wolfredo wildpret de la torre - Antonio García Gallo
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wolfredo wildpret de la torre - Antonio García Gallo
Homenaje al Prof. Dr. WOLFREDO WILDPRET DE LA TORRE Los olmos de La Laguna Antonio García Gallo, Israel Pérez Vargas & Francesco Salomone Suárez INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS LA LAGUNA - TENERIFE 2009 Homenaje al Prof. Dr. WOLFREDO WILDPRET DE LA TORRE Esperanza Beltrán Tejera, Julio Afonso-Carrillo, Antonio García Gallo & Octavio Rodríguez Delgado (Editores) INSTITUTO DE ESTUDIOS CANARIOS LA LAGUNA - TENERIFE 2009 Serie MONOGRAFÍA LXXVIII Esta edición ha contado con el patrocinio de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, el Área de Sanidad y Relaciones con la ULL del Cabildo de Tenerife, la Fundación Canaria Salud y Sanidad, el Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna, la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna, la Obra Social y Cultural de CajaCanarias, el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia de Tenerife, la Cooperativa Farmacéutica de Tenerife (cofarte) y el Colegio Oficial de Biólogos de Canarias. © 2009, los autores de los capítulos contenidos en el libro © De esta edición: 2009, Instituto de Estudios Canarios c/ Bencomo, 32, Apartado de correos 498 38201 La Laguna (Santa Cruz de Tenerife) Imprime: Gráficas Sabater Maquetación: Cande da Silva Diseño de la cubierta del libro: Víctor M. Gómez Reneses Elaboración, diseño y desarrollo multimedia: Ahora, S.L., Omar Quino Zoncu, Ruymán Gil García & Guillermo Pozo Cabeza ISBN: 978-84-88366-82-5 Depósito Legal: Ilustración de la cubierta y DVD: W. Wildpret de la Torre (archivo de O. Rodríguez Delgado) Ilustración de la contracubierta: El Drago de Icod de los Vinos a comienzos del siglo xx (foto tomada por Burchard, 1911) Modo de citación: Libro completo: Beltrán Tejera, E., J. Afonso-Carrillo, A. García Gallo & O. Rodríguez Delgado (Eds.), 2009. Homenaje al Profesor Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna (Tenerife. Islas Canarias). Monografía LXXVIII. 872 pp. ISBN: 978-84-88366-82-5 Un capítulo: Nezadal, W. & W. Welss, 2009. Aportaciones al conocimiento del bosque termófilo en el noroeste de Tenerife (Islas Canarias). In Beltrán Tejera, E., J. Afonso-Carrillo, A. García Gallo & O.Rodríguez Delgado (Eds.): Homenaje al Profesor Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna (Tenerife. Islas Canarias). Monografía LXXVIII. pp.229-244. ISBN: 978-84-88366-82-5 El DVD: Beltrán Tejera, E., 2009. Semblanza de un botánico comprometido con su tiempo. Profesor Wolfredo Wildpret de la Torre. Documentación anexa. DVD. In Beltrán Tejera, E., J. Afonso-Carrillo, A. García Gallo & O. Rodríguez Delgado (Eds.): Homenaje al Profesor Wolfredo Wildpret de la Torre. Instituto de Estudios Canarios. La Laguna (Tenerife. Islas Canarias). Monografía LXXVIII. ISBN: 978-84-88366-82-5 Todos los derechos reservados. Esta publicación (escrita y digitalizada en el DVD) no puede ser reproducida, ni todo ni en parte, ni registrada en –o transmitida por– un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, magnético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso previo por escrito de los titulares del “copyright”. Los olmos de La Laguna Antonio García Gallo1, Israel Pérez Vargas1 & Francesco Salomone Suárez2 Dpto. de Biología Vegetal (Botánica). Facultad de Farmacia. Universidad de La Laguna. 38071 La Laguna, Tenerife. Islas Canarias. España. [email protected] 2 Unidad de Parques y Jardines. Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. C/ Santiago Cuadrado nº 6. 38201 La Laguna. Tenerife. Islas Canarias. España 1 Abstract: This paper reviews the history about the presence of elm trees on the island of Tenerife, which are circumscribed by what we know the city of La Laguna. The most abundant species and traditionally cultivated since the nineteenth century, is Ulmus minor Mill. Very recent introductions, we proceeded to identify, have increased the list to three other species: Ulmus pumila L., Ulmus thomasii Sarg. and Ulmus x hollandica Mill. Key words: Elm trees, gardening plants, La Laguna, Canary Islands. Resumen: En este trabajo se realiza una revisión histórica acerca de la presencia de olmos en la isla de Tenerife, los cuales se encuentran circunscritos, por lo que conocemos, a la ciudad de La Laguna. La especie más abundante y tradicionalmente cultivada desde el siglo XIX, es Ulmus minor Mill. Introducciones muy recientes, que hemos procedido a identificar, han incrementado el catálogo a otras tres especies: Ulmus pumila L., Ulmus thomasii Sarg. y Ulmus x hollandica Mill. Palabras clave: Olmos, plantas ornamentales, La Laguna, Islas Canarias. Introducción El género Ulmus L. (Ulmaceae), comprende entre 20 y 40 especies, según los autores, nativas de regiones templadas del hemisferio norte de Europa y América, hasta el norte de México y Asia. Los olmos son, en su mayoría, árboles de hoja caduca, los cuales, según López Lillo en SÁNCHEZ (coord.) (2002), «… no son propiamente forestales ya que generalmente en la naturaleza aparecen aislados o en pequeños grupos en el fondo de los valles». Comenta este autor además, que la importancia de su madera en otras épocas, ha propiciado numerosas plantaciones artificiales de las diferentes especies, las cuales presentan una gran variabilidad morfológica y fácil tendencia a la hibridación. Pueden vivir en formaciones con otras especies de árboles. Crecen con rapidez, especialmente en sus etapas juveniles y en las condiciones óptimas de desarrollo al preferir los suelos profundos, húmedos y fértiles. Se reproducen por semilla y se pueden multiplicar por acodos, esquejes o injertos, además de soportar muy