el pensamiento crítico en tiempos de crisis y cambio político las
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el pensamiento crítico en tiempos de crisis y cambio político las
REV IISE ISSN 1852-6586 S TA F F COORDINADORA DEL COMITÉ EDITORIAL MADUEÑO, ESTELA COMITÉ EDITORIAL CASAS, JOSE DIAZ, MYRIAM FAGER, CARLOS HENRIQUEZ, MARÍA G. COMITÉ ACADEMICO DE LA TORRE, DELIA GAGO, ALBERTO HIDALGO, ELENA GARCIA, ZULMA NAVARRO, MARTA MOLINA, MARTA CASTILLA, ALEJANDRA NEGRI, MARIA CRISTINA MONTAÑEZ, SILVIA TAPELA, ESTEBAN FAGER, CARLOS CERETTI, GRACIELA VALENZUELA, SARA CORTINEZ, PEDRO AVILA, LAURA MESTRE, TERESA DISEÑO DE TAPA SPECOGNA, JORGE FOTOGRAFIA GIUDICI, FERNANDO sobre trabajos de alumnos Cátedra de Equipo Urbano, FAUD, UNSJ. Titular Arq. S. Deiana EDICION: BRUSOTTI, ANIBAL Instituto de Investigaciones Socioeconómicas - Facultad de Ciencias Sociales - Universidad Nacional de San Juan Av. José I. de la Roza 590 (Oeste) - Rivadavia - San Juan Universidad Nacional de San Juan Rector: Dr. Ing. BENJAMÍN KUCHEN Facultad de Ciencias Sociales Decano: Mag. Lic. RICARDO M. COCA IISE —Instituto de Investigaciones Socioeconómicas— Director: Lic. DIEGO F. FIOL ÍNDICE EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN TIEMPOS DE CRISIS Y CAMBIO POLÍTICO LAS PROBLEMÁTICAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES CONTEMPORÁNEAS Julio C. Gambina. 5 SOBRE LAS TENSIONES DEVENIDAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO-UNIVERSITARIO ARGENTINO DURANTE EL INTERREGNO DICTATORIAL 1976-1983: UNA APROXIMACIÓN DE LO ACONTECIDO EN LA UNSJ. Victor H. Algañaraz Soria 13 LO RADICAL Y LA LIBERTAD Miriam Dolly Arancibia De Calmels 23 RESILENCIA: UNA CONTRIBUCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL AL ÁMBITO DE LA SALUD Mariana G. Audisio, Pamela N. Femenia, Marta D. Molina 27 CAMPO POLÍTICO EN SAN JUAN. UNA LECTURA EN CLAVE DE LÓGICA FAMILIAR Fabiana R. García, María Del C.Goldberg, M. Josefina Castilla, Nancy E. Gómez, María G.Henríquez, Silvia S. Storni. 35 LOS RELOCALIZADOS: ¿SOBREVIVIENTES EN LA FRONTERA URBANA? Alejandra María Castilla; Buigues María Eloisa; Elida Crocco; Carolina Garcés 39 LA CAVIC: EL JUEGO DEL PODER EN UNA POLÍTICA PÚBLICA María Gabriela Lirussi, Margarita Moscheni. 49 LAS LUCHAS POR LAS DEFINICIONES DEL MUNDO SOCIAL María Goldberg. 61 LA FORMACIÓN DOCENTE ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD Silvia Susana Montañez, María Lucía Manchinelli, María Mercedes Demartini. 65 UN CAMPO EN DISPUTA: LA POLÍTICA SOCIAL FOCALIZADA EN UN AMBIENTE DESERTIFICADO. EL CASO DEL PLAN MANOS A LA OBRA Walter Daniel Moreno 71 ORGANIZACIONES SOCIALES Y ASISTENCIA: LA IMPORTANCIA DE LO TERRITORIAL Carina Sabeti 79 REPRESENTACIONES SOCIALES SOBRE LA INGERENCIA MUNICIPAL, EN LA VOCACIÓN TERRITORIAL DE LOS DEPARTAMENTOS ZONDA Y POCITO (PROVINCIA DE SAN JUAN) Eduardo Vargas André, Clara De La Vega, María I.Gil, María V. Soria, Nury Cerdera, Encarnación Fernández, Martín Riveros, Enzo L. Aciar, Rosa M. Galeana, Paula Albarracín, Tita Perisotto. 87 POLÍTICAS SOCIALES DESDE SUS DESTINATARIOS. EL CASO DE SAN JUAN, ARGENTINA, 2002 - 2009 Alicia Naveda, Diana López, Sonia Vega, Lelis Jofré, Cecilia Guarro. 97 NORMAS EDITORIALES 109 EL PENSAMIENTO CRÍTICO EN TIEMPOS DE CRISIS Y CAMBIO POLÍTICO LAS PROBLEMÁTICAS EN LAS CIENCIAS SOCIALES CONTEMPORÁNEAS Julio C. Gambina1 CONFERENCIA DESARROLLADA EN EL 5º ENCUENTRO DE INVESTIGADORES DE CIENCIAS SOCIALES DE LA REGIÓN CENTRO OESTE Y 2º BINACIONAL CON LA IV REGIÓN DE LA REPÚBLICA DE CHILE. Facultad de Ciencias Sociales Universidad Nacional de San Juan Instituto De Investigaciones Socioeconómicas, 28, 29 y 30 de Octubre de 2009 1 Profesor Titular de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. Profesor de posgrado en varias Universidades Públicas de la Argentina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP. Miembro del Comité Directivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. 6 REV IISE I Introducción El dato relevante de la contemporaneidad es la crisis de la economía mundial, con sus manifestaciones en las finanzas y la producción, convergente con crisis en materia alimentaria, energética y ambiental. La crisis de la alimentación, la energía y el medio ambiente está subordinada al modelo productivo imperante sustentado en la acumulación de riquezas, ganancias y poder, con lo cual, la crisis es un proceso integral que afecta y pone en discusión el orden global capitalista y su manifestación singular en los países de América Latina y el Caribe. La crisis capitalista es un desafío para las ciencias sociales, en la integralidad definida, en sus partes, en las consecuencias sociales que genera, especialmente en materia de exclusión social, desempleo, precariedad y empobrecimiento creciente de grandes franjas de la población. Pero el desafío mayor se concentra en el estudio de las causas de la crisis, las formas que asume la explotación de la fuerza de trabajo, las modificaciones en las relaciones sociales de producción, de subsunción del trabajo, la naturaleza y la sociedad en el capital, y en las posibilidades de superar la crisis en beneficio de las clases subalternas. ¿Qué orden se necesita? ¿Qué sujetos lo piensan, construyen y luchan? ¿Con qué programa y rumbo? Se trata de pensar en ciencias sociales que puedan hacer síntesis de prácticas transformadoras en curso y que coadyuven a sugerir hipótesis de anticipación del orden social. Pero junto a la crisis, el fenómeno del cambio político, especialmente en la región latinoamericana, constituye parte de la realidad en nuestro territorio y con pretensión de alcance global. Aludimos a procesos políticos críticos del orden y discurso hegemónico en los 80´ y sobre todo en los 90´, de cuño neoliberal, sustentador del ajuste estructural, con secuelas de asimetría social por ingresos y riqueza, generando una profunda concentración y extranjerización (transnacionalización) de capitales de la mano de la liberalización económica generalizada. La primera década del Siglo XXI hizo evidente el estado de movilización social y organización popular para discutir el orden existente. El FSM convocado desde comienzos del 2001 en Porto Alegre; un conjunto de campañas contra el ALCA, el pago de la deuda o la militarización; los levantamientos populares contra gobiernos desprestigiados, o enfrentando golpes de estado, son parte de la acumulación de poder popular por el cambio político en estos años, en Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela, entre otros países. En el mismo sentido apuntan los emergentes gobiernos que en la región manifiestan rechazo discursivo a las políticas de los años previos, aún sin modificar la estructura económico social derivada de aquellas políticas hegemónicas. Ambas cuestiones yuxtapuestas, la crisis de la economía mundial y el cambio político, constituyen la base del desafío para el pensamiento crítico regional. La crisis debe ser considerada una oportunidad para potenciar las demandas y la experiencia de las clases subalternas por transformar la realidad. Es cierto que es también una oportunidad para relanzar el programa de las clases dominantes y queda claro con las recomendaciones del G20 sobre la liberalización de la economía mundial, el aliento a las negociaciones por la ronda de Doha, y el fortalecimiento del FMI y el Banco Mundial como eje de sustentación del orden financiero y económico mundial. Las experiencias nacionales de cambio político y la incipiente práctica de integración alternativa, especialmente el ALBA y otros emprendimientos (Banco del Sur, Telesur, acuerdos energéticos, etc.) e incluso UNASUR, dan cuenta de una base material de acción colectiva con sentido transformador que anima a la búsqueda de síntesis teóricas. II Vigencia del pensamiento crítico El pensamiento único ganó la escena intelectual en los 80´ y especialmente en los 90´, relegando al cajón de los recuerdos el pensamiento crítico, hegemónico en los 60´ y 70´, momentos de importantes batallas por la liberación nacional y social en la región. La revolución cubana en 1959, especialmente luego de Playa Girón en 1961, dio el puntapié inicial del debate por el socialismo en la región. Problemática presente en el imaginario social y político desde el siglo XIX con las primeras traducciones de Marx y otros clásicos de la revolución, tanto como la emergencia de organizaciones sociales, sindicales y culturales de los trabajadores, o con los partidos socialistas y comunistas, pero puesto en acto concreto con la primera revolución socialista triunfante en la región. Aún antes procesos políticos de masas como en Bolivia de 1952, o el peronismo argentino en 1945, convergente con el varguismo en Brasil, y otros procesos, que animaron la industrialización de América Latina y el Caribe, siendo específicos y diferenciados entre sí, contribuyeron a generar un clima de época sobre la base del desarrollo material del capitalismo local y su antítesis, el socialismo. La industrialización y extensión de la relación de explotación sustentó la materialidad para el cambio del orden social. La reflexión y estudios sobre la realidad hasta los 60´ están atravesados por una lógica de capitalismo y anticapitalismo, más aún, la dis- REV IISE 7 cusión se presentaba sobre los caminos del desarrollo capitalista. Esa era la base del debate al surgimiento de la CEPAL desde 1948 y al interior de la misma, lo que motivó la emergencia del estructuralismo latinoamericano y la teoría de la dependencia, para pensar la dependencia desde los países dependientes del capitalismo. Son tendencias de pensamiento que surgen en debate con el marxismo latinoamericano que había sentado las bases de la crítica al capitalismo en la región, especialmente con Mariátegui en la década del 20. Los cambios definidos por la industrialización sustitutiva generalizaron la relación salarial y con ella la organicidad del movimiento obrero, su resistencia y la práctica teórica de esa experiencia para generar síntesis desde la teoría crítica para el nuevo orden social. Es un debate sustentado entre marxistas y con nuevas corrientes de interpretación de la realidad de las clases subalternas. La derrota de la experiencia de aquellos años a mano de las dictaduras terroristas inauguradas en Chile (1973) y continuadas en el Cono Sur afectaron seriamente a la crítica del pensamiento, no solo por la desaparición de personas, sino por el clima imperante en el ámbito intelectual. Remito a la situación generada en la Universidad, la prensa, la literatura, el arte, las ciencias, y los medios de comunicación, especialmente con la revolución tecnológica operada en los 80/90 con el desarrollo del satélite y más recientemente con internet y la digitalización. Ello significó un cambio muy importante en la práctica teórica, en su capacidad para conocer y transformar la realidad, generando un corrimiento del intelectual al académico (Boron, 2008), y por lo tanto exento del compromiso militante disociando la práctica teórica del destino de las organizaciones populares o de izquierda. También se expresa en cambios en las temáticas y formas de intervención de los investigadores en ciencias sociales (Svampa, 2009), dando lugar al asesor o trabajo profesional más allá de la articulación con las necesidades de los clases subalternas. Es lo que explica en definitiva la orfandad estratégica en la respuesta de la izquierda (Sader, 2009), con límites muy serios para sistematizar una práctica social y política de contestación a las políticas hegemónicas de corte neoliberal y menos para intentar tesis anticipatorias de un nuevo orden emancipador. Claro que si lo mencionado apunta a señalar el rumbo principal de la derrota cultural de la izquierda y el movimiento emancipador ocurrido en las últimas cuatro décadas, resulta necesario sindicar algunas experiencias con pretensión contra hegemónica. En ese sentido, CLACSO celebró en agosto del 2007 en Bogotá, Colombia, sus 40 años de existencia bajo el lema Evigencia y actualidad del pensamiento críticov, retomando la tradición crítica de los 60´ y problematizando los desafíos para las políticas emancipatorias. El desafío apuntaba a superar la resistencia exitosa desarrollada ante la ofensiva neoliberal y el pensamiento único en los 90´ y crear condiciones para modificar la agenda de la contestación teórica. Se trataba de reeditar y traer al presente los escritos del pensamiento crítico en los 70´ para retomar el impulso de una crítica actual del orden capitalista vigente. Era parte del reconocimiento del retraso de la teoría sobre la práctica social y política, un tema recurrente en los debates recientes en CLACSO.2 Una conclusión de la que se hizo eco el Presidente boliviano, Evo Morales en su balance de la participación en el debate con los asistentes a la Asamblea y Conferencia de CLACSO.3 La ausencia de síntesis teórica no niega el desarrollo de la teoría en la práctica transformadora del movimiento de la sociedad y de los movimientos sociales y políticos. La primera alusión (movimiento de la sociedad) remite a los cambios culturales generados en el imaginario social producto de la acción colectiva transformadora y la segunda, a las sistematizaciones realizadas por algunos movimientos. En el primero de los casos puede pensarse en el cambio de percepción que supone el proceso 89-91 respecto de la imaginación por la transformación operada desde 1848 (manifiesto y revolución europea) y más aún desde 1917 (revolución rusa) ó 1945 con la bipolaridad del orden mundial. La idea de la transformación social era parte de la cultura de lucha de los trabajadores y los pueblos, era parte de la conciencia social, al punto de considerarse parte material de la capacidad transformadora.4 Con los acontecimientos del 89-91, caída del muro de Berlín y desarticulación de la URSS se obstruye la potencia de la transformación social anticapitalista en el imaginario social. Esa ima- 2 XXIII Asamblea General Ordinaria de CLACSO y V Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales. Cochabamba, Bolivia, 7 al 10 de octubre de 2009. 3 Comentado por Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, en su disertación de cierre de la V Conferencia Latinoamericana y Caribeña organizada por CLACSO. 4 Alguna vez denominé “materialidad consciente” a la acción deliberada del sujeto en la actividad cotidiana para la transformación social. 8 REV IISE ginación que obtura la perspectiva de potenciales cambios anticapitalistas muta con la esperanza que habilita la emergencia de la respuesta en Chiapas contra el TLC y la ofensiva del capital concentrado y especialmente del Estado estadounidense en 1994. En el mismo sentido se puede pensar a fines del 2001, a días de la ofensiva pos atentados en Nueva York, en la rebelión popular argentina que animó las expectativas de cambios que se materializarían durante la primera década del Siglo XXI en la región latinoamericana y caribeña. Aparecen multiplicidad de análisis sobre las respuestas populares ante la regresiva estructura económico social derivada de décadas de ajuste estructural implementadas bajo el auspicio del Consenso de Washington y el monitoreo de los organismos financieros internacionales. En el segundo caso (movimientos sociales y políticos) remito a los aportes de la nueva institucionalidad gestada desde la práctica social y política. A modo de ejemplo mencionamos en la Argentina el surgimiento de un nuevo sindicalismo en la Central de Trabajadores Argentinos, CTA, que incorpora la novedad del agrupamiento en función de la calidad de trabajador, por encima de la regularización formal de los empresarios, contrariando una norma de la sindicalización tradicional. Es el ejemplo de las “asambleas populares”5 y otras formas de organización y movilización visibles al despunte del nuevo siglo, del mismo modo que las empresas recuperadase y variadas formas de organización de la vida cotidiana para la producción y reproducción de la vida social. Son fenómenos que también se expresan en la búsqueda por nuevas formas de expresión de la representación política, con la aparición de nuevos partidos, frentes políticos y movimientos que bajo nuevas denominaciones disputan la representación electoral y parlamentaria de las clases subalternas en toda la región, en clara alusión a la crisis de los partidos políticos. Es sin duda, uno de los grandes desafíos teóricos de la época. La forma partido estaba generalizada como instrumento de la revolución y/o la representación institucional hacia los 60-70; discutida y recreada en esos años con el florecimiento de un debate sobre las formas y métodos de la conquista del poder y la transformación social. La derrota de las experiencias nacionales y la ofensiva neoliberal de los 8090 dejaron un vacío que intenta superarse con nuevos procesos que pueblan hoy la región con diversidad de instrumentos políticos y un aspecto común centrado en la renovación institucional gestadas con reformas constitucionales que agregan nueva complejidad al análisis de nuestra América. Más allá de este reconocimiento al azaroso desarrollo teórico de la historia reciente, nuestra reflexión apunta a señalar la ausencia de un pensamiento crítico sistematizado y de carácter integral que pueda dar cuenta de la compleja realidad a comienzos del Siglo XXI. Es necesario por ello, un estudio circunstanciado del capitalismo contemporáneo, de su crisis y de la potencialidad transformadora de la práctica de contestación que hoy anima el movimiento popular, en algún caso en función de gobierno. Entre otros asuntos o interrogantes aparece el análisis de las clases y su estructuración en la sociedad contemporánea, lo que supone problematizar la composición de las clases dominantes y sus mecanismos de dominación y formas de la hegemonía; pero también la diversidad presente entre las clases subalternas y las diferentes formas que asume la relación salarial (la explotación) en la actualidad. Se trata de pensar la dimensión de la sociedad civil sobre la que se construye el orden social y político, su Estado (sociedad civil más sociedad política), tanto como las formas de ejercicio de la hegemonía en la dominación (Campione, 2007). Pero no solo constituye un problema el contenidoc del proceso de investigación, sino también las formas que se asumen y la capacidad de integrarse orgánicamente al proceso social y de cambio político. La derrota cultural e ideológica procesada en las últimas décadas distanció la práctica teórica de la práctica social, en algún caso producto del accionar hegemónico y en buena medida como opción complaciente de sujetos que prefirieron la comodidad de la profesionalización y el mundo académico, sus publicaciones y actividades de intercambio, actualización y especialización, con clara motivación en ingresos pecuniarios y una calidad de vida acorde con el patrón de la dominación. III El capitalismo contemporáneo, su crisis y la contestación popular La aparición de la crisis capitalista actual exacerbó los debates sobre el funcionamiento del régimen del capital y el carácter de la crisis en 5 Su proyección trascendió las movilizaciones de fines del 2001 y meses subsiguientes, especialmente en la experiencia de organización de resistencia a la minería a cielo abierto, tal el caso de Esquel, San Juan, La Rioja y el movimiento desarrollado en diversos territorios de depredación de recursos naturales por la inversión minera. Pero es también el persistente agrupamiento asambleario en Gualeguaychú en protesta por la inversión externa en la producción de pasta celulósica a orillas del Río Uruguay. REV IISE 9 el ámbito global y específicamente en nuestra América, concentrando algunas opiniones en el carácter financiero de la misma y otros en la perspectiva de la integralidad de la producción y circulación, es decir, de la economía en su conjunto. Entre los primeros se reconocen los gestores de la respuesta hegemónica, entre ellos, los organismos internacionales y los hacedores de política económica en los principales Estados afectados por la crisis y sus articulaciones internacionales (G8, G20), aunque también se reconocen en esa mirada, aún desde otro punto de vista, a los mentores en responsabilizar a la valorización financiera del capital por los problemas actuales y sus consecuencias regresivas sobre la sociedad. Este último diagnóstico apunta a señalar que la financiarización de la economía fue una respuesta (fuga) a la crisis de rentabilidad del capital operada a fines de los 60´ y comienzos de los 70´. Desde esas perspectivas, para los primeros alcanza con respuestas restrictivas a la libertad de movimiento y desregulación financiera operada en las últimas décadas, proponiendo en definitiva nuevas normas precautorias y preventivas en el sistema financiero mundial. Para los segundos el tema se concentra en retomar la hegemonía de la producción. Entre estos figuran los sostenedores de una perspectiva neo desarrollista o neo keynesiana, con importante visibilidad otorgada por los Lpremios Nobel de economíap a Paul Krugman en 2008 y a los estadounidenses, Elinor Ostrom y Oliver Williamson en 2009. En nuestra región, estas lecturas suponen la necesidad de estudiar las condiciones para el florecimiento de las prácticas y teorizaciones desarrollistas en los 40´, 50´ y 60´ para poder matizar una respuesta sustancial a proyectos con aspiración de validación de un capitalismo autónomo para la región a comienzos del Siglo XXI, que incluye un protagonismo progresista de la burguesía local. Es que el tema no es solo una cuestión de debate sobre el orden económico, sino sobre el conjunto de la formación económica social. Es una problemática que remite a las relaciones económicas, sociales, ideológicas, culturales. Constituyen una integralidad sobre el modo de desarrollo de la sociedad contemporánea, de especial interés cuando el imaginario de proyecto civilizatorio apunta a eoccidenteo (Europa y EEUU) desde tiempo del descubrimiento, conquista, colonización y subsecuente proceso de asunción de la modernidad y sus demandas (Do- mingues, 2009). Ese estudio diagnóstico resulta fundamental para pensar en los cursos posibles de acción colectiva en nuestra América. Ese es el debate político actual y que las ciencias sociales están desafiadas a sostener. Discutiendo el papel de los intelectuales en el presente, García Linera6 ensayaba un repaso sobre algunos de los ejes del pensamiento crítico que otorgaban seguridades al discurso y práctica intelectual, social y política a la izquierda. Entre ellos la discusión sobre el fin del capitalismof, en momentos de inusitada iniciativa política por retomar el programa de la liberalización económica del sistema mundial. Una lectura detenida de las principales resoluciones del G20 en noviembre del 2008 en Washington y sus cónclaves de abril 2009 en Londres y septiembre 2009 en Pittsburgh, dan cuenta de una acelerada vocación por reiniciar el rumbo interrumpido por la apertura económica, la libertad de mercado y la reinstalación de monitor general al FMI y al sistema de organismos internacionales del orden mundial. Es vital la discusión sobre el capitalismo actual y la crisis, como sobre sus potenciales rumbos y propuestas alternativas, de superación. Es un debate político que requiere análisis teórico, especialmente sobre el orden político y específicamente sobre la, democraciad, criticando García Linera tanto la versión liberal sobre el asunto, como la instrumental mediatizada de otros tiempos en la estrategia de la izquierda. Por ello concentró el desafío de pensar a la democracia, “como acumulación histórica de la clase”, “como construcción política para revolucionar las clases”, afirmando que ,la democracia se inventa por las clases y la sociedadl, siendo en definitiva, “la democracia un momento de la materialidad de las clases”7 Se trata de ir más allá de la democracia procedimental y una concepción que ubica a la democracia y lo institucional como ámbito de acumulación transitorio. Pensar el capitalismo en crisis y los rumbos de la sociedad contemporánea supone discutir, junto a la crisis y el desafío por la democracia, cuáles son los sujetos de la dominación y muy especialmente del cambio político. García Linera centró su disertación en la crítica a las certidumbres por definición del sujeto de la revolución, destacando la diversidad de sujetos en lucha por la emancipación, con la singularidad del aporte indígena, campesino, del trabajador flexible y las distintas maneras que asume la explotación, para problematizar en un sujeto plural diferente del imaginado a priori 6 Versión de mis notas en su conferencia del 10 de octubre de 2009 en el cierre de las actividades mencionadas de CLACSO. 7 Las comillas son apuntes personales de la disertación referida de Álvaro García Linera. 10 REV IISE en otros tiempos. Es un debate consustancial sobre el papel del Estado sin reducirlo a “instrumento ó máquina de clase”, sino pensarlo también como “identidad ilusoria” según lo sostuviera Marx. Es un planteo que lleva a pensar al Estado como máquina, pero también como relación social y como idea, un asunto presente en la reforma política en varios países de la región latinoamericana. Es una concepción sobre el Estado que recupera la definición en Gramsci de “aparato de gobierno” más “aparato privado de la hegemonía” (funcionarios, gerentes de empresas, medios de comunicación, etc.) (Campione, 2007). En definitiva, son problemas para pensar los desafíos actuales del pensamiento crítico, ante la crisis del capitalismo, los desafíos por las reivindicaciones democráticas de las clase subalternas, la constitución de sujetos en lucha por la emancipación y la capacidad de gestionar el Estado y el orden social más allá del Estado por parte del movimiento popular. Son consideraciones necesarias para la articulación del pensamiento crítico con la práctica social y política, entre intelectuales y movimiento popular transformador. Se trata de conocer para transformar, aunque producto de los tiempos transcurridos y sostener una crítica a la práctica académica alejada del papel del intelectual comprometido con la realidad y el cambio político, es necesario “cambiar para comprender y luego transformar”8. Pensar América Latina requiere profundizar en el análisis de la crisis capitalista y en el carácter capitalista en crisis del desarrollo de la región, con sus secuelas graves en materia social: desempleo, precariedad, superexplotación, marginación y empobrecimiento de vastos sectores sociales. Pensar la región supone discutir la inserción en el mundo y su articulación integrada en la división internacional del trabajo. Supone interrogarse sobre las posibilidades de resolución nacional o integrada de la crisis; pone en discusión las estrategias sobre las alianzas de gobiernos que alientan la contestación al modelo hegemónico de los 80´ y los 90´, al tiempo que protagonizan estrategias y discusiones con los responsables de la crisis. ¿Qué de nuevo pueden aportar las ciencias sociales al debate sobre la integración y el cambio político nacio- nal? ¿Qué se puede recoger sobre el debate en torno a la identidad de la región? ¿Cuánto de singular y de general existe en la configuración de la identidad en la región? ¿Qué aportes pueden realizarse para sistematizar y generalizar las prácticas sociales de desmercantilización que hoy se ensayan en el ALBA o en las reformadas constituciones, especialmente en Bolivia y Ecuador con la categoría del “buen vivir”? Interrogantes desafiantes sin dudas, no solo para el pensamiento crítico. Hacen al debate sobre el presente y el futuro cercano de la región. Está claro que la discusión pasa más por la crisis capitalista que por la derrota de los 70´, sin embargo, el clima de época puede retrotraerse si no se avanza en la profundización del cambio político. El imaginario conservador imperante a finales del Siglo XX puede retornar hegemónico de la mano de la coerción y la manipulación del consenso, de que da cuenta la militarización creciente, en la región y el mundo, como la realidad del golpismo con pretensión restauradora. Colombia y Honduras remitan a la posibilidad de un retroceso sobre el camino construido en buena parte de la región en esta primera década del Siglo XXI. Si al comienzo del 2001 emergía la potencia del mensaje por otro mundo posible, al cierre de ese año se instaló la concepción tributaria de una teorización por la seguridad. Del optimismo por el cambio social se transitó al escenario de la guerra y la militarización de la sociedad mundial, contribuyendo a exacerbar las asimetrías de ingreso y riqueza, entre países y personas. Azorados leemos el mensaje de la FAO que sindica en la actualidad más de 1.000 millones de personas con problemas de alimentación. No es solo una cuestión intelectual, sino un imperativo del orden social. Es una cuestión coherente con el reclamado compromiso de los intelectuales con la sociedad de los de abajo, con los pueblos y su demanda por la emancipación. Pero también señalemos que si entre 1989-91 se desmoronaba un imaginario de cambio social, en forma convergente se inauguraba un ciclo de luchas populares que habilitaron la expectativa presente en los procesos de cambios que transita la experiencia de los pueblos de nuestra América. Buenos Aires, octubre de 2009. 8 La expresión fue sostenida por Graciela Cousinet, Vicedecana de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, en los debates en la Asamblea y Conferencia de Clacso. REV IISE 11 Bibliografía: Campione, Daniel. Para Leer a Gramsci. Ediciones CCC, Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Ediciones del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos C.L. Buenos Aires, Argentina, Julio de 2007. Boron, Atilio A. Consolidando la explotación. La academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico. Córdoba: Ediciones Espartaco, 2008, cp. 2. Domingues, José Mauricio. La modernidad contemporánea en América Latina. Co edición de CLACSO. 1ª ed. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009. Sader, Emir. El nuevo topo: los caminos de la izquierda latinoamericana. Co edición de CLACSO. 1ª ed. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2009. Svampa, Maristella. Cambio de época: movimientos sociales y poder político. Co edición de CLACSO. 1ª ed. 1ª reimp. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores, 2009. 12 REV IISE SOBRE LAS TENSIONES DEVENIDAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO-UNIVERSITARIO ARGENTINO DURANTE EL INTERREGNO DICTATORIAL 1976-1983: UNA APROXIMACIÓN DE LO ACONTECIDO EN LA UNSJ.1 ALGAÑARAZ SORIA, VICTOR H.2 RESUMEN El proceso autoritario-represivo acaecido en Argentina durante el interregno 1976-1983, autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional” (P.R.N.), fue un acontecimiento altamente significativo -en lo material, simbólico y social- caracterizado por dejar una huella imborrable en la sociedad y en la memoria nacional. El gobierno de facto que tomó por asalto el poder estatal, tenía como meta central reestructurar intensamente el cuerpo social -considerado descarriado- y el Estado nacional diagnosticado como corrompido y demagógico-. Su objetivo principal fue exterminar toda forma de oposición e imponer el terror en la población, para remover las bases del modelo económico anterior y cambiar el patrón de acumulación vigente e instaurar así un plan económico neoliberal en el país. Específicamente, el ámbito académico nacional fue profundamente perturbado -removido- tras el advenimiento de la última dictadura, dada la ineluctable imposición de una política científica y educativa acorde al modelo económicopolítico que se buscaba instaurar, la cual marcó profundamente el ámbito de investigación cientista -especialmente el área de Ciencias Sociales- así como el desenvolvimiento mismo del ámbito universitario, duramente cohibido por el fuerte disciplinamiento, control y represión ejercidos por la dictadura militar. (Algañaraz, 2009). Por lo antedicho, este trabajo procura contextualizar socio-históricamente la problemática, recorriendo en líneas generales las tensiones devenidas tras la “reforma” educativo-universitaria del ámbito académico nacional durante el interregno militar, reflexionando particularmente sobre lo acontecido en la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) durante aquel periodo. PALABRAS CLAVE: Ámbito Académico - Política Educativo-Universitaria - Reforma Educativa - Interregno Dictatorial - Mecanismos de Articulación - Desarticulación ABSTRACT: The authoritarian-repressive process happened in Argentina during the 1976-1983 interregnum, self-denominated as “National Reorganization Process”, was a highly significant event -as in the material, symbolic and social- characterized by leave an indelible mark in the society and the national memory. The central objective, of the fact government who was in the state power, was reorganized intensely the social body -considered in the wrong way- and the National State -diagnosticated as corrupt and demagogical-. Its principal objective was exterminated all kind of opposition shape and impose the terror in the population, to remove the previous economical model foundations and change the force accumulation pattern, toward establishes an economical neoliberal plan in the country. Specifically, the national academical environment was strongly perturbed -removed- behind the last dictatorship coming, in view of the ineluctable imposition of a scientific and educative politic according to the economical- 1 Trabajo presentado en “IX Seminario Argentino-Chileno y III Seminario Cono Sur de Estudios Sociales, Humanidades y Relaciones Internacionales”, Octubre 2008. 2 Licenciado en Sociología. Becario Interno de Posgrado, CONICET. [email protected] // [email protected]/ / El Baqueano Nº 208, Chimbas, San Juan. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. CONICET. Argentina. REV IISE 13 political pattern that was wanted to be establish, which strongly mark the scientist research area -specially the Social Sciences- as well the same environment university unwrapping, was hardly restraint by the strong disciplining, control and repression practiced by the military dictatorship. (Algañaraz, 2009) problematic, covering in general lines, the tensions happening behind the educative-university “reform” of the national academical environment during the military interregnum, reflectively particularly about what happened in the San Juan National University during that period. According to the above-mentioned, this trial looks for situate in socio-historical context the KEY WORDS: Academical Environment - Educative-University Politic - Educative Reform - Dictatorial Interregnum – Articulation - Disarticulation Mechanisms. EL PROCESO AUTORITARIO - FINANCIERO (1976-1983) Y SUS IMPLICANCIAS EN EL ÁMBITO ACADÉMICO ARGENTINO: El 24 de Marzo de 1976 fue el principio de una compleja -y ominosa- etapa en la historia reciente nacional (poco más de 30 años), que dejó una huella imborrable en la sociedad y en la memoria argentina. El gobierno de facto que tomó coercitivamente el poder estatal argentino en 1976, derribó el endeble y deteriorado -pero democrático- gobierno de Isabel Perón y dio inicio al denominado “Proceso de Reorganización Nacional” (P.R.N.), significando algo más que un cambio político; fue una transformación fundamental de la estructura social y económica del país. El poder concentrado por el gobierno militar posibilitó no sólo la imposición de un restablecimiento del orden social y normalización disciplinaria de los conflictos irresueltos (asegurado mediante el monopolio estatal de la fuerza); sino también permitió la realización de un proceso de transformación estructural (en la economía y la sociedad argentina), donde la aristocracia financiera (de capital nacional y extranjero), la pequeña burguesía y las fuerzas armadas entablaron una concertación sociopolítica, una nueva coalición, un nuevo bloque de poder, dando un salto en su concentración de capital. El objetivo central de la conducción militar que tomó el poder del Estado aquel 24 de marzo, fue realizar una intensa reestructuración del cuerpo social y del Estado nacional. Tal reordenamiento de la sociedad y del Estado buscaba en última instancia la implantación -mediante la violencia- de una nueva dinámica de acumulación. Se trató de un plan económico de recomposición capitalista con centro en la dimensión represiva, pues había que aniquilar toda posibilidad de realizar un proyecto alternativo. (Algañaraz, 2009) 14 REV IISE “Los desaparecidos, la plata dulce, la guerra de Malvinas, etc., [...] fueron piezas de un macabro rompecabezas destinado a reformar, o reorganizar a la Argentina, para volver a convertirla en un país agro-exportador con participación política restringida a una élite. Los hechos destacados anteriormente son los resultados de las medidas tomadas para convertir a este país altamente movilizado y con el ingreso muy distribuido en una granja productora de materias primas de riqueza concentrada. Estado Terrorista y modelo económico neoliberal fueron las dos caras de una misma moneda”. (Revainera, 2006) Como dice Marcos Novaro (2009), era necesario remover las bases del Modelo de Industrialización Sustitutivo de Importaciones, había que refrenar -cuando no eliminar- la Argentina populista e industrial, pues el “proteccionismo industrialista y el estatismo”, aparecían a la luz de la óptica financiero-miliar como principios asociados a la politización de las masas, a la proliferación de conflictos sectoriales y, por tanto, a la “penetración subversiva”. No obstante, para cumplimentar lo anterior, fue necesario -tal como lo hicieron- desatar desde el mismo aparato del Estado un plan operacional y sistemático de represión -Terrorismo de Estado-. “El terrorismo de Estado encarna el poder concentrado y actuante de manera planificada en una represión de máxima violencia que busca el aniquilamiento de los adversarios del campo popular a través del genocidio de una parte de la población y el disciplinamiento del resto”. (Casas, 2008: 26) Así, el impacto -extendido e insondable- de este proceso autoritario-financiero no sólo alcanzó la vida institucional del país, sino incluso las mismas estructuras económico-sociales y hasta el mundo de la vida de los individuos, identificándose a la dictadura militar iniciada en 1976 como la más atroz e inhumana de toda la historia nacional. En lo que refiere al ámbito académico argentino, éste se vio marcado a fuego tras el advenimiento de dicho régimen militar, pues se abrió paso a una de las etapas más sombrías y nefastas para los núcleos de investigación y educación superior. Por ello, considerando que toda institución educativa constituye en sí misma un ámbito que concretiza, a nivel singular, el modelo político-educativo de tipo universal vigente en la cultura nacional, cabe pensar que la misma anulación del régimen democrático argentino en 1976, conllevó a una profunda “reforma educativa y universitaria”, a una cruenta transformación del ámbito académico nacional en general. Para comprender las implicancias y corolarios acaecidos en los núcleos académicos nacionales tras la implementación de aquella “reforma educativo-universitaria”, es imperioso repensar el vínculo dialéctico y orgánico entablado entre universidad y sociedad sobre todo en la etapa precedente al advenimiento de la última dictadura militar. En este sentido, cabe indicar que a partir de la segunda mitad del siglo XX, los núcleos universitarios argentinos experimentaron un profuso proceso de configuración histórico-social, conformándose como reconocidas instituciones en línea con el halo de modernidad y desarrollo social vigente, recuperando las riendas sobre la autonomía académica y la autarquía financiero-institucional, abriendo paso a numerosos avances científicos y pedagógicos, y gozando además de una fuerte presencia y centralidad en la vida social dado el grado de apertura y difusión del conocimiento, lo que conllevó al fortalecimiento de su vínculo dialéctico y orgánico con la sociedad misma. Pues como señala Atilio Borón, “desde mediados del siglo XX, estas universidades habían experimentado un rápido proceso de modernización -introducción de nuevos campos de estudio y carreras, incremento en la accesibilidad, expansión de la cantidad de docentes con dedicación exclusiva, etcétera- de acuerdo con el sostenido impulso democratizante originado en los tumultuosos (y todavía inconclusos) procesos de ciudadanización de las clases populares. [...]En esos momentos las universidades gozaban de altos niveles de autonomía institucional y buenas asignaciones presupuestarias por parte de los gobiernos nacionales.” (Borón, 2008: 44) Por entonces, el movimiento estudiantil se había constituido en un actor protagónico de la coyuntura, no tanto por el notorio incremento de la matrícula estudiantil como por la militancia universitaria que crecía día a día. Los movimientos estudiantiles universitarios se caracterizaron por acompañar el movimiento social epocal, que quería cambiar el “modelo” y transformar la vida político-social del país. “La alianza entre el movimiento estudiantil y el movimiento obrero le daba una fortaleza inédita a todas las organizaciones sociales que encabezaban un proceso de grandes transformaciones. La juventud no era una pasiva observadora de la situación, sino la gran protagonista del sueño revolucionario en la Argentina”. (Zoppi, 2000: 12) No obstante, el prolongado atardecer de aquellas experiencias que habían confluido en la construcción de una “cultura de la militancia universitaria” -que más tarde convergería en la creación de la Juventud Universitaria Peronista (J.U.P.)3 - y en la consolidación de los núcleos académico-universitarios como instituciones de desarrollo social, había comenzado ya tras el advenimiento de la denominada “Revolución Argentina” en 1966. Dicho régimen militar, profundizó los conflictos dentro de la sociedad mediante una salvaje represión, una vez más, contra la “amenaza comunista”. Se reprimió no sólo en fábricas, clubes, villas de emergencia y barrios populares sino también en universidades. Onganía, fue el primer presidente de facto que se fijó en la universidad como un enemigo político4. Asimismo, otro punto de inflexión significativo para la educación superior nacional fue la llegada de Ivanissevich al Ministerio de Cultura y Educación de la Nación durante la presidencia de Isabel Perón, pues la política educativa por él promulgada constituyó un verdadero prolegómeno de la política de la dictadura del ‘76 para la universidad5. Este fue el comienzo del fin, pues cuando la dictadura militar toma por asalto el poder estatal en 1976, el ámbito académico-universi- 3 La “Juventud Universitaria Peronista” (JUP), fue una agrupación política juvenil de extensión nacional, configurada como herramienta político-organizativa hacia el interior de los núcleos universitarios, con la finalidad de garantizar los objetivos de cambios en dicho espacio. 4 El advenimiento de la “Noche de los Bastones Largos” (violenta irrupción militar en la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires, acaecida el 29 de Junio de 1966) marca el inicio de las intervenciones en los núcleos académico-universitarios argentinos y el fin de su autonomía institucional. 5 Con Oscar Ivanissevich (en el Ministerio de Educación de la Nación) y Alberto Ottalagano (rector-interventor de la UBA), se inaugura un período de liquidación de las conquistas alcanzadas por las universidades públicas, un clima de represión que, como un continum se vivió hasta fines de los ‘70 en las distintas universidades y facultades del país. REV IISE 15 tario era un terreno sobradamente abonado para el devenir represivo-militar, tanto así que fue obstruyéndose -parcial pero profundamente- sobre un esquema de férreo control institucional y fuerte disciplinamiento académico, culminando así el clima de primavera democrática y académica que había caracterizado el proceso de expansión y fortalecimiento experimentado por las universidades desde fines de los ‘606. Alicia de Alba señala que un punto central en el análisis de toda reforma académica “se refiere al proyecto social al cual responden las reformas universitarias y los cambios sociales y educativos”. (De Alba, 2007: 145) Al respecto, es posible señalar que durante el interregno 1976-1983, los grupos militar y económicamente dominantes promovieron e instauraron un proyecto socio-político y económico sin precedente alguno en la historia nacional. Tal proyecto dictatorial, comprendía profusos aspectos: una intensa reconfiguración de la vida organizacional de la sociedad (puesta en marcha de un plan operacional de represión, suspensión de actividades políticas, sindicales y gremiales, disolución de partidos políticos, intervención y ocupación de las principales dependencias estatales, censura mediática, etc.), una modificación radical de las relaciones económicas (tendientes a desarticular el modelo económico anterior, pues la ecuación era desindustrializar-desproletarizar el país e instaurar una política económica neoliberal de corte netamente financiero-militar) y una profunda transformación de la cultura vigente, para lo cual se requería articular una nueva política educativa, esto es: un programa del gobierno militar para introducir una radical modificación en el ámbito de la educación y la cultura7. Tal como expresa Gentilli (2004) “diseñar políticas para cambiar la escuela (reformar a la universidad o transformar el currículum) que no estén asociadas a procesos más estructurales de redistribución de la riqueza y del poder, puede continuar siendo una forma cínica de perpetuar la fragilidad democrática que ha caracterizado históricamente al conjunto de los países latinoamericanos” (De Alba, 2007: 148) Con la ejecución de aquella política, los grupos represivo-dominantes procuraban -explícita e implícitamente-, en líneas generales, redefinir y transformar el accionar de los núcleos universitarios argentinos, vistos ya no como espacios democráticos dedicados a la investigación, la educación y el pensamiento crítico, sino como espacios de difusión de ideas subversivas, ateas y antinacionales. En este sentido, considerando que la política educativo-univ ersita ria pr oferi da por el “P.R.N.” procuró controlar, depurar, “normalizar” tanto las actividades de investigación y enseñanza como a los agentes universitarios mismos -esto es: tanto los cuerpos como las mentes, tanto las personas como el conocimiento-, es factible pensar que para la ejecución de dicha política, fue menester que los grupos militar-dominantes erogaran e impusieran -mediante la coerción física e ideológica-, tal como lo hicieron, una serie de normativas universitarias. En principio, las leyes 21.276 y 21.809 abrieron una etapa de control, disciplinamiento y depuración en la universidad, y hacia el final del interregno militar, en 1980, la ejecución de la ley 22.207 procuró acentuar la etapa de normalización y orden en el ámbito académicouniversitario8. 6 De acuerdo con Marcos Novaro (2009), fue el “Cordobazo” -levantamiento de la ciudad de Córdoba, en mayo de 1969 en que confluyeron sectores sindicales, organizaciones peronistas y de izquierda, y por supuesto sectores estudiantilesel punto culmen de aquellas experiencias. 7 Tal política educativa consistió en la redefinición axiomática y posterior ejecución sistemática de una serie de acciones -y en algunos casos omisiones- necesarias para efectuar aquella transformación del ámbito educativo -reforma educativa, en lo concerniente al formato curricular (organización formal de los contenidos académicos) de los núcleos universitarios, al rol asignado a la enseñanza y la investigación, a la relación tripartita y consecuente interacción establecida entre conocimiento, cultura y sociedad, así como una profunda redefinición -devenida en cesantías y reposicionamientos- de los agentes vinculados al ámbito educacional. 