En la revista Motociclismo Clásico, enero 2O13
Transcripción
En la revista Motociclismo Clásico, enero 2O13
LA MESTIZA de CRO Eclecticismo y mezcolanza caracterizan a esta máquina, que está a mitad de camino entre una CafE-Racer, un bobber y una moto de película futurista de los 80. Texto y fotos: Ángel de la Maza CRO / L A M E S T I Z A L a pregunta es. ¿Por qué La Mestiza? Por la base española, el motor japonés y la transformación castiza (hand made in Madrid, uno de los lemas del CRO). Teniendo en cuenta que esta moto perteneció a la Policía Nacional, en una época que aún iban de marrón –de ahí el nombre de madera–, en la actualidad su apariencia es algo más “gamberra” que entonces (incluso en cuanto a efectos legales se refiere), bien podían haberla denominado “La Corrupta”, término muy familiar para nosotros hoy en día. Estaría muy gracioso y no sería de extrañar en los tiempos que corren, que algún día el dueño de este artefacto fuera parado por dicho cuerpo en la carretera. CRO apostó por dejar el depósito original cepillado y barnizado como símbolo inequívoco de identidad; para ellos era un reto que a sus manos llegara una máquina nacional de cuatro tiempos, y querían que quedara claro a primera vista que se trataba de una Sanglas, un Sanglón como dice Jaime, miembro del CRO. Esta 400Y es la primera de una “mini saga” de dos (tienen otra entre manos procedente de Lugo) y no les importa- “querían que quedara claro a primera vista que se trataba de una Sanglas, un Sanglón como dice Jaime, miembro del CRO.” 46 48 ría que fueran más, ya que según ellos, es una clásica relativamente fiable para modificar y usar a diario al estilo de las Yamaha SR, modelo de sobra conocido por CRO, ya que tienen varias en su haber (actualmente están enfrascados con otras dos). Como plus al diseño de esta moto, está el arte realizado en el depósito por el artista Antonio Merino, ya un habitual en los acabados de la marca, sin duda este binomio resulta cuanto menos efectivo y no hay más que verlos juntos trabajando o más bien disfrutando de su trabajo en el taller. Entre las modificaciones se pueden destacar los testigos integrados en la tija superior, el sistema eléctrico simplificado, los neumáticos Avon Mk2, el subchasis modificado, los semimanillares o las estriberas retrasadas artesanales, son algunos de los detalles que podemos encontrar diferentes en esta Sanglas con respecto al modelo de origen. Los estribos traseros son un detalle significativo y distinguido en esta moto; en CRO no tienen reparo en admitir que dicha solución 49 47 CRO / L A M E S T I Z A 48 48 viene cedida por Daniel Crespo de “Devil Inside”, reconocido constructor leonés y buen amigo de Toño y de Fede. El noventa por ciento de las piezas de origen que mantiene son completamente nuevas, a estrenar, ya que su dueño, cuando encargó la transformación, acompañó la moto con un buen cajón lleno de piezas de la época: encendido piraña (distribuidos en España en su día por Power House), piñas Motoplat (deliciosas con sus colorines), bombas de freno (de- lantera y trasera), kit de transmisión, ejes, rectificador, llantas, filtros y un largo etc. de piezas y componentes de los que pudieron disfrutar sacándolos de sus cajas originales aún precintadas. En cuanto a las tripas de su propulsor nipón, ya utilizado anteriormente por Yamaha en su modelo XS 400, podemos decir que se repasó y rectificó aumentando un poco su cilindrada; en cuanto a la cosmética del mismo, se mezcló pintura anticalórica negra para el cilindro y la tapa del cambio y pulido a mate y envejecido para el resto (culata, cárteres, etc.). También anticalórica, pero en este caso en color blanco, se utilizó para los colectores de escape. En cuanto a la salida de gases, unos escupe guisantes cortitos le dan un aspecto agresivo más que interesante. En CRO están muy satisfechos con el resultado, ya que, a pesar de que reconocen que La Mestiza no es la moto más operativa que han construido, si piensan que es una de las más bonitas y resulta bastante divertida de conducir. Esperamos que a vosotros también disfrutéis de ella. 49 49