socialdemocracia
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SOCIALDEMOCRACIA Documento para talleres sobre Socialdemocracia organizados por MRO y FRAS. 1. 2. 3. 4. ORIGENES SUSTRATO IDEOLOGICO OBJETIVOS ECONÓMICO – POLITICOS (Estratégicos) LA INTERNACIONAL SOCIALISTA APORTE DEL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO ORIENTAL Montevideo, diciembre de 2006 1 1. ORIGENES El movimiento Socialdemócrata surge a raíz de una resolución del Primer Congreso de la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) en 1864. Ésta resolución mandataba a los participantes a generar en sus países los partidos revolucionarios, que adquirirían la denominación de “socialdemócratas”. La ideología de estos partidos era marxista y deberían convertirse en la “vanguardia organizada de las fuerzas proletarias”. El primer partido socialdemócrata fue el alemán fundado en 1869. Tomando a este como modelo, surgieron los partidos socialdemócratas de Dinamarca (1878), Bélgica (1885), Noruega (1887), Austria (1889), Suecia (1889), Hungría (1890), Polonia (1892), Bulgaria (1893), Rumania (1893), Holanda (1894) y Rusia (1898). En la época de su fundación, todos estos partidos socialdemócratas tuvieron como basamento ideológico el marxismo, ideología triunfante en el seno del movimiento proletario, una vez expulsado el anarquismo de la II Internacional (1896). Pero, a partir de 1899 comienzan a producirse grandes diferencias ideológicas en el seno del movimiento socialdemócrata internacional y en la II Internacional. Esto producto del surgimiento del “revisionismo” de las ideas de Marx, pregonado por el alemán Eduard Bernstein (1850 – 1932), a través de su obra “Los presupuestos del socialismo y las tareas de la Socialdemocracia” (1899); y por los “fabianos”, corriente reformista surgida en Inglaterra como antípoda del socialismo científico. La denominación de “socialismo fabiano” se inspira en el nombre del caudillo militar romano Fabio Máximo Cuntáctor (el Contemporizador). El movimiento fabiano como tal renuncia oficialmente a la filosofía (pragmatismo) y niegan la lucha de clases. Según Lenin, el socialismo fabiano es “la expresión más acabada del oportunismo y de la política obrera liberal...”1 Debemos anotar que la modificación de la socialdemocracia como movimiento revolucionario pasando a ser un movimiento reformista se produce definitivamente después del triunfo revolucionario bolchevique en Rusia en 1917. Ya antes habían comenzado a existir fracciones opuestas dentro del movimiento socialdemócrata. Los hechos de la Comuna de París en 1871 y la insurrección frustrada en Rusia en 1905 comenzaron a marcar diferencias de apreciación en cuanto a si la revolución era mediante métodos violentos o no. El triunfo de la Revolución Rusa provocó la ruptura definitiva entre las fracciones del movimiento socialdemócrata. Por un lado se ubicaron los que eran afines a la revolución y a la toma del poder político en forma violenta por el proletariado, y por otro los que entendían que el cambio debía ser gradual, dentro del estado y a través de reformas. Los primeros se conformaron en Partidos Comunistas y los segundos asumieron la denominación de Partidos Socialdemócratas, Partidos Socialistas y Partidos Laboristas. 2. SUSTRATO IDEOLOGICO Desde un punto de vista ideológico marxista-leninista, el “revisionismo” del marxismo se da por la influencia de las ideas burguesas en el movimiento proletario. Eso fue lo que hizo Bernstein, incorporar al movimiento obrero las ideas burguesas y pequeño-burguesas. Lenin decía que el revisionismo penetra en las ideas del proletariado porque son trasladadas por la pequeña burguesía, clase oscilante desde el punto de vista económico y político, y que debido a las crisis del sistema capitalista pasaban a engrosar las filas del proletariado llevando consigo su forma de pensar y hacer, o sea trasladando a la clase obrera pensamiento y acción burgués: individualismo, egocentrismo, pacifismo, gradualismo, etc., entre otras. 1 Fuente: Diccionario Filosófico, M. M. Rosental y P. F. Iudin, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1965. 