 de mayo de 1813 d) 2 de mayo de 2008 9 Acabada la guerra y vuelto el rey al trono, declara por decreto sin valor la Constitución de Cádiz de 1812. Fernando VII retoma poderes absolutistas hasta que es obligado a jurar la constitución tras el levantamiento del entonces teniente coronel: a) Godoy b) Prim c) Riego 4 ¿Qué es un censo? El primer censo a nivel nacional se realizó en 1768. Los otros censos importantes de esta época fueron los de: 10 Este periodo de vuelta a la Constitución de 1812 se termina con la intervención de tropas extranjeras en apoyo del monarca, son los conocidos como: a) Godoy c) Floridablanca a) Mil hijos de San José c) Cien hijos de San Luis b) Jovellanos d) Campomanes b) Cien mil hijos de San Luis 5 En la sociedad estamental del antiguo régimen las clases sociales estaban claramente diferenciadas. Dentro del tercer estado, donde se encontraba la mayor parte de la población, las clases medias urbanas ¿a qué actividades se dedicaban principalmente? Si existía algún tipo de asociación, ¿cómo se denominaba a ésta y qué derechos suponía para sus asociados? 11 Con la regencia de Maria Cristina y la mayoría de edad de Isabel II se acometen reformas en la ciudad de Madrid y aparecen edificios importantes, indica cuáles de ellos: 6 El motín de Esquilache mostró claramente cómo una revuelta popular puede ser un detonante de demandas políticas. ¿Quién era Esquilache? ¿Por qué se produjo? ¿Cómo se terminó? 12 Después de múltiples cambios en el gobierno, con la restauración de Alfonso XII, Madrid se encuentra en un momento de enfrentamiento de dos posturas: las de la burguesía y las del movimiento obrero. Cuáles eran básicamente estas posturas. 7 Entre qué dos regentes se dirimían las disputas por el trono cuando tuvo lugar la invasión francesa que dio lugar a la Guerra de la Independencia. a) Carlos III y Carlos IV c) Carlos III y Fernando VII 308 8 La guerra de la Independencia tuvo un hecho destacado en una fecha que ha pasado a los libros de Historia como un levantamiento popular frente al ejército ocupante. Cuál es la fecha, que además quedó plasmada en un cuadro de Goya y en los episodios nacionales de Galdós: b) Carlos IV y Fernando VII a) La Bolsa de Madrid c) El Teatro Real b) El Palacio Real d) El Ateneo 13 El primer tercio del siglo xx ve surgir una gran urbe de la antigua ciudad decimonónica. Cuáles serían los rasgos de esta transformación. 14 Con la llegada de la segunda república en abril de 1931, Madrid pasa a disfrutar de un nuevo espacio público que anteriormente sólo disfrutaba la realeza: INVESTIGACIÓN a) El Monte del Pardo c) La Plaza Mayor El 11 de septiembre de 2001 los habitantes de Nueva York despertaron aterrorizados por las imágenes que veían en sus televisores: los dos impactos de aviones contra las Torres Gemelas. b) La Casa de Campo d) La Puerta del Sol 15 Con el golpe militar de 1936, Madrid sufre una guerra que llega a sus puertas y después padece el acoso durante lo que resta de contienda civil. Cómo vive el pueblo de Madrid estas circunstancias. 16 Completa la siguiente frase: El Plan de Estabilización del año…… dará paso a una etapa de crecimiento sostenido muy importante para la ciudad de Madrid, son los llamados años del………………. El madrileño, al igual que el resto de españoles, ansía dejar atrás las privaciones y se lanza a una sociedad de consumo con una creciente clase media con deseos de un…………………. y la……………………. en propiedad. 17 Completa la siguiente frase: Los movimientos de protesta y la revolución de las costumbres de los años sesenta y setenta, tuvo su reflejo urbano en la consolidación de las …………………………………………que se constituyen en Federación. 