bien los transplantes y podas, produciéndose numerosos renuevos a su alrededor. Su madera, de textura gruesa, dura, pesada y muy resistente, es muy apreciada y ha tenido numerosos usos (embarcaciones, carretas, conducciones de agua, puntales de minas y pozos, entarimados, prensas, muebles, etc.). Se cultivan desde muy antiguo y determinadas especies son habituales en parques, plazas y jardines como árboles de sombra de gran porte y 384 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre longevidad, así como las preferidas en alineaciones de paseos, calles y avenidas, pues toleran muy bien la contaminación urbana. Con frecuencia se ven atacados por una enfermedad prácticamente incurable (salvo que se actúe en los primeros estadios), la grafiosis, al parecer procedente de Asia y extendida por el mundo desde las primeras décadas del siglo XX en grandes oleadas, que están poniendo en peligro la supervivencia de muchas poblaciones de estos árboles. Está causada por el hongo Ophiostoma ulmi (Buisman) Nannf. [= Cerastomella ulmi Buisman; Ceratocystis ulmi (Buisman) C. Moreau], cuyas esporas se dispersan por el aire y se pueden introducir por las raíces, pero sobre todo, se adhieren al cuerpo de escarabajos escolítidos, que perforan la corteza de los olmos, excavan galerías y hacen sus puestas en las mismas. Según se sabe, las maletas de los emigrantes chinos hacia los EE. UU., a finales del siglo XIX y principios del XX, para la construcción del ferrocarril, estaban hechas de chapilla de olmos, las cuales contenían las esporas del hongo responsable. Se trata de una enfermedad vascular, que se caracteriza por la necrosis y trombosis de los vasos del xilema de los olmos, lo cual produce la marchitez de las hojas y, progresivamente, la muerte de ramillas, ramas y árboles completos. En Canarias, según ACEBES et al. (2004), sólo está registrada la presencia silvestre de la especie Ulmus minor Mill. (“olmo común”, “álamo negro”) para Tenerife y Gran Canaria, isla ésta en la que es muy abundante en las medianías y zonas de cumbre de municipios como Firgas, Moya, Teror, Valleseco, Vega de San Mateo, Gáldar y Artenara. En Tenerife, sin embargo, las poblaciones de esta especie se encuentran restringidas al municipio de San Cristóbal de La Laguna y concretamente, a la húmeda y fértil vega que rodea a la ciudad histórica. Salvo una docena de ejemplares supervivientes en la jardinería urbana (Plaza del Adelantado y Plaza de San Francisco o del Cristo), se pueden estimar unos 700 individuos, entre adultos, jóvenes y retoños, principalmente en alineaciones dispersas de bordes de carreteras, paseos, caminos y barranquillos por donde puede circular el agua invernal. Aspectos históricos Desconocemos la época exacta de la introducción de olmos en Canarias, aunque ya en el siglo XVIII se conoce su presencia en las islas, pues VIERA (1982) los menciona para Gran Canaria. Comenta, que es un árbol estimado en Europa por su eminencia y frondosidad y que su elegante forma lo hace recomendable para las calles y paseos, «Pero en nuestras islas sólo hay algunos recién connaturalizados en Teror y la Vega de Canaria». Dada la amplia distribución de este árbol en Gran Canaria, quizás los olmos laguneros procedan de esta isla, de donde pudieron ser traídos en ese siglo para el ornato de plazas, paseos y caminos de la ciudad y su vega, como así lo reflejan algunas crónicas, aunque con datos algo contradictorios. Según CALERO (1993, 2001), a finales del siglo XVIII y principios del XIX, la ciudad de La Laguna, a través de algunas iniciativas privadas y oficiales, quiso dotarse, siguiendo la expresión urbana de la época en otras ciudades, de jardines y paseos para el disfrute fundamentalmente de su burguesía. Reseña esta autora, que hasta en tres ocasiones se desarrollaron y ejecutaron proyectos para ubicar una alameda en el camino de salida de la ciudad por el NE, entre los campos de cultivo y hacia el monte de Las Mercedes, el cual estaba limitado por una cancela. Era realmente la prolongación de la antigua calle de Los Álamos (hoy Tabares de Cala) a través de la explanada o terraplén situada delante del convento de San Francisco (en la actualidad Plaza del Cristo), que culminaba en un pequeño puente al inicio del camino. La Los olmos de La Laguna 385 alameda se extendería entre este pequeño puente y la cancela, que delimitaba el camino hacia Las Mercedes, en el espacio que hoy ocupa el conocido y residencial Camino de las Peras. El primero de estos proyectos se remonta a 1780, del cual fueron promotores, según CALERO (op. cit.), el capitán de artillería D. Fernando Rodríguez y el guarda mayor de Montes en el Ayuntamiento de La Laguna, D. Fernando Molina y Quesada, tal y como lo recoge en su Diario el aristócrata D. Lope Antonio de la Guerra, regidor de Tenerife. Para llevar a cabo esta obra, que iba a recibir el nombre de “Alameda del Prado de La Laguna” o “Alameda del Tanque Grande” (en alusión al gran depósito de recogida de aguas, que se situaba en este lugar), se explana el lugar, se trazan las calles (dos laterales y una central más grande y elevada), se abren las zanjas y se construye un gran asiento al final del paseo, en la cancela, conocido posteriormente como “el canapé grande”, aunque, al parecer y ante la imposibilidad de conseguir en la isla “álamos negros” (olmos), especie elegida inicialmente por ser la más frecuente e idónea para estos paseos, se opta por plantar “laureles” y otros árboles. Este último dato coincide con el comentario anteriormente mencionado de Viera y Clavijo, al citar por esta época la presencia de olmos sólo en Gran Canaria y contradice un artículo literario publicado por Enrique Roméu Palazuelos en el periódico La Tarde, el 25 de junio de 1962, el