Evaluación del riesgo de caídas. Protocolos de valoración clínica
Transcripción
Evaluación del riesgo de caídas. Protocolos de valoración clínica
54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 54 REVISIONES Evaluación del riesgo de caídas. Protocolos de valoración clínica M. Lázaro del Nogal, A. González-Ramírez y A. Palomo-Iloro Unidad de Caídas. Servicio de Geriatría. Hospital Clínico San Carlos. Madrid. España. RESUMEN Las caídas son una de las principales causas de lesiones, de incapacidad e incluso de muerte en los pacientes ancianos. En todo paciente que se cae, se deben valorar las consecuencias, los factores de riesgo de las caídas y el riesgo de presentar nuevas caídas. La valoración de los factores de riesgo de caídas debe incluir los siguientes aspectos: anamnesis rigurosa, valoración geriátrica exhaustiva, exploración física general, exploración de los órganos de los sentidos, exploración del equilibrio y la marcha, evaluación del entorno y realización de determinadas exploraciones complementarias (posturografía). Los protocolos de evaluación permiten identificar el mayor número de factores de riesgo. Numerosos tests clínicos (Tinetti, timed and go) permiten valorar el riesgo de nuevas caídas y de presentar consecuencias severas. La creación de unidades de caídas como equipos multidisciplinarios destinados de forma específica a la valoración de anciano con caídas de repetición y a la prevención de caídas es muy importante. Palabras clave Caídas. Valoración del riesgo de caídas. Posturografía. Tests clínicos. Unidades de caídas. Evaluating the risk of falls. Clinical evaluation protocols ABSTRACT Falls are one of the main causes of lesions, disability and even death in elderly patients. In all patients who fall, the repercussions and risk factors for falls and their recurrence should be evaluated. Evaluation of risk factors for falls should include the following: thorough medical history, exhaustive geriatric evaluation, general physical examination, examination of sense organs, balance and gait, evaluation of the environment, and complementary examinations (posturography). Evaluation protocols allow a greater number of risk factors to be identified. Numerous clinical tests (Tinetti, timed and go) allow the risk of new falls and of severe consequences to be assessed. Correspondencia: Dra. M. Lázaro del Nogal. Unidad de Caídas. Servicio de Geriatría. Hospital Clínico San Carlos. Martín Lagos, s/n. 28040 Madrid. España. Correo electrónico: [email protected] Recibido el 29-04-05; aceptado el 15-09-05. 54 The creation of falls units with multidisciplinary teams specifically designated to evaluate the elderly with recurrent falls and the prevention of falls is highly important. Key words Falls. Evaluation of risk of falls. Posturography. Clinical tests. Falls units. INTRODUCCIÓN Las caídas representan uno de los problemas más importantes dentro de la patología geriátrica y son una de las principales causas de lesiones, de incapacidad e incluso de muerte en este grupo de población. Constituyen, tal vez, el prototipo más característico de los llamados síndromes geriátricos. Son también un reto para todo profesional que atiende a pacientes de edad avanzada. Datos globales, corroborados también en nuestro país, apuntan que aproximadamente un tercio de las personas mayores que viven en la comunidad se caen cada año y cerca de la mitad de ellas se caen más de una vez1,2. En instituciones, la incidencia y prevalencia de caídas es mayor3. Las caídas, especialmente si se repiten, deben considerarse como indicadoras de una situación de fragilidad o tendencia a la discapacidad, y son tanto el resultado como la causa de patologías diversas, e incluso pueden suponer causa directa de muerte para el individuo o bien a través de sus complicaciones mórbidas4. Importa destacar desde aquí que las caídas no son un fenómeno inevitable en el anciano. Tienen sus propios factores de riesgo perfectamente identificados. La contribución relativa de cada factor de riesgo difiere según la situación médica individual subyacente, la situación funcional y las características del entorno5. En la práctica clínica tiene mucho interés la valoración cuidadosa del anciano que ha tenido una caída6. Mediante la evaluación completa se conseguirá distinguir un mayor número de factores de riesgo para poder actuar de manera individualizada sobre cada uno de ellos. Tras un episodio de caída se debe evaluar urgentemente si existe daño físico y/o problemas médicos agudos y se debe proporcionar el tratamiento que sea indicado. Una vez realizada esta valoración inicial los objetivos primordiales de la evaluación clínica son descubrir los factores causantes de caí- Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 66 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 55 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA Etapa 1 Evaluar si existe daño físico y/o problemas médicos agudos – Lesión inmediata (contusión,fractura, herida,esguince,TCE...). – Enfermedad médica aguda Etapa 2 Valorar circunstancias de las caídas previas – Número de caídas/lugar/actividad/tipo de calzado Etapa 3 Valorar factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos Valoración geriátrica Biomédica (problemas médicos y revisión farmacológica)/asociación de síndromes geriátricos Funcional (niveles de movilidad) Mental (MMES, GDS) Social Exploración física Neurológica básica (fuerza reflejos, nervios periféricos, función cognitiva) Cardiovascular (hipotensión ortostatica Aparato locomotor (función articular) Exploración de los órganos de los sentidos Examen visual (agudeza,campo visual) y auditivo Exploración del equilibrio y la marcha Test Romberg, estación unipodal Test Tinetti, test timed and go/prueba de alcance funcional, tipo de marcha Exploraciones complementarias Analítica ECG, EEG, TC, Posturografia (WBS, MCT, WA,SS, SO) Densitometria Valoración del entorno Suelo, iluminación, mobiliario, escaleras. Etapa 4 Modificar los factores de riesgo (intervenciones y hojas de recomendaciones) y ubicar en el nivel asistencial geriátrico adecuado (hospital de día) Etapa 5 Figura 1. Valoración del anciano con caídas. Protocolo de la Unidad de Caídas del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Monitorizar las intervenciones – Grado de cumplimento de las recomendaciones y eficacia de éstas – Programación de nuevas revisiones das e identificar a las personas que tienen un riesgo de presentar nuevas caídas y lesiones severas tras estos episodios7. En todo paciente que se cae se debe valorar: a) las consecuencias y los factores de riesgo de las caídas (fig. 1); b) el riesgo de presentar nuevas caídas, y c) el riesgo de presentar lesiones severas tras una caída. 