Antonio el Pipa y Andrés Marín en la prensa escrita Resumen de
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Antonio el Pipa y Andrés Marín en la prensa escrita Resumen de
12/09/2016 Índice Andrés Marín y Antonio El Pipa, dos maneras de abordar el flamenco 3 @ DIARIO DE SEVILLA 11/09/2016 Andrés Marín y Antonio El Pipa, dos maneras de abordar el flamenco 5 @ DIARIO DE JEREZ 11/09/2016 El Pipa y el fresquito de Sevilla 8 El Correo de Andalucía 12/09/2016 El Pipa, un bailaor de museo 9 ABC Sevilla 12/09/2016 El Pipa baila Orobroy' 10 Diario de Sevilla 12/09/2016 P.2 URL: www.diariodesevilla.es UUM: 155000 PAÍS: España UUD: 22000 TARIFA: 284 € TVD: 28400 TMV: 3.33 min 11 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.3 URL: www.diariodesevilla.es UUM: 155000 PAÍS: España UUD: 22000 TARIFA: 284 € TVD: 28400 TMV: 3.33 min 11 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.4 URL: www.diariodejerez.es UUM: 39000 PAÍS: España UUD: 9000 TARIFA: 137 € TVD: 13700 TMV: 2.68 min 11 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.5 URL: www.diariodejerez.es UUM: 39000 PAÍS: España UUD: 9000 TARIFA: 137 € TVD: 13700 TMV: 2.68 min 11 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online P.6 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 26 O.J.D.: 4242 TARIFA: 3811 € E.G.M.: 37000 ÁREA: 875 CM² - 100% SECCIÓN: CULTURA 12 Septiembre, 2016 El cuerpo debaile de estaobrafoeflojito, aunque cononbonitoy variadovestuario./Fotos:PepoHerrer~ E1 Pipa y el fresquito FLAMENCO Manuel Boh6rquez Como suelo elaparcar casi siempm coche lejos de los escenarios de la Bienal, como muy cerca en el Charco de la Pava, cuando un espect~iculo no me gusta tengo tiempo para que el fresquito de Sevilla me baje el cabreo. Anoche sali muy cabreado del Lope de Vega, al horde de un ataque de nervios, con 1o ilusionado que iba pot la tarde dando un paseo pot el rio para vet de cerca el Europa, que no seria mal crucero para perderse, solo o acompafiado. El bailaor jerezano Antonio El Pipa siempre me ha gustado, quizas pot mi afici6n a todo lo que huela a Jerez. Lo vengo viendo bailar desde que era un adolescente y jam&sme habia aburrido tanto en un espect~culo suyo, como anoche viendo Gallardla. Si, segfin el raquitico programa de mano, esta es su coreografia mSs gallarda de Sevilla y el baile flamencom~sgitano, es que mehe perdido todo 1o anterior, ~(Es un montaje para derribar t6picos~b nos dicen tambi0n. No, es para derribarlo entero. Puedo entender que el bailaor de Santiago haya querido dar un giro en su estilo, algo muyloable si se sabe al sitio donde se quiere ir. A mi me gustaba cuando su baile sabia al paisaje, al de su tierra. Cuando se plantaba en un [[zD6nde qued6 aquella gitaneria del bailaor de Santiago? escenario y era capaz de bailar de una manera muyflamencapot alegrias, soleares y bulerias. Cuando afin no se habia amaneradoni habia decidido set Antonio Gades, v~ilgame Dios. En ese mismo teatro donde anoche me aburri6, el Lope de Vega, le he visto momentos verdaderamente sublimes, de una jondura increible. Gallardia es una obra desfasada, sin nada interesante en el trabajo coreogr~fico, con un cue> El Pipasigueteniendo unamagnifica figoray buena planta, po de baile flojito y sin buen nivel en el cuadro de acompafiamiento. Claro que esto podria haberlo disimulado con su halle, pero no bail6 bien. O ser$ que llevaba tiempo sin verlo bailar sobre un escenario y que tenia at~n fresco el recuerdo de tiempos mejores, sobre todo m~s flamencos. Es verdad que, aunque los afios dan solera, tambiOnte quitan elasticidad, agilidad y garra, algo que echo de menos en las alegrias yen el taranto, aunque le cantaran cartageneras. Luego, con la aparici6n en escena de Dorantes, el artista invitado de la noche, GelemGelem, el himno gitano, y Orobroy, composiciOn musical que est~ ya m~squemada que los palos de un churrero. Lo $iento, maestro, pero