2 Este es el origen ideológico de la socialdemocracia, tal como la conocemos hoy. La influencia del pensamiento burgués en el pensamiento proletario. Ésta influencia se da a través del pensamiento liberal en lo económico y en lo político. En el aspecto estratégico se sustituye la lucha revolucionaria por el poder y la destrucción del estado burgués por la lucha por reformas dentro del sistema capitalista con el objetivo de adueñarse del Estado. Se niega la lucha de clases y se lo sustituye por la colaboración de clases, con miras a construir un estado social y democrático que garantice los derechos y el bienestar de la mayoría, sin necesidad de abolirlo. Bernstein decía: “Desde el punto de vista político nos damos cuenta de que los privilegios de la burguesía capitalista, en todos los países avanzados, dan paso poco a poco a las instituciones democráticas... La legislación de la fábrica, la democratización de las administraciones comunales y la extensión de su competencia, la liberación de los sindicatos y de las cooperativas de todas las trabas legales, la consulta permanente de las organizaciones obreras por parte de las autoridades públicas en las contrataciones laborales caracterizan el nivel actual del desarrollo... A medida que las instituciones políticas de las naciones modernas se democratizan, se reducen la necesidad y las oportunidades de grandes catástrofes políticas”.2 Se puede decir que la Socialdemocracia forja su ideología en base a, en primer lugar, la herencia del marxismo y posteriormente la influencia del pensamiento liberal burgués. Pero a lo largo de la historia y siendo que, el pensamiento y accionar socialdemócrata ha sido y es de coyuntura, o sea “realista”, pragmático, ha desechado la ideología marxista y ha incorporado el liberalismo burgués humanizador del sistema. Pero ¿qué llevó a modificar el pensamiento socialdemócrata? ¿Qué lleva a Bernstein a introducir una “revisión” en el marxismo? La coyuntura económico-política de la época tiene una gran influencia en este sentido. Porque en 1899 cuando Bernstein hace pública su intención de enmendar el marxismo es la época de la segunda revolución industrial y la expansión imperialista. Además, se embellecía el relativo y transitorio desarrollo de la pequeña producción, lo que permitiría un avance desde el punto de vista de los beneficios económicos del proletariado y que además daría por el piso las ideas de la bancarrota del capitalismo y las crisis cíclicas. La historia se encargó de demostrar que la gran producción y el surgimiento y consolidación de los monopolios avasallarían y arruinarían el desarrollo de la pequeña producción. Desde el punto de vista filosófico el pensamiento revisionista socialdemócrata es anticientífico, porque niega la lucha de clases y el materialismo dialéctico e histórico. “(...) el revisionismo iba a remolque de la "ciencia" académica burguesa. Los profesores "retornaban a Kant", y el revisionismo se arrastraba tras los neokantianos; los profesores repetían las vulgaridades que los curas habían pronunciado mil veces contra el materialismo filosófico, y los revisionistas, sonriendo complacidos, murmuraban (repitiendo palabra por palabra el último manual) que el materialismo había sido "refutado" desde hacía mucho tiempo. (...) encogiéndose desdeñosamente de hombros ante la dialéctica, los revisionistas se hundían (...) en el pantano del envilecimiento filosófico de la ciencia, sustituyendo la "sutil" (y revolucionaria) dialéctica por la "simple" (y pacífica) "evolución".3 3. OBJETIVOS ECONÓMICO – POLÍTICOS Al ser la socialdemocracia una doctrina de coyunturas, del “aquí y el ahora”, podemos decir que han existido tres expresiones o paradigmas de la socialdemocracia a lo largo de la historia. Refiriéndonos, obviamente, a la socialdemocracia como “democracia social” o “socialismo liberal”, es decir al movimiento reformista y revisionista. 2 3 Bernstein: Las premisas del socialismo y las tareas de la socialdemocracia. 1899 Lenin: Marxismo y Revisionismo. San Petersburgo, Rusia. Octubre de 1908 3 La Socialdemocracia Originaria que va de 1869 a 1945 en respuesta al Marxismo Clásico (18481916); la Socialdemocracia Clásica (1945-1973) en respuesta al Liberalismo (1900-1930); y la Socialdemocracia Renovada o Tercera Vía (1998-hasta nuestros días) en respuesta al Neoliberalismo (1979-hasta nuestros días). La socialdemocracia originaria proclama la instauración del socialismo a través de la utilización del Estado capitalista, mientras que el marxismo clásico sostenía la destrucción del Estado Burgués y la conformación del Estado Socialista. En aquel momento la socialdemocracia aceptaba la emancipación de los trabajadores, pero mediante la vía pacífica y reformista. El objetivo de la toma del poder por la violencia (partera de la historia, según Marx) por parte del proletariado, se sustituía por el acceso al gobierno y/o la participación de los obreros o sus representantes en las instituciones del estado burgués, así como en el gerenciamiento de las fábricas. Al respecto Bernstein decía: “Las sociedades obreras son el elemento democrático de la industria. Su tendencia es destruir el absolutismo del capital y procurar para el obrero una influencia directa en la administración de una industria”.4 La vía para el acceso al “poder” debía ser mediante elecciones y no mediante una insurrección. Para eso la socialdemocracia debía plantearse como objetivo extender (universalizar) el sufragio. “Con una clase trabajadora poco desarrollada en número y en cultura, el derecho general de votar puede aparecer como el derecho a escoger ‘el verdugo’, pero con el aumento del número y el desarrollo de la cultura se convierte en el instrumento para transformar a los representantes del pueblo de amos en servidores de este mismo pueblo”. “El sufragio universal es (...) la alternativa de una revolución violenta”. 