8 La sanción de la ley 21.276 prohibía toda actividad de proselitismo, adoctrinamiento, propaganda por parte de alumnos, docentes y personal no docente en el espacio universitario. Su complemento fue la ley 21.260 que autorizaba la cesantía de todo aquel personal de la administración pública que presuntamente se hallara vinculado a actividades subversivas. La ley 21.809, por su parte, promovía la descentralización-regionalización de la educación. El Estado Nacional buscó desresponsabilizarse de su rol educador, profundizando el proceso de transferencia del servicio educativo a las provincias y acentuando el mecanismo de privatización-fragmentación del sistema educativo. La nueva ‘Ley Orgánica de las Universidades Nacionales´, ley 22.207 (similar a la ley 17.245 promulgada durante la dictadura de Onganía 1966-1970), y que fuera proclamada en 1980, concebía los núcleos universitarios como aparatos del Estado, reproductores de supuestos valores tradicionales y centros de formación profesional, manifestando además que es ajeno al ámbito educativo superior toda actitud de propaganda, agitación política o adhesión a concepciones subversivas. Ver más detalles en Vessuri, (1992): “Las Ciencias sociales en la Argentina: diagnóstico y perspectivas”. En Oteiza, (Dir.) La política de investigación científica y tecnológica en Argentina. Historias y perspectivas. CEAL, Bs. As. 16 REV IISE Ahora bien, para emprender dicha “reforma educativa” hacia el interior de los diferentes núcleos universitarios, los grupos militar-dominantes debieron desplegar una serie de dispositivos y/o mecanismos concretos a lo largo del ámbito académico, tales mecanismos propugnaban la “desarticulación” (desestructuración y des-institucionalización) de dicho espacio -tal y como estaba configurado hasta el momento9- y la consecuente “articulación” de una nueva política de la dictadura para la universidad. Entonces, complementando la erogación de las leyes arriba señaladas, los grupos militar-dominantes y sus grupos allegados (autoridades académicas, directores de institutos de investigación, interventores universitarios, nuevos agentes -docentes, investigadores y personal administrativo- así como agentes re-posicionados en los núcleos universitarios) desplegaron una serie de mecanismos concretos de disciplinamiento (social, ideológico, práctico y corporal) y dispositivos de férreo control académico y vigilancia institucional. Se trata de operaciones concretas, amparadas y promovidas por políticas estatales que procuraban lograr la compleja “articulación” de esta nueva política educativa de la dictadura para el ámbito académico a nivel nacional, y la consecuente “desarticulación” de dicho ámbito tal como hasta el momento estaba configurado, se pretendía en suma desmantelar lo que -en palabras de Alicia de Alba es- la herencia cultural (legado histórico, tradición selectiva, arbitrario cultural), pues “en un contexto de tensión [...] se producen simultáneamente [...] procesos de estructuración y desestructuración.” (De Alba, 2007: 152) Para alcanzar primariamente la pretendida “desestructuración/desarticulación” del campo académico argentino -y depurarlo así de todos los males que lo aquejaban-, los grupos militar-dominantes pusieron en marcha una serie de operaciones de represión, disciplinamiento y control en el ámbito universitario. Por un lado se promovió la “depuración académica” de los núcleos de enseñanza superior mediante mecanismos tales como: expulsiones y detenciones, torturas y desapariciones de agentes universitarios, implementación de políticas de cupos de ingreso, selección de docentes en función de criterios y prácticas arbitrarias, despliegue incluso de prácticas de censura, control y depuración bibliográfica. Se establecieron además “cruentas modificaciones institucionales”: cambios drásticos en planes y pro- gramas de estudio, cierre de carreras, desaliento o desfinanciación de departamentos, programas y experiencias de investigación y de extensión universitaria, prescripción de resoluciones que permitían a las nuevas autoridades académicas nacionales -así como a la gestión interventora de cada núcleo superior- supervisar y controlar los contenidos de los programas, reorganizar las asignaturas y revisar toda experiencia de investigación. Ahora bien, el proceso mismo de “estructuración/articulación” de un programa militar para la educación superior; no parece vislumbrase con la misma claridad que el proceso de desarticulación procesista de los núcleos universitarios. Pues, aún treinta años después de aquellos acontecimientos, indagar sobre los mecanismos que coadyuvaron en la articulación de este programa político-militar para la educación superior (tales como: el reposicionamiento de agentes universitarios que comienzan a ocupar -y en algunos casos acumular- cargos directivos o asesores sin trayectoria previa alguna, la reasignación y/o transferencia de recursos -financieros principalmente- de ciertos núcleos académicos a otros, etc.), resulta una tarea para nada sencilla. Sin embargo, es factible advertir la existencia de un plan claro de la dictadura para reducir las dimensiones del sistema educativo, redistribuir la matrícula estudiantil hacia el interior (profundizando el proceso de transferencia del servicio educativo a las provincias) y finalmente canalizar la investigación científica hacia ámbitos ajenos a los núcleos universitarios de gestión estadual, es decir, hacia universidades privadas, fundaciones dependientes de organismos de financiamiento externo, y algunos núcleos académicos nacionales catalogados por Brunner (1986) como “centros académicos independientes” CAI-. (Algañaraz, 2009) En Argentina durante el período 1976-1983, el feroz desmantelamiento experimentado por los núcleos académicos nacionales fue tal que abarcó no sólo a personas (investigadores, docentes, alumnos y personal administrativo) sino que alcanzó incluso investigaciones, teorías, orientaciones ideológicas y disciplinas completas. Pero si bien la devastación, producto del ensañamiento dictatorial, golpeó profundamente la actividad científica y académica nacional en general, fueron las Ciencias Sociales el área más vulnerada, experimentando un giro teórico-metodológico importante. Desde la óptica militar 9 Una de las apuestas del régimen de facto de 1976, fue realizar una ruptura radical de las redes educativo-universitarias constituidas por largos años en el ámbito académico argentino y fortalecidas tras el gobierno peronista de 1973, desmantelando agudamente los núcleos universitarios (material y simbólicamente) tanto de su actividad de investigación como de docencia, tanto institucional como individualmente. REV IISE 17 era prioritario recortarlas -limitarlas- pues se estimaba que eran propensas a la proliferación de ideas subversivas y que por tanto podían constituirse en un peligroso instrumento de transformación social y política. Tal como indica Vessuri (1992) la dictadura se ensañó contra un “enemigo” que estaba mal herido: las Ciencias Sociales en general, y la Sociología, Antropología y Psicología en particular. Con el proceso mismo de estructuración-desestructuración del espacio académico argentino se pretendía en suma modificar la relación sociedad-conocimiento (provocando una importante grieta entre el conocimiento teórico y el conocimiento aplicado, lo que se traduce en la desvinculación de la producción de conocimiento científico respecto al proyecto económico industrial-popular-nacional antecedente), reformar-moldear a los formadores o educadores mismos, redefinir el rol del estudiantado (considerados ya no como agentes partícipes y activos en la producción crítica del conocimiento, sino como mera materia pasiva en la apropiación de los contenidos de enseñanza), y orillar incluso a los más brillantes investigadores a trabajar desde un método inútil, “el métodocensura” tal como señala Facundo Ortega (1993). UNA APROXIMACIÓN A LO ACAECIDO EN LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN JUAN (UNSJ) DURANTE EL INTERREGNO DICTATORIAL 1976-1983: Si bien el proceso de articulación-desarticulación -y sus mecanismos- fue una constante en el campo académico nacional mientras este fuera sojuzgado por el accionar de la dictadura militar, no es posible ni apropiado realizar una lectura u análisis monolítico del viraje padecido por la educación y la universidad en aquel contexto epocal, en tanto fueron variados los modos en cómo se llevó a cabo y viabilizó hacia el interior de cada núcleo académico-institucional. Por ello, en esta parte del trabajo se vuelve imprescindible recurrir al estudio -aunque de forma somera- de un caso concreto, el caso de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) durante aquel periodo, aproximándose de este modo a un aterrizaje empírico sobre lo planteado conceptualmente en líneas generales10 Desde el mismo momento de su génesis en 1973, se abrió hacia el interior de la UNSJ una etapa de numerosos debates y enfrentamientos entre los distintos actores y sectores ligados a ella. El proceso de creación de la UNSJ se vivió con intensidad en medio de un contexto socio-político marcado por la restauración democrática11. El 23 de junio de 1973, se nombró al ingeniero Julio Rodolfo Millán como rector normalizador de la universidad, iniciándose a nivel provincial -al igual que en todo el ámbito académico nacional- un proceso de reconstrucción universitaria, caracterizado por el advenimiento y consolidación de la J.U.P. La década del ‘70 en la provincia de San Juan, comenzaba con una militancia estudiantil mucho más masiva que la de años anteriores, e incluso mucho más politizada. Desde finales de los años ‘60 y comienzos de los ‘70 se produjo el novedoso fenómeno de la multiplicación de núcleos de militancia juvenil universitaria, siempre enmarcados en un contexto de fuertes luchas y debates contra el poder dictatorial. La “resistencia a la dictadura” y la “resistencia a la represión” eran por aquellos años, la consigna social que regía el creciente activismo estudiantil en los claustros universitarios sanjuaninos. “En lo que respecta a la UNSJ, el movimiento estudiantil universitario estaba compuesto en mayor medida por jóvenes provenientes del comunismo (PC), por jóvenes procedentes de la resistencia peronista (J.U.P.) sobre todo desde 1973, y en menor medida por jóvenes del radicalismo revolucionario e incluso por jóvenes cristianos revolucionarios. Esta creciente movilización/participación de los distintos actores universitarios que componían la naciente UNSJ, se vio plasmada en el progresivo aumento de la militancia juvenil en los Centros de Estudiantes de cada facultad”. (Algañaraz, 2008: 127 No obstante, la etapa de incorporación masiva de estudiantes al ámbito universitario local y la extraordinaria ampliación del movimiento estudiantil provincial, se vio fuertemente cohibi- 10 Esta sección se encuentra vinculada a dos investigaciones desarrolladas con antelación por el autor: - Algañaraz, Victor (2008): Reconstrucción del Proceso Histórico-Social de la Dictadura Militar de 1976: Testimonios de distintos Actores Sociales de la UNSJ que sufrieron represión. IISE, FA.C.SO. Secretaria de Ciencia y Técnica de la UNSJ, San Juan. - —————————— (2009): Memoria Social y Dictadura Militar: Construcción social de la memoria del régimen militar de 1976 en la provincia de San Juan, mediante el testimonio de víctimas de represión. Tesis de Grado en Sociología no publicada, UNSJ, San Juan. 11 El peronismo había ganado las elecciones nacionales y provinciales bajo las filas del “Frente Justicialista de Liberación” (FREJULI), resultando electos Héctor Cámpora como presidente y el Profesor Eloy Próspero Camus como gobernador, quienes asumieron sus respectivos cargos el 25 de Mayo de 1973. 18 REV IISE da y replegada tras el avance de la vocación represiva y homicida anidada primero en la autodenominada misión Ivanissevich, y luego con la implantación de la política educativo-universitaria propugnada por la dictadura militar del ‘76, viéndose duramente truncados los principios y el ideario con los que nacía la UNSJ en 1973 y afectada gravemente su dinámica interna propia. Dentro del sistema educativo sanjuanino, fue especialmente el ámbito académico-universitario uno de los más gravemente afectados, constituía por entonces un blanco claramente identificado del accionar represivo desplegado a nivel local. Por aquellos años, el rectorado de la UNSJ estuvo a cargo del capitán odontólogo Jorge Fernández Monjes. En profunda consonancia con el discurso sostenido por las Fuerzas Armadas, cuyo cometido era extirpar el “cáncer” de la sociedad, se afirmó -respecto al nuevo rectorque debía proceder “<<a realizar las extracciones de las piezas con caries>>, connotando esta expresión la función de censura y de eliminación de todo mal presente en la institución universitaria”. (García, 2008: 202) El Ingeniero Carlos Graffigna, quien fuera decano de la Facultad de Ingeniería -desde marzo de 1973 a fines de 1974- relata (en una entrevista para la “Revista de la UNSJ”) las consecuencias que la dictadura militar de 1976 dejó en la vida universitaria: “La Universidad perdió todo en manos de los militares. Se frustraron muchos proyectos con el golpe militar. Con el gobernador Eloy Camus se había arreglado la expropiación de dieciséis hectáreas que eran de Del Bono, que se sumaron a las cuatro que donó el gobierno provincial, y se estaban iniciando las obras del CUIM. La idea era que las facultades de Ingeniería y Filosofía pasaran a ser colegios secundarios y concentrar la universidad en el CUIM, pero derrocado el gobernador se anuló el proyecto. En ese momento, nadie en San Juan se levantó para defender a la universidad. Yo creo que esta va a ser una de las pocas universidades que no tendrá a futuro una ciudad universitaria como corresponde, todos sus predios han quedado encerrados por la urbanización realizada sin planificación alguna. Y todos sabían cuál era la razón por la cual se suspendía la obra: el gobierno militar quería a todos los alumnos dispersos, para que no hicieran alboroto, “por razones de seguridad” se decía. Todo se frustró con el golpe... El régimen militar tenía bien claro que la universidad de ese momento era formadora de críticos en serio y todo lo relacionado con ésta debía ser desarticulado…” (Galleguillo, 2007: 2) Como se indico precedentemente, uno de los propósitos estratégicos del régimen militar fue el de reorganizar la vida institucional y articular el sistema universitario en pos de este objetivo; para concretarlo -en lo que refiere a la UNSJ-, fue de vital importancia la sustitución de quien hasta entonces fuera el rector-interventor Jorge Fernández Monjes por el Dr. Pedro Aparicio en Septiembre de 1976. Lo relevante fue que durante la ceremonia de traspaso estuvo presente el Subsecretario del Ministerio de Educación de la Nación Enrique Rodolfo Carranza12, lo que reflejaba un nuevo intento de los grupos dominantes por hacer encajar la reorganización del sistema universitario con el “P.R.N.” En la UNSJ fue modificado el reglamento académico, se redujo el período de toma de exámenes, volviéndose más exigentes las condiciones para obtener la regularidad y se determinaron además cupos de ingreso según carreras y exámenes de admisión. Se prohibieron subsidios a investigadores, hubo gran pérdida de acervo cultural debido a la incautación de libros, las carreras -sospechadas de formar futuros “subversivos”- fueron amenazadas de cierre, concretizándose incluso una coordinación y organización sistemática de persecución ideológica y represión que incluía todo el arco universitario. Desde la óptica militar, se consideraba que los diferentes agentes universitarios (docentes, alumnos, personal de apoyo) estaban demasiado enviciados de subversión, por lo cual ya no bastaba sólo con imponer una reforma académica, siendo necesario acudir a la represión e incluso al exterminio. Adicionalmente a la censura, la pérdida de libertad académica y el cercenamiento de las ideas, los diferentes estamentos de la UNSJ pasaron a integrar las denominadas “listas negras”, padeciendo cesantías, allanamientos, detenciones y torturas. Hacia el interior de la UNSJ, el sector estudiantil fue uno de los más duramente golpeados durante el período 1976-1983. Considerados “semilleros de subversión” desde la égida militardominante, se promovió la enajenación de todo intento de expresión juvenil universitaria y se 12 El llamado plan “Operación Claridad”, implementado por Pedro Bruera (primer ministro de educación de la Junta Militar) incluía el diseño y ejecución de un sistema de control ideológico en el ámbito educativo, el cual fue dirigido en una primera etapa por el contraalmirante Enrique Carranza. Ver más en: Chanfreau y otros (2001): Memoria y Dictadura, un espacio para la reflexión desde los Derechos Humanos. Comisión de Educación de la APDH, Bs. As. REV IISE 19 emprendió la tarea de anestesiar y desbaratar cada uno de los Centros de Estudiantes que componían la UNSJ. Bajo la dictadura militar de 1976, “se desactivaron las organizaciones estudiantiles, sus principales dirigentes fueron apresados o bien desaparecieron siendo víctimas del terrorismo de Estado. Muchos de los militantes partidarios estudiantiles pasaron a la clandestinidad, se convocaron al silencio y fueron abandonando en este clima tan hostil, las aulas y la vida universitaria”. (García, 2008: 202) La gran mayoría de los estudiantes fueron, en el mejor de los casos, suspendidos, aunque también muchos de ellos fueron expulsados y otros detenidos, puestos a disposición del P.E.N. (Poder Ejecutivo Nacional), y hubo también entre ellos muchos “desaparecidos”. Se suspendió a gran parte del estudiantado universitario sanjuanino, por haber sido sorprendidos realizando actividades contrarias a las leyes dictadas durante el proceso militar (esto es debates, manifestaciones callejeras, pintadas, etc.) o por ser sorprendidos leyendo ciertos materiales considerados “prohibidos”. La sanción que infligía el sistema universitario en época militar para los estudiantes considerados “subversivos” era la suspensión y/o la expulsión. Lo perverso es que la expulsión de la institución de enseñanza superior era un complemento de la posterior detención-tortura-desaparición de muchos estudiantes. Respecto al estamento docente, durante el interregno ‘76-‘83, gran parte de los profesores de dicha universidad fueron cesanteados, debiendo abandonar los claustros. Aunque también hubo docentes, que por el solo hecho de mantener su puesto de trabajo, fueron víctimas de una fortísima “persecución ideológica”, traducida en fuertes amenazas, presiones interminables, siendo obligados a tener que reorganizar el contenido de sus asignaturas, a suprimir determinados contenidos bibliográficos, incluso en muchos casos a omitir sus expresiones, su voluntad. El Ingeniero Graffigna, pone de manifiesto lo sucedido con docentes de la UNSJ en la época de la última dictadura militar: “Fui decano de la Facultad de Ingeniería desde marzo de 1973 hasta fines de 1974, cuando debí abandonar el cargo por no acordar con algunas medidas que ya por entonces anticipaban una etapa caracterizada por la intolerancia y la violencia… Fue entonces cuando desde la Nación mandaron un formulario que teníamos que llenar de cada docente; nos pedían documentos de identidad, orientación política, ideas personales, etc., para hacer un análisis y luego echarlos. Cuando vi el contexto de ese formulario, que incluso nos llegó oficialmente desde el rectorado, llamé a los decanos de Filosofía y de Artes y les expliqué que no podíamos llenarlo porque era mandarlos al “muere”. Ellos me entendieron y opinaron igual que yo, así que elaboramos una renuncia conjunta y arrastramos también al director del Instituto del Profesorado y al Rector”. (Galleguillo, 2007: 2) Sin dudas, la consecuencia más aberrante que la represión dictatorial dejo en la UNSJ se expresa en términos de vidas humanas perdidas, pues el genocidio perpetrado alcanzó toda una generación de agentes universitarios. Gran parte de los secuestrados-desaparecidos de San Juan, habían sido partícipes activos en los claustros universitarios de la provincia. Se puede señalar que hubo 18 personas secuestradasdesaparecidas en época de la dictadura pertenecientes a la UNSJ: 13 estudiantes, 3 docentes y 2 no docentes -personal de apoyo universitario-.La mayor parte de los secuestros y desapariciones se produjo entre agosto de 1976 y marzo de 1978. La edad promedio de los secuestrados era de 25 años. Muchos de ellos fueron estudiantes de Ingeniería y de Sociología13. (Algañaraz, 2008) Dentro de la UNSJ, una de las facultades más duramente abatidas fue la Facultad de Ciencias Sociales (FA.C.SO.). El proceso de afianzamiento de la identidad propia y el profundo reconocimiento social que la FA.C.SO. Había alcanzado en un corto período, debido a la alta calidad de sus investigaciones (plasmado en la creación del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas -IISE- en 1974) se vio gravemente afectado durante los años de dictadura. El ejercicio de toda práctica que permitiera el desarrollo de una actividad crítica, es decir asambleas, discusiones académicas, debates sociales, etc., -que por entonces caracterizaban fuertemente a la FA.C.SO.- desaparecieron de esta casa de estudios superiores. El silencio impuesto por el miedo y la represión daba cuenta de que la libertad de pensamiento, expresión y reunión había sido truncada. “El régimen de censura y el temor impuesto por la dictadura produjeron en poco tiempo la desmovilización total de docentes, estudiantes y personal de apoyo universitario”. (García, 2008: 202) Inclso, el amplio grupo de carreras de grado que se dictaban en la FA.C.SO., se vieron seriamente amenazadas de supresión, medida de extrema gravedad concretada finalmente en la carrera Sociología, en la cual durante dos años se bloqueo el acrecentamiento de su matrícula estudiantil dada las suspensión de inscripcio- 13 Para más detalles sobre las personas secuestradas-desaparecidas durante el interregno dictatorial 1976-1983 pertenecientes a los estamentos de la UNSJ, ver < http://www.facso.unsj.edu.ar/paginas/novedades/libro.pdf > 20 REV IISE nes; se trato de una medida académica tomada como forma de desactivar coercitivamente todo pensamiento crítico o sistema de ideas que cuestionaran política e ideológicamente el accionar del régimen militar. Cabe agregar que durante este largo período, la biblioteca de la FA.C.SO. atravesó por una experiencia devastadora, pues durante los primeros meses posteriores al golpe militar se procedió -mediante un “index”- a seleccionar primero y retirar luego de los anaqueles de la biblioteca, aquellas obras consideradas “subversivas” y desde entonces “prohibidas”. “Militares y fuerzas de seguridad procedieron al secuestro de todo el material bibliográfico considerado de carácter subversivo. En este operativo fueron secuestrados numerosos volúmenes provocando un menoscabo al patrimonio cultural de nuestra casa de estudios”. (García, 2008: 202) Las consecuencias de aquella nefasta época fueron terribles para la UNSJ, en tanto era un centro de generación de ideas y un motor que movilizaba diversos sectores de la sociedad sanjuanina, tanto así que las secuelas del accionar autoritario-represivo desplegado por la última dictadura militar la han marcado a fuego, al punto tal que sus heridas aún están vivas y presentes en la realidad social. REFLEXIONES FINALES Con la puesta marcha del autodenominado “P.R.N.” -devenido en Argentina tras el golpe de Estado de 1976- los grupos financiero-militar dominantes procuraron sobrellevar una profunda modificación del sistema político-institucional a nivel nacional. Se trató de un intenso reordenamiento del conjunto social y del aparato estatal, que elementalmente incluyó un cambio drástico en la cultura nacional y en el ámbito educativo y académico especialmente. La reforma educativa impulsada durante el interregno dictatorial 1976-1983 e impuesta en el ámbito académico-universitario argentino se caracterizó primordialmente por el establecimiento e imposición en los núcleos universitarios nacionales de una política académica-cientista acorde al modelo económico-político que se pretendía instaurar. Con la implantación de esta política, el gobierno militar procuró crear un ámbito aséptico para el desarrollo de la docencia y la investigación, eliminando consecuentemente el gobierno tripartito y la autonomía universitaria. Dicha política académica para el ámbito de la educación superior se tradujo pronto en la puesta en marcha de una serie de mecanismos -de purga institucional, control académico y accionar represivo- con la finalidad neta de lograr, por un lado, la “desarticulación” de dicho ám- bito tal como se hallaba configurado, pues para los grupos militar-dominantes era un espacio proclive a la penetración-proliferación ideológica subversiva y de seguir marchando por ese camino conducirían indefectiblemente al estallido social. Pero correlativamente, desde la óptica de los grupos dominantes, se consideraba necesario “articular” el ámbito académico-universitario en pos de los objetivos del P.R.N., para cual fue menester imponer, tal como lo hicieron, un programa militar para la investigación y educación superior. Tales mecanismos, de “articulación-desarticulación” condujeron al ámbito académico-universitario por una de las etapas más nefastas desde el momento de su génisis, caracterizada por: la supresión de autonomía y extensión del control académico, crecientes restricciones a la libertad académica y de investigación, emigración masiva y, en algunos casos, exilio de muchos científicos argentinos, así como cruentas persecuciones ideológicas y el marcado accionar represivo-militar sobre los núcleos universitarios. Todo lo antedicho pone de manifiesto el arduo viraje padecido por la política educativa nacional, y dentro de ella, la política universitaria. En suma, este complejo proceso de articulacióndesarticulación del campo académico universitario (y también del campo científico) no pretendió más que remover las bases y fundamentos de la política técnica, cientista y educativa con notable prelación durante largo tiempo en Argentina, siendo el corolario de tal avasallamiento un profundo debilitamiento institucional del campo académico y científico nacional. El campo académico nacional fue uno de los blancos preferidos de la represión desatada por el último régimen militar, pudiendo advertirse además las consecuencias en términos de vidas humanas perdidas, pues la depredación académica dejó un saldo de miles de asesinados, secuestrados, desaparecidos, detenidos y exiliados. En lo que respecta a la UNSJ, las consecuencias de aquella nefasta época fueron terribles para todo el arco universitario, pues tanto estudiantes, como decentes y personal de apoyo universitario fueron profundamente avasallados durante el período de subyugación dictatorial. Las consecuencias fueron aberrantes para muchos agentes universitarios, el destino de de la gran mayoría fue el silencio, el encierro, el destierro, la desaparición. Las secuelas del accionar represivo han marcado a fuego al ámbito académico en general y concretamente al ámbito de la UNSJ-, tal que sus heridas aún están vivas y presentes en la realidad social y lo seguirán estando en tanto no pueda realizarse una acción social reparadora, que es la acción de transmitir el conoci- REV IISE 21 miento de la verdad y el reconocimiento social de los hechos sucedidos. Solo así logrará elaborarse el duelo histórico-social de la tragedia acaecida. Con el desenvolvimiento del presente trabajo, se procuró recorrer reflexivamente, y desde una perspectiva integradora, tal que reúna la Historia y la Sociología, el devenir del campo aca- démico nacional bajo el periodo de subyugación dictatorial, y aproximarse aunque exploratoriamente a lo acontecido en la UNSJ. Echar luz sobre aquellos rincones del pasado con menos presencia en las reconstrucciones realizadas desde la memoria y la historia es una de las tantas formas posibles de ampliar las fronteras del conocimiento, incluir nuevos actores y posibilitar la transmisión generacional. BIBLIOGRAFÍA: ALGAÑARAZ SORIA, Victor H. (2008). Reconstrucción del Proceso Histórico-Social de la Dictadura Militar de 1976: Testimonios de distintos Actores Sociales de la UNSJ que sufrieron represión. IISE, FA.C.SO. Secretaria de Ciencia y Técnica de la UNSJ, San Juan. —————————— (2009). Memoria Social y Dictadura Militar: Construcción social de la memoria del régimen militar de 1976 en la provincia de San Juan, mediante el testimonio de víctimas de represión. Tesis de Grado en Sociología no publicada, UNSJ, San Juan. —————————— (2009). “Accionar represivo y control académico en los núcleos universitarios argentinos durante el interregno dictatorial 1976-1983: el caso de la Universidad Nacional de San Juan”. Trabajo Final de curso de posgrado: La Historia Reciente como desafío a la investigación y al pensamiento en Ciencias Sociales, CAICYT-CONICET, (http://ecursos.caicyt.gov.ar), Buenos Aires. BORÓN, Atilio (2008). Consolidando la Explotación. La Academia y el Banco Mundial contra el pensamiento crítico. 1ª ed. Espartaco Córdoba, Córdoba. BRUNNER, José J. (1986). Las ciencias sociales en Chile: institución, política y mercado en el caso de la sociología. Documento FLACSO: Nº 325/Brunner. FLACSO, Chile. CASAS, J., ALGAÑARAZ, V., y otros (2008). 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A., Buenos Aires. 22 REV IISE LO RADICAL Y LA LIBERTAD1 MIRIAM DOLLY ARANCIBIA DE CALMELS2 RESUMEN ABSTRACT Para Foucault las relaciones de dominación son el camino de acceso al análisis del poder. Cabe la pregunta si la relación de poder es lucha, enfrentamiento, guerra, siendo ésta última el motor de las instituciones y el orden en la visión foucaultiana de la realidad. Para responderla aparecen nociones como la del mal radical de Hanna Arendt o la de libertad de Leonardo Polo. Aún cuando se trata de posiciones filosóficas distintas todas ellas vislumbran que lo auténticamente radical en el ser humano es la libertad. By Foucault dominations’relationship is the key to acces into analyse of the power. It’s possible the question if relationship of power is fight, confrontation or war which is the engine of the institutions and the order in the foucaultian wisdom of the reality. For answer those questions many notions are proposed like this about the radical evil from Hanna Arendt or this about freedom from Leonardo Polo. Instead they have different philosophical positions they get some idea of the authentic radical in the human being is the liberty. PALABRAS CLAVES KEYS WORDS Radicalidad- libertad- dominación- poder Radically- Freedom- Domination- Power INTRODUCCIÓN Según Polo, la comprensión de la libertad depende de cómo se entienda lo radical en el hombre. Distingue tres modos de entender la radicalidad humana: En el año 1990 Leonardo Polo impartió unas clases sobre la libertad en la Universidad Panamericana de México. Allí imprimió un modo original de abordar el estudio de la libertad ya que lo hizo teniendo en cuenta las diversas antropologías. De este modo, la pregunta por la libertad nos remite a la cuestión sobre qué es lo radical en el ser humano. Para Polo la libertad no es una simple característica de aquél sino más bien una dimensión extraordinariamente diferencial. Es el único ser libre en comparación con el resto de los seres del universo. Sin embargo, y quizás hasta paradójicamente, teoría y práctica no siempre han sido conciliadas a lo largo de la historia humana. Ha habido esclavos, regímenes políticos absolutistas y totalitarios. Por ello surgen preguntas tales como: ¿qué es lo radical en el ser humano y cómo incide en el sentido radical de la libertad?; ¿desde qué paradigmas epistemológicos el ser humano otorgaba dicho sentido? el radical clásico el radical cristiano el radical moderno a) El radical clásico: para el pensamiento griego, la naturaleza tiene característica propia, por ende, estabilidad y fijeza. El ser humano por su capacidad cognoscitiva posee también esa fijeza y consistencia. La coordinación entre ambos dio origen en Aristóteles a la noción de actualidad. “Lo radical humano se sitúa, por eso, en la actualidad, en el conocimiento, gracias al cual el hombre puede conducir su propia vida y crecer como hombre”. (Polo, 2005, p.6) Partiendo de esta antropología, la libertad es entendida principalmente como libertad moral: la perfección intrínseca, la adquisición de virtudes y el logro de la armonía interior. 1 Presentado en: II CONGRESO INTERNACIONAL EXTRAORDINARIO DE FILOSOFIA. UNSJ: SAN JUAN 9 AL 12 DE JULIO DE 2007. COMISION FILOSOFIA POLITICA 2 Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. [email protected] REV IISE 23 c)El radical moderno es el principio del resultado. Hegel afirmaba que el Absoluto es el resultado. De este modo se destacaba la capacidad de producir del ser humano. Ya en Kant se producía la revolución copernicana al poner el acento en la producción del objeto y éste es el resultado de dicha actividad. Después de Hegel la noción de resultado y con ella la de producción aparecerá también en Marx, en Nietzsche, en el pragmatismo, etc. Interpretando a Hobbes Foucault (Foucault, M, 2000) señala que en la guerra primitiva no hay batallas, hay representaciones, manifestaciones, signos, expresiones astutas, mentirosas, voluntades que se disfrazan de lo contrario, inquietudes que se camuflan de certidumbres. Es lo que este autor llama el teatro de las representaciones intercambiadas. De ese estado de guerra surgirá el Estado y la soberanía. El discurso filosófico-jurídico de Hobbes era una forma de bloquear el historicismo político según el cual desde el momento en que estamos frente a relaciones de poder no estamos en el derecho ni en la soberanía, estamos en la dominación. Si bien Descartes fue el primero que elaboró con claridad un pensamiento filosófico del sujeto entendido como individualidad fue Hegel quien introdujo nuevos elementos en la concepción racional del sujeto. “Hegel retomaconserva- supera la concepción del sujeto, lo que implica pasar de la categoría de sustancia a la de sujeto, concepto o espíritu”. (Dri, 2002, p.61) En Vigilar y Castigar Foucault (2002) toma como referentes de su análisis crítico las prisiones, los hospitales y las instituciones educativas del siglo XVIII. Sin embargo, al igual que Hanna Arendt, el valor de su obra radica en que la descripción del sistema de vigilancia y castigo trasciende una institución y una época determinada diseñando los elementos universales que conforman una estructura de poder. El sujeto es el movimiento de ponerse a sí mismo, no es, se hace, se realiza dialécticamente en los tres momentos: universal abstracto o en-sí; particular o para-sí y universal concreto o en sí-para sí. Así, los elementos que se ponen en juego para favorecer el control y la dominación en una institución educativa pueden encontrarse perfectamente identificados en una institución de nuestro siglo XXI no sólo del siglo XVIII y de nivel de educación primaria como las descritas por Foucault. Pero estos elementos son utilizados cuando la estructura está enviciada por el placer del poder. Recuérdese que las instituciones están integradas por personas, en algunos casos, éstas emplean todos los recursos que el sistema de vigilancia y control permiten para alcanzar un casi patológico placer de mandar, contrariando muchas veces los objetivos que la institución manifiesta perseguir. b) El radical cristiano es la persona. Allí se concibe en armonía el facere y el agere. “La libertad se abre a la trascendencia, a otras personas y en último término a Dios”. (Polo, 2005, p.7) Lo propio del sujeto es entonces la universalidad, contenida en la voluntad en cuanto allí está la pura indeterminación, el puro pensamiento de sí mismo. En este sentido la libertad se define como libertad negativa, consiste en no aceptar ninguna limitación, ningún contenido. Pero el sujeto se hace sujeto en el momento en que sale de la indeterminación del universal abstracto y comienza a limitarse, a determinarse, se particulariza. Ahora bien, hacerse sujeto es luchar a muerte por el reconocimiento en el cual cada autoconciencia o sujeto debe reconocerse como autoconciencia y reconocer al otro como tal. Sin embargo, el resultado de la lucha no es el mutuo reconocimiento sino la relación señor-siervo, por ende, construirse como sujeto es construir poder. DOMINACIÓN, PODER Y LIBERTAD Para Foucault las relaciones de dominación son el camino de acceso al análisis del poder. La relación de poder es lucha, enfrentamiento, guerra, siendo ésta última el motor de las instituciones y el orden. “No hay sujeto neutral. Siempre se es, forzosamente, el adversario de alguien”. (Foucault, 2000, p. 56) 24 REV IISE En dicha institución se encuentran fácilmente plasmadas más de una de las características de las que habla Foucault. En primer lugar la aplicación de la disciplina coartando las libertades más básicas y elementales de la persona. La disciplina implica distribución de los individuos en el espacio. En primer lugar la especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo. No hacen falta las murallas de las que habla Foucault para que se instale un modo de trabajar endogámico e impermeable a los otros. A cada individuo le corresponde un lugar, el cual es tácitamente asignado por quien ejerce el control y el poder. Dicha asignación llega a depender de las variables más insólitas: de su clase social, de su sexo, del número de amistades, o simplemente de su carácter. Lo seguro es que una vez asignado ese lugar ya no habrá movilidad para ese individuo, queda tácitamente acordado dentro de qué grupos y lugares se debe mover dentro de la institución. Ya ha sido determinado el lugar y por ende la función que debe cumplir, será un buen educador en la medida en que la cumpla calladamente. Se evitan las distribuciones por grupos, se descomponen las implantaciones colectivas. La localización responde a la necesidad de vigilar rompiendo las comunicaciones peligrosas. Para hacer esto posible se evitan los lugares de encuentro, no existen las tradicionales salas de profesores, no hay asientos en los pasillos. El espacio determina el modo de comunicación de cuantos trabajan en la institución: es fría, impersonal, distante, desinformada y desinteresada del otro. La táctica disciplinaria permite la caracterización del individuo y la ordenación de la multiplicidad, primera condición para el control. Es lo que Foucault llama la base para una microfísica de un poder celular y afirma que la disciplina fabrica a partir de los cuerpos que controla cuatro tipos de individualidad: celular (por el juego de la distribución espacial); orgánica (por el cifrado de las actividades); genética (por la acumulación del tiempo); es combinatoria (por la composición de fuerzas). Para ello se utilizan cuatro técnicas: construye cuadros, prescribe maniobras, impone ejercicios, dispone tácticas. (Foucault, 2002, p.172) Por otro lado, la combinación medida de fuerzas exige un sistema preciso de mando. Toda la actividad del individuo disciplinado debe ser ritmada y sostenida por órdenes terminantes, su eficacia está en la brevedad y la claridad. Así por ejemplo, se imponen criterios de planificación, se coarta la libertad de cátedra, se ordena qué noticias publicar y cuáles censurar. La orden no tiene que ser explicada, ni aun formulada, basta que provoque el comportamiento deseado. “...excluye despóticamente en todo la menor observación y el más leve murmullo, el soldado disciplinado obedece mándesele lo que se le mande, su obediencia es rápida y ciega, la actitud de indocilidad, el menor titubeo sería un crimen” (Foucault, 2002, p170) Por esta razón, el docente que protesta ante las situaciones injustas, que reclama libertad de expresión, que exige el debido respeto a los méritos, antecedentes y a su desempeño profesional como el mínimo y lógico requisito para ejercer las funciones académicas propias de una institución educativa, ése será precisamente el docente que molesta, que será castigado por sus frecuentes, irreverentes e inevitables insubordinaciones al sistema. A fines del siglo XVIII existían tres modos de organizar el poder de castigar: como derecho del monarca o ceremonial de soberanía, utilizaba las marcas rituales de la venganza aplicadas sobre el cuerpo del condenado; la otra se refiere al derecho de castigar que pertenecía a la sociedad entera o cuerpo social; y finalmente la que le correspondía al aparato administrativo. Son tres tecnologías del poder, tres modalidades de ejercer el poder de castigar: el cuerpo objeto del suplicio, el alma cuyas representaciones se manipulan, el cuerpo que se domina. Una institución enviciada por el afán de poder castiga manipulando el alma, las mentes. Se recurre al desprestigio sistemático de la persona en todos sus aspectos, moral, intelectual, laboral y hasta se juzga su vida familiar. Se emplean tácticas como la usina del rumor, la traición, la denuncia, la calumnia, la difamación y las humillaciones. La mentira se instala progresivamente falseando la realidad pero de modo persuasivo. “La disciplina recompensa por el único juego de los ascensos, permitiendo ganar rangos y puestos; castiga haciendo retroceder y degradando.” (Foucault, 2002, p.186) Sin embargo, en una institución como la que se está describiendo, el mecanismo de ascensos es pervertido, no se realizan con justicia ni mucho menos en reconocimiento a los méritos académicos sino por motivos espúreos y mezquinos en tanto sirvan a mantener el control y con éste el poder. Para asegurar la eficacia de la disciplina, y con ella el funcionamiento automático del poder, se recurre a la vigilancia. El Panoptismo permite ver sin cesar para controlar, se es visto sin ver, de ese modo se convierte en objeto de información pero jamás en sujeto de comunicación. El poder debe ser visible: lo esencial es saberse vigilado pero inverificable: el detenido no debía saber jamás si en aquel momento se le estaba mirando. Esto sucede por ejemplo cuando en una institución educativa se aplica el espionaje informático como medio de control, todos saben que su computadora es controlada y que la información puede ser sustraída pero nadie sabe en qué momento ni desde dónde exactamente se lleva a cabo dicho control. Es una maquinaria que garantiza la asimetría, el desequilibrio, la diferencia. Poco importa quién ejerce el poder o los motivos por los cuales se ejerce: “la curiosidad de un indiscreto, la malicia de un niño, el apetito de saber de un filósofo que quiere recorrer este museo de la naturaleza humana, o la maldad de los que experimentan un placer de espiar y en castigar”. (Foucault, 2002, p.205). El sujeto queda reducido a ser engranaje de una máquina panóptica haciéndolo dócil y útil al sistema. Por su parte Hanna Arendt sostiene que la dominación total se propone organizar la pluralidad de los seres humanos como si todas las REV IISE 25 personas pudieran ser reducidas, como si la Humanidad fuese un individuo. (Arendt, p.652) Las fases en el camino hacia la dominación son dos, una fase inicial en la que se busca derrotar a los adversarios y hacer imposible toda oposición ulterior. Y una segunda fase de terror total en la que el régimen ya no tiene nada que temer a la oposición. Tanto en los regímenes totalitarios descritos por Arendt, como en una institución en la que se ha instalado el juego del poder y la dominación, los mecanismos a los que se recurre para cumplir dichas fases son: - adoctrinamiento ideológico de las formaciones de elite; - terror absoluto; - eliminar la espontaneidad como expresión del comportamiento humano transformando a la personalidad humana en una simple cosa; - aislamiento del mundo ficticio del movimiento respecto del mundo exterior. Este aislamiento favorece la falta de credibilidad a los relatos sobre lo que ocurre en el interior; - los sufrimientos transforman a los hombres en animales que no se quejan, aún si recuerdan las afrentas evitan comunicarse, el que habla es considerado como un sospechoso; - la víctima llega a confundir pesadilla y realidad; - el verdadero espíritu puede ser destruido sin llegar a la destrucción física del hombre. El resultado es el ser humano inanimado, psicológicamente incomprendido; - ataques a la persona moral, como respuesta, la persona renuncia a sí misma y se abandona al punto de dejar de afirmar su identidad; - suprimir toda espontaneidad. CONCLUSIÓN El totalitarismo necesita destruir cada rastro de lo que se denomina dignidad humana. Según Arendt, las ideologías totalitarias no tratan de lograr la transformación del mundo exterior o la transmutación revolucionaria de la sociedad, sino la transformación de la misma naturaleza humana creando una sociedad en que el homo homini lupus es realizado. Fueron estas experiencias las que llevaron a Arendt a hablar del mal radical. Indudablemente, en el juego de dominación y redes de poder la libertad es intrínsecamente negada. Para Polo la libertad entendida tanto como arbitrariedad como autonomía radical sería un voluntarismo. Por el contrario para Polo la libertad aparece en los hábitos como libre disposición, como manifestación libre de la intimidad. La esencia de la persona es disponer la esencia humana que se esencializa, la naturaleza que se ensencializa. Propone entender la libertad como dominio sobre principios, es un poder de esencializar. Para este autor la libertad es un trascendental que se puede describir de muchas maneras: en lo intelectual a través de la formación de hábitos los cuales son un dominio sobre principios; libertad de la voluntad, pero también es discontinuidad, recomenzar, capacidad de no desfuturizar el futuro. BIBLIOGRAFIA DRI, Rubén (2002) Racionalidad, sujeto y poder. Irradiaciones de la Fenomenología del Espíritu. Buenos Aires. Editorial Biblos. FOUCAULT, Michel (2002) Vigilar y Castigar nacimiento de la prisión. Buenos Aires, Ed. Siglo XXI. FOUCAULT, Michel (2000) Defender la sociedad. Buenos Aires. Fondo de Cultura Económica. POLO, Leonardo (2005)| Lo radical y la libertad. Cuadernos de Anuario Filosófico. Nº179. Pamplona, Universidad de Navarra. 26 REV IISE RESILIENCIA: UNA CONTRIBUCIÓN DEL TRABAJO SOCIAL AL ÁMBITO DE LA SALUD.1 MARIANA G. AUDISIO, PAMELA N. FEMENIA, MARTA D. MOLINA2 RESUMEN ABSTRACT: Este trabajo pretende plantear la relación que existe entre la profesión del Trabajo Social y el área de la Salud, como así también uno de los aportes que puede hacerse a dicho ámbito desde la resiliencia que promueve tal disciplina, en tanto trabaja con sujetos que buscan sobreponerse a las adversidades cotidianas para lograr su bienestar. El análisis teórico sobre estos aspectos permite conocer la realidad laboral de los profesionales de la salud, advertir los riesgos a los que se exponen, el impacto de sus decisiones y acciones, como así también considerar los mecanismos resilientes que puede promover el trabajador social para favorecer al bienestar integral de quienes integran un equipo de salud, para mejorar la calidad de atención a los usuarios del nosocomio y a la vez definir el espacio que tiene que ocupar un profesional de trabajo social en el sistema de salud. This work tries to raise the relation that exists between the profession of the Social Work and the area of the Health, as thus also one of the contributions that can become to this scope from the resilience that promotes such discipline, in as much works with subjects that they look for to control to the daily adversities to obtain his well-being. The theoretical analysis on these aspects allows to know the reality labor the professionals of the health, to notice the risks to which they are exposed, the impact of their decisions and actions, like thus also considering the mechanisms resilientes that can promote the social worker to favor to the integral well-being of those who integrates a health equipment, to improve the quality of attention to the users of nosocomio and simultaneously to define the space that it has to occupy a professional of social work in the health system. PALABRAS CLAVE: Trabajo Social, Resiliencia, Ámbito de la Salud, Profesionales de la Salud. KEY WORDS: Social Work, Resilience, Scope of the health, Professional of the health ¿Qué contiene el presente Trabajo? rio que desarrolla, donde el profesional es reconocido y valorado por los integrante del Equipo sanitario en sus aportes, que pueden variar desde la asistencia al control. En esta tarea, actualmente se requieren nuevos enfoques teóricos que permitan basarse en las capacidades de los actores para persistir frente a los obstáculos y proceder positivamente con los acontecimientos de la vida, o bien se requiere de una práctica basada en ideas de resiliencia, recuperación, posibilidades y transformación. Se presenta un análisis sobre la implicancia social que tiene el sistema de salud, al plantear la posibilidad que tiene el Trabajo Social de contribuir al funcionamiento de este servicio, promoviendo el desarrollo de mecanismos resilientes que permitan afrontar los peligros y riesgos que surgen continuamente en dicho sector y a los que deben enfrentarse los trabajadores sanitarios. La profesión de Trabajo Social tiene una historia asociada con el sistema de salud y el cuidado de la salud, desde el trabajo interdisciplina- El presente trabajo busca destacar el quehacer del Trabajo Social en el área de la Salud, y la inclusión del concepto de Resiliencia en la prác- 1 Presentado en el 5º Encuentro de Investigadores Sociales, Región Centro Oeste. 2º Binacional con la IV Región- Chile. Octubre 2009. 2 Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. [email protected]. [email protected]. REV IISE 27 tica interventiva, investigativa y comunitaria que puede llevar a cabo el profesional; asumiendo la misma como elemento de promoción y prevención en individuos, familias y comunidades que se involucran con dicho ámbito. La Resiliencia, sugerida desde el Trabajo Social, implica sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo, mantener la competencia bajo presión pudiendo adaptarse, y recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida3 El Trabajo Social desarrolla acciones colectivas con actores en situaciones problemáticas o críticas que desfavorecen su óptimo desarrollo bio psico social. Ello exige asumir una cosmovisión diferente del mundo, donde el profesional aporta elementos conceptuales y metodológicos, pero en esencia son los actores quienes potencian los factores positivos apostando a crear mejores condiciones de vida para las generaciones futuras. Por lo tanto son los profesionales de la salud, junto al trabajador social, quienes tienen la posibilidad de abordar la compleja realidad que se les presenta desde el afrontamiento personal y contextual que se promueva en el ámbito de trabajo. I. ¿CÓMO SE CARACTERIZAN LOS PROFESIONALES DE LA SALUD? El presente trabajo parte del análisis crítico y reflexivo sobre el sector de la salud el cual en los últimos años, viene pasando por cambios y reordenando sus acciones en la atención a los pacientes. El establecimiento de la universalidad de la atención pública y de las dificultades en establecer el control y de los mecanismos adecuados de la regulación, determinan el estilo de gerencia del sector salud. Los profesionales de la salud están cotidianamente expuestos a quehaceres que dependen del estado de salud que presenten las personas que concurren a ese nosocomio. Estos profesionales deben ser capaces de tomar decisiones rápidas, firmes y certeras, ya que las desiciones son tomadas generalmente en situaciones de vulnerabilidad y frente a estados de salud críticos. El factor tiempo es siempre fundamental: muchas veces deberán obviar los métodos de laboratorio, o posponerlos, para decidir mediante los signos clínicos, que deberán saber interpretar. Esta necesidad de actuar, en el momento preciso, con ciertas medidas muchas veces agresivas, desde el punto de vista médico, hacen que el profesional de salud desarrollen una actitud hacia el paciente y hacia el sufrimiento que desde fuera puede parecer fría. Sin embargo, quien ha trabajado en este ámbito, sabe que allí los sentimientos son muy fuertes. Sólo que el personal médico, enfermeras, auxiliares y administrativos no debe permitir que esos sentimientos frenen la resolución en situaciones extremas. Se debe considerar que los profesionales de la salud permanecen 365 días del año y 24 horas del día, atendiendo cada día decenas de pacientes que acuden con disímiles enfermedades en busca de un diagnóstico y tratamiento; actores con casos muy distintos, por lo que se debe estar atento a todos los síntomas e historial del paciente para estratificar y reaccionar a tiempo, debiendo estar preparados para reanimar y restablecer a las personas que pueden llegar en situaciones críticas, como así también, aquellas que solo asisten al nosocomio para consultar ciertas dudas de malestares o situaciones que ponen en riesgo la salud de los actores. El trabajo en salud se lleva a cabo en un ámbito bajo tensión física y psicológica, que prueba constantemente la capacidad del personal sanitario para brindar una atención de calidad, logrando cobertura médica calificada a la comunidad que responde, donde la misma puede caracterizarse por actores en situación de vulnerabilidad. Por otra parte los profesionales de salud se encuentran sometidos como ningún otro a una evaluación y críticas continuas por pacientes, familiares, administrativos y por el personal médico de otros servicios. En los centros de salud se suele desconocer, tanto de parte de los pacientes como los familiares, el esfuerzo humano y los costosos recursos materiales disponibles para cumplir con las expectativas de los destinatarios; donde casualmente el éxito del servicio dado en este lugar, tienen relación directa con la interacción entre los recursos humanos y tecnológicos, aliados a la estructura organizacional. Quienes se encuentran trabajando en un nosocomio están frente a la presión de partir del presupuesto que estos deben estar preocupados, en el ofrecimiento de una ayuda de calidad a la persona que necesita de su cuidado, siendo responsabilidad de todos los profesionales buscar la misma; sumado a las exigencias de la sociedad de recibir un alto rendimiento, calidad y servicios, una ética y una acción 3 Fraser, M.W., Rischman, J.M. y Galinsky, M.J. (1999). Risk, protection and resilience: Toward a conceptual framework for social work practice. Social Work Research, 23, (3), 131-143. 