55 VALORACIÓN DE LAS CONSECUENCIAS Y DE LOS FACTORES DE RIESGO DE LAS CAÍDAS En la evaluación y valoración clínica de los pacientes que presentan caídas se pueden definir varias etapas (fig. 1). A continuación se expondrán los pasos que se realizan en la Unidad de Caídas del Servicio de Geriatría del Hos- Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 67 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 56 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA pital Clínico San Carlos de Madrid8. Siempre que se produce una caída es importante valorar las consecuencias inmediatas y si existe algún problema médico agudo responsable de esa caída (etapa 1). El paciente debe recibir atención médica inmediata. Una vez proporcionado el tratamiento médico y/o quirúrgico que sea indicado se procederá a valorar la historia de las circunstancias de las caídas previas (etapa 2). En este apartado se recogen: – Número de caídas que ha presentado el paciente en los 3 y 6 últimos meses. Los pacientes que ya han tenido una caída tienen un riesgo mayor de volver a caerse que los que nunca han caído9. Este dato no siempre es fácil de obtener, ya que con frecuencia el anciano olvida las caídas previas o no comunica que las ha presentado si no han tenido alguna consecuencia seria10. – Lugar de la última caída. La mayoría de las caídas ocurren en el domicilio habitual del paciente. También es importante recoger en la anamnesis la iluminación del lugar de la caída, las condiciones del suelo y si estaba presente algún objeto o animal capaz de favorecer la caída. La mayoría de las caídas ocurren en el domicilio habitual del paciente. Los factores de riesgo difieren si el anciano vive en la comunidad o está institucionalizado11. – Actividad que estaba realizando en el momento de tener la caída. Igualmente se debe preguntar sobre la mecánica de la caída y si todas las caídas se producen de la misma manera. – Síntomas que han acompañado a la caida: disnea, sensación de inestabilidad, debilidad, dolor torácico, pérdida de conocimiento, déficit neurológicos, movimientos involuntarios, relajación de esfínteres. – Consecuencias de las caídas previas (miedo a volver a caer). Se recogerán tanto las físicas como las psíquicas. Una caída previa puede producir déficit físicos y miedo a una nueva caída y dar lugar a un deterioro de la movilidad que favorecerá nuevos episodios. Un dato importante es el tiempo de permanencia en el suelo, ya que es un marcador de mal pronóstico12. La valoración del anciano con caídas se inicia con la búsqueda e identificación de los factores de riesgo individuales (etapa 3) y debe incluir los siguientes aspectos8: Valoración geriátrica exhaustiva (biomédica, funcional, mental, social) Va a permitir una mayor exactitud diagnóstica y una óptima realización de un plan terapéutico13. Dentro de la valoración geriátrica se realizará: – Evaluación biomédica. Se recogen las patología agudas y crónicas, especialmente las que afectan al sistema cardiovascular, neurológico, osteomuscular (tabla 1). Se 68 TABLA 1. Principales procesos patológicos que facilitan las caídas Patología neurológica-psiquiátrica Síndromes de disfunción del equilibrio y de la marcha Accidente isquémico transitorio (AIT)/accidente cerebrovascular (ACV) Deterioro cognitivo Síndrome de Parkinson Crisis epilépticas Hidrocefalia a presión normal Masa intracraneal Depresión Ansiedad Patología del aparato locomotor Osteoporosis Artrosis Patología inflamatoria Patología del pie Patología cardiovascular Síncope Trastornos del ritmo Cardiopatía isquémica Lesiones valvulares Insuficiencia cardíaca Hipotensión ortostática Patología sensorial múltiple Patología ocular, del equilibrio y del sistema propioceptivo Patología sistémica Infecciones, trastornos endocrinometabólicos y hematológicos debe anotar tipo de fármacos y se comprobará si se están consumiendo a las dosis adecuadas y que el paciente no se esté automedicando. Asimismo, se debe interrogar al paciente sobre el consumo de alcohol y tabaco por sus consecuencias tan negativas sobre diversos sistemas del organismo. El estado nutricional es también fundamental en los pacientes con este síndrome geriátrico. La situación nutricional influye sobre la masa y la fuerza musculares14. – Evaluación funcional. La situación física del paciente va a influir en el riesgo de caídas que presenta. Diversos estudios han puesto de manifiesto la asociación que existe entre la dependencia para las actividades básicas de la vida diaria y un mayor riesgo de caídas15,16. Se utiliza el índice de Katz para las actividades básicas de la vida diaria (lavado, vestido, uso del retrete, movilización, continencia, alimentación)17 y el índice de Lawton para las actividades instrumentales de la vida diaria18. Se debe detectar si el paciente presenta o no deterioro funcional. El Physical Perfomance Test (PPT) es una escala muy utilizada en los estudios sobre el riesgo de caídas19. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 56 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 57 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA – Evaluación mental y psicoafectiva. El deterioro cognitivo de cualquier origen y los estados depresivos son situaciones que se asocian a caídas20,23. La escala de depresión geriátrica (GDS) ha demostrado su utilidad para discriminar los ancianos deprimidos de los no deprimidos24. – Evaluación social. Se recogerán datos sobre el cuidador principal, las características de la vivienda y los recursos sociales que dispone el paciente. – Asociación de síndromes geriátricos. Es importante conocer la presencia de otros síndromes geriátricos25 y su asociación con caídas de repetición. Exploración física general exhaustiva Es imprescindible realizar una exploración física completa que haga especial énfasis en la exploración cardiovascular, neurológica y del aparato locomotor8. Existe gran variedad de métodos de exploración estandarizados que pueden ayudar a valorar el trastorno funcional del sistema esquelético26. Para la evaluación de la fuerza muscular en miembros inferiores se utiliza: – Prueba de los flexores plantares. El paciente se mantiene de pie sobre una pierna y se pone de puntillas entre 5 y 10 veces. Se repite con la pierna contraria. – Prueba de los extensores de la cadera. El paciente se coloca en decúbito prono sobre una camilla y levanta una pierna hacia el techo entre 3 y 5 veces. Se repite con la pierna contraria. – Prueba de los abductores de la cadera. El paciente permanece de pie detrás del respaldo de una silla y, mientras utiliza sus dedos para apoyarse levemente sobre el respaldo, lentamente levanta una pierna durante 5 s. Se repite con la pierna contraria. La caída de la pelvis hacia el lado que no carga el peso indica debilidad muscular. Existen otras pruebas clínicas para la patología ósea, articular y muscular que se deben realizar en función de los síntomas que presente el paciente que ha tenido una caída27. Exploración de los órganos de los sentidos8 – Exploración del sistema visual. Se valoran la agudeza visual, la visión cercana y el campo visual. Se medirá la agudeza visual en cada ojo por separado y si el paciente utiliza gafas, con ellas puestas. Para valorarla se necesita un optotipo sencillo en forma de cartel con letras. La campimetría por confrontación permite detectar alteraciones en el campo visual groseras: cuadrantanopsias, hemianopsias y la disminución concéntrica del campo visual (glaucoma crónico). El examen del fondo de ojo permitirá detectar la presencia de retinopatía diabética o hipertensiva. Es importante realizar preguntas 57 de cribado con el fin de descartar patología oftalmológica. Se interrogará sobre las siguientes cuestiones: a) antecedentes patológicos sistémicos: diabetes, hipertensión arterial, enfermedad vascular neurológica que repercuta en la visión; b) antecedentes patológicos oftalmológicos: traumatismo o cirugía ocular previa, y c) historia farmacológica: es preciso estar alerta de los posibles efectos secundarios de algunos fármacos. – Exploración del sistema auditivo. Hay que explorar la percepción a través de la vía aérea y de la vía ósea y comparar ambas. a) Percepción de la vía aérea. Mide la transmisión del sonido en el conducto auditivo externo. Se puede valorar midiendo la percepción de la voz humana (la voz cuchicheada debe oírse en condiciones normales a 20 m y la voz alta a 50 m). b) Percepción ósea. Se utiliza un diapasón de 128 Hertz que se coloca en la línea media del cráneo. Cuando la audición es normal se oye igual por los 2 lados. Si hay una sordera unilateral de transmisión (por afectación de la vía aérea), el paciente oirá mejor en el lado sordo. Si hay una sordera de percepción (por afectación neurosensorial) oirá mejor por el oído sano. c) Comparación de la percepción aérea y ósea. Se coloca el diapasón delante del pabellón auricular y cuando deja de oírse se coloca en la línea media del cráneo. En condiciones normales, la percepción aérea es mejor que la ósea: es lo que se denomina Rinne positivo. Cuando se trata de una sordera de transmisión, el paciente oye mejor por la vía ósea que por la vía aérea: Rinne negativo. Si el paciente tiene una sordera de percepción, se afecta tanto la vía ósea como la aérea, y si la relación entre ambas se mantiene normal: es el denominado Rinne positivo patológico. Exploración del equilibrio y la marcha La etiología de los trastornos del equilibrio es multifactorial. La historia clínica sigue siendo fundamental para el diagnóstico. Se debe interrogar al paciente sobre los antecedentes personales y realizar una anamnesis dirigida, para delimitar perfectamente las características del cuadro. Se ha de incidir sobre aspectos tan fundamentales como manifestaciones clínicas, duración, desencadenantes y síntomas acompañantes. La exploración física permitirá realizar un diagnóstico topográfico. Las pruebas básicas que se han de realizar son las siguientes: evaluación del nistagmo, detección de asimetrías, valoración de la marcha, evaluación neurológica y exploración de las limitaciones osteomusculares, tanto mecánicas como dolorosas. Existen 5 pruebas sencillas y rápidas que en un primer tiempo permiten examinar el estado del equilibrio del paciente de edad avanzada y son las que se utilizan en nuestra unidad: Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 69 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 58 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA – Test de Romberg28. El paciente se coloca en ortostatismo y bipedestación, con los ojos cerrados. La duración máxima de la prueba es de 30 s y se valora la caída rápida o lenta hacia un lado, hacia ambos de manera variable o hacia atrás. – Evaluación cronometrada de la estación unipodal29. Se mide la duración máxima del equilibrio manteniéndose sobre un solo pie, sin ningún apoyo y sin separar los brazos. Se permiten hasta 5 ensayos, y la duración máxima de la prueba es de 30 s. A partir de los 60 años, el paciente debe permanecer como mínimo 5 s con los ojos cerrados. En el estudio de Vellas et al30, se relacionó la incapacidad para mantener el equilibrio más de 5 s con las caídas que dan lugar a lesiones, pero no con todas las caídas globalmente. En el estudio de Hurvitz et al31, se consideró que una estancia sobre un solo pie menor de 30 s se asociaba a una historia de caídas (sensibilidad del 91% y especificidad del 75%)31. – Test de Tinetti del equilbrio32. Es muy completo; evalúa 13 pruebas y permite valorar el equilibrio