cual tituló «Álamos negros en la plaza» (ROMÉU, 2005) y en el que relata lo siguiente: El caballero está asomado a la ventana; tiene la mano en la mejilla y una vaga mirada en sus ojos claros. Ha existido este caballero en casi todas las ciudades castellanas, en Burgos, en Salamanca, en Ávila y en Segovia… También hay un caballero de estos en La Laguna. En La Laguna y en 1784. En la gran plaza, desnuda, cerca de la casa de este señor sentimental, unos chicos juegan a los soldados, a las milicias canarias. Luego jugarán a los boliches y a la villarda. Corren de un lado a otro con fusiles y espadas de palo y tocan un imaginario clarín con las manos cerradas junto a la boca… En los bordes de la plaza otros caballeros, vigilan la labor de varios hombres que están plantando unos álamos negros; sujetan estacas a las débiles ramas y las cubren de tierra. Son don Fernando de Molina y Quesada, Guarda Mayor de Montes del Cabildo de La Laguna y don Lope Antonio de la Guerra, Regidor. Ambos tienen la esperanza de que los árboles prosperarán y de que, aunque se han perdido los de la calle vecina, –a la cual y por ellos, a pesar de no existir, aún llamamos de los Álamos–, éstos, se alzarán frondosos y darán sombra a la plaza… Los chiquillos se detienen ante las pocetas; uno de ellos da su espada rota para que sirva de aguante a un arbolillo… Los caballeros, acabada la faena van despacio, las manos a la espalda, el bastón entre ellas, al cercano santuario… Si que prendieron los álamos negros. La vida fue enroscándose en las apretadas raíces y en las ramas soberbias. Otros niños y otros hombres los fueron viendo crecer y vivir y crecieron y vivieron a su sombra. Ante el fracaso del primer proyecto, que vio paralizadas sus obras por falta de presupuesto, en 1812 se realiza uno nuevo, que en realidad, no pretende sino retomar el anterior abandonado (Fig. 1). Pero el Ayuntamiento no tiene personal ni presupuesto para el mantenimiento de la obra y, según menciona CALERO (op. cit.), las plantaciones se deterioraron por los animales y carros que transitaban por allí y el lugar no tuvo buena acogida por la población. De nuevo CALERO (op. cit.) reseña, que en 1836 aparece otra iniciativa para adecentar la alameda, para lo cual se trajeron “álamos negros” de Gran Canaria, aunque, al parecer, este tercer proyecto tampoco prosperó y muchos de los árboles se marchitaron. 386 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre Hoy en día, sin embargo, este espacio, el Camino de las Peras (Fig. 2), es frecuentado diariamente por muchas personas para pasear o hacer deporte. Conserva su trazado original, cuya calle central más ancha y elevada es la carretera asfaltada que conduce al pueblo de Las Mercedes y se ha convertido en un área residencial de chalés y adosados, con un parque público de grandes dimensiones (Parque de la Vega o de Pedro González). Es una auténtica alameda, que cuenta con un centenar de olmos (Ulmus minor) aproximadamente, dispuestos en varias alineaciones a ambos lados, posiblemente herederos de los que se trajeron en el siglo XIX de Gran Canaria, al igual que los que se encuentran diseminados por la vega lagunera. Precisamente, en plena vega, en una finca particular conocida como el “Montito de Lucía”, próxima al Camino del Rayo y al borde del cauce del Barranco de Gonzaliánez, por donde discurre agua buena parte del año, se encuentra quizás la mayor olmeda de La Laguna (Fig. 3), con árboles centenarios, de donde se procedió a sembrar, al parecer en el siglo XIX, según comenta HODGSON (2009), los olmos que adornaron durante muchos años la Plaza del Cristo lagunera. Esta fecha parece ser más acertada, que la referida por Roméu Palazuelos en su artículo anteriormente mencionado. En el archivo fotográfico de la Fundación para la Etnografía y el Desarrollo de la Artesanía Canaria (FEDAC) del Cabildo de Gran Canaria, se pueden consultar algunos testimonios gráficos de la Plaza del Cristo en la última década del siglo XIX y los primeros años del XX, en los que se pueden apreciar dichos olmos con un tamaño ya bastante grande. También Leoncio Rodríguez en su obra de 1946, Los árboles históricos y tradicionales de Canarias, hace referencia a «Los álamos de San Francisco, en La Laguna» (RODRÍGUEZ, 2001): Eran tres arboledas vecinas: la del cerro del Bronco, de laureles, hayas y pequeños matorrales; la de los álamos blancos, al comienzo del camino de Las Mercedes, que se extendía en dos filas hasta el Tanque Grande, la antigua glorieta donde los labradores se reunían al caer la tarde en sosegadas tertulias; y la de los álamos negros de la plaza de San Francisco, aledaña al convento de San Miguel de las Victorias. Con sus amplias y simétricas copas parecían estos árboles como grandes florones bordeando el inmenso tapiz verde de la plaza. Al pequeño boscaje del cerro del Bronco acostumbraban ir algunos cazadores furtivos; al paseo de los álamos blancos la multitud dominguera a desentumecerse de los fríos del invierno, buscando el halago tibio del sol de la vega. Bajo los álamos negros, todo era silencio y soledad. Si acaso veíase alguna que otra clueca, arrastrando un zapato roto, y detrás la numerosa cría, entre las hojas secas de los árboles, desparramadas sobre el césped. Y algunas sayas negras, de devotas del cristo, que con rápido andar marchaban hacia la iglesia, pasando por el sendero húmedo y sombrío de los álamos… Estos “álamos negros” de la Plaza de San Francisco, tras la última remodelación de la plaza en el año 2000, fueron talados casi en su totalidad en el mes de abril de 2001 (Fig. 4) y sustituidos por “tilos plateados” (Tilia tomentosa Moench), por decisión del Ayuntamiento de La Laguna, ante el mal estado de los ejemplares y previo asesoramiento de diferentes informes de especialistas en arboricultura, centros de investigación y departamentos universitarios (WILDPRET et al., 2005). En una primera observación de su aspecto externo, se apreciaban troncos viejos, irregularmente ramificados, con ramas principales en ocasiones cortadas bruscamente y profusión de haces de ramas más delgadas saliendo de un mismo punto, las cuales originaban copas Los olmos de La Laguna 387 Figura 1. Plano de la alameda en el proyecto de 1812 (Archivo Histórico de La Laguna; CALERO, 1993). Figura 2. Camino de las Peras en la actualidad. Figura 3. Aspecto primaveral de la olmeda del “Montito de Lucía”. Figura 4. Tocones de los viejos olmos de la Plaza del Cristo (9.4.2001). 