SINDROME DE HIPERSENSIBILIDAD A LA DAPSONA (DHS) CON
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SINDROME DE HIPERSENSIBILIDAD A LA DAPSONA (DHS) CON
SINDROME DE HIPERSENSIBILIDAD A LA DAPSONA (DHS). M. Evangelista*, D.B. Prada*, J.C. Piola*, R. Tomasini** Introducción Las sulfonas, especialmente la dapsona (4,4’ diaminodifenilsulfona), son las drogas más usadas para el tratamiento de la enfermedad de Hansen (1). Una de las reacciones idiosincráticas descriptas durante la terapia con dapsona es un síndrome de hipersensibilidad multiorgánica llamado síndrome de hipersensibilidad a la dapsona (DHS), de baja incidencia (2). El objetivo de este trabajo es presentar un paciente de 63 años quien desarrolla un DHS, con evolución letal, y considerar la necesidad de prever la posibilidad de esta patología en todo paciente con lepra tratado con dapsona. Caso reportado Paciente masculino de 63 años de edad, con cuadro de máculas eritematosas generalizadas en cara, tronco, miembros superiores e inferiores e hipoestesia en ambos pies de 3 meses de evolución , clínicamente compatible con Enfermedad de Hansen, forma L. confirmado por Anatomía Patológica . El paciente no muestra en ese momento alteración orgánica sistémica, la función hepática y renal están dentro de parámetros normales y presenta eosinofilia del 11%. *Servicio de Toxicología del Sanatorio de Niños, Alvear 858 PB “A”, Rosario, Argentina. . E-mail: [email protected] ** Servicio de Dermatología. Hospital Carrasco. Rosario 1 Comienza con el esquema recomendado por la OMS para lepra multibacilar, 100 mg de dapsona y 50 mg de clofacimina por día, con una toma mensual supervisada de 100 mg de dapsona, 300 mg de clofacimina y 600 mg de rifampicina. Cuatro semanas después de iniciado el tratamiento presenta erupción pápuloeritematosa generalizada, más intensa en cara y cuello, con prurito y fiebre. Se interrumpe el tratamiento para lepra y se prescribe 40 mg/día de prednisona. El prurito no mejora y aparece una descamación cutánea generalizada, con agravamiento del estado general, hiporexia no selectiva y debilidad muscular lo que determina la internación a los 14 días de iniciada la corticoterapia. Al ingreso (1er día de internación) presenta, pérdida de peso (8 kg en el último mes), disnea de reposo, mareos y visión borrosa. También refiere hipocolia y coluria. El exámen físico muestra un paciente vigil, ubicado en tiempo y espacio que impresiona moderadamente enfermo. Se encuentra febril, con una palidez generalizada , y las lesiones cutáneas antes mencionadas. Conjuntivas pálidas y escleras subictéricas, retardo del relleno ungueal. Presencia de soplo sistólico 3/6 polifocal y hepatomegalia. El laboratorio de ingreso presenta • Hemograma: hematocrito 18% y hemoglobina: 6.1gr%. Recuento de glóbulos blancos: 3.800 por mm3 con una linfocitosis del 42%. • Test de Coombs negativo. • Hepatograma: ASAT de 174 mU/ml (Valor de referencia-VR- 12-46 mU/ml), ALAT 680 mU/ml (VR: 3-50 mU/ml), bilirrubina de 6.2% mg% 2 (VR: 1.2 mg%), a predominio directa 4.2 mg% (VR: 0.2 mg%). Fosfatasa alcalina : 881 mUI/ml (VR: hasta 240 mUI/ml), GGT de 177 UI/ml (VR: 11-50 UI/ml. • Uremia de 88mg% (VR:10-50mg%). Se suspende la administración de prednisona al no percibirse respuesta satisfactoria (tiempo total de administración: 14 días). Se solicita interconsulta con Toxicología donde se sugiere el diagnóstico de DHS. Dermatología indica tratamiento con vaselina, lanolina y corticoides locales. La anemia determina la necesidad de una transfusión de glóbulos rojos al inicio de la internación. El hemocultivo de ingreso da positivo para estaphilococo aureus meticilino resistente por lo que comienza tratamiento con vancomicina. A la semana de internado el paciente continúa febril y desmejorado, con evolución desfavorable. En el laboratorio la anemia continúa: Hematocrito: 23.8%, Hemoglobina: 7.8%. La linfocitosis aumenta a 61%. El daño hepático tanto hepatocelular como colestático, muestra ASAT de 182 mU/ml, la ALAT es de 325 UI/ml, bilirrubina 8.4 mg% (directa 7.1 mg%), fosfatasa alcalina de 1.138 mUI/ml. La uremia continúa con cifras de 61%. En el 9º día de internación el paciente pasa a Unidad de Terapia Intensiva. Posteriormente presenta un síndrome séptico (secundario a endocarditis infecciosa) falleciendo el día 44 de su internación. 