profesionalismo y ternura
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profesionalismo y ternura
Nº 49 Enero - febrero de 2011 revista bimestral Revista del Centro San Camilo para la Humanización y la Pastoral de la Salud Cuidados de los niños enfermos: profesionalismo y ternura editorial ... z Rostros del sufrimiento en los niños E enero - febrero | 2011 P. Silvio Marinelli Zucalli, Director 2 Vida y Salud l ser humano, dicen los antropólogos, es el mamífero que nace más «incompleto»: necesitamos años para desarrollarnos y lograr nuestra independencia y la capacidad para bastarnos a nosotros mismos. Esta «fragilidad» exige que los padres se hagan cargo de nosotros desde todos los puntos de vista. Pienso que esto también nos permite desarrollar lazos afectivos muy profundos y duraderos que no encontramos en las demás especies. Se nos educa, y nos educamos, en las relaciones, en dar y recibir amor, en buscar nuestra «integridad» y plenitud en las relaciones de interdependencia. Siendo así de «frágiles e incompletos», somos también muy «vulnerables». Los adultos no siempre ponemos en práctica actitudes y conductas responsables: tal vez por ignorancia, por haber sido heridos nosotros mismos, por maldad, etcétera. El hecho es que la niñez, lamentablemente, muy a menudo se ve caracterizada por violencia, descuido, heridas y traumas que dejan una marca duradera de sufrimientos. A pesar de esto, permanece en nosotros la nostalgia de nuestra niñez, como un periodo feliz de nuestra vida, caracterizado por la inocencia, la «inconsciencia» de las dinámicas, duras, y tal vez destructivas, que caracterizan la vida adulta; de «serena irresponsabilidad» frente a los compromisos laborales o sociales. Entre añoranza y recuerdos dolorosos, nuestra niñez está sujeta, en nuestra vida adulta, a fenómenos interpretativos a menudo contradictorios o ambivalentes. Una de las experiencias duraderas es la de la enfermedad, periodo en que hemos sido «cuidados», recuerdo «·placentero» de habernos sentido apoyados y de «ser importantes» a los ojos de nuestros padres; al mismo tiempo, experiencia de «desamparo», tal vez de «abandono», real o percibido como tal. En la experiencia de enfermedad, surge la pregunta sobre el «dolor inocente»: ¿por qué? ¿qué sentido tiene? Preguntas que nos devuelven a nuestra condición de «criaturas» débiles e indefensas; preguntas sin respuesta exhaustiva, que, sin embargo, apelan a los adultos: ¿qué hacer?, ¿cómo vivir esta situación?, ¿qué actitud tomar?, ¿qué puedo aprender de esta situación?, ¿en qué me ayudan a ser mejor, más responsable?, etcétera. Frente al sufrimiento de los niños quedan las «respuestas prácticas»: cuidar y educar(nos) en dar sentido a todo lo que nos sucede. sociedad y salud ... z Dr. Jesús Humberto del Real Sánchez Derecho a la Salud en México: ¿cobertura universal en 2011? L os dos bienes sociales más importantes para una nación son la salud y la educación. Si una nación carece de éstos, está condenada al subdesarrollo. Estrictamente hablando, no existe el «derecho a la salud», pues en general nadie es responsable de las enfermedades del otro. Lo que debería de existir es el derecho al acceso los servicios de salud, el derecho a la atención médica. Para muchos, el derecho a la salud (al acceso a los servicios médicos) es un derecho humano, como lo establece el Artículo 25 de la Declaración Universal: «Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud, el bienestar y, en especial, la alimentación, vestido, vivienda y la asistencia médica y los servicios sociales necesarios». En México no existe estrictamente un «derecho a la salud». El Artículo 4 de la Constitución Política de este país establece: «Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y las modalidades para el acceso a los servicios de salud». Cuando se refiere a la Ley, alude a la Ley General de Salud. enero - febrero | 2011 ¿Cobertura Universal en México para 2011? 