388 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre amplias. Algunos de estos troncos presentaban importantes y profundos orificios, otros se inclinaban de forma notable y parte de sus raíces se encontraban al aire. Además de los individuos viejos, existían algunos ejemplares jóvenes, de corto o mediano tamaño. Se observó una clara diferencia entre los ejemplares de un lado y otro de la plaza. Los alineados en el lado Oeste, salvo uno, presentaban una abundante frondosidad y una aparente buena vitalidad, con rebrotes al pie. Los situados en el lado Este, mostraban en su mayoría un aspecto menos lozano, con ramas secas y muchas menos hojas; esto ocurría tanto en los ejemplares viejos como en los jóvenes. Otro aspecto importante a reseñar, es la reducción progresiva del espacio vital y las condiciones a las que se vieron sometidos estos árboles en las últimas décadas. Los olmos estaban adaptados a vivir en un espacio abierto, de tierra, con suelo profundo y húmedo, característico de la fértil vega lagunera, es decir, el hábitat preferido por esta especie para su óptimo desarrollo. Las frecuentes lloviznas y lluvias de La Laguna, encharcaban la tierra y mantenían el suelo fresco. A principios de la década de los años sesenta del pasado siglo, la plaza fue remodelada, se le pusieron losetas, fuente central con tomas de agua, puntos de luz y cableado eléctrico para las farolas, fueron asfaltadas las calles laterales y los árboles quedaron encerrados en alcorques no demasiado grandes. Lógicamente, tras esta remodelación, el agua ya no discurría de igual manera y la actividad humana se incrementa notablemente, siendo soportada muchas veces directamente por los olmos, sobre todo el aumento del tráfico rodado y de visitantes diarios, así como la actividad festiva con importantes vertidos de basuras, bebidas, micciones, soportes de instalaciones eléctricas, etc. Con la última remodelación de la plaza, los olmos soportan los escombros y restos de materiales de obra. La construcción de un aparcamiento subterráneo, reduce al mínimo la superficie de suelo sobre el que van a tener que vivir estos árboles, los cuales se ven afectados por el tráfico de automóviles que allí entran y salen. Además, como pudimos observar, se encontraban rodeados y “aprisionados” por el cemento, el hormigón, los hierros, tuberías, cables eléctricos y toda una serie de elementos de construcción, que, lógicamente impedían una buena aireación para sus raíces y limitaban al máximo su desarrollo. Sin duda no fue fácil tomar una decisión sobre la tala de estos árboles tan emblemáticos para la Plaza del Cristo lagunera y, lógicamente, los análisis anatómicos y fitopatológicos tenían que determinar la gravedad en el estado de salud de los individuos. El riesgo de caída de los mismos o el desgaje de las ramas existía (y de hecho ya había ocurrido alguna vez), sobre todo en días de vientos fuertes, con el consiguiente peligro para la población adulta e infantil que frecuenta la plaza. Tuvimos que hacernos a la idea de que los olmos de la Plaza del Cristo ya no eran los mismos, como no lo era la plaza, ni la ciudad. Estaban cumpliendo quizás su ciclo vital, no sólo por la edad, sino porque se había alterado sustancialmente su hábitat. Coincidiendo con las últimas obras en la Plaza del Cristo y ante la perspectiva de eliminar los ancianos olmos de dicha plaza, el Ayuntamiento de La Laguna recibió del Ministerio de Medio Ambiente, en el mes de diciembre de 2000, una veintena de ejemplares de olmos, pertenecientes a diferentes especies, procedentes de semillas seleccionadas dentro del Programa Nacional de Conservación de Olmos de España. La intención inicial, era que estos ejemplares jóvenes crecieran en viveros municipales y sirvieran para sustituir, cuando tuvieran el porte adecuado, a los viejos ejemplares de la plaza. Eso nunca ocurrió y dichos olmos fueron Los olmos de La Laguna 389 plantados posteriormente en alineación, en el nuevo Parque de la Vega, inaugurado en junio de 2004 y colindante con el Camino de las Peras en su tramo inicial. Por Resolución de 22 de febrero de 2008 (B.O.E. nº 76, de 28 de marzo de 2008), de la Dirección General para la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, se publica el Convenio de colaboración entre dicho Ministerio y la Comunidad Autónoma de Canarias, para la puesta en marcha de un programa de conservación del olmo europeo en Canarias, cuyo objeto es establecer en Canarias una reserva de olmos, de diferentes especies, libres de grafiosis, ante el peligro existente de pérdida de los recursos genéticos de estas especies nativas en el territorio peninsular español. Este convenio establece la recolección y posterior cultivo en Canarias, de semillas pertenecientes a las especies Ulmus glabra Huds., Ulmus minor Mill. y Ulmus laevis Pall. Tras la realización de un proyecto previo de inventario y caracterización de las poblaciones de olmos presentes en Canarias (Tenerife y Gran Canaria), el convenio tiene como objetivo específico proceder