esto no es presentable para una Bienal, pot muyentusiasmado que estuviera el pfiblico. Usted es duefio de su carrera y de su vida y no tiene por quOimportarle mi amor pot Jerez, pot el arte natural de los gitanos, los suyos, su fangllia, su genre. No mequed6 a verle la sole&Gitanerfa, porque necesitaba que me diera el fresquito de Sevilla en la cara. ¯ P.8 «Flamenco Escencial Escénicas de España organiza tema flamenco en Santa Clara y el PAÍS: España FRECUENCIA: Diario Workshop», un taller de creación una mesa redonda con destacaCasino de la Exposición. Hora83 profesionales sobre O.J.D.: de vestuario flamenco escénico PÁGINAS: dos las21084 rios: de 10 a 14 horas. Tardes: de 17 dirigido por Yaiza Pinillos. En laTARIFA: 4864 luces Espacio a 20 horas en el Casino y de 17:30 € para el flamenco. E.G.M.: 106000 UNIA, de 10 a 14 horas. Santa Clara a las 12 horas. a 21 horas en Santa Clara. ÁREA: 446 CM² - 49% SECCIÓN: CULTURA 12 Septiembre, 2016 El Pipa, un bailaor de museo ∑ El jerezano tuvo en el Lope la gallardía de bailar más allá de las modas A.G.R. SEVILLA Es un bailaor pintado por Zuloaga. Un gitano salido de un cuadro costumbrista. Tesorero calé de ese baile juncal de talle alto y chaqueta corta que no busca efectos, sino estampas. Que no quiere contratiempos en el compás, sino poses en el aire. Que no vive del artificio, sino de salir clavado en la foto. Es un bailaor pinturero, de zajones y caireles. El fuego de una fragua en la que el martinete se baila entre ocho. Así empezó Antonio el Pipa, estirpe del baile por derecho, su gañafón al tiempo. Haciendo alcayatas con el martillo de la debla en la coreografía que le sirvió de telón para su aparición por cartageneras. El de Jerez es una espiga que bracea como un molino del Estrecho con el cante que le viene de Levante. Se desplantó mil veces con intenciones de imaginero. Tallándose en el espacio. Defendiendo una escuela que por tangos habita en la cintura y que no danza sobre la madera, sino para el cante. Sacó a las voces de una en una y le puso flecos de mantón antiguo a cada remate. Habrá quien diga que ahí falta destreza con los pies, sobre todo en las escobillas de las alegrías de tabaco y azabache toreadas en terrenos cortos, pero el Pipa conserva cánones que son esen- Antonio el Pipa, bailando por tangos ciales para el flamenco. La gestualidad. La gracia en la cara por cantiñas y el dolor por soleá. El hombro escondiéndose en la barbilla. La cabeza esculpida. Los andares. Ese patrimonio lo conserva ya muy poca gente. Por eso Antonio GALL ARDÍA !!! Dirección: Antonio el Pipa. Intérpretes: Felipa del Moreno, Carmen Cantarota, Juan José Alba, Javier Ibáñez. Artista invitado: Dorantes. Teatro Lope de Vega. 11 de septiembre de 2016. J.M. SERRANO sigue siendo un ejemplo de gallardía. Porque baila más allá de las modas. Baila por encima de su tiempo. Metido en la bota de palo cortado en la que se cayó de niño, pócima de héroe de las Galias jondas con la que mantiene en pie los vestigios sobre los que se yergue actualmente el flamenco. Sobró el solo del guitarrista cantándose una canción, pero luego Dorantes le dio la tecla ancestral del himno romaní, el Yelem Yelem de los zíngaros, que el Pipa bailó descalzo, colgado para siempre en la pared del museo de la jondura, donde el tiempo pasa y no puede vencerse a sí mismo nunca. P.9 PAÍS: España 35 FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 35 O.J.D.: 14251 TARIFA: 979 € E.G.M.: 80000 ÁREA: 138 CM² - 16% SECCIÓN: CULTURA 12 Septiembre, 2016 El Pipa baila ‘Orobroy’ Crítica de Flamenco GALLARDÍA ★★★★★ Cía. Antonio El Pipa. Baile: Antonio El Pipa, Fabiola Barba, Cristina Vidal, Ofelia Márquez, Vanesa Reyes, Laura Bejines, Celia Martínez, Pilar Ramírez, Margarita Ruiz de Castro. Cante: Felipa del Moreno, Carmen Cantarota, Sandra Zarzana, Estefanía Zarzana. Guitarra: Juan José Alba, Javier Ibánez. Piano: Dorantes. Dirección artística