28 REV IISE responsable de los trabajadores del área de la salud. ción y el perfeccionamiento de la calidad de los servicios. Todas las organizaciones prestadoras de servicios de salud, deberá preocuparse por mejorar permanentemente y desarrollar una integración armónica de las áreas médicas, tecnológicas, administrativas, económica, asistencial; instituyendo mecanismos para la autoevaluación y mejora continúa de la calidad de la atención médico- hospitalario; actualizando, periódicamente, los niveles y patrones contenidos en los estándares generales de la acreditación hospitalaria; realizando consultas permanentes con instituciones públicas y privadas responsables de la ayuda médico- hospitalario; presiones éstas que caen sobre todo en el personal de un centro de salud. Para las organizaciones de salud el gran desafió actual es construir (reconstruir) a la organización y a sus profesionales en nuevas bases: las bases de la ética, de la responsabilidad social, del respeto de los valores humanos, el reconocimiento al trabajo profesional, la consideración de que estos son personas similares a nosotros pero que se diferencia en el labor que desarrollan valorando la mente y el corazón, y no solamente de las manos de quien produce. Trabajar en una organización acreditada y participar de las actividades relacionadas con la evaluación, puede llegar a crear una motivación enorme en el equipo que siente que esta trabajando para alcanzar un objetivo moral importante, proporcionando ayuda médica de alta calidad al paciente, siendo común descubrir que esto mejoraría el ánimo del equipo y bajaría ciertas tensiones que se mencionaron con anterioridad. La Resiliencia definida desde Webster’s New Twenthieth Century Dictionary of English Lenguaje (1958) es la habilidad de rebotar o volver al estado inicial después de haber sido estirado o presionado o la habilidad de recuperar la fuerza y el espíritu. Ésta permite recuperarse rápidamente de la enfermedad, cambio o infortunio. Desde el Trabajo Social han sugerido que la resiliencia implica sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo, mantener la competencia bajo presión pudiendo adaptarse, y recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida. Se consideran tres niveles fundamentales para mantener la calidad profesional y organizacional de los centros de salud, permitiendo disminuir los niveles de presión y ansiedad; basados los mismos en: Nivel Uno: Contemplar la atención hacia los requisitos básicos de la calidad en la ayuda dada al cliente, en las especialidades y servicios del nosocomio, con los recursos humando compatibles con la complejidad, capacitación adecuada de los profesionales y responsables técnicos con habilitación correspondiente para las áreas de actuación institucional. Nivel Dos: Adoptar planeamiento en la organización de ayuda hospitalaria, referido a la documentación, cuerpo funcional (fuerza de trabajo), entrenamiento, control, estadísticas básicas para la toma de decisiones clínicas y administrativas y prácticas de auditoría interna. Nivel Tres: Políticas institucionales de la mejora continúa en los términos de la estructura, nuevas tecnologías, actualización técnico- profesional, acciones asistenciales y procedimientos médico- sanitario. Evidenciar objetivos de uso de la tecnología de la información, difusión global y sistémica de rutinas patronizadas y evaluadas enfocadas a la búsqueda de excelencia. Los niveles son ejes decisivos en el compromiso sincero de las instituciones y la ayuda de recursos humanos y físicos en la determina- II. RESILIENCIA, ¿QUÉ ENGLOBA ESTE CONCEPTO? Según Rirkin Y Hoopman (1991) plantean que “se puede definir como la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad, y de desarrollar competencia social, académica y vocacional pese a estar expuesto a un estrés grave o simplemente a las tensiones al mundo de hoy”. Esta definición deja en claro que en la actualidad todos los profesionales de salud, y toda persona, joven o vieja, necesita desarrollar resiliencia. Así el perfil de una persona resiliente, menciona Higgins (1994) señala de los adultos la capacidad para establecer relaciones positivas, resolver problemas y su motivación para superarse. El humor y la creatividad en los adultos se explica por si mismos; en los niños, se manifiesta en el juego. La moralidad de un niño se evidencia a través de sus juicios sobre el bien y el mal; en los adultos, la moralidad implica tener altruismo y actuar con integridad. Aquellas personas que enfrentan disfunciones familiares u otros problemas ambientales, pueden reaccionar con una respuesta dual que incluye conducta negativa, y conducta resiliente. Muchas veces una conducta considerada disfuncional (como huir del hogar) puede con- REV IISE 29 tener elementos de resiliencia (como iniciativa o independencia). En tanto la resiliencia es un estado de retroalimentación de derechos, podemos jerarquizarla como un sub principio que potencia y garantiza los derechos de las personas vulnerables, en particular el derecho al desarrollo progresivo. Si la familia no quiere o no puede, si la sociedad no puede o no quiere, el Estado debe garantizar oportunidades o escenarios estimulantes para el despertar oportuno de ocasiones personales o comunitarias que refuercen esta ya consagrada capacidad de sobreponerse a las adversidades que anida en cada ser humano. La resiliencia favorece más y mejor derechos. Generar el estado resiliente es un derecho especifico de las personas, porque garantiza oportunamente la vigencia de los derechos que conllevan potenciales promisorios, inscriptos en la esperanza de cada cual es único e irrepetible, con recursos - derechos a proteger y garantizar. Desde el marco teórico de la resiliencia diría que permite a las personas lograr sobrellevar años frente a diversas situaciones estresantes, y donde estas no tienden a destruirse sino a construir, a través de un proceso activo de resistencia, un espacio de pertenencia, solidaridad y creatividad, a la vez que involucra paulatinamente en este proceso a una pequeña parte de la comunidad: la institución, los profesionales y los familiares. Suárez Ojeda postula el modelo de desafío en oposición al modelo del daño o riesgo de S. Tallin, asumiendo que en él “los factores de riesgo, las adversidades encuentran en la persona (y también en un grupo), no solo debilidades sobre las que actúan, sino también cierta capacidad de afronte, cierto escudo de resiliencia. Por esta razón, algunos de estos factores adversos van a rebotar y en vez de destruir a la persona, pueden transformarla positivamente”; como dice Vanistendael, da la posibilidad de un “sentido o coherencia de la vida”. El enfoque de resiliencia representa un cambio de paradigma que incluye el pasaje del modelo medico tradicional, centrado en la debilidad y la enfermedad, a otra perspectiva que incluye, además, la capacidad de afronte, la estimulación de potencialidades, la consideración de la esperanza, como componentes indispensables en el desarrollo de las personas. Hablamos de factores de riesgo y de factores protectores y del pasaje del modelo de riesgo al modelo del desafío. El otro cambio se produce desde un modelo centrado en el individuo a un modelo que incluya su incersión y su contexto social. Es de- 30 REV IISE cir, trabajar con la comunidad, para que sean las personas, los ciudadanos, los que participen de manera comprometida en el cuidado y protección de sus miembros, facilitando y promoviendo el lazo social, única manera de logar la reactivación social; aumentando, reforzando y en ciertos casos generando así el capital social que de las personas. III. ¿QUÉ RELACIÓN EXISTE ENTRE TRABAJO SOCIAL, RESILIENCIA Y TRABAJADORES DE LA SALUD? La práctica de Trabajo Social del Siglo XXI requiere nuevos enfoques teóricos que permita a los trabajadores sociales basarse en las capacidades de los actores para persistir frente a los obstáculos y proceder positivamente con los acontecimientos de la vida o lo que Sleebey ha llamado una práctica basada en las ideas de resiliencia, de recuperación, de posibilidades y de transformación. De a cuerdo con Germain los trabajadores sociales están comprometidos desde hace tiempo con prácticas basadas en la fortalezas y capacidades de los actores. El Trabajo Social es una disciplina orientada a desarrollar acciones de forma conjunta con actores inmersos en situaciones problemáticas o críticas que desfavorecen su óptimo desarrollo bio psico social. Todo ello exige asumir una cosmovisión diferente del mundo, donde el profesional aporta elementos conceptuales y metodológicos, pero en esencia quienes potencian y proyectan los factores positivos para sobrellevar y enfrentar las condiciones adversas, son los propios individuos, familias, comunidades y regiones que las viven; implica apostar a crear mejores condiciones de vida a las generaciones futuras. Las exigencias del mundo moderno requieren fomentar la creatividad, la imaginación científica, académica y personal para construir alternativas de acción que incluyan la Resiliencia, según el análisis de contexto. El quehacer del Trabajo Social, facilita la inclusión del concepto de resiliencia en la práctica académica, investigativa, corporativa y comunitaria. La propuesta es asumirla como elemento de promoción y prevención en individuos, familias y comunidades; útil para todos los campos laborales. De acuerdo con Germain (1990) los Trabajadores Sociales están comprometidos desde hace tiempo con prácticas basadas en las fortalezas, capacidades y protecciones de los usuarios. Estos son los factores que los movilizan, motivan y orientan hacia su crecimiento, su auto cuidado y auto dirección. A pesar de esto es necesario profundizar en teorías que orienten la práctica profesional del Trabajo Social en este sentido, como plantea el autor, que en definitiva es quien defiende la importancia de examinar las conductas de promoción de la salud a lo largo de la vida y de centrarse en evaluar cómo los entornos personales, familiares y comunitarios promueven el bienestar. Es pues necesario que los Trabajadores Sociales comprendan cómo las personas responden positivamente a situaciones adversas y cómo usan este conocimiento para adoptar una posición de potenciar las fortalezas de los clientes, la adaptación positiva, la competencia y la auto eficacia. La noción de resiliencia se construye en Trabajo Social sobre esta perspectiva de las fortalezas y se ha integrado fundamentalmente en la teoría ecológica y de desarrollo (Greene y Conrad, 2002), que nos permite tener una visión multisistémica de las conductas resilientes a través de la vida. En un nivel alto de riesgo los factores de protección o no existen o son muy débiles para proteger la adversidad extrema. Es por esto que se ha de tener mucha precaución con las intervenciones sólo basadas en la perspectiva de las fortalezas, los factores de protección y la resiliencia. (Fraser, Richman y Galinsky, 1999). Parece probable que la protección opere más efectivamente en un nivel de medio riesgo donde la adversidad no es una amenaza vital y los riesgos no son tan potentes como para cambiar el curso de la vida. Desde el Trabajo Social, han sugerido que la resiliencia implica (1) sobreponerse a las dificultades y tener éxito a pesar de estar expuestos a situaciones de alto riesgo; (2) mantener la competencia bajo presión, esto quiere decir saber adaptarse con éxito al alto riesgo y (3) recuperarse de un trauma ajustándose de forma exitosa a los acontecimientos negativos de la vida; entonces la resiliencia tiene que entenderse como un proceso como afirman Fraser (1997) y Masten (1994). Por lo tanto la resiliencia es un concepto global, multifacético, asociado con numerosas características individuales y multisistémicas. Además la resiliencia es considerada por los autores, como fluida, dinámica y un proceso no completamente comprendido que permite a los individuos, familias y comunidades que han experimentado dificultades, continuar con sus vidas. Existen pilares de la resiliencia (basado en Wolin, 1999); Introspección: Capacidad de preguntarse a sí mismo y darse una respuesta honesta. Independencia: Capacidad de mantener distancia emocional y física sin caer en el aisla- miento. Saber fijar límites entre uno mismo y el medio con problemas. Capacidad de relacionarse: Habilidad para establecer lazos e intimidad con otros y equilibrar la propia necesidad de afecto con la actitud de brindarse a otros. Iniciativa: Gusto de exigirse y ponerse a prueba en tareas cada vez más exigentes. Humor: Encontrar lo cómico en la propia tragedia. Creatividad: Capacidad de crear orden, belleza y finalidad a partir del caos y el desorden. Moralidad: Extender el deseo personal de bienestar a toda la humanidad y capacidad de comprometerse con valores (sobre todo a partir de los 10 años). Por otro lado podemos considerar características resilientes en los distintos niveles ecológicos. Características propias de los niños resilientes: Aptitudes físicas e intelectuales; Auto eficacia. Introspección: Auto imagen positiva. Autoestima. Metas y aspiraciones. Sentido de Humor/Creatividad. Perseverancia. Empatía. Expresividad. Iniciativa. Autonomía. Moralidad. Características interpersonales: Relaciones significativa con otros, saber mantener su red social, capacidad de saber restablecer la autoestima cuando es amenazada por otros, asertividad, atención positiva en los otros. Características familiares: Calidad en la crianza y educación, expresividad emocional, flexibilidad, bajos niveles de conflictos familiares, recursos financieros suficientes, colaboración. Características del ambiente y socioculturales: Ambientes seguros, acceso a recursos comunitarios educativos y de ocio, percibir apoyo social, percibir integración social, afiliación a organizaciones religiosas. Siguiendo a Fraser y Galinsky (1997) los conceptos de riesgo, protección y resiliencia ofrecen un esquema conceptual en Trabajo Social para: (1) Comprender cada una de las situaciones socio familiares en la práctica profesional; (2) Desarrollar planes de acción; (3) Diseñar servicios y programas específicos dirigidos a los distintos sectores de población y basados en la identificación, fortalecimiento y potenciación de los recursos y fortalezas; (4) Construir modelos e instrumentos de evaluación de programas y servicios basados en resiliencia; (5) Supervisar equipos y proyectos; (6) Plantear investigaciones con enfoque de resiliencia relacionadas con prevención de aislamiento, de conductas violentas, de consumo de sustancias, de maltrato, etc. REV IISE 31 Esto sugiere la necesidad de desarrollar profesionalmente más Prevención, a partir de una Conceptualización e Investigación de los fenómenos y sucesos, complementando la intervención del trabajador social con campañas de Promoción, orientadas a aquellas amortiguar o bien evitar el riesgo en las personas; buscando de este modo favorecer al bienestar personal y comunitario. Para activar intervenciones de este tipo es importante que los profesionales se esfuercen por identificar, analizar y activar los factores facilitadores de resiliencia tanto en las personas, grupos y situaciones con las que trabajan, como así también analizar y activar sus propios factores. Los objetivos de las intervenciones basadas en resiliencia deben encaminarse a la prevención de situaciones de riesgo psico sociales, el fortalecimiento de respuestas favorables ante los mismos y la promoción y potenciación de estas cualidades. IV. LA IMPORTANCIA DE IDENTIFICAR Y FAVORECER LA RESILIENCIA COMUNITARIA Cada comunidad posee un determinado perfil de resiliencia colectiva, en el que se combinan los factores de resiliencia comunitaria con otros factores negativos, como le llama Suárez Ojeda (2001: 80). De esta combinación surge una resultante o vector que nos permitirá hacer una estimación de la resiliencia de ese grupo o colectivo. Esta estimación nos servirá tanto para elaborar un pronóstico como para diseñar intervenciones orientadas hacia su fortalecimiento, con una mayor especificidad. IV.1. LA IMPORTANCIA DE FAVORECER LAS ESTRATEGIAS DE COLABORACIÓN Las sugerencias más comunes para las aplicaciones del concepto de resiliencia se fundamentan en las intervenciones colaborativas. Se estimula la colaboración entre profesionales de la salud y usuarios, sistemas de apoyo y miembros de la familia. Es importante permitirse crear nuevas o renovadas competencias, apoyo mutuo y la común confianza en que son capaces de soportar los malos momentos. Desde el enfoque de resiliencia se debe potenciar a cada uno de los miembros de los centros de salud y a los miembros relevantes de los sistemas de apoyo. Se debe reforzar la idea de que si obran en conjunto puede vivenciar la superación de obstáculos y que el éxito será en gran medida un producto de sus esfuerzos, recursos y habilidades. Las experiencias de éxito aumentan la confianza y la eficacia de los trabajadores y usuarios. El enfoque de resiliencia ofrece un marco pragmático positivo, que orienta las intervenciones a fortalecer a las perso- 32 REV IISE nas a través de la resolución de sus problemas actuales en sus propios marcos ecológicos. V.2. LA IMPORTANCIA DE INCORPORAR REDES DE APOYOS Y PROCESOS DE AUTOAYUDA. Con el fin de hacer que los trabajadores de la salud y usuarios manejen mejor las situaciones estresantes, conviene que los esfuerzos a favor del cambio no sólo incluyan a los trabajadores sino además a las redes de apoyo y a sistemas más amplios, con el objeto de estimular vínculos comunitarios que la mayoría de ellos han perdido. Son particularmente adecuados los grupos de autoayuda. Los usuarios y el personal sanitario reaccionan positivamente cuando se despatologiza su angustia en grupo de iguales. El enfoque de resiliencia va más allá de la resolución de los problemas, ocupándose de su prevención, no sólo mediante la reparación actual sino también preparando a los individuos y familias para retos futuros. Se ayuda a anticiparse a las dificultades futuras, aprender de lo vivido y planear estrategias de superación más eficaces. Se promueve la resiliencia normalizando y contextualizando las tensiones y ofreciendo una orientación útil para la adaptación y superación basada en principios psicopedagógicos. IV.3. PROMOCIÓN DE LA RESILIENCIA EN LOS GRUPOS DE TRABAJADORES DE LA SALUD. Desde la teoría de la Resiliencia y su promoción, se describen algunas estrategias factibles de ser desarrolladas en los ambientes laborales sanitarios, como una forma de potencias a las personas y evitar los efectos nocivos de ambientes de trabajo tensionantes. De una manera proactiva, las personas, podrían intervenir al menos en las siguientes áreas: a.- Enriquecer los vínculos entre las personas, fortaleciendo las conexiones y puntos de acuerdo existentes, resaltando los puntos de unión entre ellos y estableciendo canales y puentes que motiven el contacto con los otros. b.- Se deben fijar límites claros y firmes para el funcionamiento laboral, es deseable que dichos límites sean consensuados entre los trabajadores logrando así mayor compromiso en la aplicación de los mismos. c.- Enseñar habilidades de convivencia, que incluyan la cooperación, la resolución positiva de conflictos, asertividad en el planteamiento de problemas, toma de decisiones, manejo del estrés, promoción de ambientes saludables (físicos y psicológicos). d.- Ser capaces de brindar apoyo y afecto a las personas, lo que implica respaldar a los otros, motivar, apreciar los aciertos de los demás, mirar los errores o faltas como transitorios, fortalecer la comunicación a nivel personal. e.- Desarrollar expectativas elevadas pero realistas, lo que implica creer en el potencial de los trabajadores, pero a la vez no generar frustración al establecer tareas imposibles de cumplir. Lo anterior fortalece la autoestima de quienes trabajan al reconocerse con competencias para la labor que desarrollan. f.- Promover la participación de los trabajadores, que implica hacerlos partícipes de tomas de decisiones, generación de nuevas ideas, búsqueda colectiva de soluciones, afrontamiento colectivo de las dificultades, distribución de las responsabilidades. Con lo planteado esbozamos un nuevo enfoque que ha adoptado el trabajo social para investigar e intervenir no solo en ámbito de la salud, sino también en la diversas problemáticas o situaciones critica con las que se enfrenta cotidianamente en su quehacer profesional. BIBLIOGRAFÍA CUESTAS, Alicia (2008) La resistencia a la opresión. Localización: Resiliencia: Descubriendo las propias fortalezas / Elbio Néstor Suárez Ojeda (comp.), Aldo Melillo (comp.), Edith H. Grotberg (aut.), María Alchourrón de Paladini (aut.).ISBN 978-950-12-4513-4 , pags. 207-214. ESTAMATTI, Mirta (2008) Programas en salud mental comunitaria. 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New York: Willard Books, (prevod: Volin i Volin, Rezilijentna linost, Prosveta, Beograd 1996). REV IISE 33 34 REV IISE CAMPO POLÍTICO EN SAN JUAN. UNA LECTURA EN CLAVE DE LÓGICA FAMILIAR1 GARCÍA, FABIANA R.; GOLDBERG, MARÍA Del C.2; CASTILLA, M. JOSEFINA; GÓMEZ, NANCY E.; HENRÍQUEZ, MARÍA G.; STORNI, SILVIA S. El campo político es un juego, el de los movimientos en torno a determinados recursos sobre el terreno concreto de posibilidades actuales e históricas de construir ese recurso como forma de poder. El objeto de este trabajo es proponer una lectura posible de las particularidades históricas del proceso de constitución y desarrollo del campo político en la provincia de San Juan en clave de una lógica que, proveniente del espacio de las familias, atraviesa, y a veces subordina, la lógica propiamente política. La explicación de este fenómeno debe buscarse, como siempre, en la historia, pero en una historia de procesos de larga duración. En el proceso que es objeto de este estudio, el análisis ha permitido detectar la existencia y persistencia de relaciones familiares que han desbordado el espacio doméstico para invadir ámbitos que pertenecen al espacio de lo público. Lo cual es posible dado que las fronteras entre los espacios público y privado son, en esta sociedad, difusas y ambiguas. PALABRAS CLAVES Campo político – lógica – redes familiares – estrategias de reproducción THE POLITICAL FIELD IN SAN JUAN. AN INTERPRETATION ON THE GROUND OF FAMILY LOGIC ABSTRACT The political field is a game, the game of movements around definite resources on the concrete ground of the present and historical possibilities of building that resource as a means of power. The aim of this work is to offer a possible interpretation of the historical characteristics in the process of constitution and development of the political field in the province of San Juan taking into account a logic coming from the ground of families that goes through, and sometimes subordinates, the political logic itself. The explanation to this phenomenon must be found, as usual, in history, but in a history of long-term processes. Within the process that is the aim of this study, the analysis has allowed us to detect the existence and persistence of family relationships that have spread far beyond the private scenery to invade fields belonging to the public scenery. This is possible due to the fact that the boundaries between the private and public space in this society are vague and ambiguous. KEY WORDS Political field – logics – family networks – reproduction strategies 1 Trabajo presentado en el PRE-ALAS Corrientes - Preparatorio del XXVII CONGRESO ALAS Buenos Aires 2009. Septiembre de 2008. Corrientes, Argentina. 2. [email protected] 3 Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. REV IISE 35 1. INTRODUCCIÓN El campo político es un juego, el de los movimientos en torno a determinados recursos sobre el terreno concreto de posibilidades actuales e históricas de construir ese recurso como forma de poder. Tiene como objeto ocupar, encarnar, el sitio desde el que se producen las reglas de funcionamiento y distribución de todos los recursos y los mecanismos, las condiciones y las tasas de su intercambio. Es el juego de la monopolización de lugares, de la competencia hacia el interior de los sectores dominantes y de la producción de la legitimidad en la relación con los sectores subalternos. Tiene leyes específicas de funcionamiento. Pero no se trata de leyes abstractas, a priori, atemporales. Son creadas en el juego. Juego que tiene mecanismos genéricos y, a la vez, que se desarrolla con significativas particularidades en cada formación social, en cada terreno. El objeto de este trabajo es proponer una lectura posible de las particularidades históricas del proceso de constitución y desarrollo del campo político en la provincia de San Juan en clave de una lógica que, proveniente del espacio de las familias, atraviesa, y a veces subordina, la lógica propiamente política. Lógica que encuentra permanentemente dificultades para desarrollarse, en concordancia con un campo cuya constitución y autonomía constituyeron a lo largo de la historia provincial una empresa ardua y no siempre lograda. La explicación de este fenómeno debe buscarse, como siempre, en la historia, pero en una historia de procesos de larga duración que permita identificar, a la vez, mecanismos y especificidades y la forma en que ambos se articulan en cada caso. En el proceso que es objeto de este estudio ha sido posible detectar la existencia y persistencia de relaciones familiares que, constituidas en bloques a fines analíticos, han desbordado el espacio doméstico en el que se engendran e invadido ámbitos que pertenecen al espacio de lo público. Esto es posible en tanto las fronteras entre los espacios público y privado son, en esta sociedad, difusas y ambiguas, probablemente porque anclados en una estructura social cuya diferenciación, debida a su posición subordinada y periférica, es siempre incompleta y asimétrica entre los niveles de la estructura y de las representaciones. 2. ALGUNAS HERRAMIENTAS TEÓRICOMETODOLÓGICAS Las sociedades modernas se configuran en un proceso histórico de diferenciación de los diversos campos de actividad, que construyen lógicas específicas que posibilitan su integración, organización y reproducción. Los procesos y los productos de cada uno de estos cam- 36 REV IISE pos no pueden ser deducidos mecánicamente de la estructura social y del estado general de la lucha de clases ya que poseen una dinámica interna, resultado de las tensiones por la legitimidad y el poder dentro de cada uno de ellos. Esta concepción de la sociedad afirma la indisolubilidad de lo material y lo cultural, y permite la mediación teórica entre estructura y superestructura, y entre lo social y lo individual. Desde la teoría de los campos, la sociedad no forma una totalidad homogénea sino un conjunto de esferas relativamente autónomas, que no podrían reducirse a una lógica societal única. Desde esta perspectiva, los diversos espacios sociales constituyen “campos”, esto es, sistemas de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas de poder o “capital”. Los campos económico, político, religioso e intelectual, en que se divide la vida social en las sociedades contemporáneas, prescriben sus valores particulares y sus propios principios regulatorios. Un campo se define por el carácter específico del capital que en él se produce y circula, y por el contenido específico que éste imprime a las luchas por su apropiación. El capital social, asociado a los dos principios eficientes de división social en las sociedades complejas, el capital económico y el capital cultural, cobra creciente importancia en sociedades en que, como la nuestra, existe una menor diferenciación en los campos de producción material y simbólica como producto de su historia. Las posiciones en el espacio, de agentes y también de campos, tienen pesos diferenciales, ocupan lugares diferentes en la estructura de distribución de las distintas especies de capital. La autonomía es relativa, existe una lógica social “global” (la del modo de producción, concepto que sigue permitiendo a Bourdieu comprender el espacio social como totalidad): cada campo posee una dinámica específica pero su estructura social reproduce el sistema de posiciones y categorías del “campo de la lucha de clases”. El campo político (o sea, el campo de las “relaciones de poder”) no se mezcla, teóricamente, con el funcionamiento del campo cultural, sin embargo, su modo de operar, su “forma de juego”, impregna las luchas políticas de los campos dominados (homología). A fin de identificar las estrategias llevadas a cabo por los agentes en las luchas en el campo político sanjuanino, y dado el enfoque desde el que se aborda, se optó por la construcción de genealogías, como sistemas de relaciones familiares. Las genealogías permiten reconstruir el pasado, dar cuenta de los lazos de parentes- co e indagar sobre el origen y las trayectorias sociales. Las genealogías construidas en el marco de este proyecto presentan la particularidad de su objetivo: aquí la intención no es indagar sobre la “familia” sino sobre el espacio social, y más específicamente, un sector del espacio social, aquel que detenta los mayores volúmenes de capital. De esta manera, las genealogías posibilitan reconstruir las redes de parentesco, las trayectorias y las estrategias desarrolladas por los agentes en sus luchas de posicionamiento en el espacio social. Por otro lado, es posible comprender las diferencias entre los distintos grupos si se tiene en cuenta, además del volumen y de la estructura del capital, la evolución en el tiempo de esas propiedades, es decir, la trayectoria social del grupo en su conjunto y del individuo considerado y su familia, que está en la base de la representación subjetiva de la posición objetivamente ocupada. 3. LA CONSTRUCCIÓN DE UNA LÓGICA POLÍTICA Hacia la segunda década del siglo XX se produce la confluencia de una multiplicidad de procesos, vinculados a los movimientos producidos en las relaciones constitutivas entre los sectores sociales fundamentales y subalternos, es decir a un reacomodamiento del sistema hegemónico (el pasaje del momento de la “hegemonía organicista” al de la “hegemonía pluralista”, en términos de Ansaldi): - la construcción de un nuevo equilibrio en la clase dominante a escala nacional, y de nuevas relaciones con los otros sectores sociales, - la cohesión de los sectores oligárquicos provinciales y la reconfiguración de los sectores subalternos, - la consolidación de los Estados provinciales, - la profesionalización de las actividades intelectuales, - la diversificación social general. Estos procesos se expresan de manera heterogénea en el concierto nacional. En provincias como San Juan las nuevas relaciones en el país adquieren un carácter que implica su subordinación como modo de inserción en el naciente modelo nacional. Esta inserción subordinada es continuidad de modos de relación anteriores, aunque con un nuevo carácter. En el orden local, conviven, más o menos solapadamente, antiguas formas de relación en el marco de una modernización que se expresa más acabadamente en el sistema de las representaciones que en la estructura social que lo soporta, provocando un desfase entre ambos planos. La instauración del sufragio universal en la nación, que lleva a la Unión Cívica Radical a la presidencia, conduce en San Juan a la consolidación de la alianza conservadora “Concentración Cívica” en las elecciones provinciales de 1914. En esta situación de continuidad, y en el marco de la posterior intervención a la provincia decretada por el presidente Yrigoyen, comienza a gestarse el “cantonismo”, movimiento surgido de una escisión del Radicalismo –la Unión Cívica Radical Bloquista- encabezada por el médico Federico Cantoni y sus hermanos, embanderado en un federalismo a ultranza que, en una rápida carrera de formación, llegará al gobierno en las elecciones gubernamentales de fines de 1922. El futuro gobernador de la provincia había nacido en San Juan en abril de 1890, hijo del ingeniero Angel Cantoni y de Ursulina Aimo Both, ambos oriundos de Italia. Sus padres integran la última oleada inmigratoria del siglo XIX, caracterizada por una fuerte presencia de profesionales y empresarios. Federico Cantoni estudió Medicina en la UBA, graduándose en 1913, e instalando su consultorio en la provincia, que contó con la concurrencia del sector popular que “acudió con profunda fe en su capacidad profesional y porque sus honorarios eran siempre más reducidos que los de los otr os m édic os”. (Ar ias y Pe ñaloza, 1960:440) El nacimiento del cantonismo se halla profundamente vinculado al proceso histórico de la integración de la provincia al cuerpo nacional. El momento de su surgimiento, lejos ya de las épocas prósperas, estuvo enmarcado en una crisis general de la industria vitivinícola. Esta situación social, reflejada en el cuadro de pobreza general que afectaba a los sectores más humildes, encuentra su expresión política en el cantonismo que, desde el gobierno, implementa una serie de medidas tendientes a enfrentarla. El carácter de estas medidas puede evaluarse desde un análisis político pero también, y particularmente, por la oposición que suscitan en los sectores que tradicionalmente habían apropiado el poder en la provincia y que continúan detentando el capital económico aliado al prestigio social. Los industriales poderosos de la provincia, los comerciantes, los propietarios, agrupados en las filas conservadoras, los católicos, alertados por la supresión del Tedeum, perciben al bloquismo como una amenaza al orden establecido. Por primera vez surge en el ámbito político local un sector que, silencioso hasta este momento, encuentra un representante que se convierte en su voz. En términos de Bourdieu, REV IISE 37 se ha producido un fenómeno de delegación y representación, se constituye un grupo a través de su representante a la vez que éste existe por ese mecanismo. Este hecho, posibilitado por la Ley Sáenz Peña, resulta inédito e inaugura al menos por un breve lapso el conflicto ideológico en una provincia en la que, históricamente, se hallaba ausente o subordinado a otros intereses. El estilo de campaña del cantonismo da cuenta del proceso de construcción de un electorado —hasta entonces inexistente— que cumple la función de otorgarle existencia social a un sector que no la poseía a la vez que suministra la base política necesaria para el nuevo partido. “Los cantonistas se destacaron en su propaganda. Aunque no tenían periódico, ´se establecían en una esquina y veinte o treinta personas los escuchaban –decía Pedro Garro- y se limitaban a hacer propaganda política difamando al adversario e injuriando al gobierno‘… Ese sistema agilizó la campaña, porque no solicitaban permiso para reunirse y como eran pequeños grupos, se disgregaban fácilmente si aparecía la policía. De esa forma conquistaron al electorado. La propaganda realizada en los departamentos alejados era más ingeniosa todavía: pasaban películas de Chaplin y de Laurel y Hardy para atraer esa clientela electoral. Para esos pobres pobladores y campesinos, esas vistas, como las llamaban, los transportaban a otro mundo. Olvidaban por un momento la indigencia cotidiana para entrar en un mundo de locomotoras, tranvías, fábricas… Entre una y otra película, por cierto, les explicaban a sus oyentes: ´por que amigos, el partido del doctor Federico Cantoni es la esperanza de todos. Deben darle su voto. Se acabarán así las injusticias sociales de los oligarcas y de los gauchos matones‘.” (Ramella, 1985:113) *** Durante el análisis realizado a lo largo de esta investigación, pudimos advertir que el manejo de la cosa pública aparece, permanentemente, apropiada por el mismo sector. Este sector, en el caso de San Juan, proviene de las familias tradicionales, familias que reclaman para sí el origen como fundamento de la legitimidad de sus privilegios y pretensiones. Desde la colonia se va gestando una representación que convierte la antigüedad en linaje, originando las estirpes descendientes de los conquistadores pobladores. En el proceso de constitución del mercado nacional se conforma, en torno a la actividad que se transformaría en la principal producción local, un nuevo sector que, a través de la vitivinicultura, producirá la primera acumulación capitalista en la región. Este sector cuenta con una presencia significativa de inmigrantes (conviene recordar que San Juan no recibió un aporte masivo de inmigrantes pero se trató de una inmigración que, en su heterogénea composición, incluyó un sector que podríamos llamar “calificado”), que si bien durante un tiempo funcionará como un grupo “marginal” respecto de los ya “establecidos”, pronto impondrá su vinculación con “lo nuevo” como capital simbólico confrontando, o complementando, al originado en la “tradición” que esgrimen los grupos establecidos como fundamento de su legitimidad. Al analizar las luchas políticas que cruzan la historia local, no resulta simple develar los conflictos ideológicos en pugna. Durante todo el proceso estudiado, pudimos observar cómo conflictos aparentemente políticos se montaban sobre las pugnas de intereses entre las familias, divididas en bandos o partidos, según cada momento. Los capitales simbólicos, que en un principio se configuran como opuestos, vuelven pronto a entrelazarse y se conforma un nuevo grupo tradicional que, en términos de valores y posicionamientos, prolonga los sustentados por el grupo más antiguo, posibilitando de esta manera el incremento de los beneficios materiales y simbólicos. BIBLIOGRAFÍA: ANSALDI, Waldo (1993) “El tiempo es olvido y es memoria pero no sólo por eso es mixto”; en COLOMBRES, Adolfo (Coord.) América Latina: el desafío del tercer milenio. Ediciones del Sol, Buenos Aires. ANSALDI, Waldo (1995) “Profetas de cambios terribles. Acerca de la debilidad de la democracia argentina, 1912-1945” en ANSALDI, W., PUCCIARELLI, A. y VILLARRUEL, J. (Editores) Representaciones inconclusas. Las clases, los actores y los discursos de la memoria, 1912-1946. Biblos, Buenos Aires. ARIAS, Domingo y PEÑALOZA, Carmen (1966) Historia de San Juan. Spadoni, Mendoza. RAMELLA, Susana (1985) El radicalismo bloquista en San Juan. Gobierno de San Juan. 38 REV IISE LOS RELOCALIZADOS: ¿SOBREVIVIENTES EN LA FRONTERA URBANA?1 CASTILLA, ALEJANDRA MARÍA2; MARIA ELOISA; CROCCO, ELIDA; GARCÉS, CAROLINA3 RESUMEN ABSTRACT La erradicación de villas y asentamientos precarios en la provincia de San Juan ha sido encarada por el gobierno provincial desde mediados del año 2005 en el marco de una política habitacional cuyo propósito es el de relocalizar a las familias mediante la adjudicación en calidad de propietarios de una vivienda en un barrio, a la vez que utilizar esos espacios liberados para satisfacer necesidades de vivienda, de recreación y circulación de otros sectores de población. De este modo, adhiriendo al Programa Federal de Solidaridad Habitacional, se pone en marcha, a través del Instituto Provincial de la Vivienda, el Plan Provincial “Vivienda Digna-Techo Seguro”, ejecutando en una primera etapa el “Plan Solidaridad Habitacional Siete Conjuntos”, mediante el cual se construyen siete barrios con un total de 350 viviendas, siendo sus beneficiarios las familias de las primeras cuatro villas erradicadas, ubicadas en el Gran San Juan. The eradication of poor villages –slums- has been faced by the Government of the province since mid 2005 within a habitational policy which purpose is to relocate different familiar groups, and making them property owners in a better neighborhood, and at the same time using those liberated spaces to satisfy the habitational needs, recreation and circulation to another section of the population. In this way, adding to the Programa Federal de Solidaridad Habitacional , it sets off, through the Instituto Provincial de la Vivienda, the provincial plan “Vivienda Digna-Techo Seguro”, carrying out in a first period the “Plan Solidaridad Habitacional Siete Conjuntos”, with which seven villages are built with a total of 350 housing, being its beneficiaries the first four slums eradicated, placed in Great San Juan. Insertamos a toda política de erradicación de población en el campo de las luchas por la apropiación del espacio. Dicho espacio físico y los beneficios que se desprenden de él, constituyen apuestas, dependiendo del capital que se posea, la capacidad de dominarlo. Mediante la aplicación de una metodología cualitativa, nos propusimos analizar los efectos que la relocalización de la Villa Monte Romaní, ha producido en las estrategias de sobrevivencia de su población. La elección de nuestro caso de estudio respondió a varios criterios: ser el asentamiento más antiguo y populoso; estar ubicada en el casco céntrico de la ciudad, y haber sido distribuidos sus habitantes en tres barrios distantes unos de otros. We include to every policy of people eradication in the field of the struggle for the space appropriations. This physical space and its benefits, constitute bets, depending on the capital owned, the power to control it. Through the application of a qualitative methodology, we proposed to analyze the effects that the relocation of “Villa Romani”, has produced on the survival strategies of its population.. The election of our case study obeyed to different criteria: that it is the older and more crowded settlement; that it is placed in the city center; and that its inhabitants have been distributed in three villages very distant from each other. KEY WORDS: Relocation, Eradication, slum, Impacts, Strategies of survival PALABRAS CLAVES: Erradicación, relocalización, villa miseria, impactos, estrategias de sobrevivencia. 1 Ponencia presentada en el V Encuentro de Investigadores de la Región Centro Oeste y 2° Binacional con IV Región - Chile 2 [email protected]. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de san Juan. 3 Colaboradoras: Valeria Gili y Gabriela Tomsig, alumnas adscriptas al proyecto “Erradicación de villas y asentamientos precarios en provincia de San Juan y sus efectos en las estrategias de sobrevivencia de la población relocalizada”, aportaron el tratamiento y análisis de los datos cuantitativos correspondientes a los barrios de relocalizados. REV IISE 39 INTRODUCCIÓN La erradicación de villas y asentamientos precarios en la provincia de San Juan ha sido encarada por el gobierno provincial desde mediados del año 2005 en el marco de una política habitacional. Se trata de una política “por acción” en un doble sentido: por un lado, el programa contempla la relocalización de las familias mediante la adjudicación en calidad de propietarios de una vivienda en un barrio; por otro, los espacios liberados están destinados a satisfacer las necesidades de vivienda, de recreación y circulación de otros sectores de población. (Yujnovsky, 1984) De este modo, adhiriendo al Programa Federal de Solidaridad Habitacional, el Gobierno de la Provincia, por Decreto 0789-MIPyMA-2004 y mediante la Ley Provincial 7491 de fecha 17 de septiembre de 2004, implementa el Plan Provincial “Vivienda Digna-Techo Seguro”, designando al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), Autoridad de Aplicación de las acciones contenidas en la ley. Al amparo de este programa, se ejecuta en una primera etapa, el “Plan Solidaridad Habitacional Siete Conjuntos”, mediante el cual se construyen siete barrios con un total de 350 viviendas, siendo sus beneficiarios las familias de las primeras cuatro villas erradicadas, ubicadas en el Gran San Juan. 14 Siguiendo a Pierre Bourdieu y Loic Wacquant, consideramos que el espacio físico y los beneficios que del mismo se obtienen constituyen apuestas en un campo de luchas, donde la capacidad de dominarlo, depende del capital que se posee. El Estado mediante el manejo del mercado del suelo y la vivienda, junto a grupos financieros e inmobiliarios, llevan a cabo una verdadera “construcción política del espacio”, configurando un modelo urbano. En consecuencia, insertamos a toda política de erradicación y relocalización de población, en el campo de las luchas por la apropiación del espacio. En este trabajo nos proponemos mostrar los efectos que la relocalización de una de las villas más antiguas y densamente pobladas del Gran San Juan, la Villa Monte Romaní, ha producido en las estrategias de sobrevivencia de su población. La elección como caso de estudio de la Villa Monte Romani, entre las cuatro villas erradicadas en la primera etapa, respondió a criterios tales como ser uno de los asentamientos más antiguos y populosos; estar ubicada en el casco céntrico de la ciudad y en el hecho de que sus habitantes fueran distribuidos en tres barrios, distantes unos de otros. 40 REV IISE La erradicación y relocalización de población es un proceso que implica el traslado obligado de un grupo humano hacia un nuevo sitio donde forzosamente debe reiniciar su asentamiento. Generalmente estos desplazamientos ocurren por eventos ajenos a la población erradicada y escapan a su voluntad y control. Los estudios realizados caracterizan a estos procesos como fenómenos complejos y multidimensionales de cambio social acelerado, cuyos aspectos más salientes son la concentración en el tiempo de sus efectos sobre una serie de variables que afectan a la población; el hecho de que esos impactos se originan dentro de un proyecto en gran escala; la naturaleza compulsiva del traslado de la población. A su vez, “…los desplazamientos forzosos (…) involucran la operación de factores tales como el “poder social” y su distribución, así como otros atinentes al diverso grado de “agencia” disfrutados por los actores participantes (Bartolomé, 2000). Asimismo, habría que destacar el carácter procesual de estos fenómenos, pues no se trata de hechos singulares ni aislados sino que presentan una ocurrencia histórica. Las erradicaciones constituyen una serie de eventos sucesivos a través del tiempo cuya duración supera ampliamente los límites del cronograma delineado por el organismo responsable de estos procesos, trascendiendo el momento mismo de la relocalización de la población. Uno de sus aspectos salientes es la concentración temporal de sus impactos sobre el conjunto de variables sociales, económicas y ecológicas que configuran los esquemas vitales de los erradicados. Scudder, quien comparte esta idea de proceso, plantea para su análisis la identificación de fases: reclutamiento, desplazamiento físico, transición, desarrollo, incorporación dentro de la estructura administrativa y económica regional. La etapa en la que centramos nuestro análisis corresponde a los dos primeros años de residencia en el barrio de la población erradicada. Este período correspondería, según Scudder, a una fase de transición, que generalmente procede a la del traslado físico y abarca un período de diez años aproximadamente. Resultan oportunos los interrogantes de Leopoldo Bartolomé sobre los parámetros y perspectivas a partir de los cuales pueden ser definidos los éxitos o fracasos de estos procesos. Si nos limitamos a las noticias de la prensa escrita, a los programas televisivos que acompañaron las distintas erradicaciones de villas y a las evaluaciones realizadas por distintos agentes, el proyecto aparece absolutamente exitoso. Sin embargo, la reflexividad de nuestro trabajo de campo, puso al descubierto algunos impactos sobre la población que difieren de aquello que se muestra y de los que intentamos dar cuenta en este trabajo. LA RELOCALIZACIÓN Y SUS EFECTOS EN LAS ESTRATEGIAS DE SOBREVIVENCIA La ubicación de la villa Monte Romaní era estratégica laboralmente por su inclusión dentro de la ciudad y su proximidad al área urbana y rural del departamento Rawson, ya que multiplicaba las oportunidades de trabajo. La población de la villa se desempeñaba en diferentes ocupaciones, en general de carácter informal y precario. Los hombres en la construcción, albañilería, pintura, plomería, electricidad; en trabajos sin calificación como changas, en carga y descarga de transportes, en recolección y cirujeo, lavado y cuidado de coches, venta ambulante; changas en servicios a los hogares, jardinería, limpieza de veredas y acequias. Las mujeres fundamentalmente en servicio doméstico, en limpieza por horas, lavado y planchado, arreglos de ropa y costura, cocina. Habían también quienes vivían de los recursos e ingresos que les proporcionaban actividades no legitimadas socialmente o al margen de la ley. Si bien en la mayoría de los casos se trataba de empleos precarios, intermitentes, irregulares, constituían respuestas a sus necesidades de sobrevivencia. Larissa Lomnitz al referirse a los mecanismos de supervivencia de la población de una barriada marginal en la ciudad de México, distingue entre los conceptos de supervivencia y subsistencia. Según la autora, los marginados utilizan modalidades económicas diferentes para subsistir y para sobrevivir. La subsistencia se basa en un intercambio precario de mano de obra contra dinero. Se trata de actividades predominantemente intersticiales en la economía urbana. “Los marginados son como los cangrejos: realizan ciertas funciones útiles dentro de la ecología urbana, se alimentan de sus sobras y viven en los intersticios de la ciudad, física y económicamente hablando”. (Lomnitz, 1975) Por otra parte, los mecanismos de supervivencia de los marginados comportan la totalidad de su sistema de relaciones sociales. La supervivencia alude a las redes sociales de asistencia mutua que han surgido en la villa. Estas redes representan parte del sistema económico informal, que se caracteriza por el aprovechamiento de recursos sociales y que opera en la base del intercambio reciproco entre iguales. Aunque se apoya en relaciones sociales tra- dicionales como las familiares, el compadrazgo y la amistad, este sistema constituye una respuesta vital y vigente a las condiciones extremas de vida de estas poblaciones. (Lomnitz, 1975) El traslado al barrio ha incidido negativamente en el plano laboral como consecuencia de la distancia, la falta de medios de transporte, el costo de los pasajes, especialmente a la hora de buscar y mantener un trabajo o actividad que genere ingresos y proporcione recursos para vivir. “…estamos tan lejos para buscar trabajo...” Para los chacariteros y cartoneros, ocupación de una importante porción de los erradicados varones, la distancia a la ciudad los ha perjudicado en su actividad. La ciudad constituía para los recolectores un gran atractivo pues es el lugar donde se encuentran papeles y cartones, diarios, latas, botellas de vidrio y de plástico, muebles viejos, escombros, en una dispersión geográfica reducida. El vivir en la ciudad les facilitaba la constante circulación por distintos circuitos urbanos permitiéndoles hacerse conocer por proveedores. A su vez, en este circuito urbano informal de reciclaje, los recolectores encontraban clientes para la venta de sus productos, generalmente en depósitos próximos a la ciudad. El traslado de la carga se hacía en carretelas, en carritos empujados a pie, o tirados por bicicletas o motos y el valor de la carga estaba relacionado con su peso. Vivir en el barrio a varios kilómetros de la ciudad, los alejó de esta fuente de recursos, del contacto con proveedores y clientes conocidos. La distancia a la ciudad y la falta y precariedad de sus medios de transporte dificultan hoy el traslado de cargas pesadas por lo que sus ingresos se han visto reducidos. Las nuevas normas de convivencia en el barrio impiden la tenencia de carretelas y animales, obligando a algunas familias a desprenderse de ellos o bien, a pedir prestado un lugar, con lo que la actividad demanda mayor esfuerzo y tiempo. “Allá si, allá estábamos cerca, nos las rebuscábamos permanente. Y él trabajaba en la feria. Ehh… juntando chatarra así… con la carretela, pero ahora lo tengo enfermo, está muy enfermo. Si, ahora anda por acá nomás, porque es muy lejos para llevar un animal para allá”. Igualmente difícil es la situación laboral de los changarines, quienes en su mayoría, han perdido el trabajo o bien lo hacen esporádicamente. Trabajar en changas implica una búsqueda diaria y permanente en la que la información y REV IISE 41 los contactos son fundamentales. Actualmente, al verse afectadas estas condiciones se invierte mucho más tiempo y energía en buscar trabajo que en trabajar. “Mi hijo no tiene trabajo, perdió el trabajo cuando nos vinimos acá porque él es changarín”. “Mi marido cuando estábamos allá, era changarín y tenía un Jefe de Hogar. Ahora no lo tiene porque está trabajando en el Centro Cívico pero por dos o tres semanas más, un mes más, no sé cuanto será. Tampoco tenemos el plan familia, excepto los nutritickets que me dan de 60 pesos y hasta… “Mi marido hace changas y cosas así, changas para el centro. Así que si él no tenía la bicicleta no puede irse. Y sí, se imagina… ir y venir, ir y venir. .”. “Ellos fueron a buscar en la harina, fueron a buscar y les dieron y bueno luego los buscaban en la casa en panadería KrisKi. Y ellos consiguieron trabajos, changuitas y no les faltaba nada”. Los obreros de la construcción - pintores, ceramistas, albañiles, metalúrgicos, electricistas, plomeros- refieren a la pérdida del contacto cara a cara con ex patrones y conocidos que oficiaban de referentes a la hora de conseguir un trabajo así como también con aquellos lugares donde se demandan estos oficios y habilidades. “Mi marido es albañil, fierrero. Allá estaba todo prácticamente cerca del centro y casi todo nos quedaba ahí nomá. Y mi marido a veces trabajaba en changas pero mal que mal él tenía su trabajito, ya la gente lo conocía, en casas de familias, ya lo conocían y él tenía su platita pero ahora es muy lejos...tener que ir allá...”