a seleccionar aquellas parcelas idóneas para llevar a cabo la implantación de los olmos en condiciones óptimas, así como un seguimiento del cultivo y la caracterización del material vegetal establecido. En tal sentido, la ciudad de La Laguna, a través de su Ayuntamiento, ha quedado ligada al mencionado convenio, para establecer en la misma alguna de las parcelas de implantación de los olmos, como parece obvio al ser el único lugar de Tenerife en albergar estos árboles y presentar unas condiciones bioclimáticas, de temperatura y humedad, adecuadas para tal fin (GARCÍA, 1997). Al mismo tiempo, por parte de la Unidad de Parques y Jardines del Ayuntamiento de La Laguna, desde el año 2005 se ha realizado la colecta de semillas de ejemplares de los olmos laguneros (Ulmus minor Mill.), para llevar a cabo siembras y cultivo de ejemplares con destino a repoblar con esta especie las plazas, jardines, paseos y carreteras de la ciudad y su vega. Así, durante el mes de abril de 2009, se procedió a plantar los primeros 32 ejemplares jóvenes, de unos cuatro años de edad, en los alcorques que bordean ambos lados de la carretera TF-13, en el tramo próximo a Las Canteras. Catálogo florístico Como ya se ha comentado, la especie de olmo ampliamente distribuida desde antiguo en La Laguna es Ulmus minor Mill. Por lo que se refiere a los ejemplares que vinieron donados desde la Península en el año 2000, los cuales se plantaron en el Parque de la Vega, al haberse perdido las identificaciones originales hemos procedido a determinarlos y, además de la especie mencionada, se corresponden con otras tres: Ulmus pumila L., Ulmus thomasii Sarg. y Ulmus x hollandica Mill. Ulmus minor Mill. (“olmo común”, “álamo negro”) (Figs. 5 y 6). [= Ulmus carpinifolia Rupp ex Suckow, Ulmus campestris auct. non L., Ulmus procera Salisb., Ulmus angustifolia Weston, Ulmus stricta (Aiton) Lindl.] Árbol caducifolio, robusto, de unos 15-20 m de altura, con la corteza gris pardusca y lisa en un principio, pero que con la edad se va resquebrajando y oscureciendo. Copa amplia, algo ovalada, de follaje denso. Ramas erectas y ramillas con la corteza corchosa, finas y delgadas, casi horizontales. Hojas simples, alternas, de 3,5-12 cm de longitud, con pecíolo corto, ovaladas u obovadas, asimétricas en la base, con margen doblemente dentado o aserrado y ápice acabado en punta corta. Haz lampiña, pero muy rugosa y áspera al tacto, de color verde inten- 390 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre so. Por el contrario, el envés es pubescente y posee una coloración más clara, con la nervadura destacada. Flores muy tempranas, dispuestas en densos racimos cortamente pedicelados, de color verdoso. Frutos en sámara, de morfología oval, con el ápice escotado y el ala muy ancha. Las semillas se sitúan cerca de la escotadura. A menudo, los frutos se diseminan antes de que aparezcan las hojas. Floración en Febrero-Marzo. Multiplicación por semilla. Existen varios cultivares de jardinería. Tiene su origen en Europa, N de África y Asia occidental. Ha sido muy utilizado desde antiguo como árbol de sombra en parques y jardines, así como para alineaciones, aunque hoy en día se emplea cada vez menos, al ser muy sensible a la grafiosis, enfermedad que impide la circulación de la savia y que está acabando con la mayoría de los ejemplares. Prefiere los climas húmedos y las exposiciones a pleno sol o en semisombra. Requiere suelos fértiles y bien drenados. Admite la poda y el recorte. Tolera la contaminación urbana, no así la proximidad del mar. De crecimiento moderado, puede llegar a vivir 600 años. El epíteto específico minor alude al tamaño de las hojas, que son las más pequeñas de todos los olmos que se encuentran en Europa. Su madera, resistente y duradera, se ha empleado en carpintería, en la construcción y en obras que queden expuestas al exterior. Sus hojas son empleadas como alimento para el ganado. (CHEERS (ed.), 2006; FERNÁNDEZ, 2000; LÓPEZ, 2006; LÓPEZ & SANCHEZ, 2001; SÁNCHEZ, 2001; SÁNCHEZ (coord.), 2002). Ulmus pumila L. (“olmo de Siberia”) (Figs. 7 y 8). [= U. microphylla Pers., U. humilis S. Gmel.] Árbol caducifolio, que aunque puede llegar a alcanzar los 12 (15) m de altura también pude presentarse con aspecto arbustivo. Corteza pardo-grisácea, rugosa. Ramas delgadas y con cierta tendencia a la fragilidad. Hojas cortamente pecioladas, elípticas y de pequeño tamaño, 2-5 cm. Ápice agudo o largamente acuminado. Borde aserrado, con dientes simples. Flores reunidas en racimos glomerulares, sentadas o cortamente pedunculadas, verdosas, con los estambres violetas, apareciendo antes que las hojas. Fruto en sámara circular u obovada, provisto de una escotadura en el ápice. Multiplicación por semilla. Tiene su origen desde el E de Siberia hasta el N de China y Asia central. De rápido crecimiento, se utiliza como árbol de sombra o de paseo. Presenta resistencia a las sequías y al frío intenso, y no posee especiales requerimientos en cuanto al suelo. Este hecho, unido a una cierta resistencia a la grafiosis, ha provocado que se haya extendido su uso como ornamental. Debido a su frondosidad, es conveniente una poda de aclareo cada cierto tiempo. Sus raíces son bastante agresivas, lo que hay que tener en cuenta a la hora de plantarlo cerca de edificaciones o conducciones de agua. Existen numerosos cultivares en el mercado con diferente porte y coloración de las hojas. El epíteto específico proviene del latín pumilus-i que significa enano y alude al pequeño tamaño de esta especie en comparación con otras del mismo género. Con la corteza se elabora una especie de pan. Además es astringente y sirve para curtir el cuero. Las hojas y los frutos son comestibles y se usan como verduras en ciertas zonas. (CHEERS (ed.), 2006; LÓPEZ, 2001; LÓPEZ & SANCHEZ, 2001; SÁNCHEZ, 2001; SÁNCHEZ (coord.), 2002). Los olmos de La Laguna Figura 5. Ulmus minor, Avda. Lucas Vega (Foto: Juan Sergio Socorro Hernández ). Figura 6. Ulmus minor. Detalle de las hojas. Figura 7. Ulmus pumila. Parque de la Vega. Figura 8. Ulmus pumila. Detalle de las hojas. 