Lo que llevamos a Alaska... Y por qué lo llevamos
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Lo que llevamos a Alaska... Y por qué lo llevamos
00170 8 414090 241571 HUNTERS AÑO XV- Numero 170 ´ EL ARMERO POR ROQUE ARMADA (ARMADA EXPEDICIONES) Vamos a revisar algunas ideas sobre la vestimenta que puede ser más adecuada para una cacería de montaña en Alaska, tras sus famosos carneros de Dall. Dado el durísimo clima de esa parte del planeta, con continuas lluvias y extraordinaria humedad, la elección de un equipo adecuado puede ser muy importante para sobrellevar mejor o peor esta dura cacería. Incluso puede ser un condicionante para el éxito o el fracaso de la expedición. LO QUE LLEVAMOS A ALASKA… Y POR QUÉ LO LLEVAMOS (1) VESTIMENTA PARA CAZAR EN MONTAÑA C ada vez son más frecuentes los artículos sobre armas, municiones y tiro en las revistas del sector. También noto que el interés en estos temas va aumentando entre los lectores de esta y otras revistas de caza. De hecho, es muy frecuente que desde mi oficina pase mucho tiempo hablando sobre las ventajas e inconvenientes de un 270 Winchester frente a un 270 Weatherby con los cazadores que me llaman cada vez con más frecuencia para conversar de destinos cinegéticos. También percibo que el interés y conocimiento sobre las balas o proyectiles va aumentado bastante en los lectores de esta revista y ya hablo de ellas con mis clientes según su estructura, control de expansión y dureza, y por ello de cuáles pueden ser más adecuadas para cada especie de caza. Tal vez yo tenga algo de culpa en todo esto por los numerosos artículos que vengo publicando, y que si usted es fiel lector de la revista tal vez haya tenido la amabilidad de leer. Sobre estos artículos he 82 / HUNTERS HUNTERS / 83 Para elegir la vestimenta y equipo para las montañas de Alaska lo primero que debemos tener en cuenta es que vamos a vivir casi a la intemperie. Dormiremos en una pequeña tienda de campaña donde no tendremos mesas, sillas, cama, ni ninguna comodidad. Pero sobre todo debemos ser conscientes de que no tendremos fuego, ni leña, ni estufa, y por tanto, ninguna fuente de calor que nos permita secar la ropa si se humedece o moja por el sudor de las caminatas o por la lluvia. Será vital llevar una ropa de tejidos especialmente diseñados para no absorber humedad y de su buena elección puede depender incluso el éxito o fracaso de la cacería. Mario Migueláñez nos muestra el espartano campamento en que vivió durante su caza en las montañas Wrangler de Alaska y aun le quedó optimismo para disfrutar leyendo un libro. recibido muchísimos comentarios y debo darles las gracias a ustedes pues todos han sido muy positivos y algunos extraordinariamente amables. Pues bien, si con estos escritos he contribuido a que algún lector –pues supongo que alguno habrá que tenga menos experiencia que yo en esto de la caza internacional– haya tenido un mayor éxito en alguna cacería, me sentiría profundamente honrado. Sin embargo, lo que no es nada frecuente en las revistas españolas es encontrar artículos sobre equipo, vestimenta y calzado, que también son importantísimos a la hora de enfrentarnos a una complicada cacería. La elección correcta de esa vestimenta y equipo puede ser vital a la hora de pasarlo mejor o peor en algunos destinos internacionales muy duros y complejos. Incluso pueden llegar a marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Por ello y dado que se aproxima la temporada de la caza en Norteamérica, y también de otros carneros o íbices por el mundo, voy a intentar dar unas ideas personales sobre el tema. El hecho de que en la temporada pasada participase en una dura cacería de carneros de Dall en Alaska, junto a unos buenos amigos de Armada Expediciones, me anima a intentar transmitirles estas ideas. Tal vez puedan ser útiles a aquellos cazadores que se enfrentan a sus primeras cacerías internacionales de carneros y se sientan perdidos entre el mundo de ropa y calzado adecuado para ellas. No solamente voy a enumerar una larga lista de vestimenta y equipo, sino que voy a intentar explicar porqué he elegido esa ropa, calzado y equipo en cuestión. En las montañas de Alaska se caza en uno de los medios más salvajes del mundo. Enormes montañas, espectaculares glaciares y ríos salvajes hacen de esta cacería una de las más espectaculares del mundo. Pero también es una de las más duras. Por ello, debe elegir su equipo para estas cacerías con conocimiento, para evitar a toda costa una situación que pueda poner en peligro su salud o su vida. Muchas jornadas subiendo montañas con expertos guías de escalada que me aconsejaron con su enorme experiencia, me han proporcionado los conocimientos que intento transmitirles en el texto. 84 / HUNTERS Además daré los nombres y marcas concretas de las prendas que después de innumerables jornadas cazando en montaña componen mi propio equipo y que fue el que elegí para esta cacería de Alaska. Diré asimismo la procedencia y dónde adquirí esas prendas, por si pudiera ser útil a cualquier lector que se enfrente a esta dura cacería de montaña. Vaya por delante que no tengo ningún interés comercial en ello, pues desafortunadamente no he conseguido aun ningún precio especial de ninguna armería o tienda por hablar de sus productos. Las ideas que veremos a continuación son especialmente adecuadas para cazar en montaña en Alaska, en agosto o principios de septiembre, que es la temporada de caza de carneros. Si nos encaminamos a cazar alces y osos, mucho de lo escrito nos puede ser útil, pero habrá matices diferentes, pues la ropa para cazar carneros suele ser más ligera y menos térmica. Especial- La principal característica de la caza en las montañas de Alaska es que usted no tendrá cada noche acceso a un refugio cómodo, seco y sobre