estático y dinámico. Puntúa según 3 valores: normal, adaptado y anormal. Puntuaciones bajas en el test son predictoras de caídas de repetición. – Test get up and go33. Consiste en observar al individuo mientras se levanta de una silla, camina 3 m y vuelve a ella. Puntúa de 1 a 5 según la percepción del examinador sobre el riesgo de caídas del paciente, se considera 1 como normal y 5 como alterado, pero esta escala es imprecisa ya que depende de la subjetividad de quien lo realiza. – Test timed get up and go (TUG)34. Modificación del test anterior. Se cronometra el tiempo que tarda el anciano en levantarse de una silla con apoyabrazos, caminar 3 m, dar la vuelta y volver a sentarse en la silla. El TUG posee una correlación muy alta con respecto a la velocidad de la marcha (r = 0,55) y la puntuación en la escala de Tinetti (r = 0,55)35,36. El resultado del TUG en una población de sujetos sanos, autónomos y no hospitalizados es de 8 s (desviación estándar [DE]: 2), 9 s (DE: 3) y 10-11 s (DE: 3) en grupos de edad de 60-69, 70-79 y 80-89 años, respectivamente37. Al comparar una población control con otra de sujetos que se habían caído en 1 o más ocasiones, el valor del TUG es significativamente diferente, y el punto de corte que diferencia ambas poblaciones es de 20 s. Para los pacientes que se habían caído en varias ocasiones el valor fue de 29 s38. Los factores que influyen en los resultados son: empleo de ayudas técnicas, tipo de calzado, tipo de silla desde la que se inicia el movimiento y postura que adopta el tronco del sujeto. En relación con esto último, la capacidad funcional del sujeto es mucho peor en los que tienen una cifosis torácica exagerada con un TUG claramente patológico39,40. – Prueba de alcance funcional41. Mide la distancia que un individuo puede alcanzar con su brazo extendido ha70 cia delante mientras permanece de pie, y mantiene una base de sustentación fija. Los individuos que no son capaces de superar 25 cm son muy frágiles y limitados en sus actividades de la vida diaria, y presentan mayor riesgo de caídas. Este test se ha validado como predictor de caídas de repetición. Al establecer sus posibles causas e identificar la topografía del trastorno del equilibrio, se podrá realizar un enfoque certero de la «patología del mareo». Llegados a este punto, seremos capaces de valorar otras pruebas complementarias dirigidas, como la electronistagmografía (tests vestibulares) o la posturografía (valoración integral de sistemas visual, vestibular y propioceptivo). La posturografía es una técnica de incorporación relativamente reciente que representa un instrumento útil para detectar a los pacientes con riesgo de caídas. El posturógrafo cuantifica la posición del centro de gravedad corporal y su desplazamiento u oscilaciones corporales en relación con la vertical («estabilidad estática»), así como la relación entre las fuerzas horizontales y verticales ejercidas para mantener el equilibrio en cada prueba, con la determinación del tipo de estrategia postural utilizada. Se puede valorar si las respuestas de adaptación que ejerce el individuo ante los desplazamientos es correcta, es decir, realiza pequeños movimientos del centro de gravedad sobre la base de sustentación («estrategia de tobillos») o bien, esta respuesta es inadecuada, esto es, el sujeto realiza movimientos bruscos del centro de gravedad y sobrepasa los límites de la base de sustentación con inclinaciones de la cadera («estrategia de cadera»). Los movimientos realizados por el paciente, originan alteraciones de la presión de la base de sustentación de los pies, que permiten representar en la pantalla del ordenador su posición en el espacio, con el fin de evaluar la «estabilidad dinámica»42,43. La posturografía evalúa la habilidad del paciente en la realización de las actividades básicas de la vida diaria. Para ello, cuantifica la simetría de peso en extremidades inferiores, el rango de movilidad y el control sobre el movimiento; componentes, todos ellos, del desarrollo de la actividad diaria. Estos datos se pueden comparar con los de población sana de la misma edad, lo que permitiría detectar a los sujetos con elevado riesgo de caídas. Mediante la prueba denominada weight bearing-squat se valora la capacidad del individuo para mantener la bipedestación sobre una plataforma firme, a diferentes grados de flexión de las extremidades inferiores (flexión de las rodillas a 0, 30, 60 y 90º). Las gráficas donde se obtienen los resultados representan el porcentaje de peso corporal que se desplaza a izquierda y derecha durante el ejercicio de flexión de los miembros inferiores. La prueba denominada Modified Clinical Test for the Sensory Interaction on Balance (MCT) estudia la influencia de los órganos sensoriales sobre el equilibrio estáti- Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 58 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 59 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA TABLA 2. Valor de la posturografía en ancianos con caídas de repetición44 Grupo caídas n = 57 Prueba MCT Superficie firme, ojos abiertos Superficie firme, ojos cerrados Almohadillado, ojos abiertos Almohadillado, ojos cerrados MCT, % de caídas Superficie firme, ojos abiertos Superficie firme, ojos cerrados Almohadillado, ojos abiertos Almohadillado, ojos cerrados Marcha (WA), media cm/s (DE) 0,30 (0,20-0,58) 0,40 (0,20-0,70) 1,20 (0,90-1,75) 3,35 (2,25-6,00) Grupo control n = 38 p 0,20 (0,18-0,30) 0,30(0,10-0,40) 0,90 (0,78-1,23) 2,55 (1,68-3,15) 0,034 0,003 0,002 0,015 0 0 10 44,9 33,34 (18,46) 0 0 0 18,4 48,59(19,48) 0,4 0,4 0,06 0,009 < 0,001 DE: desviación estándar; MCT: Modified Clinical Test for the Sensory Interaction on Balance. co. Se trata de valorar cómo se desplaza el centro de gravedad del sujeto cuando realiza la prueba, primero sobre plataforma firme y luego sobre un almohadillado, y en ambas ocasiones, con ojos abiertos y ojos cerrados. Con esta prueba se logra disminuir la aferencia propioceptiva (mediante el almohadillado) y se anula la aferencia visual (al cerrar los ojos). Las gráficas nos dan una representación