391 392 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre Ulmus thomasii Sarg. (“olmo del corcho”) (Figs. 9 y 10). [= U. racemosa D. Thomas] Árbol caducifolio que puede llegar a superar los 30 m de altura. Corteza grisáceo-rojiza, muy agrietada. Ramas que desarrollan costillas corchosas. Hojas cortamente pecioladas, ovales u obovadas, de hasta 11 cm de longitud. Haz verde oscura, rugosa y lampiña. Envés verde pálido y tomentoso, con pelos blanquecinos, sobre todo en la nervadura. Margen doblemente aserrado. Flores grisáceas largamente pediceladas reunidas en racimos. Fruto en sámara oval, pubescente y con el ápice escotado. Multiplicación por semilla, aunque la tasa de germinación es baja. Tiene su origen en Norteamérica (SE Canadá hasta el NO y centro de EEUU). De lento crecimiento, puede alcanzar los 300 años de vida. Se utiliza fundamentalmente como árbol de sombra. Prefiere suelos húmedos pero bien drenados, aunque tolera otros más secos. Como la mayor parte de los olmos norteamericanos, es muy sensible a la grafiosis. Especie dedicada a D. Thomas (1776-1859), botánico estadounidense que la describió inicialmente como Ulmus racemosa. Su madera es dura, pesada y duradera, por lo que ha sido muy empleada en carpintería para fabricar desde útiles agrícolas hasta muebles e instrumentos musicales, así como en la industria naval. (LÓPEZ & SANCHEZ, 2001; SÁNCHEZ, 2001; SÁNCHEZ (coord.), 2002). Ulmus x hollandica Mill. (“olmo híbrido holandés”) (Figs. 11 y 12). [= U. x dippeliana C. K. Schneid.] Híbrido entre U. glabra Huds. y U. minor Mill. Árbol caducifolio que puede llegar a alcanzar los 40 m de altura. Ramas jóvenes provistas de costillas corchosas. Hojas lustrosas, de color verde oscuro, de hasta 15 cm de longitud, generalmente más pequeñas y menos ásperas que las de U. glabra y más anchas y menos pecioladas que las de U. minor. Presentan la base asimétrica y el margen dentado o doblemente aserrado. Haz lampiña y envés hirsuto. Flores cortamente pediceladas. Fruto en sámara ovada u obovada. De rápido crecimiento, se ha utilizado mucho en jardinería debido a que es bastante resistente a la grafiosis y a que se adapta bien a las ciudades, pudiendo surgir en ocasiones de forma espontánea en los lugares donde se localizan los progenitores. Existen varios cultivares con hojas de distinto color y porte diferente. (CHEERS (ed.), 2006; LÓPEZ & SANCHEZ, 2001; SÁNCHEZ, 2001; SÁNCHEZ (coord.), 2002). Bibliografía ACEBES GINOVÉS, J.R., M. DEL ARCO AGUILAR, A. GARCÍA GALLO, M.C. LEÓN ARENCIBIA, P.L. PÉREZ DE PAZ, O. RODRÍGUEZ DELGADO, W. WILDPRET DE LA TORRE, V.E. MARTÍN OSORIO, M.C. MARRERO GÓMEZ & M.L. RODRÍGUEZ NAVARRO, 2004. Pteridophyta & Spermatophyta. In: IZQUIERDO, I., J. L. MARTÍN, N. ZURITA & M. ARECHAVALETA (eds.), Lista de especies silvestres de Canarias (hongos, plantas y animales terrestres): 96-143. Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial, Gobierno de Canarias. CALERO MARTÍN, C.G., 1993. La alameda de La Laguna: Un proyecto inacabado. Alisios 3: 95102. CALERO MARTÍN, C.G., 2001. La Laguna (1800-1936). Desarrollo urbano y organización del espacio. Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. 403 pp. CHEERS, G. (ed.), 2006. Botánica. Tandem Verlag GmbH, KÖNEMANN. Barcelona. 1.024 pp. FERNÁNDEZ-POLA, J., 2000. Plantas de jardín y sus exigencias. Ediciones Omega. Barcelona. 443 pp. Los olmos de La Laguna 393 Figura 9. Ulmus thomasii. Parque de la Vega. Figura 10. Ulmus thomasii. Detalle de ramas y hojas. Figura 11. Ulmus x hollandica. Parque de la Vega. Figura 12. Ulmus x hollandica. Detalle de las hojas. 394 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre GARCÍA GALLO, A., 1997. Flora y vegetación del municipio de La Laguna (Tenerife): Área central y meridional. Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. 283 pp. HODGSON TORRES, F.M., 2009. Árboles y arboledas singulares de La Laguna. Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. 171 pp. LÓPEZ GONZÁLEZ, G., 2006. Los árboles y arbustos de la Península Ibérica e Islas Baleares. Tomos I y II. 2ª edición corregida. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 1.727 pp. LÓPEZ LILLO, A. & J.M. SÁNCHEZ DE LORENZO CÁCERES, 2001. Árboles en España. Manual de identificación. 2ª edición. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 643 pp. RODRÍGUEZ, L. 2001. Los árboles históricos y tradicionales de Canarias. Vol. I, 2ª parte. Biblioteca Canaria 22. El Día. Editora de Temas Canarios, S. L. Santa Cruz de Tenerife. 128 pp. ROMÉU PALAZUELOS, E., 2005. La Laguna de anteayer y otras historias. Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife. La Laguna. 510 pp. SÁNCHEZ DE LORENZO CÁCERES, J.M., 2001. Guía de las plantas ornamentales. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid. 685 pp. SÁNCHEZ DE LORENZO CÁCERES, J.M. (coord.), 2002. Flora Ornamental Española. Tomo II. Junta de Andalucía. Ed. Mundi-Prensa. Asociación Española de Parques y Jardines Públicos. Sevilla. 667 pp. VIERA Y CLAVIJO, J. de, 1982. Diccionario de Historia Natural de las Islas Canarias. Indice alfabético descriptivo de sus tres reinos: animal, vegetal y mineral. Excma. Mancomunidad de Cabildos de Las Palmas. 476 pp. WILDPRET DE LA TORRE, W., A. GARCÍA GALLO, I. PÉREZ VARGAS & J.S. SOCORRO HERNÁNDEZ. 2005. Flora Ornamental del Casco Histórico de La Laguna. Patrimonio de la Humanidad. Excmo. Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna. 407 pp. ÍNDICE TABVLA GRATVLATORIA........................................................................................ 13 Presentación Milagros Luis Brito............................................................................................. Antonio Alarcó Hernández.................................................................................. Eduardo Doménech Martínez.............................................................................. 21 23 25 Esperanza Beltrán Tejera: Semblanza de un botánico comprometido con su tiempo. Profesor Wolfredo Wildpret de la Torre................................................. 27 Esperanza Beltrán Tejera: Producción bibliográfica de la Unidad de Botánica de la Universidad de La Laguna. Etapa wildpretiana (1969-2008). I................ 71 Jorge Alfredo Reyes-Betancort & María Catalina León Arencibia: Helichrysum x wildpretii nothosp. nov., un nuevo híbrido natural de las Islas Canarias........... 159 Marcelino José del Arco Aguilar, Octavio Rodríguez Delgado, Juan Ramón Acebes Ginovés, Marcos Salas Pascual & Víctor Garzón Machado: Los retamares de Retama rhodorrhizoides Webb & Berth. en las Islas Canarias: Retamation rhodorhizoidis all. nov............................................................................................. 163 Arnoldo Santos Guerra & Jorge Alfredo Reyes-Betancort: Contribución al conocimiento de las comunidades comofíticas de la Clase Greenovio-Aeonietea Santos 1976. Aichryso laxi-Monanthetalia laxiflorae ord. nov............................ 173 Octavio Rodríguez Delgado: El Barranco del Agua de Güímar, un espacio natural de gran interés botánico, turístico y etnográfico........................................ 181 Pedro L. Pérez de Paz, Vicente L. Lucía Sauquillo & Ricardo González González: Las Charcas de Erjos: enclave antrópico de singular naturaleza...................... 213 Werner Nezadal & Walter Welss: Aportaciones al conocimiento del bosque termófilo en el noroeste de Tenerife (Islas Canarias)............................................... 229 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre Marcos Salas Pascual, Emilio Fernández Negrín & Gregorio Quintana Vega: Salvio canariensis-Pterocephaletum dumetori ass. nov. (Artemisio thusculae-Rumicion lunariae; Forsskaoleo angustifoliae-Rumicetalia lunariae; Pegano-Salsoletea) nueva asociación para la Isla de Gran Canaria (Islas Canarias-España)......... 245 Salvador Rivas-Martínez: Ensayo geobotánico global sobre la Macaronesia...... 255 Hanno Schaefer & Peter Schoenfelder: Smilax canariensis, S. azorica (Smilacaceae) and the genus Smilax in Europe................................................................... 297 Julia Pérez de Paz, Olga Fernández-Palacios & Rosa Febles: Polimorfismos y series polínicas en el género canario Parolinia y parientes continentales Diceratella y Morettia (Matthioleae-Brassicaceae). Significado biológico y filogenético........................................................................................................................ 309 Irene E. La Serna Ramos: Parkinsonia aculeata L.: un ejemplo del interés de la flora ornamental en la caracterización geográfica de las mieles canarias......... 329 Victoria Eugenia Martín Osorio: Jardines Sostenibles........................................... 345 Beatriz Hernández Bolaños & Victoria Eugenia Martín Osorio: El Jardín Botánico del Parque Nacional del Teide (Tenerife, Islas Canarias), a través de un Sistema de Información Geobotánica................................................................... 371 Antonio García Gallo, Israel Pérez Vargas & Francesco Salomone Suárez: Los olmos de La Laguna................................................................................................ 383 Richard Pott & Joachim Hüppe: Canary Islands: A Botanical Paradise in the Atlantic Ocean......................................................................................................... 395 María Candelaria Gil-Rodríguez, Myrian Rodríguez García del Castillo, Óscar Monterroso Hoyos & Rodrigo Riera Elena: Perturbaciones en ecosistemas marinos canarios. Un modelo: Guayonje-Tacoronte, Islas Canarias...................... 421 Julio Afonso-Carrillo & Marta Sansón: Aún lejos de un completo conocimiento de la biota canaria: el ejemplo de la flora de algas rojas gelatinosas efímeras del sublitoral............................................................................................................ 433 Esperanza Beltrán Tejera, J. Laura Rodríguez-Armas, Luis Quijada, Janira Gutiérrez Peraza, Jonathan Díaz & Ángel Bañares: Contribución al estudio de la micobiota de los castaños del Norte de Tenerife (Islas Canarias. España). II... 453 María Carmen Jaizme-Vega: Las micorrizas, una simbiosis de interés en agricultura...................................................................................................................... 479 Índice Consuelo Hernández, Israel Pérez-Vargas, Dessire Sicilia & Pedro L. Pérez de Paz: Los líquenes de la alta montaña canaria....................................................... 489 Ana Losada-Lima, Sofía Rodríguez-Núñez & Arnoldo Santos Guerra: Referencias a briófitos de las Islas Canarias anteriores al siglo XIX: Dillenius y Leucodon canariensis..................................................................................................... 501 Mari Carmen Alfayate, Eugenia Ron, Agustín Fernández, Belén Estébanez, David Gómez, Miguel Ángel Pérez-Batista & Benjamín Fernández: Biontes entrometidos en cápsulas de musgos Canarios..................................................................... 