y coreografía: Antonio El Pipa. Lugar: Teatro Lope de Vega. Fecha: Domingo 11 de septiembre. Aforo: Lleno. J. V. MIGUEL ÁNGEL MOLINA / EFE ariencias’ al Teatro Maestranza del flamenco. Acompañan a la Premio Nacional de Danza el guitarrista y compositor Paco Jarana, el percusionista Antonio Coronel y las voces de José Valencia, Alfredo Tejada y Alana Sinkëy, vocal del grupo Cosmosoul. esenta mañana mo artista invitado e Sanlúcar que no oculta su gusto y afición por el jazz, se ha curtido en los tablaos y ha colaborado con artistas como Antonio Fernández Farru, Concha Jareño, María Toledo, Jorge Pardo o Remedios Amaya, llega con el afán de demostrar las posibilidades jondas de sus instrumentos (toca el saxofón, el clarinete, la flauta travesera y la armónica). “No quiero sonar limpio ni perfecto; prefiero ensuciar el sonido o buscar recursos que se alejan de lo que toco pero que tengan la emoción y el pellizco que precisa lo jondo”, reconoce el Explora las posibilidades jondas del saxofón, el clarinete, la flauta travesera y la armónica propio en San Luis de los Franceses. del reto que supone debutar en la cita sevillana, y de los inevitables nervios previos que manifiesta, Villegas confía en “las horas de trabajo, la dedicación, la delicadeza, el gusto y el amor” que ha depositado en este trabajo y que ahora podrá mostrar en directo “en un sitio precioso que es perfecto para que la música, el arte y los sentimientos fluyan”. Pero además Villegas, que aun- sanluqueño al tiempo que recuerda con orgullo cuando empezó a trabajar con Remedios Amaya porque ésta al oírlo le dijo: “a mí los pitidos no me gustan, pero tú suenas muy flamenco”. En su actuación estará acompañado de su banda compuesta por Pedro Pimentel a la guitarra, Daniel Arjona al bajo eléctrico, Naice Ponce al cante y Carlos Merino a la percusión, además de la colaboración de Ruibal. Todo para que el concierto termine siendo una conversación directa con el público en la que “lo voy a dar todo para que se lo pasen bien”, apunta. 3 Diego Villegas: Bajo de Guía Iglesia de San Luis de los Franceses. Martes 13, 19:00. El espectáculo tiene dos partes muy diferentes y una coda por soleá. Tan diferentes que podemos considerar que se trata de dos espectáculos distintos. En la primera, disfrutamos del baile por tarantos, tangos y alegrías del bailaor jerezano. También de martinetes, seguiriyas y alegrías a cargo de un cuerpo de baile muy desaprovechado: hacía tiempo que no veía a ocho o nueve bailaoras haciendo los mismos pasos, al mismo tiempo, todo el rato. Lo bueno de El Pipa es que sus coreografías son accesibles para todo tipo de públicos. El espectador sabe perfectamente donde está, qué está viendo. Y no sólo porque las coreografías sean muy sencillas, también porque el mensaje se repite una y otra vez. En la segunda parte, El Pipa le baila al piano de Dorantes, que también ofreció un número en solitario, el que da título a su último disco, Sin muros. El Pipa se dio el gusto de bailar Orobroy, una de las músicas más reconocibles del flamenco contemporáneo. También se vistió de andrajos, en un cambio radical respecto a su imagen habitual, para hacer el Gelem, gelem. El Pipa nos ofreció su manera de entender a los gitanos errantes y apátridas. Como siempre en los espectáculos del bailaor jerezano, el acompañamiento fue espectacular. Brillantes voces femeninas, precisas pero también cálidas. Del grupo destacó Felipa del Moreno, que emuló además a La Paquera por fandangos en un solo de cante donde Javier Ibáñez, muy seguro toda la noche, hizo de Parrilla de Jerez. El otro guitarrista de la noche, Juan José Alba, hizo también sus pinitos con el cante e, incluso, nos ofreció un solo acompañándose él mismo a la guitarra, una canción sentimental ligera aflamencada. P.10 12/9/2016 La Musa y el Duende: "Carta Blanca", sinónimo de libertad 1 Más Siguiente blog» Crear un