. “Nuestra situación económica empeoró acá… porque lo que pasa es que es muy lejos… y mucho trabajo acá en los alrededores no hay… como que la gente ha tenido que cambiar a lugares donde consiga más trabajo… Todos tienen trabajo pero para allá, muy retirado…” “Allá no sé si era lo que era cerca o qué, no sé lo que pasa... que para ir...tenían como rebuscárselas. Acá como le digo tiene que tener una platita más o menos para irse en el micro o tener una bicicleta en condiciones o aunque sea una motito. Acá él no lo tiene, eso es lo que pasa. Hay mucha gente que necesita la casa, pero… nos llevan tan lejos y no nos dan un trabajo. Que vamos hacer con que tengamos la casa!” 42 REV IISE Disponer de algún medio de transporte -bicicleta o moto- resulta crucial para seguir trabajando. “El problema aquí es que a veces aquel ( el marido) se va tan lejos. A mi me da miedo, como él toma vino, me da miedo que le llegue a pasar algo y allá cerquita (en la villa) ...no. Porque él allá cruzaba la Circunvalación y el tenia ahí nomá su trabajo pero acá esa ruta que tiene que ir ...” “Pero ahora tan lejos!!! A veces no tiene la bicicleta, que se le rompe esto que se le rompe l´otro y ahora pa´comprar un repuesto de bicicleta”. En los márgenes de la ciudad, allí donde han sido emplazados la mayoría de los nuevos barrios, las alternativas laborales se limitan al trabajo en fincas. Oportunidades escasas y estacionales, agravadas por la reticencia de los empleadores a ingresar a los nuevos barrios con el propósito de reclutar trabajadores. “Allá trabajábamos permanente, porque allá había mucho trabajo. Uno allá se movilizaba bien. Acá es en las fincas, pero un día nos buscan y otro día, no. En la cosecha de ciruela o en la uva, pero no es mucho”. Tal situación se ve reflejada en aquellos porcentajes que indican que el 49% de las personas, residentes en el Barrio Los Cardos, que se encuentran en condición de actividad, no tienen trabajo; en tanto, el 44% se encuentran subocupados, mientras que sólo un 7% trabajan como empleados de planta permanente o con una contrato laboral. “…y ahora estoy muerta en vida...” Si bien, el traslado al barrio ha afectado laboralmente a todos, estos impactos son más profundos en las mujeres, especialmente en los casos de aquellas con hijos o a cargo del hogar. Teniendo en cuenta la estrecha dependencia que guardan las mujeres de este sector social con su entorno inmediato para asegurarse la sobrevivencia, y la limitada movilidad geográfica que poseen en relación a la de los hombres, el traslado al barrio ha significado, en casi todos los casos, la pérdida del empleo y de los ingresos que sumaban al presupuesto familiar. En el Barrio Los Cardos, las mujeres jefas de hogar representan el 40% sobre el total de personas declaradas “cabezas del hogar”. Si bien, la denominación “jefes/as de hogar” no remite necesariamente a quienes sostienen económicamente el hogar, en estos casos se trata de mujeres solas, a cargo de sus hijos y único sustento económico de la familia. a la hora de conseguir trabajo, teniendo en cuenta el mal nombre y reputación de la villa. Vivir en la ciudad de San Juan y en las proximidades de la ciudad de Rawson, les permitía desarrollar sin mayores conflictos, un doble rol, reproductivo y productivo. Este último, referido, en la mayoría de los casos, a actividades de tipo doméstico en casas de familia de clase media, residentes en las inmediaciones de la villa, con lo que el traslado hasta el lugar de trabajo no representaba gasto alguno. “Varios comentamos lo mismo: el trabajo lo perdimos mujeres como yo. Tenía cerca toda, yo me iba caminando a mi trabajo. A una señora iba a lavarle un día a otra le planchaba, siempre estaba en esa actividad y ahora no trabajo porque estoy lejos de todo.” “Nooo…, acá no hay trabajo. Quien va a pagar, la gente es muy pobre!!! Allá habían médicos, abogados…” Otra ocupación frecuente era la de ayudantes en negocios de comida, en pequeños comercios de barrio, o bien, recibiendo trabajos de lavado y planchado y reparación de ropa. En general, estos trabajos se realizaban en cortos periodos de tiempo, por horas o medios días, para lo que contaban con el auxilio de parientes o vecinos en el cuidado de sus hijos. En sus relatos, aparece con énfasis y a modo de estribillo, el haber trabajado “siempre, siempre”, afirmación que nos habla de una estabilidad laboral aun en un mercado informal y precarizado y a pesar del estigma de ser “villera”. “He trabajao siempre, siempre, siempre he trabajado en casa de familia. Yo tenía una señora que yo le lavaba, que ella tenía una confitería en el... al lado del parque .Y yo lavaba manteles. Yo le lavaba, era lavandera yo, yo a esta hora (10:30 de la mañana) tenía 300 manteles tendidos... Cosa que mire, yo a veces que terminaba a veces de lavar a las doce y media cuando por ahí me traían mucho; pero yo a eso de las ocho, nueve de la noche yo ya tenía todo planchado: servilletas, manteles, todo. Yo he sido, no es porque sea yo... pero yo he sido muy guapa, muy guapa...” “Cuando los he mandao a la Escuela a ellos (a los hijos), siempre he trabajado en un supermercado, he trabajado con “El Pelao Quintana”…en la Santa Fe y General Acha. Después de ahí me salí, y me fui a trabajar en el supermercado con el Sr. Fernández. Ahí Trabajaba de ayudante cocinera”. Un factor importante para el acceso a estos trabajos, teniendo en cuenta que el mismo implica ingresar a una vivienda y a la intimidad de una familia, eran las referencias proporcionadas por ex patrones o conocidos, logradas con mucho esfuerzo, luego de un prolongado tiempo de contacto y relación cara a cara. Referencias y recomendaciones imprescindibles “Yo no salí a la calle porque los niños eran chicos, yo me quedaba en la casa a trabajar; recibía un lavado; un planchado…”. “…Hacia de comer; de cocinera, limpieza, en casa de familia, lavaba, planchaba y ahora estoy muerta…” “Yo más o menos me daba vuelta y tenia los trabajos más cerquita allá y me iba en bicicleta”. El empleo doméstico significaba además la posibilidad de proveerse de ropa y calzados, alimentos, medicamentos, consultas médicas, recomendaciones, etc. “Estuve trabajando en una retacería, ese trabajo lo perdí. Cortábamos y quedaban retazos y algunos me los daban a mí y esos son los que puse de cortina ahora. Los recortes me los daban para hacer cosas en la casa.” El traslado al barrio, a varios kilómetros de la ciudad, ha confinado a las mujeres al ámbito exclusivamente doméstico, dentro de los límites del barrio, reduciendo sus posibilidades de satisfacer necesidades. De acuerdo a los datos analizados, las mujeres que son jefas de hogar y que se encuentran actualmente desocupadas representan el 55% del total de mujeres. “Yo estoy acostumbrada a trabajar, a luchar, a ganarme un peso y ahora nada, porque no se consigue”. Nada desdeñable era el aporte de los niños al presupuesto familiar originado en las changas y en sus desplazamientos y vagabundeo por la ciudad. Lustrar, vender café, helados y golosinas; limpiar veredas y cunetas, recolectar y trasladar residuos domésticos, pedir, les permitía no solo sumar una moneda diaria al presupuesto de la familia, sino la oportunidad de proveerse de un ingreso personal. Estas actividades son significadas también, como una posibilidad de acceder a bienes inalcanzables y darse algunos gustos como consumir cierto tipo de ropa y alimentos. “…y los niños empezaron a lustrar, a vender café, a vender helado y todos los días traían la moneda a la casa. Yo les decía:miren no vayan a robar- yo no sé lo que ustedes ganan, porque ustedes están en la calle, pero si ustedes quieren un sand- REV IISE 43 wich, cómanselo, quieren una gaseosa tómensela. Pero ellos en la calle recibían también comida de los clientes. Cada uno se hacia su plata y algunos pesitos me daban. Les daban zapatos la misma gente que se hacía lustrar, bolsas de ropa. Y así se criaron los hijos, ya se casaron”. Con la relocalización desaparece la oportunidad de desplegar aquellas estrategias subfamiliares realizadas por los niños y adolescentes como medio de procurarse ingresos personales y de colaborar con el presupuesto familiar. “… ir y venir” En el caso de aquellas mujeres que conservaron su trabajo después del traslado, el diario ir y venir supone distraer una parte significativa de sus salarios en el pago de micros o remises, lo que implica hasta cuatro pasajes por jornada. Simultáneamente se ha incrementado el tiempo empleado en los desplazamientos hacia la ciudad así como también han aumentado los riesgos para aquellas mujeres que trabajan en horarios nocturnos. “Hasta ahora estoy trabajando. Me tengo que ir en micro. Yo trabajo en casa de familia en el centro. Mire si no me quedaba cerquita de donde yo vivía. Ahora me tengo que tomar 2 micros, ir y venir y diga que 2 micros porque si tuviera que irme a otro lado a trabajar. Y hay que trabajar y nos dábamos guelta. Acá no nos podemos dar guelta con el dinero que yo nomá traigo”. “Nosotras dos (madre e hija) trabajamos en una lomoteca tres días por semana… pero nos cobran la venida entre trece y quince pesos el remis”. En el trabajo de campo en uno de los barrios donde la pobreza se acentúa y donde la cantidad de niños a cargo de mujeres, jefas de hogar, es mayor, se registraron casos que ante la pérdida del trabajo, han debido recurrir, como estrategia de supervivencia, a vínculos de pareja esporádicos, en tanto el hombre provee ingresos monetarios. Si consideramos a los jefes y jefas de hogar registradas en el Barrio Los Cardos, podemos que las mujeres a cargo del hogar representan el 40% y los hombres el 60% sobre un total de 57 hogares. La disminución del poder adquisitivo de las familias ante la falta de oportunidades de empleo en las inmediaciones del barrio, ha incidido negativamente en las actividades comerciales de pequeña escala desarrolladas por algunas familias como medio de vida. Es el caso 44 REV IISE de pequeños almacenes y kioscos donde cada vez se vende menos y más barato lo que redunda en la limitada capacidad de reaprovisionamiento. “Acá sigo teniendo el kiosco. Nunca lo he dejado de tener, porque moneditas… pero vendo algo y al rato vendo azúcar, te, aceite. Acá la gente es toda humilde y te compran muchas cosas sueltas, acá no le van a comprar cosas en botellas, por kilo, por litro.… Vendo así, de todo poquito, no le digo que gano un dineral, gano aunque sea para el puchero, pero si no tuviera eso, no sé que hubiera hecho!!” La valoración de la villa Monte Romaní en virtud de su óptima localización queda claramente expresada en las palabras de una antigua pobladora quien enfatiza la accesibilidad a todo tipo de recursos “Re-cómodo todo, usted estiraba la mano, estiraba la otra y ya estaba todo en la casa”. En síntesis, para una estrategia laboral de rebusque, configurada por trabajos de corta duración, ocasionales; estrategia que implica desarrollar una actitud de permanente vigilia y alerta ante posibles oportunidades de trabajo, la ciudad resultaba un lugar neurálgico. Allí es donde el mercado informal de trabajo tiene su nicho. En sus áreas circundantes es donde se depositan sus desechos y excedentes. Recursos que cobran el valor de la sobrevivencia para estos sectores marginados que viven en los intersticios de la ciudad en villas y asentamientos. “ya no tengo quién me dé una mano” La co-residencia en la villa de familias emparentadas, cuyos apellidos se repetían entre sus pobladores nos remite a la configuración de redes sociales en las que participaban padres, hermanos, cuñados, tíos, primos, sobrinos. Si bien, esta red se sustentaba fundamentalmente en lazos de consanguinidad y parentesco, involucraba también a vecinos, trascendiendo incluso la geografía del asentamiento. Para Lomnitz estos vínculos que operan como “un sistema de seguridad social informal”, en la villa ayudaban a resolver las urgencias cotidianas como la necesidad de dinero y alimentos, cuidado de niños y de la vivienda, asistencia en accidentes y enfermedades, amortiguando la incertidumbre y la vulnerabilidad del grupo. Estas redes que representaban un importante capital social a la vez que un sostén psicológico y moral, se han visto quebradas con la relocalización pues a excepción de unas pocas familias, la mayoría de ellas fueron dispersadas en distintos barrios. “ Y allá yo tenía a mi mamá y por cualquier cosita yo se los dejaba a ella y me iba hacer tramites y ahora estoy sola”. “Yo quería cambiar por un departamentito más cerca porque como yo estoy sola y si él se tiene que ir a trabajar y me quedo con los cuatro niños, no tengo quien me dé una mano. Como allá tengo más cerca a mi mamá, a mis hermanos, ellos me dan una mano siempre y ahora ya no los tengo. Ellos me ayudan con plata a veces, mi mamá también tiene un plan y mis hermanas trabajan y siempre me ayudan”. “allá vivíamos gratis” No solo la ciudad sino también residir en una villa ayudaba a la sobrevivencia. La villa, ilegal desde su origen, admitía en consecuencia ciertas prácticas como no pagar el agua, la luz, el cable y los impuestos municipales; prácticas toleradas por las instituciones y excepcionalmente sancionadas. Al evocar la vida en la villa, expresan -“Mire, vamos a decir lo que es…en la villa, vivíamos gratis, no pagábamos, la luz, el agua, el cable…”.- “estábamos colgados”. Los ahorros originados de ese modo hacían la vida más holgada, pues el dinero que ingresaba se destinaba a la compra de alimentos, de ropa y a recreación. Los compromisos y obligaciones que implican vivir en un “barrio” y convertirse en “vecinos” entre los que se incluye la cuota de la vivienda, son erogaciones ahora impostergables, que deben ser afrontadas con el dinero que ingresa por planes sociales y pensiones. “….pero anteriormente no pagábamos ni luz, ni cable…así que a veces hay que prohibirse de cosas para poder pagar…” “Pero… nosotros no nos quejamos de pagar la casa, el agua, porque es para nosotros y para el bien de nuestros hijos, pero nos viene muy mucho! Porque usted cobra 300$ pero de ahí saque luz, agua. De luz pagamos 42$, 45$. Otra gente paga 60, 70, 80$. La garrafa para la cocina también la comprábamos allá, pero la entrada que teníamos allá no es la misma que tenemos acá, nada que ver”. “Aumentó el costo de la vida. Porque nosotros estamos hoy haciéndonos cargo de cosas que no nos hacíamos cargo allá … porque yo voy a hablar lo que es. Porque yo como toda la villa, vivía sacando la luz…yo no pagaba la luz. Por qué yo iba a pagar la luz? si los otros no la pagaban? Era lo que se decía, lo que se opinaba. Pero yo, ahora no, me hago cargo de pagar el medidor, lo que consumo. Yo tengo que tener la plata al mes, la plata de la casa…” “Tengo una pensión por siete hijos. Es difícil la cosa, pero ya vamos a salir de esta (risa). Todavía falta pagar la casa, pero todavía no me llega la cuota de la casa. Según comentarios de acá, son $80, pero todavía falta”. Un lugar importante en las estrategias de sobrevivencia de las familias, lo ocupan los planes sociales. Hemos registrado casos de personas de edad avanzada que obtuvieron con el traslado una pensión por vejez o invalidez, aporte que viene a compensar de algún modo el desequilibrio en los ingresos de la unidad doméstica. “Acá se come lo que ellos quieren” El emplazamiento neurálgico de la villa en la ciudad garantizaba el acceso a una diversidad de productos de consumo diario a precios asequibles. Actualmente, las posibilidades de elegir donde, qué y cuánto comprar han desaparecido dada la lejanía de los barrios, quedando la población como clientela cautiva de los pocos almacenes de la zona, cuya oferta es poco diversificada, de mala calidad y altos precios. La alternativa es viajar hasta la ciudad pero el pequeño monto de la compra no justifica, muchas veces, el gasto de pasajes. “Los principales problemas que tenemos son con el trabajo y a partir del trabajo, los negocios. Acá se come lo que ellos quieren, no es cierto? Vos vas a comprar una verdura, te venden verduras picadas, como desperdicio. Ayer no más le digo a una amiga que íbamos a hacer milanesas de berenjenas. Ud. viera la cara de las berenjenas, pachangas… venden lo que ellos quieren”. “Por acá hay dos o tres negocios que ya estaban. Así que nos hemos acostumbrado a comprar lo que hay y le cobran lo que quieren también. Para buscar precios tenemos que irnos muy lejos.” “Creen que con el techo estamos hechos…” “…pero no es así, lo que más necesita la gente es trabajo y después sigue el techo para el día de mañana”. Con el arribo de las primeras 350 familias al Departamento Chimbas se hizo evidente la falta de previsión en materia de educación y salud dentro del proyecto de erradicación. Descuido que se puso de manifiesto en la insuficiente infraestructura para atender a una numerosa y carenciada población en edad escolar. REV IISE 45 A dos años de la erradicación, se registraba una cantidad importante de niños que no asistían a la escuela, siendo múltiples los motivos esgrimidos por sus padres: falta de escuelas, falta de espacio y maestros; recurrente derivación de los niños a gabinetes psicopedagógicos. Otra problemática es la de chicos que, habiendo ingresado, presentaban dificultades de adaptación, y la convivencia en un mismo espacio áulico, de niños de diferentes edades generando conflictos y problemas de relación. Del mismo modo, el servicio de salud se vio sobre-exigido. Las problemáticas que antes eran resueltas en el hospital, al que se podía llegar a pie por su cercanía a la villa, hoy deben ser cubiertas por los puestos sanitarios de la juridicción. En algunos casos, estos se encuentran muy alejados y desbordados por la excesiva demanda. Asimismo, la falta de teléfonos públicos, de transporte que ingrese a los barrios y la distancia contribuyen a agravar el problema de atención médica en situación de emergencias. “Yo quería tener una casa… Sí, ese era mi sueño” El deterioro económico y las dificultades en relación a la salud y a la educación, resultantes de la relocalización de las familias en las fronteras de la ciudad son significados como el costo que necesariamente hay que pagar por acceder a una vivienda “digna”, a un “techo seguro”. Para comprender la intensa valoración que se le confiere a la casa, es necesario detenerse en la experiencia de vida de los protagonistas. Experiencia que nos remite a una trayectoria habitacional de desalojos, de mendigar un espacio para vivir, como así también de los riesgos a los que frecuentemente estaban expuestos por la precariedad de sus viviendas. “Éramos como cuando botan a los chocos y nadie los quiere, así estábamos nosotros. Ahí en la villa, hicimos un hermoso rancho con techo de cuero de toro y no nos llovimos, lo hizo bien grande y nos metimos todos adentro y ahí agrando un pedazo y ahí vivimos 40 años”. En consecuencia, convertirse en propietarios de una casa de ladrillo y cemento, dotada de servicios, implica haber encontrado un refugio, llegar finalmente a puerto seguro. Esta casa será probablemente el único “bien” que podrá transferirse a los hijos, procurando evitarles reproducir similar historia de despojos y humillaciones. 46 REV IISE “Himos pasao muchas… feas… en las lluvias mire. Hubo, creo un día de lluvia, tres, cuatro, cinco días mal, porque mover la tierra de los techos, poner palos que se quebraban. A mí se me cayó una de las… bueno tenía yo una pieza larga y se me partió en dos partes, era donde dormían los niños”. “…. Lo que más disfrutan los niños es el baño, lo principal el baño. Ellos lo miraban, miraban el baño. Si, hasta nosotros. Y bueno no podíamos creer que… bueno nos decían mira tu casa tiene un timbre… no creíamos. Nosotros creíamos que nos iban a dar la casa y chau, listo. Pero no así con timbre, cocina, todo eso”. “A mí me parecía que me iba a desmayar, de contenta. Que hasta cerca de dos meses he estado con que salía y miraba. Me parecía increíble con que fuera mi casa. Que fuera yo la dueña de esta casa. Que tonta! (se ríe) Es que he esperado mucho tiempo a tener mi casa. Yo nunca creí. Otro aspecto importante refiere a que vivir en un barrio y en una vivienda propia, otorga “existencia social”. Sabemos que en una sociedad jerárquica no hay espacio que no esté jerarquizado y no exprese jerarquías y distancias sociales. Todo agente social se constituye como tal, en y por la relación con un espacio social. Como consecuencia, la villa, al ser un espacio estigmatizado, degrada simbólicamente a quienes lo habitan. En este sentido, la relocalización en un barrio implica, pasar de la categoría de ”villeros” a la de vecinos. “Porque si nosotros reconocimos que esto es muy distinto a lo que vivíamos antes… por ejemplo, por los techos, por las casa, entonces yo creo que la gente se tiene que retractar un poco… no?… cambiar… porque digamos…cambiemos, pero cambiemos desde adentro...” “ No, porque tarde o temprano ellos...ellos se van a dar lugar y se van a empezar a portar bien...” “Porque al principio acá todos cruzaban como en la villa. Que en la villa nadie respetaba el lugar de uno. Entonces ahora empecé a decirles: no, no estamos en la villa!. “Ustedes tienen que respetar el terreno. Esto lo pago yo, uds. pagan. Cada uno tiene su propio lugar. Creían que estaban en la villa todavía”. Vivir en una casa y en un barrio aparece, en el imaginario de los erradicados, como un factor de redención. La casa y el espacio estarían operando como un instrumento pedagógico y moralizador, que por supuesto no es ajeno al espíritu del proyecto oficial y al discurso hegemónico, “una casa digna merece moradores dignos”. La nueva vivienda supone e impone un cambio de “habitus”. Es por ello que la reproducción en el barrio, de ciertas prácticas generalizadas en la villa, son fuertemente sancionadas. REFLEXIONES FINALES Nuestra reflexión final se organiza intentando responder a la pregunta inicial que orientó nuestra investigación ¿Constituyen estos procesos de erradicación y relocalización de villas y asentamientos precarios opciones de desarrollo, o por el contrario, contribuyen a acentuar la desintegración social y la pobreza? Pensamos que desde el Estado, la solución habitacional contemplada en este plan, fue concebida mediante una perspectiva predominantemente técnica y administrativa financiera. Es así como las características y necesidades de la población beneficiaria, quedaron en un segundo plano, con excepción de la necesidad de una vivienda. La distancia a la ciudad, no fue un factor importante a tener en cuenta en la localización de los nuevos barrios. Todos estos elementos nos permiten decir que la propuesta oficial de erradicación y relocalización, tal como fue planteada, colisiona con un enfoque integral y relacional. Este último concibe a la vivienda como habitat o medio ambiente, en el que los servicios dependen de todo un conjunto de actividades urbanas dentro de una disposición espacial, y no de cada unidad física. A su vez, la propuesta aparece permeada por ciertas ideas y representaciones que diferentes agentes del Estado, los medios de comunicación y la ciudadanía, en general, tienen de las villas y sus pobladores que torna imperiosa la necesidad de “civilizar”, de “urbanizar”, o de “cambiar la vida de esa gente”. El desconocimiento de los recursos y las estrategias que despliegan las familias para procurar su sobrevivencia, sumado al énfasis que se pone en sus carencias, en el desempeño de actividades ilícitas y en la mendicidad, contribuyen a desestimar la opinión de los propios beneficiarios en la definición de sus necesidades y soluciones. En este sentido, cualquier lugar, aunque distante, será indefectiblemente mejor que la villa ya que se espera que una “casa digna” produzca “moradores dignos”. Al emplazar los barrios en la frontera de la ciudad, uno junto a otro, no solo se corre el riego de segregar a la población erradicada sino que se impone una manera de “vivir entre nosotros”, y se condicionan los vínculos con el empleo, la educación, la salud y la seguridad. Se relega espacialmente a sectores sociales, vulnerando sus derechos a la ciudad y el disfrute de otros tantos derechos de naturaleza económica, política y cultural, reproduciendo la pobreza y la exclusión. 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Esta Corporación surgió en respuesta a los requerimientos del sector de los viñateros durante el período de Sustitución de Importaciones en la provincia. El objetivo general del trabajo es el análisis de la implementación de una política pública productiva vitivinícola, que se concretó en la creación de la CAVIC. Se pretende realizar, en torno a la política señalada, una representación conceptual descriptiva que trate de “enumerar y ordenar las características de los jugadores, lo que está en juego, las apuestas, las estrategias y tácticas, los recursos necesarios para poder entrar al juego, las reglas de juego y las de juego limpio, la naturaleza de las comunicaciones permitidas entre los jugadores, el grado de incertidumbre respecto del resultado del juego, los que no tienen interés de participar en el juego, los espectadores o los que exigen cambios para entrar a jugar (…)”4, utilizando para ello las categorías propuestas por (Bardach, 1982: 61, 62) Metodológicamente se utilizaron fuentes secundarias, a través de una búsqueda exhaustiva en diarios y bibliografía referente a la época. El estudio realizado muestra que la CAVIC se creó con el objetivo de regular el mercado de uvas y vino para consolidar la situación del pequeño y mediano productor, no obstante este grupo siguió siendo históricamente el sector más vulnerable en el escenario productivo sanjuanino.5 PALABRAS CLAVES: Políticas Públicas – CAVIC – Vitivinicultura Pequeño y Mediano Productor SUMMARY This article tries to analyze one of the most novel productive institutions in the history of the province, which took shape in the creation of the Industrial Agrovitícola and Comercial Corporation (CAVIC). This Corporation arose in response to the requirements winemakers’ area during the period of Substitution of Imports in the province of San Juan. The main goal of this work is the analysis of the implementation of a public policy in the wine industry, which took shape in the creation of the Industrial Agrovitícola and Comercial Corporation (CAVIC). This Corporation arose in response to the winemakers’ area requirements during the period of Substitution of Imports in San Juan. This paper pretends to make, around the indicated policy, a descriptive conceptual representation that tries “to enumerate and to order the characteristics of the players, what is in the game , the bets, the strategies and tactics, the resources necessary to be able to enter the game, game rules and those of fareplay, the nature of the communications allowed between the players, the uncertainty in 1 Ponencia presentada en “Jornadas Interdisciplinarias de Estudios Agrarios y Agroindustriales”. UBA. Noviembre, 2009. 2 Rivadavia 677 –este- Capital, San Juan. Tel: 0264- 4273778. Email: [email protected]. 3 Cte. Cabot 291 –este- Rawson, San Juan. Tel: 0264 – 4281658. Email: [email protected] Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. Argentina. 4 BARDACH, E. en Aguilar Villanueva, Luis: Estudios Introductorios. 5 Tal como plantea Aguilar Villanueva “el curso de acción que se desata y que efectivamente es desarrollado, intencional o reactivamente por los varios actores gubernamentales, por los otros poderes estatales, por la multitud de diferentes actores políticos, grupos económicos y organizaciones sociales, con sus interacciones cooperativas o conflictivas, puede distanciarse más o menos de la estrategia intencional de acción colectiva, diseñada y organizada por la autoridad estatal” (Aguilar Villanueva; 26) REV IISE 49 relation of the games result, those whom they don’t have interest in participating in the game, the spectators or those that demands changes to enter to play (…)”, using for it the propose categories by (Bardach, 1982:61, 62) Methodologically secondary sources were used, through an exhaustive search in newspapers and bibliography referring to the time. The realised study sample that “the CAVIC” was created with the aim of regulating the market of grapes and came to consolidate the situation of the small and medium producer, group that continued being historically the most vulnerable sector in the San Juan´s productive scene. 1. INTRODUCCIÓN 5 has, mientras que el 0,05 % del total tenían una extensión entre 500 a 1000 has. Correlativamente con estos datos, las 7.593 explotaciones vitícolas de hasta 5 has. representaban el 23 % de la superficie total cultivada con vid, y los 5 emprendimientos entre 500 a 1000 has. representaban el 5.9% de la superficie cultivada con vid. Estas cifras indican una estructura relativamente equitativa en términos de superficie y emprendimientos, ya que cuantitativamente los productores más chicos eran los más numerosos. Sin embargo, cualitativamente los pequeños y medianos productores se tenían que enfrentar con dificultades propias de su tamaño, es decir, se encontraban en una situación de vulnerabilidad frente a los bodegueros, a la hora de negociar el precio de la uva y las condiciones de comercialización, que controlaban la elaboración y comercialización del producto. En este contexto, los viñateros de menor tamaño quedaban fuera del circuito de acumulación formal de San Juan. 1.1. Contexto En la etapa de sustitución de importaciones la estructura económica de la provincia de San Juan giraba mayoritariamente en torno a la agricultura, habían alrededor de 85.000 has cultivadas, límite determinado fundamentalmente por la capacidad de irrigación de la provincia: Entre 1947 y 1960 se registró una tendencia creciente de la superficie cultivada total - aunque mínima en relación a los 13 años transcurridos. Dentro de la agricultura, la vid ha sido históricamente la actividad principal, durante el período 1947-60 tuvo un importante crecimiento, pasó de representar el 48,1 % a 76,24 % respectivamente en el total de la superficie cultivada. En lo que respecta a las explotaciones vitícolas, en 1969 el 76% tenía un tamaño de hasta KEY WORDS: Public policies – CAVIC - Grape and wine growing - Small and Medium Producer Cuadro I: Superficie cultivada según censos agrícolas (has.) Censo 1947 Total Vid (has) % 28088 48.1 Censo 1960 Total (has) Vid (has) % Total (has) 58394 45385 76.24 59529 Fuente: Elaboración propia en base a datos del Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. FACSO. UNSJ. Cuadro II: Cantidad y superficie de explotaciones vitícolas clasificadas por escala de extensión (en has). San Juan, 1969. Total Hasta 5 has. Entre 5 y 25 has Entre 25 y 100 has Entre 100 y 500 has Entre 500 y 1000 has. Nº Exp. Sup. has Nº Exp. Sup. Nº Exp. Sup. Nº Exp. Sup. Nº Exp. Sup. NºExp. Sup. 9978 56829,86 7593 13453,15 2020 21163,7 336 14914 24 5226,35 5 3394,47 6 Fuente: Censo Nacional Agropecuario 1969. Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas. 6 Los datos han sido obtenidos a partir del Trabajo de Investigadores de la Universidad Nacional de San Juan – Estudio de Factibilidad – 1973. 50 REV IISE Gráfico I: Cantidad de explotaciones vitivinícolas clasificadas por escala de extensión (en has). San Juan, 1969. Fuente: Elaboración propia en base a datos Censo Nacional Agropecuario 1969. Instituto de Investigaciones Económicas y Estadísticas. En la década del ’60 esta situación se agravó aún más debido a que la vitivinicultura se encontraba en una compleja situación ocasionada por el grave deterioro de los precios de la uva, la caída del consumo nacional de bebidas vínicas, las continuas dificultades de los viñateros para elaborar y comercializar la uva; al mismo tiempo que una parte importante de los industriales del sector (bodegueros elaboradores y cooperativas) no disponían de los medios financieros para la comercialización directa. Así, la vitivinicultura se encontró presionada, por un lado por las contradicciones de las tensiones agrícolas industriales y por otro, por las presiones de la economía nacional. Ante esta situación se planteaba la necesidad de que los sectores productores de menor tamaño se integraran para evitar malvender las uvas y los vinos, y así evitar la distorsión del mercado al mismo tiempo que era una solución para terminar con los mercados distorsionados de la uva y de los vinos. Mo consideraba que la industria sufría los inconvenientes propios de una descompensación entre el productor aislado y el elaborador que comercializaba, en una provincia que contaba con 12.500 viñateros y solo 300 bodegueros y de ese grupo, solo una treintena dirigía y orientaba la industria, haciéndolo según sus propios intereses. Frente a esta problemática, la CAVIC fue considerada desde siempre “como un importante ensayo integracionista”7. La falta de orientación y previsión oficial y privada provocó, por acumulación de errores, agudas situaciones económicas y de un grado tal, que conmovieron los cimientos mismos de los sectores básicos (pequeños y medianos viñateros, industriales elaboradores y cooperativas), sobre los cuales cayó el complejo económico – financiero de explotación vitivinícola. Con el paso del tiempo el consumo de vino fue disminuyendo sumado a que en los años pre- vios a la crisis8 se elaboraron grandes cantidades de vinos a través de procedimientos fraudulentos, al mismo tiempo que se abastecía el mercado con precios muy elevados que no eran controlados por organismos oficiales, utilizando el mecanismo de ocultamientos profesionales. En suma, la estabilización aparente del mercado consumidor de vinos se atribuía a una doble combinación, por un lado, una disminución real del consumo, al mismo tiempo que disminuía la proporción de vinos no denunciados en organismos oficiales. Este proceso de depuración del mercado provocó profundas consecuencias en la demanda de uva destinada a vinificar que, sumado a la retracción de precios compensatorios, dejó a los viñateros expuestos sin ningún tipo de protección. A ello se le agregaba su condición de productor de un artículo perecedero, que lo obligaba a vender sin precio predeterminado y sin ninguna condición de pago. El principal problema era la ausencia del Estado en cuanto a la simplificación, reordenamiento y la integración funcional y económica de las acciones de los viticultores; esta situación obligó a buscar la creación de nuevas estructuras que mostraran un mayor respaldo para el desarrollo de la vitivinicultura. Desde el sector oficial se pretendía eludir responsabilidades sobre la crisis vitivinícola, mientras se trataba de presionar para mantener el statu quo, es decir, mantener el grado de participación de cada sector y las relaciones de primacía que a cada uno le convenían; al mismo tiempo que los más poderosos trataban, por todos los medios, de mantener el estado de desagregación del sector. Además, los productores mostraban una situación de evidente inestabilidad causada por la descapitalización y por su creciente dependencia del crédito bancario. 7 MO, Fernando, en Semanario “El Viñatero”. 8 Crisis en el precio del vino provocada por la sequía en el año 1968. Ver pág. 9. REV IISE 51 1.2. Descripción de la política Entre 1950 y 1969 - salvo algunas excepciones9 - San Juan estuvo administrada por gobiernos desarrollistas, que se caracterizaron por una activa intervención del Estado en el área productiva. Durante el gobierno del Dr. Leopoldo Bravo, en un entorno provincial caracterizado por una importante crisis de sobreproducción vitivinícola, acentuado por alarmantes índices de inflación, el 1º de febrero de 1964 comenzó a tratar el proyecto de creación de la CAVIC (Corporación Agroeconómica Vitícola Industrial y Comercial). Esta fue creada cinco días más tarde, por Ley Provincial Nº 3.019, dando origen así a un fuerte enfrentamiento entre viñateros y bodegueros de la época. Al momento de la creación de la Institución, el gobierno consideraba imprescindible la conformación de una estructura que abarcara todas las etapas del proceso vitivinícola ya que consideraba que existía una desconexión entre las distintas etapas del proceso productivo que sólo perjudicaba al pequeño y mediano productor. El tema vitivinícola era considerado un problema de gran magnitud por la cantidad de viñateros involucrados y por las diferencias existentes al interior de este grupo (algunos estaban desorientados y otros se dedicaban a especular). El gobierno entendió que el Estado debía ser quien - en cumplimiento de su rol adecuara los procedimientos tendientes a mejorar y sostener la situación del productor. Esta nueva entidad pretendió garantizar la autodefensa del productor tanto en el periodo de producción como en las etapas de elaboración y comercialización. Al mismo tiempo, trató de favorecer la ejecución de planes integrales que impusieran un producto que se correspondiera con la calidad de las materias primas utilizadas a fin de lograr imponerse con preponderancia en el mercado consumidor. La CAVIC tuvo como objetivo inicial la defensa de los pequeños y medianos viñateros, cumpliendo un rol importantísimo en la regulación del mercado vitivinícola al manejar el precio de la uva y el vino (Videla, 1984:318), especialmente durante las décadas del ’60 y el ’70, años de máximo esplendor para la corporación. La compra de uva por parte de la corporación a los viñateros, obligó a los bodegueros a ajustar previamente las condiciones de compra y constituyó una herramienta de intervención altamente eficaz en la normalización del precio. Asimismo, promovió la reconversión del mercado vitícola tradicional y la regularización de los precios. Previo a la creación de la CAVIC, el grueso más importante de la vid era destinado al mercado de uva en fresco, y en especial a las exporta- ciones, la cantidad de uva enviada a bodega no era significativa. No obstante, con el ingreso de la CAVIC al mercado el precio del vino cuyo valor oscilaba en los $2 aproximadamente - repentinamente se fijó por ley a $7. Como consecuencia, gran parte del productor de uva para mesa comenzó a reconvertir su producción a uva destinada a la elaboración de vinos blancos. La CAVIC, desde su creación, tuvo la intención de que sus acciones reflejaran el mejoramiento del precio de las uvas y de la calidad de los vinos, al mismo tiempo que sus prácticas perseguían el objetivo de quebrar el “trust bodeguero”. Para ello, salían a comprar las uvas de los pequeños y medianos viñateros – alrededor de 100 millones de kg. – utilizando la Bodega del Estado para realizar la molienda. Además, tuvo la intención de promover y difundir la calidad de los vinos sanjuaninos en los grandes centros de consumo. En este contexto es que en la cosecha de 1965, la CAVIC compró más de 70 millones de kg. de uvas.10 Entre sus funciones se encontraban no sólo la de elaborar vinos, sino también la comercialización al mercado externo e interno, tanto de uvas y vinos, como de sus subproductos. Esta institución comercial e industrial se creó con una figura jurídica de personalidad bastante “sui generis”, fue en sus inicios una entidad mixta, cuya denominación era corporación con participación estatal. El aporte del capital accionario estaba constituido por la contribución obligatoria de cada uno de los productores vitivinícolas sanjuaninos. La obligación del aporte fue una de las medidas más controversiales.11 Sin embargo, en momentos de intervención (1966) su figura jurídica fue enérgicamente cuestionada por los distintos sectores vinculados a la actividad vitivinícola. En un marco de fuertes disyuntivas, el gobierno - gestión del Dr. Edgardo Gómez - reafirmaba el carácter público de la institución mientras los viñateros la defendían como una entidad netamente privada, alegando que su naturaleza provenía de su estructura, composición del capital accionario y gobierno. Lo cierto es que fue una disputa que nunca tuvo en lo material una resolución certera. Por otro lado, en términos materiales también se erigió con el aporte financiero y de infraestructura del Estado provincial, la Bodega del Estado (creada en 1946) y el Consejo de Protección de la Producción Agrícola (CPPA), en cuyas instalaciones funcionaban las oficinas de la CAVIC. Ya en 1966, la CAVIC contaba con 13 9 Los años de gobiernos de facto en la provincia fueron a partir de 1955 hasta 1958 y en 1966 hasta 1973. 52 REV IISE bodegas. Asimismo, poseía varias plantas de fraccionamiento en el país12. Esto implicaba un saldo altamente positivo en lo que respecta al funcionamiento de la entidad durante sus tres primeros años de vida.13 de los contratos de las 79 bodegas que hasta el momento se alquilaba y se prorrogó el cobro de documentos emitidos por venta de uva (Ley 17.685), suspendiendo los juicios y postergando las ejecuciones. Los accionistas se reunían en asamblea por medio de sus delegados, los que eran elegidos en base a un padrón confeccionado por el CPPA que registraba a todos los propietarios, arrendatarios, y contratistas accionistas. Estos, a través de una elección directa y secreta, votaban por la cantidad de delegados en proporción al número de accionistas que tuviese cada departamento de la provincia. Cada socio tenía un voto, sea cual fuere el número de las acciones que tenía, y no estaba previsto ningún tipo de privilegio o preferencia para sus directivos o fundadores. Los viñateros se encontraban en graves dificultades a causa de la sequía por lo que solicitaron la disminución de los aportes a la CAVIC, pedido que no fue contemplado por la intervención. Durante sucesivos gobiernos de facto la dirección de la CAVIC fue intervenida. Así, por ejemplo, en 1966 al producirse la Revolución Argentina, el gobierno de Gómez interviene la CAVIC, designando al Sr. Rafael Fernandez Argüello14 como interventor, asestando con ello un certero golpe a la economía sanjuanina. El gobierno fundamentó la intervención en que “era necesario efectuar una racionalización administrativa y modificar la Ley 3.019 “.15 En este marco, en vez de renegociar los vinos en existencia se solicitaron préstamos a la nación. La intervención desembocó en una crisis financiera tal que obligó a suspender los pagos a los viñateros. Esta situación fue aprovechada por los industriales para volver a apoderarse del dominio en el mercado de la uva. A fines de 1966 la CAVIC se normalizó, aunque su actividad ya no tendría la solidez y el apoyo de tiempos precedentes a la intervención, dando lugar a partir de ese momento a que los grupos poderosos iniciaran una lucha decidida y sin cuartel en su contra. En 1967 la vitivinicultura enfrentó una grave crisis de sobreproducción, la que obedeció a una incontrolada plantación de vid. En enero de 1968 al acercarse las elecciones de autoridades para CAVIC, el gobierno nacional la intervino nuevamente, asumiendo el Cnel. Palmero como director de la misma. Un mes más tarde, éste fue reemplazado por Lamberti, quien se desempeñaba hasta el momento como jefe del departamento de Cambio del Banco Central.16 El nuevo equipo implementó unas serie de medidas de racionalización: se despidieron a 40 empleados, no se renovaron la mayoría Por otro lado, el nuevo interventor presentó la inconstitucionalidad de la ley 3019, situación que fue resuelta por la Corte de Justicia de la Nación, quién ratificó la constitucionalidad de la ley, asegurando al mismo tiempo la subsistencia de la institución como una entidad de derecho privado que representaba a más de 9000 pequeños viñateros y por ende, perseguía un fuerte interés público y social. A inicios de la década del ‘70, durante la gestión del Dr. Carlos Enrique Gómez Centurión se crea un Consejo Normalizador para asumir la dirección y administración de la CAVIC (Ley Nº 4576/71). Vale decir que las intervenciones alcanzaron también épocas democráticas, debido a las sucesivas irregularidades en la gestión de la corporación. Sin embargo, la vinculación entre la CAVIC y los sucesivos gobiernos no fue la misma en épocas democráticas que en las de facto. En general, la balanza de poder se desplazaba de un extremo a otro según gobiernos elegidos democráticamente con base popular o gobiernos autoritarios. En los primeros, cuyas características - más progresistas y paternalistas - hacían que su base de poder estuviese asentada sobre grupos más vulnerables pero también más numerosos17 (trabajadores y viñateros sin bodega), lo que implicó que en ocasiones se utilizara a la entidad como oportunidad política. La corporación representó en sus orígenes a pequeños y medianos sectores vitícolas cuyos intereses y circunstancias diferían ampliamente del bloque de poder representado por un pequeño grupo de bodegueros. Por el contrario, las alianzas más sólidas sobre las que se asentaban los grupos dominantes que sostenían los gobiernos de facto, se realizaban en general con sectores más liberales y conservadores de la economía sanjuanina (bodegueros trasladistas), además de eliminarse las instancias de control, de participación en la toma de decisiones y los derechos conferidos a los accionistas originariamente. 10 Semanario “El Viñatero”. 1965 11 El Diario de Cuyo en reiteradas ocasiones calificó a la CAVIC por ello como un “ensayo corporativista por ser coercitivo y discriminatorio en la fijación de tributos y opuesto a la libertad económica” (Diario de Cuyo; 9/2/1964). REV IISE 53 Si bien en épocas de gobiernos constitucionales los viñateros se vieron favorecidos y de algún modo amparados a través de las decisiones políticas implementadas 18, los bodegueros contaban por un lado, con lazos muy fuertes con los gobiernos conservadores y con vinculaciones hacia fuera de la provincia lo que, en innumerables ocasiones, les permitió colocar con éxito lo producido y en ocasiones desfavorables retener el producto hasta que mejoraran las condiciones. Por otro lado, a pesar de la diversificación lograda y la apertura de nuevos mercados exportables, en 1976 la CAVIC atravesó por una grave crisis financiera debido a las inestabilidades en el mercado vitivinícola. Un hecho que marcó una de las peores crisis de la vitivinicultura regional fue la caída del valor real del vino, en 1976 apenas alcanzaba el 20% del precio vigente en 1973.19 A esto se sumó que, a pesar de la claridad o precisión con la que estaba redactada la ley de creación de la CAVIC, los mecanismos previstos en la misma pocas veces fueron cumplidos al pie de la letra. Aparentemente, la rendición de cuentas, el balance y la memoria anual no siempre fueron presentadas, ya que algunos registros indican que estas condiciones sólo fueron cumplimentadas en los primeros años. A partir del ’66, las cifras financieras y productivas de la CAVIC fueron en muchas ocasiones un misterio, lo que a la larga convergió ineludiblemente en una serie de importantes irregularidades que llevaron al cierre de la entidad. 2. ANÁLISIS DE LA POLÍTICA 2.1. Espectadores y Jugadores: Como política pública, la CAVIC significó una prometedora solución para algunos grupos tradicionales de la sociedad sanjuanina, a la vez que un potencial problema para otros, según los intereses en juego. En este marco es necesario conocer, describir e interpretar cuáles fueron los grupos más relevantes en torno a la corporación. Sus características, recursos, debilidades, estrategias, alianzas, relaciones y conflictos a lo largo de cada etapa, e incluso la vinculación entre ellos mismos. Las instituciones más importantes fueron: • Federación de Viñateros: Es una de las entidades vitícolas más antiguas en la provincia y se caracteriza por ser la que tradicionalmente aglutinó a la mayor cantidad de viñateros sanjuaninos sin bodega. La defensa de estos implicó distintas estrategias, en algunos casos la negociación con gobiernos democráticos y de facto, en otros con el principal sector opositor: los bodegueros. Durante la ISI fue un importante actor de presión en la agenda pública, tanto provincial como nacional, logrando tematizar algunos puntos vitícolas importantes. Entre sus objetivos se encontraban el de gestionar créditos, presionar para el incremento del precio de la uva, realizar campañas periodísticas y otras acciones para evitar la adulteración de vinos. Sin embargo, si bien tenía un alto nivel de apoyo por parte de la sociedad sanjuanina ya que congregaba a un importante número de productores20 (apreciable sobretodo en 12 Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia; Mar del Plata; Córdoba; Santiago del Estero; Jujuy y Rosario 13 En efecto, en tres años la CAVIC pasó de moler 81.183.555 en 1964 a 212.089.012 kilos de uva en 1966. En cuanto a la producción de vinos pasó de elaborar 62.051.554 litros en 1964 a 176.477.893 litros en el ‘66. Durante el ejercicio 64/65 se vendieron 742.373.879 litros de vino, cantidad que asciende a 3.531.844.281 en el ejercicio 65/66. Diario Tribuna; 28/7/66:5. 14 González Argüello provenía de grupos sociales cuyos intereses se alejaban bastante de los intereses de los pequeños viñateros sanjuaninos: se desempeñaba como contador, además de arrendar una bodega y de ejercer la presidencia del Club Español. 15 El Diario Tribuna realiza una fuerte crítica sosteniendo que era una intervención absurda en tanto la CAVIC era propiedad de los viñateros y no del estado ni de ningún gobierno, cuyo patrimonio no se integra con fondos del Estado ni con impuestos sin con aportes de personas y empresas particulares, que son sus accionistas. Diario Tribuna; 28/7/1966. 16 El resto del staff de la CAVIC se componía de Rodolfo Caporalini; Jorge de Arriba y Julio Duharde, todos funcionarios del Banco Central. 17 En el discurso de apertura a la Cámara legislativa provincial el 27 de abril de 1966, Bravo afirma que en sus inicios la CAVIC asoció obligatoriamente por ley a 12.500 viñateros sanjuaninos. 18 No se puede dejar de considerar que el nacimiento de la CAVIC como institución que protegía los intereses de los pequeños y medianos productores vitivinícolas es el resultado de las consideraciones tenidas por el Gobierno bloquista para con el sector de los más desprotegidos. 19 Diario Tribuna; 24/12/1976; pág. 7. 20 En 1964 esta institución agrupaba a más de 4.000 productores. Diario Tribuna; 6/02/1964: pág. 3. 54 REV IISE épocas electorales) su principal debilidad era la carencia de recursos económicos. Fue la institución más importante en la promoción y apoyo en la creación de la CAVIC. Su infraestructura permitía a sus afiliados contar con un destino seguro de compra para sus uvas, la posibilidad de elaboración de las mismas y la colocación en el mercado, en un entorno de precios desfavorables para el pequeño y mediano productor, tanto de la uva como del vino. Además, como entidad compartía los mismos objetivos que originariamente tenía la corporación, y en los primeros tres años, juntas conformaron una sólida sinergia entre el sector público y privado. El alto grado de legitimidad que tenía en el ámbito viñatero fue el medio más rápido para que muchos de sus miembros ocuparan cargos electivos de jerarquía en la CAVIC. Esta situación le confería ciertos privilegios a la hora de negociar reivindicaciones sectoriales. La gestión en torno a la CAVIC fue armónica con los gobiernos de los primeros años de la corporación (Bravo, García), convirtiéndose en un duro opositor a partir del gobierno de Edgardo Gómez y, a pesar de sus estrategias, poco pudieron lograr frente al acecho de la intervención que dejaba a sus miembros fuera de las filas directivas de la corporación. Otra lucha incansable que persiguió este sector fue la Ley de Fraccionamiento en Origen21, que se consideraba como una estrategia contra el fraude y la adulteración que constantemente sufrían los vinos en la Argentina, al mismo tiempo que favorecía la posición de las provincias productoras en los mercados. Entre los beneficios derivados estaba el mejoramiento del control por parte de la policía vitivinícola, la generación de ‘emporios industriales’ que favorecían el desarrollo de industrias subsidiarias, la aparición de actividades colaterales, la mayor diversificación de la economía local. Como conclusión, puede sintetizarse que tradicionalmente la Federación de Viñateros se caracterizó por ser una institución con un importante poder de movilización. Sin embargo, dicha fortaleza no pudo ser traducida en cambios estructurales que modificaran realmente la situación del pequeño viñatero, ésta fue y es su limitación más importante. • Cámara de Bodegueros Exportadores de San Juan: entidad que aglutinaba los agentes del eslabón secundario de la cadena vitícola provincial y que, junto a unas pocas bodegas con sede en Buenos Aires y a los dirigentes del Grupo de Bodegueros de Mendoza, conformaban la élite de poder vitivinícola del momento. Su unión fue fundamental para desactivar la movilización de pequeños productores, liderada por la Federación de Viñateros y asociada a la CAVIC. En la provincia, encabezada por su presidente Francisco Bustelo en connivencia con Quinto Pulenta, presidente de la Asociación Vitivinícola Argentina (AVA), conformaron un “Trust Bodeguero”. Fue el principal agente opositor a la creación CAVIC como entidad y, por supuesto, al sector de viñateros que la conformaban. Sus líderes más representativos consideraban que la función de CAVIC era la de ser un organismo que tenía que permanecer en posición “expectante, interviniendo en el mercado sólo cuando éste tienda a distorsionarse, y en este caso adquirir la producción de uvas que no reclame la producción privada y abastecer al mercado de traslado en la medida que sea indispensable”.22 Sus representantes mantuvieron vínculos estrechos con los gobiernos más conservadores, a partir de lo cual lograban obtener rentables beneficios para un pequeño grupo de industriales exportadores que, en general, desfavorecían a los pequeños y medianos viñateros. Sus miembros se opusieron constantemente a la compulsividad en el pago de los aportes a la CAVIC - fijados por ley provincial Nº 3.019 - que debía realizar todo agente vitivinícola, impugnando la constitucionalidad de la imposición, y si bien desplegaron un abanico de recursos legales, aunque lograron disminuir el canon, no consiguieron vetar la medida. A pesar que siempre se encontraron en mejores condiciones que el resto de los sectores vitícolas, desde la creación de la CAVIC reclamaron a los sucesivos gobiernos un trato igualitario con respecto a los viñateros, alegando que estos gozaban de “ciertos privilegios que sus asociados no disponían”.23 21 La Ley de Fraccionamiento en origen fue un proyecto de vieja data solicitado por los viñateros sanjuaninos que querían lograr la obligatoriedad del envasado en origen, es decir en plantas o bodegas productoras de la región. Este anhelo al fin se concreta con la Ley Nº 3908 de junio de 1974. 22 Diario Tribuna; 27/11/1966: pág. 4. 