todo caliente. Al no contar con un fuego o estufa, le será muy difícil secar su ropa si se ha humedecido o mojado, bien por el sudor del ejercicio físico o por la continua lluvia. Aquí me ven intentando secar en la última hora de sol mi ropa, extendiéndola en el toldo de la tienda hacia el poco sol que salió a última hora de la tarde en un lluvioso día de caza. Por ello será vital que usted elija su ropa con la premisa de que sea de materiales difíciles de humedecer y fáciles de secar sin fuego, estufa ni calor. En estas líneas revisamos cuáles son esos tejidos, cómo se llaman, porqué los compré y las tiendas en las que los compré. mente habrá diferencias en lo que se refiere al importantísimo calzado, pues en esta cacería es muy especializado. Pero si este artículo tiene buena acogida algún día volveremos sobre ello. Estas ideas también serán útiles para cualquier otra cacería de carneros o íbices del mundo. En Alaska, el primer factor a considerar para elegir nuestro equipo es que vamos a vivir al aire libre, durmiendo en una pequeña tienda de campaña, que no tendremos ni estufa, ni fuego para calentarnos, ni secarnos nosotros y nuestra ropa cada noche. Aunque al principio de la caza y al final podamos bajar algún día al campamento base, donde tendremos calefacción, ropa seca y una ducha, esto será la excepción y no la regla. Por ello, hemos de ser muy cuidados a la hora de elegir nuestra vestimenta y calzado, pues con él nos tendremos que enfrentar a uno de los climas más húmedos y lluviosos del mundo. Pero especialmente porque no tendremos posibilidad de tener acceso a un refugio cómodo, seco y sobre todo caliente, donde secar cada noche nuestra ropa. Tampoco tendremos cantidades HUNTERS / 85 Típica cabaña de troncos de madera que se usa frecuentemente en las cacerías de alces y osos en las tierras bajas de Alaska. Observen que del techo sale la chimenea –resaltada en un círculo rojo– de la estufa metálica tipo chubesqui que suelen tener dentro. Pero por desgracia este tipo de alojamiento nunca está disponible en las duras cacerías de carneros en las montañas Wrangler. Se deberá conformar con una pequeña tienda de campaña que no tendrá estufa, ni ningún medio de calentarla por las tardes y noches. Por ello no podrá secar fácilmente su ropa después de una jornada de caza bajo la brutal lluvia de Alaska. Usted debe ser extraordinariamente cuidadoso a la hora de elegir los tejidos de su ropa también su calzado, de modo que todo seque rápido y sobre todo fácilmente. Si su ropa está mojada le será imposible sentirse seco y caliente y puede incluso llevarle a una situación en que su salud puede llegar a correr peligro. ilimitadas de ropa de recambio pues el transporte del equipo en mochilas y en las diminutas avionetas limita mucho el número de mudas que podemos llevar. Además en cualquier momento nos podemos quedar aislados por la imposibilidad de volar las avionetas que nos tienen que recoger, y contar con ropa seca será vital. Si no conseguimos mantener nuestra ropa seca empezamos a correr riesgo de hipotermia. Unos apuntes sobre el mecanismo de transpiración Cuando realizamos ejercicio los músculos se encargan de transformar las grasas e hidratos de carbono que comemos para producir energía y también calor. Si este calor, que es producto del ejercicio, es excesivo, nuestro cuerpo cede calor mediante el sudor y su evaporación en nuestra piel, que es un mecanismo fisiológico pensado para refrescarnos. Pero si este sudor producto de un intenso ejercicio es absorbido por nuestra ropa, esta se humedecerá y dado que la ropa húmeda transmite la sensación de frío 25 veces más rápido que el aire, en cuanto paremos el ejercicio sentiremos frío. Por ello, el tipo de vestimenta adecuado es el utilizado por los montañeros, que está especialmente diseñada para no humedecerse ni absorber sudor, pues nos sacan años luz a los cazadores a la hora de elegir sus vestimentas. El hecho de que el montañero se tenga que enfrentar a períodos de intenso ejercicio físico, seguidos de largas paradas aguantando frío y lluvia, combinado con dormir casi a la intemperie, hace que hayan desarrollado una serie de tejidos muy difíciles de humedecer. Por tanto de ellos debemos aprender y tomar todo lo que nos pueda ser útil, para elegir nuestro equipo. El hecho de que mi segunda pasión después de la caza sea la montaña, hace que haya mantenido muchísimas conversaciones con buenos amigos montañeros y, sobre todo, con los guías que he contratado en mis actividades montañeras y que siempre me han aconsejado con amabilidad en nuestras paradas y largas noches en refugios. Han sido cientos de horas conversando con expertos guías de montaña, a lo largo de muchos años de subir cumbres importantes de nuestra querida geografía. Muchas jornadas de montañas subiendo picos como el Aneto, el Monte Perdido, el Naranjo de Bulnes, el Almanzor o el Mulhacén me han hecho aprender a base de errores y equivocaciones. Espero que estos conocimientos, producto de tres décadas de pasión por la caza y la montaña, puedan ser de utilidad a aquellos lectores de esta revista que tengan menos experiencia que yo en esto de las montañas, que alguno habrá. Por ello vamos a centrarnos en los dos aspectos fundamentales en que se basan los montañeros a la hora de elegir su ropa, que son: la vestimenta por capas y la Desde el campamento base le llevarán a los campamentos volantes en cortos vuelos en las avionetas Piper Supercub. En 15 minutos de vuelo le dejarán en una zona que tardaría 10 horas andando en llegar. Gracias a estas avionetas en continuos vuelos suministrando varios campamentos, localizan los carnero desde el aire, y le posaran por la tarde justo debajo del carnero localizado. Dormirá una noche, pues no es legal cazar el mismo día que se