Cartilla de iniciativas - programa de apoyo a la democracia municipal

Transcripción

Cartilla de iniciativas - programa de apoyo a la democracia municipal
Concurso Nacional
la
n
o
c
ojo
a
i
c
n
e
l
vio
¡Presenta tu
propuesta para
prevenir y
combatir la
violencia contra
la mujer en tu
municipio!
Tú puedes construir un municipio con equidad
En Colcapirhua, una mujer huye desnuda de su casa para evitar más golpes de su
pareja. En Portachuelo, un abogado golpea a su esposa. En La Paz, una señora
intenta suicidarse al no contar con los recursos para comprar leche, ya que su
pareja decidió dejarla sola.
Y, así, la enumeración sigue. Las agresiones se multiplican y le dan carne a la cifra
que, en 2013, conocieran los bolivianos: 7 de cada 10 mujeres de este país sufren
algún tipo de violencia a manos de sus parejas.
A pesar del panorama desolador, debemos reconocer que existen hombres y
mujeres que en sus municipios intentan resolver este problema: en El Alto, los
funcionarios del SLIM crean el Pichón Súper Defensor de las féminas; el área
metropolitana de Cochabamba ha unificado esfuerzos y tiene una interredes de
lucha contra la violencia hacia las mujeres; adolescentes de La Paz enfrentan
el machismo en su colegio; en Sucre, el Servicio municipal inspira a las parejas
a recuperar el amor y el respeto; y un largo etcétera de iniciativas ciudadanas
realizadas el año pasado.
Estas actividades se han hecho realidad con el apoyo del concurso nacional “Ojo
con la Violencia”, proyecto del PADEM y la Cooperación Suiza en Bolivia. Estas
iniciativas de la sociedad civil, instituciones privadas y públicas y de los Servicios
Legales Integrales Municipales (SLIM); las oficinas municipales que desde la
promulgación de la Ley 3481 recibieron el mandato de defender a las mujeres.
Este bagaje de experiencias acumuladas muestran, una vez más, que las
ciudadanas y ciudadanos, desde una posición comprometida y propositiva frente
a esta problemática pueden cambiar la historia. Por ello, el concurso Ojo con la
Violencia, invita a la sociedad civil, a las redes de lucha contra la violencia, a las
organizaciones sociales y a los gobiernos municipales de todo el país a participar
en esta sexta versión para, una vez más, hacer realidad sus sueños.
Por eso, con el afán de contagiar a quienes tienen deseos de “hacer la diferencia”,
publicamos para ustedes algunas de las experiencias exitosas cumplidas durante
la anterior gestión
1. Ley 348. Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia
3
1
Las agresiones psicológicas y físicas son
una constante para cientos de mujeres
que viven en La Paz. De eso dan fe los
datos del Gobierno Municipal que, en
2012, registró 2.165 denuncias. Los
funcionarios locales especulan que incluso
hay más casos, aunque muchos no son
denunciados. Esto se debe a que las
mujeres eligen el silencio porque tienen
miedo, vergüenza o, en última instancia, porque la atención
no las satisface.
Esta última posibilidad inspiró a un grupo de funcionarios del
Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y de la Defensoría de la
Niñez y Adolescencia a mejorar su labor. Primero aprendieron
técnicas de investigación para evitar la revictimización de
quienes sufren algún acto de violencia y, luego, solicitaron la
instalación de una Cámara Gessel.
La primera parte de la iniciativa de la oficina municipal buscó
apoyo de expertos para que los funcionarios aprendieran a
relacionarse con las víctimas. Entre el 22 y 23 de julio y el
1, 2 y 16 de agosto unos 35 funcionarios recibieron una
capacitación especializada de los sicólogos Carlos Velásquez
y Giomar Bejarano y el coronel de la Policía Gary Omonte
Vera. En estas jornadas, unos 35 funcionarios municipales
conocieron tácticas para acercarse a las víctimas, ganarse su
confianza y aprendieron a identificar cuándo un testimonio es
creíble o no, entre otros temas.
“En el macrodistrito Max Paredes tenemos bastantes
comodidades para atender a las víctimas. Incluso hay una
camilla para que un médico forense atienda a las señoras.
Sin embargo, no hay fiscales que puedan dar el requerimiento
para que este forense empiece a trabajar, por ejemplo. Lo ideal
4
En La Paz quieren prevenir la
revictimización
es que tengamos a los profesionales trabajando en el mismo
lugar, y que todos manejen el mismo lenguaje y sepan cómo
abordar a estas personas. Todo, para evitar que la víctima
tenga que recorrer varias oficinas, exponerse y contar su
drama varias veces y vitar la revictimización”, cuenta una de
las impulsoras de este proyecto, Mariana Correa, asesora legal
de las oficinas ediles.