23 Diario Tribuna; 27/4/1965: pág. 4. REV IISE 55 Así, desplegaron un sinfín de estrategias que iban desde la clásica especulación con el precio de la uva y el vino24, hasta la presión gubernamental. En épocas de sobreproducción fomentaban la maquila en condiciones y precios miserables, en tiempos de escasez favorecían la recepción pagando el flete o precios por encima de la cosecha próxima anterior. En este marco, sus iniciativas lograron que en abril de 1965 - el gobierno de Bravo derogara parcialmente la exención de impuestos otorgada por ley provincial Nº 3.23625, fundamentando que “no se justificaba un tratamiento preferencial que privaba al erario público de 14 millones de pesos26. De este modo, la CAVIC que contaba con una exención impositiva en el 100% de sus contratos y operaciones comerciales, a partir del mencionado veto comenzó a pagar el 50% del valor estimado. Los bodegueros siempre fueron oportunistas y sus acciones se dirigían a ‘proteger’ al sector. Generalmente fijaban el precio de las uvas y las condiciones de las operaciones comerciales ‘a último momento’ y por ende, salían beneficiados ya que eran el mal necesario en el que terminaban cayendo el resto de los sectores. Si bien tenían los recursos o la capacidad para lograr y aportar lo que el resto de las instituciones vitícolas sanjuaninas no estaban en condiciones de generar para mejorar las condiciones del sector vitícola, sus reivindicaciones eran absolutamente sectoriales. VIPA del ente, empujándola a establecer las alianzas más insólitas27. Con el correr de los años tuvieron un comportamiento de permanente crítica, anarquía28 y oposición a la dirigencia de la CAVIC y a los gobiernos oficialistas. Fueron acusados en reiteradas ocasiones de “recurrir al escándalo, intriga y confusión para dividir a los viñateros”.29 - Sociedad de Viñateros Sin Bodega, institución creada en 1959 y que nucleaba a pequeños productores vitícolas y que, originariamente apoyó la creación de la CAVIC. - Federación Económica: creada en 1953, fue una institución de principios liberales. Como tal, no fue promotora de la creación de la CAVIC por considerarla producto de la intervención estatal, de hecho, por esa misma razón, se opuso rotundamente a la intervención del ente corporativo en 1966 por parte del Estado, “apoyando cualquier movimiento de defensa de la CAVIC”.30 - Medios de comunicación: la cuestión vitícola dividía la opinión pública en medios a favor y medios en contra de la CAVIC. El principal periódico de oposición fue el Diario de Cuyo que la calificaba como “un nuevo ensayo corporativista (…) llamado a nuclear compulsivamente a los productores, vulnerando preceptos constitucionales, coercitivo e discriminatorio en la fijación de tributos”.31 Otras instituciones: El principal diario a favor fue el Diario Tribuna. Este era un instrumento de gran valor para el sector viñatero donde se plasmaron los más acérrimos discursos de defensa de la CAVIC. - UFEVIPA, institución de principios comunistas que originariamente apoyó decididamente la creación de la CAVIC. Si bien algunos de sus líderes conformaron los cuadros directivos de la institución (Dr. Storni en 1965), con el correr del tiempo el liderazgo de la Federación de Viñateros en la CAVIC alejó a UFE- El semanario El Viñatero también apoyó permanentemente a la CAVIC, manifestándose a su favor y defendiendo la posición de los viñateros productores considerando que eran los verdaderos agentes económicos que sostenían el desarrollo de la economía provincial. 24 Según el Diario Tribuna, era tradicional que la Cámara de Bodegueros esperara hasta el último minuto para fijar el precio de la uva, y al ser ésta un producto perecedero los viñateros la entregaban sin saber a qué precio y en qué condiciones se la iban a pagar. Finalmente, 3 o 4 firmas se ponían de acuerdo para determinar el precio final una vez que ya se había transformado en vino. 25 Haciendo referencia a la Ley 3.236, la solicitud que solicitaba la derogación de la misma alegaba que dicha normativa es “un elemento que viene a alterar el juego normal del mercado competitivo en desmedro y prejuicio de los sectores industriales”. Ing. Francisco Bustelo, titular de la Cámara de Bodegueros Exportadores de San Juan. Diario Tribuna; 27/4/1965: pág. 4. 26 Ídem. 27 A pesar de su ideología, durante la intervención de la CAVIC por parte de gobiernos significativamente conservadores es acusada por Tribuna de “aparecer en una extraña componenda con el oficialismo para obtener un lugar de veedores para algunos de sus miembros”. Diario Tribuna; 21/09/1966: pág. 4. 28 En las elecciones para autoridades de la CAVIC a finales de 1966 UFEVIPA no presentó ninguna lista e instaba a los viñateros a no recurrir a votar. Diario Tribuna; 20/11/1966. 29 Diario Tribuna; 10/6/1966: pág. 4. 30 Diario Tribuna; 27/08/1966: pág. 4. 31 Diario de Cuyo; 9/01/1964: pág. 4, editorial. 56 REV IISE 2.2. REGLAS Y OBJETO DE JUEGO: Las distintas estrategias, consensos, alianzas y negociaciones implicaban fundamentalmente una lucha de poder, principalmente económico pero también político. En este marco todo estaba permitido, desde la pérdida de lo producido anualmente hasta la intervención del Estado a favor de los grandes grupos productivos. Esta puja de poder tuvo a lo largo de la vida de la institución, muchos momentos de tensión en los que claramente el gobierno debió mediar para evitar males mayores entre fuerzas productivas que convivían en el mismo espacio y se disputaban la misma fuente de recursos, evidenciando claramente una posición de “autonomía relativa” por parte del gobierno. La principal problemática era la desarticulación existente entre productores e industriales, en la que frecuentemente los productores quedaban de rehenes de los industriales ya que los primeros producían un bien perecedero con una corta vida útil y carecían de los medios para transformarlo, y los segundos a sabiendas de esta dificultad se aprovechaban de las circunstancias al mismo tiempo que frecuentemente lo utilizaban como un instrumento de presión en la negociación. En materia económica, la CAVIC fue una institución tan resistida y con tanta oposición debido, en parte a lo que ya se ha mencionado y en parte a que, antes de su creación (1964) las relaciones sectoriales entre el bodeguero y el viñatero estaban teñidas de características precapitalistas32. En sus orígenes, la CAVIC vino a modificar esta situación convirtiéndose en el principal agente de demanda de los productores sin bodega, logrando en sus años de auge importantes mejoras económicas para ese sector específico, en detrimento de los agentes más poderosos del circuito: incrementó los pre- cios de la uva33 y obligó en reiteradas ocasiones a los industriales a conceder mayores beneficios con tal de obtener materia prima, como por ejemplo el otorgamiento de gastos para cosecha. Sin embargo, el logro de circunstanciales mejoras económicas para los viñateros no fue suficiente para el desarrollo y consolidación de un sector con significativas debilidades estructurales. Los enredos políticos tuvieron mucho que ver al respecto. La intervención del Estado - generalmente orientada por la corriente ideológica en la que se enmarcara el gobierno de turno, y/o o por los ciclos electorales - hacía confusa la institucionalidad jurídica de la CAVIC, a veces catalogada como empresa pública, otras como mixta, otras como privada, según los intereses en juego. Los distintos gobiernos de una provincia cuya economía era esencialmente vitícola habían hecho de la CAVIC desde sus inicios un botín electoral34, debido a la legitimidad social que la corporación suponía.35 Los conflictos, desacuerdos, consensos y negociaciones de los distintos sectores más importantes de la época, encontraban en la CAVIC el escenario perfecto para concretar sus luchas en un contexto de intereses socioeconómicos divergentes36. Sin dudas, fue una arena de lucha de poder, que dio lugar a una peligrosa burocratización del ente, objeto de cooptación permanente dirigido al favoritismo de familiares y amigos de funcionarios, que a la larga terminaron por enviciar la institución. Así, el Estado aparece como un agente más en torno a la cuestión vitivinícola, en el que convergen distintas fuerzas socioeconómicas y políticas con intereses opuestos, y cuyas alianzas y concesiones se invertían como un péndulo según las circunstancias. Sin embargo, sus 32 En 1965 el Diario Tribuna se refería al respecto diciendo: “es la selva, donde el poder acumulado en unas pocas firmas impone precios de miseria y condiciones coloniales de trabajo”. Diario Tribuna; 24/2/1965: pág. 4. 33 En 1964 la CAVIC pagó a $6,55 el kilo de uva. Ese preció ascendió a $11,92 en 1965 y a $21,38 en 1966. Obviamente, esto obligó a los industriales a modificar los precios mínimos que, hasta el momento, habían impuesto a los viñateros. 34 En 1966 el 70% de los viñateros no tenía bodega y veía empeorar su situación. Los resentimientos derivados de esta situación sólo servían para la especulación política en las elecciones. 35 En 1964 en ocasión de elecciones para las autoridades de la CAVIC, sus votantes superaban los 10.000 productores, 105 contratistas y el resto propietarios. 36 Un ejemplo de ello se dio a finales de 1966, luego que CAVIC fuera intervenida, y después de sucesivas impugnaciones por parte del gobierno, se llamó a elecciones de autoridades. Se presentaron dos listas: la “Azul” presidida por Fernando Mó (Presidente de la Federación de Viñateros), cuyo discurso principal era la libertad absoluta para que los productores defendieran y manejaran sus intereses; y la “Verde Claro”, respaldada por viñateros no alineados en otras organizaciones y por el oficialismo -con un discurso contrario al de Mó. El triunfo de la primera implicó simbólicamente una derrota al gobierno. Sin embargo, tres meses más tarde, Mó debe renunciar a su cargo, ya que el gobierno había condicionado su ayuda a la corporación (que se encontraba en una grave crisis financiera) a la dimisión del líder viñatero. Un diario local de la época afirmaba que el gobierno había anunciado que si Fernando Mó renunciaba a la dirección de la CAVIC estaba dispuesto a: 1. Gestionaría prórrogas y refinanciaciones; 2. Conseguirían que los bodegueros compraran todos los vinos; 3. Obtendría préstamos para el levantamiento de cosecha; 4. Fijaría los precios de la uva, para que ésta se venda a precios compensatorios. Diario Tribuna: 2/02/1967. REV IISE 57 políticas fueron decisivas en el sostenimiento y consolidación de un determinado sector y en la crisis y cierre posterior de la CAVIC. De modo que, si no era posible la colocación de funcionarios políticos en sus cuadros, se la intervenía - con o sin fundamentos - pero no con el objetivo de sostener a largo plazo una institución de desarrollo económico que mejorara las calidad de vida de los agentes más vulnerables de la economía sanjuanina, sino en función de los intereses personales de los gobernantes de turno, desvirtuándose de ese modo el fin original para el que fuera creada. 2.3. RECURSOS NECESARIOS PARA ENTRAR EN EL JUEGO: La puesta en marcha de la CAVIC, en términos de implementación de una política pública puede ser analizada con la metáfora del “juego”, es decir: “estrategias y técnicas de interacción por medio de las cuales entran en relación recíproca actores independientes, poseedores de diversos recursos que el programa o la política contempla como componentes necesarios para la producción del evento deseado (…)” (Bardach; 64:1969). El diseño de la política estuvo vinculado a la necesidad de dotar a los pequeños y medianos viñateros de un instrumento para poder superar las asimetrías generadas por la posición de cada uno de los actores en la cadena productiva. Para lograr el objetivo planteado o para la producción del evento deseado, el gobierno le cede el manejo de la Bodega del Estado, al mismo tiempo que le garantiza la liquidez a la corporación asegurándole los recursos derivados del aporte compulsivo de los asociados, manteniéndose este ingreso constante durante toda la vida de la institución. Estos recursos que ponían en un pie de igualdad a todos los integrantes del sector no se mantuvieron en el tiempo y se fueron perdiendo correlativamente con las intervenciones sufridas por la entidad. El principal problema que surgió al interior del juego fue que no todos los participantes disponían de los mismos recursos. Las asimetrías generadas al interior del sector terminaron jugando un rol fundamental al momento de la distribución de recursos de poder, en términos de fijación del precio de la uva, de la cosecha y acarreo y de las condiciones y formas de pago de los vinos, ya que si bien la institución congregó a todos los pequeños y medianos viñateros, estos no contaban con los instrumentos 37 Semanario “El Viñatero” 58 REV IISE como para imponerse a los grandes bodegueros que, en última, eran quienes fijaban el derrotero de la política vitivinícola provincial. Es decir, si bien la CAVIC fue pensada como “un organismo regulador y estabilizador de la comercialización de la uva y el vino”37 a lo largo de su vida se fue perdiendo el rol fundamental y con ello los recursos propios para poder imponer su política y convertirse así en la entidad que fijara la política vitivinícola provincial. 2.4. NATURALEZA DE LAS COMUNICACIONES PERMITIDAS ENTRE LOS JUGADORES: Las comunicaciones estuvieron signadas por periodos en los que solo existieron las acusaciones cruzadas sin que mediara palabra o, por lo menos, sin que existiera la posibilidad de que participaran de una misma mesa de diálogo, mientras que en otros momentos articularon el diálogo con acciones conjuntas. En lo que respecta a los agentes más importantes que actuaban alrededor de la CAVIC, la Federación de Viñateros, por ejemplo, utilizaba más comúnmente como estrategia comunicacional la convocatoria al diálogo con el resto de los sectores de la industria. Ante la negativa de los bodegueros, los viñateros apelaban a la intermediación del gobierno de turno al mismo tiempo que auguraban el contagio de la mala situación al resto de las actividades de la economía provincial. Los Bodegueros, en cambio, utilizaban como estrategia la emisión de comunicados en los medios de comunicación sobre todo la prensa escrita - dejando fuera de la discusión a los productores viñateros. Este grupo también utilizaba frecuentemente el ‘silencio de radio’ como mecanismo frente a la invitación al diálogo por parte de los viñateros. Este grupo se percibía a si mismo en una situación de superioridad frente al resto de los actores y este silencio formaba parte del poder de veto que el grupo estaba en condiciones de ejercer. En consecuencia, no participaban de las conversaciones oficiales sobre el precio de la uva imponiéndoles a los productores sus decisiones. Por otro lado, la comunicación entre la Corporación y el Gobierno también padeció momentos difíciles, sobre todo en los tiempos que la entidad estuvo intervenida. Si bien en sus inicios las autoridades provisorias habían sido nombradas desde el seno del Gobierno, lo que las convertía en interlocutores válidos, está situación se modificó a partir del momento de que fueron electas entre sus pares. GRADO DE INCERTIDUMBRE RESPECTO DEL RESULTADO DEL JUEGO: El grado de incertidumbre - respecto de su éxito o fracaso - se ve superado por las racionalidades sectoriales impuestas por cada grupo. Las intenciones de los sectores con mayor capacidad de recursos de sostener el discurso original de una determinada política, o por el contrario, para provocar desviaciones en la misma hacen que se borre toda certeza respecto a los resultados del juego. La CAVIC terminó siendo una arena de poder con lógicas contradictorias. La intención de su creación hacía pensar en la llegada de nuevos aires para un sector que había mostrado innumerables dificultades y si bien había arrancado con cambios positivos y buscando consolidarse en los objetivos planteados, en el transcurso de su vida fueron apareciendo dificultades que provocaron desvíos o alteraciones en los objetivos planteados. La institución trató de consolidar estrategias y tácticas que modificaran la estructura de poder hacia el interior del sector y así provocar una influencia favorable en la economía sanjuanina en su conjunto. Pero existían demasiados actores con ‘peso propio’ que dificultaron la planificación de las acciones pertinentes para lograr el objetivo. Además la situación política nacional y provincial jugó un papel fundamental dado que la institución nació durante un gobierno democrático pero le tocó pervivir durante duras etapas de intervención militar, situación que ni siquiera fue imaginada por sus mentores. vitivinícola regional38. A pesar de que había sido creada con la idea de la defensa del productor, terminó siendo manejada con un criterio absolutamente mercantilista en el que imperaban las leyes del mercado, a lo que se sumó la infiltración de los casos de corrupción. La corporación agroindustrial vitícola terminó siendo en el mercado una bodega más, un agente más, pero con enormes desventajas con respecto a otros agentes industriales, no sólo en términos económicos-financieros sino con el agravante que en su interior se jugaban intereses políticos-partidarios que favorecían, directa o indirectamente, la falta de control por parte de un órgano externo. Esto dio lugar a irregularidades y prácticas de corrupción que atentaron contra su misma existencia. CONCLUSIONES La implementación de una política como la de la CAVIC, en términos de Bardach39, requería el ensamblaje de numerosos y diversos elementos, así como también la toma en cuenta y el conocimiento de las posiciones que asumirían los distintos actores frente a la política y como estas se modificarían de acuerdo con las variaciones del contexto. La Federación de Viñateros que, apenas sancionada la ley, tuvo un rol fundamental en la vida de la institución al mismo tiempo que se convirtió en la proveedora de las autoridades de la CAVIC, luego de la intrusión militar e intervención de la institución, pierde la capacidad de influencia en la misma. Este cambio, la estrategia planteada por un ‘gobierno de facto’40 le dio una nueva orientación a la política y los principales afectados fueron los viñateros que quedaron librados a su propia suerte aun cuando en el diseño de la política habían sido los principales beneficiarios. La CAVIC fue la concreción de una política pública y su creación tuvo el objetivo de regular el mercado de uvas y vino y de contrarrestar el manejo dominante de los bodegueros sobre los precios y las condiciones de producción y pago, a fin de mejorar la calidad de vida del pequeño y mediano productor. Sin embargo, a pesar de las buenas intenciones de los discursos oficialistas, la corporación no logró cumplir con su objetivo: el productor vitícola siguió siendo históricamente el sector más vulnerable en el escenario productivo sanjuanino y hasta la actualidad es rehén de las condiciones impuestas de agentes más poderosos de la cadena Uno de los problemas fundamentales de los que adoleció la institución fue la asimetría de los actores que entraban en el juego, ya que mientras algunos, los Bodegueros, disponían de múltiples recursos para obtener la victoria; los otros, productores, no siempre contaban con el apoyo institucional necesario para alcanzar el éxito. Frente a esta problemática puede decirse que la alternativa que generó la CAVIC poniendo en marcha la Bodega del Estado fue una instancia fundamental en el aspecto de poder nivelar las fuerzas en pugna, permitiéndoles a los más débiles ocupar un nuevo lugar en la configuración local. 38 Tal como plantea Aguilar Villanueva “el curso de acción que se desata y que efectivamente es desarrollado, intencional o reactivamente por los varios actores gubernamentales, por los otros poderes estatales, por la multitud de diferentes actores políticos, grupos económicos y organizaciones sociales, con sus interacciones cooperativas o conflictivas, puede distanciarse más o menos de la estrategia intencional de acción colectiva, diseñada y organizada por la autoridad estatal” (Aguilar Villanueva; :26) 39 BARDACH, E. en Aguilar Villanueva. Op.cit. 40 La CAVIC fue intervenida por el Gobierno de Edgardo Gómez que era el Gobernador nombrado por el Gobierno Militar surgido de la Revolución Argentina en 1966. REV IISE 59 Así, la entidad se convirtió en un interesante botín político, en cuya dirección se cristalizó el poder social. En tanto la vitivinicultura era la actividad económica en torno a la cual se reunía la mayor cantidad de agentes económicos (viñateros, trabajadores vitícolas, industriales, fraccionadores sin bodega, trasladistas, comerciantes), en su interior se definía la matriz de poder sociopolítica y distintas entidades dirimían en sus elecciones el grado de fortaleza que las caracterizaba.41 Si bien en principio, la CAVIC pretendió ser el reflejo o la concreción del poder de un nuevo patrón social, este no logró consolidarse y sus aspiraciones quedaron disipadas definitivamente con su cierre (década del ’90). Los productos del Estado sintetizan lo que los grupos dominantes persiguen como objetivo, ya sea cooptando el aparato burocrático hasta formar parte de él estando dentro del aparato público (a través del diseño o implementación de una determinada política pública) o valiéndose de todos sus recursos para presionar sobre él. La hegemonía sociopolítica dominante fue cambiando de época en época, en tanto el periodo de sustitución de importaciones fue una etapa de importante inestabilidad institucional. Dicha hegemonía se plasmó no sólo en la intervención desde adentro del Estado mismo - mediante la ocupación de un puesto estratégico sino también en la influencia de la dirección de la economía provincial a través del uso de los distintos recursos de los que disponían, de los cuáles el ideológico era muy importante y el uso de los medios de comunicación fue una herramienta esencial. En síntesis, el bloque titular de la hegemonía dominante determinaba políticas favorables o no a la CAVIC, según la ideología y sus propios intereses. Así, la instauración de la CAVIC como política pública reflejó un Estado que materializó las relaciones de dominación y que, en consecuencia actuó como tal. FUENTES CONSULTADAS - CAVIC. Proyecto de solución a su actual coyuntura. - Censo Agropecuario de San Juan. 1960. - Diario Tribuna. 1964, 1965, 1966, 1967, 1976. - Diario de Cuyo. 1964. - Fundación Bataller. Página Web disponible en: http//www. fundacionabataller.org.ar/nuestra historia/paginas/historia cavic.php - Ley de Creación de la CAVIC. 1964. - Memorandum CAVIC. Proyecto. Julio 1968. - Mensajes del Gobernador Leopoldo Bravo. 1964. 1965. Provincia de San Juan. - Mensajes del Gobernador Edgardo Gómez.1966-1967; diciembre 1968. Provincia de San Juan. - Semanario “el Viñatero”. 1965. BIBLIOGRAFIA AGUILAR VILLANUEVA, Luis F. (1996) “El estudio de las políticas públicas”. Editorial Miguel Ángel Porrúa. México. MINISTERIO DE ECONOMÍA DE SAN JUAN (1995) Subsecretaría de Producción, Industria y Comercio. “Compilación estadística de la producción, industrialización y comercialización”. MO, Fernando (1979) “Vitivinicultura: Problemas Vitivinícolas Argentinos: Mitología, Leyenda, Historia”. Ed. De Palma. Bs. As. OSZLACK, O.; O’DONNELL, G. (1976) “Estado y Políticas Estatales en América Latina: hacia una estrategia de investigación”. Documento CEDE/G.E./CLACSO Nº4. Bs. As. Argentina. Transformación y Reactivación Económica de la provincia de San Juan.1968. Universidad Nacional de San Juan. Estudio de Factibilidad. 1973. T II. Vol. 1 y 3. VIDELA, Horacio (1984) “Historia de San Juan”. Editorial Plus Ultra. Bs. As. 41 Según OZLACK Y O’DONELL las políticas suponen en algunos casos PENETRACIONES del Estado en la sociedad civil y en otros mutuas y variables INTERPENETRACIONES donde el componente de “mando” que pone el Estado se agregan relaciones mucho más bidireccionales de poder, influencia, negociación y cooptación (OZLACK y O’DONELL; :99) 60 REV IISE LAS LUCHAS POR LAS DEFINICIONES DEL MUNDO SOCIAL1 GOLDBERG, MARÍA2 RESUMEN Las Ciencias Sociales tuvieron, desde su nacimiento, serios problemas para establecer su status epistemológico (por otro lado, siempre cuestionado) y dificultades, hasta la actualidad, para lograr, en términos de Bourdieu, su autonomía relativa como campo. En el caso de las ciencias sociales, la dificultad para lograr la autonomía que constituye la condición de posibilidad de la actividad científica se ve incrementada por el hecho de que tanto sujeto como objeto de las mismas son agentes de la vida social. La investigación social supone, paradójicamente, el distanciamiento imprescindible para abordar científicamente el objeto de estudio a la vez que un fuerte compromiso con el mundo social que se investiga. Esta tensión es desgarrante. Más desgarrante a medida que aumentan las tensiones sociales. Los apremios del mundo social hacen que muchas veces en la práctica científica quienes nos dedicamos al estudio de este mundo, sobre todo en sociedades altamente urgidas de solución, nos inclinemos a dar respuestas inmediatas, eludiendo lo que Elias llama “el rodeo por la investigación”. Esta situación conduce a que con demasiada frecuencia actuemos más como doxósofos, inclinados a opinar e interpretar el mundo sin el respaldo que el conocimiento sobre ese mundo, aunque parcial y provisorio, provee, que como sociólogos, sabiendo que esa función implica, inevitablemente, una ruptura con las evidencias instaladas en el sentido común. Hecho que, en general, no suscita excesivas simpatías, pero que protege la distinción entre la “voz de la persona” y la “voz de la ciencia”. PALABRAS CLAVES: Campo científico, autonomía, compromiso, distanciamiento ABSTRACT Since their birth until our days, social sciences have found serious problems in the way to establish their epistemological status and difficulties to reach their autonomy as fields (in Bourdieu‘s terms). In the social sciences‘ case the difficult to reach the autonomy is increased because subject and object are both social‘s life agents. Social research suposes a paradox between the essential detachment required for the scientific approach to the object and a strong involvement with the social world. This tension grows in the meantime that social tensions increase. Social emergencies often lead the researchers to avoid the way of the research and to interpret the social world without the support that scientific knowledge provides. KEY WORDS: Scientific field, autonomy, involvement, detachment 1 Trabajo presentado en el PRE-ALAS Corrientes - Preparatorio del XXVII CONGRESO ALAS Buenos Aires 2009. Septiembre de 2008. Corrientes, Argentina. 2 [email protected]. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. REV IISE 61 Las Ciencias Sociales, y la Sociología en particular, surgen en el mismo proceso de constitución de los Estados-Nación, intentando dar respuesta a las conmociones de un mundo que está cambiando. De hecho, las primeras corrientes que pueden caracterizarse como sociológicas, centran fuertemente su análisis en la dinámica social, es decir en los procesos de cambio, sea para neutralizar o para agudizar los conflictos, en busca de un modelo de sociedad, inexistente en ese momento. Siguiendo a Elias, podemos decir que los precursores de la Sociología son los “voceros” de las dos clases ascendentes en las sociedades de la industrialización temprana. “En los países industrializados del siglo XIX, en los que se escribieron las primeras obras de los padres de la sociología, las voces que, en el coro del siglo, acabaron por imponerse fueron las que expresaban las creencias, ideales, objetivos a largo plazo y esperanzas sociales de las clases industriales ascendentes, frente a aquellas otras voces que se orientaban hacia el mantenimiento y conservación del orden social pre-existente en el sentido de una elite del poder de carácter dinástico-cortesano, aristocrático o patricio. Consecuentemente con su posición como clases ascendentes, las primeras eran las que tenían mayores esperanzas en un futuro mejor. Y como quiera que su ideal no residía en el presente, sino en el futuro, estaban especialmente interesadas en el proceso social y en la evolución de la sociedad”. (Elias, 1993:22) (Este planteo que hace Elias con respecto a que los precursores de la sociología analizan los procesos sociales de larga duración porque están hablando de una sociedad inexistente, una sociedad por venir, puede analogarse al proyecto de la Generación del 37 en nuestro país, por ejemplo, en la obra de Sarmiento. Quizás por eso, el “Facundo” no es sólo la primera mirada sociológica sobre la realidad argentina, sino también, y fundamentalmente, la formulación de un modelo de sociedad.) La Sociología surge, así, como ciencia arraigada en el proceso histórico, pero, y primordialmente, como ciencia que mira el futuro y busca forjarlo. Las Ciencias Sociales podían, y debían, al modo de sus parientes más maduras, conocer el mundo para transformarlo. Era cuestión de tiempo. Sin embargo, estas ciencias tuvieron, desde su nacimiento, serios problemas para establecer su status epistemológico (por otro lado, siempre cuestionado) y dificultades, hasta la actualidad, para lograr, en términos de Bourdieu, su autonomía relativa como campo. Autonomía significa que una determinada actividad humana, a través de la lucha que desarrollan los agentes que la encarnan, despliega su propia lógica de funcionamiento, establece sus pro- 62 REV IISE pias reglas de juego, instaura su capital específico y fija los límites, siempre cambiantes, del campo. Es decir, la autonomía produce un efecto de cierre. Efecto que se hace sentir más en ciertos campos y en determinados momentos históricos pero que, aun en aquellos más propicios, nunca es total. En el caso de las ciencias sociales, la dificultad para lograr la autonomía que constituye la condición de posibilidad de la actividad científica se ve incrementada por el hecho de que tanto sujeto como objeto de las mismas son agentes de la vida social. Muchas de las negaciones de las ciencias sociales, de su posibilidad de ser ciencias, se sustentan, por tanto, en la dificultad de separar los valores e intereses de los investigadores de su objeto de estudio. Bourdieu decía en la Lección Inaugural en el College de France al asumir la cátedra de Sociología: “Cuando no es capaz de introducir esta distancia objetivadora, por ende crítica, el sociólogo da la razón a los que ven en él una especie de inquisidor terrorista, disponible para cualquier acción policíaca simbólica. No se ingresa en la sociología sin desgarrar las adherencias y adhesiones que nos atan por lo general a ciertos grupos, sin abjurar creencias que son constitutivas de la pertenencia y renegar de todo vínculo de afiliación o filiación”. (Bourdieu, 1990:56) Probablemente, el desarraigo total es imposible. La investigación social supone, paradójicamente, el distanciamiento imprescindible para abordar científicamente el objeto de estudio a la vez que un fuerte compromiso con el mundo social que se investiga. Tal como lo expresa Elias: “El problema que se plantea a los científicos sociales no puede solucionarse mediante una sencilla renuncia a las funciones de miembro de grupo a favor de las de investigador. Los científicos sociales no pueden dejar de tomar parte en los asuntos políticos y sociales de su grupo y su época, ni pueden evitar que éstos les afecten. Además, su participación personal, su compromiso, constituyen una de las condiciones previas para comprender el problema que han de resolver como científicos. Pues, si bien para estudiar la estructura de una molécula no hace falta saber qué se sentiría si se fuese uno de los átomos, para comprender las funciones de grupos humanos es necesario conocer desde dentro cómo experimentan los seres humanos los grupos de los que forman parte y los que les son ajenos; y esto no puede conocerse sin participación activa y sin compromiso”. (Elias, 2002:45,46) Los apremios del mundo social hacen que muchas veces en la práctica científica quienes nos dedicamos al estudio de este mundo, sobre todo en sociedades altamente urgidas de solución, nos inclinemos a dar respuestas inmediatas, eludiendo lo que Elias llama “el rodeo por la investigación”. Desde esta actitud, el conocimiento científico del mundo social es lo que se omite y la explicación que surge de ese arduo proceso, herramienta poderosa para transformar el mundo, es sacrificada en aras de la acción. Una acción que pretende, legítimamente, cambiar el mundo desde la polémica, más o menos pacífica, con el orden establecido pero que, al no romper con la lógica del sentido común, no produce una verdadera confrontación con ese orden, confrontación que es posible desde el conocimiento y explicación concebidos como orientadores de una praxis, a mi entender, realmente política, cuyos frutos no son forzosos ni mucho menos inmediatos. A menudo tengo la angustiante impresión de que perdemos confianza en la ciencia, y que esta pérdida favorece aquellos intereses contra los que creemos luchar. Esta situación conduce a que con demasiada frecuencia actuemos más como doxósofos, inclinados a opinar e interpretar el mundo sin el respaldo que el conocimiento sobre ese mundo, aunque parcial y provisorio, provee, que como sociólogos, sabiendo que esa función implica, inevitablemente, una ruptura con las evidencias instaladas en el sentido común. Hecho que, en general, no suscita excesivas simpatías, pero que protege la distinción entre la “voz de la persona” y la “voz de la ciencia”. Elias describía a menudo la vocación del sociólogo diciendo que era como embarcarse en un “viaje de descubrimiento” en el territorio, mayoritariamente desconocido, de la sociedad. Desconocido y, sin embargo, y este constituye uno de los más resistentes obstáculos epistemológicos, tan familiar que resulta autoevidente en tanto nuestra inmersión e inversión en los juegos sociales que propone, nos otorga la “ilusión de la transparencia” de ese mundo. Sin duda, esta tensión es desgarrante. Más desgarrante a medida que aumentan las tensiones sociales. Pero, en la medida en que renunciemos al conocimiento y a la explicación científicos no podremos contribuir desde ese lugar a la transformación de un mundo atravesado por la desigualdad y la injusticia. El conocimiento tiene, por sí mismo, un efecto que, como a Bourdieu, me parece liberador, en tanto permite el reconocimiento de los mecanismos que actúan en la producción y reproducción del mundo social, amparados en su desconocimiento. Dos formas que la abdicación adquiere frecuentemente hoy en la sociología consisten, una, en la propuesta de una acción en la que el sociólogo, al identificarse con algún sector, confunde los planos del compromiso y, como consecuencia, evita el que corresponde al investigador social en su actividad específica: la producción de conocimiento sobre el mundo so- cial. La otra, mucho más sutil, se enmascara detrás del caso, de la particularidad, y, vestida de etnografía, (herramienta insustituible en el estudio social), convierte el medio en fin y, colmando la literatura con el estudio de casos que se retroalimentan incesantemente, elude la explicación que, según parece, además de moderna se ha vuelto demasiado sociológica. En el prólogo de Una invitación a la sociología reflexiva, Bourdieu y Wacquant sostienen que “En cuanto a la reflexividad,…se impone más que nunca como un imperativo absoluto a todos los que quieren resistir eficazmente a esos conceptos de pacotilla —“globalización” y “flexibilidad”, “multiculturalismo” y “comunidad”, “identidad”, “hibridación”, “fragmentación”, etc. —, cuya difusión, en el campo universitario y fuera de él, acompaña en el mundo entero la puesta en marcha de la política neoliberal de destrucción del Estado social y de sus experiencias históricas, entre ellas la autonomía de la ciencia social; es decir, su existencia misma”. Con el transcurrir del tiempo y con la progresiva complejización del mundo que habitamos, y que nos habita, se torna cada vez más difícil, y a la vez más necesario, el modo en que la sociología debe abordar su objeto, a través de investigaciones que apunten “a la posibilidad de liberar el estudio de la sociedad de la esclavitud de las ideologías sociales. Con ello no se está diciendo que toda investigación que excluya el predominio de los ideales políticoideológicos tenga que renunciar a la posibilidad de influir en la marcha de los acontecimientos políticos por medio de los resultados de la investigación sociológica. Todo lo contrario: la utilidad del trabajo de investigación sociológica como instrumento de la praxis social queda fortalecida siempre que no nos engañemos proyectando en la investigación de lo que es y lo que fue aquello que deseamos o pensamos que debe ser.” (Elias, 1993:30) En un cuarteto de su poema Surcando la tormenta, Elias evoca la imagen de los seres humanos como, “nacidos de una tormenta de desorden nómadas del tiempo que no corre en un vacío sin límites surcando la tormenta” Que nos recuerda, con la belleza de la poesía, que los seres humanos somos, como producto azaroso de la evolución, inescindiblemente individuos y sociedad. Especie viviente cuya supervivencia depende del conocimiento y única especie consciente de su finitud. “Condenado a la muerte, ese fin que no puede tomarse como fin, el hombre es un ser sin razón de ser. Es la REV IISE 63 sociedad, y sólo ella, la que dispensa en diferentes grados las justificaciones y las razones de existir; ella es la que produce los negocios o las posiciones que se consideran “importantes”, ella produce los actos y los agentes que se juzgan “importantes” para sí mismos y para los demás, como personajes que han recibido una garantía objetiva y subjetiva de su valor y han sido así arrebatados a la indiferencia y la insignificancia….Miseria del hombre sin Dios, decía Pascal. Miseria del hombre sin misión ni consagración social. En efecto, sin ir tan lejos como Durkheim, quien dice “la sociedad es Dios” yo diría: Dios nunca es más que la sociedad. Lo que se espera de Dios nunca se puede recibir más que de la sociedad, que es la única con el poder de consagrar, de arrebatar a la facilidad, a la contingencia, al absurdo; pero, —y esto es quizás la antinomia fundamental— sólo lo hace de manera diferencial, distintiva: todo sagrado tiene su complemento profano, toda distinción produce su vulgaridad y la competencia por la existencia social conocida y reconocida que libera de la insignificancia es una lucha a muerte por la vida y la muerte simbólicas”. (Bourdieu, 1990: 76) La lucha por ese objeto, en el que, de diversas maneras está involucrada, es el objeto de la Sociología. BIBLIOGRAFÍA ELIAS, Norbert (1993) “El proceso de la civilización. Investigaciones sociogenéticas y psicogenéticas”. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires. ELIAS, Norbert (1990) “Compromiso y distanciamiento”. Ensayos de Sociología del Conocimiento. Ediciones Península. Barcelona. ELIAS, Norbert (1994) “Teoría del símbolo”. Península, Barcelona BOURDIEU, Pierre (1990) “Sociología y cultura”. Grijalbo, México. 64 REV IISE LA FORMACIÓN DOCENTE ENTRE LA MODERNIDAD Y LA POSMODERNIDAD1 MONTAÑEZ, SILVIA SUSANA; MANCHINELLI, MARÍA LUCÍA, DEMARTINI, MARÍA MERCEDES2 RESUMEN ABSTRACT Como docentes del Profesorado en Sociología , hemos transitado por distintas propuestas de trabajo. En principio recuperamos las herramientas teóricas y metodológicas de que disponíamos, por nuestra formación disciplinar, para abordar el proceso de trabajo como una instancia compleja en la que se interceptan los conocimientos disciplinares, pedagógicos-didácticos y el análisis institucional. Situación que nos permitió ubicar la instancia de Práctica como proceso situado, lo que, si bien sigue ofreciendo aspectos positivos, merece serios debates cada nuevo ciclo lectivo. 2 Actualmente la problemática que consideramos emergente apunta a las bases mismas de la formación docente. Se trata de ensayar algunas proposiciones que, a modo de ideas fuerza, nos alumbren acerca de la formación del docente en Ciencias Sociales. El contraste entre sujetos: los profesores de la asignatura, los alumnos que reciben al practicante, los alumnos practicantes y el docente formador. La encrucijada de concebir la educación como proceso de futuro pone en tensión la misma visión de futuro, ya que, de la concepción circulante posmoderna de inmediatez, disfrute y fragilidad de futuros, surgen los “ Para qué y para quiénes formamos?” La tensión entre sujetos educados en la modernidad, instituciones paradigmáticamente “modernas” y alumnos “posmodernos”, plantea una problemática todavía irresoluta. PALABRAS CLAVE: As teachers of the Faculty in Sociology, we have gone through various work proposals. In principle we recover the theoretical and methodological tools at our disposal, our disciplinary training, to address the work process as a complex instance in which intercept disciplinary knowledge, pedagogical-didactic and institutional analysis. This situation allowed us to locate the instance of Practice as a situated process, which, while still providing positive aspects deserve serious debate each new school year. Currently we consider emerging issues points to the very foundations of teacher education. This is to test certain propositions which, by way of key ideas, we shine on teacher education in Social Sciences. The contrast between subjects: the teachers of the course, students receive a practitioner, practitioners, students and the teacher trainer. The crossroads of design education as a process of future tense puts the same vision as, ci rcul ating postmodern concept ion of immediacy and fragility of future enjoyment, arise “Why and for Whom we are?” The tension be twee n ed ucat ed i n modern sub ject s, institutions paradigmatically “modern” and students “postmodern” poses a problem still unresolved. KEY WORDS: subject teacher training students - subject practitioner - postmodern formación docente –sujetos alumnos – sujeto practicante - posmodernidad 1 Ponencia Presentada en las III Jornadas Nacionales de Prácticas y Residencias en la Formación Docente. Universidad Nacional de Córdoba. 2008. 2 [email protected]; [email protected]. Instituto de Investigaciones Socioeconómicas. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. REV IISE 65 INTRODUCCIÓN La problemática que se considera emergente apunta a las bases mismas de la formación docente. Se trata de ensayar algunas proposiciones que, a modo de ideas fuerza, se plantean sobre la formación del docente: la tensión entre los sujetos enseñantes, los alumnos practicantes, los alumnos que reciben al practicante, el nivel de autonomía que posee en la institución donde desarrollará su práctica y las pautas indicadas por la institución formadora. En la concepción circulante posmoderna de inmediatez, disfrute y fragilidad de futuros, surgen interrogantes acerca de los “para qué y para quienes formamos?”. En suma, los profesores educados desde y para la modernidad, en instituciones modernas, atraviesan sus prácticas en relaciones con alumnos formados en la cultura posmodernista. Estas tensiones constituyen los nudos sobre los que se trata de reflexionar en este trabajo. La experiencia como formadores de formadores en el profesorado de Sociología, carrera inserta en una institución de formación profesional que anexa la formación docente como alternativa, centralmente por su rápida salida laboral, brinda una impronta muy particular. El plan de estudios de Profesorado sólo cuenta con cuatro Talleres para resolver la preparación de un futuro docente, lo que representa un problema por el escaso espacio otorgado a esta formación. En este marco, los equipos de las cátedras de los Taller III y IV debieron darse una estrategia que permitiera suplir el escaso espacio curricular destinado a la formación docente en la carrera y, específicamente, el referido a las instancias de práctica y residencia en las instituciones escolares donde desarrollaría su futura labor. Las cátedras parten de concebir a la “formación docente”, como un determinado proceso en el que se articulan prácticas de enseñanza y de aprendizaje orientadas a la configuración de sujetos docentes/enseñantes. En consecuencia, el espacio curricular se orienta a familiarizar al aspirante a docente con el ejercicio del rol, a través de un proceso de aprendizaje de construcción grupal del conocimiento teóricopráctico. Tras haber transitado ya varios años en ésta tarea, los interrogantes que surgen son numerosos. Cada nuevo ciclo lectivo plantea diferentes desafíos referidos a la propia práctica y a la que se desarrollará en interacción con el grupo de alumnos. La impronta de constituirse este profesorado como una carrera más, dentro de la Licenciatu- ra en Sociología, constituye uno de los problemas que hay que sortear debido a que los alumnos deciden elegir esta carrera, no como su única opción de estudio, sino como una alternativa de salida laboral. Esto plantea una dificultad a la hora de su formación, en cuanto muchos de ellos carecen de vocación o inclinación, si se quiere, hacia la docencia. Otra de las situaciones que se presentan es que año tras año los estudiantes presentan una preparación general escasa, constituyéndose en otro obstáculo a la hora de desarrollar los Talleres Docentes. Las tendencias educativas que se impusieron a fines del siglo XX afirmaban que la enseñanza debía estar centrada en el alumno, lo que, en muchos casos, equivale a proponer que sea él quién decida por sí mismo lo que quiere aprender. Un currículo concreto, con la enumeración con lo que deben saber, es interpretado como una limitación al espíritu humano. En consecuencia, los nuevos docentes son preparados en muchos casos, para desconfiar de la autoridad y de la idea de que se espera que ellos sepan más que sus alumnos. El supuesto de que los docentes saben algo que los alumnos desconocen, en el que se sustentaba el paradigma tradicional, es reemplazado por el del igualitarismo escolar. El docente se convierte en guía o facilitador de los aprendizajes y a veces testigo que observa al niño como se educa a sí mismo. Como resultado de esta formación posmoderna, cada día importa menos la competencia concreta de los docentes, los que se capacitan en temas escasamente pertinentes con lo que enseñan, demostrando mucha preocupación por la didáctica y, no por lo que se supone, deben enseñar. El arraigo de estas corrientes pedagógicas, a veces mal interpretadas, parecen coincidir con la tendencia actual a rehusar el esfuerzo que se asocia con la adquisición de conocimientos concretos pues sólo importa la opinión del estudiante, ya que el conocimiento pasó de moda. Habría que pensar que cuánto mayor sean sus conocimientos de los principios básicos, mejor preparados estarán para enfrentar las transformaciones complejas de su vida adulta, como bien lo resume Woodhead, un alto funcionario educativo británico: “el mundo no es algo nebuloso y vago que está allí, flotando libremente, esperando nuestra opinión. Es algo sólido y real, y una educación que no enseñe a los jóvenes que nada se logra sin paciencia y autodisciplina, es una educación que no vale la pena adquirir”.3 Resulta evidente que las expectativas de nuestra sociedad actual sobre los logros académicos de los estudiantes son muy modestos, se 3 Etcheverry, Guillermo J. “La tragedia educativa” Capítulo II, pag. 50. Edit. Fondo de cultura Económica. Argentina. 66 REV IISE prioriza a veces de modo encubierto la adquisición de herramientas, cuando no directamente el cumplimiento de otras funciones que hoy se asignan a la escuela, fundamentalmente la asistencia social, tarea que fue tradicionalmente exclusiva de la familia. Esto último, constituye otro desafío para nuestros alumnos de práctica, es decir constituirse en sustitutos de familia, tarea no inherente a la función propia de la institución escolar. II. DE TIEMPO Y FORMATOS Con referencia a la instancia de “formación”, muy someramente, puede argumentarse que se cuenta con suficientes trabajos que han abordado esta temática en relación a la práctica docente, cuyos resultados señalan que los docentes expresan que su preparación fue muy poco práctica e irrelevante. Paradójicamente, como señala María C. Davini, el “análisis de los planes y programas de formación permite detectar las tendencias básicamente normativas y socializadoras , en términos de una baja teorización , un fuerte practicismo adaptativo a la “realidad” de la escuela primaria, un isomorfismo entre los contenidos que se enseñan y los de la currícula de la escuela básica”. La oposición de miradas entre docentes y especialistas en educación, encubres posturas epistémicas diferentes sobre el conocimiento. La ruptura emerge desde la desmitificación del sentido absoluto y único del conocimiento; sentido que estuvo ausente en la formación recibida por el docente. Esta misma línea argumentista sostiene el profesor Andy Hargreaves, al exponer que la cuestión “de la formación docente , en muchos casos, parece estar vinculada hacia la socialización en estructuras y prácticas de enseñanza no estáticas”. Los programas de formación docente buscan introducir cambios en sus mentalidades, actitudes, valores, predisposiciones, expectativas, confrontación de visiones del mundo y de puntos de vista divergentes., con el fin de cambiar sus “modos de hacer las cosas” en el aula y, de esta manera, cambiar los principios estructuradores del oficio. No obstante ello, las culturas institucionales vigentes en los espacios escolarizados existentes estructuran también los “modelos de ser docente”. Las trayectorias personales —educativas y familiares— atravesadas por las trayectorias institucionales conforman verdaderos “retratos culturales” que “actúan como espejos en los que cada cual se mira para ser o dejar de ser, en la medida en que dichos retratos demandan ser de una forma o de otra, y con ello legitiman o descalifi- can” (Susana García Salord). Persisten en consecuencia, los interrogantes sobre cómo construir nuevo conocimiento, nuevo aprendizaje desde las reconversiones actuales. Tendremos vino nuevo en los mismos viejos odres? En este marco, “construirse como docente”, esto es adquirir disposiciones y posiciones es una extensa, e intensa construcción, que no puede definirse en un acto, en un momento del proceso de tal construcción, en un número finito de clases. Indagar sobre el “sentido de práctica como aprendizaje de habilidades docentes” puede permitirnos conformar algunas categorías analíticamente más ajustadas, refinando el resultado final de la evaluación, porque la debilidad no es sólo una “cuestión de tiempo”: no necesariamente más tiempo de práctica implica correlativamente mejores resultados”.Deben generarse en y desde las instituciones formadoras de docentes, que tienen el deber y la responsabilidad de formar a los educadores de las próximas generaciones con propuestas en las que el conocimiento sea actualizado, significativo disciplinar y socialmente.4 Los docentes de los institutos formadores de profesores suelen denunciar que los estudiantes, en muchos casos por su mala formación como producto del bajo rendimiento en los niveles anteriores, carecen del conocimiento referido al contenido que les corresponderá enseñar. Una vez denunciada la falta, ocupan el espacio cunicular de la formación docente en la enseñanza de dichos contenidos y, por lo tanto, contribuyen paradójicamente a una mayor desprofesionalización de la formación. Lo que se que plantea sostenidamente es que el espacio de la formación se ve invadido por espacios curriculares de los niveles anteriores ante la falta de conocimiento de los alumnos ingresantes. En este sentido, sería conveniente generar una propuesta curricular que desde la perspectiva de los contenidos disciplinares integre: la reconstrucción teórico-epistemológica del campo, el estado del arte, las tradiciones de enseñanza y la influencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la producción del campo y en la enseñanza. Quienes han participado en el programa de capacitación, destacan como principal logro la actualización académica en los contenidos y la posibilidad de contacto e intercambio con otros docentes y también destacaron la posibilidad de acceso a bibliografía actualizada. Asimismo manifiestan que se sienten satisfechos con las acciones de perfeccionamiento cuando hay actualización en la disciplina. Entre las críticas 4 Litwin, Edith y Maggio, Marina. “La formación docente en perspectiva”. En Revista IICE. N° 24. 