blo Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para personalizar anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies. MÁS INFORMACIÓN PÁGINA PRINCIPAL COLABORADORES NORMAS DE PUBLICACIÓN ENTENDIDO CONTACTO "Carta Blanca", sinónimo de libertad Carta Blanca, un encargo del Museo Picasso de París estrenado el pasado 17 de sep embre en el Teatro Alameda por impera vos climá cos —estaba programado en la Torre de Don Fadrique— vuelve a Sevilla actualizado después de su paso el 19 de enero por el Fes val de Nimes. © La Musa y el Duende. ISSN 2445-4214. Derechos reservados. Edita: Libros con Duende, S.L. Sevilla 2016. Suscripción Carta Blanca es muchas cosas: un grito de libertad, una genialidad, un montón de ocurrencias, un homenaje al cante, un reencuentro consigo mismo, un ejemplo vanguardista de flamenquería, un fér l ejercicio de crea vidad… Te puedes suscribir enviando un email con la palabra "suscripción" a [email protected] y lo recibirás gratis en tu correo. De todo hay en ella. Está el sombrero del maestro de Marchena —una constante en la obra de Andrés—. Hay una magnífica seguiriya y una excepcional farruca. Hay un recuerdo a Pastora y su asturianada, que Andrés interpreta caminando al son de dos cencerros. Hay mimo cuando se viste de arlequín con un sombrero de papel. Hay juego de sexos cuando se cubre con una máscara del teatro kabuki —el hombre tenía que interpretar los papeles femeninos en esa versión dramá ca japonesa—. http://lamusayelduende.blogspot.com.es/2016/09/carta-blanca-sinonimo-de-libertad.html 1/2 12/9/2016 La Musa y el Duende: "Carta Blanca", sinónimo de libertad Este sitio emplea cookies de Google para prestar sus servicios, para personalizar anuncios y para analizar el tráfico. Google recibe información sobre tu uso de este sitio web. Si utilizas este sitio web, se sobreentiende que aceptas el uso de cookies. MÁS INFORMACIÓN ENTENDIDO Andrés canta. Andrés le baila en una losa a José Valencia —así decían que se bailaba en los cafés de cante—. En uno de los muchos rasgos de humor que hay en Carta Blanca, Marín y todo su cuadro se dedican a espantar unas moscas imaginarias. Todo ello expresado desde la sinceridad y el compromiso, mediante unos prodigiosos pies con sonido metálico y unos brazos expresivos en su singularidad. Unas figuras que subyugan por la compostura y la belleza plás ca de sus formas. Y es que Andrés posee un vocabulario propio, me culosamente codificado. Carta Blanca es finalmente un reto al espectador, que vive su actuación viajando de sorpresa en sorpresa hasta que queda atrapado en la red imagina va del bailaor sevillano. Con él hay dos magníficos cantaores, Segundo Falcón y José Valencia, una guitarra imagina va, Salvador Gu érrez, una guitarra eléctrica y una zanfoña que toca Raúl Can zano, el clarinete de Javier Trigos y la batería y los pla llos de Daniel Suárez. Todos dirigidos por Andrés Marín. ¡Enhorabuena, Andrés! +1 Recomendar esto en Google Página principal Entrada antigua Plantilla Simple. Con la tecnología de Blogger. http://lamusayelduende.blogspot.com.es/2016/09/carta-blanca-sinonimo-de-libertad.html 2/2 URL: www.eldiario.es UUM: 1339000 PAÍS: España UUD: 209000 TARIFA: 2355 € TVD: 235500 TMV: 3.1 min 12 Septiembre, 2016 Pulse aquí para acceder a la versión online El Pipa y Andrés Marín reúnen en la Bienal a todos los públicos del flamenco Con dos formas absolutamente lejanas de entender el baile, el de Jerez optó por la tradición y el sevillano, por la transgresión El broche a la jornada del domingo lo puso sin duda un Andrés Marín en perfecto estado de gracia La noche del primer domingo de Bienal fue una sucesión de símbolos desde el inicio hasta el final. Alfa y Omega del Flamenco. Comenzó en el epicentro de la Sevilla de la Exposición del 29 y terminó en La Cartuja, eje de los fastos de la Expo Universal de 1992. Corrientes regionalistas y diálogo con las vanguardias. El orto y