En cuanto a la segunda parte de este proyecto: la instalación
de una cámara Gessel en las oficinas municipales, éste se
hará realidad en los siguientes meses y tendrá un inesperado
plus. Las autoridades locales aceptaron destinar recursos
para habilitar una Cámara Gessel en el municipio. Además,
el proyecto del SLIM se ha hecho merecedor del fondo de
inversiones que impulsan el PADEM y la Cooperación Suiza en
Bolivia. Este fondo dotará de recursos a la oficina local para
que pueda construir una segunda Cámara.
La Cámara Gessel es una habitación acondicionada para la
investigación de casos de violencia. Está conformada por
dos ambientes separados por un vidrio de visión unilateral,
los espacios cuentan con equipos de audio y de video para
grabar los testimonios. En un sector se ubica la denunciante
y quien recibe la queja; en el otro, el resto de profesionales.
De esta manera, la víctima declara su problema una sola vez.
Las autoridades originarias de Achacachi
conocen la importancia de defender los
derechos de las mujeres. Tras un proceso
de capacitación, varios representantes se
convirtieron en promotores comunitarios de
ese municipio paceño.
2
Achacachi: autoridades originarias
defienden derechos femeninos
Estas autoridades juegan un papel
importante en sus comunidades. Una de
sus tareas es la de administrar la justicia
en el interior de éstas. Para ello, combinan
el ejercicio de la justicia originaria con la
justicia ordinaria y solucionan diversos
temas: tenencia de tierras, ganado y otros.
Sin embargo, cuando surgen hechos de
violencia hacia la mujer, el procedimiento
pocas veces protege a las víctimas. En
parte porque este problema no es aceptado
socialmente. “En las comunidades ven
el tema de la violencia intrafamiliar como
un tabú, ellos dicen que el trapo sucio se
debería lavar en la casa”, explica Iveria
Lucana, trabajadora social del Servicio
Legal Integral Municipal (SLIM).
Por eso Lucana decidió que había que cambiar esta situación.
“Hemos realizado talleres de capacitación con las autoridades
originarias, porque ellos son como padres de familia de las
comunidades”. Las autoridades conocieron la Ley 348 y
profundizaron sobre los alcances del deslinde jurisdiccional;
es decir, hasta dónde llega su tuición en la atención de casos
de violencia en contra de las mujeres.
“Las autoridades originarias tuvieron que entender que hay
cosas que ellos no pueden atender. Por ejemplo, tuvimos el
caso de una señora de la tercera edad que fue violada, pero
el caso fue denunciado después de tres meses; cuando la
autoridades originarias reconocieron que no podían solucionar
el caso”, ejemplifica la profesional.
Debido a estas trabas, el proceso de formación no fue fácil. “Al
principio, las autoridades originarias no querían participar, nos
decían que no estaban interesadas, o pedían que asistieran
todas las bases [la población en pleno], pero no era posible
hacer eso; por falta de tiempo y recursos”, recuerda.
De todas maneras, Lucana y los funcionarios del SLIM
no renunciaron a su objetivo y se movilizaron por todas las
comunidades del municipio para invitar a las autoridades
originarias. El esfuerzo dio frutos y unas 50 autoridades
se reunieron a inicios de julio para interiorizarse del plan de
trabajo.
Las autoridades se comprometieron a nombrar promotores
comunitarios en sus lugares de origen. El 26 de julio, dos
semanas después, 30 promotores designados se volvieron a
encontrar y participaron de un acto de posesión realizado en
Achacachi. La mayoría eran autoridades originarias. “Teníamos
previsto capacitar a 25 promotores de cuatro cantones, pero
conseguimos llegar a 30 de seis cantones”. De ese total, sólo
tres son mujeres.
Las comunidades comprometidas
Nº
Cantón
Comunidad
1
Achacachi
Chahuira Pampa, Cala Cala, Chijipina
Chico, Barco Belén, Pongunhuyo,
Avichaca Baja, Quenaquetara Belén,
Churuata Belén, Santiago de Pacharia,
Pajchani Grande, Tunusi, Pampa Belén,
2
Ajllata Grande
Ayata Ajllata, Japuraya Baja, Japuraya
Alta, Akherana, Kocani Ajllata, Ajaría
Chico, Carmen Lipe, Central Ajllata,
Cachi Lipe.
3
A V Corpaputo
Corpaputo, Cohani Corpaputo.
4
Tacamara
Ocarani, Tacamara, Casamaya centro,
Casamaya Pizarro.