5 Uno de los objetivos de la socialdemocracia originaria era el de acceder al poder mediante la vía electoral, buscando democratizar el estado. Se negaba rotundamente la dictadura del proletariado y negaba el carácter clasista del estado. “¿Hay alguna razón, por ejemplo, de sostener la frase de la ‘dictadura del proletariado’ en una época en que en todos los lugares posibles los representantes de la democracia social se han lanzado prácticamente a la arena del trabajo parlamentario, se han declarado por la representación proporcional del pueblo y por la legislación directa, todo lo cual es incompatible con la dictadura? (...) la ‘dictadura de clases’ pertenece a una civilización inferior, y dejando aparte la cuestión de la realización práctica, de la posibilidad de la cosa, debe ser mirada como una regresión, como un atavismo político.” 6 Lenin responde a estas apreciaciones de Bernstein en forma lapidaria: “La libertad política, la democracia, el sufragio universal -nos decían los revisionistas- destruyen el terreno para la lucha de clases y desmienten la vieja tesis del Manifiesto Comunista de que los obreros no tienen patria. Puesto que en la democracia prevalece "la voluntad de la mayoría", según ellos, no se debe considerar al Estado como órgano de dominación de clase ni negarse a establecer alianzas con la burguesía progresista, socialreformista, contra los reaccionarios. Es indiscutible que estas objeciones de los revisionistas se reducían a un sistema bastante armónico de concepciones, a saber: las bien conocidas concepciones liberalburguesas. Los liberales han dicho siempre que el parlamentarismo burgués destruye las clases y diferencias de clase, ya que todos los ciudadanos sin distinción gozan del derecho a votar e intervenir en los asuntos de Estado. Toda la historia de Europa durante la segunda mitad del siglo XIX, toda la historia de la revolución rusa a comienzos del siglo XX enseñan de manera patente lo absurdo de tales conceptos. Con las libertades del capitalismo "democrático", las diferencias económicas, lejos de atenuarse, se acentúan y agravan. 4 5 6 E. Bernstein: Mensaje al Congreso de Stuttgart. 1907 Íbidem Íbidem 4 El parlamentarismo no elimina, sino que pone al desnudo el carácter innato de las repúblicas burguesas más democráticas como órganos de opresión de clase”.7 La socialdemocracia no negaba, en sus orígenes, la instauración del socialismo. Lo veía como un proceso gradual y paulatino, sin convulsiones sociales. Donde el obrero adquiriría más y mejores derechos económicos y políticos mediante el método de las reformas. Bernstein, al respecto, expresaba: “la democracia social no desea destruir la sociedad y hacer de todos sus miembros una masa de proletarios; trabaja incesantemente en elevar al obrero de la posición social de proletario a la de ciudadano, haciendo así universal la ciudadanía. No quiere establecer una sociedad proletaria en lugar de una sociedad cívica; sino un orden socialista de sociedad en vez de un orden capitalista”.8 Desde el punto de vista económico los socialdemócratas originales aceptaban el sistema de economía de mercado y promovían la intervención de la autoridad pública para establecer equilibrios y garantizar la libertad económica. Como síntesis podemos decir que la meta tanto del marxismo clásico como de la socialdemocracia originaria era la instauración del socialismo. La consigna del marxismo clásico era la de la destrucción del estado, mientras que la de los socialdemócratas era la de utilizarlo. La estrategia de los primeros era la revolución social, mientras que la de los segundos eran las reformas al sistema. Los marxistas clásicos defendían la construcción de un partido de la clase obrera para la toma del poder, los socialdemócratas originarios concebían la construcción de un partido policlasista. En cuanto al estado, los marxistas luchaban por una sociedad sin clases, mientras que los revisionistas por un estado democrático. La socialdemocracia clásica es la expresión de la socialdemocracia posterior a la segunda guerra mundial. En el año 