9/ 2006 Pp. 60-65 REV IISE 67 destacan la ausencia de propuestas didácticas y la falta de adecuación a la realidad y las dificultades en la organización de los cursos, incluyendo la modalidad y época de cursada. En cuanto a los destinatarios de las políticas de capacitación, se observa que es el docente individualmente el sujeto que debe ser “reconvertido”. Son cada una de las instituciones de formación docente las que deben acreditar a través de sus proyectos y la titulación de sus docentes. Mientras que la reforma articula su discurso en torno al proyecto institucional y al trabajo colectivo, la capacitación es definida desde las instancias centrales, sin participación de los docentes y está generalmente dirigida al docente en forma aislada. Las perspectivas que acentúan el valor del conocimiento del profesor resaltan su papel como constructor de conocimientos y significados entendiendo que posee saberes que no pueden derivar de la investigación educativa. Sin embargo, distintos programas de investigación en educación han puesto de manifiesto que dos tipos de conocimientos son necesarios para las prácticas. El inmediato, utilizado cotidianamente y las construcciones conceptuales más generales y formalizadas. En este sentido, se puede decir que hay diferentes conocedores y diferentes objetos conocidos en el estudio de la enseñanza. Investigadores y profesores, desde posiciones e intencionalidades diferentes generan conocimiento a su vez diferente. El conocimiento académico constituye un instrumento de reflexión cuando se integra, no como información fragmentaria sino como parte de los esquemas de pensamiento que activa la personalidad al interpretar la realidad concreta en la que vive y sobre la que actúa. Es justamente a través de la dimensión reflexiva, que el profesor deja de ser un mediador pasivo entre la teoría y la práctica, para convertirse en un mediador activo que reconstruye críticamente sus propias teorías. III. VISIONES DE LA ENSEÑANZA Y LA PROFESIÓN Mc Ewan plantea la necesidad de desarrollar nuevas líneas de pensamiento acerca de la enseñanza. Él advierte que la reflexión debiera asumir nuevas metas ligadas a explorar la multitud de formas en que es posible entender la enseñanza, y no tanto a definir este objeto de un modo esencial y ahistórico. De este modo, sostiene que “… el concepto de enseñanza está informado por las diversas prácticas a las que los maestros se dedican públicamente” (E. 1999). Un giro de este tipo posibilitará, en la visión del autor, nuevas articulaciones entre la teorización acerca de la enseñanza, el estudio empírico de la disciplina y las prácticas de los 68 REV IISE maestros. Se puede decir que no sólo la enseñanza es una acción situada –lo que implica plantear la singularidad de los contextos de enseñanza de la que hablamos- sino que es desarrollada por sujetos también singulares, cuyas ideas, experiencias previas, motivaciones y contextos de trabajo permiten desplegar variadas formas de acción. La posibilidad de hablar de “formas” o “modalidades” de enseñanza se vincula con ello, pero también con el carácter complejo de la tarea. Sobre el concepto de modelos profesionales. Etimológicamente, remite a las voces hispanas de “modulus” y “modus” que significan “molde” y “manera, modo y moda”, respectivamente. Los “modelos profesionales” son como conjunto de disposiciones relativamente estables en los modos de actuar, pensar y sentir la actividad profesional. Tales disposiciones se articulan en configuraciones de rasgos que definen el “ser” y el “deber ser” profesional, en determinado momento de la evolución de la profesión como campo. Siguiendo los aportes de Bourdieu cabe considerar que tales modelos expresan el producto de un proceso de acumulación de saberes que representan el legado de una herencia incorporada como capital cultural. … “Las relación entre modelos profesionales afines o en pugna puede ser interpretada en función del movimiento de fuerzas que, diferentes grupos e instituciones mantienen por la monopolización de espacios privilegiados en cuanto a la distribución del poder material y simbólico dentro del campo profesional mismo”. El mapa de las variables relativas a los procesos de enseñanza y de los problemas se complejiza cada vez más, convirtiéndose, a veces, en fuente de confusión y de parálisis. A la metáfora del artesano y del técnico, se antepusieron nuevas metáforas provenientes de una combinación entre las demandas del desempeño profesional en el contexto de las políticas de descentralización con las demandas generadas por el propio discurso pedagógico, didáctico y curricular; profesional reflexivo, docente investigador, el docente como mediador en los procesos de aprendizaje del alumno, la enseñanza como un oficio moral (Tom, 1980) o como una empresa artística (Woods, 1998). Ellas proveen imágenes, principios normativos y patrones generales de acción que se le presentan al profesor en su interacción con su comunidad profesional. La enseñanza y las visiones acerca de ella, se complican además, porque han cambiado sustancialmente las condiciones de la escolarización y las demandas a la escuela. Poblaciones de estudiantes cada vez más diversas, deseos de más educación, la necesidad de educar con cierto grado de economía, conocimiento en constante expansión y prácticas sociales y cul- turales cambiantes hacen que la enseñanza bajo las condiciones de la moderna escolarización sea mucho más compleja de lo que era.. Si a eso le añadimos los complicados marcos que devienen de la aplicación de determinadas políticas relativas al currículo y la evaluación de los sistemas educativos, el panorama termina de configurarse a veces con contornos altamente críticos. El impacto que en las prácticas de enseñanza ha tenido esta mudanza de ideas y de los mundos simbólicos posibles acerca de la tarea de maestros y profesores conduce a la, pregunta acerca de si cambio o si algo mejoró esta tarea? Sobre el cambio, es sí, sobre si mejoró es materia opinable, ya que sólo es posible responderla desde criterios o parámetros o de combinaciones de ellos, ligados a lo que entendemos por buena enseñanza-. Siguiendo los aportes de Bourdieu (1986) entendemos que los saberes incorporados durante el proceso de socialización profesional constituyen una porción del capital cultural acumulado a lo largo de la historia de la profesión. Utilizamos el término “dimensión institucional del comportamiento profesional” para designar a este conjunto de saberes (en su carácter de normas y significados) que operan desde la singularidad de cada sujeto, generando cierta convergencia en los discursos y las acciones bajo la extrema diversidad que pueda presentar el estilo de desempeño de cada profesional en su situación particular de trabajo. Este conjunto de saberes intervienen en el modo de operar del pensamiento práctico. Términos tales como “saberes en uso” (Malgive, 1991); “teorías en uso” (Schon, 1978); “conocimiento de sentido común” (Berger y Luckmann, 1968); “conocimiento a mano” (Schutz y Luckmann, 1973). Schon (1992) plantea que se pueden discriminar tres niveles en los que interviene los saberes: 1) la acción profesional misma; 2) la reflexión en la acción y 3) la reflexión “sobre” la acción. El conjunto de saberes constituyen contenidos básicos del proceso de socialización profesional que comienza a desarrollarse desde la misma formación de grado y que luego continúa desplegándose a lo largo de toda la trayectoria profesional del sujeto. Estos saberes institucionalizados en los contextos de formación y desempeño profesional proveen las bases de un “aparato legitimador” que posibilita otorgar “validez cognoscitiva” al modo como cada profesional actúa y piensa los hechos y resultados de su propia práctica, dando lugar a distintos estilos de prácticas. Entre el modelo profesional (abstracto e ideal) y el estilo de desempeño (concreto y singular) existe un nivel intermedio cuyo análisis resulta indispensable. En suma, la Práctica profesional de formación, da lugar a una subunidad organizativa y pedagógica con características idiosincrásicas que la diferencian del resto de las asignaturas que componen el plan de estudios de la carrera, la que presenta los siguientes rasgos invariantes, de acuerdo con lo planteado por Marcela Andreozzi5 : a) poseen una finalidad específica que imprime cierta direccionalidad y sentido a las actividades que en ellas se ofrecen; b) promover aprendizajes vinculados con la habilitación instrumental, social y emocional para el desempeño de roles profesionales particulares; c) el entrenamiento “en servicio” ofrece, desde el plano de lo real, la posibilidad de tomar contacto directo con el mundo del trabajo; d) el plano de lo simbólico, adquieren para los sujetos el significado de un escenario desde el cual desarrollar una experiencia de naturaleza “iniciática”; e) en lo que respecta a su inserción institucional, el ciclo de práctica profesional presenta un rasgo que le es propio, y que en muchas oportunidades opera como una fuente de tensión específica y f) en cuanto a los rasgos del encuadre que las caracteriza, hemos planteado que las prácticas se diferencian substantivamente de cualquier otra situación de formación en los siguientes aspectos: 1) el espacio y el tiempo; 2) la tarea del practicante en actividades de rutina; actividades inherentes al servicio profesional que se presta; actividades de apoyo y actividades de apoyo y asistencia técnica; 3) recursos e instrumentos de trabajo. A modo de síntesis, los saberes utilizados en la acción profesional misma, así como también aquellos que se ponen en juego en la reflexión in situ y a posteriori, constituyen la “materia prima” con que opera el pensamiento práctico. De este modo, la instancia de práctica opera como un espacio de transición en el que el estudiante ratifica, renueva o revoca una serie de acuerdos sobre los rasgos que caracterizan al “ser” y al “deber ser” profesional. El pasaje por la experiencia de práctica “marca” y en algún sentido “inaugura” la trayectoria profesional de cada sujeto. Precisamente, de esto se trata el planteo: los actuales sujetos y sus “marcas sociales” se evidencian en los modos de operar como futuros profesores —hoy alumnos—. Los tiempos y espacios son asumidos con laxitud, el sentido de responsabilidad y compromiso se manifiestan con tal displicencia que distan de una for- 5 Andreozzi, Marcela “El impacto formativo de la práctica”. Avances de investigación Revista IICE. Año V. Nº 9. 10/96. pag. 23 REV IISE 69 mación profesional pertinente. Desde lo institucional, la dificultad que encuentra el practicante es hacer que su práctica se inserte como totalidad en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en tanto aparece como un momento en el tiempo, como un “compartimiento estanco”. Además, la formación disciplinar del practicante, con gran peso teórico, asienta la preocupación en “cómo hacer para “transmitir” —bajo el supuesto de que conoce el “qué”— un conocimiento ajeno a unos destinatarios que, aun en un tiempo generacional próximo, rondan también por carriles fuertemente alejados del interés por el conocimiento. La Práctica aparece entonces, como una acción estéril. REFLEXIONES FINALES La modernidad se comprendía estéticamente como una época de proyectos que querían obligarnos a ser felices: debíamos ser seres ilustrados, al punto de llegar a ser esencias pensantes, sujetos autónomos y ciudadanos mayores de edad….sin embargo, cien años de modernidad han demostrado lo siguiente: se trataba de sobreexigencias y de ofrecimientos impuestos de felicidad. …y a cambio de este enorme alivio, la posmodernidad exige con mucho gusto un precio: para ella no hay futuro que se pueda anticipar. No es otra cosa que la deconstrucción aliviada de aquello que dejó detrás de sí. O para decirlo con un concepto de los constructivistas estadounidenses: la posmodernidad es la redescription de la modernidad.6 Con la presión actual de las nuevas tecnologías informáticas, se tiende a interpretar todos los problemas como problemas de ignorancia. Sin embargo, las cuestiones de sentido y los problemas de orientación no se pueden resolver con información. El problema no es la ignorancia, sino la confusión. Y en situaciones confusas se verifica que cuanta más información hay, mayor es la inseguridad y menor la aceptación. Así, el mundo moderno nos obliga a compensar la ignorancia con confianza. Los sociólogos lo llaman absorción de la inseguridad. Evidentemente, la medida del progreso de la civilización no es aquello que piensan los hombres, sino lo que se ahorran de pensar. La desaparición del sentido de la historia, el modo en que todo nuestro sistema social contemporáneo empezó a perder poco a poco su capacidad de retener su propio pasado y a vivir en un presente perpetuo y un cambio permanente que anula tradiciones y saberes socialmente significativos, obliga a rescatar la función informativa, para ayudarnos a actuar sobre nuestra amnesia histórica. Las características de las prácticas objeto de análisis, significadas como prácticas sociales históricamente determinadas, recuperan en el marco de esta propuesta los aportes de la perspectiva socio-antropológica en investigación educativa, con especial énfasis en las siguientes cuestiones: la recuperación de la categoría vida cotidiana; la dialéctica permanente teoría-empiria en el proceso de indagación; los recaudos propios de los abordajes cualitativos (enfoque progresivo, flexibilidad y pluralismo metodológico, la particular relación descripción e interpretación, la exigencia de validación en las diferentes instancias y por tanto la necesidad de triangulación permanente, la convicción de que no se trata de realizar generalizaciones sino preservar diferencias y descubrir recurrencias). En suma, se trata de lograr la mayor comprensión posible, sin intención de explicaciones totalizantes. La investigación producida por Gloria Edelstein y equipo, postula que una mejora en las prácticas de enseñanza cotidianas, se rige por una temporalidad diferente, pospone la intervención hasta lograr el mayor nivel de comprensión posible. El centro de preocupación ronda, en consecuencia, en el hecho de que “en tanto las prácticas pedagógicas actualizan ciertas selecciones de elementos propios de la estructura representacional que el sujeto porta, un cambio de las prácticas exige una modificación concomitante de las representaciones de la formación”.7 BIBLIOGRAFIA ANDREOZZI, Marcela (1996) “El impacto formativo de la práctica”. Avances de investigación Revista IICE. Año V. Nº 9. 10/96. BOLZ, Norbert. “Más allá de las grandes teorías: el happy end de la historia”. s/d. ETCHEVERRY, Guillermo J. (2007) La tragedia educativa. Edit. Fondo de cultura Económica. Argentina. LITWIN, Edith y MAGGIO, Marina (2006) “La formación docente en perspectiva”. En Revista IICE. N° 24. 9/ 2006 MASTACHE, Anahí V. (2003) “La práctica pedagógica como actualización de las representaciones de la formación:¿experiencia o repetición?” en Revista del IICE Año XI N° 21. 9/2003. 6 BOLZ, Norbert “Más allá de las grandes teorías: el happy end de la historia”(179-190) 70 REV IISE UN CAMPO EN DISPUTA: LA POLÍTICA SOCIAL FOCALIZADA EN UNAMBIENTE DESERTIFICADO. EL CASO DEL PLAN MANOS A LA OBRA MORENO, WALTER DANIEL1 RESUMEN PALABRAS CLAVES: La ponencia que se presenta es el resultado parcial de una investigación en curso desarrollada en el marco de las Becas de Investigación de la UNSJ, beca vinculada al Proyecto “La desertificación en Valle Fértil. Monitoreo del proceso en el Gran Bajo Oriental “, desarrollado en el IISE, FACSO, UNSJ. Políticas sociales, pobreza, desertificación, teoría del campo El objetivo de la ponencia es presentar el análisis de una de las manifestaciones del campo de la política social asistencial focalizada. Específicamente se estudia el denominado Plan Nacional de Desarrollo Local y Economía Social “Manos a la Obra” aplicado en el Departamento Valle Fértil, Provincia de San Juan. Dicho plan tiene como propósito la construcción de una estrategia social que tienda a mejorar la calidad de vida de las familias y, generar por ende, condiciones contextuales para lograr un desarrollo social y económicamente sustentable. El propósito es conocer y conceptualizar el campo de las políticas sociales asistenciales y lo que allí está en juego. La investigación tiene un carácter descriptivocomprensivo y asume la estrategia metodológica del estudio de caso, por cuanto se busca comprender la acción del Estado para mitigar la pobreza en el Departamento Valle Fértil, San Juan durante el periodo 2008-2010. Además se recupera, dada su relevancia y utilidad, la teoría del campo de Bourdieu para el análisis de la aplicación de políticas sociales destinadas a mitigar la pobreza, tanto en sus aspectos teóricos como operativos, en relación a los capitales que están en juego en el caso estudiado. Detrás de cada estilo de política pública existe siempre una determinada perspectiva teórica, es decir, un modo específico de ver las cosas; por ello interesa explicitar la conceptualización de pobreza, atendiendo que la población objetivo de las políticas sociales terminan siendo los “pobres”. ABSTRACT The work presented is part of an investigation in curse developed under research grants of the National University of San Juan. This grant is vinculated to the research project called “The Desertification in Valle Fértil. Process monitoring in the Greater Lower East”, developed in the Socio-economics Research Institute (IISE), FACSO, UNSJ. The objective is analyze one of the manifestations of the social policy field focused care. Specifically, discussed the national development plan, called ”Local and social economy” aplicated in Valle Fértil, San Juan, Argentina. This plan aims to build a social strategy that tends to improve the quality of life for families and generate therefore contextual conditions for a socially and economically sustainable development. For that reason pretending to know and conceptualize the field of social welfare policies and what is at stake here. The research is descriptive, comprehensive and assumes methodological strategy case study, since it aims at understanding the state action to alleviate poverty in the Valle Fértil department, San Juan in the period 2008-2010. Also recovered, given its importance and usefulness, Bourdieu’s field theory for the analysis of social policies aimed at poverty alleviation, in his theoretical and operational aspects in relation to the capitals at stake in the case studied. Behind of every stile of public policy there is always a certain theoretical perspective, a specific way of seeing things; therefore interested explicit conceptualization of poverty, serving the target population of social policies end up being “the poors”. KEY WORDS: Social politics, poverty, decertification, field theory. 1 [email protected], [email protected]. Instituto de Investigaciones Socio Económicas, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan. REV IISE 71 INTRODUCCIÓN Toda política social constituye un campo en disputa, no solo en la elaboración del diseño (selección de criterios, definición de beneficiarios, población objetivo etc.) sino también a nivel local, esto es entre los que movilizan sus propios recursos e intereses para acceder al programa, a veces contrapuestos con la dirigencia municipal y las estrategias político- clientelares de quienes administran esos recursos. Para ello, desde el enfoque teórico de Bourdieu, se analizarán las políticas sociales, y en este caso particular el Plan Manos a la Obra. La ponencia procura acercarse a los postulados de Bourdieu y se divide en seis secciones: 1. La Sección I contiene una breve Caracterización de Valle Fértil, escenario de la política analizada y una descripción de la estrategia metodológica 2. En la Sección II se conceptualiza Ambiente, desertificación y pobreza, dada la complejidad que reviste cada noción 3. La Sección III plantea un acercamiento conceptual al campo de las políticas sociales y de los intereses específicos que están en juego 4. En la Sección IV denominada Las Políticas sociales: escenario e intereses en juego, se presenta el contexto donde se llevan a cabo, así como las razones que les dan origen y cual es la connotación ideológica que las sustenta, así como que intereses están en juego. 5. En la Sección V, se presenta El campo de la política social: Manos a la Obra: se intenta dar algunas consideraciones de esta política focalizada, a la vez que se pretende comprender la lógica de y los intereses en ella puestos en juego. 6. Por último en la Sección VI se plantean algunas consideraciones finales quedando como cuestión, seguir debatiendo y repensando la realidad de los beneficiarios de la política social en Valle Fértil. I. CARACTERIZACIÓN DEL DEPARTAMENTO VALLE FÉRTIL El Departamento Valle Fértil se encuentra emplazado en el noreste de la provincia de San Juan, a 260 kilómetros de la ciudad de San Juan. Tiene una superficie aproximada de 6.419 km² y sus límites son: Ø Al norte con el departamento Jáchal Ø Al sur con el departamento Caucete Ø Al oeste con ambos departamentos Ø Al este con la provincia de La Rioja El Departamento de Valle Fértil tiene una población de 6.864 habitantes según el censo realizado por INDEC en el año 2001. En base a ello y según la clasificación de municipios de nuestra Constitución Provincial es lo que se denomina un “municipio de tercera categoría”. “Es un área con un marcado proceso de Desertificación, evidenciado por la pérdida de productividad del sistema natural físico - biológico, registrada a través de la pérdida de productividad de los suelos, disminución de especies forrajeras y perennes, pérdida de cobertura vegetal, pérdida de riqueza biológica, introducción de especies exóticas, etc., con el consecuente deterioro en las condiciones de vida del hombre. Acompañando la degradación del medio natural físico-biológico, las condiciones de vida del poblador se han visto seriamente afectadas. La estructura productiva ha sido altamente impactada, con el consecuente efecto en las condiciones de vida de esta sociedad, que acusa niveles relevantes de pobreza y éxodo poblacional. En tal sentido, la caracterización socioeconómica desde algunos indicadores clásicos muestra una depresión absoluta y relativa del Departamento Valle Fértil, dado el deterioro que opera históricamente en él y las diferencias que presenta en relación con la provincia. Este es uno de los departamentos que menos población aporta al total provincial. Otro indicador significativo del deterioro social es el porcentaje de hogares con Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) en base a éste, se puede afirmar que la situación de pobreza en el departamento es mucha mas grave que en la provincia. En un análisis mas desagregado al interior del índice de NBI, puede observarse que las situaciones más críticas se presentan en relación a capacidad de subsistencia y vivienda. Relacionado a la capacidad de subsistencia, los datos muestran una elevada proporción de jefes de hogar con bajos niveles educativos que condicionan desfavorablemente, en términos de estabilidad y nivel de ingresos, su inserción laboral; a lo que se agrega la situación de quienes además habitan viviendas deficitarias.”2 El abordaje metodológico del objeto de estudio se encuadra en un diseño descriptivo 2 GARCÍA, Z. et al.1996. “La Desertificación en el Gran Bajo Oriental. Estado de Situación y Propuestas. U.N.S.J. Aspectos socioeconómicos. Informe Inédito. 72 REV IISE comprensivo que apela a la convergencia de métodos cuantitativos y cualitativos en relación a fuentes de datos y técnicas: análisis estadístico, análisis documental, entrevistas en profundidad. La investigación asume la estrategia metodológica del estudio de caso, por cuanto se busca comprender la acción del Estado para mitigar la pobreza en el Departamento Valle Fértil, (mediante una política social focalizada) y los aportes de la teoría del campo Bourdieu para leer este fenómeno. Se trabaja con fuentes de datos primarias y secundarias. II. AMBIENTE, DESERTIFICACIÓN Y POBREZA Lo que hoy se conoce como cuestión o temática ambiental resulta de la convergencia de situaciones resultantes de la modalidad de uso de los recursos naturales y de la aparición de problemas de naturaleza diversa —como la contaminación en todas sus manifestaciones— generados por el modo de relacionarse de las sociedades con el medio natural. Antes, el “Ambiente” no existía, es decir, se hablaba de naturaleza, medio natural o entorno natural. El concepto de Ambiente aparece como expresión de una problemática contemporánea, anteriormente desconocida, y como tal, comienza a extenderse. (Leal, 1988 en Henriquez, G. 2000). Entendemos por Ambiente al “ámbito biofísico natural y sus sucesivas transformaciones artificiales así como su despliegue espacial” (teniendo en cuenta que) “se trata específicamente de la energía solar, el agua y la tierra —flora, fauna, minerales— . El ambiente es un sistema, una totalidad integrada que opera en función del conjunto de las relaciones entre sus elementos como un todo, y donde la contribución de cada elemento o subsistema afecta al funcionamiento de la totalidad (Ceretti, G, García Z. 2000). El concepto de Ambiente, por tanto, no puede entenderse si no se lo relaciona al proceso de desarrollo, esto es, a la forma en que las distintas sociedades se apropian de la naturaleza (Gross, 1992). La incorporación del supuesto de la determinación social de la problemática ambiental es un aporte de las Ciencias Sociales, y parte del supuesto de que el “Ambiente” es una construcción humana y por tanto social. Construcción que se configura en la relación entre el hombre y su medio, y de la cual es producto la definición de “naturaleza”. (Henriquez: 2000) Los primeros aportes que se realizaron sobre la temática ambiental provenían de las Cien- cias Naturales, y más específicamente de la Ecología, con lo cual el término era tratado de manera unidimensional, circunscribiéndolo a los aspectos naturales, y desconectado de lo social y lo cultural. Son estos los enfoques que definen lo ambiental como “contaminación” en cualquiera de sus formas. Esta totalidad compleja está conformada por dos dimensiones: una natural y otra social, vinculadas a través de las actividades (productivas) y encuadradas en un estilo de desarrollo que define el modo de relacionamiento de ambas. Cabe aclarar que como para todo concepto complejo, abordar al ambiente requiere la consideración de la imbricada relación de las partes con el todo y viceversa. Por otro lado, se define a la Desertificación como la expresión general de los procesos económicos y sociales, así como los naturales inducidos, que destruyen el equilibrio del suelo, vegetación, fauna, aire y agua en las áreas sujetas a aridez edáfica y climática. El deterioro continuo origina la disminución o destrucción de las condiciones de vida y la expansión de los desiertos (Horst Menshing, 1989). Esto nos lleva al concepto de pobreza como expresión de ese deterioro. La pobreza nos impone acercarnos en primera instancia a las diversas formas de comprenderla y estudiarla. Ella puede ser vista como una forma dual de privación: privación de las necesidades básicas, y privación de aquellos elementos que permitirían satisfacer las necesidades, privación que fue asociada convencionalmente con algunas de las consecuencias más visibles y comunes producidas por el poder de compra familiar, pero su sentido se ha extendido a formas más intangibles de privación, asilamiento social, vulnerabilidad en tiempos de crisis y relaciones de dependencia. (Rotondi, 2000). La realidad configura variantes especiales y espaciales que se orientan en dirección del supuesto de que es necesario ahondar las formas en que entendemos la pobreza. Ciertamente si, ella es heterogénea y ya no alcanza para calificarla con un solo adjetivo- estructural, nueva- es necesario precisar los niveles de observación de la misma, para que nos permitan entenderla mejor y , simultáneamente, expliquen su relación -articulación o divorcio- con la sociedad global. (Feijoo, 2003) Pobreza es una categoría fundamentalmente descriptiva: “pobre es aquel que en comparación con otros individuos de su sociedad alcanza, de una serie de rasgos tomados como categorizadores, los más bajos niveles”. (Jaume, 1989 citado por Gutierrez, A. 2005) REV IISE 73 En general, las diferentes posiciones reconocen que la pobreza se identifica con nociones tales como la de privación, de ausencia, de carencia, pero los desacuerdos son importantes cuando se pretende precisar cuáles son los elementos que autorizan a identificar un determinado estado de situación como de “pobreza”, o cuando se distingue entre la mera posesión de esos elementos y las efectivas posibilidades y aptitudes para hacer un uso conveniente de ellos, o cuando se pretenden definir las relaciones de distribución que explican las situaciones de pobreza y riqueza. (Gutierrez, A op. cit) III. EL CAMPO INTERESES ESPECÍFICOS QUE ESTÁN EN JUEGO: ACERCAMIENTO CONCEPTUAL Vasilachis (2003) propone una definición relacional de las situaciones de pobreza y concluye en que las personas pobres son aquellas que se ven sometidas a un entramado de relaciones de privación de múltiples bienes materiales, simbólicos, espirituales y de trascendencia, imprescindibles para el desarrollo autónomo de su identidad esencial y existencial. Un campo, dice Bourdieu, se define entre otras formas precisando aquello que está en juego y los intereses específicos, que son irreductibles a lo que se encuentra en juego en otros campos o a sus intereses propios. Para que funcione un campo, es necesario que haya algo en juego y gente dispuesta a jugar, que esté dotada de los habitus que implican el conocimiento y reconocimiento de las leyes inmanentes al juego, de lo que está en juego (Bourdieu, 1990). Por ello, es necesario resaltar que quienes analizan la pobreza deben reflexionar, entonces, acerca de cuanto contribuyen con sus aportes al sostenimiento o modificación de esas situaciones de pobreza y acerca de cuantas de sus acciones se constituyen en acciones de privación cuando hacen uso de su poder de definir, categorizar, explicar, interpretar. Así como las definiciones metafóricas de la pobreza (adentro/afuera, centro/periferia, arriba/ abajo) podrían ser útiles para cuantificar el fenómeno, una definición relacional es imprescindible para determinar los responsables del mismo, a quienes lo han producido, lo promueven y/o lo conservan, a quienes se benefician con su subsistencia. Retomando el concepto de desertificación, éste es un proceso que pasa por diversas fases hasta llegar a una situación irreversible. El impacto que el hombre produce sobre estos sistemas ambientales permite visualizar situaciones distintas: por un lado, la producida por la demanda del poblador del área a través del tiempo en su lugar de asentamiento, en función de sus necesidades; por otro, la ocasionada por la demanda desde afuera del sistema de ciertos y determinados recursos tales como productos forestales, faunísticos, mineros, etc. (Márquez, Murúa, et. al. 1992). Por tanto la desertificación es un hecho humano con consecuencias en el ambiente, pero fundamentalmente con el hombre como agente y víctima de esta situación. (Abraham de Vázquez, 1984). Tomando la perspectiva de Bourdieu resulta útil, a los fines de esta ponencia, mencionar algunos conceptos que posibiliten una comprensión de las prácticas sociales y los intereses en juego en el campo donde se diseñan y ejecutan las políticas sociales. Uno podría pensar, a groso modo, que el campo donde se ponen en juego determinados intereses es el Estado: en él es donde se define y discuten perfil, población, alcance etc. de los posibles beneficiarios de las políticas sociales. Cada campo define y activa una forma específica de interés, además ese interés específico implícito en la participación en el juego se diferencia de acuerdo con la posición ocupada en el juego y según la trayectoria que conduce a cada participante a esa posición (Bourdieu, 1995) En ese sentido, es importante mencionar que el principio a partir del cual se distinguen los campos es el tipo de capital que esta en juego. Un capital sólo existe y funciona en relación con un campo: confiere un poder sobre el campo, sobre los instrumentos materializados o incorporados de producción o reproducción, cuya distribución constituye la estructura misma del campo (Bourdieu y Wacquant,1995) En términos generales, capital puede definirse como conjunto de bienes acumulados que se producen, se distribuyen, se consumen, se invierten, se pierden. Bourdieu3 libera a este concepto de la sola connotación económica y lo extiende a cualquier tipo de bien susceptible de acumulación, y para ello distingue además del capital económico, el capital cultural, capital simbólico, y capital social. La institución escolar contribuye a reproducir la distribución del capital cultural y, con ello la estructura del espacio social (Bourdieu, 2007a) El capital cultural esta ligado a conocimientos, ciencia, arte, y puede existir bajo tres formas, 3 Para una primera aproximación de la perspectiva de Bourdieu ver Gutiérrez, Alicia (1995) Pierre Bourdieu, Las Practicas Sociales, Córdoba, CATEDRA. 74 REV IISE en estado incorporado, en estado objetivado, y en estado institucionalizado La noción de capital simbólico, alude a la posesión de ciertos bienes no estrictamente económicos, como el honor, prestigio salvación, relaciones, conocimientos, en otros palabras es la sumatoria de las combinaciones de los demás capitales. El “capital social esta constituido por la totalidad de recursos potenciales o actuales asociados a la posesión de una red duradera de relaciones mas o menos institucionalizada de conocimientos y reconocimientos mutuos. Expresado de otra forma, se trata aquí de la totalidad de recursos basados en la pertenencia a un grupo” (Bourdieu, 2000) En la práctica las relaciones de capital social solo pueden existir sobre las bases de relaciones de intercambio materiales o y/o simbólicos y contribuyendo además a su mantenimiento, pueden ser institucionalizada y garantizadas socialmente. Asimismo el volumen de capital social poseído de un individuo dependerá tanto de la extensión de la red de conexiones que este efectivamente pueda movilizar, en efecto el capital social no es nunca totalmente independiente del capital económico y cultural de un individuo determinado. La existencia de una red de relaciones no es un fenómeno natural ni social que sea establecido, de una vez y para siempre, son estrategias individuales y colectivas de inversión, consciente o inconscientemente dirigidas a establecer y mantener relaciones sociales que prometan, más tarde o más temprano, un provecho inmediato. En otros términos esa inversión implica, gasto de tiempo y energía (hacer llamadas telefónicas, saludando a una persona en su cumpleaños) hacer favores, asimismo directa e indirectamente es un gasto de capital económico. En este mismo sentido, siguiendo la perspectiva de Bourdieu, Alicia Gutiérrez (2005) entiende, como eje central de su tesis, que la noción de red social está estrechamente ligado a la de capital social. Este es sólo uno de los tipos de recursos utilizables por las familias para crear y poner en marcha distintos tipos de prácticas, que les permitan hacer frente a sus necesidades cotidianas y de reproducción social. El capital social esta ligado a un círculo de relaciones estables que son el producto de “estrategias de inversión social consciente o inconscientemente orientadas hacia la institución o reproducción de relaciones sociales directamente utilizables, a corto o a largo plazo” (Bourdieu,1980; citado por Gutiérrez A. 2005). En otras palabras, sería el conjunto de relaciones sociales que un agente puede movilizar en un momento determinado, que le pueden proporcionar un mayor rendimiento del resto de su patrimonio (los demás capitales, económicos y cultural especialmente). Además, son también una fuente de poder, y por ello constituyen “algo que está en juego”, que se intenta acumular y por lo que se esta dispuesto a luchar. El capital social es, por otra parte, como todo capital, un poder que exige inversiones permanentes, en tiempo, en esfuerzo, en otros capitales, y que pueden aumentar o disminuir, mejorando o empeorando las chances de quien lo posea. Se fundamenta pues, en lazos permanentes y útiles, que se sostienen en intercambios, a la vez, materiales y simbólicos. Precisando un poco más el concepto, es necesario tener en cuenta que lo que se “moviliza” no son estrictamente “personas” sino los capitales y recursos de los cuales están dotados esas personas: se ponen en marcha mecanismos que mueven poder, asociados a posiciones que ocupan agentes determinados, posiciones que tienen propiedades independientes de los individuos que las ocupan. IV. LAS POLÍTICAS SOCIALES: ESCENARIO E INTERESES EN JUEGO Hablar de políticas sociales implica ubicarlas principalmente en el contexto donde se llevan a cabo, así como conocer las razones que les dan origen y cual es la connotación ideológica que las sustenta, a la vez que dilucidar el campo en el que se desarrollan las luchas y los diferentes intereses que están en juego. A mediados de la década del cuarenta, con el acceso del peronismo al poder político, concluyó lo que puede considerarse la etapa “embrionaria” en el desarrollo de la política social en argentina. A partir de entonces se inicia una experiencia que sienta las bases del particular modelo de estado de bienestar de posguerra que caracterizó al país hasta la década del ochenta. El peronismo construyó un sistema político basado en la relación paternalista y clientelista entre el estado y la sociedad, que se sostenía fundamentalmente en la interacción entre el poder político y los representantes de las asociaciones profesionales, cuya dirigencia a su vez participaba activamente en la gestión de políticas públicas ( Lo Vuolo et al, 1998: 119). La crisis del modelo neoliberal instalado en 1976 por la dictadura militar, estalló en argentina a fines del 2001. El proceso de reforma estructural llevado a cabo por Carlos Menem, acentuó las desigualdades sociales y económicas de gran parte de la población, aumentando a niveles sin precedentes en la desocupación, la pobreza y la marginalidad social. REV IISE 75 En nuestro país, las consecuencias de la apertura económica indiscriminada, la privatización de los servicios públicos y del sistema jubilatorio, y la descentralización de funciones básicas como la educación y la salud, implicaron un cambio radical en el mapa social del país (Thwaites Rey 2004). En este contexto, Lo Vuolo R. y otros (1999) plantean que las políticas que hoy se presentan como de “lucha” contra la pobreza son tan pobres como las personas hacia quienes se dirigen. En realidad son políticas “de” la pobreza, que no buscan la superación del problema sino encerrado en un espacio social delimitado y codificado de forma tal de ampliar los márgenes de tolerancia social y evitar así que se altere el normal funcionamiento de la parte “sana” de la sociedad. El uso creciente de recursos para capacitar en el uso de las técnicas de “gerencia” de los pobres es un dato llamativo de estos modos de regulación: cada vez es más necesario contar con personal especializado e instrumentos adecuados para administrar estos conflictos “departamentos” de la empresa social. Sin embargo, el Estado provee el marco institucional y formula las políticas sociales. En la ejecución de las políticas cumple tres tipos de funciones: reguladora, financiera y de compra de servicios, y también proveedora y productora de servicios. (Sojo, A.1999) En este sentido Lo Vuolo y Barbeito (1999, op. cit.) afirman que en argentina, las políticas de asistencia y promoción social se definieron tradicionalmente por su carácter residual: fueron aquellos programas y acciones sociales que no forman parte de las políticas más sistemáticas y organizadas. El carácter residual de las políticas asistenciales y promocionales se comprueba también por la escasa magnitud de los recursos que movilizan. El conjunto de políticas consideradas como asistenciales fue siempre desestructurado y discontinuo. Danani (2004) define a las políticas sociales como aquellas específicas intervenciones sociales del estado que se orientan (en el sentido que producen y moldean) directamente a las condiciones de vida y de reproducción de la vida de distintos sectores y grupos sociales, y que lo hacen operando especialmente en el momento de la distribución secundaria del ingreso… en las políticas sociales se expresan y se construyen, simultáneamente, los modos de vida y las condiciones de reproducción de la vida de una sociedad. Sin embargo, Grassi (2003) analiza la política social de asistencia a la pobreza, concretamente, aquella expresada en planes y programas cuya finalidad principal explicita es el socorro a los grupos y sectores de la población trabaja- 76 REV IISE dora que desenvuelven su vida en condiciones de carencia de recursos y de ingresos básicos para satisfacer sus necesidades de sobrevivencia. Las políticas sociales tradicionalmente llamadas asistenciales, es decir, definidas por la población a la que van dirigidas mas que por la necesidad que tienden a satisfacer, son particularmente resistentes al cambio. Es en este dominio del Estado donde tienden a perdurar con mas fuerzas antiguas tradiciones que hunden sus raíces en las practicas caritativas o de beneficencia. Este déficit de racionalidad explica para algunos el fracaso o bien los efectos contrarios que muchas veces se alcanzan con determinados programas de acción social contra la pobreza (Siber, S., 1981 citado por Fanfani, T 1997) Las políticas sociales focalizadas son políticas asistencialistas apoyadas en una concepción de la sociedad típicamente liberal, esto es, una concepción que entiende a la sociedad como una simple agregación de individuos. El “asistencialismo”, es un tipo de política dirigido a paliar alguna necesidad social con un modo de intervención que produce y reproduce una relación social de dominación, a través, fundamentalmente, de la implantación de una cultura de dependencia de los “asistidos”. (Caruso, P 2003). Para finalizar, los conceptos sintéticamente desarrollados merecen una revisión más profunda que den cuenta de la relación existente entre ambas categorías, como así también una mirada crítica de cómo se aplican y qué impacto tienen en la realidad concreta. V. EL CAMPO DE LA POLÍTICA SOCIAL: MANOS A LA OBRA Si bien es cierto, los síntomas más notable de la crisis del modelo neoliberal estalla en el 2001hubo un intento de una nueva concepción de la política social, al menos en lo discursivo, se sustenta en argumentos basados en un enfoque de derechos y de inclusión social, sin embargo es innegable el carácter de focalización que adopta el manos a la obra. El Plan Nacional de Desarrollo local y Economía Social “Manos a la obra” se propone financiar proyectos productivos que favorezcan la inclusión social nacidos a partir de las distintas experiencias, oficios, recursos y habilidades de los vecinos y de las características propias de cada municipio y localidad. De un total de 768 proyectos presentados desde el 2004 en 16 departamentos de la provincia, cuando se puso en marcha en San Juan el programa nacional Manos a la Obra, 288 (37,5 por ciento) están marcha, Es decir que el 62,5 % de los proyectos no se llegaron a implementar porque se dieron 2 situaciones: Los beneficiarios no cumplieron con la devolución de la ayuda que debían hacer y el municipio no les completó la entrega de los elementos que faltaban. O las comunas les dieron otro destino a los recursos para adquirir los elementos para el programa y no realizaron las rendiciones en tiempo y forma4. Sin embargo en Valle Fértil la realidad indica que de 46 proyectos 35 han regularizado su situación y de ello 24 ya tienen ordenanza de cesión definitiva de bienes los 11 restantes ya solicitaron la ordenanza municipal, eso significa que los que cumplieron ya son dueño de los bienes, .lo que tratamos de hacer aquí en el Valle es que las personas que han sido beneficiarias hagan producir lo que han recibido, el plan fracasa cuando hay un mal planteamiento del proyecto en si, hay algunos tipos de producciones que difícilmente se van a poder desarrollar como por ejemplo la producción de conejos, porque no hay mercadol. También puede observarse que otro de los motivos de fracaso es que faltó asesoramiento técnico, tanto de información como de acompañamiento de quienes estaban a cargo de ello, y que los titulares del Plan han avizorado como aspecto negativo ya que el mismo en su diseño preveía, otorgar apoyo técnico y financiero a proyectos o acciones socio-productivas que ya están en marcha o por comenzar, destinando herramientas, equipamiento, insumos y otras inversiones necesarias, se capacitará a través de talleres, jornadas de formación y asistencia técnica a los grupos de trabajo, consolidar los vínculos, para ello es necesario integrar el capital social y el capital económico. Existen muchas experiencias asociativas, de redes de cooperación y articulaciones de organizaciones orientadas a la promoción social y económica. Aunque a veces resulta todo lo contrario “Pero es muy difícil (apunta a la dificultad de asociarse) cuando no son los mismos intereses o sea el traer una persona de afuera, y muchos proyectos han fracasado por esto porque no son los mismos intereses, es muy difícil distribuir los porcentajes” Bourdieu señala que cada campo define y activa una forma específica de interés, noción superada por la illusio y refiere al hecho de estar involucrad, de estar atrapado en el juego y por el juego. Esto quiere decir que sus inicios se requería que al menos uno de los miembros asociados fuera beneficiario del plan jefes/as de hogar y se asociara en equipos de trabajos productivos, requisito básico para entrar en el juego, la no aceptación dejaría a los posibles postulantes fuera del juego, sin oportunidades de acceso a gozar del beneficio. La desigual distribución de capital poseído señala ventajas o desventajas de acuerdo al volumen y estructura de capital que se disponga, como así también a la consistencia del proyecto y habilidades para llevarlo a cabo, por consiguiente esos elementos van definiendo la pertenencia o no, a un estado de pobreza según se interactúe positiva o negativamente con el ambiente, y con el municipio. En razón de potenciar el oficio que venían desarrollando o el que desearían emprender, en Valle Fértil los proyectos están vinculados a: § Producción caprina § Confección de indumentaria § Metalúrgica § Servicios turísticos § Elaboración de comidas para llevar § Fábrica de premoldeados § Panadería etc. VI. CONSIDERACIONES FINALES Comprender las lógicas del juego en el campo de las políticas sociales y sus intereses puestos allí no forma parte de una valoración negativa o positiva en si misma, sino que la tarea está en ampliar la cobertura de acceso a las mismas y dilucidar cual es el impacto que tienen en las poblaciones a las que se dirigen. En otros términos, lo que estoy diciendo es que no puede sustentarse una política o programa social en la sola idea de que las personas deban crean entre ellos relaciones de reciprocidad, asociatividad, redes de intercambio, lazos de solidaridad, cooperación, confianza ( algunos de los componentes del capital social), como única condición para salir de su pobreza, ni muchos menos que las personas bajo esta consigna elaboren proyectos productivos para formar parte en el mercado, que por supuesto no pueden competir con el mercado formal, al margen que movilicen recursos para obtener algún beneficio, no se puede culpabilizar a los pobres de su pobreza, sino por el contrario crear condiciones de acceso universal a bienes y servicios. Reforzando lo anterior, es imposible pensar que este tipo de políticas sociales mitiguen o modifiquen la condición de pobreza en un ambiente frágil que enmarca una sociedad vallista, la cual se encuentra en condiciones desventajosas en relación a otras regiones de la provincia, atendiendo a su posición marginal del centro de poder provincial. 4 Diario de Cuyo. San Juan 09/01/2009. REV IISE 77 AGRADECIMIENTOS: A la Mgter Myriam Díaz, quien supo orientar este trabajo de investigación con aportes precisos, a todo los informantes Vallistos que nos abrieron sus puertas para dedicar su tiempo a nuestros intereses, a las autoridades del CICITCA quienes una vez más me dieron la posibilidad de formarme en el campo de la investigación. BIBLIOGRAFÍA BOURDIEU P (1990) “Algunas propiedades de los campos” en: Sociología y cultura, México. Grijalbo. _______ (2007) Razones Prácticas. Sobre la teoría de la acción. Barcelona. Anagrama _______ Wacquan L (1995) Respuestas, Por Una Antropología Reflexiva. 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Así, los recursos provenientes de las políticas asistenciales se volvieron vitales y por lo tanto con el correr de los años objeto de demandas colectivas. Sobre esta base fue tomando forma una nueva politicidad en los sectores populares, donde el derecho a la asistencia se convirtió en un objeto privilegiado de la acción colectiva. Vemos como, a partir de la política social se desata un entramado de relaciones entre diversos actores, que dan vida a diversas organizaciones sociales, cuyo fin es, a través del establecimiento de relaciones vecinales, comunitarias, barriales, etc., paliar las restricciones presupuestarias de los hogares, dadas por la pérdida del empleo, o la imposibilidad de insertarse de manera estable en el mercado de trabajo. El fortalecimiento de estas redes sociales es un proceso que se fue desplegando en más de dos décadas y que hoy está presente en un conjunto heterogéneo de territorios urbanos, que implican no sólo villas de emergencia, sino también tradicionales barrios obreros, barrios suburbanos, o enclavados en zonas rurales, o del interior de las provincias. En este sentido, el espacio local y vecinal se fue conformando en un lugar de refugio y repliegue, para desarrollar las estrategias tendientes a asegurar la reproducción social de las familias. Así las solidaridades locales y las relaciones de intercambio comunitarias se ex- pandieron fuertemente en los territorios urbanos de las ciudades argentinas y dejaron de ser una acción encapsulada en las tradicionales villas precarias en los márgenes geográficos. Una de las consecuencias que acarrea esto último para las políticas asistenciales es que el territorio local se fue configurando en un espacio de expresión de demandas y por ende en la generación de agentes y organizaciones que de distintas maneras pujan por la obtención de recursos para la reproducción social. En razón de ello analizar las estrategias y acciones de las organizaciones permitiría entender con mayor certeza el devenir actual de los modos de hacer asistencia en nuestro país. Teniendo en cuenta esto último, y a los fines del presente trabajo, se intentara a partir de una metodología de tipo cualitativa analizar el modo particular en que ciertas organizaciones territoriales del Gran San Juan interaccionan con el Estado a fin de acceder a los recursos de las políticas asistenciales. PALABRAS CLAVE: Políticas Sociales – Organizaciones Sociales – Territorio ABSTRACT: From reestructuring the wellfare system, the assistanse reaches a preponderant role, but at the same time under a new configuration that makes difference from the traditional form of carrying out. New institutional articulations, new agents, new political and social challenges have recovered the fields that traditionally are called as asistencial politics 1 Presentada en el IV CONGRESO NACIONAL DE POLÍTICAS SOCIALES “Pobreza Crítica y desigualdad persistente. El desafío de las políticas de inclusión social”. Asociación Argentina de Políticas Sociales (AAPS). Universidad Nacional del Litoral. Santa Fe, Argentina. 2008. 