vuela y lo cumplen a rajatabla, e intentará cazarlo al día siguiente. Y si no tiene suerte, le recogerán en uno o dos días y le cambiarán de zona hasta que usted logre tirar su carnero. Pero en estas avionetas el espacio para el equipo es mínimo y, por tanto, apenas podrá llevar una o dos mudas de ropa. 86 / HUNTERS Con un grupo de amigos montañeros en la cima del Aneto, en el Pirineo aragonés. A nuestra espalda se ve la cruz de aluminio anodizado colocada en esta cumbre, junto con una pequeña escultura de la Virgen del Pilar. Justo debajo de mí, haciendo el signo de victoria, está Fernando Garrido, uno de los mejores guías de montaña del mundo, con dos referencias en el libro Guinness. Una por la escalada invernal más rápida a un ochomil en el Himalaya en estilo alpino, es decir sin porteadores, y otra por batir el récord de permanencia en altura, al pasar 70 días en la cima del Aconcagua a casi 7.000 metros de altitud, hace unos 20 años, lo que le hizo mundialmente famoso. Fernando no es cazador, pero como maestro en equipos, calzado, ropa y material de montaña es difícil encontrar alguien más apropiado. Muchos de los conocimientos que intento transmitir los he aprendido de guías de montaña tan amables y preparados como él. ausencia absoluta y total del algodón en nuestras prendas de caza. En el siguiente artículo revisaremos las importantísimas botas, saco de dormir, mochilas y otros accesorios. Vestirse por capas Cazando en Alaska esperas momentos de fuerte ejercicio físico y actividad, mientras subes a un punto elevado para buscar caza. Pero irán seguidos de largos ratos parados gemeleando y buscando tu ansiado trofeo, en los que, inmóvil y sin generar calor, debes aguantar uno de los peores climas del mundo. Ello hace imprescindible la vestimenta por capas. Así, al subir, podremos quitarnos varias capas que guardaremos en nuestra mochila, y al llegar a un alto nos los pondremos para aguantar agua, viento y lluvia. Hay que subir fresco, es decir, no muy abrigado para permitir evacuar calor en la dura subida. Para ello basaremos nuestro equipo en tres o cuatro capas que podremos alternar según la necesidad de cada momento para evitar sudar y por ello mantenernos secos y calientes. Se ha comprobado hasta la saciedad que cuatro capas finas, mantienen el calor mejor que dos gruesas. De aquí sacamos la importancia de que esos tejidos no absorban el agua que viene del exterior, ni la humedad que procede del sudor interior. Por ello llegamos a la segunda premisa de las montañas, que es evitar a toda costa el algodón en nuestra ropa. ¿Les ha extrañado? El algodón es una fibra natural muy agradable al contacto con la piel, pero que absorbe el agua en una proporción de 10/1. Es decir, puede absorber hasta casi 10 veces su peso en agua. Nuestro problema será que si absorbe sudor mientras hacemos ejercicio, esa camiseta cuando paremos estará mojada y hará que tengamos frío, pues la ropa húmeda trasmite el frío hasta 25 veces más rápido que la seca. Por ello, los montañeros han desarrollado unos tejidos artificiales derivados del poliéster y cuya principal característica es que prácticamente no absorben humedad –llámese sudor y transpiración–, en menos del 1% de su peso. Estos tejidos de curiosos nombres según las marcas comerciales, como Termax, Coolmax, Polipropile- no, Duofol, Capilen o Polartec, que apenas absorben agua, son los que utilizaremos en las diversas capas que compondrán nuestra vestimenta. Su principal ventaja es que absorben poco o nada de sudor y aunque los lleguemos a humedecer, se secarán rápido y fácilmente. Y esto es de vital importancia en los campamentos volantes de Alaska, pues la principal característica de estos campamentos es que no tendremos calor, ni fuego, ni estufa para secarlos. Esta es la principal diferencia entre Alaska y otras cacerías del mundo, pues al no tener estufa, ni posibilidad de hacer fuego será muy, muy difícil secar nuestras ropas después de un día aguantando la continua lluvia. Y si no podemos secar la ropa, en dos o tres días la tendremos toda mojada y ahí es donde empieza el riesgo de enfriarse en el mejor de los casos, o coger una hipotermia o pulmonía en el peor. Por ello, es vital elegir ropa que no absorba humedad y que se seque rápido, sin necesidad de fuego, pues insisto en que no lo tendremos en esos espartanos campamentos. Por esta capacidad Mi elección como primera capa para esta cacería. Su función es atraer el sudor de su cuerpo y evacuarlo al exterior, sin absorberlo para que usted pueda sentirse seco y, por tanto, caliente. Es vital que sus prendas estén confeccionadas con materiales sintéticos que apenas absorben la humedad y aunque se humedezcan algo, secan en poco tiempo sin necesidad de una fuente de calor como una estufa u hoguera, que no tendrá en estos duros campamentos volantes. Utilicé dos conjuntos de camiseta y pantalón largos de la marca de montaña Duofold de peso medio que combiné con otro conjunto de peso ligero de la marca North Face. Ambos son acrílicos de un material denominado Polipropileno y por tanto muy difíciles de humedecer. Los calzoncillos también deben ser acrílicos y llevé varios de la misma marca North Face, también de polipropileno. Todo lo compré en la tienda de montañismo Koala en la calle Gaztambide 21, en Madrid. Los calcetines fueron unos Lorpen de Thermolite totalmente acrílicos y, por tanto no absorben casi sudor y son casi imposibles de humedecer. Los combiné unos Falke TK7 que utilizo para viajar en avión y estar en ciudades, pueblos y campamentos base. Contienen un 50% de lana, por lo que son muy térmicos y agradables, aunque resisten peor la humedad y, por eso, los reservo para días secos y soleados. Los compré en la difunta armería Kettner y en la armería Serbal de los Cazadores en