4 Actualmente, la cobertura en salud se estima en 75 %, con 38 % correspondiente al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), 9 % al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE), 2 % a Petróleos Mexicanos (PEMEX) y las fuerzas armadas, 2.5 % a los seguros médicos privados, y 23 % al Seguro Popular. El Presidente de la República, Felipe Calderón, ha dicho en repetidas ocasiones que México llegará a la cobertura universal para 2011, independientemente de cómo estén las condiciones económicas del país (Sala de Prensa de la República, febrero 16 de 2010; Milenio, noviembre 19 de 2010). Sin embargo, un reciente informe de la Comisión para la Evaluación de las Políticas Públicas (CONEVAL) señala que 40 Vida y Salud % de los mexicanos carece de acceso a los servicios de salud, públicos o privados (El Universal, abril 07 de 2010). Modelos de seguros de atención médica El modelo tradicional había sido la medicina privada, donde los más pudientes pagaban directamente por cada servicio recibido (consulta médica, intervenciones quirúrgicas, radiografías y exámenes de laboratorio), mientras que los más pobres recibían atención médica de las organizaciones religiosas. Posteriormente, estos servicios pasaron a depender del gobierno. El primer sistema sanitario financiado con recursos públicos fue creado en Alemania en 1883, durante el gobierno del canciller Otto von Bismark, iniciando así la era de la seguridad social. Los modelos actuales de seguro médico pueden ser agrupados en públicos y privados. En el modelo «privado-privado», el predominante en Estados Unidos de Norteamérica, las compañías de seguros colectan las cuotas de los asegurados y son ellas, o terceros, los que proporcionan los servicios. Este tipo de seguro es el más inequitativo, porque otorga servicios de acuerdo con lo que paga el asegurado, no con sus necesidades. En el modelo «público-privado», como el predominante en Canadá, el gobierno colecta las cuotas, fijadas de acuerdo con el salario del trabajador, y particulares (médicos, laboratorios y hospitales) otorgan los servicios, según las necesidades de los asegurados. z ... sociedad y salud Población con seguro público de salud Uruguay Costa Rica Canadá Surinam México Colombia Panamá Perú Latinoamérica Estados Unidos 81 % 77 % 73 % 60 % 51 % 49 % 43 % 41 % 28 % 22 % Fuente: Diana Orcés y Amy Erica Smith en America Quarterly, verano 2010. CUADRO 2. Población con seguro médico privado Trinidad y Tobago Brasil R. Dominicana Surinam Venezuela Paraguay Jamaica Latinoamérica Guyana México 25 % 19 % 19 % 17 % 14 % 8.8 % 7.7 % 7.0 % 6.5 % 2.6 % Fuente: Diana Orcés y Amy Erica Smith en America Quarterly, verano 2010. CUADRO 3. Población a favor que el Estado proporcione los servicios de salud Paraguay Belice Guyana Uruguay Nicaragua Costa Rica Ecuador Jamaica México Estados Unidos 92 % 86 % 85 % 84 % 83 % 82 % 82 % 82 % 76 % 30 % Fuente: Diana Orcés y Amy Erica Smith en America Quarterly, verano 2010. CUADRO 4. Población en contra que el Estado proporcione los servicios de salud Estados Unidos Venezuela Brasil Perú Costa Rica Panamá Trinidad y Tobago Bolivia Canadá México 38 % 4.8 % 4.3 % 3.7 % 3.3 % 3.1 % 3.0 % 2.9 % 2.8 % 2.1 % Fuente: Diana Orcés y Amy Erica Smith en America Quarterly, verano 2010. El modelo «público-público», como el de Inglaterra y de México, consiste en que el Estado colecta las cuotas de acuerdo con el salario del trabajador y otorga los servicios de acuerdo a sus necesidades, mediante instituciones de salud dependientes del Estado (ver CUADROS 1 y 2). Pros y contras Mientras que existen pocas discusiones respecto a la obligación del Estado para garantizar el acceso a la educación, especialmente en los niveles básicos, sí existen