5
Warisata
Umapusa, Suñasivi.
6
Franz Tamayo
Checata
5
Como ocurre en otros lugares de Bolivia,
Camiri no es la excepción, y los casos de
violencia en contra de la mujer suman en este
municipio del Chaco cruceño. Por eso, Gloria
Lara Morales, una activista miembro de los
clubes de madre de la región, decidió hacer
algo para luchar en contra de esta situación.
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En Camiri, el trabajo ciudadano
beneficia a las mujeres
Lara trabajaba con clubes de madres desde
hace más de cinco años, según recuerda,
pero las labores no pasaban de la dotación de
alimentos y la organización de cursos para las
señoras, en áreas como la textilería, costura o
cocina. Sin embargo, los temas más difíciles
de atender, como la violencia hacia las
mujeres, niños y/o adolescentes no estaban
en la agenda de los clubes, en parte porque la
gente no sabía cómo enfrentar esta realidad.
Con los años, algunas instituciones apoyaron
a las señoras, quienes iniciaron el recorrido
por el camino de la prevención y atención de
los casos de violencia. La organización Visión Mundial apoyó el
fortalecimiento de una red interinstitucional, que había logrado
dar sus primeros pasos en contra de la violencia hacia los
niños y adolescentes. En 2012, esta Red amplió sus acciones
hacia los casos de mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.
En 2013, la Red ejecutó la iniciativa “Ponete en el lugar de
ella” que, entre otros logros, consiguió el fortalecimiento y
crecimiento de la organización. A la fecha, cuenta con 35
organizaciones afiliadas.
Con el apoyo del PADEM, la Red organizó tres talleres
en Camiri para difundir la Ley 348. En éstos participaron:
escolares, universitarios, policías, conscriptos, la red de salud,
OTB, autoridades locales y departamentales.
La iniciativa también llegó al público más joven, a través de
un concurso de grafitis y otro de composición musical. En
el primero participaron representantes de nueve colegios;
en Camiri funcionan 14 de estas instituciones educativas.
En la segunda competencia, sólo una joven propuso una
melodía. “Con estas actividades llamamos más la atención
y conseguimos crecer”, resume Lara. A la fecha, la Red
contabiliza a unas 35 instituciones públicas y privadas.
Entre los miembros más activos de la Red destaca la
comunicadora Isabel Vettori, quien impulsó una campaña de
difusión de programas de radio, y televisión, spots, cuñas,
entrevistas y otros materiales en la radio Parapetí y el Canal 4
Parapetí de la localidad cruceña. Estos medios de comunicación
también difundieron los talleres organizados por la red, los
concursos de pintura y canto, y la premiación de éstos.
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Sargento Juan Carlos Titirico:
“Mis camaradas me dicen: ‘Ahí está el protector de las
mujeres’”
Hay un comentario común entre las mujeres de la Policía
Comunitaria de Camiri –a las que no les cuesta mucho ponerse
de acuerdo porque apenas son tres–: que su colega paceño
Juan Carlos Titirico es uno entre miles.
Alguna de ellas incluso comenta: “Por lo menos uno –de los
colegas varones–se dio cuenta de la situación de las mujeres”.
¿Pero qué de tan singular tiene este sargento segundo de la
Policía? Sin lugar a dudas su convicción y compromiso con
la lucha contra la violencia hacia las mujeres, como uno de
los adelantados de la Red interinstitucional de protección a la
mujer, niñas, niños y adolescentes de este municipio cruceño.
De hecho, él se hace cargo de la Secretaría de Hacienda de
la Red. Al inicio, este trabajo –dice Titirico– no fue del todo
comprendido por las autoridades, pero luego, cuando, entre
otros, se sumaron otros apoyos como los de la campaña Ojo
con la Violencia peor en especial de la Policía, el movimiento
tomó fuerza.
Para él no fue fácil asumir su nuevo rol ya que creció en un
“ambiente machista”, que luego lo vio calcado entre sus
colegas.“La Policía es una institución vertical. Aunque hay
mujeres en nuestras filas, todavía hay mucho machismo… Ahora
mis camaradas me dicen: ‘Ahí está el protector de las mujeres’”.
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La violencia hacia las mujeres sacude a Colcapirhua. El caso de
una señora que escapó desnuda de su casa, para evitar más
violaciones y golpes de su compañero de vida, aún le duele al
psicólogo Antonio Castro, quien trabaja en el Servicio Legal
Integral Municipal (SLIM) de ese municipio cochabambino.
“La atención de los casos [de violencia] es muy dispersa en el
municipio, por eso presentamos la propuesta de crear una red
interinstitucional de lucha contra la violencia hacia las mujeres,
queremos cohesionar todo el trabajo, porque en el municipio
la violencia está bastante enraizada, hay que luchar juntos en
contra de este problema”, explica Castro.