2 CICITCA, Universidad Nacional de San Juan, San Juan, Argentina. Dirección Postal: Lateral Sur de Avenida de Circunvalación 1664 Oeste – San Juan – CP 5400 – Argentina. Correo Electrónico [email protected] REV IISE 79 So, the resources coming from asistencial politics, turn vitals and for that reason with the passing of the years, objects of colective demands. Over this base (foundation) a new policity has taken lace in the popular sectors where the right for assistence was turned into a privileged object of the collective action. We see, from the social politics a new framework of relations between different actors, that give life to different social organizations, whose purpose is, trough the establishment of neighbourhood, communitary and barrial relations to break away the budget restrictions of homes. given for the loss of employment or the imposibility of being insert in a stable work market. the reinforcement of these social nets is a process that was displayed over more than two decades and nowadays it is present in an heterogeneous group of the urban territories that implies not only the poorest neighbourhoods but also the traditional worker districts, suburbs or locked up in rural zones or in the interior of the provinces. In this case, the local and neighbourhood space were conformed in a shelting place and for the development of strategies tending to asure the social reproduction of the families. I. INTRODUCCIÓN A partir de la reestructuración del sistema de bienestar, la asistencia alcanza un rol preponderante, pero a su vez bajo una nueva configuración que se diferencia del modo tradicional de efectuarla. Nuevas articulaciones institucionales, nuevos agentes, nuevos desafíos políticos y sociales han recubierto el campo de lo que tradicionalmente denominamos como política asistencial. Sobre esta base fue tomando forma una nueva politicidad en los sectores populares, donde el derecho a la asistencia se convirtió en un objeto privilegiado de la acción colectiva. Vemos como, a partir de la política social se desata un entramado de relaciones entre diversos actores, que dan vida a diversas organizaciones sociales, cuyo fin es, a través del establecimiento de relaciones vecinales, comunitarias, barriales, etc., paliar las restricciones presupuestarias de los hogares, dadas por la pérdida del empleo, o la imposibilidad de insertarse de manera estable en el mercado de trabajo. So, the local solidarities and comunitary exchange relations, were strongly spread in the urban territories of Argentina‘s cities and no longer were an encapsulated action in the traditional precarious neighbourhoods in the geographic borders. One of the consequencies that the last things mentioned carries for the asistencial politics is that the local territory was shaped in a spot of expression of demands and hence, in the generating of agents and organizations that in different ways push to obtain the resources for the social reproduction. For that reason, to analise the strategies and actions of the organizations would let us understand with major certainty the current becoming of manners of doing assistence in our country. Taking the last things into account, and the aim of the present job will try, though a cualitative type of methodology, to analise the particular way in which some territorial organizations of “Gran San Juan” interact with the State in order to get the resources of the asistencial politics. KEY WORDS: Social Politics – Social Organizations – Territory Es justamente en este contexto que el espacio local y vecinal se fue conformando en un lugar de refugio y repliegue, para desarrollar las estrategias tendientes a asegurar la reproducción social de estas familias. En este sentido, es que partiendo de una metodología de tipo cualitativa, nos proponemos analizar y comparar el modo en que ciertas organizaciones territoriales del Gran San Juan interaccionan con el Estado a fin de acceder a los recursos de las políticas asistenciales. Estudiando específicamente la dinámica material y simbólica que se desarrolla en la faz de la implementación en un territorio específico3. II. RECONFIGURACIÓN DEL ESTADO DE BIENESTAR: UNA BREVE DESCRIPCIÓN CONTEXTUAL Haciendo un breve repaso de nuestra historia, vemos que, en el momento de mayor desarrollo del Estado de Bienestar argentino, la provisión de bienestar estuvo fundamentalmente 3 Cabe destacar que el presente trabajo se enmarca en una beca de investigación cuyo estado de avance se encuentra aun en la fase de reelaboración del marco teórico de referencia 80 REV IISE vinculada al empleo, con el otorgamiento de beneficios sociales que fueron cualitativamente diferentes para los distintos grupos ocupacionales, lo que produjo una marcada estratificación en el acceso y calidad de los servicios sociales. En este periodo, en cuanto a los actores de la política social, el actor destinatario principal fue el trabajador formal y su familia, mediado por actores colectivos como gremios y sindicatos. El proceso de reforma del Estado llevado adelante en nuestro país a partir de mediados de los ’70, y con especial énfasis en los años noventa resultó entre otros en una profunda reestructuración de los modos en que el Estado Argentino interviene en la sociedad. Sobre todo en la década de los noventa se impondrán políticas de neto corte neoliberal, las cuales, a partir de una fuerte crítica al carácter universalista del Estado de Bienestar argentino establecerán la lógica de “la privatización de las instituciones productoras de bienes y servicios socialmente necesarios (escuela, hospital, medicamentos, etc.), promoviendo que, el mercado sea el gran disciplinador” (Tenti,124). Como consecuencia se comienzan a aplicar programas de testeo de medios4, en los cuales los ciudadanos sólo pueden acceder a los bienes y servicios a través de una demostración fehaciente de ciertos requisitos para recibir la ayuda estatal. la política asistencial dejó de ser marginal, para convertirse paulatinamente en una de las principales fórmulas de intervención del Estado Argentino en materia social. Esto último explica el importante crecimiento en el ámbito de las políticas asistenciales6, las que se convirtieron en la principal herramienta dirigida a paliar las problemáticas de pobreza y desocupación. A partir de esto, no solo se produjeron reestructuraciones a nivel institucional, sino que fundamentalmente se produjo una transformación en los principios de integración social. Introduciendo de este modo nuevos principios de organización, que no serán definidos sino en el transcurso de las luchas políticas y sociales que se desplegaron en la sociedad argentina (Lo Vuolo y Barbeito, 1998: 26-27). III. NUEVOS VÍNCULOS ENTRE EL ESTADO Y LA SOCIEDAD. Como resultado de la reestructuración del sistema de bienestar, la asistencia alcanza un rol preponderante, pero a su vez bajo una nueva configuración que se diferencia del modo tradicional de efectuarla. Nuevas articulaciones institucionales, nuevos agentes, nuevos desafíos políticos y sociales han recubierto el campo de lo que tradicionalmente denominamos como política asistencial Dichas reformas fueron dando paso a instituciones y programas de corte focalizado, descentralizado e incluso en muchos casos tendientes a la privatización de diversos servicios. Generando que, en pocas palabras, la política social quedara escindida de la política económica, esto es, pasara a desempeñar un rol de compensación de las desigualdades originadas por el mercado. Podría decirse que la política social de la época se fundamento en el supuesto de que son los propios individuos los causales de las condiciones de carencia-pobreza. Valga como ejemplo lo que desde los años noventa se han denominado planes sociales, los cuales, incluyen en su población objetivo a una franja de la población activa (con capacidad de trabajar) que tradicionalmente estuvo excluida de las mismas. Concatenado con esto la experiencia de las organizaciones de desocupados ha removido las formas en que se vinculan funcionarios y técnicos con los beneficiarios de la asistencia, estos últimos dejaron de lado la pasividad y se caracterizaron por una fuerte participación no sólo en la implementación sino también en la construcción de la agenda de la política pública. Este proceso de residualización5 del Estado de Bienestar, muestra que la tendencia hacia políticas compensatorias y focalizadas marca el nuevo camino de la redistribución del ingreso en la Argentina de hoy. Y que el crecimiento de Se va conformando así un particular modo de relación entre organizaciones de la sociedad y el Estado, cuyo resultado ya no son (como en las primeras décadas del siglo XX) compromisos, traducidos por ejemplo en leyes o institu- 4 Con esto se estaría reflotando la vieja idea de los “certificados de pobreza” que introducen una discriminación explícita y formal (Tenti) 5 En relación a este tema, consultar en Fernández Soto, S. (2006), “Políticas Sociales y Ciudadanía: tensiones y conflictos en torno a la construcción de los derechos sociales”. En Garcés L. y Lucero M. (compiladores) (2006) “Políticas Sociales y Ciudadanía. Debates sobre una relación en tensión”. EFU. San Juan. 6 Estas últimas se estructuran como intervenciones puntuales del Estado en situaciones originadas desde el impacto producido por la política macroeconómica y la reestructuración del mercado de trabajo, que sin embargo, el Estado buscó solucionarlas por fuera de dicho mercado con el propósito de no interferir en él y de tejer una malla de contención frente a los crecientes índices de desempleo. REV IISE 81 ciones que tendrán un impacto decisivo en la historia de la sociedad. Por el contrario, se trata de restablecer algunas reivindicaciones que muchas veces tienen una aplicación temporal específica, y también circunscriptas a cierta población o localidad. En este sentido, el Estado no sólo transformó la forma de su presencia en la vida social, sino que repentinamente se convirtió en el contendiente al que había que arrancarle su compromiso. En materia de política social esto se tradujo ya no en compromisos o acciones universales, y de largo plazo, sino que, por el contrario, lo que se obtenía después de una serie de confrontaciones y negociaciones entre organizaciones de la sociedad y los agentes del Estado, eran intervenciones puntuales, esporádicas y de corto tiempo. Se aprecia cómo, el giro de la matriz estadocéntrica hacia la sociedad civil implicó (e implica) que nuevas organizaciones y movimientos sociales interactúen con el Estado en la definición y ejecución de las distintas políticas y programas sociales, generando nuevas formas de relación entre ellos. A lo largo de los últimos 30 años, los vínculos entre las organizaciones y movimientos sociales con el Estado han pasado desde la crítica y denuncia social, la incidencia en la definición de políticas, la participación sólo en su ejecución, la transferencia de funciones y responsabilidades desde el Estado, hasta la simple captación de fondos públicos. Esta irrupción por parte de las organizaciones sociales ampliaría el marco para, siguiendo a Cunill Grau, “reivindicar la necesidad de que los intereses públicos aumenten su esfera de realización tanto a través de la incorporación de una mayor cantidad de agentes sociales en su satisfacción, como a través de la creación de espacios de interlocución y negociación entre el Estado y la Sociedad Civil” (en Britos 2006). Sin dejar de reconocer que dentro del sector de las organizaciones sociales existan distintos tipos de aproximación a la participación social. IV. ORGANIZACIONES SOCIALES, LA IMPORTANCIA DE LO TERRITORIA En nuestro país algunos autores señalaban ya a mediados de los años noventa como el lugar de residencia es una variable significativa para explicar la situación ocupacional y las estrategias de los hogares, pudiendo caracterizarse de acuerdo al nivel de concentración de riesgo social y la presencia de organizaciones sociales para viabilizar redes de contacto y acceso (Forni y Roldán, 1995). En este contexto, el término “barrio bajo planes” es construido justamente para dar cuenta 82 REV IISE “del papel fundamental que tienen – y han tenido en los últimos diez años – los planes de asistencia” para la reproducción social (Cravino, Fournier y otros, 2002). Ante este proceso de segregación espacial, el barrio (y el territorio) se ha convertido en el espacio privilegiado de los contactos y recursos sociales tendientes a sostener las estrategias de reproducción social de las familias. En este marco la transferencia de bienes y servicios provenientes de los planes sociales cumplen un papel significativo en los ingresos familiares. Se puede apreciar cómo, un curso de acontecimientos convirtieron paulatinamente al barrio en el espacio de contención y resistencia de la población ante las drásticas restricciones impuestas por el mercado de trabajo a la sobrevivencia de las familias. Por esta razón se vuelve fundamental el estudio de los vínculos entre organizaciones territoriales y el Estado a fin de lograr acceso a los recursos de la asistencia. A partir de las nuevas condiciones económicas reinantes, el espacio local y vecinal se fue conformando en un lugar de refugio y repliegue, para desarrollar las estrategias tendientes a asegurar la reproducción social de las familias. Así las solidaridades locales y las relaciones de intercambio comunitarias se expandieron fuertemente en los territorios urbanos de las ciudades argentinas y dejaron de ser una acción encapsulada en las tradicionales villas precarias en los márgenes geográficos (Merklen, 2005: 49 ). Una de las consecuencias que acarrea esto último para las políticas asistenciales es que el territorio local se fue configurando en un espacio de expresión de demandas y por ende en la generación de agentes y organizaciones que de distintas maneras pujan por la obtención de recursos para la reproducción social. En razón de ello analizar las estrategias y acciones de las organizaciones permitiría entender con mayor certeza el devenir actual de los modos de hacer asistencia en nuestro país. De esta manera los procesos de descentralización y reivindicación de lo local en las políticas asistenciales desde mediados de los noventa, confluyen en una dinámica social y económica “desde abajo” que resulta en un reposicionamiento del territorio en la intervención social. En otras palabras, las intervenciones estatales en lo territorial, mediadas por las organizaciones de base, implican una dinámica social que no se reduce a la implementación administrativa de un plan, sino que es necesario determinar las particulares historias, estrategias y agentes puestos en juego en cada ocasión. V. NUEVOS ACTORES Y ORGANIZACIONES SOCIALES EN LA POLÍTICA SOCIAL. Los recursos provenientes de las políticas asistenciales se volvieron vitales y por lo tanto con el correr de los años objeto de demandas colectivas. Sobre esta base fue tomando forma una nueva politicidad en los sectores populares en el que el derecho a la asistencia se convirtió en un objeto privilegiado de la acción colectiva (Merklen, 2005; Svampa y Pereyra, 2003). Vemos como, a partir de la política social se desata un entramado de relaciones entre diversos actores, que dan vida a un gran número de organizaciones sociales, cuyo fin es justamente, a través del establecimiento de relaciones vecinales, comunitarias, barriales, entre otras, paliar las restricciones presupuestarias de los hogares, dadas por la pérdida del empleo, o la imposibilidad de insertarse de manera estable en el mercado de trabajo. El fortalecimiento de estas redes sociales es un proceso que se fue desplegando en más de dos décadas y que hoy está presente en un conjunto heterogéneo de territorios urbanos, que implican no sólo villas de emergencia, sino también tradicionales barrios obreros, barrios suburbanos, o enclavados en zonas rurales, o del interior de las provincias. En este sentido, referir a la “sociedad civil”, implica que se la considere, no como un concepto unívoco, integrado por “todo” aquello que no es el Estado ni el mercado, sin tener en cuenta las implicancias teóricas y prácticas de optar por cualquier definición. Sino que, por el contrario es preciso entender que a partir de la política social se desata un entramado de relaciones entre diversos actores sociales, lo que lleva a pensarla como dotada de una fuerte heterogeneidad social y política sólo explicada en su contexto histórico. Estas organizaciones sociales, pueden ser analizadas desde varias perspectivas, una de ellas se plantea la participación como un llamado a la racionalización de las prácticas colectivas, razón por la cual toda aquella otra práctica que no responda a estos criterios quedará recluida en el apartado de lo irracional. Esta “moral” de la participación produce y reproduce, mediante el no-reconocimiento, una organización en el campo de la política social en el que los expertos y su saber establecen los caminos más adecuados a seguir y frente a los cuales el resto de los agentes deben someterse y aportar. Bajo esta visión los caminos de la participación están encarrilados en aquellos procedimientos establecidos por los técnicos del Estado. Así, aquellas manifestaciones y reclamos de grupos y movimientos sociales que no sigan esos canales pre-establecidos serán considerados como “disruptivos”. Frente a esta perspectiva otras visiones han reivindicado el papel de la lucha y confrontación de las organizaciones sociales, en especial alrededor de la figura de los denominados planes sociales, y por ende el carácter contestatario de los actores sociales en el plano de la política social. La producción que gira en torno a las organizaciones de desocupados en nuestro país, es un ejemplo de esto. Estos nuevos actores aparecen en la arena política, por momentos negociando y por otros confrontando, en busca de obtener respuestas por demandas vinculadas a sus necesidades. Originando, en efecto, una redefinición en los modos tradicionales con los que el Estado se vinculaba con la población en materia asistencial. Particularmente esta lucha por la definición y satisfacción de las necesidades, posiciona a las diversas organizaciones, ya no como el sujeto pasivo y “merecedor” en alguna medida, de la asistencia estatal, sino que las transforman en sujeto activo y promotor de demandas que introducen un nuevo discurso en la arena política de nuestro país7. De esta manera se fue abriendo “un nuevo espacio en el ámbito de lo local que posicionó a éstos agentes… en un inédito sitio para incidir en las políticas asistenciales de manera mucho más directa. Incluso para competir y por momentos desgranar otros modos de asistencia como el clientelismo” (Lucero, 2006:9). En este sentido, es imperante reconocer que las estrategias estatales en materia de política social, y en particular de política asistencial, de ninguna manera se configuran como estrategias unilaterales, sino que, con el surgimiento e implementación de los diversos planes sociales, se va conformando un entramado de relaciones de cooperación y de conflicto entre las distintas organizaciones sociales y los correspondientes niveles de gobierno (Svampa y Pereyra, 2003, pg 89). Dotando así, como bien señalan Freytes Frey y Cross (2005), “de un nuevo sentido a los planes sociales, al hacer de los mismos una herramienta a partir de la cual organizar a los sectores empobrecidos, constituyéndolos en un foco de oposición al neoliberalismo”. (pg 7) 7 En referencia a esta cuestión, consultar Sabeti Carina (2008) Informe Final de beca interna de investigación categoría Iniciación CICITCA del proyecto “POLITICA SOCIAL Y MOVIMIENTOS SOCIALES: Organizaciones de Desocupados y Plan Jefas y Jefes de Hogar. REV IISE 83 VI. ESTADO Y POLÍTICA PÚBLICA En este sentido se puede ver cómo, los enfoques actuales de política social propician un estilo de relación entre Estado y la Sociedad Civil que se constituye en una suerte de welfare mix, “ello implica que distintos actores – sector público, organizaciones no gubernamentales y referentes de las comunidades sumergidas – gestionen cooperativamente la satisfacción de necesidades sociales”. (Cardrelli y Rosenfeld, 2000:27-28) De este modo, el denominado Estado asistencial “va distribuyendo sus recursos a actores de la sociedad civil cada vez más heterogéneos y disgregados, construyendo mecanismos de relación que avanzaron desde el asistencialismo clásico a formas de clientelismo que combi nan pers onal ismo con tec nocr acia ”. (Ídem:28) Aun bajo esta “neo-subsidiariedad”, vemos que el Estado no agota la vida social, la política social se desarrolla y sostiene por grupos, redes y relaciones que exceden al propio Estado, poniendo en juego sus intereses y creencias. Esto nos permite inferir que el Estado, no define de manera autónoma cuales serán las políticas a implementar, sino que son diversos los actores8 que entran en interacción con aquel, a fin de definir que necesidades serán “problematizadas” y se convertirán en “cuestiones”9 susceptibles de ser incluidas en la agenda social (Oszlak y O’Donnell, 1976). En este sentido, no es tan obvio donde se demarcarían las líneas que separan al Estado y la Sociedad, en cuanto a la definición e implementación de las políticas, ya que existen zonas grisadas en las cuales se puede apreciar cómo coexisten ciertas políticas que, suponen una penetración del Estado en la Sociedad Civil, con aquellas que implican mutuas “interpenetraciones”, ya que “al componente de mando que pone el Estado se agregan relaciones bidireccionales de poder, influencia, negociación y cooptación” (Oszlak y O’Donnell, 1976) por parte de otros actores, quienes al momento de intervenir toman posición en relación a las cuestiones que los afectan pudiendo influir considerablemente en el proceso de resolución10 de éstas últimas. Los fundamentos y justificaciones (delimitación de las necesidades a atender) de una política social ya no podrán verse como discursos puramente burocráticos o técnicos (en los que especialmente las ciencias sociales tienden a contribuir de manera esencial), sino por el contrario como discursos en permanente pugna. En este sentido, ya hace más de treinta años Roger Cobb y Charles Elder (1972:82) planteaban que “estos policy problems resultan de los conflictos “entre dos grupos o más sobre cuestiones formales o substantivas relativas a la distribución de posiciones y recursos” (En Valcarce, 2005). Entonces “los promotores de un problema potencial que no ha recibido hasta el momento la atención pública o gubernamental quieren hacer conocer a otros segmentos de la sociedad (...) o a las autoridades estatales (...) una dificultad que los afecta directa o indirectamente” (Ídem) Por su parte, Herbert Blumer (1971), contemporáneo de los autores precedentes, planteaba, en lo que podría denominarse una primera contribución a una sociología constructivista de los problemas públicos, que “un problema social es siempre el punto focal para la operación de intereses, intenciones y fines divergentes que están en conflicto”, y, en este sentido es que “las interacciones entre estos intereses y estos fines constituyen la modalidad en la que la sociedad enfrenta cada uno de sus problemas sociales” (Blumer en Valcarce, 2005). VII. A MODO DE CIERRE Como ya se ha expuesto, ninguna estrategia estatal en materia asistencial es unilateral, sino que más bien se hace evidente la presencia de múltiples actores, que intervienen en el surgimiento e implementación de una determinada política social (asistencial). Se puede apreciar que, “las agencias y políticas estatales son en sí mismas constantemente producidas y reproducidas dentro de un marco de estructuras y procesos sociales más amplios, dentro de una compleja constelación de acciones humanas, deseos, esfuerzos y proyectos. Es decir que, existe una red de relaciones, que van desde la cooperación hasta la confrontación entre Estado y Organizaciones Sociales, 8 Siguiendo a Oszlak y O’Donnell (1976), podemos decir que se entiende por actores, a “ciertas clases, fracciones de clase, organizaciones, grupos e incluso individuos estratégicamente situados” (1976:18) 9 Un análisis más acabado acerca de este proceso y los diferentes elementos que intervienen en el podrán ser consultados en Oszlak y O’Donnell, (1976). 10 Por resolución de la cuestión, Oszlak y O’Donnell (1976) entienden su desaparición como tal, sin implicar que ello haya ocurrido porque haya sido” solucionada”. Podría suceder que, otra cuestión haya monopolizado la atención, o porque se haya concluido que nada se puede hacer, o porque el sector social que la planteaba ha sido reprimido, eliminado. 84 REV IISE dando lugar a que estas últimas se conviertan en protagonistas de luchas, tensiones y conflictos que posibilitan su reproducción y consolidación. Por ello, y siguiendo a Van Krieken (1991), planteamos que estaremos mal preparados para entender tanto la estabilidad de las relaciones sociales existentes o, como y porque pueden cambiar, mientras permanezcamos atados a una visión de los seres humanos como objetos pasivos, en resistencia o seducidos, al control, la ingeniería social, la administración y la disciplina del Estado. Dado que, las políticas estatales “permiten una visión del Estado ‘en acción’, desagregado y descongelado como estructura global y ‘puesto’ en un proceso social en el que se entrecruza complejamente con otras fuerzas sociales” (Oszlak y O’Donnell, 1976:8), lo que se pretenderá a partir de este futuro estudio, es analizar diversas organizaciones de nuestro medio a fin de identificar y comparar el modo particular a través del cuales cada una de estas organizaciones, en la lucha por la satisfacción de sus necesidades, interacciona con el Estado construyendo vínculos, en el marco específico de la política asistencial. BIBLIOGRAFIA BRITOS, NORA (2006), “Organizaciones de la Sociedad civil y políticas sociales: despolitización y debilitamiento de la esfera pública en el campo de asistencia social”. En Garcés L. y Lucero M. (compiladores) (2006) “Politicas Sociales y Ciudadanía. Debates sobre una relación en tensión”. EFU. San Juan. CARDARELLI, G. y ROSENFELD, M. 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RESUMEN En el marco de referencia del trabajo se vinculan los conceptos de “representaciones sociales” con el de “vocación territorial” utilizando como soporte para el análisis el rol que el municipio cumple en el contexto comunal. Para ello, se trabaja con las representaciones sociales, como sistemas cognoscitivos, como sistemas de valores, ideas y prácticas en su doble función: orientar a los individuos en su mundo material y social y posibilitar la comunicación entre los miembros de una comunidad proporcionándoles códigos compartidos. Y, con la vocación territorial, como el conjunto de aptitudes, disposiciones y potencialidades de un territorio, el cual es considerado como el medio físico socialmente construido, sobre una naturaleza dada, del sistema de soportes materiales de una sociedad concreta, cambiante dinámica y contradictoria. En este marco se apunta, por un lado, a identificar el rol del municipio en relación al desarrollo y potenciación de la vocación de su territorio y, por otro, detectar las representaciones sociales de los miembros de la comunidad, que se desempeñan en las diferentes áreas de la actividad económica de cada territorio; en relación al rol municipal, como gerenciador o promotor de tales actividades. Esto es, conocer las opiniones, percepciones y valores de la comunidad respecto al apoyo, interés o indiferencia que reciben del mismo. El contexto de referencia son dos departamentos, con características diferentes, a fin de rea- lizar una posterior comparación de la situación que presenta cada uno de ellos. PALABRAS CLAVES: Vocación Territorial – Representaciones Sociales – Rol Municipal – Ingerencia Municipal. ABSTRACT Social Representations on the municipal roll, in the Territorial Vocation of departments Zonda and Pocito (Province of San Juan) Within the framework of reference of the work the concepts of “social representations” with the one of “territorial vocation” tie using like support for the analysis the roll that the municipality fulfills in the communal context. For it, this works is about the social representations, like cognitive systems, systems of values, ideas and practices in its double function: to orient to the individuals in its material and social world and to make possible the communication between the members of a community being provided to them shared codes. And, with the territorial vocation, like the group of aptitudes, dispositions and potentialities of a territory, which is considered like territory socially constructed, on nature a given, of the system of material supports of a concrete society, changing dynamics and contradictory. In this frame one scores, on the one hand, to identify the roll of the municipality in relation to the development and evolution of the voca- 1 Este trabajo fue presentado en el 5º Encuentro de Investigadores Sociales, Región Centro Oeste. 2º Binacional con la IV Región- Chile. Octubre 2009. 2 [email protected]. Grupo de Investigaciones del Sector Socioagropecuario (GISSA), Instituto de Investigaciones Socioeconómicas, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nacional de San Juan. Av. Ignacio de la Roza 590 (O), Complejo Universitario “Islas Malvinas”, Rivadavia, San Juan. REV IISE 87 tion of its territory and, on the other, to detect the social representations of the members of the community, that they develop in the different areas from the economic activity of each territory; in relation to the municipal roll, like promoter of such activities. That is to say, to know the opinions, perceptions and values of the community with respect to the support, interest or indifference that they receive from the same. The reference context is two departments, with different characteristics, in order to realise a later comparison of the situation that presents displays each of them. INTRODUCCIÓN En este marco, se guientes pasos: Este artículo se elaboró con base en el proyecto de investigación denominado: “Representaciones Sociales del concepto Vocación Territorial: Rol Municipal (Análisis Comparativo Departamentos Pocito y Zonda, San Juan, Argentina)”, que actualmente se encuentra en ejecución por el equipo GISSA (Grupo de Investigación del Sector Socio-agropecuario) en el Instituto de Investigaciones Socioeconómicas, cuyos objetivos son: Objetivo General: Identificar en el ámbito comunitario, las representaciones sociales respecto al rol que cumple la institución municipal, en relación a la Vocación Territorial. Objetivos específicos: Apunta a detectar el rol del Municipio en relación al desarrollo y potenciación de la vocación de su territorio” Busca detectar las representaciones sociales de los miembros de la comunidad, que se desempeñan en las diferentes áreas de la actividad económica de cada territorio, en relación al rol municipal, como gerenciador o promotor de tales actividades. Pretende identificar sus opiniones, percepciones y valores, respecto al apoyo, interés o indiferencia que reciben del mismo, en su rubro productivo. METODOLOGÍA: El proyecto del que se deriva este artículo ha sido planteado en dos etapas: una de naturaleza teórica y otra de aplicación, trabajando con Representaciones Sociales y Vocación territorial, identificando sus extensiones de uso y aplicación desde la perspectiva del Rol Municipal. Se empleó una metodología cualitativa, priorizando una práctica de investigación que trata de recoger de la observación directa, de la situación natural y de la expresión e información todo lo referente a las representaciones sociales de la vocación territorial, en el marco del rol que cumple el municipio. 88 REV IISE KEY WORDS: Territorial Vocation - Social Representations – Municipal Rol - Municipal Interference. están cumpliendo los si- Búsqueda bibliográfica y redacción de Marco Teórico sobre representaciones Sociales, Vocación Territorial, Estado y Municipio. Análisis de las normativas que emanan de los municipios seleccionados: Carta Orgánica y Ordenanzas Municipales, con el fin de detectar los ejes prioritarios en el accionar municipal. Entrevistas en profundidad mediante el método de inspección, a actores sociales seleccionados que se desempeñan en las diferentes ramas de la actividad económica: emprendimientos agrícolas, comerciales e industriales. Las entrevistas tienen la consideración instrumental de ser abiertas y semiestructuradas, partiendo de un guión básico aplicado a los escenarios de interés en los que se centra la investigación. Análisis de la información y comparación de resultados en los Departamentos geográficos seleccionados. LINEAMIENTOS TEÓRICOS La teoría de las Representaciones Sociales se ocupa de un tipo específico de conocimiento, es una forma de conocimiento elaborado socialmente, compartido por el grupo, que tiene una orientación hacia la práctica y, por consiguiente, orientado a la construcción de una Realidad Social. Las Representaciones Sociales se caracterizan por su ubicación estratégica en la intersección, constituyen una manera particular de enfocar la construcción social de la realidad. Este enfoque presenta la gran ventaja de situarse en un punto que conjuga, por igual, las dimensiones cognitivas y las dimensiones sociales. Las Representaciones Sociales son maneras de interpretar la realidad cotidiana, a través de la actividad mental llevada a cabo por los individuos y los grupos, con la finalidad de tomar posición con respecto a situaciones, hechos, objetos y comunicaciones que les conciernen. Asimismo, son formas de conocimiento social- mente elaborado y compartido, es a la vez el proceso de una actividad y la apropiación de la realidad, teniendo una visión práctica y concurrente a la construcción de una realidad común en un conjunto social. Es necesario partir de la idea de que las Representaciones Sociales, en tanto que conjunto de condiciones engendradas dentro del trabajo, están estrechamente ligadas a las prácticas sociales y a los procesos de transmisión y conocimientos, esto es: nos interesa describir la configuración de los mecanismos representacionales a través de los procesos de naturalización y de apropiación producidos por la práctica de intervención directa. Al tener el mismo significado para quien habla y para quien escucha, el lenguaje permite tanto “representar” un objeto ausente o invisible como evocar el pasado o futuro. Si uno quiere estudiar las Representaciones Sociales, ineludiblemente tendrá que estudiar las comunicaciones humanas y sus contenidos que, por otra parte, presentan muy variadas formas. En este marco, Sergei Moscovici (1986) caracteriza a nuestro tiempo como la época –por excelencia- de las representaciones sociales. Su función proviene que son compartidas a nivel de una misma comunidad por lo que se refiere a las “Representaciones Colectivas”, a cuyo estudio se dedicó Durkheim. Es en los años 80 que se comienzan a generalizar los estudios sobre representaciones sociales. No obstante, fue Moscovici quien propuso el concepto en 1961 y Robert Farr (1983) asegura que la noción de representaciones no son sólo “imágenes de”, o “actitudes hacia”, sino “teorías o ramas del conocimiento” con derechos propios para el descubrimiento y la organización de la realidad. En este marco de referencia, ofrecido desde el concepto Representaciones Sociales, la “Vocación Territorial” aparece como una construcción de conocimiento socialmente elaborado y compartido, que posee un alcance práctico y concurre a la construcción de una realidad que es común a un conjunto social. Cabe señalar que, en la complejidad conceptual enunciada, se identifica el concepto vocación y el concepto territorial, cada uno de ellos con su propia perspectiva de desarrollo teórico, disponiéndose de un mayor desarrollo para el caso “territorial” que para el de “vocación”. Aquí es necesario rescatar el hecho percibido de que, el concepto “vocación” en su uso común y cotidiano, se da por sentado como entendido y/o comprendido desde sus elementos constitutivos, es decir, “las potencialidades y/o limitaciones que dispone el territorio objeto de la concreción vocacional” (I. Silva Lira, 2003). Además, cabe señalar que el referido concepto se materializa en tanto y en cuanto se avance sobre sus especificidades de identificación: Aptitudes, Capacidades y Características, todas ellas en función de su aplicación a “un” territorio en particular. En el marco anterior, nosotros, para fines del Proyecto de Investigación, vamos a considerar el concepto territorio como “una construcción social que supone concebirlo no como un espacio físico objetivamente existente , sino como un conjunto de relaciones sociales que dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósito compartidos por múltiples agentes públicos y privados, aunque dicha construcción implique –muchas veces- transitar por procesos de conflicto y negociación” (A. Schejtman y J. Berdague, 2.004). Es desde el contexto de reflexión anterior que nuestro Marco Teórico se empieza a delinear, a partir de la necesidad vinculante en la cual, la vocación territorial, se manifiesta en la identidad local “como el conjunto de las Representaciones Sociales que tienen sus habitantes con relación a su pasado, sus tradiciones y sus competencias, su estructura productiva, su patrimonio cultural, sus recursos materiales, su futuro, etc.”(I. Silva Lira, 2003) No se trata de una identidad “monolítica”, sino de un conjunto de conocimientos complejos integrados por una multitud de representaciones consustanciales a cada grupo social, a cada lugar, a cada centro de producción especializado, etc. Esta representación “plural” no es inmutable, sino que, al contrario, puede evolucionar, reforzarse, modernizarse y en ese sentido es importante considerarla como parte del ejercicio de identificar las vocaciones del mismo. Es con ambos conceptos, el de Representaciones Sociales y el de Vocación Territorial, desde los cuales vamos a realizar el “acercamiento” al Municipio, en un intento de identificación de su ROL en la construcción de tales representaciones, con dicho objeto social, el de Vocación Territorial. A tal efecto, vamos a recurrir al análisis de “escenarios” normativos desde los cuales sea posible ir “desagregando” los actores sociales involucrados en la construcción de la representación y en la identificación del objeto. Al efecto, desde la Carta Orgánica Municipal y desde sus Ordenanzas Municipales, se detectan los “haceres” de tal referente institucional, con la finalidad de verificar en tanto y en cuanto son “creadoras de representaciones sociales con respecto a su intervención en la “vocación territorial”, lo que –a nuestro juicio- nos estaría también permitiendo realizar una especie de “medición de evaluación” del desempeño municipal en los términos ejecutivos. REV IISE 89 DEFINICIONES CONCEPTUALES Representaciones Sociales Se adoptó como definición más adecuada la de Farr, Robert. M. ya que retoma a Moscovici, Sergei, pero además precisa y delimita mejor el concepto referido. “Sistemas cognoscitivos con una lógica y un lenguaje propios. No representan simplemente “opiniones acerca de”, “imágenes de”, o “actitudes hacia” sino “teorías o ramas del conocimiento” con derechos propios para el descubrimiento y la organización de la realidad. Sistemas de valores, ideas y prácticas con una función doble: primero, establecer un orden que permita a los individuos orientarse en su mundo material y social, y dominarlo; segundo, posibilitar la comunicación entre los miembros de una comunidad proporcionándoles un código para el intercambio social y un código para nombrar y clasificar sin ambigüedades los diversos aspectos de su mundo y de su historia individual y grupal “ Vocación Territorial “Puede decirse que vocación territorial es el conjunto de aptitudes, disposiciones y potencialidades de un territorio, considerado este como el medio físico socialmente construido, sobre una naturaleza ya dada, del sistema de soporte materiales de una sociedad concreta, como expresión y síntesis históricamente fe- 90 REV IISE chada, cambiante, dinámica, contradictoria, de múltiples determinaciones económicas, sociales, políticas y culturales.” Estado y Municipio: En la relación estado-sociedad-territorio, el primero no solo regula las relaciones entre el capital y el trabajo y las relaciones entre los distintos sectores sociales y niveles territoriales, sino que también define y expresa el ordenamiento de su territorio, a través de la articulación que hace del espacio. La división político-administrativa es un instrumento para el ejercicio del poder estatal, expresado en términos de administración, planificación, gobierno y control territorial. En la actualidad la sociedad civil y las entidades territoriales, están llamadas a ser protagonistas de los proceso de desarrollo nacional y regional, dentro del marco de apertura interna, que abre espacios de participación social y desarrolla procesos de descentralización administrativa, de autonomía territorial, de democracia participativa y de apertura externa que sugiere una mayor producción y competitividad, las cuales sólo son posibles a partir de la modernización regional. RESULTADOS El grado de avance a la fecha nos ha permitido presentar en esta ponencia los siguientes resultados: 1. Caracterización de los Departamentos Pocito y Zonda 2. Análisis de las Categorizaciones Caracterización de los Departamentos Pocito y Zonda Pocito El Departamento de Pocito se encuentra ubicado sobre un área de oasis, específicamente sobre el Oasis del Tulúm, quien concentra la mayor capacidad productiva y poblacional de la provincia. Es un departamento de perfil rural, producto de un tipo de ocupación espacial específica, de las transformaciones que se han sucedido en el tiempo y de cómo se han ido organizando las sociedades que allí habitan, generando así usos del suelo particulares en cada unidad espacial. Presenta una clara división entre el espacio que corresponde al oasis productivo y el sector precordillerano correspondiente a la Sierra Chica de Zonda que actúa como límite oeste con el departamento de Zonda. Posee una superficie total de 56886,34 ha, el oasis es de 31475,630, es decir un 55,33 % del total En función de la cantidad de habitantes (40969 habitantes), Pocito estaría conformando un municipio de 1º categoría. Debemos agregar además un elemento que le incrementa peso y es que el departamento Pocito posee Carta Orgánica Municipal, lo que le confiere autonomía frente a la toma de decisiones a diferentes niveles, y es el sustento jurídico legal del departamento. En el departamento Pocito la función de gerenciador público en el desarrollo territorial, cumplida por el municipio, obedece a consolidar y potenciar aspectos tales como el turismo, que podríamos decir que en líneas generales está representado por la gran cantidad de recursos naturales y paisajísticos que encontramos en él, como así también el gran potencial que presenta en relación al agroturismo. Por otro lado posee un importante desarrollo agroindustrial que define otra vocación de su territorio, ya que se constituye como básicamente agrícola, con una fuerte expectativa industrial, y un importante rol exportador. Con el objetivo de enfrentar dicho desafío analizaremos la existencia y el modo de implementación, de la participación municipal en las diferentes áreas de la economía departamental, priorizando las que conforman su vocación territorial: agrícola, industrial y turística. Este desafío estará definido por las propias opiniones y experiencias de los actores del proceso, que conforman sus representaciones social- mente construidas, respecto al rol que el municipio cumple en los diferentes ámbitos de la economía local. Zonda Este departamento presenta una considerable extensión, 249295,20 ha, de las cuales solo es utilizado el 2,15% para actividades principalmente de agrícolas desarrolladas en el sector de oasis, ubicado hacia el noreste del departamento. La concentración más relevante del departamento la constituye la cabecera departamental Villa Basilio Nievas, los servicios más importantes se encuentran emplazados de manera lineal sobre Ruta Provincial Nº12. A partir de allí se ha expandido el área central hacia el sector noreste. El departamento, históricamente se ha perfilado como agrícola, con base en algunos cultivos como la vid y el olivo y algunas diversificaciones, en la actualidad, hacia los frutales. Este perfil agrícola es difícil desarraigarlo de lo que históricamente constituyó la actividad principal de la población, por esta razón y en función de las condiciones naturales propicias (suelo y clima básicamente) es una actividad definitoria en la determinación de la vocación territorial. Las riquezas naturales que se ofrecen en este departamento lo perfilan con capacidades turísticas, por lo que es necesario considerar la necesidad de mejorar las condiciones de infraestructura, servicios y promoción turística. Análisis de las Categorizaciones A partir de la información obtenida en las entrevistas realizadas en los Departamentos bajo estudio (Pocito y Zonda), se realizó la categorización y análisis que nos condujera al conocimiento de las representaciones sociales sobre la vocación territorial y el rol que cumple el Municipio en tales representaciones. A la fecha, se han analizado las siguientes categorías y subcategorías: A - Ingerencia Municipal en la Vocación Territorial A-1- Apoyo Municipal a la Vocación Territorial: en Gestión, en Orientación o Asesoramiento, en Acciones Concretas o Ausente. A-2- Actitud Municipal frente a la Comunidad Económica: Aperturista, Indiferente y Enclaustrada B- Opinión frente a la Gestión Municipal: Opinión Positiva, Opinión negativa. B- a-Opinión de los otros Miembros del Sector Económico REV IISE 91 C- Intervención de otros Organismos en la Vocación Territorial C-1-Posibilidad de Intervención: Instituciones Públicas y Privadas C-2- Respuesta de Otras Instituciones D- Obras Municipales: De Iniciativa Municipal, De Autogestión E- Potencialidades Departamentales: Productivas, Turísticas, Urbanísticas, Viales, Comerciales, Otras. E a- Respuesta Municipal frente a las Potencialidades F- Debilidades Departamentales: Productivas, Turísticas,, Urbanísticas, Otras. Fa- Respuesta Municipal frente a las Debilidades G- Propuestas de la Comunidad Económica al Municipio: Productivas, Turísticas, Ambientalistas, Viales, Organizativas, Otras. A los efectos de esta ponencia se analizará solo la sub-categoría “Apoyo Municipal”, dentro de la categoría “Ingerencia”, a modo de ejemplo. Las siguientes son las observaciones obtenidas en cada departamento atendiendo a la categoría señalada. A - Ingerencia municipal en la Vocación Territorial El término “ingerencia”, así escrito, tiene un origen etimológico procedente del verbo “gérere”, el que da lugar a gerencia, gestión, gesto, entre otras; y cuyo significado es llevar en sí, transportar. El prefijo “in” en este caso implica direccionar, dar dirección o llevar asuntos. Por lo tanto ingerencia significa una intervención en un lugar o territorio, para producir cambios de gestión o gerencia en determinada dirección, a partir de lo que ese cuerpo social, físico o cultural tiene en sí, no implantando algo extraño o foráneo a él; como un acto continuado en el tiempo y no de una sola vez. (Arnal, Mariano. Almanaque Léxico) Con esta categoría se pretende detectar el interés del estado municipal en dirigir, controlar o simplemente apoyar la actividad privada en el desarrollo económico de su departamento, imprimiendo líneas de acción a seguir, o ayudando al mejor desenvolvimiento de las actividades productivas y servicios que se prestan. Pocito: En general, puede verse que los productores agrícolas del departamento se encuentran bastante conformes con la gestión municipal. Un productor agrícola del sector olivícola, hortícola y productor de semillas, opina que si bien no reciben dinero del municipio, se los consulta en las decisiones importantes. Del mismo modo un productor vitivinícola confiesa 92 REV IISE no haber recibido ayuda económica municipal y otro lo confirma destacando que los municipios no manejan mucho dinero, pese a ello tiene una ingerencia activa. “El municipio, nosotros no lo molestamos para nada lo que es dinero, pero si estamos tenemos mucho apoyo de ellos en muchas cosas. Nos preguntan cosas que para uno es una gran satisfacción, que le vengan a preguntar que les parecen que podemos hacer? (Entrev. P 2) “Muy activa” “En la parte económica lo que recibimos de ellos es un apoyo de gestión porque el municipio normalmente no maneja lo económico…, no maneja fondos propios por la coparticipación,…” (Entrev. P 7) En cuanto a los empresarios industriales y turísticos unos no perciben mucha ingerencia municipal en sus rubros, otros se sienten más contenidos en las actividades turísticas que en su producción industrial. Ellos forman parte de la denominada “Ruta del Vino” que fue constituida por bodegueros y champañeros de Pocito y otros departamentos sanjuaninos, y tiene como finalidad acercar sus productos a visitantes principalmente extranjeros y de otras provincias, trasformando sus establecimientos en productos turísticamente vendibles. El municipio no tiene mucha participación. (Entrev. P 8) “Básicamente en el apoyo de la ruta del vino, o sea en la parte turística…eeeh… Y el municipio después de que lanzó el PLAN ESTRATÉGICO 2008 – 2020 también bueno tambien a la parte productiva. Si bien el contacto más fuerte era el apoyo turístico de la ruta del vino eeeh tambien estamos trabajando con el lanzamiento de este proyecto que ha hecho el municipio.” (Entrev. P14). Zonda: En cambio, en este Departamento, se observa una distancia considerable entre la acción municipal y, principalmente, el sector productivo; ellos expresan que están desprotegidos específicamente en su búsqueda de financiamiento para desarrollar sus actividades. “Vivimos haciendo pedidos y estamos un poco desilusionados, con los pedidos que hacemos. Porque los pedidos que hacemos los productores, están todos orientados al financiamiento, porque el productor no tiene acceso al financiamiento, y hay planes del Gobierno Central que la Municipalidad los debería canalizar” .” (Entrevistado Nº10 . Propietario de finca y bodega). A-1-Apoyo Municipal a la Vocación Territorial Bien es sabido que los municipios cumplen la función de mantenimiento de los sectores públicos, alumbrado, barrido y limpieza, y reco- lección de residuos domiciliarios, básicamente. Sin embargo pueden y deberían generar acciones tendientes a la potenciación y desarrollo económico de sus territorios. En este ítem observaremos, desde la mirada de los actores, la medida en que los agricultores, industriales, comerciantes y empresarios turísticos, reciben apoyo del gobierno municipal, ya sea en gestión, asesoramiento o en acciones concretas. -Apoyo en Gestión: Pocito: Una de las formas en que la gestión comunal apoya a la actividad privada local es ayudándoles a realizar gestiones de diverso tipo ante organismos provinciales, nacionales, públicos o privados; ya sea para la obtención de subsidios económicos ante desastres naturales, o intercediendo para solucionar problemas laborales o legales. “…Casualmente ayer nos dio un apoyo muy grande a los agricultores en el caso del RENAT, han aparecido esta semana haciendo desastres a los productores, entonces se han puesto que no puede ser por que se ocupa un obrero por dos días y que tenga que meterlo en libro, y no vale la pena, entonces buscar otro sistema, eso es pa‘ la Pampa Húmeda.” “Entonces hemos tenido un gran apoyo de él, incluso la gente lo sabe por eso la gente se quiere venir a Pocito, está viniendo mucha gente nueva y nosotros no nos vamos de Pocito!”