diferencias en cuanto a la salud (ver CUADROS 3 y 4). En EEUU, la mayoría de los republicanos y los hombres de negocios no consideran que garantizar el acceso a servicios médicos sea una obligación del Estado. En la reciente reforma al sistema público de salud de ese país, fue imposible implantar modalidad alguna de seguro público, bajo las críticas de que eso «olía a socialismo». En una ocasión le pregunté al Dr. Rodolfo Morán González: «¿No cree usted que los médicos estadounidenses están perdiendo el sentido social de la medicina?» Él me contestó: «No» y, antes que yo replicara nada, agregó: «No lo están perdiendo; nunca lo han tenido». Equidad en el acceso a los servicios de salud No es suficiente alcanzar la «cobertura universal». También se debe garantizar un mínimo de calidad y equidad en los servicios. Si lo que ofrecen el IMSS y el ISSSTE dista mucho de ser satisfactorio, muchos ponen en entredicho el servicio otorgado por el Seguro Popular, a pesar de que, para algunos, sea un modelo a seguir (Julio Frenk en America Quarterly, verano 2010). Los seguros médicos privados-privados, como los existentes en EEUU, no son equitativos, ya que a diferencia del IMSS o el ISSSTE, que colectan las cuotas de acuerdo al salario del trabajador y otorgan servicios según sus necesidades, aquéllos otorgan servicios de acuerdo a las cuotas pagadas, como en los seguros de automóviles: «Tanto pagas, a tanto tienes derecho». Aumentar la cobertura no aumenta el gasto Muchos gobiernos tienen temor de aumentar la cobertura porque piensan que se elevará proporcionalmente el porcentaje del producto interno bruto (PIB) dedicado a la salud, pero no es así. Algunos gobiernos africanos han aumentado importantemente su porcentaje de cobertura en salud, y el porcentaje del PIB destinado a este rubro sólo aumentó marginalmente (Ariel Pablos-Méndez en op. cit.). Contención de los costos Los avances de la tecnología aplicados a la «industria» de la salud han hecho que la inflación en los servicios médicos sea el doble de la inflación general, y que cada año crezca el porcentaje del PIB dedicado a este rubro. El mejor ejemplo es, quizás, EEUU, donde se gasta 17 % del PIB. De acuerdo con el Dr. Ariel Pablos-Méndez, de la Fundación Rockefeller, y la Universidad de Columbia en Nueva York, existe una clara relación estadística entre el ingreso per cápita de un país y el porcentaje del PIB dedicado a la salud. Así, Canadá gasta actualmente lo que gastaba EEUU hace cinco años, cuando Canadá tenía un ingreso per cápita como el que hoy tiene su vecino del sur (The Guardian, junio 8 de 2008). Sin embargo, hay algunos ejemplos que parecen escapar a esta regla, como Singapur, con un ingreso per cápita cercano al de EEUU y un gasto de apenas un tercio que la Unión Americana, a lo que se debe agregar que algunos de sus parámetros en salud son mejores. Tecnificación y robotización de la medicina De acuerdo con el Dr. Ariel PablosMéndez, la medicina es cara porque las mejoras tecnológicas no se traducen en mayor productividad, como con la agricultura, que al incorporar avances tecnológicos aumenta en forma importante las cosechas y reduce el empleo de mano de obra. La medicina sigue siendo practicada como hace 50 años, interrogando al paciente y revisándolo físicamente. Para aumentar la productividad habrá que incorporar todos los adelantos tecnológicos, sin embargo, esta propuesta conlleva el peligro de hacer a la medicina más impersonal, cuando ya la juzgan algunos como «deshumanizada». enero - febrero | 2011 CUADRO 1. 