El proyecto de Castro y la responsable del SLIM, Palmira
Cabrera, participó en el concurso Ojo con la Violencia, del
PADEM y la Cooperación Suiza en Bolivia. La determinación
de estas dos personas consiguió su propósito y contagió a las
instituciones de Colcapirhua y al Gobierno Municipal.
Para alcanzar el objetivo de conformar la Red, los funcionarios
organizaron tres talleres —en mayo, junio y julio— y una feria
en la plaza 15 de Abril de Colcapirhua, frente a la iglesia
principal y las oficinas de la Alcaldía. En esos talleres había
representantes de las instituciones públicas y privadas del
municipio y de las redes de Sacaba y Quillacollo, quienes
En Colcapirhua nace una Red
contra la violencia intrafamiliar
compartieron sus experiencias con la organización que nacía
en esas jornadas.
Al finalizar estos encuentros, los habitantes de Colcapirhua
tenían claro que jalarían el carro para el mismo lado. La concejal
Ángela Quispe Zambrana fue una de las más entusiastas de
esas jornadas y, desde el 1 de agosto, es la presidenta de
la novísima Red Interinstitucional de Lucha contra la Violencia
“Nos reunimos con las diferentes instituciones privadas y
públicas cada primer miércoles de mes. Nos hemos hecho un
POA [Plan Operativo Anual] de lo que vamos a hacer para que
sigamos creciendo y cumplamos nuestros objetivos”.
Uno de los resultados inesperados de este proyecto es que el
Gobierno Municipal decidió apalancar el trabajo del SLIM. El
servicio subirá su presupuesto de 20 mil bolivianos (2013) a 70
mil bolivianos (2014), destaca la encargada Palmira Cabrera.
“Con esos recursos vamos a contratar personal. El SLIM
no cuenta con trabajadora social y el sicólogo [Antonio
Castro] está compartido con la DNA [Defensoría de Niños y
Adolescentes]”, señala Cabrera.
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La decisión de luchar en contra de la violencia
hacia las mujeres conquistó a la mayoría de los
sectores representativos de Muyupampa (Villa
Vaca Guzmán), municipio ubicado en el Chaco
chuquisaqueño.
“En el SLIM surgió la idea de hacer algo para prevenir los
hechos de violencia en contra de las mujeres. Decidimos
hacer un programa de fortalecimiento, de empoderamiento,
de difusión de los derechos femeninos”, recuerda Tárraga.
Para hacer realidad este sueño, las funcionarias organizaron
varias actividades entre julio y septiembre de 2013: dos
talleres, una feria y el primer foro sobre los derechos de las
mujeres.
En el primer taller participaron autoridades municipales,
representantes de organizaciones sociales, mujeres líderes,
dirigentes guaraníes y quechuas, instituciones privadas y
educativas, entre otras. El encuentro centró su trabajo en el
análisis de la Ley 348. Para el segundo taller, el SLIM invitó a
la promoción del colegio Hernando Siles y compartió con ellos
nociones sobre machismo y violencia.
La feria Por un municipio libre de violencia, se realizó en la
plaza 6 de Agosto, frente a la Alcaldía. Los patrocinadores
explicaron a la ciudadanía las funciones del SLIM, las
consecuencias de la violencia (sicológica o física) y reclamaron
por la construcción de un albergue transitorio para recibir a las
mujeres, niños y adolescentes víctimas de violencia.
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En Muyupampa varias manos se
unen en la defensa de género
Las acciones concluyeron con el foro Derechos de las
mujeres con diálogo e inclusión social. En este espacio había
representantes de la Policía, del Ministerio Público, mujeres
líderes e iglesia Católica.
Paralelamente, el comunicador Limberth Casazola se ocupó
de la difusión de todas estas actividades por la radio LiRoMar.
Además, grabó cuñas radiales con el propósito de sensibilizar
a la población.
El Gobierno Municipal decidió apoyar este esfuerzo y asignó
más recursos al SLIM y comprometió un espacio para abrir un
albergue transitorio. Finalmente, ell Servicio recibió un apoyo
económico del PADEM, a través de su fondo de inversiones
para refaccionar la construcción del albergue. Además, la
organización Nor Sud entregará equipamiento para este
centro (frazadas, colchones, menaje de cocina, entre otros).