3 Discusión Las sulfonas, especialmente la dapsona, son las drogas más utilizadas para el tratamiento de la Enfermedad de Hansen (1). La terapia con dapsona puede provocar reacciones adversas, siendo la más frecuente la hemólisis (2). Durante la terapia con dapsona puede aparecer un síndrome de hipersensibilidad multiorgánica llamado DHS, de baja incidencia (3). El DHS descrito por primera vez en los años 50 es una reacción idiosincrática, es decir una respuesta atípica de un enfermo a un medicamento que habitualmente no se produce al administrarlo a la mayoría de las personas (4, 5). Las respuestas de idiosincrasia suelen ser ocasionadas por diferencias genéticas en el metabolismo del fármaco o por mecanismos inmunitarios, incluyendo las reacciones alérgicas (5). El DHS se observa aproximadamente en el 5% de los pacientes medicados con dapsona. Aparece luego de la 5ª o 6ª semana desde el inicio de la terapia, aunque puede comenzar más tempranamente (6, 7). Puede incluir rash papular o exfoliativo, fiebre, malestar general con debilidad, seguido luego de ictericia con necrosis hepática, hepatitis, dolor epigástrico e hipogástrico, linfoadenopatías , hepatoesplenomegalia, metahemoglobinemia, anemia hemolítica y monocitosis ( 8). Las personas con déficit nutricionales tendrían mayor tendencia a desarrollar este síndrome (8, 9). Con la introducción del uso asociado de drogas para el tratamiento de lepra, especialmente rifampicina y dapsona, la aparición de DHS ha sido más frecuente (9). La visión borrosa, si 4 bien no forma parte del DHS se describe como efecto adverso de la dapsona (10). Además del cuadro dermatológico inicial, la evolución clínica del paciente reportado con hepatomegalia, alteraciones de hepatograma, anemia y monocitosis nos orientó al diagnóstico de DHS. No se percibió cianosis cutánea y no se midió metahemoglobinemia. La patogénesis de este síndrome de hipersensibilidad no está bien establecida (11). Se conoce que el metabolismo oxidativo de las sulfonas a través de la citocromo P450 produce un metabolito reactivo, tóxico para los linfocitos (12). Las diferencias metabólicas en la producción y detoxificación de estos metabolitos son un factor importante en las reacciones de hipersensibilidad producidas por las sulfonas (13). Estas diferencias metabólicas muestran variaciones entre la población en general e incluirían factores genético o medioambientales. Un incremento en la producción de metabolitos tóxicos estaría influenciada por un aumento de la actividad en los sistemas enzimáticos de la citocromo P450 (de origen genético), así como sustancias químicas que inducen este sistema como el hábito de fumar (14). Un incremento en la edad, la disminución de la actividad de la citocromo p450 y enfermedades hepáticas preexistentes (ejemplo cirrosis), disminuyen la formación de metabolitos tóxicos (4, 15, 16) . Una disminución en la detoxificación de metabolitos tóxicos pueden estar influenciadas por la disminución genética del glutatión, por ejemplo deficiencia genética de glutatión sintetasa (4). Antes de iniciar tratamiento con dapsona es necesario 5 verificar las concentraciones de Glucosa-6-fosfato-Dehidrogenasa (G6PD) porque el metabolito tóxico formado mediante la hidroxilación, dapsona hidroxilamina, disminuye el glutatión dentro de las células con deficiencia de G6PD (17-18). Lamentablemente en este paciente no se pudo realizar esa medición debido a que al ingreso de la internación recibió transfusión de sangre entera. La mayoría de los pacientes mejoran con la interrupción del fármaco, pero se menciona una mortalidad del 11% . La causa atribuida de muerte en el paciente reportado es una complicación séptica, aunque no resulta fácil valorar la influencia del DHS en esa evolución letal. Corticoides y antihistamínicos han sido usados para el tratamiento de este síndrome. (8). Debido a su alta unión a las proteínas y a su circulación enterohepática, la dapsona persiste en el organismo durante más de 35 días. Por ésta razón, el régimen con prednisona debería administrarse por más de 1 mes, con control exhaustivo de la función de los órganos afectados para evitar recurrencias ( 4). En el caso reportado, el tiempo de corticoterapia fue menor al recomendado. Una forma de disminuir la incidencia de DHS es iniciar el tratamiento con dapsona con dosis bajas e ir incrementando gradualmente la misma, en 1 a 2 meses, hasta llegar a las dosis recomendadas (100 mg día) (10, 19). El paciente reportado comienza el tratamiento con una dosis diaria de dapsona de 100 mg. 6 Conclusión El DHS es una complicación infrecuente en el tratamiento con dapsona. Es recomendable mediar las concentraciones de G6PD antes de iniciar el tratamiento con dapsona, así como también incrementar las dosis en forma gradual hasta llegar a las recomendadas. Todo paciente con rash cutáneo durante los dos primeros meses de tratamiento con dapsona debe ser cuidadosamente evaluado ya que la evolución del DHS puede ser fatal. Bibliografía 1. Jawetz, E.J.: Antimicobacterianos en Farmacología básica y clínica de Katzung BG. 6ta. Edición: 870;1996. 2. Mayer K.; Ley AB. Hemolysis of red cells due to sulfones. Ann Intern Med 1970:72:711-4 3. Tomecki KJ, Catalano CJ. Dapsone hypersensitivity : sulfone syndrome revisited. Arch Dermatol 1981;117:38 4. Prussick R, Shear NH. Dapsone hypersensitivity syndrome. Journal of the American Academy of Dermatology 1996; Volume 35, Number 2, Part 2. 5. Bourne RH, Roberts JM. Receptores de fármacos y farmacodinamia. Farmacología básica y clínica. 6ª edición. 1996; pag. 37. 6. Johnson DA, Cattau EL, Kuritsky JN et al. Liver involvement in the sulfone syndrome. Arch Intern Med 1986; 146:875-877. 7. Chan HL & Lee KO. Tonsilar membrane in DDS (dapsone) syndrome. Int J Dermatol 1991; 30:216-217. 7 8. 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