Madrid. HUNTERS / 87 Uno de los espartanos campamentos volantes en los que vivimos en las montañas Wrangler. En esta cacería tendrá dificultad para secar su ropa si no la elige bien, por la falta de estufas y obviamente de cualquier material combustible con el que hacer fuego, como bien se ve en la foto. Además dado lo hostil de las montañas, si entra mal tiempo, y sobre todo niebla, puede que a las avionetas que le tienen que recoger les sea imposible volar. Entonces usted tendrá que permanecer algún día extra aislado en las montañas sin tener acceso a ropa de recambio y seca. Por ello elegir una vestimenta correcta que aguante la humedad en caso de que se moje seque fácil y rápidamente, será básico. Si usted elige una vestimenta y equipo incorrecto puede llegar a enfriarse y coger un resfriado si tiene buena suerte, o incluso tener una hipotermia o una pulmonía si la tiene mala. de humedecerse y el muchísimo tiempo que tarda en secarse el algodón, es por lo que en ambientes montañeros se le conoce como “el tejido asesino”. Vamos pues a revisar las capas y su composición. En estas cacerías realizará los vuelos en avioneta más espectaculares de su vida. Al contrario de lo que pueda parecer, no pasará miedo pues el vuelo es suave y estas avionetas incluso aunque se les parase el motor, planearían hasta dejarle seguro en tierra. Además está usted en Alaska, Estados Unidos, en manos de los mejores pilotos del mundo que llevan toda su vida volando y viviendo en las montañas. La avioneta le dejará en 10 minutos de vuelo en un campamento volante al que tardaría tal vez dos días andando en llegar. Incluso aterrizará en medio de un glaciar sin ningún problema, lo cual será una experiencia inolvidable. Pero su equipo siempre estará condicionado por el peso y poco espacio de que disponen las cabinas, y se limitará a lo que lleve en su mochila y un poco más. Por ello estás cacerías exigen saber elegir su reducido equipo y vestimenta con mayor conocimiento que cualquier otra del mundo. 88 / HUNTERS La importantísima primera capa La primera capa, que es la que va en contacto con la piel, es la más importante. Su función es conservar durante todo el tiempo posible el microclima confortable creado por el vapor cálido de la transpiración. Pero es vital que una vez que este vapor se ha licuado y convertido en sudor por exceso de ejercicio, atraerlo y evacuarlo hacia el exterior de la prenda, para evitar que ésta se humedezca y nos robe calor. Es decir, la primera capa será la responsable de evacuar la humedad del sudor hacia el exterior, sin absorberlo, permitiéndonos permanecer secos –lo que es vital para permanecer caliente–, y para ello se buscan tejidos artificiales modernos de sofisticados diseños. Suelen estar confeccionados con tejidos formados a su vez por dos capas: una hidrófila (que atrae la humedad) en contacto con la piel, y otra hidrófoba (que repele la humedad) que la expulsa hacia el exterior. Ya hemos visto que permanecer secos es vital para permanecer calientes. Tengamos en cuenta que un hombre adulto puede llegar a producir durante un ejercicio intenso hasta 360 gramos de sudor por hora, y entenderemos la importancia de que esta primera capa esté bien elegida, para evitar que se moje y sintamos frío. De nada nos servirá una chaqueta y un forro polar de cientos de euros si su primera capa está empapada de sudor frío, pues no habrá manera de sentirnos calientes. Esta primera capa será la única que llevaremos si hace buena temperatura y subimos un fuerte repecho muy cargados y que exija mucho ejercicio. La compondrá un calzoncillo largo y una camiseta de manga larga, que debe tener una cremallera en el cuello para permitirnos abrirla o cerrarla según las necesidades de evacuar calor. Las camisetas y pantalones de esta capa se fabrican normalmente en tres pesos o Los campamentos base en Alaska pueden ser magníficos, bonitos, cómodos y calientes. Pero debe ser consciente de que en ellos sólo estará un día al llegar y uno al final de la caza. Luego le llevarán a los espartanos campamentos volantes de pequeñas tiendas y le cambiarán de uno a otro sin regresar al campamento base, hasta que tire su carnero. Por ello, la elección de su ropa el primer día debe hacerse premeditadamente en España y con conocimiento de causa, con la prioridad absoluta de que sea ropa que se humedezca poco y seque rápido y sin necesidad de fuego. Los tejidos artificiales derivados del poliéster usados por los montañeros tienen esa virtud y por ello serán los que compongan nuestras ropas. El algodón absorbe muchísima humedad –léase sudor– y tarda muchísimo en secar y por ello debe ser totalmente desterrado de nuestra vestimenta. En círculos de montañeros es conocido como “el tejido asesino”. grosores, según la cantidad de aire que almacenan entre sus fibras, pero en cualquiera de los pesos la prioridad absoluta es mantenernos secos. Actualmente, suelo utilizar una combinación de dos marcas diferentes de las cuales llevo uno o dos juegos, según las expectativas de “secado” que haya en la cacería. Fíjese que digo secado y no lavado, pues insisto en que es vital que esta primera capa esté seca y el lavado suele ser inexistente en este tipo de cacerías. Le aseguro que el hecho de que una primera capa esté limpia y huela bien, es absolutamente secundario respecto a que esté seca, pues de este factor puede depender incluso su salud si tiene buena suerte e incluso su vida si la tiene mala. Llevé dos juegos de la marca de montaña Duofold de peso medio y un tercer juego de peso ligero, más fino y menos térmico, de la marca North Face. Ambas marcas tiene la misma composición aunque diferente peso y grosor, y son de fibras artificiales que prácticamente no absorben nada de humedad, teniendo un 90% de Polipropileno y un 10% de