el ocaso en dos espacios que no pudieron estar mejor elegidos. También los artistas. El primero de ellos, Antonio El Pipa, quintaesencia de la gitanería de Jerez de la Frontera, presentaba ‘Gallardía’, lo que parece tras contemplar el espectáculo –en un teatro Lope de Vega hasta la bandera- que pretende ser para Antonio el espectáculo de su vida, un compendio de su carrera, la obra final. En recursos, desde luego, no ha escatimado: un cuerpo de baile de ocho bailaoras, un cuadro de atrás con cinco voces femeninas –lo mejor- y dos guitarras, artistas invitados de lujo (el pianista David Peña Dorantes) y un derroche en el vestuario (mantillas negras, batas de cola, vestidos de fiesta….) que hacen suponer que El Pipa ha sacado toda su artillería flamenca al mundo. Ahora veremos con qué resultado. Fijémonos antes en otro símbolo, una carambola literaria más bien: la Bienal permitió anoche, en apenas un rato, viajar de Jerez a Sevilla –con el baile flamenco como transporte- en lo que fue el ideal del poeta Fernando Villalón: “El mundo se divide en dos: Sevilla y Cádiz”. Los mundos del flamenco al menos sí se dividieron ayer de este modo, pudiendo congregar también a todos los públicos que aglutina este arte, y dando una muestra de que el flamenco es todo un mundo, complejo y diverso, de rancias costumbres pero también de lejanísimos horizontes aún por conquistar. Porque si en el Lope de Vega apostaron por la reivindicación del Pipa del baile gitano, en la Cartuja se produjo un milagro: la de un Andrés Marín en estado de gracia, bendecido por las vanguardias pero también por los espíritus de todos los viejos flamencos que han hecho historia siglos atrás. Así que empecemos por el final porque ‘Carta Blanca’, el espectáculo con el que cerró la noche Marín, fue una joya. Quizás pasado de metraje –permitan el símil cinematográfico- pero con una ambición, una exhibición de técnica y forma física y una jondura incuestionables. A saber, este sevillano del barrio de la Feria se ha dado ‘Carta Blanca’ en un espectáculo encargado por el Museo Picasso de París –creado ex profeso en sus inicios para ese espacio- que pudiera dialogar con los cuadros del genio malagueño. A partir de ahí, absoluta libertad, lo que supone un compromiso mayor, una atadura: estar a la altura de un artista universal. Se acercó el bailaor al maestro de la pintura con su rostro picassiano y la creatividad en sus más altos estándares de calidad, acompañado por las voces de José Valencia y Segundo Falcón, que además de encogernos el alma con sus voces, hicieron mucho más en el escenario; y nos enseñó Marín que el flamenco mira al mundo, que le habla de tú a tú a otras disciplinas y transita por nuevos lenguajes. Y todo, desde los principios más ortodoxos: pregones y cantes campesinos, llamadas a un flamenco casi ancestral, distintas formas de folclore (como los cuatro muleros de Falcón), unos maravillosos toques de comicidad (la pieza de la ‘loseta obsoleta’ con Joselito Valencia) y una seguiriya sublime que bien hubiera merecido sola un espectáculo, confirmaron a Andrés Marín ante un público exigente, compañeros de profesión, espectadores de múltiples nacionalidades y músicos de muy diversos géneros. No en vano contó en el escenario con la guitarra eléctrica de un bien medido Raúl Cantizano, acompañado de percusión y clarinete a los que también es de justicia destacar. El baile ecuestre de El Pipa, de Escuela de Jerez, fue sin embargo a menos. Venía conforme el del barrio de Santiago con ver entregado a su público, que agotó las entradas del teatro, pero no convenció a pesar del derroche de recursos escénicos. Acertó con el siempre exigente Dorantes –la historia del flamenco lo compensará en el futuro- pero se perdió en una sucesión de ambiciosas coreografías, ocho largas secuencias que empezaron por martinete y siguieron por seguiriyas y tarantos para darle pronto al espectador