Revista Archivos de Salud de Sinaloa
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PERSPECTIVA Muerte en el Embarazo: Implicaciones Médicas y Psicosociales PEIRO-OSUNA RP* El 11 de marzo el diputado panista, Isaías Cortés Berumen, propuso una reforma en la Ley General de Salud, que se lee textualmente, “Queda prohibido autorizar que se ponga fin a un tratamiento para mantener la vida artificial de una paciente con muerte cerebral, que se encuentre embarazada, mientras que el producto se encuentre con vida”, utilizando como antecedente el caso de Marlise Muñoz ocurrido en Texas el año pasado.1,2 Aunque se piense que estas disposiciones legales son nuevas, existe una tradición histórica en actuar a favor de la vida fetal en caso de muerte materna en diversas culturas, como la egipcia, india, norteamericana, persa, hindú, patagónica entre otras. Inclusive se estableció por los romanos una ley conocida como "Lex Cesarea" la cual hacia alusión a que si una mujer embarazada moría, el niño debía ser extirpado lo antes posible para el bautismo.3 La muerte cerebral se define como la pérdida irreversible de todas las funciones del cerebro, incluyendo el tronco cerebral. Los tres hallazgos esenciales en la muerte cerebral son coma, ausencia de reflejos del tronco cerebral y apnea. Un paciente al que se le determina muerte cerebral en ese momento es reconocido legal y clínicamente muerto.4 Dentro de las causas más frecuentes de muerte cerebral en embarazadas se encuentran: hemorragia cerebral, vasculitis necrotizante, meningoencefalitis cerebral, masas cerebrales, accidente automovilístico y trombosis venosa cerebral; con un estimado de aproximadamente 1,060 *Facultad de mujeres cada año en el mundo.5,6 Debido a esto se han planteado diversas preocupaciones desde el punto de vista médico, ético y legal, enfrentando el dilema de realizar maniobras para que el feto nazca de inmediato después de la muerte materna o mantener la homeostasis materna con el fin de lograr una edad gestacional que permita una madurez fetal haciendo posible un producto viable extrauterinamente, así como la donación de los órganos por parte de la madre.6 Actualmente esta conducta se rige por los deseos de la familia, la edad gestacional, viabilidad y el bienestar fetal.7 Se han reportado algunos casos en la literatura donde se ha mantenido exitosamente el soporte vital materno, para facilitar la maduración fetal en el útero, sin embargo, la experiencia médica con respecto al apoyo prolongado es limitado.8-11 Para la obtención de buenos resultados es necesario mantener la estabilidad hemodinámica, ventilatoria, metabólica, apoyo nutricio, sustitución hormonal y termorregulación, representando altos, tanto para el sistema de salud, como para las familias.7,12 Estas medidas podrían ser de gran valor si el feto se encuentra entre la semana 24-27 de gestación en adelante debido a que las posibilidades de supervivencia fetal se incrementan del 36 al 76%, estableciendo como prioridad la preservación del flujo sanguíneo uterino / placentario.13 Entre las principales complicaciones: se encuentran hipotensión / hipertensión, desprendimiento secundario de placenta, infecciones recurrentes, Medicina, Universidad Autónoma de Sinaloa. Enviar correspondencia, observaciones y sugerencias: a la Dra. Rosa Pamela Peiro Osuna, al Hospital General de Culiacán "Dr. Bernardo J. Gastélum", en calle Aldama esq. Nayarit S/N Col. Rosales, Culiacán Sinaloa. Teléfono 667 716-9810 ext. 229. Correo electrónico: [email protected]. Este artículo podrá ser consultado en Imbiomed, Latindex, Periódica y en www.hgculiacan.com Arch Salud Sin, Vol. 8 No. 1 . 42 Muerte en el Embarazo: Implicaciones Médicas y Psicosociales termolabilidad, anomalías congénitas causadas por el uso de medicamentos en la madre, muerte fetal, entre otras, debidas a la estancia prolongada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).14,15 Por otra parte, un aspecto poco considerado, pero no por ello menos importante, es el desarrollo psicosocial del niño sin su madre. Sayers dice: “El amor materno en la infancia es tan crucial para la salud mental como lo son las vitaminas y las proteínas en la salud física”.16 Esto se traduce a la necesidad de un niño de crecer en un ambiente amoroso, donde se le brinde atención, cuidado y apoyo de la madre siendo primordial para su desarrollo. El contacto con su progenitora y la interacción con ella es un factor regulador no sólo psicosocial sino que también es clave en el equilibrio homeostático en las protección para sufrir enfermedades y la normalidad de la conducta. Los estudios han demostrado que los niños que se desarrollan en ausencia de una figura materna se vuelven infelices y deprimidos, a veces, hasta el punto de pánico; muestran apatía, inquietud, hiperactividad, falta de concentración, deseo de afecto, disminución o ausencia de lenguaje expresivo o receptivo causado por la falta de desarrollo, así como, de las habilidades sociales, emocionales e intelectuales. Los trastornos del comportamiento que presentan, persisten en la vida adulta, caracterizado por un deficiente control de impulsos y conductas agresivas con una dificultad notable en el desarrollo y mantenimiento de relaciones personales adecuadas, problemas en la elección de una pareja y en sus conductas paternales con los hijos.17,18 Llevándonos a la reflexión que la decisión de traer un niño al mundo en ausencia de su madre, no es simplemente preservar una vida sino una amplia gama de consecuencias éticas, morales y sociales que deben ser consideradas. 3. Bush MC, Nagy S, Berkowitz RL, Gaddipati S. Pregnancy in a persistent vegetative state: case report, comparison to brain death, and review of the literature. Obstet Gynecol Surv 2003; 58(11):738-48. 4. Goila AK, Pawar M. The diagnosis of brain death. Indian J Crit Care Med 2009; 13:7– 11. 5. Mejía R, Badariotti G, De Diego B, Ridruejo O, O'Flaherty E. Muerte cerebral en una embarazada y sobrevida del feto. MEDICINA 2008; 68: 447-452 6. João P Souza, Antonio Oliveira-Neto, Fernanda Garanhani Surita, José G Cecatti, Eliana Amaral, João L Pinto e Silva. The prolongation of somatic support in a pregnant woman with brain-death: a case report. Reprod Health 2006; 3:3. 7. Hurtado Torres GF, Zarazúa Juárez M, Sandoval Munro L, Mendoza Huerta M. Nutritional support in a pregnant woman with brain death. Case report and literature review. Nutr Hosp 2007; 22(4):503-6. 8. Lane A, Westbrook A, Grady D, O'Connor R, Counihan TJ, Marsh B, et al. Maternal brain death: medical, ethical and legal issues. Intensive Care Med 2004; 30(7):1484-6 9. J E Heikkinen, R I Rinne, S M Alahuhta, J A Lumme, M E Koivisto, P P Kirkinen, et al. Life support for 10 weeks with successful fetal outcome after fatal maternal brain damage. Br Med J (Clin Res Ed) 1985; 290(6477): 1237–1238. 10. Bernstein IM, Watson M, Simmons GM y cols. Maternal brain death and prolonged fetal survival. Obstet Gynecol 1989; 74:434437. 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