1959 el Congreso del Partido Socialdemócrata Alemán (primer partido socialdemócrata del mundo y uno de los más influyentes en la época) declara obsoleto al marxismo frente a los retos que se planteaban en la posguerra y frente a la posibilidad de llegar al gobierno. En este segundo período la socialdemocracia se consolidó como una de las principales fuerzas políticas leales al sistema capitalista, teniendo su mayor período de auge entre los años 1945 y 1973. El objetivo de la socialdemocracia en esta etapa deja de ser alcanzar una sociedad sin clases y pasa a ser el de humanizar el capitalismo y reformar el estado burgués. Una vez más adoptaba una estrategia pragmática y realista que se adaptaba a las nuevas circunstancias históricas. El contexto en el que se desarrolla esta etapa de la denominada socialdemocracia clásica se caracteriza fundamentalmente por el auge y la expansión del capitalismo que se presenta a nivel mundial. En este sentido, el crecimiento económico sostenido que se dio en los países de Europa después de la Segunda Guerra Mundial, fomentado entre otras cosas por el apoyo de Estados Unidos, permitió la instauración del Estado de bienestar. Un modelo político y social que permitió a la socialdemocracia expresar sus ideales. Para el británico Charles Anthony Raven Crosland9, los cinco elementos que componen el paradigma socialdemócrata clásico son: a) El liberalismo político: la aceptación de las instituciones liberaldemocráticas. b) La economía mixta: la coexistencia de la propiedad privada de los medios de producción y de un control público de la actividad económica a través de la planificación. c) El Estado de bienestar: la ejecución de políticas sociales tendientes a distribuir la riqueza de una forma más equitativa, mitigando los efectos del mercado, y a promover la justicia social, corrigiendo los desequilibrios económicos. 7 Lenin: Marxismo y Revisionismo. San Petersburgo, Rusia. Octubre de 1908 E. Bernstein: Mensaje al Congreso de Stuttgart. 1907 9 C. A. Raven Crosland: El futuro del socialismo. 1956. 8 5 d) El keynesianismo: la ejecución de políticas económicas tendientes a lograr pleno empleo, salarios elevados, estabilidad de precios y aumento del gasto público. e) El compromiso con la igualdad social. Durante este período la socialdemocracia logró grandes éxitos a través de la difusión de su modelo: conjunción de la democracia liberal, el capitalismo y el bienestar social. Entre los más destacados dirigentes políticos de estos años se encuentran: el Primer Ministro sueco Olof Palme (1969-1976, reelegido en 1982); el Canciller de Austria Bruno Kreisky (1970-1983) y; el Canciller alemán Willy Brandt (1969-1974). Continuando con la estrategia política de establecer y fortalecer a partidos policlasistas, la socialdemocracia clásica buscó la integración social del electorado para obtener el mayor número de votos posible. Es decir, buscó el apoyo fuera de la clase obrera. Así, esta búsqueda de aliados se arraigó a partir de entonces como una táctica inherente al electoralismo. “Las alianzas más allá de la clase han de basarse en la convergencia de los intereses económicos inmediatos de la clase obrera y los de los otros grupos. Los socialdemócratas tienen que ofrecer créditos a los pequeños burgueses, pensiones a los empleados y funcionarios, salarios mínimos a los obreros, protección a los consumidores, educación a los jóvenes, descuentos familiares a las familias... Tal convergencia no puede existir de manera que refuerce la cohesión y la combatividad de los obreros contra las otras clases. Cuando los socialdemócratas amplían su llamado, se ven obligados a prometer luchar no por unos objetivos específicos de los trabajadores como clase, sino sólo por aquellos que los obreros comparten como individuos con otros miembros de otras clases... Lo que se ve comprometido cuando los partidos obreros se convierten en partidos de masas es el propio principio de la lucha de clases, la lucha entre colectividades con una cohesión interna... Cuando los partidos socialdemócratas se convierten en partidos ‘de toda la nación’, refuerzan su visión de la política como un proceso de definición del bienestar colectivo de ‘todos los miembros de la sociedad’”.10 Después de dos décadas de éxitos relativos de la socialdemocracia clásica, éstos llegaron a su fin con la quiebra del sistema capitalista y el denominado “consenso del bienestar” en los años setenta. La crisis del petróleo y la consiguiente alza de los precios en el mercado desencadenaron una recesión económica que finalmente expresó el fin de los años dorados del capitalismo. El modelo de crecimiento económico que había financiado al Estado de bienestar