En resumen, señala Tárraga: “Este proyecto, que comenzó
pequeño, creció en poco tiempo y nos abrió espacio para poner
manos a la obra para servir a la gente que más lo necesita. Ha
sido maravilloso que podamos llegar a tantas organizaciones
de la sociedad. Hemos consolidado nuestra Red de lucha
contra la violencia; con nuestros médicos, nuestros jueces, los
medios de comunicación, juntas vecinales”.
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Un abogado golpeó a su esposa y a su hijo. El hecho no pasó
desapercibido en ningún rincón de la población cruceña de
Portachuelo, un pueblo donde todos se conocen y, por eso,
algunas cosas son difíciles de olvidar. La agresión ocurrió en 2012
y el sonido de los golpes aún resuena.
El sicólogo del Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) de
Portachuelo, Evaldo Velasco, destaca que debido a esta agresión,
la oficina se acercó más a las organizaciones públicas y privadas
que defienden a las mujeres víctimas de violencia, con el fin de
prevenir situaciones similares.
“En 2012 organizamos un primer comité impulsor para luchar
contra la violencia doméstica; trabajamos con la Ley 1674, que
estaba vigente el año pasado. (…) Tuvimos la presencia de todas
las instituciones y las OTB (organizaciones territoriales de base)”.
Para el año siguiente, 2013, la Ley 348 dio paso al fortalecimiento
de este Comité Impulsor que, dado el nuevo marco jurídico, ahora
se llama Red interinstitucional de lucha contra la violencia. Velasco
recuerda que esta iniciativa lleva el nombre de El Ojo del SLIM en
tu barrio y, por eso, se siente contento de que haya llegado a la
mayoría de las OTB.
Un acto de violencia marcó al
SLIM de Portachuelo
“Yo soy la casa de acogida”
En la lista de éxitos, el SLIM de Portachuelo también
se apunta un triunfo interno. El Gobierno Municipal
designó un espacio más adecuado para esta oficina.
Anteriormente compartía ambientes con la Defensoría
de la Niñez y Adolescencia (DNA).
“Las señoras [víctimas de violencia] se sentían
avergonzadas porque tenían que hacer la denuncia
y mostrar sus golpes a todos los funcionarios y a las
personas que venían [a la DNA] porque mi escritorio
estaba en un rincón”, comenta el psicólogo del SLIM,
Evaldo Velasco.
Otra ventaja es que las autoridades locales autorizaron
para el siguiente año la construcción de la casa de
acogida para las víctimas de violencia. “Ese es un gran
logro. Yo he estado de casa de acogida, en mi casa
llevan a niños que encuentran perdidos o abandonados
o se han escapado de algún centro. A veces, las mamás
que tienen problemas con sus parejas también van a mi
casa, pero ahora van a tener un lugar adecuado donde
quedarse”.
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Iván Fernández, Juan Adolfo Zuleta, David
Fernando Quispe Cruz y su profesor de
Física, Ricardo Altamirano, combinaron
en 2013 su compromiso escolar con su
compromiso social. Así como llenaban
cuadernos con las tareas escolares,
aprendieron a ser radialistas y participaron
en varias actividades públicas para
trabajar en un proyecto ideado por todos
ellos: conformar una Red de Hombres
jóvenes de lucha contra la violencia hacia
las mujeres.
Este grupo de idealistas pertenece al establecimiento
Gualberto Villarroel, “un colegio donde solo estudian hombres,
uno de los pocos colegios que no tiene educación mixta”,
comenta Altamirano. La unidad educativa está ubicada en
el oeste paceño, y es conocida por su banda musical que
participa en los desfiles cívicos de la urbe.
Precisamente, como los chicos no estudian con jovencitas,
ellos decidieron que debían reflexionar con sus compañeros
sobre el machismo y sus consecuencias. “Mis compañeros
son violentos con sus parejas y eso no está bien”, ejemplifica
Iván Fernández.
Y en ese ambiente, poner sobre la mesa este tema no fue
fácil. “Transmitir información sobre el tema de violencia, cómo
prevenirla desde los hombres, cómo reflexionamos como
hombres, no es fácil, no es un tema común para nosotros.
Nos sentimos cómodos hablando de fútbol, pero hablar de
violencia y tener una mirada diferente, no es sencillo”, acota
el “profe”.
Aún así los muchachos no cejaron. Los jóvenes compartieron
sus pensamientos con sus compañeros y con todos los
adolescentes dispuestos a escucharlos. Desde hace algún
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Adolescentes quieren terminar
con el machismo en La Paz
tiempo, los chicos conducen un programa radial por una
emisora local. En éste comentan temas de su interés,
escuchan música y aprenden a dialogar con los oyentes.