Elastan. Esto te permite usar una, otra, o incluso las dos a la vez según el frío real que me encuentre en destino y la cantidad de ejercicio físico y, por ello, el calor que genere. Es importante destacar que incluso los calzoncillos que usemos no deben tener algodón, pues hasta que me di cuenta de este detalle, no acababa de sentirme cómodo y seco. Utilizo unos calzoncillos hasta la rodilla de la marca North Face de Polipropileno y realmente es muy importante este detalle para sentir el trasero seco, pues es una de las partes del cuerpo que más tiende a estar húmedas, especialmente por las largas paradas gemeleando en busca de carneros. Todas estas prendas las compro en tiendas de montañismo como Barrabás en la calle Orense o Koala en la calle Gaztambide, ambas en Madrid. Sobre los calcetines Los calcetines se deben escoger con la misma premisa, prescindir en lo más posible del algodón para evitar que se humedezcan En Anchorage existen algunas de las mejores tiendas para ropa especializada de caza de montaña del mundo. Aquí ve la tienda Barneys Sports Chalet situada en el 906 de la calle W. Northen Lights Bloud, especializada en equipos ultraligeros para caza de carneros. Además le asesorarán con absoluto conocimiento y los precios son razonables. Pero por desgracia no puede confiar la compra de todo su equipo en esa ciudad, pues antes tendrá que asegurarse que los vuelos de conexión le permitirán estar en ella un tiempo suficiente –cosa poco frecuente–, y que además no sea domingo. Incluso aunque tenga una mañana o una tarde completa para hacer compras, no puede estar seguro que vayan a tener todo de su talla, ni todo el equipo que usted busca expresamente. Sin embargo, sí podrá comprar pequeños detalles de equipo o alguna prenda complementaria, absolutamente desconocida en España y a buenísimos precios. Pero el grueso de su equipo lo debe llevar desde España, no sólo bien elegido, sino además bien probado, pues estas dificilísimas cacerías no son sitios para estrenar equipos nuevos y de los que no esté totalmente seguro de su resultado, fiabilidad y eficacia. HUNTERS / 89 Segunda y tercera capas que llevé a esta cacería. Su misión no es dar calor, pues ningún tejido da calor, sino evitar o más bien regular que perdamos el que genera nuestro cuerpo con el ejercicio, que es el concepto correcto. Llevé dos camisas de fibra artificial de la casa americana Cabelas´s, una de forro polar y otra de un revolucionario tejido llamado Worlsterton derivados ambos del poliéster. Ambas son dificilísimas de humedecer, secan en cinco minutos, pesan poco y son agradables de llevar para la piel. Encima llevé dos forros polares que es un hilo de poliéster sintético que se riza formando bucles y luego se recorta formando el tejido afelpado que todos conocemos. Uno es de la marca North Face de montaña muy ligero y transpirable que usaba principalmente en la caza que compré en la tienda de montañismo Koala en Madrid. El otro un poco más pesado, es más térmico y es de la marca sueca Härkila, que tiene magnífica calidad y diseño. Este último forro polar tiene su parte interior roja, pues en caso de emergencia, si me lo ponía al revés facilitaría el localizarme. y sea difícil secarlos. Tejidos como Thermastat, Termax o Coolmax mantendrán sus pies secos y ayudarán a evacuar y no absorber el sudor. Si se espera mucho frío pueden llevar en la mezcla algo de lana que abriga mucho y absorbe poco la humedad y aún mojada, calienta. Este era el tejido que elegían los duros guías americanos antes del descubrimiento de los tejidos artificiales modernos que nombro. Pero aunque la lana retiene mucho el calor, es mucho más pesada y rígida que los modernos tejidos artificiales, y si se moja lo suficiente absorbe agua y luego es muy difícil de secar. Por ello hay que ser muy consciente de sus limitaciones y saberlos combinar con otros de fibras sintéticas y por tanto muy difíciles de humedecer según el clima, la humedad y el nivel de actividad esperado, al que nos vayamos a enfrentar. Actualmente, mi elección para viajar y usar en días soleados, secos y de buen tiempo son los calcetines de la marca Falke TK7. Son acrílicos, es decir, de fibra artificial en un 40%, combinando Poliéster y Poliamida y un 10% de Elastan que los hace muy cómodos y difíciles de humedecer. Además tienen un 50% de lana lo que los hace muy cálidos aunque al tener lana eliminan peor la humedad. Compré tres o cuatro pares en la difunta armería Kettner y desgraciadamente no se dónde se pueden encontrar ahora en España. Si es un día lluvioso o muy húmedo los cambio por otros de la marca Lorpen totalmente sintéticos, que prescinden totalmente del algodón y de la lana, que tienen un 75% de Thermolite, 10% de Licra y un 15% de Poliamida. Estos últimos son totalmente acrílicos, casi no absorben humedad, secan muy rápido y son muy mullidos. Los compro en la armería Serbal de los Cazadores, en Madrid. 90 / HUNTERS La segunda capa La segunda capa está destinada a “evitar” que perdamos el calor que genera nuestro cuerpo. He dicho evitar que perdamos calor, puesto que ningún tejido calienta ni da calor, al contrario de lo que oigo continuamente en tiendas y armerías. El calor lo producen nuestros propios músculos con el ejercicio y se trata de evitar, o más bien regular, la velocidad a la que lo perdemos. Esta segunda capa tiene como función crear una barrera térmica protectora a nuestro alrededor que debe ser capaz de almacenar todo el aire caliente posible, ya que es realmente el aire que se almacena entre las capas lo que aísla y no las fibras en sí. Para esta segunda capa superior, utilizo dos tipos de camisa que combino según se espere mayor o menor frío. Una es una camisa de forro polar, que es un tejido de Poliéster cuya principal característica es la