desde el fin de la Segunda Guerra Mundial mostró sus límites, lo que condujo a la implantación de un nuevo modelo: el neoliberal. La crisis del Estado de bienestar fue insostenible. La realidad mostraba las fallas y el agotamiento de las políticas de bienestar económico y social. Algunos de los problemas que se presentaron fueron: el aumento excesivo de los gastos públicos, los índices elevados de inflación, el aumento de la deuda pública, la ineficiencia de la burocracia, la pérdida de competitividad de las empresas públicas, etc. El establecimiento de gobiernos conservadores de derecha en la década de los ochenta, como los encabezados por Margaret Thatcher en Gran Bretaña (1979-1990), Ronald Reagan en Estados Unidos (1981-1989) y Helmut Kohl en Alemania (1982-1998), marcó el derrumbe del paradigma socialdemócrata clásico. El nuevo modelo neoliberal propugnó por el achicamiento del Estado y la mayor intervención del sector privado en la economía. A partir de entonces el motor del crecimiento económico de los países se basó en el comercio internacional. Asimismo, se promovieron políticas de privatización, liberalización y desregulación como los nuevos ejes del desarrollo económico. 10 Adam Przeworski, Capitalismo y socialdemocracia, Alianza Editorial, Madrid, 1988, p.11. 6 El modelo económico de los años de posguerra se había agotado, no obstante, no sólo se trataba de la caducidad de ciertas políticas del Estado benefactor, sino también el desencadenamiento a partir de los años ochenta, de la globalización económica. La tercera vía es la respuesta de la socialdemocracia ante el nuevo panorama económico y político mundial. Esta tercera vía se ubicó entre el modelo socialdemócrata clásico y el modelo neoliberal. Según su gran ideólogo, Anthony Giddens11 “...la ‘tercera vía’ se refiere a un marco de pensamiento y política práctica que busca adoptar la socialdemocracia a un mundo que ha cambiado esencialmente a lo largo de las dos o tres últimas décadas. Es una tercera vía en cuanto que es un intento por trascender tanto la socialdemocracia a la antigua como el neoliberalismo”. En términos generales, se trató de un proyecto de centro-izquierda para renovar la socialdemocracia en el marco de la globalización y para responder a la ola neoconservadora. En Europa y Estados Unidos los gobiernos que representan esta tendencia son: el británico encabezado por Tony Blair y su “Nuevo Laborismo” (1997); el alemán con Gerhard Schröder y su “Nuevo Centro” (1998) y; el norteamericano dirigido por el demócrata William ‘Bill’ Clinton (1993-2001). Estos gobiernos aceptaron las condiciones de disciplina fiscal, estabilidad macroeconómica y reformas políticas que demandaba el neoliberalismo. Nuevamente volvió a quedar en evidencia el pragmatismo de la socialdemocracia y dichos gobernantes fueron duramente criticados, por ejemplo, por el socialista francés Lionel Jospin (19972002), quien calificó a la tercera vía de Blair y Schröder como un “neoliberalismo disfrazado”. La tercera vía se caracteriza por impulsar políticas públicas que no redistribuyan la riqueza, sino que más bien tiendan a crearla (país productivo). Es decir, “en lugar de ofrecer subsidios a las empresas, el gobierno debería promover condiciones que lleven a las compañías a innovar y a los trabajadores a ser más eficientes en la economía global”.12 En conclusión, la socialdemocracia renovada logra afirmarse como una alternativa al conservadurismo. Obviamente, el hecho de ser una alternativa política de gran pragmatismo y, desde nuestra concepción de clase, absolutamente desideologizada y desideologizante, la ha hecho variar a lo largo de la historia, recorriendo un giro que va desde diferencias con el marxismo (y con los intereses del proletariado), pasando por la oposición y terminando con el antagonismo. Es decir, la socialdemocracia no representa hoy los intereses de los trabajadores, sobre todo en esta parte del mundo, sino todo lo contrario: es su enemigo directo. El éxito político de este viraje se manifiesta en las victorias electorales conseguidas en varios países a nivel mundial. En nuestro continente han aprovechado las ansias de cambios en lo económico y político, que tienen los pueblos, para lograr obtener los gobiernos. ¿Por qué? Porque por contar con una tradición de izquierda y habiendo salido desde el seno del proletariado, utilizando el doble discurso, el oportunismo y el pragmatismo, la socialdemocracia confunde y desorienta a la clase trabajadora. Le hace confundir objetivos tácticos (como la participación en elecciones, en el parlamento, etc.) con objetivos estratégicos (utilizar esos medios para obtener el poder, siendo que la estrategia debe ser la toma del poder mediante la insurrección organizada de las masas hacia la construcción del estado socialista). 