lo que buscaba: tangos, alegrías… Y demasiados plantes en busca de un aplauso que ya tenía asegurado. P.19 46 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 46 O.J.D.: 5768 TARIFA: 3591 € E.G.M.: 27000 CULTURA Y OCIO ÁREA: 864 CM² - 100% Domingo 11 de Septiembre de 2016 | DIARIO DE JEREZ SECCIÓN: CULTURA Y OCIO 11 Septiembre, 2016 XIX BIENAL DE FLAMENCO 3 El festival encara su primer domingo cargado de propuestas Andrés Marín y Antonio El Pipa, dos maneras de abordar el baile ● El sevillano mostrará en el Central su ‘Carta blanca’, concebida para el Museo Picasso de París ● El jerezano regresa con ‘Gallardía’, que llega al Lope de Vega con todas las entradas agotadas Rosalía Gómez SEVILLA Sevilla y Jerez, tradición y vanguardia, baile de grupo y baile unipersonal… Todo eso y mucho más es lo que podrán ver hoy si acuden a las dos citas oficiales de la Bienal de Flamenco, concretamente en los teatros Lope de Vega (20:30) y Central (23:00). Sus protagonistas: dos bailaores de larga trayectoria y gran reconocimiento internacional: Antonio El Pipa y Andrés Marín. El primero, Antonio El Pipa, regresa a la Bienal y al Teatro Lope de Vega –con las localidades agotadas– después de un largo paréntesis en el que un accidente le afectó al riñón y casi le cuesta la vida. Pero El Pipa salió adelante y lo ha hecho con Gallardía, que así se llama el espectáculo que estrenó en 2015 en el Festival de Jerez y esta noche presenta en Sevilla. “No he hecho ni más ni menos que lo que siempre ha hecho mi pueblo: salir adelan- ‘Gallardía’ se estrenó en el año 2015 en el Festival de Jerez y hoy se presenta en Sevilla te”, afirma el jerezano, perteneciente a una conocida dinastía flamenca y cuya compañía cumplirá 20 años en 2017. “Durante este tiempo he hecho cosas preciosas; he coreografiado El amor brujo para el Ballet Nacional de Cuba por invitación expresa de Alicia Alonso y una Carmen en Salzburgo con la Filarmónica de Berlín. Por eso pensé que podía hacer algo grande para mí mismo, una especie de catarsis de emociones, así que miré lo que tenía en el banco y me hipotequé con toda gallardía para reunir en este trabajo a 8 bailaoras, cuatro cantaoras gitanas de Jerez que son increíbles, dos guitarristas y unos invitados de excepción”, cuenta. En el estreno, efectivamente, contó con Esperanza Fernández para cantar el emocionante himno gitano Gelem Gelem y con el pianista David Peña Dorantes. Hoy no estará Fernández, que tiene su propio espectáculo en la Bienal y no ha podido colaborar, aunque la compañía bailará su himno (es la primera vez que se coreografía y se baila el Gelem), pero sí Dorantes, tocando también por JUAN CARLOS VÁZQUEZ Andrés Marín, Cristóbal Ortega (director de la Bienal) y Antonio El Pipa ante la sevillana Torre del Toro. vez primera para el baile, su conocido Orobroy. “Es como pasar del horror que supuso el holocausto para los gitanos, presente en la letra aterradora del Gelem, a la esperanza que lleva dentro el Orobroy. Esta pieza se ha convertido en el nuevo himno del pueblo gitano”, dice Antonio El Pipa, que se confiesa tan ilusionado como el primer día que pisó la Bienal. MARÍN Y SU CARTA BLANCA Hombre inquieto donde los haya, desde que fundó su compañía en 2002 Andrés Marín ha creado espectáculos tan diferentes como Asimetrías, El cielo de tu boca o La Pasión según se mire. En su última presentación en la Bienal, en 2012, su complejo trabajo Tuétano resultó tan incomprendido como lo fue al principio Antonin Artaud, el teórico del teatro en el que se inspiraba. Desde entonces Marín ha trabajado en Francia, país que lo ha encumbrado como artista y que, según sus palabras, “está a una maratón de distancia de España en cuanto a políticas culturales”. Allí ha compartido escenario con el genio del teatro ecuestre, Bartabas, con el que ha realizado más de cien funciones, y se ha dejado dirigir en Yatra por Kader Attou y por el camerunés