En 2013, el programa “Claveles, rosas y otras flores”, habilitó
un nuevo espacio semanal al que llamaron: “Los Hombres
precavidos no golpeamos, no maltratamos, no embarazamos
sin planificar” y los adolescentes se dedicaron a profundizar
en esta materia: invitaron a profesionales, otros jóvenes y a
personas interesadas, y amplificaron su mensaje antimachista.
Juan Adolfo Zuleta recuerda que además de la iniciativa
mediática, los chicos también elaboraron volantes con
mensajes similares y participaron en una feria educativa que se
realizó a mediados de año [2013] en el distrito Max Paredes.
“En la feria hablamos de las enfermedades de transmisión
sexual y cómo prevenir los contagios”.
Las experiencias de 2013 son los primeros hilos de la red
que quieren tejer los muchachos. Ellos saben que el tiempo
no fue suficiente para alcanzar su gran objetivo, pero están
dispuestos a alcanzar sus metas. “Queremos llegar a espacios
más grandes, hacer una nueva red grande para que todos
sepan que maltratar a una mujer es malo, primero deberían
pensar antes de golpear a una mujer”, resume David Quispe.
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El eje metropolitano de Cochabamba ha decidido unir sus
esfuerzos. Cual expertos textileros, representantes de siete
municipios “tejen redes” en contra de la violencia hacia las
mujeres, con el fin de organizar sus tareas en toda la región.
La red interinstitucional contra la violencia hacia las mujeres
de Sacaba es la inspiradora de este proyecto. En agosto de
2013, esta organización convocó a sus pares de Tiquipaya,
Colcapirhua, Vinto, Quillacollo y Cercado.
En ese encuentro, los participantes descubrieron que tienen
las mismas expectativas, los mismos sueños y las mismas
necesidades. “Lo primero fue reconocernos, identificar
quiénes trabajan en qué institución pública o privada,
cuáles son nuestras necesidades y conocer cómo algunas
instituciones lograron superarlas”, destacó Pilar Ponce de
León, responsable de la iniciativa de Sacaba y de la institución
Wiñay Pacha.
“Los miembros de las redes vimos cuán importante era trabajar
en conjunto y compartir las experiencias de todos”, continúa
Ponce de León. Los delegados de las instituciones públicas
y privadas participaron de un taller de dos días: en la primera
jornada evaluaron la Ley 348, la norma que desde marzo de
2013 contra la violencia hacia las mujeres en Bolivia y, en la
segunda, comenzaron a tejer interredes con los primeros
cinco ovillos del eje metropolitano del valle.
Tejen una red de redes contra la
violencia intrafamiliar desde Sacaba
“Consideramos que la experiencia ha sido exitosa y
enriquecedora para la red de Sacaba, nos hemos capacitado
en la Ley [348], y creo que tenemos mejores elementos para
trabajar con las personas víctimas de violencia. Además, en
este nuevo proyecto están involucrados representantes de
instituciones privadas y públicas”. En este último acápite,
figuran los servicios legales integrales municipales (SLIM) y
Policía, entre otros.
Uno de los primeros éxitos de “interredes”, si bien no muy
grande, es que las redes unieron esfuerzos para realizar el
citado taller. “La red de Tiquipaya nos ha prestado el ambiente
y las señoras que sufren violencia, y trabajan en una institución
de ese municipio, han preparado el almuerzo. Hemos trabajado
juntos desde lo cotidiano”, recuerda la activista.
En todo caso, esta forma de trabajo quiere llegar más lejos
que garantizar el acceso a espacios físicos. Por ejemplo, los
miembros de la interredes sueñan con trabajar en conjunto
para que la justicia llegue rápidamente a las víctimas. “Por
ejemplo, si una persona que vive en Quillacollo sufre de
violencia en Sacaba, creemos que sí o sí hay que coordinar
entre instituciones, porque si bien la Ley [348] señala que se
tiene que hacer la parte legal donde ocurrió el hecho, si la
persona vive en otro lugar tendrá muchas dificultades para
garantizar que su caso llegue a buen término”.
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En Sucre aprenden a recuperar el
amor de parejas
A veces, las parejas que viven en violencia
logran superar sus problemas y buscan
opciones para reconstruir su hogar. Si bien
el camino no es fácil, un poco de decisión
puede hacer la diferencia. Esta es la premisa
que inspiró a tres funcionarias del Servicio
Legal Integral Municipal (SLIM) de Sucre
(Chuquisaca), para apoyar a 15 parejas que
habían decidido cambiar sus vidas.
La directora del SLIM Cristina Bejarano, la
sicóloga Lorena Doria Medina y la abogada,
Zulema Sainz son las promotoras de este
proyecto. Las funcionarias aplicaron una
terapia de grupo a las parejas con la técnica
del Teatro del Oprimido y bautizaron su
proyecto con la alentadora frase: Ayúdate que te ayudaremos.