11 12 Anthony Giddens, La tercera vía. La renovación de la socialdemocracia, 1998. Anthony Giddens, La tercera vía y sus críticos, 2001. 7 4. LA INTERNACIONAL SOCIALISTA La Internacional13 La Internacional Socialista es la organización mundial de partidos socialdemocrátas, socialistas y laboristas. Actualmente agrupa a 161 partidos políticos y organizaciones de todos los continentes. La Internacional Socialista, cuyo origen se remonta a las primeras organizaciones internacionales del movimiento laboral, ha existido en su forma actual desde 1951, cuando fue reestablecida en el Congreso de Francfurt. Desde entonces sus actividades han ido en aumento y su membresía ha crecido, en particular durante los últimos años, llegando a duplicarse en los años 90. Los partidos laboristas, socialdemócratas y socialistas son hoy en día una fuerza política considerable en las democracias del mundo. Numerosos partidos miembros de la Internacional, en distintos continentes, encabezan en la actualidad gobiernos o constituyen la principal fuerza de oposición. Los máximos organismos de la Internacional Socialista son el Congreso, que se reúne cada tres a cuatro años, y el Consejo, que incluye a todos los partidos y organizaciones miembros y que se reúne dos veces por año. George A. Papandreou, Presidente de PASOK, el partido miembro de la organización en Grecia, es el Presidente de la Internacional Socialista, desde su elección en enero de 2006. Luis Ayala (Chile) es el Secretario General, reelecto en el último Congreso. Los vicepresidentes, quienes también son electos, junto con el Presidente y el Secretario General, conforman el Presidium de la Internacional, el liderazgo de la organización. Antiguos Presidentes y Secretarios Generales de la organización. Desde 1976 a 1992, el difunto Willy Brandt, antiguo Canciller de Alemania y ganador del Premio Nobel de la Paz en 1971, fue Presidente de la Internacional Socialista. Pierre Mauroy, antiguo Primer Ministro de Francia, fue Presidente desde 1992 hasta 1999, y António Guterres, antiguo Primer Ministro de Portugal, desde 1999 hasta 2005. El secretariado de la Internacional Socialista, ubicado en Londres, coordina las actividades e iniciativas de la Internacional, convoca sus reuniones y conferencias, emite declaraciones y comunicados de prensa y produce sus publicaciones. La Internacional estableció para el actual período entre Congresos, además de sus Comités estatutarios de Etica y de Administración y Finanzas, los siguientes comités sobre materias o regiones: la Economía, Cohesión Social y el Medio Ambiente; Autoridades Locales; Migraciones; Paz, Democracia y Derechos Humanos; Africa; Asia y el Pacífico; CEI y el Cáucaso; América Latina y el Caribe; el Mediterráneo; el Oriente Medio; Sudeste de Europa, y grupos de trabajo dentro de algunos de estos comités, sobre el Sistema de Bretton Woods; la Cuestión Kurda; y las Democracias del Pacífico Sur. Estos comités o grupos de trabajo tienen programas específicos de actividades y se reúnen con regularidad. La Internacional Socialista también envía frecuentemente misiones o delegaciones a diversos países o regiones. En años recientes estas misiones han visitado en varias ocasiones el Oriente Medio, Africa, América Latina y el Caribe y Europa Central y Oriental. La Internacional Socialista se financia con cuotas de membresía anuales de sus partidos miembros y de sus organizaciones fraternales y asociadas. El presupuesto de la Internacional se decide democráticamente por todos los miembros en sus reuniones de Consejo. El Presupuesto de 2007 totaliza 1.155.000 libras esterlinas. Las Cuentas de la Internacional registraron para 2005 un ingreso total de 1.130.000 libras esterlinas con un gasto total de 1.055.000 libras esterlinas, que se desglosa en 82.000 libras esterlinas para comunicaciones; 156.000 libras esterlinas para administración; 385.000 libras esterlinas para costos del Secretariado; 72.000 libras esterlinas para conferencias y reuniones de 13 Fuente: http://www.socialistinternational.org/1What/infospa.html 8 consejo; 79.000 libras esterlinas para delegaciones y misiones; 95.000 libras esterlinas para comités y otras reuniones, como también 184.000 libras esterlinas para la Internacional Socialista de Mujeres. Como organización no gubernamental, la Internacional Socialista cuenta con status consultivo (Categoría I) en las Naciones Unidas y trabaja en el ámbito internacional con un gran número de otras organizaciones. Miembros14 Partidos Miembros Plenos Albania Partido Socialdemócrata, PSD Albania Partido Socialista de Albania, SPA