18 La muerte del dictador y la transición democrática suponen para los madrileños momentos de ilusión política, pero a nivel económico pronto plantean un reto difícil de afrontar: a) La desmilitarización c) La industrialización b) La reconversión industrial 19 El proceso de terciarización de la ciudad del siglo XXI supone para Madrid un despegue económico caracterizado por: Proceso de terciarización el terrorisMo del siglo XXi El 11 de marzo de 2004 un tren explotaba en la madrileña estación de Atocha. Nadie podía adivinar que así comenzó lo que se convertiría en el mayor atentado terrorista cometido en España. Tras la explosión de Atocha estallaron cuatro bombas más en los trenes de la línea de Cercanías de Madrid. En total murieron 191 personas y 1 700 resultaron heridas. El 7 de julio de 2005, Londres viviría una jornada negra como antes había sucedido en Nueva York y Madrid, cuatro bombas hacían explosión en el metro y en un autobús urbano, provocando 57 muertos y cerca de 700 heridos. La ciudad quedó paralizada hasta que se pudo determinar el alcance del ataque terrorista. Busca en Internet información sobre los tres atentados descritos anteriormente. A continuación analiza la información recopilada y responde a las siguientes cuestiones: a) ¿Qué similitudes existen entre los tres atentados? b) ¿Quiénes fueron los autores materiales de los atentados? c) ¿Qué reacciones provocaron? Para resolver esta actividad de investigación podéis organizaros en grupos de 3 alumnos. Cada uno puede ocuparse de la documentación de uno de los atentados. Podéis presentar vuestras respuestas y conclusiones en el aula. 309 12 REPORTAJE la coMunidad de Madrid en el siglo XXi En el año 2007 la población de la Comunidad de Madrid había superado los seis millones de habitantes. En 1998 el número de madrileños empadronados ascendía a 5 091 336. La inmigración explica este espectacular fenómeno. En el año 2007, uno de cada seis madrileños no es español. En esa fecha vivían más de un millón de extranjeros en la región. La población madrileña no sólo es más variada, sino también más vieja. La edad media de los habitantes de la capital, en el año 2005, era de 42 años. Los madrileños viven más tiempo que la mayoría de los españoles. Madrid es la región española cuyas mujeres tienen la más alta esperanza de vida: 83,36 años. La inmigración ha provocado en el inicio del siglo xxi un ligero repunte en la tasa de natalidad. Este incremento del número de nacimientos, sin embargo, no ha sido suficiente para invertir el proceso de envejecimiento. En contra de algunos tópicos más o menos extendidos, la presencia de inmigrantes es claramente positiva para Madrid. En el año 2005, el trabajo de la población inmigrante aportó el 10 % del producto interior bruto regional, unos 14 300 millones de euros. Terminal cuatro del aereopuerto de Madrid-Barajas. 310 La sociedad madrileña destaca por su diversidad cultural. Vestíbulo de la Estación de Atocha. (Madrid). La Comunidad de Madrid es una de las regiones más avanzadas económicamente de España. Madrid ha entrado en el siglo xxi con un crecimiento económico superior a la media nacional. La tasa de paro es inferior, de hecho en lo que se refiere a la población masculina se está próximos al pleno empleo; y la economía madrileña está muy terciarizada, abierta al exterior y cuenta con una elevada inversión en investigación y desarrollo. Este desarrollo económico también se sustenta en una compleja red de transportes. Madrid es el nodo principal de la red viaria y ferroviaria española, ha desarrollado una tupida red de transporte terrestre público y privado (metro, trenes de cercanías y larga distancia, red de carreteras…), y tiene una importante infraestructura de transporte aéreo, en la que destaca uno de los mayores aeropuertos del mundo: el de Madrid-Barajas. La Red del Ferrocarril Metropolitano de Madrid ocupaba el cuarto puesto mundial, sólo detrás de ciudades como Nueva York, Londres y Tokio. Se estima que, de aplicarse todos los planes de expansión ya acordados, la red madrileña superará en pocos años a la de Tokio y Londres. IFEMA (Madrid). 311