ligereza y la nula absorción de agua. Mucha gente cree que el forro polar da mucho calor y esto es un concepto erróneo, pues como antes he dicho ninguna prenda da calor. Sus ventajas son la ligereza y la nula absorción de humedad –léase sudor–. Esta camisa es de la casa americana Cabela´s, y es facilísimo pedirla por Internet pues en menos de una semana se la envían desde Nebraska (EE UU) a su casa, contra pago de una Visa. Recientemente combino esta camisa con otra confeccionada de un tejido denominado Worlsterton, que es Poliéster 100%, también de Cabela´s, que es encarecidamente recomendada por el guía Tony Russ, especialista de caza de carneros en Alaska. El Worlsterton es uno de los tejidos más increíbles del mundo pues evacua muy bien el sudor, corta muy bien Como pantalones para la segunda capa, llevé dos que he usado en innumerables cacerías de montaña por el mundo. Uno era un magnífico pantalón de la marca Trango de montañismo de forro polar y el otro de un increíble tejido llamado Schoeller. Este tejido sintético está compuesto de un 21% de poliéster, un 75% de poliamida y un 4% de Elastan que lo hace elástico, flexible y adaptable. Ambos son muy difíciles de humedecer y si se mojan secan rapidísimo, aunque no dispongamos de una fuente de calor. Además compré en Anchorage el increíble pantalón de la marca americana Sporthill denominado 3SP. Se fabrica con un 85% de polipropileno y un 15% de Elastan, ambos tejidos son de fibras artificiales, con lo cual seca igual de rápido que los anteriores y es aun más elástico, por que lo usa el equipo de Alaska de esquí de travesía. Los tres, tal vez, son poco térmicos y calientes y están elegidos para una cacería como esta, que hacemos muchísimo ejercicio con las piernas por lo cual es difícil pasar frío en ellas. Para por las tardes para cenar a la intemperie y cayendo hasta 0 grados la temperatura, me ponía encima mi pantalón de Gore-tex de la tercera capa y cenaba caliente antes de meterme en el saco de dormir. En Anchorage encontrará magníficas armerías y tiendas de equipo y ropa. Además en ellas hay increíbles muestras de trofeos. Mientras completábamos nuestro equipo Jesús se hizo esta foto soñando con los trofeos que íbamos a buscar. Por desgracia, a pesar de cazar muy duro en las montañas y cobrar un precioso carnero de Dall, no pudo llegar a tirar el alce que también buscaba, pues así son estas cacerías. Pero dado que es un magnífico cazador de montaña, lo entendió y aceptó deportivamente, quedando el alce para una futura ocasión. Hacer una correcta selección del equipo necesario será vital para obtener el éxito en estas durísimas cacerías. Aunque este artículo está orientado a las duras y húmedas cacerías de carneros en Alaska, mucho de lo escrito también le pueda servir a la hora de preparar su equipo para cualquier otra cacería de montaña del mundo, bien sea de rebecos, carneros o íbices. Parece que en esta cacería todo es sufrimiento, palizas, mal dormir y mal comer, y en parte es verdad. Pero cuando con todos esos esfuerzos consiga su carnero de Dall, lo considerará como uno de los más importante –si no el más importante– de todos los trofeos que componen su sala de trofeos. Joaquín Tello nos muestra el precioso trofeo de carnero que cobró después de nueve durísimos días seguidos de rececho en las montañas, sin bajar a descansar al campamento base. Por su sonrisa es fácil entender que su felicidad alcanza los límites máximos que en un cazador puede llegar. ¡Enhorabuena! el viento, apenas se humedece, seca muy rápido, es agradable a la piel y cómodo de llevar. Además es bonita y discreta y sirve para los viajes y aeropuertos. Si sólo tuviese que elegir una camisa para todas mis futuras cacerías de montaña, indudablemente, elegiría la camisa Worlsterton de Cabela´s. Como pantalones de esta segunda capa utilicé dos tipos. Uno es un pantalón de un tejido artificial llamado Schoeller, hechos por la marca española de ropa de montaña Trango y cuya composición es 21% Poliéster, 75% Poliamida y un 4% Elastan. Son muy flexibles y adaptables al cuerpo, cómodos, no absorben agua, ni sudor y secan lo poco que se pueden mojar en cinco minutos. El otro fue un pantalón también de montaña de la misma marca Trango pero de forro polar, es decir de 100% Poliéster, magnífico tejido casi imposible de humedecer y que veremos en profundidad en el siguiente apartado. Además compré en Anchorage, siguiendo las instrucciones de mi amable guía Jhonny, en la increíble tienda de ropa de caza en montaña Barney´s Sports, chalet en 906 West Northern Bulevard, un tercer pantalón que dio un magnífico resultado. Se denomina 3SP, es de la marca Sporthill y está hecho de un tejido artificial denominado Microtex compuesto por un 85% de Polipropileno y 15% de Elastan. Es tremendamente ligero y sobre todo muy elástico, y tienen unas cremalleras que los abre hasta la rodilla, y si se humedecen basta con abrirlas un rato y se secan. Es el que utiliza el equipo de Alaska de esquí de travesía por su ligereza y comodidad en deportes activos. Ninguno de estos tres pantalones es muy térmico pero teniendo en cuenta que en estas montañas estará continuamente haciendo ejercicio con las piernas tampoco es muy necesario. Por las tardes, cuando caía la temperatura, simplemente me ponía para cenar al raso encima mi pantalón de Goretex de la tercera capa que ahora veremos, y cenaba caliente. Más que memorizar los nombres técnicos de los tejidos, los he nombrado para que vean que entre mis dos primeras HUNTERS / 91 La misión de la cuarta capa o capa exterior es aislarnos del viento, la lluvia y la nieve. Pero además debe permitir evacuar la transpiración del ejercicio y que no nos cozamos dentro. La palabra clave se llama Gore-tex. Este revolucionario tejido está formado por