5 cultura ... z Yolanda Zamora [email protected] La metáfora poética como respuesta al fracaso de la modernidad: Octavio Paz enero - febrero | 2011 C omo cada año, el pasado noviembre de 2010 tuvo lugar la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, esa gran fiesta que reúne a escritores, editores y amantes de las letras de todo el mundo. Ciertamente, es un orgullo que nuestra ciudad sea la sede de una de las ferias de libro más importantes del mundo. En esta ocasión fui invitada por la doctora en letras Diana Valencia a presentar su libro Octavio Paz, una mirada al nuevo milenio. Ensayos en torno a la modernidad, compartiendo el panel con la escritora Martha Cerda, con los editores de la obra y, por supuesto, con su autora. Vale la pena subrayar el hecho de que este libro obtuvo una mención honorífica en el Premio Nacional de Ensayo Literario José Revueltas 2009. Desde las primeras páginas y conforme uno va leyendo, destaca el gran conocimiento de la autora sobre la obra de Paz; es evidente que debió conocer y profundizar en ella exhaustivamente, para elegir los fragmentos que, de manera específica, se relacionaron con su interés: explorar la propuesta «neohumanista» de Octavio Paz en respuesta a los materialismos de la historia contemporánea. Detrás de este libro hay diez años de trabajo, horas y horas de lectura, no sólo de la obra de Paz, sino de todos aquellos autores que han dicho algo sobre él e, incluso, de los filósofos de los que abreva en su obra, como Unamuno, Heidegger, Ortega y Gasset. Se puede estar o no de acuerdo con la persona de Paz por algunas incongruencias de su vida, pero es innegable la genialidad de su obra, tanto poética como ensayística. La investigación de Diana Valencia nos revela un nuevo rostro de nuestro Nobel de Literatura, un enfoque 20 Vida y Salud En el marco de la Feria Internacional del Libro 2010 diferente que rescata la propuesta humanista del escritor mexicano. Ésta es la tesis que sostiene la investigación de la Dra. Diana Valencia. Cito: «La importancia de Paz radica en haber intuido la problemática finisecular aun antes de ésta haberse dibujado en el horizonte de la cultura universal, lo cual lo acredita como uno de los críticos más sagaces de la modernidad, y propulsor de la posmodernidad en su vía reformista». Esto significa, sostiene la autora, que Paz se adelantó a su tiempo, incluso como precursor de la posmodernidad, antes aun que el propio Lyotard, quien, como sabemos, acuña el término en 1979, en su libro La condición posmoderna. Paz lo hace en 1950, con El laberinto de la Soledad, como nos hace ver Diana Valencia. A lo largo del libro, y a través de cada uno de los ensayos analizados, Valencia intenta demostrar –y lo hace ampliamente– que el ensayista mexicano entiende la modernidad como una aguda conciencia de época, con el subsecuente debate intelectual en torno a la crisis del discurso de la razón y el progreso occidentales. Paz se anticipa, pues, a su tiempo. Vale recordar que la modernidad nació como la «gran promesa» de la felicidad, como la «tierra prometida», y ha sido también el gran fracaso; en este siglo XXI vivimos la agonía de la modernidad. Cito a Paz, documentado a su vez en por Valencia: «La modernidad nació con la afirmación del futuro como tierra prometida y hoy asistimos al ocaso de esta idea. Nadie está seguro de lo que nos espera... unos prevén el agotamiento de los recursos naturales, otros la contaminación del globo terrestre, otros la multiplicación de las hambrunas, otros la petrificación histórica por la instauración universal de ideocracias totalitarias, otros la llamarada atómica... Si la bomba no ha destruido al mundo, ha destruido nuestra idea del mundo. La modernidad está herida de muerte: el sol del progreso desaparece en el horizonte...» Octavio Paz no se quedó en la crítica aguda de la modernidad, sino que contrapuso, adelantándose a su tiempo según nos hace ver la autora, un neohumanismo de base poética. Destaco esta vertiente fundamental de la investigación de Diana Valencia sobre Paz, como una de las más significativas aportaciones de este libro. Seguramente, si