El Teatro del Oprimido es una técnica inventada por el brasileño
Augusto Boal. Esta herramienta tiene la finalidad de que las
personas protagonicen la acción dramática y modifiquen sus
comportamientos en la vida real.
El Teatro del Oprimido se aplica con una serie de líneas de
trabajo que llevan distintos nombres, de acuerdo con las
acciones que los involucrados desarrollan en determinado
momento: Periodístico, Legislativo, Invisible, Arco Iris del
Deseo, Imagen y Foro, entre otras.
Tras aplicar esta metodología, “las parejas pasaron de una
absoluta y mutua indiferencia, al inicio de la terapia; a llegar a
las reuniones abrazadas y agarradas de la mano”, resume la
abogada Sainz, quien durante esta experiencia “dejó el papel
de la ‘abogada mala’ que aplica la legislación a favor de las
mujeres, para ayudar a reconciliar a personas que podían
superar sus dificultades”.
La profesional Doria Medina añade: “Se ha trabajado la
relajación, el contacto entre ellos, hemos tocado la temática de
la violencia buscando soluciones. También hemos participado
activamente con juegos, algo más dinámico y les hemos
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brindado herramientas de trabajo para que puedan solucionar
sus problemas en el hogar”.
La eficacia de esta terapia llamó la atención del alcalde,
Moisés Torres, quien participó en el cierre de la iniciativa. En
esa jornada, las parejas realizaron una última dinámica de
demostración de confianza y aprecio entre ellas, y debatieron
sobre la terminología y las actitudes violentas.
Como resultado, durante el discurso de cierre del proyecto, el
munícipe felicitó a las funcionarias y reconoció que en alguna
ocasión fue violento con su esposa, aunque sólo en el ámbito
sicológico, porque le ponía apodos que a ella no le gustaban.
“Ya no diré eso”, se comprometió.
Entre los logros identificados por las capacitadoras se observa
que los duetos mejoraron su comunicación, confianza y
respeto mutuo. Debido a estos logros, las autoridades del
Gobierno Municipal están dispuestas a que este proyecto
sea institucionalizado e incluyeron recursos en el POA 2014,
para que más parejas que quieren intentar la reconciliación
se familiaricen con la frase “ayúdate que te ayudaremos”.
Además, el SLIM también se benefició con más recursos para
mejorar el funcionamiento de la oficina.
10
El presupuesto del SLIM de
Viacha sube cuatro veces
De 70.000 bolivianos, en 2013, a 300.000,
en 2014. Ese es el presupuesto que tendrá
el próximo año el Servicio Legal Integral
Municipal (SLIM) del municipio paceño de
Viacha. Este incremento es el resultado de
la movilización capitaneada, en los últimos
meses, por la organización de mujeres
Jachakamasa.
Una de las impulsoras de la campaña,
Giobanka Fernández Flores, recordó:
“Hemos colocado nuestro banner y el
libro de firmas [ambas herramientas
demandaban el aumento del presupuesto
para el SLIM] en una feria que se realizó
en Viacha. En septiembre, teníamos previsto colocarlos en la
plaza principal, para que sea más visible la demanda, pero
las autoridades municipales nos pidieron que no lo hiciéramos
porque el Alcalde y el Concejo Municipal aceptaron el aumento
del presupuesto”.
“Estamos muy contentas, porque con esos recursos se va a
poder equipar al SLIM y asegurar el trabajo del personal, que
ahora cumple funciones como personal eventual”, destacó la
promotora. La mayor sorpresa de toda esta campaña fue el
monto. “Nosotras no pedimos 300 mil bolivianos. Por eso nos
alegramos al conocer esa cifra”.
Estos recursos, especula la activista, servirán para mejorar
la atención hacia la ciudadanía. Los funcionarios del SLIM,
oficina que está fusionada con la Defensoría de la Niñez
y Adolescencia (DNA), trabajan diez meses al año porque
tienen contrato sólo por ese tiempo. “Con el incremento se
va a garantizar el trabajo año completo, porque los casos de
violencia tienen que concluir en una sanción judicial. Por eso
se necesita personal técnico de planta”.
Entre otras necesidades, el SLIM requiere un mejor
equipamiento y la habilitación de más servicios en los cinco
distritos de Viacha.
La movilización descrita líneas arriba forma parte de una serie
de actividades que cumple Jachakamasa en este municipio.
El jueves 11 de julio, en la Central Agraria de Viacha, arrancó
una de las iniciativas prevista para 2013: la formación de
promotoras comunitarias que ayudarán a reducir los casos de
violencia hacia las mujeres.