millones de poros microscópicos que permiten la salida de las diminutas moléculas de vapor de la transpiración. Pero esos poros son demasiado pequeños para que penetren las moléculas de agua de lluvia, que son mucho mayores y por eso cumple las anteriores premisas que le han dado su enorme éxito. Llevé un conjunto de chaqueta y pantalón que compré hace años en la armería Kettner de Madrid y que he probado en las montañas de medio mundo. Al pantalón un artesano que conozco, le puso unas amplias cremalleras hasta más arriba de la rodilla, lo que me permite quitármelo y ponérmelo con las botas puestas, que se ve en la foto abajo a la izquierda. Lo equipé con botones para utilizar los anchos tirantes de botones que me gustan y que pongo a todos mis pantalones de caza. Pero dado que el Gore-tex pierde parte de sus cualidades con el rozamiento, el tiempo y el uso, llevé además otra chaqueta que pedí por Internet a Cabela´s en Nebraska (EE UU). Está hecha de otro tejido con membrana llamada Dry-plus, de las mismas características que el Gore, pero mucho más barata. Además esta última chaqueta era de la enorme talla 2XL americana y por ello me permite ponérmela encima de todas las demás capas holgadamente. Para abrigarme en los campamentos volantes por las tardes y noches, llevé un chaleco de plumón muy ligero que también compré en Kettner. El plumón no son plumas, sino unos copos sin raquis que se obtiene del pecho de las ocas. Estos pequeños filamentos almacenan muchísimo aire caliente y tiene una increíble capacidad de aislamiento. Pero si el plumón se moja pierde todas sus propiedades y peor aun, tarda muchísimo en secarse. Por ello no lo subía a las montañas, sino que lo dejaba en la tienda como prenda de seguridad y para los fríos atardeceres. capas, no había ni un solo gramo de algodón. Todos son tejidos de fibras artificiales que prácticamente no absorben humedad, y son muy ligeros. Pero sobre todo su ventaja en climas súper lluviosos como el de Alaska es que aunque se humedezcan son muy fáciles y rápidos de secar, incluso aunque no contemos con una fuente de calor. Y de esto le aseguro, querido lector, que puede depender mucho como se sienta, e incluso el éxito o el fracaso de esta cacería. Por último en este apartado he de decir que casi siempre utilizo tirantes en vez de cinturón, pues son mucho más cómodos y es imposible que el pantalón se me vaya cayendo por llenar mucho los bolsillos. Deben ser sintéticos (acuérdese de evitar el algodón) y me gustan de correa muy ancha. Además siempre los uso de botones que previamente me cosen en todos mis pantalones de caza y que es casi imposible que se suelten. Por otro lado las tirantes de pinzas metálicas me pueden molestar mucho o hacer incluso daño si los presiona 92 / HUNTERS la mochila contra mi cadera. Cabela´s tiene un modelo ancho con botones que es el que yo llevé, magnífico y muy barato, pero no son difíciles de encontrar en cualquier armería. La tercera capa La tercera capa está destinada también a retener el calor y, si las condiciones no son muy duras, a aislarnos del viento, el frío y en parte de la lluvia. Lo normal es utilizar los forros polares que se han puesto tan de moda. Estos forros polares están formados por hilo de Poliéster sintético formando bucles, que luego se corta y afeita para obtener el tejido afelpado que todos conocemos. Se suelen fabricar en tres pesos de 100, 200 que es el más utilizado, y 300 gr, en general demasiado grueso para actividades muy aeróbicas. Este tejido, en principio desarrollado para los astronautas, está lleno de microcámaras que atrapan y retienen las moléculas de aire caliente. Por ello sus ventajas son la ligereza, la poca o nula absorción de hume- dad y permiten evacuar la transpiración hacia el exterior, a la vez que son bastante térmicos. Sin embargo el forro polar o polar fleece, como se denomina en inglés, tiene un inconveniente y es que al permitir la transpiración no aísla, ni corta el viento y la lluvia para nada. Por ello muchos de estos forros polares tienen una membrana interior de un tejido denominado Wind Stopper que es una variación del famoso Gore-tex, cuyas cualidades son permitir la expulsión de humedad de la transpiración, pero impedir la entrada de agua y de viento. Luego, cuando hablemos del Gore-tex, profundizaremos en este tema. Para esta dura cacería elegí un forro polar fino de la marca North Face denominado Sentinel Jaket de peso ligero pero con membrana Gore-Wind-Stopper que impide totalmente la entrada de viento, que encontré en Koala, la ya citada tienda de montaña de Madrid. El otro forro polar que llevé es de la casa sueca Härkila, algo más pesado que el anterior y que se puede poner encima del North Face. Por las tardes la temperatura bajaba a cerca de 0 grados y era muy agradable llevar ambos superpuestos para cenar sentados en una piedra al raso, sin fuego, ni calor ninguno. Lleva también Gore-WindStopper y tiene magníficos detalles en su confección que caracterizan a esta marca. Su interior era rojo y así lo elegí pues en una emergencia siempre sería fácil localizarnos por una avioneta si lo ponía del revés. Esta magnífica ropa se encuentra, en Madrid, en la armería Argali. Además llevé un chaleco de plumón muy ligero y que se comprime en un tamaño diminuto, sin mangas. El plumón no son las típicas plumas que imaginamos, sino sedosos copos sin raquis que se obtienen del pecho de las ocas. Gracias a los pequeños filamentos que los componen almacena muchísimo aire y tiene una enorme capacidad de aislamiento. Por desgracia, si se moja debido a la humedad de la transpiración o de la lluvia, pierde casi toda su capacidad de aislamiento y además tarda muchísimo en secar. Por ello no lo solía subir a la montaña, sino que dejaba en la tienda de campaña En