visual del desplazamiento del centro de gravedad en las 4 situaciones (plataforma firme-ojos abiertos, plataforma firme-ojos cerrados, almohadilladoojos abiertos, almohadillado-ojos cerrados). La prueba rhythmic weight shift evalúa la capacidad del individuo de mover el centro de gravedad voluntariamente siguiendo un estímulo visual, y se mide la velocidad del balanceo y la concordancia en la dirección. Las pruebas de posturografía dinámica que valoran algunas de las actividades básicas de la vida diaria son las siguientes: – Sit to stand. Se contabiliza el tiempo que tarda el individuo en adoptar la bipedestación desde la posición de sentado y sin utilizar apoyos para adquirir la postura. – Walk across. Se tiene en cuenta la trayectoria y la velocidad de la marcha a lo largo de la plataforma del posturógrafo. – Step up over. Se valora el equilibrio y la coordinación mediante la fuerza ejercida por las extremidades inferiores al subir y bajar un escalón. En el trabajo realizado en nuestra Unidad de Caídas, los pacientes con caídas de repetición presentaban nuevas caídas al realizar la prueba MCT. La anulación conjunta de las aferencias visuales y propioceptivas facilitó los nuevos episodios de caídas44. En los pacientes con caídas, la velocidad de la marcha fue más lenta que en los ancianos que formaban el grupo control. 59 Los resultados alterados de las pruebas que valoraron las actividades básicas de la vida diaria en los pacientes que presentaron caídas podrían estar relacionados con el síndrome poscaída que tenían estos pacientes (tabla 2). Evaluación del entorno Se deben revisar las características de los suelos, el mobiliario y la iluminación. El terapeuta ocupacional establecerá las modificaciones ambientales orientadas a disminuir el riesgo de caídas45. Realización de exploraciones complementarias No deben ser rutinarias, hay que adecuarlas a cada caso concreto. La evaluación clínica orientará sobre el tipo de exploraciones complementarias necesarias: hemograma, glucemia, iones, hormonas tiroideas, vitamina B12, electrocardiograma, etc. En algunos pacientes son necesarias pruebas de laboratorio en el estudio de los trastornos del equilibrio y la marcha (audiometría, electronistagmografía, posturografía)46. Una vez identificados los factores de riesgo hay que modificarlos (etapa 4). Tras la realización de una valoración completa, las anomalías detectadas en el paciente se deben recoger o modificar al máximo: alteraciones visuales, propioceptivas, vestibulares, osteomusculares, consumo de fármacos. Actuar sobre los factores de riesgo de una manera personalizada constituye la base para cualquier programa de intervención y prevención. Es fundamental el seguimiento de los pacientes que se caen para saber si nuestra intervención ha sido eficaz (etapa 5). Se deben registrar las nuevas caídas y detectar si el paciente presenta consecuencias a largo plazo (síndrome poscaída) durante el seguimiento. Tras la valo- Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 71 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 60 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA TABLA 3. Instrumentos de valoración multifactorial en ancianos de la comunidad47 1. Caledonia Home Health Care Fall Risk Assessment Tool. Laferriere RH (1998). Estados Unidos Test de 9 ítems que incluye factores intrínsecos y extrínsecos para valoración integral y posterior planificación de estrategias de intervención Laferriere RH (1998). Rural research: piloting a tool to identify home care clients risk of falling. Home Care Provider. 1998;3:162-9 2. Eldery Fall Screening Test (EFST). Cwikel JG et al (1998). Israel Test de 5 ítems que incluye caídas en el último año, caídas con lesión asociada en el último año, frecuencia de caídas, velocidad de la marcha disminuida, marcha inestable. Duración estimada: 17 min. Sensibilidad 93%. Especificidad 78%. Cwikel JG, Fried AV, Galinsky D, Ring H. Gait and activity in the elderly: implications for community fallsprevention and treatment programes. Disabil Rehabil. 1995;17:277-80 3. Home Assessment Profile. Chandler JM et al (1991). Estados Unidos Identifica los obstáculos más frecuentes y puntúa la dificultad de los pacientes en relación con ellos, y asigna un punto de corte para establecer el riesgo de caída Chandler JM, Prescott B, Duncan PW. Special Feature: The Home Assessment Profile- a reliable and valid assessment tool. Top Geriatric Rehabilitation. 2001;16:77-88 4. HOME FAST: Home Falls and Accidents Screening Tool. Mackenzie L et al (2000). Australia Contiene información para identificar obstáculos en relación con el ambiente físico, la valoración de la funcionalidad y el comportamiento individual que sugieran estudios más exhaustivos, estrategias de actuación y medidas preventivas. Se valoran un total de 25 ítems Mackenzie L, Byles J, Higginbotham N. Designing the Home Falls and Accidents Screening Tool (HOME FAST): selecting the items. Br J Occup Ther. 2000;63:260-9 5. Objetive Safe at Home. Anemaet WK y Motta-Trotter E (1997). Estados Unidos Escala ordinal que evalúa las principales áreas domésticas, aplicando un índice en función de la necesidad de asistencia y la dificultad manifestada por cada paciente Anemaet WK, Motta-Trotter E. The user friendly home care handbook. Learn Publications; 1997. 