Alemania Partido Socialdemócrata de Alemania, SPD Andorra Partido Socialdemócrata de Andorra, PS Angola MPLA Argelia Frente de las Fuerzas Socialistas, FFS Argentina Partido Socialista, PS Argentina Unión Cívica Radical, UCR Armenia FRA Partido Socialista Armenio Aruba Movimiento Electoral del Pueblo, MEP Australia Partido Laborista Australiano, ALP Austria Partido Socialdemócrata de Austria, SPÖ Barbados Partido Laborista de Barbados Bélgica Partido Socialista, PS Bélgica Partido Socialista, SPA Benín Partido Socialdemócrata, PSD Bolivia Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, MIR-Nueva Mayoría Bosnia y Herzegovina Partido Socialdemócrata de Bosnia y Herzegovina, SDP BiH Brasil Partido Democrático Laborista, PDT Bulgaria Partido Socialista Búlgaro, BSP Bulgaria Socialdemócratas de Bulgaria, PBSD Burkina Faso Partido por la Democracia y el Progreso/Partido Socialista, PDP/PS Cabo Verde Partido Africano de la Independencia de Cabo Verde, PAICV Camerún Frente Socialdemócrata, SDF Canadá Nuevo Partido Democrático, NDP/NPD Chile Partido Por la Democracia, PPD Chile Partido Radical Social Demócrata, PRSD Chile Partido Socialista, PS Chipre Movimiento de los Socialdemócratas EDEK Colombia Partido Liberal Colombiano, PLC Costa Rica Partido Liberación Nacional, PLN Côte d'Ivoire Frente Popular de Côte d'Ivoire, FPI Croacia Partido Socialdemócrata, SDP Curazao MAN Dinamarca Partido Socialdemócrata Ecuador Partido Izquierda Democrática, PID Egipto Partido Nacional Democrático, NDP Eslovaquia SMER-Social Democracia 14 Fuente: http://www.socialistinternational.org/2Members/whospa.html 9 Eslovenia Social Demócratas, SD España Partido Socialista Obrero Español, PSOE Estados Unidos Socialistas Democráticos de América, DSA Estados Unidos Socialdemócratas USA, SDUSA Estonia Partido Socialdémocrata de Estonia Finlandia Partido Socialdemócrata Finlandés, SDP Francia Partido Socialista, PS Gran Bretaña Partido Laborista Grecia Movimiento Panhelénico Socialista, PASOK Guinea Asamblea del Pueblo de Guinea, RPG Guinea Ecuatorial Convergencia para la Democracia Social, CPDS Haití Partido Fusión de los Socialdemócratas Haitianos Hungría Partido Socialdemócrata Húngaro, MSzDP Hungría Partido Socialista Húngaro, MSzP Irlanda Partido Laborista Irlanda del Norte Partido Socialdemócrata y Laborista, SDLP Islandia Alianza Socialdemócrata de Islandia Israel Partido Laborista de Israel Israel Partido Meretz-Yachad Italia Demócratas de Izquierda, DS Italia Socialistas Democráticos Italianos, SDI Jamaica Partido Nacional del Pueblo, PNP Japón Partido Socialdemócrata, SDP Letonia Partido Obrero Socialdemócrata Letonés, LSDSP Líbano Partido Socialista Progresista, PSP Lituania Partido Socialdemócrata Lituano, LSDP Luxemburgo Partido Obrero Socialista de Luxemburgo, LSAP/POSL Ex República Yugoslava de Macedonia Unión Socialdemócrata de Macedonia, SDSM Malasia Partido Acción Democrática, DAP Mali Partido Africano para la Solidaridad y la Justicia, ADEMA-PASJ Malta Partido Laborista de Malta Marruecos Unión Socialista de las Fuerzas Populares, USFP Mauricio Movimiento Militante de Mauricio, MMM Mauricio Partido Laborista de Mauricio México Partido de la Revolución Democrática, PRD México Partido Revolucionario Institucional, PRI Mongolia Partido Revolucionario del Pueblo de Mongolia, MPRP Montenegro Partido Socialdemócrata de Montenegro, SDPM Mozambique Partido Frelimo Nepal Partido Nepalí del Congreso Nicaragua Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN Níger Partido para la Democracia y el Socialismo de Níger, PNDS Noruega Partido Laborista Noruego, DNA Nueva Zelandia Partido Laborista de Nueva Zelandia, NZLP Países Bajos Partido Laborista, PvdA Pakistán Partido del Pueblo Paquistaní, PPP Panamá Partido Revolucionario Democrático, PRD Paraguay Partido Revolucionario Febrerista, PRF Perú Partido Aprista Peruano, PAP 10 Polonia Alianza de la Izquierda Democrática, SLD Polonia Unión Laborista, UP Portugal Partido Socialista, PS Puerto Rico Partido Independentista Puertorriqueño, PIP República Checa Partido Socialdemócrata Checo, CSSD República Dominicana Partido Revolucionario Dominicano, PRD Rumania Partido Socialdemócrata, PSD San Marino Partido de los Socialistas y de los Demócratas Senegal Partido Socialista, PS Sudáfrica Congreso Nacional Africano, ANC Suecia Partido Socialdemócrata Sueco, SAP Suiza Partido Socialdemócrata Suizo Túnez Asamblea Constitucional Democrática, RCD Turquía Partido Republicano del Pueblo, CHP Uruguay Nuevo Espacio, NE Uruguay Partido Socialista del Uruguay, PSU Venezuela Acción Democrática, AD Encuentro de la IS en Chile Con la participación de unos trescientos delegados provenientes de cerca