este montaje se muestra el exterior y el interior de otra magnífica tienda de Anchorage, la Mountain View Sports, situada en el 38 de la calle Old Seward Higway. En ella encontrará maravillas a precios muy razonables. Pero recuerde que si quiere hacer compras en Alaska debe asegurarse que sus horarios de vuelos y conexiones pueden permitírselo. Voy vestido de caza con mis pantalones y chaqueta de forro polar. Así he viajado desde España, pues si mi maleta no me llegase a destino, con esta ropa podría salir a cazar con sólo comprar unas botas. Cuando viajo a destinos tercermundistas, suelo incluso llevar mis botas puestas en la cabina del avión, pues encontrar unas buenas botas en destinos como Ulan Bator o Petro Pablosk le sería imposible, si su equipaje no le llega. Por ello llevo en mi equipaje de mano unas zapatillas de casa y en cuanto me siento en el avión, me quito las botas de montaña y me pongo las zapatillas y viajo comodísimo. Pero también viajo tranquilo, pues sé que aunque mi maleta se extravíe, con la ropa que llevo y con mis botas que viajan debajo de mi asiento al menos podré cazar unos días, mientras me encuentran la maleta. como prenda de seguridad si bajaba totalmente mojado. Se agradecía mucho en los fríos atardeceres, antes de cenar a la intemperie y meternos en las tiendas. Lo compré también en la extinta armería Kettner de Madrid, pero son fáciles de encontrar en cualquier armería o tienda de montaña. La cuarta capa o de aislamiento Por último, la cuarta capa tiene como misión aislarnos de la lluvia, la nieve y el viento. La palabra mágica en esta última capa es Gore-tex. Este revolucionario tejido fue desarrollado hace 25 años para su utilización en los trajes espaciales y consiste en una membrana de un tejido denominada Politetrafluoretileno expandido (ePTFE). Esta membrana tiene millones de microporos por centímetro cuadrado. Su principal virtud es que esos millones de poros de tamaño microscópico permiten la salida de las moléculas de vapor que son mucho más pequeñas. Sin embargo, impide la entrada de moléculas de lluvia, que son mucho más grandes, a la vez que impide la entrada de viento. Estos dos hechos permiten salir la transpiración al exterior e impiden la entrada de agua, lo que le han dado el tremendo éxito y fama que tiene este revolucionario tejido. A Alaska llevé un conjunto de chaquetón y pantalón de Gore-tex que compré hace años en la armería Kettner. Al pantalón le hice una reforma, gracias a un artesano que conozco, que consistió en ponerle dos cremalleras laterales hasta más arriba de la rodilla, que permite ponérselo y quitárselo con botas puestas. El Gore-tex pierde muchas cualidades por el uso intensivo, especialmente en las costuras y puntos de roce con la mochila y rifle. Por ello, como capa de seguridad y de repuesto por si venía un día extraordinariamente lluvioso, llevé una chaqueta de agua de camuflaje de la marca Cabela´s de talla 2XL, que me la podía poner encima de todo lo anterior. Está confeccionada por una membrana llamada Dry-plus que es también impermeable y transpirable y la mitad de cara que cualquier prenda que lleve Gore-tex. La posibilidad de combinar estas cuatro o cinco capas me permitió regular la temperatura según hiciese mayor o menor ejercicio. A la vez, las camisetas técnicas me permitieron aguantar varios días con ellas secas en los campamentos volantes. Aguanté cuatro días en los glaciares hasta que bajé al campamento base, donde pude secar bien toda la ropa y coger las mudas que allí tenía esperándome, pero que por falta de espacio no pude llevar en la mochila a los dos primeros campamentos volantes. Conclusión a la primera parte En fin, amable lector, espero que estas líneas no se le hayan hecho pesadas. Pido disculpas si he sido demasiado exhaustivo en algunos de los temas expuestos, pero dado que me he decidido a tocar un tema –poco frecuente en la prensa de cinegética española–, vamos a verlo en profundidad de una vez por todas. Como dije al principio estoy seguro que habrá muchos lectores que dominen este tema mucho mejor que yo, y además tengan bastante más experiencia en caza de montaña, y por ello pido disculpas por extenderme en algunos temas. Pero también estoy seguro de que habrá lectores que tengan menos experiencia que yo en esto de las montañas y tal vez a ellos sí les puedan ser útiles estas humildes sugerencias. Si con estas simples notas consigo hacer más llevadera su cacería a alguno de estos lectores menos expertos que se atreva con una de estas durísimas cacerías, me daré ampliamente por satisfecho. En el próximo número veremos unas ideas sobre el peculiarísimo calzado que se Mario Migueláñez muestra el precioso carnero que cobró en esta cacería. Vemos que su equipo es perfecto después de muchas cacerías de montaña y se basa en vestimenta por capas y en evitar totalmente el algodón, en los tejidos de su ropa de caza. Las diversas capas nos permitirán quitárnoslas o ponérnoslas según hagamos más o menos ejercicio, para evacuar transpiración y sudor. Debemos evitar el algodón que es un tejido natural muy agradable a la piel, pero que si se moja por al transpiración absorbe hasta 10 veces su peso en agua o sudor. Pero lo peor es que tarda muchísimo en secarse y en las espartanas tiendas de campaña, en estos campamentos volantes no tendremos estufa, ni fuego para secarlos. usa en esta cacería, guantes, gorros, sacos de dormir e incluso detalles del equipo y comida supletoria que llevamos a esta aventura y sus espartanos campamentos volantes. Por último darles las gracias por haber tenido la paciencia de leer hasta aquí y decirles como siempre que quedo a su disposición para cualquier duda, pregunta o aclaración sobre este tema que me quieran plantear. Un fuerte abrazo y buena caza. H HUNTERS / 93