6. We HSA: Westmead Home Safety Assessment. Clemson L (1997). Australia Lista de 4 páginas que contiene obstáculos potenciales agrupados de acuerdo a 72 categorías. Una puntuación final resume los hallazgos del listado Clemson L. Home Fall Hazards and the Westmead Home Safety Assessment. West Brunswick. Coordinates Publications; 1997 72 ración completa del anciano que presenta caídas de repetición, hay que ser capaces de saber ubicar al paciente en el nivel asistencial más adecuado: consultas externas, hospital de día, unidad de media estancia, unidad de agudos. La ubicación dependerá de la clínica y situación social del paciente. Actualmente, existen varios protocolos de valoración clínica y se utilizan diversos tests para identificar a los ancianos con riesgo de caídas (tabla 3)47. En la valoración del anciano con caídas, también se debe valorar el riesgo que tiene de presentar nuevas caídas y lesiones severas tras una caída. En atención primaria y especializada se deben identificar ancianos con riesgo de caídas para actuar de forma individualizada (fig. 2)47. VALORACIÓN DEL RIESGO DE NUEVAS CAÍDAS Los siguientes tests permiten valorar si el paciente presenta riesgo de nuevas caídas: – Test timed and go34. Los pacientes que tardan en realizar este test entre 20 y 29 s tienen riesgo de caídas y precisan una valoración más detallada. La duración superior a 29 s indica un elevado riesgo de caídas. El trabajo realizado por Shummay-Cook et al otorga a esta prueba una alta especificidad y sensibilidad (ambas del 87%)48. – Evaluación cronometrada de la estación unipodal29. Una estancia < 5 s es un factor de riesgo para nuevas caídas. – Test de alcance funcional41. Si la distancia que puede alcanzar el paciente es < 25 cm implica un riesgo elevado de nuevas caídas. – Test de Tinetti32. Una puntuación < 19 puntos indica un alto riesgo de caídas. Una puntuación < 12 puntos implica riesgo de lesiones severas tras una caída. Estas pruebas son accesibles para su realización en una consulta de atención primaria y son de gran utilidad para detectar ancianos con riesgo de presentar caídas de repetición. VALORACIÓN DEL RIESGO DE LESIONES SEVERAS TRAS UNA CAÍDA En todo anciano que se cae es fundamental valorar si presenta o no osteoporosis y tratar adecuadamente esta patología para prevenir fracturas. Numerosos factores se asocian a riesgo elevado de fractura osteoporótica. Podemos clasificarlos en óseos Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 60 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 61 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA Identificación de pacientes en riesgo en atención primaria C Preguntar por antecedentes de caídas y su frecuencia en el año anterior, así como el contexto y las características de éstas Observar déficit en la estabilidad y la marcha, valorando el beneficio potencial de intervenciones posteriores Atención especializada/unidad de caídas D Todo profesional de la salud en relación con pacientes en riesgo de caída debe desarrollar y mantener habilidades profesionales especiales en cuanto a valoración y prevención de este subgrupo de pacientes Intervenciones multifactoriales Riesgo/caso identificado en cribado general Valoración multifactorial del riesgo de caídas Ofrecer al anciano en riesgo intervención global e individualizada que incluya: C Ésta debe escoger: ATENCIÓN PRIMARIA Riesgo/caso identificado tras caída/otro problema de salud Riesgo/caso identificado tras caída/otro problema de salud ATENCIÓN ESPECIALIZADA Caída con lesiones que precisaron atención sanitaria – Historial personal de caídas – Marcha, estabilidad, movilidad y fuerza muscular – Factores de riesgo para osteoporosis – Autopercepción de la habilidad funcional – Síndrome poscaída/terror a caer – Déficit visual – Deterioro cognitivo – Exploración neurológica – Incontinencia – Obstáculos domésticos – Exploración cardiovascular – Revisión de la medicación habitual Servicios especializados en caídas y osteoporosis han de estar operativamente vinculados con los distintos niveles asistenciales A – Entrenamiento en estabilidad y fuerza muscular – Intervención domiciliaria sobre obstaculos domésticos – Derivación a especialistas para tratamiento de déficit visual – Ajustar/retirar medicación predisponente Entrenamiento fuerza/estabilidad A Intervención domiciliaria y posterior seguimiento A Retirada/revisión de medicación B Marcapasos B Educación sanitaria/promoción de salud D Fomentar la participación de la población anciana en programas de prevención de caídas/foros de discusión Han de ser programas flexibles, adaptados a las distintas necesidades, que proporcionen información detallada sobre las medidas concretas a tomar, la importancia de la prevención y la naturaleza evitable de algunas de las caídas, así como de los beneficios físicos y psicológicos de la modificación de los riesgos y las pautas de actuación frente a una caída Figura 2. Guía Clínica 2004. Disponible en: http://www.nice.org.uk (adaptada). (relacionados con la resistencia ósea) y extraóseos (relacionados con riesgo de caídas o traumatismo). La prevención de las fracturas incluye reducir el número de caídas, minimizar el traumatismo asociado a éstas y aumentar la resistencia ósea en todas las edades49. Las Guías de Práctica Clínica tienen como objetivo conseguir unos adecuados cribado y tratamiento de los enfermos con factores de riesgo para osteoporosis que acuden al hospital. La SEIOMM (Sociedad Española de Investigaciones Óseas y Metabolismo Mineral) ha desarrollado una guía de práctica clínica para la osteoporosis posmenopáusica que presenta algoritmos de decisión en función de la presencia o no de fractura y tipo de fractura, y según el riesgo elevado de fractura no vertebral50. RECOMENDACIONES DE LAS GUÍAS CLÍNICAS PARA LA VALORACIÓN DEL ANCIANO CON CAÍDAS Las guías para la prevención de caídas elaboradas por las Sociedades Americanas de Geriatría y la Academia 61 de Cirujanos Ortopédicos y la Británica de Geriatría51 señalan las siguientes recomendaciones específicas para la valoración del anciano con caídas o con riesgo de presentarlas: – A todas las personas mayores se les debe preguntar al menos 1 vez al año sobre la incidencia de caídas. – A los pacientes que refieren al menos 1 caída es importante realizarles el test get up and go. Las personas que presenten dificultades necesitan una mayor evaluación. – A los ancianos que presentan una o más caídas, que tienen trastornos del equilibrio o refieren caídas de repetición, se les debe realizar una evaluación exhaustiva que incluya: anamnesis sobre circunstancias de las caídas, historia farmacológica, recogida de todos los problemas médicos agudos y crónicos, valoración funcional (grados de movilidad), evaluación de la visión, valoración del equilibrio, exploración del aparato locomotor, exploraciones neurológica y cardiovascular. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 73 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 62 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA Atención primaria Unidad de agudos Consultas externas Prevención primaria Unidad de caídas Prevención secundaria Prevención terciaria Hospital de día Unidad de media estancia Residencias Figura 3. Relación de la unidad de caídas con los diferentes niveles asistenciales geriátricos. – También se ha de preguntar al paciente sobre el miedo a nuevas caídas y sobre la autopercepción de la funcionalidad. La Falls Efficacy Scale (FES) es la herramienta más utilizada internacionalmente para la valoración integral del síndrome poscaída52. Otros múltiples instrumentos valorativos se han desarrollado a lo largo de las últimas décadas para evaluar al anciano con caídas de repetición con el fin de identificar y actuar de forma preventiva sobre los sujetos en situación de riesgo. Dada la heterogeneidad del grupo a estudio, no todos los tests son igualmente válidos y aplicables al conjunto de la población anciana47. El test TUG es la prueba más sencilla y útil para detectar el anciano con riesgo de caídas en un primer tiempo. Para una correcta valoración del test es fundamental la medida del tiempo y el número de pasos efectuados, que serán comparados con los valores de referencia establecidos37. Otras pruebas como el test de Tinetti, la escala de Berg y la prueba de alcance funcional así como los test dinámicos y posturográficos, ofrecen una valoración más detallada y diagnóstica, pero implican un mayor equipamiento y tiempo de realización, por lo que se aconseja su uso en un segundo tiempo por parte del especialista, una vez efectuado cribado en la población general (fig. 2). IMPORTANCIA DE LAS UNIDADES DE CAÍDAS EN LOS SERVICIOS DE GERIATRÍA La prevención de las caídas en el anciano es el objetivo básico de las unidades de caídas. La meta global de todas las estrategias de prevención debe ser minimizar el riesgo de caída sin comprometer la movilidad y la independencia funcional del anciano, y cuando esto no sea posible, evitar la gravedad de sus consecuencias. La formación de unidades de caídas como equipos multidisciplinarios destinados de forma específica a la 74 valoración del anciano con caídas de repetición y a la prevención de nuevas caídas es muy importante53,54. La atención preventiva en estas unidades incluye intervenciones primarias, secundarias y terciarias. En estas unidades se intenta identificar los factores de riesgo extrínsecos e intrínsecos mediante el seguimiento de un protocolo exhaustivo; tratar las patologías que favorezcan las caídas; valorar las consecuencias a corto y largo plazo, y prevenir las caídas en este grupo de población. Para lograr esto se requiere un trabajo interdisciplinario de atención primaria, atención especializada y servicios sociales, y es recomendable la presencia de un especialista clínico experto en caídas que coordine los servicios54. En la figura 3 se detalla la relación de la Unidad de Caídas del Servicio de Geriatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid con el resto de niveles asistenciales geriátricos y atención primaria. La intervención multifactorial e interdisciplinaria es la clave de una prevención eficaz. BIBLIOGRAFÍA 1. Tinetti ME, Speechley M, Ginter SF. Risk factors for fall among elderly persons living in the community. N Eng J Med. 1988;319:1701-7. 2. Salvà A, Bolivar I, Pera G, Arias C. Incidencia y consecuencias de las caídas en población anciana viviendo en la comunidad. Med Clin (Barc). 2004;122:172-6. 3. Rubensteins LZ, Josephson KR, Robins AS. Falls in the nursing home. Ann Intern Med. 1994;121:442-51. 4. Tinetti ME, Williams TF, Mayewski R. Fall risk index for elderly patients based on number of chronic disabilities. Am J Med. 1986;80:429-34. 5. Nevitt MC, Cummings SR, Kidd S. Risk factors for recurrent nonsyncopal falls. A prospective study. JAMA. 1989;261:2663-8. 6. Lázaro M. Valoración del anciano con caídas. En: Gónzalez Montalvo JI, Alarcón Alarcón T, editores. Valoración geriátrica integral. Barcelona: Glosa; 2001. p. 55-63. 7. Tideiksaar R. Caídas en ancianos. Prevención y tratamiento. Barcelona: Masson; 2005. 8. Lázaro del Nogal M. Evaluación del anciano que sufre caídas de repetición. Madrid: Fundación Mapfre Medicina; 2001. 9. Dowton JH. Falls in the elderly. Londres: Edward Arnold; 1993. 10. Campbell AJ, Borrie MJ, Spears GF, Jackson SL, Brown JS, Fitzgerald LJ. Circumstances and consequences of falls experienced by a community population 70 years and over during a prospective study. Age Ageing. 1990;136-41. 11. Mesa P, Marcellan T. Factores de riesgo de caídas. En: Lázaro M, editor. Evaluación del anciano con caídas de repetición. Madrid: Fundación Mapfre Medicina; 2001. p. 17-8. 12. Burker EJ, Wong H, Sloane PD, Mattingly D, Preisser J, Mitchell CM. Predictors of fear of falling in dizzy and nondizzy elderly. Psychol Aging. 1995;10:104-10. 13. Stuck AE, Siu AL, Wieland GD, Adams J, Rubenstein LZ. Comprehensive geriatric assessment: a meta-analysis of controlled trials. Lancet. 1993;342:1032-6. 14. Amin SH, Kuhle CL, Fitzpatrick LA. Comprehensive evaluation of the older women. Mayo Clin Proc. 2003;78:1157-85. 15. Langlois JA, Smith GS, Nelson DE, Sattin RW, Stevens JA, DeVito CA. Dependence in activities of daily living as a risk facgtor for fall injury events among older people living in the community. J Am Geriatr Soc. 1995;43:275-8. 16. Armstrong GK, Morgan K. Stability and change in levels of habitual physical activity in later life. Age Ageing. 1998;27:17-23. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 62 54-63 evaluacion 9/11/05 15:43 Página 63 Lázaro del Nogal M, et al. EVALUACIÓN DEL RIESGO DE CAÍDAS. PROTOCOLOS DE VALORACIÓN CLÍNICA 17. Katz S, Ford AB, Moskowitz RW, Jackson BA, Jaffe MW. Studies of illness in the aged. The index of ADL: A standarized measure of biological and psychosocial function. JAMA. 1963;185:914-9. 18. Lawton MP, Brody EM. Assessment of older people: self-maintaining and instrumental activities of daily living. Gerontologist. 