. (Entrev. P 2) Zonda : En este departamento no se concretan acciones específicas de apoyo para gestiones que requiere la comunidad, en cambio, respecto de la gestión que le es inherente al funcionamiento municipal, como es el cobro de tasas contributivas, se reconoce que existe un apoyo en la implementación de moratorias acordes a las posibilidades de los contribuyentes. “Las facilidades digamos…el cobro de…de la tasa, claro, municipal, que si yo este mes no puedo, que se yo me hacen un plan de pago en dos veces o en tres veces, siempre hay una esp ecie de cont rato, de pal abra con el Municipio…es decir bueno mira lo podemos arreglar de esta manera, no te puedo pagar todo junto…El mes que viene me va a ir mejor, tal vez... Entonces siempre hay una especie de ayuda hacia el comerciante para que pueda seguir manteniéndose” (Entrevista Nº 1) - Apoyo en Orientación o Asesoramiento Pocito: Otro modo en que se muestra el interés por el desenvolvimiento de los diferentes rubros de la economía local es mediante la orientación y asesoramiento a productores, empresarios y comerciantes en temas labora- les, relacionados con la exportación y trámites en general. “Sí, él nos ha brindado siempre apoyo y colaboración en lo que es organización todo eso, el municipio nos está brindando el apoyo necesario, pero si nosotros vamos por ejemplo y le pedimos: Sergio queremos tal cosa; él acude ahí no mas a nosotros” “Y él permanente por ejemplo....la municipalidad ha hecho una oficina para lo que es el tema agrícola, para asesoramiento, exportación, para todo eso”. “Nos sentimos orgullosos de producir en Pocito, porque vemos a lo mejor en otros departamentos, colegas nuestros, amigos nuestros, no tienen tanto apoyo como nos brinda el intendente de Pocito a nosotros.” (Entrev. P 3) - Apoyo en Acciones Concretas Pocito: En algunos casos el apoyo se manifiesta mediante la ejecución de obras o acciones por parte del Municipio que, intencionalmente o no, permiten mejorar la actividad económica de algunos sectores productivos o industriales. Es el caso de este entrevistado, dueño de un vivero de importancia en el Departamento, que se vio beneficiado en gran medida por la extensión de la red de gas. “…si nos colaboran y incluso ahora nos han ayudado, nos han conectado la red de gas natural, la cual es importantísimo para nosotros. Porque nos va a permitir bajar el 50 % de los costos de la producción, porque nosotros tenemos invernaderos.” “Entonces por ejemplo vamos a poder hacer en el año calendario 2 vec es p lant as d e ol ivo, por eje mplo.” “Claro...sino antes lo teníamos que calentar solamente con la temperatura del clima, entonces para nosotros, esa la gestión de habernos ya puesto el gas es importantísimo, así que nosotros estamos bastantes conformes.” (Entrev. P 5) Zonda: El apoyo aquí se manifiesta a través de compras que realiza el Municipio a proveedores, con lo cual favorece a comerciantes locales. Especialmente, se ven beneficiados los rubros de farmacia y ferretería. “Si, hay ayuda económica por medio del Municipio, por supuesto todo lo más transparente posible. O sea, ellos piden un presupuesto acá del producto que necesitan, eh, lo llevan al Municipio, el Municipio le acepta el pedido. Viene una persona del Municipio y lo compra, lleva su factura o su ticket, eh, y lo descarga como gasto, me imagino yo, en el Municipio, como ayuda hacia la comunidad”. “Únicamente medicamentos, perfumería en ningún momento me compran. Únicamente medicamentos o sea se nota que es una ayuda social que hace el Municipio”…(Entrevista Nº1) REV IISE 93 - Apoyo Ausente Pocito: Si bien parece existir una coincidencia en la mayoría de los productores en que reciben apoyo de algún tipo del municipio de Pocito hay un caso que podría considerarse diferencial que opina que el productor no tiene apoyo municipal y solo subsiste por el esfuerzo personal. “No, esfuerzo personal todo aquí el Municipio no le da ni cinco centavos a nadie..... Creo que hay aportes de la nación pero eso al productor no le llega, para mí que se quedan todos, no sé quien se reparte la torta, pero se la reparten.” (Entrev. P 6) Zonda: En el sector productivo y de emprendimientos turísticos se advierte un reclamo para que el Municipio concrete acciones directas de apoyo, es una de las potencialidades más significativas para dinamizar el Departamento. “Aquí no vino nunca el Intendente, a pesar de que nos saludamos y todo, aunque hemos sido adversarios. Cuando uno quiere innovar o intenta hacer algo productivo, es ignorado” (Entrevistado Nº11, propietario de finca). CONCLUSIONES Conclusiones del análisis comparativo de las categorizaciones El análisis comparativo de las categorizaciones en los departamentos en estudio, tiene como resultado las siguientes conclusiones, en las cuales se ponen de manifiesto diferencias significativas entre ambos respecto al tema que nos ocupa: las representaciones que tiene el sector productivo, respecto de la ingerencia municipal en la vocación territorial. En esta ponencia se presentan las conclusiones relativas a las categorías: Apoyo Municipal a la Vocación Territorial y Actitud Municipal frente a la Comunidad Económica. A - Apoyo Municipal a la Vocación Territorial En el presente informe se presentan las conclusiones de las sub-categorías: Apoyo en Gestión y Apoyo en Acciones Concretas. Apoyo en Gestión En ambos departamentos se visualiza al Municipio como responsable de gestionar ante otros organismos del Estado, privados y demás instituciones vinculadas a actividades productivas, si bien es reconocido dicho papel, en el caso de Zonda solo lo ven como articulador de demandas e intermediación, queda para un posterior el análisis si lo cumple o no. En cambio, en Pocito el apoyo es concreto, traducido ello en la creación de una agencia de desarrollo 94 REV IISE económico local con plena intervención en la economía local. Por lo contrario Zonda no cuenta con un área de esta naturaleza. También debemos agregar el apoyo del Municipio a la Educación departamental, promoviendo visitas guiadas a los alumnos con el fin de conocer y propagar información sobre diversos procesos industriales en las distintas empresas locales. También se reconoce una acción inmediata del municipio ante un siniestro, utilizando diversas modalidades de gestión para solucionar problemas laborales, climáticos y siniestros. Apoyo en Acciones Concretas En el área de servicios e infraestructura, nos encontramos con una diferencia notoria Para Pocito la obras publicas pasan por el embellecimiento del departamento, mejorando calles, creación de centro comercial, creación de espacios verdes, en cambio en Zonda el apoyo se vincula a satisfacer la provisión de agua potable, a través de tanques. También Pocito realiza acciones concretas para la producción prestando el salón municipal para las reuniones de semilleros. En ambos departamentos podemos hacer referencia de un “apoyo inverso”, cuando decimos que existen bodegas en Pocito que prestan sus instalaciones para la realización de eventos locales. En el caso de Zonda, son los grandes propietarios agrícolas los que satisfacen las necesidades de Municipio con el servicio o alquiler de sus maquinarias. Una acción muy específica es la que se relaciona con el turismo. Al respecto, el apoyo que se manifiesta en Pocito es un acompañamiento a los privados que se encuentran en una incipiente actividad y, producto de ello, es la Ruta del Vino, que está formada por 6 bodegas, con quienes el municipio se reúne; asimismo, la promoción, compra de productos típicos del departamento, para agasajar a visitas extranjeras y funcionarios. Se destaca también la promoción de músicos, artistas que juegan un rol protagónico en épocas de afluencia turística como la semana santa, fiestas patronales de San Bárbara, fiesta de vino artesanal. En relación a Zonda solo existen unos pocos emprendimientos turísticos que crecen, de forma independiente, y el apoyo pasa mínimamente por informar su existencia. B - Actitud Municipal frente a la Comunidad Económica Esta categoría está compuesta por tres subcategorías: actitud aperturista, actitud de enclaustramiento y actitud de indiferencia. En el análisis de Pocito, el tipo de actitud de enclaustramiento e indiferencia no se manifiestan claramente en las entrevistas. Por el con- trario, en Zonda, las entrevistas reflejan los tres tipos de subcategorías. En ésta línea de análisis se identifica claramente que en Pocito predomina una actitud aperturista del municipio, mientras que en Zonda las actitudes de enclaustramiento e indiferencia son las que prevalecen. El municipio de Pocito presenta una Vocación Territorial de perfil claramente agrícola, y agroindustrial, con una incipiente actividad turística desprendida de aquellas. Del análisis de la categoría actitud municipal, se concluye que la actitud aperturista y positiva que posee el municipio se ve reflejada en las representaciones sociales de los habitantes, ya que el municipio acompaña con sus acciones a potenciar esa vocación. Al igual que Pocito, Zonda posee una Vocación Territorial definida por sus condiciones agrícolas y turísticas. Sin embargo, la construcción de las representaciones sociales que los habitantes han realizado de la actitud municipal difiere sustancialmente con Pocito. En Zonda, la población manifiesta que el municipio no siempre concreta en acciones sus necesidades y hay una demanda no satisfecha en obras que favorezcan a potenciar la vocación territorial. La actitud aperturista en los Municipios, son incorporadas en las representaciones sociales de los ciudadanos, potenciando las capacidades productivas en el ámbito de la comunidad económica. Se observa una diferencia cualitativa en la gestión municipal de Pocito con respecto a Zonda, la cual se traduce en un beneficio significativo para el desarrollo de la Vocación Territorial y, por tanto, para el crecimiento del departamento de Pocito. Las representaciones sociales de los habitantes, respecto del rol de la gestión municipal en el desarrollo de la Vocación Territorial, son coincidentes con el nivel de desarrollo que se observa en la realidad. Las opiniones que, sobre el Rol Municipal tienen los entrevistados, como uno de los elementos exteriorizables más directos de las representaciones sociales, tienen una relación muy estrecha con la satisfacción de las necesidades personales. La Intervención de Otras Instituciones Públicas y Privadas que cubren los aspectos de Promoción y Protección de la Producción, a través del financiamiento, la solución de problemas técnicos o específicos de cada área, fortalecen la Vocación Territorial. CONCLUSIONES FINALES En el grado de avance que tiene nuestro estudio, podemos arriesgar algunas conclusiones que, a nivel comparativo, acusan los resultados obtenidos en los Departamentos. La Ingerencia Municipal, cuando se traduce en actitudes de apoyo a la Vocación Territorial provoca un dinamismo en el sector productivo y favorece las motivaciones de la población para emprender acciones de fortalecimiento de dicho sector. AGRADECIMIENTOS: La elaboración de éste trabajo no hubiese sido posible sin la colaboración de los vecinos de los departamentos Pocito y Zonda, quienes aportaron sus experiencias y datos necesarios para la ejecución del proyecto. De igual modo se agradece la colaboración del Poder Ejecutivo municipal y su equipo de colaboradores. BIBLIOGRAFÍA BERGER y LUCKMAN, Thomas (1986). “La Construcción Social de la Realidad”. Ed. Amorrortu, Buenos Aires. FARR, Robert M. (1986). “Las Representaciones Sociales”. En Serge Moscovicci (compilador) Psicología Social II . Ed. Paidós. Barcelona. JODELET, Dense: “La Representación Social: Fenómenos, Concepto y Teoría. En Serge Moscovicci (compilador) (1984). Psicología Social II . Ed. Paidós. Barcelona. MONTAÑÉS GOMEZ, Gustavo (2001). Razón y pasión del espacio y el territorio. En: Espacio y Territorio, razón, pasión e imaginarios. Red de Editores de Espacio y Territorio, Universidad Nacional de Colombia. NAVEDA, Alicia y LOPEZ, Diana “Turismo sustentable: plan estratégico como alternativa para la superación de la pobreza rural: el caso de Zonda – San Juan – Argentina. Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología – Instituto de investigaciones Socioeconómica. PADILLA COBOS, Emilio (1997). Regiones o Territorio, totalidad o fragmentos: reflexiones críticas sobre el estado de la teoría regional y urbana. Revista Latinoamericana de Estudios Vol. XXI. Abril, Nº 68 Pág. 50. Chile. REV IISE 95 96 REV IISE POLÍTICAS SOCIALES DESDE SUS DESTINATARIOS. EL CASO DE SAN JUAN, ARGENTINA, 2002-20091 NAVEDA, ALICIA2; LÓPEZ, DIANA; VEGA, SONIA; JOFRÉ, LELIS; GUARRO, CECILIA RESUMEN A inicios del tercer milenio, la satisfacción de las necesidades materiales de la mayoría de los seres humanos se ve seriamente amenazada; el trabajo asalariado, en tanto vía de acceso a la supervivencia de las mayorías, adquiere características preocupantes, agravadas por la crisis financiera internacional desatada desde 2008 en el centro de poder mundial, EEUU. Altas tasas de desempleo, subempleo, sobreempleo e incremento del sector informal, constituyen la precarización del trabajo en todo el mundo, situación que se agudiza, obviamente, en los países menos desarrollados. Para enfrentar estas problemáticas, se organizan desde el aparato estatal una serie de políticas sociales y programas asistenciales que, aunque fueron pensados para enfrentar crisis, se sostienen aún en períodos de crecimiento económico. ¿Cómo se entienden y explican estos programas desde los grupos destinatarios? Para abordar este problema se realizaron entrevistas en profundidad a informantes clave. Para el análisis, se definieron las dimensiones: construcción ideológica de su cotidianeidad (conocimiento sobre la situación socio histórica en la que viven); reconocimiento de dirigencia; e identificación de cursos de acción posibles para mejorar su situación. Inicialmente se reconoció la situación material que atravesaban los hogares entrevistados. Por la información relevada, queda en evidencia la centralidad de la problemática del trabajo en la vida de los grupos analizados, en la forma en que observan sus condiciones vitales, y en la vulnerable situación en que los deja la falta de empleo, y el avance de la informalidad y la precariedad laboral. Los programas sociales enlazan con profundas carencias materiales, utilizando la situación de violencia económica que sufren estos grupos en la estruc- tura material, para reforzar la dominación ideológica. PALABRAS CLAVE: Políticas Sociales – Dirigencia – Precarización laboral At the beginning of the third millennium, the satisfaction of material needs of most humans is seriously threatened, paid work, as a gateway to the survival of the majority, have properties of concern, aggravated by the international financial crisis unleashed since 2008 in the center of world power, USA. High rates of unemployment, underemployment, over employment and increased informal sector, provide job insecurity around the world, this situation is worse, obviously, in the less developed countries. To address these issues, have been organized state apparatus a series of social policies and welfare programs, which, although designed to deal with crisis, maintain even in periods of economic growth. How to understand and explain these programs from the target groups? To address this issue in depth interviews were conducted with key informants. For analysis, defined the dimensions of their everyday ideological construct (knowledge about the sociohistorical situation in which they live); recognition of leadership, and identifying possible courses of action to improve their situation. Initially it was recognized that crossed the material situation of households interviewed. For the relevant information, it is clear the centrality of labor problems in the life of the groups analyzed, how they see their living conditions, and the vulnerable situation that leaves the lack of jobs, and progress informality and precarious employment. Social programs linked with profound material deprivation, using the economic situation of violence suffered by these 1 Trabajo presentado en el 5º Encuentro de Investigadores Sociales, Región Centro Oeste. 2º Binacional con la IV RegiónChile. Octubre 2009. 2 E-mail: [email protected]. Instituto de Investigaciones Socio Económicas (IISE), Gabinete de Estudios e Investigaciones en Sociología, Facultad de Ciencias Sociales. Universidad Nacional de San Juan. REV IISE 97 groups in the material structure, to reinforce the ideological domination. KEY WORDS: Social Policies – Leaders – Labor precariousness INTRODUCCIÓN Este artículo se desprende del proyecto de investigación “Desarrollo, Políticas sociales y construcción de hegemonía”. Aquí abordaremos la mirada que tienen los destinatarios de programas sociales asistenciales, acerca de los mismos. En Argentina, las consecuencias del modelo de libre mercado fueron tan catastróficas en términos de aumento de desempleo, pobreza e indigencia, que los sectores dominantes rearmaron alianzas para reconstruir hegemonía, cuyo estandarte fue un cambio importante en la dirección de contención social, fundamentalmente en lo que respecta a programas asistenciales relacionados con la población desempleada. Para CEPAL, estos programas constituyen una especie de “salida de emergencia” de las crisis, cuyo objeto es evitar la alarmante caída de sectores excluidos del empleo, contendiéndolos a través de un ingreso mínimo. (CEPAL, 2008) Si bien, en principio estos programas asistenciales estaban pensados para afrontar los ciclos recesivos, en los que aumentaba el desempleo, la misma CEPAL reconoce que los ciclos expansivos y recesivos son cada vez más cortos, por lo que, estos programas, permanecen durante largos períodos aunque cambien la denominación. Están destinados a atender a quienes no acceden a un empleo, o sobreviven en el sector informal. Para enfrentar estas problemáticas, se organizaron desde el aparato estatal una serie de políticas sociales y programas asistenciales ¿Cómo se entienden y explican estos programas desde los grupos destinatarios? METODOLOGÍA Para analizar la mirada que los destinatarios tienen de los programas sociales asistenciales, realizamos un estudio de caso en el departamento Capital de San Juan. Combinamos métodos cuantitativos y cualitativos; utilizamos datos secundarios para la descripción de la situación estructural de estos sectores poblacionales, y datos primarios relevados a través de dos tipos de entrevistas, estructurada aplicada a muestra poblacional y en profundidad a in- 98 REV IISE formantes clave (con guía semiestructurada). Si bien algunas corrientes de metodología cualitativa postulan la importancia de ir al terreno sin categorías teóricas previas, para construirlas a partir de los datos obtenidos, en este caso, y dado nuestro abordaje epistemológico (materialismo histórico), se trabajó desde las categorías teóricas, que orientaron la construcción de la guía de entrevista. En el análisis se siguieron las siguientes dimensiones: construcción ideológica de su cotidianeidad (conocimiento sobre la situación socio histórica en la que viven); reconocimiento de dirigencia; e identificación de cursos de acción posibles para mejorar su situación. Inicialmente se reconoció la situación material que atravesaban los hogares entrevistados. Para analizar la información cualitativa utilizamos las técnicas sugeridas por Flick (op.cit); resumimos el análisis de contenido siguiendo el criterio de semejanzas y diferencias de las respuestas obtenidas; luego buscamos explicar las respuestas, en relación al contexto, para identificar ciertos valores (orientadores de acciones), coherentes con los pilares de dirigencia (análisis estructurante del contenido). En todos los casos se trató de hogares en los que se recibían ingresos por algún programa social, en la mayoría, las jefas de hogar eran mujeres con hijos menores a cargo. En esos casos, según las entrevistadas, aunque tengan pareja (generalmente padre de algunos de lo/ as hijo/as), no conviven; en estos hogares la presencia masculina aparece como una “ayuda”, ya que también se trata de personas con inserción laboral irregular (en sus palabras: “viven de changas”). ESTUDIO DE CASO: PLAN JEFES Y JEFAS DE HOGAR DESOCUPADOS EN EL DEPARTAMENTO CAPITAL, SAN JUAN Si bien existen una serie de evaluaciones del Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados (PJHD), la información casi siempre es muy general, y no fue fácil acceder a los datos primarios que manejaban los municipios acerca de la situación de quienes recibían el Plan. Debido a que nuestro interés se centraba en caracterizar al sector de población destinataria, buscábamos datos sobre sexo, nivel educativo, capacidades laborales y otros, que se manejaban a nivel municipal. No obstante, en los municipios explicaban que era información confidencial y que los listados cambiaban mes a mes, por eso ellos no podían entregar esos datos. Por otra parte, los datos eran elevados al Ministerio de Trabajo de la Nación, que periódicamente daba a conocer evaluaciones sobre la marcha del Plan, publicadas. Aún en la Dirección de Estadísticas y Economía de la Provincia, decían no contar con información y nos remitían a la página web de INDEC. Sin duda, el manejo de información es una herramienta poderosísima para quienes dirigen, y no hay una buena disposición para socializar los datos primarios, generalmente se opta por “informes” cuyos resultados, casi siempre, evidencia los logros y no las dificultades de las políticas aplicadas. Finalmente, el acceso a una base de datos primarios fue posible por la buena disposición de funcionarios que entendieron el interés académico de nuestro trabajo. Se accedió a una planilla, organizada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, en la que se consignaban datos personales de los destinatarios, para el departamento Capital, San Juan. Esta información fue tratada con el rigor del secreto estadístico, y para su tratamiento se diseñó una base de datos, (tipo .dbf, procesada con Fox Pro), cuya información permitió realizar el siguiente análisis. Para comenzar, proponemos no llamar “beneficiarios” (como se hace desde el gobierno y se replica en los medios de comunicación), a quienes reciben estos planes, por considerar que el “beneficio”, prácticamente no existe. Por otra parte, la denominación proviene de “beneficencia” cuyos sinónimos serían caridad, auxilio, favor, limosna, y esto evidencia cuanta carga valorativa hacia los destinatarios de programas sociales existe en el discurso hegemónico. Preferimos hablar de destinatarios de programas, porque consideramos que son sectores de población, hacia quienes se dirige o destina una acción estatal orientada, básicamente, a tender redes de contención para evitar “desórdenes” que amenacen el equilibrio social. El Plan Jefes y Jefas de Hogar desocupados (JJHD) se establece desde enero de 2002, luego de la eclosión crítica de 2001, en el marco de la declaración de emergencia alimentaria, ocupacional y sanitaria en el país. A pesar que fue pensado como una medida de coyuntura, su aplicación llega hasta 2009. Estaba destinado a paliar la extrema pobreza y desocupación de los jefes y jefas de familia, otorgando una asignación mensual de $150. La cantidad de Planes otorgados en San Juan entre 2002 y 2008, fue: Años Mujeres % Varones % Total 2002 12794 59 9088 41 21942 2003 23275 61 14878 39 38214 2004 21593 64 12127 36 33784 2005 19426 65 10273 35 29764 2006 14187 66 7210 34 21463 2007 10459 68 4957 32 15484 2008 5162 69 2333 31 7564 Fuente: Gobierno de la Provincia de San Juan Graficados, los datos, se observa la trayectoria del programa: (Gráfico N’ 1) El cuadro fue confeccionado con promedios anuales de planes otorgados, ya que la información brindada era mensual, evidenciando algunas fluctuaciones a lo largo de cada año. Al iniciarse el plan, se otorgaron casi 22.000 planes en la provincia, cifra que alcanza un pico en 2003, para luego comenzar a descender Gráfico Nº 1: Promedios anuales de Planes Jefas/es de Hogar Desocupados otorgados entre 2002-2008, por sexo. Provincia de San Juan Fuente: Gobierno de la Provincia de San Juan REV IISE 99 hasta 2008, que se otorgaban 7564 planes. La distribución por sexo mostró un aumento de la participación de mujeres durante todo el período, lo que podría indicar que, si bien el programa estaba destinado a Jefes y Jefas de Hogar desocupados, fue convirtiéndose cada vez más en un complemento de los ingresos del hogar. Es decir, muchas mujeres, aún teniendo compañero, declaraban estar solas (con la declaración era suficiente) para acceder al plan. No nos llama la atención (como a quienes realizaron la evaluación para el Ministerio de Trabajo de la Nación, 2004), ya que la “ayuda” de $150 es, a todas luces, totalmente insuficiente para sostener un hogar que, en la mayoría de los casos, cuenta con más de 5 miembros. Es decir, creemos que hay una aceptación tácita del gobierno, del hecho que el plan es una contribución a la supervivencia familiar. Además de los planes nacionales, en la provincia desde el año 2000 (gobernación Avelín), se implementó el “Programa Provincial de Becas” (comúnmente llamadas Pasantías) con el objeto de paliar las altas tasas desocupación, sobre todo de nuevos trabajadores, ya que estaba destinado a jóvenes estudiantes. En 2003 había 5600 personas que recibían estas becas, y fueron disminuyendo hasta 3400 (en junio 2006). El importe mensual también era de $150. Al término de este trabajo, aún se mantiene el sistema de pasantías. Capital es el departamento que recibía más planes JJHD, 18% del total distribuido en la provincia. A continuación, presentamos el análisis realizado sobre las características de los grupos destinatarios del Plan, en base a la información primaria brindada por el Municipio. Hasta septiembre de 2006, en la Municipalidad de la Ciudad de San Juan existía información detallada sobre 1513 personas que recibían el Plan. El 68% de ellos eran mujeres y el 32% varones. Datos coherentes con la distribución por sexo, a nivel nacional, donde el 71% de los planes, se otorgaron a mujeres. Esta distribución por sexo fue variando, dado que al inicio del Plan, la distribución era más igualitaria; con el tiempo, se fueron dando de baja a más varones que mujeres, probablemente porque ellos encontraban trabajo más rápidamente. Este rasgo, nos permite pensar que la política se reorientó a complementar los ingresos del hogar, para garantizar un mínimo de subsistencia. El grupo de 31 a 35 años concentra el 21% de los planes otorgados. Si tenemos en cuenta que una de las condiciones para acceder al Plan es no tener trabajo registrado, es preocupante que el 52% de los jefes de hogar desocupados, tengan entre 26 y 40 años, edades altamente productivas. La distribución por intervalos de edad y sexo, es la que se observa en el Gráfico Nº 2. En Capital se entregan Planes a personas que viven en otros departamentos de la provincia, fundamentalmente del Gran San Juan. El 62% reside en Capital; 30% en los departamentos más cercanos: Chimbas, Rawson, Rivadavia y Santa Lucia; y el 8% restante viven fuera del área del Gran San Juan. Esta distribución geográfica confirma el papel de Capital como eje hacia el cual confluyen diversas demandas sociales, desde otros departamentos. Uno de los datos más importantes es el nivel educativo alcanzado por quienes recibían el plan (ver Cuado Nº 2) Entre quienes recibían el Plan, el 9% no completó la primaria y/o sólo sabe leer y escribir; 26% completó el nivel primario solamente, si a esto agregamos que el 38% no terminó el Gráfico Nº 2: Distribución por intervalos de edad y sexo de los destinatarios del Plan Nacional JJHD, Capital, San Juan, 2006 Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad 100 REV IISE Cuadro Nº 2: Nivel de instrucción formal alcanzado y sexo de los destinatarios del Plan JJHD, Capital, San Juan 2006 (Porcentaje) Educación Formal Alcanzada Varones Mujeres Total Jefes/as Sabe leer 2 1 1 Sin Instrucción 1 1 1 Primaria o EGB Incompleto 8 6 7 Primario o EGB Completo 31 24 26 Secundaria y Polimodal Incompleto 39 38 38 Secundaria y Polimodal completo 0 1 1 Bachiller 7 14 12 Técnico 5 2 3 Comercial 1 5 4 Terciario Incompleto 2 4 3 Terciario Completo 1 1 1 Universitario Incompleto 3 4 4 Universitario Completo Total 0 0 0 100% 100% 100% Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad secundario, podemos afirmar que el 64% completó como máximo nivel de instrucción, sólo el primario. Lograron terminar el secundario el 19%; y sólo el 8% llegó a niveles terciarios o universitarios, la mayoría sin completarlo (sólo el 1% terminó el terciario). En general, las mujeres tienen mayor permanencia en el sistema educativo, el 20% de mujeres completó el secundario, cuando sólo el 11% de los varones lo hizo. En este nivel, los varones tienen más formación técnica, mientras la mayoría de las mujeres tienen estudios de bachiller y comercial. Del total de personas que recibían el Plan Jefes y Jefas de Hogar Desocupados en Capital, el 90% había trabajado antes de estar desocupado, y el 10% nunca trabajó. Los que trabajaron, lo hicieron en las siguientes ramas de actividad. Cuadro Nº 3: Rama en la que trabajaron quienes recibían el Plan Jefes y Jefas de Hogar en Capital, San Juan. 2006 Rama Agricultura, Caza, Silvicultura y Pesca Fabricación de Productos Alimentarios, Bebidas y tabaco Fabricación de Textiles Prendas de Vestir e Industria del Cuero Industria de la Madera y Productos de Madera Incluido Muebles Industrias Metálicas Básicas Fabricación de Productos Metálicos, Maquinarias y Equipos Fabricación de Productos no Clasificados en Otra Parte Suministro de electricidad, Gas y Agua Construcción Comercio Restaurantes Hoteles Transporte, Almacenamiento y Construcciones Actividades Financiera y Servicios Empresariales Servicios Comunales, Sociales y Personales Fabricación de Sustancias Químicas y productos Químicos Derivados del petróleo Carbón, caucho y plástico Fabricación Productos Minerales No metal. Excepto derivados de carbón y petróleo Explotación de minas y canteras Total Total 15 38 31 5 8 8 24 3 151 156 16 10 17 38 833 3 1 1 1358 % 1 3 2 0 1 1 2 0 11 12 1 1 1 3 61 0 0 0 100 Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad REV IISE 101 El 61% trabajó en la rama de servicios comunales, sociales y personales, rama donde predomina el trabajo informal, transitorio y precario; el 11% en la construcción, y el 11% en el comercio; el 9% había trabajado en alguna rama industrial (3% en fabricación de alimentos y bebidas; 2% en fábricas textiles); 3% en actividades financieras y empresariales; 2% en restaurantes y hoteles; 1% en transportes; 1% trabajó en actividades agrícolas. El 35% de los varones que trabajaron, lo hicieron en servicios comunales, sociales y personales; el 32% había trabajado en la construcción; 12% en industrias (sobre todo en industrias de alimentación y bebidas); el 11% en comercio; y el resto trabajó en transporte (3%); agricultura (2%); actividades financieras y servicios empresariales (2%); restaurantes (1%). El 74% de las mujeres trabajó en servicios comunales, sociales y personales (el 52 % trabajó de empleada doméstica o mucama), de ellas, el 36% no finalizó el secundario y el 8% no finalizó el nivel primario. El 12% trabajó en comercio; 7% en industrias (la mitad de ellas en fabricación de textiles); 1% en construcción; 2% en restaurantes y hoteles; 1% en agricultura y 3% en actividades financieras y servicios empresariales. Entre los varones que trabajaron en la construcción, 4% no recibió instrucción, o sólo sabe leer y escribir; 11% no terminó el primario; 36% terminó el nivel primario y 39% asistió al secundario, aunque sin completarlo. Es decir, el 90% de los varones que trabajaron en construcción solo puede acreditar como máximo nivel de instrucción alcanzado, la educación primaria. Respecto de los varones que trabajaron en servicios comunales, 5% no tiene instrucción o sólo lee y escribe; 6% tiene primario incompleto; 31% terminó el primario; 36% asistieron al secundario sin completarlo; 16% completó el secundario; el 6% restante asistió a niveles superiores sin completarlos. Entre las mujeres que trabajaron en Servicios Comunales, 2% no tiene instrucción; 7% no completaron el primario; 26% completaron el primario; 36% asistieron al secundario sin completarlo; 20% completaron el nivel secundario; 8% asistieron a niveles de educación superior, aunque sin completarlo; el 1% completó el terciario y/o universitario. Los niveles de instrucción de las mujeres que trabajaron en Comercio son: 1% no terminó el primario; 15% completó el primario; 46% Secundario incompleto; 26% completó el secundario; 12% asistieron a niveles terciarios o universitarios, sin completarlo. Grupo de 26 a 40 años El 52% del grupo analizado tenían (a 2006) entre 26 y 40 años; dada la importancia de encontrar trabajos genuinos para personas de esta edad, analizamos separadamente el nivel de instrucción y los puestos a los que postulan. El 22% postula para realizar tareas de auxiliar no bien especificadas, lo cual hace suponer que no tendrían una capacitación que posibilite el acceso a trabajos mejor remunerados. El 19% de mujeres sin capacitación, postulan para auxiliares de limpieza en educación (5%), porteras o encargadas de edificio (6%) y mucama o empleada doméstica (8%). El 18% que tiene secundario completo, postula para auxiliar administrativo; otras mujeres con capacitación (operativa), postulan para costureras (8%) y overlockista3 (7%); también son mujeres las que postulan para hoteleras y cocineras de hotel Gráfico Nº 3: Distribución por rama de actividad en la que trabajaron los destinatarios del Plan JJHD, Capital, San Juan, según sexo. 2006 (Porcentaje) Fuente : elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad 3 Persona que maneja máquinas “overlock” utilizadas en la fabricación de prendas de vestir. 102 REV IISE Gráfico Nº 4: Postulación de quienes recibían el Plan JJHD, y que tenían entre 26 y 40 años, Capital, San Juan, 2006 Fuente: elaboración propia en base a datos primarios de la Municipalidad o restaurant. Los varones sólo postulan para albañil (79%) y auxiliar en tareas no especificadas (21%). A continuación, presentamos el análisis de las respuestas obtenidas en las entrevistas en profundidad. Si bien 68% del total de las personas que reciben el plan son mujeres, este porcentaje aumenta al 79% en el intervalo analizado. El 23% de las mujeres, postula para realizar tareas de auxiliar no bien especificadas. Los principales problemas que identificaron lo/ as entrevistadas son falta de trabajo, bajos salarios, inflación, inseguridad, salud y educación Postulación de los Jefes y Jefas de Hogar que Nunca trabajaron El 10.3 % de quienes recibían el plan, nunca trabajaron. Entre ellos, el 78% son mujeres y 22 % varones; 79% de los varones que nunca trabajaron, tienen más de 30 años; y el 59 % no terminó la escuela secundaria. Probablemente por el bajo nivel de instrucción, desempeñaron tareas informales que ellos mismos no consideran “trabajo” (changas). Entre las mujeres que declararon no haber trabajado, el 73 % tiene más de 30 años; y más de la mitad (54 %), no terminó la secundaria. De las mujeres sin historia laboral, 11 % postula para modista y 7 % para costurera (en fábrica); 73% supera los 30 años. El plan tenía previsto que quienes lo recibieran realizaran una contraprestación, no obligatoria, pero deseable. La mayoría de los Jefes y Jefas de Hogar realizan contraprestación en organizaciones civiles sin fines de lucro, que difícilmente puedan generar empleos genuinos; 21% cumple funciones en la Municipalidad, que tampoco puede ofrecerles empleo, aunque contribuya a capacitarlos operativamente. Las condiciones de vida de los destinatarios del programa analizado se trabajaron a través de entrevista estructurada, que por razones de espacio, no podemos explicar en este trabajo. “en el barrio roban, arrebatan celulares, carteras. No alcanza el dinero, no hay trabajo para los jóvenes. La salud también está muy mal, mi hijo (mayor) es asmático y los remedios son muy caros.” (Entrevista Nº 1, 35 años, mujer, Departamento Capital) Generalmente las mujeres con hijos pequeños a cargo tienen dificultades para trabajar, ya que deben encontrar a alguien que cuide de los pequeños mientras ellas no están en el hogar, lo que constituye una limitación estructural. Esta idea también es reforzada por el progra- Cuadro Nº 6: Distribución de quienes recibían el Plan JJHD según ámbitos de contraprestación. Capital, San Juan, 2006. (Porcentaje) Lugares de contraprestación % Enseñanza 16 Municipalidad de la Ciudad de San Juan 21 Otros Municipios 2 Salud 4 Otras Dependencias del Estado Provincial 13 Estado Nacional 0 Organizaciones Civiles * 44 Total 100 Fuente: elaboración propia * Incluye talleres y roperos comunitarios, comedores infantiles, bibliotecas populares y otras ONG REV IISE 103 ma Familias, por el que se otorga un ingreso a las madres para que se ocupen del cuidado de los hijos, pero limita las posibilidades de salir a trabajar. -“Los que otorgaban el plan Familia dicen que cambiaron (del Plan Jefes al plan Familias) para que los niños estén mejor protegidos en las casas, con las madres sin salir a trabajar.” (Entrevistada Nº 2, 43 años, mujer, Departamento Capital) Esta propuesta no es compartida por las destinatarias, que proponen recibir el plan, pero además generar alguna ocupación que les permita aumentar el magro ingreso y tener una ocupación, como solía suceder con el Plan Jefes y Jefas de hogar desocupado/as, que posibilitaba el trabajo comunitario de varias mujeres, por ejemplo en la Unión vecinal, atendiendo el comedor, al que luego convertían en taller, en el que se producían diversos productos que podían vender en ferias de artesanías. “Allí hacíamos ropa, muñecas, y las vendíamos, y ese dinero era otro ingreso, que se sumaba al plan. Vendíamos y aprendíamos a manejar máquinas, a coser, a hacer cosas nuevas. Las vendíamos en la plaza, en las muestras o exposiciones que organizaba la municipalidad.” (Entrevistada Nº 2, 43 años, mujer, Departamento Capital). Respecto del lugar que estos grupos consideran que tienen en la estructura social, se observa una imagen desvalorizada por ser destinatario/a de programas sociales. Esta imagen se construye a partir de la forma en que son tratados por quienes representan al aparato estatal (los empleados públicos que entregan planes, reciben las inscripciones, etc.) y por ciertas “condenas” de otros sectores de la sociedad. Esta desvalorización contribuye a profundizar la asimetría en la relación con el gobierno, reforzando el lugar subordinado en que los sitúa la ideología dominante. La mayoría de los entrevistados decía algo similar a lo que sostenía la entrevistada Nº 1, (35 años, mujer, Capital): “Los demás, la gente, nos ven mal a los que recibimos los planes sociales. Yo les explico, yo tengo un plan, pero no es porque somos cómodos o recibimos algo de arriba, sino porque cerraron el lugar donde trabajaba. A mí a veces me da vergüenza decir que estoy en el plan familia.” En la afirmación precedente, al igual que en otras semejantes, se observa la reacción de avergonzarse por su situación, lo que de algún modo expresaría una especie de aceptación de “culpa” por la pobreza y por necesitar la “ayu- da” del Estado. La idea de culpar a las víctimas por su situación, es un pilar de la ideología dominante, que sostiene y generaliza frases como: “los desempleados son responsables de no estar preparados para ingresar competitivamente en el aparato productivo; los destinatarios de planes sociales son vagos y quieren vivir sin trabajar”. Estos valores son reelaborados por las personas entrevistadas, que aunque reconocen la falacia, aceptan el lugar en el que se los ubica. Cuando se indagó sobre las causas de la situación en que se encuentran, los entrevistados señalaron como responsables de esta situación a “los que mandan de arriba, el gobierno” (Entrevista Nº 4, varón, 42 años, Capital). Nuevamente se observa que aparecen las responsabilidades en la superestructura, y aunque son concientes de las relaciones de explotación que vivencian diariamente, su extrema vulnerabilidad los lleva a aspirar a ser explotados. De hecho pareciera que la continuidad de la explotación sería la única salida que ven estos sectores. Al decir de Boron, la prescindibilidad que sufren estos sectores respecto del aparato productivo, los enfrenta a una condición de innecesarios para la sociedad. En la mirada que estos grupos tienen de la estructura social a la que pertenecen y su lugar en ella, hay una gran influencia de los medios masivos de comunicación, especialmente la radio y TV. “Esto viene mal desde los presidentes, mal manejo… bueno, yo lo pienso por los comentarios de la televisión… Cuando estuvieron Alfonsín, De la Rúa, Menem, se le quitó muchas fuentes de trabajo a la gente.” (Entrevista Nº 3, mujer, 48 años, Capital) La manipulación de la información es una herramienta muy bien utilizada por los grupos dominantes, y en algunos casos, como la provincia de San Juan, agravada por la propiedad directa que tiene la elite gobernante sobre algunos medios (canal de televisión de aire, diario, radio). Recientemente hubo fuertes cuestionamientos a la libertad de prensa en la provincia.4 Respecto de la consideración que hacen de los programas sociales que reciben, es importante destacar que los destinatarios piensan que los planes son un “trabajo”. Probablemente la falta de empleo sumada a la necesidad de sentir que “se ganan la vida”, conduce a quienes reciben estos planes a sostener: “El plan no es un trabajo seguro. Cada vez que voy a cobrar voy con miedo.” (Entrevista Nº 2, varón, 42 años, Capital). 4 Ver carta de Adolfo Pérez Esquivel al Ministro del Interior, Aníbal Fernández, Diario Página 12, 9 de marzo de 2009. 104 REV IISE Al indagar sobre el vínculo con el aparato estatal, lo/as entrevistado/as dicen que quienes están a cargo de entregar los planes, sólo informan sobre diferentes planes, y a veces, les dicen qué deben hacer o presentar para acceder a ellos, pero nunca escuchan sus quejas y reclamos. Esta afirmación nos permite pensar que los destinatarios de los programas sociales, no creen que su voz sea escuchada en el aparato estatal, aunque en las declaraciones de quienes implementan las políticas, se diga lo contrario. “Actualmente, la situación también está mal, por más que ayuden. Yo no estoy desagradecida de la ayuda, porque es una ayuda, pero no es suficiente. Tendría que haber más trabajo. Mis hijos estudian, pero no consiguen un buen trabajo.” (Entrevista Nº 3, mujer, 48 años, Capital) Si bien, los planes no son la solución a sus problemas estructurales, consideran que deben mantenerse e incluso aumentar la cobertura, sobre todo a jóvenes, que tienen tanta dificultad para encontrar trabajo. “Es necesario ayudar a los jóvenes que necesitan estudiar y trabajar. La salida es trabajo. Trabajo para la juventud y para los mayores.” (Entrevista Nº 1, mujer, 35 años, Capital): Pero, aclaran, un trabajo bien remunerado, hay un importante reclamo sobre los magros salarios que se pagan: “hay muy poco trabajo, y además el que hay, es mal pagado” (Entrevista Nº 4, mujer, 29 años, Capital) “Mucha gente piensa que porque uno necesita, tiene que trabajar por $2. Creo que no estamos en tiempo de la esclavitud, ya cambió mucho eso…Queremos el trabajo pero lo queremos bien pagado” (Entrevista Nº 1, mujer, 35 años, Capital): Comparar estos tiempos con los de la esclavitud, por las condiciones en que el proletariado informal puede incorporarse al aparato productivo, podría ser un principio de conciencia de clase, de su situación respecto de otras clases; pero no hay una identificación de quiénes generan estas situaciones, ni de cómo se puede salir de ellas. Lo/as entrevistado/as creen que los empresarios pueden “dar trabajo”, pero consideran que deberían ser controlados por el gobierno. “Es responsabilidad del gobierno, porque en las empresas se presentan currículo, pero nunca nos llaman. A veces la gente estudia e igual, no consigue trabajo.” (Entrevista Nº 4, mujer, 29 años, Capital). Esta afirmación se enfrenta con la política social, que plantea la capacitación para el trabajo, como estrategia para salir de la pobreza, fundada en que el desempleo se debe a la falta de capacitación. Evidentemente en la vivencia de quienes no consiguen trabajo, la capacitación y el estudio no parecen mostrar mejores oportunidades. Hacen un reclamo al gobierno, para que genere trabajo, creen que la posibilidad de mejorar su situación depende de que sus derechos sean defendidos por el gobierno. Siempre lo nombran al momento de pensar en soluciones. CONCLUSIONES A partir de las entrevistas realizadas, los valores más relevantes que se pudieron observar, sostenidos por los destinatarios de los programas sociales, son: § Importancia de la familia, de los hijos, del futuro de los hijos, - “queremos tener una casa, ese es el sueño. Lo que compre va a ser para mis hijos, los muebles, todo. VIVIR…. NO ME QUEJO, pero mis hijos me preocupan, quisiera que ellos estén mejor, que tengan un buen trabajo, un buen ingreso.” (Entrevista Nº 3, mujer, 48 años, Capital) En estos valores se afianza la construcción de dirigencia; las elites dirigentes basan su discurso en la propuesta de generar un “futuro mejor” (como puede observarse en la enunciación de la política social), aunque éste tarde tanto en llegar, que ellos no puedan verlo, la esperanza se funda en que tal vez, alcanzará a sus hijos… § Alta valoración del Trabajo “Siempre trabajé, en changas o lo que fuera, siempre he tirado para la casa”. (Entrevista Nº 2, varón, 42 años, Capital). Con esta afirmación el entrevistado responde a ideas generalizadas, sobre todo entre las clases medias, respecto de los más pobres como “personas vagas, que no quieren trabajar” (afirmación que fortalece la culpabilización de las víctimas). El entrevistado sostiene que siempre trabajó, aunque no ha sido suficiente para mejorar la situación de pobreza en la que vive5. Se desprende de las entrevistas, que estas personas son concientes de las escasas posibilidades que les brinda la estructura social; generalmente aluden a las dificultades que tuvieron para estudiar y capacitarse, y sostienen que trabajan en “lo que pueden”, que buscan trabajo y que nunca elegirían no trabajar para estar “más cómodos”. 5 El entrevistado vive en un Lote Hogar (Programa del Instituto Provincial de la Vivienda que consiste en asignar un lote y entregar materiales para que las personas construyan su casa), en mínimas condiciones de habitabilidad. REV IISE 105 Las condiciones generadas por la expansión de la acumulación capitalista a escala planetaria, ha puesto en tal condición al, cada vez más numeroso ejército industrial de reserva, que la máxima aspiración es ser explotados, como única forma de sobrevivir. No obstante, la condición de trabajar tiene otras connotaciones, ligadas a la autovaloración, las posibilidades de proyectarse y de alcanzar niveles de satisfacción y realización personal, que en estos sectores sociales aparecen relacionados con la cooperación, como se observa en el siguiente valor resaltado por los destinatarios de programas sociales asistenciales. § Alta valoración por la Educación, esfuerzo cooperativo, compartir saberes, enseñar aprender, y producir. (Entrevista Nº 1, mujer, 35 años, Capital) Estos valores fueron sostenidos sobre todo por las mujeres entrevistadas, quienes resaltaban la solidaridad de género practicada durante los peores años de la crisis (2001-02), en los que era común compartir saberes, herramientas y organización para enfrentar los problemas cotidianos. En las entrevistas realizadas queda en evidencia la centralidad de la problemática del trabajo en la vida de los grupos analizados, en la forma en que observan sus condiciones vitales, y en la vulnerable situación en que los deja la falta de empleo, y el avance de la informalidad y la precariedad laboral. Los programas sociales enlazan con profundas carencias ma- teriales, utilizando la situación de violencia económica que sufren estos grupos en la estructura material, para reforzar la dominación ideológica. El mismo gobierno que potencia el desarrollo del mercado con grandes beneficios para el capital transnacional, tiende una mano a las víctimas de la política económica, manteniendo en niveles de supervivencia a la cada vez más numerosa, población empobrecida, a través de rimbombantes políticas de supuesto “combate a la pobreza” Los destinatarios de programas sociales son concientes de las limitaciones de los programas, y descreen de la posibilidad que tienen de transformar su situación. En síntesis, a partir de los datos presentados, creemos que se corroboran las siguientes hipótesis: H. 1: Los sectores sociales expuestos al desempleo, bajos salarios y precarización e informalidad laboral, destinatarios actuales o potenciales de programas sociales, reelaboran la ideología dominante a partir de sus prácticas cotidianas y de su vínculo con el aparato estatal, reforzando el lugar subordinado que le asignan las clases dominantes (asimetría de poder). H. 2. La aplicación de programas asistenciales propicia prácticas clientelares y paternalistas, fortaleciendo el dominio de quienes representan al aparato estatal por sobre los destinatarios de dichos programas. BIBLIOGRAFÍA ALVAREZ LEGUIZAMÓN, SONIA Compiladora (2005) Trabajo y producción de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe CLACSO, Buenos Aires AMADEO, EDUARDO (2008) “Estigma y deslegitimación de las políticas sociales en la Argentina” Publicado en los Programas Sociales en Argentina hacia el Bicentenario: Visiones y perspectivas/ compilado por Guillermo Cruces et all, 1º edición, Bs. As.: Banco Mundial ASTARITA, R. (2006). Valor, mercado mundial y globalización. Buenos Aires, Kaircron. Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2004) “Estrategia de país del banco con Argentina 20022008” en www.bid.com Banco Interamericano de Desarrollo (BID) (2001), “Iniciativa interamericana de capital social, ética y desarrollo” (http://www.iadb.org/etica/iniciativa.cfm), agosto. 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(2008) REV IISE 107 108 REV IISE NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOS La revista REVIISE es una publicación periódica con referato. Constituye un medio para dar a conocer en el ámbito nacional e internacional los trabajos que se realizan en la Universidad Nacional de San Juan y otras universidades e instituciones nacionales, relacionados con temáticas sociales que cumplan con los requisitos propuestos para su aceptación y sean considerados de alto valor para su difusión. AREAS DE INVESTIGACION: SALUD Y SOCIEDAD EDUCACIÓN, CULTURA Y SOCIEDAD AMBIENTAL COMUNICACIÓN Y SOCIEDAD ESTADO, GOBIERNO Y SOCIEDAD SOCIOECONÓMICA REGIONAL: RURAL Y URBANA GÉNERO Y SOCIEDAD SOCIO JURIDICA ADMISIÓN Y EVALUACIÓN Para su publicación los trabajos deberán presentarse por Mesa de Entradas de la Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) o enviarse por correo, dirigidos al Instituto de Investigaciones Socioeconómicas (IISE) FACSO, UNSJ - Av. José I. de la Roza 590 (O). Rivadavia. 5400. San Juan, Argentina. Se deberá enviar dos copias impresas y un soporte digital utilizando procesador de textos Word de Windows en CD o por correo electrónico a [email protected]. El Comité Editorial se reserva el derecho de no publicar aquellos trabajos que no cumplan con las normas que se enuncian a continuación, así como realizar correcciones de estilo no afectando el contenido de los mismos. Asimismo el Comité decidirá en qué número se publicará el artículo, dejando expresa constancia que el mismo no expresa necesariamente, la opinión ni del Consejo ni de las autoridades de la UNSJ, siendo de absoluta responsabilidad de los autores. Los trabajos serán sometidos a referato. El mismo estará a cargo del Comité Académico de REVIISE, conformado por especialistas, según el tema u orientación de los artículos. Los trabajos deberán ser inéditos, esto es no publicados anteriormente ni enviados a otras revistas. NORMAS DE EDICIÓN Los artículos no podrán exceder las 20 páginas (hoja IRAM A4, todos los márgenes de 2.5 cm), incluidos gráficos, tablas, bibliografía y Anexos. Fuente: Times New Roman cuerpo 12 puntos en el texto y 10 en el resumen, interlineado 1.5. Encabezamiento: a) El título deberá ser conciso y claro, en letras Times New Roman 12 en mayúscula y negrita. b) Nombre y Apellidos de los autores, el primer nombre completo y la inicial de los siguientes. No se deberá incluir título universitario. En fuente tamaño 10, en mayúscula y negrita. c) Organismo, institución o entidad, y lugar (ciudad y país) al que pertenece/n el/los autor/es. Al pie de la primera página deberá colocarse la dirección postal y correo electrónico del primer autor del trabajo. Resumen: Se incluirá un resumen en castellano y otro en ingles (Abstract) este último precedido por el título del trabajo en inglés. La extensión máxima será de 250 palabras y deberá presentar REV IISE 109 una descripción sucinta del objetivo del artículo, abordaje teórico y metodológico, resultados y transferencia si los hubiere. Palabras Clave: en inglés (key words) y castellano, no menos de tres (3) y hasta cinco (5). Texto: los títulos de las secciones deberán enumerarse correlativamente. Los párrafos se escribirán sin sangría, y a 1.5 puntos, incluso después de un punto y aparte. La primera sección deberá contener una Introducción que fije el contenido del trabajo. Las tres últimas secciones serán destinadas a Resultados, Conclusiones, Agradecimientos y Bibliografía. Agradecimientos: los agradecimientos se incluirán a continuación de la última sección del texto bajo el título “Agradecimientos”, escrito sobre el margen izquierdo, y a continuación (en el mismo renglón) el texto. Por ejemplo: Agradecimientos: Los datos para la elaboración de este trabajo fueron cedidos por... Anexos: si lo hubiere estos se colocarán después de la bibliografía, precedidos del título “Anexos”. Las figuras, mapas, ilustraciones y tablas no deberán deben superar el 25% de la presentación, diseñarse para ser publicados en escala de grises y presentados en archivo adjunto con extensión .jpg o .tif. Las tablas, figuras, etc. deberán indicarse con números arábigos, correlativos, y presentar encabezamiento y fuente, en tamaño de fuente 10 puntos. El tamaño de tablas, etc., se adecuará a los márgenes ya indicados. Abreviaturas: el empleo de abreviaturas deberá restringirse a las de uso y conocimiento general, de manera que los artículos sean accesibles para profesionales de otras disciplinas. Las siglas pueden usarse para no repetir nombres extensos de proyectos, instituciones, etc. pero la primera mención deberá hacerse con el nombre completo y a continuación la sigla, entre paréntesis. Citas y referencias bibliográficas: se consignarán en el cuerpo del texto según el sistema AutorFecha (o americano), indicando entre paréntesis apellido del autor, año de la primera edición del texto referenciado y separando por dos puntos, los números de páginas. Por ejemplo (Habermas, 1981: 75-76). Las notas se colocarán al pie de página y se reservan exclusivamente para añadir contenido al cuerpo del texto, con un tamaño de fuente de 9 puntos Times New Roman. En el caso de que en la nota se cite bibliografía, esta referencia también se realizará según el sistema Autor-Fecha, como ya fue consignado. Bibliografía: La bibliografía sigue las normas de la American Psychological Association (http:// www.apa.org), ordenada alfabéticamente según los siguientes ejemplos: - Citas de libros: VILLAREAL, Juan (1996). La exclusión social. FLACSO-Grupo Editorial Norma, Buenos Aires. - Cita de capítulos o artículo en libro: MERLINSKY, G. y ROFMAN, A. (2005). Los programas de promoción de la economía social: ¿Una Nueva agenda para las Políticas Sociales?. En: FORNI, Floreal: Caminos Solidarios de la economía argentina. p. 161-190. Ediciones CICCUS, Buenos Aires. - Cita de artículo en revista en línea de una base de subscriptores: RAPP. S. (2002). What advertising needs to rise again; hardly ‘dead’, a surprising convergence of techniques promises new day for admakers (804 words). Advertising Age [Revista en línea], 73, (43), 20. Disponible en: JSTOR. - Cita de artículo en revista en línea de una base de acceso general: HAMMERSLEY, M. y GOMM, R. (1997). Bias in social research. 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