Paz viviera y estuviese sentado aquí frente a nosotros, estaría afirmando con la cabeza, agradecido de que existiera una lectora que comprendiera a tal profundidad su obra, y una investigadora que la documentara con todo rigor como lo ha hecho la Dra. Valencia. Pero, ¿qué significa este neohumanismo de base poética, propuesto por Octavio Paz? Significa... la reivindicación del valor de la persona humana, y mediante ésta, la reconciliación de la humanidad con miras a desmantelar los materialismos contemporáneos. «Al mundo le falta imaginación», señala Octavio Paz en los ensayos que fueron analizados en este libro. «La imaginación ofrece una fuente alterna para dilucidar soluciones creativas a cierta problemática contemporánea, sobre todo, de carácter social... deben imaginarse rutas alternativas». A los seres humanos nos falta imaginación creativa para encontrar nuevos caminos y nuevas soluciones para el bien común. Los gobiernos copian soluciones de otros países que nada tienen qué ver con nuestra idiosincrasia, y la gente acepta todo sin cuestionarlo y sin atreverse a arriesgar nuevas propuestas. Ésta es una crisis de la imaginación. Por otra parte, dice Paz en los ensayos citados, está en crisis todo aquello en lo que creíamos y mucha gente vive: sin fe, sin creencia, sin utopía; esto es, nihilismo puro. Y ¿en qué consiste la propuesta neohumanista de Paz, concretamente? Paz propone el reconocimiento de la otredad (o la alteridad, si se quiere utilizar el término latino), y denuncia: «La exclusión del hombre del progreso generado por el mismo hombre». Paz propone la consideración y el respeto hacia civilizaciones diferentes, cada una con su propia cultura y sistema de creencias. Paz apuesta por el hombre universal, «por la heterogeneidad y la diferencia, como opciones de conocimiento y convivencia universales»; es decir, por el encuentro humano respetuoso e incluyente. A este encuentro humano habrá de llamarle «el abrazo erótico», refiriéndose al eros como instinto de vida, en oposición del tánatos, como instinto de muerte. Pero su propuesta no se queda ahí, hay un segundo momento. Ante la vorágine globalizante y avasalladora que aniquila al ser humano, propone la poesía, como praxis, como respuesta contestataria en su dimensión política y social. Sintetizo con una frase las conclusiones a las que llega la investigación de la Dra. Valencia sobre la propuesta neohumanista de Paz: «Poetizar la vida social, socializar la palabra poética». ¿Puede usted imaginar un mundo en el que viviésemos cotidianamente con la poesía, en el que nos comunicáramos todos por medio de la metáfora poética? ¿Difícil de realizar? Tal vez no lo sea tanto, si pensamos que la poesía nos dice más de la realidad, que el más probado hecho científico. La poesía, finalmente, es una forma de conocer y compartir el mundo, redescubrir una sociedad más humanitaria, y llenar el vacío existencial que la tecnología y el mercantilismo nos han dejado. La siguiente frase de Paz sintetiza su propuesta: «Los únicos paraísos posibles en la actualidad: el presente del abrazo erótico y la metáfora poética, instantes de felicidad auténtica para todos y cada uno de los hombres». Interpreto esta frase como la posibilidad de que todos los seres humanos en el mundo tengan la posibilidad de encontrarse desde el respeto y el amor y comunicarse desde la poesía y la imaginación. ¿No es finalmente el amor la opción más plena del hombre, y la poesía su expresión más bella? Termino con una cita del escritor colombiano Gabriel García Márquez, premio Nobel de Literatura 1982, en la que demuestra que la poesía es algo presente en la vida cotidiana: «La poesía es esa energía secreta de la vida cotidiana que cuece los garbanzos en la cocina, contagia el amor y repite las imágenes en los espejos». enero - febrero | 2011 z ... cultura 21