Manuel. Carta blanca toma el nombre de un programa con el que el Museo Picasso de París quería ofrecer a sus visitantes la oportunidad de contemplar las obras desde un ángulo diferente. Dicho programa propició la entrada del flamenco por vez primera en el Museo y un tête a tête entre los dos artistas andaluces. De los 45 minutos de danza itinerante creados por Marín surgiría luego este espectáculo, estrenado en 2015 en el ciclo Septiembre es flamenco. La lluvia impidió que Marín llevara a cabo la instalación que tenía preparada para la torre de Don Fadrique debiendo refugiarse en el teatro Alameda; ahora de seguro encontrará en el Central su espacio natural. “Carta blanca es un espacio de libertad en el que yo me puedo mover sin censuras. Yo me saturo a veces de hacer siempre lo mismo y aunque me gusta tenerlo todo muy atado, aquí puedo reinterpretarme, interactuar con las músicas y los sonidos. Es una necesidad mía para no anestesiarme”, confiesa el bailaor. Amante del cante como todo buen flamenco, Marín bailará con las voces de José Valencia y Segundo Falcón, “dos grandes cantaores, con un oficio y una sabiduría a la espalda”. Con ellos, la guitarra flamenca de Salvador Gutiérrez, la zanfoña y la guitarra eléctrica de Raúl Cantizano, la percusión de Daniel Suárez y el clarinete de Javier Trigos. Unos músicos que a veces se vuelven locos cuando trabajan con él porque, según aclara, “les quito la comodidad, los saco de su zona de seguridad, de lo que saben hacer ya que el flamenco no es siempre igual; está lo plástico y lo bello pero también lo áspero, como en todas las artes. A mí me gusta mucho la diversidad”. Preguntado sobre sus sentimientos al salir al escenario, Marín responde: “Yo me olvido de mí, dejo mi ego a un lado para pensar, con una especie de rezo espiritual, en los grandes artistas que ya no están”. Un raro ejercicio de humildad que podría servir de ejemplo para todos aquellos que tienen en sus manos la cultura de este país. P.20 48 PAÍS: España FRECUENCIA: Diario PÁGINAS: 48 O.J.D.: 2741 TARIFA: 3025 € E.G.M.: 16000 ÁREA: 864 CM² - 100% SECCIÓN: CULTURA Y OCIO Domingo 11 de Septiembre de 2016 | EUROPA SUR CULTURA Y OCIO 11 Septiembre, 2016 XIX BIENAL DE FLAMENCO 3 El festival encara su primer domingo cargado de propuestas Andrés Marín y Antonio El Pipa, dos maneras de abordar el flamenco ● El sevillano mostrará en el Central su ‘Carta blanca’, concebida para el Museo Picasso de París ● El jerezano regresa con ‘Gallardía’, que llega al Lope de Vega con todas las entradas agotadas Rosalía Gómez SEVILLA Sevilla y Jerez, tradición y vanguardia, baile de grupo y baile unipersonal… Todo eso y mucho más es lo que podrán ver hoy si acuden a las dos citas oficiales de la Bienal de Flamenco en los teatros Lope de Vega (20:30) y Central (23:00). Sus protagonistas: dos bailaores de larga trayectoria y gran reconocimiento internacional: Antonio El Pipa y Andrés Marín. El primero, Antonio El Pipa, regresa a la Bienal y al Teatro Lope de Vega –con las localidades agotadas– después de un largo paréntesis en el que un accidente le afectó al riñón y casi le cuesta la vida. Pero El Pipa salió adelante y lo ha hecho con Gallardía, que así se llama el espectáculo que estrenó en 2015 en el Festival de Jerez y esta noche presenta en Sevilla. “No he hecho ni más ni menos que lo que siempre ha hecho mi pueblo: salir adelante”, afirma el jerezano, perteneciente a una conocida dinastía flamenca y cuya compañía cumplirá 20 años en 2017. “Durante este tiempo he hecho cosas preciosas; he coreografiado El amor brujo para el Ballet Nacional de Cuba por invitación expresa de Alicia Alonso y una Carmen en Salzburgo con la Filarmónica de Berlín. Por eso pensé que podía hacer algo grande para mí mismo, una especie de catarsis de emociones, así que miré lo que tenía en el banco y me hipotequé con toda gallardía para reunir en este trabajo a 8 