1969;9:279-186. 19. Rozzini R, Frisoni GB, Bianchetti A, Zanetti O, Trabucchi M. Physical performance test and activities of daily living scales in the assessment of health status in elderly people. J Am Geriatr Soc. 1993;41:1109-13. 20. Shaw FE. Falls in cognitive impairment and dementia. Clin Geriatr Med. 2002;18:159-73. 21. Clark RD, Lord SR, Webster IW. Clinical parameters associated with falls in an elderly population. Gerontology. 1993;39:117-23. 22. Campbell AJ, Robertson MC, Gardner MM, Norton RN, Buchner DM. Psychotropic medication withdrawal and a home-based exercise program to prevent falls: A randomised controlled trial. J Am Geriatr Soc. 1999;47:850-3. 23. Van Dijk PTM, Meulenberg OGRM, Van De Sande HJ, Habbema JDF. Falls in dementia patients. Gerontologist. 1993;33:200-4. 24. Yessavage JA, Bring TL, Rose TL, Adey M. Development and validation of a geriatric depression rating scale. A preliminary record. J Psych Res. 1983;17:37-49. 25. Brown JS, Vittinghoff E, Giman RN, et al. Urinary incontinence: does it increase risk for falls and fractures? J Am Geriatr Soc. 2000;48:721-5. 26. Tideiksaar R. Prevención de las caídas: identificar los factores de riesgo reduce las complicaciones. Modern Geriatrics. 1996;8:205-10. 27. Buckup K. Pruebas clínicas para patología ósea, articular y muscular. Barcelona: Masson; 1997. 28. Navarro C, Lázaro M, Cuesta F, Viloria A, Roiz H. Métodos clínicos de evaluación de los trastornos del equilibrio y la marcha. En: Lázaro M, editor. Evaluación del anciano con caídas de repetición. Madrid: Fundación Mapfre Medicina; 2001. p. 101-22. 29. Myers AM, Powel LE, Maki BE, Holliday PJ, Brawley LR, Sherk W. Physiological indicators of balance confidence: relationship to actual and perceived abilities. J Gerontol. 1996;51:M72-84. 30. Vellas BJ, Wayne SJ, Romero LR, Baumgartner NR, Rubenstein LZ, Garry PJ. One-leg balance is an important predictor of injurious falls in older persons. J Am Geriatr Soc. 1997;45:735-8. 31. Hurvitz EA, Richardson JK, Werner RA, Ruhl AM, Dixon MR. Unipedal stance testing as an indicator of fall risk among older outpatients. Arch Phys Med Rehabil. 2000;81:587-91. 32. Tinetti ME. Performance- oriented assessment of mobility problems in elderly patients. J Am Geriatr Soc. 1986;34:119-26. 33. Mathias S, Nayak US, Isaacs B. Balance in elderly patients: The «Get-up and Go Test». Arch Phys Med Rehabil. 1986;67:387-9. 34. Podsiadlo D, Richardson S. «The Timed Up and Go»: A test of basic functional mobility for frail elderly persons. J Am Geriatr Soc. 1991;39:142-8. 35. Martínez-Martín P, García Urra D, Del Ser Quijano T, Balseiro Gómez J, Gómez Utrero E, Pineiro R, et al. A new clinical tool for gait evaluation in Parkinson’s disease. Clin Neuropharmacol. 1997;20:183-94. 36. Salgado R, Lord S, Packer J, Ehnbich F. Factors associated with falling in elderly hospital patientes. Gerontology. 1994;40:325-51. 63 37. Steffon TM, Hacker TA, Mallinger L. —Age-and genders—related test performance in community-dwelling elderly people. Phys Ther. 2002;82:128-37. 38. Chin AYV, Au-Yeung SYY, Lo SK. A comparison of form functional test in discrimination fallers from nonfallers in older people. Disability and Rehabilitation. 2003;25:45-50. 39. Siggerrsdottir K, Jemsson BY, Jansson H, Umarssoh I. The TUG is dependent on chair type. Clinical Rehabilitation. 2004;16:609-16. 40. Hirose D, Ishida K, Nagano Y, Takahashi T, Yamamoto H. Posture of the trunk in the sagital plane is associated with gait in community-dwelling elderly population. Clin Biomech. 2004;19:57-63. 41. Duncan PW, Weiner DK, Chandler J, Studenski S. Functional reach: A new clinical measure of balance. J Gerontol. 1990;45:M192. 42. Era P, Avlund K, Jokela J, Gause-Nilsson I, Heikkinen E, Steen B, et al. Postural balance and self-reported functional ability in 75 year old men and women: a cross-national comparative study. J Am Geriatr Soc. 1997;45:21-9. 43. Gill J, Allum JH, Carpenter MG, Held-Ziolkowska M, Adkin Al, Honegger F, et al. Trunk sway measures of postural stability during clinical balance test: effects of age. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2001;56:M438-47. 44. Lázaro M, Cuesta F, León A, Sánchez C, Feijoo R, Montiel M, et al. Valor de la posturografía en ancianos con caídas de repetición. Med Clin. 2005;124:207-10. 45. Cumming RG, Thomas M, Szonyi G. Home visits by an occupational therapist for assessment and modification of environmental hazards: a randomised trial of falls prevention. J Am Geriatr Soc. 1999;47:1397402. 46. Allum JH, Shepard NT. An overview of the clinical use of dynamic posturography in the differential diagnosis of balance disorders. J Vestib Res. 1999;9:223-52. 47. National Institute for Clinical Excellence. Falls: the assessment and prevention of falls in older people. Clinical Guideline 21. 2004. Disponible en: http://www.nice.org.uk 48. Shummay-Cook A, Brauer S, Woollacott M. Predicting the probability for falls in community-dwelling older adults using the TUG test. Phys Ther. 2000;80:896-903. 49. Wehren LE. The epidemiology of osteoporosis and fractures in geriatric medicine. Clin Geriatr Med. 2003;19:245-58. 50. Grupo de trabajo de la SEIOMM. Osteporosis postmenospáusica. Guía de práctica clínica. Disponible en: http://www.seiomm.org 51. American Geriatrics Society, British Geriatrics Society, and American Academy of Orthopaedic Surgenos Panel on Falls Prevention. Guideline for the prevention of falls in older persons. J Am Geriatr Soc. 2001; 49:664-72. 52. Jorstad EC, Hauer K, Becker C, Lamb SE, Phil D, on behalf of the Profane Group. Measuring the Phychological outcomes of falling: a systematic review. J Am Geriatr Soc. 2005;53:501-10. 53. Close JCT, McMurdo MET, on behalf of British Geriatrics Society Falls an Bone Health Section. Falls and bone health services for older people. Age Ageing. 2003;32:494-6. 54. Naganathan V, Cumming R. Setting up a specialised service for falls and fracture prevention. Age Ageing. 2003;32:471-2. Rev Esp Geriatr Gerontol. 2005;40(Supl 2):54-63 75