509 Juana María González-Mancebo, Jairo Patiño, Julio Leal Pérez, Stephan Scholz & Ángel Fernández-López: Amenazas sobre la flora briofítica de la Isla de Fuerteventura. SOS para los últimos supervivientes del extinto bosque de Jandía. 517 Marie-Luise Schnetter, Andreas Opitz & Reinhard Schnetter: Estructura y función de las glándulas submarginales del mangle Laguncularia racemosa (Combretaceae)....................................................................................................... 539 Domingo Morales & Mª Soledad Jiménez: Ecofisiología de algunos tipos de vegetación de las Islas Canarias................................................................................ 555 Juan Felipe Pérez Francés, Isabel Santana López, Emma Suárez Toste, Raquel Martín Pérez, Miguel Cabrera Pérez, Juan Cristo Luis Jorge & Francisco Valdés: Aplicaciones del cultivo in vitro a la conservación de plantas canarias en peligro..... Germán Santana Henríquez: Una farmacopea un tanto singular. Sobre los remedios para el dolor de cabeza en Galeno............................................................ 567 581 José N. Boada, Eduardo Navarro & C. Marina Álvarez: Nuestras aportaciones al conocimiento de las propiedades farmacológicas de productos obtenidos de plantas de Canarias................................................................................................ 591 José Juan Jiménez González: Etnohistoria y arqueología de las plantas entre los antiguos canarios............................................................................................... 603 Fernando Lozano Soldevilla, Ignacio J. Lozano, José Mª. Landeira & Fátima Hernández: Antecedentes históricos de la taxonomía zooplanctónica en aguas de la región Canaria..................................................................................................... 613 Lázaro Sánchez-Pinto, Francisco García-Talavera, José López Rondón & Mercedes Martín Oval: Sobre la presencia del icnofósil Dactyloidites ottoi (Geinitz, 1849) en sedimentos neógenos de la costa occidental de Fuerteventura (Islas Canarias).................................................................................................................. 625 Homenaje al Prof. Dr. Wolfredo Wildpret de la Torre Juan José Bacallado, José Espinosa, Jesús Ortea, Lázaro Márquez, Leopoldo Moro, Osmani Borrego & Manuel Caballero: La península de Guanahacabibes y su Parque Nacional (Cuba): biodiversidad marina y terrestre....................... 633 Marisa Tejedor, Jonay Neris, María Ascención Dorta & Concepción Jiménez: Evaluación del recurso suelo con alta potencialidad agrológica en la isla de Tenerife. 1981-2008................................................................................................. 651 Juan Luis Mora Hernández, Carmen Dolores Arbelo Rodríguez & Antonio Rodríguez Rodríguez: Características de los suelos de las Islas Canarias en relación a la vegetación natural............................................................................................ 665 Constantino Criado, Carmen Machado & José Afonso: Geomorfología eólica en el Parque Nacional del Teide (Tenerife)................................................................ 685 Sara del Río, Luis Herrero & Ángel Penas: Tendencias recientes en la precipitación de las Islas Canarias occidentales y su relación con la oscilación del Atlántico Norte (NAO)........................................................................................... 705 Sebastián Delgado Díaz: Las nuevas aguas en Canarias....................................... 723 Gonzalo Lozano Soldevilla: Miscelánea académica del quinquenio 1983-1988 en la Facultad de Biología de la Universidad de La Laguna.............................. 731 Nácere Hayek: Un ensayo histórico sobre la aportación matemática a la Biología durante períodos anteriores a su creación...................................................... 739 Andrés Sánchez Robayna: Viene del mar la integridad de más allá del mar...... 753 Juan Hernández Bravo de Laguna: La Teoría del Estado fallido: Estados débiles, Estados aparenciales y otras formas fallidas de Estado................................ 755 Matilde Arnay de la Rosa & Emilio González Reimers: La ocupación humana de Las Cañadas del Teide a partir del siglo XV........................................................ 767 Conrado Rodríguez Martín, Rafael González Antón & María del Carmen del Arco Aguilar: La colonización humana de islas en la prehistoria. Un modelo teórico para el estudio de poblamientos insulares............................................................ 785 Cristóbal Corrales Zumbado & Dolores Corbella Díaz: Creación y adaptación del término malpaís................................................................................................. 797 Josefa Dorta Luis & María del Carmen Muñiz Cachón: La entonación de las interrogativas en el español de Canarias y en asturiano..................................... 809 Índice Juan Antonio Frago Gracia: El español de Canarias en la historia de la lengua española.................................................................................................................... 823 Javier Medina López: La gramática olvidada de D. Ireneo González y Hernández: el Compendio de gramática castellana (1895)................................................ 837 Francisco Salas Salgado: Influencia clásica en los poemas a Filis de Juan Bautista Poggio Monteverde......................................................................................... 849 Teodoro Ravelo Mesa, María Carmen Moreno Perdigón & Moulaye Ahmed Ould Ahmed Deoula: Un análisis multicriterio de la capacidad de atracción de los destinos turísticos en la Isla de Tenerife................................................................ 861