bailaoras, cuatro cantaoras gitanas de Jerez que son increíbles, dos guitarristas y unos invitados de excepción”. En el estreno, efectivamente, contó con Esperanza Fernández para cantar el emocionante himno gitano Gelem Gelem y con el pianista David Peña Dorantes. Hoy no estará Fernández, que tiene su propio espectáculo en la Bienal y no ha podido colaborar, aunque la compañía bailará su himno (es la primera vez que se coreografía y se baila el Gelem), pero sí Dorantes, tocando también por vez primera para el baile, su conocido Orobroy. “Es como pasar del horror que supuso el holocausto para los gitanos, presente en la letra aterradora del Gelem, a la esperanza que lleva dentro el Orobroy. Esta pieza se ha convertido en el nuevo himno del pueblo gitano”, dice JUAN CARLOS VÁZQUEZ Andrés Marín subirá a las tablas del Teatro Central a partir de las 23:00. Picasso de París quería ofrecer a sus visitantes la oportunidad de contemplar las obras desde un ángulo diferente. Dicho programa propició la entrada del flamenco por vez primera en el Museo y un tête a tête entre los dos artistas andaluces. De los 45 minutos de danza itinerante creados por Marín surgiría luego este espectáculo, estrenado en 2015 en el ciclo Septiembre es flamenco. La lluvia impidió que Marín llevara a cabo la instalación que tenía preparada para la torre de Don Fadrique debiendo refugiarse en el teatro Alameda; ahora de seguro encontrará en el Central su espacio natural. “Carta blanca es un espacio de libertad en el que yo me puedo mover sin censuras. Yo me saturo a veces de hacer siempre lo mismo y aunque me gusta tenerlo todo muy atado, aquí puedo reinterpretarme, interactuar con las músicas y los sonidos. Es una necesidad mía para no anestesiarme”, confiesa el bailaor. Amante del cante como todo Marín cree que Francia “está a un maratón de distancia de España” en políticas culturales JUAN CARLOS VÁZQUEZ Antonio El Pipa, listo para reencontrarse con sus admiradores a partir de las 20:30 en el Lope. Antonio El Pipa, que se confiesa tan ilusionado como el primer día que pisó la Bienal. MARÍN Y SU CARTA BLANCA Hombre inquieto donde los haya, desde que fundó su compañía en 2002 Andrés Marín ha creado espectáculos tan diferentes como Asimetrías, El cielo de tu boca o La Pasión según se mire. En su última presentación en la Bienal, en 2012, su complejo trabajo Tuétano resultó tan incomprendido como lo fue al principio Antonin Artaud, el teórico del teatro en el que se inspiraba. Desde entonces Marín ha trabajado en Francia, país que lo ha encumbrado como artista y que, según sus palabras, “está a una maratón de distancia de España en cuanto a políticas culturales”. Allí ha compartido escenario con el genio del teatro ecuestre, Bartabas, con el que ha realizado más de cien funciones, y se ha dejado dirigir en Yatra por Kader Attou y por el camerunés Manuel. Carta blanca toma el nombre de un programa con el que el Museo buen flamenco, Marín bailará con las voces de José Valencia y Segundo Falcón, “dos grandes cantaores, con un oficio y una sabiduría a la espalda”. Con ellos, la guitarra flamenca de Salvador Gutiérrez, la zanfoña y la guitarra eléctrica de Raúl Cantizano, la percusión de Daniel Suárez y el clarinete de Javier Trigos. Unos músicos que a veces se vuelven locos cuando trabajan con él porque, según aclara, “les quito la comodidad, los saco de su zona de seguridad, de lo que saben hacer ya que el flamenco no es siempre igual; está lo plástico y lo bello pero también lo áspero, como en todas las artes. A mí me gusta mucho la diversidad”. Preguntado sobre sus sentimientos al salir al escenario, Marín responde: “Yo me olvido de mí, dejo mi ego a un lado para pensar, con una especie de rezo espiritual, en los grandes artistas que ya no están”. Un raro ejercicio de humildad que podría servir de ejemplo para todos aquellos que tienen en sus manos la cultura de este país. P.21