El taller benefició a las autoridades de las 64 comunidades del
Distrito 3 de Viacha (área rural). Los mallkus y mama t’allas
conocieron el contenido de la Ley 348 y aceptaron impulsar la
aplicación de esta norma en sus localidades.
En los siguientes dos meses, las activistas realizaron más
talleres con estas personas y, al final, conformaron un grupo de
30 promotores, la mayoría mujeres. “Teníamos que conformar
un grupo de 15 personas, pero la gente se entusiasmó y
exigió participar. En el área rural de Viacha hace falta mucha
información y esta iniciativa fue muy bien recibida”.
Por último, contenta por la aceptación que tiene el trabajo
de la organización, Fernández destacó que si bien concluyó
la iniciativa, las labores en esta región no tienen punto final.
“Nos han tomado cariño y tenemos que seguir, porque las
señoras nos piden que les demos más talleres. Hay muchas
necesidades en el área rural”.
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El Pichón Súper Defensor
llegó para quedarse
El personaje alteño, que comenzó su andar
en una conferencia de prensa realizada el
22 de julio de 2013, conquistó a propios
y extraños y se convirtió en un funcionario
más de los servicios legales integrales
municipales (SLIM) de El Alto. El Pichón
Súper Defensor ha sido institucionalizado y
ayudó a ganar un importante reconocimiento
monetario a favor de la gestión municipal.
Este personaje es bastante llamativo. Se
trata de un pichón de paloma que tiene
una envergadura de dos metros de altura.
Su misión es doble: debe compartir con
los ciudadanos mensajes en favor de los
derechos humanos y debe presentar a la
ciudadanía las instituciones municipales
encargadas de apoyar a las mujeres
víctimas de violencia.
“Queremos que las mujeres conozcan que tienen el servicio
del SLIM”, explicó Yola Churqui, una de las encargadas de
ejecutar el proyecto. Entre julio y septiembre de 2013, el
Pichón Súper Defensor cumplió sus tareas asignadas en la
Ceja, la Alcaldía quemada y la Corte Superior de Distrito, los
sectores más populosos de la ciudad altiplánica.
Pero el Pichón no sólo fue presentado ante los transeúntes;
los medios de comunicación de El Alto y La Paz también le
prestaron atención y amplificaron su voz. “Hemos tenido
amplia cobertura de los medios de comunicación. El personaje
ha llamado la atención. Los canales de televisión, radios y la
prensa escrita nos han invitado y han visitado las oficinas.
Todos querían conocer un poquito más del Pichón”, recuerda
Churqui.
“Si hacemos una evaluación previa, puedo comentar que
El Pichón logró llamar la atención de la población. Nosotros
tenemos una línea gratuita de atención a la población que,
antes del lanzamiento del personaje, estábamos a punto
de perderla porque no recibía llamadas. Ahora, recibimos
llamadas todo el día, incluso desde La Paz, así que ya no nos
quitarán la línea”, destaca Churqui.
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Éxitos
Estos resultados le garantizaron el futuro al superhéroe. Las
autoridades municipales comprometieron más recursos para
la confección de disfraces y para contratar personal que utilice
estos ropajes. “Queremos que haya más pichones, que sea
el personaje emblemático de El Alto. Así como La Paz tiene
a sus cebritas, en El Alto queremos tener al Pichón”, dice
Rosendo Cáceres, procurador del SLIM del Distrito 5 de El
Alto y coautor del héroe.
Con entusiasmo, Churqui añadió: “El Pichón va a participar
en todas la actividades de difusión de los SLIM, en talleres en
las unidades educativas para que las personas conozcan su
ternura”.
El Pichón también ganó un beneficio inesperado. Los SLIM
1 y 8 de El Alto recibieron 100 mil bolivianos del PADEM y
la Cooperación Suiza en Bolivia. Este dinero servirá para
fortalecer el proyecto y otras actividades de las oficinas.
El dinero será esencialmente empleado en equipamiento:
computadoras, cámaras y fotocopiadoras, además de apoyo
a talleres de capacitación, a la Marcha de Hombres contra la
violencia, cuya primera versión se llevó a cabo en octubre de
2012, y al fortalecimiento de la línea gratuita 800 16 6677.
Redacción y edición:
Mavi Ortiz Echazú
Diseño:
Arturo Rosales
Fotografías:
PADEM
Esta cartilla se imprimió con el apoyo técnico y financiero de la Cooperación Suiza en Bolivia.
Esta publicación es propiedad del PADEM, se autoriza su reproducción, total o parcial, a
condición de citar la fuente y la propiedad.
Impreso en Bolivia
2014
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