El empresario mallorquín y ASIMA
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El empresario mallorquín y ASIMA
ieiiui id q u e icnei El empresario mallorquín y ASIMA Por Antonio Colom pacio de tiempo que ha co rrido desde las jornadas fun Estamos convencidos de que nuestros gerentes, nues tros hombres de industria, nuestros empresarios, me recen, en su mayor parte, sinceros elogios aunque de bemos señalar que el equi po dirigente de algunos sec tores no haya sabido, o no haya querido, moverse opor tunamente sobre bases dacionales a nuestros días de realismo, de'ese realismo que nos empuja hacia Eu ropa, hacia Occidente. De acuerdo con la sabi duría tradicional, saber po co es peligroso. Sin em bargo, profesores de Eco nomía de Uni versidad la famosa U.S.A. de Harvard han invertido el adagio pa ra asegurar que un poco de ignorancia, relacionada con la puesta en marcha de pro yectos de desarrollo eco nómico, bien puede signifi car un estímulo fructífero de ingeniosos enfoques nue vos. ¿Puede ser esta revolu cionaria teoría la más útil y adecuada empresarios? es cierto que nes estamos ceso de para nuestros Desde luego, los mallorqui en pleno pro desarrollo económico y, socio parece ser, que algunas teorías que pa recían seguras y alentado ras, tanto por su simplici dad como por%su concisión, han sido ya prácticamente deshechas por los expertos de esta hora de ahora y arro lladas por los acontecimien tos. De ahí, que esos eco nomistas de Harvard quizás tengan razón. Los empresarios mallor quines creen haber apren dido suficiente con la ex periencia de las últimas dé cadas, pero puede ser que lo que han aprendido no es lo que creían que iban a aprender o lo que necesi taban aprender. Quizá han subestimado su propio es píritu creador sin subesti mar, por otra parte, hasta el mismo grado, las dificul tades de las tareas a las que se han ido enfrentando de manera que pueden haber resultado engañados por esas dos subestimaciones En noviembre de 1967 Salís inauguraba el Polígono de ASIMA. social. Es preciso ahora que nuestro tan cacareado "vi rus" expansivo, que nuestro empuje promotor amplia mente demostrado, sean controlados y llevados a climas más favorables y se guros. Y no hay duda de que en ese proceso tienen papel primordial y urgente nuestros hombres de em les de Mallorca. Polígonos modélicos en su género, dentales, de llevar a cabo innovaciones importantes o y cambios de correr riesgos cara al futuro. Hay que tener en cuenta que la crisis que ahora experimen tamos duramente no es pro ducto de eventuales acciden tes o fallos humanos. Es consecuencia directa, en ma yor parte, de la relación existente entre tecnología y geografía, por un lado y los sistemas políticos, por otro. Al escribir estas notas so bre el empresariado isleño, de su hacer y de su queha cer, a lo largo de estos últi mos veinticinco años, es obligado mencionar a ASI MA, obra ingente y ejem plar. "Un grupo de seis in dustriales amigos pensamos unirnos, allá por el año 1964, con el proyecto de construir unas zonas indus triales. A todos nos anima ba idéntica inquietud y los mismos deseos. Ponernos de acuerdo fue, pues, cosa fá cil. El año 64 fue un año de En como el nuestro, es-necesa noviembre de 1967 el una empresa en perspecti Ministro Solís inauguraba el va. Nuestras Islas han "des complejo. pegado" velozmente rumbo nos dormimos". Así se ex al presaba, con toda sencillez, desarrollo económico y gonos industriales a través de nuestro turismo, sobre todo en cuanto se trate de tomar decisiones trascen blemas o incertidumbres de En un país en desarrollo nes se pusieron en marcha hasta cuajar en unos polí de lo que se llamó Asocia rio siempre no ocultar pro Los hombres de empresa Ahora se han cumplido veinte años desde que aque llas ideas y aquellas ilusio Diario de Mallorca/30 Junio 1984 Como verá, no ción Sindical considerados de Industria como un au téntico "milagro" mallor quín, al combinar con fe cundo realismo múltiples factores empresariales y so ciales. Aquel puñado de em presarios —"cabezas con cordes" como reclama Te resa de Avila— se impuso una tarea que, desarrollada con espíritu admirable, con tenacidad tificó en representa sión viva inquietud empresario mallor quín encontró en ASIMA escenarios donde moverse y promocionarse. Espacio y capacidad, datos y sugerencias, apoyos, asesoramientos y alientos, que le permitieron trazar la ar quitectura y levantar el ar mazón de -sus industrias, de sus empresas. Son unas seiscientas empresas-comer cio, industria, artesanía, servicios, turismo, trans-" portes y comunicaciones y unos tres "no debe honrarse a los hombres mas que por lo que los- honra". Conoce mos a todos los hombres de ASIMA, a los pioneros, a los promotores, a los de hoy a los que siguen en la bre cha. Si es cierto que todos los hombres tienen el pre cio que su conducta, su ges tión y su ejemplo les otor ga, nuestros nombres de ASIMA lo tienen muy alto y bien ganado. Todos ellos han sido, o son, forjadores y mantenedores de una gran empresa, de una co munidad que enorgullece a Mallorca, con sus realidades industriales, comerciales, ar- tesanas, turísticas, y sociales. En estos sus primeros veinte años, ASIMA ha sabi mos son difíciles. A veces el' Horizontes de realidad nuevos Hay una máxima de Epícteto que dice, más o infatigable, fruc do evolucionar, modificar lo que hoy es y tácticas, dispuesta en todo ASIMA, expre momento a la innovación. y vigorosa de la'* Los tiempos que hoy viví-, creadora de Ma llorca El cha. menos, zo de 1970. presa, los cuadros dirigen tes de nuestra economía y estudios y discusiones, de planificaciones y de decisio nes, de solicitud de permi sos y, fundamentalmente, de ilusiones compartidas. Al año siguiente se nos conce dió la aprobación al proyec to, iniciándose los trabajos. contradictorias. don Ramón Esteban Fabra, uno de los fundadores y primer Presidente de ASI MA —ya fallecido—, en mar se refleja exactamente toda una época mallorquína. ASIMA concibió, y concre tó, el "placer" de crear, de andar siempre adelante, con tra viento y marea, sin pre cipitaciones, con seguridad. Ha habido dificultades, alti bajos, frenazos, peligros, pe ro siempre ASIMA ha sabi do atemperar su ritmo y su rumbo, navegar en esquifes pequeños para mejor sabo rear la navegación —a veces con mar gruesa— y hacerla luego singladura bien he millones de me tros cuadrados, entre los dos polígonos, lo que<—según su director general, Juan Tortella Busquets— constituye hoy ASIMA. Vamos empujados a lo largo de un camino que se llama tiempo. Y en ese es horizonte parece totalmen te cerrado. Hay que estar continuamente, sin desma yo ni fatiga, en el puesto de mando, con el timón en la mano. Columnas que eran sólidas se han desplomado en nuestra Economía in dustrial. Pero ASIMA ha sabido encontrar caminos de unidad, mecanismos de función y desarrollo, para poder seguir su marcha evi tando los más peligrosos es collos, y proyectarse sobre la dura y cambiante actua lidad isleña. Y ahí sigue, ahí está, firme y tesonera, con madura y experimenta da serenidad. Porque ASI MA ha sido siempre así. Desde Ramón Esteban a Je rónimo Juan Albertí, Rosselló a y desde Armando Esteban, "sin prisa, y sin pausa", al modo del goethiano caminar de la estre lla.