de un centenar de partidos y organizaciones de todos los continentes, la Internacional Socialista celebró la más reciente reunión de su Consejo en Santiago de Chile los días 6 y 7 de noviembre, contando con sus partidos miembros en ese país como anfitriones. Chile, nación presidida por primera vez por una mujer, Michelle Bachelet, tiene una larga historia de vínculos con la Internacional Socialista, los que se consolidaron durante los años de esfuerzos de los progresistas chilenos por recuperar la democracia burguesa en ese país. La Concertación, es la alianza que llevó al gobierno a Michelle Bachelet, de la cual forman parte los tres partidos miembros de la Internacional en Chile. La reunión del Consejo fue inaugurada por la Presidenta de la República, con un discurso en el que destacó la labor y el aporte de la Internacional Socialista al “surgimiento de una nueva realidad global, en la cual el ejercicio de la ciudadanía, la búsqueda de la prosperidad y de la justicia social y la cooperación internacional para el desarrollo y la paz se encuentran en el centro de la agenda política”. Declaración de Santiago De esta declaración extraemos que: “La Internacional Socialista viene apoyando desde hace largo tiempo el multilateralismo en la conducción de los asuntos internacionales y promoviendo el fortalecimiento de las instituciones globales existentes...”15 La Internacional subrayó ocho temas de vital importancia para el futuro, de los cuales nosotros extraeremos algunos. Esta declaración contiene posicionamientos sobre la migración, el calentamiento global, comercio libre y equilibrado, finanzas internacionales, pandemias, terrorismo y narcotráfico, entre otros. Sobre migración, el Consejo de la IS sugiere que: “Para abordar esta situación se requiere, por parte del Norte y del Sur, de un mayor realismo para producir un conjunto de medidas que mitiguen la difícil situación de los migrantes y realcen los beneficios potenciales para ellos y para los países de origen y de acogida”.16 15 16 http://www.socialistinternational.org/6Meetings/Council/Santiago-Nov06/documents-s.html#1 Íbidem 11 Sobre comercio libre y equilibrado, el Consejo expresa que: “La tarea es reforzar la voluntad política para establecer un sistema de libre comercio global en bienes y servicios, en el cual todos puedan participar y obtener beneficios. "El comercio libre" actualmente no es del todo libre o justo, la persistencia de la legislación anti-dumping, los subsidios agrícolas y numerosas otras malas prácticas atentan contra él...”17 Sobre terrorismo y narcotráfico: “Buena parte del sistema internacional construido durante el siglo pasado para mantener la paz y la estabilidad estuvo basado en la prevención y resolución de conflictos entre naciones. Pero actualmente el mundo se ve confrontado además al terrorismo y al narcotráfico, amenazas que en todas partes del mundo han demostrado ser inmunes a las acciones unilaterales de cualquier país”.18 En esta misma declaración, encotramos un posicionamiento sobre la situación de Colombia, en el sentido de la guerra interna, donde la Internacional Socialista expresa: “... su activa solidaridad con el propósito de lograr en Colombia la libertad de los secuestrados políticos en poder de las FARC, y de todos los demás colombianos secuestrados por grupos ilegales, y exhorta al grupo guerrillero FARC y a las legítimas autoridades de Colombia, para que, con criterio humanitario, se logre lo mas rápidamente posible la libertad de los cautivos. En conclusión, podemos decir que la Internacional Socialista y los partidos que la componen, como el PS y el NE que gobiernan hoy en nuestro país, han asumido posturas neoliberales con respecto a las cuestiones económicas y también políticas: hay un apoyo a la globalización, que es la principal responsable del empobrecimiento, marginación y explotación de los países subdesarrollados; se apoya el libre comercio, lo que da vía libre a la firma de Tratados de Libre Comercio con las potencias imperialistas; se condena el terrorismo y el narcotráfico, lo que por cierto está bien, pero no se dice nada sobre las invasiones a Afganistán, Iraq, Haití, la situación de Palestina, etc.; se expresa a favor de la paz en Colombia, con una manifiesta condena a las FARC pero no dice nada de los abusos, represiones, masacres, secuestros, desapariciones, etc. llevados adelante por los paramilitares y los aparatos represivos del estado colombiano. Esto demuestra claramente que la socialdemocracia está completamente al servicio del capitalismo y del imperialismo, y que por lo tanto es el principal enemigo de la clase obrera y demás sectores revolucionarios, en esta etapa. 17 18 Íbidem Íbidem 12